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Dedicatoria

A mis padres

Por su apoyo incondicional en cada etapa de mi vida, por su amor, confianza y

por darme todo lo necesario y más.

Tomás Montes Ramírez

Josefina Hernández Morales

A mi hermana

Por estar siempre ahí, por su amor y apoyo

Ana Karen Montes Hernández

A mis Abuelos

Que con sus consejos siempre están y estuvieron para mí

Petra Morales

Cirilo Hernández †

Tomás Montes

Victoria Ramírez

Tomás Martínez †

3

Agradecimientos

El presente trabajo formó parte del proyecto “Ecología de la restauración del

Bosque Mesófilo de Montaña en el centro de Veracruz, México: una

aproximación al paisaje.” (Sep-Conacyt Ciencia Básica 2007-1 numero 82284)

a cargo de la doctora Fabiola López Barrera y su equipo de trabajo en el

Instituto de Ecología A. C. Este trabajo fue apoyado con una beca por parte del

mismo proyecto.

Agradezco al Instituto de Ecología por permitirme el acceso a sus instalaciones

para la realización de este trabajo.

De manera muy especial quiero agradecer a Dra. Fabiola López por su apoyo,

comprensión y paciencia; además por brindarme su confianza y la oportunidad

compartir sus conocimientos conmigo durante todo este tiempo.

De igual forma quiero agradecer a Alan y Paula Wright, propietarios del lugar

quienes siempre mostraron interés y la mejor disposición para la realización de

este estudio.

Al Dr. Dr. Vinicio Sosa por sus aportaciones en la parte estadística de este

trabajo. Al Dr. José García Franco por sus consejos y apoyo brindado.

También quiero expresar mi agradecimiento a la M. en C. Carmen Navarro

Carbajal y a la Dra. Sombra Patricia Rivas Arancibia por sus valiosos

comentarios y aportaciones a este trabajo.

Del mismo modo agradezco a todas las personas que me apoyaron en el arduo

trabajo de campo; al M. en C. Gerardo Arceo, M. en C. Edith Salomé, Dr.

Eduardo Sainz Biol. Jesús Flores, Biol. Rosendo Coscatl, Biol. Ricardo de

Jesús Madrigal, Pste. Guillermo Vázquez, David Ivan Lima, Sandra Saldívar y

todas las personas que me brindaron su apoyo.

Igualmente y de manera muy especial agradezco a todos mis amigos Ángel,

Manuel, Nelly, Guillermo, Dulce, Rosendo, Javier, José Luis, Laura, Ángeles,

Sandra, Lety, Gerardo, Edith y Ricardo por el apoyo y cariño que he recibido de

todos y cada uno desde el momento en que aparecieron en mi vida; gracias por

hacer el camino más fácil y aligerar la carga del día a día y sobre todo por estar

siempre ahí.

A la Comisión Nacional del Agua por proporcionar los datos de temperatura y

precipitación del sitio de estudio.

4

Resumen

La fragmentación, deforestación y degradación del bosque mesófilo de

montaña en Veracruz, como en otras partes del país han ocasionado que estos

ecosistemas se vean sujetos a cambios en su composición y que algunas

poblaciones de árboles de este tipo de vegetación se encuentren vulnerables,

como es el caso de Quercus insignis. Los objetivos de este trabajo fueron

evaluar el efecto de algunos factores microambientales sobre el crecimiento y

la supervivencia de plántulas de Q. insignis. Para ello se sembraron plántulas

de entre 7 y 11 meses de edad provenientes de dos tratamientos de

propagación en vivero, uno consistió en plántulas que crecían con suelo de la

localidad y el otro con una mezcla de composta comercial y suelo de la

localidad. En agosto de 2008 dichas plántulas fueron establecidas en campo

aleatoriamente bajo dos condiciones lumínicas (bajo dosel y zona abierta). Se

monitorearon la supervivencia y el crecimiento (altura máxima y área basal) de

forma cuatrimestral durante un año. Se calcularon las tasas relativas de

crecimiento por mes. Para evaluar el crecimiento de las plántulas en el vivero

se utilizo un análisis de varianza (ANOVA).Para evaluar la relación entre las

variables microambientales se utilizo un análisis de correlación de Pearson; el

efecto de la ubicación, el tipo de suelo y la apertura del dosel sobre las tasas

relativas de crecimiento en altura y área basal fueron analizados con un

análisis de covarianza (ANCOVA). La ubicación de siembra tuvo un efecto

significativo sobre la tasa relativa de crecimiento en área basal. Los resultados

mostraron que la apertura del dosel covaria significativamente con la tasa

relativa de crecimiento en altura. La supervivencia para toda la plantación

después de un año fue del 61%. La tasa de supervivencia de las plántulas

(prueba de Kaplan-Meier) fue diferente dependiendo del factor suelo. Las

plántulas que crecieron con composta fueron más afectadas por el transplante

que las plántulas que crecieron con suelo local. La principal causa de muerte

fue la depredación por tuzas, sobre todo en la zona abierta. Se concluye que

las plántulas de Q. insignis pueden crecer y sobrevivir en zonas abiertas y bajo

dosel, sin embargo el área basal es mayor en esta última condición de siembra.

El micrositio es un factor cambiante y por ende afecta el desempeño de las

5

plántulas. La mortalidad puede controlarse implementando técnicas de

exclusión de mamíferos.

6

Índice

1. Introducción 1

1.1 Bosque mesófilo de montaña 1

1.2 Restauración de Bosques 2

1.3 Los encinos, especies claves del bosque mesófilo de montaña 3

1.4 Factores determinantes en el crecimiento y la supervivencia 5

1.5 Justificación 6

1.6 Objetivo General 7

1.7 Objetivos particulares 7

1.8 Hipótesis 8

2. Material y Métodos 9

2.1 Área de estudio 9

2.2 Especie de estudio 12

2.3 Fase vivero 14

2.4 Establecimiento de las plántulas en campo 14

2.5 Caracterización del micrositio 16

2.6 Análisis estadísticos 19

3. Resultados 20

7

3.1 Crecimiento en vivero 20

3.2 Establecimiento y crecimiento en campo 21

3.3 Supervivencia 27

3.4 Causas de mortalidad 30

3.5 Micrositio 31

4. Discusión 33

4.1 Efecto del uso de composta en el crecimiento y supervivencia de

las plántulas

33

4.2 Efecto del microambiente lumínico sobre el crecimiento y la

supervivencia de las plántulas

34

4.2.1 Crecimiento 34

4.2.2 Supervivencia 35

4.3 Causas de mortalidad 37

4.4 Micrositio 38

5. Conclusiones 39

6. Referencias 40

.

8

9

1. Introducción

1.1 Bosque mesófilo de montaña

El bosque mesófilo de montaña o bosque de niebla es un tipo de

vegetación que de forma general se ubica dentro de un intervalo altitudinal

muy estrecho de entre 400 y 2,700 (Rzedowski 1986). La precipitación anual

varía desde los 500 a los 10000 mm. Generalmente el tipo de suelo es de tipo

histosol con una alta cantidad de agua y humedad (Aldrich et al. 1997). Gran

parte de su valor está relacionado con las características únicas de

biodiversidad y endemismo. La diversidad biológica en términos de especies de

árboles, hierbas, arbustos y epífitas es relativamente alta en relación al área

que ocupa. En México, por ejemplo, el bosque mesófilo de montaña a pesar de

ocupar el 0.8% del territorio contiene unas 2,500 especies de plantas que

crecen preferente o exclusivamente en este tipo de bosque (Rzedowski 1996).

Este número de plantas representa entre el 10 y 12% de todas las estimadas

para México; además de que una proporción elevada de éstas son endémicas.

El bosque mesófilo de montaña sirve también como refugio para especies en

peligro de extinción no solo vegetales sino también animales; lo que hace que

este tipo de ecosistema sea muy diverso (Aldrich et al. 1997; Williams-Linera

2007).

