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    EL RETORNO DE LA SOCIOLOGA

    DEL CONOCIMIENTO

    DE M ANNHEIM A UNA

    EPISTEMOLOGA DE CORTE

    WEBERIANO

    J. Carlos Gmez Muoz

    Ha sido un lugar comn de la sociologa del conocimiento postman nheimiana

    desde E. Grnwald o T. Geiger hasta las formulaciones funcionalistas de

    Merton o la posicin dialctica de Berger y Luckmann partir de su aislamien-

    to de toda problemtica epistemolgica. Pero no fue sta la ptica dominante en

    el prop io M annheim. Es sobradam ente conocido que ste atribua implicaciones

    epistemolgicas a la sociologa del conocimiento y que concedi a stas un

    im po rtante p apel en su obra. D e hecho , su contrib ucin a la materia difcilmen-

    te puede ser evaluada haciendo abstraccin de este componente epistemolgico.

    Y, naturalmente, no cabe argir, como han hecho algunos crticos anglosajones

    (Hinshaw, Walter, Carlsnaes

    1

    ), que, dado que las cuestiones epistemolgicas

    caen fuera del mbito de esa disciplina y constituyen una injustificada incur-

    sin en un terreno filosfico que no le corresponde, las observaciones

    mannheimianas sobre este tema deben considerarse aparte de sus aportaciones

    cientficas. Esto es as hasta el punto de que no slo la gnoseosociologa

    mannheimiana corre pareja a los avatares del planteamiento de un problema

    como el de la objetividad, sino que incluso pu ed e d ecirse que su intencin final

    es ms epistemolgica que sociolgica.

    1

    Por ejemplo: V.HINSHAW,The epistemological relevance of Mannhe im's sociology of

    knowledge, en G. Remmling (ed),Towards theso iologyof knowledge Londres, Routledge

    Kegan Pau l, 1973, p. 240.

    is

    62/93 pp. 45 59

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    J. CARLOS GMEZ MUOZ

    1. S C H E L E R Y M A N N H E I M

    Como es sabido, la sociologa del conocimiento, en cuanto perspectiva

    terica diferenciada, surgi en el contexto intelectual alemn de los aos veinte

    como sustantivacin de un prob lema que no era nuevo, pero cuya sistematizacin

    slo se hizo posible con el desarrollo de la sociologa como ciencia. Aunque el

    primer proyecto expreso de una sociologa del conocimiento se debe al

    durkheim iano alemn W . Jerusalem 1909), M annheim pasa habitualme nte por

    ser cofundador junto a M. Scheler de esa nueva perspectiva. Y pasa, inclu-

    so,

    por ser su ms autntico representante, en la medida en que se ha dicho

    desarroll hasta sus ltimas consecuencias sus supuestos tericos H . J. L ieber,

    por ejemplo, puso en circulacin las etiquetas de sociologa del saber radical

    y sociologa del saber moderada para distinguir la contribucin de Mannheim

    respecto a una posicin como la de Scheler

    2

    ). Pero si esto es as, segn Lieber, si

    Mannheim radicaliz el punto de vista de una sociologa del conocimiento, sin

    duda es porque se considera que una de esas ltimas consecuencias, acaso la

    ms sintomtica, es la de plantear de forma aguda el problema de la relevancia

    epistemolgica del principio fundante de la sociologa del conocimiento: la

    determinacin existencial del pensamiento.

    No obstante, resulta incluso inexacto afirmar que la sociologa del conoci-

    miento mannheimiana

    desemboca

    en el planteamiento de problemas epis-

    temolgicos. Pues la realidad es, ms bien, que

    es del planteam iento de ese tipo

    de problemas del que brota aqulla.

    Este es su signo distintivo y su

    novum

    respecto a una posicin como la de Scheler, en la que la sociologa del saber

    constituye un anlisis derivado de la metafsica y la antropologa; y respecto a

    otras posicione s marxistas o positivistas) en las que la sociologa del conoc i-

    miento responde al desarrollo de una teora de la sociedad incluso respecto a

    lo que, en general, Ziegler y Grnwald llamaron paradigma naturalista de la

    sociologa del saber

    3

    .

    Todo ello puede mostrarse mediante un anlisis de la evolucin de la obra

    presociolgica man nheim iana previa a 1923).

    2.

    P R I M E R O S .E S C R IT O S

    Los primeros escritos filosficos de Mannheim ilustran un autor preocupa-

    do por

    la naturaleza y el valor del conoc imiento de las ciencias

    so ciculturales.Ya

    en su disertacin doctoral, que significativamente trata sobre

    El anlisis estruc-

    tural de la teora del conocimiento

    1918-1921)

    4

    , marcada por el neokantismo,

    2

    H . - J . LIEBER, Saber y

    sociedad.

    Los problemas de la sociologa de l saber trad d e

    F . Gonzlez Vicn, Madrid, Aguilar, 1981, pp. 99-101.

    3

    Cfr. H. ZIEGLER, Ideologienlehre, en V. M eja y N. Stehr eds.), Der Streit um die

    Wissenssoziologie Francfurt, Suhrkamp, 1982, t. I, pp. 232 y ss., y E. GRNWALD,Das

    Problem der Soziologie des Wissens Viena, W. Braumller, 1934, pp. 1 y ss.

    4

    Die Strukturanalyse der Erkenntnistheorie, en K. MANNHEIM,Wissenssoziologie

    Berln, Luchterhand, 1964, pp. 166-245.

