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  • Mons. Julin Lpez7

    Cunto orar?Alejandra Ma. Sosa Elzaga

    Semanario catlico de formacin e informacin Ao XVII Nmero 876 del 8 al 14 de diciembre de 2013

    www.desdelafe.mx

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    $ 4.00Cuota de recuperacin

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    El Credo explicado en el Ao de la Fe

    HistricoLos festejos por el bicentenario de la Catedral de Mxico concluyeron con un histrico concierto a cargo de la Orquesta Sinfnica Mexiquense y el tenor Fernando de la Mora. En este marco, el cardenal Norberto Rivera Carrera destac la importancia del recinto y llam a las autoridades a no escatimar recursos para su conservacin.

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    Los lentes del amorMsica catlica infantil

    Vive el Adviento GUADALUPANO!

  • 02 No. 876 del 8 al 14 de diciembre de 2013

    DirectorioPresidente del Consejo Editorial: Pbro. Hugo Valdemar Romero Editor: Roberto Demian Alcntara Flores Colaboradores en este nmero: Alejandra M. Sosa Elzaga P. Julin Lpez P. Sergio Romn del Real Mons. Salvador Martnez P. Eduardo Lozano Reporteros: Carlos Villa Roiz Zoila Bustillo Francisco Luna Macas Jefe de informacin: Miriam Jessica Apolinar Snchez

    Portada: Manuel Medina Parra Diseo: Manuel Medina Parra Cristina Bustos Amores Publicidad y Relaciones Pblicas: Alex Prez Venta y distribucin: Alan Ortega 5518-4099Ao XVII. Nmero 876 8 de diciembre de 2013 Desde la fe es una publicacin semanal editada por la Arquidicesis Primada de Mxico, A.R. San Juan de Dios Nm. 222-C, Col. Lzaro Crdenas, Del. Tlalpan, C.P. 14370, Mxico, D.F. Telfono: 5518-4099.

    Correo electrnico: [email protected] Pginas web: http://www.desdelafe.mx Nm. de certifi cado de licitud de ttulo 10295 Nmero de certifi cado de Licitud de contenido 7223 Nmero de reserva al ttulo en Derechos de autor:/98-120912293000-101 Distribuido por: Unin de Expendedores y Voceadores de Mxico, A.C. Guerrero Nm. 50, Col. Guerrero, Mxico, D.F. Impresin: Editorial de Peridicos La Prensa, Basilio Vadillo Nm. 40, 3er piso, Col. Tabacalera, 06030 Mxico, D.F.

    Carlos Villa Roiz

    Con un magno concierto en el que parti ciparon la Orquesta Sinfnica Mexiquense, a cargo del Mtro. Ro-drigo Macas; el Coro de la Orquesta Sinfnica del Estado de Mxico, diri-gida por el Mtro. Manuel Flores Pala-cios; el tenor internacional Fernando de la Mora y los cantantes Alejandra Garca Sandoval, Sara Estrada y Edgar Gil, llegaron a su fi n los festejos con moti vo del bicentenario de la termi-nacin de la Catedral Metropolitana de Mxico.

    En este marco, el Card. Norberto Rivera Carrera, arzobispo de Mxico, dirigi unas palabras a los asistentes para recordar la importancia de este recinto sagrado: Esta magnfi ca igle-sia, donde se asienta la ctedra del Arzobispo de Mxico, no slo perte-nece a los catlicos, es una edifi ca-cin que despus de la expropiacin de los bienes de la Iglesia pertenece a todos los mexicanos, pues es una propiedad federal, en la que el Estado debe asumir su responsabilidad de garanti zar su seguridad, cuidar su pa-

    Catedral, concluyen los festejos por el bicentenario

    trimonio y procurar su conservacin. Las autoridades deben ser sensibles a la conservacin de este magnfi co pa-trimonio, sin escati mar recursos para su mantenimiento y lucimiento, pues amn de su valor histrico y arquitec-tnico es, junto con el Palacio Nacio-nal y la Plaza de la Consti tucin, un icono nacional que nos enorgullece y nos identi fi ca.

