Detrás de la pelota Una mirada acerca de los jóvenes de ...
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UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA
Tesis Licenciatura en Sociología
Detrás de la pelota. Una mirada acerca de los jóvenes de las divisiones
formativas de Danubio Fútbol Club: entre lamoratoria social y la carrera de futbolista
Sebastián Venanzetti PereyraTutora: Verónica Filardo
2013
RESUMEN
La presente monografía constituye e l trabajo fina l de los estudios d e grado d e la
l icenciatu ra en Sociología de l a Facu ltad de Ciencias Socia les de l a Univers idad de l a
Repúb l ica . La m i sma aborda una temática poco tratada desde l a s ciencias socia les
como es e l fútbol , especia lmente referido a los jóvenes que lo p ractican y su entorno.
Para e l lo se toma e l caso de Danubio Fútbol C lub, uno de los principa les referentes en
formación de futbo listas en nuestro pa ís .
Los c lubes de fútbol sue len ser espacios de p rotección para los jóvenes que se
encuentran en situación de vu lnerab i l idad, pero, a lgunas veces, a cam bio d e aceptar
presiones que modifican lo que habitua lmente es e l uso del tiempo libre y e l avance
escol a r de u n ado lescente. Este trabajo es un acercamiento a los diferentes p rocesos
de vida de los jóvenes que busca n transformarse en jugadores de fútbo l : l as
posib i lidades que les brinda la práctica deport iva pre-profesiona l , e l im pacto que
genera asu mir responsabilidades adu ltas a temprana edad y cómo l as experiencias
recogidas podrían transforma rse en po l íticas d e incl usión .
Pa ra esto se rea lizaron entrevistas a jóvenes que practican este d eporte en las
divisiones formativas de l club y a otros informantes ca lificados, tanto dentro como
fuera de la institución, además de l l eva r ade lante observaciones en partidos y
entrenamientos. A partir d e l a información recogida con estas técnicas se ana lizaron
las característ icas principa les de l tránsito por la j uventud de la población objetivo, la
construcción de sus identidades como futbolistas, e l desa rro l lo de las actividades
educativas y las perspectivas de futu ro de los mismos.
De esta manera se observó cómo estos jóvenes van concentrando sus expectativas en
la ca rrera deportiva, más a l lá que la mayoría no podrá lograr su objetivo de ser
futbolista profesiona l . Por otra parte, si bien e l c l ub t iende a ser su pr i ncipa l espacio de
referencia y se rescata e l va lor pedagógico en los procesos de socia l i zación de los
jóvenes, las exigencias crecientes hacia e l profesiona lismo y l as perspectivas d e futuro
en e l fútbol colaboran con e l a leja miento d e e l los con respecto a otros espacios
socia les como el de la educación forma l .
2
CONTENIDO
1 . I NTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . .. . . . . . . .. .. . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2. OBJ ETIVOS . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . .. . . . . .. . . . .. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . . . . 6
3 . FÚTBOL Y J UVENTUD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . .. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . .. . . .. . . . . . . . . . . . 8
4. M ETODOLOG ÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . .. . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
5 . MORATORIA SOCIAL Y CARRERA DE FUTBOLISTA E N LOS J UVEN I LES DE DAN U BI0 . . 22
5 . 1 Fútbol y juventud : ¿un ca mino distinto? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
5 .2 La ca rrera de futbolista y la construcción d e una identidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
5 .3 E l víncu lo con la educación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . 38
5.4 M i rando hacia e l futuro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
6. CONCLUS IONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
7 . B I BL IOG RAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . 60
AN EXO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . .. .. . . . . . . . . . . . . . . . 63
3
l. INTRODUCCIÓN
Más a l l á de apasionar a mil lones de personas en e l mu ndo, el deporte se ha convert ido
en las ú lt imas d écadas en una d e las construcciones socia les más d inámicas y
relevantes. En particu la r, el fútbol incide en lo económico y comercia l, en e l ám bito
san itario, en el m u ndo de la estética y en el ámbito formativo de las personas . Es un
generador d e identidades colectivas o bien u n medio para expresar las (Vil l ena F iengo;
en A labarces, 2003 ) .
Po r otra parte, e l j uego, como proceso de socia lización, puede desarro l l a r una serie de
conductas deport ivas ind ividua les (d i scip lina, vo lu ntad , esfuerzo) y colectivas ( respeto,
tra bajo en equipo, lucha por una meta común ) . En muchos casos, la activ idad
deportiva puede cump lir fu nciones de una familia sustituta, con ro les definidos,
responsabil idades y derechos compartidos. Pero este juego puede convertirse en una
herramienta de l egit imación de l a discriminación, de l sexismo y de la vio lenc ia ,
generando escenarios donde se margine a l más débil ( Pe legrín Mu ñoz, 2002).
En este sentido es importante seña l a r cómo la dinámica de l mercado del fútbol ha
producido un ingreso a edades cada vez más tempranas de los jóvenes a una
moda lidad de práctica profesiona l en detrimento de l a práctica esencia l mente
deportiva . La producción de la imagen e identidad de l jugador de fútbol exitoso invita a
padres de estos jóvenes a ver la ca rrera potencia l de sus h ijos como una vía ráp ida e
impo rta nte de mejora de la economía doméstica antes que una oportunidad más para
l a formación de l joven (M uñoz Ramírez, 2004). También esta puede ser la mirada de
entrenadores, dirigentes de c lubes y obviamente d e los empresarios. Esta tendencia de
concebir tan tempranamente a los jóvenes como trabajadores profesiona les de este
deporte puede im plicar una exigencia sobre los mismos que traiga consigo
consecuencias sign ificativas sobre la construcción d e su persona lidad y el cu rso de sus
vidas .
4
Las t rayector ias d e los jóvenes que cursan por esta experienc ia t ienen los más d iversos
resultados . Los más exitosos i ngresa rán a una activi dad profes iona l que les traerá
reconocim iento, rea l izac ión y una s ituación económ ica muy favorab le para e l los y sus
fam i l i as, s iempre presentes en sus d iscursos. Los menos exitosos, en el sent ido de l
fútbol p rofes iona l, habrá n pasado por un proceso de soc ia l izac ión muy exigente que
los preparó tempranamente para una v ida adulta . Algunos habrán perd ido en este
cam ino buena parte de la juventud que e l ig ieron deja r, otros no la habrán perd ido por
esto, pues ya la h ab ían perd ido antes a l esta r ob l igados a asum i r roles adultos desde su
ado lescenc ia .
En este caso e l aporte está centrado sobre las personas que desempeñan e l rol
protagón i co en esta activi dad en las d ivis iones formativas del club Danubio y en lo que
hace esenci a lmente a las consecuencias sobre la construcción de sus proyectos de
vida .
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2. OBJETIVOS
Objetivo general
La p ropuesta d e este trabajo es observar y ana l izar l a subjetividad y las trayector ias d e
los jóvenes d e Danubio Fútbol C l u b que qu ieren transformarse e n futbol istas
profesiona les, i ntentando conocer cómo incide la práctica pre-profesional del fútbol
en los procesos de inclusión social de los mismos. De esta manera se qu iere contribu i r
a l conocim iento de l as representaciones soci a les que dan s ign ificado a las v idas de
estos jóvenes, buscando da r cuenta d e los procesos d e soc ia l i zac ión que estructuran
d ichas representaciones y cómo éstas inc iden en e l víncu lo entre práctica pre
profesiona l de l fútbol y otras esferas de inc lusión socia l . Se observan aspectos como el
capita l relaciona l constru ido por estos jóvenes, e l cu idado persona l y de sa lud de los
mismos, perspectivas labora les y profes iona les, cond i ciones educat ivas, construcción
de ident idades y e l conjunto de expectativas desarro l l adas a part i r de sus ca rreras
futbo l íst icas.
Objetivos específicos
• Discern i r qué t ipo d e relac iones se encuentran entre l a práct ica pre-profesiona l
de fútbol y otras activ idades juven i les .
• Ana l i zar qué t ipo de relac iones se encuentran entre la práct ica pre-profesional
de l fútbol y la educac ión forma l .
• Explorar si d icha práctica resulta un camino a lternativo para a lgunos jóvenes
que no encuentran en e l s istema educativo una perspectiva d e futuro .
• Conocer y descri b i r cuá les son las propuestas con las que cuenta Danubio
Fútbol C lub para trabaja r con ado lescentes en los procesos de soci a l izac ión .
2.1 F UNDAMENTACIÓN
La importanc ia y el interés socia l de estud ia r este tema rad ica en poder comprender
aspectos y problemáticas de las t rayectorias de jóvenes p roven ientes de d iferentes
contextos y rea l i dades que buscan ser futbol istas profes iona les. A su vez, estos pueden
ser objeto de po l ít icas enfocadas en e l desarrol lo de esta activi dad, vistas como
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favorable a p rocesos d e i nclus ión y como construcción de proyectos d e v ida
sosten ib les y soc ia lmente valorados.
E l interés socio lógico de este estud io consiste en aportar a la valoración de esta
activ idad en tanto práctica productora y reproductora de n uestra soc iedad, que genera
un ro l s ign ificativo (en especia l en la d imens ión cu ltura l d e la vida cotid i ana ) y muy
cod ic iado por m uchos pero logrado por muy pocos y que estructura además de la v ida
de m i l es de personas, las de sus fam i l ias y las de muchas inst ituciones de la sociedad .
7
3.FÚTBOLYJUVENTUD
Una de las áreas de prod ucción y expresión cu ltura l más im portante que conocemos
en las sociedades contem poráneas es el deporte. Dentro d e los deportes más
expand id os a lo la rgo y ancho de l mundo se encuentra e l fútbol . Es un espac io de
prod ucción soc ia l que imp l ica mú lt ip les formas de i nteracción entre personas de
d ist intas edades, trad ic iones, ideo log ías, nac iona l i dades y estratos soc ia l es, "E l fútbol,
en tanto a rena púb l ica, ofrece un escenar io s imból ico privi l eg iado para el
estab lec imiento de vínculos sociocu ltura les, a l a vez que para l a e laborac ión de
imag inarios soci a les de t ipo naciona l, genérico, generac iona l, c lasista, etc." (Vi l l ena
F iengo en Alaba rces, 2003: 29 ) .
D icha producción socia l se real iza a part ir de un conjunto de acc iones socia les de
menor ent idad que luego se amp l ifica n med iát icamente l l egando a ser un espacio
centra l de la producción period íst ica y e l conten ido pr inc ipa l de buena parte de la
prensa mund i a l . Esas acc iones soc ia les de menor entidad d e las que hablamos son la
propia práct ica de l deporte y las consecuencias que e l l a t iene sobre la vid a de sus
pr inc ipa les protagon istas: los jugadores.
3.1 JÓVENES EN PROCESO DE FORMACIÓN COMO JUGADORES DE FÚTBOL: EL CASO
DE DANUBIO
Diversos caminos l leva n a los jóvenes a ded icarse a l fútbol en forma pre-profesiona l .
Estos ca minos contienen d ist i ntas valoraciones sobre cómo i ncide d icha actividad en e l
proceso de socia l izac ión de los jóvenes. Por un l ado, encontramos actores invol ucrados
que resaltan l a im portanci a de d icha práctica pa ra l a inc lus ión soc ia l de los jóvenes. Por
otra parte, hay qu ienes afi rman que esta actividad desest imu la e l avance y
rend im iento esco la r.
Es necesar io avanzar en un conoci miento más profundo que aporte a l a valoración de
la práct ica de l fútbol como proceso de inc lus ión . Con este f in es que e l trabajo se
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propone ana l i zar e l caso de Danub io a n ivel juven i l , q ueriendo da r cuenta de las
vivencias de los jóvenes que e l igen tra nsitar este camino en e l c lub .
3.1.2 Algu nos conceptos centrales
Es importante ac larar que cuando se hab la de "futbol ista", se hace referencia a aque l l a
persona que, además d e jugar a l fútbol, l leva ade lante de forma sistemática un
conju nto de prácticas como e l entrenamiento y l a com petencia, formando parte de un
c lub, inst itución o equ ipo, ya sea de forma amateu r o profes iona l . Para este caso se
menc iona l a práct ica como "pre-profesiona l", ya que la m isma se encuentra en e l
marco de una ca rrera hac ia e l profes iona l i smo d e l a actividad futbol íst ica . La
com petencia a n ivel profesiona l com ienza a part i r de que el j ugador integra a lgún
p lantel de pr imera d iv is ión y esta actividad pasa a ser la de m ayor ded icación y
rem u neración en lo labora l .
3 .1. 2.1 Acerca de l concepto I nc lus ión Socia l
Cuando se hab l a de inc l us ión se d ebe precisa r acerca de las referencias con respecto a
las cua les se evidenci a que los i nd ivid uos o grupos se encuentra n más o menos
inc lu idos . Por lo tanto, se debe observar en fu nc ión de la re lac ión de los i nd ivi duos con
c iertos sistemas e i nst ituciones soc ia les.
"La inclusión social significa englobar al conjunto de la población en el sistema
de instituciones sociales, concierne tanto al acceso a sus beneficios, como a la
dependencia del modo de vida individual con respecto a los mismos. De aquí,
exclusión social refiere a todas aquellas condiciones que permiten, facilitan o
promueven que ciertos miembros de la sociedad sean apartados, rechazados o
simplemente se les niegue la posibilidad de acceder a los beneficios
institucionales" ( Lo Vuolo, 2004: 19; en Pa rdo, 2011: 100) .
A su vez, los exc lu idos son expulsados d e los espacios mater ia les y s imból icos de la
vida soc ia l aceptada por los va lores dominantes. Se ub ican por fuera de la
"norma l i dad" . Se puede dec ir que nadie se encuentra exc lu ido de l mundo, s ino que
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estas situac iones deben observarse a part i r de l a referencia sobre otros y con respecto
a d eterm inados s istemas soc ia les.
Las representaciones socia les de los i nd iv iduos, de acuerdo al espacio soci a l que
ocupen, marca si son parte d e los "d iferentes" o de los "comunes" . Sue len ser
estigmatizadas aquel las personas o grupos cuyas pautas de sentido no son socia lmente
compart idas (Torche, 1996) . Sus prácticas cotid i anas y va lo res no son reconocidos de la
misma manera, por lo que term inan s iendo exclu idos de los espacios soci a les
legitim ados. Estos gru pos logran, en muchos casos, constru i r lazos de sol i da ridad
interna, pero t ienen d ificu ltades a l a hora de consegu i r conso l idar vínculos soci a les
más a l l á de su gru po restri ngido .
Caste l p lantea la preca r iedad en que se ve sumerg ida buena parte de la soc iedad a
part i r d e la cr is is d e la soc iedad sa lari a l :
''ióvenes en busca de un primer empleo, que vagan de pasantía en pasantía y de
una pequeña tarea a otra; desempleados durante lapsos prolongados, a
quienes con esfuerzo y sin mucho éxito se trata de recalificar y remotivar: todo
ocurre como si nuestro tipo de sociedad redescubriera con sorpresa la presencia
en su seno de un perfil de poblaciones que se creían desaparecidas: los 'inútiles
para el mundo', que viven en él pero no le pertenecen realmente. Ellos ocupan
una posición de supernumerarios, flotan en una especie de tierra de nadie
social, no integrados y sin dudas inintegrables" (Castel , 1997: 416) .
E l autor pone en e l tapete e l prob lema de la 'desafi l i ac ión' de sectores cada vez más
n u merosos. Esta s ituac ión no sign ifica (a l menos no necesar iamente) la pérd i da de
víncu los con l a soc iedad, s ino l a falta d e proyectos i nd ividua les y colect ivos que l e den
sent ido a esos víncu los, dej ando de lado la anomia . Este es u n e lemento relevante para
la i nvestigación, ya que se i ntentará conocer si el fútbol puede servi r como espacio
alternativo de desarrol lo e i ntegración, frente a otros que ofrecen mode los de éxito
im posib les de a lcanzar para un sector importa nte de la poblac ión .
