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José Manuel González Campa médico psiquiatra, considerado como uno de los más significativos científicos europeos en el ámbito de la salud mental. DELIRIUM TREMENS. ETIOPATOGENIA DEL DELIRIUM TREMENS Dr. J.M. GONZÁLEZ CAMPA - Dr. HASSAN KHALIL HAMAD El delirium tremens ha sido descrito por primera vez por Sir THOMAS y SUTON en 1813. Es la psicosis más frecuente que se presenta en el alcohólico crónico. Las psicosis alcohólicas agudas, y concretamente el delirium tremens, en- tran dentro de las llamadas por la escuela francesa psicosis confusionales. Un nivel profundo de desestructuración de la CONCIENCIA parece ser la reacción de predilección a las agresiones masivas y agudas del sistema nervioso por un agente «exógeno» sin que, naturalmente, pueda olvidarse el umbral de re- actividad o la predisposición del terreno. Los alienistas franceses del siglo XIX aislaron, laboriosamente, la noción de confusión mental, de entre la masa de las psicosis agudas. Recordemos, tan sólo, que GEORGET describió este sín- drome en 1820 con el nombre de ESTUPIDEZ, y que DELASIAUVE en 1851, hizo una magistral descripción del cuadro, y que fue el primero en darle el nombre de «confusión mental». En 1895 CHASLIN constituyó, como entidad, la «Confusión mental primitiva» para designar los estados en que la confusión se presenta como una psicosis aguda típica, cualquiera que sea su etiología. Ulteriormente REGIS y la Escuela de Bourdeaux (1895-1911) completaron la descripción del contenido de esta nueva «entidad» precisando que el sín- drome es casi siempre de origen infeccioso o tóxico, y poniendo en relación la confusión con el delirio onírico u onirismo, al cual consideraron como caracte- rístico de todas las intoxicaciones o infecciones. Las «psicosis confusionales», francesas, corresponden a las «reacciones exógenas de BONHOEFFER». El síntoma esencial, de estas psicosis, consiste en la incapacidad para efec- tuar una síntesis y una diferenciación suficiente de los con tenidos psíquicos, los cuales se confunden y se aglutinan. Hay falta de lucidez y claridad del campo de la conciencia. La actividad perceptiva es deficiente: el paciente iden- tifica mal el mundo exterior, y hay desorientación temporoespacial, trastornos de la memoria y falsos reconocimientos, etc... Las psicosis alcohólicas exigen, para ser reconocidas como tales, la con- dición indispensable de aparecer en individuos que llevan ya algún tiempo abu- sando de las bebidas, y en los cuales son de SUPONER profundos cambios metabólicos capaces de modificar o alterar la personalidad, hasta el punto de constituir el llamado ALCOHOLISMO CRÓNICO.

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José Manuel González Campamédico psiquiatra, considerado como uno de los más significativos científicoseuropeos en el ámbito de la salud mental.

DELIRIUM TREMENS.ETIOPATOGENIA DEL DELIRIUM TREMENS

Dr. J.M. GONZÁLEZ CAMPA - Dr. HASSAN KHALIL HAMAD

El delirium tremens ha sido descrito por primera vez por Sir THOMAS ySUTON en 1813. Es la psicosis más frecuente que se presenta en el alcohólicocrónico.

Las psicosis alcohólicas agudas, y concretamente el delirium tremens, en-tran dentro de las llamadas por la escuela francesa psicosis confusionales. Unnivel profundo de desestructuración de la CONCIENCIA parece ser la reacciónde predilección a las agresiones masivas y agudas del sistema nervioso porun agente «exógeno» sin que, naturalmente, pueda olvidarse el umbral de re-actividad o la predisposición del terreno. Los alienistas franceses del siglo XIXaislaron, laboriosamente, la noción de confusión mental, de entre la masa delas psicosis agudas. Recordemos, tan sólo, que GEORGET describió este sín-drome en 1820 con el nombre de ESTUPIDEZ, y que DELASIAUVE en 1851,hizo una magistral descripción del cuadro, y que fue el primero en darle elnombre de «confusión mental». En 1895 CHASLIN constituyó, como entidad,la «Confusión mental primitiva» para designar los estados en que la confusiónse presenta como una psicosis aguda típica, cualquiera que sea su etiología.