    46

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    EL RETORNO DE LA SOCIOLOGA DEL CONOCIMIENTO A UNA EPISTEMOLOGA DE CORTE WEBERIANO

    Mannheim trata de establecer una lgica de todas las esferas del conocimiento y,

    en este marco, plantea el problema del conflicto y la discontinuidad histrica en

    la filosofa y las ciencias del espritu. Esta cuestin es abordada aqu en tres

    niveles. En un nivel lgico, Mannheim afirma que la estructura de estas formas

    de conocim iento adm ite distintos sistemas vlidos cuya tipologa cabe determ inar

    a priori. En segundo trmino, indica que al anlisis histrico le compete

    exclusivamente estudiar los factores de seleccin o actualizacin fctica de esas

    posibilidades tericas. Y, en tercer lugar, seala que corresponde a la teora del

    conocimiento fijar los criterios para determinar la verdad efectiva de las formas

    histricamente dadas de los tipos lgicamente posibles. Pero si, por un lado,

    Mannheim depura an de contenido epistemolgico el anlisis histrico del

    conocimiento, por otro y esto es lo decisivo de este texto, rechaza la

    posibilidad de un planteamiento epistemolgico autnomo. La teora del cono-

    cimiento, indica, pretende ser una ciencia crtica pero en realidad, sujeta a la

    misma estructura de los contenidos que ha de juzgar, constituye una legitimacin

    derivada de otras formas de saber dadas

    5

    . La intencin de esta impugnacin

    man nheim iana es sistemtica y su argumentacin se limita a sealar formalmente

    la naturaleza de los conocimientos que presupone dados la teora del conoci-

    m iento ontolgicos, etc.), ap un tan do slo incide ntalm ente las dificultades

    que de nuevo origina la modulacin histrica de su tipologa lgica. Pero, con

    todo,

    al proclamar la heteronoma e insuficiencia de la teora del conocimien-

    to,

    Mannheim abre las puertas a una revaloracin del anlisis histrico-extrn-

    seco del conocimiento, sobre cuyo alcance mantiene an serias reservas.

    3 .

    E L C O N C E P T O D E C O N C E P C I N D EL M U N D O

    Los textos inmediatamente posteriores a su disertacin doctoral ratifican la

    tesis de que el mvil que conduce a Mannheim hacia la sociologa del conoci-

    miento es la preocupacin epistemolgica por la naturaleza del conocimiento

    sociohistrico. En ellos se consuma el paso todava no dado en la obra anterior.

    As, en las Contribuciones a la teora de la interpretacin de las concepciones del

    mundo

    1922)

    6

    , Mannheim toma partido por una concepcin ms diltheyana

    que neokantiana de la diferencia entre el conocimiento natural y el cultural,

    segn la cual es la diversa naturaleza de sus objetos la que determina la de sus

    mtodos; el primero trata de hechos, pero el segundo se ocupa de significados

    humanos, que slo pueden ser aprehendidos como totalidades. El nfasis en la

    nocin de sentido o significado como Gestalt lleva as a Mannheim a buscar,

    ms all del propio objeto la accin social, el producto cultural o el saber

    mismo, la manifestacin de una Weltanschauung histrica en l y a defender,

    en consecuencia, el carcter interpretativo del conocimiento cultural. El con-

    5

    Cfr. ibidem pp . 239 y ss.

    6

    Beitrge zur Theorie der W eltanschauun gsinterpretation, Wissenssoziologie pp. 91-

    154.

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    J. CARLOS GMEZ MUOZ

    ceptode cosmovisin aparece aqu comoelconceptode una filosofa idealista

    de

    la

    histo ria; slo

    en un

    escrito inm ediatamente posterior,

    Sobre

    la

    especificidad

    del conocimiento

    de la

    sociologa

    de la

    cultura

    indito,de1922)

    7

    , Mannheimlo

    define

    en

    trminos

    de

    imputacin social, reivindicando

    ya la

    necesidad para

    las ciencias culturales

    de

    recurrir

    a una

    interpretacin social

    de los

    fenmenos;

    pero,

    incluso entonces,

    su

    prevencin ante

    la

    sociologa,

    que

    concibe como

    ciencia explicativa e identifica con el modelo positivista, haceque la interpre-

    tacin social extrnseca

    del

    saber

    y la

    cultura

    sea,

    para

    l,

    posible slo

    a

    travs

    de una psicologa comprensiva opo niend o el mtodo lgico-significativo e

    interpretativo

    de la

    aproximacin

    que

    ahora propone

    al

    mtodo gentico-

    causaloexp licativode la sociologa sensu stricto).

    4 .

    LA

    SOC IOLOGA

    DEL

    C O N O C I M I E N T O C O M O

    ORCANON

    Mannheim llegaaestaanprecaria y genrica concepcin de l.i sociologa

    de

    la

    cultura

    en su

    inters

    por

    comprender

    la

    naturaleza

    del

    saber cultural

    a

    travsdelanlisisde suobjeto.Mstarde,laperspectiva sociolgica se reorien-

    tar especficamente hacia

    el

    conocimiento mismo como ob jeto,

    y k

    sociologa

    dela cultura dar pasoa una sociologa delconocimiento aunque su defini-

    cin

    del

    saber determinado socialmente abarcar tambin

    las

    objetivaciones

    culturales, quedando siempre difusa

    la

    frontera entre

    la

    sociologa

    de la

    cultura

    y

    del

    conocimiento. Pero,

    con

    todo,

    el

    problema

    de

    fondo

    no

    variar.

    Y la

    sociologa del conocimiento aparecer, en primera instancia, como el anlisis

    que pone

    al

    descubierto la

    unidad

    de las

    ciencias socioculturales en

    tanto

    que

    nos permite acceder a la unidad ltima de su objeto) y, en consecuencia, se

    presentar como

    unorganon

    necesario para

    ese

    conocimiento

    8

    en la

    medida

    en

    que contribuye a determinar su estatuto epistemolgico).

    Siguiendo este hilo conductor pueden reconstruirse las lneas maestras de la

    sociologadelconocimiento madu radeMannheim,apesardelasistematismo

    con

    que se

    presentan muchas

    de sus

    frmulas

    y de sus no

    inusuales inconsistencias

    y puntos oscuros. En beneficio de la brevedad, sealamos algunos de sus rasgos

    ms notorios

    o de

    especial incidencia sobre

    el

    problema

    que nos

    ocupa.

    5. SOC IOLOGA SIN TEORA SOCIAL

    Como sociologa, se trata deuna

    sociologa

    sin una

    teora social definida.

    Mannheim

    no

    slo

    no

    formula

    la

    sociologa

    del

    conocimiento

    en el

    desarrollo

    de

    una teora social, sinoque, en rigor, nunca llega a ella. En contraste con la

    7

    ber die Eigenart kultursoziologischer Erkenntnis, en K. MANNHEIM, Strukturen

    des Denkens,

    Francfurt, Suhrkamp, 1980, pp. 33-154.

