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1. PROBLEMATICA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES consideración de las relaciones internacionales se ocupa . realidad y los problemas internacionales c ye un fenóme- L Oolnuy por cuanto se inicia <eñ -et- período entre -giferras mundiales. sto· o slgn" como es lógico-, -cJEe no .. bJ:e. Jaxe a lj da d-.interna -' .. cloná1, de comprende!la.. delando margen apor- _ ... ,,, - _.._.. . .... .... _ _ _ taclones más antlguás, ello se ha venido haciendo desde la perspectIva rar;:s'obre to éltfdet-derecrro 'interñácionatY.de.la JJistoria diplomática. Signifi- .-. ca despuéS de la - de las ciencias sociaTesuñadisciplina que se enfrenta a la realidad y los proble- rnas-jnternacionales de,sde..--una ... óptica y c.on unqs planteamientos que pretén- Jlen .. .. .0 . La razón de este carácter reciente hay que encontrarla tanto en la evolu- ción de la sociedad internacional como en la propia evolución de las ciencias sociales. A partir de la Primera Guerra Mundial, que actuará como cataliza- dor del replánfeamíetíto qne-s-e-prodUt"e en tos---estudios internacionales, los es- tudiosos empiezan a tomar los co- mo de los nuevos problemas que presentan las mIsmas, lo que eXIgla una ll1mt--'- -. _ - ... . , ... ";)..- .... . ...... ,. ',.-,. _ r _ . . "- gación nueva, específica y global sobre ese 'sectot O' de la re'aHtlsít"s6cTaTcfüe' has'- __ _ o. .. _ .. _::. _ l. . _.. . . ....._ . ,. .... .. _lO .", - ('IIt. .. . .. . - - J ..:!! .. ".. _.. ... . . ¡o " " ' " .... c . .... . - : ' . .tor.. _ ..,. , .. , • . ta-eñfonces sólu .. había venido sienaa objeto de consideración parcial. o sectori.al por ip.ternacional_, de la historia diplomática y de la diplo- macia entendida como En se'émpieza el - .. .... ... 1- " eion=:íl sistema de Estados, que había venido funcionando desde el siglo XVI, iba dejando paso a un nuevo sistema internacional de características y dinámi- cas diferentes, en el. que incluso aparecían actores estatales, nuevas grandes potencias, especialmentes los Estados Unidos, cón políticas distintas de las tra- dicionales, que anunciaban la noción y la realidad de lo que después de la Se- gunda Guerra Mundial se denominarían superpotencias. El especial e indiscu- tible protagonismo que los Estados Unidos tendrán en la gén.esis y desarr.ollo de las relaciones internacionales como científica vendrá a s'cr reflejo , .. .. . .' ' .. ' ,... .. . --.: de esa nueva realidad internacional. El replanteifñiieiito ' de los internacionales se ve favorecido por el desarrollo que eri ese mismo período conocen las ciencias sociales en general y la ciencia política y la sociología en especial. Esta evolución y cambio de la sociedad internacional y de la noción y rea- lidad misma de gran potencia, que está en el origen y desarrollo de las relacio- ---- ------ - 1 Para el desarrollo de las reJaciones internacionales como teoría y como disciplina en Espa- ña, vid. ARENAL, Celestino del, La teorla de las relaciones internacionales en España, Madrid, 1979.

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1. PROBLEMATICA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES

~ consideración de las relaciones internacionales ~':;~~ se ocupa . ~udiarJa realidad y los problemas internacionales c • ye un fenóme-

L Oolnuy r~!1te, por cuanto se inicia <eñ losH-a'- ~~a~.&íosajon-es·en -et-período entre las'Oo~ -giferras mundiales. sto· o slgn" como es lógico-, -cJEe no ..

· s~- liaya ~i1daga~_~~~~sruñeiu~Q~~~~~~~~ .ª-~.,' ~º bJ:e.Jaxea lj da d -.interna - ' .. cloná1, tr~ta~~o de comprende!la .. ~.!p.terl2retarla,..Bues, delando ~1 margen apor-

_ ... ~. ,,, • ~ - ~_.t. _.._.. . .... ~.~ .... _ _ _

taclones más antlguás, ello se ha venido haciendo desde la perspectIva particu~ rar;:s'obre toéltfdet-derecrro 'interñácionatY.de.la JJistoria diplomática. Signifi-

.-. ca ú€came~uesóIo despuéS de la Pri~c:~~_º-u~ªMundiaiS;lr~.maE.oo. -de las ciencias sociaTesuñadisciplina que se enfrenta a la realidad y los proble­rnas-jnternacionales de,sde..--una ... óptica y c.on unqs planteamientos que pretén-Jlen .. s~r._glo.º.ale~Y .. .!!9-parti~yl~r~~ .0 _p_~!.~!~~s~. .

La razón de este carácter reciente hay que encontrarla tanto en la evolu-ción de la sociedad internacional como en la propia evolución de las ciencias sociales. A partir de la Primera Guerra Mundial, que actuará como cataliza­dor del replánfeamíetíto qne-s-e-prodUt"e en tos---estudios internacionales, los es­tudiosos empiezan a tomar CQD'~iencia ~e los impoEtant~ . ~_~~bi_<?~. _ q~~ .~é ~s- ' ~ ~án P!oduci.~-º_c;i_o _~º la~~~_a~.!on~~~!~rn<lgo!1~J.e~. r~~ecto d~R!~~~2 a~í co­mo de los nuevos problemas que presentan las mIsmas, lo que eXIgla una ll1mt--'-

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gación nueva, específica y global sobre ese 'sectotO'de la re'aHtlsít"s6cTaTcfüe'has'-__ _ o. . . _ .. _::. • _ l. . _.. . ..... . _ . ,. .... .. _~ _lO .", - ('IIt. .. . .. . - - J • ..:!! ~ ~ .. ".. _.. ... . . ¡o" " • ' " t '-':":::-.,..,,~ - .... _~'. c . .... . - : ' . .tor.._ ..,. , .. , •

. ta-eñfonces sólu .. había venido sienaa objeto de consideración parcial. o sectori.al por -p'ªrt~. d~_g~_recho ip.ternacional_, de la historia diplomática y de la diplo­macia entendida como 9ien~;i,ª.~ En coñcreto'~' se'émpieza ~l'pérci15ii·· -que el ttadí~ '

- .. .... ... 1 - " •

eion=:íl sistema de Estados, que había venido funcionando desde el siglo XVI,

iba dejando paso a un nuevo sistema internacional de características y dinámi­cas diferentes, en el. que incluso aparecían actores estatales, nuevas grandes potencias, especialmentes los Estados Unidos, cón políticas distintas de las tra­dicionales, que anunciaban la noción y la realidad de lo que después de la Se­gunda Guerra Mundial se denominarían superpotencias. El especial e indiscu­tible protagonismo que los Estados Unidos tendrán en la gén.esis y desarr.ollo de las relaciones internacionales como dis~iplina científica vendrá a s'cr reflejo

, .. .. . .' ' .. ' ,... .. . --.:

de esa nueva realidad internacional. El replanteifñiieiito 'de los estud~os internacionales se ve favorecido por el

desarrollo que eri ese mismo período conocen las ciencias sociales en general y la ciencia política y la sociología en especial.

Esta evolución y cambio de la sociedad internacional y de la noción y rea­lidad misma de gran potencia, que está en el origen y desarrollo de las relacio-

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1 Para el desarrollo de las reJaciones internacionales como teoría y como disciplina en Espa­ña, vid. ARENAL, Celestino del, La teorla de las relaciones internacionales en España, Madrid, 1979.

16 INTRODUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES

.'

nes internacionales co o ciencia, ha materiali~a~~ _~n d~~ g!.~~~~~ .. ~ ~~nda ~ tnentaXes; QJUCCSOS gé~añi l¡~_a~!.á -a~i~rtbs ,en-muchos de sus aspectos, ca­da uno de los cuales contiene en su seno toda una serie de dinámicas y proce­sos -de c'ani.bio. parciales, más o menos importantes en ;a configuración de ese pr'oceso fundamental señalado. Estos dos. gr~n~tes p~.~~e~~s ~~ .~~mbi~_~~n, I?0r ~~:do el paso de 1ª~Q~tedªºjnternaci0!lal a la sociedad. Il1.u ndi.a l y, por otro,

j s~ del &inrnctQ a la _~Q.Q-p.~~~ción. Am~ºs procesos son, como es lógico, inseparables, depe~2~!ldo totaIID~teu'no- del ~otro. . .. --

El paso d~}a _s~~i~dad' ·iíifé~nacional. a la sociedad mundial .viene a resumir io que ~ calificado de P!.~.~er gr~n .pIO~SO .de cambio. He~_os pasado, en u~do ~~!.~t;I!:po ~~!~_~~oI. a.~n sj¡lo,...de Uu.ª _ $ocle~.~d. i.nte~~a~i~nal ~e-JÍDt~rada~_ab.solu.tam~Q.te r~g~onal~z~~~ ... y' ,:~n~l~J.!a~.e.n .. J),r.o.l2l~f!l:é:l~_Y. .. ~~E~~~u~~s (iue--fenian.a.1as..Esfudos, ~~-.~_,9 .. ~~~~ f9.~_Q1J~~, ~~ ~~g.~nización_ P.oU~!E<?_-:.~oc~! en períodos más alejados de la h~storia, como exclusivos referentes prácticos, que no te.ó.ricos, de las relaciones internacionales, a una sociedad mundial con gér-

~-

menes de integración, universal y cuyos problemas .y ~~tructuras desb9r.dan los -_ a_ .. . . _

referentes exclusivamente estatales. Hemos pasado de una socie~ad interna-. . ~ . .

