Un niño de 6 años le pregunto cierta vez a su padre que estaba viendo la TV ¿papa, cuanto ganas en tu trabajo?. El padre le dijo ¡No te interesa! Pero papa puedes decirme entonces cuanto ganas por día?, insistió el niño.

El padre contesto ¡Cállate y no me vengas con preguntas tontas! El niño, una vez mas, sin darse por vencido, insistió. Bueno papa entonces dime por favor ¿cuánto ganas por hora?...el padre sabía que si no daba una respuesta a su hijo no podría ver tranquilo la TV, entonces sacó mentalmente su cuenta, pero estaba a punto de decirle la respuesta cuando la mamá volteó y le dijo “No te lo puedo decir sino tu mama me quita todo”... Una vez que

la mama se alejo el niño volvió al ataque, ya pues papa, Mama ya se fue dime cuanto ganas por hora... !Esta bien, esta bien, mas o menos 20 soles la hora! ¡Ahora vete a dormir y deja de molestarme que quiero ver tranquilo el clásico.

El niño corrio a los brazos de su padre, le dio un gran abrazo y un gran Beso y le dijo ¿papaito puedes darme 10 soles por favor?. ¡ya sabía que algo te interesaba! ¡Vete a tu cama a dormir y no molestes mas que ya perdí la paciencia! (dijo en Tono amenazante). Fue la única respuesta que obtuvo el Niño (NO LE PREGUNTO POR QUE O PARA QUE) El niño bajo la mirada asustado y se fue cabizbajo a su Cuarto... Allí echóse a dormir.

Luego de un momento, Cuando terminó el primer tiempo y daban propaganda El padre se sintió mal por su dureza y quiso sentirse menos culpable y acallar su negra conciencia dándole los 10 soles a su hijo.

Entonces, se fue a su Cuarto, lo despertó y le dijo: Hijo, hijo, aquí tienes tus 10 Soles ... le dejo el billete sobre la cama y se alejó. Pero lo detuvo la voz del niño que le dijo dulcemente “Papaito por favor no te vayas, ven un ratito”. El padre Se sentó sobre el borde de la cama del niño y vio que levantaba su almohada y sacaba debajo de ella una lata de Betún, abrió la lata y empezó a contar una tras otra moneda Hasta juntar diez soles, juntó estas monedas al billete que Le había dado su padre y

dándole las monedas y el billete Le dijo “Papito, por favor, no te vayas a molestar pero ¿Puedes VENDERME una hora de tu tiempo?

Necesito Que estés a mi lado, que juegues conmigo, que me toques, Que Me mires, que me hables, que me escuches , Porfa papi yo sé que eres un hombre muy ocupado y por trabajar todo el día no Tienes tiempo para mi, ¡pero por favor papito ¡vendeme una hora de tu tiempo, te necesito!.

El padre abrazó fuertemente a su hijo escapósele una lágrima de sus ojos y se prometió a si mismo REGALARLE TODOS LOS DÍAS UNA HORA DE SU “VALIOSO” TIEMPO A SU PEQUEÑIN.