Derecho Internacional y Congreso de Panama Andres Bello
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Transcript of Derecho Internacional y Congreso de Panama Andres Bello
UNIVERSIDAD SANTA MARÍA
FACULTAD DE DERECHO
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
El Congreso de Panamá y el ideal Bolivariano como propulsores del
Derecho Internacional Americano
Caracas, julio de 2012
ÍNDICE
PÁG
INTRODUCCIÓN 3
Dos ilustres venezolanos precursores del Derecho Internacional Americano: Andrés Bello y Simón Bolívar……... 4
El Congreso de Panamá: fuente de derecho internacional....... 6
Procesos posteriores al Congreso de Panamá………………… 9
Derecho Internacional Americano en la Actualidad…………… 12
Pertinencia y Vigencia del Derecho Interamericano….……….
CONCLUCIONES…………………………………………………
15
18REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS……..……………………… 19
INTRODUCCIÓN
Durante mucho tiempo, el continente americano fue considerado cuna de riquezas, grandes minas, recursos naturales abundantes, en fin, el sitio perfecto para proveer de recursos de todo tipo a las monarquías colonizadoras de entonces. Pero quién diría que a pesar de tantas vejaciones a nuestro pueblo, surgiría un grupo héroes forjadores de libertad y justicia. Una justicia que siempre Simón Bolívar trató de implementar en nuestros pueblos, una justicia que incluyera normas de convivencia, de protección y hasta de resolución de conflictos.
Lo que comentaba Bolívar no era otra cosa que Derecho internacional, un derecho que vendría a traer paz después de tanta guerra, que traería la tranquilidad que durante tantos años estuvo perturbada.
Habían pocos o ningún antecedente serio, al menos similar al ideal político territorial internacional que el Libertador planteaba, lo que resultaba en que mucha gente aflorara su “miedo a lo desconocido”.
Y a pesar que, tanto los intereses particulares, conflictos internos, y un sin fin de causas más desembocaron en que la unión de los estados hispanoamericanos no se concretara, el legado historio, doctrinario y fundamental en materia de Derecho internacional Americano, contenido en múltiples documentos de Bolívar serviría y sirve de marco teórico estructural en materia legal en nuestro continente.
Así las cosas, es necesario darnos un paseo por un acontecimiento que por sí solo representaba un éxito para el derecho internacional público americano: El Congreso de Panamá. De allí analizaremos su impacto a posteriori y hoy día.
Dos ilustres venezolanos precursores del Derecho Internacional Americano: Andrés Bello y Simón Bolívar
El mundo europeo post-Roma había tenido notables avances en
materia de Derecho Internacional de la mano de importantes
doctrinarios a quienes, según Gómez Robledo A. (1989), se le
atribuye ser los fundadores del derecho internacional. Ellos son:
Francisco de Vitoria, Hugo Grocio, Francisco Suarez y Alberico Gentili.
En el continente americano, aunque un poco más tarde, surgen con
una concepción distinta, con una visión hasta profética y producto de
otra realidad, dos personajes que de una u otra forma aportaron en
gran medida tanto en el génesis como en la configuración de lo que
hoy conocemos como el Derecho Internacional Americano, hablamos
pues del maestro Andrés Bello y del Libertador Simón Bolívar.
Por una parte, “Bello escribió el primer tratado de derecho
internacional publicado en el continente americano en 1832 bajo el
título Principios de derecho de jentes y posterior- mente como
Principios de derecho internacional en su segunda (1844) y tercera
(1864) edición” (Obregón, 2010, p.4). Efectivamente, luego de 1832,
muchos autores brindaron sus aportes en la materia “pero el de Bello,
en todas sus ediciones, fue el que más se reimprimió, distribuyó y
enseñó en el siglo XIX. Incluso, podríamos aseverar que el texto de
Bello dió inicio a la enseñanza del Derecho Internacional en las
nuevas repúblicas, anticipándose así a la divulgación de esta materia
en las facultades de derecho europeas y estadounidenses” (p. 5)
Por otro lado, luego de ser protagonista en los procesos
independentistas de gran parte de Hispanoamérica, Simón Bolívar
necesitaba producir normas de convivencia e integración internacional.
