Dándole Vueltas, marzo 2015
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Cajón de sastre de interés general#10 | Marzo 2015
Tipografías utilizadas en este número: Aleo, Alessio Laiso / Arvo, Anton Koovit / Basetica, GVA Studio / Courier Prime, Quote-Unquote
Apps / Cumulus, Augusta Lindquist / Dirty Ego, Misprinted Type / Lato, tyPoland Lukasz Dziedzic / Lavanderia, James T. Edmondson / Lovelo, Renzler
Design / Signika, Anna Giedryś / Stencil, Gerry Powell / Sue ellen franciSco, Kimberly Geswein / Valentina, Pedro Arilla
Dándole Vueltas es una publicación independiente que nace con la finalidad
de servir de plataforma cultural, mayormente a jóvenes torrijeños.
Dándole Vueltas es un proyecto llevado a cabo por Fernando de Miguel Cuesta,
Rosa Quirós Querencias y Olalla Ruiz-Ayúcar.
Si quieres colaborar con nosotros o tienes alguna propuesta que nos ayude
a mejorar, escríbenos a [email protected]
Podéis encontrarnos en:
Facebook: Facebook.com/vueltasdandolevueltas
Twitter: @dvueltas
Blog: revistadandolevueltas.blogspot.com.es
Issuu: issuu.com/dandolevueltas
Editada en Torrijos (Toledo) por Dándole Vueltas.
ISSN 2341-0493
Diseño, maquetación y cubierta: Olalla Ruiz-Ayúcar.
Corrección de textos: Teresa González.
Dándole Vueltas no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores
ni se identifica necesariamente con lo expresado en sus textos o ilustraciones.
A no ser que se indique lo contrario, todos los contenidos originales que publicamos
se distribuyen bajo la licencia Creative Commons Atribución-No comercial 2.5 España.
Esto implica que se puede copiar, distribuir y comunicar públicamente la obra siempre
que se reconozca la autoría de la misma y no se use la misma para fines comerciales.
EDITORIALMentes inquietas.
Así reza en la coletilla que acompaña a nuestro nombre. Y eso es lo que reflejan cada una de las páginas que mes tras mes hojeáis, leéis, y degustáis. Línea a línea, párrafo a párrafo, imagen a imagen. Tras todo ello hay un colaborador con esa actitud vital. Dinamismo, curiosidad, inconformismo, experiencias, reflexiones, vivencias, ganas de contarlas, ganas de vivirlas, de dibujarlas. Ganas.
Y no pierdes. No pierdes si siempre te aventuras, si siempre tienes proyectos por los que respirar. Si siempre tienes gente a la que encontrar en el camino. A quien ilusionar. A quien sumar. A quien desafiar. Si siempre compartes. Si siempre pones música a esa letra, palabras a esa idea, color a esa imagen o versos a ese sentimiento.
La cuestión es sacarlo, buscarlo, pelearlo, sudarlo. Huir de la desidia, del abandono, de la monotonía, del peso de la rutina. Huir de uno mismo. De lo previsible, de lo cómodo, o cuando menos, de lo formalmente periódico.
Aquí estamos para eso y para lo contrario. Para todo y para nada. Para vosotros y para nosotros mismos. Para el alter y para el ego. Y en ese espacio entre medias todo se genera. Y ahí entras tú. Despierta. Inquieta a tu mente. Inquieta.
Ángela Martín López
Chris Borland | www.facebook.com/chrisborlandillustration
David Moreira Díaz | www.moreocio.blogspot.com
Elena Lorenzo Martín
Elena Talavera | www.facebook.com/PipopPipop
Fernando de Miguel Cuesta | @F_de_Miguel
Gerardo A. de Marcelo
Jaime Cedillo
Jesús Talavera Tritencio | @JesuTalaTriten
José Manuel Carrasco
Juan Fardo | www.cargocollective.com/juanfardo
Marc Verdugo | facebook.com/marcverdugo.ilustracion
María Moreno Sánchez, Asociación de Escritores Insomnes | www.escritoresinsomnes.blogspot.com.es
Marta Fernández Sebastián | www.dvueltasporahi.blogspot.com
Merche del Cerro
Nuria González Sanz
Olalla Ruiz-Ayúcar | www.olallaruiz.com
Raquel Martín Juan | www.raquelmjuan.wix.com/raquelmjuan
Rosa Quirós Querencias
Rubén Torres | @rubencomico | facebook.com/ruben.torres.71216
Senén Iglesias
Sergio Rodríguez Castaño | @serodcas93
Teresa González: Corrección de textos.
Han colaborado en este número:
Desde Dándole Vueltas agradecemos la participación a todos nuestros colaboradores.
suMARIO08 | Festival CIBRA: Cuando el cine y la palabra son unoÁngela Martín nos abre las puertas a este certamen que tiene lugar en La Puebla
de Montalbán.
12 | Ecofeminismo transexualDe pene a vagina de una forma muy natural, una reflexión
de Jesús Talavera Tritencio.
16 | ClaudiaLa energía inagotable de la docencia. Un retrato en palabras de Nuria
González Sanz.
18 | BurbujaFernando de Miguel Cuesta reflexiona sobre cuánto aire echamos a la pompa.
20 | El valor de una madreMaría Moreno Sánchez nos relata la energía del brazo que siempre tira.
22 | Tiempo de deporteMarta Fernández nos propone cómo socializarnos a la carrera.
26 | Cómo está el patio...Elena Lorenzo nos cuenta que no estamos precisamente de recreo.
28 | Torriciario 5El humor de Rubén Torres nos recuerda cuando lo local da sentido al humor.
30 | RemordimientoLa inquietud tras las acciones propias en versos de Jaime Cedillo.
32 | The NewsroomUna serie sobre periodismo solo de ficción, por Raquel Martín Juan.
34 | La mentiraEl peligro de que algunos extraños se conviertan en conocidos, por Rosa
Quirós Querencias.
36 | un día inmerso en el rock nacionalSergio Rodríguez nos habla de dos hitos patrios del rock.
38 | Chorro de la Hoz de Carboneros David Moreira nos lleva de ruta siguiendo el curso del agua.
40 | La calidez del frío... Islandia (2ª parte)La sobrecogedora naturaliad de la vivencia de José Manuel Carrasco, por Fernando
de Miguel Cuesta.
44 | Vayas donde vayas, torrijeños hallas...Una torrijeña que se fue a tomar la Bastilla, las respuestas parisinas de
Merche del Cerro.
48 | Para todos los gustosTantas opciones como aficiones, así estan las redes según
Gerardo A. de Marcelo.
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CIBRA Ángela Martín
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dándole 9 vueltas
El festival CIBRA es la unión de dos conceptos bien calibrados como son el
cine y la palabra, enlazadas por un puñado de amantes de la cultura de La
Puebla de Montalbán.