    8

    Vid. G. BARTOLOMEI, L unit del sapere in Karl Man nheim (Sociologa del sapere ed

    epistemologa ,Padua, CEDAM, 1968, pp. 44-47, 136-139.

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    primera y paradigmtica formulacin del problema de la determinacin social

    de la conciencia, la de Marx, de la que cabe decir que la sociologa del

    conocimiento de nuestro siglo es en gran parte un replanteamiento, bien como

    prolongacin o como discusin, pero en la que no hay especficamente una

    sociologa del conocim iento Neus ss, Carlsnaes), sino que ms bien la teora

    de las ideologas brota naturalmente como una consecuencia ms de la con-

    cepcin de la sociedad y de la historia

    9

    , en Mannheim como consecuencia

    de su propio punto de partida epistemolgico la ideologa opera a modo de

    factum histrico. Su diagnstico inicial no es un diagnstico del conflicto

    social, sino de un conflicto intelectual o terico y de sus implicaciones

    epistemolgicas se ha dicho que la sociologa del conocim iento de M annheim

    es,

    en realidad, una

    sociologa intelectual) ,

    e incluso, una vez concebido aqul

    como trasfondo de ste, nunca llega a ser explicado mediante una autntica

    teora histrico-social concreta.

    Ciertamente, Mannheim apela con frecuencia a Marx y se nutre de su

    arsenal conc eptual fundam entalmente a travs de Luk cs): pero sus observacio-

    nes sobre la base social del conocimiento, sobre la anatoma econmica de la

    sociedad civil, sobre el conflicto de clases, no constituyen in strum entos concep -

    tuales al servicio de una concepcin unitaria de la dinmica histrico-social,

    sino categoras que se conjugan con otras de distinta proceden cia como la de

    competencia, la de estructura generacional, la de funcin social), a menudo sin

    un orden especfico, en el marco de una aproximacin instrumental, pluralista y

    eclctica a lo social. M annheim rechaza en este contexto abiertam ente cualquier

    forma de monismo explicativo, y puede considerarse sintomtica su insistencia

    en la comp lejidad de los factores sociales y en la nece sidad de huir de po siciones

    preconcebidas ante ellos para plegarse a cada situacin particular. Desde esta

    ptica, la discusin que d esde 1928 se suscit en Alemania sobre el m arxismo

    de Mannheim y que no slo dio lugar a pronunciamientos afirmativos y

    negativos ms o menos matizados, sino que sirvi para difundir el clich de su

    obra como una forma de marxismo burgus p arece poco fundada mxime

    cuando sus investigaciones positivas tienden a difuminar ms an sus deudas

    tericas con el marxismo)

    10

    .

    6 . RUPTURA CO N LA TEORA DE LAS IDEO LO GA S

    Un segundo rasgo ligado al anterior de la sociologa del conocimiento

    de Mannheim es

    su ruptura con la teora de las ideologas clsica

    que en sus

    diversas modalidades, afirma, posee siempre una intencin desenmascaradora)

    9

    W .

    CARLSNAES,

    The concept of ideology and political analysis A critical examination of

    its usage by Marx, Lenin and Man nheim, Westport, Greenwood, 1981, pp.

    180-181.

    10

    Sobre la discusin acerca del marxismo de Mannheim puede consultarse la ilustrativa

    exposicin crtica de A.

    NEUSSS,

    Utopisches Bewusstsein u nd freischewehende Intelligenz.

    Zur Wissenssoziologie Karl Mannheims,Meisenheim, Antn Hain, 1968, esp. pp. 45-49.

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    J. CARLOS GMEZ MUOZ

    mediante una concepcin

    generalizada

    de la ideologa que p ersigue la

    posterga-

    cin

    que no eliminacin del sentido inmediato de distorsin atribuido a ese

    con cepto ideologa como op uesta a racionalidad o a ciencia) y de su corres-

    pondiente

    uso polmico,

    en beneficio de su sentido

    sociolgico

    ideologa

    como pensamiento determinado socia lmente :

    seinsgebundenes Denken

    .

    Semnticamente hablando, Mannheim rescata las acepciones anteriores del

    trmino ideologa, con el objetivo sistemtico de sealar sus diferencias y

    sus respectivas insuficiencias. Aunq ue su em pleo final es desafor tunado en la

    medida en que retiene la equivocidad que delata.) Son tres los niveles en los

    que l mismo reformula, finalmente, la nocin de ideologa: como pensamien-

    to socialmente determinado, como pensamiento existencialmente incongruen-

    te y como pensamiento socialmente regresivo. Pero, de cualquier manera, su

    intencin es la de distinguir y subordinar sucesivamente estos niveles para

    destacar, en todo caso, que las dificultades epistemolgicas atribuidas al pen-

    samiento ideolgico no pueden reducirse al fenmeno de la distorsin que,

    por definicin, es siempre particular, no estructural, y cuyo anlisis se mueve

    siempre en los dos ltimos niveles mencionados, subordinados al primero.

    Con esta finalidad, Mannheim resalta el primer nivel y acabar impugnando

    incluso el concepto mismo de ideologa para referirse a l

    11

    .

    7.

    R ESTR IC C IN AL C O NO C IM IENTO HISTR IC O

    En tercer lugar, como anlisis del conocimiento socialmente determinado,

    la sociologa del saber mannheimiana se caracteriza por su

    restriccin al conoci-

    miento histrico-social. Mannheim incluye expresamente bajo la rbrica de

    pensam iento existencialmente determina do el conocimiento histrico, el pen-

    samiento poltico, las ciencias socioculturales, la filosofa y el pensamiento

    cotidiano, pero

    no el conocimiento cientfico-natural.