Su preocupación ya se notaba incluso en la Carta de Jamaica donde
“expone todas las dificultades y acepta como irrealizable formar ‘una
sola nación’
de toda la América Española, pero de inmediato expresa su deseo de
reunir el ‘augusto congreso’ del Istmo de Panamá que su genio y
voluntad verán realizado 11 años más tarde” (Ortega Diaz, 2006, p.
22)
La necesidad de nuevas normas que rijan las relaciones entre los
países sobre todo en defensa y autodeterminación se observan de
forma general en el primer párrafo de la invitación que hiciera Bolívar a
los Gobiernos de Colombia, México, Río de la Plata, Chile y
Guatemala, a formar el Congreso de Panamá:
“Después de quince años de sacrificios
consagrados a la libertad de América por obtener el
sistema de garantías que, en paz y en guerra, sea
el escudo de nuestro nuevo destino, es tiempo ya
de que los intereses y las relaciones que unen entre
sí a las repúblicas americanas, antes colonias
españolas, tengan una base fundamental que
eternice, si es posible, la duración de estos
gobiernos”
Es así, como ya en aquellas latitudes se percibía que “el Derecho
Internacional Público de Bolívar se cimenta sobre la dignidad, el
respeto y la paz. Primero es la exaltación de la personalidad del
Estado. Honrar los compromisos internacionales, cumplir la palabra
empeñada” (Salcedo Bastardo, 1972, p. 124). Vemos entonces, como
estos valores que se desprenden de la cita, son hoy materia prima de
los principios generales del derecho internacional.
Y es que no bastó para Bolívar ser un libertador de naciones, dueño
del primer encuentro integrador de América sino que también fue
propulsor y doctrinario de lo que hoy es nuestro derecho internacional
americano.
El Congreso de Panamá: fuente de derecho internacional
Hace 180 años, entre el 22 de junio y el 15 de julio de 1826, se reunió
en Panamá el Congreso Anfictiónico, el cual tenía el gran objetivo de
crear una confederación de los pueblos hispanoamericanos, desde
México hasta Chile y Argentina. Panamá sería escogida por el mismo
Libertador por su posición geográfica por estar “Panamá en el centro
del globo, casi equidistante de Asia, de África y de Europa, y a igual
distancia de los polos.” (Salcedo Bastardo, 1972, p. 129).” Era el
momento cumbre de las revoluciones independentistas
hispanoamericanas. Simón Bolívar y el mariscal Antonio Sucre,
acababan de liberar el Alto Perú (Bolivia), último bastión del realismo
español en el continente. Salvo Cuba y Puerto Rico, toda la América
hispana era finalmente libre, luego de décadas de sangrientas guerras
contra el poder colonial.
“La necesidad de que se concretara el Congreso se justifica por dos
razones elementales: porque se encuentran unidos por lazos comunes
y por el temor de una reconquista española.”(Darío López, 1987, p. 4).
Había que unirse y reforzarse, pues muchos peligros acechaban a los
nacientes estados, entre ellos : la anarquía interior y los innumerables
intereses particulares por un lado, y por el otro la posibilidad de
invasiones de reconquista por parte de Fernando VII apoyado por la
Santa Alianza europea, sin dejar a un lado el apetito comercial del
imperio británico y de los ya temibles Estados Unidos.