Seis años después de su primera edición, han cerrado 2014 muy orgullosos
de ver que este festival año tras año va creciendo. «Estamos muy
contentos viendo que cada año más gente desde todas las perspectivas va
conociendo y disfrutando del festival» afirma Gabriel Castaño, uno de los
responsables de CIBRA.
Este festival no sólo consta de proyecciones de películas sino de otras
experiencias que complementan las jornadas en las que se desarrolla el
festival: Masterclasses con profesionales de la industria, actividades en
centros educativos para aproximar el cine a los más pequeños, así como
la entrega de los premios Alice Guy, un galardón que premia la calidad
humana y la dedicación de diferentes profesionales, como en este año a la
actriz Marisa Paredes y a la cooperante Victoria Subirana.
Todas estas experiencias nacen y tienen su éxito porque consisten, según
Gabriel, en «hacer partícipe a toda la sociedad de una forma u otra y el
hacer cosas que llamen la atención por novedosas o mediáticas, siendo lo
más profesional posible, y tomando como referencia, los grandes festivales
de este país».
CIBRA es un festival que cuida su programación y este año ha dedicado
buena parte al cine español con títulos como Magical Girl o El Niño, películas
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seleccionadas y premiadas en la pasada edición de los premios Goya.
«Nosotros apostamos por el cine en general pero por el español en particular.
Este año, entre personas y películas, han pasado por el festival más de 30
nominaciones y alrededor de 20 premios Goya», afirma Gabriel. Precisamente
ahora que la salud del cine español se ve mejor que en otros años por la buena
taquilla del año pasado, aún quedan muchas asignaturas pendientes por parte
de la administración respecto a la industria del cine: «hacen falta medidas
para equiparar la categoría del cine y de sus profesionales al nivel que les
otorgan países como Francia o Colombia», sostiene Gabriel.
Respecto al criterio selectivo de los títulos que se proyectan durante las
jornadas del festival, sus responsables confirman que cada año, el tener que
fusionar cine y palabra, les hace quebrarse la cabeza, ya que su criterio va
más hacia películas de guiones adaptados o basados en hechos reales.
«Siempre que tenemos la posibilidad de tener una gran película,
intentamos programarla aunque sea fuera de la sección oficial porque,
al final, lo que importa es tener los mejores títulos y que la gente pueda
disfrutarlos», confiesa Gabriel.
El festival que quiso unir el cine y la palabra ha conseguido hacerse un
nombre, buscando ser un espacio abierto en el que el público no sólo sea
asistente, sino que participe en él. Los organizadores prometen seguir
innovando y esforzándose por hacer de CIBRA un magnífico tributo de su
ferviente amor por el cine y la literatura.
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eCofeminismo transexual
Jesús Talavera Tritencio
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Esta vez voy a comenzar hablando de música, concretamente de una
canción: Hope there's someone. Por supuesto no espero que tod@s la
conozcáis; ¿o sí? Por favor, buscadla en internet. Su autor es Antony
Hegarty.
Sinceramente, yo no conocía a este chico o chica o transgénero, como él
mismo se define, pero cuando un artista urderground que ahora mismo
está en la cresta de la ola tiene oportunidad de autonombrarse como
portavoz o representante o imagen del colectivo transexual (obviamente
un gran chance promocional y propagandístico) y no lo hace, y en su lugar
afirma: «No represento a ningún grupo de personas. Soy una persona
con una voz, expresando mi experiencia. Entiendo que haya gente que
pueda pensarlo, pero no puedo asumir esa representación», al menos a
mí me intriga. Y ya cuando leo: «[...] cada día nos acercamos más a una
hecatombe ecológica, si no hay antes una guerra atómica. Debemos girar
hacia un paradigma más femenino. [...] Necesitamos recuperar la sabiduría
de las brujas, de las sacerdotisas de religiones anteriores al cristianismo:
ellas sabían que la Tierra es una hembra. Los ciclos de las mareas son
el equivalente a la menstruación. Es la mujer quien está íntimamente
conectada con el universo, no el hombre», pues ya me cautiva.
Aclaro que, a mi entender, tanto machismo como feminismo son
tendencias antagónicas. Un machista considerará que la mujer es
inferior y una feminista considerará lo contrario, así que eso de que el
feminismo aboga por la igualdad, naíta ná. Ahora bien, puestos a elegir
y en el caso de no encontrar un término medio, reconozco que hasta el
momento la historia de la humanidad ha estado regida por hombres y todo,
absolutamente todo, es enormemente mejorable, por lo que me gustaría
que el estatus dominante cambiara de pene a vagina; sería interesante ver
qué sucede...
Es aquí donde entra un paradigma social que en su día estudié en la
facultad y al que sinceramente no había prestado mucha atención: el
ecofeminismo. Esto es, la relación con el medio ambiente desde el punto
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de vista de la mujer. Y para ello el señor Hegarty también tiene una
opinión: «No se trata estrictamente de hombres y mujeres, sino del lado
femenino de los seres humanos. Con un pensamiento femenino no cagas
donde comes. No destruyes la tierra de la que te sirves. El arquetipo
masculino nos ha separado de la naturaleza para explotar recursos
naturales al servicio de un estilo de vida muy alejado de la naturaleza. Y
se ha conectado a una religión que nos divorcia de ella. Que se proyecta
en un paraíso situado en un cielo en alguna parte a pesar de que éste (por
nuestro planeta) es nuestro sitio».
Pero esperad, que aún dice más: «En los 80 construimos armas de
destrucción masiva que podían destruir el mundo 40 veces. Eso es
el clímax del sueño masculino basado en la testosterona. La manera
masculina de ver el mundo es como un virus que amenaza al cuerpo,
a la especie misma, a toda la diversidad y al planeta. [...] los humanos
somos un virus para el planeta. El apocalipsis es real y ecológico. Estamos
destrozando millones de años de recursos en tan solo unos cuantos».
Y, ya metidos en faena, también tiene una opinión sobre el capitalismo:
«En el capitalismo de libre mercado siempre entierran parte de la historia
cuando muestran la otra. Cuando apareció el teléfono, las grandes
empresas hicieron estudios sobre cómo afectaría a la cultura y la forma en
la que vivimos. Vendieron lo bueno y escondieron cuanto pudieron lo malo.
Con la actual revolución tecnológica, hemos reorganizado por completo el
funcionamiento del cerebro de las tres próximas generaciones. Apple ha
desarrollado la mente de mis sobrinos. Imagínese en siete generaciones.
Todo sin que como especie hayamos podido decidir nada. El capitalismo lo
ha decidido. ¿Cómo se llega a que un sistema cuyo objetivo es hacer dinero
decida cosas tan importantes?».
Ahí dejo esa pregunta y una media disculpa: perdón por basar el artículo
en palabras de otra persona, pero cuando algo está bien dicho no queda
más que asentir, sonreír y compartir.
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Su alergia a la tiza enrojecía sus manos. Nunca era para ella impedimento, portatizas como eterno compañero, escritura típica de maestra para quitarse el sombrero.