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Según Caste l , "la exclusión no es una ausencia de relación social sino un conjunto de
relaciones sociales particulares con la sociedad como un todo. No hay nadie que esté
fuera de la sociedad sino un conjunto de posiciones cuyas relaciones con su centro son
más o menos laxas". (1997: 447). Este autor pone el acento en las "estructuras dadoras
de sentido", no solo en la construcción de víncu los. Seña la que los exclu idos ven
l imitadas las posib i l i dades de acceso a apuestas y proyectos co lectivos que le den
sent ido a su vid a . Para Castel (1997: 15) tanto e l manten i m iento de relac iones socia les
só l i das como la estab i l id ad labora l ayudan a mantener a los i nd ividuos en zonas
i ntegradas de la sociedad, m ientras que el a i s l amiento y la falta de partic i pación en
activ idades productivas p roducen lo que é l l l ama la "desafi l iac ión" .
La i n clusión de estos i nd ivi duos t iene sent ido s iem pre que sea posib le ofrecer mayores
oportun idades de futu ro, tanto en la esfera labora l como en el campo s im ból ico:
"Mejorar la socialización de los jóvenes y ampliar la gama de su calificación profesional
eran las condiciones necesarias para una elevación del nivel que les permitiera
aprovechar las oportunidades que se les ofrecían. Condiciones necesarias, pero no
suficientes". (Castel , 1997: 429)
Por lo d icho anter iormente, se sost iene que debemos atender los procesos de
inc lus ión/exc lus ión con respecto a a lgo. Para este estud io se enfoca e l proceso de
inc lusión de estos jóvenes d esde las d imens iones socia l y s im ból ica . Se ana l iza la
construcción de i dentidades de los m ismos, las d ist intas rea l i dades educativas
encontradas, su ca pital re lac iona l y las perspectivas de futuro en lo persona l,
educativo, labora l y futbol ístico. Atend iendo las subjetividades de la poblac ión en
estud io, se presta la mayor atenc ión a aque l los e lementos que constituyen las
estructuras dadoras de sent idos para la m isma .
3 .1.2.2 Debate en torno a l concepto Juventud y su deven i r h i stór ico
En las ú lt imas d écadas el debate referente a qu iénes son los jóvenes y, más aún , qué
son los jóvenes, ha concentrado buena parte d e l a producción teórica de las c ienci as
soc ia les . Cuestiones como el momento h istórico, l a cu ltura, e l espacio geográfico o la
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clase soc ia l hacen a l menos d iscutib le entender la "juventud" como una categoría
homogénea, como un concepto un iversa l . Más a l l á de las edades, se puede observar
q u e las situac iones de v ida las personas pueden l levar a rea l i dades muy a lejadas entre
sí, i n clus ive d entro de l mismo país, c iudad o barrio .
Para Bou rd ieu, qu izás e l pr inc ipa l detractor d e la ut i l i zac ión de este térm ino como
categoría de aná l is is que englobe rea l idades d istintas, la d isputa por e l poder es
comprend ida como una d imensión ana l ít ica relevante. Ent iende que :
"la edad es un dato biológico manipulado y manipulable; muestra que e l hecho
de hablar de los jóvenes como una unidad social, de un grupo constituido, que
posee intereses comunes, y de referir estos intereses a una edad definida
biológicamente constituye en sí una manipulación evidente. Al menos habría
que analizar las diferencias entre las juventudes" (Bourdieu, 2002: 164).
Menciona las d iferencias que existen entre aq ue l los que d ed ican su m ayor esfuerzo a l
trabajo y aquel los que son estud i antes, más a l l á que tengan la m i sma edad b io lógica.
En nuestro pa ís encontramos vis iones como la de F i lardo :
"El supuesto de homogeneidad de los jóvenes es claramente rebatible desde el
mundo de la vida. Las propias 'situaciones de vida', de clase social, aún de lugar
residencia/ de individuos de la misma edad, hacen posible una variabilidad lo
suficientemente relevante (y empíricamente demostrable) de la incapacidad de
situar una posición similar entre aquellos con el mismo número de años
cumplidos, o de los que están comprendidos en un rango de edades" ( F i l a rdo,
2005: 6 ) .
Este punto de vista aporta e lementos que dan cuenta de l a relat ividad de l concepto de
juventud .
1 2
Como sabemos, la j uventud no existió desde s iempre, du rante mucho t iempo se
dej aba de ser n iño o n iña para ser adu lto. Aries {1960) muestra las d iversas vis iones
con respecto a la n i ñez que han exist ido en d iferentes momentos de l a h istoria , más
precisamente desde el s ig lo X hasta la época moderna .
Bou rd ieu sost iene que "solo con un abuso tremendo del lenguaje se puede colocar bajo
el mismo concepto universos sociales que no tienen casi nada en común" ( Bou rd ieu,
2002: 165 ) . S in embargo, para Margu l is (1996) existen e lementos comunes en los
jóvenes, más a l lá de aceptar a lgu nas de las d i ferencias p lanteadas por otros autores.
I nd ica que "la juventud es una condición constituida por la cultura pero que tiene, a la
vez, una base material vinculada con la edad" (Ma rgul is, 1996: 18) . Discutiendo con
Bou rd ieu, seña la que e l 'capita l tem poral ' es lo que define a los jóvenes como tales. La
sensación de estar a lejados de la muerte, con todo lo que esto impl ica, es un rasgo
identitario de la j uventud, cua lqu iera sea su condic ión socia l , económica o cultu ra l .
"La juventud como plus de energía, moratoria vital (y no solo social, como dicen
todos los estudios) o crédito temporal es algo que depende de la edad, y esto es
un hecho indiscutible. A partir de ahí comienza la diferencia de clase y de
posición social en el espacio social, lo que determina el modo en que se
procesará posteriormente" (Ma rgu l is, 1996: 24) .
Al mismo hecho Bourd ieu (1990) le otorga otra m i rada , un enfoq ue d i fe rente. Esa
d istancia con la muerte y la sensación de que la vida está por de l ante también es
tomado como un rasgo identitario de la j uventud . Pero esto, visto d esde e l confl icto de
generaciones, a part i r de l cua l qu ienes no se encuentran en esa situac ión y s ienten que
e l porven i r, l o m ejor de l a v ida ya pasó, miran con rece lo todo lo que los jóvenes
construyen e i nnova n . En este caso, l a sign ificación de ' la j uventud' como ta l esta ría
s iendo atribu id a pr incipa lmente por qu ienes se encuentran fuera de esta categoría .
La apertura de este campo de i nvestigación en U ruguay se d io varias d écadas después
que en e l pr imer mundo . Ya entrada la segunda m itad de l s ig lo XX encontramos los
pr imeros apuntes de la l iteratura refer ida a este tema desde las c ienc ias soc ia les . En
1 3
pr inc ip io, la cons ideración de los j óvenes estaba basada espec ia lmente en la edad
b io lógica de las personas y e l d ebate teórico no i ntentaba profund izar en otras
d imensiones.
Lovesio y Visca rd i señalan cómo "el problema de la juventud, como problema social,
pasó por determinadas instancias de legitimación académica, profesional y pública"
( Lovesio y Visca rd i , 2003 : 25 ) . A comienzos de los años sesenta los jóvenes eran vistos
como estud iantes ante todo. A part i r de la i rrupción d e éstos a l fi na l de la d écada,
s iendo protagon istas pr inc ipa les de los confl ictos pol ít icos, su presencia y sign ificado
comienza a cambiar, tanto para la sociedad como para e l mundo académico. "Se sitúan
como un sector con una experiencia social determinada por su inscripción generacional
que los hace portadores de una visión del mundo que se opone a la de las anteriores
generaciones" ( Lovesio y Viscardi , 2003: 26) . La concepción d e l a j uventud du rante la
d ictadu ra cambia n uevamente, ahora son aque l los a los cua les hay que d isci p l i na r;
socia l i zarlos de ma nera ta l que adopten las pautas necesa rias para la i ntegrac ión
funciona l a l poder pol ít ico de entonces. En l a posdictadu ra se introduce e l concepto de
'moratoria' , a part i r de l cua l se veía con natura l i dad l a neces idad d e que la soc iedad
ofrec iera a los jóvenes l a posib i l i dad de rea l i za r una trans ic ión y así prepara rse para la
vid a adu lta, sobre todo capacita rse para e l mu ndo de l trabajo; aquí se t iende a
prolongar la etapa j uveni l . A fi nes de los ochenta aparece u n a vis ión más i nt�ral de
los problemas de los jóvenes, comenzando a prior izarse las s ituac iones más comp lejas
de a lgu nos sectores socia les; aparece e l prob lema d e la exc lus ión soci a l .
E l concepto de moratoria empleado por Rama (1989 ) tuvo fuerte impacto en l a
soc io logía u ruguaya . Con l a prolongación de la educación forma l para l a mayoría de los
jóvenes comienzan a observarse a lgunos cambios en las trayector ias de v ida de las
personas y la postergación de un conjunto de p rácticas que representan l a v ida adu lta,
ta les como comenzar a trabaja r, independ izarse o constru i r u n a fam i l i a . Si bien e l a utor
reconoce que este proceso no transita de la m isma manera para todos los sectores
soc ia les, s iendo, en este sent ido, más p recar ia la s ituación de los más pobres, el
aná l is is d eja de lado otros t i pos de confl ictos como el de las generaciones. Además,
cabe record ar que esta vis ión sigu ió impu lsándose du rante l a década de l noventa, en
14
espec ia l desde el poder pol ít ico. La necesidad de tener personas m ejor formadas y las
po l ít icas d i r ig idas a part i r de esta vis ión fueron dejando de lado a los sectores más
déb i l es, qu ienes encontra ron demas iadas d ificu ltades para p rolongar su educación s in
poner en riesgo l a economía d e sus hogares.
3.2 ANTECEDENTES
La p roducción teórica refer ida a l fútbol desde las c ienc ias soc ia les en nuestro pa ís es
escasa, más aún s i tomamos en cuenta que se trata de una de las expresiones
cu ltu rales más importantes de l U ruguay.
Los pr imeros trabajos vi ncu lados a l deporte desde las c iencias socia les surgen en
Europa en l a década de l veinte del s iglo pasado de l a mano de H einz Risse (1921),
donde se identifica la fu nción transformadora de la persona l idad de la p ráct ica
deportiva. En las últ imas décadas a lgunos autores reconocidos como Bou rd ieu (1993}
se aproximaron a la temática, en este caso a part i r de una m i rada acerca de la
sign ificac ión del deporte según la c lase soc ia l , pero de todas maneras l a misma sigu ió
a lejada de los tópicos centrales de l a sociología.
En América Lat ina comienza a haber prod ucción teórica recién en la segunda m itad de l
siglo XX, princ ipa lmente aportada desde Argenti na , Brasi l y México. En las últ imas
décadas los mayores aportes su rgen por pa rte d e Pab lo Ala barces, pr inc ipa lmente
enfocado a las fu nciones de l deporte, representaciones e ident idad, ya sea con
producciones propias (1996, 2002) o como comp i l ador (1998, 2000, 2003) . S in
embargo, sus contri buc iones más próxi mas en e l t iempo refer idas a la temát ica
deportiva (2004, 2005) se enfocan sobre el comportam iento de las h inchadas y la
vio lenc ia en el fútbol .
En nuest ro país, q u ien ha trabajado desde un enfoque s im i l a r es Rafae l Bayce (1986,
1991, 1996), estud iando esta relación desde las representac iones colectivas y ritua les
vi ncu lados a l fútbol . Además, conta mos con un estud io de Andrés Mora les (2002) que
ana l i za las relaciones entre pol ít ica, sociedad y fútbol en nuestro pa ís .
1 5
Más cercano a las temáticas abordadas en esta i nvestigación, encontramos dos
a portes muy i nteresantes, como e l del españo l F rancisco M u ñoz Ram írez (2004) y un
estud io de caso de los hermanos Barba M a rtín en R ío de Jane i ro (2006) . Ambos
tra bajos están enfocados en l a re lación "fútbol - integración socia l"; e l pr imero
observa cómo el fútbol puede servi r como modelo de cohesión e integración socia l , el
segu ndo ana l i za a lgu nos resu ltados de un programa que busca la i ntegrac ión de
jóvenes a través de l fútbol en l a s favelas de R ío.
En materia de i nvestigaciones abocadas a l deporte juven i l se encuentran los aportes
de l a rgent ino M a rcelo Roffé {1999, 2003), referidos pr inc ipa lmente a l estud io de l
com portam iento de futbol istas juven i les en la a lta competenc ia . En n uestro pa ís
encontramos como ú lt ima referenc ia una investigación de D'acosta de l 2007, donde se
investiga los cam bios en l a estructura y e l func ionam iento de nuestro fútbol juveni l , y
otra d e María I n és F i rpo en 2004 acerca de las pos ib i l i d ades de intervenc ión de l
Trabajo Soc ia l en d ist intas áreas de l fútbol , metiéndose de l leno con las d iv is iones
juven i l es en l a mayoría de las propuestas fi na les . Como se puede observar, no se
cuenta con muchos antecedentes teóricos vincu lados estrechamente con e l p ropósito
de este trabajo.
Por otra parte, en cuanto a la pol ít ica deportiva, a part i r del 2009 com ienza el
programa "Gol a l Futu ro" . E l m ismo es ejecutado desde la D i rección N ac iona l de
Deporte del M in i sterio de Tur ismo y Deporte junto a otros actores e i n st ituciones
estatales y d eportivas. Este p rograma t iene como espacio de acción a los c lubes
profes iona les de la AUF y su poblac ión objetivo son los j ugadores de las d ivis iones
juven i l es, en part icu lar qu ienes i ntegran los p lanteles de sub 14 y sub 15 . E l trabajo
está enfocado en tres áreas : educación, salud y deporte. En la primera de éstas se
br inda acompañamiento en e l proceso educativo formal , ofreciendo clases de apoyo
en la preparación de exámenes y ta l leres de ori entación vocaciona l, para i ntentar
combatir la deserción de estos jóvenes del s istema . En lo que refiere a la salud, se
busca promover comportam ientos sa ludables para la vid a d eportiva, e l acceso a una
a l imentación sana y e l control y segu im iento de las cond iciones san itar ias de los
1 6
futbol istas. E n cuanto a lo deportivo, se p romueve la adopción de pautas organ izativas
por parte de los c lu bes, con adecuac ión de horarios y de criterios de tra bajo, con
objetivos comunes de med iano y l a rgo p l azo, además de bri ndar prestac iones de
equ ipam iento d eportivo para la práct ica de fútbol1.
1 Ministerio de Turismo y Deporte (http://www.deporte .gub. uy/web/i ndex. php?option=com _k2& v iew=item& id=460: go I _al_ futuro& 1 tem id= 208)
17
4. METODOLOGÍA
Se trata de u n estud io de caso exp loratorio y descriptivo, basado en e l uso de técnicas
cua l itativas de i nvestigación socia l .
L a perspectiva cua l itat iva obedece a la natura leza de l objeto d e estudio y a l interés
conten ido en las preguntas de investigación, d ado que se pretende conocer e l tipo de
re lac iones perci b idas entre la práctica pre-profesiona l de fútbol , otras actividades
juven i l es, la ed ucación formal y el mundo de l trabajo d esde la perspectiva d e los
p rotagon istas de estas actividades.
E l un iverso a l que apunta este trabajo es e l de los jóvenes que pract ican fútbol en las
d iv is iones formativas de Danub io . Se e l igió real izar un estud io de caso i ntenta ndo
conocer y d escrib i r la rea l i dad de l c lub d esde mú lt ip les pu ntos d e vista, ut i l izando
técnicas que perm iten conocer en profund idad las d iferentes trayector ias d e los
jóvenes deport istas. La e lección de este club se debe a dos pr inc ipa les razones:
1. Es una de las instituc iones más exitosas a n ivel juven i l en mater ia de t ítu los
loca les {1212) ; j unto a Defensor Sport ing Club son reconocidos en e l ám bito del
fútbol como los equ ipos que mejor han trabajado en d iv is iones formativas en
las ú lt imas décadas; h abitua l mente es de los c lu bes que más jugadores aporta a
las se lecciones juveni les {por ejemplo, 5 de 21 en l a se lección u ruguaya sub 20
vicecampeona de l mundo en este año) .
