Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

19

Click here to load reader

Transcript of Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

Page 1: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

Diez cosas que siempre quiso saber sobre el post-estructuralismo y nunca se animó a

preguntar1.

.

Encendemos hoy la tele, para ver la realidad (-¿hay otra manera?-) y encontramos a

Mauricio Macri cantando una canción de Queen con su doble de Gran Cuñado (la

parodia de la parodia de la novela de Orwel). Cambiamos de canal y vemos un

vespertino conducido por mujeres –cuyo nombre es un juego de lenguaje que hace

alusión a que las conductoras tienen sexo todas las mañanas- donde éstas atacan y

critican a una chica de 18 años -que tiene un fotolog que visitan 20 millones de

personas- porque está de novia con otra chica de su edad y publica fotos besándose con

ella. Esto es, quienes se jactan de audacia y gusto por el sexo, aparecen como histéricas

y reprimidas. Tenemos alimentos dulces sin azúcar, tortas de chocolate que no

engordan, yogurts para ir al baño, cervezas sin alcohol, máquina para ejercitarse sin la

necesidad de esforzarse, democracias laicas que invocan a Dios y la lucha contra el mal

para invadir otros países. Sin duda la realidad se inviste de manera ambigüa.

Esto es como si la realidad necesitara de una ficción a la cual imitar. Una fantasía que

indique a la realidad como debe comportarse. Como si el imitador de Macri fuera más

real que el mismo Macri. Ó como dicen los mismos candidatos cuando van al programa

de Tinelli: - “Cuando salgo a la calle la gente me dice te vi anoche en la tele (haciendo

referencia al personaje del programa de televisión)”.

¿Cuál es la realidad y cuál es la ficción? ¿Cómo podemos interpretar y dar sentido a

esta realidad que se confunde con esta ficción? ¿Desde donde, que punto de vista,

debemos contemplar esta supuesta realidad en la que estamos sumergidos y moldea

nuestra propia subjetividad? Mejor aún ¿Debemos pensar que es posible ese lugar, ese

punto de vista que nos brinda una visión panorámica de la realidad? Todo esto para

demarcar una pregunta central como ¿Cómo podemos pensar –en estos tiempos- la

política, como algo múltiple, indeterminado y abierto? Esto sería lo mismo que decir

¿De qué manera la política puede introducir nuevos sentidos a este mundo con una

realidad tan singular?

Este trabajo busca articular en distintos niveles un análisis sobre las condiciones en las

que podemos pensar la política en nuestro tiempo. Aquí queremos hacer un ejercicio de

1 Ricado Esteves (UBA) [email protected]. Este trabajo está enmarcado en una actividad que se realiza desde septiembre del 2008 llamada “Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea” que desarrolla en forma de seminario. Presentado en el XI Congreso Nacional de Ciencia Política de la SAAP, Santa Fé, 2009.

1

Page 2: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

doble articulación; sobre su objeto -la realidad política actual- y las formas en las que se

puede articular un discurso sobre él mismo.

El ejercicio de la forma busca reflexionar sobre desde donde podemos ejercer un crítica

(ó como una crítica, del discurso de la crítica) de la política que ha sumergido al mundo

en esta profunda crisis internacional, que se puede pensar como la primera catástrofe del

siglo XXI.

Esta posguerra que encuentra a Estados Unidos en una situación en la que su declive

hace manifiesto su imposibilidad de mantener la ilusión unipolar de los años ’90. Un

escenario internacional donde se disputa la valoración de los regímenes democráticos.

Un escenario en el que los regímenes populares latinoamericanos acentúan el valor

polisémico de la democracia. Un mundo donde la democracia –como la principal

importación de Estados Unidos- ha perdido todo valor, el liberalismo agoniza y donde

nuevamente se consideran –se ensayan y simulan- nuevas formas para la democracia.

Un tiempo de identidades difusas que busca un nuevo sujeto para la política.

Este trabajo está compuesto por meditaciones que intentarán delinear aspectos centrales

del post-estructuralismo. Utilizamos la categoría post-estructuralismo para clasificar

arbitrariamente la obra de filósofos como Jaques Derrida, Alain Badiou, Slavoj Zizek,

Ernesto Laclau y Jaques Ranciere. Intentaremos ensayar como podrían operar algunos

principios (por lo menos diez) del post-estructuralismo.

Introducción: El fin de la era Bush - El comienzo de la era Obama.

"He abandonado los principios del libre mercado para salvar al libremercado."

George Bush, 16 de diciembre, 2008.

Es evidente la clausura de un presente prolongado e indefinido que inauguró el 11 de

septiembre del 2001. El discurso de la democracia como la mejor exportación de los

Estados Unidos se ha agotado de la misma manera que la creencia de la indisociabilidad

de la democracia con el liberalismo. Lo curioso resulta que quien acabara con la política

liberal fuera quien llevara adelante una sangrienta cruzada por la libertad. Cuando la

distancia entre el enunciado y la enunciación2 es tan grande sucede lo que está

sucediendo, el discurso deja de darle significado a la realidad. Uno diría que esto es un

doble discurso. Todo discurso es doble. Si el discurso no fuera doble se debería plegar

2 “El decir y lo dicho” en palabras de Ducrot ó la distancia que existe –como diría Foucault, entre “Las palabras y las cosas”.

2

Page 3: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

sobre sí mismo como en un acto de habla ideal donde yo digo lo que yo digo, es decir

una tautología que no designaría nada salvo sígo mismo. Solo tenemos enunciados que

fuerzan lo real que resiste toda simbolización tendremos que operar con un discurso que

siempre es doble, incluso un doble de sí mismo.

En este sentido el discurso de la era Bush ya había perdido la posibilidad de disputar

sentido. Podríamos decir que en el final el discurso de Bush no tenía sentido. La guerra

contra el terror y el eje del mal como mandato de Dios se había convertido en lo que

siempre fue, una fábula para enmascarar la realidad. Paradójicamente la fábula que

enmascara la realidad se convierte en la realidad misma.

