D f!, Goce
Transcript of D f!, Goce
María Clemencia Castro
D" Idef!, Goce Lógicas de la subjetividad en la vía guerrillera
y avatares en el paso a la vida civil
Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas
Departamento de Psicología
Serie Psicología Social Primera edición: Septiembre de 2001
©Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas Departamento de Psicología www.humanas.unal.edu.co/ psicología
ISBN: 958-8063-08-6
Portada: Leonardo Comba Jul ián R. Hernández R.
Diseño y diagramación: Jul ián R. Hernández R. [email protected]
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Contenido
Prólogo 7
Introducción 13
1. Caminos y recorridos 21
De la historia y los análisis políticos 25 Una historia para ser contada de nuevo 35 Apertura de un nuevo horizonte 39
2. De la vía guerrillera 47
La elección de una causa 49 Lógicas del lazo social 54 - Fraternidad y segregación 54 - Igualdad y homogeneización 60 A la sombra de la clandestinidad 65 Del padre y la causa 69 Ante el brillo del ideal 76 Avatares subjetivos al amparo del colectivo 84
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Apuesta a la vida y a la muerte 89
Del amor - al amo - a - la muerte 91 El fin de la guerra 97 La guerra: de la continuación de la política a la política del goce 107 Entre el sacrificio y el crimen 116 Lógicas del vínculo entre el ideal y el goce 125
Del paso a la vida civil 131 El paso de la vía guerrillera a la vida civil 133 Avatares subjetivos en los confines de un trasegar 143 Implicaciones subjetivas 151 Devenir desarmado 156 Tiempos lógicos, anudamientos y vías 150
Bibliografía 165
Prólogo
El movimiento guerrillero y su reinserción a la vida civil son dos fenómenos que apenas empiezan a ser abor-dados en n u e s t r o medio por la invest igación psicoanalítica. Este libro no pretende venir a cubrir dicha falta, pues no se debe a un desinterés de la disciplina por los problemas contemporáneos referentes al goce guerrero de nuestro tiempo, sino a que los dos fenómenos referidos, tomados en su existencia concreta, se constituyen como objetos externos tanto a la técnica que guía el diálogo analítico como a las nociones propias de su campo teórico.
Suponiendo que esta afirmación sea correcta, habrá que preguntarse entonces por qué, precisamente a partir de conceptos que la experiencia propia del psicoanálisis ha permitido forjar, la autora de este libro decide bordear la cuestión guerrillera, apoyándose en historias de vida, en testimonios escritos y hablados y en lo que clínicamente ha podido descifrar de la queja y la demanda de algunos sujetos inscritos en el significante reinsertado.
La palabra bordear hay que tomarla a la letra, pues define la especificidad de este libro y los límites en los que se mantiene. En el terreno del conocimiento, ir por los
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bordes comúnmente es interpretado como una forma de evitar comprometerse con una pregunta, sin embargo en este caso implica una manera metódica de proceder en la reflexión. La autora va rodeando el problema conduciéndose siempre por la orilla, pues de otro modo resultará imposible asir algo del sujeto del inconsciente comprometido en la vía guerrillera y el paso a una vida en la que idealmente se trata de renunciar al objeto arma como el estandarte de una identidad más o menos consolidada.
La vía guerrillera y el paso a la vida civil, a pesar de resaltarse en el subtítulo de este libro, no han de asumirse como el centro que lo constituye, sino más bien como los pretextos que mejor se adecúan para argumentar por qué una elección por la guerra, a la que cada quien pretende darle el estatuto de un acto separado de la satisfacción, compromete radicalmente al sujeto del inconsciente más allá de una justificación ideológica, de un fundamento histórico concreto y de una legítima consideración política.
Desde el punto de vista del deseo, la pulsión, el superyo, el ideal y el goce, la vía armada, independientemente de su inscripción legal o ilegal, del tipo de organización a la que se pertenezca, de las estrategias que determinen su acción y de los ideales elevados o mezquinos que puedan sostener a un sujeto en ella, siempre habrá que considerarla como una elección forzada por una silenciosa orientación hacia la fatalidad, de la cual no se es responsable como colectivo, sino como particularidad determinada por un ser de goce ignorado, que el superyo se encarga de poner en evidencia.
