Del pensamiento latinoamericano y sus dificultades

10

Click here to load reader

Transcript of Del pensamiento latinoamericano y sus dificultades

Page 1: Del pensamiento latinoamericano y sus dificultades

DEL PENSAMIENTO LATINOAMERICANO Y SUS DIFICULTADES: BOCETOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PERSPECTIVA FIL OSÓFICA.

Por Cesar Augusto Quintero Buritica Sección: 11-08 RESUMEN: “El pensamiento latinoamericano y sus dificultades: Bocetos para la construcción de una perspectiva filosófica” es un escrito que pretende hacer frente a la concepción del desarrollo del pensamiento en Latinoamérica. En el primer componente “del hombre latinoamericano y sus particularidades” se replantea la necesidad de establecer un sentido filosófico cuya reflexión de cabida a la magnitud y peculiaridad del hombre en perspectiva con el contexto latinoamericano, del mismo modo hace referencia a los principales problemas de los cuales se ocuparía menesterosamente una propuesta filosófica del pensamiento latinoamericano retomando el Bicentenario como pregunta necesaria para edificar dicha propuesta. El segundo componente “de las exigencias de re-pensarnos como latinoameri cano s” alude al corresponder propio del hombre latinoamericano ante la formalización del pensamiento en relación con los postulados filosóficos europeos y las principales preocupaciones del pensamiento humano, haciendo mención especial al re-pensar como una manera de asumir la filosofía y el ejercicio dinámico del pensamiento en los ámbitos económicos, sociales, políticos, culturales e ideológicos. El tercer componente “de la resistencia a la liberación” radica en el objetivo principal de la filosofía en Latinoamérica: el de concretar la emancipación de los hombres y mujeres que la integran. La resistencia hace referencia a la manera como podría lograrse dicho objetivo, teniendo en cuenta su multiplicidad de formas pero ligadas bajo un horizonte común. El apelativo de bocetos los identifica como un intento secundado en bases filosóficas pero sujeto a modificaciones en materia estructural, capaces de dirimir aspectos de la reflexión en torno a la necesidad de cristalizar una perspectiva filosófica apta para abordar los problemas vigentes y con sentido prospectivo para marcar el devenir de las naciones latinoamericanas.

1. DEL HOMBRE

LATINOAMERICANO Y SUS PARTICULARIDADES:

Considerando el caso, poniéndonos en sintonía con la conmemoración de la Independencia de un amplio número de naciones latinoamericanas, el regocijo chauvinista y el paroxismo patriótico parecen convivir de manera casi armónica con el olvido y la hipocresía. De dicha forma, entendiendo esta como un síntoma más de la ignorancia y la decadencia a la cual hemos llegado, donde el malestar general frente a la cultura ha desbordado la cratera de la tradición y el porvenir visto desde lo propiamente utópico. Así mismo se entra

en consonancia con las negligencias promocionadas por la alienante educación y los estilos de vida de corte rebañega. Al mismo tiempo, la deuda pasada de la emancipación, aunque de un carácter subyacente cabalmente burgués, no ha logrado ver edificados los ideales que hace doscientos años la motivaron, la enardecieron y la auparon. Siendo más escéptico, ¿dichas aseveraciones románticas y utópicas de la libertad, igualdad y fraternidad del pensamiento francés no son solo

Page 2: Del pensamiento latinoamericano y sus dificultades

aspectos superficiales de un cambio histórico determinado por la inestabilidad de un modelo feudal amenazado por él capitalismo mercantil?, acaso ¿era más significativo el detrimento de una monarquía cada vez más anacrónica frente al atosigante peso de la naciente figura del Estado democrático y constitucional? Ante esto, cabe afirmar que el devenir de la sociedad está supeditado a la dinámica de sus soportes y cimientos económicos. Así que no vale concebir la idea, según las lecturas historicistas y vitalistas, de encontrar en la axiología del momento una causa eficiente para iniciar cambios de tan considerable relevancia en la sociedad. Todo queda determinado por esta; incluso el sentido irreverente de la poesía, la literatura, el arte, la filosofía, la ciencia y toda manifestación sublime del genio humano la reflejan pero no la generan. Son efectos más no causas. Son respuestas más no iniciativas.1 Ante dicho cambio de orden económico y su inherente secuela estructural, el escritor mexicano Octavio Paz refiere una actitud mimética y sincrética del pensar y obrar europeo por parte del pensamiento latinoamericano en toda su generalidad, incluso remitiéndose a la Independencia, rompiendo con toda concepción idílica de lo entendido por emancipación:

1 Ambas analogías refieren el carácter que el pensamiento humano en su generalidad puede recobrar en un determinado periodo histórico. Por ejemplo, el modernismo latinoamericano como corriente artística buscaba apoyar desde el ámbito socio-cultural el proyecto Estado-Nación que debía mantenerse latente en los países recién independizados. Es un efecto de la causa emancipadora. En el otro caso, el materialismo dialéctico de Karl Marx y Friedrich Engels nace como respuesta a la consolidación del capitalismo mediante el análisis dialéctico de la historia y la organización proletaria con el objetivo de implantar un nuevo modo de producción: el socialista.

“La Independencia hispanoamericana, como la historia entera de nuestros pueblos, es un hecho ambiguo y de difícil interpretación porque, una vez más, las ideas enmascaran a la realidad en lugar de desnudarla o expresarla. (…) Entre nosotros, (…), una vez consumada la independencia las clases dirigentes se consolidan como herederas del viejo orden español. Rompen con España pero se muestran incapaces de crear una sociedad moderna. No podía ser de otro modo, ya que los grupos que encabezaron el movimiento no constituían nuevas fuerzas sociales (…). La novedad de las nuevas naciones hispanoamericanas es engañosa, en verdad se trata de sociedades en decadencia o en forzada inmovilidad, supervivencias, fragmentos de un todo deshecho.”2 Sin embargo, ¿qué sentido tiene mencionar todo este derroche de datos y apreciaciones históricas? Mucho, demasiado podría decirse. Estos elementos que la memoria histórica y el tesoro literario cultural han preservado del arrebato aniquilador de la ignominia moderna llevan a la preciada duda a cuestionarse. ¿Por qué lo hacemos?, ¿qué conmemoramos?, ¿qué sentido justifica todo jolgorio, toda algarabía, toda marcha y toda pretensión nacionalista? Así, con tan desalentador panorama, resulta más tentador para el latinoamericano común y corriente, aquel que vive envidiando al otro por poseer los bienes materiales que pregonan recientemente la prodigalidad publicitaria, hipnotizado por los paraísos lejanos e inalcanzables que le ofrece la televisión por suscripción y la Internet, y que recrimina la inmoralidad en la cual se ha

2 Tomado de EL LABERINTO DE LA SOLEDAD, de

Octavio Paz. Ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1980. Incluido en: VILLALBA ROMERO, Julio Cesar; DE LA PARRA, Francisco; GARCIA ORTIZ, Fabio. Faro 10. Editorial Voluntad. Pág. 178.

Page 3: Del pensamiento latinoamericano y sus dificultades

sumido su contexto sin ni siquiera preguntarse la razón de dicho resultado… para él, incluyendo claro está al género femenino, resulta más tentador aferrarse desesperado o desesperada a la primera respuesta, al cállate y obedece, a la tautológica orden ofrecida por los medios de comunicación y a asumir con devoción la seguridad que brindan los ídolos del teatro3. Nos hemos superado una vez más, hemos logrado patentar el hombre mediocre, el hombre naturalmente latinoamericano al decir del argentino José Ingenieros e inclusive, apropiarnos, hacer nuestro al hombre-masa propuesto por el español Ortega y Gasset. Las aspiraciones humanas se reducen a la adquisición material, el despilfarro y el convencimiento del éxito y el triunfo, sensaciones efímeras y como tales, generadoras de desdicha, de dolor y de envidia. Condición propiamente humana, sentimientos demasiado humanos, y como tal la postura más filosófica no radica en su negación o supresión sino en su reconocimiento y superación. He ahí los indicios de una búsqueda filosófica que se mantiene subrepticiamente en el diario vivir pero que cumplen con la condición, al decir del filósofo Martín Heidegger, con que “la cercanía para el hombre es lo más lejano”. Como lo dice el filósofo español José Ortega y Gasset, uno de los más controvertidos críticos de la Generación del 98: “A diferencia, pues, de todo lo demás, el hombre, al existir, tiene que hacerse su existencia, tiene que resolver el problema práctico de realizar el programa en que,

3 “Ídolos del teatro”: fruto de la tendencia a aceptar sin crítica opiniones prestigiadas por la tradición de la escuela (magister dixit), o por la autoridad de quien las proclama. Definición tomado de: GARCIA BORRÓN, Juan Carlos. Filosofía y Ciencia.

