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Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos
vigente en el Valle de Aburrá
Eliana María Osorio Zapata
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Minas
Medellín, Colombia
2014
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos
vigente en el Valle de Aburrá
Eliana María Osorio Zapata Politóloga
Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de:
Magíster en Medio Ambiente y Desarrollo
Director:
Mg. Filosofía, Miguel Ángel Ruiz García
Línea de Investigación:
Ecología y Ecologismos
Grupo de Investigación:
Producción, circulación y apropiación de saberes, PROCIRCAS
Facultad de Ciencias Humanas y Económicas
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Minas
Medellín, Colombia
2014
Las ciudades continuas. 1.
La ciudad de Leonia se rehace a sí misma todos los días: cada mañana la población se despierta entre sábanas frescas, se lava con jabones apenas salidos de su envoltorio, se pone botas flamantes, extrae del refrigerador más perfeccionado latas aún sin abrir, escuchando las últimas retahílas del último modelo de radio.
En los umbrales, envueltos en tersas bolsas de plástico, los restos de la Leonia de ayer esperan el carro del basurero. No sólo tubos de dentífrico aplastados, bombillas quemadas, periódicos, envases, materiales de embalaje, sino también calentadores, enciclopedias, pianos, juegos de porcelana: más que por las cosas que cada día se fabrican venden compran, la opulencia de Leonia se mide por las cosas que cada día se tiran para ceder lugar a las nuevas. Tanto que uno se pregunta si la verdadera pasión de Leonia es en realidad, como dicen, gozar de las cosas nuevas y diferentes, o no más bien el expeler, alejar de sí, purgarse de una recurrente impureza. Cierto es que los basureros son acogidos como ángeles, y su tarea de remover los restos de la existencia de ayer se rodea de un respeto silencioso, como un rito que inspira devoción, o tal vez sólo porque una vez desechadas las cosas nadie quiere tener que pensar más en ellas.
Dónde llevan cada día su carga los basureros nadie se lo pregunta: fuera de la ciudad, claro; pero de año en año la ciudad se expande, y los basurales deben retroceder más lejos; la imponencia de los desperdicios aumenta y las pilas se levantan, se estratifican, se despliegan en un perímetro cada vez más vasto. Añádase que cuanto más sobresale Leonia en la fabricación de nuevos materiales, más mejora la sustancia de los detritos, resiste al tiempo, a las intemperies, a fermentaciones y combustiones. Es una fortaleza de desperdicios indestructibles la que circunda Leonia, la domina por todos lados como un reborde montañoso.
El resultado es éste: que cuantas más cosas expele Leonia, más acumula; las escamas de su pasado se sueldan en una coraza que no se puede quitar; renovándose cada día la ciudad se conserva toda a sí misma en la única forma definitiva: la de los desperdicios de ayer que se amontonan sobre los desperdicios de anteayer y de todos sus días y años y lustros.
La basura de Leonia poco a poco invadiría el mundo si en el desmesurado basurero no estuvieran presionando, más allá de la cresta extrema, basurales de otras ciudades que también rechazan lejos de sí montañas de desechos. Tal vez el mundo entero, traspasados los confines de Leonia, está cubierto de cráteres de basuras, cada uno, en el centro, con una metrópoli en erupción ininterrumpida. Los límites entre las ciudades extranjeras y enemigas son bastiones infectos donde los detritos de una y otra se apuntalan recíprocamente, se superan, se mezclan…
Las ciudades invisibles. Ítalo Calvino (1983)
Agradecimientos sinceros
A la vida… “que me ha dado tanto”,
A mi familia, por inspirar mis búsquedas, por su ayuda y su compañía,
A Nora Clavijo, Gladys Molina, Martha Hernández, Rosa Amelia Zapata (Rosita),
Lucelly Prisco, Don Marcos, María Eugenia Zapata, Ilda María Gil, Alicia Narváez,
Eleuteria Chaverra, Aidé, Jorge Cárdenas, Carlos Andrés Valencia, Camilo, Elkin,
León, Joaquín Calle, Luis Eduardo Arias, José Félix Suaza y demás recicladoras
y recicladores que me compartieron sus historias,
Al profesor Iván Escobar, del Laboratorio de Estudios Geográficos y Territoriales
de la Universidad Nacional de Colombia, con quien surgió mi interés por las
basuras,
A mi director de tesis, el profesor Miguel Ángel, por las largas conversaciones que
dieron lugar a este proyecto, por su tiempo, acompañamiento y orientación
incondicional,
Al grupo de investigación PROCIRCAS, de la Facultad de Ciencias Humanas y
Económicas, por la confianza y el respaldo,
A la Beca de Posgrado para mejores Egresados de Pregrado de la Universidad
Nacional de Colombia, que hizo posible mi acceso a una maestría,
Al Programa Jóvenes Investigadores e Innovadores de COLCIENCIAS, que dio
pausa al “rebusque” y que facilitó la realización del trabajo de campo,
A la voz de aliento que recibí de mis compañeras Ana Marcela, Sandra Daza,
Karina, Gloria María y Andrea (Tami) cuando comprendí que compartíamos
preocupaciones y anhelos…
Resumen
La investigación pretende evidenciar que las actuales disposiciones
administrativas y legales relacionadas con el manejo de los residuos sólidos en el
Valle de Aburrá y consolidadas en el Plan de Gestión Integral de Residuos
Sólidos Regional 2005-2020, han sido desbordadas por las problemáticas
ambientales y sociales configuradas por el fenómeno de la producción de
basuras en las sociedades de consumidores. Para ello, se estima oportuno
realizar un estudio de la dimensión política (el debate y la acción pública
alrededor de las basuras), la dimensión social (el contexto socio-cultural del
fenómeno) y la dimensión moral (afectaciones o heridas morales ocasionadas a
los recicladores) de este fenómeno contemporáneo, desde el cual se puedan
aportar elementos de análisis y comprensión que permitan enriquecer y ampliar
las intervenciones realizadas actualmente desde el enfoque predominante de
gestión de residuos sólidos. En términos metodológicos, la investigación retoma
aspectos de la hermenéutica, la fenomenología y el estudio de caso, y se apoya
para el trabajo de campo en entrevistas e historias de vida.
Palabras clave: Gestión de Residuos sólidos, Heridas morales, Plan de Gestión
Integral de residuos sólidos, Recicladores, Sociedad de consumidores, Valle de
Aburrá.
Abstract
This research tries to make evident that the current administrative and legal
dispositions related to solid waste management in The Aburrá Valley and also
established in The Solid Waste Management Regional Integral Plan 2005-2020
have been overwhelmed by the environmental and social issues due to the
production of garbage in the consumer societies. In order to illustrate this evidence
It is important to build a dimensional political study (the discussion public actions
about waste), the social dimension (the socio cultural context of the situation) and
the Moral dimension of this real phenomenon (casualties or moral wounds caused
to people like waste pickers), The study looks forward to demonstrate elements to
analyze and comprehend the current interventions from the main approach about
the management of solid waste.
Talking about methodological aspects the research follows hermeneutic and
phenomenology and also the case study based on field research in interviews, and
biographical stories.
Keywords: Aburrá Valley, Consumer society, Integral Plan for the Management of
Solid Waste, Solid Waste Management, Moral wounds, Waste pickers,.
Contenido
PÁG.
