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DEL TRATAMIENTO GEOBOTÁNICO Y FITOSOCIOLÓGICO DE LOS SABINARES ALBARES ESPAÑOLES por MARGARITA COSTA TENORIO*, FERNANDO GÓMEZ MANZANEQUE**, CARLOS MORLA JUARISTI** & HELIOS SAINZ OLLERO*** Resumen COSTA TENORIO, M., F. GÓMEZ MANZANEQUE, C. MORLA JUARBTI & H. SAINZ OLLERO (1996). Del tratamiento geobotánico yfitosociológico de los sabinares albares españoles. Anales Jará. Bot. Madrid 54:490-503. El objetivo de este trabajo es el estudio de los bosques de sabina albar (Juniperus thurifera L.) en la Península Ibérica desde el punto de vista de su consideraciónfitocenológica.Tras realizar una síntesis de los precedentes en dicha labor, se contrastan los diferentes tipos fitosociológicos hasta ahora propuestos con los obtenidos tras un estudio llevado a cabo por nosotros en toda la Península. El resultado de dicho estudio permite concluir que estos bosques presentan cortejos florísticos semejantes a los de distintos tipos de matorrales del interior peninsular. Se señala igualmente la imposibilidad de adscribir estas formaciones a una clasefitosociológicacon- creta, habida cuenta de laamplitud ecológica de la sabina albar. Resulta por ello difícil conti- nuar manteniendo prácticamente todos los sabinares de /. thurifera dentro de la clase Pino-Ju- niperetea. Palabras clave: Spermatophyta, Cupressaceae, Juniperus thurifera, fitosociología, sabinares albares, Península Ibérica. Abstract COSTA TENORIO, M., F. GÓMEZ MANZANEQUE, C. MORLA JUARBTI & H. SAINZ OLLERO (1996). On geobotanical and phytosociological treatment of Juniperus thurifera communities in Spain. Anales Jard. Bot. Madrid 54:490-503 (in Spanish). The objective of this work is to consider Juniperus thurifera communities in Spain from a phyto- coenological point of view. A synthesis of previous studies is presented, followed by a compa- rison of different phytosociological types proposed as a result of our own studies throughout the Iberian Península. We conclude that these forests lack auniquefloristiccharacter that would permit their distinction from accompanying scrub vegetation. In our view it is not possible to ascribe these communities to a specific phytosociological class when the ecológica] amplitude of J. thurifera is taken into account For this reason it is perhaps inappropriate to maintain almost all J. thurifera communities within the Pino-Juniperetea Gass as has been done up to the present. Key words: Spermatophyta, Cupressaceae, Juniperus thurifera, phytosociology, Iberian Pe- nínsula. * Departamento de Biología Vegetal I, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Complutense. E-28040 Madrid. ** Departamento de Silvopascicultura (Botánica), E.T.S.I. de Montes, Universidad Politécnica. E-28040 Madrid. *** Departamento de Biología (Botánica), Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma. E-28049 Madrid.

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  • DEL TRATAMIENTO GEOBOTÁNICO Y FITOSOCIOLÓGICODE LOS SABINARES ALBARES ESPAÑOLES

    porMARGARITA COSTA TENORIO*, FERNANDO GÓMEZ MANZANEQUE**,

    CARLOS MORLA JUARISTI** & HELIOS SAINZ OLLERO***

    Resumen

    COSTA TENORIO, M., F. GÓMEZ MANZANEQUE, C. MORLA JUARBTI & H. SAINZ OLLERO (1996).Del tratamiento geobotánico y fitosociológico de los sabinares albares españoles. Anales Jará.Bot. Madrid 54:490-503.

    El objetivo de este trabajo es el estudio de los bosques de sabina albar (Juniperus thurifera L.)en la Península Ibérica desde el punto de vista de su consideración fitocenológica. Tras realizaruna síntesis de los precedentes en dicha labor, se contrastan los diferentes tipos fitosociológicoshasta ahora propuestos con los obtenidos tras un estudio llevado a cabo por nosotros en toda laPenínsula. El resultado de dicho estudio permite concluir que estos bosques presentan cortejosflorísticos semejantes a los de distintos tipos de matorrales del interior peninsular. Se señalaigualmente la imposibilidad de adscribir estas formaciones a una clase fitosociológica con-creta, habida cuenta de la amplitud ecológica de la sabina albar. Resulta por ello difícil conti-nuar manteniendo prácticamente todos los sabinares de / . thurifera dentro de la clase Pino-Ju-niperetea.

    Palabras clave: Spermatophyta, Cupressaceae, Juniperus thurifera, fitosociología, sabinaresalbares, Península Ibérica.

    Abstract

    COSTA TENORIO, M., F. GÓMEZ MANZANEQUE, C. MORLA JUARBTI & H. SAINZ OLLERO (1996).On geobotanical and phytosociological treatment of Juniperus thurifera communities in Spain.Anales Jard. Bot. Madrid 54:490-503 (in Spanish).

    The objective of this work is to consider Juniperus thurifera communities in Spain from a phyto-coenological point of view. A synthesis of previous studies is presented, followed by a compa-rison of different phytosociological types proposed as a result of our own studies throughoutthe Iberian Península. We conclude that these forests lack a unique floristic character that wouldpermit their distinction from accompanying scrub vegetation. In our view it is not possible toascribe these communities to a specific phytosociological class when the ecológica] amplitudeof J. thurifera is taken into account For this reason it is perhaps inappropriate to maintainalmost all J. thurifera communities within the Pino-Juniperetea Gass as has been done up to thepresent.

