Procedimientos Administrativos Para El Derecho de Uso de Agua
Derecho al uso del agua
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El Gesto Diocesano de Solidaridad trata de fortalecer la dimensin testimonial y misionera de la
comunidad cristiana. En cada Gesto Diocesano tratamos de recoger alguna problemtica
presente en la sociedad, y de expresar y motivar el compromiso personal y comunitario. El
Consejo Pastoral Diocesano propuso conectar el Gesto de Solidaridad de este ao con la
ecologa. Nuestra Iglesia quiere hacerse eco de los desafos del tiempo presente. Vivimos un
mundo tocado por la desigualdad injusta, que genera pobreza y muerte y antepone el
crecimiento econmico al cuidado de las personas y de la tierra. Nuestro estilo de vida y
consumo daa a menudo a nuestro planeta y a
sus habitantes. Es necesario responder al
desafo ecolgico y apostar por un desarrollo
autnticamente humano.
Con el Gesto Diocesano este ao, buscamos
expresar el s a la defensa de la creacin y el
compromiso por curar las cicatrices que hoy
presenta la creacin, con riesgo de provocar
una degradacin irreversible de nuestra tierra.
Nos hacemos as eco del objetivo para el tercer
milenio que propone: "Garantizar la
sostenibilidad del medio ambiente y reducir a la
mitad antes de 2015 el porcentaje de personas
que carecen de acceso al agua y a servicios de saneamiento bsicos (Objetivos del Milenio n
7). El cuidado de la creacin pasa por el reparto justo de los bienes, la apuesta de un mundo
para todo el mundo.
La ecologa presenta un campo tan amplio y variado como la vida misma, por lo que vamos a
centrarnos en la problemtica del agua. Por una parte, el agua es sinnimo de vida. La calidad
de sta depende en muy buena parte de la de aqulla. Donde se comparte agua se comparte
vida. La desigual distribucin del agua y el acceso a
ella muestran a las claras la situacin de injusticia y de
exclusin.
Por otra parte, a travs del
agua podemos ser
conscientes de nuestra
situacin de privilegio y del
nivel de responsabilidad en la
injusticia de nuestro mundo.
Mientras nos parece un bien bsico en el que apenas
reparamos y que por eso derrochamos con facilidad,
millones de seres humanos viven en condiciones
infrahumanas. El hecho de abrir el grifo y que salga
agua nos parece obvio, pero para muchsima gente es
un sueo.
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Unos 1.100 millones de habitantes de pases en desarrollo carecen de
acceso adecuado al agua (uno de cada cinco habitantes). 2.600 millones de
personas, el 40% de la poblacin mundial, no disponen de servicios bsicos
de saneamiento, es decir, un inodoro conectado a una alcantarilla. Esta falta
de acceso al agua potable y saneamiento en los barrios ms humildes de los
pases en desarrollo, donde vive aproximadamente, un tercio de la poblacin
urbana, da lugar a una elevada tasa de enfermedades y una alta mortalidad
infantil. Si nos fijamos en frica, entre 1990 y 2004, el nmero de personas
sin acceso al agua han aumentado en un 23% y el porcentaje de personas
sin un saneamiento digno en un 30%. Segn el informe del Desarrollo
Humano de 2006 del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo) la escasez en la crisis del agua no se origina en la disponibilidad
fsica de recursos hdricos sino en las relaciones de desigualdad de poder y en la pobreza.
Junto a esto, un tercio de la poblacin de los pases en desarrollo vive en pases que sufren estrs
hdrico, es decir, consumen ms del 20% del suministro renovable de agua al ao.
En Bizkaia consumimos en torno a 125 litros de agua al da/por persona. Incluso resulta ms barata
que en muchos lugares del planeta, p.e.: en Bilbao 1 m3 de agua cuesta aproximadamente 1 euro, en
Baranquilla (Colombia) 4 euros.
El agua es uno de los problemas ms difciles e ignorados a los que se enfrenta la familia
humana. Asegurar agua potable y servicios de saneamiento bsicos en todas las partes del mundo
permitira salvar las vidas de 1,8 millones de nios cada ao, y les dara la dignidad a las 2,6 millones
de personas (ms de 1/3 de la poblacin mundial) que viven sin servicios
de saneamiento.
En los pases del Norte, si tenemos sequa y no podemos beber agua del
grifo, podemos comprar agua embotellada, en cambio, en el Sur, la
mayora de las personas vive en sitios donde ni siquiera tienen grifo, y
menos an, acceso a agua embotellada. Recordamos como 350 millones
de personas viven con menos de un
dlar al da y no tienen acceso al agua
limpia.
