De Principatibus

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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Nuevas ideas políticas: la respuesta española ante El príncipe de Maquiavelo HISTORIA UNIVERSAL IV Alumno: Acha Yalo, Julio Daniel Código: 07150105 Profesor: Héctor Félix Maldonado

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HISTORIA, POLITICA, SIGLO XV

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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

Nuevas ideas polticas: la respuesta espaola ante El prncipe de Maquiavelo

HISTORIA UNIVERSAL IV

Alumno: Acha Yalo, Julio Daniel

Cdigo: 07150105

Profesor: Hctor Flix Maldonado

Ciudad universitaria, diciembre del 2011-12-05

INTRODUCCIONEl presente trabajo es un esfuerzo de comparacin entre dos concepciones opuestas del origen del poder poltico de la forma en que se debe ejercer ese poder. La primera postura ser expresada por Nicols Maquiavelo y su obra El prncipe, por medio de la cual expondr un nuevo tratamiento poltico de las acciones del prncipe, refirindose sobre todo, entre los tipo de principados que expone, al principado nuevo, anhelo que esperaba cumplir en Italia con la posible unificacin de los estados dividido, y regidos por un solo gobernante que realice las acciones necesarias para conseguir el bienestar del mismo. Propone entonces un prncipe frio calculador, indolente y engaador. Para esto desarrollaremos la tercera parte del libro- segn la divisin del editor- en la que habla de las caractersticas que deben gobernar al prncipe. Por medio de las cuales pueda llevar a cabo la razn de estado a toda costa.En contraste a la propuesta de Maquiavelo, francisco de Quevedo, postulara la vuelta al modelo providencial, con una prctica poltica ligada al aspecto moral y teolgico del hombre, adems del origen y practica del poder dirigido por Dios a travs del prncipe cristiano. En el cual se presenta a un hombre tambin carente de virtudes natas, pero con la esperanza en Dios, y en el sometimiento a su voluntad para llevar a cabo las acciones correctas. Adems que el prncipe como modelo o paradigma a imitar se encuentre sobre los dems hombres y deba guardar las formas que el cargo que ostenta le exija.

El motivo de haber escogido estas dos obras fue tambin el espacio temporal ente ambas, ya que el primero por ejemplo fue editado por primera vez en 1532, aunque fue terminado muchos aos antes; mientras que el segundo autor corresponde hasta la segunda mitad del siglo diecisiete. Es posible entonces que en todo este tiempo se hayan producido cambios o se haya adaptado algunas de las ideas de Maquiavelo, y que se hayan aplicado en los reinos existentes para el periodo.

DE PRINCIPATIBUSI. Contexto y estructura del libro.