Agradecimientos...................................................................................IV
Resumen………………………………………………………………………..V
Abstract....................................................................................................VI
Contenido……………...………………………………………….................VII
Introducción……………………………………………………………….......X
Capítulo 1
CONCEPTUALIZACIÓN DEL FENÓMENO CONTEMPORÁNEO DE
PRODUCCIÓN Y MANEJO DE BASURAS DESDE UNA PERSPECTIVA
POLÍTICA, SOCIAL Y MORAL
1. El fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras
como un problema de investigación………………………………….……14
1.1 Los objetivos de la investigación………………………………………20
2. Marco teórico y categorías de análisis…………………………………….22
2.1 Una sociedad de consumidores o de hiperconsumo……..…………22
2.2 Problemas globales y soluciones locales……………………………..32
2.3 Política, asuntos comunes e individualismo………………….……....39
2.4 La responsabilidad en un contexto de “irresponsabilidad
organizada”……………………………………………………………....44
2.5 Consumismo, eliminación de residuos y heridas morales...………..48
Contenido VIII
Capítulo 2
ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS
1. Estrategias Metodológicas…………………………………………………...58
1.1 La Fenomenología…………………………………………………………..58
1.2 El Estudio de Caso………………………………………………………….62
1.3 Las Historias de Vida………………………………………………………..63
Capítulo 3
DESCRIPCIÓN DEL ENFOQUE DE GESTIÓN DE RESIDUOS SÓLIDOS
VIGENTE EN EL VALLE DE ABURRÁ
1. El enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá……...66
1.1 Lineamientos y directrices nacionales sobre residuos sólidos….…..67
1.1.1 La Cumbre de Estocolmo de 1972 y el Decreto Ley 2811 de
1974……………………………………………………………….67
1.1.2 Programa Nacional de Aseo Urbano PRONASU de 1975….69
1.1.3 La Ley 09 de 1979……….……………………………………...70
1.1.4 La Constitución Política de 1991 y la Cumbre de Río de
Janeiro de 1992………………………………………………….72 1.1.5 La Ley 142 de 1994 o ley de servicios públicos y el Decreto
605 de 1996…………………………………….........................74 1.1.6 El Ministerio del Medio Ambiente, la Política Nacional
Ambiental y la Política para la Gestión Integral de Residuos de
1997……………………………………………………………….80 1.1.7 El Plan Nacional para el impulso de la Política de Residuos
de 2001………………………..………………………………….92 1.1.8 El Decreto 1713 de 2002, el Decreto 1505 de 2003 y la
Resolución 1045 de 2003……………………………………....95 1.1.9 La Cumbre de Johannesburgo de 2002 y los acuerdos
relacionados con los residuos sólidos………………………..112 1.1.10 La Ley del Comparendo Ambiental de 2008.………………..113 1.1.11 El Programa Nacional de Disposición final de Residuos
Sólidos de 2009………………………………………………...116 1.1.12 Río Más 20 y el “Futuro que queremos”……………………..122 1.1.13 El Decreto 2981 de 2013 y la Resolución 0754 de 2014…..124
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá IX
1.2 Lineamientos y directrices regionales………………………………..138
1.2.1 El Relleno sanitario Curva de Rodas y la primera “solución
regional” 1984-2003……………………………………………139
1.2.2 El Plan Maestro para la Gestión Integral de Residuos para el
Valle de Aburrá de 2001 y los Planes de Manejo Integral de
Residuos Sólidos de 2004…………………………………….141
1.2.3 El Relleno sanitario “La Pradera” y el Plan de Gestión Integral
de Residuos Sólidos Regional del Valle de Aburrá 2005-
2020……………………………………………………………...144
Capítulo 4
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS DEL ENFOQUE DE GESTIÓN DE
RESIDUOS SÓLIDOS VIGENTE EN EL VALLE DE ABURRÁ A PARTIR
DE LA VALORACIÓN DE TRES DIMENSIONES
1. Valoración de la dimensión política………………………………………171
2. Valoración de la dimensión social………………………………………..182
3. Valoración de la dimensión moral………………………………………...187
Conclusiones……………………………………………………………….191
Referencias bibliográficas…………………………………….............194
Anexos
HISTORIAS DE VIDA
1. Hurgando basuras, rebuscando el sustento y desafiando el aislamiento
al que obliga la pobreza. Historia de un grupo de recicladoras del
municipio de
Copacabana………………………………………………………………...204
2. Recicladores “independientes”…………………………………………....208
Introducción
En Colombia las intervenciones propuestas desde el enfoque dominante de
gestión de residuos sólidos, para contrarrestar los efectos del fenómeno
contemporáneo de producción creciente de basuras, han sido desbordadas por
problemáticas ambientales y sociales como la insostenibilidad y la pobreza, las
cuales se encuentran asociadas directamente con este fenómeno contemporáneo
marcado por dinámicas y realidades como el consumismo, la globalización y la
marginalidad.
Dichas problemáticas, al comprometer la calidad y la disponibilidad de los recursos
naturales indispensables para la vida y la salud humana, pero sobre todo, al
afectar directamente el carácter de las relaciones sociales, acercándolas cada vez
más a experiencias como el menosprecio, la humillación y la exclusión (que
encarnan grupos humanos como los subempleados y entre ellos los trabajadores
informales de las basuras, los recicladores), sugieren que es preciso constituir en
objetos de análisis los aspectos políticos, sociales y morales que se encuentran
involucrados en el fenómeno contemporáneo de la producción y el manejo de
basuras, más aún si ubicamos esta investigación en el marco de una Maestría en
Medio Ambiente y Desarrollo que mediante sus actividades académicas también
pretende enriquecer y fortalecer los debates y las propuestas relacionadas con la
gestión y formulación de alternativas sostenibles (social y ambientalmente) para el
manejo de las basuras en nuestra sociedad.
Ahora, los aspectos políticos, sociales y morales del fenómeno de la producción
de basuras poco han sido considerados en los estudios sobre gestión de residuos
sólidos, en la mayoría de los cuales se encuentra un marcado énfasis en el
manejo técnicamente apropiado de las basuras pero no en limitar la generación de
las mismas; en la responsabilidad que al respecto tienen los usuarios del servicio
de “eliminación” de las basuras y las autoridades locales respectivas, pero no en la
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 11
responsabilidad que le corresponde al mercado y a las dinámicas que impone; en
la necesidad de que los países en desarrollo adopten las tecnologías y los
modelos de gestión de residuos de los países desarrollados, pero no en que se
replantee incluso el modelo de desarrollo económico que ha sido globalizado.
Caso contrario ha ocurrido en el campo de las ciencias sociales, donde pese a que
la dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de la
producción y el manejo de basuras, no han sido tratadas de manera específica, sí
se encuentran elaboraciones como la teoría del reconocimiento (propuesta por el
filósofo y sociólogo Axel Honneth -1992;1997;1999;2009;2010-), el principio de
responsabilidad en el contexto de una ética para la civilización tecnológica
(desarrollado por el filósofo Hans Jonas -1995-), el principio de responsabilidad
extendida del productor –REP- (ampliamente abordado por Annie Leonard,
experta en desarrollo sostenible -2010-) y las teorías de la sociedad
contemporánea y de la problematización de la modernidad, como son las teorías
de la sociedad de consumidores (desarrollada por el filósofo y sociólogo Zygmunt
Bauman -2005;2007;2011-), de la sociedad del riesgo (propuesta por el sociólogo
Ulrich Beck -2002;2008-), de la complejidad (del sociólogo Edgar Morin -2010-) y
de las globalizaciones (del sociólogo Boaventura de Sousa Santos -2001-), que
permiten un acercamiento a la comprensión de este fenómeno y sus
implicaciones.
Ahora bien, integrar los cuestionamientos y planteamientos realizados por los
estudios sociales en el ámbito de la comprensión de las dinámicas de las
sociedades contemporáneas, al enfoque dominante de gestión de residuos, se
constituye en una necesidad si se trata de superar las dificultades de
insostenibilidad social y ambiental de este enfoque, suscitadas básicamente por
las formas crecientes de discriminación que acompañan la producción y el manejo
de basuras en las sociedades actuales, así como por el desconocimiento adrede
del carácter finito de los recursos naturales que alimentan la generación de los
nuevos productos de hoy y de los consiguientes desechos de mañana.
Introducción 12
Respecto a la estructura de la investigación tenemos: en el primer capítulo, para
realizar la conceptualización del fenómeno contemporáneo de producción y
manejo de basuras desde una perspectiva política, social y moral, es expuesta
una definición del fenómeno objeto de estudio como problema de investigación,
son planteados los objetivos del trabajo y es elaborado el marco teórico y las
categorías de análisis centrales y básicas para realizar el estudio. En el segundo
capítulo son abordadas las estrategias metodológicas que orientaron la
investigación, tales como la fenomenología, el estudio de caso y las historias de
vida. El tercer capítulo desarrolla una descripción detallada del enfoque de gestión
de residuos sólidos que se encuentra vigente en el Valle de Aburrá, partiendo de
la definición de los lineamientos y las directrices del orden nacional relacionados
con la materia (lo que implicó una revisión detallada de la legislación vigente
relacionada con los residuos sólidos) y continuando con una descripción de los
lineamientos y las directrices del orden regional.
En el capítulo cuatro se procede con la interpretación y el análisis del enfoque de
gestión de residuos sólidos vigente en el Valle de Aburrá a partir de la valoración
de la dimensión política, la dimensión social y la dimensión moral del fenómeno
contemporáneo de producción y manejo de basuras, y finalmente en el apartado
de las conclusiones, son definidos, desde una perspectiva política, social y moral,
los alcances, los límites, los retos, las posibilidades, las implicaciones y la
pertinencia (ambiental y social) del enfoque de gestión residuos que se encuentra
vigente en la formulación y aplicación de políticas y directrices relacionadas con el
manejo de basuras en el ámbito regional (Valle de Aburrá).
Capítulo 1
CONCEPTUALIZACIÓN DEL FENÓMENO
CONTEMPORÁNEO DE PRODUCCIÓN Y MANEJO DE
BASURAS DESDE UNA PERSPECTIVA POLÍTICA,
SOCIAL Y MORAL
Título: Magna
Autor: Vik Muniz
2008
Capítulo 1 14
1. El fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras como un problema de investigación
Si estamos de acuerdo en aceptar que un rasgo esencial de las sociedades
occidentales contemporáneas es el consumismo, debemos aceptar desde luego
que en este tipo de sociedades también la producción y el manejo de basuras1
ocupan un lugar importante en el quehacer y las preocupaciones de ciudadanos,
empresarios, investigadores, funcionarios públicos, amas de casa, empleados,
desempleados, pues como plantea Bauman (2007), estudioso de la sociedad de
consumidores, al deseo y a la práctica consumista le es inherente, o es
estimulada, por los hábitos de desechar.
Ahora, si el consumismo se da en un contexto donde el crecimiento poblacional no
tiene antecedentes históricos registrados, la necesidad de tomar medidas
eficientes para desechar se hace apremiante, pues en nuestras sociedades
aumentaron al mismo tiempo los bienes de consumo, los consumidores y, por si
fuera poco, los motivos para mantenernos alejados de los desechos debido a que
su presencia nos representa peligro y hasta desagrado.
Esta necesidad de implementar estrategias para desechar y hacerlo cada vez
mejor, primero en nombre de la salud pública y la estética de las ciudades y
últimamente también en nombre de las implicaciones ambientales que tiene el
disponer indiscriminadamente nuestras enormes cantidades de basuras en
fuentes de agua o afectando cualquier otro recurso natural, comenzó a obtener
respuestas bastante elaboradas desde el campo de la ingeniería a principios del
siglo pasado, con trabajos como el realizado por el ingeniero consultor H. de B.