    Como se ha sugerido,

    esta restriccin, que no respon de a una posicin general no se da, por ejem-

    plo,

    en Scheler ni en la sociologa del saber positivista de la poca, y ser

    asimismo impugnada tanto desde el marxismo como desde el funcionalismo),

    se entiende desde el objetivo especfico por aclarar el estatuto epistemolgico

    del conocimiento social. Pues, por otro lado, si Mannheim tiende a ignorar el

    conocimiento cientfico-natural, no es porque niegue la posibilidad de su

    uso

    ideolgiconi su determ inacin social al con trario, la recono ce ex presam ente),

    sino slo la

    relevancia terica

    es decir, epistemolgica) de sta

    12

    .

    11

    Cfr. ldeologie und Utopie,Franc furt, Klosterm ann, 1985, esp. cap. 2 pp. 49-94), y

    A.

    NEUSSS,

    op. cit., pp. 35 y ss., 134 138.

    12

    Pueden compulsarse, al respecto, Die Bedeutung der Konkurrenz im Gebiete

    des Geistigen, Wissenssoziologie,p. 569; Das P roblem einer Soziologie des Wissens,

    op.

    cit.,

    pp. 329-330.

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    EL RETORNO DE LA SOCIOLOGA DEL CONOCIMIENTO A UNA EPISTEMOLOGA DE CORTE WEBERIANO

    8. LA CATEG ORA DE TOT ALIDA D

    En cuarto lugar, puede decirse que, en cuanto a su desarrollo concreto, el

    rasgo ms caracterstico de la sociologa del conocimiento en Mannheim es su

    recurso metodolgico a la categora de totalidad

    (un rasgo que testimonia la

    influencia de Lukcs y, en ltima instancia, del hegelianismo que ambos

    compartieron durante su comn juvenil afiliacin). Mannheim se vale de ella

    tanto para definir el concepto de pensamiento existencialmente determinado y

    el concepto de realidad social como para dar cuenta de las relaciones entre

    ambos (a travs del mtodo de imputacin que propone).

    Respecto a lo primero, como hemos visto, Mannheim rechaza que la socio-

    loga del conocimiento pretenda, y en general que sea posible, demostrar una

    determinacin de formas de pensamiento particulares. El concepto de pensa-

    miento existencialmente determinado alude a lo que Mannheim designa con

    expresiones tales como totalidad documental, concepcin del mundo, orien-

    tacin intelectual, sistema de pensamiento o ideologa total, que, en para-

    lelo con la nocin lukacsiana de conciencia de clase, no se identifican ni con el

    pensamiento de los individuos concretos, ni con su suma, ni con su media, sino

    que hacen referencia a un modelo general de experiencia (que afecta a la

    totalidad de la conciencia y no slo a determ inado s contenido s) o a una

    perspec-

    tiva tpicacomn

    13

    Mannheim puntualizar que cabe establecer estos concep-

    tos como tipos ideales en el sentido de Weber. Por otro lado, concibe

    tambin como una totalidad a la realidad social. Desde un punto de vista

    analtico, afirma, cabe identificar a los grupos en especial a las clases, pero

    tambin a las generaciones o a otros colectivos como los sujetos sociales que

    estn en la base de las distintas cosmovisiones. Pero este tipo de consideracin

    debe complementarse mediante la nocin dinmica de situacin, para compren-

    der la constelacin sociohistrica ntegra en la que se encuentran esos gru-

    pos

    14

    .

    Mannheim emplea, asimismo, la categora de totalidad para definir las rela-

    ciones entre las cosmovisiones y las constelaciones sociales, rechazando que se

    trate de relaciones entre dos esferas ontolgicamente distintas (al modo en

    que Scheler hablaba de factores reales e ideales, de la esfera de los hechos

    13

    Cfr. Konservatismus. Ein Beitrag zur Soziologie des Wissens, Francfurt, Suhrkamp,

    1984, p. 72; asimismo,Ideologie und Utopie,p. 229.

    14

    Por lo dems, Mannheim no mantiene siempre una postura definida con respecto a la

    cuestin de si con la referencia tanto a los grupos y las constelaciones sociales como a las

    cosmovisiones

    como totalidades

    preten de atribuir entidad propia a esas instancias. Es decir,

    su posicin respecto a la alternativa entre el realismo y el nominalismo es, cuanto menos,

    ambigua y cambiante. Pues si ms a menud o defiende una postura mode radamen te realista,

    en sus trabajos posteriores se decanta hacia el nominalismo definiendo entonces las

    cosmovisiones e ideologas como formas comunes de experiencia y pensamiento, y los

    grupos como localizaciones sociales de los sujetos y termina por revestir sus referencias a

    aquellos conceptos totalizadores de un sentido marcadamente metodolgico. Cfr.Ideology

    and Utopia (edicin inglesa, notablemente aumentada, de Ideologie und Utopie ,Londres,

    Routledge Kegan Paul, 1979, p. 52, y The problem of the intelligentsia, en Essays on

    thcso iology of culture,Londres, Routledge Kegan Pau l, 1956, pp . 109-110.

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    J. CARLOS GMEZ MUOZ

    sociales y la esfera del significado de las ideas, operando una suerte de reedicin

    del problema mente-cuerpo). Frente a ello, insiste en que los fenmenos

    sociales no pueden tomarse como hechos brutos, sino como fenmenos de por

    s significativos, en tanto que son

    generados por la conciencia;

    del mismo mo do

    que el pensamiento es ya

    ab initio

    una realidad social. Conocimiento y socie-

    dad constituyen una unidad real, una totalidad de totalidades que slo feno-

    menolgicamente son separables

    15

    . En la prctica, sin embargo, este plantea-

    miento derivar en Mannheim, por lo que respecta a la aplicacin emprica de

    la sociologa del conocimiento, hacia una

    intelectualizacin o espiritualizacin

    de los factores sociales

    en un anlisis ms de grupos ideolgicos o partidos que

    de grupos sociales).

    Pero,

    por otro lado , M annheim como en general la sociologa del conoci-

    miento alemana de la poca)

    se limita esencialmente a contemplar la determina-

    cin social

    de la conciencia y no se ocup a del proceso inverso, de lo que Berger

    y Luckmann llamarn externalizacin y objetivacin de la realidad social.