Ulteriormente REGIS y la Escuela de Bourdeaux (1895-1911) completaronla descripción del contenido de esta nueva «entidad» precisando que el sín-drome es casi siempre de origen infeccioso o tóxico, y poniendo en relación laconfusión con el delirio onírico u onirismo, al cual consideraron como caracte-rístico de todas las intoxicaciones o infecciones.

Las «psicosis confusionales», francesas, corresponden a las «reaccionesexógenas de BONHOEFFER».

El síntoma esencial, de estas psicosis, consiste en la incapacidad para efec-tuar una síntesis y una diferenciación suficiente de los con tenidos psíquicos,los cuales se confunden y se aglutinan. Hay falta de lucidez y claridad delcampo de la conciencia. La actividad perceptiva es deficiente: el paciente iden-tifica mal el mundo exterior, y hay desorientación temporoespacial, trastornosde la memoria y falsos reconocimientos, etc...

Las psicosis alcohólicas exigen, para ser reconocidas como tales, la con-dición indispensable de aparecer en individuos que llevan ya algún tiempo abu-sando de las bebidas, y en los cuales son de SUPONER profundos cambiosmetabólicos capaces de modificar o alterar la personalidad, hasta el punto deconstituir el llamado ALCOHOLISMO CRÓNICO.

La problemática etiopatogénica del D. T. viene a coincidir, bajo el punto devista bioquímico y neurofisiológico, con el desentrañamiento, apasionante, quecorresponde a la intención científica, para descubrir los acontecimientos que su-ceden en la intimidad biológica, neurofisiológica y, en definitiva, bioquímica delser humano, y que constituyen el substratum real de la dependencia metabólicaque se establece en el enfermo alcohólico. Se sabe que determinada cantidad dealcohol etílico ingerido durante un tiempo concreto produce, en el organismo hu-mano, una serie de alteraciones bioquímicas o enzimáticas que van a dar, comocorrelato clínico, los fenómenos llamados «pérdida de la capacidad de control» y«pérdida de la capacidad de abstinencia». El acontecer disbioquímico que suscitalos fenómenos psicopatológicos apuntados no es, en esencia, desconocido; noobstante, los últimos descubrimientos acaecidos en el campo del metabolismo engeneral y en el de la bioquímica cerebral en particular nos van a permitir realizarun viaje, en parte quizá un tanto elucubrativo, con la intención de explorar lo quepudieran ser los verdaderos o posibles aconteceres bioquímicos responsables dela aparición de una de las psicosis más frecuentes y temibles: el D. T.

Los conceptos más elementales, lógicos y sencillos partieron del hecho, com-probado, de que la deprivación del alcohol en individuos habituados al mismo du-rante un largo período, y en cantidad superior a la que el organismo humano escapaz de resistir, sin sufrir sus efectos deletéreos irreversibles, producía en la in-mensa mayoría de estos pacientes la aparición de un cuadro, de ABSTINENCIA,que nosológicamente ha quedado encuadrado dentro del ámbito de las psicosisalcohólicas agudas.

Ahora bien, la experiencia psicopatológica clínica vino a plantear algunos in-terrogantes que, antes de seguir adelante, quisiéramos dejar aquí puestos demanifiesto:

1.º ¿Se produce el D. T. sólo por deprivación de bebidas alcohólicas?2.º En el caso de que la tesis anterior fuese confirmada, ¿es sólo el alcohol

etílico el responsable de la aparición de tal cuadro, o tenemos también que con-siderar a otros componentes posiblemente nocivos para el cerebro humano y queforman como ingredientes habituales de las bebidas alcohólicas? A este respecto,tenemos que señalar el tanino, los esteres que dan olor y sabor, materias colo-rantes, fermentos del género de los sacaromices de la piel de la uva, flores, yer-bas, cortezas, quinina, lúpulo, enzimas y edulcorantes, etc ...

