Sistema educativo venezolano clase de inicio uft maestría en gerencia y liderazgo
Debilidades Del Sistema Educativo Venezolano
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Debilidades del Sistema Educativo Venezolano
Sistema Educativo Venezolano La educación es universalmente el mecanismo de
mayor preponderancia para el surgimiento de los pueblos; es tanta la magnitud de
su relevancia que gran parte de los países del mundo la asumen como una
responsabilidad de estado. En Venezuela, la educación está inserta en el texto
constitucional como una responsabilidad social e ineludible del estado.
Para su regulación y aplicación se promulgó la Ley Orgánica de Educación y su
Reglamento; en tanto, la educación venezolana está estructurada en niveles y
modalidades que atienden las necesidades académicas desde la educación inicial,
pasando por la primaria y diversificado (secundaria) hasta la profesional e
incluyendo la modalidad de Educación Especial para ofrecer oportunidad de
estudio a las personas con dificultad de aprendizaje. El gobierno nacional tiene
entre, otros el Ministerio del Poder Popular para la Educación, el cual es el
encargado de garantizar que la educación llegue a todos los niveles del sistema y
estratos sociales de la población; dicta resoluciones, decretos y directrices
reguladoras a sus “funcionarios estratégicos” para que el personal docente aplique
en la población estudiantil; entre otros, llámese funcionarios estratégicos a la
secretaría nacional de educación, directores de zonas educativas, supervisores,
directores de distritos escolares, coordinadores de apoyo docente, directores y
coordinadores pedagógicos, entre otros. La Formación Docente Gran parte de las
universidades venezolanas, tanto públicas como privadas, desarrollan programas
de formación docente dirigidas a los estudiantes que aspiran ejercer el rol de
maestros/profesores en los diferentes niveles y modalidades educativas del país.
Es importante hacer notar que las instituciones de educación superior despliegan
un plan de estudios que es aprobado y supervisado por el Ministerio del Poder
Popular para la Educación Superior; en este sentido, cabe resaltar que el
estudiante cumple una fase de estudios generales al inicio de su carrera
profesional y en los últimos semestre de la misma, recibe los contenidos
especializados, cumple las fase de observación y culmina con las prácticas
profesionales, etapa que pone al casi-graduado en contacto directo con los
currículos, la escuela y los discentes. Actitud y Praxis docente: El docente recién
egresado de las aulas universitarias trae consigo un cúmulo de experiencias
significativas, métodos y estrategias para facilitar el aprendizaje de los educandos,
tal como puede evidenciarse en el ejercicio de las pasantías, a final de la carrera.
Describiendo un poco la actuación del Pasante, es estupendo ver como el futuro
maestro/profesor esgrime con soltura la teoría y la praxis docente: manejo del
proceso comunicacional personal de la institución: padres/representantes-
estudiantes-comunidad, manejo eficiente de los recursos para el aprendizaje:
carteleras, afiches, rotafolios, pizarrón, material educativo impreso, presentación
personal y otros; no obstante, todo este entusiasmo y diligencia laboral se va
perdiendo poco a poco. A medida que va pasando el tiempo, el docente se va
alejando de lo aprendido en la universidad. Una vez que el graduando recibe la
oportunidad de desempeñarse como maestro/profesor se dedica a ejercer la
profesión alejado de los métodos, técnicas y estrategias adquiridas en el campus
universitario; las clases se vuelven monótonas, repetitivas, aburridas; sin empleo
de los recursos para el aprendizaje porque sólo se usa el pizarrón. La cartelera