    En este punto, su posicin es desde sus propios supuestos unilateral, aunque, en

    cualquier caso, consecuente con sus intereses, que no estn en la produccin,

    distribucin o legitimacin de la sociedad por el conocimiento, sino en la

    relevancia cognoscitiva de los factores sociales. Y as procede a justificar su

    unilateralidad como una exigencia analtica: como fruto de la especfica condi-

    cin formal, po r la que la sociologa es m tod o y el cono cimien to ob jeto. Y en

    la que se opera como si la realidad social fuera el todo dado y el conoci-

    miento la parte.)

    9. LA SOC IOLOGA DEL C ON OC IM IENTO C OM O

    I N T E R P R E T A C I N

    Puede destacarse, finalmente, por mor de ser sintticos, un ltimo rasgo de

    la sociologa del conocimiento mannheimiana que afecta directamente al pro-

    blema planteado: su carcter hermenutico. Las premisas de la definicin de la

    sociologa del conocimiento como interpretacin, como ya he apuntado, estn

    en Mannheim mucho antes de la aparicin de Ideologa y utopa; se remontan a

    la declaracin de especificidad de los objetos cultu rales que no son hec ho s,

    sino-significados) como causa de la especificidad de su cono cim iento . M annheim

    sostiene, efectivamente, que el sentido del conocimiento, como un producto

    cultural ms, puede ser slo adecuadamente comprendido accediendo a tres

    planos:

    el plano objetivo inmediato

    el conocimiento como dato autnom o),

    el

    plano expresivo-subjetivo

    y

    el plano documental.

    Este ltimo plano que se

    manifiesta a travs de y en indisociable unidad con los anteriores) alude a la

    presencia de una cosmovisin de carcter social y slo puede ser abordado con

    xito desde una sociologa del conocimiento. En este contexto, Mannheim

    15

    ber die Eigenart kultursoziologischer Erkenntnis,op. cit. p. 105; Eine soziologische

    Theorie der Kultur und ihrer Erkenntbarkeit, op. cit. p. 189.

    52

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    9/15

    EL RETORNO DE LA SOCIOLOGA DEL CONOCIMIENTO A UNA EPISTEMOLOGA DE CORTE WEBERIANO

    defiende una sociologa del conocim iento que no opera como explicacin social de

    la gnesis fctica del conocimiento, sino com o instrumento de anlisis integral del

    sentido del conocimiento, desde el sup uesto de que ste como sentido do cu-

    mental) no se da slo en l, sino que tiene que ser tambin buscado en la

    realidad social que como realidad con sentido) lo constituye

    16

    .

    Mannheim se opone, pues, a toda concepcin causal de la sociologa del

    conocimiento porque, como explicacin de la ocurrencia del conocimiento, slo

    perm ite presen tar secuencias de hechos , pero no establecer relaciones significa-

    tivas, es decir, no permite aclarar la conformidad de sentido entre ciertas cons-

    telaciones sociales y ciertas formas ideolgicas: el problema de por qu se da

    una relacin de tales constelaciones sociales con tales formas de pensamiento y

    no con o tras. Esto ltimo , a su juicio, slo es accesible a la interpretac in

    17

    . Sea

    dicho de pasada que Mannheim critica en este mismo contexto el concepto de

    irterscomo el concep to de una causalidad psicolgica, que en traa el peligro

    de traducir el problema de la dependencia significativa de las ideas en el de su

    gnesis mental; como tambin lo rechazar por su particularidad, pues cabe

    hablar de inters sostiene respecto a una concepcin econmica, pero no

    respecto a un estilo literario o artstico ni, en general, respecto a una cos-

    movisin

    18

    .)

    10. LA SOCIOLO GA DEL CO NO CIM IEN TO Y EL PROBLEMA

    DE LA OBJETIVIDAD

    En todo caso, la clave de lo que Mannheim presenta como implicaciones

    epistemolgicas de la sociologa del conocimiento est en el alcance que se

    atribuya a las relaciones significativas entre la realidad social y el conocimiento.

    En sus textos ms sistemticos {El problema de una sociologa del saber,1925, e

    Ideologa y utopa,1929), Mannheim utiliza preferentemente la expresincons-

    titutivo

    para abo rdar este prob lema : habla de pen etracin constitutiva

    konstitutives Hineinragen) de la sociedad en la forma y el contenido del cono-

    cimiento, de determinacin cualitativa del conocimiento, etc. Y, a menudo,

    acompaa estas expresiones con referencias a la limitacin del valor del conoci-

    miento que entraan. Son precisamente este tipo de aserciones las que han

    hecho que la sociologa del conocimiento mannheimiana recibiera por parte

    de sus crticos la consideracin, bas tante u nnim e, de relativista sea como

    16

    Beitrage zur Theorie der Weltanschauungsinterpretation,

    op. cit.,

    pp . 103 y ss., 137

    y ss.

    17

    La interpretacin se ocupa de la ms profunda comprensin del sentido. La explicacin

    gentico-causal propo rciona la historia de las condiciones de la actualizacin y la realizacin

    del sentido. Sin embargo, el sentido mismo no puede ser, en ltima instancia, explicado

    causalmente. El sentido en su contenido ms autntico slo puede ser comprendido o

    interpretado;

    ibidem,

    p. 151.

    18

    Cfr.

    Ideology and

    Utopia,pp .

    52-53;

    Das Problem einer Soziologie des Wissens,

    op .

    cit.,

    p. 377.

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    10/15

    J. CARLOS GMEZ MUOZ

    sociologismo relativista Lenk, como gnosticismo relativista Kecskeme-

    ti

    1 9

    ).

