de julio de 2017 PACIENCIA… - Editorial SAN PABLO...

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“El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias. Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos. Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp. Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626, Santiago Centro - Tel.- 227200300; Tel.- Fax: 226728469 E-mail: [email protected] - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.cl Impresor: B & B impresores. Tel.- 227578500 - Los Lingues 750, Quilicura. Año XLII, Nº 2.223 16º durante el año 23 de julio de 2017 Lu 24: Éx 14, 5-18; [Sal] Éx 15, 1-6; Mt 12, 38-42. San Charbel Makhlüf, p. (ML) (Sta. Cristina) Ma 25: (LS): 2Cor 4, 7-15; Sal 125, 1-6; Mt 20, 20-28. SANTIAGO, ap. (F) Mi 26: Éx 16, 1-5. 9-15; Sal 77, 18-19. 23-28; Mt 13, 1-9. O bien (LS): Ecli 44, 1. 9-15; Sal 131, 11. 13-14. 17-18; Mt 13, 16-17. Santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen María (MO) Ju 27: Éx 19, 1-2. 9-11. 16-20; [Sal] Dn 3, 52-56; Mt 13, 10-17. (Sta. Natalia/ S. Aurelio) Vi 28: Éx 20, 1-17; Sal 18, 8-11; Mt 13, 18-23. (S. Celso) 29: Éx 24, 3-8; Sal 49, 1-2. 5-6. 14-15; Mt 13, 24-30. (LS): 1Jn 4, 7-16; Sal 33, 2-11; Jn 11, 19-27 (o bien: Lc 10, 38-42) Santa Marta (MO) Do 30: 17° durante el año 1Rey 3, 5-12; Sal 118, 57. 72. 76-77. 127-130; Rom 8, 28-30; Mt 13, 44-52 (o más breve: 13, 44-46). (Sta. Brígida) Dios Nos Habla Cada Día La impaciencia es una de las carac- terísticas de nuestra cultura actual: quisiéramos que, en lo posible, todo resultara de inmediato. Sin embargo, en el evangelio de hoy, Jesús nos enseña con esta parábola del trigo y la cizaña a vivir con actitudes más acordes con uno de los aspectos de su gran ley del amor: la paciencia. Y es que en el mundo de hoy pode- mos darnos cuenta de que solemos en- contrarnos también con el mal, es decir, con la cizaña, y nosotros –al igual que los discípulos– nos escandalizamos y tam- bién quisiéramos que Dios hiciera algo para cambiar las cosas y hacer milagro- samente que solamente los buenos (que creemos que siempre somos nosotros) fueran los que estuvieran presentes… Pero resulta que no es así. Jesús nos enseña que aquí en la tie- rra junto con los buenos están los ma- los y que esta convivencia continuará, tal como dice la parábola: «Dejen que ambos crezcan juntos hasta la cosecha». Pero, ojo, pongamos atención, porque esto no quiere decir que podemos de- jarnos llevar por las tentaciones del mal, sino, por el contrario, tenemos que estar atentos porque esta situación no durará para siempre, ya que al final de los tiem- pos habrá lo que llamamos el juicio final. Y ahí, como dice el evangelio, la cizaña será quemada y el trigo quedará en la casa del Señor, que la llamamos el cielo. Con nuestras decisiones y acciones preparamos nuestro destino final y, por tanto, tenemos que ser responsables en la vida. Y para esto el evangelio de hoy nos da una lección sobre la paciencia. Tal como Dios espera hasta el final para que nos convirtamos, nosotros tenemos que hacer lo mismo con los demás y darles siempre la oportunidad de cambiar y ha- cer el bien… Alguien dijo: la paciencia es la madre de la ciencia. COMISIóN NACIONAL DE LITURGIA DISCURSO DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II A LOS JÓVENES Estadio Nacional de Santiago de Chile Jueves 2 de abril de 1987 ¡Cuántas energías hay como escondidas en el alma de un joven o de una joven! ¡Cuán- tas aspiraciones justas y profundos anhelos que es necesario despertar, sacar a la luz! Ener- gías y valores que muchas veces los comportamientos y presiones que vienen de la secula- rización asfixian y que solo pueden despertar en la experiencia de fe, experiencia de Cristo vivo, Cristo muerto, Cristo crucificado, Cristo resucitado. ¡Joven, levántate! Estás llamado a ser un buscador apasionado de la verdad, un cultiva- dor incansable de la bondad, un hombre o una mujer con vocación de santidad. Que las dificultades que te tocan vivir no sean obstáculo a tu amor y generosidad, sino un fuerte desafío. No te canses de servir, no calles la verdad, supera tus temores, sé consciente de tus propios límites personales. Tienes que ser fuerte y valiente, lúcido y perseverante en este largo camino. No te dejes seducir por la violencia y las mil razones que aparentan justificarla. Se equi- voca el que dice que pasando por ella se logrará la justicia y la paz. Joven, levántate, ten fe en la paz, tarea ardua, tarea de todos. No caigas en la apatía frente a lo que parece imposible. En ti se agitan las semillas de la vida para el Chile del mañana. El futuro de la justicia, el futuro de la paz pasa por tus manos y surge desde lo profundo de tu corazón. Sé protagonista en la construcción de una nueva convivencia de una sociedad más justa, sana y fraterna. Conmemoración del 30º aniversario de la visita del papa san Juan Pablo II. EL DOMINGO JULIO - AGOSTO 2017 00200722 PACIENCIA… MADRE DE LA CIENCIA