2 . E l conocim iento propio sobre e l c lub, tanto en re lación a su fu nc ionamiento
como de sus d i rigentes y a l legados3.
Las técnicas uti l i zadas en este estud io d e caso fueron l a entrevista y l a observación . En
pr imer lugar se rea l izaron ve i nte entrevistas. Siete d e e l las fueron hechas a
2 Fuente: www.danubio.org.uy 3 Cabe destacar que durante el año 201 O fueron contactados el entonces presidente y la trabajadora social del club, quienes brindaron todo el apoyo y asumieron su compromiso para llevar la investigación
adelante. Con esta última el contacto ha sido permanente desde mediados del 201 O hasta la finalización del trabajo de campo en junio de 2011.
18
i nformantes ca l i ficados (trabajadora socia l, d i rectores técnicos, d i rigentes de l c lub
Dan ub io) , referentes de l fútbol j uven i l tanto a n ivel d e c lu bes como de selecc iones y
d i r igentes de la AUF . Las m ismas tuvieron como pr inc ipa l propós ito e l conocer y
d escrib i r cuá les son las propuestas con las que cuenta esta i nstituc ión para trabajar
con ado lescentes en los procesos de inc lus ión .
Cuadro 1 . Entrevistas rea l izadas
Jugadores Informantes calificados
sub 14 1 sub 19 del club 1 externos al club 7 1 6 4 1 3
Fuente: e laborac ión prop ia
Por otra parte, pa ra dar cuenta de los restantes objetivos, que consisten en conocer e l
t ipo de re lac iones que se estab lecen entre l a práctica pre-profes iona l de fútbol , la
educac ión forma l y otro t ipo de actividades juven i l es, as í como i nd agar si la actividad
futbol íst ica constituye un camino a lternativo para a lgu nos jóvenes cuando no lo
encuentran en el s istema educativo, se rea l izaron trece entrevistas de ca rácter
exploratorio a jóvenes de las d ivisiona les sub 14 y sub 19 de las formativas del Danub io
Fútbol C lub . Los jugadores entrevistados serán nombrados con seudónimos para
garant izar su anon imato.
Para comp lementar la información relevada en las entrevistas se ap l icó la técnica de
observac ión . En los entrenamientos y part idos de fútbol se observaron y registra ron
los comporta mientos de los futbol istas y equ ipo técn ico . Esta técnica perm ite
desarro l l a r la v is ión del i nvestigador, s iendo complementar ia a la percepción de los
entrevistados. Además, ayud a a conocer a lgunos e lementos que no aparecen en las
entrevistas, ya que en estas ú lt imas no s iempre se d ice todo . De esta manera se buscó
capta r y comprender los contenidos de la i nteracción entre los sujetos y a l m ismo
t iempo conocer la cot id i an idad de los grupos estud i ados .
Las características que asumieron las i nstanc ias d e observac ión p rocu ra ron no inc id i r
en l a pob lac ión estud iada, ya que tanto en las p ráct icas como en los part idos m i
ub icac ión estaba s ituada con el resto de l púb l ico (natura lmente, l a mas ividad de l
19
m ismo era más importante en los part idos) . Solamente h ubo dos i nstancias previas de
encuentro d i recto con los gru pos en las presentaciones a ambos p lante les, además de
un viaje en ómn ibus con los jugadores de sub 14 a u no d e los part idos.
La tr iangulac ión de i nformación proven iente de ambas técnicas permit ió conocer,
d escri b i r y comprender aspectos contextua les y de la subjet iv idad d e los jóvenes que
constituyen e l objeto de este estud io . Natu ra lmente, la real izac ión de l a s entrevistas,
tanto a jugadores como a i nformantes ca l i ficados, ofreció mayor i nformación para el
aná l is is poster ior que lo que pudo bri ndar la técnica de observación . Así, esta ú lt ima
resu ltó comp lementar ia, aportando un mayor conocim iento a l respecto de l
comportamiento cot id i ano de los jóvenes en e l c lub, e l v íncu lo entre e l los y la relación
con los equ ipos técn icos.
Como se ha mencionado, l a i nvestigación consiste en un estud io de caso de las
d ivisiones formativas del c l ub Danubio, centrándose en los jugadores de las categorías
de mayor y menor edad . En este sentido, la poblac ión objeto de estud io fueron los
jóvenes de las d ivis iona les sub 14 y sub 19 de las formativas de Danubio Fútbol C lub
de l año 2011, i ntegradas por 28 y 26 futbol istas respectivamente. La e lección d e las
categorías se fu ndamentó en que d e esta forma se pued en observa r las eventua les
d iferenc ias que pud ieren exist i r entre los futbol istas más jóvenes y los mayores, así
como para capta r la mayor va ri ab i l i dad posib le de los d iscu rsos y también comprender
la evo lución tempora l de las representaciones d e los jóvenes. Esto nos permite
observar las princ ipa les transformaciones surgidas en e l p roceso de formación.
Los criterios para l a se lecc ión de casos a entrevistar consistieron en constru i r una
muestra i ntenciona l , que d ie ra cuenta d e s ituac iones d is ími les entre los jóvenes de
estas categorías, de modo d e captu rar toda la va ri ab i l i dad posib le en los fenómenos
que se qu is ieron observar . Por ejemp lo, se entrevistó a jóvenes con d ist intas
situaciones fam i l i a res, desempeños educativos, contexto soc ia l , económico y cu ltura l .
Para esto fue út i l la i nformación re levad a en l as entrevistas exp loratorias a
informantes ca l ificados y reun iones con los equ ipos técnicos. Para la s istematización
de l a i nformación relevada fue uti l i zado e l programa MAX.QDA.
20
Las pr inc ipa les d imens iones uti li zadas en las entrevistas corresponden a l d esa rrol lo
conceptual y los p ropósitos de l a i nvest igación p lanteados anter iormente. Estas son :
dl) contexto socia l , económico y cultural ; d 2) t rayectoria y rea l i dad ed ucativa del
joven ; d3) i ntegración soc ia l , part ic ipación y pertenencia, uso de l tiempo l i b re; d4)
herram ientas br indadas por el c lub para la formación e inc lus ión socia l de los
futbol istas juven i les (ver anexo) .
De esta manera se busca generar h ipótesis acerca de las trayectorias de los jóvenes
que se encuentran practicando fútbol en las d iv is iones formativas de los c lubes
profesiona les de l fútbol u ruguayo, que futuras investigac iones confi rmarán,
desest imarán o refinarán .
21
S. MORATORIA SOCIAL Y CARRERA DE FUTBOLISTA EN LOS
JUVENILES DE DANUBIO
A cont in uac ión se presentarán los pr inc ipa les resu ltados de l aná l i s is de l mater ia l
obten ido en e l trabajo de ca mpo, que dan cuenta de l a inc idenc ia de la práct ica p re
profesiona l de l fútbol en los procesos de i nclus ión soc ia l de los jóvenes que i ntegran
las d iv is iones formativas de Danubio Fútbol C lub . De d icho proceso de anál is is su rge la
importancia de va lora r a lgu nas d i mens iones: la v incu lación con e l estud io, la
va lorac ión a l respecto de l mercado de trabajo y l a prop ia actividad futbo lística
cons iderada como actividad pre-profes iona l .
Para e l lo se ana l i za l a re lac ión entre estas d imensiones pr inc ipa les que partic i pan en e l
proceso de inc l us ión y sob re las que la práctica de fútbol t iene una fuerte inc idencia, y
otras d imensiones y vari ab les que i ntervienen en d icha re lac ión y que proponemos
agru par las en dos categorías. Por un l ado la d imens ión contextua l , en donde part ici pan
factores como la relación con e l c lub donde practican e l fútbol, l a inc idenc ia de los
grupos de pares y e l entorno fam i l i a r . Por otro l a d imensión socio-cu ltura l , donde
operan factores más comp lejos: las expectativas, l a construcción de una i dent idad o la
valoración y s ignificación de l a j uventud .
5.1 FÚTBOL Y JUVENTUD: ¿ U N CAM INO DISTI NTO?
5.1.1 El día a día
En el caso en estud io podemos observar cómo la d iferencia de edades entre una
d iv is ión y otra marca d iferencias en las rut inas y activ idades . Entre semana los más
jóvenes se encuentran todos en sus respectivos centros de estudios en l a maña na,
l uego van a entrenar tem prano en l a tarde, pa rt iendo para sus casas no antes de las
17:30 horas. Las actividades que d esarrol lan en su t iempo l ibre se encuentran muy
acotadas, ya que l l egan muchas veces a sus hogares entrada l a noche, ten iendo que
cump l i r con las tareas y deberes de l l iceo o UTU. Pa ra l a mayor parte de estos
ado lescentes la part ic ipac ión en esta d ivis ión (sub 14) coinc ide con el pr imer año en e l
22
c lub, por lo que recién están conociendo a sus compañeros. Los grupos pr inc ipa les de
pares y d e referenc ia aún se encuentran en e l ba rrio, en e l l iceo o en lugares d iversos.
Por otra parte, cuando i ndagamos sobre los espacios de socia l i zación de los
i ntegrantes de la sub 19 nos encontramos con u na rea l i dad d iferente. Los am igos
pr inc ipa les ya son futbol istas (de Danub io u otros c lu bes), la part ic ipación en otros
ámbitos juveni les es muy escasa ( nu l a en a lgunos casos) y las ruti nas d i a rias t ienen que
ver con lo que a esta a ltura toman como profesión: e l fútbo l . Ornar cuenta su d ía así :
"entreno de mañana, me quedo después de entrenar en la sala y voy a casa. Como, me
acuesto una siesta y después voy para un gimnasio". La d ed icación es tota l , como un
profesiona l, y a lejada, según cuenta, de sus viejos am igos del barr io .
Según Ciganda (2008), existe una tendencia en los jóvenes u ruguayos a postergar los
eventos típicos de transic ión a la a d u ltez. Sin embargo, a pa rt i r de los registros de las
entrevistas real izadas, podemos dec ir que en los casos de peor rend im iento escol a r y
aque llos provenientes de fam i l i as humi ldes, la presión por " l legar" sue le ser muy
im portante para esta etapa de l a vid a . I nc lus ive, la neces idad de "hacer p lata" para
ayuda r a la fam i l ia , no solo está i nterna l i zada por e l los, s ino también esti mu lada por
los prop ios fam i l i a res. Su tránsito por l a j uventud, entonces, está ca rgado de
responsab i l idades propias de l "mundo adu lto". Estos casos se acercan a aq ue l los que
Margul is c las ifica como "jóvenes no juveni les", ya que "no gozan de la moratoria social
y no portan los signos que caracterizan hegemónicamente a la juventud" (1996: 22) .
5. 1.2 Lo que se pierden
Como veremos más ade lante, los jóvenes comienzan a ser d iscip l i n ados al l legar al
c lub . Pod ríamos hab lar de un p roceso de 'resocia l i zación', donde deben comprender
los valores y ob l igaciones de l deporte colectivo. Los casos d e mayor exigencia son los
de aque l los que viven en la sede o en casas de contratistas. A la vida juven i l se le
ponen l im itantes de act iv idades, hora rios y sa l idas, y e l cu idado persona l debe estar
acorde a l a práctica pre profesiona l de l d eporte. "Hay reglas y tenés que cumplirlas.
Entre semana tenés que llegar antes de las 10 de la noche, si no llegás antes de las 1 0,
pasando las 1 0 dormís afuera", nos cuenta lván (su b 19), a l respecto de las normas de
23
la casa de su contratista, donde é l vive con jóvenes futbol istas d e otros clubes
profes iona les.
Buena parte de los jugadores entrevistados responden en una pr imera insta ncia que
pueden tener una "vid a joven" sin problemas. Pero cuando las p reguntas van hacia
cuest iones concretas, a h í aparecían las "pérd i das". Los ba i les, cumpleaños de quince,
momentos l i bres con am igos, espacios cot id ianos con la fami l i a son a lgunas de las
ausencias más mencionadas . S in embargo en todos los casos existe un convenc imiento
acerca de que estas situaciones son p roducto d e una e lección, que es por hacer lo que
les gusta : jugar a l fútbol . "Vine a Montevideo a jugar", afi rma Diego (sub 19) . M ientras
que Hernán (sub 14) cuenta lo suced ido horas antes de l a entrevista y su pensam iento
al respecto : "Ahora me junté con mis amigos y me llamó mi madre: 'tenés que ir a la
práctica'. Y me fui nomás a la práctica . . . Porque de los 13 a los 17 es lo mejor que te
viene, porque es el momento de disfrutar, salir de noche . . . "
Por otro lado encontramos el d iscurso adulto acerca de l a necesidad y las bondades de l
esfuerzo, responsab i l idad y sacrific io. Bauzá, p residente d e l a Asociación Uruguaya de
Fútbol , d ice a l respecto que "e/ que también va a trabajar a la construcción y se
levanta a las 6 de la mañana, si no rinde en el trabajo, después pierde"; hac iendo un
para le l i smo con la ca rrera d e futbol ista desde l a adolescenc ia .
Algunos estud ian, otros no . Más ade lante veremos qué hacen en los ratos l i b res. Pero
resulta l l amativa la ausencia de estos jóvenes en otros espacios o actividades juven i les.
Cuenta F i rpo, trabajadora soc ia l del club:
"nosotros teníamos uno de Me/o que tenía un grupo de rock, y grababa
canciones y todo, ¿ viste ? (. . . ) Nunca logramos hacer realmente la coordinación,
pero a principios de este año me acuerdo que me llamaron por un chiquitín para
saber si estaba acá en Danubio, que también iba a salir en una murga joven. Y
bueno, querían saber todo el tema del estudio, y todas esas cosas. Alguno hay,
pero son pocos. Si. Pocos".
24
Mucho t iene que ver l a fa lta de t iempo l ibre, pero en cua lquie r caso no deja d e ser
verdad que pasa n toda su ado lescencia ( los que siguen jugando) s in pa rticipar
coti d ianamente de espacios juven i les por fuera de sus obl igaciones. Para Coito,
d i rector técnico de la selección juven i l uruguaya sub 17, esto sucede :
"no solamente porque tengan un partido a l otro día, sino porque a veces están
cansados y no tienen resto físico o ganas de ir a una actividad donde puede ir
cualquiera de sus amigos. O porque también, de repente, al otro día se tiene
que levantar temprano, o porque tiene que cumplir un horario. O porque les
gusta tanto el fútbol que son capaces de dejar de lado muchísimas cosas que
deben vivir, para mi gusto, también a su edad. Porque es parte de su
formación".
Igua lmente, no todos se p ierden de lo mismo. Para Bourd ieu existen d i ferentes
juventudes que, en un sentido ana l ít ico, podemos s imp l ifica r en dos (aunque é l mismo
sost iene que entre las mismas puede encontra rse figuras intermedias ) : la d e los
jóvenes que estud ian y la de los jóvenes que trabajan . "Estas 'dos juventudes' no
representan más que los dos polos opuestos, los dos extremos de un espacio de
posibilidades que se presentan a los Jóvenes"' ( Bourdieu, 1990; 165) . U ruguay no
escapa a esta rea l idad .
