delicuencia

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Aquellos que llevan a cabo simples actos de vandalismo, ataques al mobiliario urbano, etc., como consecuencia de las perturbaciones psicobiológicas que producen la pre adolescencia y la adolescencia por motivos de desarrollo y cambio. Los que cometen pequeños hurtos, robos o fraudes por motivos de autoafirmación personal frente a compañeros, creyendo suscitar en ellos admiración. Los que cometen delitos contra el patrimonio o la indemnidad sexual por puro placer, siendo incapaces de resistir a sus estímulos seductores. Los que delinquen para satisfacer meras apetencias consumistas. Respecto a la procedencia social de los delincuentes juveniles, los investigadores han convenido, por lo general, en que las personas de la clase social ínfima están súper representadas, y las de las clases medias sobrerrepresentados en los grupos de delincuentes, pero la verdadera magnitud de la propensión de cada clase no está clara del todo. En este sentido ya señalaba WEST que uno de los factores importantes que tienen probabilidad de poner en marcha el mecanismo que puede llevarnos a cualquiera a ser delincuente, es la baja categoría en el sistema de las clases sociales, la deficiencia en la educación, la pobreza, un ambiente familiar inadecuado o perturbado, la residencia en un mal vecindario y pertenencia a una familia numerosa. Así, destacaba que entre las familias de la clase más baja, muchas residían en barrios miserables, no limitaban el número de hijos y sufrían pobreza y falta de educación. Dicho con otras palabras, los factores adversos tendían a presentarse todos juntos y a actuar recíprocamente uno sobre otros hasta el punto de crear una situación generadora de delitos. Sin embargo, ya por entonces, algunos autores ya desafiaban la opinión de que el comportamiento delictivo es más preponderante entre jóvenes de clase inferior, y explicaban el hecho de que estuvieran más representados ante los Tribunales en mayor número diciendo que las clases bajas están más expuestas a ser detenidas y llevadas ante la justicia por malas acciones que serían juzgadas de otro modo si fueran cometidas por personas de la clase media o alta. En este sentido, SHORT y NYE ya advertían en 1959 que los jóvenes norteamericanos de escuelas superiores y de clase alta, según sus propios relatos, se comportaban igualmente mal. Igualmente, AKERS, en un estudio realizado en 1964 sobre 1000