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“El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias.Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos.Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp.Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626,Santiago Centro - Tel.- 227200300; Tel.- Fax: 226728469 E-mail: [email protected] - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.clImpresor: B & B impresores. Tel.- 227578500 - Los Lingues 750, Quilicura.

Año XLII, Nº 2.223 16º durante el año 23 de julio de 2017

Lu 24: Éx 14, 5-18; [Sal] Éx 15, 1-6; Mt 12, 38-42. San Charbel Makhlüf, p. (ML) (Sta. Cristina)

Ma 25: (LS): 2Cor 4, 7-15; Sal 125, 1-6; Mt 20, 20-28. SANTIAGO, ap. (F)

Mi 26: Éx 16, 1-5. 9-15; Sal 77, 18-19. 23-28; Mt 13, 1-9. O bien (LS): Ecli 44, 1. 9-15; Sal 131, 11. 13-14. 17-18; Mt 13, 16-17. Santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen María (MO)

Ju 27: Éx 19, 1-2. 9-11. 16-20; [Sal] Dn 3, 52-56; Mt 13, 10-17. (Sta. Natalia/ S. Aurelio)

Vi 28: Éx 20, 1-17; Sal 18, 8-11; Mt 13, 18-23. (S. Celso)

Sá 29: Éx 24, 3-8; Sal 49, 1-2. 5-6. 14-15; Mt 13, 24-30. (LS): 1Jn 4, 7-16; Sal 33, 2-11; Jn 11, 19-27 (o bien: Lc 10, 38-42) Santa Marta (MO)

Do 30: 17° durante el año 1Rey 3, 5-12; Sal 118, 57. 72. 76-77. 127-130;

Rom 8, 28-30; Mt 13, 44-52 (o más breve: 13, 44-46). (Sta. Brígida)

Dios Nos Habla Cada Día

La impaciencia es una de las carac-terísticas de nuestra cultura actual: quisiéramos que, en lo posible, todo resultara de inmediato. Sin embargo, en el evangelio de hoy, Jesús nos enseña con esta parábola del trigo y la cizaña a vivir con actitudes más acordes con uno de los aspectos de su gran ley del amor: la paciencia.

Y es que en el mundo de hoy pode-mos darnos cuenta de que solemos en-contrarnos también con el mal, es decir, con la cizaña, y nosotros –al igual que los discípulos– nos escandalizamos y tam-bién quisiéramos que Dios hiciera algo para cambiar las cosas y hacer milagro-samente que solamente los buenos (que creemos que siempre somos nosotros) fueran los que estuvieran presentes… Pero resulta que no es así.

Jesús nos enseña que aquí en la tie-rra junto con los buenos están los ma-los y que esta convivencia continuará, tal como dice la parábola: «Dejen que

ambos crezcan juntos hasta la cosecha». Pero, ojo, pongamos atención, porque esto no quiere decir que podemos de-jarnos llevar por las tentaciones del mal, sino, por el contrario, tenemos que estar atentos porque esta situación no durará para siempre, ya que al final de los tiem-pos habrá lo que llamamos el juicio final. Y ahí, como dice el evangelio, la cizaña será quemada y el trigo quedará en la casa del Señor, que la llamamos el cielo.