En definitiva, en cuanto a la etiología de las psicosis alcohólicas, PARECECIERTO que el alcohol etílico es un elemento indispensable. Pero, ¿es el único?¿Necesita, además, otro agente también exógeno y todavía desconocido? ¿Factorendógeno sumado al alcohol?

¿Predisposición especial para una psicosis o para este tipo de psicosis? ¿Porqué unos enfermos hacen un D. T., otros una ALUCINOSIS, otros un KORSAKOW,otros un DELIRIO DE CELOS y otros una DEMENCIA? ¿Por qué otros jamás sufrenun cuadro psicótico?

Es necesario, además, traer a nuestra consideración otra realidad despren-dida de la experiencia clínica cotidiana, y es el hecho, a nuestra manera de verimportante, de que la suspensión brusca de alcohol en un paciente alcohólico essólo uno de los medios o caminos a seguir para que se produzca un D. T. (A esterespecto quisiéramos comentar, como un hecho interesante, que en un estudiorealizado en Suecia se vio que la suspensión brusca del alcohol era la causa pre-

cipitante o desencadenante SOLO en un 12-13 por 100 de los pacientes experi-mentados; por el contrario, en algunos sujetos suele comenzar el D. T. durante unperíodo de elevado consumo etílico.

Existen diversas teorías etiopatogénicas sobre el D. T.; nosotros, en atencióna la brevedad y al tiempo de esta comunicación, esbozaremos aquellas que hemosconsiderado más interesantes:

1)TEORÍA DE LA TOXINA INTERMEDIA.- Patogénicamente, el alcohol actúasobre el sistema nervioso, directamente, como un depresor, pero además lo haceINDIRECTAMENTE, por su acción esclerosante o inflamatoria, sobre otros órganos(hígado, corazón, pulmones, tubo gastrointestinal, etc.), y según BONHOEFFER, através de una TOXINA INTERMEDIA que se engendra en la mucosa intestinal y quehabitualmente se elimina por los alvéolos pulmonares, pero que puede «concen-trarse» en la sangre cuando bajo diversas causas éstos disminuyen esa funciónantitoxémica.

2)TEORÍA DEL DEFICIT VITAMINICO grupo B).-Este déficit se produciría porvarias razones:

a) Por defecto de alimentación. b) Por defecto de absorción a nivel intestinal.De lo que resultaría una alteración del metabolismo de los hidratos de carbono conproducción de sustancias intermediarias tóxicas que, a su vez, producirían la irri-tación de las neuronas del S. N. C.

Gould (1959) sugirió que muchas psicosis orgánicas (incluyendo el D.T., laspsicosis alcohólicas agudas, los estados confusionales postoperatorios, el deliriopor drogas, el Korsakow y algunos casos de demencia) eran debidos a una PER-TURBACION DEL METABOLISMO CEREBRAL, y suponía que algunas «toxinas» afec-taban a los sistemas enzimáticos de las neuronas, y que para neutralizar estastoxinas era necesario lograr elevados niveles de vitaminas del grupo B en la sangre.Esperaba que, aportando a los fluidos extra celulares grandes cantidades de vita-minas, éstas pasarían directamente a las células por OSMOSIS, en lugar de porlos mecanismos usuales, y es precisamente a partir de esta hipótesis cuando lasgrandes dosis parenterales de vitaminas se han convertido en un tratamiento ru-tinario de las psicosis orgánicas. (Siete de nueve enfermos con D. T. tenían cifrasbajas de tiamina en sangre; 3 entre 15 presentaban valores bajos de ácido nicotí-nico, comprobándose una relación positiva entre los síntomas crecientes de la abs-tinencia alcohólica y una cantidad decreciente de vitaminas en sangre.)