    Tambin dedic el concierto de clausura a la Virgen Mara, a quien est consagrada la Catedral de Mxi-co: sea este concierto, ante todo un homenaje a Mara Sant sima, a quin est dedicada esta suntuosa Catedral, un homenaje tambin a todos mis ve-nerables antecesores, que pastorea-ron con tanto amor esta Iglesia par-ti cular de la Arquidicesis de Mxico, que en otros ti empos abarc hasta las islas Filipinas; un reconocimiento a los arquitectos y constructores, al Pueblo de Dios que generosamente contribuy a esta edifi cacin.

    Durante el concierto, al cual asis-ti eron ms de mil 200 personas, se interpret el Ave Mara de Bach y de Schubert, en la voz del tenor Fernan-

    do de la Mora, as como la gran Misa en Do Menor de Mozart, que es una de las piezas monumentales del acer-vo clsico universal.

    En representacin del Presidente

    de la Repblica asisti eron el Lic. Ro-berto Herrera y la Lic. Mercedes del Carmen Guilln Vicente, subsecreta-ria de Poblacin, Migracin y Asuntos Religiosos. Tambin estuvieron pre-sentes el Lic. Jorge Herrera Caldera, gobernador de Durango; Isis vila Muoz, Presidenta del DIF de Esta-do de Mxico; el Nuncio Apostlico, Mons. Christophe Pierre; los Obispos Auxiliares de Mxico; Mons. Enrique Glennie Graue, rector de la Baslica de Guadalupe; integrantes de los Cabil-dos Metropolitano y de Guadalupe; varios lderes religiosos, entre ellos el arzobispo ortodoxo Antonio Che-draui; el Sr. Olegario Vzquez Raa y su esposa; la esposa del Lic. Miguel Alemn, exgobernador de Veracruz, Christi ane Magnani, as como sacer-dotes, religiosos, religiosas y alumnos del Seminario Conciliar de Mxico.

    Al trmino del concierto, que con-cluy con un solemne toque de cam-panas, el cardenal Rivera Carrera sa-lud y convivi en la Sacrist a de la Catedral con algunos de sus invitados y entreg un reconocimiento a los parti cipantes.

  • No. 876 del 8 al 14 de diciembre de 2013 03

    ORGANIZACINEDITORIAL MEXICANA

    Pbro. Hugo Valdemar RomeroPresidente del Consejo Editorial

    Peridico de formacin e informacin catlica

    Responsable de la lnea editorial y del contenido de todos los artculos del presente ejemplar, es la Ofi cina de Comunicacin Social de la

    Arquidicesis Primada de Mxico.

    Mario Vzquez Raa Presidente y Director General Francisco Torres Cano Director Nacional de Ventas Jimena Saldaa de Aja Directora Adjunta a la Presidencia Francisco Torres Vzquez Secretario Particular del Presidente y Director General Jess Snchez Villarreal Director Nacional de Administracin Pilar Ferreira Garca Directora Nacional de Informacin Antonio Rodrguez Demeneghi Director Nacional Divisin Papel Ebodio Snchez Rodrguez Director Nacional

    de Tecnologa Jess Mijares Vzquez Subdirector Nacional Divisin Papel Rosa Mara Carrera de Kanafany Directora Adjunta de Finanzas Salvador Ziga Soberanes Director Adjunto de FAM Ricardo Ortega Camberos Coordinador Nacional

    de Informacin Raymundo Vzquez Jimnez Coordinador Nacional de Campaas y Sorteos Vctor Pimentel Gonzlez Director Adjunto de Recursos Humanos

    ESTA EDICIN ES PROPIEDAD DE O.E.M.

    P. Sergio G. Romn

    Vive el Adviento Guadalupano!