Vamos a ponernos por un momento en su lugar: imaginemos un
da cualquiera de nuestra vida sin agua: no podramos asearnos,
ni beber agua, ni cocer alimentos, ni regar plantas, ni lavar una
herida, ni tantas cosas!. Esas personas deben hacer muchos
kilmetros todos los das para conseguir agua potable o si no,
beber agua en malas condiciones, con el riesgo de enfermedad
que conlleva. En el frica subsahariana se pierden 40 mil millones de horas diarias en recoger agua,
lo que equivale a un ao de trabajo de toda la fuerza laboral de Francia.
El agua es algo ms que una fuente de vida. La falta de acceso a ella es motivo de pobreza,
desigualdad, injusticia social y crea grandes diferencias en las oportunidades que ofrece la vida. El
derecho al agua es un derecho humano y ninguno de nosotros debera cerrar los ojos ante la violacin
de un derecho humano.
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La ecologa tal como indica su etimologa viene del griego okos = casa y lgos = tratado, es pues
el tratado sobre la casa, el habitat en el que desarrollamos nuestra vida.
Vamos a fijarnos en la propuesta de Dios para la humanidad. Nos detenemos en las palabras del
Gnesis, releemos las claves del Proyecto de Dios para la familia humana tal como nos sugiere la
Doctrina Social de la Iglesia.
Y cre Dios al hombre a su imagen y semejanza, a imagen
de Dios los cre, varn y hembra los cre. Y los bendijo
Dios y les dijo Dios: Creced, multiplicaos, llenad la tierra y
sometedla Y vio Dios todo lo que haba hecho y era muy
bueno.
Gnesis 1, 27-28. 31.
el agua por si misma no puede
ser tratada como una simple
mercanca ms entre las otras, y su
uso debe ser racional y solidario
El derecho al agua, como todos los
derechos del hombre, se basa en la
dignidad humana y no en
valoraciones de tipo meramente
cuantitativo, que consideran el
agua slo como un bien econmico.
Sin agua, la vida est amenazada.
Por tanto, el derecho al agua es un
derecho universal e inalienable.
(CDSI n 485)
Como don de Dios, el agua es instrumento
vital, imprescindible para la supervivencia y, por
tanto, un derecho de todos. La utilizacin del agua
y de los servicios a ella vinculados debe estar
orientada a satisfacer las necesidades de todos y
sobre todo de las personas que viven en la
pobreza. El acceso limitado al agua potable
repercute sobre el bienestar de un nmero enorme
de personas y es con frecuencia causa de
enfermedades, sufrimientos, conflictos, pobreza e
incluso de muerte: para resolver adecuadamente
esta cuestin, se debe enfocar de forma que se
establezcan criterios morales basados
precisamente en el valor de la vida y el respeto de
los derechos humanos y de la dignidad de todos los
seres humanos
(CDSI n 484)
Dios crea un mundo bueno, con enormes posibilidades y con capacidad de albergar la vida. Un mundo
para la vida. En ese mundo Dios sita la hombre y a la mujer. En el ser humano la creacin alcanza su
sentido y orientacin: ser la casa de la gran familia humana. Cada ser humano est llamado a ser
seor de la creacin, pero no de cualquier manera, sino a imagen del Dios de la Vida. La clave del
seoro del ser humano en la tierra es su vocacin a la comunin con
los dems, con la naturaleza, con l mismo y con Dios. Cuidar la tierra,
cultivarla, respetarla, hacerla fructificar, humanizarla para que sea
realmente la casa comn de todos los seres vivos. Usar su inteligencia,
su trabajo, su conciencia para hacer una tierra humana, donde
quepamos todos y sea posible la vida digna de todos. Un mundo para
todo el mundo.
El futuro de la vida por tanto, depende de lo que nosotros hagamos, de
lo que seamos, pues el mismo Dios que es Vida ha dejado la vida en nuestras manos. Dios quiere que
sus hijos tengan vida. Pero nos encontramos con que este sistema de produccin-consumo en el que
vivimos, ha convertido la naturaleza en un objeto de explotacin, en una mercanca, que se rige por la
lgica de la mayor rentabilidad econmica y del disfrute egosta. Necesitamos un cambio de rumbo.
Necesitamos construir una casa habitable por todos.