Esta teoría se conoce con el nombre de TEORIA GENETROTOPICA DE WILLIAM,y presume que los alcohólicos necesitan mayor cantidad de vitaminas que el sujetonormal, o que son incapaces de utilizar satisfactoriamente las que consumen ensu dieta normal. Poca duda cabe de que es necesario apelar a las vitaminas en eltratamiento del alcoholismo crónico, pero es discutible que esta necesidad sea MÁSESPECIFICA que las restantes deficiencias en su dieta, tales como aminoácidosesenciales y ácidos grasos esenciales. Existen algunas experiencias que confirmanlo dicho:

Se realizaron con alcohólicos hospitalizados y voluntarios, que podían elegirdieta; se les administraba vitaminas a dosis altas v asimismo podían elegir dosisde alcohol; a partir del tercer día, eI sujeto tomaba vitaminas, leche y whisky hastael duodécimo o decimotercer día, en que presentaba un D. T. Otro estudio con seis

pacientes mantenidos en estados de intoxicación crónica de 48 a 87 días, al supri-mirles el alcohol sufrieron temblores, náuseas, delirios y convulsiones, a pesar deque durante este tiempo habían recibido una dieta adecuada y las vitaminas nece-sarias.

3)TEORÍA DE LOS TRASTORNOS ENDOCRINOS.-Se consideró como elementofundamental en el desencadenamiento de las PSICOSIS META-ALCOHOLICAS el fallode las cápsulas suprarrenales, que llevaría, secundariamente, a una disminución ensangre de K y al paso de los iones potásicos (K+ ) desde los líquidos orgánicos a lascélulas.

El alcoholismo produce alteraciones endocrinas, generalmente localizadas a niveldel sistema supra-óptico hipofisario.

TADENSZ DOBRZANSKI realizó estudios para poner de manifiesto las alteracio-nes hormonales, en 128 pacientes con D. T.; especialmente se estudiaron las alte-raciones del ACTH. A este respecto, se llegó a la estratificación de la muestraestudiada en tres grupos:

GRUPO A= 27,3 por 100 de la muestra tenía el porcentaje más alto de ACTH yel nivel más bajo de conciencia.

GRUPO B = 32 por 100 de la muestra tenía una concentración de ACTH en san-gre más baja que el anterior, pero superior a la normal, y unos trastornos de la con-ciencia menos groseros .

GRUPO C = que suponía un 40,6 por 100 de la muestra, manteniendo un nivelnormal de ACTH, y los trastornos de conciencia registrados en este grupo eran losmenos significativos cuantitativamente.

La experiencia clínica nos confirma que en muchos pacientes que por diversascausas reciben ACTH, al término de unos días pueden presentar episodios confusio-nales psicóticos, con obnubilación de la conciencia, desorientación, confusión y de-lirio.

Todo esto nos sugiere la posibilidad de que existía una correlación entre el sín-drome psicopatológico del D. T. y determinadas alteraciones endocrinas.

4) TEORÍA DE LA DISREGULACION VEGETATIVA CENTRAL.- Se ha esbozado estateoría teniendo en cuenta el paralelismo entre los cuadros de las psicosis meta-al-cohólicas y los de algunos síndromes de afectación hipotalámica.

Diversos investigadores han podido demostrar experimentalmente que la in-gesta de alcohol etílico conlleva a una activación de la región hipotalámica y a la es-timulación de la función corticoprófica de la hipófisis, aumentando la secreción deACTH, que a su vez aumentaría la secreción de los adrenocorticoides al actuar sobreel estrato consiguiente de las cápsulas suprarrenales; en definitiva, se produciríauna irritación del sistema simpático-adrenal, con el consiguiente viraje vaso-vege-tativo. Parece que se han objetivado signos clínicos y patofisiológicos dependientesdel daño producido por el alcohol en la región hipotalámica tanto en la intoxicaciónetílica aguda como en el alcoholismo crónico.