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Aquellos que llevan a cabo simples actos de vandalismo, ataques al mobiliario urbano, etc., como consecuencia de las perturbaciones psicobiolgicas que producen la pre adolescencia y la adolescencia por motivos de desarrollo y cambio. Los que cometen pequeos hurtos, robos o fraudes por motivos de autoafirmacin personal frente a compaeros, creyendo suscitar en ellos admiracin. Los que cometen delitos contra el patrimonio o la indemnidad sexual por puro placer, siendo incapaces de resistir a sus estmulos seductores. Los que delinquen para satisfacer meras apetencias consumistas.Respecto a la procedencia social de los delincuentes juveniles, los investigadores han convenido, por lo general, en que las personas de la clase social nfima estn sper representadas, y las de las clases medias sobrerrepresentados en los grupos de delincuentes, pero la verdadera magnitud de la propensin de cada clase no est clara del todo. En este sentido ya sealaba WEST que uno de los factores importantes que tienen probabilidad de poner en marcha el mecanismo que puede llevarnos a cualquiera a ser delincuente, es la baja categora en el sistema de las clases sociales, la deficiencia en la educacin, la pobreza, un ambiente familiar inadecuado o perturbado, la residencia en un mal vecindario y pertenencia a una familia numerosa. As, destacaba que entre las familias de la clase ms baja, muchas residan en barrios miserables, no limitaban el nmero de hijos y sufran pobreza y falta de educacin. Dicho con otras palabras, los factores adversos tendan a presentarse todos juntos y a actuar recprocamente uno sobre otros hasta el punto de crear una situacin generadora de delitos.Sin embargo, ya por entonces, algunos autores ya desafiaban la opinin de que el comportamiento delictivo es ms preponderante entre jvenes de clase inferior, y explicaban el hecho de que estuvieran ms representados ante los Tribunales en mayor nmero diciendo que las clases bajas estn ms expuestas a ser detenidas y llevadas ante la justicia por malas acciones que seran juzgadas de otro modo si fueran cometidas por personas de la clase media o alta. En este sentido, SHORT y NYE ya advertan en 1959 que los jvenes norteamericanos de escuelas superiores y de clase alta, segn sus propios relatos, se comportaban igualmente mal. Igualmente, AKERS, en un estudio realizado en 1964 sobre 1000 estudiantes de la escuela superior de Ohio, confirm que no exista ninguna relacin importante entre la incidencia de la delincuencia confesada y la categora socio-econmica.parece que debemos ir desterrando la creencia de que las conductas antisociales y delictivas son exclusivas de determinadas zonas conflictivas existentes en nuestras ciudades. As, si nos atenemos a los resultados del trabajo "La delincuencia juvenil. Auto informe de los jvenes" elaborado durante los aos 1992 y 1993 por un equipo de investigadores observa que la prevalencia total de conductas delictivas result ser ms baja entre los jvenes de las zonas problemticas, definidas como peligrosas por los servicios de seguridad y las fuerzas de seguridad locales. A nivel de conductas concretas, esta tendencia solo se inverta para el consumo de drogas duras, la venta de drogas blandas y viajar en tren sin pagar. Solamente en este ltimo caso la diferencia estadstica era significativa a favor de los jvenes de las zonas problemticas. Por tanto, las relaciones significativas de algunos delitos con un nivel socioeconmico alto y medio-alto y con un nivel de estudios alto debe suponer una nueva visin del panorama delictivo de los jvenes, apoyada adems por otros estudios sobre la etiologa de la delincuencia juvenil .Volumen y tipologa de delitos en la delincuencia juvenil.La descripcin del repertorio de conductas delictivas que cometen los jvenes de nuestro tiempo, es, sin duda, una cuestin esencial del presente trabajo, pues ello, nos va a permitir conocer mucho ms sobre las costumbres y usos conductuales de los jvenes espaoles.Sin lugar a dudas, la adolescencia es una etapa difcil en el desarrollo humano que produce un gran nmero de conductas conflictivas, de ah que, segn resultados obtenidos, un 81,1 % (incluyendo el consumo de drogas) de los jvenes haya admitido haber cometido algn tipo de delito alguna vez en su vida. Asimismo, no podemos obviar que, de acuerdo con la estadstica comparada oficial de los pases de nuestra rea de cultura, la delincuencia juvenil se aproxima, en cuanto al volumen, al 15% de la delincuencia general total, si bien las estadsticas de algunos de esos pases, como es el caso de Francia, llegan al 22%. El anlisis del volumen de la delincuencia juvenil, segn los datos estadsticos proporcionados por el Ministerio del Interior, nos dice que, en el ao 2009, el nmero de detenidos fue de 212.000 dentro de la delincuencia en general, siendo los detenidos, dentro de la delincuencia juvenil, 27.117 para ese mismo ao; por lo que los delincuentes juveniles representaran en torno al 12% de la delincuencia total. Por lo que respecta al tipo de delitos cometidos, los datos que nos ofrece el ao 2009 son los siguientes:INFRACCINMENORES 14 AOS14-15 AOS16-17 AOSTOTAL

