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 1 Álabe nº6 diciembre 2012 ISSN 2171-9624 La Didáctica de la Literatur a en Argentina: de intervencion es f undacionales y mediaciones democráticas 1  ÁNGELES MARÍA INGARAMO Universidad Nacional del Litoral  Argentina [email protected] Resumen. En el año 1989 se editó en Ar- gentina La trama de los textos. Problemas de enseñanza de la literatura  de Gustavo Bom- bini. El libro abordaba una serie de “obs- táculos epistemológicos” (cf. Gerbaudo 2006, 2011; cf. Camilloni, 1997; Bachelard, 1948) presentes en la enseñanza escolar de la literatura, retomando distintas teo- rías que venían renovando los Estudios Li- terarios en el país. Al mismo tiempo, pre- guraba las líneas investigativas que habrían de consolidarse en el campo de la Didácti- ca de la Literatura a nivel local durante los años venideros. En las recapitulaciones de esta Historia, surge este escrito, pretendiendo dar cuen- ta del lugar fundante e ineludible que ocu- pa el citado libro en los avances sobre la enseñanza de la literatura en Argentina. Palabras clave: enseñanza de la literatura; teo- ría lite raria; crítica lite raria; Argentina. Abstract . Bombini Gustavos’s “The plot of texts. Problems of teac hing literature” was published in Argentina in 1989. The book dealt with a series of “epist emological obs- tacles” (cf. Gerbaudo 2006, 2011, cf. Ca- milloni, 1997; Bachelard, 1948) present in school teaching of literature, starting from the development of “mediation” (Gerbau- do, 2011a , 2011b), based on a number of theories that were to renew the eld of literary studies. At the same time, the text pregured in- vestigative avenues that should be conso- lidated in the area of the Teaching of Lite- rature at a national level over the years to follow. This article attempts to account for the foundational and essential place occupied by the said book in later developments of the eld. Key words: teaching literature; literary theory; literary criticism; Argentina. 1 Para citar este artículo: Ingaramo, Á ngeles (2012). La didáctica de la literatura en Argentina: de intervenciones fundacionales y mediaciones democráticas.  Álabe 6. [  www.revistaalabe.com] (Recibido 02-04-2012; aceptado 13-10-2012) The teaching of literature in Argentina. Foundational interventions and democratic mediations

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    La Didctica de la Literatura en Argentina: de intervenciones fundacionales y mediaciones democrticas1

    NGELES MARA INGARAMOUniversidad Nacional del Litoral

    [email protected]

    Resumen. En el ao 1989 se edit en Ar-gentina La trama de los textos. Problemas de enseanza de la literatura de Gustavo Bom-bini. El libro abordaba una serie de obs-tculos epistemolgicos (cf. Gerbaudo 2006, 2011; cf. Camilloni, 1997; Bachelard, 1948) presentes en la enseanza escolar de la literatura, retomando distintas teo-ras que venan renovando los Estudios Li-terarios en el pas. Al mismo tiempo, prefi-guraba las lneas investigativas que habran de consolidarse en el campo de la Didcti-ca de la Literatura a nivel local durante los aos venideros. En las recapitulaciones de esta Historia, surge este escrito, pretendiendo dar cuen-ta del lugar fundante e ineludible que ocu-pa el citado libro en los avances sobre la enseanza de la literatura en Argentina.

    Palabras clave: enseanza de la literatura; teo-ra literaria; crtica literaria; Argentina.

    Abstract. Bombini Gustavoss The plot of texts. Problems of teaching literature was published in Argentina in 1989. The book dealt with a series of epistemological obs-tacles (cf. Gerbaudo 2006, 2011, cf. Ca-milloni, 1997; Bachelard, 1948) present in school teaching of literature, starting from the development of mediation (Gerbau-do, 2011a , 2011b), based on a number of theories that were to renew the field of literary studies.At the same time, the text prefigured in-vestigative avenues that should be conso-lidated in the area of the Teaching of Lite-rature at a national level over the years to follow.This article attempts to account for the foundational and essential place occupied by the said book in later developments of the field.