La posible significación de las ALTERACIONES DIENCEFALICAS en la etiopato-genia del SÍNDROME de ABSTINENCIA ha llevado a SEGAL y cols. a realizar un tra-bajo en 515 alcohólicos (desde el punto de vista E . E. G., vasovegetativo, bioquímicoy endocrino) y comparar los resultados obtenidos con otros pacientes que padecie-ron un síndrome diencefálico postinfeccioso (por influenza, fiebre reumática, etc ...).

Los resultados obtenidos SUGIEREN que los centros del hipotálamo juegan un papelimportante no sólo en el desencadenamiento de un síndrome de abstinencia agudo,sino también en los complicados mecanismos neurobioquímicos que constituyen labase de dependencia alcohólica.

Los parámetros valorados fueron los siguientes:a) Actividad nerviosa superior. b) Reflejos vegetativos. c) presión arterial. d) E.

E. G. e) Catecolaminas.Destacamos, por su significación práctica, las alteraciones encontradas al inves-

tigar los dos últimos parámetros:A) ALTERACIONES ELECTROENCEFALOGRÁFICAS.-

Se encontraron idénticas alteraciones en el síndrome de abstinencia por depri-vación del alcohol y en el síndrome diencefálico de etiología toxi-infecciosa. «Durantelos estudios agudos se encontró un alto porcentaje de ONDAS LENTAS desincroni-zadas y DESCARGAS PAROXISTICAS de tipo TRETA acompañadas de PUNTAS-ONDAS en regiones parieto-centrales. Al decrecer la agudeza del síndrome se volvíaa reestructurar un trazado de tipo ALFA regular con un aumento relativo de la acti-vidad BETA.»

B)ALTERACIONES DE LAS CATECOLAMINAS.-Las cifras de NOREPINEFRINA obtenidas daban un promedio por debajo de las

normales, mientras la EPINEFRINA estaba en los límites de la normalidad.

5)TEORÍA DE LAS ALTERACIONES BIO-HUMORALES.-Las alteraciones humoralesse producirían, en parte, como consecuencia de una HIPONUTRICION con repercu-siones policarenciales a nivel de S. N. C. Asimismo, en relación con estos trastornos,es necesario tener en cuenta el fracaso de la función desintoxicante del hígado enel alcoholismo crónico.

Destacamos aquellas alteraciones que a nivel electrolítico nos parecen más sig-nificativas:

1.º) UN AUMENTO DEL NIVEL DE AMONIACO EN SANGRE (arterial y venoso). Aeste respecto se realizó un estudio minucioso con 44 pacientes alcohólicos de losque 19 padecían un D. T., 6 alucinosis alcohólicas y 5 estado confusional; las pruebasanalíticas permitieron la comprobación de que tanto en los estados de D. T. comoen los estados confusionales, y durante su fase más aguda, se registraba el mayornivel de amoníaco en sangre. Una vez producida la remisión clínica de los síntomaspsicopatológicos, las cifras de amoníaco se normalizaban rápidamente.

2.º) ALTERACIONES DE LAS CIFRAS DEL POTASIO EXTRA E INTRACELULAR.Para COIPAULTI y LABORIT, es un desequilibrio electrolítico intenso lo que dominael cuadro del D. T.: El potasio (K) se encuentra disminuido en la sangre (hipopota-semia inferior a 150 mg/000) y en la orina, por el contrario, habría una sobrecargade potasio intracelular. No obstante, para otros autores existiría una pérdida de po-tasio intra y extracelular.

Parece que en general se puede hablar de que existe una HIPO POTASEMIA enel 50 por 100 de todos los casos.

3.º) DISMINUCIÓN DE LA RESERVA ALCALINA entre 40 y 45 volúmenes en todoslos casos.