Editorial Teide, Barcelona. Cuarta Edición. La

teoría de los “idola” página 139.

por lo pronto, consiste. De ahí que nuestra vida sea pura tarea e inexorable quehacer.”4 Ante dicho rehusar a la mediocridad, es imposible y arbitrario considerar y aplicar las nociones de una República platónica o las de una Ciudad de Dios agustiniana5, y más aún en el contexto latinoamericano donde la diversidad, el mestizaje, las reminiscencias de la Conquista y la Colonia, el crisol cultural y el pluralismo ideológico han generado un nuevo continente donde las preocupaciones del hombre norteamericano, los vicios del europeo, el ritmo de vida del asiático, los anhelos del hombre africano y el misticismo que recubre al indígena autóctono han convergido en uno solo: el latinoamericano. La homogeneidad no está presente, ni siquiera en los albores que antecedieron el descubrimiento, no podríamos referirnos a un solo pueblo, a una sola cultura. Ahora, con las combinaciones raciales, la afluencia de las religiones monoteístas y los rezagos de las cosmovisiones indígenas, la heterogeneidad se manifiesta tácitamente pero la valoración correspondiente ceñida a las máximas de la tolerancia y el aprecio no califican, 4 ORTEGA Y GASSET; José. La vida como

fabricación de sí misma. Texto íntegro incluido en: VARGAS CANTILLO, Germán; DUQUE LÓPEZ, Alberto; ESPINOSA, Germán. Thema Consultor

Literario. Editorial Pro libros. Bogotá D.C. Séptima Edición: 1999. 5Frente a la concepción del hombre y de sociedad

latinoamericana se reconoce la existencia de una particularidad propia. La estructura sociológica y antropológica que lo caracterizan no permiten la aplicación de un sistema de vida propiamente europeo, ni tampoco considerar un volver a la esencia indoamericana. Por tal motivo las particularidades de lo latinoamericano y sus connotaciones inherentes a la dinámica social, política, económica y cultural requieren de un modelo de organización social contextual a su caso, una propuesta innovadora, interdisciplinar e integradora.

Page 4: Del pensamiento latinoamericano y sus dificultades

tildando de malsano y denigrante todo aquello que salga de las márgenes establecidas por el orden social, el status quo europeizante afianzado por las élites dominantes que históricamente ostentan el poder en el continente. Así, lo que no esté bajo la sombra de la cruz cristiana ibérica no merece ser considerado por ser pagano y su abolición debe motivar la evangelización quien a su vez tiene la grata compañía de la expoliación y la explotación, razones complementarias entre sí. Un polémico escritor y pensador mexicano de finales del siglo XIX José Vasconcelos, en su obra Breve Historia de México expone las “ventajas” de la colonización española, basándose en un discurso que ha predominado en el pensamiento de Hispanoamérica en las últimas centurias: La Barbarie y la Civilización. “Nada destruyó España porque nada existía digno de conservarse cuando ella llegó a estos territorios, a menos que se estime sagrada toda esa mala hierba del canibalismo de los caribes, los sacrificios humanos de los aztecas, el despotismo embrutecedor de los incas”.6 A su vez recalca la determinación histórica, casi divina, que le concernía al español de dominar sobre estas tierras. “Y no fue azar que España dominase en América (…) España tenía que dominar el nuevo mundo, porque dominaba en el Viejo en la época de la colonización. Ningún otro pueblo de Europa tenía en igual grado que el español el poder de espíritu necesario para llevar adelante una empresa que no tiene paralelo en la historia de la humanidad; epopeya (…) de héroes y santos que al ensanchar el dominio del hombre sobre el planeta, ganaban también para el espíritu las almas de los conquistadores”7

6 VARGAS CANTILLO, Germán; DUQUE LÓPEZ,

Alberto; ESPINOSA, Germán. Thema Consultor

Literario. Editorial Pro libros. Bogotá D.C. Séptima Edición: 1999. Pág. 271. 7 Ibídem.