    Key words: Spermatophyta, Cupressaceae, Juniperus thurifera, phytosociology, Iberian Pe-nínsula.

    * Departamento de Biología Vegetal I, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Complutense. E-28040Madrid.

    ** Departamento de Silvopascicultura (Botánica), E.T.S.I. de Montes, Universidad Politécnica. E-28040Madrid.

    *** Departamento de Biología (Botánica), Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma. E-28049 Madrid.

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    Los sabinares albares son bosques que, enla Península, se distribuyen básicamente porla mitad oriental de España, donde ocupan es-taciones muy variadas, tanto por su amplitudaltitudinal como latitudinal, lo que propicia elcontacto y mezcla con variados tipos de bos-ques o matorrales mediterráneos. Son forma-ciones abiertas, estructuras de vegetación pre-forestales y preestépicas en el sentido de QUE-ZEL & BARBERO (1985), que albergan unsotobosque poco desarrollado; tal vez esta es-tructura se vea favorecida por la acción antró-pica, aunque varios autores concluyen queesta especie nunca ha debido de formar bos-ques densos y, en consecuencia, su sotobos-que habría sido siempre poco desarrollado ypobre en especies propias (BRAUN-BLANQUET& BOLOS, 1957).

    Las dificultades apuntadas por diferentesautores para caracterizar estos bosques hacíanespecialmente atractivo su estudio. Nosotroshemos realizado un estudio sintético de lasabina albar (Juniperus thurifera L.) y de susformaciones en todo el ámbito de su presenciaespañola (GÓMEZ MANZANEQUE, 1991). En élllevamos a cabo una investigación detalladade estos sabinares, tanto desde el punto de vis-ta florístico, como estructural y geográfico.Los principales resultados de dicho trabajo(COSTA TENORIO & a/., 1993) se analizan acontinuación en relación con los numerososantecedentes relativos a la caracterización flo-rística y tratamiento tipológico de que hansido objeto estas formaciones.

    ANTECEDENTES

    Comentarios genéricos acerca de la sabinaalbar o sobre sus bosques, se vienen haciendodesde hace siglos. Sin embargo, los primerosestudios auténticamente botánicos apareceríafinales del siglo pasado y principios de éste.

    Desde el punto de vista geobotánico clási-co, encontramos las primeras referencias a lasformaciones de / . thurifera en la PenínsulaIbérica en la obra de WILLKOMM (1896), quienen uno de sus viajes por nuestra tierra descri-be el aspecto y flora de los sabinares turolen-ses de la zona de Pozondón.

    Más recientemente, FONT QUER (1954), ensus diversos escritos sobre la vegetación deEspaña, hace unas extensas descripciones deeste tipo de formaciones. Destaca el autor elcarácter austero de esta especie, así como ladificultad existente a la hora de mencionar es-pecies que puedan caracterizar "alguna aso-ciación nemoral de sabinares", dado el carác-ter abierto que presentan, al menos actual-mente.

    La aplicación de la metodología fitosocio-lógica sigmatista a los estudios de vegetaciónaporta nuevos datos para la descripción y tipi-ficación de las diferentes formaciones vegeta-les. Este tipo de estudios se inician en Españaen la década de los cuarenta, pero no es hastaalgo más tarde cuando empiezan a publicarsesus resultados. Así, las primeras referencias alas formaciones de sabina albar se encuentranpronto en la literatura, aunque no como con-secuencia de estudios particulares sobre estosbosques, sino siempre incluidas en ampliosestudios descriptivos de la vegetación de di-versos territorios.

    En 1944, RIVAS GODAY & MÁRQUEZ DEPRADO describen la vegetación de la comarcade Tamajón (Guadalajara) y encuadran los sa-binares en una asociación particular: Thurife-reto-Quercetum ilicis.

    SAPPA & RIVAS GODAY (1954) describen losgrados de vegetación de la comarca de los Mo-negros (Aragón) y definen un grado de vegeta-ción de / . thurifera, de carácter xerófilo y frío.

    Estos mismos sabinares, ubicados en las zo-nas más secas y rigurosas del valle del Ebro,son estudiados por BRAUN-BLANQUET &BOLOS (1957), quienes los adscriben por sucortejo florístico a comunidades esclerofilasmediterráneas de la clase Quercetea ilicis(asociación Rhamno-Cocciferetum subass. ju-niperetosum thuriferae) con algunas plantascaracterísticas que son típicas de encinares(Asparagus acutifolius, Quercus coccifera,Rhamnus alaternus) y otras exclusivas de loscoscojares (Rhamnus lyciodes, Juniperusphoenicea, Ephedra major, Pinus halepensis).Como especies diferenciales del sabinar, solose encuentra/, thurifera. El resto de su cortejoestá constituido fundamentalmente por espe-cies propias de los matorrales de la clase Ono-

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    nido-Rosmarinetea y de los pastizales xerófi-los de la clase Lygeo-Stipetea.