. "Son sólo algunos sectores sociales los que presentan un modelo de transición
tardío, menos ordenado y más complejo. Esta nueva adultez (o adultez
emergente) que implica el retraso de la asunción en los roles adultos para dar
paso a un nuevo período de experimentación en el que se produce una
acumulación importan te de capital educativo, es, en países como el nuestro,
una alternativa para los que pueden y no para los que quieren" (Ciganda_,
t!,Q��;.;; .... -,-�>>, fl , '\ - , "·
78). /{�·- ."· ' . - . . ' '\ tí ,.) • ¡: : •J ' \< •. -� ·. \
. '/
Veremos ejemp los d e lo que a lgunos t ienen como a lternat iva a l fútbol, que e�' t r'a ,bajac, ." n ., )· . ., ,..t/
desde temprana edad . No todos pueden sent i r que están de rrochando parte de su vicfa�.::\;::::?:::->'
juven i l . Es im posible si l a otra opción es también l a adultez temprana. "Mi viejo no
25 b :' -�6f\ -i ._/
tenía mucho /aburo y lo ayudábamos (. . .) Son días, esos que tenés pa' /aburar. Para
/aburar no, pero mi padre me decía que lo ayude y yo lo ayudaba", cuenta lván (sub
19) . En esos casos el fútbol puede volverse una mejor oportun idad de d esarrol lo,
convivencia con otros de su edad, entreten im iento y expectativas d e un futuro mejor.
5.2 LA CARRERA DE FUTBOLISTA Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA IDENTIDAD
A n ivel i nternaciona l , la sociología del deporte ha p restado especi a l atención a l papel
que cum ple en los procesos d e integración socia l . En particula r, e l fútbol sue le ser un
espacio relativa mente ab ierto a los d iferentes grupos soc ia les (clases, etnias,
generaciones, etcétera) , contribuyendo así a l a construcción de vínculos afectivos y
generación de capita l soc ia l (Alabarces, 2003 ) .
Nos encontramos con pos ib les ventajas derivadas de l a part ic ipación en deportes
desde temprana edad . Según Smol l ( 1991 ) a lgunas de e l las son : por un lado beneficios
fís icos ta les como a lcanzar destrezas deportivas y d isminuir los riesgos en salud. Otros
psicológicos, como e l desarro l l a r destrezas de l i derazgo, com petitividad , ca pac idad de
cooperación, auto-rea l izac ión y auto-confi anza . A su vez, la práctica deportiva es
también una actividad soc ia l importante en la que se pueden generar nuevos vínculos
y re lac iones persona les. De esta ma nera e l deporte puede ser útil como herra mienta
educativa en lo que refiere a lo afect ivo, lo soc ia l , lo inte lectual y lo motor, s iendo una
va l iosa a lternativa en la formación humana y at lética de n iños, n i ñas y jóvenes.
5.2.1 Orígenes en el fútbol y el comienzo de la carrera
En nuestro pa ís el más popula r y practicado de todos los deportes es e l fútbol , s iendo
uno de los e lementos pr inc ipa les de identidad nac iona l . Particula rmente para los
varones la práctica hab itua l de este d eporte, ya sea en el barrio, en e l centro de
estud io o en a lgún club, es vista como natura l desde l a n iñez, s iendo de l a s pr inc ipa les
costum bres adoptadas desde temprana edad, más a l l á de d ife rencias cultura les,
socia les, económicas o re l igiosas.
26
La p ráctica deportiva ofrece la posib i l i dad de compart i r entre pares ámbitos d e ocio,
d isfrute del t iempo l i b re e i ntegración socia l , donde la p lura l idad, la so l id a ridad y la
tolerancia son parte de la esencia misma de estos espacios. Gustavo M acha ín, e l
entonces Coord inador de Divisiones Juven i les de Danubio, reflexiona d ic iendo que "es
algo que el Estado tendría que darse cuenta, que estos botijas son los más económicos
a la edad de ellos que tiene el Estado. Le traen los menos problemas posibles". Además
se ha seña lado su rol de canal de movi l i dad soc ia l ascendente, en especia l para
quienes no t ienen otras oportun idades, y su valor pedagógico en el proceso de
socia l izac ión, perspectiva en la cua l e l deporte, en este caso e l fútbol, se considera una
a lte rnativa para la transmisión de aquel los va lores que fund amentan la convivencia y
la so l i da ridad (Alabarces, 2003 ) .
Según los entrevistados, en nuestro pa ís la mayoría de los varones quieren ser
jugadores de fútbol en a lgú n momento de su i nfanc ia . "Todos quieren ser jugadores de
fútbol. A los 14 años quieren ser todos jugadores de fútbol", sostiene M achaín . De ser
as í, se entendería por qué tantos n iños y jóvenes dec iden p robar suerte en clubes
profes iona les. E l fútbol y la imagen del futbol ista están integrados a nuestra cultura e
ident idad . Al dec ir de Fab ián Coito "ser futbolista está en la cabeza de cualquier niño
en el Uruguay". Con respecto a esto, Gerardo Rodríguez, d irector técnico de la
categoría sub 19, p iensa que "acá desde que nacemos ya vemos fútbol, jugamos al
fútbol, a los 6 años ya hay baby fútbol por todos lados. A todo el mundo, acá, le gusta
el fútbol, como a los americanos les debe gustar el básquet".
Entre los futbol istas entrevistados, la m ayoría ( 10 de los 13) comenzó a juga r en baby
fútbol entre los 3 y los 5 años. En a lgunos casos la d ecis ión fue tomada por los pad res,
lo cua l comienza a mostrarnos a lgo que comenta remos más tarde : la inc idencia, para
b ien o para ma l , que t ienen éstos en la trayectoria futbol ística de sus h ijos.
I gua lmente, no debería asombrarnos los d iferentes caminos por los cua les los n iños (y
ahora también n iñas) l legan al baby fútbol . Estamos hablando de una actividad que
convoca semana tras semana a más d e 60000 n iños y n iñas4. Para M acha ín, "cuando
ellos llegan a Séptima hay un peso fuertísimo del Baby fútbol. Es el movimiento social
4 Fuente: Organización Nacional de Fútbol Infantil (www.onfi.org.uy).
27
más grande que tiene el país. Y el más económico dentro de todo. Es donde se generan,
aparte, los primeros hábitos para el deporte". En la misma l ínea de defensa y
promoción d e este movimiento, Alfredo Etchandy, pres idente de l a Organ ización
N ac iona l de Fútbol Infanti l , opina que "desde el punto de vista de la integración social
es fundamental. Cumple el mismo rol de la escuela pública. Porque juega el que tiene
plata y el que no tiene plata. Juega el negro y el rubio. Incluso en la escuela pública, el
que tiene plata ya no va a la escuela pública como en mi época. Va a la escuela
privada"
Según cuenta Etchandy, la tercera parte de los varones uruguayos en edad de jugar
baby fútbol (de 6 a 13 años ap roximada mente) se encuentran inscriptos en ONF I . Por
esto es que sost iene que se trata de un movimiento soc ia l con una base deportiva, y
no a l revés. Es entonces, quizás, que nos encontramos con el espacio soci a l con mayor
ca pac idad para i ntegrar en la i nfanc ia a va rones ( l a inclusión de las mujeres en e l baby
fútbol es reciente) proven ientes de amb ientes y situaciones d iversas .
También la l l egada a Danubio se da por d i ferentes motivos. No todos decid ieron venir
exclusivamente por su cuenta; la mayor parte d e los integrantes de los p lanteles
juven i les son "traídos" por agentes d e grupos d e contratistas o por "ojeadores" de l
club. Las situaciones más particul a res las transitan aquel los que v ienen de l i nter ior a
vivi r en viviendas p roporcionadas por l a institución o por sus contratistas. Conviven
con otros futbol istas de 13 a 20 años, con los m ismos sueños, responsab i l idades y
pautas d iscip l i narias .
Cuad ro 2. Jugadores juven i les de Danubio entrevistados segú n residenc ia a l momento
de i ngresar a l Club.
Lugar de residencia Jugadores
Casa fami l i a r 8
Casa de contratista 2
Casa de l Club 3
Fuente: e laboración propia
28
Si las d i ficultades de aquel los jóvenes que vienen de d iferentes departamentos a
estud ia r a Montevideo a los 18 o 19 años son im portantes, dejando a sus fa mi l i as y
afectos, bastante más d ifíc i l es l a situación de quienes a los 13 años optan por
comenzar este camino .
M ás importante aún es entender por qué, tanto los que v ienen de lejos como aquel los
que viven en la capita l , optan por pract icar fútbol en un club profesiona l y
part icul a rmente en un club como Danubio, d e los más competitivos en d ivis iones
formativas. Esteban (sub 19) nos decía de forma contundente: "quiero que mi futuro
sea el fútbol". Este concepto está p resente de d iferente manera en todos los
entrevistados de esta categoría e inc lusive en muchos de la sub 14, y hab la por sí solo
de la convicción acerca de un proyecto de vida , no solo de una act iv idad importante en
la formación de estos jóvenes. Vienen al club porque quieren ser futbol istas o, a l
menos, ese es su d eseo luego de su transcurri r en l a i nst ituc ión . Si b ien encontra mos
respuestas que enfocan en d iverti rse a part i r de l fútbol hac iéndolo a l n ivel más a lto
posib le, en la med ida que avanzan en la ca rrera la misma com ienza a convert i rse en su
proyecto de vid a .
Segú n M achaín, e l fútbol l es br inda l a oportun idad d e encontrarse con personas d e su
edad d e d iversos orígenes socia l es y económicos. Además es un espacio de
soci a l ización donde se aprende a convivir con otros, a respetar normas y pautas de
comportamiento, y a va lora r lo colectivo. Como cuenta Bauzá :
"hay chicos que gracias al fútbol, primero se relacionan con un club. Y eso es
muy bueno porque detrás de un club, generalmente hay familias que trabajan.
Uno que ha trabajado en juveniles, es interesante ver lo que hay alrededor de
los chicos. La familia, los padres, la famosa cantina, que están forzándolos, que
los obligan a practicar y también que, de alguna manera, los obligan a estudiar.
Creo que dándose las 2 cosas juntas, la educación por un lado y lo que es la
obligación de la práctica del deporte . . . Ojalá todos los chicos se acercaran a
esto".
29
Sin embargo, todo esto también está ca rgado de exigencias y responsab i l idades
propias d e l a vid a d e deport ista, d iferentes a las que están p resentes en otros espacios
juven i les de soci a l ización . E l compromiso y la p rior ización con respecto a esta práctica
deportiva por parte de los jóvenes ubican a la misma cada vez más en e l lugar de una
profesión y menos como un espacio de d iversión y t iempo l ib re. En estas
ci rcunstancias, las herramientas que ofrece e l club y e l vínculo que sus jóvenes
futbol istas t ienen con éste, tanto en e l ingreso, permanencia y egreso d e las d ivisiones
formativas, se considera relevante.
5.2.2 El papel del c lub
Segú n nos cuenta M acha ín, l a i nstitución está i nteresada en los aportes técnico
profesiona les que se le pueda br indar. De momento cuenta con una trabajadora socia l
que se ocupa de l v ínculo con e l programa "Go l a l Futuro", rea l iza un seguimiento
educativo de los jóvenes y trabaj a con los futbol istas que viven en la sede de l club.
Además se br inda un apoyo educativo a estos ú lt imos l levado ade lante por una
profesora, donde se rea l i zan los deberes y se evacuan las dudas. Hasta hace pocos
años las d ivisiones formativas conta ban con el apoyo de psicólogos, pr incipa lmente
abocados al seguim iento de los jóvenes que viven en el club (antes en la l l amada
"casita d e Veracierto", ahora en la sede ) . Durante e l 2011 , a propuesta de su
trabajadora socia l y poster ior aceptación de l coord inador de formativas, estuvieron
rea l i zando sus prácticas pre-profesiona les estud iantes de psico logía y trabajo socia l .
Po r otro l ado encontramos l a op in ión de los jóvenes. E l los s ienten que Da nubio les
br inda todo lo que precisan :
Víctor: "Me do lo plato poro venir o entrenar de los viáticos".
Hernán: "Te do meriendo, te do ropo, te da abrigo, duchas te don. Te dan de
todo".
Luis: "Hay otros equipos que no hoy agua caliente. Te dan ropo, hoy otros
equipos que no te dan ropa. Si te falta plata te la dan, si te faltan championes te
los dan. Y eso más que nado. El respeto también".
30
Además de comentar las comodidades que Danubio les br inda, también se hace
referenc ia en e l apoyo y cuidado que e l c lub t iene para con el los:
Gonza lo: "Que me dan para adelante y todo".
Fab ián : "Mismo si tenés que hablar con los Técnicos o con alguien, siempre te
preguntan como estás. Y te dicen si necesitás hablar con alguien, con
cualquiera, que siempre van a estar para ayudarte"
Víctor: "El año pasado cuando yo tenía que dar exámenes me daban tiempo
para ir a estudiar a la sede".
Como vemos, s ienten que el club les ofrece las comodidades, oportun idades y el apoyo
que necesitan para sentirse sat isfechos en e l transcurso de su práctica deportiva . Las
ún icas quejas refieren a la i nfraestructura y materi a les pa ra los entrenamientos
{pr inc ipa lmente acerca de las canchas y pelotas), pero a part i r de la comparación con
el mismo Danubio de hace poco tiempo atrás o con e l "deber ser" de la p ropia
inst itución a n ivel juven i l .
S i b ien está presente la preocupación en los d iscursos de los integrantes de los equipos
técnicos, uno de los pr inc ipa les déficit que t iene el club está v inculado a aque l los
jóvenes que dejan de ser ten idos en cuenta . En Danubio (quizás en n ingún club) no
existe d ispositivo a lguno para que este p rob lema que se les presenta a tan temprana
edad pueda ser menos traumático. Cabe destaca r que es habitua l encontrar en
d iferentes clubes profesiona les jugadores que se hayan formado en las d ivis iones
juven i les de esta institución, ya que la misma, como decía anteriormente, es
reconocida en nuestro pa ís por la ca l idad de sus jugadores. Pero aún as í es posib le que
el d est ino mayoritario se encuentre fuera de l mundo de l fútbol , por lo que se puede
marcar la ausencia de una po l ít ica c la ra de contención a quienes no van a ser más
tenidos en cuenta como una de las carenc ias más importantes que se pueden
encontrar aquí. Apenas la trabajadora social , e l coord inador d eport ivo y a veces los
técnicos tratan d e vincula r los a otro club mediante conocidos.
3 1
Aq ue l los futbol istas que l l egan desde e l inter ior de l pa ís y no t ienen donde quedarse
pasan a ser tute lados por e l c l ub y, por ende, a vivi r en la sede. En la m isma podemos
encontrar jóvenes de 13 a 20 años de d iferentes puntos del pa ís y del exter ior, que van
de la categoría sub 14 hasta Tercera. E l los viven en cuartos para cuatro personas,
comen y estud i an a h í. En e l comedor hay una l a rga mesa donde comen todos juntos, y
en la misma sa la cuentan con u n te levisor y computadora .
Qu ienes fueron entrevistados nos cuentan que las comod idades no son sufic ientes, ya
que los cuartos son ch icos para ta nta gente y l es cuesta mucho tener p rivac idad . Esta
s ituación genera en ocasiones prob lemas de convivencia , ya que además no t ienen
posib i l i dades n i espacio para e l entretenim iento. "No te dejan hacer nada, algo para
entretenimiento falta", cuenta D iego (sub 14) . M ientras que Pab lo (sub 19) d ice,
co inc id iendo con su com pañero : "algo, que sea una sala de juegos. Algo que cuando
uno tenga un rato libre puedas sentarte a jugar o sentarte a hacer algo". La fa lta de
actividades extras y de entreten im iento se constata en e l resto de l c l ub, no solo en la
sede. Luego d e i ndagar a l respecto, tanto con i nformantes de la institución como con
los jugadores, no conocemos que se haya organ izado n inguna actividad extra más a l lá
de lo futbol ístico con los jóvenes como protagon istas.