Homicidio-asesinato3195779

Lesiones892577181.064

Contra la libertad sexual78124145347

Robo con violencia o intimidacin5201.3372.4154.272

Robo con fuerza5631.5803.0975.240

Hurto2075131.2111.931

Tirones49168446663

Sustraccin en interior de vehculos1775271.8392.543

Sustraccin de vehculos4671.5452.6874.699

Otros delitos contra el patrimonio1793439381.460

Trfico de estupefacientes47116779892

Otros delitos3871.1312.9204.432

La conclusin que podemos extraer de estos datos es que las infracciones ms destacables son: los delitos contra las personas (homicidios, lesiones y delitos contra la libertad sexual); los delitos contra la salud pblica (trfico de estupefacientes); y los delitos contra el patrimonio (robos con violencia o intimidacin, robos con fuerza, sustracciones en interior de vehculos, tirones, sustraccin de vehculos...). Otra de las cuestiones claves al hablar de conductas delictivas sera la reincidencia. En este sentido, los datos procedentes de la investigacin realizada en los Tribunales de Justicia reflejan que los porcentajes de reincidencia son muy pequeos; en la jurisdiccin de menores se mueven entre el 16,7% para los de 12-13 aos, el 18,1 para los de entre 14 y 15 aos y un 2,4% para los de 16 y 17 aos; si bien, no obstante, estos son los datos que hacen referencia a los antecedentes penales de estos jvenes, esto es, sujetos sobre los que previamente ha recado una sentencia penal firme y ejecutada. Por lo que respecta a la multirreincidencia, el estudio elaborado por RECHEA ALBEROLA y FERNNDEZ MOLINA, ofrece los siguientes resultados en cuanto a la historia criminal de los sujetos y por grupos de edad :NMERO DE DELITOS COMETIDOS12-13 AOS. N (%)14-15 AOS.N (%)16-17 AOS. N (%)

1588 (93)1.290 (91,8)941 (84,9)

227 (4,2)72 (5,1)96 (8,6)

3 a 514 (2,1)38 (2,7)55 (4,9)

6 a 104 (0,7)3 (0,3)11 (1,1)

11 a 15----------4 (0,4)

16 o ms-----1 (0,1)1 (0,1)