El bosque de niebla ofrece importantes servicios ambientales al paisaje y

a los asentamientos humanos por ejemplo; son una fuente importante de

captación de dióxido de carbono (CO2) y agua por lo que promueve el

incremento y la conservación de manantiales y mantos freáticos, mitigando

efectos de inundaciones y sequias; así mismo en la formación de suelo y como

sumidero de carbono. Entre los recursos económicos que puede proveer el

bosque mesófilo se encuentran la producción de leña a pequeña escala

además de la extracción de productos no maderables como plantas

ornamentales (orquídeas y bromélias), así como de plantas medicinales y la

carne de algunos animales silvestres(Williams-Linera 2007).

A pesar del gran valor de este ecosistema, se encuentra en amenaza

constante, principalmente a consecuencia de actividades humanas como lo son

el cambio de uso de suelo, el sobrepastoreo, la sobrexplotación forestal y la

10

extracción de productos no maderables, lo que ocasiona daños irreversibles al

hábitat forestal. Recientemente se han intensificado otras actividades

perjudiciales al bosque como lo son la caza, el turismo, la apertura de vías de

comunicación y los efectos de borde de la urbanización, para el año 2002 en

México ya solo existía un 28% de su cobertura original (Challenger & Dirzo

2009; Williams-Linera et al. 2002). Por estas razones, resulta primordial

conocer y mantener su biodiversidad tanto a nivel local como nacional y a la

par realizar propuestas para su recuperación y protección por medio del

desarrollo de técnicas de restauración ecológica.

1.2 Restauración de Bosques

La recuperación natural de un bosque involucra una serie sucesiva de

cambios en la composición y dominancia temporal de unas especies por otras,

llamándose a este proceso sucesión. Dichos reemplazos, pueden tomar poco o

mucho tiempo en función de las características del disturbio que ocasionó la

degradación, de la disponibilidad de los recursos y condiciones ambientales

presentes en cada sitio. La restauración ecológica es el proceso mediante el

cual se puede ayudar al restablecimiento de un ecosistema que se ha dañado,

degradado o destruido, cuyo principal objetivo es tratar de retornar al

ecosistema a su trayectoria histórica (no necesariamente a su estado inicial) ya

que inicia o acelera su recuperación, integridad y sustentabilidad; basándose

en sitios de referencia, ecosistemas comparables y otras fuentes de

información (SER 2006).

La restauración de ecosistemas forestales idealmente debe basarse en

el establecimiento de una cobertura vegetal compuesta por individuos de

especies nativas que están presentes en el ecosistema o sitio de referencia y

que resistan y mejoren las condiciones del área perturbada y posteriormente

promueva la recuperación de la biodiversidad al proporcionar alimento,

condiciones ambientales o como soporte de muchas otras especies; además

de que estas son resistentes a enfermedades y plagas naturales locales

(Segura 2005). En general, para los bosques, la información existente es

insuficiente para detallar la variabilidad de los procesos naturales de

regeneración y todos los factores que pueden influir en el éxito o fracaso de

11

programas, técnicas y especies usadas para la restauración (Muñiz-Castro

2008a). Sin embargo, existen ensayos de restauración con especies nativas a

nivel local que nos dan la oportunidad de conocer algunos factores limitantes

para la restauración a través de plantaciones. Cuando se introducen

plantaciones forestales se deben de tomar en cuenta factores como la edad de

la plántula, el momento de la siembra, y las condiciones microclimáticas. El

conocimiento básico sobre el crecimiento y la supervivencia de los árboles es

esencial para proponer las mejores especies y micrositios para el manejo de

algunas especies de bosque mesófilo de montaña. Un micrositio se denomina

como un área pequeña con características diferentes del área circundante,

como son temperaturas y disponibilidad de humedad y/o nutrientes diferentes a

las del resto del ecosistema. Los micrositios más favorables son aprovechados

para las plantaciones de restauración (Ramírez-Contreras & Rodríguez-Trejo

2004) ya que estos pueden ser un factor determinante en la supervivencia de

las plántulas. Es por ello que es de suma importancia establecer estudios que

generen información precisa para elegir el tipo de especies y micrositios

recomendables para plantaciones de reforestación y proyectos de restauración

ecológica (Williams-Linera 1996).

1.3 Los encinos, especies claves del Bosque Mesófilo de

Montaña

En la familia Fagaceae el género Quercus (encinos) es el que presenta

mayor distribución en todo el mundo. Se encuentra en casi todos los bosques

templados del hemisferio Norte, así como en algunas regiones tropicales y

subtropicales del mismo (Nixon 2006). En América se localizan desde Canadá

hasta Colombia, además de Cuba. Se conocen dos centros de diversidad para

el género; uno de ellos es México en donde forman parte importante de los

bosques templados con alrededor del 69% del total de las especies reportadas

para el continente (Valencia 2004). De las aproximadamente 140 especies

mexicanas 46% son del subgénero Lepidobalanus, 51% de Erythrobalanus y

3% Protobalanus. Más del 95% de las especies mexicanas se encuentran

entre los 1200 y 2800 msnm (Zavala-Chávez 1998). Los encinos son

importantes componentes del bosque mesófilo de montaña al ser especies

dominantes del dosel ya que crean el microhábitat sombreado y húmedo que

12

requieren las especies de sucesión tardías y dependientes de alta humedad

como las orquídeas y epífitas(Williams-Linera 2007).

Los encinos por mucho tiempo fueron considerados especies tardías, sin

embargo, estudios sobre su regeneración indican que las plántulas pueden

establecerse en etapas tempranas de la sucesión secundaria y crecer en sitios

perturbados, aún en sitios totalmente expuestos a la radiación solar (Bonfil &

Soberón 1999; López-Barrera et al. 2006; Ramírez-Marcial et al. 2005). Son

especies fáciles de propagar por lo que se consideran buenas candidatas para

impulsar programas de producción masiva de plantas y ser introducidas en

sitios moderadamente degradados. Los encinos se han sugerido como

especies clave en la rehabilitación y restauración de bosques, ya que son

plantas termófilas que forman encinares o bosques mixtos en combinación con

otras angiospermas o coníferas. Los encinos muestran un amplio intervalo de

respuesta ante la cantidad de luz y sombra, sus plántulas tienen una

supervivencia alta adentro y fuera del bosque y pueden encontrarse en áreas

deforestadas degradadas o muy perturbadas y en acahuales (Williams-Linera

2007). Sin embargo, con dicha plasticidad y amplia distribución, algunas

especies de encinos se encuentran amenazadas dada su limitada distribución

además de su extracción y deforestación debido a cambios de uso de suelo

para actividades agropecuarias. Por ejemplo en México, Quercus insignis es

una especie que se encuentra en la categoría de vulnerable con prioridad

nacional y probable perdida genética. Debido a la explotación ilegal, su

distribución está limitada a pequeños remanentes y fragmentos de bosque en

Chiapas, Veracruz y Jalisco además de que las poblaciones suelen ser

pequeñas y fragmentadas (Oldfield & Eastwood 2007).

1.4 Factores determinantes del crecimiento y la supervivencia

Dentro de los factores que determinan la supervivencia y el crecimiento

de las plántulas, el ambiente lumínico y el tipo de suelo o sustrato han sido de

los más estudiados por ser importantes sobre todo en el establecimiento

temprano de las plántulas. El ambiente lumínico en general y la intensidad

lumínica promedio en particular son componentes muy importantes en la

regeneración de las plantas ya que dentro del bosque la calidad y la cantidad

13

de luz varían espacial y temporalmente a diferentes escalas; el análisis de esta

variabilidad, así como de sus causas y consecuencias la supone como un

factor ecológico y evolutivo (Valladares 2006). En el sotobosque, bajo un dosel

cerrado la intensidad de luz es baja en la mayor parte del día lo que ocasiona

que la capacidad fotosintética y las tasas de crecimiento de las plantas sean

bajas. Sin embargo, en condiciones de alta intensidad lumínica (claros del

bosque) las plantas incrementan su tasa de crecimiento y su capacidad

fotosintética es mayor permitiéndoles competir por espacio en el claro. La

magnitud en la luz directa y en su intensidad influencian la respuesta de las

especies lo que afecta su establecimiento y crecimiento inicial (Artavia et al.