El discurso de la era Bush logró articular significantes vacíos como la guerra contra el

terror, que permitió invadir Irak; acta patriótica, que abolió el habeas corpus e

instauró la tortura; libertad de mercado que generó una desregulación de los mercados

financieros creando una crisis global; constituyendo una realidad política singular para

los Estados Unidos y el resto del mundo.

El discurso de la era Bush implica una realidad política. La realidad política de las bases

militares como la de Guantánamo donde se torturaban sospechosos de terrorismo

sustraídos por la fuerza de distintos países y de la del saqueo de los ahorros del pueblo

estadounidense y muchas otras personas por parte de ejecutivos inescrupulosos.

El colapso, en parte por una guerra agotadora y un esquema financiero sustentado en

una burbuja, de este modelo dio lugar a disputar la hegemonía por el discurso político

de la democracia de Estados Unidos. La respuesta a esto fue la esperanza (Hope) lo que

funcionó como significante vacío articulando una serie de demandas distintas haciendo

posible la emergencia –aunque fuera temporalmente- de un sujeto popular.

Las elecciones presidenciales que le dieron el poder a Obama son un acontecimiento

singular por el interés y un nivel de movilización pocas veces visto en la historia de ese

país, y acercándose en algunos aspectos a los regímenes populares como los

latinoamericanos. No sin ironía podríamos decir que la política norteamericana se

peronizó3. Pero sin duda hay un giro popular en el discurso de Obama tomando

distancia de algunas corporaciones (como el ejército) y el Big Bussines, sustanciando su

poder en el pueblo. El discurso inaugural de Obama en el Lincoln Memorial era en sí un

acto de enunciación en el que lo dicho (el mensaje) fue: - Gobierno para ésta gente, éste

millón de personas aquí presentes, y no para las corporaciones, grupos de interés o el

gran capital. Esta puesta en escena es permite como en una obra de teatro representar

3 Cristina bajó los cuadros de Videla en la ESMA y Obama cerró Guantánamo.

3

Page 4: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

una situación, esta enunciación hace posible esta nueva serie de enunciados en los que

aparece como sujeto esta masa indefinible. El gesto poco común en los discursos de

asunción de los presidentes norteamericano es la marca en la enunciación que le permite

articular este nuevo sujeto.

El discurso de la era Obama sirve para ilustrar la dimensión de la apertura de lo político

como algo múltiple e indeterminado. El discurso de ciencia política caracteriza a

Estados Unidos como uno de los regímenes más estables, en el que la continuidad

institucional es tan constante que impide cambios políticos sustanciales. Esta

caracterización en sí ejerce una sutura, un cierre, que en este caso puede llegar a

desbordar los márgenes de lo que establece el discurso de la ciencia política. Esto es,

nuevamente, una realidad que desborda la realidad, que exige un reajuste, una re-lectura

y una re-escritura. Esto es la necesidad de re-subjetivizar la realidad para poder darle

sentido.

Esa realidad que necesita ser re-subjetivizada (por los Estados Unidos) es una realidad

en la que los Estados Unidos ya no es número uno del mundo. Casi como en la práctica

psicoanalítica los Estados Unidos –como sujeto- debe elaborar esta nueva realidad. El

declive del poderío estadounidense y el surgimiento de otras potencias como China,

Rusia, Europa y Brasil, han balanceado la hegemonía a nivel mundial.

La bisagra entre la era Bush y Obama separa un tiempo en el que se agotó el liberalismo

de una nueva forma de la democracia en la que ha surgido un sujeto popular y una

nueva intervención del gobierno en la economía.

2. Migración Digital4, Internet 2.0, identidades virtuales y Sujetos reales.

Estamos asistiendo a un acontecimiento político que ha sido menospreciado. En los

encuentros de Floggers en el Abasto de Buenos Aires se manifiesta un nuevo Sujeto

constituido en identidades virtuales. Hasta ahora lo común era que una comunidad real

migrara a una comunidad virtual. Con los Floggers vimos como una comunidad virtual

se convirtió en una comunidad real.

4Actividad de nuestra vida cotidiana que comenzamos a realizar a través de Medios Digitales como Internet. Cosas como fijarse la

temperatura, leer las noticias y enviar mensajes de texto

(e-mails). Esto si no tiene cuenta de Facebook. Ver las actualizaciones de personas en sus redes sociales, compartir fotos y otros medios (media), sonidos, videos. Utilizar correo electrónico de Gmail (Google), Yahoo! ó Hotmail (Microsoft). Servicio de mensajería instantánea como el Messenger de MSN o Yahoo!; Google Talk o incluso el de Facebook. Servicios digitales como Youtube, MySpace, Blogger, Flickr, hasta Fotolog. Marcadores sociales como Technorati, Delicious, Digg, menéame, etc.

4

Page 5: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

Esto no significa que los Floggers se erijan en un Sujeto político eficiente, sino más

bien que hay algo político en la constitución de esta identidad en la que Internet es un

factor fundamental. En este sentido podemos pensar Internet como más que una red

informática que hace posible que algunos procesos sean más dinámicos; sino como un

medio que habilita nuevas formas de identificarse y en consecuencia generar nuevos

Sujetos (políticos).

El término migración digital hace referencia a la creciente cantidad de actividades que

se realizan por Internet. En este sentido hace referencia a cosas podíamos hacer a través

de otros medios, como compartir fotos -ó videos (VHS, DVD, etx.)- con otras personas

por medio de los clásicos albums de fotos, que ahora lo hacemos a través de medios

digitales. Al mismo tiempo estos medios digitales crean nuevas condiciones y con ellas

nuevas actividades. En este sentido no solo podemos esperar que muchas de las cosas

que realizamos en algún momento migren a medios digitales y al mismo tiempo

surgirán nuevas actividades de naturaleza específicamente digital.