TOTAL SUJETOS6331.4041.108

Los datos ofrecidos muestran que el porcentaje de sujetos que son delincuentes primarios es muy elevado, oscilando entre un 93 y un 84,9 % en funcin de la edad, mientras que en lo que respecta a la multirreincidencia, los datos oscilan entre el 2,8 % en los ms pequeos y el 6,5 % en los de 16-17 aos, siendo ste un porcentaje de sujetos con una historia criminal muy enconada que necesitara de un tratamiento intensivo, por lo que se trata de un dato nada desdeable. La delincuencia juvenil femenina y su comparacin con la masculina.La delincuencia juvenil femenina comenz a estudiarse especficamente a finales de los aos 60, momento en el que, con el movimiento de liberacin de la mujer, se comienza a percibir socialmente un aumento considerable de la misma.Como principales teoras acerca de la delincuencia femenina podemos destacar, fundamentalmente, las siguientes: Teoras clsicas: biolgicas, psicoanalticas y psiquitricas. Teoras intermedias de ndole individualista con proyeccin social: Thomas, Pollack, Cowie. Teoras de carcter social: enfoque funcionalista (teora del rol y teora de la igualdad de oportunidades) y enfoque crtico (teora del control social y teora de la dependencia econmica).Las teoras clsicas trataron de explicar el fenmeno de la delincuencia femenina sobre la base de aspectos individuales, bien de contenido biolgico (anormalidades bioantropolgicas, desarrollo sexual, etc.), bien de contenido psicoanaltico o psiquitrico, en los que subyaca siempre la equiparacin entre delincuencia femenina y trastornos biolgicos o psquicos.Y, pese a haber sido superadas cientficamente, lo cierto es que estas teoras estn fuertemente arraigadas en la sociedad y han influido notoriamente en los trabajos criminolgicos hasta pocas recientes, como en SMART, quien concibe a la mujer delincuente como una enferma mental.La evolucin de la criminologa y el rechazo del determinismo biolgico-individual dio paso a teoras de carcter social, que han servido de base a las actuales teoras sobre la delincuencia femenina. Entre ellas podramos citar los estudios sobre la Ecologa Criminal, el Aprendizaje Social o la Teora del Etiquetado.Pero, sin duda alguna, las mayores aportaciones de la criminologa al estudio de la delincuencia femenina han llegado con las Tesis Funcionalistas y la Criminologa Crtica.En el caso de las teoras funcionalistas (entre ellas, especialmente, la teora del rol y la teora de la igualdad de oportunidades), el mayor inters ha consistido en explicar el aumento que ha experimentado la delincuencia femenina y los cambios en las formas de comisin de los delitos; mientras que la criminologa crtica (especialmente con la teora del control social y teora de la dependencia econmica) ha mostrado inters por el estudio de la influencia del control social, formal e informal, que recibe la mujer sobre su conducta criminal.En nuestro pas, los trabajos de carcter emprico sobre la delincuencia juvenil femenina y su evolucin son ciertamente escasos, por lo que, podemos decir que, a pesar del avance experimentado por la criminologa, se contina trabajando con la idea tradicional de que el delito femenino responde a los mismos modelos que el masculino, aun a sabiendas de las diferencias que existen entre ambos sexos. Sin embargo, s quiero destacar el trabajo llevado a cabo en este campo por la Unidad de Investigacin Criminolgica sobre la comisin de algunos actos delictivos y predelictivos en la poblacin femenina de 14 a 21 aos. Sobre una muestra de 2.100 sujetos, de 14 a 21 aos, compuesta al 50% por hombres y mujeres, distribuidos homogneamente en cuatro grupos de edad (14-15, 16-17, 18-19, 20-21), los resultados nos ofrecen las siguientes conclusiones:1. Ante todo, el comportamiento problemtico de las chicas responde, en general a las mismas caractersticas que el comportamiento de los jvenes de su edad.2. Un 89,1% de las chicas han llevado a cabo "alguna vez" al menos una de las conductas estudiadas por los investigadores de la UCLM.3. Las conductas con mayor prevalencia son, en ambos sexos, aqullas que podramos definir como transgresoras de las normas, pero que no podemos calificar