sólo cumple el papel de exhibidor de temas y efemérides que tardan en ser
renovadas; el material educativo impreso se usa para pegarlo en los cuadernos y
carteleras sin estudiarlo a fondo. El lenguaje es deformado porque los propios
docentes tienen una competencia lingüística pobre o hacen uso inapropiado de la
palabra oral agregando eufemismos, barbarismos, vulgaridad y otras, sin
importarles que el niño y adolescente tienen de sí una imagen y modelo que cual
tinta indeleble quedará adherida a la personalidad del aprendiz por el resto de sus
vidas. A esto es importante agregarle que muchos de los docentes de hoy se
sienten liberales y en sus tiempos libres se dedican a realizar actividades públicas
poco decorosas como emborracharse a las afueras de un local, participar en
alborotos, bochinches o riñas callejeras; lugares por donde sus estudiantes deben
transitar para ir a casa de la abuela, el comercio o simplemente pasear. Estas
actitudes indecorosas deberían ser vigiladas por los representantes, consejos
comunales y entes educacionales porque las mismas sirven de espejo al
muchacho que aprende. Además, la Ley Orgánica de Educación y su Reglamento
establece en su articulado que el profesional de la docencia debe ser una persona
de moralidad e idoneidad comprobable, proactivo, investigador; caracteres que
están distantes de alcanzar por un representativo número de docentes de
Educación Inicial, Primaria, Secundaria y Diversificado. Actividades que
interrumpen el proceso educativo Desde el inicio del año escolar en la mayoría de
los centros educativos del sector público del estado Barinas comienza una serie
de actos y actividades que interrumpen la secuencia del proceso educativo. El
niño se ve sometido a constantes períodos de inactividad educativa formal donde
la información que le va a llegar generalmente es de una fuente que pudiera
apuntalar el proceso de enseñanza aprendizaje pero que en Venezuela sirve más
para deformar que para enseñar, tal es el caso de la televisión; a través de la
pantalla se reciben los más variados contenidos que van moldeando de manera
distorsionada la mente del pequeño televidente hasta hacerlo dependiente de
programas tan mediocres como “El Chavo del 8”, Chespirito, tiras cómicas
antivalores, miniseries juveniles, películas, novelas y hasta comerciales en
sobreabundancia; todos de contenidos no muy educativos que se diga. Por su
parte, los maestros y profesores se encuentran en actividades recreativas
relacionadas con su gremio; por ejemplo: el Día del Maestro resta a los
estudiantes dos o más semanas de clase porque los docentes deben participar en
los “Juegos Magisteriales”, es decir, los niños, niñas y adolescentes son
regresados desde la escuela o liceo porque sus maestros, sus profesores, sus
modeladores se encuentran ocupados en actividades donde se combina la
actividad deportiva con el consumo de sustancias nocivas para la salud (bebidas
alcohólicas, cigarrillos, chimó…). Cabe destacar que durante su ausencia el
profesional de la docencia no deja interino o persona que le sustituya en sus
funciones, razón por la cual los estudiantes que son protegidos por la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, LOPNA y Ley Orgánica de Educación y
su Reglamento quedan a la deriva y las autoridades superiores del sistema
educativo parece que avalaran esta y otras actitudes del cuerpo profesoral.
Quienes si se molestan y acuden ante los cuerpos directivos y de supervisión son
los representantes, que más por su deber de ser vigilantes de la educación de sus
hijos se quejan porque los hijos perturban su desempeño en las actividades
cotidianas como la atención de locales comerciales, lavanderías, talleres, ventas
de loterías, cervecerías, fincas e incluso pudieran interrumpir la hora de siesta.