. ciona! en la que los intereses comunes y solidarios brillaban en genera\ por su ausencia a una .sociedad mun~ial que encuentra precisamente en la afirmación de esos intereses com'unes y solidarios su razón de supervivencia-.. .

Este gran paso, todavía abierto, de una sociedad internacional a una 'socie­dad mundial se puede sintetizar en toda una serie de dinámicas y factor~s de cambio en íntima relación y dependencia, como son, entre otros, la universali­zación y glº-ºª~~#~~ón de l~ ~.~cieQ.'lQ ·interna~iq .~1 a través de un proceso me­diante el' cual se ha jj'asado dellU rnuudo .. cte . .S_º.<;i~dades internacionales parti-

. . ;, ..... r .... ~_ . _ - . ~ _

~ulare.s.-n r.egionale~ más o ~enos aisladas o.en"contacto entre sí, a un mundo .. es el que se-f)aede afifomar la existencia,. D.OJ,.P.r.}~~~.~ __ ve_~ en la historia~ ~e u~a !~ ~cjedad. inteInacioll~ u:p..jv~rs.al o planeta:~ai la _ c_re.ciente.interdep.end.~r~~~~Y I o depeIKl""en.c\a~teIºg.~nei.4a.Q y ~oO.1plejida.d q~. es.~ _s<?:c~ed~4 munfÜal, como coii7 s.ecuencia ~·ntre otros factores de esa misma unive~salizació.n y gfób.aliza"cióñ~

.. - . • ~ • _. '01 ... . ... . ... .... - - . . ... -...., ..... . . 100 . • _ ..... • • ~ . ,,:,-: . ~ . 4" . ".

_la crisis deLmºQeJQ __ clª-~,i~~·_º~~JJ;:~.~3:4.~::}~1ª~!~-prºd~c!0 de esa globalidad e in!,erdep.endencia_compleja y" ~_Q. C.O~&ecu~·n~ia, del debÍiita'miento' progresivo de ~ distinción entre lo interno y lo iQtsrn,ªc_ío~ai y de la · consigu~.e.nte .. n.e~~si-... - ..' ~ . . .- ..... . ~'."J 'a..' .. - -._ 0 _.o

cJa;(1 ~.Y buscar. a mayor o diferente esc;,ij~ }ll.!~V~S formas de org~anización P9 lí--íica,. eco.ü6Wic·a 'y s.ocial; en_O relación direc~~. c'Qn l~ · an1~~i.or, la multiplica-ción de los actores n.o e$ta.tale~ de las. rela.cio.~es intc;·rn~ciQn~les.. . .

El s.egundo gran proceso de cambio s.eñalado es el paso del conflicto, tra----'""---_._---- - ---

dU.ci.do en violencia, a la cooperación. Proceso todavía abierto y cuyo desarr~o-110 final e's aún incierto, que ·v·ieñe--i:-s.er en gran· medida una consecuencia del .. . . ' . , _ .. - ----, " pa~Q qe la &o-ciedad i.nternaci.on.~_ a la .. sp~_ied~~.~undial. Este-i:>roceso de cam-

"1>io s~rá el que determine la forma fu~r:7e la soCieOad mundial, dependien­do del mismo el futuro orden. mundO

L~ mu:ndializacTóii~'dé -fa"sociedad internacional provoca necesariamente el cambio en las pautas de·coIUPorlamlento, en los valores imperantes, en los mo­dos d.e gestión, como forma de dar respu~sta adecuada a las nuevas realida­des. Frente al conflicto traducido en ViolencIa' q'J-e- én-erpasaocj'fue-1á vía--rior~

.... _-- ..

INTRODUCCION 17

mal de solución de los problemas, y que todavía no ha desaparecido, se inten­sifica la cooperación en todos los campos, cambiándose una de las caracterís­ticas tradicionales más significativas de la sociedad internacional.

Este gran proceso ·de cambio, que está todavía abierto y cuyo final es in­cierto, es traducción de la intensificación de dos dinámic,as nuevas, que rom­pen con las vieja.s dinámicas que han caracterizado tradicionalmente el com­portamiento estatal en las relaciones internacionales. Nos referimos, pór un lado,' al progreso del multilateralismo frente al bilateralis~o y,. por otro, al

....... -.. ,. ........ .......... -.... ""'-.. -.. .. ... -.. ,------crecimienféfcl€la'-iiñpeYfLAnct[ de la lIa~na-da tradicionalmente IpW p.o/itics, que hace referencia a las cuestiones económicas · y ceintífico.:lé~s, frente a la

• ~_ ...... ~ .... . 3-~"'t.060 lai""W': if't

también denominada tradicionalmente-nTglií tloiitÜ¡s, que se refiere a las cues-tiones políticas y. e.straté.s!cas. Los camblos que ello provoca se expresan, a su vez, en ras relaciones Este-t5este y -Norte-Sur, así coIp.o en el progreso en la solución pacífica de los conflictos internacionales. ---oC.' "

Las rel.!l_~.~.~.~"~ .}~!_naf.~~ .. ~~ .. ~2"~"0 dISCtpl!!la: "cie.~tíf~~!,_an p._~~ido ~_,$.e -:desar.rol!ªp~ ·asÍ, directamente ligadaUl.!-proceso de cambio de una sociedad

.- ~·-"---."·~~";'1t'S - c · t ' ..... v.&.. .... • ' • . __ ..... 'V' .......--..,. . .

internacional que progresivamente va perdiendo algunas defas ..... caracterÍslic·as d~l p.~sado~yas"iiñllendo otfas tJi.~tlfiras;-(rue Ta·vañt~iañ·srormaiido en una 'nué-­va so~iedad 'internaciorúi[ "Toda-la coita his'io"ita -de ías~ 'relaci-ones inte'rnacio-

-Bales, desd'e'sÜ-iñismo nacimiento hasta sus más recientes de.sarrollos, va a es­. tar decisivamente marcada por la realidad y la problemática del cambio tanto . en su dimensión fáctica como en sus dimensiones axiológica y psicológica. La.s

relaciones ~nternacionales, cqmo ciencia y como teoría, son, en consecuencia, aun en sus más" t"radÍclüniÍes'y-co nse'rv ad 6"fe s jjfaliteamienfos teóricos, el más elaro-exponente del cambio--de la sociedad interna'cional. Su propia evolución

,teórica no hace ·-sinó""refrefar "é()tra1r~l1rürá· · éxáctiiudlos -cambios cada vez más profundos y radicales que experimenta la realidad internacional y la necesidad de interpretarlos adecuadamente como forma de ofrecer soluciones a los pro-blemas del mundo 2. .

Las relaci'ones internacionales, que nacen directamente ligadas a laJ¿~q~a_ de soluciones a los pr<;>9.Iemas int~rºªci.Ql1ale.s.. y, en especial, al pro.blema de la gúerra~" ··ño"~a-n -a p~rcier 'en- ~ingún momento, a lo largo de su desarrollo, ~Ste'séntla6'~" reflejando en última instancia en su desarrollo teórico el cambio y la consigu.iente aparición y toma de conciencÍa de nuevos o renovados pro­blemas y la búsqueda de res.pue-sta a los mismos.

Sin embargo, esta finalidad que persiguen las relaciones internacionales des­de su mismo nacimiento dista todavía de haberse logrado a pesar de los indu­dables progresos científicos que se han producido en este campo de estudio desde 1.919. La dificultad de aprehender el cambio' con todas sus consecuen­cias, que no son pocas ni nimias, está, en nuestra opinión, en la base de este relativo fracaso y explica Jos continuos debates teórico-metodológicos que se han venido produciendo des-de los años treinta.

Precisamente, desde esta perspectiva,_ nuestro, pu.nto de partida en el prc .

~ Vid. ARENAl., Celest ino del, « La I eoría y la cicn~ia de las relaciones internacionales hoy: rctos, dchales y rara'dignla~», F()ro Inter/1aci()/}ul (Ml'\il'O). \'01. 2':) (IYXY). pp. 5XJ-h29.

l8 INTRODUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES

sente estudio' es la consideración de que, a pesar del espectacular desarrollo teótico :metodológico de las ciencias sociales a lo largo del siglo xx, todavía ~o .'disponemos de un marco teórico-metodológico adecuado para la compren­sión'.de.Ja sociedad internacional y de sus graves y urgentes problemas, que afectan vitalmente a todos los hombres. Ni las relaciones internacionales en su concepción dominante hasta ahora ni, por supuesto, las demás ciencias so­ciales han sido capaces de adoptar la perspectiva y las categorías adecuadas para enfrentarse a la realidad internacional de nuestros días. Si esa funéión y tarea corresponde, como creemos, a las relaciones internacionales, se impone, en consecuencia, un replanteamiento de las concepciones dominantes en nues­tro campo de estudio en línea con los planteamientos que desde principios de la década de los setenta empiezan a realizarse por algunos internacionalistas.