A esto debemos agregar lo que mencionábamos al comienzo, los Floggers, ó mejor

dicho los nativos digitales. Al mismo tiempo que hablamos de una migración digital, lo

que implica una transformación en las identidades ya establecidas5 debemos considerar

a los nativos digitales, lo que implica la emergencia de nuevas identidades y la

posibilidad de hacer de las comunidades virtuales comunidades reales.

Está claro que esto no es trabajo de los Floggers sino de la política.

Obama es sin duda el caso más claro de la encrucijada de la política en la era de la

migración digital. La incorporación de Youtube –donde publica un video con un

discurso semanalmente- como nuevo canal para-oficial de la casa blanca es sin duda un

hito que conlleva transformaciones políticas profundas. Esta transformación es

justamente que el presidente de los Estados Unidos utilice el mismo canal que cualquier

puede acceder de forma gratuita. Esto, cualquier usuario de este servicio podría

contestarle por el mismo medio y que su demanda sea escuchada por un público muy

amplio.

Independientemente de la forma concreta, es evidente que los medios digitales como

Internet están teniendo un impacto importante en la democracia. Esto hace del acceso a

Internet una demanda democrática. Para el caso concreto de la Argentina la

alfabetización digital es un desafío que la política debe enfrentar de manera urgente.

Pero para eso los chicos necesitan computadoras y en muchos casos electricidad para

5 Cualquiera puede experimentar esta distorsión cuando un pariente mayor envía un e-mail o utiliza un medio digital.

5

Page 6: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

poder hacerlas funcionar. Está claro entonces –para los países como la Argentina- que la

demanda por alfabetización digital reivindica muchos más derechos que el de tener

Internet.

Existe una propuesta realizada por Nicholas Negroponte a Cristina Kirchner para

equipar a un millón de niños con una Laptop de 300 dólares construida para las

necesidades específicas de zonas pobres. Se podrían decir muchas cosas en contra de

este proyecto, sobre como el punto de vista de las necesidades de uno mismo que puede

tener otro, en especial cuando ese otro es un ingeniero, pero aún llevándose a cabo esta

experiencia y fracase, vale todo esfuerzo por llevar la revolución digital al corazón del

territorio argentino.

Un elemento de la revolución informática –tal vez su elemento revolucionario- es el

Open Source (código abierto) desarrollado por el proyecto GNU y posteriormente por

Linux. Lo más interesante que detrás de este sistema operativo libre (en un sentido muy

amplio) existe una filosofía6 que manifiestamente propone un nuevo régimen digital

comunitario. Detrás del sistema operativo Linux existe una propuesta política.

Claramente la idea detrás de Linux es que los usuarios puedan adaptar libremente el

sistema operativo a sus necesidades. Esto ha traído consigo una batalla que claramente

es político: El Copywrite ó derechos intelectuales. La respuesta del Open Source al

Copywrite a sido el CopyLeft. Esto es nuevos derechos atributivos no comerciales, lo

que para la industria del software -como Microsoft- es una abominación.

En este sentido podemos decir que la migración digital debería radicalizarse liberando el

código y permitiendo que cada usuario acceda a éste y lo modifique de acuerdo a su

deseo y por medio de un trabajo comunitario.

En este punto encontramos una encrucijada para la migración digital. La cuestión del

sistema operativo que en definitiva es lo que determina como accedemos a nuestra

comunidad digital.

De aquí podemos extraer una propuesta política muy concreta. El Estado argentino

debería incurrir en un programa de transformación tecnológica adoptando Linux como

sistema operativo para toda la administración pública. La pregunta es muy símple ¿Por

qué el Estado Argentino debería pagar por software cuando puede utilizar uno gratis

que se amolda mejor a lo se desea realizar?

6 El texto que se ha establecido como piedra angular del movimiento de código abierto es “The Cathedral and the Bazaar” del

Hacker Eric Raymond expone muy visualmente los proyectos cerrados y centralizados del software propietario (la catedral) versus los sistemas abiertos de transacción como los bazares. Uno podría realizar una lectura política de este texto con mucha facilidad y llegar a la conclusión de que los sistemas operativos pueden ser opresivos para los procesos de migración digital.

6

Page 7: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

Más allá de esto el alcance de la implementación de un sistema operativo de estas

características a nivel del Estado podría tener un efecto político en ámbitos inpensados.

Independientemente que esto permita integrar redes a distintos niveles el hecho que el

desarrollo de software de base se una cuestión de Estado debería traer consecuencias

muy palpables en términos de desarrollo de técnicos e ingenieros en estas áreas y con

ello la creación de valor y capital humano. Al mismo tiempo esto debería

retroalimentarse con cualquier programa de alfabetización digital. Quizá lo más

ambicioso sea introducir el código abierto en las escuelas.

Para cerrar esta cuestión sobre la migración podemos mencionar un caso paradigmático.

Una persona tuvo la iniciativa de por Facebook pedir que se le cambie el nombre a una

calle en Mar de Ajó7. Este petitorio fue creciendo al punto de que el consejo deliberante

trato el proyecto y lo aprobó.

En algún sentido –y este caso lo demuestra- los medios digitales pueden generar

identidades que se cristalicen en demandas políticas realizables.

Por esto mismo creemos que garantizar el acceso a Internet debe ser un derecho

democrático, que en el caso de la argentina posibilita muchas otras reivindicaciones,

como acceso a energía eléctrica, etc.

3. Crítica Literaria: Desde donde interpretar el texto de la ciencia política.

Si uno se preguntara cuál fue el mayor aporte de la ciencia política norteamericana en

los últimos diez años –no sin cierto cinismo- podríamos decir la guerra en Irak. El

acontecimiento político más trascendente de nuestro tiempo –en términos de la

violencia con la que inscribió en lo real- es la guerra con Irak y la ciencia política

norteamericana8 fue cómplice de este crímen.