    Tiempo de NavidadUna vez al ao nuestra liturgia conme-mora el Nacimiento de nuestro Seor Jesucristo en Beln. Eso es la Navidad. Es la alegra de los cristi anos porque todo un Dios se ha hecho hombre para vivir entre nosotros. Es nuestra reden-cin que ha iniciado. Es Dios humana-do y hermanado con todos nosotros. Es, tambin, la fi esta de la paz y de la solidaridad entre los hijos de Dios.

    Como es una fi esta muy importan-te, la Iglesia Catlica la prepara con un ti empo de oracin intensa y de sincero amor a los hermanos ms necesitados. A este ti empo lo llamamos Adviento y comenz el domingo pasado.

    Adviento: la dulce esperanzaPara valorar la trascendencia del naci-miento de Jess, la Iglesia nos invita a entrar en un ambiente de espera.

    Esperamos con los pobres de Israel al Mesas, conti nuamente anunciado por los profetas del Anti guo Testamento y, por fi n, proclamado por el coro de n-geles que anuncia su nacimiento con el gloria a Dios en las alturas y paz en la ti erra a los hombres de buena voluntad.

    Esperamos con la Sant sima Virgen que lleva en su dulce vientre al Salva-dor, luz del mundo, esperado por si-glos, y lo hace presente en un mundo sumido en la oscuridad.

    Esperamos, tambin, con Juan Bau-ti sta, el lti mo de los profetas del Anti -guo Testamento y el primero de los del Nuevo Testamento. l es el precursor que viene a anunciar, como voz que

    clama en el desierto, la venida del Rey.Y hay otra espera; la nuestra, hoy,

    que anhelamos la segunda venida de Jess al fi nal de los ti empos y que, con la Iglesia toda, movidos por el Espritu, clamamos Marana tha Jesus, es decir: ven Seor Jess.

    El Adviento GuadalupanoLos mexicanos hemos enriquecido nuestro Adviento con un aconteci-miento propio, tan importante que construy nuestra historia: la visita de la Virgen Mara a nuestra patria en el cerro del Tepeyac.

    Estos primeros das de diciembre ti enen ese senti do guadalupano que enriquece nuestro Adviento.

    Para nosotros, el Tepeyac es nues-tro Beln donde la Santa Madre de Dios nos trajo al sol que ilumin la no-che de nuestro dolor.

    A un pueblo desconcertado por su cultura cortada de tajo, entristecido por la muerte de sus dioses, despose-do de sus bienes terrenos y de su liber-tad, la Virgen de Guadalupe le trae un evangelio, es decir, una buena noti -cia: Jess es, tambin, su redentor.

    Ella es la estrella de la evangeliza-cin en nuestras ti erras.

    A parti r del acontecimiento guada-lupano, los habitantes de estas ti erra se abren, como ti erra frti l, a la semilla del cristi anismo en una evangelizacin tan profunda que an gozamos de sus frutos. El guadalupanismo se nos vol-vi cultura, se nos meti en la sangre y llegamos a exclamar en un canto: desde entonces para los mexicanos ser guadalupanos es algo esencial.

    Por Mara entr la salvacin al mun-do, all en Beln.

    Por Mara entr Jess a Mxico, all en el Tepeyac.

    Y el indio Juan Diego es el ngel que anunci a los pobres de Mxico la noti cia de que nos ha nacido un Salvador.

    La Casa MaternaDeseo fervientemente que se me construya una casita, aqu en el Tepeyac, en donde pueda or y remediar las penas de todos mis hijos, los habitantes de estas ti e-rras y de todos mis amadores

    Ese fue el deseo de Mara expresado a su embajador ante el Obispo, el indio Juan Diego que ni siquiera saba hablar espaol!

    Y nosotros gozamos hoy de esa Casa Materna a donde acu-dimos al encuentro de la More-nita del Tepeyac para encontrar all el consuelo en el constante dolor del pueblo mexicano que ha escrito su historia con la sangre de sus venas derramada en fratri-cidas guerras, y con el sudor de su frente que ha producido mucho pan acumulado por unos cuantos.

    Ella sigue siendo nuestro Adviento, nuestra esperanza de un liberador.