Se impone, en consecuencia, superar la tradicional reducción de las rela­ciones internacionales al estudio exclusivo del sistema de Estados y del poder, \ de la guerra y de laJ?P~e!Í.~endida ésta· como ·la simple ausencia de guerra y"; confhc(ó~·· ·y¿onslaerar las relac'iónes internacionales coino' l~¡-ciencia qüe se ócú­pa de la sociedad internacioR~.1._Q .... ~.~odos sus problemas, descleta:-perspectiva"'-' de la paz, considéfadano sólo como ~~se~cÚl" de'coiiflrcro-y"giiérta, sino tam­bien como la realización plena del hombre .. Ante todo, por supuesto, las rela­ciones internaClónales1fañ--tte'cOfffinuaj·-ócupándose del problema de la guerra y del conflicto internacional, problema clásico de esta ciencia, que hoy, como consecuencia de la aparición y desarrollo del aWla nuclear, se ha transforma­do en un fenómeno de co~secuencias irreparables y decisivas para la supervi­vencia del hombre" Pero, junto al peligro de la guerra nuclear y la prolifera­ción de las guerras y conflictos; nuestro tiempo conoce otros problemas de di­mensiones igualmente dramáticas, que están en íntima relación con la paz, en­tendida en el sentido señalado, ya que son causa, o pueden serlo, del conflicto, tanto interno como internacional, y de la guerra, como, entre otros, el subde­sarrollo y el desarrollo desigual entre los Estados, erhambre y las privaciones

socip:~Qn,9m)~~~. ~~. ~~d~ !!P<?~. l~_ <?presió~ Y ... ~.\ problema ecQl.<?gic~. Iodos ellos, incluida la guerra, son inseparables y no conocen las fronteras de los Esta-dos, .configurando una realidad amenazadora, que reclama la atención urgen­te de las relacione~ internacionales, no desde las perspectivas tradicionales, que se han revelado incapaces de solucionar esos problemas, sino desde nue­vas perspectivas, superadoras del paradigma clásico y dominante del Estado y del poder.

Las relaciones i~!~=ieftaleS, como-di564¡H.ina·-cientifica.y como t eol'ia, .re::. pre~~ c:.n la actUalidad, por lo tanto, una parte importantísima <tel esfl!~Q __ ~,,_ de los hombres por ent~!!flsr~e_a sí mismos y por sO)Qci_Qnar ... aJgunos..dé:los.más.. graves f'roble'fiias ~eJy.!tfreflThl~iJ!JiÍ1rrijlnlaad :.E~ ésta la que, en última instancia,.:;debe'éstar en el punto de mira de nuestra disciplina.

De ahí, su carácter nuevo y la falta de una tradición científica, y, en conse­cuencia, las ambigüedades e indefiniciones en que todavía se mueve. De ahí, igualmente, la importancia de nuestra disciplina.

INTRODUCCION 19

2. LA CUESTION TERMINOLOGICA

En una ciencia joven, caracterizada por la imprecisión de su obj~to, de su noción, de sus categorías y conceptos, la cuestión terminológica no es algo pu­ramente formal. La falta de acuerdo en cuanto a la denominación de la propia discip1ina es ya un síntoma de la problemática que subyace en la cuestión ter­minológica, pues ·Ia elección de una u otra expresión lleva con frecuencia im­plícita una opción teórico-metodológica y una delimitación del campo objeto de estudio, que necesariamente incide en la perspectiva y fines de la indaga­ción científica.

Aunque, como es lógico, esta cuestión en sus diversos aspectos se irá acla­rando paulatinamente a lo largo del estudio de las distintas concepciones de las relaciones internacionales, para quedar fijado cuando expongamos nuestra concepción de las relaciones internacionales, se hace necesario, a efectos in­troductorios, delimitar las líneas generales del problema.

La cuestión terminológica debe, pues, plantearse, al menos inicialmente, en dos planos distintos pero íntimamente relacionados. Uno, la denóminación que define el objeto de estudio, el campo de la disciplina, es decir, el objeto material. Otro-;-el d~ la expresÍón que individuáliia'l¡¡-diséljjlina científica que .se ocupa'Qe ese objeto material. El hecho de que en muchas ocasiones coinci­dan ambas denominaciones no debe hacernos perder de vista que es posible, y puede s~r hasta deseable, la utiJización de distintas expresiones en uno y otro caso.

Dejando, pues, para el análisis posterior el tema relativo-a la más adecua-. da denominación de nuestra disciplina científica, procederemos, en primer lu­gar, a fijarnos en la cuestión que hace referencia al objeto de nuestro estudio.

Los estudiosos emplean comúnmente términos que, o bien hacen referen­cia directa a ]as relaciones humanas que son objeto de atención, como «rela-

...... . -... r t.

ciones inter9acionales», «r.~~a~i9.n.e.s iPte.re.5tat"Jesn .. etc., o bien se refieren al resultado de esas .r.~I~cJº~~sijCTh.les, desee Hftft. f)efspectiva unilateral o parti-. ~

cular, en cuyo casose habla de <<J5olítica exterior», «política internacional», «política mundial», o desde una perspectiva global, utilizándose expresiones como «sociedad internacional», «sociedad de Estado», «sociedad mundial»,

-----.-.---•• w.-_ y __ ...... ~ '),._ ,-. __ .~ .. _·I

«sistema internacional», etc. .. .' ; . ' . - - - .. -- .. '-". ~

Se comprende, por tanto, la importancia del problema subyacente en la cues-tión terminológica, pues el objeto de nuestra disciplina será muy diferente, en principio, según se adopte una u otra denominación.

Digamos, como punto de partida, que aceptamos la denominación de «re­laciones' int.ernacionales» como la que quizá, a pesar de sus imprecisiones, re­fleja en la actualidad más correcta y comprensivamente el sector de la realidad social objeto de nuestra consideración, pero con una precisión, la de que el objeto de estudio de nuestra disciplina es el resultado de esas re1aciones, la so­ciedad internacional. Desde esta posición, las expresiones «relaciones interna­cionales» y «sociedad interna.cional» sirven en sus respectivos niveles para de­signar el sect(ir de la realidad ·~~·ci;"ique -estud.rarnQ."i:Nuesrra-~pclon porIas

............ _ _ .a.- . • _.. •

LiD iNTRODUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES

mismas se basa tanto en cuestiones de adecuación entre el término y la reali­dad, -como en razones de general aceptación.

Sin entrar en la diferenciación sociológica establecida por TONNIES entre los- "t-érminos «comunidad» Y «sociedad» 3, aplicado al derecho internacional y ,a. las reJaciones internacionales por POCH 4, por cuanto para el objeto de nuestra indagación parece claro que, en. el estado actual del mundo, la deno­mi-nación más adecuada es la de «sociedad», como tendremos ocasión de ver al desarrollar nuestra concepción de las relaciones internacionales; sin consi­derar que el término ~(sistema», tan de boga en la actualidad en los estudios internacionales, pueda ser fiel expresión de la realidad humana que nos corres­ponde estudiar, dado su cal-ácter mecanicista 5, Y prescindiendo de la consi­deración de las expresiones «política_~.Jerior,», «p'olí~i<;-ªJnt.ernacion_6l», etc., ---que, en cuanto denotan una perspectiva unilateral o particular, difícilmente pueden aceptarse para definir el campo objeto de estudio de nuestra ciencia, y que en todo caso se tratarán al referirnos a la denominación más adecuada de la disciplina, la cuestión terminológica se plantea principalmente respecto del calificativo «internaciona]». .

~a polémica es ya antigua, pues se ha planteado en términos similares, que no idénticos, en el caso del derecho internacional. Se ha criticado la expresión alegando que no guarda correspondencia con el verdadero objeto de nuestra disciplina, pues aún admitiendo que en el siglo XVIII, _cuando J. BE}JTlI~acu-

\. _ _ ." .... ' ................... '.~. ~

ña, refiriéndose al derecho internacional, la expres¡·ón «internacional», nacio-nes y Estados fuesen términos equivalentes, hoy, sin embargo, de un lado, no lo son, y de otro, el objeto de nuestra ciencia no son sólo las relaciones entJr.~. -_ .. -----.... - .... ~-

Estados, con lo que no existe adecuación entre-e-!--:'t-rér-mino y su contenido. -----------Frente a esta cuestión caben dos opciones. Una, tratar de encontrar una expresión más exacta. Línea que han seguido autores como §.PYKMAN, que con­sidera más correcto hablar de «relaciones interestatales», aunque abandona la

~---------

iniciativa por su escaso éxito 6 ,-y, WRIGHT:··qü-ecónsidera como más adecua-da la expresión «r@cio~es entre gr~.p.2.~ .p¡¡'oden> 7. Otra, retener la expre­sión «internacionales», pese'~á"siís Hffi-itaciones para referirse a la realidad ob­jeto de estudio. Ello se explica por la falta de éxito de las expresiones alternati­vas, porque se trata de una expresión comúnmente adrllitida y porque no re­sulta fácil encontrar otr.a denominación más adecuada, sobre todo si se tiene

"

3 TONNIES, F., Gemeinschaft und Gessellschaft. Grundbegriffe sines Soziologie, Berlin, 1912; ver:;ión castellana de la 8. a ed. alemana (1936): Comunidad y sociedad, trad. de J. F. Ivars, Bar­celona, 1979.

4 POCH G. DE CA VIEDES, Antonio, «Comunidad internacional y sociedad internacional», Re-vista de Estudios Políticos) vol. 12 (1943), pp. 341 .. -400. .

5 Nuestro rechazo de la expresión «sistema» para designar )a realidad social, objeto de nues­tro estudio, no supone que no estimemos útil esa expresión para referirse en ocasiones a fenóme­nos internacionales que responden analógicamente a la idea de sistema, como es el caso, por ejem­pro, del sistema europeo de Estados. Para una mayor precisión de nuestra posición respecto de la expresión «sistema» nos remitimos a la parte de esta obra dedicada al análisis de la aplicación de la teoría de los sistemas a las reJaciones internacionales. _

6 SPYKMAN, Nicholas J., «Methods of Approach to the Study of lnternational Relations)), en H. J. MORGENTHAU y K. W. THOMPSON (eds.), Principies and Problems 01 International Po­litics. Selected Readings, Nueva York, 1952. p. 25.

7 WRIGHT, Quincy, The Study of lnternational Relations, Nueva York, 1955, p_ 7_

INTRODUCCION 21

en cuenta la variedad de planteamientos existentes entre los especialistas en cuan­to al objeto de la disciplina.