    Sin embargo, a nuestro juicio, Mannheim no sostuvo siempre una misma

    po stura sobre la repercusin de las prop ues tas de la sociologa del cono cimiento

    sobre el problema del valor objetivo del conocimiento; de hecho, hay en l una

    tensin entre dos posiciones que, aunque en ocasiones se superponen, denotan

    una evolucin que apunta en una direccin diferente a lo mantenido por la

    interpretacin convencional del relativismo mannheimiano. En primer trmino,

    la sociologa del conocimiento aparece como una teora del conocimiento encu-

    bierta y justificada por una metafsica historicista (1924-29). Pero, en segundo

    lugar, como un anlisis preliminar al planteamiento del problema de la objetivi-

    dad, aunque relevante metodolgicamente respecto a l (1929-34). De modo

    que aunque, sin duda, es ms fcil encontrar en su primera obra la asuncin de

    postulados implcitamente relativistas que, por otro lado, suele l mismo no

    considerar tales, esas asunciones se solapan cada vez ms regularmente con

    otras de signo tendencialmente distinto. Podra decirse que hay una evolucin

    entre dos puntos de vista epistemolgicos heterogneos; si bien incluso esto es

    slo parcialmente exacto, puesto que, por un lado, ninguno de ellos aparece

    ntidamente asumido y, adems, con frecuencia coexisten en textos sucesivos;

    aunque, eso s, hay un cambio patente de su respectivo peso especfico. En

    beneficio de la claridad conviene, no obstante, exponerlos por separado.

    11. EL PLANT EAM IENTO HISTORICISTA

    El primer abordaje directo del problema del valor del conocimiento, y tal

    vez el nico en el que Mannheim adopta una posicin unvoca excluida la

    disertacin doctoral, que puede considerarse al margen de la sociologa del

    conocimiento , se encuentra en

    Historicismo

    (1924). En este texto, Mannheim

    establece algunos supuestos filosficos de la sociologa del conocimiento o, como

    dir en la segunda parte de

    Ideologa y utopa

    (1929), sus supuestos valorativos.

    La posicin mannheimiana ante esta cuestin est asociada a la crtica del

    positivismo, a la crtica de la pretensin de construir una sociologa del conoci-

    miento emprica que no maneje ningn concepto filosfico de la realidad. Su

    posicin es, en ltima instancia, metafsica. La exigencia de suponer una con-

    cepcin previa de la realidad para construir cualquier concepto de ideologa (no

    slo un concepto crtico que en su obra est representado en la nocin de

    pensamiento socialmente incongruente o trascendente: la ideologa en sentido

    restringido y la utopa, sino tambin un concepto sociolgico) se traduce,

    finalmente, en la postulacin de una metafsica y una filosofa de la historia

    historicista

    que combina elementos diltheyanos y hegelianos en un intento de

    19

    K. LENK, Crtica de la ideologa y sociologa del conocimiento, en El concepto de

    ideologa trad. de J. L. Etcheverry, Buenos Aires, Amorrortu, 1982, p. 375; P. KECSKEMETI,

    Introduction a K. MANNHEIM, Essays on sociology of kn owledge Londres, Routledge

    Kegan Paul, 1972, pp. 28 y ss.

    54

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    11/15

    EL

    RETORNO

    DE LA

    SOCIOLOGA

    DEL

    CONOCIMIENTO

    A UNA

    EPISTEMOLOGA

    DE

    CORTE WEBERIANO

    sntesis inspirado

    en

    Troeltsch

    al que, en

    tono

    de

    comentario apologtico,

    est dedicado buena parte de

    Historicismo

    20

    .

    Esta filosofa historicista, aunque vagamente formulada, tiene innegables

    resonancias relativistas desde

    el

    punto

    de

    vista epistemolgico. Mannheim

    in-

    tenta superarlas combinando una nocin histrico-existencialde laverdad la

    verdadde

    cada poca

    con

    unanocin histrico-dialctica

    laprogresin sinttica

    de la verdad o la verdad dinmica del todo , que pretende salvaguardar, aunque

    en suspalabras de modo meramente regulativo,la posibilidadde un puntode

    referencia ltimo. Pero suspropuestas sondesafortunadas. Dehecho,lascrti-

    casa lasociologa del conocimiento mannheimiano pronto seconcentraronen

    esta forma dehistoricismoque,comoya en 1930sealaba H orkhe imer, adems

    de no evitar el relativismo, aceptaba abiertamente una metafsica idealista de la

    historia

    que

    vena

    a

    conce bir sta como

    una

    especie

    de

    desarrollo

    de lo

    humano

    esencial y, para mayor infortunio, resultaba ser internamente aportica

    21

    .

    12. I N T E R P R E T A C I N T R A S C EN D E N T A L

    El papel que juegan la metafsica y la filosofa de la historia pergeadaspor

    Mannheim se comprende bien tras la lectura de algunos pasajes significativos de

    la edicin alemana

    de

    Ideologa y utopa,

    que

    sugieren, efectivamente,

    una

    interpretacin radical, kantiana ocuasi-kantiana,de la constitucin socialdel

    conocimiento; de acuerdo con ella, podra decirse que

    lavalidez objetivadel

    conocimiento estara restringidaalm bitoen el querigensuscon diciones sociales

    de posibilidad.

    Yasimismoque,dadoquestassonhistricamen te cambiantes,

    esa validez sera relativa a cada constelacin sociohistrica o, en la fraseologa

    de Mannheim, estara particularizada en

    Historicismo,

    Mannheim llega a

    aseverar que los criterios de validez se desarrollan orgnicamente con las formas

    de conocimiento histricamente posibles,

    a las que son

    adecuados

    22

    .

    Se

    entien-

    de entonces el recurso a una filosofa de la historia que,adems de reconocer la

    relatividad de las formas histricas, busca una garanta ltima de la objetividad

    enla integracin sucesivade labase socialo en algn sucedneo suyo.Eneste

    sentido, Popper se refiri ya a la sociologa del conocimiento de Mannheim

    como la versin hegeliana de la teora kantiana del conocimiento

    23

    .

    Tambin B.G laeserhareconsideradomstardeuna interpretacin histri-

    co-trascendental de la sociologa del conocimiento mannheimiana, peroen su

    caso descartando finalmente esapo sibilidad.A sujuicio, Mann heim nopreten-

    de descubrir

    en la

    determinacin social

    en su

    operatividad subjetiva,

    que se

    20

    Historismus, op. cit. pp. 246 y ss.

    21

    M.

    HORKHEIMER,

    Ein neuer Ideologiebegriff?, en V. Meja y N. Stehr eds.),Der

    Streit um die Wissenssoziologie t. II, pp. 482 y ss.

    22

    Historismus,op. cit. p. 271.

    23

    K.

    POPPER,

    La sociedad abierta y sus enemigos trad. de E. Loedel, Barcelona, Paids,

    1981, p. 382.