También, Bolívar deseaba que el Congreso fuera “La unificación de la
conducta americana respecto a lo exterior, esto es, servir como centro
coordinador de la defensa común, y Ser órgano de conciliación y
entendimiento de nuestras naciones. El Congreso de Panamá a su
juicio debía ser el arbitrador de nuestras diferencias, la más calificada
instancia para dictaminar sobre el sentido justo de nuestros tratados
públicos y de las diferentes aspiraciones que de ellos se derivaran. En
suma, el Congreso sería el órgano por excelencia de la paz y armonía
continentales; desde Panamá se irradiaría a todo el universo el ideal
pacifista característico de nuestra América… ” (Salcedo Bastardo,
1972, p. 129)
Finalmente resaltamos un punto muy importante, y es que Bolívar
deseaba que se debatieran (en el congreso) los grandes asuntos del
nuevo mundo recién libertado, que se formularan las leyes
supranacionales y se orientaran todos los esfuerzos en pro de un ideal
forjado por la presencia de todos.
Desafortunadamente, y como era de esperarse, la mayoría de los
objetivos planteados no lograron cumplirse por innumerables causas.
Entre ellas, la influencia negativa de algunos países. Estados unidos,
que fue invitado más por diplomacia que por un interés de integración,
asumió la existencia del congreso con mucho escepticismo y esto se
deriva de unas declaraciones brindadas por el secretario de Estado
Estadounidense donde indica que “rechaza toda idea de un consejo
anfictiónico investido con poderes para decidir las controversias entre
los Estados americanos o para regular en cualquier forma su
conducta”. En su lugar, él propugna que la asamblea “se limite a
‘encuentros libres’ que traten asuntos de seguridad, comercio y
navegación, sin carácter deliberativo.” (De la Reza, 2010, p. XLII)
Otros Estados por razones políticas, geográficas, económicas o por
intereses propios, no vieron este Congreso como una ventaja, a pesar
de las múltiples bondades que ofrecería si se formaba la
confederación.
Pero no todo fue pérdida. Bolívar en el Congreso de Panamá quiso
crear una imagen de unión y de fuerza de las ex colonias españolas. Y
efectivamente eso, más la coalición con Inglaterra, persuadió a la
Santa Alianza de no hacer la proyectada restructuración, que
consistiría en retomar a cualquier costo las colonias perdidas.
La estrategia bolivariana surtió efecto y más adelante Bolívar diría: "
Cuando inicié aquel Congreso del que tanto he insistido para su
reunión no fue sino una fanfarronada mía, que sabía no sería
reconocida y que juzgaba ser políticamente necesaria y propia para
presentar al mundo toda la América reunida bajo una sola política, un
mismo interés y una confederación poderosa."
Y aunque no se logró el objetivo principal que era precisamente la
integración, Bolívar logro la existencia, tal como lo declara en
comunicación a Santander: "Nuestra Federación Americana no puede
subsistir si no la toma bajo su protección la Inglaterra... una alianza
defensiva y ofensiva. La existencia es el primer bien; y el segundo es
el modo de existir. Si nos ligamos a la Inglaterra existiremos y si no,
nos perderemos infaliblemente. Luego, es preferible el primer caso.
Mientras tanto, creceremos y nos fortificaremos y seremos verdaderas
naciones... -mucho habrá que sufrir- aunque este sufrimiento mismo
será prueba de que existimos y existiendo tendremos la fuerza de
librarnos del sufrimiento".
Procesos posteriores al Congreso de Panamá.
El Congreso Anfictiónico de Panamá, fue definido por unos como una
“crónica de una muerte anunciada” y por otros como un evento
necesario para “existir” que sirviera de legado para las generaciones
futuras como un cúmulo de principios generadores de integración y
normativas entre los pueblos a fin de hacer frente a los más hostiles
deseos imperiales. Lo último “parecía” que sería la opción a escoger,
tanto así que cinco años después en México se prepararon (aunque
sin ningún éxito) tres convocatorias al Congreso de México.
Lamentablemente, ya se estaba avizorando un descenso en los
avances obtenidos en materia de derecho internacional, debido a que
cada país estaba enfrentando solo sus propios problemas por más
comunes que estos fueran. La anarquía política y las luchas internas
eran las más notables causas de tal desencuentro interestatal.