La pregunta por la elección existencial de una vía armada, pasando por la fundamentación de la conjunción del ideal con las acciones compulsivamente violentas, en donde el sujeto aparece dominado por algo más fuerte que él
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que lo induce a exponer la vida, hasta el análisis de lo que para un sujeto puede significar la decisión de pasar a hacer parte de la vía desarmada, marca, a grandes rasgos, el recorrido argumentativo que este libro nos invita a seguir.
La argumentación de las lógicas de la subjetividad en la vía guerrillera y los avatares íntimos que la autora muestra que hay que sortear cuando en el tiempo de decidir el desarme se impone, son pasos centrales en el texto, pero fácilmente serán desdeñados por quien no lo lea dejando en suspenso una demanda ingenua de objetivación. No hay que pedirle al libro una funda-mentación en lo tocante a las particularidades del movimiento guerrillero actual, a las implicaciones políticas que justifican su existencia y sus acciones mortíferas, a las ideas que definen su identidad, sostienen su cohesión, le dan vigencia histórica o denuncian su posible anacronismo, porque el significante guerrilla, por las razones ya expuestas, tiene vigencia en el escrito solamente en calidad de un significante amo que opera como referente identificatorio de unos sujetos que conforman una masa artificial semejante a la iglesia y el ejército.
La guerrilla es un Otro conformado por significantes amos dichos y no dichos, a los cuales se identifica un conjunto de sujetos que comparten los mismos intereses. Esta identificación, en términos lenguajeros, identificación en la que se comparte el mismo o los mismos significantes amos, constituye, como lo anota Jacques-Alain Miller, un conjunto que trabaja por una causa común y que se coloca lógicamente en el lugar del esclavo.
Desde un punto de vista discursivo, los guerrilleros son esclavos, no propiamente de sus jefes de carne y hueso, sino de los significantes amos que valen tanto para quienes están en lo más alto de la cúpula militar como
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para los soldados rasos. A esos significantes, un verdadero guerrillero debe aparecer identificado como trabajador decidido, tenga o no una sólida conciencia de clase e independientemente de los peligros que sin duda correrá y de los sacrificios a los que se vea obligado por las circunstancias. Aquí el destino lo determina la identificación al mismo significante, por ejemplo, a las palabras sacrificiales que marcan a cada uno de manera singular y que pueden llegar a ser tan imperativas que un sujeto perfectamente puede encontrar en la vía guerrillera el camino expeditivo para ir en busca de la muerte que le dé por fin un nombre.
La fatalidad de la opción guerrera hay que verla en el imperativo heroico que le es inmanente y no en el hecho de que un sujeto haga una apuesta por la causa y esté dispuesto a pagar con su ser si es necesario. El imperativo de sostener una causa apoyándose en un arma y la incidencia del significante amo sobre el esclavo para que se mantenga bajo las garras de la sentencia superyoica de un "hasta la muerte", marcan una compulsión que para cada uno diseña una verdadera miseria psicológica, de la cual solamente se percata en el tiempo subjetivo del retorno al desgarramiento de la pretendida unidad aportada por el colectivo. Cuando el significante amo-guerrillero tambalea, las marcas legislativas y caprichosas del Otro-guerrilla que íntimamente le ha exigido al sujeto matar sin mirar a quien para sobrevivir, empiezan a ser puestas en cuestión. Aparece entonces, por un efecto lógico, el Otro-amo de la vida civil para suplir un sueño claudicado y como portador de un sentido a revalorizar.
Al psicoanálisis le interesa mostrar que así se le atribuya validez histórica y política a un movimiento que vea en las armas una opción vital, el sujeto implicado siempre se encontrará con un deslizamiento mortífero en el
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orden de la satisfacción. La causa silenciosa de la pulsión de muerte será siempre un obstáculo a la salida pacífica, porque aprovechando la vacilación actual de los semblantes institucionales, no cesará de impedirle el triunfo al ideal vital de la causa colectiva.
La hipótesis de una pulsión-amo en el lugar de comando, evocada cuando se pretende establecer lo que hay de compulsivo en los actos repetitivos en que se da muerte al semejante a nombre de una ideología, solamente el psicoanálisis está en condiciones de demostrarla, pues de ninguna manera se capta con una exposición detallada y ampliamente documentada acerca de las particularidades que definen a cada grupo insurgente. Un conocimiento a fondo de la lógica del movimiento armado colombiano es algo de gran valor para un investigador social interesado en pensar sobre la guerra que nos mata, pero no le aportará sin embargo ningún conocimiento sobre la dialéctica del sujeto, que es donde el psicoanálisis declara abiertamente su poderío formal.