de delictivas, tales como consumir alcohol, faltar a clase, vandalismo, etc; siendo adems la incidencia media, similar en ambos grupos de jvenes.4. Tambin se observa que ambos sexos tienden a realizar estas conductas en compaa de otros amigos, dato este, que confirma la importancia del grupo en muchos de los comportamientos juveniles, y corrobora la tesis que afirma que la inadecuada socializacin debilita los vnculos del joven con los grupos convencionales de la sociedad, como la familia, la escuela o el trabajo; y le induce a crear vnculos con grupos no convencionales o desviados, donde el joven puede encontrar reforzada su conducta desviada.5. Las diferencias fundamentales encontradas hacen referencia a la prevalencia o tasa de participacin, que es significativamente ms baja en la mujer para la mayora de las conductas y de las categoras en las que se engloban, cuando se les pregunta si lo han hecho "alguna vez" en su vida. En cambio, si nos referimos a los comportamientos realizados "en el ltimo ao", las diferencias no son tan marcadas, aunque las mujeres siguen participando menos que los chicos en todas las categoras. Asimismo, los datos revelan que las mujeres se inician en la mayora de los comportamientos estudiados ms tarde y la prevalencia comienza a decrecer a una edad ms temprana, encontrando las diferencias ms llamativas en el caso de las conductas violentas contra objetos y contra personas, mucho ms frecuentes entre los chicos que entre las chicas.6. Algunas de las razones que explican porqu las mujeres se muestran menos propensas a comportarse de forma problemtica se encuentran el algunas variables psicosociales como el control familiar o las relaciones afectivas. Del anlisis de estas variables se desprende que ciertos aspectos de la socializacin de las chicas y de su estilo de vida responden a unos valores, tradicionalmente asociados a la mujer, que se consideran protectores con respecto a las conductas antinormativas. El mayor control familiar sobre con quin y cmo pasan su tiempo, su preferencia por pasar su tiempo libre en familia o pareja, y sus mejores resultados escolares, explican, en gran medida, la menor propensin de la mujer a participar en los comportamientos delictivos. Delincuencia juvenil y movimientos migratorios.El extranjero ha sido equiparado, quizs desde siempre, el enemigo del pas o al malhechor. Cuando los extranjeros, como grupos extraos, resultan muy llamativos por su lengua, forma de vestir, de comportarse, etc., crece la atencin, pero tambin el rechazo. Si los extranjeros no aparecen solos, sino incluso en gran nmero, puede crecer el sentimiento de miedo o peligro; temores que se acentan en tiempos de crisis econmica y extensin del desempleo, cuando llegan a adquirir la dimensin de amenaza existencial para aquellos que parecen perjudicados como nacionales autctonos, los que quedan excluidos del ascenso econmico o los que no son ya capaces de compensar su descenso social. Se ha producido en los ltimos aos un fenmeno de inmigracin desconocido para nosotros hasta la fecha, quiz porque siempre hemos sido un pas del que la gente sala hacia otros lugares en los que labrarse un futuro ms esperanzador. Pero las circunstancias parecen haber cambiado, y hemos pasado a convertirnos en un pas de acogida, un pas al que se dirigen muchas personas con la misma esperanza que albergaban que en su momento emigraron a Peru o pases vecinos. Poniendo en relacin inmigracin con criminalidad, especialmente a partir de 1998, un importante aumento de la criminalidad protagonizada por extranjeros, lo cual coincide, como ya hemos apuntado, con un flujo de inmigrantes haca nuestro pas sin precedentes. Por ello, no hay que confundir inmigracin con criminalidad, ni tampoco trabajadores con inmigrantes, pues un buen nmero de los extranjeros que arriban lo hacen sin estar en posesin de la correspondiente documentacin administrativa, circunstancia que hace muy difcil, prcticamente imposible, que puedan encontrar, a corto plazo un trabajo. Adems, muchos de ellos, ya haban cometido alguna infraccin en su pas o incluso ya eran delincuentes. Tambin a menudo se ha relacionado la