    Y la casita de la Virgen se ha multi -plicado, ha crecido tanto que ya todo nuestro Mxico, toda Amrica, es una casa en la que Ella es la madre solcita y ti erna que nos alienta y nos lanza en la conquista de nuestra dignidad. Ella va delante como bandera gloriosa.

    El Adviento que nos pide DiosNos pide un Adviento de oracin en familia.

    Pero tambin nos pide un Adviento de amor, de servicio humilde y calla-do como el de Mara. Por el amor y el servicio se hace presente Jess, nacien-do en nuestros corazones y en los de aquellos a los que servimos.

    As caminamos hacia una Navidad verdaderamente feliz.

    Por Mara entr la salvacin al mun-

    Por Mara entr Jess a Mxico, all

    Y el indio Juan Diego es el ngel que anunci a los pobres de Mxico la noti cia de que nos ha nacido un

    Deseo fervientemente que se me construya una casita, aqu en el Tepeyac, en donde pueda or y remediar las penas de todos mis hijos, los habitantes de estas ti e-

    Ese fue el deseo de Mara expresado a su embajador ante el Obispo, el indio Juan Diego que ni siquiera saba hablar

    Y nosotros gozamos hoy de esa Casa Materna a donde acu-dimos al encuentro de la More-nita del Tepeyac para encontrar all el consuelo en el constante dolor del pueblo mexicano que ha escrito su historia con la sangre de sus venas derramada en fratri-

  • 04 No. 876 del 8 al 14 de diciembre de 2013

    FICHA 54Confieso que hay un solo Bautismo

    para el perdn de los pecados

    Tiene caso bauti zar a un beb?, no es mejor esperar a que sea mayor de edad y de-jar que por s mismo decida si desea bauti zarse, ms an, es-perar a que sea viejito y bau-ti zarlo en su lecho de muerte, para aprovechar que se le per-donarn los pecados de toda su vida?

    Son dos preguntas cuya res-puesta es un rotundo s y un rotundo no. Para comprender por qu consideremos lo si-guiente:

    Qu es el Bauti smo? Es un Sacramento, es decir, un signo sensible del amor de Dios, mediante el cual l nos otorga una gracia especial.

    Y qu signifi ca bauti zar? Viene de pati zein, palabra griega que signifi ca sumergir. Quien es bauti zado es sumer-gido en agua para simbolizar que muere con Cristo para re-sucitar con l (ver Col 2, 12).

    Qu gracias especiales recibimos en el Bauti smo? Se pueden mencionar, al menos, cinco:1. En el Bauti smo recibimos el ms completo perdn. Es tan pleno y completo el perdn que recibimos, que no nos queda absolutamente nada por borrar, sea de la falta original, sea de las faltas come-ti das por nuestra propia volun-tad, ni ninguna pena que sufrir para expiarlas (C.E.C. 978). Es un verdadero borrn y cuen-ta nueva, que nos limpia, nos lava, nos permite iniciar una

    Alejandra Mara Sosa Elzaga*

    vida nueva con la gracia de Dios. Por ello es el primero de todos los Sacramentos, el que abre la puerta a los dems.2. En el Bauti smo recibimos el Espritu Santo que nos hace hi-jos adopti vos de Dios. Gracias al Espritu Santo entramos a for-mar parte de la familia de Dios, como hijos adopti vos del Padre (ver Rom 8,15-16; Gal 4,6). 3. En el Bauti smo recibimos las virtudes teologales. Llamadas as porque provienen de Dios y nos conducen hacia l. Son la fe, que nos hace sensibles a Su presencia y amoldar nuestra vo-luntad a la Suya; la esperanza, que nos alienta a caminar de Su mano y hacia l; la caridad, que nos alienta a amar como l nos ama. Son virtudes que nos per-miten vivir la vida ordinaria de modo extraordinario.4. En el Bauti smo recibimos al Espritu Santo. l nos colma con Sus dones (ver 1Cor 12, 4-11), nos ilumina, nos gua, intercede por nosotros, nos sosti ene y ca-pacita para vivir como hijos del Padre (ver Mc 1,8; Jn 1,33; 1Cor 12,13 ; Rom 8, 14. 26-27).5. En el Bauti smo recibimos la dignidad de sacerdotes, pro-fetas y reyes. Sacerdotes para interceder por otros y ofrecer a Dios sacrifi cios por amor a l y