Nosotros adoptamos esta segunda posición, por las razones apuntadas, pero siendo conscientes que debe entenderse en un sentido amplio, no estricto, por cuanto abarca a todo tipo de relaciones sociales que configuran y afectan de modo esencial a la sociedad internacional. Ello no nos impide aceptar dentro de la amplia expresión «relaciones internacionales» otras expresiones, como relaciones transnacionaJes, interestatales, intergubername!ltales, i~!~,!!~a­les, etc., que pueden servir para individualizar un tipo concreto de relaciones internacionales.

Lo mismo cabe decir respecto "de las propuestas alternativas a la expresión «sociedad internacional», como «sociedad mundiab>, «sociedad global», que si pueden ser más exactas y su uso es cada vez más frecuente entre los especia­listas, como forma de señalar la necesidad de superar las concepciones que tra­dicionalmente han venido reduciendo la sociedad internacional a la sociedad de Estados y de enfocar su estudio desde una óptica omnicomprensiva y global, sin embargo, pensamos que, a pesar de su validez, no están todavía mÍni­maI?ente aceptadas. Por ello, sin perjuicio de que en un futuro próximo se im­ponga la expresión «sociedad mundiab>, estimamos hoy que la expresión más adecuada es la de «sociedad internacional».

Aclarado lo anterior ha quedado ya relativamente despejado el campo pa­ra plantearse la cuestión terminológica en .el segundo nivel que señalábamos, el de la denominación de nuestra disciplina.

En este punto, SPIRO señala, refiriéndose a los Estados Unidos, que si ini-cialmente se impuso la denominación «relaciones internacionales», en la déca­da de los cjpcuent-'b.ésta dio paso a la de «política i!!.te.!2!.acion~, pa"ra poste­riormente imponerse la de «política munáfá:l)"8'. -Cambios de denominación que reflejan adecuadamente las concepciones dominantes en cada momento. En Europa, sin embargo, la denominación «relaciones internacionales» sigue teniendo una" amplia aceptación.

Se impone, pues, clarificar las distintas denornjnaciones, tanto a ~fectos introductorios del estudio que sigue, como en orden a dejar establecido el por­qué consideramos que la denominación «relaciones internacional~s» es hoy la que mejor expresa el alcance de nuestra disciplina.

Las denominaciones" más usuales, que es necesario aclarar, son «estudios internacionales», «política exterior», «política internacionah>, «política mun­dial», «relaciones internacionales» y «sociedad mundial».

La denominación «estudios internacionales», frecuente en Francia, no ofrece especiales dificultades, debido al sentido muy general y poco preciso que tie­ne, ya que incluye todo lipo de estudios sobre la realidad internaciot,lal, se rea­licen desde una perspectiva jurídica, política, sociológica, psicológica, geográ­fica~·etc. Estamos, pues, más ante un área que abarca distintas disciplinas, co­mo las relaciones internacionales propiamente dichas, e] derecho internacio-

K SPIRO, Herbert, World Polilics: The Global Syslem. Hon1cwood, 111., 1966, p. 1.

INTRODiJCCION A LAS RELACION~JNTERNACIONALES ~. --

':~",záeiónlinternacional, la historia internacion~l, etc., que. frente .á'iuna disciplina científica concreta. ' .

MayOres dificultades ofrecen las denominaciones «política exterior» y «po-lftioa-inumacionah), utilizadas con frecuencia, sobre todo en los Estados Uni-dós, co·mo sinónimas de «relaciones interna~ionales». . _ ~P.or «política exterior» ~~.~.,~~te":~~rse el e~t~.~~<?_~.~ . ..1_~"LQ[1!!! .. SJl Que up

Estado lléva sus relaclon~~~E.ºl) __ <?Jr~s Estados, se proyecta hacia. ~l_ ~xleriQ¡ , es decir, se refiere a la formulación, im'plementación y ev~uación de las op~ ciones exteriores desd~~l interior de JlD Estado ... vistas desde la pE-~~tiva del Estado, sin atender a la sociedad internaciónal como ~ .ªJ. En ningún caso cabe, pues, utilizar esta· denominación como sinónimo de relaciones internaciona­les, pues éstas se refieren a un objeto mucho más amplio.

La denominación «~olítica in.!~!!!c~~~~!~ .. Ji~º~ yª 1J1~~~ªJ!!ªS_ ~~!!~~~, pues abarca una realidad más amplia que la de la política exterior, ya que se refiere no sólo a acciOñexte-iio¡:-ae -uñ"eado~-síiíó ai conjJJ.ni<)" de Ias relaciones inte­·restatales que conshtuyeñ el 'sfsTémaae Está¿io;". Aquí ]a perspecuvaoo-es la dCun Esta=ao,~siñó·la· de-'ese'Sisre-maen-su··conj"unto. Se comprende, así, que esta denominación se utilice con mucha frecuencia como intercambiable con la de relaciones internacionales. En esta línea de preconizar la denominación de «política internacional», para referirse a nuestra disciplina, se insertan nu­merosos autores, especialmente anglosajones. Lo que caracteriza a todos ellos es la particular atención que prestan a las relaciones políticas entre los Esta­dos, en base a que hacen del poder la clave par~ la explicación de los fenóme­nos internacionales, como consecuencia de considerar las relaciones interna-cionales como un sector de la ciencia política.

Esta posición, sin embargo, no es aceptable, pues si la disciplina de las re­laciones int~rnacionales es en bu_ena parte política internacional, no lo es ínte­gramente, ya que «las relaciones políticas no son las únicas operantes en la esfera internacional, y, aún suponiendo que sean las más relevantes, están su­mergidas en una trama de re~acioi1es también internacionales, pero que reba­'san el campo político» 9. BRUCAN seftala a este respecto: «En resumen, las dos expresiones -relaciones internacionales y polltiea internacional-no son idén­ticas, sino que abarcan diferentes esferas de operación, en la m'edida en que la de las relaciones internacionaJes abarca más. Aunque las dos están inextri­cablemente vinculadas, deben estudiarse por separado, en bien de la claridad analítica y de la determinación de relaciones causa .. efecto, aunque, en última instancia, sólo una comprensión de la interacción y de las interconexiones dia­]écticas que existen entre ellas pueden servir como base para conclusiones científicas» 10. Estamos, pues, en todo caso, ante dos disciplinas distintas, la política internacional Y, las relaciones internacionales, si bien las relaciones in­ternacioriales es más amplia, y por ello abarca la política internacional . ..

t} TRUYOL, Antonio, La teoría de las relaciones internacionales como sociología (Introducción al estudio de las relaciones internacionales), 2. I ed., revisada y aumeritada. Reimpresión con una bibliografía adicional, Madrid, 1973. p. 54,

10 BRUCAN, Silviu. The Dissoluti(Jn 01 Power, Nueva York, 1971; versión castellana: La diso­lución del poder. Sociolog{Q de las relaciones Internacionales y po"~icas, trad. de F. González Aram­buru, México, 1974, p. 63.'

INTRODUCCION 23

Algo parecido cabe ~ecir respecto de.la denominación «política mundial», tan en boga.--hoy día en los Estados Unidos, pues hace hincapié sobre todo en los aspectos políticos, aunque se diferencia sustancialmente de ]a política -in­tern-a-c':"'l-o-n~al-:-e--n~q· ué con la expresión '«mundial» quiere reflejar más adecuada- ' mente una realidad internacional que se presenta como global y eri la que~ por tan10, no cabe· ya 1á "'separaci6n entre eiIDeCIIo interno y el meaio ir:fernacio­nal, ~ada su proTünaa-iíitefPeiieiraci6n. E~-algunos casos ]a denom1nacióñ po­lítica rnunruaI s'é -úillizitámbién para poner de manifiesto la necesidad de su­perar la concepción estatocént'rica dominante en los estudios in~ernacionales .. Su estudio se dirige más al sistema internacional en su conjunto que a las rela­ciones interestatales en cuanto tales, si bien continúa centrando su atención en las relaciones políticas que se producen en ese sistema. ..

Por todo ello, co.nsideramos Que.la denominación más adecuada para nues­tra disciplina es ]a de «relaciones internacionales». La expresión «relaciones internaciona~es» ofrece un contenido más amplio que las que acabamos de ver, si exceptuamos la de estudios illternacjQDales. Con ella se abarca el conjunt9_." de las relaciones sociale.ut.u.e conflguran la sociedad, internaciQ"na1.l. ~ª{ºloJas de carácter político como las ~o p~lítfc~~:"j~iin'ec¿)nÓmlc~,s, ~~ii~!ih~~~J_b~ma-n~~~~~~, !~!iB§s'~~~tc., tanto las que se\ pro~ucen ~nlre los. Estados como las que tienen lugar entre otros actores de la sociedad lnternaclonal y entre estos y los Estados. De esta forma, y teniendo presente las consideraciones realiza­das en torno a la expresión «internacional», puede decirse, en principio, que las relaciones internacionales es la ,ciencia que se ocupa de la sociedad internacional.