delincuencia juvenil con la inmigracin, hasta el punto que una de las lneas ms importantes del pensamiento criminolgico, relacionada con el Departamento de Sociologa de la Universidad de Chicago, se origin a partir del estudio de la delincuencia juvenil en diversas ciudades norteamericanas en una poca (primeras dcadas del siglo XX) en la que las mismas reciban continuas oleadas de inmigrantes europeos, estableciendo un cierto vnculo causal entre ambos fenmenos.La explicacin de los factores relacionados con la criminalidad de los extranjeros en general, as como de los jvenes en particular, no puede reducirse a una teora criminolgica. Como en la criminalidad en general de los nacionales suelen incidir diversos factores en el sujeto, aunque finalmente sea uno el que desencadene el paso al acto. La situacin es todava ms complicada en los inmigrantes. Los movimientos migratorios conllevan multitud de conflictos, frecuentemente complejos, que no se pueden sintetizar en consideraciones genricas como, entre otras, el de la integracin del extranjero.S que me gustara destacar, en este sentido, las conclusiones obtenidas por investigadores, quienes, de un estudio sobre 70 jvenes condenados por delito, obtiene como resultado, que en 23 casos se han producido movimientos migratorios de la familia; de estos, en 20 se pasa de zona rural a zona urbana, y en 3 dentro de la zona rural. Son diversos los factores que concurren en las conductas desviadas de los jvenes como consecuencia de movimientos migratorios, que son ms cuando los nios acompaan a sus padres, que cuando nacen en la nueva residencia. En todo caso, los problemas de adaptacin y frustracin suelen ser mayores en los inmigrantes que en los movimientos migratorios dentro del pas. Lo mismo que sucede con muchos jvenes delincuentes que se ven defraudados en una serie de perspectivas que confiaban, el problema se reproduce en los extranjeros en mayor proporcin, terminando algunos bajo el control penal. Consecuencias para la sociedadTrastornos mentales no tratadosUna vez que el delincuente juvenil alcanza la madurez es probable que contine mostrando comportamientos de desadaptacin y que aumente su riesgo de ser procesado a travs del sistema de justicia penal como delincuente adulto. Debido al pequeo porcentaje de delincuentes adultos y juveniles habituales que contribuyen en alto porcentaje a los delitos violentos (es decir, asesinato y asalto con agravantes) el sistema de justicia penal debe supervisar esa pequea poblacin de criminales profesionales en un esfuerzo para prevenir la proliferacin de delincuentes violentos serios.Si los trastornos mentales tales como el trastorno de conducta no se diagnostican y no se tratan el delincuente juvenil tiene el potencial creciente de desarrollar un trastorno antisocial de la personalidad y continuar ms adelante su vida como un criminal profesional. La mayora de delincuentes violentos exhibe rasgos del trastorno antisocial de la personalidad y los muestran antes de los 15 aos. El trastorno antisocial de la personalidad es un diagnostico comn para un asesino en serie. Los autores lvarez y Bachman encontraron que una similitud entre los asesinos en serie eran sus anteriores convicciones criminales. En este caso el trastorno de conducta se puede convertir en un elemento probable para el asesino en serie si no se diagnostica y se trata antes de que se convierta completamente en la edad adulta en un trastorno antisocial de la personalidad.El trastorno de conducta y el trastorno antisocial de la personalidad se categorizan como trastornos de personalidad con definiciones extremadamente similares en DSM-IV-TR y segn lo explicado arriba en trastornos mentales. Algunas de las caractersticas comunes incluyen el incumplimiento constante de normas sociales, el comportamiento agresivo hacia la gente, y una desvinculacin de la emocin de la empata. Estos rasgos son tambin comunes entre los asesinos en serie y si los comportamientos de desadaptacin no se tratan tienen el potencial de crear a una persona que fantasea con matar a varias vctimas y despus satisfacer su impulsividad cuando ya no son capaces de reprimirse.