Nicols Maquiavelo posee dos obras importantes, no solo por el contenido de tenor poltico; sino porque en ellas se plasman dos ideas divergentes en torno al gobierno de los estados. Dando muestra de la diversidad radical del planteamiento ideolgico del autor. Los discursos sobre la primera dcada de gobierno de Tito Livio, de carcter republicano; y El prncipe, en el cual el monarca es la figura central, aunque el autor centrara su atencin en la figura del nuevo principado y por ende del nuevo prncipe; de entre los tipos de principados que presenta. Editado por primera vez en 1532 en Roma; generara polmica, lo cual le costara ser agregado al ndex; adems de generarse una importante cantidad de literatura antimaquiavelica sobre todo en Espaa, y en el resto de Europa hasta el siglo XVIII con Federico el Grande rey de Prusia. La obra es un producto netamente renacentista. Asentado sobre las bases de dos aportes fundamentales de este periodo. El dato experimental como punto de arranque de la induccin cientfica; y la independizacion de las ciencias de la filosofa y la teologa; el trabajo ser pionero en el descubrimiento de una poltica autnoma e independiente de consideraciones de orden moral. Siendo esta impulsada por la utilidad, el valor y la virtud. Adems esta obra ser producto de la contemporaneidad del autor, el cual posee un gran recorrido como funcionario del poder en Florencia y la cercana que tuvo a diversos gobernantes de la poca; experiencia desde las que escribi sobre hechos concretos y susceptibles de experimentacin directa; dejando de lado las cosas imaginadas. Parte entonces de hechos definibles local y temporalmente.Toma adems de los hechos que vive, las experiencias del pasado de autores clsicos, romanos y griegos, caracterstica tpica del renacimiento. Siendo entonces autores como tito Livio, Tcito Justino, Plinio. Herodiano; por el lado de los romanos. Y homero, Jenofonte, Polibio; del lado de los griegos. Como testimonios fiables.El texto se divide en tres partes, la primera va desde el captulo I hasta el XI en donde trata sobre los diversos tipos de principados; la segunda parte sobre los ejrcitos en los que se debe apoyar el prncipe para sostener su poder, va desde el capitulo XII hasta el XIV; y finalmente la parte ms importante y sobre la que se tratara en este trabajo, la tercera parte sobre las cualidades y/o virtudes que deben caracterizar al prncipe; desde donde propondra las races de la razn del estado y sobre la cual se verteran las criticas desde Espaa, Prusia, etc. En el texto tambin el autor manifiesta su pesimismo contra el hombre, este es producto de la situacin en la que se encuentra Italia, adems del exilio en el que se encuentra. Italia est, para la poca, dividida por rivalidades estatales, invadida por extranjeros y saqueada constantemente por los condottieri; razn por la que caracterizara al prncipe como un ser astuto, calculador, cruel, pragmtico, de espritu guerrero y perseguidor de sus enemigos, de los enemigos de Italia en este caso. Entonces el prncipe roba, asesina, purga el estado de sus enemigos, deporta, confisca; en pos de la construccin de su maquinaria de dominio. II. Reacciones ante la propuesta maquiavlicaDado el contexto de la Italia dividida por las guerras internas; Maquiavelo encontrara en las acciones de Cesar Borgia las respuestas para gobernar un estado desmembrado como el italiano-el termino estado incluso es poco o casi nada aplicable a su situacin poltica- las divisiones y guerras estatales, los intereses, y tambin la diversidad de naciones; no por nada se referir en su obra, sobre todo a los principados nuevos, que es el que se acomodara mejor a la situacin de Italia.

Sin embargo las reacciones contra esta obra no se hicieron esperar. Estas provendran sobre todo de los defensores de la contrarreforma y por ende de telogos y juristas espaoles. Espaa para entonces esta propugnando una configuracin imperial de dominio sobre sus posesiones y de sumisin de las mismas a un estado total y del cual van a depender sus colonias. Entre los principales autores se encuentra Juan de Mariana, quien construye una imagen ideal del prncipe, educado desde la niez con todas las virtudes morales, las cuales devendran en la prudencia para el buen gobierno, como facultad perfectiva del hombre; realizando una dura crtica al planteamiento de que por encima del conjunto de cualidades prcticas con que Maquiavelo quera que se revistiese el hombre de Estado, sobresala la de una moral netamente utilitaria. Su virtud era el pragmatismo. Su tica fue rigurosa y severa, sus leyes no se acomodaban a la moral corriente, pero su virtud era la mejor poltica de este tiempo. El maquiavelismo fue, en Espaa, un nuevo arte poltico astuto y amoral, que slo se preocupaba del engrandecimiento material de las naciones. Lo que tena de peligroso estaba en su formulacin bsica de la poltica como un orden autnomo del cual emergera una segunda moral. A esto se sum el presupuesto de que el hombre no era bueno en s mismo. Es por esta razn que el individuo deba ser conducido por el Estado y los polticos para la conservacin del orden. De ah que distintos pensadores como Juan de Mariana, vieran la necesidad de formar un prncipe cristiano, penetrando en el espritu de los polticos de este tiempo, para lograr cultivar la virtud en el alma del gobernante.