Con nuestras decisiones y acciones preparamos nuestro destino final y, por tanto, tenemos que ser responsables en la vida. Y para esto el evangelio de hoy nos da una lección sobre la paciencia. Tal como Dios espera hasta el final para que nos convirtamos, nosotros tenemos que hacer lo mismo con los demás y darles siempre la oportunidad de cambiar y ha-cer el bien… Alguien dijo: la paciencia es la madre de la ciencia.

Comisión naCional de liturgia

DISCURSO DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II A LOS JÓVENES

Estadio Nacional de Santiago de ChileJueves 2 de abril de 1987

¡Cuántas energías hay como escondidas en el alma de un joven o de una joven! ¡Cuán-tas aspiraciones justas y profundos anhelos que es necesario despertar, sacar a la luz! Ener-gías y valores que muchas veces los comportamientos y presiones que vienen de la secula-rización asfixian y que solo pueden despertar en la experiencia de fe, experiencia de Cristo vivo, Cristo muerto, Cristo crucificado, Cristo resucitado.

¡Joven, levántate! Estás llamado a ser un buscador apasionado de la verdad, un cultiva-dor incansable de la bondad, un hombre o una mujer con vocación de santidad. Que las dificultades que te tocan vivir no sean obstáculo a tu amor y generosidad, sino un fuerte desafío. No te canses de servir, no calles la verdad, supera tus temores, sé consciente de tus propios límites personales. Tienes que ser fuerte y valiente, lúcido y perseverante en este largo camino.

No te dejes seducir por la violencia y las mil razones que aparentan justificarla. Se equi-voca el que dice que pasando por ella se logrará la justicia y la paz.

Joven, levántate, ten fe en la paz, tarea ardua, tarea de todos. No caigas en la apatía frente a lo que parece imposible. En ti se agitan las semillas de la vida para el Chile del mañana. El futuro de la justicia, el futuro de la paz pasa por tus manos y surge desde lo profundo de tu corazón. Sé protagonista en la construcción de una nueva convivencia de una sociedad más justa, sana y fraterna.

Conmemoración del 30º aniversario de la visita del papa san Juan Pablo II.

EL DOMINGO JULIO - AGOSTO 2017

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PACIENCIA… MADRE DE LA CIENCIA

Ciclo A - Color Verde

realidad, esta es la más pequeña de las se-millas, pero cuando crece es la más gran-de de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas». Des-pués les dijo esta otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un poco de leva-dura que una mujer mezcla con gran canti-dad de harina, hasta que fermenta toda la masa». Todo esto lo decía Jesús a la mu-chedumbre por medio de parábolas, y no les hablaba sin ellas, para que se cumplie-ra lo anunciado por el Profeta: «Hablaré en parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo». En-tonces, dejando a la multitud, Jesús regre-só a la casa; sus discípulos se acercaron y le dijeron: «Explícanos la parábola de la cizaña en el campo». Él les respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los que pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno, y el enemigo que la siembra es el demo-nio; la cosecha es el fin del mundo y los cosechadores son los ángeles. Así como se arranca la cizaña y se la quema en el fuego, de la misma manera sucederá al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal, y los arrojarán en el horno ardiente: allí habrá llanto y rechinar de dientes. En-tonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. ¡El que tenga oídos, que oiga!».Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

ReflexiónEn nuestros juicios y comportamientos de cada día, ¿tratamos de ser una buena semilla para los demás y así dar buenos frutos? ¿O somos más como esa cizaña que no da nada bueno?

6. Oración UniversalM. Confiados en que Dios siempre nos escucha, pidámosle su ayuda para que la Iglesia, nosotros y todos, vivamos como él quiere.1. Por la Iglesia, con el papa Francisco a la cabeza, y por todos los que en ella sirven a la comunidad cristiana y al mundo. Rogue-mos al Señor.