5.2.3 Otra rutina, nuevas costumbres
Los patrones de conducta adqu i ridos a temprana edad configuran muchas veces las
formas de inc lus ión a la sociedad . Para aquel los que conviven con otros háb itos en su
entorno barria l , fami l i a r o de su gru po de pa res, e l practica r un deporte colect ivo con
este n ivel de exigencia genera mod ificaciones en sus conductas cot id ianas. Para Berger
y Luckmann e l desempeño de los roles correspond ientes están fundamentados en la
habituación y objet ivación de los mismos. "Tan pronto como los actores se tipifican
como desempeñando 'roles', su comportamiento se vuelve ipso facto susceptible de
coacción. En el caso de normas para 'roles' socialmente definidos, el acatarlas y el no
acatarlas deja de ser optativo aunque, por supuesto, la severidad de las sanciones
pueda variar de un caso a otro" (Berger y Luckmann , 2003 : 98-99) . La experienc ia que
cuenta Pab lo (sub 19 ) e s u n buen ejemplo de esto:
3 2
"Estás cerca de llegar a Primera y ya esas actitudes no podés tener. No podés
andar discutiendo por cualquier cosa. Entonces te cambia un poco la cabeza . . .
Hay actitudes que tienen gurises, mismo yo cuando estaba e n Séptima, en
Sexta, que vos ahora en Cuarta no las podés hacer porque te puede dejar fuera
del equipo o te puede costar hasta que te echen del club".
No son pocas la veces que los d iscu rsos de los j ugadores toman d istanc ia de lo que en
genera l se ident ifica con una c ierta rebe ld ía juveni l , para deja r paso a u n d iscu rso que
descr ibe una pauta d e comportam iento más vu lga rmente cons iderada como adu lta, y
que se asocia con lo soc ia lmente correcto para un jugador profesiona l . Desde la
perspectiva de Parsons "el interés 'último' de cualquier actor es conseguir una
gratificación óptima. El camino más directo hacia la gratificación en un sistema de
acción organizado es a través de las orientaciones expresivas; de ahí que, respecto de
la orientación expresiva, tanto los modos instrumentales como morales de la
orientación impongan renunciaciones o disciplina" ( Pa rsons, 1982: 65) .
Un e lemento sustantivo que se pudo observar t iene que ver con la puntua l idad que
t ienen los jóvenes d e todas las d iv is iones. Los hora rios y espacios son respetados a l
máximo, tanto para l legar a l complejo, comenzar la práctica o i r a l gimnasio . Según
Macha ín, "el deportista, el futbolista, genera cosas que quedan impresas. Desde la
puntualidad. Vos a un futbolista lo citás para algo y él te va a llegar 15 minutos antes,
en el 90% de los casos".
Otro aspecto interesante que apa rece a part i r de los test imon ios de casi todos los
j ugadores entrevistados de la categoría mayor es la man ifestación de interés por e l
cu idado persona l : e l desca nso, l a a l imentación, los entrenamientos y los ratos l i bres.
En a lgunos casos, e l costo de no poder l l evar ade lante otras actividades por ser
"futbol ista 24 horas" no parece ser un peso. Ornar (sub 19) d ice a l respecto : "yo quiero
jugar al fútbol, quiero llegar y quiero irme. Y bueno, para eso tengo que cuidarme
primero en la comida. Para entrenar bien tenés que comer bien. Yo siempre como,
porque sino me siento mal, tengo que comer. La comida, el chocolate, el dulce de leche,
mayonesa, todo eso no. Las salidas tampoco".
33
La cond ic ión física y d iscip l i na necesar ias para competir a este n ivel sue le mod ifica r las
costumbres de los jóvenes, d ife renc iándolos de l a mayoría de sus pares etáreos. Los
entrevistados d e la categoría m ayor reconocen que su rut ina d e d esca nso,
a l imentación y cu idado persona l son d iferentes a otros jóvenes. Ornar también nos
cuenta acerca de su rut ina d ia r i a :
"Entreno de mañana, me quedo después de entrenar en la sala y voy a casa.
Como, me acuesto una siesta y después voy para un gimnasio. Voy con un profe
y ahí me ayuda en los saltos, como correr, la velocidad y eso".
Con respecto a l cu idado y el desca nso necesa rio nos d ice :
"Que ya no podía, o sea, como salía yo los fines de semana, que salíamos fin de
semana por medio. Eso ya lo corté".
En l a misma l ínea se encuentra Esteban (sub 19) , qu ien cuenta acerca de l cu idado que
le br inda la madre en su rut ina cotid i ana :
"Por ejemplo en la cocina, n o cocina nada frito por mi. Hace todo a l horno para
que coma sano. Y también para que vaya a dormir temprano. Si un día llega y
estoy despierto y es tarde, me dice que me vaya a dormir".
5.2.4 Grupos de referencia
A med ida que transcu rren los años y avanzan en la ca rrera como futbol istas, pa recen
comenzar a "encerrarse" en e l mundo del fútbol , dejando de l ado otros espacios
soc ia les. Sus compañeros del fútbol son su princ ipa l (s ino e l ún ico) grupo de pa res.
Pab lo ( sub 19) sost iene que sus dos mejores a migos del l iceo los conoció en e l fútbo l :
"me llevo lo más bien con dos compañeros. Uno que vive conmigo, va a un 4º a l lado
de mi clase. Y después tengo un compañero que jugaba conmigo acá, de Montevideo,
que va a mi clase"
34
Podemos encontrar casos extremos que casi no t ienen vínculo con otros compañeros,
como es e l caso de Diego (sub 14), quien vive en e l club. D ice : "entro a la clase y estoy
con los compañeros de acá, que los conozco del fútbol. Y los otros compañeros no. No
pienso estar con ellos porque, no sé, no los conozco muy bien".
Sin embargo, existen otras situaciones d isti ntas a la mayoría . Por ejemp lo, a lgunos
jugadores recién l legados a Danubio, también de la categoría sub 14, que todavía no
conocen lo sufic iente a sus compañeros de fútbol y t ienen su pr inc ipa l grupo de pares
fuera de l mismo. Tal es e l caso de Álva ro, que dice que sus am igos más cercanos son
"más bien del barrio y el liceo. Del fútbol poco porque viven todos lejos y no los conozco
tanto".
En otros casos, Ornar (sub 19} acl a ra que los compañeros de l fútbol son eso,
compañeros, y que es d ifíc i l construir una fuerte am istad deb ido a la competencia que
natura l mente existe entre e l los. "Cada uno quiere jugar y uno también. Es más
complicado, porque por desgracia es así y todos quieren jugar".
Cuad ro 3. Espacio donde encuentran su pr inc ipa l grupo de am igos los jugadores de l a
categoría sub 14 entrevistados
Amistades Jugadores
Ba rr io o ciudad 5
Fútbol 1
Centro educativo 1
Fuente: e l abo ración propia
35
Cuadro 4 . Espacio donde encuentran su pr inc ipa l grupo de a m igos los jugadores de la
categoría sub 19 entrevistados
Amistades J ugadores
Ba rr io o c iudad 2
Fútbol 4
Centro educativo o
Fuente : e l aboración propia
Si b i en estos n ú meros no pueden i nterpreta rse como reflejo de l a d istr ibuc ión relat iva
de las amistades a n ivel de todo el un iverso, d ado que la muestra no es probab i l ística,
son sugerentes en cuanto a un posib le cam bio entre los más jóvenes y los que se
encuentran a las puertas de convert i rse en futbol istas p rofes ionales . En genera l, a
med ida que e l fútbol pasa a ser hegemón ico en e l mundo de vida de los jóvenes que lo
pract ican, las activ idades v incu ladas a l a vida juven i l y los espacios de ocio t ienden a
desa parecer. La mayoría de los entrevistados adm iten que con los compañeros de
fútbol se s ienten más cómodos que con otros jóvenes d e su edad , l l egando incluso
a lgunos a sent i rse incómodos y observados en otros ámb itos, pr inc ipa l mente en los
centros de estud io . "Acá en el club y en el barrio me sentía como en casa, en el liceo a
veces no", d ice Esteban (sub 19) .
Los c lu bes de fútbol , por su parte, pueden actuar como u n lugar donde los jóvenes se
s ientan más integrados y cu idados. Vea mos un c laro ejemplo en este sentido que nos
br inda la trabajadora soc ia l de la inst ituc ión, M aría I nés F i rpo :
"Ese chiquitín viene del Prado, de una familia bastante posicionada, bien
económicamente. El año pasado concurría a un colegio privado. A principios de
este año me llama la madre a plantearme que quería ir al Liceo 12, ¿ ta ? Que el
Liceo 12 es el Liceo 'deportivo', entre comillas, se puso para que vayan los
chiquitines. Y le digo 'pero, ¿está segura, sacarlo de un colegio privado para
ponerlo en un liceo público con todo lo que ello significa ?' Dice, 'si porque él
quiere estar con los amigos y sus únicos amigos son de Danubio'. Viene de otro
espacio, viene con un poder adquisitivo que le hubiese permitido realizar otras
3 6
actividades. Y no, él quiere ir al 12 porque quiere estar con sus amigos, y sus
amigos son los gurises de Danubio".
Para Rod ríguez, el tema pasa porque "se sienten más cómodos y como que están mejor
ellos que en el liceo. Me imagino también que algún jugador que juegue en Quinta, en
Cuarta, en Sexta, dentro del compañerismo de los liceales, ellos son mirados de otra
manera también". E l pr inc ipa l factor positivo de esta situac ión parece ser que Danub io
les br inda la posib i l i dad a estos jóvenes d e sentirse integrados a u n espacio colectivo
con personas de su edad . Con e l avance en l a ca rrera los compañeros de l fútbol, o más
aún, los futbol istas en general , parecen ser su pr inc ipa l gru po de referenc ia . A part ir
de l mismo comienzan a constru i r una i dent idad y a defi n i r un conjunto de va lores y
conductas propias de l gru po ( Hyman, 1942) . La deb i l i dad que e l lo presenta es que
poco a poco estos jóvenes com ienzan a a leja rse d e otros ámb itos d i st intos y p ierden l a
posib i l i dad de tener víncu los más d iversos y p lu rales.
Se puede decir igua l , que encontramos c iertos matices entre j ugadores de las m ismas
d iv is iones en lo que hace a su integración a espacios no re lac ionados con e l fútbol .
Tam bién parece exist ir una re lac ión entre la p res ión que se vuelca desde e l entorno
fami l i a r sobre e l rend im iento de l jugador en e l fútbol y la d ivers idad de activ idades que
estos jóvenes rea l i zan, i n cluyendo l a v incu lac ión a l s istema educativo (permanenc ia y
rend im iento) . Qu ienes están más. pres ionados por su entorno cercano a tr iu nfa r en la
ca rrera deportiva parecen ser los que más le cuesta i ntegrarse a espacios externos a l
fútbo l .
Como v imos en este capítu lo, e l mundo de l fútbol puede ser úti l para muchos jóvenes
de d iversos orígenes como espacio de integración . La popu laridad de este deporte en
nuestro pa ís, e l estímu lo br indado por e l baby fútbol y, en a lgunos casos, la i nsistencia
por parte de los padres, ayudan a que tantos jóvenes e l ij an i r a probar suerte a un c lub
profesiona l a edades tempranas . Danu bio ofrece l a pos ib i l i dad de que q u ienes l legan
desde e l interior puedan tener donde vivir, cómo a l imentarse, además de brindarle
a poyo y segu i m iento en mater ia educativa . S in embargo, a pesar que segu ra mente la
37
mayoría de los jóvenes no logren rea l i zar su sueño de ser futbol ista, no se encontró
d isposit ivo a lguno que s i rva de apoyo a qu ienes e l c l ub resuelve "deja r l i b re" .
Por otra parte, se puede observar cómo en e l transcu rso de l tránsito por las d ivisiones
formativas de l c lub, los jóvenes au mentan su p rofesiona l ismo y d ed icación, a l t iempo
que asumen nuevos e lementos identitar ios y pautas d e com portam iento, como ser la
mayor p reocu pación por e l cu idado persona l o la puntua l i dad para la p ráctica
deport iva. De esta manera, también comienzan a deja r de lado espacios de ocio y
t iempo l i bre, a l m ismo t iempo que se a l ejan d e otros espacios d e soc ia l ización,
pasando a ser los compañeros de l fútbol su pr inc ipa l gru po de referenc ia .
5.3 EL VÍNCULO CON LA EDUCACIÓN
El p roceso de aprend izaje de las personas no se l im ita a las edades más tempranas,
s ino por el contrario, se conti núa a lo la rgo de toda la vida . E l desarro l lo de l proceso de
socia l izac ión se produce en una i nteracción conti nua con e l a mbiente.
En pr imera i nstanc ia nos relacionamos tanto con un amb iente natura l determ inado
como con un orden cultura l y soc ia l específico med iat izado por los otros sign ificantes
que nos rodean . Somos soc ia l i zados a part i r de la i nterna l izac ión del s istema de
expectativas de la soc iedad en que vivimos. Desde e l punto de vista de Durkhe im, las
soc iedades e laboran, de forma más o menos c lara, un ideal de ser hu mano a part i r del
cua l se le incu lcan determinadas pautas y va lores a las nuevas generaciones . E l
i nd iv iduo "no se halla ante un terreno virgen sobre el que puede edificar lo que desea,
sino ante realidades existentes que no puede ni crear, ni destruir, ni transformar a
capricho" (Du rkheim, 1990: 48}. La sociedad i ntenta a través de l proceso de
soc ia l izac ión que e l ind ividuo interna l ice l a s normas. La eva luación que este ú lt imo
hace de su conducta está ori entada por las normas que ha interna l i zado . Los valo res
son las normas que la soc iedad defi ne para los ind ividuos, los objetivos. Observando e l
proceso a part i r de la vis ión de Parsons ( 1982) podemos dec i r que e l eje que gu ía la
soc ia l izac ión son las respuestas de l a lter respecto a l ego, es e l par castigo -
38
recom pensa que p l antea los m eca n ismos de refuerzo - exti nc ión . Refuerza las pautas
prem iadas y t iende a ext ingu i r las castigadas .
La noción con la que Bourd ieu define e l concepto de habitus es fu ndamental a la hora
de defi n i r una c lase soc ia l . La m isma "no se define solo por una posición en las
relaciones de producción, sino también por el habitus de clase que normalmente se
encuentra asociado a esta posición". E l s istema de enseñanza "transforma, en una
aparente neutralidad total, unos enclavamientos sociales en enclavamientos escolares"
(Bourd ieu , 1998: 379), estab lec iendo jerarq u ías técnicas que son vividas como
jerarqu ías tota les y persona les, ident ifica va lor soc ia l con va lor persona l , d ign idad
académica con d ign idad humana .
Más a l lá de no ded icar e l m ismo i nterés a l aná l is is de l a s re lac iones de poder en l a
sociedad , Du rkhe im seña la l a s d iferencias en los procesos educat ivos según e l lugar
que se ocupe en l a estructura soci a l . "Se puede decir que hay tantos tipos diferentes de
educación como capas sociales hay en dichas sociedad" (Durkhe im, 1990: 49) .
5.3.1 La importancia del estudio
Las rea l i dades educativas de estos jóvenes son d iversas. Existen d iferentes op in iones
con respecto a l a i m portanc ia de l estud io, antecedentes y situaciones d ist i ntas, pero
en n ingú n caso e l avance escola r aparece como la base para la construcción d e su
proyecto de vid a . Más al lá de las d ife rentes visiones y perspectivas en relación al
estud io, la convicción de que e l camino hacia e l fútbol profesiona l es l a mejor opción
es sent ida por estos jóvenes.
Encontramos d i st i ntos rend im ientos educat ivos entre los jóvenes futbol istas. Están
qu ienes no han repet ido n i ngún año y no tienen mater ias bajas, hasta aquel los que no
han cu lm inado e l c ic lo básico. En algunos casos podemos observar cómo e l interés por
e l estud io d i smin uye a l i ngresar a l c lub en sub 14, lo que repercute en e l rend im iento.
Pero en cuanto a lo d iscu rsivo, ent ienden que "tener estudio" es importante y
necesario, tanto sea para manejarse en el fútbol , para "ser a lgu ien", pa ra "tener a lgo"
l uego de reti ra rse o por si no l l egan a tr iu nfar en e l fútbo l .
39
Al contar de los entrevistados, pa rece ser q u e todos los padres sostienen que "el
estud io está pr imero". S in embargo los hechos muestran lo contrario en a lgunos casos.