    Key words: teaching literature; literary theory; literary criticism; Argentina.

    1 Para citar este artculo: Ingaramo, ngeles (2012). La didctica de la literatura en Argentina: de intervenciones fundacionales y mediaciones democrticas. labe 6. [www.revistaalabe.com](Recibido 02-04-2012; aceptado 13-10-2012)

    The teaching of literature in Argentina. Foundational interventions and democratic mediations

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    Gnesis y desarrollo de una esperada publicacin

    El ao 1983 se presenta como un momento particularmente ineludible para quien pretenda un acercamiento a la historia argentina. Finalmente, luego de siete sangrientos aos bajo el yugo del terrorismo de Estado, el pas volva a contar con un gobierno demo-crtico.

    La reinstalacin de la mentada modalidad poltica no tard en impactar en el esta-do del campo intelectual (Bourdieu, 1992) del momento. Laxada oficialmente la soga de la censura, muchas voces anteriormente silenciadas o relegadas al mbito de la clan-destinidad comenzaron a florecer en el interior de este espacio.

    El campo literario (Bourdieu, 1992), por su parte, no se mantuvo ajeno a estas renovaciones. A este respecto, los estudios de Anala Gerbaudo (2011a) identifican en la coyuntura histrica postdictatorial la emergencia y consolidacin de distintos modos de leer (Ludmer, 1984; cf. Bombini, 1989; cf. Capdevila, 1997; cf. Biselli, 1997) que haban quedado circunscritos durante los aos del terror a lo que se denomin universidad de las catacumbas: un espacio clandestino, paralelo al universitario oficial, donde distin-tos intelectuales importaban y traducan perspectivas terico-literarias alternativas a las oficiales.

    Con la venida de la democracia, varios de los sujetos integrantes de estos grupos de estudio, tales como Beatriz Sarlo, Josefina Ludmer, Enrique Pezzoni o Jorge Panesi, comenzaron a (re)ingresar al plantel docente de la universidad pblica, introduciendo di-chas perspectivas en el armado de aulas que contaban entre sus destinatarios con futuros profesores.

    En este punto, para quienes abocamos nuestras investigaciones al mbito de la didctica de la literatura y que reconocemos en los estudios literarios uno de sus campos referenciales por excelencia (Gerbaudo, 2006, 2011b; Bombini, 1989, 1992, 1995, 1996, 2005), surge la inevitable pregunta por los impactos de estas transformaciones especfi-cas en el rea de nuestro inters.

    Contrariamente a lo que cabra esperarse de un perodo en el que se asista a una dionisaca renovacin de saberes, no ser sino hasta el ao 1989 cuando se publique en el pas un texto que se proponga la democratizacin crtica de la citada renovacin terica para un pblico especializado en la enseanza escolar de la literatura. Titulado La trama de los textos. Problemas de enseanza de la literatura2 y escrito por Gustavo Bombini -por aquel entonces un joven docente de Escuela Secundaria, exalumno de las ctedras

    2 De aqu en ms La trama de los textos

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    universitarias en las que se producan las citadas innovaciones, e incipiente Ayudante en la asignatura Didctica especial y prcticas de la enseanza de la carrera de Letras en la universidad de Buenos Aires-, el libro cont con un arrollador xito de ventas.

    Agotados los nmeros de su primera edicin que data de 1989, el texto se volvera a publicar dos aos despus (1991), ahora con una entusiasta tirada de 3 000 ejemplares que doblaba en nmero a la primera. El dato no resulta menor si tenemos en cuenta que el ingreso de esta obra a la universidad, -uno de los centros por excelencia de multiplicacin de lecturas (Dalmaroni, 2011)- se fecha fundamentalmente desde el ao 1992 en adelante. Quines eran los lectores que en slo dos aos haban agotado los 1500 ejemplares a la venta? Quines eran aquellos para quienes, en un principio, se editaban las 3000 copias ms?