4.º) DISMINUCIÓN DE LAS CIFRAS DE MAGNESIO en todos los alcohólicos, perosu nivel es aún más bajo, especialmente en aquellos pacientes que han padecido unD. T. A este respecto tenemos que matizar lo siguiente: El magnesio y el ATP son

necesarios para la conducción de catecolaminas por la neurona, y concretamente esimprescindible para el mantenimiento del equilibrio Na/K.

5.º) Asimismo hay aumento del colesterol en la mayoría de los casos, aumentode las lipoproteínas, disminución de la cloremia y natremia en algunos casos, au-mento del ácido pirúvico y alfa-cetaglutárico, en el mismo sentido que el amoníaco,etc...

La deshidratación produce una OLIGOEMIA, con la consiguiente disminución dela irrigación cerebral, que condiciona a su vez un trastorno de la CONCIENCIA. Lahipocalemia es responsable de la flacidez muscular, la letargia, la arritmia y el fallocardiaco. La acidosis produce somnolencia, cansancio y letargia, pudiendo llegar alestupor y al coma. El aumento de la urea en la sangre produce un efecto selectivosobre la RESPIRACIÓN CEREBRAL, que se encuentra disminuida en el 35 por 100 delos estados confusionales.

La disminución de la tasa de magnesio produce parestesias, irritabilidad, astenia,temblores, convulsiones y delirios. La elevación de los índices de amoníaco, ácidopirúvico y alfa-cetoglutárico actúa disminuyendo la respiración cerebral hasta un 65por 100 por debajo de los valores normales.

6)TEORÍA DE LA ADAPTACIÓN Y DE LA ALTERACIÓN DE LA HOMEÓSTASIS. Elalcoholismo provoca un envejecimiento prematuro. Hace mucho tiempo que los bió-logos han demostrado que los miles y miles de células en nuestro cuerpo se bañande un líquido cuya base esencial es el agua. Si corrompemos ese líquido, es inevitableque la salud de nuestras células y de los órganos constituidos por ellas resulte alte-rada. Porque cuando absorbemos alcohol, éste se incorpora muy rápidamente anuestra sangre, y desde el momento que se encuentra allí, aunque sea en cantidadpoco importante, causa perturbaciones serias. El ataque dirigido a la salud de nues-tras células es lo que constituye el fenómeno más peligroso, porque su aptitud pararenovarse se encuentra, por ello, disminuida. Millones de nuestras células desapa-recen cada día, y el cuerpo de todo ser viviente donde la renovación de las célulasno se produzca de una manera regular, envejece rápidamente.

A veces, la célula parece acostumbrarse a algunos venenos u oponerse a su ac-ción; en este caso, el efecto tóxico decrece paulatinamente y se anula, aunque lacélula siga sometida al veneno: una nueva dosis producirá menos efecto. Ademásde esta adaptación casi instantánea existe UN ACOSTUMBRAMIENTO después de laadministración repetida de veneno: es el caso de la morfina y posiblemente del al-cohol. Las células cada vez son sensibles solamente a dosis más elevadas; al mismotiempo TIENEN NECESIDAD DEL TÓXICO Y SU BRUSCA SUPRESIÓN PUEDE CAUSARACCIDENTES GRAVES.

Las alteraciones en el D. T. se producirían al dejar «bruscamente » la ingestaetílica y disminuir la concentración del alcohol en sangre y en los líquidos extra e in-tracelulares. En definitiva, se produciría «Una reacción orgánica cerebral» espontá-nea por la súbita deprivación de alcohol.

7) TEORÍA DE LA METABOLIZACIÓN Y TRANSFORMACIÓN DEL ALCOHOL EN AL-CALOIDES.- Los trabajos y estudios del profesor COHEN, de la Universidad de Co-lumbia, y del bioquímico del Instituto Psiquiátrico de Nueva York, COLLINS, hanseñalado que uno de los metabolitos del alcohol etílico, el acetaldehído, puede reac-cionar con las catecolaminas y dar en la sustancia cerebral (encefálica) compuestos

de tipo ALCALOIDEO, con carácter alucinógeno (esto daría lugar a manifestacionesalucinatorias, ansiedad, hiperesatibilidad, desorientación, temblor, etc ... ).