1 En este trabajo se acude preferiblemente al término de basuras porque es el que espontáneamente
utilizamos en nuestro contexto para designar todo aquello que es desechado por considerarse que ha perdido valor. Incluso, los Honorables Magistrados de Corte Constitucional de la República de Colombia, han hecho uso de este término de manera reiterativa en las sentencias en las que se han referido a los derechos de los recicladores.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 15
Parsons conocido como “The disposal of Municipal refuse”, y publicado en 19062.
Esta obra, contratada por el Departamento de Limpieza de Calles de la ciudad de
Nueva York, sentó las bases para el diseño y la implementación de sistemas de
eliminación sanitaria de los desechos en las ciudades, pues aunque el estudio fue
contratado para dar soluciones al caso específico de Nueva York, el autor propuso
unos principios básicos que podrían ser aplicados en otros lugares y que aún hoy
tienen vigencia en el manejo de los residuos.
En términos generales, estos principios se refieren a las consideraciones
sanitarias (afectaciones a la salud humana) y a las consideraciones financieras
(costos de las operaciones) que toda intervención de los residuos debe tener
presente, así como, a la definición de las actividades necesarias para llevar a cabo
una adecuada disposición, tales como la caracterización de los residuos, el
registro de las cantidades manejadas (para realizar las proyecciones y cálculos de
costos de la operación de manejo de residuos), y las estrategias de recolección,
transporte, disposición final y reducción (con métodos como la incineración).
Es de anotar que la formulación planteada por Parsons (1906) para responder a la
sentida necesidad de desechar, así como las sucesivas réplicas y adaptaciones
que de ella se hicieron en múltiples ciudades, lograron un notado desarrollo, pues
dieron lugar al surgimiento de la Gestión de Residuos sólidos como un área de
estudio muy interesada en el desarrollo de tecnologías que permitan mejorar la
eficiencia a la hora de desechar, y abrieron paso a la consolidación de una
prometedora industria alrededor del manejo de las basuras3, dos motivos al
parecer suficientes para que los expertos en gestión de residuos se revistan hoy
de una autoridad que apenas cuestionan los gobiernos que implementan en sus
2 Según los ingenieros Tchobanoglous, Theisen, y Vigil (1998, p. 8) la obra de Parsons pudo haber sido la
primera que trataba únicamente el tema de los residuos sólidos, desde un punto de vista rigurosamente de ingeniería, y muchos de los principios básicos y de los métodos subyacentes a lo que hoy conocemos como el campo de la gestión de residuos sólidos fueron bien conocidos incluso desde entonces. 3 Según Leonard (2010), experta en desarrollo sostenible internacional y salud ambiental, “para la industria
conocida como “gestión de residuos” […] los desechos son desechos, y cuantos más desechos o residuos haya para “gestionar”, mejor les irá” (p. 248).
Capítulo 1 16
territorios, según su capacidad económica y su voluntad política, el montaje y la
operación de los sistemas de manejo de residuos que aquellos formulan.
Una cualidad básica de los sistemas o estrategias de manejo que se proponen
desde la Gestión de Residuos sólidos, es que concentran su atención en asegurar
la recogida y el aislamiento de los desechos de una determinada comunidad, lo
que significa que la producción de las basuras no es propiamente un asunto que
intervengan, como deberían hacerlo si su interés y su competencia fuera la
búsqueda de soluciones estructurales al problema ambiental que configura el
aumento desmedido de desperdicios.
Ahora bien, así como la insostenibilidad ambiental de la producción y el manejo de
basuras en las sociedades occidentales contemporáneas4, no es una
preocupación de la Gestión de Residuos sólidos como autoridad en la que los
gobernantes basan sus actuaciones en materia de desechos, tampoco ha sido de
su interés comprender las dinámicas de discriminación social, marginalidad,
desprecio, estigmatización y humillación, que se dan alrededor de la producción y
el manejo de las basuras en las sociedades actuales.
El desinterés por tales realidades, podría explicar por su parte, que las respuestas
que surgen desde la Gestión de Residuos sólidos sean tan locales y parciales
como cortoplacistas; en otras palabras, que sean tan insuficientes para atender
una necesidad cuya intervención requiere tener presente que el consumismo y la
consecuente generación creciente de basuras están comprometiendo tanto la
calidad y disponibilidad de los recursos naturales indispensables para la vida y la
salud humana, como el carácter de las relaciones sociales, ya que las acerca cada
vez más a experiencias de degradación como el menosprecio, la humillación, la
discriminación, en la medida en que la cultura del consumismo es también una
cultura del descarte a todo nivel5.
4 Esta insostenibilidad ha sido demostrada ampliamente en trabajos como el de Leonard (2010).
5 Zygmunt Bauman (2005), uno de los principales referentes en el debate sociopolítico contemporáneo,
aborda este fenómeno y resalta que en las actuales sociedades, las clasificaciones no se limitan a los objetos
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 17
Muchas razones podrían entrar a justificar el hecho de que desde la Gestión de
Residuos sólidos no se aborden estos temas de insostenibilidad ambiental y
social, entre ellas, la falta de competencias y de capacidad para lograr que las
intervenciones públicas se concentren en el origen del problema y vayan más allá
del ámbito local y del inmediatismo, en concordancia con el hecho de que hoy
muchas de las condiciones y problemáticas de una ciudad determinada, se
corresponden con situaciones y tendencias de orden global, como la producción,
el consumo y la circulación de capital, mercancías y de desechos a gran escala.
Pero, que la voz autorizada o por lo menos la más escuchada para intervenir las
situaciones generadas por las basuras en nuestras sociedades, no concentre su
atención en realidades distintas a las derivadas de tener que pensar cómo y dónde
poner fuera de la vista nuestros desechos6, no significa que esas otras realidades
o dimensiones del asunto carezcan de importancia o que su consideración no
pueda dar pautas para pensar y debatir soluciones más sensatas y contundentes
a la insostenibilidad ambiental y social que evidencia la producción y el manejo de
basuras en la mayoría de países, donde poco o nada se hace para regular a los
productores de bienes de consumo como grandes generadores de residuos7, pero
donde se emprenden agresivas “campañas de educación y sensibilización
ambiental” que pretenden desplazar toda la responsabilidad por la generación y el
susceptibles de ser producidos o consumidos, sino que se extienden al ámbito de las relaciones sociales, donde las dinámicas propias del mercado, constituyen a las personas impedidas para participar en él o con una participación limitada, en “desechos humanos”, que repudian y sugieran tanto peligro como los otros desechos. 6 Es de anotar que en las últimas décadas, la lucha por el reconocimiento emprendida por los recicladores en
Colombia, América Latina y el mundo, ha logrado que desde el Enfoque de Gestión de Residuos sólidos se comiencen a incluir estrategias de aprovechamiento de materiales reciclables que garanticen la participación de este grupo poblacional. Este hecho, aunque ha visibilizado que el fenómeno de producción y manejo de basuras es multidimensional, es sólo el comienzo, pues las propuestas de este enfoque de gestión siguen siendo muy locales y parciales para una problemáticas que es global. 7 En la reciente investigación sobre La historia de las cosas, realizada por Leonard (2010), la autora identifica
que “El nombre oficial del enfoque “usted lo hizo, usted lo soluciona” […] es “Responsabilidad Extendida del Productor (REP)”, iniciativa mediante la cual se responsabiliza a los productores por la entera vida útil de los bienes que fabrican” (p. 301).
Capítulo 1 18
manejo de basuras hacia los ciudadanos, al sugerir que en manos de los
consumidores puede haber una solución individual al problema8.
En este sentido, abordar otras realidades o dimensiones del fenómeno
contemporáneo de producción y manejo de basuras o, lo que es lo mismo, hacer
una lectura de este fenómeno pero desde otro punto de vista, en este caso desde
la valoración de los aspectos políticos, sociales y morales que están involucrados
en el mismo, se constituye en una tarea necesaria si pretendemos avanzar en la
comprensión9 de aquellos acontecimientos que deseamos intervenir y enfrentar y
no sólo padecer.
Ahora, aclaremos entonces qué se entiende en este trabajo por dimensión política,
dimensión social y dimensión moral del fenómeno que se pretende abordar.
Según el (Diccionario de la lengua española (2001), la palabra dimensión, del latín
dīmensiō, hace referencia a un aspecto o una faceta de algo. La dimensión
política del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras,
considera, en un contexto determinado, para el presente trabajo el Valle de
Aburrá, aquellos elementos (leyes, normas, lineamientos, planes, demandas,
sentencias, acuerdos, movilizaciones sociales) que han surgido del debate y la
acción pública alrededor de las situaciones que generan las basuras como un
asunto de afectación general. En términos concretos, se hace referencia al tema
del servicio público de aseo, su fundamentación, regulación, operación y a la
participación de la población recicladora en la prestación de este servicio; a los
planes de gestión integral de residuos sólidos, a la normatividad que los respalda y 8Siguiendo los planteamientos de una de las filósofas políticas más influyentes del siglo XX, Hannah Arendt
(2005), puede afirmarse que es imposible pensar en soluciones individuales para un problema de incumbencia y de afectación común, porque así como “no se cambia un mundo cambiando a los hombres […] tampoco se cambia una organización o una asociación empezando a influir sobre sus miembros” (p. 142). 9 Entendiendo comprensión en los términos de la filósofa política Hannah Arendt (2005), como aquella
actividad humana que nos permite la reconciliación con la realidad y la construcción de significados, pero que sólo es posible a través del intercambio de perspectivas ya que “nadie comprende adecuadamente por sí mismo y sin sus iguales lo que es objetivo en su plena realidad porque se le muestra y manifiesta siempre en una perspectiva que se ajusta a su posición en el mundo y le es inherente” (p. 162).