Por tanto,
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No podemos contemplar el problema del agua al margen de los problemas de la justicia y de la
solidaridad interhumana, especialmente de la solidaridad con los empobrecidos. Los pobres son
los que ms soportan el peso del dao medio ambiental. El cuidado de la naturaleza y la lucha
por la justicia son inseparables. No es posible hablar de ecologa si no se establecen unas
relaciones de justicia entre las personas y entre los pueblos. Por eso la cuestin clave junto con
la justicia, es el estilo de vida, no slo como algo que depende de nuestras opciones personales,
sino tambin, de la forma en la que hemos orientado colectivamente nuestra vida y de lo que
genera nuestro sistema social. Todos y cada uno tenemos la responsabilidad de cooperar con los
dems en esta tarea, contribuyendo a generar un ambiente social de cuidado del mundo y de las
personas.
Los grandes problemas ecolgicos requieren un efectivo cambio de
mentalidad que lleve a adoptar nuevos estilos de vida, a tenor de los
cuales la bsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, as como la
comunin con los dems hombres para un desarrollo comn, sean los
elementos que determinen las opciones del consumo, de los ahorros y
de las inversiones. Tales estilos de vida deben estar presididos por la
sobriedad, la templanza, la autodisciplina, tanto a nivel personal como
social. Es necesario abandonar la lgica del mero consumo y promover
formas de produccin agrcola e industrial que respeten el orden de la
creacin y satisfagan las necesidades primarias de todos.... La cuestin
ecolgica no debe ser afrontada nicamente en razn de las terribles
perspectivas que presagia la degradacin ambiental: tal cuestin debe
ser, principalmente, una vigorosa motivacin para promover autntica
solidaridad de dimensin mundial. (CDSI n486).
Si el consumo sigue creciendo de forma incesante, por mucho que
reciclemos, antes o despus agotaremos las reservas. Por eso es necesario
llegar a la raz del problema: luchar por un cambio en profundidad del
sistema de valores imperante que nos permita pasar de una economa del
cada vez ms a una economa del suficiente, de una cultura del consumo
abundante y sofisticado a una cultura de la frugalidad.
Los empobrecidos de la Tierra deben salir de la miseria a la que les hemos
arrojado. Pero slo podrn hacerlo si los favorecidos aceptamos
consumir menos, ya que los recursos estn contados. La nica forma
de conjugar equidad y sostenibilidad es que los que vivimos bien nos
convirtamos a la sobriedad. Sobriedad no significa un retorno a la
ruina o la muerte. Significa eliminar los excesos y remodelar nuestra
forma de producir, consumir y organizar la sociedad. Llevar una vida
sobria es una expresin de libertad, es un modo de SER ms que de
TENER. Supone llevar un estilo de vida que sabe distinguir entre
necesidades reales y las impuestas. La sobriedad tiene tambin una
dimensin social que no debemos olvidar, ya que nos lleva a organizar la sociedad de tal modo
que se pueda garantizar a todos la posibilidad de satisfacer las necesidades fundamentales con
el menor dispendio de materiales y energa.
Ser sobrios debe llevarnos a conocer bien el medio en que vivimos para intentar minimizar la
agresin al mismo y procurar un uso ms adecuado y justo de los recursos disponibles. Tambin
nos cargar con la responsabilidad de que hemos de luchar no ya por un futuro mejor, sino por la
supervivencia humana. De nuestra responsabilidad y voluntad ticas depender el que no
estemos abocados a la desaparicin.
-
El futuro de la vida, especialmente humana, sobre el mundo depende de lo que nosotros hagamos,
de lo que seamos, pues el mismo Dios que es Vida ha dejado en nuestras manos la tarea de hacer
del mundo una casa comn. La creacin nos remite al destino universal de los bienes. Podemos
hacer algo? Ah van algunas pistas:
- Trabajar y reflexionar en grupo este material: Qu destacamos? Qu llamadas recogemos?
A qu se nos invita? Qu acciones podemos llevar a cabo?....
- Asistir los das 6 y 7 de mayo, a las conferencias bajo el ttulo Justicia e integridad de la
creacin en el Instituto Diocesano de Teologa y Pastoral (IDTP).
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- Que en nuestros hogares no se gaste ms del 3% de
nuestros ingresos en agua.
- Puedo cambiar los grifos corrientes de casa por grifos que
economizan agua. Cerrar el grifo mientras me cepillo los
dientes, friego, me afeito
- Reducir en general el consumo de otros recursos
fundamentales: la corriente elctrica, utilizacin de bombillas
de bajo consumo, lavados de carga llena y con temperatura
adecuadaYa sabemos que esto no es suficiente, pero s es
un buen comienzo.
- Apoyar iniciativas que lleven a los gobiernos a disear soluciones apropiadas al problema del
agua en el mundo. Participar en las campaas y movilizaciones que abogan por la consecucin
de los Objetivos del Milenio.
- Hablar con personas cercanas, crear sensibilidad, denunciar, participar en iniciativas hacer
del problema del agua una prioridad.