- -~~ ........... - . "h~_ "', .;_""" .. '-¡'o'~r----""":--- "'" .---..of~'d'2? sr.; r.: ~n~ - .• -:. ..... ,~ •• ~ ........ =-~'*l':l _ ~ .. . : .... -::; .. ~.,....:."W

3. PARADIGMAS Y RELACIONES INTERNACIONALES

Referirse', en la actualidad, a la teoría y'a la ciencia de las relaciQ..Iles inter­nacionales supone necesariamente plantear, antes que nada:-~~-tema q~e' es hoy' céñtfal en nuestra disciplina, como es el del paradigma científico de las relaciones internacionales. Si, en anteriores momentos de la todavía corta his-10"rla- de las relaciones internacionales como ciencia, el objeto de debate estuvo centrado en el campo de estudio, en el concepto o en la metodología más ade­cuada para el análisis de los fenómenos internacionales, d¿sde finales dt l<?~_ ~ años sesenta es la cues!!~!!.,.!.~J.~Fiya_ª~ J?ar~~Jg,w.-ª, 5!~~~,.!~.si9nes , internaci0r-~"~ nales la qrre está en er centro del qebate teórico que caracteriza esta ciencia. ,-. La cuestión no es superflua o b~ladí, pue's lia¿é-referenciá'a'Ios-való"tescoñ que el estudioso interpretra el mundo y a la visión y modelo que está en la base del intento cien tífico de aprehensión de la realidad internacional. K. J. HOLS­TI, al plantearse el reciente debate existente en el campo de las relaciones in­ternacionales sobre los paradigmas, señala acertaqamente que el mismo «no es meramente una cuestión de cuál representación o modelo del mundo es más consistente con las realidades. Cuestiones más fundamenta]es están implica­das; cuestiones relativas a cuáles son las unidades de aná~i~is apropiadas o cru-

INTRQDUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES .

cj~est cuál·-:Cs ~ eentro y las periferias en e.l campo de estudio y, lo más impor­tañii,- cuáf es·.l« "propia materia de estudio» 11.

, o o o· ~icuái'oes:la °razó·n de que hoy la teoría y la ciencia de las relaciones centren 'su .:debate en "la cuestión paradigmática? La razón parece clara. Por un lado, y esto ya l~ hemos señalado, se debe a la propia evolución y cambio de la reali­dad internacional, que es objeto de estudio. Los profundos y radicales cam­bios s~ciales, políticos, económicos y científico-técnicos, de una parte y el es­pectacular aumento cuantitativo, en el plano de los actores y de las interaccio­nes, de otras, acompañados por la aparición de nuevos y dramáticos proble­mas y el agravamiento de los anteriores, que sobre todo desde la Segunda Guerra Mundial han experimentado las relaciones internacionales y, con ellas, las so­ciedad internacional, han influido poderosamente, como no podía ser de otra forma, eon la evolución de las propias concepciones científicas de las relaciones internacionales y, con ello, en el paradigma que las inspira. El contexto histó­rico es, pues, un factor que debe tenerse en cuenta en orden a entender el ac­tual debate. Como debe tenerse en cuenta también, al mismo tiempo, el con­texto científico que caracteriza la evolución de las ciencias sociales en cada mo­mento histórico, que, en nuestro caso, ha influido igualmente de forma deci-. Slva.

De acuerdo con lo anterior, el objeto de este apartado es plantear y anali­zar en su dimensión teórico-práctica la cuestión general del paradigma de las relaciones internacionales, a efectos de, sobre esa base, poder posteriormente adentrarnos con mayor sentido en el estu~ .... cº-º.c.(eto del deSalIQUº Qe.Joas.J·~.::. laciones internacionales comodlsciplífia'científica y de las distintas concepcio­nes -teó~i€as.-Qe-las-1etaciones-inteFñáciona1es : Esta °ap'roxiniacfón llllciai ~os fa­cHitá~á ía mejor comprensión de dichas· coñ~epciones teóricas y lo que estas suponen en la interpr~tación de la realidad internacional. De ahí la inclusión inicial de este apartado y el sentido absolutamente general e introductorio que tienen estas consideraciones.

Si hubiera que ~~l!.~i.L cl!ál,ha sido J.!.§it~ación _Qs.1~t~r!~d.~_J~,s~I~laci~Q­nes internacionales en los últimos t~escientos años, habría que afirmar, con K. J. HOLSTI, 9.ue,en fefñiíño~_~:g~erareS~o~~:eoo '~~~~deo. éIe9;i~_Slli¿dcsde el siglo -- _----.,. ~---.~ __ ... ,_ ,J __ , ....... ---.

xVITTiasta fecha relativamente reci~I!te un.Único paradigma..ha .. dominado.ab-solutªment"é-en el campo: del oesftidio de las relaciones internacionales. Se trata. deo. paradfgm-a hoy denominado tradicional, realista estatocéntrico, que hacía ~ EstaOOy-tleloopooer los referentes absolutos para'el análisis de la~eiaéroñ.-es - ' -o

. ----....... lnternaclOna-lesJl- ,, __ o 0 0 J O -o. o ~. , .... "0 - - - o o .

o o '- -~---D~é~ta' forma, durante más de tres siglos, en concreto a partir de la confi­guración del sistema europeo de Estados, ha existido un claro consenSo inte­lectual y científico que ha generalizado una visión de la sociedad internacio­nal, determinado el pensamiento internacional, guiado la investigación empí­rica y proporcionado respuestas a los problem~s que planteaba la política in-

11 HOLSTI, K. J., The Dividing Discipline. Hegemonj and Diversity in Inlernaltional Theory, Boston, 1985, p. 4.

H HOLSTI, K. J., op. cil .• p. VII.

INTRODUCCION 25

ternacional. Esta monolítica interpreta.ción científica de las relaciones interna­cionales sólo ha conocido históricamente excepciones aisladas, sin incidencia real en' la teo~i~ac~n inter~~~.~oº~l , . .1,a~. QJás_I~J .. ~~n~ d.il~s ,cuales es e(mar~-' -

• ---:--- --.. • _ .- • • ........ -.........- , - J .. . ! _ , ___ , ·V.'--___

Xlsmo. Eñesié sentido, a pesar de la gran variedad de escuelas y concepciones teó­

ricas y la ausencia de un marco conceptual, teórico y metodológico, común­mente aceptado por la mayoría de los estudiosos, que caracteriza a la teoría de las relaciones internacionales, ésta se ha movido hasta fecha reciente en un contexto intelectual y científico cómodo, cerrado en sí mismo y confiado en su virtualidad explicativa de la realidad internacional.

Hoy, sin em bargo, esa situación ha cambiado. Desde finales de los años . _ sesenta han aparecido nuevos o remozados paradignlas-;'ñuevas concepciones e lmjgen~ .@_ini.in9.<?, .ql!~,~Ilfr~!1ttiI}dose críti~a!!!~~~_~?n el,paradigma t!a- ~ .

- dic~!1al, tr~tª.º Q~ s.er reflejo-ªq~.~_u,!~,<? ~e~~o~ _~_~m~~~s_.~~p~!im~!!tªººs.l!ot:lí!, '-sociedad }!1J~~.IJ-ªciQ.I1~.1 y tr~tan, qe, ofreG~(' r~~p..Y~~l!!S~ .. ap.rQJ.lia das a los. nuevos. .. . .. -.-,-' .. ~J~,ma~ De esta forma, las relaci2.nes internacionales se encuentras sumi-das en pleno debate p~igmárlco~bate que, como ya hemos señalado, es ~entraJ en Dl1est.r~etlelft, }la qtle Afies refer~Jlirectil y 'pone. en-,~~.estió.![ el propio concepto .. y o QJet~ . de e.stuili.04e.,)as relaciones internacionales, ade-

... • ....... _ . _. __ • • IJ' - • •• .. ·o- J :- • "'-~""""""",,,_ . ___ ,"._ ... _ .. _ ... _ .,......~ .. ~~,,-,,~-~,,,,,,,-- •• ,,,~

más de . det~rminar las solucione& .. que Se:aw9.f.L~9J~Jl_ª~ljt.QrºJ~le.m~1i~~ P.~.tP!.~~~_~.:~ · ".Je~ ) Como veremos, en última instancia, -de ahí la importancia del mismo-,

lo que este debate ha puesto en juego es la noción y la realidad misma del «cam­bio» en las relaciones internacionales.

Sin embargo, a ·rectamente en el tema, es necesario clarifi-car qué se entien e por paradigm , dada la multiplicidad de significados y al­cances con que se ha este término desde su popularización por Tho-

~

mas S. KUHN en la obra The Structute of Scientific Revolutions 13.

~ , t El propIo tillHNusaenesa'·oora erconcépto ' er(vemniíñ~ séñJI{ºs djfe[en- ' _~ tes. Posteriormente, haciéndose eco de la crítica que por ello se le hizo, ha tra­tado de clarificar ,este punto, admitiendo el uso del concepto de paradigma en un doble sentido: «Por una parte, pasas por la completa constelación dhcreen­cias, valores, técnicas, y así sucesivamente, compartidos por los miembtos ae---' _~_"":" ~ .:... " .., ~ ,.~ _ ""'~"A ' -"" ..• ;,~~~ .,..~...". ""' ~ ",-, .. 00.;- . ' , - . ' . __ ... . ... 1~.1::t: .. / : ,. ., . ' - _ . ... . 't l .-# \ , . . ... ' ·a. ~ .. - .\._. -

~- 'úna cornliñloaéraada. ~or la otra, denota una especie de elementp ~º tal,c.ons:: . "telación, las soluciones:-enigmas concretas que empleadas~como modelo~ q_~eJem- , - '7

'-pros ·pü·~déº . _r~~mpl.~~ar_ a regl~s . e~p!j~~t,as. .-.~Q~o J;)~~~ .para hi ' S'~h!~j~,I1 ._~:~J9§ '. enigmas res.tan'tes'··de la ciencia norm~:ll» 14. Ef primero' "]0 -lféfenomina «matriz

J

disciplinaria» y el segundo «el paradigma como ejemplar». Aun así, como ha señalado la crítica, ambo~ conceptos continúan siendo ambiguos y excesiva­mente genéricos, lo que dificulta la identificación práctica del paradigma o pa­radigmas de una disciplina científica y permite la existencia_de un cierto grado de confusión y contradicción.

Esta confusión en cuanto a lo que es un paradigma es evidente en el campo

13 KUHN, Thomas S., The Slruclure 01 Scientific Revolutions, Chicago, 1962, ed. castellana, La estructura de las revoluciones cientlficas, México, 1971.