    El citado desfase temporal que se establece entre la enunciacin de la voz en 1989 y su eco universitario recin en 1992, habilita la reconstruccin del posible perfil con-sumidor del texto durante sus primeros aos de circulacin (1989-1991). Se tratara del docente de literatura de nivel secundario en ejercicio, quien, al guiarse por el dato de la profusa reedicin, se senta si no representado, al menos interpelado por esta obra que lo tena por su lector modelo.

    La inmediata popularidad que adquiri el libro invita a ser comprendida en vincu-lacin directa con dos hechos especficos. Por un lado, con el renombre que para aquel entonces vena adquiriendo el autor, a raz de una serie de cursos de capacitacin docente que desde el ao 1986 dictaba en distintos puntos del pas, en compaa de Mara Adelia Daz Rnner3. Por otro lado, con la situacin desesperante de deslegitimacin social y desproteccin terica en la que se hallaban los docentes escolares durante dicho perodo, una situacin que los arrojaba hacia la propia bsqueda bibliogrfica y auto-capacitacin.

    Para aquel entonces, el estado de los contenidos escolares era tan alarmante como la situacin de la educacin pblica en general. Desercin, deterioro y salarios paup-rrimos eran las caras visibles del saldo que haba dejado el paso del gobierno dictatorial por el sector. Nada latente pareca resurgir con fuerzas de las iniciativas impulsadas du-rante los aos 60 y 70 que se haban propuesto la renovacin de las normas, contenidos y rituales escolares. Tampoco el Congreso Pedaggico Nacional celebrado por parte del Gobierno en el ao 1984 haba aportado soluciones concretas para alcanzar la ansiada mejora. Sumado a esto, muchos de los programas que se proponan la actualizacin y

    3 Precisamente, el primero que ofrecen en forma conjunta en la ciudad de Mar del Plata llev por ttulo La trama de los textos, descubriendo as su calidad de antecedente inmediato para el texto en cuestin. Asimismo, no podemos negar la importancia que adquiere la citada autora en la gnesis del texto. En la reedicin de La trama de los textos del ao 2005 se lee en una parte de su Dedicatoria: Para Mara Adelia Daz Rnner, quien resulta y confiada, me pidi en el ao 1988 setenta pginas sobre lo que vos hacs y eso dio origen a mi primer libro. (Bombini, 2009: 3)

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    capacitacin del cuerpo docente haban quedado interrumpidos o sin concretarse en un pas con su economa en pique. (Puiggrs, 2009: 181)

    En el estado anquilosado en el que se hallaba el sistema, la enseanza escolar de la literatura haba quedado subsumida en una visin enciclopedista de la historiografa lteraria (Bombini, 1989) que reduca la tarea interpretativa de la lectura a la dilucidacin de un nico sentido dictaminado por la figura del autor, (Bombini, 1989; Caisso y Rosa, 1987). Al mismo tiempo, la cartelera de opciones bibliogrficas quedaba circunscrita a un canon escolar determinado por las nociones de literatura como modelo de buen decir y modelo de buen hacer, (Bombini, 1989). Perdidos en tierra de nadie, los do-centes de lengua y literatura de la escuela secundaria argentina parecan encontrar en los postulados de este libro una salida ante una prctica que estaba perdiendo toda su legiti-midad social.

    Con llamativa celeridad el xito de La trama de los textos comenz a trascender los espacios privados, ingresando en los programas de los Institutos Terciarios de For-macin Docente y, con mayor posterioridad, en los de la Universidad Pblica Argentina4. En esta lnea, se constata que desde el ao 1996 el texto se halla instalado en la totalidad de los programas de las ctedras de Didctica Especfica o afines, de la carrera de Letras de las principales universidades del pas (UBA, UNC, UNLP, UNT), una incorporacin que se perpeta hasta la actualidad y que sigue provocando el envo (Gerbaudo, 2011b) a su adquisicin y lectura.