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 19
a los patrones de aplicabilidad que los caracteriza; así como, a las directrices
establecidas en políticas y planes de desarrollo de los gobiernos, orientadas a
intervenir el problema de insostenibilidad ambiental y social que subyace a la
producción y el manejo de basuras que hacen las sociedades actuales.
La dimensión social, integra por su parte, tanto los aspectos culturales que
soportan, explican y contextualizan la ocurrencia del fenómeno de producción y
manejo de basuras en las sociedades occidentales contemporáneas, como las
evidencias de que en las actuales maneras de producir y desechar se generan
unas implicaciones o afectaciones desfavorables a grupos humanos específicos
(cuyas vidas se destinan a la precariedad y al rechazo), que cuestionan el
compromiso que presumen los Estados sociales de derecho de intervenir las
injusticias sociales y garantizar los derechos de toda la ciudadanía.
Con la dimensión moral del fenómeno, entran en consideración elementos como,
las heridas morales generadas por las dinámicas de consumo y de desecho,
manifiestas en relaciones sociales de negación de reconocimiento10 como la
privación de derechos y la degradación; la transformación del sentido de la moral
en las sociedades occidentales contemporáneas, y la capitalización de la moral
como discurso que vende, se compra, reconforta y exime de responsabilidades a
los consumidores y a los gobiernos respecto a las consecuencias o efectos
colaterales del consumismo.
10
Para la concepción de la moral desde la teoría del reconocimiento, propuesta por el filósofo y sociólogo Axel Honneth (1992; 1997; 1999; 2009; 2010), considerado como una de las figuras más importantes de la llamada tercera generación de la Escuela de Frankfurt, las faltas o vulneraciones morales se constituyen en negaciones de reconocimiento porque impiden a las personas adquirir y mantener su integridad o dignidad como personas humanas.
Capítulo 1 20
1.1 Los objetivos de la Investigación
Objetivo general:
Reconocer y analizar desde una perspectiva política, social y moral, los alcances,
los límites, los retos, las posibilidades, las implicaciones y la pertinencia (ambiental
y social) del enfoque de gestión residuos que se encuentra vigente en la
formulación y aplicación de políticas y directrices relacionadas con el manejo de
basuras en el ámbito regional (Valle de Aburrá).
Objetivos específicos:
Comprender, en el contexto de las dinámicas de las sociedades
contemporáneas y de sus principales teorizaciones, la dimensión política,
social y moral del fenómeno de la producción y el manejo de basuras en el
nivel regional (Valle de Aburrá).
Valorar la pertinencia social y ambiental del enfoque de gestión empleado en el
Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Regional del Valle de Aburrá
2005-2020 y en las demás directrices nacionales, regionales y locales
relacionadas con el manejo de basuras.
Evidenciar la necesidad de integrar al enfoque de gestión de residuos, vigente
en la formulación y aplicación de políticas y directrices relacionadas con el
manejo de basuras en el ámbito regional (Valle de Aburrá), elementos de
análisis que permitan comprender y abordar las dimensiones de las
problemáticas sociales y ambientales relacionadas con la producción y el
manejo de basuras en las sociedades contemporáneas.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 21
Definir, desde una perspectiva política, social y moral, los alcances, los límites,
los retos, las posibilidades, las implicaciones y la pertinencia (ambiental y
social) del enfoque de gestión residuos que se encuentra vigente en la
formulación y aplicación de políticas y directrices relacionadas con el manejo
de basuras en el ámbito regional (Valle de Aburrá).
Capítulo 1 22
2. Marco teórico y categorías de análisis
En la actualidad, en el campo de las ciencias sociales se cuenta con
elaboraciones teóricas que poseen elementos significativos para emprender
procesos de comprensión del fenómeno contemporáneo de producción y manejo
de basuras. Dichas elaboraciones se ubican dentro de tendencias teóricas cuyos
conceptos centrales son sociedad de consumidores, hiperconsumo, riesgo,
globalización, individualismo, degradación de la política, principio de la
responsabilidad, heridas morales, marginalidad y estigmatización.
El marco teórico y las categorías de análisis de la presente investigación, estarán
integrados por los elementos de dichas tendencias teóricas de modo que permitan
una contextualización y aproximación a la comprensión del fenómeno objeto de
estudio, por lo que a continuación se procede a identificar dichos elementos y a
definirlos en relación con el fenómeno mismo.
2.1 Una sociedad de consumidores o de hiperconsumo
El consumismo como rasgo fundamental de las sociedades occidentales
contemporáneas, se ha constituido en un tema recurrente y básico en los estudios
sociales y culturales de las actuales sociedades. Muestra de ello son los trabajos
realizados por Bauman (2005, 2007,2011), Lipovestky (2007) y Sassatelli (2012).
Zygmunt Bauman, reconocido filósofo, sociólogo y testimonio crítico de las
transformaciones sociales que han tenido lugar en las últimas tres décadas, en su
interés por comprender y valorar dinámicas y fenómenos centrales de las
sociedades occidentales contemporáneas, ha desarrollado el concepto de
sociedad de consumidores como un “tipo ideal”, para avanzar en el análisis del
funcionamiento de las sociedades en que vivimos actualmente.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 23
Los “tipos ideales”, una categoría que retoma Bauman (2007) de Max Weber,
hacen referencia a “abstracciones que intentan captar la singularidad de una
configuración compuesta por ingredientes que no son para nada especiales o
específicos, abstracciones que individualizan los patrones que definen esa
configuración y los separan de la multitud de aspectos que comparte con otras
configuraciones” (p.45). Por tanto, no podrá esperarse de un “tipo ideal” una
descripción puntual de una realidad social determinada aunque el mismo permita
hacer inteligibles aspectos que la experiencia en su complejidad, presenta como
imperceptibles o difusos.
Antes de proceder con la definición de la sociedad de consumidores que plantea
Bauman, es preciso retomar una distinción entre consumo y consumismo que
permite identificar al consumismo como una singularidad propia y decisiva del
carácter de las actuales sociedades. Siguiendo a Bauman (2011a, p.78), el
consumo es una necesidad, en tanto estamos biológicamente condicionados a él
para conservar la vida (consumo de alimentos y demás enseres indispensables
para la supervivencia en términos biológicos), mientras que el consumismo es un
producto social y cultural que ha transformado a los seres humanos en
consumidores, ante todo, y ha degradado todos los demás aspectos a un rasgo
secundario, accesorio e inferior.
Para el presente trabajo, la importancia de esta distinción y de la propuesta que
hace Bauman de un análisis de las sociedades actuales en términos del
consumismo como un hecho cultural, socialmente producido, radica en que desde
esta perspectiva hay un énfasis en las consecuencias negativas del consumismo,
tales como la producción de basuras, que hace posible percibir las principales
implicaciones y afectaciones sociales11 del consumismo como cultura adoptada en
las sociedades occidentales contemporáneas.
11
Las afectaciones e implicaciones en términos ambientales, de deterioro de los recursos naturales, por fenómenos como el consumismo, la producción y el manejo de basuras en las sociedades contemporáneas, no son objeto de estudio en el presente trabajo, pero han sido ampliamente abordadas en trabajos como el
Capítulo 1 24
Sobre la sociedad de consumidores, Bauman (2007) ofrece la siguiente definición:
La “sociedad de consumidores” es un tipo de sociedad que […]
“interpela” a sus miembros […] fundamentalmente en cuento a su
capacidad como consumidores. Al hacerlo de este modo, la
“sociedad” […] espera ser escuchada, atendida y obedecida. Evalúa
–recompensa y penaliza- a sus miembros según la rapidez y calidad
de su respuesta a dicha interpelación. Como resultado, los lugares
ganados o asignados sobre el eje de excelencia/ineptitud de
rendimiento consumista se convierten en el principal factor de
estratificación y en el criterio fundamental de inclusión y exclusión, a
la vez que marcan la distribución de la estima o el estigma social, así
como la cuota de atención pública.
En otras palabras, la “sociedad de consumidores” implica un tipo de
sociedad que promueve, alienta o refuerza la elección de un estilo y
una estrategia de vida consumista, y que desaprueba toda opción
cultural alternativa; una sociedad en la cual amoldarse a los
preceptos de la cultura del consumo y ceñirse estrictamente a ellos
es, a todos los efectos prácticos, la única opción unánimemente
aprobada: una opción viable y por lo tanto plausible, y un requisito de
pertenencia (pp.77-78).
Así entonces, la sociedad de consumidores, que coincide con la fase “líquida” de
la modernidad12, se caracteriza por tres aspectos fundamentales: es un tipo de
sociedad que ha refundado las relaciones interhumanas a imagen y semejanza de
las relaciones que se establecen entre consumidores y objetos de consumo; es un
tipo de sociedad que posee la capacidad de transformar a los consumidores en
productos consumibles; y finalmente, es un tipo de sociedad que desvaloriza la
de Leonard (2010) y además estudios dedicados a determinar el impacto negativo sobre los recursos naturales, de nuestras formas actuales de extraer, producir, distribuir, consumir y desechar. 12
Bauman distingue dos fases de la Modernidad, una “sólida” y una “líquida”, ésta última se corresponde con las sociedades actuales, donde en ningún ámbito de la vida individual o social (a diferencia de la primera), hay certezas sino antes bien, un constante asedio de incertidumbres.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 25
durabilidad y el largo plazo, ya que equipara lo “viejo” con lo “anticuado”, lo inútil y
lo condenado a la basura, haciendo impensable la sociedad de consumidores “sin
una pujante industria de eliminación de residuos” (p.37).