    en bien propio y de los dems; profetas, para saber escuchar a Dios y hablarle a otros de l; reyes, para edifi car y habitar ya desde ahora, el Reino de Dios.

    Se comprende ahora que a las preguntas planteadas al inicio se responda: claro que vale la pena bauti zar a un beb!, y cla-ro que no hay que esperar hasta el lecho de muerte para bauti -zarse!, es tal la riqueza espiritual que recibimos en el Bauti smo, que conviene recibirla lo antes posible!

    Si a unos padres de familia se les avisara que hay una epidemia grave, no se negaran vacunar a su beb, no pensaran que le es-tn quitando la libertad de deci-dir si quiere o no enfermarse, y que mejor esperan a vacunarlo cuando sea grande. Querran impedir que se enferme hoy! Del mismo modo, como la gracia recibida en el Bauti smo perdona el pecado original y fortalece el alma contra los muchos males que pueden enfermarla, cmo no aprovecharla lo ms pronto que se pueda?

    Por eso desde los ms remo-tos orgenes de la Iglesia bauti za a los bebs, y ya cuando crecen los catequiza y les da mlti ples oportunidades (por ejemplo en Pascua) de renovar por s mis-mos las renuncias y promesas que sus paps y padrinos hicie-ron por ellos en su Bauti smo.

    Por lti mo, es interesante hacer notar que a diferencia de las frases anteriores del Credo que dicen: creo, ahora decimos confi eso. Es otra manera de de-clarar que lo que afi rmamos es verdad. Y qu es lo que afi rma-mos? Que el Bauti smo perdona los pecados y que hay un solo Bauti smo (ver Ef 4, 5). S. El que

    Refl exiona y comparte:Qu te da y a qu te

    compromete ser bautizado?

    El Bautismo es en cierto sentido el carn de identidad del cristiano, su certifi cado de nacimiento y el certifi cado de naci-

    miento en la Iglesia... hagamos una cosa:... buscar el da que nac para la Iglesia, y dar gracias al Seor porque el da del Bautismo nos abri la puerta de su Iglesia... el da de nuestro Bautismo es

    el punto de partida de un camino bellsimo, un camino hacia Dios que dura toda la vida...

    Este Sacramento constituye una autntica inmersin espiri-tual en la muerte de Cristo, de la cual se resucita con l como

    nuevas criaturas (cf. Rm 6, 4). Se trata de un bao de regeneracin y de iluminacin. Regeneracin porque acta ese nacimiento del

    agua y del Espritu sin el cual nadie puede entrar en el Reino de los Cielos (cf. Jn 3, 5). Iluminacin porque, a travs del Bautismo,

    la persona humana se colma de la gracia de Cristo, luz verdadera que ilumina a todo hombre (Jn 1, 9) y expulsa las tinieblas del pecado. Por esto, en la ceremonia del Bautismo se les da a los padres una vela encendida, para signifi car esta iluminacin; el

    Bautismo nos ilumina desde dentro con la luz de Jess. En virtud de este don el bautizado est llamado a convertirse l mismo en

    luz la luz de la fe que ha recibido para los hermanos, especial-mente para aquellos que estn en las tinieblas y no vislumbran

    destellos de resplandor en el horizonte de su vida.

    Conoce, celebra, fortalece,

    comunica tu fe

    (Recorta este cuadrito, dblalo a la mitad y pgalo en un cartn para que la pregunta quede al frente y la respuesta atrs. Cuando tengas varias tarjetas puedes jugar el Maratn del Ao de la Fe con tu familia y amigos.)