Recuerdos siempre suyos que ahora en mi docencia me acompañan, mientras aún, entre mis alumnos, sonrío y hablo de ella…
Sembrar algo mágico entre los demás es un don abstracto que te convierte básicamente en especial. Era imposible olvidarte, siendo tanto lo que a lo largo de los años sembraste.
Como aquella energía inagotable que contagiaba en los cuadernos. Rojos
Nuria González Sanz
Ola
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bienes perfectos que atontaban dibujados en el margen de un limpio trazo.
Su hacer diario era vital, treinta y ocho vidas que guiar, empeño inmenso sin cesar.
Adoraba su alegría, contagiaba las ganas de continuar, entendías la diferencia entre lo que estaba bien y mal, la importancia de luchar para elegir.
Su abrigo largo. El gusto por los pantalones, aquel baile de rizos canos y sus ojos azul claro. Aquella voz ronca cuando la pasión le ahogaba las cuerdas.
¡Ay! en cuántas cosas tuyas puedo yo ahora verme y darme cuenta.
Testigos eran aquellas plantas que regar, el sol que por la ventana entraba hasta las cinco al terminar un día más. Los dibujos en nuestras ventanas que disfrutábamos al colocar.
Guardados en la mente estaban en mis primeros años docentes.
Con el paso del tiempo, una comprende que todo lo bueno que permanece dentro, vive para siempre y nunca muere.
Ahora toma forma de voz dentro del alma cuando te nombra de nuevo y te habla.
Querida Doña Claudia: Gracias a ti lo he logrado. Tú me enseñaste a comenzar a elegir para dedicarme a lo que toda la vida he amado.
Certificado fiel de «Maestra» decenas de años, título que tú dejaste tan alto.
Emoción fue sentarnos, incluido mi buen compañero Fernando, hace poco de nuevo a tu lado, esa agitación al reconocernos a ambos lados, de repente el tiempo para nosotros había viajado.
Y allí estábamos, sensación de instantes fugaces en nuestra infancia e inolvidable colegio.
Tú presidías el momento, como en aquella época lo hacías, tiñendo de colores nuestros días, sin recortar cariño, aprendiendo de la única manera que se merecen en el mundo los niños.
No importa que tu voz descanse esbozada entre silencios ahora.
Tu humor sigue latente, tu sonrisa perenne, tus manos frías siguen agarrando fuerte.
Eterno como tú, será NUESTRO (de, seguro, tantos) AGRADECIMIENTO.
«Recordar», del latín Re-cordis, «Volver a pasar por el corazón».
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Seguro que nada más leer el título se os ha pasado por la cabeza otro concepto con el que
lo hemos asociado en la última década, el ladrillo. Es curioso cómo hemos terminado
hermanando dos palabras de consistencia física tan diferente, pero cuya relación
parece tan inevitablemente atada en nuestros días. Es mentar a la bicha y no hay forma
de que nuestra mente no empiece a lanzar imágenes y conceptos: crisis, cemento,
dosmileuristas, paro, hipoteca, sueños rotos, y así hasta un largo etcétera. Vamos, que no
sé por qué lo llamamos burbuja y no lo llamamos ampolla, mucho más certera.
La inmobiliaria ha sido la más reciente, y con certeza la más devastadora de las que
hemos vivido en nuestro tiempo. Pero el ser humano tiene cierta tendencia a crear
burbujas. Lo de aumentar algo por encima de los parámetros que la realidad indica
para esa misma cosa es algo en lo que estamos bastante experimentados. ¿Por qué?
El cortoplacismo, la falta de paciencia o el intentar sacar un rendimiento mayor a
algo que necesita un proceso más largo.
Pero si hay algo que caracteriza a las burbujas es la nula voluntad de la inmensa
mayoría que vive en ellas de pincharlas. Todos nos dejamos elevar sin mirar de reojo
la distancia peligrosa que estamos tomando del suelo. Y claro, cuando te da por
mirar ya es demasiado tarde y la única solución es que la burbuja siga, siga, siga
elevándose. Hasta llegar el tan consabido final.
La frustración, abandono y ausencia de soluciones que ha dejado el reguero de
cemento ha provocado otro tipo de burbuja. La incapaz reacción de los partidos
políticos existentes y la lacra de la corrupción han supuesto una cadena demasiado
pesada. Hemos virado enérgicamente hacia lo nuevo, lo virgen, lo que no tiene
mácula. La pregunta es si lo hemos empezado a hacer con una determinación mucho
mayor de lo que las evidencias corroboran.
Hemos pasado de la nada al todo. De no ser exigentes durante muchos años con
los partidos creados, a defenestrarlos por completo. De no valorar otra opción que
no fuese el bipartidismo, a otra que no sea el antibipartidismo. De no fiscalizar las
acciones de los políticos, a evaluar cada una de sus apariciones televisivas.
Es sobre todo una cuestión de tiempo, de ser conscientes, de estar informados, de
ser partícipes, de ser coherentes, de emitir un juicio razonado y madurado, de huir
de la visceralidad. En definitiva, tengo la sensación de que este clima de volatilidad
política y social nos empuja hacia una burbuja política. Espero que no nos quedemos
absortos mirando al sol, y que cuando empecemos a notar que despegamos el pie del
suelo seamos capaces de pincharla.
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Fernando de Miguel Cuesta
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BurBuja
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María Moreno Sánchez - AEI
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Amelia cerró la puerta de su casa y con ella una etapa de su vida. Cogió las
maletas en una mano y a su hijo de ocho años en otra. Eran las dos de la mañana.
Su marido estaba durmiendo, ya que, según él, había tenido una tarde muy dura.
Ella siempre se preguntó dónde pasaba esas tardes, dado que no trabajaba.
Esta vez estaba convencida de no dar marcha atrás y poner fin a una parte
de su historia.
-Mamá, ¿dónde vamos? Es muy tarde y tengo sueño.
-Vamos a casa de los abuelos, hijo. Seguro que se alegrarán de vernos –dijo
Amelia, tratando de convencerse a sí misma.
-¿Los abuelos? Papá dice que son tontos y que no nos quieren. ¿Cómo vamos a ir?
Amelia no supo qué responder; sin embargo, cogió del brazo a su hijo
enérgicamente y este la siguió sin decir nada.
La noche cada vez era más cerrada y fría. A pesar de que la casa de sus padres tan
solo estaba a dos manzanas, el camino se hacía eterno. Ya no debía mirar atrás.
Amelia tenía miedo de regresar a casa de sus padres, pero tenía que hacerlo. Sin
duda era un mal necesario. Sentía angustia solo con pensar qué le dirían estos al
verla de la mano de su hijo y con las maletas hechas.
Después de un profundo suspiro llamó al timbre, primero tímidamente, después de
forma más prolongada.