    Aos luego, en 2005, se producir una nueva reedicin del texto que contar aho-ra con anotaciones por parte del autor al final de los apartados originales. Algo mova a Bombini a reescribir la trama, a resignificar sentidos, a reencontrarse con el que fue.

    El libro, que deviene otro como quien esto est escribiendo (Bombini, 2009: 125), pona en dilogo dos proyecciones de un mismo sujeto que, si bien mostraban cierta continuidad, tambin manifestaban algunas divergencias. Entre un texto y el otro mediaban diecisis aos y uno de los sucesos ms contraproducentes para la Educacin

    4 Valga a este respecto una ancdota ilustrativa de la buena acogida que recibi el texto en espacios destinados a la formacin docente. Para el ao 1990, el reconocido tallerista y profesor Nicols Bratosevich, encontrndose a cargo de un Seminario sobre Teora Literaria y Educacin que se imparta en el marco de la Maestra en Ciencias del Len-guaje del Instituto Terciario Joaqun V. Gonzlez, organizaba su programa recuperando los aportes del texto para alcanzar una actualizacin de criterios terico-crticos en la consumicin-produccin literarias, aprovechable en el mbito educativo, (Bratosevich, 1990). Toda una postura. Bratosevich no aspiraba a la mera reproduccin mecnica de los conocimientos derivados de la Teora y Crtica Literarias en el mbito educativo, sino a su aprove-chamiento, es decir, a la obtencin de algn tipo de beneficio a partir de su uso. La apuesta de La Trama de los textos responda a dicha exigencia, en tanto que recurra a los saberes terico-crticos, no era para su simple transcripcin en un libro destinado a docentes de Escuela Secundaria, sino para la elaboracin de mediaciones (Gerbaudo, 2011a; 2011b) atentas a las problemticas que estaban obstaculizando las prcticas.

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    Argentina: la sancin de la Ley Federal N 24195. Con la aplicacin de este rgimen se clausuraba una etapa en la enseanza de la literatura escolar caracterizada por el abordaje de los textos literarios como modelos del buen decir y del buen hacer. En su lugar, las propuestas curriculares oficiales -y la mayora de las editoriales- planteaban la consi-deracin del objeto como un discurso social ms (Gerbaudo, 2006; Bombini, 2009), destinado a un tipo de placer asociado al facilismo, (Gerbaudo, 2006).

    Bombini, portador de una visin compleja sobre el objeto, en tanto que discurso esttico de alta complejidad que requiere del desarrollo de mltiples competencias para ser abordado (Bombini, 1989: 25), desdear este tipo de proposiciones que en nombre del placer de la lectura borran todo tipo de esfuerzo interpretativo. A este respecto, el au-tor remarcar que la escuela no puede dejar al sujeto lector sin herramientas vlidas para comprender ms y por ende para construir su propia experiencia de placer, (Bombini, 2009: 38).

    De cara a las ruinas que dej una ley sagaz y egosta, el autor intensificar en el ao 2005 el reclamo de recuperar los saberes del sector docente para reinventar la enseanza de la literatura, abandonando las recetas prescriptivas que les niegan su carcter de pro-fesionales crticos.

    Cuatro aos luego, en 2009, La trama de los textos se volva a editar una vez ms, lo que dejaba en claro que veinte aos despus de su primera aparicin, el texto an continuaba y an contina cautivando lectores.

    Una mediacin fundante5 La publicacin de La Trama de los textos invita a ser comprendida como un punto de inflexin en el curso de la historia de la Didctica de la Literatura a nivel local. Con una originalidad indita, el texto no slo trazaba el delineado de una futura agenda investigativa atenta a los problemas y particularidades propios del sector; sino tambin, lograba detectar e intervenir en torno a ciertas problemticas vigentes en la enseanza escolar de la literatura a partir del dilogo con las nuevas, ignoradas o silenciadas voces provenientes de los estudios literarios.