La ciencia política hizo posible la distinción objetiva entre amigos y enemigos. Esto es

lo mismo que decir que el discurso de la ciencia política norteamericana –

específicamente aquel que encuentra excusa científicas para apuntar el dedo contra Irak,

Irán, Corea del Norte, Venezuela, etc.- se ha convertido en un discurso político.

El texto que debía ayudarnos a entender a distinguir entre amigo y enemigo ha hecho

esa distinción por nosotros mismos. Un texto –que en su ficción- se considera neutro,

objetivo, de grado cero, impasible a la polémica, toma una decisión que es netamente

7 La Calle es Dr. Marano en Mar de Ajó, Partido de La Costa, Provincia de Buenos Aires.8 Si no el grupo de intelectuales que apoyaron el “New American Century” como Samuel Hungtinton, Francis Fukuyama, Robert Kagan, entre otros.

7

Page 8: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

política. Nos dice objetivamente que el enemigo es Irak. Que Estados Unidos necesita

intervenir militarmente para preservar la paz y hacer del mundo un lugar más seguro.

Esto nos permite interrogarnos sobre tres cosas. La primera, sobre el punto de vista

desde donde podemos leer el discurso de la ciencia política (a la que hacemos

referencia).

El segundo aspecto tiene que ver con los efectos perlocucionarios del textos, esto es, sus

consecuencias prácticas. Este es el aspecto en el que un texto interviene en la decisión

política.

La tercera pregunta es ¿Desde donde debe provenir una crítica del discurso de la

ciencia política? ¿Es la misma ciencia política que se debe criticar o esta crítica debe

provenir de otro discurso?

La lectura del discurso de la ciencia política descansa sobre el supuesto que es un

discurso de la realidad. El discurso de la ciencia política pretende representar una

realidad.

La hipótesis gramatológica; que sostiene que los discursos provienen de la escritura y en

consecuencia solo podemos acceder a los textos a través de otros textos; abre un campo

para un deslizamiento inocente en la clave de lectura. La deconstrucción no es más que

eso, un gesto confundido de extrañeza, un ensayo de un punto de vista desnaturalizado,

ficcional, que brinde una nueva vía de acceso al texto. Esto es muy cercano a la

propuesta arqueológica de Foucault. La idea de ruina y monumento es cercana a la de la

marca en sentido que estas buscan el efecto de desorientación que genera lo

desconocido, aquello que aparece al intelecto por primera vez, como el encuentro de un

envío o el reconocimiento de una diferencia.

La arqueología ofrece ese tipo de lectura –afín a la deconstrucción- que se ve obligado a

recrear el discurso del que no quedan más rastros que sus ruinas mudas.

La crítica literaria, en algún sentido, hace un abordaje similar de los textos. En este

sentido, el abordaje de la crítica literaria no busca embarcarse en la trama del texto, sino

por el contrario, abstraerse de ésta y considerar el texto desde otro lugar. La crítica

literaria busca ejercitar un ejercicio de escritura, una variación, un comentario sobre un

texto. La clave de ese nuevo texto es el lugar de su enunciación. Este nuevo texto –la

crítica- se ejecuta desde un lugar contextual, hablando no desde dentro del texto

original sino desde su margen. Un texto que se pliega sobre el borde exterior del texto

comentado, lo ordena, lo organiza en la unidad de la obra.

8

Page 9: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

En algún sentido la crítica literaria nos brinda procedimientos para abordar un texto

tomando distancia de la realidad que construye su trama. Desde esta perspectiva

podemos proponer un nuevo objeto para la crítica literaria, una serie de textos, que

como en otros géneros, posee reglas y estructuras, y como todo texto es susceptible de

esta crítica. Esta propuesta hace de la ciencia política objeto de la crítica literaria. Esto

es una nueva lectura del texto de la ciencia política que crea un lugar de enunciación

inmune a la trama que éste teje. Este punto de vista no se interroga sobra la validez o

confiabilidad del discurso sino que considera al texto un monumento muerto, una ruina

de un discurso ya extinto.

Cuando hablamos de consecuencias –en la dimensión perlocutiva- no nos referimos a

“resultado lógico” sino más bien al efecto pragmático del discurso. Podemos encontrar

dos dimensiones de este efecto realizativo del discurso de la ciencia política en su

versión imperialista. En primer lugar la ficción del texto crear sus propias condiciones

de verdad y a partir de las mismas construye descripciones objetivas en las que

caracteriza de hostiles a todos los regímenes contrarios a los Estados Unidos9. El

discurso de la ciencia política consecuente con la política de Estado de los Estados

Unidos (una amplia corriente liberal y demócrata) con su presunta objetividad crea –

para su propia trama- un adversario que aparece como en un determinismo estructural.

La ciencia –y no la política- objetiviza el enemigo a partir de una serie de atributos

empíricos. La distinción amigo/enemigo deja de ser una distinción subjetiva, por tanto

su ámbito no es la política sino la ciencia.

Esto nos lleva al segundo aspecto de esta cuestión: La decisión política. En la dimensión

perlocucionaria, la decisión política es un claro acto realizativo. La decisión es el

momento singular en el que discurso ejerce su poder impersonal.

La ciencia política –esta región de ésta, con la que nos hemos ensañado- ha intentado

racionalizar la distinción amigo/enemigo reduciéndolo a un cálculo. Esto sin duda le ha

resultado muy práctico a la política exterior norteamericana de la administración Bush

que utilizó el discurso de sus asesores técnicos en esta materia –que aseguraban que Irak

poseía armas de destrucción masiva (algo que se probó que era falso)- para plantear la

necesidad de invadir este país.

Esta racionalidad en la decisión enmascara mucho más de lo que parece. Es como si

después del 11 de septiembre (sino antes) se había tomado la determinación de echar

9 Es al menos curioso que estas condiciones de verdad no puedan calificar de hostil y amenaza para la seguridad internacional al mismo Estados Unidos.