Seguramente nadie concibe la idea de realizar sacrificios humanos para aplacar la ira de las deidades aztecas, pero, ¿qué tan alejada se encuentra esta realidad a comparación de los derramamientos de sangre que la puta de Babilonia8 ocasionó durante las cruzadas, los tiempos de la Contrarreforma y la aplicación de la Inquisición? Suena contradictorio teniendo en cuenta el ahínco civilizador que pregonaba el sentimiento europeo y principalmente la Iglesia Católica. Acaso, ¿no puede ser semejante la tiranía ejercida por el descendiente de Inti9 con relación a los modelos absolutistas europeos que se sostenían del vínculo con la Santísima Providencia? Preguntas van y vienen, pero el determinismo historicista de los valores europeos y su pretendida superioridad han ido incorporándose en los intentos de consolidar un pensamiento propio, hasta tal punto que deben repensasen. ¿Qué debe hacer Latinoamérica con relación a Europa y el resto del mundo? Pese a la lectura hegeliana que predomina en los historiadores latinoamericanos como en el caso de Vasconcelos o el positivismo latente en Juan Bautista Alberdi a quien más adelante se evocara viniendo el caso, queda admitir, no de una manera ecléctica e incoherente que todavía tenemos mucho que aprender del pensamiento europeo. Juan Bautista Alberdi lo comparte al manifestar: “En América no es admisible la filosofía en otro carácter. Si es posible decirlo, la América práctica lo que piensa la Europa”10.

8 Nombre con el cual el escritor Fernando Vallejo

titula una de sus más celebres obras. 9 Dios del Sol y máxima divinidad de la cultura

inca. 10

BAUTISTA ALBERDI, Juan. Ideas para un curso

de filosofía contemporánea. Incluido en: ¿Qué es

Page 5: Del pensamiento latinoamericano y sus dificultades

El filósofo mexicano Leopoldo Zea ya retomando la conocida frase de Hegel quién señala como “eco y sombra”11 del pensamiento europeo a la filosofía latinoamericana y a su ejercicio intelectual. De esta manera tiene sentido al decir de Aristóteles “pensar el pensamiento”; se devela así como proyecto de la filosofía latinoamericana la reivindicación del pensamiento propio mediante la autenticidad y la originalidad: “Resumiendo, podríamos decir que nuestra filosofía, innegable filosofía, a partido y parte de la conciencia de servidumbre y dependencia que no podrán ser anuladas si simplemente se pretende ser eco de otros hombres, (…), con olvido de la propia servidumbre y dependencia. Porque no se puede ser otro que sí mismo; y es de sí mismo que habrá que partir para ser libre.”12 ¿Qué preocupaciones debe ocupar el pensar y reflexionar filosófico? Leopoldo Zea aclama una filosofía de la liberación, como una alternativa verídica y consecuente con el destino histórico de las naciones latinoamericanas: “(…) Todo ello se deriva de una filosofía de la historia (…) que al tomar conciencia de la servidumbre y la dependencia (…) proyecta poner (les) fin (…) Filosofía de la liberación que es, al final, la preocupación de toda filosofía. (…) En una sociedad en la que la libertad sigue siendo puesta en entredicho, la preocupación central de tal filosofía ha de ser el logro de la libertad”13 Juan Bautista Alberdi comparte exponiendo el sentido social y realista de la filosofía aplicada propiamente al contexto latinoamericano:

eso de filosofía latinoamericana? Editorial El Búho. Santafé de Bogotá, 1993. 11

ZEA, Leopoldo. La Historia de la Filosofía

Latinoamericana. Incluido en: ¿Qué es eso de

filosofía latinoamericana? Editorial El Búho. Santafé de Bogotá, 1993. 12

Ibídem. 13 Ibídem.