El primer aspecto, relacionado con la refundación de las relaciones interhumanas,
pone en evidencia la expansión de las dinámicas del mercado a todos los ámbitos
de la vida social e individual, pues entre otras cosas, es el mercado de bienes y
servicios y no instituciones como el Estado, quien juzgando a partir de la
capacidad de consumo de los individuos, posee ahora la “prerrogativa de trazar la
línea entre incluidos y excluidos” (p.94), entre ciudadanos de buena fe, dignos de
aceptación y respeto, e individuos destinados inevitablemente al rechazo, el
estigma y la eliminación, ya que emprender cualquier proceso de rehabilitación y
readmisión social, además de no generar ninguna rentabilidad económica, sería
como premiar la ineptitud de quienes no aportan a la economía ni veneran los
productos humanos, “esos rastros materiales de la razón del hombre, de su
ingenio y habilidad” (p.86).
Esta prerrogativa del mercado, de establecer quiénes son desechados, confirma
entonces que la sociedad de consumidores es, en un amplio sentido de la palabra,
una fábrica de desechos, pues si bien a este tipo de sociedad le es propia la
generación de basuras por el constante y creciente consumo de cosas cuya vida
útil es cada vez más corta, también le es bastante propio, desechar (abandonar a
su suerte) a aquellos individuos que no logran adaptarse a los estándares del
consumo.
En este sentido, la relación establecida entre consumidores y objetos de consumo,
que está determinada por el consumo de objetos que satisfacen necesidades y
deseos, y por el descarte de aquellos que pierden esa capacidad, es transferida al
campo de las relaciones sociales cuando en ellas, el criterio que establece una
distinción tan fundamental como lo es la aceptación o el rechazo social, lo define
la capacidad de consumo de sus miembros.
Capítulo 1 26
Ahora, si la condición para ser aceptados o reconocidos como miembros plenos
de la sociedad, es que cada individuo demuestre capacidad para el consumo,
entonces éste (que en este tipo de sociedad es el absoluto responsable de su
propio destino), para pasar la prueba, deberá estar muy atento a las siempre
excluyentes (pues no todos poseen las mismas posibilidades para responder) ,
cambiantes y exigentes promesas del mercado de bienes y servicios, dando vida
de manera reiterativa al ciclo compra-uso-desecho, que explica por sí mismo que
la otra cara del consumismo sea la producción de desechos, tanto humanos como
materiales, sin que por ello haya asomo alguno de vergüenza, pena, indignación,
remordimiento o cualquier otro tipo de sentimiento moral, dado que la producción y
reproducción de la sociedad de consumidores exime a sus miembros de toda
responsabilidad que no sea “la “responsabilidad” por uno mismo y ante uno
mismo” (p.128).
Pero, por exigente o desgastante que pueda parecer el hecho de que los
individuos de la sociedad de consumidores estén obligados a demostrar
constantemente que cuentan con las habilidades y la disposición para responder a
las exigencias del mercado, esta es una tarea que se realiza de buen gusto, pues
a quienes logran realizarla los acompaña la convicción de estar haciendo lo
correcto para garantizar la continuidad del orden social, pues como señala
Bauman “el secreto de toda “socialización” exitosa reside en hacer que los
individuos deseen hacer lo que es necesario para que el sistema logre
autorreproducirse” (p. 97).
Por su parte, la capacidad de transformar a los consumidores en productos
consumibles, como otra característica relevante de la sociedad de consumidores,
hace referencia al hecho de que la publicidad y demás estrategias del mercado,
promueven en los consumidores la idea según la cual la compra de determinados
productos los harán visibles, apreciables y valiosos, permitiéndoles aunque sea
momentáneamente, “obtener y conservar la posición social que desean, cumplir
con sus obligaciones sociales y proteger su autoestima” (p.81). Esto, que no
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 27
parece otra cosa que incitaciones para demostrar la capacidad de consumo, va
más allá cuando lo que se pretende con ello, en este tipo de sociedad, es
responsabilizar a cada individuo por el desarrollo de su “aptitud social”, y ligar al
desarrollo de dicha condición, el consumo de los bienes y servicios ofrecidos por
el mercado, de suerte que ahora “consumir” significa invertir en la propia
pertenencia a la sociedad, lo que […] se traduce como “ser vendible”, adquirir las
cualidades que el mercado demanda o reconvertir las que ya se tienen en
productos de demanda futura (p. 82).
Continuando con Bauman (2007), esta situación se hace posible porque “El
propósito crucial y decisivo del consumo en una sociedad de consumidores […] no
es satisfacer necesidades, deseos o apetitos, sino convertir y reconvertir al
consumidor en producto, elevar el estatus de los consumidores al de bienes de
cambio vendibles” (p. 83), muy probablemente porque dicha conversión y
reconversión, materializada en cada nueva compra que prometa redundar en el
aumento del valor y la aceptación social de quien la haga, garantizan al mercado
todo el dinamismo necesario para dar vida de manera incesante a su razón de ser,
el ciclo compro-uso-desecho.
Estas dos características básicas de la sociedad de consumidores, encuentran a
su vez un vasto soporte en los preceptos de la cultura consumista (que es también
y por tanto una cultura de residuos13), que es el tipo de cultura adoptado como el
más más viable y plausible por la mayoría de los individuos en las sociedades de
hoy.
Según Bauman (2007), para la cultura consumista la renovación y el
rejuvenecimiento son actividades inminentes y esenciales que permiten poner en
evidencia que en nuestros días la duración ha sido reemplazada por la
transitoriedad, y lo perdurable, lo ha sido por lo novedoso, al mismo tiempo que se
13
Para Burke (2011), especialista en historia cultural moderna, los desechos pueden reflejar cambios en la cultura y la sociedad, pues éstos, a la vez que definen lo que no es considerado como desecho, son justamente definidos por ser los objetos e ideas que se valoran en una cultura dada.
Capítulo 1 28
han reducido notoriamente los espacios que habían entre “el momento del
nacimiento de un deseo y el momento de su desaparición, así como entre la
conciencia de la utilidad y el beneficio de las posesiones y la sensación de que
son inservibles y dignas de rechazo” (pp.119-120).
Este cambio de percepción, por su parte, permite apreciar por qué en las
sociedades de consumidores se presenta una aceptación generalizada de un
rasgo que es común a todos los objetos de consumo, a saber, su corta vida útil y
su inevitable destino hacia la basura, pues como afirma Bauman (2005, p. 126), en
esta sociedad “Todo nace con el sello de la muerte inminente”, dado que desechar
se asume como “un efecto secundario de la renovación y el progreso” (p.134) y
como un sacrificio que es necesario ofrecer en aras del mismo.
Este hecho, acompañado de la convicción de que el crecimiento económico
depende del dinamismo que los consumidores le otorguen al ciclo compro-uso-
desecho, determina entonces por qué en estas sociedades la producción creciente
de basuras se corresponde con presupuestos de la cultura consumista que,
cultivan la devaluación del pasado y la búsqueda incesante de nuevos inicios, bajo
la presión y la promesa de que a través del consumo los individuos pueden llegar
a ser, como señala Bauman, alguien más (p. 137); y que garantizan el
florecimiento de una industria de eliminación de residuos para dar fluidez al ciclo
que se inicia con cada nueva compra, y para dar sentido y validez al consumismo
incesante.
Gilles Lipovetsky, otro distinguido filósofo y sociólogo que también se ha ocupado
del estudio de las sociedades occidentales contemporáneas, desarrolló en su obra
La felicidad paradójica. Ensayo sobre la sociedad de hiperconsumo (2007), entre
otros conceptos, el de sociedad de hiperconsumo para referirse al contexto en que
tiene lugar, según él, la nueva y actual etapa del capitalismo de consumo, el
consumo emocional.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 29
Siguiendo al autor, la sociedad de hiperconsumo, que coincide con un estado de la
economía caracterizado por otorgarle al consumidor el papel central, es movida
por el deseo y el propósito incesante de mejorar las condiciones de vida, al punto
que, “el vivir mejor se ha convertido en una pasión de masas, en el objetivo
supremo de las sociedades democráticas, en un ideal proclamado a los cuatro
vientos” (p.7). Al mismo tiempo, en este tipo de sociedad todas las experiencias
son susceptibles de ser comercializadas en todo lugar, momento y edad; la oferta
es diversificada según las expectativas de los compradores (aunque en muchas
ocasiones son las ofertas y promesas del mercado las que moldean las
expectativas de los consumidores), los ciclos de vida de los productos son
reducidos mediante la aceleración de las innovaciones y, en general, son
promovidas diversas estrategias para fomentar el consumo, entre ellas el
endeudamiento y la fidelización de los clientes.
El sujeto propio de la sociedad de hiperconsumo, el hiperconsumidor, vive
entonces “al acecho de experiencias emocionales y de mayor bienestar […], de
calidad de vida” (p.10) para sí mismo y los suyos (que cada vez integran un círculo
más cerrado), pues en la etapa del capitalismo de consumo en la que se
encuentra, es promovido un modelo de consumo de corte individualista que se
supone14 está más orientado a las satisfacciones individuales que a la
consideración y la aprobación social; y que se encuentra en consonancia con
procesos como “la privatización de la vida y la autonomización de los sujetos
frente a las instituciones colectivas” (p.32).
En este sentido, a la sociedad de hiperconsumo le es propio un “consumo
privatizado” que está en función de los objetivos, gustos y criterios de los
individuos, y que busca “menos que las cosas nos categoricen delante de los otros
y más que nos permitan ser independientes y móviles, paladear sensaciones, vivir 14
En este punto relacionado con las motivaciones del consumo, los postulados de Lipovetsky y Bauman se oponen considerablemente, pues mientras que Lipovetsky diferencia y jerarquiza las motivaciones del consumo entre motivaciones privadas y objetivos de distinción, señalando que hoy prevalecen las primeras, Bauman no separa de las motivaciones individuales del consumo el interés y la motivación por la aprobación y la aceptación social.