9

Page 10: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

mano sobre el petróleo de medio oriente y se necesitaba una buena excusa para justificar

esta acción.

En algún sentido podemos considerar que la excusa para la guerra sería la más antigua,

la política. Esto es fundar la guerra en lo pasional. Por el contrario, el argumento de la

guerra es racional, es científico y por tanto objetivo. Esto hace de la distinción amigo/

enemigo al racional, frío, necesario y no un impulso sádico. Esta es la consecuencia

perlocucionaria más significativa. El acto por el cual la ciencia desplaza a la política

distinguiendo por ella entre el amigo y el enemigo.

Por último la pregunta: Entonces ¿Desde donde debe provenir el discurso que critique a

esta ciencia política? Esto apunta a si la misma ciencia política es capaz de criticarse a

sí misma.

No es casual que tratemos esta cuestión junto a la crítica literaria. Hemos visto como al

utilizar aquí el término ciencia política tuvimos que localizar una región muy específica.

El valor polisémico de “ciencia política” es tan amplio que podemos estar hablando de

cosas muy distintas al hacer referencia a ésta. Esto –no sin dificultades- crea la

posibilidad de que desde dentro de la ciencia política provenga un discurso que consiga

hacer una crítica del discurso de la hostilidad contra regímenes no afines a los Estados

Unidos.

Independientemente de la procedencia de esta crítica; deberá provenir de una

consideración de los textos como la crítica literaria. El punto de vista de esta crítica no

puede estar situada en el nivel de la argumentación del texto sino en los supuestos que

traman su validez.

Un elemento –tal vez estructural- de esta crítica es que se debe reconocer como

comentario de un texto. Esta crítica tampoco posee una afinidad íntima con lo óntico, es

decir, esta crítica tampoco nos acerca más a la verdad. Por el contrario, ésta crítica,

señala (en el texto que denuncia) el artilugio por el cual usurpa lo real. En este caso,

como en la crítica literario, discurso se reconoce como un comentario, una variación de

un texto. La crítica literaria no reivindica una realidad última que compara con la del

texto juzgando su adecuación en tanto representación de un objeto.

La crítica, si quiere provenir desde dentro del mismo discurso de la ciencia política

deberá contemplar lo aquí expuesto.

4. Magritte: esto no son mil millones de dólares.

10

Page 11: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

La realidad contemporánea se nos presenta casi como un cuadro de Magritte. Como en

la pintura “Esto no es una pipa”, hoy podríamos figurarnos una pila de papeles

(acciones de compañías norteamericanas como Bank of America ó General Motors) y

encima de ellos la frase “Esto no son mil millones de dólares”. La única diferencia entre

el primer cuadro y el segundo es que el primero es una obra de arte surrealista y el

segundo una imagen de la realidad contemporánea.

Esta imagen –esto no son mil millones de dólares- permite darle una dimensión estética

a la crisis financiera internacional y consigo otra forma de darle un/otro sentido.

En primer lugar esta representación de la crisis nos brinda otro marco enunciativo. Esto

es ilustrar la realidad como esta contradicción entre un valor nominal que se adjudica

“mil millones” con una realidad en la que todos esos papeles no valen “mil millones”.

No faltan los ingenuos que se preguntan a donde fueron a parar esos miles de millones

que se perdieron en la crisis. Esos millones nunca existieron. O para decirlo de otra

manera, solo existían en la ilusión de que se podía generar riqueza con riqueza

inexistente. La clave de esta crisis financiera reside en un discurso que no logra

sustentarse. Que intenta imponer un sentido pero termina afirmando su negación.

Esto indica el desajuste entre el enunciado y la enunciación. Que mil millones de

dólares no sean mil millones de dólares. Esto no significa que si lograra reunir mil

millones de dólares en billetes (si esto fuera posible) no pueda realizar transacciones por

ese dinero. Significa que las instituciones financieras utilizaron el aumento en el precio

de los bienes inmobiliarios para promover el crecimiento económico en los Estados

Unidos.

En este caso los bancos y corporaciones pensaron que si lograban inflar la percepción

del valor conseguirían por lo tanto alterar el valor mismo. Crearon la ilusión que los

precios de las propiedades seguiría aumentando, que los bancos seguirían dando

créditos idenfiniblemente y que la economía seguiría creciendo.

El esquema era simple. Si el precio de las propiedades aumenta, pido un crédito para

comprar una propiedad, la mantengo por un tiempo, la vendo y saco una diferencia.

Esto acentuó el aumento del precio de las propiedades por la demanda generada por la

misma especulación por el aumento del precio. Es necesario que algo inesperado como

una caída en el precio de los inmuebles haga que quienes especularon comprando

propiedades (que ahora nadie quiere comprar) prefieran dejar de pagar sus créditos,

perder la propiedad y las cuotas pagadas para evitar una pérdida mayor. Esto provoca un

11

Page 12: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

colapso en el sistema financiero que lleva a la quiebra a los principales bancos

norteamericanos arrastrando con ellos a otras industrias como la automotriz.

Esto es como si el discurso –de la economía- forzara la riqueza más allá de sus

posibilidades. Como en una paradoja, la paradoja de que algo que vale mil millones ya

no valga eso. Es como si la realidad le reclamara al discurso una nueva manera de

subjetivizar la riqueza. Esto es darle un nuevo sentido a la riqueza ó repensar el valor.

5. Sexo, Droga, Rock and Roll y Fotolog

¿Qué es la identidad? ¿Qué relación guarda ésta con la política? Estos son interrogantes

que se mantienen a pesar que utilizamos el término identidad como algo categórico.