    SERIE SOBRE EL CREDO

    Pregunta:Cules son los efectos del Bautismo?

    Respuesta :El Bautismo perdona el pecado original, todos los pecados personales y todas las penas debidas al pecado; hace participar de la vida divina trinitaria mediante la gracia santifi cante, la gracia de la justifi cacin que incorpora a Cristo y a su Iglesia; hace participar del sacerdocio de Cristo y constituye el fundamento de la comunin con los dems cristianos; otorga las virtudes teologales y los dones del Espritu Santo. El bautizado pertenece para siempre a Cristo: en efecto, queda marcado con el sello indeleble de Cristo (Compendio del Catecismo de la Iglesia Catlica #263)

    (Papa Francisco, Audiencia General, 13 noviembre, 2013).

    ha venido realizando la Iglesia Catlica desde su inicio; con la frmula que el propio Jess le dio cuando la envi a bauti zar a todas las gentes en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo (Mt 28, 19).

    Para profundizar en este tema, lee el Catecismo de la Iglesia Catlica: #976-987.1213-1284

    (Conti nuar... El Credo desglo-sado en el Ao de la Fe)

  • 05No. 876 del 8 al 14 de diciembre de 2013

    DLF Redaccin

    Invitan a la presentacin de

    regalar una sonrisa, un abrazo. Ideas para amar, Viviente ests y S, S a la vida, son temas que muestran cmo Dios acompaa y nos ayuda para ser mejores personas por la forma de ser y de actuar.

    Con ritmos como el ska, rock, pop, salsa y norteos, este disco ofrece a quienes buscan construir una civilizacin del amor una he-rramienta para moti var su vida, en su familia, en su escuela, y as apren-der a vivir su fe sabindose acompa-ados por Dios.

    Una produccin recomendable para quienes han buscado siempre msica de calidad en la Iglesia.

    Asiste con tu familia, con tu grupo de catequesis, con tu amigos o veci-nos a la presentacin del disco, don-de Maurilio y Chavo, con su caracte-

    rsti co ingenio, comparti rn en vivo los temas del lbum Los Lentes del Amor. La entrada es gratuita.

    La cita es el sbado 14 de diciem-bre a las 11:00 en Durango 90, Col. Roma. A unas cuadras del metro Insurgentes y de la estacin del me-trobs Durango.

    La revolucin de las acti tudes que ha puesto en marcha el Papa Fran-cisco es uno de los caminos que se han de construir para detonar el dilogo y el encuentro. Es as que PPC Editorial presenta una produc-cin musical para los nios y nias del siglo XXI en el marco de la Nueva Evangelizacin.

    Maurilio Surez y Chavo Guerre-ro comparten su msica y talento en doce temas muy movidos que, adems de inyectar alegra, deto-nan refl exin sobre las acti tudes en la convivencia diaria, all donde se construye el Reino de Dios.

    Temas como Irradiando Luz, Los lentes del amor o Mi acti tud, ponen en el odo y siembran en el corazn, una tarea que hemos de construir diariamente: aprender a convivir con amor y alegra, en cada mo-mento del da a da. No importa si eres nio, joven o adulto, est en ti

    para quienes han buscado siempre msica de calidad en la Iglesia.

    de catequesis, con tu amigos o veci-nos a la presentacin del disco, don-de Maurilio y Chavo, con su caracte-

    rsti co ingenio, comparti rn en vivo

    bre a las 11:00Roma. A unas cuadras del metro Insurgentes y de la estacin del me-trobs Durango.

  • No. 876 del 8 al 14 de diciembre de 2013 06

    Alejandra Mara Sosa Elzaga

    Cielo y Tierra

    VEN! a la presentacin del libro Qu hacen los que hacen oracin? Gua prcti ca para empezar a orar y disfrutar la oracin. El martes 10 de diciembre, de 6 pm a 8 pm. En la ca-pilla del CEFEJ (Centro de Espiritualidad Flix de Jess), en Moneda 85A, frente al Seminario Mayor, en Tlalpan, D.F. Estacionamiento gratuito en Abasolo 79. No te lo pierdas!