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    J.

    CARLOS GMEZ MUOZ

    manifiesta en elconcepto de compromisoy no tanto, como queda dicho,en el de

    inters) una condicin trascendental, sino describir uncomponente delconoci-

    miento empricamente descriptible

    a

    travs

    de un

    mtodo

    de

    imputacin

    2

    .Siesto

    esas y, a mijuicio,lasobservaciones deGlaeser soncerteras conrespectoa

    la intencin de conjunto de la obra de Mannheim, el relativismo mannheimiano

    apareceraen suforma msdescarnadam ente aportica autodestructiva, en la

    expresindePo pp er; escptica, segnDe Gr).Perolociertoes queM annheim,

    del mismo m odoque nollevamuylejossusjustificaciones trascendentales,secuida

    mucho de tomar en serio su radicalismo relativista a la hora de formular y

    aplicar in concretolasociologa delconocimiento;ycadavez es msclaroque

    abandona elintento dehacer destauna teora encubierta sobrelavalidezdel

    conocimiento y de justificarla en lossupuestos de una filosofa his toric ista .

    13 . EL P L A N T E A M I E N T O W E B E R IA N O

    Todo esto es muy perceptible en la Sociologa

    del

    saber, de 1931, y, en

    general,en lostextos posterioresa laponencia sobrela competencia intelectual

    presentadaen 1928 en elCongreso AlemndeSociologay a la edicin alemana

    de Ideologa y utopa que seran los mejores exponentes de la nueva

    reconsideracinde su posicin epistemolgica. Aqu,

    reafirmandoelcarcter

    interpretativo

    de la

    sociologa

    del

    conocimiento, Mannhe im in t roduc e

    sis temticamente

    el concepto de perspectiva

    vinculndolo a ese carcter

    hermenutico ysustituyendo sintomticamenteel deideologa). Afirma literal-

    mente

    que la

    problemtica perspectivista

    de la

    sociologa

    del

    conocimiento

    se

    relacionacon la comprensibilidad de los fenmenos sociales, pues los hechos

    ms elementales

    de la

    esfera

    de lo

    social slo

    se

    pu eden alcanzar

    con la

    ayuda

    de

    conceptos interpretativos

    25

    .

    La determinacin social no apareceya como unfactor constitutivo de la

    objetividad,

    en el

    sentido fuerte

    del

    trmino, s ino como

    un

    factor

    de

    interpretabilidad delobjeto. Unobjetoque es interpretable porque es inagota-

    ble:

    es

    decir,

    la

    fijacin

    del

    sentido

    del

    objeto como sentido docum ental

    no

    dado inmediatamente en l) slo es posible selectivamente, y esa seleccin

    denota

    una

    perspectiva

    que es

    siempre aunque

    no

    slo social

    y se

    manifies-

    ta ,portanto,en elpro pio significado docum ental delconocimiento.Envirtud

    de ello, M erton

    ha

    podido afirmar

    que el

    concepto m annheimiano

    de

    perspecti-

    vaes assustancialmenteelmismoque elconcepto w eberianodeW ertbeziehung

    26

    .

    La perspectiva, dir Mannheim,

    se

    manifiesta

    en la

    eleccin

    de

    problemas,

    la

    fijacin

    de

    conceptos

    y de

    mtodos,

    la

    aplicacin

    de

    modelos comprensivos;

    es,

    en definitiva, necesaria para fijar

    el

    sentido

    del

    objeto, pero

    no es un

    principio

    24

    B.

    GLAESER,

    Kritik der Erkenntnissoziologie Francfort, V. Klostermann, 1970, pp.

    44-49.

    25

    Ideologie und Utopie pp.

    260-261.

    26

    R.

    MERTON,

    Karl Mannheim y la sociologa del conocimiento, enTeora y estructura

    sociales trad. de F. Torner y R. Borques, Mxico, FCE, 1984, p. 591.

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    13/15

    limitador de la objetividad si por ello se entiende que cada perspectiva) es

    incompatible

    con

    otras

    o que

    trae aparejados criterios de validez exclusivos

    dentrode un contexto social.

    De acuerdo

    con

    ello, podra decirse, como

    ha

    sealado Simonds,

    que la

    sociologa

    del

    conocimiento

    se

    sita ah ora

    en un

    nivelpropeduticoopreliminar

    alde laevaluacin de la objetividad: investiga su sentido documental, perono

    juzga

    su

    campo

    de

    verdad

    27

    .

    No

    obstante, Mannheim insiste

    en que es

    epis-

    temolgicamente relevante. Por qu?Laraznqueparece apuntares que esa

    tarea preliminar nuncaes de hecho slo preliminar, precisamente porque

    una

    fijacin completa delsentido delconocimiento esimpensabley, por tanto,su

    ejecucin real

    se

    solapa en laprctica

    con

    juicios veritativos. Esta dificultad

    que Mannheim atribuyedem anera especficaalconocim iento sociocultural

    le lleva

    a

    describir entonces

    la

    funcin

    que

    cumple

    la

    sociologa

    del

    conoci-

    mientoya nocomounafuncin deregistroyratificacin del conflicto ideol-

    gico,

    sino comouna

    funcin teraputica:

    deconcienciade loslmitesen los que

    se muevela perspectiva implcita del conocimiento como paso ineludible para

    su superacin terica o comunicativa, entendiendo-tales lmitesen el sentido

    desu incompletitud, no ya en el de su mbito subjetivo devalidez.Lasociolo-

    ga del conocimiento, afirma entonces, es provechosa no en la discusin

    directa de la verdad pero s en la revelacin decircunstancias que no carecen

    de relevancia para el descubrimiento de laverdad

    28

    .

    Esteesprecisamente elpapelquefinalmente parece atribuirse a loscono-

    cidos

    criteriosdeobjetividad

    quederivande lasociologadelconocimiento los

    criterios de traducibilidady de sntesis deperspectivas :el de, en sus propias

    palabras, medios indirectos destinados ahacer posibleuna mxima objetivi-

    dad desdelaconcienciade lapropia perspectiva.Setratade criterios definidos

    en trminos, digamos,

    prctico-metodolgicos y no estrictamen te lgico-

    gnoseolgicos;decriterios destinad osalcontro l epistemolgicode ladetermina-

    cin social,a suposible mxima n eutralizacin terica para ulteriorm ente favo-

    recer

    una

    mayor comprensividad

    de

    nues tra perspectiva

    29

    .