2004; Guo et al. 2001). La mayoría de las especies del interior del bosque son

tolerantes a la sombra y son susceptibles a cambios repentinos en los niveles

de luz solar incrementada como resultado de la eliminación de árboles grandes

o la caída de ramas. La luz es importante en dos contextos: como fuente de

energía y como fuente de información relacionada con la variabilidad,

desarrollo y crecimiento de las plantas. Dicha variabilidad provoca una gama

de adaptaciones en plantas (Hogan & Machado 2002). Por ejemplo cuando las

plantas están sometidas a una intensidad baja de luz por periodos de tiempo

prolongados les provoca alargamiento de entrenudos, las hojas permanecen en

un estado inmaduro y sin expandirse, desarrollo anormal de los cloroplasto, la

supresión de la síntesis de clorofila; además de su baja resistencia a

enfermedades y plagas ya que desarrollan muy pocas barreras bioquímicas o

morfológicas para defenderse ya que los tejidos se suavizan. Estas reacciones

se conocen con el nombre de síndrome de etiolación, siendo frecuente cuando

la densidad de plantas establecidas de mayor altura representa un aumento en

la competencia por luz, (Daubenmire 2001; Rivera 2007).

Por otro lado, el suelo o el tipo de sustrato en que las plantas se

desarrollan es otro de los factores determinantes en el establecimiento

temprano. Los intentos por aumentar las probabilidades de éxito en las

plántulas y como consecuencia en la regeneración de los ecosistemas sugieren

que la optimización de las características del suelo en que son sembradas

puede contribuir en mucho a la causa; la optimización comprende el uso de

abonos naturales (humus) mejor conocidos como composta que resulta de la

14

biodegradación por millones de bacterias, hongos y otros microorganismos, de

cualquier resto de materia orgánica abandonada dando como producto final

tierra negra con gran cantidad de nutrientes(Davies & Call 1990)

Por estas razones la composta se convierte en una fuente extra de

nutrientes para la planta por lo que es recomendable su uso para mejorar el

rendimiento de las plántulas en el campo para la regeneración de sitios

naturales. Con respecto a esta práctica se conoce poco su efectividad en

especies nativas y en particular para las plantaciones para restauración

utilizando encinos(Ramírez-Marcial et al. 2003).

1.5 Justificación

La fragmentación y perdida del bosque mesófilo de montaña en el centro del

estado de Veracruz, representan una amenaza para el ecosistema y los

servicios ambientales que brinda, por lo que resulta prioritario el desarrollo de

técnicas de reintroducción de especies nativas en áreas deforestadas ya que

estas promueven la recuperación de la biodiversidad al generar las condiciones

ambientales propicias para el resto de las especies vegetales y animales. Q.

insignis es una especie prioritaria para ser reintroducida en áreas deforestadas,

ya que además de ser una especie nativa del bosque mesófilo de montaña, es

una especie amenazada en México. A pesar de su importancia, a la fecha, no

se han realizado estudios que evalúen su crecimiento y supervivencia en

condiciones de campo e invernadero, por lo que este estudio pretende

proporcionar información útil sobre los factores que determinan el crecimiento y

la supervivencia de plantaciones de Q. insignis a fin de que esta especie pueda

ser considerada en programas de restauración del bosque mesófilo de

montaña.

15

1.6 Objetivo General

Evaluar el efecto de factores microambientales tales como la apertura

del dosel, radiación fotosintéticamente activa, humedad del suelo, profundidad

de hojarasca y cobertura de herbáceas sobre el crecimiento y la supervivencia

de Q. insignis en Huatusco, Veracruz.

1.7 Objetivos particulares

1. Evaluar el efecto del uso de composta en el crecimiento de

las plántulas de Q. insignis en condiciones de vivero; así como su

crecimiento y supervivencia después de ser establecidas en campo.

2. Evaluar el efecto de dos condiciones lumínicas

contrastantes (zona abierta y bajo dosel) sobre el crecimiento y

supervivencia de plántulas de Q. insignis.

3. Determinar las principales causas de mortalidad para las

plántulas de Q, insignis establecidas en campo.

4. Caracterizar el micrositio de cada plántula de Q. insignis

establecida en campo.

1.8 Hipótesis

1. Debido a que la utilización de suelos enriquecidos con compostas

son técnicas que favorecen el crecimiento y la supervivencia de plántulas

de encinos es de esperarse que las plántulas de Q. insignis que han

crecido en condiciones de vivero y con suelo enriquecido con composta

tengan un mejor crecimiento y sobrevivencia al ser establecidas en

condiciones de campo.

2. Como se ha documentado para algunas especies de encinos

neotropicales estos pueden establecerse en sitios abiertos y en

condiciones de luz intermedia por lo que se espera que particularmente Q.

16

insignis podría tener el potencial de establecerse exitosamente en lugares

abiertos y sitios con disponibilidad de luz intermedia, siendo esta ultima la

mejor condición esperada para su establecimiento.

3. En estudios anteriores se menciona que una de las principales

causas de mortalidad de las plántulas de encinos son la depredación por

roedores por lo que se espera que esta sea una de las principales causas

de mortalidad para las plántulas de Q. insignis establecidas en campo.

4. Como se ha documentado para otras especies de encinos su

establecimiento se ve afectado por las condiciones de micrositio a las que

están expuestas (humedad del suelo, apertura del dosel, radiación

fotosintéticamente activa, cobertura de herbáceas y profundidad de

hojarasca) por lo que se espera que tales factores sean cambiantes a lo

largo del tiempo para cada plántula de Q. insignis.

17

2. Material y Métodos

2.1 Área de estudio

En el centro del estado de Veracruz, en el municipio de Huatusco, a una

distancia aproximada de 90 km de la ciudad de Xalapa, se encuentra el predio

denominado “Las Cañadas” que cuenta con una extensión de 406 ha. (Fig. 1)

(Rodríguez et al. 2002). Decretada como la primera Servidumbre Ecológica de

México en el año de 1998, protege relictos de Bosque Mesófilo de Montaña y

áreas perturbadas destinadas para su regeneración; se ubica entre los 1300 y

1500 msnm, las coordenadas son: N 19°10´35.2´´ y W 096°58´18.8´´; tiene una

precipitación anual promedio de 1850 mm, la temperatura media anual es de

19.8 ⁰C y la temporada de lluvias abarca desde Julio a Septiembre (Fig.2).

Dentro del predio, se pueden encontrar fragmentos de: bosque de niebla, de

bosque ripario, encinares, acahuales y sitios con diferente edad de

regeneración natural debido a un uso agrícola o ganadero. El tipo de clima es

clasificado según Köppen como ((A)Cm(f)(i´)gw) semicálido húmedo del grupo

C (el mes más frío es debajo de los 18° C), el régimen de lluvias es intermedio,

con poca oscilación térmica, con marcha de temperatura tipo “Ganges” y

presencia de canícula. El tipo de suelo presente es de tipo andosol úmbrico,

con un grado de acidez baja, además de un nivel medio en cuanto a la

disponibilidad de macronutrientes (Geissert & Ibáñez 2008; Rodríguez et al.

2002).

Recientemente, el predio fue delimitado y fraccionado en un potrero de

acahual con 100 ha. que fueron destinadas para la restauración del bosque

original (Fig. 1). Dicho potrero estuvo activo hasta septiembre de 2005, mes en

el que se excluyo el ganado para propiciar un proceso de regeneración. Los

tipos de vegetación presentes en el predio son pastizales tanto nativos como

exóticos, matorral, acahuales y pequeñas islas de árboles en las que Q.

insignis es una de las especies dominantes debido a su área basal y cobertura

de dosel.

18

Figura 1. Localización geográfica del sitio de estudio en Huatusco, Veracruz. La

plantación de Q. insignis se estableció bajo dos condiciones lumínicas; las líneas amarillas

indican el sendero sobre el que se establecieron las plántulas en condiciones de sombra; el

asterisco blanco indica el sitio donde se establecieron las plántulas en zona abierta.