    RIVAS GODAY & al. (1959), en el estudio delos Quercetea ilicis hispánicos, analizan lossabinares ibéricos (del valle del Ebro, páramosmanchegos de Infantes y Campos de Montiel,páramos de Molina de Aragón y puerto de Es-candón) que conviven con encinas y quejigos;los primeros, de ambientes más xerófilos, y lossegundos, de fitoclimas más fríos y húmedos.Unos y otros son llevados a diferentes asocia-ciones (Rhamno-Cocciferetum thurifereto-sum, Quercetum rotundifoliae thuriferetosum)de la clase Quercetea ilicis.

    RIVAS GODAY & BORJA (1961), en su estu-dio del macizo de Gúdar y Javalambre, hacenuna nueva aportación respecto a estas forma-ciones; hablan de un tipo distinto de sabinaralbar: aquel en el que la dominancia en el es-trato arbóreo corresponde exclusivamente a/ . thurifera, que en amplias extensiones delterritorio estudiado constituye "formacionespuras y singulares". No aportan inventarios nilistas de especies y, fitosociológicamente, noasignan estos sabinares a ningún sintaxon, porla dificultad de caracterizarlos florísticamen-te. Los autores expresan así este problema:"Tal vez con un estudio más acabado puedandestacarse algunas características diferencia-les para estos Thuriferetum puros. Nosotrosno lo conseguimos".

    Será RIVAS MARTÍNEZ (1969) quien llevaráa cabo un estudio fitosociológico de estas"formaciones puras", estableciendo una aso-ciación específica para ellas: Juniperetum he-misphaerico-thuriferae. En este mismo traba-jo crea una subasociación juniperetosum sa-binae, calificada de faciación fría de la ante-rior. Considera los sabinares albares de lasparameras ibéricas como la situación más re-presentativa y genuina de este tipo de bos-ques. En dicho estudio se aporta otra impor-tante novedad: por vez primera se relacionanestas comunidades con las formaciones deaciculifolios mediterráneos de alta montañaibérica y norteafricana de la clase Pino-Juni-peretea, al incluir tal asociación en la nuevaalianza Juniperion thuriferae que el autor lle-va a la citada clase, creada en 1964. Las ca-racterísticas florísticas de la nueva asociación

    y alianza (al igual que ocurre en la clase Pino-Juniperetea) son escasas, como bien señala elautor: solo / . thurifera y J. communis subsp.hemisphaerica, junto a algunas especies deFestuca. Se insiste en la dificultad que existe ala hora de caracterizar sinecológicamente alos sabinares albares a consecuencia de lafuerte acción antrópica a la que se encuentransometidos desde hace siglos y al carácter ex-tremado del clima. Aunque pueda resultarconfuso, el siguiente comentario de este autorresulta expresivo al respecto: "Las comunida-des de la alianza Juniperion thuriferae, delmismo modo que los encinares de las mesetas(Quercenion rotundifoliae) son muy pobresen vegetales característicos por lo que tienenambas un marcado carácter eurioico."

    Las situaciones "mixtas" mencionadas ha-bitualmente en la literatura anterior se tienenen cuenta también en este nuevo estudio -tra-tándolas como subasociaciones — y se consi-dera que la heterogeneidad de esta asociaciónes consecuencia del amplio espectro altitudi-nal en que se desarrolla, lo que impone situa-ciones de contacto con otras formaciones ve-getales. Se definen, en consecuencia, las si-guientes subasociaciones y variantes del Juni-peretum hemisphaerico-thuriferae:

    a) Subasociación juniperetosum sabinae.Esta comunidad consta de cuatro variantes: tí-pica, mesofítica de Q. faginea, xerofítica deQ. rotundifolia y, en determinadas condicio-nes edáficas, sobre suelos guijarrosos, la ca-racterizada por la gayuba (Arctostaphylosuva-ursi subsp. crassifolia).

    b) Subasociación típica. Corresponde alpiso de paramera y presenta a su vez tres va-riantes: típica, mesofítica de Q. faginea y xe-rofítica de Q. rotundifolia, que ocupa en gene-ral las cotas inferiores y tiene también un sig-nificado ecotónico con respecto a los encina-res del Quercetum rotundifoliae.

    De este modo, tanto los sabinares puroscomo una buena parte de los que se mezclancon encina o quejigo, sobre sustratos calcá-reos, son incluidos en la clase Pino-Junipe-retea.

    RIVAS MARTÍNEZ (1982) cita la serie supra-mediterránea maestracense-ibérico-alcarreñade la sabina albar (Juniperetum hemisphaeri-

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    co-thuriferae) de los sustratos gneísicos delvalle del Paular (Madrid) y menciona dentrode ella una subasociación, al parecer propia deeste territorio: juniperetosum oxycedri, sabi-nar mixto que corresponde al contacto o eco-tonía del sabinar albar con el encinar silicíco-la carpetano (Junípero oxycedri-Quercetumrotundifoliae).

    Años más tarde, FERNÁNDEZ GONZÁLEZ(1991) estudia los sabinares albares de esamisma localidad y comenta al respecto quepresentan una composición florística "bien di-ferente de la de sus homólogos caldcólas al-carreños y registra fuertes introgresiones yafinidades respecto a los encinares suprame-diterráneos silicícolas circundantes (Juníperooxycedri-Quercetum rotundifoliae)". A lahora de darles una asignación fitosociológicaconcreta, el autor comenta: "... pueden esgri-mirse tantos argumentos florísticos para su-bordinar estos sabinares silicícolas a la aso-ciación Juniperetum hemisphaerico-thurife-rae, como para considerarlos subasociaciónde Junípero oxycedri-Quercetum rotundifo-liae, con la que muestra una fuerte introgre-sión y comparte las etapas seriales". Acudien-do a razones paleofitogeográficas, el autoropta por incluirlas en Juniperetum hemispha-erico-thuriferae subass. juniperetosum oxy-cedri, a la vez que define una nueva subaso-ciación subordinada a los encinares silicícolaspara las situaciones de contacto gradual omezcla del sabinar albar y el encinar silicíco-la, muy común en varios puntos de la vertien-te norte de la sierra de Guadarrama.