-Ya te lo dije, mamá. Los abuelos no nos quieren –dijo el niño.
La puerta se abrió.
-¡Hola, mamá! –dijo Amelia entre lágrimas.
La madre de Amelia no supo qué responder; sin embargo, cogió del brazo a su hija
y a su nieto enérgicamente y estos la siguieron sin decir nada.
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dándole 22 vueltas
Marta Fernández
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DEPORTE
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Muchos son los beneficios tanto físicos como psíquicos que aporta la
actividad deportiva: ayuda a reducir el estrés, nos mantiene en forma,
corrige niveles de colesterol y azúcar en sangre, es divertido y fomenta la
competitividad, el esfuerzo y la autosuperación. A todas estas cualidades
hay que añadir otras dos que normalmente solemos obviar cuando
hablamos de deporte, quizá porque son relativamente nuevas; me refiero a
la integración y la igualdad. En la antigua Grecia el deporte se consideraba
un elemento muy importante en el desarrollo de las capacidades físicas
y psíquicas del hombre; digo solo del hombre porque en los juegos de
Olimpia las mujeres no podían participar y su entrada al estadio estaba
muy restringida, ya que solo las solteras tenían permitida la entrada.
Mucho ha llovido desde entonces y muchas son las deportistas que han
luchado para que las mujeres hayan ido poco a poco abriéndose un hueco
cada vez más grande y notable en la práctica de diferentes modalidades
deportivas y, aunque todavía queda mucho por hacer, cada vez somos más
las que dejamos atrás complejos y tabúes de épocas pasadas y disfrutamos
del valioso regalo que nuestras antecesoras nos han dejado.
Como corredora popular no hay cosa que me guste más que correr al lado
de un montón de gente sin importar su procedencia, sexo o creencia.
Durante mi estancia en Gales todos los sábados participaba en una
carrera llamada Parkrun que se organizaba en uno de los preciosos
parques que hay en Cardiff siguiendo el curso del río Taff. La mayoría
de los participantes eran galeses pero de vez en cuando se dejaba caer
por allí algún italiano y también algún hindú. Además era impresionante
la cantidad de mujeres de todas las edades y condiciones físicas que
se animaban a participar en el evento, donde tampoco faltaban niños y
mascotas. Entre los más de quinientos participantes que nos reuníamos
cada semana me llamaba la atención un niño que, a pesar de estar en
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silla de ruedas, no faltaba a la cita semanal; su padre le había comprado
una silla adaptada para que él también pudiera correr con nosotros y
cada semana se esforzaba al máximo por batir su propio récord. Tampoco
faltaban los perros que iban durante todo el trayecto acompañando a
sus dueños y que también parecían divertirse trotando por el parque,
especialmente si había llovido el rato antes.
En el transcurso de los cinco kilómetros de la prueba no había hombres,
ni mujeres, no había galeses, ni ingleses, ni españoles, todos éramos
corredores con el mismo objetivo: terminar el recorrido lo más rápido
posible, siempre dentro de nuestras posibilidades e intentando superarnos
a nosotros mismos cada sábado. Recuerdo mis esfuerzos por intentar
alcanzar a la paraguaya María Zubizarreta (jamás lo conseguí), mis
esprines finales con un galés guapísimo llamado Gareth Phillip o mis
piques con un señor italiano al que iba todo el camino pegada para
cansarle y adelantarle casi al final antes de empezar mi esprín con Gareth.
Después, una vez terminada la prueba y tras felicitarnos y maldecirnos a
partes iguales, nos íbamos a tomar un café o quedábamos para correr al
día siguiente ya sin competiciones de por medio.
Sin duda alguna estas carreras se convirtieron en mi actividad favorita,
algo digno de ser importado porque el Parkrun va más allá de una simple
actividad deportiva, es más bien un evento festivo, integrador y favorecedor
del conocimiento y la relación entre todos los participantes que, muy
posiblemente, no hubiéramos interactuado unos con otros de no haber sido
por las carreras que nos echábamos juntos en el Parkrun, donde, además
de hacer nuevos amigos, liberábamos los malos humores acumulados
durante la semana y propiciábamos el incremento de serotonina, una
sustancia neurotransmisora del grupo de las popularmente conocidas
como “hormonas de la felicidad”, de la que estamos tan necesitados.
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¡Cómo está el patio! ¡Ni en las mejores escaleras podríamos ver este espectáculo! Lo voy a contar, como siempre, desde mi humilde punto de vista, que no es otro que mi opinión, como tantas otras. Por un lado están los que son mayoría; yo los veo con los ojos tapados y en grupo, sin mezclarse ni sentir al resto, lo que conlleva que tampoco vean lo que tienen dentro; en otras palabras, ciegos totales. No sienten al grupo o solo sienten a su grupo, y los demás los miran extrañados y con la esperanza de que algún día despierten y se unan al conjunto; es difícil, pero jamás se pierde la esperanza. En otro lado del patio de encuentran los que esperan; estos ven, oyen y sienten, pero están divididos en subgrupos y no se mezclan entre ellos, son los llamados «espero mi turno», son tranquilos y no alborotan, ya que cuando les toque a ellos, harán y desharán a su gusto. Entre estos dos grupos hay comunicación, poca, pero la hay, y casi siempre es no verbal y, aunque parezca que tienen objetivos distintos, en muchos casos persiguen lo mismo. Se parecen a dos colegios rivales con un ten con ten en logros deportivos, unas veces tú y otras veces yo, pero sin mezclarnos. En otro lado del patio observo a los nuevos; estos, al creerse diferentes, se unen y crean una especie de alboroto vecinal. Los otros grupos los ven como una amenaza, incluso con miedo, y esto les da fuerza para alborotar y cambiar los registros. Tienen ganas y nuevas formas, pero sin experiencia, son como el currículum de un joven: «Formación extraordinaria, pero estamos buscando a alguien que, además, tenga experiencia. Lo sentimos». «¿Cómo voy a tener experiencia si no me dan la oportunidad?». «No se preocupe, déjenos su currículum y ya le llamaremos, muchas gracias».
Como dijo Benjamin Franklin: «Hay tres tipos de personas: los inamovibles, los movibles y los que se mueven». Y cómo no hablar de radio patio... Estos tienen muchos nombres: radio patio, comunicadores, representantes, mandaos, etc. Cada grupo tiene los suyos propios y sus propias reglas y sus propias maneras de ver las cosas. No se dan cuenta de que todos viven en el mismo edificio. Pues eso, que pronto habrá junta vecinal para elegir representantes. Miedo me dan como se parezcan solo un poco a los personajes de la serie La que se avecina, nunca mejor dicho.
Elena Lorenzo
Cómo está
el patio. . .
dándole 26 vueltas
Mar
c Ve
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Rubén ToRRes, cóMico y acToR. Puedes escucharme en Radio Castilla la Mancha dentro del programa
El Pasacalles, en mi sección de humor ¡Pero qué me estás contando!,
todas las tardes de lunes a viernes a partir de las 16:40 h.