Capítulo 1 30
experiencias, mejorar nuestra calidad de vida, conservar la juventud y la salud”
(p.37). Pero, también y sobre todo, le es propio a esta sociedad, la
universalización del gusto por el cambio, evidente, según el autor, “cuando el
deseo de “moda” se expresa más allá de la esfera indumentaria, cuando la pasión
por la renovación adquiere una especie de autonomía que relega a segundo plano
las luchas de competencia por la posición” (p.39).
Ahora bien, que para este autor las búsquedas incesantes de consumo y
satisfacción individual no estén ahora orientadas a la aprobación social, un asunto
además discutible, no desvirtúa el hecho de que en la etapa del consumo de
emociones, que es en la que Lipovetsky (2007) ubica a las sociedades actuales, el
mercado haya logrado expandirse a todos los ámbitos de la vida social e
individual, creando nuevos deseos, ofreciendo nuevas experiencias y poniendo a
disposición de los consumidores una infinidad de bienes y servicios de consumo
que sirven para modelar y determinar la subjetividad y la personalidad de cada
individuo, pero que también permiten alcanzar el bienestar y el confort que el
mismo mercado se ha asegurado de perfilar e idealizar de manera constante y
cambiante para que los hiperconsumidores anhelen y persigan de manera
individual.
Así las cosas, puede afirmarse entonces que la sociedad de hiperconsumo es
también una sociedad del hiperdesperdicio, pues la pasión por la renovación, la
búsqueda de bienestar individual y de construcción de la propia subjetividad, a
partir de las cambiantes y siempre nuevas ofertas del mercado, hacen inevitable la
generación creciente de basuras, pues para las actuales sociedades, sólo hay
algo nuevo si a cambio hay algo viejo y digno de ser desechado.
Roberta Sassatelli (2012), experta en sociología del consumo, reconoce que a
partir de los recientes estudios históricos, se puede considerar que la “sociedad de
consumo” es un tipo histórico de sociedad que se fue consolidando
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 31
progresivamente en Occidente desde los albores de la modernidad hasta hoy, y
resalta que a dicha consolidación:
[…]contribuyeron no sólo fenómenos sociales amplísimos (como el
incremento de las posibilidades de movilidad social, la evolución de las
relaciones entre los sexos, la urbanización, etc.), sino también fenómenos
económicos más específicos (el crecimiento del consumo de mercancías
suntuarias pro capite, el desarrollo de la producción estandarizada, el
fortalecimiento de un complejo sistema comercial, la extensión de los
servicios de crédito al consumo, etc.), a su vez mediados y acompañados
por nuevas éticas económicas de producción y utilización de los bienes”
(p.78).
La “sociedad de consumo”, encarna entonces una transformación que, leída en
términos culturales, ha dado forma a una de vida social caracterizada por la
centralidad de la figura del consumidor y de las acciones de consumo, de suerte
que como señala la autora (p.21), en este tipo de sociedad “[…] consumir significa
culturalmente e implica prácticamente mucho más que satisfacer nuestras
necesidades cotidianas mediante mercancías. Consumir es actuar como
consumidores”.
Ahora bien, sin detenernos en el riguroso estudio que realiza Sassatelli sobre las
lógicas que rigen los comportamientos de los consumidores, tenemos que la
concepción misma del consumo como una práctica social y cultural que define a la
“sociedad de consumo” como el tipo histórico de sociedad que tiene lugar en
nuestros días, ofrece para el propósito de la presente investigación, la posibilidad
de ubicar dentro de un marco teórico y dentro de un contexto determinado, el
análisis de un fenómeno contemporáneo como la producción y el manejos de
basuras, pues como evidencia la realidad y lo corrobora Bauman
(2005,2007,2011), a las prácticas de consumo le son inherentes o les corresponde
en consecuencia, prácticas de generación de desechos, o dicho otros términos, el
Capítulo 1 32
consumismo y las basuras, constituyen dos caras de un mismo asunto, la
“sociedad de consumo” o “sociedad de consumidores”.
2.2 Problemas globales y soluciones locales
Cualquier intento por comprender procesos como la globalización o las
globalizaciones, así como por abordar las principales implicaciones y
consecuencias de estos procesos tan determinantes para las sociedades
contemporáneas, podría considerarse como un intento por responder a la
exhortación realizada por el filósofo y sociólogo contemporáneo Edgar Morin, en
su obra ¿Hacia el abismo? Globalización en el siglo XXI, de superar la
incapacidad del pensamiento dominante de reconocer y concebir lo complejo, así
como de tratar lo fundamental y lo global (2010, p. 153).
En este sentido, tenemos que para abordar una tendencia tan generalizada en
nuestros días, como lo es pretender y buscar soluciones locales a problemas que
son globalmente generados, tales como la producción creciente de basuras, de
miseria y de contaminación ambiental, se hace necesario analizar algunos
aspectos centrales del proceso de globalización, tales como su significado, la
distribución desigual de poder, recursos, riesgos y peligros que trae consigo; la
erosión de la soberanía del Estado-nación y el “desorden” o desregulación global
que ha desatado, así como la ineludible necesidad de implementar consensos
transnacionales para intervenir problemáticas de afectación y padecimiento al
interior de las fronteras nacionales.
Según Antoni Aguiló (2008, p.12), estudioso de la obra del sociólogo Boaventura
de Sousa Santos, la obra de Santos se ha convertido en una de las principales
referencias mundiales en los estudios sobre globalización, por tanto, retomamos
aquí la definición planteada por Santos (2001, p.153), según la cual, la
globalización, entendida en términos de relación social, es el proceso mediante el
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 33
cual una condición o entidad local dada consigue extender su alcance a todo el
globo y, al hacerlo, desarrolla la capacidad de designar a una condición o entidad
rival como local.
Para Santos, esta definición trae consigo varias implicaciones. La primera de ellas,
consiste en que dentro del sistema mundial capitalista no hay una auténtica
globalidad dado que lo que llamamos globalización es siempre la exitosa
globalización de un localismo determinado, de donde se sigue que globalización y
localización son procesos concomitantes en tanto que el primero implica siempre
el segundo15.
Otra implicación de la definición dada, trata del desmantelamiento del mito de la
globalización como un proceso homogéneo, pues resalta el autor que a la
existencia de diferentes tipos de relaciones sociales de globalización, le
corresponden diferentes modos de producción de globalización que explican la
diversidad y la asimetría que se presenta en estos procesos.
En su análisis, Santos (2001, p.154; 2005), distingue dos tipos de globalización, la
globalización hegemónica y la globalización contra-hegemónica. En el primer tipo,
se da la intensificación de las interacciones de cruce de fronteras y de las
relaciones sociales propiciadas por grupos sociales o instituciones dominantes
para promover sus intereses. En la globalización contra-hegemónica, se dan las
interacciones de cruce de fronteras y de relaciones sociales propiciadas por
grupos sociales o instituciones subordinadas para promover sus intereses, que a
menudo consisten, en contrarrestar los efectos perjudiciales que la globalización
hegemónica tiene sobre ellos.
Dentro de las características definitorias de la globalización hegemónica,
identificadas por el autor, sobresale el capitalismo global neoliberal como un
particular modelo de economía que se globaliza y que se encuentra fundamentado
15
Bauman (1999), también desarrolla esta idea de la globalización y la localización, como dos procesos estrechamente interconectados.
Capítulo 1 34
en un conjunto de consensos liberales (el consenso económico neoliberal; el
consenso sobre el Estado débil; el consenso liberal democrático y el consenso
sobre el Estado de Derecho y lo judicial), que también son de carácter
hegemónico, ya que son definidos, respaldados y promovidos por unos pocos
Estados y representantes del mercado, para ser impuestos al gran resto de
Estados y sus habitantes, ocasionando profundas rupturas políticas, ya que este
conjunto de consensos, al poner para su exclusivo servicio toda la estructura del
Estado, hace que éste pierda toda capacidad e interés por garantizar los derechos
de todos sus ciudadanos, pues como señalara el sociólogo Ulrich Beck, (2002,
p.21), “la globalización implica el debilitamiento de las estructuras estatales, de la
autonomía y del poder del estado”.
En términos muy generales, para Santos (2001, 2005), el consenso económico
neoliberal, explícito en recetarios como el “Consenso de Washington”, hace
referencia a la economía global e incluye tanto la producción global como los
mercados globales de bienes, servicios y finanzas; se basa en el libre mercado, la
des-regulación, la privatización, el minimalismo estatal, la reducción de los
servicios públicos, el control de la inflación, la orientación a la exportación, los
recortes al gasto social, la reducción del déficit público, la concentración del poder
del mercado en manos de las corporaciones trasnacionales y del poder financiero
en manos de la banca trasnacional.
En cuanto a las innovaciones institucionales generadas por este consenso, se
encuentran las nuevas restricciones legales a la regulación estatal, los nuevos
derechos internacionales de propiedad para los inversionistas extranjeros y los
creadores intelectuales y la subordinación de las naciones-Estado a las agencias
multilaterales.
El consenso del Estado débil, se basa en una concepción del Estado no como
espejo de la sociedad civil, sino como lo opuesto a ella, pues la fortaleza del
Estado, más que como una consecuencia de la fortaleza de la sociedad civil, o
como una compensación de la debilidad de la misma, es considerada como la
causa de la debilidad de la sociedad civil. En este sentido, el Estado, incluso el
Estado democrático, es considerado como inherentemente opresivo y debe, por lo
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 35
tanto, ser debilitado como condición previa para el fortalecimiento de la sociedad
civil.