19

Figura 2. Diagramas ombrotérmicos de la estación meteorológica “centro regional

Huatusco”, municipio Huatusco, Veracruz (latitud 19⁰08´48´´, longitud 96⁰57´00´´, altitud 1344

m snm). Los valores son promedios de temperatura (barras) y precipitación (líneas) del periodo

de 1999 a 2007 excepto 2003 (A) y de 2008 a 2009 (B). Datos proporcionados por la Comisión

Nacional del Agua, organismo de cuenca golfo centro, dirección técnica, jefatura de proyecto

de hidrometeorología.

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B

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2.2 Especie de Estudio

En Veracruz Quercus insignis (Fig. 3) forma parte del Bosque Mesófilo

de Montaña entre los 1100 y los 1600 msnm donde es conocido como

Chicalaba. Pertenece al grupo de los encinos blancos (Zavala 1996) y es un

árbol de aproximadamente 25 a 30 m de altura con 1 m de diámetro; pierde sus

hojas una parte del año, es monóico y con flores diferenciadas diminutas,

amarillentas, esparcidas a lo largo de las ramillas (inflorescencias) finas y

colgantes hasta de 7 cm de largo presentes en marzo. Sus frutos (bellotas) son

solitarios y anuales, desarrollándose de julio a noviembre. Las bellotas

alcanzan los 7 cm de diámetro, su crecimiento es relativamente rápido ya que

consiguen de tres a cinco metros en dos años; su propagación es por medio de

semillas, por lo que resulta fácil la obtención de plántulas. Es una especie que

se utiliza de modo industrial en la fabricación de pisos para tráfico pesado y

ligero, incluyendo el residencial, peldaños de escaleras, pasamanos, tarimas,

mangos de herramientas; además se utiliza para el mejoramiento de sitios

urbanos y paisajismo, mientras que sus bellotas son utilizadas en la

alimentación de ganado (Benítez et al. 2004; Machuca-Velasco et al. 1999;

Oldfield & Eastwood 2007). Es una especie potencial para ser usada en la

restauración y reforestación de encinares (Flores & Lindig 2005).

Se han realizado estudios refiriéndose a la caracterización anatómica de

la especie además de la calidad en la pulpa en el papel entre otros (Machuca-

Velasco et al. 1999); también se encuentra como una especie estructuralmente

importante en bosques hondureños con un alto índice de importancia, además

de ser abundante y dominante de dosel (Fraazt & Montúfar 2007). Sin

embargo, no se cuentan con estudios que detallen su desempeño en campo ni

ensayos experimentales que reflejen su capacidad de crecer y sobrevivir.

21

Figura 3. Variabilidad de Q. insignis en el tamaño de las bellotas (A), la germinación

(B), la plántula de 17 meses de edad (C) y el adulto (D). Cortesía de: Fabiola López Barrera (A)

y Beatriz Montes Hernández (B,C y D)

22

2.3 Fase de vivero

Esta fase fue realizada por los encargados del vivero en Cañadas, previo

al inicio de esta investigación. Para la obtención de las plántulas de Q. insignis

se recolectaron semillas de cuatro árboles adultos localizados dentro del

predio, estas se recolectaron en noviembre de 2006. Las semillas fueron

separadas por medio del método de flotación que consiste en colocarlas en un

recipiente con agua de tal modo que estén cubiertas totalmente, lo que hace

que las que no son viables floten (Zavala-Chávez & García 1996). Las semillas

separadas fueron sembradas en abril de 2007, en dos tipos de sustrato, el

primero consistió solo en sustrato extraído del lugar y el segundo en una

mezcla de tierra con composta (humus) en proporción 1:1 respectivamente. La

composta fue adquirida de un proveedor de Xalapa (Terranova lombricultores).

Ambos sustratos fueron depositados en bolsas de polietileno negras de

aproximadamente 2 K de capacidad, en total se obtuvieron 1044 plántulas. El

riego se realizó periódicamente y en cantidad suficiente para mantener

constantemente húmedo el sustrato. Es importante mencionar que no se utilizo

ningún tratamiento de tipo químico para el control de hierbas en las plántulas y

de la herbívoria por insectos, durante la permanencia de las plántulas en el

vivero.

Las plántulas fueron colocadas dentro del vivero de “Las Cañadas” en

las primeras etapas de su crecimiento y se mantuvieron separados ambos

tratamientos. En esta fase fue evaluado el crecimiento de las plántulas con una

medición del diámetro en la base del tallo y de la altura máxima. Esta medición

se realizó los primeros días de junio. En preparación para la siembra se

mantuvieron siempre identificadas las plántulas provenientes de los dos tipos

de suelo en el que crecieron en vivero con cintas de colores diferentes.

2.4 Establecimiento de las plántulas en campo

Las plántulas fueron transportadas desde el vivero hasta su sitio de

trasplante en carretillas. Las plántulas fueron sembradas en hoyos de 20 cm de

profundidad por 15 cm de diámetro, la siembra se realizo del 15 al 18 de julio

de 2008. Cabe mencionar que el lugar donde se sembraron fue limpiado de

hierbas y no hubo riego post-plantación. La precipitación para este año fue

23

normal aumentando desde mayo y comenzando a disminuir en septiembre

(Fig. 6). El trabajo de chapeo, transporte y siembra fue realizado por cuatro

jornaleros de Cañadas, con experiencia previa en la siembra de plantaciones

nativas.

Se seleccionaron dos áreas de siembra, con diferentes microambientes

lumínicos: bajo dosel intermedio y en un área abierta para el establecimiento de

las plántulas. Se realizó una aleatorización de las plántulas de ambos

tratamientos para su siembra, cuidando la proporción 50-50 (mitad de las

plántulas en cada área de siembra fuera de suelo enriquecido con composta y

la otra mitad, plántulas creciendo en suelo local). Esto se realizo para poder

distinguir entre el efecto del suelo y el de la ubicación de la siembra. Cada

plántula fue considerada una unidad experimental independiente, cuidando que

la distancia de siembra (mínimo de 3 m) fuera la necesaria para que en el

primer año de crecimiento no existiera una interacción entre las plántulas. Se

determinó para cada plántula los factores microambientales que pueden ser

determinantes en su desempeño.

El primer tipo de microambiente se estableció en un área abierta y

continua, con el suficiente tamaño disponible para sembrar 535 plántulas. Las

plántulas fueron dispuestas en una cuadrícula con una distancia mínima de 3

m entre ellas. Esta forma de siembra se asemeja a la forma más tradicional de

siembra en plantaciones forestales (Fig. 1)

La segunda área de siembra requería de sombra intermedia o densa, y

en el sitio la sombra está confinada a los árboles relictuales (maduros y

juveniles) que se mantuvieron bordeando un sendero (Fig. 1). Por ello se

estableció la plantación a lo largo de dicha brecha preexistente, sembrando las

plántulas bajo la sombra de los arboles a una distancia mínima de 3 m de la

base de los troncos, generando así un gradiente de condiciones intermedias de

luz a condiciones de mayor sombra. Se sembraron en total 1044 plántulas.

La supervivencia y el crecimiento de las 1044 plántulas sembradas se

registraron cuatrimestralmente a lo largo de un año. La causa de mortalidad fue

determinada cuando era evidente. El crecimiento de las plántulas se obtuvo a

partir de las variables altura máxima del tallo y área basal del tallo (DAb). Para

24

medir el área basal se utilizo un vernier (± 0.05 mm) midiéndose el diámetro a

la base del tallo; para tomar los datos de altura se utilizo un flexómetro y se

midió desde la base del tallo hasta la parte apical.

2.5 Caracterización del micrositio

Para cada plántula se realizó la caracterización de su micrositio en el

primer y último mes del año del muestreo; La caracterización del micrositio

se realizó con la ayuda de un cuadro hecho con tubo pvc de 50 x 50 cm, una

regla de madera y un densiómetro (Forestry Suppliers Spherical Crown

Densiometers).