“Nuestra filosofía, ha de salir de nuestras necesidades. ¿Cuáles son los problemas que la América esta llamada a establecer y resolver en estos momentos? Son los de la libertad, de los derechos y goces sociales de que el hombre puede disfrutar en el más alto grado en el orden social y político; son los de la organización pública adecuada a las exigencias de la naturaleza perfectible del hombre, en el suelo americano.”14

2. DE LAS EXIGENCIAS DEL RE-PENSARNOS COMO LATINOAMERICANOS:

¿Qué ventajas propiciaron la formación en su momento de una filosofía griega, inglesa, alemana o francesa?, ¿se supone que la universalidad y objetividad del pensamiento deben validar las respuestas sin importar el espacio geográfico en los que se desarrollen sus interrogantes? Siendo la última respuesta afirmativa, no se haría necesario mencionar un pensamiento latinoamericano, ni siquiera la necesidad de una historia de la filosofía de Occidente. Aun así se muestra lo contrario, demostrando la invalidez de la inmutabilidad del pensamiento humano ante el transcurso temporal y las extrapolaciones espaciales. Las categorías del pensamiento humano constantemente se renuevan, cambian según las demandas imperantes y responden a lo que Lenin denomino la teoría del reflejo: “El conocimiento no es un reflejo pasivo de las cosas, ni siquiera una acuerdo con éstas, ésa es su aspiración, nunca realizada, y precisamente eso debe

14

BAUTISTA ALBERDI, Juan. Ideas para un curso

de filosofía contemporánea. Incluido en: ¿Qué es

eso de filosofía latinoamericana? Editorial El Búho. Santafé de Bogotá, 1993.

Page 6: Del pensamiento latinoamericano y sus dificultades

incitar al pensamiento a nuevas sistematizaciones más ajustadas”15 Empero, no se trata de cuestiones de índole epistemológica, también incluyen lo existencial, lo ontológico, lo político, lo ético y lo axiológico. De allí que sean notorias las dudas suscitadas por la construcción de la identidad nacional y continental, al mismo tiempo que se cuestiona la actividad democrática, las opciones pedagógicas, la acepción humana en los escenarios sociales, el valor de la vida en este contexto y las respuestas prácticas que reflejan nuestro sentimiento hacia nuestra circunstancia propia: Latinoamérica aquí y allá, ayer, hoy y mañana16. Al decir de Germán Marquinez Argote estamos rivalizando con una Europa que posee una gran ventaja cronológica. Mientras el azteca o el inca atravesaban el estadio teológico, ya los españoles iniciaban un camino hacia el estadio positivista marcado por los últimos tiempos del dominio feudal y el advenimiento de los modelos de producción comerciales y mercantiles, pasando de la explotación directa de la periferia hasta la acentuación de la producción en su faceta industrializada. Ante esto, la historia actúa como soporte de la consolidación filosófica occidental, si se tiene en cuenta que Latinoamérica encierra una intempestiva marcha bajo su prefijo de “latina”, al mismo tiempo que guarda las esencialidades de un pueblo, sus contradicciones, arrebatos y euforia. Es cierto que heredamos los métodos del filosofar europeos. Sin embargo ¿las

15

GARCIA BORRÓN, Juan Carlos. Filosofía y

Ciencia. Editorial Teide, Barcelona. Cuarta Edición. Panorama del pensamiento actual página 344. 16

Aquí confluyen dos posturas: La primera del yo

y mis circunstancias del español José Ortega y Gasset, y el ser y el tiempo de Martín Heidegger. El ayer, hoy y mañana traducen el pasado, presente y futuro que hacen del ser, un ser en el tiempo