R. Escucha, Señor, nuestra petición.2. Pidamos por nuestra patria y por todo el mundo, para que haya buenos frutos de justicia y paz, sobre todo en donde hay problemas. Roguemos al Señor. R.3. Por los enfermos y por quienes sufren necesidades materiales o espirituales. Roguemos al Señor. R.4. Roguemos por nosotros, para que sea-mos ejemplos del trigo bueno del evangelio en nuestros hogares, trabajos y comunida-des. Roguemos al Señor. R.(Se pueden agregar otras peticiones de la comunidad)M. Dios de misericordia, acoge nuestras peticiones. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Alabanza y Preparación a la ComuniónPara las Asambleas Dominicales en Ausencia del Presbítero (ADAP) y la Comunión a los Enfermos.

M. A ti, Señor Jesucristo, que con tu Cuerpo y tu Palabra eres el trigo bueno que alimenta nuestra vida diaria, te damos gracias y te alabamos.R. Alabado seas por siempre, Señor Jesús.1.- Señor, enséñanos a ser testigos tuyos y alimento de vida para los demás. R.2.- Señor, que seamos animadores de la esperanza en nuestro país, para que haya más justicia y solidaridad para todos. R.3.- Te alabamos y damos gracias, Señor, por nuestras familias y nuestra comunidad que quiere ser servidora de esperanza para todo el mundo. R.M. Te rogamos, Señor Jesús, que nos alimentes con tu Cuerpo, para poder ser testigos de alegría y esperanza en el amor. Por eso, juntos queremos decir: Padre nuestro…

Sugerencias de cantosBendecid a Dios/ Señor, yo quiero aban-donarme/ Señor, toma mi vida nueva/ María, tú eres mi madre.

4. Segunda Lectura Rom 8, 26-27

Confiados en la bondad del Espíritu Santo, acudamos siempre a su ayuda, sobre todo ante nuestras debilidades.

Lectura de la carta del após-tol san Pablo a los cristia-nos de Roma. Hermanos: El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es debi-

do; pero el Espíritu intercede con gemidos inefables. Y el que sondea los corazones conoce el deseo del Espíritu y sabe que su intercesión en favor de los santos está de acuerdo con la voluntad divina. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación al Evangelio Aleluia. Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque revelaste los misterios del Reino a los pequeños. Aleluia.

5. Evangelio Mt 13, 24-43 En esta parábola, Jesús nos enseña un modo de vivir en medio de las situaciones y maneras de ser de nuestros tiempos.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Ma-teo. Jesús propuso a la gen-te esta parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena

semilla en su campo; pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue. Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña. Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: ‘Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en él?’. Él les respondió: ‘Esto lo ha hecho algún enemigo’. Los peones replicaron: ‘¿Quieres que vayamos a arrancarla?’. ‘No’, les dijo el dueño, ‘porque al arran-car la cizaña, corren el peligro de arrancar también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los co-sechadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero’». También les propuso otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. En

1. AmbientaciónSi bien no hay seres humanos completa-mente «trigo» porque somos pecadores, también nadie es completamente «cizaña». Por lo tanto, Jesús nos llama a examinar-nos continuamente y a trabajar todos los días para que demos buenos frutos y no malezas.

2. Primera Lectura Sab 12, 13. 16-19

El libro de la Sabiduría nos invita a confiar en la justicia de Dios y en su misericordia.

Lectura del libro de la Sa-biduría. Fuera de ti, Señor, no hay otro dios que cuide de todos, a quien tengas que probar que tus juicios no son injustos. Porque tu fuerza es el principio de tu justicia, y

tu dominio sobre todas las cosas te hace indulgente con todos. Tú muestras tu fuer-za cuando alguien no cree en la plenitud de tu poder, y confundes la temeridad de aquellos que la conocen. Pero, como eres dueño absoluto de tu fuerza, juzgas con serenidad y nos gobiernas con gran indul-gencia, porque con solo quererlo puedes ejercer tu poder. Al obrar así, tú enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser amigo de los hombres y colmaste a tus hijos de una feliz esperanza, porque, después del peca-do, das lugar al arrepentimiento. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

3. Salmo Sal 85, 5-6. 9-10. 15-16

R. Tú, Señor, eres bueno e indulgente.Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericordia con aquellos que te invocan: ¡atiende, Señor, a mi plegaria, escucha la voz de mi súplica! R.Todas las naciones que has creado ven-drán a postrarse delante de ti, y glorificarán tu nombre, Señor, porque tú eres grande, Dios mío, y eres el único que hace mara-villas. R.Tú, Señor, Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarte, rico en amor y fideli-dad, vuelve hacia mí tu rostro y ten piedad de mí. R.