Después de todo nosotros también tenemos una identidad. En este sentido, nos sentimos

idénticos a otros. Nos identificamos con alguien o algo. Tenemos una imagen en la que

nos reconocemos. En otras palabras, lo que entendemos de las identidades es que tiene

que ver con quien imaginamos que somos. Esta afirmación de quien somos, al mismo

tiempo, nos incluye a partir de algo (una demanda) y traza una frontera con lo ajeno, el

otro. Esto sería lo mismo que decir que la constitución de una identidad es un hecho

político. En definitiva esto sirve para preguntarnos sobre como puede constituir un

Sujeto a partir de diferentes identidades.

Para esto el psicoanálisis Freudiano, lacaniano10 y kleiniano brindar un aporte clave para

establecer un esquema simple que describa los procesos de identificación.

En la obra de Freud -quien desplaza el foco de un yo racional y unificado (cartesiano)-

se propone un sujeto gobernado por impulsos de naturaleza sexuales, que no pueden ser

elevados a nivel consciente, manteniendo una tensión irreconciliable (traumática) con la

que se debe aprender a vivir.

En estos principios teóricos podemos encontrar elementos para un esquema para el

análisis de los procesos de identificación con estos aspectos centrales:

1. Las identidades no son racionales, sino que se desarrollan a partir lo afectivo

(fundado en lo sexual). 2. Las identidades son inconsistentes. No pueden

presentarse de forma acabada ni plegarse sobre algo fundado en lo Real. Esto es

casi lo mismo que decir que no pueden haber identidades puras. 3. Todo proceso

de identificación implica al mismo tiempo una fraternización y exclusión. Esto

10 Lacan profundiza la cuestión formalizando los procesos de identificación a través del modelo óptico de la física. A partir de este principio Lacan elabora una dialéctica –ya no de la necesidad sino del deseo- que sintetiza en el grafo del deseo. Este grafo presenta los distintos momentos e instancias de los procesos de identificación.

12

Page 13: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

hace que los procesos de identificación en el fondo sean políticos. 4. Las

identidades no pueden ser suprimidas. La represión como estrategia defensiva no

puede bloquear el retorno de lo reprimido de manera eficiente. 5. La re-

subjetivación de la política debería hacer posible una articulación equivalencial

que preserve las singularidades identitarias que se constituyen en las demandas

diferenciales creando un nuevo sujeto político. 6. Las identidades poseen un

elemento trágico. Así como en los mitos como el de Edipo, el Sujeto está

entregado a un destino sobre el cual no tiene ningún control.

La primer cuestión, plantear las identidades a partir de principios afectivos (sexuales)

implican concebir el aparato psíquico dominado por el inconsciente. En “Duelo y

melancolía” (1915) el duelo es una forma de identificación en la que la libido

proyectada sobre el objeto perdido (una persona amada, o una abstracción como la

patria, la libertad o cualquier ideal) vuelve sobre el yo11. En este esquema, la libido

como fuerza in-forme, es expulsada al exterior invistiendo afectivamente el objeto sobre

el que es proyectada. La identidad es una proyección que se fija sobre un objeto. El

objeto investido no posee ningún rasgo predeterminado que asegure una fijación

determinada de estas representaciones. La identidad es una fijación imaginaria que es

proyectada por nuestro afecto. Esto sería lo mismo que decir que accedemos a objetos a

través de una proyección imaginaria provocada por nuestra libido.

En “Los instintos y sus destinos” Freud propone un esquema de la identidad sexual en

tanto par antitético masculino/femenino, activo/pasivo. Esta identidad sexual no se basa

en una distinción fisiológica sino en una posición subjetiva.

En este caso la libido puede encontrar tres destinos: La satisfacción, la represión o la

sublimación. Esto compone la estrategia de defensa del sujeto ante sus propios deseos

sexuales, que intentará mantenerlos ocultos en el inconsciente por resultar traumáticos

para la conciencia, sobre la que superyo ejerce control moral.

Estos procesos repercuten sobre el yo, que en definitiva es solo otra instancia de la

identidad. El yo acoge “los objetos que le son ofrecidos en tanto (…) constituyen

fuentes de placer y se los introyecta (…) alejando, por otra parte, de sí aquello que en

su propio interior constituye motivo de displacer.” (Freud, S. p:160).

11 “La investidura de objeto resultó poco resistente, fue cancelada, pero la libido libre no se desplazó a otro objeto sino que se

retiró sobre el yo. Pero ahí no encontró un uso cualquiera, sino que sirvió para establecer una identificación del yo con el objeto resignado”

13

Page 14: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

La segunda cuestión, la inconsistencia de las identidades tiene que ver con como se

perciben los objetos, no a través de un cálculo racional, sino de fijaciones afectivas

proyectadas sobre objetos. La identidad no es un atributo, producto, resultado o síntesis.

La identidad se da en un proceso dinámico que fija proyecciones sobre objetos

contingentes. El yo es un lugar donde se intenta integrar –con mayor o menor éxito- las

tensiones provocadas por la libido. La identidad se daría en un proceso de expulsión de

displacer e introyección de placer. La ambivalencia es aquella diferencia irreconciliable

en ese proceso considerado “patológicamente válida” en tanto es necesario (imposible)

sentir odio por el objeto amado. El objeto no puede ni ser introyectado o expulsado por

completo. Hay un exceso que no puede ser reducido y queda ilocalizable en los

procesos de identificación. No tenemos garantía de que el objeto amado nos devolverá

nuestro amor. Las identidades no se entablan ni con lazos indisociables ni esenciales.

Por último la identidad no puede ser pura porque en definitiva el objeto real sobre el

que proyectamos nuestra libido jamás coincidirán.

La tercer cuestión busca encontrar en el mismo principio que genera la identificación

(proyección/introyección) un gen de lo político, la distinción entre amigo/enemigo.

Este modelo está motorizado por fuerzas antagónicas que operan al mismo tiempo: la

pulsión de vida y la pulsión de muerte fundado en el mismo principio de Empédocles en

el que Carl Schmitt hace su distinción amigo/enemigo. Casi como que tanto las

identidades como la política guardan esta íntima relación con lo polémico.