Esta concepción del Estado débil, legitima y orquesta tanto la creciente pérdida de
soberanía de los Estados nacionales, como el aumento desmedido de poder y de
recursos a manos de entidades e individuos en representación de sus legítimos
intereses particulares, en consonancia con el incremento mundial de las
desigualdades, de la marginación y exclusión social, evidente no sólo en las cifras
oficiales del Programa para el Desarrollo de las Nacionales Unidas (PNUD), sino
en la realidad social misma de los países en “desarrollo” o de la periferia16.
A su vez, el consenso liberal democrático, soportado en la idea de que las
divergencias políticas desaparecieron en los últimos años, del contexto mundial,
considera que no hay alternativa al modelo democrático de gobierno y que las
diferentes políticas empíricas se aproximarán gradualmente a él. Ahora, según
Santos (2001, pp.158-159), la convergencia entre el consenso económico
neoliberal y el consenso liberal democrático, “puede remontarse a los orígenes de
la democracia representativa. Las elecciones y los mercados libres siempre se
consideraron como dos caras de la misma moneda: el bien colectivo que debían
lograr individuos utilitaristas comprometidos en intercambios competitivos, con
mínima interferencia del Estado”.
En este sentido, el consenso liberal democrático, aboga por un Estado cuya
principal y quizás única función, sea la coerción, mientras deja de lado temas
relativos a la soberanía y la facultad reguladora, antes indispensables para
justificar su poder.
Para Santos (2001,2005), el consenso sobre el Estado de Derecho y del sistema
judicial, es producto de los tres consensos anteriores, pues el modelo de
16
Este planteamiento, coincide con el propuesto por Morin (2010), según el cual, la globalización del modelo
económico, sin regulación externa ni verdadera autorregulación, produce riqueza y también zonas
crecientes de pobreza.
Capítulo 1 36
desarrollo neoliberal, con su mayor dependencia de los mercados y del sector
privado, ha cambiado las reglas básicas tanto de las instituciones privadas como
de las públicas, requiriendo un nuevo marco legal que favorezca el comercio, la
financiación y la inversión.
Suministrar este nuevo marco legal, favorable al desarrollo neoliberal, y
responsabilizarse por su aplicación, se constituye entonces en el nuevo papel
fundamental del Estado, así como en su principal causa de pérdida de centralidad
y legitimidad para regular y organizar la sociedad.
Ahora bien, para avanzar en la comprensión de la tendencia antes referida, de la
relación entre problemas globales y soluciones locales, encontramos que el marco
conceptual desarrollado por Santos para abordar el proceso de globalización, se
complementa con los planteamientos presentados por el sociólogo Ulrich Beck
(2002, p.8), que en su análisis de los riesgos de las sociedades contemporáneas,
resalta que “la globalidad del riesgo no significa […], una igualdad global del
riesgo”; pues como Santos (2001, 2005) y Bauman (1999), también Beck (2002,
2008) identifica que en un contexto de mercado global, las relaciones que se dan
entre actores políticos territorialmente fijos y actores económicos no territoriales,
configuran una estructura de poder que divide a quienes producen y se benefician
de los riesgos y peligros de afectación global (como la contaminación ambiental, la
generación de pobreza…), de los muchos que se ven afectados por esos mismos
riesgos, ya que no poseen ningún control sobre ellos y sus posibilidades de influir
sobre las decisiones que los desencadenan, son tan escasas o nulas como su
poder para negociar mejores condiciones para su subsistencia.
Para Beck (2008), esta desigual distribución transfronteriza de riesgos y peligros,
genera “naciones-víctima” o “regiones víctima”, al interior de las cuales se
padecen las consecuencias indeseadas y tal vez imprevistas del desarrollo, del
progreso o de cualquier otro imperativo que represente los intereses del libre
mercado global.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 37
Este carácter de consecuencias imprevistas e indeseadas, es reforzado y refuerza
a su vez, la idea de inimputabilidad y anonimato de los riesgos en las sociedades
actuales, pues esta idea, es “fruto de estrategias de poder cuyo éxito depende por
un lado de que las normas de igualdad y responsabilidad no traspasen la valla del
jardín nacional y, por otro, de hasta qué punto el país se vea como vencedor o
perdedor de la desigualdad del riesgo” Beck (2008, p.233).
Este hecho, acompañado de una tendencia actual como la individualización de los
riesgos globales, que según Beck (p.232) es coherente con presupuestos del
neoliberalismo, que conciben al individuo como “empresario moral de sí mismo” y
absoluto responsable de su destino y por lo tanto, del destino de la civilización,
evidencian, entre otras, las siguientes contradicciones: el individuo, condenado por
su propia responsabilidad a la individualización, se ve obligado a enfrentar en
solitario todo acontecimiento que se encuentre en su trasegar por la vida, incluso
los peligros, los riesgos y las afectaciones globales, aunque los centros de
decisión y de desencadenamiento de éstos, lo excluyan y se sustraigan a su
influencia.
Esta situación, extendida a la realidad de los pueblos, nos dice entonces que
también ellos, bajo los presupuestos del neoliberalismo, están condenados por su
propia responsabilidad, a padecer y enfrentar en solitario las consecuencias de las
acciones que se emprendan, sin consultarlos, en tierras remotas, o a padecer
simplemente las consecuencias que desatan las acciones por ellos emprendidas
frente a los requerimientos de las leyes económicas que proclaman, promueven y
defienden el libre mercado. De suerte que la generación creciente de pobreza,
desigualdad, contaminación ambiental y demás problemáticas que hoy se ven
abocados a responder de manera autónoma, se configuran como responsabilidad
absoluta de los pueblos que los padecen, ya que fueron ellos quienes los
“ocasionaron” al decidir o no, “ajustar sus estructuras a los dictados económicos
que pontifican el libre mercado y bendicen la iniciativa privada individual como
motor del progreso social” (Aguiló, 2008, p.50).
Capítulo 1 38
La contradicción que surge, desde esta perspectiva, resulta entonces, de asignar
absoluta incumbencia y responsabilidad a los Estados y a las autoridades locales,
sobre las problemáticas que se presentan en sus territorios, aunque el origen de
las mismas se encuentre más allá de las fronteras nacionales.
Estas contradicciones alrededor de la responsabilidad de individuos y de
autoridades locales, que no hacen más que incapacitar e inmovilizar el
emprendimiento de acciones capaces de superar o de hacer frente a las
principales dificultades que aquejan las vidas de individuos y de pueblos enteros,
podrían explicar lo que Morin (2010, p.26) ha denominado crisis del Estado-nación
o incapacidad para resolver solos sus problemas, dada la interdependencia
planetaria.
Así entonces, superar la crisis del Estado-nación y encontrar salidas viables y
efectivas a muchos de los problemas que son globales (en tanto se originan más
allá de las fronteras nacionales) pero que se padecen localmente, se constituyen
en un mismo reto que exige reconocer y aceptar la existencia de cuestiones que
superan los límites entre los países, como la afectación a la calidad y
disponibilidad de los recursos naturales indispensables para la salud y para la vida
humana, así como las cuestiones relativas a la justicia social en una era de
procesos de globalización, donde el mismo libre e irrestricto movimiento de capital,
puede enriquecer a unos pocos mientras genera miseria, desconcierto e infelicidad
para muchos.
Ahora bien, acudiendo nuevamente a Beck (2002, p.23; 2008), tenemos que estas
cuestiones que superan las fronteras nacionales, son “cuestiones que se escapan
a las agendas políticas de los estados nacionales”, pese a que son al mismo
tiempo “cuestiones globales y locales”, y que aunque estas mismas cuestiones
logren entrar a “formar parte de la agenda política”, su carácter global-local, hacen
que “sólo se pueden plantear, debatir y resolver adecuadamente en un marco
transnacional.”
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 39
Esto último indica entonces, que los problemas “locales” de las sociedades
contemporáneas, están exigiendo para su efectiva intervención, tanto una
reformulación de las instituciones tradicionales, como la creación de mecanismos
y entidades capaces de regular, intervenir y coordinar las acciones de los actores
transnacionales, en el ámbito global.
2.3 Política, asuntos comunes e individualismo
Hannah Arendt, una de las pensadoras más destacadas del siglo XX en el ámbito
de la teoría política, abordó, entre otros, un fenómeno aún vigente, la degradación
del sentido de la política.
Para ello, la autora se remontó a los orígenes de la Polis, como forma de
organización humana que ha determinado lo que todavía en nuestros días
entendemos por política, para redescubrir en ella que la política se basa en el
hecho de la pluralidad de los hombres, que trata del estar juntos y los unos con los
otros de los diversos, y que contrario a lo que en los últimos tiempos, “se dice” o
“se opina”, el sentido último de la política es que los hombres se relacionen entre
ellos en libertad, más allá de la violencia, la coerción y el dominio, que se
relacionen entre iguales, sin dominar a otros ni estar bajo el dominio de alguien,
regulando todos los asuntos que les conciernen y les afecten, hablando y
persuadiéndose entre sí.
La degradación del sentido de la política, a la que se refería entonces Hannah
Arendt, consistía básicamente en que la política fuese entendida, en términos del
uso de la violencia, como una relación entre dominadores y dominados, o como
una negación de la libertad.