    En cuanto a lo primero, una mirada en retrospectiva permite corroborar el lugar fundante que adquiere la obra en el desarrollo de ciertas tendencias investigativas que posteriormente se afianzarn enrgicamente en el campo.

    5 A partir del concepto de mediacin, Gerbaudo (2011b) busca destacar la dimensin artesanal y subjetiva que po-see la prctica de construccin de un discurso -el que acontece en la enseanza de la literatura, o en el hacer propio de la Crtica Literaria- que lee, selecciona, tacha, reelabora los dems discursos, para elaborar el propio.

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    As, la preocupacin manifestada por el autor por la figura del alumno pensado como lector ser abordada en el pas por un gran nmero de investigaciones en los aos subsiguientes a la edicin del texto. Tal es el caso de los estudios de Carolina Cuesta (2001, 2006), Liliana Peralta (2001), Elba Amado (2004), Mirta Fernndez (2006) o Paula Labeur (2002), por slo citar algunos casos.

    Lo mismo ocurrir en torno a la lnea de investigacin que funda el texto en una zona de borde disciplinar6 (Gerbaudo, 2006; 2011b) que se gesta entre la Teora Lite-raria, y la Didctica de la Literatura; una corriente atenta a la produccin de mediacio-nes entre estos campos, en la que se destacan los trabajos de Anala Gerbaudo (2006; 2011b), Miguel Dalmaroni (2006; 2011) y Daniel Link (1994), entre otros.

    Finalmente, destacamos la importancia que Bombini le asigna en este texto a la narracin de las propias prcticas por parte de los docentes, un modo de construccin de conocimiento que los reconoce como portadores de saberes derivados de la experiencia ulica con el objeto. Siguiendo los anlisis de Gerbaudo (2009) sobre las perspectivas dominantes de trabajo que se vienen presentando en los principales congresos y encuen-tros del rea a nivel nacional, este modo ha mostrado un copioso desarrollo en las ltimas dcadas.

    Por su parte, en lo que respecta a la operacin de mediacin que realiza el texto en torno a los saberes que se derivan del campo de los estudios literarios, su abordaje obliga a remitirnos a los aos de formacin universitaria del autor.

    Seguramente, de crticos y profesores claves en el momento en que cursaba sus estudios o trabajaba como docente en la Universidad de Buenos Aires como Beatriz Sar-lo, Jorge Panesi, Enrique Pezzoni o Josefina Ludmer, Bombini haba aprendido que la Teora Literaria habra de servir como un dispositivo para leer mejor y no como conoci-miento destinado al mero aplicacionismo, (Bombini 1995; Gerbaudo 2006, 2011b). En dicha clave de lectura uno lea para decir otra cosa, para abrir paso a la novedad. En este caso, el autor se serva de los postulados tericos que haban renovado el campo de los Es-tudios Literarios en Argentina precisamente para hacer otra cosa: detectar problemticas y proponer posibles salidas para una prctica de enseanza que haba quedado obsoleta perdiendo su legitimidad social.

    Gran conocedor del espacio educativo, afanoso lector de las renovaciones de la Teora y Crtica literarias en el mbito local y experto en los avances en el campo de la Di-

    6 Gerbaudo utiliza el concepto de zona de borde para referirse al entramado disciplinar que se vuelve necesario para abordar problemas de la esfera educativa cuya complejidad impide que una sola pueda abarcarlos, demandan-do una confluencia terico-epistemolgica () (2011b: 24)

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    dctica de la Literatura en el escenario internacional (Bombini, 1992), Bombini se mova con soltura entre estos espacios del saber, haciendo un trabajo de traduccin, probando alcances bibliogrficos, detectando posibles cruces capaces de resolver las problemticas que estaban obstaculizando las prcticas.

