7/25/2019 David Wilkerson - Ganando Almas en Oracin

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EN LOS DIAS VENIDEROSBy David WilkersonPublished: 10/08/2015 - 12:00am

En los das venideros, muchos van a caer bajo el poder y la presencia de Cristo. Aquellos que sevuelvan a l completamente, quienes arrepentidos y perdonados, tienen comunin con l en oraciny en Su palabra, vern todas sus lgrimas transformarse en alegra. Alrededor del mundo ahoramismo, ros inmensos de lgrimas estn fluyendo de aquellos que ya han sido liberados. Despus desiglos de esclavitud satnica, personas son desatadas de las cadenas y estn llorando lgrimas dearrepentimiento y de alabanza para su Liberador.

Isaas profetiz que cuando comencemos a ver las obras milagrosas de Dios en nuestro medio,clamaremos, Y se dir en aquel da: He aqu, ste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvar;ste es Jehov a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvacin (Isaas25:9). Isaas estaba tan entusiasmado por lo que vio que casi estall de asombro.

"...y quitar la afrenta de su pueblo de toda la tierra" (Isaas 25:8). La palabra, afrenta aqu, viene dela raz hebrea que sugiere insultos, desgracia." Esto habla de los poderes satnicos que se burlan ylanzan insultos contra los creyentes devotos. Tales ataques vienen especialmente cuando estamosorando para que un ser amado sea rescatado de una fortaleza demonaca.

Quizs has odo estos insultos desde infierno. Se burlan diciendo: "Te jactas de que Dios contesta lasoraciones. Bien, dnde est Su respuesta? Has ayunado y orado por tu hijo por aos, pero todava nohas obtenido la respuesta. Despus de todo este tiempo, nada ha cambiado. Nunca se va a salvar."

Luego oyes esta acusacin: "Es culpa tuya. Tu sembraste las semillas de rebelda en l (o en eseamigo o en esa persona amada). Fuiste t quien endureci su corazn". Amado, sta es la primerareprimenda del diablo contra el pueblo de Dios y nunca debemos escucharla. En vez de eso, debemosmantenernos firmes en la palabra segura de Dios para nosotros: " y quitar la afrenta de su pueblo detoda la tierra" (Isaas 25:8).