III. Francisco de Quevedo y la respuesta a la inmoral poltica de Maquiavelo.

Entre los autores que se opusieron a Maquiavelo en Espaa destacaremos a Francisco de Quevedo y su Poltica de Dios y gobierno de Cristo, con el cual analizaremos la tercera parte de El Prncipe; puesto que su obra se extendi temporalmente en mayor medida que la de Juan de Mariana, Pedro de Rivadeneyra, etc. En esta tercera parte encontraremos lo que Juan de mariana llamo la razn de estado, por la cual Maquiavelo justificara las acciones realizadas por el prncipe; desde supuestos actos piadosos hasta la confiscacin y amedrentamiento de sus sbditos en una actitud pragmtica de la poltica. Por ello se lee en el capitulo XV de su obra:

Me aparto de las normas que han seguido los dems sin embargo siendo mi intencin escribir algo til para quien lo lea fue mejor escribir la realidad de las cosas y no la simple imaginacinporque hay tal distancia de cmo se vive a como debera vivirsequien quiera obrar como hombre buenonecesariamente fracasara rodeado tantos malos

Francisco de Quevedo propondr tambin una primera visin pesimista del hombre:

y ltimamente advirtiendo cun mal se gobernaban los hombres por s despus que fueron posesin del pecado, y que unos de otros no podan aprender sino doctrina defectuosa, y mal entendida, y peor acreditada por la vanidad de los deseos

Sin embargo el sometimiento de la voluntad del rey a la voluntad de Dios le permitir tomar las mejores decisiones para su reino; puesto que el autor dice que al entendimiento sigue la voluntad; que sin embrago esta ultima sin razn arrastra al entendimiento, por lo tanto es por medio de esta triple relacin, que el hombre puede ser victorioso y acertado en sus decisiones. Antes que poner la voluntad propia primero; Cristo ensea que sea la voluntad del padre en primer lugar; y puesto que los monarcas tienen el odo mas pegado a estas palabras les conviene ms someterse primero, para lograr los bienes que su pueblo necesita. Contrario a lo que dice Maquiavelo con respecto a la virtud, mediante la cual el prncipe es capaza de tomar decisiones acertadas, previendo las situaciones que el azar le presenta y enfrentndolas. Su inteligencia le permitir ser exitoso en todo cuanto se proponga, dejando de lado incluso la profesin de la fe, ya que la religin ser un elemento ms que el prncipe mostrara segn las circunstancias, para lograr el bienestar y la paz del estado. La poltica desligada de lo moral que plantea Maquiavelo, se encuentra separada de las otras dimensiones del hombre, si bien la visin pesimista es compartida por ambos autores; el pragmatismo que le imprime a la prctica poltica, adems del individualismo manifestado en las cualidades, que principalmente giran en torno y por el inters del prncipe; as tendremos un prncipe liberal en su ejercicio de poder, sin embargo ante los ojos del pueblo ser parsimonioso, consiguiendo su poder a travs de diversas exacciones fiscales o impuestos para el crecimiento o emprendimiento de grandes empresas y obras, que es lo que lo caracteriza; as se ganara el favor del pueblo y su aprobacin siendo un gobernante avaro, liberal para el mismo y parsimonioso a los ojos de su pueblo. La piedad es otra caracterstica de la que debe liberarse puesto que la dureza de los castigos determinara la disciplina y rectitud con que gobernara el prncipe. Este no puede mostrar compasin y si ha de hacerlo ser en menor medida para que pueda tomar las decisiones necesarias que mantengan la paz.Es mejor ser temido, puesto que los hombres son malos ansiosos de ganancias. Puesto que los hombres se cuidan de no ofender a quien se hace temer, tomando medidas como expropiaciones, secuestros; todo con justificacin y probada causa. Aun dentro del ejercito el prncipe no se debe cuidar de ser tenido por cruel para que no hayan deserciones, traiciones; debe ser temido evitando ser odiado.La fidelidad a la palabra dada no debe ser necesariamente cumplida; el prncipe no puede ni debe cumplir su palabra; ms aun si le es perjudicial o si desaparecieran los motivos de su promesa. Esta se cumplira si todos los hombres fueran buenos; pero, dado que esta condicin no se cumple, lo mejor es no cumplir las promesas. El prncipe debe ser como la zorra y el len, saber equilibrar entre la astucia de la primera y la fuerza del segundo. Aparentar tener estas cualidades: piadoso, leal, humano, integro, religioso.tiene que contar con un nimo dispuesto a moverse segn sople el viento de la fortuna e impongan las diferentes circunstancias, sin apartarse del bien-si es posible-pero sabiendo entrar en el mal, si es necesario