Reflexionar desde una perspectiva creyente en los retos que
hoy nos presenta el cuidado de la naturaleza, el desarrollo de
una vida humana para todos y todas:
Incorporar pautas de consumo responsable en nuestra vida
cotidiana para lograr que 20 litros de agua limpia y fresca para
cada persona, cada da, sea un derecho reconocido y
defendible (solo en ducharnos gastamos
Cmo?
Impulsar que los gobiernos logren que el agua potable y el
saneamiento bsico sean una prioridad nacional y proporcionar
financiacin para proyectos de desarrollo.
Cmo?
participar y animar a otros a participar en el gesto diocesano
de solidaridad el 8 de mayo proximo y proporcionar
financiacin para proyectos de desarrollo.
Cmo?
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El gesto tendr tres momentos:
1. Una marcha el viernes 8 de mayo a las 7,30 de la tarde
2. Un Gesto infantil por la maana
3. Aportacin a un Proyecto de Solidaridad relacionado con el agua
El Gesto concreto va a consistir en una
marcha desde el Arenal hasta el
Ayuntamiento de Bilbao. Comenzar en la
iglesia de S. Nicols a las 19,30h.
En el interior del templo habr un breve
acto de oracin. A continuacin se iniciar
la marcha a travs del puente del Arenal y
de la margen izquierda de la ra hasta
llegar al Ayuntamiento. All, junto al
monumento de Oteiza, tendr lugar la
concentracin final con la lectura del
manifiesto.
La accin tendr una variante escolar el viernes a la
maana. Comenzar a las 11,00 h. con una
concentracin en la Plaza Nueva de Bilbao, donde en
unos paneles se irn colocando unas gotas
solidarias, para terminar frente a la iglesia de San
Nicols en el Arenal. All se depositarn los paneles
que estarn presentes en la concentracin de la
tarde. Todo ello ambientado con msica y relatos
relacionados con la temtica del agua. Estn
invitados a participar alumnos y alumnas de 5 y 6
de primaria, pudiendo ampliarse a 1 y 2 de la ESO.
En esta ocasin, el Gesto Diocesano de solidaridad cuenta con una prolongacin. Se trata de activar el
compromiso personal y familiar. Para ello adems de introducir pautas de ahorro de agua, tratando de
eliminar su consumo superfluo, se trata de compartir con los que no disfrutan de ella. Para esto se nos
invita a entregar un donativo con destino a un proyecto relacionado con el agua: entregar el
equivalente al gasto de agua de un mes, tomando como referencia el ltimo recibo, a un proyecto
gestionado por Manos Unidas, que consiste en dotar de sistemas de agua para consumo humano y
mejora nutricional de familias campesinas en el municipio de Presto, situado en la provincia de
Zudaez (Bolivia). El proyecto ser llevado a cabo en un plazo de 18 meses con la ONG local
Fundacin Pasos. El presupuesto asciende a 57.712 euros y sus beneficiarios sern 150 familias
campesinas que se dedican al cultivo de la papa, el maz, el trigo y la cebada.
A continuacin se indica el nmero de cuenta donde podemos hacer el ingreso:
N de cuenta en BBK: 2095 0363 50 91-0976188-5
Los donativos a Manos Unidas desgravan segn normativa vigente. Para ello es necesario aportar los datos personales a Manos Unidas.
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Si de ahora en adelante nos comprometemos a tener cuidado con el
agua y animamos a ms gente, podemos empezar por nuestros hijos,
hijas, padres, madres, compaeros y compaeras de trabajo, amigos.
a que tambin lo haga, estaremos mejorando nuestro planeta y las
condiciones de vida de muchas personas
TE APUNTAS?
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Bibliografa y pginas web donde ampliar la informacin:
- El agua, una responsabilidad compartida. 2 informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hdricos en el
Mundo
- El agua, un derecho en un mundo desigual. PNUD.2007.
- Gonzlez Carvajal, Luis. "Fieles a la Tierra. Curso Breve de moral social. Ed. Comisin Episcopal del Clero. Madrid 1995. Pg: 99
y ss.
- Carrera i Carrera Joan y Gonzlez Faus Jos Horizonte Kyoto. El problema ecolgico Cuadernos Cristianime i Justicia n 133.
- La responsabilidad humana en la naturaleza C.P. HOAC en NNOO n 1.458 (16-6-08/30-6-08) pg: 19-26
- Y el desierto avanza Aizu 13. Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera. Bilbao. Mayo 2006.
Pg web:
www.unescoetxea.org;
www.uragentzia.euskadi.net;
www.intermonoxfam.org
Fuente: Diario El Pas