Asimismo, durante el desarrollo del año escolar venezolano suceden otras fechas
que se deben celebrar como por ejemplo el día aniversario del plantel, que no es
un día sino una o dos semanas. Durante el día del aniversario (que se transforma
en una o dos semanas) se desarrollan actividades recreativas y deportivas
tradicionales y de competencia, lo cual es muy aceptable, pero durante ese lapso
de tiempo los niños y jóvenes asisten al juego pautado que tiene una duración
máxima de 120 minutos, perdiéndose el resto del tiempo de la jornada académica
en ocio o actividades banales. Los más pequeños (1º, 2º y 3º) participan sólo
mirando y animando, muchas veces perdidos de la realidad, de su destino y
tiempo porque ha ocurrido que en estos eventos los padres pasan momentos
amargos debido al extravío de su representado; para colmo de la situación, la
institución cumpleañera invita a instituciones amigas para que docentes y
estudiantes asistan a competir con los dueños de la fiesta, involucrando a otros
planteles en la interrupción laboral de algunos docentes y discentes de la
organización educativa del municipio. Está claro que en estas competencias salen
a relucir conductas, actitudes y vocabulario no cónsonos con lo establecido en la
norma educacional que ayudan a la deformación integral del aprendiz, afectando
principalmente su competencia lingüística. Uno se pregunta muchas veces: ¿Será
más importante realizar estas actividades aunque ello incluya interrumpir las
clases formales?, ¿Dónde estarán las autoridades educativas que no regulan
estos eventos?, ¿Cómo se pretende una educación pública de calidad si no se
cumple con las obligaciones establecidas en la Constitución, las demás leyes,
decretos y resoluciones?, ¿Por qué la educación privada en muchos aspectos es
mejor, siendo sus docentes los mismos que trabajan en el sector público?, ¿Si
estas actividades son tan importantes para los docentes porque no se realizan en
vacaciones para no quitarle tiempo de estudio al niño, niña o adolescente? Dentro
de estas premisas, se considera que los planificadores, diseñadores de currículo,
directores de zonas educativas, supervisores, directores de distritos escolares y
directores de planteles deberían establecer una normativa que regule el
cumplimiento de tales actividades, donde verdaderamente el niño sea el “interés
superior”, como lo establece la LOPNA y se acabe con los vicios que desmejoran
la calidad de educación que recibe el educando. Los coordinadores de áreas y
docentes especialistas, por su parte, incurren sin querer a veces, en la interrupción
del proceso educativo cuando son convocados a participar en eventos poco
productivos. Se da el caso que un docente de Educación Física y Deportes debe
cumplir con sus estudiantes un determinado número de horas a la semana pero no
puede hacerlo porque la Coordinación del área un supervisor tal o cual le gira una
convocatoria para que asista a una “jornada de trabajo” donde lo menos que se
hace es trabajar porque la actividad se convierte en discusiones de escaso valor
académico o en conversaciones de temas que están fuera de pauta; asimismo, a
los coordinadores le designan tareas como la de servir de personal técnico en los
encuentros: arbitraje, anotación, observación… y la ausencia se cubre con una
constancia de asistencia al evento, pero la carencia de contenidos no recibidos por
el estudiante cuándo se recupera. Así como ocurre en Educación Física, Deportes
y Recreación también ocurre con Educación Musical, Educación Especial y otras
áreas del programa de estudio. En el mismo orden de ideas, es relevante informar
que un niño o niña de 1º a 6º grado tiene una rutina diaria como esta: Hora de
entrada, 7:00 a.m.; seguidamente, 80 minutos para desarrollar el proyecto de
aprendizaje; 60 minutos de Educación Física; 20 minutos que generalmente se
convierten en 30 de receso (recreo); 30 minutos de Biblioteca; 30 minutos del
programa religioso ERE (católico, aunque lo disfracen como un programa de
valores), 25 a 30 minutos para comer (P.A.E.B.) y salida a las 12:00 p.m. Como es
fácil evidenciar en el cronograma, para el desarrollo del proyecto de aprendizaje el
docente regular de aula sólo emplea un promedio diario de 1 hora y 20 minutos al
día, que en boca de los expertos es como si usted diera a un hambriento un trozo
de galleta del tamaño de una tarjeta telefónica. En verdad es preocupante porque
el hambriento, al igual que el estudiante nunca satisfará su apetito, sea de
aprendizaje o de alimento. Por último, el padre, madre o representante del niño
debe asumir su rol dentro del proceso educativo convirtiéndose en uno de los
actores principales del mismo, exigiendo mayor cumplimiento de las instituciones,
directores, coordinadores académicos o pedagógicos y docentes para que la
formación e instrucción; en sí, la educación de sus representados se haga con
mayor énfasis, armonía y regularidad, sin tantas interrupciones. Es hora de
comenzar a ver el futuro de la patria con mayor seriedad y responsabilidad para
evitar que la mala escuela de la calle siga quitándole la vida a jóvenes que
desertan de los programas educativos formales para dedicarse a actividades que
van en contra de los principios y derechos sociales de todos. La orientación
familiar es la clave para alcanzar éxito en este estadio vital; sin embargo hemos de
ser conscientes de la responsabilidad que cada uno tiene en atención a la
problemática social del mundo