Estas reacciones se han descrito con otras sustancias y alcaloides, sobre todocon los alucinógenos.

El L. S. D. 25 es un poderoso inhibidor de la SEROTONINA, sustancia secretadapor el «paleo-córtex» y que parece, entre otras cosas, encargada de poner en mar-cha los mecanismos de la memoria a través de la síntesis proteica.

En cuanto al ALCOHOL, el Dr. J. MASQUELIER ha demostrado recientemente, enunas Jornadas de Nutrición y Dietética, que podría muy bien entrañar. .. ¡la forma-ción de ALCALOIDES DE OPIO! En efecto, captando al término de su formación unahormona, más exactamente, una CATECOLAMINA, segregada por los núcleos grisescentrales del cerebro, LA DOPAMINA, el alcohol detiene su destrucción o catabolismo,lo cual termina en formación de ALCALOIDES DE OPIO SIN OPIO: la TETRAHIDRO-PAPAREROLINA o THP, que obtenida de este modo es una síntesis de la MORFINA apartir del OPIO.

En definitiva, el alcohol, tras sufrir diversos procesos metabólicos, podría con-vertirse a nivel cerebral en MORFINA, lo que crea a su vez una habituidad y depen-dencia bioquímica (este hecho ha sido demostrado experimentalmente en ratas yratones). Así es como pueden explicarse los trastornos de comportamiento que pro-duce el alcohol en las personas y el síndrome de abstinencia, agudo, en sus últimasconsecuencias; es decir, en estos conceptos estaría implícita una posible explicacióny aclaración etiopatogénica del delirium tremens.

8) TEORÍA MULTIFACTORIAL DE BROWMAN Y JELLINEK.-Los autores suponenque hay alteraciones del metabolismo condicionadas por la menor capacidad desin-toxicante del hígado, el defectuoso metabolismo de los hidratos de carbono, la alte-ración de las albúminas, un estado de acidosis, la hipoxenia del S. N. C., unadesnutrición general y una distribución y contenido anormales del agua corporal.JOFF añade como factores patogénicos la falta de magnesio, la alteración del equi-librio Cl/Na y la incapacidad del organismo para movilizar los corticoides minerales,así como el edema cerebral.

9) Existen una serie de circunstancias, además de las posibilidades ya apunta-das, que podrían jugar un papel en la génesis o desencadenamiento del D. T. quequisiéramos apuntar antes de terminar nuestra sencilla aportación a esta mesa re-donda:

Es de todos conocida, la frecuencia con que los enfermos alcohólicos crónicoscombinan la ingesta de alcohol etílico con sustancias de carácter PSICOESTIMU-LANTE, tales como café, thé, Coca Cola, etc ...

Durante mucho tiempo se consideró que «el café era el alcohol de la mujer». Sesabe que en las personas «predispuestas» la absorción cotidiana de 2-3 tazas decafé puede conducir a un fenómeno llamado CAFEÍSMO CRÓNICO que condicionamolestias digestivas, náuseas, cefalalgias, taquicardia, temblores de las extremida-des, vértigos, dolores por todo el cuerpo, hormigueo y entorpecimiento de los miem-bros, así como insomnio. Bajo el punto de vista psicopatológico, en estas personasse han descrito cuadros de PSICÓSIS ALUCINATORIA. Está demostrado también quela ingesta de café hace MÁS PRECOZ la aparición de los DELÍRIOS ALCOHÓLICOS.Asimismo, las sustancias que contienen cafeína pueden dar los mismos cuadros psi-

quiátricos que el café.En cuanto a la ingesta de thé, el problema se complica (ya sea el thé bebido,

masticado o fumado) por la composición química del thé, que lleva fundamental-mente los siguientes productos: cafeína, teína, teofilina y teobromina. Todas estassustancias favorecen, en un alcohólico crónico, como agentes coadyuvantes, la apa-rición de una psicosis alcohólica aguda.