NotiCias fiCtiCias (o No) que PodríaN haberse dado (o No) eN Nuestra loCalidad
Torriciario5
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Televisivos torrijeños se plantearon crear
Cuéntame...lo tó, una nueva serie adaptada a
Torrijos, inspirada en la exitosa creación de
TVE.
Un grupo de televisivos torrijeños tuvo entre manos crear Cuéntame…...lo
tó. Basándose en la serie de TVE Cuéntame y protagonizada por los mismos
personajes, las historias se desarrollaban en Torrijos; así podíamos ver a los
Alcántara sacándose un retrato familiar en Foto Club, a Herminia comprando en la
tienda de Lucas, A Inés saliendo de los Cines Oliver o Margoy, a Toni de marcha en
el Pub Babels o a Carlitos jugando en los recreativos de Capota. Por supuesto, todos
con zapatos de Rubalcaba.
Finalmente, por razones que desconocemos, el proyecto se fue al garete.
P.D.: Si eres por casualidad alguno de los nombrados en esta sección, no lo tomes
a mal, todo en la vida, con una sonrisa, sienta mejor.*
Un grupo de investigadores del CSIC, cuyas últimas pistas les llevaban a Torrijos, fracasan en su intento de encontrar a una madre que nunca en su vida haya dicho: «¡No me pises el fregao!».Tras la decepción en toda España por no encontrar petróleo en Canarias, ahora nuestro país suma un nuevo fracaso.
Investigadores del CSIC llevan años tras la pista para encontrar en nuestro país una madre, una sola al menos, que nunca en su vida hubiera dicho: «¡No me pises el fregao!». Tenían una pista acerca de una madre torrijeña que responde a las iniciales de I.T.V.; tras años de seguimiento, en el último momento, cuando parecía que la misión triunfaría, y dispuestos a llamar a la puerta de la madre investigada, escuchan de repente unas palabras de la susodicha que decía a su hijo: «Joselito, hijo, ¡no me pises el fregao!», por lo que la esperanza se desvaneció y dieron por hecho que en España no hay una sola madre que nunca haya pronunciado dichas palabras.
dándole 29 vueltas
Jaime Cedillo
Mi inseguridad es crónica; lleva
abrazada a mí ya mucho tiempo. Por
eso nunca di el paso de publicar mis
poemas, aunque de veras me apetece.
Y ya superé el miedo escénico a que se
conocieran. Por eso, entre otras cosas, dejo en
esta revista cada mes un poema. Pero a veces me
sigue dando pánico que una parte tan fuerte de mi
vida sea sólo mediocre. Desde hace muchos años sigo a
Benjamín Prado, un poeta muy reconocido entre los vivos.
Y hace poco en su Facebook, leí que impartiría un taller
de poesía gratuito (aún me sorprendo) en la Fundación
Telefónica. Sin pensarlo, me apunté, y hoy creo que es
la mejor decisión que he tomado en los últimos meses.
Por lo que he aprendido y por todo lo que le ha aportado
a mi vida. También para concebir la poesía de otro
modo. Ahora creo que sé lo que quiero hacer. Aquí dejo
un poema, escrito en el tren Torrijos-Madrid, con algún
verso de otros participantes en el taller «Licencia para
mentir». Forma parte de un ejercicio en el que definimos
el remordimiento. Yo creé esta situación. Debía tener
imágenes, sentido armonioso, versos potentes y dar un
giro. Había que localizar el corazón.
dándole 30 vueltas
ayer, después del postre,
se te atragantó el pulso.
Vi cómo tus dos sienes se volvieron
dos uñas hacia adentro.
y eso que yo,
contigo y contra ti desde hace tiempo,
no era más que ese verso intrascendente
que tienen los poemas inmortales.
eso fui para ti
las últimas semanas: la limosna,
la sombra inerte de la alegría.
Pero ayer, por sorpresa,
te abrasó la carcoma de la culpa
y tuviste una vejez adelantada.
Mordieron a tus dientes
mis astillas torcidas
y por fin mi verdad te erosionó el sosiego.
y entendiste por fin
por qué desde hace tiempo
esta casa parece
la llanura en otoño, un cenicero
donde se retuerce la culpa.
Te niegas, sin embargo, a aceptar que arrastrarse
es parte del camino.
no salieron, por eso,
palabras de tu boca.
Tus ojos evitaron que dijeras
lo que ahora no importa.
re
mo
rd
imie
nto
Ola
lla
Ruiz
dándole 31 vueltas
Hace cosa de dos meses que se despidió tras tres temporadas la que será la
última creación de Aaron Sorkin para la pequeña pantalla. Este guionista, que
hace de los diálogos dinámicos su seña de identidad, es a su vez un fan del
mundo de la comunicación y de convertir esta en temática para sus series. En
2012 nos trajo una pieza que, a título personal, creo que es un toque de atención
para los grandes conglomerados periodísticos.
The Newsroom es un híbrido entre el drama y la comedia que nos presenta a Will
McAvoy, interpretado por Jeff Daniels. Will es un reconocido periodista que disfruta
de las mieles de la fama a través de su programa de televisión por cable con el que no
molesta a nadie. La complicación surge cuando McAvoy ‘reacciona’, y su popularidad
comienza a caer en picado. A esto se le suma la falta de empatía que tiene con su
equipo, que ve la oportunidad de desaparecer de su lado, tras el gran discurso de
Will que inicia la trama. Es el momento en el que Charlie Skinner, jefe de Will, decide
formar un nuevo equipo alejado de la desinformación y el periodismo hecho a medida.
Para ello contará con MacKenzie McHale, la excéntrica exnovia de Will, cuyos ideales
y principios encarrilarán el camino del programa hacia un periodismo más crítico y
comprometido. MacKenzie, a quien interpreta Emily Mortimer, se rodeará de jóvenes
periodistas competentes con ganas de dar las noticias, las de verdad. Con este nuevo
grupo, Will emprenderá su labor de civilizar —como él la califica— y comenzará una
etapa de Noticias Noche en la que tendrá que enfrentarse a su dependencia de la
audiencia y a los altos cargos que intentarán quitarle de en medio.
Cuando una serie reivindiCó el Cuarto Poder
Raquel Martín Juan
dándole 32 vueltas
The Newsroom revela la trastienda de los telediarios, una versión aproximada
de la realidad —no tan fiel a las rutinas periodísticas como al tira y afloja
continuo de los trabajadores— que construyen día a día los periodistas. Un buen
acierto de Aaron Sorkin que, apostando una vez más por la comunicación como
entretenimiento, centra la trama en un repaso a la actualidad combinándolo con
dramas personales, sin ahogar la esencia de la serie.