posturas del arkhe de los jónicos no eran tan válidas como las concepciones cosmogónicas indígenas aborígenes panteístas que concatenaban la naturaleza misma con el transcurso social y humano? Vuelve a colación el carácter histórico de la filosofía y las diversas instituciones, autoridades, movimientos y momentos que han permitido su difusión ya como forma de protesta como también de consentimiento hacia lo que se tiene. La emancipación en términos filosóficos de Europa no es tan fácil como parece. Personalmente, podría decir que comparto la maravilla que tiene la lectura de los clásicos grecolatinos, no solo los filósofos presocráticos y el triunvirato mayormente conocido17 sino de los rapsodas épicos tanto homéricos como los de Virgilio, los poemas de la tragedia y las sátiras de Cayo Petronio en el satiricón. Grecia se mostró al mundo como el paradigma del pensamiento. Donde se formularon las grandes cuestiones del pensamiento humano, del hombre, la realidad, la physis, la episteme, el ontoi, el telos, el axios, el anthropos, fueron pensados ya. De ahí que el empirismo, el racionalismo, el criticismo kantiano, el irracionalismo, el romanticismo retomen elementos y se configuren a partir del aporte emanado de ellos. Sucede que dichas preguntas tiene que plantearse desde una perspectiva filosófica latinoamericana, pero teniendo en cuenta la relevancia que estas puedan acarrear. ¿La reflexión frente a la physis que nos puede brindar? Se preguntaran los pragmáticos, la respuesta es mucho más afín a lo que se ha planteado, los aportes son tales que la Expedición Botánica como también la Expedición Corográfica tenían como objetivo el reconocimiento del patrimonio natural el cual por primera vez nos puso de frente ante nuestro contexto, pronto nos calificaron a pesar de que

17 Sócrates, Platón y Aristóteles.

Page 7: Del pensamiento latinoamericano y sus dificultades

permanecieran inhóspitas las espesuras de la Amazonia, inalcanzables los picos de los Andes e impasables los caudalosos ríos que serpentean en el vientre del continente. De esta manera, las exigencias del re-pensar filosóficamente nuestros problemas debe cobrar auge, adherirse de manera tal que no desfallezca ante los vituperios contemporáneos del escapismo y la apatía, al mismo tiempo que nos permitan, como lo decía Fernando González, recobrar la conciencia propia del pensar, necesaria para poder dar el siguiente paso: “Esta ley de que todo tiene que estar vivo en uno para que pueda ser vivo en la manifestación, debe grabarse, vivirse muy bien, antes de que se principie a filosofar, a legislar, (…)Y puede uno muy bien convertirse en médium de otro y obrar por él. Tales son los legisladores, los filósofos, los poetas, etc; en su mayoría casi total, que figuran y han figurado en América. Es porque todo país o tierra colonial reciben sus valores de los colonizadores, hasta que paso a paso y en larguísima brega y duro trabajo adquiere la conciencia de que también es hijo de Dios y hermano cristiano”18 Así como el poeta en la Divina Comedia debió ir hasta las más profundas grutas infernales para poder salir con la ayuda de Satanás, así mismo los latinoamericanos debemos indagar lo más oscuro y olvidado de nuestra historia, tanto las versiones apologéticas como las de Leyenda Negra que condenan el descubrimiento. Todos estos elementos que componen nuestra realidad para materializar las perspectivas filosóficas que nos hemos planteado. Las exigencias del re-pensar se hacen imperativas a tener en consideración. De esta manera, retratar nuestras aspiraciones humanas,

18

GONZÁLEZ OCHOA, Fernando. ¿Filosofía

colombiana? Incluido en: ¿Qué es eso de filosofía

latinoamericana? Editorial El Búho. Santafé de Bogotá, 1993.

nuestras preocupaciones y nuestras más agraviantes situaciones problemáticas bajo un sentido latinoamericano, sin caer en la exacerbación superficial de la latinoamericanidad y cumpliendo con las condiciones de la exégesis de contexto, tratándose de un mayor corresponder al sentimiento multicultural, a la prevalencia de la memoria histórica y a la consecución de lo que Immanuel Kant denominó como la “autonomía del pensamiento o el significado de la Ilustración”19 claro está, desde una perspectiva universal-latinoamericana20.

3. DE LA RESISTENCIA A LA LIBERACIÓN:

Retomando lo alguna vez comentado por Antonio Caballero refiriéndose a una cultura de la impunidad y la violencia, podemos constatar esta como un elemento constitutivo y constante de la sociedad latinoamericana –en un caso más específico, a Colombia- donde el abrumador peso de la ilegalidad y la supresión desembocan en una conducta tendiente a la aniquilación del otro, a su

19 Pese a lo europeizante que puede resultar la filosofía kantiana cabe citarlo al momento de referirse a la Ilustración como la autonomía del pensamiento. De esta manera, en Latinoamérica debe darse un periodo de la Ilustración, no refiriéndonos a una adaptación de lo acaecido en el continente europeo sino a la labor de adquirir la independencia del pensamiento y la autonomía de decidir y determinar nuestro futuro como sociedad latinoamericana. 20

Puede hacerse mención a una lectura perspectivista propia del pensamiento de Ortega y Gasset que se expone mejor por parte del pensar del argentino Alejandro Korn: “No nos

trajo Ortega y Gasset un sistema cerrado. Enseño

a poner los problemas en un plano superior, nos

inició en las tendencias incipientes, dejó entrever

la posibilidad de definiciones futuras, nos incitó a

extremar el esfuerzo propio”.