    De esta forma, La Trama de los textos fue inaugurando paulatinamente una zona de borde disciplinar que volva a la renovacin de la enseanza escolar de la litera-tura una tarea de responsabilidades compartidas. Por un lado, la Didctica de la Literatu-ra deba abrirse a la reflexin terico-literaria, -abandonando la idea vana de una prctica sin teora (Bombini, 1996)-; y por el otro, la Academia deba democratizar sus actualiza-ciones, elaborando mediaciones para un pblico ms amplio que s misma (Bombini, 1995).

    Teniendo en cuenta que la Escuela pareca haber quedado fuera del movimiento de traduccin e importacin de Teoras Literarias que vena ocurriendo en el campo literario, la labor que emprenda el texto posea un sesgo democratizador considerable: Bombini abra su biblioteca en bsqueda de posibles respuestas para una generacin de docentes que, formada durante la Dictadura Militar y en ejercicio durante un gobierno poco dispuesto a prestar soluciones radicales para las problemticas educativas, no haba tenido posibilidad de actualizar profundamente sus conocimientos en el rea. El texto arremeter entonces en esta direccin, dirigiendo a sus lectores a profusos envos bi-bliogrficos que traducen un canon particular de lectura.

    En este sentido, una presencia dominante en el mismo ser la de la reconocida crtica literaria y profesora Josefina Ludmer. La trama de los textos retomar varios de sus aportes, especialmente los derivados de un seminario sobre Teora Literaria dictado por la autora entre los aos 1984 y 1988, en el marco de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires. El curso, concebido por Bombini como un punto de in-flexin en el desarrollo del campo de la Teora Literaria en la Argentina, se presenta aqu como el seminario que habra que pensar como punto de viraje () en una cantidad de problemas que () tienen que repercutir o sera deseable que repercutieran en el interior de la prctica de la enseanza (Bombini, 1989: 43).

    Recuperando sus reflexiones en torno a las funciones de la Teora Literaria y ha-cindose de la categora de modos de leer postulada por la autora, Bombini se propona lidiar con uno de los mayores obstculos epistemolgicos (Bachelard, 1948; Camilloni, 1997; cf. Gerbaudo, 2011b) que afectaban a esta prctica: el de la concepcin y presenta-cin escolar de las conceptualizaciones literarias como universales y eternas. Para esto, decide contraponer la nocin de literatura como modelo del buen decir a la performan-ce de textos literarios que, si bien alcanzaban una clara presencia en el campo literario del momento, permanecan ajenos al canon escolar. En el ruido que generaba la falta de

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    correspondencia entre el objeto y la conceptualizacin escolarmente adoptada, se volva patente que los modos de leer respondan a la emergencia de producciones literarias especficas en tiempos y espacios determinados. De esta forma, el reconocimiento del carcter histrico que entraan indefectiblemente las conceptualizaciones sobre lo lite-rario, le permita al autor explicar por qu ciertas aproximaciones nos permiten mirar mejor determinados textos, pero muestran sus claras limitaciones cuando las pautamos para el abordaje de otros. Fiel al objeto y sus alcances, Bombini se inclinar entonces por concepciones ms bien relacionales (Vaccarini, 2008) sobre la literatura, enviando a sus lectores a textos como Estructuras y funciones del discurso de Teun Van Dijk o Escritos de esttica y semitica del arte Jan Mukarovsky, los que, si bien reconocen una especificidad esttica en el objeto, la comprenden en determinacin directa con lo que se concibe como tal en un momento social dado.