A raíz de la segunda temporada, a Sorkin le llovieron las malas críticas que tildaron
la trama de utópica e idealista, muchas de ellas provenientes de los propios
trabajadores y medios. Es importante entender esta serie como lo que es, una ficción
con dosis de realidad que nos hace reflexionar o nos confirma algo que ya sabíamos:
que el periodismo lleva en crisis mucho tiempo, ahogado por grandes accionistas,
que ponen los criterios de información, y gobiernos que imponen incluso redacciones
paralelas –aplicable a nuestro territorio—. The Newsroom nos descubre a periodistas
que reivindican el Cuarto Poder, que tratan de recuperar el periodismo como servicio
público, si alguna vez lo fue. Integra los auténticos valores del oficio más bello del
mundo, demostrando que un buen programa puede entretener e informar a la vez.
Pero, obviamente, esto es sólo ficción. Sólo nosotros decidimos el punto en el
que se convierte en realidad. Somos el electorado, y como bien dice MacKenzie
McHale: «No hay nada más importante en democracia que un electorado bien
informado».
Arc
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No recordaba cuándo, pero un día la
mentira se instaló en su casa. Al principio
le pareció advertirla tras las cortinas de la
habitación, acechando como una sombra,
pero quiso convencerse de que eran sólo
imaginaciones suyas. Tiempo después la
mentira comenzó a merodear por el salón
y la cocina, haciendo juegos de palabras.
Las partía, las retorcía, las estiraba, las
dibujaba y las deformaba para obtener su
convencimiento.
Tan cómoda se sentía que un día se metió
en la cama, justo en medio de ellos dos.
Justo en el espacio que antes habían
ocupado la magia y la pasión. El frío y el
silencio se enredaron en el aire convirtiendo
la cama en un glaciar inmenso. Un glaciar
que heló el mañana.
…— Quiero la verdad de tus mentiras —rogó.
…— Te quiero.
Pero ya no pudo creerlo.
mentira Rosa Quirós Querencias
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Ola
lla
Ru
iz
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En esta entrega brindamos un especial homenaje a nuestro rock nacional de la
mano de dos grupos con un talento descomunal, por los que parece que no van
pasando los años y en los que su música y estilo particular, que supusieron la
entrada al éxito y reconocimiento nacional, siguen a flor de piel. Estos grupos
son ni más ni menos que los talentosos Extremoduro y Marea.
En este recorrido no podemos olvidar, y por tanto debemos comenzar, por
sus raíces. Por un lado, encontramos a la banda Marea procedente de la
localidad navarra de Berriozar y a su homólogo extremeño Extremoduro,
que viene de Plasencia. Cabe decir que la relación de este último grupo con
sus orígenes geográficos no siempre ha sido buena y estrecha, ya que en
sus propias letras (como en la canción titulada Extremaydura) se muestra un
rechazo a las escasas oportunidades de progreso y salidas, y también una
queja por el abandono y ruralidad que padecen los habitantes de su tierra.
De esta forma, en el camino de ascenso a la popularidad dentro del
panorama nacional, cabe destacar a Extremoduro como un referente para
la aparición de nuevos grupos de rock e influencia para otro numeroso
elenco de bandas, tanto a nivel nacional como a lo largo del territorio
hispanohablante, que han expresado públicamente su admiración hacia
ellos (entre otros, el grupo Marea). Además, merece una especial mención
que la prestigiosa revista musical Rolling Stone en el año 2012 incluyó a
Extremoduro dentro de los 50 mejores grupos del rock español, ocupando
el lugar sexto de dicha lista, y que en 2014 la Revista Española de
Un día inmerso en el rock nacional Sergio Rodríguez Castaño
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Investigaciones Sociológicas (Reis) incluía a este grupo en el número treinta
y tres de las 50 formaciones y figuras más relevantes del pop-rock nacional.
Pero este artículo no pretende realizar un repaso a su dilatada trayectoria
musical únicamente, sino que su interés u objetivo primordial es un
análisis y un homenaje tanto al estilo como a las características musicales,
un estilo basado en letras con un carácter fuertemente político en el grupo
navarro, algo empleado con asiduidad en el rock nacional, mientras que en
el caso de Extremoduro percibimos un uso del castúo o dialecto extremeño,
con temas cimentados principalmente en el sexo, las drogas y el amor,
interpretados en unos espectáculos de larga duración (en torno a las dos
horas y media de concierto), donde muestran su aproximación y dedicación
a los espectadores que acuden.
El reconocimiento del público se refleja en la capacidad de mover una gran
masa o fenómeno fan a lo largo de sus conciertos; merecen una mención
especial esos seguidores fieles, amantes de su música, que abarrotan
conciertos por toda España, cantando sus letras y llevando consigo un
gran número de objetos, camisetas, pañuelos...…, que demuestra el enorme
potencial del mundillo merchandising que aglutina estos dos grupos.
Además, dichos conciertos comienzan muchas horas antes con un botellón
en los accesos próximos al recinto, en el que los incondicionales se reúnen y
cantan sus más emblemáticas canciones, reconociéndose fácilmente a ese
público fiel por su indumentaria relacionada con estos grupos.
Ola
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Ru
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ra La ruta del Chorro de la
Hoz de Carboneros, en los
Montes de Toledo, es tan
bella como desconocida.
David Moreira
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Se encuentra algo olvidada y poco potenciada por las administraciones. Es por esta circunstancia
que resulta más interesante y atractiva que su hermana gemela, la afamada senda de El Chorro
de Los Navalucillos.
La ruta se inicia a unos 5 km del núcleo urbano de Navahermosa, junto a una pequeña casita
de huerta. Tras cruzar la casita, aparecerá entre la vegetación una estrecha vereda que nos
guiará valle arriba, acompañados siempre por el arroyo Jimena a nuestra izquierda. Poco a poco,
el trazado se irá abriendo paso entre el bosque de robles y confirmará su presencia. Esto nos
permitirá elevar la mirada y disfrutar del paisaje que se nos presenta por delante.
Mientras avanzamos, disfrutamos del continuo sonido del arroyo que baja su cauce entre diversos
saltos de agua. La vereda en algunos momentos es casi tomada por la vegetación que la rodea.
Ésta poco a poco va tomando cierta altura hasta llegar a un pequeño prado donde el camino se
hace mucho más confortable. La tranquilidad del paseo solo se verá alterada puntualmente por la
aparición de pequeños canchales típicos de estos vetustos montes. Por la derecha llegan algunos
regatos que vierten sus irregulares aguas al arroyo que nos acompaña. El robledal desaparece por
momentos, lo que nos permite disfrutar de los paisajes que se abren a lo lejos, a nuestro alrededor.
Montes ondulados, conquistados por sotobosque, confirman la longevidad de estas elevaciones.