Finalmente digamos que en la pregunta por el paso a la vida civil, lo que se toma en consideración no es el ser político del guerrillero que supuestamente vuelve a creer en las instituciones legalmente constituidas, sino el ser en falta del neurótico que al despojarse de una investidura armada, se ve obligado a plantearse un paso de retorno a aquello de lo cual se había retirado por una elección igualmente forzada. Aquí no se toma en cuenta la dimensión grupal de una decisión, sino la dimensión particular de una responsabilidad que ya no se puede compartir como deber y de una culpabilidad que no se diluye más en el colectivo. Es el tiempo de la soledad del ser, ante una selva infinita en la que se dibuja el desconcierto del que dan cuenta algunos testimonios plenos de sentido.
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Ahora bien, el guerrillero al que se hace referencia no se lo asume como parte de un colectivo determinado, sino como un sujeto sujetado a las leyes del lenguaje. En consecuencia, el empleo de la palabra guerrillero en el texto no obedece a la intención de adjetivar a un hombre con una palabra maldita para estigmatizarlo, poniéndolo en serie con lo peor, sino a la necesidad formal de particularizar a un sujeto que, en un momento determinado de su vida y bajo circunstancias diversas, decide retirar su consentimiento al Otro que se erige como representante de la ley positiva de la ciudad. La misma operación dialéctica, pero realizada esta vez contra el Otro del imperativo superyoico de la vía guerrillera, es la que igualmente realiza quien pasa de guerrillero a reinsertado.
La ley del neurótico, es decir de todo hombre articulado al orden significante de la ciudad, independientemente del tipo de masa a la cual se articule para trasgredirla o conservarla, es una ley que en el sentido lacaniano del término puede ser "tradicional o escrita, de costumbre o de derecho." Lo singular de esta ley es que ella misma contiene en su seno los grados de trasgresión que definen una pasión criminal, que ha de expresarse de formas muy diversas y aprovechando los medios que le sean favorables. La guerra será un escenario privilegiado para que dicha pasión silenciosa se ponga en acto sin tener en cuenta el tribunal de la razón; la paz, un anhelo inscrito en un ideal elevado que desfila por las calles de nuestras ciudades; y la vida, un horizonte que resiste como contrapartida que no quiere morir.
Héctor Gallo Psicoanalista
Profesor Departamento de Psicoanálisis Universidad de Antioquia
Introducción
La particular presencia de las organizaciones guerrilleras en la vida del país y su complejo devenir han dado lugar a reconocer su trascendental incidencia. En los estudios realizados hasta el momento se destacan las aproximaciones planteadas desde la ciencia política, la sociología y la historia, así como el acercamiento desde la cultura política. Sus protagonistas han sido también partícipes en la argumentación y en los análisis y su postura pública de los últimos tiempos ha permitido contrastar las perspectivas y dinamizar el debate.
La actual época de negociaciones e intentos de construcción de nuevos ordenamientos sociales en que se busca dar salidas a una confrontación sostenida por la vía armada, convoca a explorar nuevas aproximaciones orientadas a dilucidar el curso de los procesos de paz, las condiciones que los hacen posibles y, a la vez, lo que en ellos se arriesga.
La pretensión de parar la guerra y las ilusiones del gobernante y en general de todo pacifista de alcanzar la paz en el país, hacen de ésta una temática de particular relevancia social, en la cual el psicoanálisis puede ocuparse de analizar las condiciones subjetivas necesarias
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para introducir la palabra como mediadora de un conflicto y advertir sobre el carácter ineluctablemente conflictivo del encuentro interhumano, así como de lo inexorable de la repetición.
Una nueva perspectiva se abre al preguntar desde el psicoanálisis por la vía guerrillera y por el paso a la vida civil, en tanto compromete a esclarecer las lógicas subjetivas implicadas en esas elecciones y su punto de quiebra. Esta exploración, contando con la noción de sujeto, como sujeto de deseo y ser de goce, permite recorrer un camino inédito que desde un comienzo toma un rumbo diferente al tratamiento sociológico, histórico y político.