    Prácticamente toda la literatura fitosocioló-gica posterior referente al estudio de la vege-tación de diversos territorios peninsularescontempla, durante este tiempo, el esquemahasta aquí apuntado y señala los mismos tiposde formaciones con sabina albar, tanto en susituación típica (Cl. Pino-Juniperetea) comoen sus múltiples mezclas con comunidadesesclerofilas (Cl. Quercetea ilicis) (LÓPEZGONZÁLEZ, 1976; VELAYOS, 1983; BARRERA,1983; MATEO, 1983; MAZIMPAKA, 1984; DELA FUENTE, 1985; NAVARRO, 1986; BUADES,1987; FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, 1991; SÁNCHEZGÓMEZ & ALCARAZ, 1992, 1993). Pocos sonlos trabajos que se desmarcan de este esque-

    ma (OCHOA,1982; COSTA TENORIO & al.,1986,1987; HERRANZ 1990).

    Con la publicación del Mapa de las Seriesde Vegetación de España (RIVAS MARTÍNEZ,1987) y su Memoria, se modifican un poco laspropuestas anteriormente comentadas y lo ha-cen fundamentalmente en dos aspectos:

    I.9 La subasociación Quercetum rotundi-foliae thuriferetosum cambia de rango y que-da como Junípero thuriferae-Quercetum ro-tundifoliae, alianza Quercion ilicis, claseQuercetea ilicis. Ya en 1982 RIVAS MARTÍNEZproponía esta nueva combinación pero noaporta dato alguno al respecto hasta 1988.

    2.a Cambia igualmente de rango sintaxo-nómico la subasociación Rhamno-Coccifere-tum thuriferetosum del valle del Ebro, quequeda ahora como Juniperetum phoeniceo-thuriferae y, lo que es más importante, es in-cluida en una clase de vegetación distinta.Mientras que originalmente estos sabinaresdel Ebro fueron tratados como formacionesrelacionadas florísticamente con la vegeta-ción esclerofila mediterránea (Quercetea ili-cis), son llevadas ahora a la clase Pino-Juni-peretea (alianza Juniperion thuriferae). Lajustificación florística de este cambio resideen la ausencia en este tipo de sabinar de plan-tas de la clase Quercetea ilicis, fundamental-mente de los coscojares. Como especies dife-renciales de esta asociación frente a las demásconocidas de la alianza Juniperion thuriferaese señalan: J. phoenicea, Pinus halepensis,Ephedra nebrodensis, etc. Negativamente,puede diferenciarse también, frente a los de-más sabinares, por la ausencia de / . communissubsp. hemisphaerica, J. communis subsp. al-pina, Pinus sylvestris, etc.

    Otro aspecto destacable en este segundocaso consiste en la ampliación del área de es-tos sabinares; mientras que anteriormente seconsideraban exclusivos del valle del Ebro,tienen ahora una distribución más amplia,pues ocupan también áreas meso-supramedi-terráneas del sector Manchego y localmentedel Alcarreño y Maestracense (RIVAS MAR-TÍNEZ, op. cit.: 163). Esta distribución geo-gráfica, mencionada en la Memoria, no en-cuentra reflejo en el mapa, ya que el autor larestringe únicamente al valle del Ebro y a la

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    Mancha (s.l.), y la deja llegar exclusivamentea localidades valencianas al sur del Rincón deAdemuz (Alpuente, Aras de Alpuente), mien-tras que las de este territorio valenciano sonadscritas a la asociación Juniperetum hemis-phaerico-thurifeme. Es el mismo tratamientoadoptado en las descripciones de la vegeta-ción regional de España (PEINADO & RIVASMARTÍNEZ, 1987) dentro del capítulo dedica-do al País Valenciano, pero diferente del quese ofrece en el capítulo de esta misma obra de-dicado a Castilla-La Mancha, donde el área deJuniperetum phoeniceo-thuriferae se circuns-cribe a la Mancha (Cuenca y Guadalajara) yAragón. Por el contrario, este sintaxon no esmencionado a la hora de describir la vegeta-ción del valle del Ebro en el apartado de Ara-gón. En SÁNCHEZ MATA & FERNÁNDEZGONZÁLEZ (1989: 54) al Juniperetum phoeni-ceo-thuriferae se le vuelve a atribuir un terri-torio que abarca "pequeñas áreas de la depre-sión del Ebro (...) y montañas del interior va-lenciano y del borde suroriental manchego".

    Recientemente, SÁNCHEZ GÓMEZ & ALCA-RAZ (1993) extienden el área de este sintaxonal subsector Subbético-Murciano (ProvinciaBética).

    Vistos ya los antecedentes fitosociológicosreferentes a los sabinares mediterráneos -que,en su mayoría, quedan incluidos en la clasePino-Juniperetea- falta por analizar de igualmanera las formaciones de sabina albar de laCordillera Cantábrica.