La proyección e introyección como operaciones básicas de los procesos de

identificación son trabajados en la obra de Melanie Klein, quien continúa el análisis de

estos procesos a partir del principio de la pulsión de muerte. El yo –en tanto punto que

intenta integrar la identidad- resulta de un impulso fundamental (pulsión de muerte) que

exige al infante expulsar este deseo de acabar con su propia vida en un objeto exterior

para preservar su propia existencia. El objeto exterior –la madre (objeto amado)- recibe

el sadismo del infante, quien experimenta alucinaciones persecutorias a raíz de la culpa

de haber proyectado su sadismo hacia ella. Esto es lo que permite de forma prematura

instaurar una conciencia moral en infante (superyo precoz).

Esto se pude leer de la siguiente manera. Toda identidad está basada –al igual que la

política- de proyectar odio e introyectar el amor del mismo objeto. La identidad implica

en sí misma una relación política. Al mismo tiempo, entender los procesos de

14

Page 15: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

identificación, nos puede decir mucho sobre la política misma12. En definitiva la

distinción amigo/enemigo no es otra cosa que identificarse con respecto a otro.

Las identidades no pueden ser suprimidas. El acto de suprimir una identidad se vuelve

en sí mismo una inscripción de la identidad que se busca suprimir. Como en la

represión, ésta genera no puede evitar el retorno de este contenido bajo distintas formas

en su propio discurso.

Para continuar debemos incorporar una nueva dimensión, la de Sujeto político como la

posición subjetiva –que establece el sentido de lo posible- en la que se articulan

distintas identidades. Aquí introducimos la cuestión que nos lleva nuevamente al título

de este punto. La re-subjetivación de la política que debería hacer posible una

articulación equivalencial que preserve singularidades identitarias debería realizarse a

partir de elementos como el sexo (esto quedó más que claro), droga, rock ‘n’ roll y

porque no, el fotolog (Floggers), en definitiva son a partir de términos como estos que

las identidades se constituyen. El desafío político frente a las identidades

contemporáneas de las democracias es constituir un sujeto político que pueda articular

las distintas identidades manteniendo sus singularidades. Esto es constituir un Sujeto

político a partir de la diferencia. Estas experiencias identitarias, del rock ‘n’ roll –

digámos- nos puede mostrar como lo idéntico deja lugar a lo singular. El rock ‘n’ roll

presentaría una forma particular en la que la identidad permite un doble juego

articulatorio de lo mismo y lo distinto. Esto es lo mismo que decir que el rock ’n’ roll se

identificaría a partir de tal o cual rasgo o atributo, aún así alguien si esos rasgos u

atributos podría identificarse con el rock’n’roll. Podríamos decir que esto funciona así,

de la misma manera para otros sujetos, como el pueblo.

Por último queda hablar del elemento trágico de las identidades. Como relata Ranciere

en “El inconsciente estético” existen tópicos que solo son accesibles por medio del arte.

En el caso del mito de Edipo la historia dependería de lo que se dice, no se dice y se

exagera. Estas figuras retóricas (tropos) operan en el registro del discurso poético. El

caso de Freud es patente, que necesita del mito, la tragedia de Sófocles, para dar cuenta

del deseo que se fija a partir de objeto originario de amor que es el pecho de la madre.

La idea del inconciente estético nos permite pensar que las identidades necesitan de una

trama literaria –o una experiencia estética- para expresarse.

12 En una lectura radical de un texto específicamente político de Derrida -“Políticas de la amistad” (“De la hostilidad absoluta”)- podemos considerar que el “enemigo” es aquel amigo con el que elegimos estar enemistados.

15

Page 16: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

Justamente Tal sería el caso del sexo, las drogas, el rock’n’roll, como también el

fotolog.

Conclusión:

Nos queda pasar en limpio estas diez cosas sobre el post-estructuralismo.

1. Vivimos en un tiempo de identidades difusas e indeterminadas. Los sujetos se

muestran como dobles de sí mismos. Los candidatos legislativos del 2009 imitan a sus

imitadores. La realidad opera como una ficción que intenta interpretar como en una obra

de teatro una fantasía inconsciente frente a otro ausente que observa la escena desde

afuera. Las identidades no responden a principios racionales o cuestiones objetivas

enraizadas en lo real. Esto es lo mismo que decir que no existe un elemento

fundamental que se inscriba en lo real u objetivo en el establecimiento de las

identidades.

2. Señalamos el papel fundamental del sexo –dimensión afectiva- en los procesos de

identificación. Describimos el desarrollo kleiniano de la pulsión de muerte como

elemento dinamizador de los procesos de identificación. Este esquema permite entender

los procesos que intervienen en la constitución de las identidades y pensarlas como algo

netamente político.

3. Describimos la identidad como algo con sentido trágico. Las identidades necesitan

desplegarse como en una ficción que permita darle sentido. La identidad responde a la

estructura del mito. El elemento trágico de la identidad se encuentra en la imposibilidad

de reconciliar aquel objeto original de la identificación que se ha perdido para siempre.

4. Consideramos Sujeto político a la posición subjetiva –que establece el sentido de lo

posible- en la que se articulan distintas identidades. En este esquema las identidades

posibilitan una nueva subjetividad política. El sujeto político es el resultado de una

operación articulatoria que hace equivalentes una serie de demandas o identidades

distintas. Identidades distintas pueden constituir un sujeto político si se reconocen como

equivalentes.

5. Propusimos la política como la capacidad de subjetivar un objeto. En contra de un

movimiento objetivista proponemos una política capaz de darle nuevos significados a

las cosas.

La subjetivación de la política que debería hacer posible una articulación equivalencial

que preserve singularidades de las identidades se constituyen.