Encontramos s ituaciones d iversas, de los que t ienen que estud i a r si qu ie ren segu i r
jugando a l fútbol (p rincipa lmente en la sub 14 ) hasta qu ienes habían dejado e l l iceo
antes de l lega r a M ontevideo, dedicados comp letamente al fútbol o trabajando desde
temprana edad .
F i rpo d ice que "lamentablemente hay chiquitines y hay familias con la cabeza de que,
'no, ¿para qué va a estudiar? Él tiene que jugar al fútbol, tiene que jugar al fútbol. No le
va a servir, no va a hacer nada y le quita tiempo para lo que realmente importa que es
lo deportivo'". Este testimon io va en l a m isma l ínea de lo seña lado con respecto a l a
estructu ración d e las expectativas de los jóvenes, pero en este caso también apoyado
por l a m i rada desde l a fam i l i a , a la cual tampoco le interesa que se cont inúe con e l
estud io .
5.3 .2 Quiénes dejan y p o r qué
F irpo cuenta que "hubo una investigación hecha por ONF/ que solo el 0,14% de los 60
mil niños que entran a jugar al Baby fútbol son los que llegan a lograr un pase al
exterior. Entonces, primero eso. Si, el fútbol es lo principal y tú estás entrenando y
trabajando para llegar a ese objetivo, pero podés no llegar". P lantea que e l prob lema
se genera porque todos creen que e l los van a estar dentro d e ese pequeño porcentaje,
y q u e a h í es que comienzan a pensar en la pos ib i l i dad de d eja r e l estud io .
Rod ríguez cree que "por más que a veces decís que el fútbol es totalmente inseguro, te
pueden pasar mil cosas y no jugás más, el jugador que está jugando, el muchacho que
está no piensa en eso. Él piensa 'no, yo voy a llegar"'.
Hemos observad o cómo la estructurac ión de expectativas d e estos jóvenes va
hac iendo que sus v idas comiencen a gi rar priorita r iamente en torno a l fútbol , y por lo
tanto también sus acciones cot id ianas, asu miendo los r iesgos que seña laban los
entrevistados. Pa rsons sost iene que :
40
"toda sociedad, pues, posee los mecanismos que se han denominado
especificaciones situacionales de los roles en las orientaciones y que actúan a
través de la imitación y las identificaciones secundarias. A través de ellas se
aprenden los valores específicos de los roles y los sistemas de símbolos de
aquella sociedad o subsistema en particular, y el nivel de expectativas que han
de realizarse concretamente al poner en obra el rol real" ( Pa rsons, 1982: 229) .
Desde e l enfoque teórico d e Merton ( 1970) podemos tamb ién echa r luz sobre las
decis iones que toman los jóvenes futbol istas . Seña la que existen dos e lementos de
releva nc ia en l a s estructuras socia les y cu ltura les : l os fines cu ltura lmente establecidos
y los med ios aceptados para a lcanzarlos. E l prob lema comienza cuando éstos entran
en confl i cto, cuando hay una "disociación entre las aspiraciones culturalmente
prescritas y los caminos socialmente estructurados para llegar a ellas" (Merton, 1970:
212 ) . Cuando las personas o grupos han absorbido la i m portanc ia que cu ltura lmente se
le otorga a l éxito, pero no encuentran los cam inos para l lega r a é l , nos encontramos en
el confl icto recién seña lado . "Por un lado, a esas personas se les pide que orienten su
conducta hacia la perspectiva de acumular riqueza (y poder] y, por otro lado, se les
niega en gran medida oportunidades efectivas para hacerlo de manera institucional"
(Merton, 1970: 153) . Cuando se opta por med ios no inst ituc iona les o legít imos para
l lega r a los fi nes pl ateados, encontramos lo que este autor l l ama " Innovación" . Merton
incl uye en esta categoría a aq ue l las conductas l l amadas "desviadas", queriendo
estud i a r princ ipa lmente ( aunque no so lo) acciones de l i ctivas. Desde luego que no es e l
caso; a que l los jóvenes que optan por juga r a l fútbol no están cometiendo u n de l ito.
Pero sí s i rve l a comparac ión para entender por qué algunos de e l los buscan l l ega r a
a lcanzar sus objetivos a pa rt i r de l fútbol y no a través de l camino seña lado
cu ltura lmente como lo es e l de l a educación forma l . "Desde el punto de vista de la
psicología, es probable que una gran inversión emocional en un objetivo produzca una
predisposición a asumir riesgos" (Merton, 1970: 220) .
De hecho, Merton sost iene que puede ser lógico y positivo asu m i r esos riesgos y e legi r
un camino a lternativo en a lgu nas ocasiones: "Algún grado (desconocido) de desviación
4 1
de las normas vigentes probablemente es funcional para los objetivos básicos de todos
los grupos" ( M erton, 1970: 262) .
Para Coito es vital que los jóvenes futbol istas no p ierdan e l víncu lo con e l s istema
educativo, entre otras cosas para mantener esta d ivers idad de la que hab lamos dentro
de sus grupos de pares. "Creo que la socialización es algo súper necesario dentro de
cualquier persona. Por eso yo les digo 'no dejen de estudiar', porque es una parte
también de relacionarse con chicos de otro sitio, de otra forma, con otra charla, con
otros temas, con otros problemas, con otras cosas lindas". M ucho t iempo atrás, d esde
la sociología se ha entend ido la necesidad de que los procesos de soc ia l i zac ión estén
asociados a d iversos espacios de la v ida soci a l . Para S imme l el part ic i par de d iferentes
círcu los socia les favorece l a construcción de la persona l idad y le otorga mayor l ibertad
a l i nd iv iduo, más al lá de las complej idades que presenta :
"El pertenecer a varios círculos sociales provoca, en efecto, conflictos de orden
externo e interno, que amenazan al individuo con un dualismo espiritual, y
hasta con íntimos desgarrones. Pero ello no prueba que esa pertenencia a
varios círculos deje de tener efectos que fortalezcan y afirmen la unidad
personal. Porque aquel dualismo y esta unidad se compadecen muy bien.
Precisamente porque la personalidad es una unidad, puede verificarse en ella Ja
escisión. Cuanto más variados sean los círculos de interés que en nosotros
confluyen, más conciencia tendremos de la unidad del yo" (Sim mel, 1939: 437) .
La d iferencia de edades entre las categorías estud iadas hace que en e l caso de los más
jóvenes todos sean estud iantes activos y en los mayores solo uno de cada ci nco. Las
edades en las que dejan la enseñanza forma l en su mayoría corresponden a las
categorías i ntermed ias, pero de e l l as no tomamos información en esta i nvestigac ión .
Que la mayoría de los i ntegra ntes de l p lantel de sub 19 no estén estud iando en este
momento ni h ayan cu lm inado la educación med ia super ior, ten iendo en cuenta que
están m uy cerca de l legar a Pr imera, no debería sorprendernos. Sobre todo s i tenemos
en cuenta que en U ruguay, de los jóvenes de 22 años que term ina ron pr imaria, solo e l
42
37 .8% cu lm ina ron estud ios en secu nda ri a5 . Los motivos por los cua les d ejaron, según
sus d ec laraciones, responden a la fa lta d e t iem po. Ta l es e l caso de Gonza lo :
"Fue un tema familiar. Porque andaba mucho en las vueltas y yo nunca tenía
bajas ni nada, y ya en tercero con el tema de . . . Yo en tercero estaba en Séptima,
ya tuve como tres o cuatro bajas y ya se complicó un poco el tema. Aparte yo
iba a un Liceo que era de ocho a dos y media. Y yo practicaba acá a las tres. Y
andaba muy a las corridas y no me daban mucho los tiempos".
5 .3.3 Miradas y acciones desde el cl ub
Como v imos anteriormente, d esde e l 2010 fu nc iona el p rograma "Go l a l Futuro" . E l
m ismo opera como po l ít ica regu l atoria y t iene como objetivos que no se vayan del
s istema formal de estud io, l a capac itación para e l mercado labora l , l a generación de
mejoras en la activ idad deportiva y e l cu idado de la sa lud y l a a l imentación de los
deportistas. Cuenta Etchandy que :
"se hace un seguimiento de cada uno de esos muchachos, incluso de la familia.
Se hace un seguimiento del Liceo, de sus notas. Ya se hizo el año anterior
{201 1). A los que estaban para perder el año se les pusieron clases de
profesores. ( . . . ) Y 90 muchachos que estaban para perder el año, lo salvaron.
Todos los que fueron a ese curso, se les pusieron los profesores de apoyo, lo
salvaron todos".
Yendo al caso en estud io, se observa que, como es de espera r, todos los jugadores de
la categoría sub 14 está n dentro de l sistema ed ucativo. Entre los que fueron
entrevistados de la sub 19, los que están estud iando son solo aque l los que están
viv iendo en la sede del c l u b y se encuentran bajo la tutela del mismo, donde ha l l amos
pr inc ipa lmente jóvenes del inter ior del pa ís. En Danub io parece haber gran i nterés
5 Fuente: A nuario Estadístico de Educación 2011: http://educacion.mec.gub.uy/boletin/ A nuario201 1 /AN U A R I 0%20201 1%20-%201-2-13 .pdf
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para que sigan estud iando, pero en la med ida que va n ava nzando en l a ca rrera y se
aproximan a ser profes iona les, se deja d e hacer segu i m iento de la situación educativa
de los jóvenes. F i rpo cuenta :
"cuarta división { sub 19} es una categoría que el 20% está estudiando, el resto
no. Y lo peor de todo es que no dejaron en cuarto o tercero, hay gurises con
primaria, y que no hicieron más nada dedicándose al fútbol. Entonces la
pregunta es, ¿qué pasa? Porque ya están a un paso, ya en Cuarta están a un
paso de estar en Primera División y si no llegan quedaron ahí. Porque estos
gurises con 1 8, con 19 años no van a empezar primero año de liceo".
En la inst itución deportiva, por su parte, predomina la convicción de que el mejor
mecan ismo para que los jóvenes futbol istas puedan tener un futuro sat isfactorio es el
estím u lo para e l estud io. I ncl us ive hay qu ienes sost ienen que se les debe ob l igar a
estud ia r para jugar a l fútbo l . "Hay que buscarle a donde a ellos les gusta", según e l
técn ico d e l a sub 14, José Agu ia r. "Tienen que exigirles. Buscar la manera de decir,
bueno, no estás en el plantel. Una línea de conducta que le haga ver a ellos, que los
mueva un poco. Hay chiquitines que eran buenos estudiantes y yo les vi los carnets . . .
Hoy no están estudiando". S in embargo Esteban {su b 19} cuenta que "nadie estudia y
no le dicen nada. En séptima sí nos decían y teníamos que mostrar el carnet. Porque
éramos más chicos, ahora que somos más grandes no".
Ya no se interesan tanto si dejan d e estud i a r o no . S in embargo los d iscursos d e todos
los entrevistados del equ ipo técnico del club sost ienen que e l estud io (hab la ndo de la
educación forma l ) es muy importa nte, tanto para e l propio deporte como para "el
después" de la carrera, o para aquel los que no conti núan con la p ráct ica profesiona l
de l fútbol .
En los apartados fi na les veremos cómo la pr imer capa de l d i scu rso de a lgunos jóvenes,
la cua l seña la un i nterés por segu i r estud iando, es parc ia lmente contrad ictor ia con
capas que aparecen al profund i zar las entrevistas. En e l caso de los integrantes de la
sub 19, sus expectativas pr inc ipa les no pasan genera lmente por segu i r ade lante con
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los estud ios, lo cua l resu lta lógico en l a med ida que la posib i l i dad d e convert i rse en
futbol istas profesiona les parece estar tan cerca .
5.4 M I RANDO HACIA EL FUTURO
5.4.1 Sus proyectos de vida
Una de las pr inc ipa les p reocu pac iones que aparecen en los d iscu rsos de los
informantes de l c lub es q u e los jóvenes ent iendan que no todo puede ser fútbol en sus
v idas y que el estud io es i m portante para su futu ro (dentro y fuera del fútbo l ) . Lo
c ierto es que la práctica de este deporte t iende a estructurar las expectativas y la
visión de futuro en fu nción de lo que podríamos l l amar "la vida de futbol ista" . "Quiero
vivir del fútbol. No encuentro otra cosa que me guste. Quiero estudiar algo, pero
todavía no encuentro qué", cuenta Esteban (sub 19) . Estos jóvenes t ienen proyecto de
vida desde temprana edad y ese proyecto es e l fútbol . "Me gustaría ser un jugador de
fútbol, ¿no? Y ya con treinta y pico de años estar retirado y haber sido alguien en el
fútbol". Y ante la p regu nta d e ¿qué es ser a lgu ien en el fútbol?, lo que nos d ice J avier
(sub 19) es "poder ganar algo. Llegar bien a Primera, ¿viste ? Poder llegar a algún lado,
jugar afuera. Ser reconocido, ¿ viste ? Pero ta, se complica. Es complicado. Pero ta, me
gustaría eso".
En pocas ocasiones aparecen i nqu ietudes v incu ladas al estud io en pr imera i nstanc ia y
pocas i ntenciones d e volcar su v ida a una carrera o a lguna profesión . Se reconoce la
ed ucación como a lgo importante y que les va a ayudar en su futuro, pero en la mayoría
de los casos no está cerca de ser parte d e sus vidas s ino que es un proyecto a med iano
o la rgo plazo.
S i b ien esto es lo que p redomina, en a lgu nos casos aparecen a lgunas d isci p l i nas,
profesiones o á reas de conocim iento como una segu nda opción detrás d el fútbo l . Lu is,
de 13 años, d ice que le gusta ría ser forense, aunque no le atrae la b io logía; y otros dos
jugadores, uno de cada d iv is ión, d icen que segu irán el ofic io d e sus padres en caso de
no tener suerte como futbol ista .
La idea de trabajo en sus v idas está fue rtemente asoc iada a l proyecto como futbol ista
profesiona l . Ser futbol ista es su pr inc ipa l vocación y profesión en su horizonte, a pesa r
de saber que deben dejar l a m isma s iendo muy jóvenes. Pero a l separar e l concepto
"trabajo" del fútbol, hac iendo del mismo a lgo más general , las ideas expresadas son
s im i l a res. Para estos jóvenes e l trabajo sign ifica pr inc ipa lmente dos cosas: es la forma
de gana r d inero para vivi r bien y de l l evar e l sustento de l a fam i l i a . A cont inuac ión
observamos a lgunas de las respuestas a l respecto.
Pablo (sub 19): 11EI trabajo es algo para mí, para sacar a mi familia adelante. El
trabajo para mi es eso. Trabajar, trabajar y tratar de sacar a mi familia
adelante".
Gonza lo (sub 19) : 11EI trabajo es el que te lleva la comida a tu casa. Si no
trabajás se complica. Y claro, vas muerto. Vos tenés que trabajar. Lo principal es
tener a tu familia . . . vos tenés que pensar primero en el otro, siempre tenés que
pensar en tu familia, en que esté bien. Después para uno, si la familia está bien
para uno siempre va a haber lugar".
Carlos (sub 14) : 11Trabajo es ganar plata, pero sudando. O sea, no ganar plata
de arriba. Porque . . . No romperme el lomo y ganar miserias, pero tampoco . . . o
sea, trabajar y ganar bien. Tener para mantenerme y también tener todas las
comodidades que uno quiere. No sé, un a u tito, ¿ viste ? Cosas que siempre uno
sueña tener".
Además de la importanc ia seña lada con respecto a la fa m i l ia , aqu í aparece en e l
hor izonte la idea d e inc lus ión a pa rt i r de l consu mo y e l b ienestar, l a cua l se rep ite en
algunos test imon ios que veremos más ade l ante. Si b ien ese d eseo puede esta r
presente tanto ante la oportu n idad de segu i r una ca rrera d e futbol ista como en el caso
en que no sea as í, es posib le que la enorme visib i l i dad de modelos conocidos de
futbol istas profesionales exitosos est imu le este t i po de representac iones.