En lo que respecta al trato con el pueblo lo que debe hacer el prncipe para conseguir la estima del pueblo son sus grandes empresas y su ejemplo excepcional. Ser amigo leal y enemigo verdadero, manifestar postura abiertamente para evitar caer en desgracia cuando dos potencias mayores se enfrenten y pidan el apoyo del prncipe. Este deber manifestarse a favor de uno y en contra de otro puesto que sera peor encontrarlo en la neutralidad y convertirse en un premio fcil para el ganador.Debe animar a sus conciudadanos a ejercer tranquilamente su profesin, en el comercio, en la agricultura y en cualquier otra actividad; que uno no tema adornar sus propiedades por miedo a que se las quiten; o que otro no se atreva a iniciar un negocio por temor a los impuestos; por el contrario, el prncipe debe premiar a quienes hacen tales cosas y a quien pretende, por cualquier medio, engrandecer su ciudad o su estadoY como toda ciudad est dividida en corporaciones y en barrios, el prncipe debe tener en cuenta esa universalidad, acudiendo a sus reuniones alguna vez, dando ejemplo de la cordialidad y munificencia

Para poder afrontar a los aduladores, error constante en los prncipes que no son prudentes y capaces de elegir bien. Estos llenan las cortes y engaan al prncipe, debido a la naturaleza del hombre ocupado en s mismo, se complace en satisfacerse y en solucionar sus asuntos. El prncipe debe elegir hombres prudentes para el gobierno que le digan la verdad y no lo adulen permanentemente. Que le den su consejo cuando l quiera y no cuando sus ministros lo deseen.

No obstante La voz de la adulacin, que con tirana reina en los odos de los prncipes, esforzada en su inadvertencia, suele halagarlos con decir que bien pueden echarse a dormir (quiere decir, descuidarse) con los ministros. ste es engao, no consejo. Cristo ense lo contrario, pues en lugar de echarse a dormir confiado en los suyos, en los mayores negocios a que los llev se durmieron, y l velaba. La noche de la cena, Juan el amado se duerme sobre el pecho de Cristo, no Cristo en el de Juan. Pero advirtase que fue para que descansase en quien no tena descanso por el hombre. El rey ha de velar para que duerman todos, y ha de ser centinela del sueo de los que le obedecen.

Nuevamente se torna al principado sustentado en la religin y en la providencia, un gobierno abandonado a la voluntad y confianza en Dios, que no puede descansar sobre la confianza en los hombres, en este caso los ministros.