Así, plantear desde el psicoanálisis la pregunta por la subjetividad implicada en la elección de la vía guerrillera y en el paso a la vida civil lleva a ocuparse, en lo específico, de los avatares y lógicas de la subjetividad y de sus incidencias en el lazo social. La cuestión planteada supone que la ruptura con la vía guerrillera se anuda intrincadamente a ésta, encontrando sus efectos desplegados en la retroactividad. Por lo tanto, la indagación convoca a develar sus anudamientos y rupturas, continuidades y quiebras.
El problema formulado desde el psicoanálisis exige decir que, como en toda elección, hay un sujeto implicado. En tanto sujeto del inconsciente, como ser en falta, se procede a un desciframiento que advierta las coordenadas de las lógicas de la subjetividad. Entonces, más que enunciar que hay una subjetividad implicada, este trabajo se orienta a formalizar cómo se implica la subjetividad. Es una perspectiva que tiende a esclarecer unas coordenadas lógicas en las cuales cada sujeto puede inscribirse de manera particular y donde se evidencia que la
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subjetividad trasciende las coordenadas sociales, históricas y políticas y, por lo tanto, la especificidad de una u otra guerrilla. *
El ingreso a una organización guerrillera no es una elección sin consecuencias; tiene valor de acto trascendente porque es una elección imborrable, imposible de deshacer y, como tal, es una elección que marca la vida. Como inclusión en una masa artificial, implica acogerse a ideales colectivos y adherirse a una causa que convoca la abnegación y el sacrificio, causa de vida y de muerte.
Por lo tanto, uno de los propósitos básicos de este texto es explorar la conjunción nodular del ideal con la violencia y la muerte y su punto de encuentro en el goce, donde el ideal en su dimensión metonímica hace de envoltura en una lucha por el ser que se torna mortífera. Esto remite a escudriñar sobre la función del ideal y su encuentro con la dimensión pulsional.
De allí se puede avanzar a la pregunta por el pasaje a la vida civil, cuestión que exige inquirir acerca de cómo se deviene desarmado, el carácter de la pérdida enjuego, la incidencia en la subjetividad y los momentos por los que se pasa en el movimiento de desarme íntimo.
Dejar la vía guerrillera y transitar a la vida civil, aún cuando sea un acto organizado en colectivo, compromete al sujeto; desprende e impide sostenerse en la vía armada. Ello convoca a investigar sobre la postura subjetiva que pueda implicar poner límite al goce usufructuado en la guerra y en el colectivo que la soporta.
* Una primera versión de este trabajo fue presentada como investigación pora optar por el título de Magíster en Ciencias
Sociales, cohorte Psicoanálisis, Culturo y Vínculo Social en lo Universidad de Antioquia.
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No se tienen entonces como problema en este trabajo las particularidades del fenómeno social, el análisis de los movimientos guerrilleros, o de una u otra organización guerrillera, ni el curso individual del personaje que se define allí, ubicándose en un registro distinto a la perspectiva de las ciencias sociales. Tampoco se interroga por el sujeto en relación con el movimiento guerrillero sino por el sujeto en relación con sus elecciones, es decir, cómo se juega la subjetividad en una elección. De un modo particular esas elecciones tomarán forma en el uno por uno y podrán precisarse en un trabajo clínico que no es el ámbito aquí propuesto, pero que ha derivado frutos para la elaboración del problema.
Por lo mismo, el asunto no es ocuparse de la cuestión guerrillera como movimiento, sino del posicionamiento subjetivo, en la perspectiva de discernir sus lógicas y anudamientos posibles. En ese sentido se abre un camino que da cuenta de la especificidad de una aproximación desde el psicoanálisis.
En otras palabras, se trata de explorar aquello que queda sin indagar en las investigaciones sobre el fenómeno guerrillero, interrogando sobre las lógicas subjetivas de una elección, las coordenadas que soportan al sujeto en un colectivo y en el transcurrir por la guerra, así como las lógicas de un punto de detención. Esto último no hace referencia a un proceso social específico, como por ejemplo la l lamada "reinserción", sino a los anudamientos y rupturas que implica un paso en la subjetividad.
En ese sentido, este trabajo puede ser una ilustración de los encuentros temáticos con otros saberes, pero también de la puesta en evidencia de la particularidad de
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una pregunta desde el psicoanálisis que dice de su diferencia con respecto a otras aproximaciones.
Proponer un trabajo desde el psicoanálisis requiere precisar que al aproximarse al fenómeno social, la elaboración se ubica en el campo del sujeto, el sujeto del inconsciente, y por lo tanto apunta en lo especifico a decir del posicionamiento subjetivo. Por eso no se acude a una recolección objetiva de datos sino a la teoría apoyada en decires de la clínica y de otras fuentes.