    La primera tipología fitosociológica vienede la mano de RIVAS MARTÍNEZ & al. (1971),quienes crean para estos núcleos la asociaciónJuniperetum sabino-thuriferae, concebidacomo vicariante de la mesetaria Juniperetumhemisphaerico-thuriferae, de la que se dife-renciaría por carecer de J. communis subsp.hemisphaerica, Pinus sp. pl. y Berberis hispa-nica. ROMERO (1983) considera que estos sa-binares, en función de su composición florís-tica, deberían incluirse en la clase Querco-Fa-getea, bajo el nombre de Querco-Juniperetumthuriferae, con lo que pertenecerían al ordenQuercetalia pubescentis en lugar de a Pino-Juniperetea. Estas sugerencias no parecen te-ner eco, pues distintas obras posteriores man-tienen la propuesta inicial; es el caso de PENAS

    & al. (1990), quienes describen la subasocia-ción quercetosumfagineae como variante delos sabinares albares cantábricos sobre suelosprofundos.

    Todos estos cambios hechos en la caracte-rización fitosociológica de los sabinares desabina albar aparecen resumidos esquemáti-camente en la figura 1.

    TRATAMIENTO GLOBAL

    DE LOS SABINARES ALBARES IBÉRICOS

    MEDIANTE ANÁLISIS MULTTVARIANTE

    Tras esta prolija pero, a nuestro juicio, ne-cesaria enumeración histórica de los distintoscriterios aplicados a la hora de caracterizar fi-tosociológicamente los sabinares albares es-pañoles, podemos concluir diciendo que se haproducido un trasvase cada vez mayor de lascomunidades en las que interviene la sabinaalbar, de la clase Quercetea ilicis a la Pino-Juniperetea.

    Nosotros hemos llevado a cabo un estudiode las formaciones de Juniperus thurifera L.en la Península Ibérica; las que, como ya se havisto, han sido objeto de tratamientos parcia-les tanto desde el punto de vista conceptualcomo geográfico. Entre otras aportaciones, sepropone aquí una caracterización de los sabi-nares albares, una vez analizados los resulta-dos obtenidos tras someter los datos de nues-tro trabajo a análisis multivariante de or-denación (DECORANA) y de clasificación(TWINSPAN). El Análisis de Corresponden-cias sin Tendencia (DEtrended CORrespon-dence ANAlysis, DECORANA) (HILL &GAUSCH, 1980; TER BRAAK, 1987) es una de-

    rivación del Análisis Factorial de Correspon-dencias optimizado. El TWINSPAN (Two-Way INdicator SPecies ANalysis) es a la vezjerárquico, divisivo, politético y dicotómico yrealiza un análisis doble, separando tanto es-pecies como inventarios (HILL, 1979; GAUSCH& WHIITAKER, 1981; GAUSCH, 1982).

    El resultado de dicho estudio ha permitidodistinguir claramente dos grandes grupos: sa-binares cantábricos, por un lado, y el resto— mediterráneos interiores ibéricos — , por elotro. Dentro de estos últimos es posible asi-

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    Fig. 1 .-Esquema que refleja los cambios habidos en el tratamiento fitosociológico de las comunidades de sabina albar.

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    mismo hacer distinción entre los más genui- juega normalmente un papel destacado. Final-nos, propios de los altos páramos ibéricos-sa- mente, se perfila un conjunto caracterizadobinares de paramera-, y otros más termófilos por la presencia de especies acidófilas o sili-— sabinares termófilos- en los que la encina cícolas -sabinares acidófilos-. El desarrollo

    earaFig. 2.-Resultado para los ejes 1 y 2 del tratamiento por DECORANA de los sabinares inventariados; se indica la ubi-cación en el gráfico de las especies características y preferentes.

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    de esta información, así como la metodologíautilizada, aparece detallada en GÓMEZ MAN-ZANEQUE (1991) y en COSTA TENORIO & al.(1993).

    La disposición espacial de las distintas es-pecies inventariadas, en función de las coor-denadas que el DECORANA proporcionabapara los dos primeros ejes, se representa en lafigura 2. Una rápida caracterización de losdistintos grupos de plantas nos permite obser-var cómo con valores altos para el eje 1 y ba-jos para el 2 aparecen especies relativamentehigrófilas, como Pteridium aquilinum, Origa-num virens, Lithodora diffusa, Cerastium ar-vense o Crataegus monogyna.

    En el extremo de la izquierda aparecen tá-xones más o menos termófilos, como Teu-crium pseudochamaepitys, T. gnaphalodes,Ephedra nebrodensis, Rosmarinus officinalis,etc., y ya con valores más bajos para el eje 2,Stipa sp. pl., Rhamnus lycioides, Lygeumspartum y J. phoenicea.

    Con valores altos para el eje 2 aparece unnúcleo de táxones que podríamos llamar aci-dófilos: Quercus pyrenaica, Cistus ladanifer,C. laurifolius, Thymus mastichina, Lavandulastoechas subsp. pedunculata, Pinus pinaster,Lupinus angustifolius, Digitalis purpurea oStipa gigantea.