14 KUHN, Thomas S., op. cit., p. 269 de la ed. caslellana.

2-6 'INTRODUCCION A LAS RELACIONES lNTERNACIONALES

~1MIIii1íPfl Af¡¡1W~~~~lk'JIoWolJIoA.IIoAI~ASí, pO r ej em p lo, hay est u di osos, como L [­,.....,G1 aonsiderarn que el behaviorismo es un paradigma 15, lo que es

pu icho por la mayoría de los especfáJistas. Afgó-parecido sucede e n V ASQUEZ, e habla del paradigma idealis~a, cuaD.49 lfl .~m~Q!l~._~~ los auto ._~H-9.~r para~l_gñia. ,i~~~.1ist_,rrió ~s dife!~n~~ .~.~.~._ ~~~~~~~,ma-~r.~a­Usta 16. Otros~~ PETTMAN';\~te _a _ Ios_~re~ ~a~~d~~~as. q~~ !l~r~~~_l_~~~­te se afirma q'oe-extsten..en nuestro campo, consldera que sólo hay dos para-Bigma~~u~ .. ~list~y-estructuia]ista 17. Inch.1so entre los numerosos estudios-que réconocen la existencia de tres"paradigmas existe una gran variedad de matices no sólo terminológicos, sino también respecto de las características más rele-vantes de los mismos. .

Eg~ confusj_ó!l.~ debe a que frecuentemente, ante l~. fa_~~_~_~~~~<S.~.I}~<?J2.~.~ un!vocq de .paradi~I1!~~st~ _se },~eI}_~~.r~~ª, . $~gúq..1os e!;p'.~c~listas, COl1 . c;º-nc~p­é.ió!1J?~~L~~~~.iv .~~ enfoqu~!~!~~J., ~~~.rí.a g~E~raJo ~~!Qdo .. Sin embargo, aun­

ue la base de un paradigma es fundamentalmente sustantiva, un paradigma , ''''''"00 '- simplemente una concepción, ni un enfoque, ni una teofia~" nC·ml.ÍC.11o

enos un méto¿ró~ii- 'p'aradígrri"a corislste, de-'a'~~rdo can eL~p.¡ritü--4e...lQ señalado por KÜ··HN, eñ una se~Ieude'postulados fund~rpel}taJ~s SQbre elJllWl.-

"CoI:a.P'CI L .... ---. ~L¡ .. l . . v-t-t-----~\~~ .......... _ .- .. - - -_ .. ~ .... ,,-...- '- -__ . A -1 .-....

do, que centran )a .... él~ncjóa.del estudioso......s_oJlre.~cktlO.§...fenó.m enOS,.,..determi~;>. __ ~ ~ .- _ _ ~ ... _ _..., A~~~

-- nan49 ".~~ i_n_t .erpr~(ª-cjQ.D~ ... -' "7 ,

~á~~et!iÍl.~ cC!.~~pt~LJJe pjM"adigma p!lede definirse, sigttieRQQ -a-V' ASQu~~. _como «las supo~!cie/}:-e.~JYl"rjq!11e1).IQles4lJe hocen los espffiql¡~-. ~of!~~- e./ mundo .. que estdll.~sJ1J.(JiQn!il!;lEstas suposiciones proporcionan res-

"püestas a las preguntas que deben ser planteadas antes de que empiece la teori­zación [ ... ]. Al responder a estas cuestiones, las suposiciones fundamentaJes forman una representación del mundo que está estudiando el especialista y le dicen lo que es conocido sobre ese mundo, lo que es desconocido, cómo debe­ría verse el mundo 'si se desea conocer lo desconocido y, fina/mente, /0 que merece conocerse» t'!JEn este sentido, es claro que un paradigma sólo cam­bia cuando se modiflcan esas suposiciones fundamentales, y que sólo aparece un nuev paradigma cuando aparecen nuevos postulados. básicos sobre la rea­li

Sobre la base ae lo anterior es evidente, C0Q19 ya hemos apuntado, .que en -......:.... ' . -. '-

____ ~ cap.!.J2..~de 19S . _~.s1Y.dios~intem.acianale.s h~~t'Lfecha ~eciente ha dominado de forma absolu.ta .u!1 único p~.r~(U.~~a, .q~DPminad-Q_p,~raª~8,~Ipfr~~~i~a·,tradi­cionaJ ·o--estatocéntrico, que h(\marcado las.1íneas.maestras de la investigacTOn y la irÍterpretaci'Ón ' de' lós fe.nó,menos int.ernacWnales durante más de trescien-

tos ~:~~~ ~sta perspecti~a, G Ho~~a seilalado acertadamente que la teoría internacional y, en consec\iencia, eJ paradigma tradicional y l<?_s" d~!TI~s

l~ LJJHART, Arend, «The Struc(.ure of the Theoretical Revolution in International Relations», International Studies Quarterly, vol. 18 (1974), pp. 41-74.

16 VASQUEZ, John A., The Power 01 Power Politics. A Critique, Londres, 1983, pp. 13-15. 17 PETTMAN, Ralph, States and Class: A Sociology 01 lnlernational Allairs, Londres, 1979,

pp. 53-54. IR VASQUEZ, John, A., op. cit., p. 5.

INTRODUCCION 27

paradigmas han girado y giran ª"l~pJ. __ Q.~ .. ,tres cuesti0.!l~cl~ves,~.gue son: c!:¡;:-p-'as causas de la guerra y las condiciones CkTa' paz-segu~d-orden; un

9b1ema subsidiario fundamental es ~ uraleza del pode~Los actores esenciales y/o las unidades de análi s;' 3. as imágenes del mundo-sistema­sociedad de los Estados.» La primera tión es esencial, por cuanto es la ra­zón de ser de] campo de estudio, mientras que las dos restantes nos dan las cla ves para la solución de los problemas 19.

Ul paradigma tradicional ha sido el que ha proporcionado hasta finales de los años sesenta el marco intelectual en el que se ha desarrollado prácticamen­te toda la act~vidad científica en el campo de las relaciones internacion!lr§DEl reto a este paradigma no se ha producido, por tanto, de la mano del debate entre idealismo y realismo de los años treinta y cuarenta o del debate entre

~

tradicionalismo y cientificismo de los años cincuenta y sesenta, que han carac-terizado una parte importante del desarrollo de las relaciones internacionales como teoría y como ciencia. Tampoco ha venido, sin más, de la simple am­pliación del campo de estudio, como conse~uencias del reconocimiento del pa­pel de los actores no estatales, ni de la proliferación de nuevos enfoques o el descubrimiento de nuevas dimensiones en el estudio de los fenómenos interna~ cionales. Mucho menos ha venido de las «revoluciones» metodológicas que se han producido en nuestro campo de estudio.

Como ya hemos apuntado, ni el idealismo ni el behaviorismo han puesto en entredicho el paradigma tradicional, ni han dado origen a diferentes para­digmas. Entre otros muchos estudioso~, como V ASQUEZ, que ha estudiado en profundidad la cuestión respecto del behaviorismo 20, hay que destacar la clara posición de BANKS en este "punto: «Al igual que el idealismo anteriormente, el behaviorismo nunca cuestionó el paradigma realista subyacente, se concen­tró en los métodos de investigación, al igual que el idealismo se había centrado en los valores y las prescripciones de la política. Ambos dejaron al realismo el control de las cruciales suposiciones estatocéntricas» 21.

La puesta, en entredicho del paradigma tradicional sólo se ha producido a consecuencia de la formulación de nuevas y diferentes respuestas a las tres cuestiones clave señaladas por HOLSTI, es decir, ha venido de la mano de nue­vas y diferentes conceptualizaciones e ideas sobre los procesos clave, los acto­res y las imágenes del mundo.

Ha venido, en última instancia, de la aparición en primer plano en el cam­po de las relaciones internacionales del problema del «cambio», es decir, de ~~ to~ª._"q~"_~.21!~i~n,c.ia..g~1_caq~J?"~9 __ 'l!1 ... e se ha .producido en la" sociedad interna­

-'cional respec0_ ~~ u_~.pªsadº~~! ~l!?_~!~!) JlLDar~9J¡m~1!ª5tt~iÜj1iiI~i~~e ' Ia~'~' Trecesiaaa, en consecuencia, de buscar nuevos paradigmas capaces de d~r .. aae7 "- -cuada~E1!' ~:"'~~~~zn!!~.Y,~í~!Ji~a.d.--r.ranto 'etl'a.ra'digma 'realistá como los pa-

.... ra(l'lgñí'"ás alternativos están condicionados por ]a propia realidad internacio-

19 HOLSTI, K. J., op. cit .• pp. 7-8. 20 VASQUEZ, John, A., op. cit., pp. 19-23. 21 BANKS, Michael, «The Inter-Paradigm Debate», en M. LIGHT Y A. J. R. GROOM (eds.), In­

ternational Relations. A Handbook of Currenl Theory, Londres, 1985, p. 11.

28 INTRODUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES

nal y por la-percepción que de esa realidad tiene el estudioso, que determina sus prioridades de estudio. Frente de la high politics, .que se refiere a la activi­dad diplomática-estratégica y que es el objeto de análisis del paradigma tradi­cional, los paradigmas alternativos hacen hincapié en la creciente importancia de la llamada low polities, que se refiere, entre otras, a las actividades econó­nUcas, científico-técnicas y culturales, en la actual sociedad internacional.