KORN, Alejandro. Filosofía Argentina. Incluido en: ¿Qué es eso de filosofía latinoamericana?

Editorial El Búho. Santafé de Bogotá, 1993.

Page 8: Del pensamiento latinoamericano y sus dificultades

total exterminio. Como lo plantea el maestro Estanislao Zuleta: “Es verdad que para ello, la superación de las contradicciones antinómicas, entre las clases y de las relaciones de dominación es un paso muy importante. Pero no es suficiente y es muy peligroso creer que es suficiente. Porque entonces se tratará de reducir todas las diferencias, las oposiciones y las confrontaciones a una sola diferencia, a una sola oposición y a una sola confrontación; es tratar de negar los conflictos internos y reducirlos a uno externo; con el enemigo, el otro absoluto."21 De esta manera, la violencia estructural que corroe la identidad latinoamericana es solo la punta del iceberg, considerando toda la estela de consecuencias que las pocas apreciaciones de nuestras faltas ocasionan en el desenvolvimiento de las estructuras sociales, políticas y culturas. Pero, ¿dónde se muestra la respuesta filosófica? Ejemplificando el caso, el existencialismo francés nace como una respuesta ante la irracionalidad humana o la felicidad de la guerra al decir del maestro Estanislao Zuleta, demostrada en las dos guerras mundiales y el pesimismo que generó la decadencia del sentido humano de la cultura y la sociedad. En nuestro caso ¿dónde están los movimientos del pensamiento humano que nacen como respuesta ante la creciente violencia, los problemas de exclusión social22 y los masivos éxodos

21

ZULETA, Estanislao. Sobre la guerra. Incluido en: VARGAS CANTILLO, Germán; DUQUE LÓPEZ, Alberto; ESPINOSA, Germán. Thema Consultor

Literario. Editorial Pro libros. Bogotá D.C. Séptima Edición: 1999. Pág.286. 22

Argumentado dicha postura, la página web oficial de la CEPAL presenta sondeos estadísticos apropiados: Los habitantes de los estratos sociales altos (5 y 6) apropian más de la mitad del ingreso económico tanto en el sector urbano como el rural de la totalidad de las naciones

que en el caso colombiano obedecen a desequilibrios estructurales e históricos? No se han dado, no se han generado y por tal motivo puede hablarse de una condición denigratoria de la cultura, como si el tono despectivo en que lo mencionáramos depurara todas sus faltas y subsanara su talante necesidad. Uno de los escritores de la vanguardia literaria, Ernesto Sábato, en su obra La Resistencia, refiere la prolijidad sistemática del engranaje moderno para erradicar de la mentalidad humana todos los valores que alguna vez lo enaltecieron y todas las aspiraciones que, desde Spinoza, podrían hacerlo considerar como sub specie aeternitatis, un hombre que constantemente se eterniza con sus acciones, con sus respuestas y sus anhelos. Las opciones del pensamiento quedan vinculadas a una misma causa, a resistir. ¿Pero de qué manera se resiste? Ya el pensamiento visto desde la reflexión filosófica, el arte, la poesía, la narrativa, el activismo y la participación coactiva de los núcleos sociales responden a dicho interrogante. Con la escuela nadaísta colombiana y su contra respuesta a lo canonizado como ortodoxo queda manifestada una grata forma de resistencia. Con Don Segundo Sombra de Ricardo Güiraldes queda establecido el rompimiento histórico que genero la modernidad en la nación argentina. Las corrientes vanguardistas siempre reinventándose bajo nuevos estilos estéticos bajo las lecturas de Kafka, Joyce, el parnasianismo francés, Sartre, la generación del 98, el dadaísmo, la generación del 27 y el expresionismo artístico surrealista. Hasta en ese sentido estamos en dependencia con Europa. Pero, ¿quién lo repudia? Si algo nos enseñó el boom literario fue la expresión misma de la penuria

latinoamericanas. POVERTY AND INCOME

DISTRIBUTION. CENTRO DE ESTUDIOS ESTADISTICOS DE LA CEPAL.