    Los ejes 1 y 2 colocan en la zona media dela nube de puntos a especies frecuentes en lossabinares de paramera: Poa ligulata, Koeleriavallesiana, Euphorbia nicaeensis, Potentil-la neumanniana, J. communis subsp. hemis-phaerica. Festuca hystrix, F. rubra, Berbe-ris vulgaris subsp. australis, Erinacea anthy-llis, etc.

    Se puede establecer una correspondenciaentre estos cortejos florísticos y determinadasunidades fitosociológicas de matorral, e igual-mente (aunque con menos elementos) entreéstas y las asociaciones que encabezan lasseries de vegetación reconocidas para los te-rritorios por nosotros estudiados (RIVASMARTÍNEZ, 1987).

    De esta forma, el extremo de la izquierdaagruparía táxones vinculados a las comunida-des termoxerófilas de la clase Ononido-Ros-marinetea, orden Rosmarinetalia, alianza Si-deritido incanae-Salvion lavandulifoliae, sub-

    alianza Xero-Aphyllanthenion, así como es-pecies típicas de los pastizales de la clase Ly-geo-Stipetea, como Stipa sp. pl., Lygeum spar-tum, Teucrium gnaphalodes, T. pseudocha-maepitys, etc., táxones que integran las etapasde sustitución de los coscojares de Pistadolentisci-Rhamnetalia alaterni: Rhamno lycioi-dis-Quercion cocciferae del valle del Ebro yde la submeseta sur, donde también se encuen-tran presentes especies como Ephedra nebro-densis, Rhamnus lycioides y J. phoenicea. Losinventarios que se ubican en este sector del es-pacio delimitado por los ejes 1 y 2 en el DE-CORANA, corresponden en buena parte a lossabinares descritos en 1957 por BRAUN-BLAN-QUET & BOLOS en el valle del Ebro, que comoya se ha indicado aparecían subordinados a loscoscojares.

    Con valores bajos para el eje 2 y altos parael 1 aparecen táxones pertenecientes a las or-las espinosas de los quejigares, Quercetaliapubescenti-petraeae, Aceri granatense-Quer-cionfaginae, que integran algunas de las co-munidades más higrófilas de la Ononido-Ros-marinetea, orden Ononidetalia striatae yotras de brezales de la Calluno-Ulicetea.

    Entre este extremo y el comentado ante-riormente se disponen especies del cortejoflorístico de los matorrales más continentalesde la clase Ononido-Rosmarinetea, al. Sideri-tido incanae-Salvion lavandulifoliae: Sature-jo gracili-Erinaceion anthyllidis, etapas desustitución de los encinares y quejigares con-tinentales y de los sabinares albares.

    En la rama superior, en coincidencia conlos sabinares acidófilos, se encuentran espe-cies de la clase Cisto-Lavanduletea, orden La-vanduletalia stoechidis, como Th. mastichi-na, C. ladanifer, C. laurifolius, L. stoechassubsp. pedunculata, que ya corresponderían aencinares acidófilos y melojares.

    COMPARACIÓN DE LOS GRUPOS ESTABLECIDOSCON LOS PROPUESTOS POR LA FITOSOCIOLOGÍA

    SIGMATISTA

    Los resultados obtenidos ponen de mani-fiesto unas tendencias florísticas en los sabi-nares albares que parecen relacionar este tipo

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    de vegetación con algunos de los principalesbosques descritos en la Península, pertene-cientes a diferentes clases de vegetación:Querco-Fagetea, Quercetea ilicis, Pino Juni-peretea. Al carecer de un cortejo florísticopeculiar, no parece fácil adscribir los sabina-res albares casi exclusivamente a una clase(Pino-Juniperetea), como se viene haciendohasta hoy. La tardía descripción fitosociológi-ca de los sabinares -que concretó su tipologíacuando ya habían sido caracterizadas la ma-yor parte de las formaciones forestales y susmatorrales-, la peculiar estructura abierta-que no encaja en una concepción rígida ycentroeuropea de lo que se entendía por bos-que- y la consecuente ausencia de un cortejoflorístico distintivo respecto al exterior delbosque, han tenido por consecuencia unosencuadres fitosociológicos poco acertados(COSTA TENORIO & al., 1990).

    Por esta razón, la mayor parte de las forma-

    ciones de sabina albar presentan un ampliosolapamiento con los matorrales de las clasesCalluno-Ulicetea, Ononido-Rosmarinetea yCisto-Lavanduletea y en particular con los dela alianza continental mediterránea Sideriti-do-Salvion, tal como puede observarse en lafigura 3.

    Comparando las tablas de estas unidadessintaxonómicas de matorral con nuestros in-ventarios no observamos mayor diferenciaque la presencia de la propia / . thurifera. Re-sulta difícil, también, caracterizar los tipos desabinares frente a los diferentes tipos de mato-rrales, ya que los cortejos florísticos son se-mejantes, por lo que podemos acabar afirman-do que, tras nuestro estudio, no parece posibledistinguir florísticamente los sabinares alba-res de ciertos tipos de formaciones de mato-rral, como consecuencia de que su cortejo flo-rístico presenta escasa originalidad.

    De las diversas series climatófilas de vege-

    Fig. 3.-Área de distribución aproximada de la al. Sideritido-Salvion en la Península Ibérica (- — ) (según MOLINA,1984), superpuesta al área de distribución de la sabina albar ( • ) .