El paso técnico de uno de estos regatos nos servirá de aperitivo para lo que nos espera unos
metros más adelante. Nos aproximaremos al verdadero objetivo de la jornada,La Hoz de
Carboneros. Es desde este punto, situado a unos cuatro kilómetros del inicio, donde aumenta
considerablemente la complejidad técnica del paseo, pero también la belleza del entorno. El
camino sobre el suelo desaparece como tal al toparnos de lleno con una pedriza. Unos hitos, a
modo de montoncitos de piedra, nos guiarán en la dirección correcta. Tras sortear la pedriza, nos
habremos adentrado definitivamente en la hoz. Deberemos descender al cauce para vadear el
arroyo y cruzarlo por primera vez desde que iniciamos la ruta a su margen contrario.
Ya al otro lado del cauce, tendremos especial cuidado. El musgo de esta zona puede regalarnos
una mala pisada y resbalar. Es tal la umbría y humedad que guarda este rincón escondido de los
montes, que puede jugarnos una mala pasada aprovechando el exceso de confianza.
Siguiendo el curso del agua, llegaremos hasta la primera chorrera de unos 5 metros. Esta no es más que
la hermana pequeña del verdadero objetivo de la ruta. Nos aproximaremos hasta su base para, después,
dirigir la vista hacia nuestra derecha y encontrar el paso, de nuevo, hacia el otro margen del arroyo.
Mucha precaución es poca para atacar este nuevo tramo donde deberemos trepar a cuatro
manos por un pequeño pedregal. De nuevo, los hitos de piedra se hacen importantes para seguir
la dirección adecuada. Una vez en lo alto, nuestro sentido del oído nos obligará a girar a la
izquierda, donde entraremos en contacto visual con el objetivo final.
Objetivo cumplido. La chorrera de Carboneras se presenta imponente ante nuestros ojos. Su
música bien merece la pena ser escuchada durante minutos. Su cortina de agua nos hipnotizará.
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La caLidez deL frÍo... Fernando de Miguel Cuesta / José Manuel Carrasco
Ola
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Ru
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isLandia( 2ª parte )
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Me levanté esa mañana tras pasar mi primera noche en mitad de
ninguna parte. Nada más abrir los ojos se empezaron a agolpar
en mi retina todas las caras y nombres que había conocido el día
anterior. Tenía una extraña sensación entre querer que todo fuese
muy despacio y estar ilusionado para ponerme a currar en la cocina de
inmediato. Y en ese impás de duda entre inmovilidad y celeridad, todo
comenzó a fluir.
Quizás fue por la irremediable espontaneidad y alegría que
desprendía Hrefna, la madre de Runa. Ella era quien se había
encargado de regentar ese enclave durante diecisiete años como un
bar de carretera, sirviendo café y una deliciosa bollería que hacía a
diario, y que, de un día para otro, con la vuelta de su hija a Islandia
con su novio barcelonés, convirtieron en un hotel con un restaurante
hispano-islandés.
Y así de pintoresco se desenvolvió todo, cual película de Wes
Anderson con banda sonora de los Beatles. Celeridad, pausas, color,
risas, ironía, más curro, paisajes volcánicos, costumbrismo finés,
y la sensación de estar viviendo algo totalmente diferente a lo que
los anteriores días de mis tres décadas me habían expuesto. Todo
facilitado por Roberta, Antía y Rober, mis compañeros de aventura al
llegar allí. Españolitos como yo, enfrentándose a un verano diferente.
Rober compartiendo conmigo, o yo con él, cocina; a la espera de las
comandas, listos para disparar, mientras el resto atendía la zona del
restaurante, organizaba habitaciones o recibía con una sonrisa a todo
el que entrase por la puerta de aquel viejo bar de carretera. Mientras,
Hrefna no paraba de ir de un sitio a otro del hotel con una sonrisa
socarrona que contagiaba un buen rollo indescriptible.
Fueron cuatro meses vividos como naranja exprimida. Sin dejar una
gota. O como cuando te sumerges en el agua helada finesa, donde
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eres consciente de cada milésima de segundo que pasa y que se
convierte en un instante extendido de vida.
Desde el momento inicial todo fue indescriptible. Empezando cuando
la familia de Runa nos dejó su casa a los expatriados españoles y se
marcharon a otra vivienda prestándonos su hogar sin ningún tipo de
esfuerzo, manifestando una generosidad y una naturalidad que todavía
hoy me hacen sobrecogerme. O como cuando veía al padre levantarse
cada día a las cinco de la mañana para ir a su trabajo como cuidador
de caballos, llegando pasadas las diez de la noche, y poniéndose,
tras esa dura jornada, a ayudarnos a recoger como el que se acaba
de levantar de la mesa. O como cuando acompañaba a unos y a otros
a hacer la compra de las cosas que necesitábamos para nuestro
alojamiento hispano-islandés, tocando el producto directamente, sin
intermediarios. O cuando fui a las fiestas de una localidad cercana,
donde nos invitaban a chocolatada con helado, mientras veía a todo
el mundo compartir y disfrutar a la vez que yo me daba el capricho de
beberme un par de cervezas a precio de riñón. O cuando estrujábamos
el tiempo disfrutando de los pocos ratos libres en los limitados e
infinitos paisajes naturales: la península de Julio Verne, las playas de
focas, ver anochecer a la una de la madrugada, los campos de lava, las
montas a caballo, los paseos en lancha... Y así hasta una enumeración
cuasi infinita del «o cuando..., o cuando..., o cuando...».
Pero el último «cuando» llegó. Fui el último trabajador de verano
en marcharme a finales de septiembre. El autobús pasaba a una
hora aproximada, y cuando lo vi venir, me despedí de ese lugar, de la
risueña Hrefna y del resto como si no fuese un punto y aparte. Con la
espontaneidad del que hace ese trayecto más de una vez. Y, cual ave
migratoria, volé hacia latitudes más cálidas.
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Ésta es la historia de una torrijeña que anduvo más allá del Cerro la Mora...
Mer
che
del C
erro
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Merche del cerro
· PaRÍs · Enfermera
¿Cuánto tiempo llevas fuera?Llevo fuera siete años ya.…
¿Por qué elegiste este país?Por mero azar y porque las condiciones de trabajo, comparadas con las
que se nos ofrecían en Toledo siendo recién diplomada, distaban años
luz, sobre todo en cuanto a la estabilidad no solo de los contratos sino
también de los horarios, lo que facilita la conciliación de la vida laboral
y personal. La cercanía con España también fue un punto positivo a la
hora de elegir este país.
¿Qué te impulsó a dejar Torrijos?La falta de oportunidades laborales. Siendo recién diplomado te
exigían experiencia y «puntos» en todos los puestos; lo contrario a lo
que ocurre a día de hoy, que cuanto más formado y más experiencia
has adquirido, parece más complicado encontrar un empleo, debido
a los numerosos contratos en prácticas que se hacen actualmente.
A muchos de los que salimos fuera en su día y hemos querido volver
en un momento dado, se nos han cerrado puertas debido a que esa
experiencia adquirida se paga y ya no salimos «rentables», sobre todo
si hemos pasado la barrera de los 30.