    Cunto orar?

    Sigue a Alejandra Ma. Sosa Elzaga en Facebook. Bscala como Ediciones 72.

    Cunto ti empo querra hablar una persona enamorada con la persona que ama? Lo ms que se pueda!

    Hoy en da, las parejas suelen man-tener una comunicacin constante: no slo buscan el ti empo para verse, sino que cuando no se ven, se man-dan mensajitos de texto en el celular, chatean en el internet, se envan co-rreos electrnicos, tuits, se escriben en Facebook...

    Qu pasa si l o ella interrumpe la comunicacin, si ya no responde las llamadas, si deja de enviar mensajes? La relacin empieza a decaer.

    Pues bien, con Dios sucede algo si-milar.

    Tu relacin con l ser tan slida como slida sea la comunicacin que establezcas entre ustedes.

    Y para que dicha comunicacin sea slida debe ser conti nua.

    As, por ejemplo, en la maana, an-tes de bajarte de tu cama, dedica unos minuti tos a darle gracias y a encomen-darle tu da.

    Durante la jornada, mantn lo que San Francisco de Sales llamaba la constante conciencia de la presencia divina. Siente que est conti go, dir-

    gele, de vez en cuando, alguna frase, una mirada interior, un mensajito de texto, un tuit espiritual...

    Y, desde luego, en cierto momento de tu da, dedica cuando menos me-dia hora para tener una cita exclusi-va con l en la que le prestes toda tu atencin. Por qu media hora? Por-que es el mnimo ti empo para que en lo que te acomodas, te olvidas de las distracciones y te dispones a estar en

    lo que ests, puedas verdaderamente dedicarle al menos quince minutos a la oracin.

    Y por lti mo, antes de dormir, vuel-ve otra vez a l tu mirada y agradcele el da, pdele perdn, encomindale lo que planeas hacer al da siguiente.

    Esto es el mnimo. Si puedes aadirle ir a Misa entre

    semana y orar un rati to ante el Sant si-mo, tanto mejor.

    Hay quien le dice a un sacerdote o religiosa: Ud. que est tan cerca de Dios, pida por m. Por qu esa per-sona se resigna a estar lejos? Podra tambin estar muy cerca, slo se ne-cesita querer dedicarle ti empo de ca-lidad a Dios...

    Todo el da te estoy invocando,tendiendo las manos hacia Ti

    (Sal 88, 10)...

    ste es un pedacito de mi nuevo libro Qu hacen los que hacen ora-cin? Gua prcti ca para empezar a orar y disfrutar la oracin. Quise com-part rtelo porque lo voy a presentar, primero Dios, el prximo martes 10 de diciembre, y quiero invitarte a la presentacin. Iniciamos con Misa, lue-go har un breve comentario sobre el libro y habr dedicatoria de ejempla-res. Ojal puedas acompaarme; me encantar saludarte personalmente. Te espero!

  • 07No. 876 del 8 al 14 de diciembre de 2013

    Lectio DivinaPara comprender

    y vivir el Evangelio

    Est cercaP. Julin Lpez Amozurruti a

    En aquel tiempo se present Juan el Bautista, proclamando en el desier-to de Judea: Convirtanse, porque el Reino de los Cielos est cerca. A l se refera el profeta Isaas cuando dijo: Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Seor, allanen sus sende-ros. Juan tena una tnica de pelos de camello y un cinturn de cuero, y se ali-mentaba con langostas y miel silvestre.