Las variables que se registraron fueron: a) el número de estratos

presentes sobre la plántula, b) la cobertura de herbáceas y c) la cobertura del

dosel.

a) Para identificar el número de estratos presentes se realizo una

aproximación de la altura de la vegetación que cubría a cada plántula y se

registró de acuerdo a las siguientes categorías: 0-50 cm, 0.51cm- 3 m, 3m- 6m

y 6m o más (Fig. 4).

b) Para estimar el porcentaje de cobertura de herbáceas se utilizó el

cuadro de 50 x 50 cm colocándolo alrededor de la plántula procurando que esta

quedara en el centro y por lo que el resto del área se consideró como un 100%

de cobertura, estimando así el porcentaje de herbáceas que cubrían el área del

cuadro. Se midió también la profundidad de la hojarasca delimitada por el

cuadro de 50 x50 cm; con la ayuda de una regla de madera se tomaron tres

medidas a lo largo del cuadro a los 15, 30 y 45 cm introduciendo la regla hasta

la parte más dura del suelo.

25

Figura 4. Representación gráfica de las dimensiones vertical y horizontal de la cobertura de

vegetación. La figura ubicada arriba (centro) representa un hábitat con todos los estratos de

vegetación ocupados vertical y horizontalmente, mientras que las figuras de abajo (izquierda y

derecha) muestran variaciones en los estratos de vegetación ocupados (tomado de Anderson y

Ohmart 1986).

c) La cobertura de dosel se calculó con un densiómetro esférico, este es

un aparato de tipo ocular que consiste en un espejo convexo dividido en 24

cuadros; el observador tiene que imaginar cuatro puntos repartidos

uniformemente dentro de los 24 cuadros con un total de 96 puntos; con el

espejo nivelado el observador decide si ve el cielo o el dosel manteniendo el

ángulo de visión. La densidad del dosel se calcula contando el número de

puntos reflejados cubiertos por la imagen. El porcentaje de cobertura del dosel

se obtiene sumando el número de puntos que corresponden al cielo y

multiplicándolo por 1.04 (100/96; (Hogan & Machado 2002; Strickler 1959).

Para caracterizar el ambiente lumínico se calculó el porcentaje de

cobertura del dosel y el porcentaje de la radiación fotosintéticamente activa

26

(PAR por sus siglas en ingles “photosynthetically active radiation”) ambos para

cada una de las plántulas. El PAR se midió con un ceptómetro (Decagon

AccuPAR modelo LP-80) con un rango de 0 a >2500 µmol m-2s-1. El porcentaje

de PAR para cada plántula se consiguió tomando dos lecturas simultaneas

(esto para reducir la variación en la lectura de planta a planta y así poder

comparar los datos obtenidos); la primera lectura se obtuvo colocando el

sensor externo del ceptómetro en condición totalmente expuesta a la luz solar

lo que se consideró como 100% de PAR, la segunda medida se obtuvo

colocando el sensor del ceptómetro sobre la plántula, las medidas se tomaron

cada diez segundos durante un minuto (en total 6 medidas), cada grupo de

datos se promedió para obtener dos medidas únicas y así obtener el

porcentaje de PAR para cada plántula.

Para conocer la humedad del suelo para cada plántula se utilizó un

medidor de humedad Teter (ZD-05) y se obtuvo al colocar el medidor a un

costado de la plántula y obtener la lectura después de aproximadamente dos

minutos.

A partir de los datos de altura y área basal se calculó la tasa de

crecimiento relativo que es la medida principal del análisis de crecimiento y se

define como la ganancia de biomasa por unidad de biomasa y tiempo (Villar et

al. 2004). Para calcular la tasa de crecimiento relativo (TCR) se utilizo la

siguiente formula (Hunt et al. 2002)

TCR= (ln h2- ln h1) / (t2-t1)

Donde h es la altura (cm) medida en los tiempos 1 y 2 y t1 y t2 son los

tiempos en meses.

27

2.6 Análisis estadísticos

Se obtuvieron como variables dependientes: el área basal (mm2), altura

máxima y la supervivencia. Como variables independientes se obtuvieron: el

PAR (%), la cobertura por estrato vegetal, humedad (%), herbáceas (%), dosel

y la profundidad de hojarasca. Como factores explorados en explicar la

variación del crecimiento y la supervivencia se consideró también el suelo en el

que crecieron las plántulas en vivero.

El crecimiento de las plántulas con condiciones diferentes de suelo en el

vivero fue comparado mediante un análisis de varianza (ANOVA). Las variables

de apertura de dosel (%), cobertura de herbáceas (%) y (%) PAR fueron

transformadas utilizando el arco seno de la raíz cuadrada, para alcanzar la

normalidad de los datos. Con el fin de evaluar la relación existente entre las

variables: cobertura de herbáceas, PAR, humedad relativa del suelo y la

profundidad de la hojarasca se realizó un análisis de correlación de Pearson

con un nivel de significancia de 95% (p<0.05). A partir de esta prueba se

seleccionó la covariable (apertura del dosel) que sería utilizada en el ANCOVA,

donde se definió como factores la ubicación y el suelo y como variables

dependientes las tasas relativas de crecimiento en altura y área basal. El

análisis de supervivencia se realizó mediante curvas de supervivencia de

Kaplan-Meier (procedimiento no paramétrico) y el análisis estadístico se realizo

mediante el test Log-Rank. Este procedimiento permite considerar en un solo

análisis los cinco intervalos de tiempo entre las mediciones de supervivencia (el

tiempo cero y los cuatro restantes cuatrimestralmente). Con ello se compara el

comportamiento de las curvas de supervivencia en el tiempo. Se realizaron

pruebas de Χ2 para relacionar la influencia de los tratamientos de suelo y

ubicación sobre la frecuencia de las causas de mortalidad. Todos los análisis

estadísticos fueron realizados con el paquete estadístico SPSS v.17.0. En el

texto las medias son representadas ±1ES (error estándar).

28

3. Resultados

3.1 Crecimiento en vivero

El crecimiento de las plántulas de Q. insignis analizado en vivero

muestra que hubo un incremento significativo en el área basal de aquellas

plántulas que fueron propagadas con composta (F=10.93; 1g.l.; P=0.001) en

comparación con las que se propagaron sin composta (Fig. 5). Sin embargo no

se registraron diferencias significativas en la altura de las plántulas (61.46 sin

composta y 62.86 cm con composta) en la medición inicial (P>0.05).

Figura 5. Área basal (mm2) inicial de las plántulas de Q. insignis (Media ±ES) con

respecto a los tratamientos de suelo de plantulas creciendo por 7 (sin composta) y 11 meses

(con composta) en condiciones de vivero.

29

3.2 Establecimiento y crecimiento en campo

Las plantas establecidas por un periodo de 12 meses (de agosto de

2008 a agosto de 2009), crecieron bajo condiciones meteorológicas semejantes

a las del clima tipificado en sección de métodos para el área de estudio. Esto

se muestra con los datos de lluvia y temperatura presentes durante el

monitoreo de la plantación de Q. insignis (Fig. 6). Lo que sugiere un año sin

sequias ni lluvias anormales, comparándolo con años anteriores.

Figura 6. Diagrama ombrotérmico de la estación meteorológica “centro regional

Huatusco”, municipio Huatusco, Veracruz (latitud 19⁰08´48´´, longitud 96⁰57´00´´, altitud 1344

msnm). Los valores son promedios de temperatura (barras) y precipitación (líneas) del periodo

de estudio (agosto de 2008 a agosto de 2009). Datos proporcionados por la Comisión Nacional

del Agua, organismo de cuenca golfo centro, dirección técnica, jefatura de proyecto de

hidrometeorología.

0

50

100

150

200

250

300

350

400

0

5

10

15

20

25

30

Ago Sep Oct Nov Dic Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago

Precip

itación

(mm

)Te

mp

erat

ura

(⁰C

)

30

Para la evaluación del crecimiento de las plántulas se analizaron un total

de 501 individuos sobrevivientes al final de un año de monitoreo (Tabla 1), los

cuales representan las plántulas establecidas en las dos condiciones lumínicas

(zona abierta y bajo dosel) y con las dos condiciones de tratamiento de suelo

(sin composta y con composta) adicionado en vivero.