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Lo que más te gusta de vivir aquí es...Lo valorados que nos tienen como profesionales, la imagen de un enfermero
español en el extranjero es desgraciadamente muy diferente a la que se tiene
de nosotros en España. Nos valoran, nos facilitan horarios y días para poder
visitar a nuestras familias y amigos y no solo las horas extras están pagadas,
sino que, a menudo, hasta te llegan a dar las gracias por haber venido a echar
una mano cuando necesitan de ti, cosa impensable en España.
Y lo que menos...El clima, el no ver un rayo de sol durante meses y meses, la falta de
espontaneidad de la gente, los modales extremos a veces, que hacen
que las personas casi jueguen un rol permanentemente para guardar
las formas, los gestos, las emociones... Por ejemplo, hablarle a un
desconocido en el metro o darle los buenos a días a alguien que te
cruzas en el portal no es lo habitual, así que se considera «raro»
o «desplazado», casi «no protocolario». El exceso de protocolo
y disciplina hace que los ciudadanos den la impresión de fríos,
calculadores y nada espontáneos ni expresivos.¡¡¡ Lo de tomar un café
con alguien sin fijarlo una semana antes en la agenda es impensable
aquí, y agotador al mismo tiempo!!! Sin querer entrar en la crítica ni en
prejuicios, simplemente son diferencias «culturales», llamémoslo así.
Por muchos kilómetros que haya por medio, no hay día que te levantes y no te acuerdes de...
El sol, el cielo azul, mi familia, mis amigos de toda la vida, los cafetitos
en la plaza sin programarlo semanas antes, que simplemente surgen
con un «¿Te vienes a tomar algo?», la simplicidad de las cosas, la
espontaneidad de la gente, la comida casera ¡¡¡y el jamón!!!
¿Te sientes inmigrante en este país?Nunca puedes olvidarte de que eres inmigrante porque en cuanto abres
la boca (debido al acento), y a veces casi sin hacerlo (por los rasgos),
te recuerdan o te preguntan si eres español, como si lo llevases escrito
en la frente. Y cuando les confirmas que sí, te preguntan, les genera
curiosidad saber por qué motivos estás aquí. Así que es casi imposible
no sentirte inmigrante o como mínimo extranjero en el país.
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Lo que más te gustaría que los españoles copiásemos es...El respeto hacia la vida privada de los trabajadores por parte de las
empresas y la facilidad de conciliación de ambas que se ofrece en
este país, lo que genera bienestar en los trabajadores y la creación
de nuevos puestos de trabajo, por ejemplo, cuando se piden bajas de
maternidad durante meses para ocuparse de la familia o simplemente
vacaciones sin sueldo por problemas personales, eso permite a otras
personas trabajar en tu lugar mientras tanto.
Algo de lo que nunca pensaste que fueses capaz hasta llegar aquí.¡¡¡Hablar durante horas y horas en una lengua que no fuese mi lengua
materna sin que me doliese la cabeza!!!
Algo que nunca valoraste lo suficiente cuando estabas en Torrijos.La cercanía de todo, el poder ir andando a cualquier parte sin tener que
hacer horas de metro para ir a tomar un café con alguien. El conocer a la
gente cuando andas por la calle y poder hablar en cualquier esquina...
¿Lo más curioso que te haya pasado desde que vives aquí?El hecho de conocer españoles que se conviertan en tu familia casi,
ese sentimiento familiar que se crea con gente de tu país cuando estás
lejos, porque a menudo te entienden como si fueran tu familia.
Recomendación cultural de algún autor/es de este país que te guste (cine, literatura, música, pintura, etc.)
En pintura me encantó descubrir al pintor Gustave Doré en una
exposición en el Museo de Orsay, ¡¡¡impresionante!!! En música,
clásicos como Francis Cabrel, Indochine o Mylene Farmer me han
sorprendido también. En cine, el mítico Guillaume Canet y en
literatura, todo un descubrimiento ¡¡¡Michel Onfray!!!
Tu próxima aventura es...Volver a España en los tiempos que corren.
dándole 47 vueltas
Gerardo A. de Marcelo
Para gustos, los licores. O los colores, lo que más te guste. Y es esta la
filosofía actual en redes sociales, pues hay de tantos tipos y tan variados
que es muy difícil que no encuentres saciadas tus inquietudes en alguna
de ellas. Desde buscar trabajo hasta aprender a cocinar; desde compartir el
antes, el durante y el después del día de tu boda, hasta las tremendamente
útiles redes sociales profesionales por sector. Y entre tanta variedad, no os
olvidéis de felicitar a Facebook, que cumple 11 años entre nosotros.
Y en un año de elecciones como este 2015 habrá que estar muy atentos no
solo a las dos grandes (Facebook y Twitter), sino a todas aquellas que se
van a ver inundadas por la campaña electoral.
El incremento en el uso de las redes sociales ha generado grandes
expectativas con respecto a su potencial para transformar la comunicación
política y la relación de los representantes públicos con los ciudadanos.
Las redes sociales impactan en la coordinación de protestas y revoluciones,
desde luego (je suis Charlie), pero también facilitan que las voces más
débiles sean escuchadas, incrementando significativamente nuestro
acceso a una mayor diversidad de opiniones. La clase política está cada
vez más presente en redes sociales, pues es consciente de que nos
encontramos ante un cambio de paradigma social que está obligando a
replantearse la forma de relacionarse con el entorno. Y es que la política
2.0 está aquí y ha llegado para quedarse, seas de la ideología que seas.
Pero si tanta política te aburre y no entiendes lo que dicen, siempre puedes
dedicar tu tiempo a aprender idiomas en Busuu.com (a través de corrección de
textos y conversaciones vía webcam, audio o chat), en Itaki.com (poniéndote en
contacto con más de 5.000 docentes de 100 lenguas diferentes), o en Livemocha.
com (o la ludificacion aplicada al aprendizaje de idiomas con nativos).
PARA TODOS LOS
GUSTOS
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Y no tenemos que irnos muy lejos (si es que la palabra lejos existe en la
Red) para encontrar redes sociales prometedoras. En España también
encontramos proyectos con un gran potencial, como beQbe («la red social
de los creadores, que te permite crear, seguir y compartir tus gustos. ¡Eleva
tus aficiones al cubo!») o Muaaka!, la nueva red social musical gratuita
en español que promueve las relaciones personales e interacciones, la
comunicación y vivencias de los usuarios mediante la música como eje
conductor, como su propios creadores apuntan, descubriendo nueva
música o encontrando compañero o compañera para un concierto.
Punto de cruz y macramé, ornitología y canaricultura, numismática y
filatelia, música, pintura, escultura, pasear, viajar…... cualesquiera que sean
tus aficiones, incluso la política, tienen un hueco en las redes sociales. Y a
ti, ¿qué te gusta?
Ola
lla
Ru
iz, B
estP
sdFr
eebi
es
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