10) Asimismo merece una especial consideración los descubrimientos y estudiosexperimentales, en animales y en seres humanos, realizados por el Dr. JOSÉ PO-ZUELO en adictos a narcóticos o anfetaminas.

Los trabajos iniciales, experimentales, fueron realizados por el Dr. POZUELO ycols. en monos adictos a la MORFINA. Estos trabajos demostraron que el tratamientocon alfa-metil-paratirosina (AMPT) ANULA EL DESEO DE MORFINA Y DISMINUYE OANULA LAS MANIFESTACIONES DEL SÍNDROME DE ABSTINENCIA. Cuando se pre-sentaron los trabajos de esta primera investigación en el Congreso Internacional deAlcoholismo y Toxicomanías (5-10 junio 1972, en Sevilla), se sugirió que la AMPTpodría utilizarse «...en el tratamiento de adicciones a narcóticos y anfetaminas y enotras situaciones mentales en las que se sabe que las catecolaminas desempeñanun papel fundamental».

Los alentadores resultados de estos experimentos condujeron, en 1972, al in-tento de aplicación de estas terapéuticas en cuatro pacientes adictos a la morfina.Todos ellos desarrollaron cristaluria AMPT (igual que los monos, como se vio poste-riormente), y se interrumpió el tratamiento.

La impresión del Dr. Pozuelo fue que si se conseguía, en los pacientes sometidosa tratamiento con AMPT, una alcalinización de la orina hasta un pH de ocho o más,se podría prevenir la cristaluria.

La búsqueda de un compuesto más soluble que tenga efectos similares a la AMPTle hizo pensar en el ÁCIDO FUSÁRICO.

Posteriormente, el Dr. POZUELO y cols. presentaron los resultados obtenidos enel tratamiento de seis pacientes (dos hombres y cuatro mujeres) con historiales biendocumentados de adición y dependencia a narcóticos y anfetaminas que se sometie-ron voluntariamente a este tipo de terapéutica. Dos de los pacientes eran adictos aanfetaminas, tres a la heroína y otro a la metadona y a la pentazonina.

Los resultados obtenidos en este estudio indican, al parecer, que la AMPT y elácido fusárico resultaron eficaces para eliminar el deseo de morfina y anfetaminas yevitar las manifestaciones del síndrome de abstinencia en los adictos humanos.

Parece ser que el mecanismo de actuación de la alfa-metil-paratirosina y delácido fusárico consiste en que se trata de sustancias que bloquean la formación decatecolaminas a nivel cerebral; concretamente, actúan bloqueando la conversión dela DOPAMINA en NOREPINEFRINA. La AMPT bloquea la hidroxilasa tirosina, la enzimalímite en la biosíntesis tanto de la dopamina como de la norepinefrina. En definitiva,disminuyen el nivel de las CATECOLAMINAS cerebrales.

No obstante, el Dr. POZUELO señala en sus trabajos «que ningún instrumentobioquímico, por sí sólo, puede resolver el problema planteado por los diversos facto-res psicosociales implicados en la adición», y «que el problema de las adiciones a losnarcóticos y a las anfetaminas no se resuelve utilizando AMPT y ácido fusárico».

Sin embargo, en la opinión del profesor LEO E. HOLLISTER, los resultados obte-nidos son impresionantes y positivos. El tratamiento ensayado merece el mayor in-terés y queda por determinar la toxicidad de estos compuestos a largo plazo antes

de poder llegar a una conclusión científica definitiva.Con estas consideraciones terminamos nuestra aportación a la problemática

etiopatogénica del D. T., y aunque nos es necesario admitir que el D. T., como lamayor parte de las otras complicaciones nerviosas del alcoholismo crónico, quedamisterioso en su determinismo patógeno, creemos que las investigaciones futuras ylos nuevos descubrimientos de la bioquímica cerebral nos llevarán en un día no muylejano a su esclarecimiento definitivo.

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