Tabla 1. Medias (± ES) de la tasa relativa de crecimiento en altura (TRCH), tasa

relativa de crecimiento en área basal (TRCAB), con respecto a su ubicación (zona abierta y

bajo dosel) y tratamiento de suelo adicionado en vivero (sin composta y con composta). Se

presentan el número de plántulas entre paréntesis.

Ubicación Tratamiento TCRH (cm cm-1 mes-1) TCRAB (mm mm-1 mes-1)

Zona abierta

Sin composta 0.015 ± 0.0014 (144) 0.063 ± 0.0041 (144)

Con composta 0.0136 ± 0.0023 (122) 0.0548 ± 0.0035 (122)

Bajo dosel

Sin composta 0.0145 ± 0.0014 (134) 0.0720 ± 0.0046 (134)

Con composta 0.0151 ± 0.0016 (101) 0.0652 ± 0.0056 (101)

El análisis de correlación de Pearson mostro que las variables

microambientales (apertura del dosel, cobertura de herbáceas, humedad del

suelo, PAR y hojarasca) están correlacionadas entre sí; sin embargo la

apertura del dosel y el PAR fueron variables cuyo coeficiente de correlación fue

alto en comparación con el resto de las variables (Tabla 2).

Tabla 2. Coeficientes de correlación de Pearson entre las variables de micrositio

donde cada plántula fue sembrada: humedad del suelo, cobertura de herbáceas, apertura del

dosel, PAR (luz fotosintéticamente activa) y profundidad de hojarasca para cada plántula.

Humedad Cobertura Apertura PAR Hojarasca

Humedad 1 - 0.12 - 0.286 - 0.260 - 0.099

P

0.007 0.00 0.00 0.026

Cobertura

1 0.674 0.600** 0.359

P

0.00 0.00 0.00

Apertura

1 0.797 0.464

P

0.00 0.00

PAR

1 0.448

P

0.00

Hojarasca 1

32

La tasa relativa de crecimiento en altura no fue significativamente

afectada por la ubicación y el tipo de suelo, sin embargo, si se relacionó con la

apertura del dosel (Figura 7, Tabla 3A).

Las plántulas que fueron establecidas bajo el dosel de los árboles

aislados incrementaron significativamente más el área basal con respecto a las

que fueron establecidas en la zona abierta (Figura 7, Tabla 3A). Sin embargo la

covariable apertura del dosel no fue significativa en el análisis para el caso del

área basal (Figura 7, Tabla 3B).

33

Tabla 3. Análisis de covarianza que muestra el efecto de los factores: a) ubicación

(zona abierta y bajo dosel), b) tratamiento (con composta y sin composta) y de la covariable

apertura del dosel sobre (A) la tasa relativa de crecimiento en altura y (B) área basal de las

plántulas de Q. insignis despuès de 12 meses de haber sido introducidas.

A)

Fuente Suma de

cuadrados Grados de Libertad

Media cuadrática F P

Apertura 0.003 1 0.003 8.629 0.003

Ubicación 0.000 1 0.000 0.427 0.514

Tratamiento 0.00006937 1 0.00006937 0.203 0.652

Ubicación * tratamiento

0.00000004393 1 0.00000004393 0.000 0.991

Error 0.169 496 0.000

Total 0.173 500

B)

Fuente Suma de

cuadrados Grados de Libertad

Media cuadrática

F P

Apertura 0.000 1 0.000 0.71 0.791

Ubicación 0.011 1 0.011 4.535 0.34

Tratamiento 0.007 1 0.007 2.865 0.091

Ubicación * tratamiento

0.000 1 0.000 0.051 0.822

Error 1.205 496 0.002

Total 1.224 500

Figura 7. Efecto de la condición lumínica (ubicación) sobre la tasa relativa de crecimiento en

área basal (arriba) y sobre la tasa relativa de crecimiento en altura (abajo), (Media ±ES)

después de 12 meses de su establecimiento en campo.

35

3.3 Supervivencia

En el primer monitoreo las plántulas tuvieron una supervivencia de 90 %

con respecto al total de establecidas al inicio. La supervivencia total al final de

un año de monitoreo fue de 61%, la condición con la supervivencia más alta fue

bajo dosel sin composta seguida por la zona abierta sin composta y bajo dosel

con composta, obteniendo la supervivencia más baja la zona abierta con

composta (Tabla 4; Fig. 10) .

Tabla 4. Porcentajes de plántulas vivas y muertas al final de 12 meses de monitoreo

respecto al número total de plántulas establecidas al inicio, agrupadas en relación a su

ubicación (zona abierta y bajo dosel) y al tratamiento de suelo (sin composta y con composta).

Ubicación Tratamiento Muertas (%) Vivas (%) Número de plántulas sembradas al inicio

Zona abierta

Sin composta 37.5 62.5 290

Con composta 43.5 56.5 245

Total zona abierta

35.1 64.9 535

Bajo dosel

Sin composta 32.5 67.5 255

Con composta 40.9 59.1 254

Total bajo dosel

42.2 57.8 509

B

36

Figura 10. Curvas de supervivencia de plántulas de Q. insignis durante cuatro periodos

de monitoreo. Las curvas están agrupadas por ubicación y tratamiento de suelo; zona abierta

sin composta (Za/sc), zona abierta con composta (Za/cc), bajo dosel sin composta (Bd/sc) y

bajo dosel con composta (Bd/cc).

Los resultados de la comparación de las curvas de supervivencia en el

tiempo mediante el test Log-Rank al final del periodo de estudio muestra

diferencias significativas por tratamiento de suelo ( 2= 29.193; P< 0.001; Fig.

11) donde las plántulas que comenzaron a morirse primero (desde el tiempo

inicial 20 días después de la siembra) fueron aquellas que tenían composta.

Sin embargo, no se encontraron diferencias significativas de las curvas como

efecto de la ubicación de siembra (P> 0.05; Tabla 4).

40

50

60

70

80

90

100

0 1 4 8 12

Za/sc

Za/cc

Bd/sc

Bd/cc

Tiempo en meses

Su

pe

rviv

encia

(%

)

37

Figura 11. Curvas de supervivencia de plántulas de Q. insignis después de 12 meses

de su establecimiento en campo con dos tratamientos de suelo (adición de composta en vivero

y sin composta).

40

50

60

70

80

90

100

0 1 4 8 12

Sin composta

Con composta

Tiempo en meses

Su

pe

rviv

encia

(%

)

38

3.4 Causas de mortalidad

Las causas de mortalidad de las plántulas se clasificaron del siguiente

modo: 1) desaparecida, que incluye las plántulas perdidas, es decir que es

posible que hayan muerto, pero de las cuales no se tiene evidencia; 2) tuza,

son plántulas muertas por daño total o parcial de raíz que se cree fue realizado

por tuzas, probablemente de la especie Orthogeomys hispidus; 3) seca, son

plántulas que no presentaron signos de rebrote al final del monitoreo y 4)

indefinida, son plántulas de las cuales no se conoce la causa de su muerte o

fue una combinación de varias (Tabla 5).

Comparando la frecuencia de las diferentes causas de mortalidad se

encontró que existieron diferencias significativas ( 2 =9.94; P=0.001) siendo la

mayor mortalidad la causada por tuzas. Cuando se comparan la frecuencia de

causas de mortalidad por ubicación y tratamiento de suelo, se encontraron

diferencias significativas ( 2=8.4; P=0.003); que se relacionan con un mayor

consumo de plántulas por tuza en la zona abierta que en el sendero (Tabla 5).

Las plántulas propagadas con composta fueron consumidas en menor cantidad

que las que no tenían composta (77 con composta y 93 sin composta). Sin

embargo, esta diferencia no fue estadísticamente significativa (P=0.039).

39

Tabla 5. Número de plántulas muertas después de 12 meses de su establecimiento. Se

presentan las causas de mortalidad para cada plántula y la condición en la que fue establecida

al inicio: por ubicación (zona abierta y bajo dosel) y tratamiento de suelo adicionado en vivero

(sin composta y con composta).