El acercamiento a lo social implica abordar nociones que se refieren a procesos sociales con implicaciones políticas y jurídicas, tales como vía guerrillera, guerra, paso, vida civil. Estas nociones son retomadas en su definición sociológica, pero a la vez son susceptibles de una interpretación desde el psicoanálisis, contando con la noción de sujeto, a partir de lo cual es posible interrogar por las modalidades de inscripción subjetiva en dichos procesos.
Se trata éste de un trabajo teórico que tiene su soporte en la teoríapsicoanalítica, con el apoyo de conceptos como el Ideal del yo, pulsión de muerte, superyo y goce, en la perspectiva de dar luces para explicar qué hace posible la adhesión a la vía guerrillera y la elección y vicisitudes subjetivas del retiro.
El trabajo encuentra un apoyo en otras fuentes, como los fragmentos de historiales clínicos, testimonios, historias de vida, entrevistas, biografías, crónicas y escritos de antiguos y actuales combatientes y militantes vinculados al ELN, EPL, M-19, FARC, CRS, PRT y a algunas milicias. Estos materiales muestran esencialmente su utilidad para sugerir problemas y como ilustración de las temáticas desarrolladas, de allí que no se acuda necesariamente a su presentación expresa.
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También se ha contado con investigación bibliográfica externa a los textos psicoanalíticos y en particular con materiales escritos sobre la guerrilla y la reinsercíón. Frente a la extensa bibliografía sobre el tema general, se procedió a una selección de las fuentes que aportaran a la especificidad del problema tratado.
Las elaboraciones realizadas permiten entrecruzar y articular discusiones, como una puesta a prueba de la teoría psicoanalítica y una exigencia de rendimiento de los conceptos, dando lugar a la explicitación de paradojas y a una apertura del horizonte conceptual. Eventualmente pueden derivarse elementos que permitan formular c ie r tas general izaciones , pero advir t íendo el impedimento esencial de lo universal para pasar inmediatamente a lo existencial, porque allí se está únicamente al nivel del concepto. Habrá de comprenderse, por consiguiente, que la adhesión a la vía guerrillera, así como la salida a la vida civil es una, siempre singular, donde lo particular hace ejemplo. El psicoanálisis se enfrenta así a ese difícil y necesario encuentro entre lo singular y lo general y, a la vez, a la articulación entre lo particular y lo colectivo.
Uno de los discernimientos iniciales de este trabajo permite esclarecer que, desde el psicoanálisis, "el guerrillero" no configura un hecho de estructura psíquica; un guerrillero aparece entonces como compendio de identificaciones en los intentos del sujeto por hacerse al ser. Por lo tanto, no se habrá de encontrar una estructura particular ni una patología especial, sino más bien una ilustración de los modos del ser en la cultura.
En la exploración de las dimensiones imaginaria, simbólica y real, se elucida la apuesta del sujeto en una organización guerrillera que lo inscribe en el envite por la
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vida en la vía de la muerte. Al amparo del ideal, soportado en un discurso, se configura un colectivo que obtura al sujeto y opaca el goce, como exceso que se filtra. Un recorrido acompasado por el desarrollo de la teoría psicoanalítica da lugar a escudriñar el ideal en su función de taponamiento de la falta en ser. A la vez, permite indagar desde el modo en que el ideal aparece como mampara en su función de soslayar el goce, hasta el punto donde es posible formular su articulación y las condiciones del desanudamiento que hace viable el paso a la vida civil.
Así como la subversión del psicoanálisis comporta la introducción del concepto de goce, la subversión guerrillera permite explorar su condescendencia. Por la apuesta a un ideal el sujeto se subsume en la guerra. Enfrentando la paradoja del goce, el bien por el mal, un guerrillero hace de su cuerpo una denuncia, un estandarte. De allí que en la vía guerrillera se encuentra un fenómeno que pone al descubierto la vida pulsional, ya develada por el psicoanálisis como propia de todo sujeto. Así mismo y de manera privilegiada, esta vía permite esclarecer acerca de la conjunción del ideal con la pulsión de muerte.
Despojados de juicios valorativos, de afinidades o repudios, se hace entonces una apuesta ética desde el psicoanálisis de poner a operar los conceptos para dar cuenta de esta problemática por la vía de la letra. La modalidad de construcción del texto requiere seguirlo en su desenvolvimiento y por tanto no permite una lectura fragmentada.