La Influencia de la fortuna es otro punto a desarrollar; esta solo gobierna la mitad de nuestras acciones; la otra mitad est en manos de los hombres; si bien esta puede ser destructiva si uno no es prudente y toma las precauciones para que su efecto no arrase con todo como la crecida del rio, sino se construyan diques y dems mecanismos de manera que las consecuencias no sean devastadoras. El prncipe que se adapta a su tiempo, logra ms xitos que el que se opone a todo cuanto se le presenta, a los cambios, a los hechos, etc. Debe proceder framente para saber dominarla y maltratarla. Sin embargo Quevedo opone, a travs de ejemplos bblicos, la incapacidad del hombre, aun cuando este consigue grandes logros, para gobernar y gobernarse a si mismo as menciona en el captulo II de la primera parte de su obra:Lo que Dios propio hace para socorro del hombre, si con Dios y para Dios no usa de ello, de la carne de su carne y de los huesos de sus huesos debe recelarse, y tener sospecha porque no se deje vencer de alguna persecucin maosa, de alguna complacencia descaminada, de alguna negociacin entremetida. Llamase Cristo hijo de David. A David llmanle todos el real profeta y el santo rey: dbensele tales blasones, y fue rey de Israel; y en l fueron reyes el homicidio y el adulterio. Salomn supo pedir, y recibi sabidura y riqueza: fue rey ms conocido por sabio, que por su nombre; es proverbio del mejor don de Dios, y sus palabras son el firmamento de la prudencia, por donde se gobierna toda la navegacin de nuestras pasiones; y siendo una vez rey, fue trescientas reino de otras tantas rameras.Muestra entonces el autor, a travs de estas lneas la oposicin a las capacidades del hombre desde su individualidad. Sin la ayuda de Dios aun los ms grandes hombres cometen los peores pecados.CONCLUSIONES. El prncipe fue escrito en medio de una crisis poltica y de un proceso de cambios en las relaciones entre los hombres de los diversos estados. Una nueva configuracin de la economa, reflejada en el libre comercio, por el cual se negocia todo, empezando por la mano de obra. La necesidad de conformar como una nacin a la Italia dividida, proceso dentro del cual se encuentra el autor quien sufre las consecuencias de exponer sus ideas al ser desterrado con la vuelta de los Mdicis al poder. Maquiavelo volcara toda la frustracin de ver su estado desangrarse con las guerras intestinas y dems males que afectan su estado. Encontrara en el accionar de Cesar Borgia la respuesta a la unificacin de Italia a travs de una prctica poltica pragmtica y desligada de toda influencia del orden moral. Reflejado en este tratado De Principatibus, en el que expone el pesimismo hacia el hombre en su mxima expresin; ya que manifiesta que este solo obrara bien cuando esto le sea de provecho, entonces esta obra responder a la contemporaneidad del autor. Espaa que se encuentra en ese momento desarrollando la contrarreforma, ser la principal impulsora de la literatura opuesta a los postulados de Maquiavelo. En este caso el trabajo tratado fue el de Francisco de Quevedo, de formacin jesuita, expondr en su obra Poltica de Dios y gobierno de Cristo las ideas que se oponen, como el origen del poder y del ejercicio del mismo en la figura del rey, el carcter providencialista, la aplicacin de la poltica desligada del orden moral y la creacin de un nuevo orden moral de la poltica por s misma. Muestra, al igual que Maquiavelo un grado de pesimismo hacia el hombre, sin embargo a travs del entendimiento y la voluntad, unidas a la razn, a travs de las cuales se somete la voluntad a Dios en primer lugar, el hombre poseer una esperanza, sin obrar mal, de alcanzar sus objetivos, el prncipe entonces cumplir su funcin de otorgar el bienestar a su pueblo.BIBLIOGRAFIA.

1. ALCANTARA, Francisco Javier

Nicolas Maquiavelo. El prncipe. Barcelona: planeta, 2003. Introduccin, traduccin y notas de Francisco Javier Alcantara.

2. BEUCHOT. Mauricio

Algunos opositores de Maquiavelo en Espaa y la Nueva Espaa. http://redalyc.uaemex.mx/pdf/343/34301103.pdf consultado el dia 05/12/113. CAMPILLO MESEGER, Antonio

Moro, Maquiavelo, La Botie. Una lectura comparada. http://digitum.um.es/xmlui/bitstream/10201/10241/1/Moro%20Maquiavelo%20La%20Boetie.%20Una%20lactura%20comparada.pdf consultado el da 05/12/11.

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Ibd..este habla de hasta cuatro tipos de principados: los hereditarios, mixtos, por meritos o por fuerza, y los principados eclesisticos.

Ibd. Padre Rivadeneyra (1526-1611), Mariana (1536-1624), Quevedo (1580-1645), Saavedra Fajardo (1584-1648), Gracin; todos ellos defensores de la contrarreforma.

PIRENNE, Jacques. Historia Universal T3. Como funcionario del duque de Valentinois Cesar Borgia; el rey Luis XII de Francia, Fernando el Catlico sobre quien expresara una notable admiracin; aunque el poltico favorito ser el primero ya que tuvo contacto directo y observo las tcticas utilizadas por este para librarse de sus enemigos polticos.

Ibd.

FERNANDEZ, Mara Luciana. La virtud poltica en Juan de Mariana. HYPERLINK "http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/3559/tesislfernandez.pdf" http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/3559/tesislfernandez.pdf. consultado el 05/12/11

Ibd.

MAQUIAVELO, Nicols. El prncipe. Introduccin, traduccin y notas de Francisco Javier Alcntara.

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MAQUIAVELO, Nicols. Op. cit.

Ibid.

QUEVEDO, Francisco. Op. Cit.