Ubicación Tratamiento

Causas de mortalidad

Tuzas Seca Indefinida Desaparecida Total

Zona abierta

Sin composta 56 17 31 1 105

Con composta 53 19 37 2 111

Bajo dosel

Sin composta 37 18 20 7 82

Con composta 24 30 39 12 105

3.5 Micrositio

Las condiciones del micrositio evaluadas para cada plántula en el

tiempo 1 y tiempo 4 variaron a lo largo del tiempo. Lo que muestra que las

plántulas en el tiempo están sujetas a ambientes lumínicos muy cambiantes a

nivel de micrositio. La apertura del dosel disminuyó en el 54% de las plántulas

mientras que el 29% de estas no presentaron cambio alguno. La profundidad

de la hojarasca aumento en un 75% de las plántulas. El porcentaje de

cobertura de herbáceas también aumento considerablemente en un 94% de las

plántulas (Tabla 6).

40

Tabla 6. Porcentaje de plántulas que presentaron cambios en la composición de su

micrositio. Se presentan las variables utilizadas para la caracterización del micrositio para

cada plántula y su condición al final del monitoreo.

% de plántulas

Variables de micrositio aumentó disminuyó sin cambios

Porcentaje de apertura de dosel 17 54 29

Profundidad de hojarasca 75 16 9

Porcentaje de cobertura de herbáceas 94 4 2

Los estratos de vegetación también presentaron cambios. El 50% de las

plántulas conservaron el mismo número de estratos de vegetación sobre ellas

al final del monitoreo; sin embargo se presentaron cambios en aumento de uno

y dos estratos (26.3% y 5.2% respectivamente) y disminución de uno y dos

estratos (12.6% y 4.2%).

41

4. Discusión

Este estudio mostro que existen factores limitantes en el establecimiento

temprano de Q. insignis, pero que las plántulas que logran establecerse tienen

un crecimiento satisfactorio, aún en zonas con condiciones lumínicas

expuestas.

4.1 Efecto del uso de composta en el crecimiento y

supervivencia de las plántulas.

Estudios previos han demostrado que el suelo enriquecido favorece el

desempeño de las plantaciones de árboles en bosques neotropicales (Ramírez-

Marcial et al. 2003; Salifu et al. 2008; Suárez 2008)

En este estudio, la adición de composta mostró favorecer el crecimiento

de las plántulas en condiciones de vivero, ya que acumularon

significativamente mayor área basal que las plántulas sin adición de composta;

estos resultados sustentan la hipótesis planteada al inicio de este experimento

que se refiere al efecto del enriquecimiento del suelo sobre las plántulas; lo que

coincide con otros estudios que mencionan que el enriquecimiento de suelos

ayuda facilitar el transporte de nutrientes y la expansión de raíces mejorando

así el crecimiento de las plantas (Malik & Timmer 1996; Navarro 2000). En el

caso particular de los encinos se han encontrado mejores resultados con la

adición de nitrógeno (N) para el crecimiento de Q. ruba y Q. alba durante el

primer año de crecimiento (Honeycutt et al. 1982; Salifu et al. 2008). La

composta adicionada a las plántulas en este caso es rica en nitrógeno (N),

fosforo (P), potasio (K), además de microelementos (Fe, Ca, Mg, Mn, Cu y Zn).

Sin embargo, la ventaja que aparentemente proporcionó la adición de

composta para las plántulas de Q. insignis, durante su estancia en el vivero, no

se mantiene durante el primer año de su establecimiento en campo, ya que no

hay un efecto significativo en el crecimiento y los datos muestran tendencias

inversas a lo esperado. Esto puede ser debido a que la calidad del suelo

presente en la zona de estudio es alta lo que propicia condiciones favorables

para una buena circulación de agua y un buen desarrollo de raíces además de

ser un suelo rico en materia orgánica (Geissert & Ibáñez 2008), igualmente

42

podrían contener micorrizas específicas que son determinantes en el

crecimiento y supervivencia de algunos encinos (Davies & Call 1990).

La adición de composta afecto significativamente la supervivencia de las

plántulas de Q. insignis en el tiempo ya que las plántulas que comenzaron a

morir primero fueron las plántulas que fueron propagadas con composta tanto

en la zona abierta como bajo dosel, por lo que podrían verse más afectadas por

el transplante que las plántulas control. Estas diferencias también pueden

atribuirse a factores que no pudieron ser detectados y controlados de la colecta

de semillas como las características genéticas (Miranda 2006), el crecimiento

previo en vivero o falta de continuidad en las características ambientales. Por

ejemplo, la posición de los bloques de plántulas no fue mantenida constante

desde un inicio, ni las condiciones lumínicas homogéneas(Biel et al. 2006).

Adicionalmente, antes del inicio de este estudio, el grupo de plántulas

propagadas con composta fueron cambiadas de lugar dentro del vivero

provocando una disminución visible en el número de hojas según el encargado

del vivero. Por cuestiones de tiempo no fue posible incorporar en el monitoreo

la cuantificación del número de hojas, pero es posible que las plántulas hayan

compensado la caída de hojas con un incremento en el área basal(Ramírez-

Marcial et al. 2003). Por lo que probablemente no eran plántulas más vigorosas

que las plántulas sin composta, por el contrario el cambio de lugar pudo afectar

los resultados.

4.2 Efecto del microambiente lumínico sobre el crecimiento y

la supervivencia de las plántulas

4.2.1 Crecimiento

Después de un año de crecimiento en campo la mayor tasa de

crecimiento en área basal se registró en plántulas establecidas bajo el dosel de

árboles remanentes en el potrero y que generan un microambiente lumínico

intermedio con respecto a zonas abiertas y el interior del bosque. Esto coincide

con los registros para Q. rugosa donde se observa una tendencia significativa

hacia un diámetro mayor para aquellas plántulas que fueron sembradas bajo

tepozanes (García et al. 1998) sin embargo, esta tendencia se presenta

después de un año de haber establecido la plantación. En el caso de Q. ilex se

43

han hecho observaciones en las que las plántulas tienen un óptimo crecimiento

en altura en zonas con sombra intermedia alrededor de 50% (Puerta-Piñero et

al. 2007). Otros trabajos al respecto señalan que las plántulas de encinos son

intolerantes a la sombra densa por lo que no pueden crecer bajo un dosel

cerrado, como es el caso de Q. alba L. reportando disminución en su altura en

comparación con plántulas ubicadas en zonas con árboles aislados que

generan una sombra intermedia y donde la altura aumento entre un 50 y 96%

(Lorimer et al. 1994).

Sin embargo, otros estudios no han encontrado que el ambiente lumínico

intermedio incremente de manera significativa el crecimiento Ramírez-

Contreras y Rodríguez-Trejo (2004) estudiaron a Q. rugosa y encontraron que

ni la presencia de sombra proporcionada por árboles o arbustos, ni el micrositio

afectan significativamente la tasa de crecimiento.

Por el contrario, hay estudios que indican que el ambiente lumínico

intermedio no genera las mejores condiciones de crecimiento. Por ejemplo, un

estudio que compara el desempeño de plántulas de Q. germana y Q.

xalapensis que fueron establecidas en un potrero con 9-17 años de abandono y

en un acahual (Muñiz-Castro 2008b) demuestra que la tasa de crecimiento en

área basal para ambas especies es significativamente mayor en el potrero que

en el acahual; esta diferencia también se da a nivel de especie, ya que la tasa

de crecimiento en área basal es mayor para Q. xalapensis establecidas en

potreros. En Chiapas se realizo un estudio con cinco especies de encinos

plantados en pastizal abierto (a 12 y 24 m del borde abrupto), borde e interior

de bosque donde se observó que las plántulas incrementan significativamente

su área basal en pastizales abiertos respecto a aquellas que crecían en el

borde y en el interior de bosque (López-Barrera 2003).

4.2.2 Supervivencia

Este estudio mostro que Q. insignis tiene tolerancia a distintos niveles

de luz, como ocurre con otras especies de encinos (Ramírez-Marcial et al.