No fue sino hasta el año 1847 cuando en el Congreso de Lima con la
participación de Bolivia, Chile, Perú, Ecuador y Colombia se logra
discutir sobre delimitación territorial y aplicación del principio del uti
possidetis, comercio y navegación, correos, convención consular,
costumbres internacionales, abolición de la piratería y capturas
marítimas, prohibición de la ocupación territorial por cualquier nación,
creación de una confederación de Estados, etc. Desafortunadamente
No hubo ratificación por ningún Estado. En 1856 y 1864 se realizaron
el Tratado Continental y el Segundo Congreso de Lima
respectivamente, con la participación de nuevos países, pero la tónica
seguía siendo la misma: reuniones que ningún país ratificaba.
En el periodo de 1865 y 1889 se realizaron otros congresos pero
fueron exclusivamente de carácter jurídico, y tenían la finalidad de
codificar los principios del Derecho Internacional Privado aplicables en
América. En 1877-1879, en el Perú, ocurrió el Primer Congreso de
Jurisconsultos de Lima; en 1888-1889, en Uruguay, ocurrió o Primer
Congreso Sudamericano de Derecho Internacional Privado
En 1889 Con la realización de la Primera Conferencia Internacional de
los Estados Americanos, fue creada la Unión Internacional de las
Repúblicas Americanas. Este hecho capitalizó todo el trabajo
emprendido por los países de América Latina que había sido realizado
anteriormente. La edición de ese evento marca la centralización o
“secuestro” por parte de Estados Unidos de las conferencias
continentales, y también la absorción de varios de aquellos ideales
pactados en los documentos anteriores, al mismo tiempo que se
desvanece la idea de una alianza integracionista entre
Hispanoamérica.
Es importante destacar que “la presencia de Estados Unidos impidió
que el sistema interamericano se institucionalizara como el método por
excelencia de una expresión política común a las repúblicas
americanas. El pensar en la asamblea americana como medio para
discutir los grandes problemas de guerra y de paz con los
representantes de otras regiones del globo fue ideal un bolivariano. A
partir de 1826 tenemos un hispanoamericanismo y un
panamericanismo restrictos: bajo la perspectiva de reglamentarse las
relaciones comerciales, según la visión norteamericana; en la visión de
los latinoamericanos resolver cuestiones políticas”. (Cuevas Cancino,
F. 1962, p. 408)
Cronológicamente, destacamos que “con la Conferencia de los
Estados Americanos en 1889, Estados Unidos crean una oficina
comercial vinculada a su Departamento de Estado, que se proponía a
almacenar datos sobre la producción, legislación aduanera y comercio.
Posteriormente, en 1901, ella fue denominada Oficina Internacional de
las Repúblicas Americanas con representantes de todos los Estados
del continente junto al gobierno de Washington (sometiendo, así, de
forma subliminar, todos los representantes de los Estados al gobierno
central de Washington). En 1928, en Habana, fue creada mediante
Tratado la estructura institucional de la Unión Panamericana, con sede
en Washington (estructura que sucedió la antigua Oficina del
Departamento de Estado americano), que más tarde, en 1948, en un
otro ambiente histórico, iría originar la Organización de los Estados
Americanos (OEA) y que centraliza el Sistema Interamericano. En
síntesis, al total fueron ocho conferencias panamericanas realizadas
hasta 1938. Cuando tuvo inicio la Segunda Guerra Mundial fueron
aprobadas resoluciones sobre los más variados temas que reafirmaron
la solidaridad continental” (Menezes, 2010) y por supuesto
descartándose los planes de unión regional aunque si evidenciándose
un avance en materia de relaciones internacionales.
Derecho Internacional Americano en la Actualidad.
Las Organizaciones Internacionales Americanas,
contemporáneamente, actúan como importantes sujetos del Derecho
Internacional y, en razón de reunir un conjunto de Estados en la
búsqueda de objetivos comunes, son agentes propulsores de la
dinámica de sistematización de normas y de la actuación estratégica y
conjunta de los Estados, sea en el orden global o de carácter regional.