Recomendaciones con respecto al problema de la delincuencia juvenil.A la hora de abordar la cuestin relativa a las respuestas ofrecidas frente al problema de la delincuencia juvenil, podemos destacar, en primer lugar, un tipo de respuesta radical, que partiendo de la ausencia de derechos en los delincuentes, equipara "sistema penal eficiente" con "sistema penal duro y represivo". Este tipo de respuesta, que encuentra bastante resonancia en la opinin pblica y en los medios de comunicacin, ha sido empleada durante aos, y en muchos pases, sobretodo latinoamericanos, para sostener la tesis de que la delincuencia juvenil hay que enfrentarla recurriendo a mtodos violentos, con la finalidad de defender a la sociedad, lo cual plantea la necesidad de organizar grupos paramilitares, compuestos por miembros de las fuerzas armadas, policas, grupos privados de vigilancia, comerciantes y otros ciudadanos, que actan de forma clandestina con el fin de aplicar ajusticiamientos sobre aquellos jvenes a quienes la sociedad juzga como "personas indeseables".Durante mucho tiempo estos grupos han actuado con total impunidad, y con un grado tal de tolerancia que ni siquiera se preocupaban de hacer desaparecer los cuerpos; si bien es cierto que, sobretodo desde las organizaciones internacionales, se ha actuado de forma decidida contra este fenmeno con el fin de erradicarlo, ofreciendo otro tipo de alternativas con las que solucionar el problema de la delincuencia juvenil; conscientes de que los sistemas penales ms represivos, caracterizados por desconocer los derechos de los acusados, no son, ni mucho menos los ms eficientes para tutelar los derechos fundamentales de los ciudadanos, sino que, por el contrario, aumentan la criminalidad y la impunidad.Junto al tipo de respuesta "radical" que acabamos de ver, se han propuesto frecuentemente soluciones ms moderadas, que podemos calificar de tipo "tradicional", que parten de la idea de endurecer el sistema penal dentro de los lmites constitucionales con medidas empleadas frecuentemente para combatir la criminalidad y que son: El aumento de la polica. El aumento y endurecimiento de las penas. El aumento del nmero de detenidos.Sin embargo, y pese a que las enumeradas constituyen las respuestas ms buscadas por los ciudadanos para tales fines, lo cierto es que se ha comprobado que no constituyen medios eficaces para disminuir los ndices de criminalidad, ni para resolver los conflictos que provocan los hechos delictivos.En contraposicin a las respuestas "radicales" y "conservadoras" existe toda una gama de recomendaciones y directrices elaboradas por los sectores profesionales vinculados directamente son el tratamiento de los menores en riesgo (criminlogos, abogados, psiclogos, educadores, socilogos, trabajadores sociales, etc.) cuyo propsito ha sido dirimir los conflictos provocados por la delincuencia juvenil, disminuir o atenuar este tipo de problemas y dar tratamiento y orientacin a los menores, todo dentro del orden constitucional y el respeto a los derechos humanos.Tales recomendaciones han sido extradas a partir de las directrices marcadas por Naciones Unidas y recogidas en los siguientes textos internacionales: Las Directrices de las Naciones Unidas para la prevencin de la delincuencia juvenil (Directrices de Riad, aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante resolucin 45/112). Reglas de las Naciones Unidas para la proteccin de los menores privados de libertad (Proyecto de resolucin presentado a la Asamblea General de las Naciones Unidas en el Congreso sobre prevencin del delito y tratamiento del delincuente). Reglas mnimas de las Naciones Unidas para la administracin de justicia de menores (Reglas de Beijing). Convencin de Naciones Unidas sobre derechos del nio de 20 de noviembre de 1989.Las recomendaciones extradas de tales textos y ofrecidas desde los citados sectores con la finalidad de resolver el problema de la delincuencia juvenil, frente a la cada vez mayor cantidad de voces que claman por resolver el conflicto con una mayor represin y violencia, han sido las siguientes:1. La prevencin antes que la represin: La mejor manera de prevenir la delincuencia juvenil es la de impedir que surjan delincuentes juveniles, para lo cual se necesitan adecuados programas de asistencia social, econmica, educacional y laboral.2. Minimizar el uso del sistema de justicia tradicional: Emplear otras vas y medios para resolver los cponflictos generados con la delincuencia juvenil antes de que intervenga el Juez. Esta minimizacin del uso del sistema de justicia ordinaria implica, a su vez:- Minimizar la intervencin estatal, dando mayor intervencin a otros grupos de la vida social en la solucin del conflicto y en la bsqueda de alternativas viables, como la familia, la escuela, la comunidad, etc.- Minimizar al mximo el encarcelamiento o medidas de internamiento en rgimen cerrado de los menores, limitndolo a circunstancias excepcionales.3. Flexibilizar y diversificar la reaccin penal: Con medidas flexibles, que se puedan ajustar y acondicionar peridicamente a las circunstancias del menor, segn las condiciones, el avance y el progreso en el tratamiento o en la ejecucin de la medida, podemos conseguir una mayor personalizacin de la medida tutelar, de manera que la reaccin sea proporcional a la gravedad del caso, adaptndose a las condiciones y necesidades del menor.4. Aplicar a los menores infractores todos los derechos reconocidos a los adultos.5. Profesionalizar y especializar a la Polica en materia de menores, as como a los Jueces, Fiscales y Abogados: Una mejora en el aspecto tcnico de estos profesionales, permitir una mayor efectividad y eficacia en la reforma de los jvenes delincuentes.La prevencin de la delincuencia es el trmino general empleado para todos los esfuerzos encaminados a evitar que la juventud participe en actividades criminales o antisociales. Cada vez ms, los gobiernos estn reconociendo la importancia de asignar recursos para la prevencin de la delincuencia. A menudo es difcil que los estados proporcionen los recursos financieros necesarios para la adecuada prevencin, las organizaciones y las comunidades. Por todo esto los gobiernos trabajan en colaboracin para la prevencin.Con el desarrollo de la delincuencia en la juventud, influenciada por numerosos factores, perspectivas de esfuerzos en la prevencin son comprensibles. Entre los servicios para la prevencin se incluyen actividades tales como educacin y tratamiento del abuso de sustancias estupefacientes, asesoramiento de la familia, tutora y proteccin de la juventud, educacin parental, ayuda educativa, e intervencin social.