5.4.2 Llega r a Pri mera y más
La pr inc ipa l co inc idenc ia que se encuentra al recorrer los d iscu rsos de todos los
jugadores tiene que ver con que todos desean "l legar" y creen que podrán hacer lo . En
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la categoría d e los más jóvenes e l deseo princ ipa l es l legar a Pr imera, en la sub 19 ya
habl an de lograr u n pase:
Álvaro (sub 14) : "Si me va bien, seguir jugando. Lo mejor sería seguir jugando. Si
se puede llegar a primera, ya está, estoy contento".
Ornar (sub 19) : "Mi primera expectativa es jugar en Europa. Primero me
gustaría jugar en el club, pero si tengo oportunidad de irme antes me voy antes.
Acá en Uruguay es lindo jugar y que te conozcan, pero el futuro está allá".
Nótese la mayor ambic ión que se desprend e de los d ichos de l joven de la categoría
más grande . Si b ien es esperab le, resu lta importante dejarlo en c laro, ya que se repite
constantemente y da cuenta de las expectativas crecientes que se construyen con los
años en e l tránsito por las d iv is iones juven i les.
La primera razón que aparece al i nd agar sobre esa vol untad de " l legar" y de "tri unfa r"
en el fútbol rem ite a la idea de ayudar a la fam i l ia, motivación poco esperab le en
personas tan jóvenes. Gonza lo d ice que qu iere "devolverle a la familia lo que ellos me
dieron a mi de chico; me llevaban a todos lados". En la m isma línea y de forma más
s ign ificativa encontramos lo d icho por Pab lo (sub 19 ) :
"tengo pensado, en e l primer sueldo grande mío, comprar un aire
acondicionado a mis padres o un sommier. Siempre algún regalo a mis padres
les voy a hacer, eso es seguro. No sé qué le haré, algo que estén necesitando en
ese momento. Pero siempre la familia es lo más importante. La familia está en
las buenas, en las malas. Ellos nunca te van a abandonar".
Recién en segundo lugar aparece la idea hacer lo que les gusta y poder d i sfrutar de l
fútbo l .
E l avance y logro esco lar van quedando de l ado y desapareciendo de las expectativas a
med ida que s ienten que pueden acercarse a sus objetivos, l l egar a Primera y tri unfar
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en el fútbo l . De esta manera la posib i l i dad de ser futbol istas va concentrando e l
conjunto de sus expectativas.
5.4.3 A pura presión
A pesar que en los d iscu rsos de a lgunos informantes {tanto i nternos como externos a l
c l ub ) apa rece e l a rgumento acerca d e que e l rend im iento esco lar y futbol ístico baja en
los casos que los jóvenes vengan d e "fam i l ias incompletas", e l conten ido d e las
entrevistas no muestran esta relación . Lo que sí aparece es que aquellos jóvenes de
fam i l i as más hum i ldes {de acuerdo a lo enunc iado por los i nformantes de l c lub) y los
que v ienen de l interior, t ienden a tomarse l a práctica de fútbol más como una
p rofesión y menos como d iversión, y d esde más temprana edad. P robab lemente tenga
que ver que son los que han apostado más fuerte en este ru mbo.
E l estar hac iendo lo que l e gusta a e l los y lo que tantos jóvenes de su edad qu is ieran,
no qu ita que tengan que cump l i r con responsab i l idades d iferentes, con mayores
exigencias . El "créd ito tem pora l", ese p lus que al dec ir de Margu l is caracter iza a la
j uventud, parece ser vivido de otra manera en estos casos. Jav ier {sub 19) d ice que
"para nosotros es más complicado, tenemos más responsabilidades. ( . . .) Por ejemplo,
yo soy de afuera y hace cuatro años que estoy acá, casi cuatro, y no voy a estar cuatro
años acá al pedo. O sea, si vine es porque tengo que estar; tengo que responder". En
muchos de e l los esta responsab i l i dad se vue lve una presión d ifíci l de l levar; s ienten
que t ienen que responder a l esfuerzo de sus fa m i l i as y d evolverles todo lo que h ic ieron
por e l los una vez que tr iunfen en e l fútbol . "Primero la familia, después uno", seña laba
Gonza lo {sub 19) .
Por otra parte, tanto en part idos como en prácticas se puede observar y senti r un
c l ima bastante más tenso que e l de la mera práctica de u n deporte . Los insu ltos a
j ueces y riva les se hacen senti r por pa rte de a lgunos pad res, a l l egados y d i r igentes, lo
cua l au menta notor iamente cuando hablamos de las categorías mayores.
En las p rácticas se puede nota r gran nerviosismo por parte de los técn icos,
especia l mente en la ú lt ima p ráct ica antes de l part ido . En estos casos se siente un c l ima
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más host i l que el habitua l entre los jugadores, t ratando de sacar ventaja de los fa l los
a rbitra les y m anten iendo roces y d i á logos "fuertes" de manera frecuente. El
ne rviosismo de los d i rectores técnicos pa rece transmit i rse con faci l i dad a los jóvenes.
Aq u í l a p resencia de la técnica de observac ión resu ltó un úti l com p lemento a las
entrevistas y s i rvió para comprender la p resión con la que conviven estos jóvenes en el
desarrol lo de la actividad deportiva .
5 .4.4 La fami l ia está primero
Como vimos anteriormente, una de las pr inc ipa les y más repet idas ideas que a pa recen
en el horizonte de los jóvenes es la concepción de u n a fami l i a y la ca rga de la
responsab i l i dad para con la misma . Es común encontrar expres iones que inc l uso
ponen a la fam i l i a por enc ima de las opciones personales . Para Gonza lo, "mientras yo
sea feliz y mi familia esté contenta con lo que yo haga, lo voy a seguir haciendo . . .
Porque la familia siempre está contigo, esos son los que nunca te abandonan". E l fútbol
aparece en los d iscu rsos como un instru mento para "mantener" o "sa lva r" a l a fa mi l i a .
La responsab i l idad y e l peso que sost ienen d u rante la ca rrera aparecen en a lgunos
casos, ta l como vimos anter iormente. D iego, con apenas 13 años, cuenta con total
natura l i dad cómo sus padres le seña lan que e l los d ependen de su éxito como
futbol ista . Le d icen "que no deje porque será mi futuro, y mi futuro y el futuro de ellos.
Porque yo los puedo sacar a ellos". En casos como estos es d ifíc i l poder tomarse l a
práct ica de l deporte como un aprend izaje y u n a d ivers ión por más ch icos que sean . Sin
el i ngred iente de las pa labras de l padre de D iego, en e l d iscu rso de los jóvenes aparece
constantemente que, entre otras cosas, qu ie ren segu i r en e l fútbol pa ra ayuda r en la
fami l i a .
Esta responsab i l i dad t iende a exigir los más a l lá de lo que un ado lescente puede
responder. Sobre todo s i se ent iende que la rea l i dad ofrece enormes d ificu ltades pa ra
a lcanzar las metas p lanteadas . Como lo expl ica Bauzá,
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"a veces las familias o los padres causan tanta presión a los chicos porque
piensan que va a ser la salvación, que eso a veces trae problemas en los niños,
porque si vemos cual es el porcentaje que llegan es muy poco. Y para darte
grandes cifras, en ONFI, que quieras o no, todos lo que hemos jugado al futbol
pasamos por cuadros de futbo/, hay 60 mil niños jugando. Y solamente, no te
digo que se salven, pero que estén registrados en la AUF hay 6 mil. Y que se
vendan es muy poquito. Entonces el porcentaje de que pueden vivir del fútbol es
muy chico. Y fijate que acá estamos hablando del 1 0% llegan a jugar en la AUF.
Ese es el tema. Lo que muchas familias, que se juegan al chiquitín, crean
presiones y deja de ser lo que fue el objetivo primero: que haga deporte".
Aq u í se seña la l a p resión con l a cua l a lgunos jóvenes t ienen que convivir, s int iendo la
exigenc ia de ser qu ien pueda ofrecer la posib i l i dad más cercana para una mejora
susta nc ia l de la s ituación económica de la fam i l i a, dejando de p rior izar la p ráctica
deport iva . Por otra parte, Bauzá deja en c laro a través de los números que esa
posib i l i dad se term ina hac iendo real muy pocas veces.
Ma rcelo Roffé, ex ps icólogo de las selecciones juven i les a rgentinas, sost iene que "los
padres pueden ser una fuente de presión, ansiedad y hostilidad permanente sin darse
cuenta y con las mejores intenciones ( . . .) Hay muchos casos de padres que malograron
a sus hijos futbolistas, teniendo éstos buenas condiciones técnicas" (2004 : 7 ) . También
p l antea que en los casos d e jugadores p roven ientes d e fami l ias de clase baja la
s ituac ión se rep ite con mayor frecuenc ia . De acuerdo a l a op in ión de G era rdo
Rod ríguez en el caso de "la gente pobre, los padres presionan más a los hijos. ¿ Por qué
la presión ? Porque quieren que lleguen". Rod ríguez hace referencia a aq uel los que no
t ienen mucho que perder y basta nte pa ra gana r, y que genera lmente no cuentan con
otras oportun i dad es en la vid a .
La responsabi l i dad con respecto a la fami l i a no sol� se p resenta asoc iada a la p resión
de tener que cump l i r con las expectativas, s ino también existen ejemp los de aque l los
jóvenes que son o p lantean a futuro ser el sostén económico de sus fam i l ias . Con
respecto a estas p resiones Firpo seña l a :
5 0
"ni hablemos de la gente, por ejemplo, que está en la selección y que tiene
contrato, que firman contrato con el club y que gana $ 1 0.000 (diez mil pesos},
doce, quince, veinte; depende de la situación. Que ahí es un plus. Es un plus
para todo, porque también se convierte en un ingreso familiar que lo tienen que
soportar y tienen que seguir en la misma conducta para que puedan seguir en la
selección, para que ese contrato se les pueda seguir pagando".
Con respecto a l a responsab i l i dad de l futu ro de l a fam i l i a y l a mejora de su s ituación,
D iego (sub 14) cuenta que "no nos daba para pagar las cuentas, ¿ viste ?, que teníamos.
Por eso tengo en la cabeza sacar a mi familia adelante". Este relato no hace más que
apoyar las pa labras de Rod ríguez, técnico de las formativas de l c l ub .
5.4.5 Después d e l fútbol, m á s fútbol
La imagen de l trabajo a m ed iano p lazo apa rece asoc iada al fútbo l . Pero tratando de
e leva r la m i ra comienzan las d ificu ltades. Recién cuando nos centramos en un enfoque
de l a rgo p lazo, e l cua l puede situarse en l a etapa de l a vi da que v iene una vez
conclu i da la ca rrera como jugador p rofes iona l , aparece la im portanc ia de l estudio, y l a
m i sma v iene v incu lada a la posib i l i dad de obtener a lgú n trabajo . S in embargo, en la
medida que van sorteando obstácu los y avanzando en la ca rrera deportiva, se vue lve
más d ifíc i l que esto suceda; e l avance educativo resu lta menos sed uctor y no muestra
la posib i l i dad de asenso socia l y económico que sí parece ofrecerles esta práctica
deportiva. La mayoría no se ve trabajando fuera del fútbol l uego de dejar de ser
futbol istas o no saben dec i r qué l es gusta ría hacer v incu lado a l tránsito en la educación
forma l . Esta expectativa es l a que t iene lván (sub 19) : "si me voy a Europa, ando bien y
hago plata, ahí me tiro pa atrás y ya no hago más nada. Ahí me dedicaría solamente al
fútbol y a ser técnico". N u eva mente podemos s ituarnos en el p lanteo d e Merton para
observar cómo a lgunos de estos jóvenes ven en e l fútbol un camino a lternativo a l de la
ed ucación formal para lograr sus metas.
Como vimos, la mayoría de los entrevistados, pri nc ipa lmente los de l a categoría mayor,
desea n segu i r vi ncu l ados al fútbol de a lguna manera, pr inc ipa lmente representando
5 1
jugadores o s iendo d irectores técnicos. Gonza lo {sub 19) d ice : "si yo llego a jugar al
fútbol, a mi me gustaría ser técnico. Estar siempre vinculado al fútbol". Mientras que
Ornar {sub 19) cuenta que: "representar jugadores me gustaría. Me gustaría hacerlo y
hacerlo bien. Porque yo antes tenía representantes y se complicaba la cosa". La opción
a lternativa a la de segu i r conectados a este d eporte pasa por invert i r e l d i nero
generado en los años de ca rrera en a lgo que genere los i ngresos necesarios. Veamos
a lgunas de las respuestas :
Ca rlos {su b 14): "Pone/e que ya retirado del fútbol, yo que sé, poder ser director
técnico".
Fab ián {su b 14) : "Tratar de seguir en el fútbol"
lván (sub 19) : "Y no sé, me pondría algún negocio o teniendo jugadores . . . me
gustaría eso. Representar jugadores, me gustaría".
Esteban (sub 19} : "Me veo con hijos, con mi propio dinero y poder poner algún
negocio . . . Tipo un restaurante, que a mi madre le encanta. Y ta, vivir de eso".
Ornar (sub 19} : "Comprarme un auto, comprarme una casa en algún lugar lindo.
Después de tanto sacrificio, se puede dar un lujo, ¿no ?"
En a lgunos de estos casos lo que p redomina es el d iscu rso de "estar cómodo" para
mantener o ayuda r a la fam i l i a que, como vimos anteriormente, aparece como uno de
los pr inc ipa les rasgos identita rios de estos jóvenes.
5.4.6 El "plan B"
Estud ia r y avanzar en el c ic lo educativo resu lta apreciab le para los jóvenes observados
si se les pregu nta específicamente por e l lo. En a lgunos casos le otorgan gran relevanGia
a l avance esco la r, fu ndamenta lmente para poder vivir de lo que se estud ió . Sin
embargo, no aparecen test imonios que vayan de la mano, pensando a posteriori del
ret i ro como futbol istas.
Más a ú n en caso de no tener el éxito esperado con e l fútbo l . Solo en tres casos
aparece en e l futuro la opción de trabajar de lo que se estud ie, pero siem pre con un
p lan B . "Ojalá que jugando al fútbol en Primera en algún cuadro. Estar bien
52
económicamente para ayudar a mí familia y ta. Ojalá se me de así. Es lo que yo tengo
pensado, me tengo fe de que va a ser así. Y nada, por ahí sí no llego a jugar al fútbol o
algo, buscar otras soluciones, volver a empezar a estudiar o algo", d ice J avier (sub 19) .
La pos ib i l i dad de pensarse en un escenar io donde no se cont inúe jugando a l fútbol o
donde no se logre tener éxito no se presenta con fac i l i dad en e l horizonte de estos
jóvenes. Son muy pocos los casos donde se p lantean respuestas c laras, donde se nota
que se ha estado pensando en esto. Genera lmente esta es la s ituación de aque l los
jóvenes que t ienen mayor apoyo de los padres para la cont inu idad en e l s istema
ed ucativo y menos presiones para tri unfa r en e l fútbo l . Para e l caso de los integrantes
de la sub 19 esta situac ión se re lac iona c laramente con aquel los que siguen estud i ando
o han avanzado más a n ivel esco la r.
Los t i pos de trabajos que aparecen ante l a imposib i l i dad de segu i r la ca rrera de
futbol ista son var iados. No se encuentran p ráct icamente respuestas que muest ren
a lguna otra fuerte vocación . Apenas en un caso asoma la opción de ser méd ico
forense, como vimos anter iormente, pero más por lo poco que conoce de la profesión
que por e l gusto académico, según nos cuenta Lu is (sub 14} . "A mí me gustaría ser,
pone/e, forense" Dice que se puede imagina r su v ida "abriendo los cadáveres esos de
forense". Algu nos, si no s iguieran en e l fútbol , d icen que tendrían que trabaja r d e lo
que sea; otros hacen e l esfuerzo de imagina rse a lgu na profes ión .