    Otra presencia a destacarse ser la de Beatriz Sarlo, una clebre analista de la cul-tura y crtica literaria que, al igual que Ludmer, ejerca la docencia universitaria durante el perodo de docencia y formacin del autor en la universidad de Buenos Aires. La tra-ma de los textos no slo enva explcitamente a ciertos libros que esta autora produ-jo en compaa de Carlos Altamirano como Literatura/sociedad (1977), o Conceptos de sociologa literaria (1980); sino tambin a escritos que la Crtica Literaria identificar posteriormente como pertenecientes al canon Sarlo, ya sea por la asiduidad con la que la autora los cita en sus trabajos, o por la responsabilidad directa que ejerci en su traduc-cin e introduccin en el escenario local. Tal resulta ser el caso de Manuel Puig y Juan Jos Saer, desde el mbito literario; o a Mijal Bajtn, Pierre Bourdieu, Terry Eagleton, o Jan Mukarovsky, desde la Teora y la Crtica Literarias.

    A este respecto, interesa especialmente la recuperacin que se realiza en el tex-to del concepto de campo intelectual, una categora postulada por Pierre Bourdieu (1992), importada al pas fundamentalmente por la autora, la cual se retomaba aqu para proponer alternativas a los modos ingenuos y simplificadores de presentar la relacin texto-contexto en el interior de las aulas de literatura escolares (Gerbaudo, 2011). En este sentido, las referencias que se realizan al concepto van normalmente acompaa-das por notas al pie que dirigen al lector a los escritos de Bourdieu, pero tambin a los de Sarlo, transparentando con este ltimo gesto el valor que se le reconoce a esta reescritura terica que imprime sobre el objeto sus propias marcas desde la perspectiva local.

    En esta misma lnea, tambin habra que mencionar la recurrencia en el texto a los postulados de Terry Eagleton -una presencia claramente asidua en los escritos de Sarlo de aquellos aos-, cuyos aportes sern utilizados aqu para incitar la apertura escolar a la figura del lector, tanto como dimensin textual que construye el texto, como cual sujeto real capaz de asignar sentidos en el proceso de lectura.

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    De este modo, dando cuenta de la situacin comunicativa concreta en la que siem-pre tienen lugar los discursos (Van Dijk, 1996) literarios, Bombini buscaba subsanar otro de los grandes problemas que detectaba en la enseanza escolar de la literatura: el de concebir al autor como garante del sentido ltimo del texto. En los nuevos-tiempos-democrticos que acontecan, se volva necesario darle nacimiento al lector escolar, abrir los mltiples sentidos del texto, arriesgarse a modos ms democrticos en el aula, enten-der al sujeto alumno como constructor de lecturas.

    Algo quedaba en claro de todas estas apuestas tericas, Bombini encontraba en los planteos del universo de la Teora y Crticas Literarias modos ineludibles para la des-articulacin de los mandatos escolares sobre la enseanza de la literatura que obstaculi-zaban los alcances del objeto en la prctica de enseanza.7

    Conclusin

    La publicacin en el ao 1989 de La trama de los textos de Gustavo Bombini supuso un punto de inflexin en la historia de la Didctica de la Literatura en Argentina. El texto no slo fund y direccionaliz las principales lneas investigativas desarrolladas posteriormente en el campo, sino que tambin democratiz una serie de renovaciones terico-crticas literarias que posibilitaron la revisin de ciertos supuestos imperantes en la enseanza escolar de la literatura. En la tarea de abordar dichos supuestos crtica-mente, el texto diagnosticaba el estado de esta enseanza, constituyndose as como un testimonio en pie sobre nuestro pasado educativo-poltico. Una mirada en retrospectiva as parece corroborarlo.

    7 Esto se explica a partir de la visin que el autor posea sobre la Teora Literaria, a la que entenda como un cuerpo de saberes capaz de desbaratar las ideologas arraigadas, provocar la revisin del canon y habilitar la reflexin sobre los lmites que se dibujaban entre los discursos considerados literarios y los que no. (De Man; cf. Bombini 1996a) Desde esta lgica, la recurrencia a este campo de conocimientos se explica fcilmente, en tanto que las citadas ope-raciones se reconocan como tareas pendientes en lo que respecta a la enseanza escolar de la literatura.

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