  • M. COSTA TENORIO & AL.: SABINAS ALBARES ESPAÑOLAS 499

    Fig. 4.-Correspondencia entre los resultados del análisis de clasificación y de ordenación, en donde se indican los dife-rentes tipos de sabinares albares propuestos por nosotros. Igualmente aparece señalada sobre ellos la ubicación de laslocalidades de los síntipos de los sintáxones descritos para los sabinares albares.

  • 500 ANALES JARDÍN BOTÁNICO DE MADRID, 54.1996

    tación reconocidas en España por RIVASMARTÍNEZ (1987), tres corresponden a sabina-res albares puros:

    - Junipereto sabino-thuriferae sigmetum,correspondiente a los sabinares palentino-leo-neses, corológicamente pertenecientes a la Re-gión Eurosiberiana, serie Montano-Orocantá-brica.

    - Junipereto hemisphaerico-thuriferaesigmetum, que incluye los sabinares albarestípicos de las parameras ibéricas y oromedite-rráneos.

    - Junipereto phoeniceo-thuriferae sigme-tum, serie que agruparía a los sabinares man-chegos, béticos y aragoneses.

    La sabina aparece también en Junípero thu-riferae-Quercetum rotundifoliae, encinaressupramediterráneos que cuentan con esta sa-bina, en mayor o menor medida, en su estratoarbóreo.

    Uno de los puntos de interés en el plantea-miento de nuestro estudio residía en la aplica-ción de métodos de análisis multivariable paracontrastar la sintaxonomía de estas comunida-des. Con este objetivo, hemos introducido losinventarios tipo entre nuestros datos y obtenidola distribución respecto al conjunto de los in-ventarios tratados por TWINSPAN y DECO-RANA, que refleja la figura 4. Hay que señalarque el inventario tipo de los encinares con sabi-nas -el actual Junípero thuriferae-Quercetumrotundifoliae- no ha podido ser incluido, aldesconocerse su existencia en el momento deltratamiento de los datos. RIVAS MARTÍNEZ(1987) incluye un breve párrafo en la Memoriade las Series de Vegetación en el que tipifica yredenomina estas comunidades y en el queaporta un breve inventario, dado que los prime-ros autores que hicieron referencia a estas co-munidades solo aportaron tablas sintéticas. Sinembargo, los inventarios en los que se basaronesas tablas sintéticas sí están incluidos entre losdatos con los que trabajamos.

    Juniperetum hemisphaerico-thuriferaeaparece en el núcleo de los sabinares genuinos,por lo que, a la vista de los resultados, hay quereconocer lo acertado de tal caracterización.De igual manera, parece ser el grupo más afína la clase Pino-Juniperetea, por la presenciade Juniperus communis subsp. hemisphaeri-ca, además de la propia sabina albar.

    Igualmente atinada parece la distinción delos sabinares cantábricos (Juniperetum sabi-no-thuriferae), pues tanto un análisis comootro segregan rápidamente este tipo de sabi-nares del resto.

    Por lo que respecta a los sabinares adscritospor RIVAS MARTÍNEZ (1987) a Juniperetumphoeniceo-thuriferae, es preciso hacer algu-nas consideraciones.

    Tanto en los resultados del análisis de losdatos por TWINSPAN como por DECORA-NA, este tipo de sabinares -que efectivamen-te están dotados de cierta personalidad frenteal resto- quedan siempre incluidos en el granconjunto constituido por los sabinares termó-filos, que a su vez aparecen caracterizados porla presencia de gran número de especies ca-racterísticas de la clase Quercetea ilicis. Lapresencia de especies típicas de la clase Pino-Juniperetea -escasas por de más- se limita enestos sabinares a / . phoenicea y a la propia sa-bina albar. Ya parecen advertirlo COSTA TA-LENS & al. (1990), quienes comentan que lossabinares de Junípero phoeniceo-thuriferae,aun estando incluidos dentro de Pino-Junipe-retea, presentan una fuerte relación con el or-den Quercetalia ilicis.

    Por lo que se refiere a los encinares supra-mediterráneos con sabina albar (Junípero thu-riferae-Quercetum rotundifoliae), ignoramossi el inventario elegido recientemente comotipo resulta verdaderamente representativo.Lo cierto es que buena parte de los inventariosrealizados en esa localidad se encuadran ennuestro análisis, tal y como se ha señalado, enel núcleo de los sabinares acidófilos que fito-sociológicamente no han sido consideradoscomo sabinares cabeza de serie, sino queconstituyen un sintaxon subordinado a Juní-pero hemisphaerico-thuriferae.

    CONCLUSIONES

    1. Un estudio cronológico del desarrollodel conocimiento de los sabinares albares ibé-ricos, pone de manifiesto que los primeros es-tudios fitosociológicos sigmatistas, aunqueparciales, asignan las formaciones referidas acomunidades esclerofilas de la clase Querce-tea ilicis. En los últimos años, por el contrario,

  • M. COSTA TENORIO & AL.: SABINAS ALBARES ESPAÑOLAS 501

    la mayor parte de los sabinares albares hansido incluidos en el seno de la clase de vegeta-ción Pino-Juniperetea.

    2. Un estudio geobotánico global de estasformaciones ibéricas mediante análisis multi-variante nos lleva a establecer cuatro tipos bá-sicos, de los que tres -sabinares cantábricos,de paramera y termófilos- encuentran corres-pondencia con otras tantas etapas maduras deseries de vegetación; no así en el caso de lossabinares acidóñlos.