Para este ú lt imo caso encontramos ejemp los cu riosos. Dos d e los jóvenes qu ienes sus
padres t ienen trabajos de fuerza se imagi nan con p rofesiones d e ese esti lo . "Me
gustaría ser mecánico, carpintero. Hacer algo fuerte. Constructor, albañil, todas esas
cosas" comenta lván (sub 19} . M ientras que D iego (su b 14} sostiene que puede
imag inarse como mecánico. Por otra parte, Hernán (sub 14} d ice : "y sí no seré
arquitecto, como mí padre. O estudiar algo, no sé". Situac ión s im i l a r es l a de Ornar (sub
19}, q u ien cree que podría trabajar en l a empresa de l padre . E l imag inario re lac ionado
con e l mundo de l trabajo pa rece esta r determ inado en pr imera i nstanc ia por las
expectat ivas constru idas a pa rt i r de l d eseo de ser futbol istas profesiona les y en
segundo luga r por e l contexto, pr inc ipa lmente a nivel fam i l i a r .
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Como vimos anteriormente, Danu bio no cuenta con una c lara pol ít ica d e or ientación y
ayud a para los jóvenes que no l l egan a l "éxito" . Por lo que se pudo indaga r, no se
conoce i nstitución de fútbol p rofesiona l a lgu n a que desarrol le una l ínea de trabajo a l
respecto . E l prop io p residente de la AUF sostiene que este d ebería ser un tema a tratar
y reso lver entre todas las partes involucradas .
"Todos podemos ser culpables, de alguna manera, si estos chicos mañana se
trauman, por llamarlo de alguna manera. Por un lado lo que es la educación
primaria y secundaria, y ahí estaría el Ministerio de Educación, porque, bueno,
darle la posibilidad de que siguiera estudiando mientras sigan jugando. El
Ministerio de deportes y turismo, dándoles las posibilidades de que, por lo
menos, al chiquilín lo rodeen asistentes sociales, psicólogos y los clubes
también. El tema de los clubes es que, bueno, desgraciadamente hay muchos
clubes en Montevideo y no tiene infraestructura, no tiene soporte económico".
Por otra parte, M acha ín descr ibe a su manera , pero en forma muy e locuente, cómo é l
ent iende que p iensa e l futbol ist a : "y los periodistas dicen '¿No les dicen que de veinte
llega uno ?' Si, se les dice siempre. ¿Pero vos sabés lo que piensan los veinte ? Los veinte
piensan, pobres los otros diecinueve. Eso es lo que piensan todos".
Como vemos, tam bién el entonces coord inador de d ivisiones formativas de l c lub
observa y hace referencia a este e lemento centra l de l tránsito por e l fútbol j uven i l y el
desa rro l lo de la ca rrera como futbol ista . E l convencim iento de los jóvenes con
respecto a su futu ro como futbol istas profes iona les hace d ifíc i l su i nc lus ión en otros
espacios soc ia les, a los cua les encuentran m enos sed uctores. De todas formas, los
apoyos y estímulos ofrecidos pr inc ipa lmente por las fami l i as, pero tam bién por el c lub,
pueden ayudar a que estos jóvenes hagan compatib les la ca rrera d e futbol ista con e l
desempeño escola r, como tamb ién a l a construcción de otros posib les escenarios para
el caso de no tr iu nfa r en el fútbo l .
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6. CONCLUSIONES
A continuac ión se exponen los pr inc ipa les resu ltados que aporta esta investigación .
Cons iderando e l objetivo genera l propuesto, se buscó conocer la inc idenci a de la
práctica de fútbol en las d iv is iones formativas d e Danubio en los procesos de i nclusión
de lo jóvenes que transitan este cam ino .
De las primeras co inc idenc ias que surgen de los test imon ios de los entrevistados, tanto
por parte de los jugadores como de los otros informantes, es que estos jóvenes l lega n
a l c l ub con e l objetivo de ser futbol istas. E l enorme movi m iento soci a l generado por e l
baby fútbol ofrece una base ancha para que los cl ubes, y part icu la rmente Danubio, se
nutran d e un nú mero importante d e futbol istas que qu ieren probar suerte.
Lógicamente, no todos estos t ienen la posib i l i dad de pract ica r fútbol en las d iv is iones
formativas de esta instituc ión, que, como se d ijo anteriormente, es una d e las
referentes del fútbol juven i l de nuestro pa ís . Pero, en l a med ida q u e van avanzando,
com ienzan a estructurar sus expectativas a part i r de l fútbol , y con e l lo van
concentrando gran parte de su interés en esta activi dad . Se puede observar una gran
confianza en las pos ib i l id ades reales de l l ega r a tr iu nfa r con e l fútbol por parte de los
jóvenes, sobre todo si prestamos atención a l a categoría mayor, qu i enes están cerca de
ser futbol istas profesiona les. Qu ieren " l legar" y creen que pueden hacerlo, y sus
proyectos de v ida se construyen a part i r de esto. Incl us ive, a l i ndagar a l respecto de
cuáles son sus perspectivas una vez cu lm inada la ca rrera, nos encontramos con que
qu ieren segu i r vi ncu lados a l fútbol, ya sea como d i rectores técnicos o contratistas.
Pero más a l lá de l éxito o fracaso de sus ca rreras, es probable que las enseñanzas
surgidas de la p ráctica de un d eporte colectivo col aboren con los p rocesos de i nc lusión
soc ia l de estos jóvenes. Además de aprender a respetar las reglas de juego y al
adversa rio, asu m i r responsab i l idades i nd ivi duales y colectivas, l uchar por objetivos
comu nes con otros com pañeros y crear víncu los de am istad soci a lmente d iversos, se
ha seña lado por parte de los entrevistados a lgunas ca racterísticas, como la
responsab i l idad que asumen estos jóvenes y el cu idado persona l (en particu la r referido
a la cond ic ión fís ica, la a l imentación y a su sa lud ) que l l evan ade l ante. Seguramente
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estos patrones d e conducta adqu i ridos a temprana edad colaboren con la integración a
la sociedad que, como sabemos, requ ie re de l cump l im iento d e cie rtas normas y pa utas
de comportam iento; sobre todo a aque l los que conviven con otros háb itos en su
entorno barr ia l , fami l i a r o de su gru po de pares.
De las pr imeras ca racterísticas que aparecen en la población objeto de estud io es la
d iscip l i na y obed ienc ia . E l entend im iento de los roles y jerarq u ías dentro de la
i nstitución deportiva es l l amativo. Durante e l trabajo de campo no se encontra ron
evidenc ias de que estos jóvenes man ifestasen actitudes que desobedezcan a
autoridades de l c lub . Como i lustrac ión podemos detenernos en las respuestas de
aque l los a q u ienes les com un icaba que los quería entrevistar; s iempre decían que sí
in med iatamente, que no tenían p rob lema. Pero lo más interesante es que
práct icamente todos, a l preguntarles qué día y en qué horar io l es quedaba mejor, la
respuesta era "cuando te parezca mejor" (o "cuando usted quiera", en a lgu nos casos) .
A pesar de esta ca racteríst ica repet ida , e l víncu lo entre e l los e ra d iferente, de mucha
confianza .
Otro e lemento sustantivo es e l háb ito d e puntua l idad que t ienen los jóvenes d e am bas
categorías. Los hora rios y espacios son respetados a l máxi mo, tanto para l l egar a l
comp lejo, comenzar l a p ráct ica o i r a l gimnas io . Con e l transcurr ir d e l a ca rrera
comienzan a camb iar háb itos y rut inas como parte del proceso de p rofesiona l izac ión
necesar io.
Por otra parte, y sobre todo en la med ida que la práct ica de l fútbol pasa a ser
hegemón ica, las activi dades v incu ladas a la vida juven i l y los espacios de ocio t ienden a
desaparecer. Queda en evidencia que estos jóvenes asumen responsab i l i dades adu ltas
a temprana edad . Vimos cómo sus d iscursos se estructuran en re lac ión a la necesaria
ayuda económica de su futura fam i l ia , pero también l a de sus padres. Las
consecuencias de esto son d iferentes en cad a caso, ya que hay qu ienes la pos ib i l idad
de "ser joven" la veían red ucida desde un pr inc ip io por e l contexto socioeconómico
donde se encuentran .
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Para los que v ienen d el i nterior y aque l los proven ientes de fam i l i as hum i l des, la
pres ión por " l lega r" sue le ser muy importante para esta eta pa de l a vida . Además, en
a lgunas ocasiones, la necesidad de "hacer p lata" para ayudar a la fami l i a no solo está
interna l i zada por e l los, s ino también est imu lada por los propios fam i l i a res. En estos
casos, el tránsito por la j uventud está cargado de responsab i l idad propia de l "mundo
adu lto". E l c l ima de nerviosismo que por momentos se vive en el c l ub, probab lemente
tam bién colabore en l a creación de estas exigencias. Por otra parte, pa rece haber
a lguna rel ación entre las p resiones vividas por estos jóvenes y la inc l us ión en otros
espacios socia les. Según lo recogido en las entrevistas, qu ienes d icen senti rse más
exigi dos por e l entorno son los que tienen peor rend i m iento educativo y menos
víncu los fuera del fútbol .
Otro e lemento que se encuentra con faci l i dad es la fuerte presencia de la fa m i l ia , tanto
en lo d iscu rsivo como en su v ida cotid iana . Por ejem plo, la pr imera razón que aparece
a l i ndagar acerca de para q u é l legar y tr iunfa r en el fútbol trata de la vol u ntan de
ayuda r a l a fam i l i a . S iendo tan jóvenes, aparece como una exigenc ia muy im portante.
Además, los apoyos y est ímu los rec ib i dos por la fam i l i a en materia educativa parecen
estar relacionados con e l desempeño de estos jóvenes. En los casos que las fa m i l ias
d ec id i eron ofrecer mayor apoyo a l d esa rrol lo de la actividad futbo l ística, e l los d ej a ron
el estudio tempranamente.
Danubio y e l amb iente del fútbo l l legan a ser sus pr inc ipa les l ugares de socia l i zac ión .
Ya se h izo mención a las bondades de l a p ráct ica deportiva. S in embargo, a medida que
transcu rren los años y avanzan en la ca rrera como futbol istas, pa recen comenzar a
"encerra rse" en el mundo de l fútbol, d ejando de lado otros espacios socia les. Por parte
de qu ienes recién han l legado a l c l ub (sub 14} se encuentran víncu los más d iversos.
Pero si observamos los casos de los mayores, sus compañeros del fútbol l legan a ser su
pr inc ipa l (s ino e l ún ico} grupo de referenc ia . En a lgunos casos no se s ienten cómodos
en los centros de estudio n i pa rt ic ipan d e otros espacios juven i les.
En referencia a l vínculo con e l s istema educativo, lo pr imero que se evidenc ia es que
aque l los que se encuentran próximos a ser p rofesiona les (j ugadores de sub 19} en su
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mayoría no estud ian ; solo c inco lo hacen en todo e l p lante l . N o sabemos las causas n i
e l momento de l abandono de l s istema educativo, pero lo c ierto es que en e l d iscu rso
s iem pre aparece a lguna just ificac ión de fa lta de t iempo o d ificu ltades para segu i r
estud iando . En lo que sí co inc iden los entrevistados de una y otra categoría, y los que
estud ian con los que no lo hacen, es que e l estud io s i rve, pr inc ipa lmente en caso de no
tener éxito en la act iv idad futbo l ística . Esto nos hab la de la convicción con la que han
e laborado un proyecto de vid a .
También e s c laro que l a s expectat ivas d e ser futbo l i sta y tener éxito en la ca rrera van
dejando en un segundo plano las opciones ed ucativas en e l d iscu rso de los jóvenes
futbol istas . La mayoría d e los entrevistados adm iten que desde que comenzaron a
jugar a l fútbol a n ive l p re-profesiona l sus rend i m ientos educativos fueron decayendo.
S in embargo, no es c laro que estos jóvenes se d esvincu len de l s istema educativo por
jugar a l fútbol , sobre todo s i tomamos en cuenta l a gran cant idad de jóvenes en
U ruguay que dejan sus estud ios y no part ic ipan en un club de fútbol . Qu izás sea
posi b le que las expectativas de avance en l a ca rrera deport iva p rovoquen que esa
desvi ncu l ac ión se dé con mayor ant ic ipac ión y con la aceptación de los mayores a
ca rgo. Es justo dec ir que para e l caso de los jóvenes que viven en la sede la s ituac ión es
b ien d isti nta . Con el los existe un segu im iento mayor y se le br indan mejores
cond ic iones para cont inuar sus estud ios. De hecho, la m ayoría de los m ismos se
encuentran estud iando . Seguramente e l desarrol lo del Programa Gol al Futuro ayude a
la permanencia y mejores desempeños educativos de los jóvenes en los próximos
años.
Pero as í como la inst itución br inda apoyo a qu ienes t iene bajo su tute la , inc l uso
logra ndo mejores rend im ientos ed ucativos d e estos jóvenes en relac ión con el resto de
sus com pañeros, tamb ién es c ierto que no d esarrol la un segu im iento sistemático de
las trayectorias educativas de qu ienes i ntegran las categorías mayores. Además, los
jóvenes que viven en la sede no están tota lmente a gusto. Por lo expresado en las
entrevistas, s ienten que no pueden tener una vida "norma l", como la t ienen sus pares.
Sienten que no t ienen la l i be rtad necesar ia pa ra mantener actividades de otro t ipo más
a l l á del fútbol o e l estud io; que, práct icamente, están encerrados más que cu idados.
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Por otra parte, tam poco se encontró a lgún d i sposit ivo que ayude a los jóvenes que
t ienen que dejar e l c l ub por d ecis ión d e los equ ipos técnicos. E l fútbol t iene como una
de sus pr inc ipa les ca racteríst icas e l reun i r jóvenes de d iferentes contextos socia les,
cu ltu ra les y económicos, además d e n uclear a futbo l istas de d iversos luga res de l pa ís .
Al menos es lo que encontramos en e l caso de Danub io . Sin embargo, no es m enos
c ierto e l r iesgo que asu me esta poblac ión al ser formados e i ncent ivados para
desarro l l a r una act ividad profesiona l, la cua l la mayoría de ésta no podrá hacer lo .
Por lo señalado hasta ahora se puede dec ir que los c lu bes de fútbol, a l menos para el
caso de Danub io, pueden ser y func ionar como espacios de inc lus ión e i ntegración para
los jóvenes. Comparten u n ámbito colectivo con otros de su edad y aprender normas
de comportamiento. En l a mayoría de los casos estud iados, Danub io es e l espacio
soci a l de referencia, inc lus ive l legando a querer ir a l l iceo donde van sus compañeros. Y
está c laro que en l a med ida que avanzan en l a carrera de futbol ista, el gru po d e pares
pr inc ipa l pasan a ser los compañeros de l fútbo l .
Pero aún queda por saber en qué med ida l a ca rrera d e futbol ista ofrece mayores
posi b i l i dades de ascenso soc ia l a los varones que provienen de los sectores soc ia les
más postergados de nuestra sociedad y e l igen este camino a lternativo. Tam poco
conocemos qué pasa con los que "no l legan" . Queda por saber si para éstos el
conju nto de aprend izajes obtenidos en e l trá ns ito por e l fútbol compensa las pérd idas
suced idas por lo que tuvieron que deja r de lado o si han derrochado parte de su
"capita l tempora l" . Por lo pronto, parece necesario avanzar en escenarios a pa rt i r de
los cua les sea más acces ib le comb inar los tres mundos de vid a : se r joven, estud iante y
futbol ista .
Este trabajo busca contribu i r a u n mayor conocim iento acerca de las trayectorias de
qu ienes e l igen recorrer e l camino de l fútbol juveni l e i ntenta ser un i ncentivo a futu ras
i nvestigaciones sob re este tema desde las c ienc ias soci a les, con e l p ropósito de aportar
a l a inc lusión soci a l de los jóvenes desde e l deporte .
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