El ~ro~l~~.~!~~do en _~l ~esarrollo de nuevos ea~~2.i~~.s y e~ el debat: entré estos esta, aSILen [a cuestión clave de cóm~ ~~J?~~~I_~l .~.~~.i~ e~ J~s, re­laciones internacionales y en el alcancé del mTsñio. Frente a un paradigma tra­dicional que tiene":coI1ro--ptifféipio la continuidad, que tiende a desconocer el cambio real y para el que, por tanto, en principio, el cambio no es un proble­ma teórico, los nuevos paradigmas hacen de la noción de cambio su razón de ser 22. Lo más importante, sin embargo, es que asumen el cambio en una do­ble dimensión, por un lado, en cuanto realidad o hecho que se ha producido. en las relaciones internacionales y, por otro, en cuanto valor o ideología, que debe guiar la teorización sobre la realidad internacional de nuestros días, ins­pirando.las soluciones que se ofrecen.

Desde esta óptica, que hemos tratado de explicar, sólo cabe establecer, en consecue' existencia actual de ..... relaciones iqterna-

. .. El aradigma tradicional, también llamado rea~estatocéntri-ca, que es e que ha dominado el campo hasta fécha recien ': 2. 1 paradigma de la dependencia, también llamado neomarxista o estructuralista, según los énfasis con que se formule, que, aunque encuentra sus iniciales formulaciones en MARX y ENGELS, sólo a partir de los años sesenta de este_~quiere carta de naturaleza en el campo de las relaciones internaciona~l para­digma de la sociedad global, transnacional o de la interdependencIa, que pre­senta también diferentes formulaciones.

A) EL PARADIGMA TRADICIONAL

Aunque este paradigma de las relaciones internacionales, que ha domina­do durante más de trescientos años, es fruto directo, como veremos posterior­mente, de la teoría política y de la experiencia que se deriva, a p3:rtir del Rena­cimiento, de la afirmación del Estado como forma por antonomasia de orga­nización política y social, y de la teoría y de la experiencia que nace de la cons­titución en el siglo XVII de un sistema europeo de Estados, no debe olvidarse que los fundamentos del mismo hunden sus raíces en una larga corriente de pensamiento, que se remonta a MENCIO, KAUL TILYA y TUCÍDIDES. Su defini­tiva configuración será producto, por otro lado, de la experiencia de los críti­cos años treinta y del período de guerra fría, que se abre a partir de 1947. La concepción del realismo político, o del power politics, que se impone en esos

22 Vid., DUNN, David J.; «The Emergence of Change as a Theoretical Concern in Internatio­nal Relations», en B. BUZAN Y R. J. B. lONES (eds.), Change and the Study 01 International Re­lalions: The Evaded Dimension, Londres, 1981, pp. 71-84.

INTRODUCCION 29

años en el campo de las relaciories será su más patente expresión en el campo de)? teoría de las relaciones internacionales. ~ base de este paradigma descansa en la teoría política que, como reflejo

de una realidad que experimenta un proceso de concentración y secularización del poder a nivel de entidades políticas y de desc~ntralización a nivel interna­cional, se desarrolla e impone desde la Edad Moderna, de la mano, entre otros, de MAQUIAVELO y HOBBES. Teoría política que, al entronizar al Estado co­mo suprema unidad política y al dividir la vida social en dos mundos contra­P!lestos, -uno, el propio del Estado, en el que se presupone que a través del pacto social reina el orden, la ley y la paz, y otro, el de la sociedad internacio­nal, en el que reinan la anarq uía, el estado de naturaleza y la ley del más fuerte-, determina una visión de la realidad internacional en la que el Estado y el poder se transforman en e] actor y el factor de referencia para la política y la tePI sistema europeo de Estados que nace formalmente a raíz de la Paz de estfalia no será sino la confirmación de esa dinámica.

Desde esta pcrsp.e..mYa_l..lª característica específica de las rela~i.~lneS inter-. .-:== .... ~-._ .. - _ .. -. ..., .... . -""~~o.r_ ...... ___ ~ _ ..... ~~..;wy,,-?~_.~.~.~-~

~cjQp~I~S( .. ~tª~Ala legitimidad del recurso a la fuerza armada por arte de los Estados y en la separación de las esferas de la política interna y de la políti­ca internacional. En ésta los Estados operan « racionalmente» en función del interés nacional y de 1a relación de fuerzas. EJ poder se transforma, así, en el f-ªctor decisDrio de las rela~_iones interna.,cionales 23 y el equilibrio del poder en la dinámica y la política que, sin eliminar la naturaleza sustancialmente anár­quica de) sistema internacional, asegura un mínimo orden que tiene como fin la supervivencia y perpetuación de los propios Estados a base última de este -----------.-----'-planteamien~~á en lasJmsiºemciQº-~g~ g~.~"",_~_ª-. am~.wiciólLde--PQ~~~_~~~l!~ . '-ente a la naturaleza hum-ªº-~.t- dada., eLsentimiento . .de" jnseguridadc.an .q,u.e., .s~_

mueve ~l'h_o·mbr~ .. ~I) -~l ~~ndQ~ ~ay, d.~ est~ for~~, uº cl.ªr.9 p~s,t~,~~~_~ .. ~~tro-·p-üíÓgico_ en la.interpr.e.tacióD-_dAe. la naturaleza ,bJlmfHla_. _._ ~ --,. ... -..-

. ~ " Sumari~mente, puede decirse que el paradigma tradicional ofrece una vi­sión de la soc.iedad internacional, que determina su interpretación, caracteri­zada por tres postulados generales:

1) Existe una rígida separación entre la política interna y la política inter­nacional. Esta tiene su propia moral, en la que priman los valores del poder y de la seguridad y en ella las motivaciones humanas no son relevantes.

2) Los Estados y los estadistas son los actores fundamentales de las rela­ciones internacionales. Los seres humanos sólo cuentan como miembros de un Estado. Las relaciones internacionales son y deben interpretarse como relacio­nes interestatales.

3) Las relaciones internacionales son, por su naturaleza, esencialmente con­fictivas; son, así, la lucha por el poder y por la paz. El poder es el factor fun­damental de esa política 24.

23 Vid., ARENAL, Celestino del, «Poder y relaciones internacionales: un análisis conceptual», Revista de Estudios Internacionales, vol. 4 (1983), pp. 501-524.

24 Vid. I GILPlN, Robert G., «The Richness of the Trad itian of Political Realism), lnternalio­nal Organiza/ion, vol. 38 (1984), pp. 287-304.

'S'O lNTRODUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES

~ ·¡En ese contexto. ~onf!ictivo, en el plano práctico, la prioridad que inspira la investigaci6ííQUc; sedesarrolla bajo este p,aradigma está constituida por la seguridad:nacional. Al no existir un poder superior, los Estados han de velar P01"SU propia seguridad. PUCHALAY FAGAN han podido, así, denominar tam­bién esta imagen dominante de las relaciones internacionales como el pa~adig­mar. ae la ,política de segu~idad 25.

Este paradigma, que hemos esbozado en sus rasgos más generales, pero que se-manifiesta teóricamente bajo múltiples y diferentes formulaciones en los nu­merosísimos estudios que la han adoptado, ha alimentado una larga tr,\dición de indagación teórica y empírica, que ha servido para explicar la naturaleza

. y,dinámicas de la sociedad internacional, es decir., por qué y cómo los Estados - hacen la guerr~, conducen su diplomacia, elaboran el derecho internacional,

constituyen organizaciones internacionales y, en general, organizan el poder de acuerdo con sus intereses y objetivos. En este sentido, su contribución al -. -" .,.~'-- " - . , -

desarrollo del estudio de las relaciones internacionales ha sido deCIsiva y hege-mónica, en el sentido de ~rie~tar la ciencia de las relaciones internacionales -por un determinado ,camino y proporcionar una visión del mundo que ha per­mitido un desarrollo coherente y acumulativo, desde su interpretación parti­cular, del conoci~iento en nuestro campo de estudio.

Al ocuparnos del realismo político tendremos ocasión de detenernos más en detalle en los postulados, características y consecuencias de este paradigma.

B) EL PARADIGMA DE LA SOCIEDAD MUNDIAL

r;:;s cambios que experimentaban las relaciones internacionales a partir de / li-ié~~da de los sesenta, a raíz del nuevo clima de distensión que se va

generando, que favorece la toma de conciencia de los cambios que ya se habían venido produciendo aceleradamente desde la Segunda Guerra Mundial, unido a la insatisfacción que empiezan a sentir los medios académicos respecto de la capacidad del paradigma realista para dar adecuada cuenta de una realidad internacional cada vez más compleja y problemática, da lugar a la aparición desde finales de los años sesenta, como ya hemos señalas!9~e dos «nuevos»

/ paradigmas en el campo de las relaciones internaciQna1e.s.1' -" J

r11ño de ellos, el paradigma de la sociedad global o mundial, también llamada p~digma de la __ !!,:terdependencia, va a conocer un importante· desarrollo en el mundo académico norteamericano, dando lugar a un nuevo debate en nuestro

, ,

campo de estudio entre realismo y globalismo. Este paradigma de la sociedad mundial, que se desarroll~ en los años setenta,

no es, sin embargo, nuevo, sino que sus postulados tienen una larga tradición de pensamiento, que desde los estoicos, a través de distintas formulaciones, llega a KANT. Lo que sí es nuevo es la formulación con que se desarroJIa en los años setenta, que es reflejo de una nueva realidad, y el alcance y fuerza

25 PUCHALA, Donald J. y FAGAN, Stuart 1.; «lnternational Politics in the 1970s: The Search of a Perspective», Internalional Organization, vol. 28 (1974), p. 248.