16

Page 17: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

6. Para el caso de la meditación sobre el final de la era Bush y el comienzo de la era

Obama, podríamos decir que esta perspectiva nos brinda elementos para pensar la

diferencia a partir de elementos del discurso. Pensar la realidad a partir de los elementos

de la enunciación –como en una práctica de análisis del discurso- nos permite

desentrañar algún sentido para la política. Esto permite ver en gestos como el discurso

inaugural de Obama un viraje concreto en la política norteamericana.

7. En este trabajo hemos sido redundantes respecto a una cuestión de las identidades e

Internet. Este fenómeno tan importante todavía está pendiente de un análisis profundo

por parte del pensamiento político contemporáneo. La reflexión sobre el comienzo de la

era Obama no podría ser ajena a esta cuestión. Uno de los elementos que permitió

diferenciar la campaña presidencial de Obama fue el uso de redes sociales como

Facebook y Youtube.

La migración digital tiene que pensarse como un proceso que posibilita la emergencia

de nuevas identidades virtuales que eventualmente podrían convertirse en sujetos reales.

Podríamos decir que éstas identidades –como los floggers- son (al menos

proto-)políticas en tanto opera un principio de agrupación y de exclusión al mismo

tiempo.

El pensamiento político contemporáneo debe considerar Internet como un medio que

puede generar nuevos derechos, como el acceso, los derechos de autoría, el copyleft, la

apertura de los códigos, la alfabetización digital obligatoria y universal, acceso a la

tecnología, etc.

En este sentido Internet debe ser considerada como una cuestión que desborda por

mucho el campo de la comunicación política, siendo un medio que permite crear nuevas

identidades y generar demandas por una serie de derechos relacionados con el acceso a

este servicio como otros.

Resulta importante y útil politizar cuestiones en torno a Internet. Esto permite establecer

y articular nuevas demandas en torno a la migración digital. Pensar el acceso a Internet

como un derecho puede permitir reivindicar otra serie de derechos que no tengan nada

que ver con la conectividad a la red. En definitiva deberíamos pensar Internet como

derecho ligado a la identidad.

8. La cuestión del género como un dominio permeable. Lo que proponemos en el punto

sobre crítica literaria es un deslizamiento en la clave de lectura. En el punto sobre crítica

literaria podemos decir que hemos presentado como opera la deconstrucción. O haber

respondido cuál es el valor político de este gesto literario. Poder leer el discurso de la

17

Page 18: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

ciencia política como un fenómeno literario y por ende susceptible a un análisis desde la

dimensión de la escritura. Esto brinda la posibilidad y necesidad de constituir nuevos

puntos de vista para una crítica de una disciplina (como la ciencia política) para obtener

otras consideraciones sobre el mismo discurso.

9. La experiencia estética como algo que hace posible introducir nuevas formas de

significación. Ilustrar la crisis financiera internacional con la obra de Magritte permite

articular nuevas interpretaciones sobre el acontecimiento. Poder representar (hacer

presente) una cuestión por medio de la obra de arte brinda vías de acceso para re-

subjetivizarla.

10. La forma como parte del sentido. Las corrientes de gramatización y des-

gramatización consideran que el sentido está dado por la estructura. Por esto el análisis

gramatical desestima el contenido semántico de los enunciados a favor de la sintaxis. La

sintaxis, no tanto del enunciado sino de la forma, en parte determinan el significado de

lo expuesto. La manera en que hemos presentado estas cuestiones forma parte del

sentido de lo dicho.

18

Page 19: Diez cosas que siempre quiso saber sobre el postestructuralismo y nunca se animó a contestar

Bibliografía:

Badiou, A. (1989) “Manifiesto por la filosofía”. Buenos Aires, Nueva Visión.

Badiou, A. (2000) “Reflexiones sobre nuestro tiempo”. Buenos Aires, Del Cifrado,

Badiou, A. (2003) “El ser y el acontecimiento”. Buenos Aires, Manatial.

Badiou, A. (2004) “Circunstancias”. Buenos Aires, Del Zorzal.

Badiou, A. (2005) “Filosofía del Presente”. Buenos Aires, Del Zorzal.

Derrida J. (1989) “La estructura, el signo y el juego en el discurso de la ciencias humanas“ en “La escritura y la diferencia” Barcelona. Anthropos.

Derrida J. (1998) “De la hostilidad absoluta “en “Políticas de la amistad” Valladolid. Trotta.

Derrida J. (1998B) “Márgenes de la filosofía “ Barcelona. Cátedra.

Derrida J. (2000) [1971] “De la gramatología “ Bs. As. SXXI

Derrida J. (2001) “La deconstrucción en las fronteras de la filosofía “ Barcelona. Paidós.

Derrida J. (2005) “Notas sobre deconstrucción y pragmatismo“en Mouffe (comp.) “Deconstrucción y Pragmatismo” Bs. As. Paidós

Freud S. (2000)“El malestar en la cultura y otros ensayos” Madrid, Alianza.

Laclau E. (2005) “La razón populista”, Buenos Aires, FCE

Laclau E. (2005) “Deconstrucción, pragmatismo y hegemonia“ en Mouffe (comp.) “Deconstrucción y Pragmatismo” Bs. As. Paidós

Laclau E. & Mouffe Ch. (2004) “Hegemonía y Estrategia Socialista”, Buenos Aires, S XXI

Laclau E. (2002) “Misticismo, Retórica y Política”, Buenos Aires, FCE

Laclau E. (2000) “Nuevas reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo”, Buenos Aires, S XXI.

Raiter, A. “Lenguaje y Sentido Común .” Buenos Aires, Biblos. 2003.

Raiter, A (1999) "Dominación y discurso" en A. Raiter: Lingüística y Política . Buenos Aires, Biblos

Zizek, S. (2000) “Más allá del análisis del discurso” en “Nuevas reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo”, Buenos Aires, S XXI.

Zizek, S. (2003) “El sublime objeto de la ideología”, Buenos Aires, S XXI.

Zizek, S. (2006) “Visión de paralaje, Buenos Aires, FCE.

19