Page 9: Del pensamiento latinoamericano y sus dificultades

latinoamericana y sus obligaciones que debía reasignarse. Basta con citar sus antecedentes, a Esteban Echeverría con el matadero, a Ciro Alegría con el mundo es ancho y ajeno caracterizado por su prosa irreverente ante la problemática de la tenencia de tierras, a Mariano Azuela y su obra los de abajo. Con el boom tenemos a Gabriel García Márquez y la inmortalización no solo de Colombia, sino de Latinoamérica bajo la efigie de ese pueblo de ciénaga llamado Macondo y cuyos cien años de existencia le permitieron ser parte de la compleja realidad latinoamericana que “se encuentra empañada por ciertas rasgos del misticismo y presa de las contradicciones” rememorando lo expresado por Fernando Cruz Kronfly. O a Cortázar, cuya maravilla literaria nos ha permitido apreciar a Latinoamérica un juego literario como lo es Rayuela. Ahora, con los intentos de homogeneizar el pensamiento ante las prerrogativas del progreso, el activismo social del siglo XX revela el descontento que propiamente se da, de las medidas tomadas y de la acción conjunta y unificadora del pensamiento. Basta con recordar a Chico Mendes y el ambientalismo en el Brasil…si, yo también vi la película. O las protestas estudiantiles en los tiempos en los cuales se impuso la dictadura castrense como forma de gobierno, en el caso colombiano, en nuestro caso, ya estamos en aras de conmemorar casi sesenta años de protesta. ¿Dónde queda el joven latinoamericano? No podría referirlo como forma de resistencia sin caer en la exclusividad. Esto debido a que la inconformidad estudiantil y el desenvolvimiento cultural han caído en el ostracismo gracias a las nuevas dádivas ofrecidas por la cultura telemática, por el expansionismo del mercado y su ofrecimiento adquisitivo, incluyendo sin más faltaba el consumo fármaco cada vez más amenazante y recalcitrante. Ante todo esto, Ernesto Sábato dice:

“Si cambia la mentalidad del hombre, el peligro que vimos es paradójicamente una esperanza. Podemos recuperar esta casa que nos fue míticamente entregada. La historia siempre es novedosa. Por eso a pesar de las desilusiones y frustraciones acumuladas, no hay motivo para descreer el valor de las gestas cotidianas. Aunque simples y modestas, son las que están generando una nueva narración de la historia, abriendo así un nuevo curso al torrente de la vida”23 Alguna vez escribió Cortázar que la función escritural debía ser catártica, ablución del espíritu humano. La filosofía debe cumplir la misma labor, ser una acción liberadora presente en todo momento de la vida, actividad aún más prolífica en un contexto como el latinoamericano donde cada momento y cada circunstancia permite tomar postura, donde la fascinación por las formas nos ha dejado sumisos a la simpleza y donde la carencia de imaginación nos ofrecen una limitada mirada de la felicidad y la vida.24 Octavio Paz ya lo refería: “Proyecto y utopía son inseparables del pensamiento hispanoamericano”.25 Somos la síntesis dialéctica de dos mundos distantes y contradictorios, el europeo y el aborigen indígena. En términos dialécticos deberíamos ser mejores, pero caemos en la imitación hacia los unos y en el repudio hacia los otros, he ahí en primera instancia la perspectiva que debe emanar de nuestro pensamiento, del corresponder histórico a la verdadera emancipación.

23

SÁBATO, Ernesto. La Resistencia. Editorial Planeta Colombiana. 2003. Seix Barral. 24 ZULETA, Estanislao. Elogio a la dificultad. 25

Tomado de EL LABERINTO DE LA SOLEDAD, de Octavio Paz. Ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1980. Incluido en: VILLALBA ROMERO, Julio Cesar; DE LA PARRA, Francisco; GARCIA ORTIZ, Fabio. Faro 10. Editorial Voluntad. Pág. 178.

Page 10: Del pensamiento latinoamericano y sus dificultades