    3. Un estudio florístico evidencia que, almenos en la Península Ibérica, los sabinaresalbares no presentan un cortejo florístico dis-tintivo frente a las formaciones que les circun-dan. Salvo la propia sabina albar, estos bos-ques deberían estar incluidos en diversas co-munidades de las clases Querco-Fagetea,Quercea ilicis, Ononido-Rosmarinetea, Cis-to-Lavanduletea o Pino-Juniperea, a las quehabría que remitir los diversos tipos de bos-ques de / . thurifera.

    En los sabinares de la Cordillera Cantábri-ca no hemos encontrado plantas característi-cas de la clase Pino-Juniperetea, fuera de lasabina albar y la rastrera, por lo que no nos pa-rece acertada la subordinación de estas comu-nidades a la clase mencionada. Por lo tanto,nuestros resultados son más concordantes conla propuesta de ROMERO (1981) de incluirlosen Querco-Fagetea.

    Nuestro estudio revalida igualmente la in-terpretación de BRAUN-BLANQUET & BOLOS(1957) acerca de la adscripción de los sabina-res del valle del Ebro a la clase Quercetea ili-cis y no a Pino-Juniperetea, a la que han sidollevados posteriormente (RIVAS MARTÍNEZ,1987:146).

    4. Parece imponerse finalmente la necesi-dad de abordar una revisión sintaxonómica dela alianza Juniperion thuriferae en la Penín-sula Ibérica. La adscripción casi exclusiva desus comunidades a la clase Pino-Junipereteano parece apropiada, tal como pone de mani-fiesto este estudio.

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    ESQUEMA SINTAXONÓMICO

    Cl. Pino-Juniperetea Rivas Martínez 1964Ord. Pino-Juniperetalia Rivas Martínez 1964

    Al. Juniperion thuriferae Rivas Martínez1962Ass. Juniperetum hemisphaerico-thurife-

    rae Rivas Martínez 1969subass. juniperetosum sabinae Rivas

    Martínez 1969subass. juniperetosum oxycedri Costa ex

    Fernández González 1991Ass. Juniperetum sabino-thuriferae Rivas

    Martínez, Izco & Costa 1971subass. quercetosum fagineae Penas,

    Puente, Herrero, Pérez & Llamas 1990Ass. Juniperetum phoeniceo-thuriferae

    (Braun.-Blanq. & O. Bolos 1957) RivasMartínez 1987

    Cl. Querco-Fagetea Braun.-Blanq. & Vlieger inVlieger 1937

    Ord. Quercetalia pubescenti-petraea Klika em.Moravec in Beguin & Theurillat 1984, nom.mut.Al. Quercion robori-pyrenaicae (Braun.-

    Blanq., P. Silva & Rozeira 1956) Rivas Mar-tínez 1975

    Aceri granatensi-Quercion fagineae (RivasGoday, Rigual & Rivas Martínez 1959) Ri-vas Martínez 1987

    Cl. Quercetea-Ilicis Braun.-Blanq. 1947Ord. Quercetalia ilicis Braun.-Blanq. (1931)

    1936 em. Rivas Martínez 1975Al. Quercion ilicis Braun.-Blanq. 1936 em.Rivas Martínez 1975.

    Subal. Quercenion rotundifoliae Rivas Go-day 1959 em. Rivas Martínez 1975

    Ass. Junípero thuriferae-Quercetum rotun-difoliae (Rivas Goday 1959) Rivas Mar-tínez 1987

    Al. Quercion broteroi Braun.-Blanq., P. Silva& Rozeira 1956, em. Rivas Martínez 1975em. V. Fuente 1986

    Paeonio broteroi-Quercenion rotundifoliaeRivas Martínez 1982Ass. Junípero oxycedri-Quercetum rotun-

    difoliae Rivas Martínez (1964) 1975Ord. Pistado lentisci-Rhamnetalia alaterni Ri-

    vas Martínez 1975

  • M. COSTA TENORIO & AL.: SABINAS ALBARES ESPAÑOLAS 503

    Al. Rhamno lycioidis-Quercion cocciferaeRivas Goday 1964 em. Rivas Martínez 1975Ass. Rhamno lycioidis-Quercetwn coccife-

    rae Braun.-Blanq. & O. Bolos 1957subass. juniperetosum thuriferae Braun.-

    Blanq. & O. Bolos 1957

    Cl. Ononido-Rosmarinetea Braun-Blanq. 1947Ord. Rosmarinetalia Braun-Blanq. 1947

    Al. Sideritido incanae-Salvion lavandulifo-liae (Rivas Goday & Rivas Martínez 1969)Izco & Molina 1984Subal. xero-aphyllanthenion (Rivas Goday

    & Rivas Martínez 1969) Izco & Molinaem.

    Subal. salurejo gracili-erinacenion anthy-llidis Izco & Molina 1988

    Ass. Lino-Sahietum lavanduiifoliae RivasGoday & Rivas Martínez 1968

    Ord. Ononidetalia striatae Braun-Blanq. 1947

    Cl. Calluno-Ulicetea Braun-Blanq. et R. Tx. 1943

    Cl. Lygeo-Stipetea Rivas Martínez 1978

    Cl. Cisto-Lavanduletea Braun-Blanq. 1940Ord. Lavanduletalia stoechidis Braun.-Blanq.

    1940 em. Rivas Martínez 1968