    Y en

    este contexto

    se

    sita tambin su famosa teorade losintelectuales,a la que se haatribuidoun

    mayor papelque el queMannheimleconcede,y de la quecabe afirmarque si su

    formulacin esequvocaydesafortunada, algunos intrpreteshanacabadopor

    convertirla en ridicula

    30

    .

    Esta ltima reformulacin

    de la

    relevancia

    de la

    sociologa

    del

    conocimiento

    respectoa lacuestinde lao bjetividad hasido,sinembargo,en buena medida

    pasada

    por

    alto

    en

    beneficio

    de una

    interpretacin

    que

    insiste

    en la

    coherencia

    mannheimiana entornoa lossupuestosdel historicismo relativista.Noobstan-

    te,

    las dos

    aproximaciones coexisten

    en su

    obra

    sin que

    quepa deducir

    una

    27

    A. P. SIMONDS,Karl Mannheim S sociology of knowledge, Oxford, Clarendon Press,

    1978,

    pp. 111-113.

    28

    Ideologie und Utopie, p. 76.

    29

    Cfr. ibidem, p. 259.

    50

    Una visin de conjunto de esta teora puede obtenerse acudiendo a la tercera parte

    de

    Ideologa y utopa

    y al ya citado texto

    El problema de la inteligencia.

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    J.

    CARLOS GMEZ MUOZ

    reduccin semejante.

    Y

    ello

    an con

    menor razn desde

    la

    lectura

    de sus

    escritos mstardos,en los que predomina precisamente una lnea argumental

    que presupone

    el

    abandono

    de los

    criterios historicistas

    de

    verdad

    y la

    traduc-

    cin del principio de la constitucin social del conocimiento en trminos

    comunicativos

    o de

    control metodolgico

    de las

    perspectivas tericas

    31

    .

    Por lo

    dems aunqu e insuficientemente perfilada y en gran parte truncada con el

    giro producido

    en el

    pensamiento

    de

    Mannheim tras

    su

    emigracin

    a

    Inglate-

    rra, en 1933), esta lnea argumental responde plenamente a su proyecto inicial

    de hacerde la sociologa delconocimiento unorg nonalserviciode la objeti-

    vidad del conocimiento sociohistricoy no un mero instrumento de ratifica-

    cin de la determinacin existencial tal como se desprende de los postula-

    dos establecidos en 1924.En este sentido, puede decirse inclusoqueconsti-

    tuye

    su

    nica propuesta

    en esa

    direccin,

    aun

    cuando presuponga,

    en

    todo

    caso, como idea directriz tal como ha indicado S.Hughesque el conoci-

    miento social nunca puede hallar descansoen labsquedade la certeza

    32

    .

    31

    Mannheim llega a afirmar entonces que la sociologa del conocimiento puede ser

    autodestructiva y falsa por sus consecuencias cuando no conduce a la autocrtica y el

    distanciamiento de la determinacin existencial, sino que se vale de ella para la legitimacin

    de toda parcialidad

    Die Gegenwartsaufgaben der Soziologie,

    Tubinga, J. C. B. Mohr, 1932,

    p . 40 . En cambio, un nuevo tipo de objetividad es alcanzable en las ciencias sociales no

    mediante la exclusin de las evaluaciones, sino mediante la conciencia crtica y el control de

    ellas Ideology and Utopia, p. 5 .

    32

    H. STUART HUGHES, Conciencia y sociedad, trad. de L. Escobar, Madrid, Aguilar,

    1972,

    p. 309.

  • 7/26/2019 Dialnet-ElRetornoDeLaSociologiaDelConocimientoDeMannheimAU-766352

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    EL RETORNO DE LA SOCIOLOGA DEL CONOCIMIENTO A UNA EPISTEMOLOGA DE CORTE WEBERIANO

    RESUMEN

    El presente trabajo intenta replantear la habitualmente simplificada exposicin de las

    implicaciones relativistas de la sociologa del conocimiento mannheimiana. Partiendo del

    inters, originalmente no sociolgico, sino epistemolgico, de su obra, recorre sta desde

    sus comienzos para mostrar cmo el relativismo historicista define slo un momento

    caracterizado por el enfrentamiento con el positivismo en el abordaje del problema de la

    naturaleza del conocimiento sociohistrico. Pero esa posicin desemboca, finalmente, en un

    planteamiento prximo al de la epistemologa weberiana, que se significa por la defensa de

    una concepcin de la objetividad posible, en la que el anlisis de la determinacin social

    sirve precisamente como crtica de la absolutizacin histrica del conocimiento y como

    apoyo metodolgico de una investigacin que, por su propia naturaleza, es incompleta e

    indefinida. Sin que Mannheim se exprese siempre de forma unvoca, la sociologa del

    conocimiento acaba apareciendo, ciertamente, como un anlisis propedutico necesario

    para el conocimiento social, epistemolgicamente relevante y destinado a permitir el con trol

    consciente y la neutralizacin terica de la determinacin existencial en la ciencia.

    STR CT

    The p resent paper tries to review the usually simplified issue of the relativistic implications

    of Mann heim s sociology of knowledge. Starting from the original inten tion of his work,

    epistemological and no t sociological, it seeks to show how historicist relativism defines only

    one moment in its development, a moment in which he deals with the question of socio-

    historical knowledge confronting positivism. This position, however, leads to an approach,

    near to the one of Max We ber s epistemology, according to which objectivity is possible and

    the analysis of social determination becomes useful just as a criticism of historical absolutization

    of knowledge and as a methodological support for a research, which, on its own nature, is

    incom plete and indefinite. A lthough M annheim doesn t always express himself accurately,

    sociology of knowledge is eventually presented as a preliminary analysis, necessary for social

    knowledge, epistemologically relevant and intended to provide conscious control and

    theoretical neutralization of existential determinatio in science.