INTRODUCCION 31

'Con que lo hace, pues ya- no es una simple exigencia de la razón o un deseo humanitario o moral, sino una exigencia que además impone la propia realidad de nuestros días ~._ .. - ," ~ ... - , .. ' -'-", "

La neceSl ad de este nuevo tiara..digma viene determinad~)n opinión de --- -~ ,..-.. ~~ sus defensores, por una realidad internacional que poéo tiene que ver con la que originó Y justificó el desarrollo del paradigma realist"a. Si, por un lado, la sociedad internacional es ya radicaIment,~, d¡fer.ente, en todos los planos, de la Slmpresoc¡éaádpóTíficá:ae""'Estadó~s . q~..e..eLpara.digm~ !fa.dici9n~ .ti~ne como postula,~~Q':JJof"ofro, er~uevOcrr~w~~~e ,4!st.eOr-siÓE que conocen -las reI~ciones -Este:Oes~Sl~j~~9~~~fYyi~~E~~ .. ~e l~ ~eguri'dad~ñacíOii~: ca,r~c.ter~,s.tico ael realismo, ya no constituya una prioridad en la investigación . .----"""NtAGHROORi ·d~ib·tija así 'la situación: «La inutilidad de la fuerza, aunada a la proliferación de las organizaciones internacionales y el surgimiento de la interdependencia, sugiere a los globalistas que los Estados ya no estarán preocupados por las cuestiones de seguridad que dominaron la política

. internacional a lo largo de la década de los sesenta. En consecuencia, ven el paradigma realista como pasado de moda» 26.

Aunque los primeros ataques al para~igma traqiciQnal se producen ya en los años ses~nta; setan 'KEOHANE y NYE, por un lado, y KAISER, por otro, como veremos posterio~mente, los que de una forma precisa primero plantean la necesidad de una alternativa. Sus críticas al paradigma realista descansan principalmente en su ignorancia delos proces~~, transnacionales y de los actore~

"'no estat,ales, que tienen, en su opinión, un papel central en las actuales relaciones tñfy:niJ&i~Qllales .. Dados-los cam bios que se han producido en el campo social, económico y de las comunicaciones no se puede hablar ya exclusivamente de una sociedad de Estados con relaciones limitadas prácticamente al campo diplomático y militar.

Este énfasis que ponen en la importancia de la política transnacional y en ., la dimensión económica y científico-técnica supone la negación de que las relaciones internacionales sean por naturaleza esencialmente conflictivas y puedan interpretarse exclusivamente en términos de lucha por el poder. Aunque se reconoce el carácter conflictivo o,mejor, «problemático» de las relaciones internacionales, se afirma igualmente su carácter cooperativo. ~n última instancia, este cambio que se produce en la interpretación de los fcltomenos internacionales, que tiene como eje principal precisamente a los Estados Unidos, responde en gran medida a la necesidad de dar respuesta adecuada a los nuevos problemas de liderazgo económico a que, en ese nuevo

..... ...-contexto internacional, tiene que hacer frente e~~~~~/De ahí que las opciones ideológicas subyacentes en una parte importante ae estas concepciones no preconicen un cambio radical respecto del orden internacional y en el manejo de la interdependencia. .

A partir de ese momento, numerosos estudiosos avanzarán por esa línea,

26 MAGHROORI, Ray, «Introduction: Major Debates in InternationaJ Relations», en R. MAGH­

ROORI y B. RAMBERG, (eds.), Globalism versus Realism. lnternational Relations Third Debate. Boulder, Co., 1982, p. 17.

32 INTRO'DUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES

ttatand0 de.pédilar ~y desarr~llar, mediante diferentes formulaciones, el marco ted'tiho }'fCQnoeptUal capaz de analizar e interpretar adecuadamente una realidad internacional, q~e presenta características diferentes a las de la sociedad iátemacional anterior a la Segunda Guerra "Mundial. : ' :Sumariamente, los pri~cipales postulados de este paradigma son los

• ., 1Z .. ~."",~ • • 0:;" . .. ... _ __ • _" .. , ___ - . - r-_LI'-"~

siguientes:

1) El mundo, como conse'cuencia del acelerado desarrollo social, económico, científico-técnico y comunlcacional, está caracterizado por el creci fenómeno ~~ __ la_ .int~r~~.º-ºencia .. Y de.Ja COQperación y se, ha ransforma o realmente en una sociedad mundial. Sus estructuras y dinámicas

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han experimentado un camolo transcendental. Este fenómeno ha orIgInado nuevos problemas y r~tos, ha suscitado necesidades y demandas nuevas y ha dado lugar a la aparición de valores e intereses comunes al conjunto de esa sociedad mundial. Las relaciones internacionales no se co~responden, por tanto, con el modelo exclusivamente conflictivo e interestatal del paradigma realista, sino que responden a un modelo basado más en factores culturales, tecnológicos y económicos que estrictamente políticos.

2) En este sentido, uno de los más importantes cambios ha sido e1 debilitamiento del papel y significado del Estado~ como entidad soberana y como estructura capaz de garantizar el bienestar y la. seguridad de sus ,ciudadanos, y la aparición de nuevos actores, tanto intergubernamentales como no gubernamentales, de las relaciones internacionales, que, por su acción transnacional, tienden a limitar aún más el 'margen de maniobra de los Estados. El sistema internacional ha perdido, pues, el carácter estatocéntrico anterior.

3) En consecuencia, ha desaparecido la tradicional distinción y separación entre la esfera interna y la esfera internacional. El fenómeno d.e la iQ!erdependencia. y la n~esidad de ate~der a .las deiñañaas~déSaü~lIo ¿cOñmni~ :Y SOClai tIa-crb~ado -al-~.~t.~~~. a .. ~~.rl'~~MSª~_Y~~-mas .aL.exteFIOF·;

lo que 6a acrecentado aún mas-es.a interdepe'nden~ja y restcingido .. su mafg0n ·· Qe aui6''tioíiiiil'- Tódo ello hace qué~ya 'riósea posible separar la política interna y la j)o1ítiea internaci.onal y que el comportamiento internacional del Estado no pueda e~plicarse· en términos exclusivamente políticos y militares.

Desd~ la perspe9tiva de las relaciones internacionales como ciencia, la consecuencia más importante de la adopción de este paradigma es una redefinición y am.pliació·n del e'ampo de estudio y, por tanto, un replanteamiento de los modelos, categorías y conceptos con los que analiza la realidad internacional. Aunque en este punto la variedad de planteamientos es grande, así como las opciones ideológicas implícitas en los mismo$, pues hay notables diferencias entre, por ejemplo, los que se insertan en una concepción propiamente transnacional y los que de forma estricta pueden denominarse como globalistas, en general puede decirse que los principales efectos materiales de la adopción qe este paradigma son los si.guientes.

En primer lugar, como consecuencia de la desaparición de la distinción entre ]0 interno y lo internacional y del debilitamiento del significado de las fronteras estatales, debido al fenómeno de la interdependencia, el campo de estudio se

INTRODUCCION 33

amplía desde el sistema internacional clásico a un sistema mundial global en el que ya no cabe separar lo interno y lo internacional. Se afirma, así, una visión e interpretación holística de los fenómenos soc~ales.

En segundo lugar, el cambio de la naturaleza de la sociedad internacional, ahora mundial o universal, que ya no es esencialmente conflictiva, sino también cooperativa, que ya no conoce las fronteras estatales, ya que cualquier evento tiene repercusiones mundiales, origina una ampliación de las dimensiones, estructuras y procesos, objeto de consideración.

Como consecuencia de lo anterior se produce una ampliación de la problemática característica del estudio de las relaciones internacionales. Al clásico problema de la guerra y de la paz que continúa presente, e incluso, se acentúa y dramatiza por efecto de las consecuencias del arma nuclear, se añaden los problemas derivados de las relaciones económicas y culturales, del desarrollo y del subdesarrollo, de la desigualdad y de las privaciones socioeconómicas, del hambre y de la explosión demográfica, del agotamiento y explotación de los recursos, del desequilibrio ecológico y de la opresión y violación de los derechos humanos. Todos se presentan como problemas inseparables, que pueden llevar a la guerra y el conflicto, que atestiguan el carácter mundial del sistema internacional y la naturaleza global y común de sus problema~ y, en consecuencia, de sus soluciones.

También se produce una ampliación en cuanto a los actores. De la conside­ración exclusiva de los actores estatales se pasa a una consideración que toma también en cuenta los numerosos y variados actores no estatales, supranacio­nales, transnacionales, subnacionales e, incluso, a nivel de seres humanos, que están presentes y actúan en la sociedad mundial y que en algunos casos desem­peñan un papel más decisivo que los propios Estados.

Finalmente, se produce un cambio en los valores imperantes, o que deben imperar, en el sistema. De los valores exclusivamente individualistas y nacio­nales del pasado se pasa, como consecuencia del carácter global de los proble­mas y de la comunidad de intereses, a la afirmación de valores comunes y uni­versales. En este punto, como es lógico, es donde las diferencias existentes en­tre las distintas concepciones que se insertan en este paradigma son más im­portantes.

C) EL PARADIGMA DE LA DEPENDENCIA

Como ya hemos apuntad~ste paradigma es fruto, al igual que el para­digma de la sociedad global, de lalPIP"ª"de~cOnae"nCiá'.de "-qtté la"realidád iriter-

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naclonárés"rfitichó más compJeja de lo que pr~tende el paradigma tradicional~. ",.. . - ' - ... \.\"' ,~ '.. . - . . .' ~ . - . -.. , ... ~.~ .. :;: ... ~--- .. ~

S-ü--áfir-inación se produc~.p.recisamente,al.mismo tiempo que" el paradigma.de .. la ~socleaád~l9baL Sin embargo, su visión e interpretación de la sociedad in­ternacional ~eJ.p~9rlde ii" perspectivas ideológicas muy diferentes .

..,--, -" :Ailnqüe 'su centro de atención son, como en gran medida en éT paradigma de la sociedad global, las relaciones económicas internacionales, su interpreta­

. ción de éstas, en vez de en términos de interdependencia, se plantea principal-~ L

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