2003). La supervivencia de las plántulas de Q. insignis fue similar bajo el dosel

de los árboles remanentes que el área abierta (67.5 bajo dosel y 62.5% en

zona abierta)

44

En un estudio donde se comparan plantaciones experimentales en

condiciones de vivero y campo de 11 especies de encinos se encuentra que el

porcentaje de supervivencia en campo es significativamente mayor en zonas

con sucesión secundaria temprana (42-50%) y bosques de edad intermedia

(70-72%) en comparación con áreas abiertas; la supervivencia en condiciones

de vivero mostro una tendencia diferente ya que en todas las condiciones de

sombra la supervivencia fue superior al 82% (Ramírez-Marcial et al. 2005). En

la ciudad de México en la sierra del Ajusco se realizo un estudio con Q. rugosa

(Bonfil & Soberón 1999) encontrándose una supervivencia menor en los sitios

perturbados (35%), seguida por el interior del bosque (60%) y la mejor

supervivencia para aquellas plántulas establecidas en el borde del bosque

(76.5%). Ramírez-Bamonde et al. (2005) compararon en la ciudad de Xalapa,

Veracruz la supervivencia de Q. germana y Q. xalapensis asociada a tres

tratamientos de cobertura, bajo dosel de dos especies de árboles (Pinus

maximinoi y Liquidambar macrophylla) y en áreas abiertas; los resultados

obtenidos demuestran que ambas especies de encino son tolerantes ya que no

se encontraron diferencias significativas entre los sitios, por lo que éstas no

dependen de variaciones de sombra en estos ambientes para su

establecimiento al igual que Q. insignis ya que de acuerdo a nuestros

resultados esta especie también es tolerante a sitios con dosel intermedio y

zonas abiertas.

Para plantaciones experimentales de Q. douglasii establecidas en

California se observo una supervivencia de entre el 30 y 50% en plántulas que

vivieron más de un año bajo la copa de dos especies de arbustos, mientras que

en sitios abiertos no hubo supervivencia alguna debido a que las plántulas

fueron depredadas por roedores (Callaway 1992); en comparación con Q.

insignis en este estudio la supervivencia en zonas abiertas afectada también

por roedores fue del 65% para el primer año.

Otros trabajos señalan que no todos los encinos son tolerantes a

condiciones de sombra densa, como lo es el caso de Q. alba L. para el que se

reporto una mortalidad del 70% en los primeros cinco años en zonas con dosel

cerrado en comparación con plántulas ubicadas en zonas con árboles aislados

(sombra intermedia) donde la supervivencia alcanzo el 90% (Lorimer et al.

45

1994). Para las plántulas de Q. insignis después de un año de establecidas

bajo el dosel de árboles adultos (dosel intermedio) la supervivencia fue del 58%

por lo que al igual que Q. alba L. puede ser establecido en zonas con dosel

intermedio.

4.3 Causas de mortalidad

La mortalidad de las plántulas de Q. insignis fue ocasionada en su

mayoría por herbivoría en raíces causada por tuzas probablemente de la

especie Orthogeomys hispidus debido a que estudios sobre conservación de

mamíferos mencionan que este roedor es abundante en el sitio (Gallina et al.

2008). La mortalidad por esta causa fue significativamente mayor en la zona

abierta y se registró una tendencia de consumo hacia aquellas plántulas que no

habían sido adicionadas con composta en el vivero.

En un estudio similar al presente se encuentran resultados que coinciden

a los aquí presentados Muñiz-Castro (2008b) comparó el establecimiento

temprano de tres especies típicas del bosque mesófilo de montaña en dos

ambientes sucesionales contrastantes; potreros y acahuales. Encontró que la

mortalidad de las plántulas de Q. xalapensis y Q. germana fue dada

principalmente por la herbivoría de Heterogeomys hispidus en los potreros

mientras que para los acahuales la herbivoría fue nula. Por otro lado Bonfil y

Soberón (1999), realizaron un estudio en parque ecológico de la ciudad de

México, donde mencionan que las plántulas de Q. rugosa establecidas en el

interior de un bosque de encinos dispersos y matorral xérico tienen una

mortalidad más alta ocasionada por pequeños roedores y conejos que las que

se encontraban establecidas en zonas perturbadas o en el borde del bosque.

Adams y Weitkamp (1992) documentaron en un matorral de encinos en

California que las tuzas representan uno de los principales agentes causantes

de la muerte de encinos. Por todo esto las tuzas resultan ser una amenaza

importante para el crecimiento y supervivencia de plántulas de encinos,

pudiendo ocasionar grandes pérdidas no solo en los primeros años de

crecimiento sino también en su etapa como juveniles, por ello deben

considerarse en los costos de las plantaciones formas de control de las tuzas o

protecciones efectivas para las plántulas y aun de los juveniles. Es posible que

46

con el tiempo y la regeneración de los potreros, el incremento de cobertura

arbórea genere un ambiente menos propicio para las poblaciones de tuzas lo

que beneficiaría en gran forma el establecimiento temprano de Q. insignis.

Adams et al. (1997) en un bosque templado en California documentan el

impacto que tienen los pequeños mamíferos sobre la supervivencia de

plántulas de Q. douglassi y Q. lobata Née y compara exclusiones de la

depredación por mamíferos pequeños (tuzas) y la herbivoría por insectos, ellos

encuentran que las plántulas excluidas aumentaron significativamente su

crecimiento y sobrevivieron más en comparación con las plántulas que no

tenían protección. Por lo que concluyen que la protección de las plántulas en

etapas tempranas del establecimiento puede ser crucial para el buen desarrollo

de las mismas, aunque también recalca que esto puede depender del lugar del

establecimiento.

4.4 Micrositio

La caracterización del micrositio de cada una de las plántulas de Q.

insignis refleja los cambios a los que están sujetas las especies al ser

establecidas en campo; estas condiciones pueden favorecer o no dicho

establecimiento, por lo que pueden ser aprovechados en plantaciones de

restauración (Ramírez-Contreras & Rodríguez-Trejo 2004); García et al. (2006)

menciona que las cantidades de hojarasca o materia orgánica disponible puede

covariar con los niveles de otros factores tales como disponibilidad de luz o

agua que también dependen de la densidad del dosel esto debido a los

procesos de regeneración que ocurren a nivel de sotobosque. Este estudio,

junto con los antecedentes sobre el desempeño de los encinos, muestra que

las plántulas desarrollan diferentes estrategias entre sobrevivir y crecer ante

los factores limitantes del micrositio(Navarro et al. 2006). Estas estrategias

pueden cambiar con el tiempo, por lo que es necesario complementar estas

investigaciones con estudios que detallen la asignación diferencial de biomasa

entre raíz y tallo, así como la dinámica foliar y herbivoria.

47

5. Conclusiones

El crecimiento de las plántulas de Q. insignis no fue afectado por la

adición de nutrientes (composta) en el vivero; este efecto solo fue

significativo mientras las plántulas crecían en condiciones de vivero,

creciendo más aquellas que tenían composta. La supervivencia en el

tiempo se vio afectada ya que las plántulas que crecieron con composta

en los primeros meses de vida murieron primero.

Q. insignis es una especie que puede crecer y sobrevivir en condiciones

de sombra intermedia (debajo de árboles y arbustos maduros y

juveniles) y en condiciones totalmente expuestas a la luz solar, sin

embargo, en condiciones de sombra intermedia es donde el incremento

en área basal es mayor. El porcentaje de supervivencia de las plántulas

después de un año, no fue afectado ni por las condiciones de luz ni por

la adición de composta, sin embargo, la supervivencia podría ser mayor

si se utilizaran técnicas de protección contra herbívoros ya que esta fue

la principal causa de mortalidad, que afecta las plántulas y en un futuro

a los juveniles

El micrositio fue un factor cambiante a lo largo del tiempo; por lo que las

plántulas de Q. insignis estuvieron expuestas a cambios principalmente

de la luz disponible y al incremento de la cobertura del estrato herbáceo

lo que fue determinante en su desempeño en el campo. La apertura del

dosel y la luz fotosintéticamente activa resultaron ser covariables del

incremento de la altura de las plántulas, lo que demuestra que el

ambiente lumínico en particular puede no afectar la supervivencia pero si

determina las respuestas a nivel de crecimiento de las plántulas. A largo

plazo la supervivencia se puede ver afectada por las diferencias en el

crecimiento de las plántulas.

48

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