En este sentido, son múltiples los organismos internacionales creados
con la intención de normar y regular las relaciones entre los estados.
Es evidente que, con el dinamismo de las relaciones internacionales,
se necesiten otros escenarios y mecanismos de acción que coadyuven
en la resolución de problemas comunes o particulares. En relación a
esto, listamos algunas Instituciones creadas con el fin antes descrito:
1. OEA: Creada en 1948 con la firma de la Carta de la
Organización de los Estados Americanos (OEA), Carta de
Bogotá, la OEA es una organización de cooperación regional.
Tiene su sede en Washington y congrega un conjunto de 34
Estados miembros del Continente Americano y tiene como
objetivos centrales garantizar la paz y la seguridad continentales;
asegurar la solución pacífica de controversias derivadas de
problemas políticos, jurídicos y económicos.
2. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID): El Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) es considerado uno de los
organismos de la OEA. Fue creado el primero de octubre de
1960 y tiene su sede en Washington, Estados Unidos. Sus
objetivos son: promover el desarrollo de los Países miembros a
través de la financiación y del estímulo a inversiones de capital
público y privado, estimulando el crecimiento económico
sustentable de los Estados Miembros de América Latina y del
Caribe
3. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
el Pacto de San José, Costa Rica y la Corte Interamericana
de Derechos Humanos: Con sede en la Ciudad de Washington,
la Comisión se ha mostrado uno de los organismos más
dinámicos y de vital importancia para la solidificación jurídica y
jurisprudencial del sistema interamericano, pues fue la
responsable por implementar el sistema regional de protección a
los Derechos Humanos, a través de la edición de la Convención
Interamericana de Derechos Humanos, el “Pacto de San José de
Costa Rica”, que sistematizó un conjunto de reglas y medidas,
incluso con la creación de un Tribunal especializado, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Ella posee jurisdicción
internacional en materia de Derechos Humanos a todos sus
signatarios y se afirma como un instrumento dinámico de
protección a los Derechos Humanos en una región que por
tradición fue un ambiente de violencia contra los derechos
fundamentales debido a la historia de represión dictada por
regímenes altamente opresores ( desde los colonizadores hasta
los actuales gobiernos “democráticos”)
4. PARLATINO: El Parlamento Latinoamericano fue creado en el
año 1964, a través de la declaración de Lima, e institucionalizado
en 1987, por medio del Tratado de Institucionalización del
Parlamento Latinoamericano. Tiene su sede en la ciudad de
Panamá, en Panamá, y es una organización regional
permanente, dotada de personalidad jurídica de Derecho
Internacional, que reúne representantes de los parlamentos de
los países de América Latina, elegidos directamente mediante
sufragio popular, con la finalidad de participar a través de
delegaciones constituidas pluralmente
También podemos destacar la existencia del Grupo de Rio, La
CELAC, UNASUR y otros grupos en materia de integración
estratégica como MERCOSUR, ALBA, CAN, CARICOM, ALCA, etc.
Todos, con un mismo interés común entre sus integrantes, que a
groso modo buscan de alguna u otra forma ir avanzando en la
integración económica, cultural, social, política y jurídica de nuestra
América.
Pertinencia y Vigencia del Derecho Interamericano
Al momento de analizar nuestra realidad de hoy, vemos como los
escritos de Bolívar resultaban notas proféticas que vislumbraban el
acontecer que hoy vivimos sino se tomaban cartas en el asunto en su
momento; nos referimos sobre todo a la unión de los pueblos.
Ha sido muy complicado lograr el entendimiento, la articulación, la
unificación. Las razones de tales desencuentros han sido más o
menos las mismas que en aquel Congreso de Panamá impidieron la
unión: no mirar en la misma dirección brindando más peso a los
intereses particulares o en oportunidades siguiendo las directrices
chantajistas de las grandes potencias.
