Elaborado por: Paola Figueroa Huaracha

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Creemos que el derecho a la vida no es opinable, pero la reforma constitucional, ha puesto en debate el tema del derecho a la vida y al aborto en casos excepcionales, esto nos obliga a reflexionar en si el derecho a ala vida se cumple o es solo apariencia. Si preguntásemos a cualquier peruano si defiende y promueve el derecho a la vida, estoy segura que todos, sin excepción, contestarían afirmativamente, e incluso me mirarían con cara de asombro por atreverme a cuestionarles al respecto; esencialmente porque todos, se supone, conocemos el significado de este derecho.

¿Cuál es la diferencia entre abortar porque el embarazo afecta el proyecto de vida de la mujer y abortar por violación? En realidad ninguna. Y vamos, con “ninguna” me refiero al hecho de abortar en sí mismo más allá de la consideración que provoca la decisión de abortar. Es obvio que hay una diferencia entre un embarazo que es resultado de un descuido o de un accidente y aquel que es producto de una acción violenta como lo es en este caso una violación, que no sería sino la posibilidad de imputar en un caso y no en otro responsabilidad por el embarazo. Sin embargo, la pregunta va en otro sentido: intenta descubrir la falsedad del la explicación que acepta la aceptacion del aborto en un caso y no en el otro en relación con el valor y el principio que se dice defender: el valor y el derecho a la vida.

Decimos que tenemos derecho o derechos cuando podemos hacer cosas que nadie nos puede prohibir. Los tenemos por el mero hecho de ser personas, por haber nacido, y están garantizados por las leyes. Por eso decimos que “no hay derecho” cuando algo es injusto, cuando nos han hecho algo que no nos merecemos.

El primero y más importante de los derechos individuales es el derecho a la vida, considerado como el presupuesto básico y fundamental del que depende la existencia y funcionamiento de los restantes derechos reconocidos en todo tipo de derechos que exiasten en nuestra sociedad.El derecho a la vida es el que tiene cualquier ser humano por el simple hecho de existir y estar vivo; se considera un derecho fundamental de la persona por lo que la vida es el derecho mas importante para los seres humanos. 

Sabemos que el derecho a la vida es un derecho natural del hombre, un derecho primario, es la realidad en la que se fundan y se ejercen todos los demás derechos de la persona humana, que se defienden en una multiplicidad de documentos de carácter nacional e internacional.Sin embargo, parece que todo este conocimiento se diluye, o al menos se cuestiona, cuando se trata de aplicarlo a los inocentes concebidos no nacidos; no se tiene conciencia clara del respeto al derecho inalienable a la vida que también tienen.Y entonces empiezan las opiniones en torno al aborto, como si fuera un tema contingente, y ya no es visto anteriormente como una negación del derecho a la vida, sino que empieza a analizársele desde posturas individualistas.

Aunque dicen tener el pensamiento de respetar los derechos muchas personas introducen las prácticas abortivas en sus diversas manifestaciones. Quienes defienden esta cultura de muerte teorizan sobre el inicio de la vida, la reducen únicamente a su dimensión biológica, incluso se llega a decir o pensar que no es una vida humana; difunden la idea de que no todas las vidas humanas son dignas de ser vividas, aquí entra el hijo enfermo o con tara de por vida la defensa de la vida de la madre cuando corre riesgo inminente de muerte ,y también aparecen los argumentos en casos de violación: no hay que dejarle nacer -dicen- porque es un hijo no deseado que desequilibra psíquicamente a la madre; o que la legalización del aborto terminaría con los abortos clandestinos

Quienes defienden estas posturas se olvidan que la vida empieza en el momento en que un ser humano es concebido, esto quiere decir que desde ese momento el nuevo ser tiene derecho inalienable a la vida, como cada uno de nosotros que tuvimos la suerte de que nuestros padres sintieran ese gran amor de dar una vida ya que existen los medios terapéuticos para superar los problemas de la madre o del niño así que esa no vendría a ser una excusa; ya que ninguna persona tiene derecho a quitar la vida a otra.

Por eso aquí el problema que surge es el siguiente: una postura básica que absolutiza el valor de la vida desde la concepción y la concibe como un derecho, no puede tolerar el aborto en ningún caso. De hacerlo, no haría sino relativizar el valor y el derecho a la vida. Veamos: si la vida es valiosa y tiene que ser protegida, no es posible que haya atenuantes porque estos resultan arbitrarios y hasta caprichosos. Si absolutizo el valor de la vida no puedo, en verdad, discernir si una vida es más valiosa que otra, pues el mismo valor y el mismo derecho, por inherencia, tiene la que es producto de un descuido o un accidente y la que es producto de una violación. O pregunto: ¿cuáles son los criterios que usamos para decir que la vida en un caso es más valiosa que otra? ¿La vida es valiosa algunas veces y otras no? ¿Hay vidas cuyo valor es relativo y otras vidas cuyo valor es absoluto?

No dejemos que el ser que esta a punto de nacer aparezca ante el hombre, como un simple objeto expuesto al dominio de los demás como cualquier otro objeto, sino como titular potencial de derechos ,el primero de los cuales se refiere a la propia existencia.