    Lectura del Santo Evangelio

    LecturaLa predicacin de Juan el Bauti sta en el desierto de Judea anuncia una realidad y reclama un compromiso. La realidad es que el Reino de los cielos est cerca. El compromiso solicitado es el del arre-penti miento y la conversin. El evange-lista san Mateo da testi monio de que esta acti vidad profti ca tuvo gran xito, pues acudan a orlo muchas personas. Pero se nos abren aqu dos posibili-dades: la de aquellos que con sincero corazn reconocan sus pecados y eran bauti zados en el ro, y la de quienes se sumaron al movimiento de moda, los fariseos y saduceos, sin un autnti co

    La gente de Jerusaln, de toda la Judea y de toda la regin del Jordn iba a su en-cuentro, y se haca bautizar por l en las aguas del Jordn, confesando sus peca-dos. Al ver que muchos fariseos y sadu-ceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les dijo: Raza de vboras, quin les ense a escapar de la ira de Dios que se acerca? Produzcan el fruto de una sincera conversin, y no se contenten con decir: Tenemos por padre a Abra-ham. Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. El hacha ya est puesta a la raz de los rboles: el rbol que no pro-

    duce buen fruto ser cortado y arroja-do al fuego. Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero aquel que viene detrs de m es ms poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las

    sandalias. l los bautizar en el Espritu Santo y en el fuego. Tiene en su mano la horquilla y limpiar su era: recoger su trigo en el granero y quemar la paja en un fuego inextinguible. (Mt 3,1-12)

    deseo de cambio. stos reciben una fuerte reprimenda de parte del Bau-ti sta, quien los llama raza de vboras y les advierte que si no hacen ver con obras su arrepenti miento y simple-mente se escudan en su dignidad como hijos de Abraham, no escaparn del ardiente juicio de Dios. Finalmente, el profeta seala la llegada del que viene despus de l, que ser capaz de bauti -zar en el Espritu Santo y su fuego.

    MeditacinEl Adviento es un ti empo de gracia que nos mueve a una esperanzada conver-sin. La Iglesia nos presenta a fi guras que pueden impulsar la transformacin de nuestros corazones y la orientacin de nuestras acciones conforme a la vo-luntad salvfi ca de Dios. Juan el Bauti s-ta es una fi gura austera, dotada de un enorme atracti vo. No se deja engaar

    por las apariencias de quienes slo acu-den a l por seguir la corriente de las masas. Con gran libertad abre horizon-tes de novedad a quienes sinceramen-te se arrepienten, pero tambin desen-mascara la falsa religiosidad de quienes no estn dispuestos a cambiar su vida. Para los cristi anos sta es una oportuni-dad de abrirnos a una sincera revisin de nuestras faltas, que nos prepare de mejor modo a reconocer la cercana de Dios que llega a nosotros en Jesucristo. Quienes ya hemos recibido el Bauti smo tenemos la oportunidad de acudir al sacramento de la Reconciliacin, para renovarnos. Pero tambin hemos de mantenernos alerta para no sucumbir a la tentacin de costumbres sin alma,

    que se repiten sin efi cacia porque no nos disponemos realmente a ser con-secuentes con su contenido.

    OracinVienes, Seor, con el poder abra-sador del Espritu! El Bauti sta nos lo anuncia, y nuestro corazn exulta. El ti empo ha pasado, tal vez, sin que no-sotros nos diramos cuenta de la in-vitacin que no has dejado de lanzar-nos a la conversin. Tu cercana nos despierta, nos conmueve por nues-tras infi delidades y nos eleva a aspi-rar tu salvacin. No queremos vivir las fi estas litrgicas por pura costumbre. Ven, Seor, y alcnzanos con tu Pa-labra, con tu mirada, con tu caricia! Ven, Seor, y renueva nuestra aspira-cin a la santi dad que t nos parti ci-pas! Ven, Seor, no tardes!

    ContemplacinPermiti r que mi corazn despierte. Una voz anuncia la cercana de Dios. No debo permanecer indiferente.

    AccinEvitar ver las fi estas cristi anas desde fuera, y me sumergir en ellas, para que me alcance la gracia que comuni-can. No me har ilusiones de ser buen cristi ano por argumentos superfi cia-les. Har ver con obras el arrepenti -miento por mis pecados y la alegra por la cercana del Seor.

  • 08 No. 876 del 8 al 14 de diciembre de 2013