Y es que en honor a la verdad, a los grandes le interesa que sigamos
siendo pequeños, dependientes e indefensos. Así nos podrán seguir
dominando a placer como hasta ahora. Cualquier intento de unión
planteado por algún idealista, político o líder debe ser perseguido y
exterminado, a fin de garantizar la hegemonía regional que en el plano
americano representan los Estados Unidos, y para ello se valdrán de
cualquier estrategia, militar, estratégica, diplomática, publicitaria, etc.
Tanto la pertinencia del derecho internacional americano como su
eficacia han sido puestas en tela de juicio en innumerables
oportunidades. Incluso se pudiera decir que el derecho internacional
ha evolucionado de ser derecho de gentes a la anarquía de gentes. Y
esto lo sostenemos debido a la actitud de gobiernos de este continente
que irrespetan los acuerdos suscritos a placer, o simplemente no son
signatarios de tratados que vayan en contra de sus intereses
económicos, geográficos, socio-políticos, etc., por más que aquellos
representen un bien común para todos.
Lamentablemente, el uso de la fuerza sigue siendo un arma latente
para la solución de conflictos, es un elemento que permanece implícito
en los discursos, y en la actitud arrogante de sus portadores. El
derecho internacional americano de hoy, es una herramienta que mas
que resolver adorna las páginas con artículos y resoluciones que muy
rara vez se llevan al plano real.
Seguimos cometiendo errores, y lo peor aun es que son los mismos
que hace 180 años. Independientemente de nuestro corazón político,
se debe apoyar e implementar el proyecto integrador de Bolívar que
no solo cumplía con la unión sino que ésta estaba sobre un suelo
jurídico-internacional plagado de respeto, libertad, autodeterminación y
justicia. Ese es el camino.
CONCLUCIONES
La experiencia histórica de los ciento ochenta años transcurridos desde aquel congreso muestran dos tendencias claras: por un lado, que las clases dominantes fueron y siguen siendo profundamente antinacionales y anti hispanoamericanas, pro coloniales y antipatriotas. Es quizás irresponsable indicar que llevan en sus entrañas el gen “antipatria”, pero la sed que en la época colonial y post colonial les hizo buscar más y más beneficios económicos particulares se ve refleja hoy día en muchos personajes que subordinan completamente el bienestar local y hasta continental por sus propios intereses.
Hemos visto como el Derecho Internacional Americano se ha teñido no solo con los aciertos de la gesta post independentista sino también de sus fracasos. Hechos que lo marcaron para siempre y que brindaron un soporte ideológico, doctrinario, político, legal y justo que hoy día al menos en los documentos, convenios y tratados sea ha de reflejar.
Seguid el ejemplo que Caracas dio. Una Caracas inmortalizada como cuna de Bolívar, autor de grandes ideas que puestas en práctica con el patrocinio de todos, nos resultaría un gran regocijo mundial, regional y local. Las ideas ya él las hizo, es nuestro legado. Solo falta implementar… nada más.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Gómez Robledo, A (1989). Fundadores del Derecho Internacional.(Primera Edición). México: UNAM
Obregon, L. (2010, marzo). Construyendo la Región Americana: Andrés Bello y el Derecho Internacional. Revista de Derecho Público, 24, p 4-5
Ortega Diaz, P. (2006). El Congreso de Panamá y la unidad Latinoamericana. Caracas: MINCI
Dario Lopez, R. (1987). Bolívar y el Derecho de Gentes. Bogotá: Academia Antioqueña de Historia.
Salcedo Bastardo, J. (1972). Bolívar: Un continente y un destino. Caracas: Biblioteca Digital Andina.
De la Reza, G. (2010). Documentos sobre el Congreso Anfictiónico de Panamá. Caracas: Fundación Biblioteca Ayacucho.
Menezes, W. (2010). Derecho Internacional en América Latina. Brasilia: Ministerio de Relaciones Exteriores.