El primer capítulo de este texto hace un acercamiento a los análisis elaborados hasta el momento, ubicando la especificidad del problema propuesto. El horizonte de trabajo, planteado desde el psicoanálisis, tiene por derrotero la subjetividad como producto de la falta en ser
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del sujeto que da cuenta de su división, del desencuentro de su deseo y del desconocimiento del goce que lo particulariza. Estos ejes conceptuales introducen a una nueva lógica, la lógica del inconsciente, y a una nueva dimensión ética, que derivan en importantes implicaciones contando con la noción de sujeto.
En el segundo capítulo se analiza la pertenencia al colectivo guerrillero, en tanto masa artificial, y las lógicas del lazo social constituido. El intento de justificación de la existencia convoca el desafío en el linde de la trasgresión, donde la función paterna opera como causa en la vía de la identificación simbólica. Dejar el propio nombre para hacer del clan el destino, instala en un colectivo que encuentra en la segregación su fundamento. En su interior, se subsume el sujeto tras el ideal que opera el encubrimiento del goce.
El capítulo tercero explora la apuesta por la vida y la muerte en la conjunción nodular del ideal con la violencia y la muerte y su punto de encuentro en el goce. Es el límite entre el sacrificio y el crimen, donde el sujeto está inscrito en una guerra con ideal. Se desentraña también la travesía por la destrucción y la sangre en la expresión intensa de lo mortífero del lazo social.
El retiro de la vía guerrillera, aún cuando proceda colectivamente, compromete al sujeto; algo ocurre en el orden de la subjetividad que desprende y cierra la posibilidad de seguir en la vía armada. Así, el cuarto capítulo da cuenta de la ruptura del vínculo del sujeto con la causa que sume en la guerra. La emergencia subjetiva convoca una quiebra que pone límite al anudamiento del ideal y ciertos modos de goce. Como quiera que acontezca, se deja la guerrilla y se pasa a la vida civil cuando algo falla respecto a la omnipotencia del Otro, regulador
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de la colectividad y del ideal, es decir, cuando opera su caída. Sólo así es posible dejar las armas y disponerse a una negociación, a una renuncia implicada en el reconocimiento del otro, por la mediación de un referente tercero frente al cual se sometan las partes.
La ruptura con la vía guerrillera tiene implicaciones trascendentes en la subjetividad, encontrándose sus efectos desplegados retroactivamente. Con el retorno al nombre aparecen nuevos intentos por hacerse al ser y la irrupción de la pregunta por la paternidad, suspendida en la vida guerrillera. El encuentro con la falta en ser es ocasión para el síntoma, abriendo múltiples vías en el regreso a la vida civil.
El paso a la vida civil inevitablemente compromete la rajadura del colectivo, aún en circunstancias en las que sólo opere una reconfíguración de la causa. A más de los problemas propios del modelo construido para los anteriores procesos de paz en el país, es probable que esos efectos ineluctables sean un motivo por el cual los actuales grupos guerrilleros encuentran en este tema un asunto del que no se quiere saber. Se esperaría despertar su interés en la temática y ayudar a discernir sobre sus complejidades.
Finalmente, puede decirse que este trabajo no tiene como propósito precisar el camino a seguir en los nuevos procesos de paz. La formulación de las propuestas es una construcción compleja y arriesgada que compete a muchos. Pero esencialmente, al psicoanálisis no le corresponde definir un deber ser ni un proceder. Ha de interesarle más bien una lectura, un desciframiento del punto donde se pone en operación un deseo que puede hacer de una experiencia un movimiento subjetivo y llevar a la invención de nuevas formas de justificar la existencia, en
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la posibilidad de advertir lo que entra en cuestión cuando el sujeto acepta la pregunta por su deseo.
Si bien han proliferado otras aproximaciones, con este trabajo se ofrece a quienes están interesados en los procesos sociales contemporáneos un aporte desde el psicoanálisis sobre el sujeto y las formas del lazo social en nuestra sociedad que, a la vez, se espera contribuya a mantener una interrogación constante por la lógica del encadenamiento sin fin de los actos violentos, actos que no han de detenerse por el hecho de lograr una paz de tipo político. Es también la ocasión para poner de presente las paradojas de lo social, permitiendo explicitar sus aporías.