Actualmente, en nuestras sociedades occidentales, esta degradación no ha sido
superada, antes bien, podría decirse que se ha visto agudizada por procesos que
Capítulo 1 40
tomaron fuerza en las últimas décadas, como la individualización y la pérdida de
poder por parte de la Política para perseguir y alcanzar metas compartidas, para
agenciar nuevos comienzos y para hacer posible el ejercicio de la libertad que,
para Arendt, es un derecho y un bien que sólo tiene lugar en el espacio que surge
entre los hombres y no en el interior de ningún hombre.
La individualización, según la socióloga Gina Zabludovsky (2013, p.229), se
encuentra vinculada con el proceso histórico de diferenciación social que
caracteriza a la modernidad y que se expresa en un conjunto de creencias,
prácticas y normas sociales propias de las sociedades industrializadas. Por tanto,
con la individualización se entiende que el individuo ha dejado de pertenecer a
pequeñas unidades sociales para integrarse paulatinamente a las grandes
organizaciones, a las grandes ciudades y su complejidad, donde la creciente
diferenciación y autorregulación social se da a la par del aumento de los márgenes
para la elección individual.
En los últimos años, este proceso de individualización, que surgió con las
sociedades industrializadas, se ha intensificado, y estudiosos como Zygmunt
Bauman (2001a, 2003, 2007, 2011) y Ulrich Beck (2002, 2003) se han ocupado de
analizarlo.
Ambos autores coinciden en señalar que ante un mundo que presenta de manera
simultánea una mayor incertidumbre y un mayor rango de opciones, los seres
humanos se ven obligados a elegir entre una amplia gama de oportunidades, y
que dicha elección los hace responsables de las consecuencias y los efectos de
sus actos, sin que haya a quien culpar o a quien acudir ante los éxitos y los
fracasos.
Para Beck (2003, p.31), esta situación hace que los hombres y las mujeres de hoy,
como dueños absolutos de sus vidas, vivan intentando hallar “soluciones
biográficas a contradicciones sistémicas”, sin alcanzar a comprender que el
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 41
individualismo propio de las actuales sociedades es resultado del desequilibrio
institucionalizado en las nuevas condiciones de globalización, donde “los riesgos y
las contradicciones siguen produciéndose de manera social […] pero el deber –y
la necesidad- de hacerles frente, es lo que está siendo individualizado” Bauman en
Beck 2003, p.23.
Con la individualización entonces, las crisis y los padecimientos que afectan la
vida y la dignidad de cada individuo, dejan de ser percibidas en su dimensión
social y se sufren y enfrentan en solitario, pues, como afirma Bauman (En Beck,
2003, pp.23-25), la mayor parte de los problemas de los nuevos “individuos por
destino”, no se suman a una “causa común” porque desde el principio son
problemas que están conformados de manera que no encajan con los problemas
de los demás.
Para Bauman, este hecho hace que el individuo tienda a desentenderse, a ser
escéptico o precavido respecto del “bien común”, de la “buena sociedad” de la
“sociedad justa”, evidenciando que “el otro lado de la individualización parece ser
la corrosión y lenta desintegración de la ciudadanía.
Ahora bien, para comprender por qué los problemas de los individuos “no encajan
con los problemas de los demás”, o para comprender simplemente por qué las
causas comunes pierden cada vez más fuerza en las sociedades
contemporáneas, se hace necesario abordar el estado actual del espacio público y
del espacio privado.
Tanto Bauman (2007) como el sociólogo Richard Sennett (2011), coinciden en
señalar que en nuestros días, entre la vida pública y la privada hay una confusión
tal, que podría decirse que los límites que separaban un ámbito del otro han
desaparecido. Para Bauman, lo “público” ha sido colonizado por lo “privado”, el
“interés público” se ha reducido a la curiosidad por las vidas privadas de las
figuras públicas y el arte de la vida pública a la exhibición pública de los asuntos
privados; para Sennett, en esta confusión entre público y privado, las personas
están resolviendo en términos de sentimientos personales aquellas cuestiones
Capítulo 1 42
públicas que sólo pueden ser correctamente tratadas a través de códigos de
significado impersonal, y mientras aumenta este interés por las cuestiones de la
personalidad y los sentimientos personales, se evidencia que la participación con
otros, en procura de fines sociales, disminuye notoriamente.
Según Bauman (2001a), esta confusión entre público y privado, que ha traído
consecuencias tan desconcertantes como el incremento paralelo de la libertad
individual y de la impotencia colectiva, se debe a la actual ausencia de puentes
que comuniquen la vida pública y la vida privada, de puentes que permitan traducir
las preocupaciones privadas en temas públicos. El espacio público, como el lugar
donde dicha traducción puede tener lugar, en términos de Sennett, “ha muerto”, se
encuentra vacío, ha perdido su sentido de reunir a los diversos, de permitir el
encuentro, el intercambio; y mientras esto sucede, las instituciones políticas han
perdido la capacidad de brindar certezas y de soportar las desagracias de los
ciudadanos, al alentar la búsqueda de soluciones individuales y locales a
problemas que son social y globalmente producidos, y al concentrar su interés en
garantizar la seguridad, dado que la vida entre individuos que son extraños entre
sí, resultará siempre expuesta a múltiples riesgos y peligros.
Asistimos entonces, a una supremacía de lo privado y a un encogimiento de lo
público, a una privatización de los medios para asegurar y garantizar la libertad
individual, en tanto corresponde a cada individuo aprovisionarse de los elementos
y las capacidades necesarias para ejercerla; a una identificación de la política y de
los asuntos comunes como límites o como impedimentos para gozar de dicha
libertad individual, ya que ésta es tenida como la posibilidad de elegir y actuar sin
generar mayores compromisos (externas a uno mismo), frente a las
consecuencias desatadas; a un aislamiento inducido pero servilmente aceptado,
que nos ha llevado a pensar sólo en nuestras vidas, a padecer solos los
obstáculos que en ella se presenten y a abandonar las posibilidades de encuentro
e intercambio con los otros.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 43
En este sentido, la pregunta por el hecho de que los sufrimientos individualmente
experimentados no logren reunir a sus víctimas, encuentra su respuesta en
presupuestos del individualismo, promovidos por nuestras instituciones, como la
autonomía y la autosuficiencia, desde donde es válido pensar y asumir que “las
personas libres no tienen a quien culpar de sus desdichas más que a sí mismos”
Bauman (2001a, p.65) y desde donde también es legítimo “relacionar la
dependencia respecto de los otros como una señal de debilidad” Sennett (2012,
p.193).
Así las cosas, las respuestas individuales a los problemas generados socialmente,
se convierten en una obligación que, según Bauman (2011, p.28), tiende a
enfrentar a los individuos “en mutua competencia y crea la percepción de que la
solidaridad comunitaria es en general irrelevante, si no contraproducente”,
agudizando aún más los sentimientos de inseguridad, incertidumbre e impotencia,
tan propios de los individuos de las sociedades contemporáneas.
Pero, la tendencia al enfrentamiento, la hostilidad y la indiferencia respecto a la
suerte de los demás, no sólo ha sido suscitada por esta obligación de emprender
búsquedas en solitario, pues para Sennett (2012), también la desigualdad
estructural y las nuevas formas de trabajo, han arraigado aún más la actitud del
nosotros-contra ellos y nos han llevado a un estado de aislamiento inducido,
donde los otros no son experimentados sino imaginados.
Con la marcada desigualdad estructural, porque la creciente desigualdad
económica ha logrado distanciar socialmente a la élite de las masas,
disminuyendo las posibilidades de un destino común por compartir; con las nuevas
formas de trabajo, porque han hecho que la inestabilidad laboral y la amenaza
siempre latente de un despido, constituyan condiciones de trabajo que
desestimulan entre los eventuales compañeros de trabajo, el tejido de lazos de
cooperación, de entendimiento y de ayuda mutua, tan indispensables para que las
causas comunes tengan lugar.
Capítulo 1 44
En cualquier caso, es posible apreciar una correspondencia entre el
individualismo, entendido como el deber (o la imposición) de asumir en solitario y
de manera absoluta la responsabilidad sobre nuestras vidas y nuestro destino; la
creciente hostilidad ante los otros y el aumento de la incapacidad o el desinterés
por vivir juntos, por crear vínculos sociales y por superar colectivamente las
condiciones de inseguridad, incertidumbre y angustia, que derivan necesariamente
de llevar nuestras vidas como un mero coexistir con otros, basado en las
sospechas mutuas y en los desencuentros.
Ahora, ante esta situación de aislamiento inducido, en los términos de Sennett
(2012), o de desvinculación, como la define Bauman (2003), en la que cuesta
asumir el riesgo de salir de sí mismo, de relacionarse con los otros y encontrarse
con la diferencia, y en la que nadie está dispuesto a poner límites a sus actos ni a
asumir compromiso alguno con los demás, en aras de conservar una libertad
individual que es entendida como ilimitada, la política, que se basa en la
pluralidad, en la diversidad y en la posibilidad del encuentro con los otros, se haya
tan degrada e impedida como el ejercicio de la libertad que ella propicia, ya que
sin la complicidad, sin el respaldo y sin el acuerdo conjuntamente logrado, resulta
imposible pensar que en nuestros días, los seres humanos puedan hacerse a
algún control sobre las condiciones y las circunstancias que afectan y determinan
el rumbo de sus vidas.
2.4 La responsabilidad en un contexto de “irresponsabilidad organizada”
Ante un individualismo intensificado, que promueve el ejercicio de la
responsabilidad sólo en el ámbito personal (responsabilidad absoluta de cada
individuo sobre su vida y su destino, sin dejar espacio para pensar o asumir
responsabilidades para con los demás), ante la caída en desgracia de las causas
comunes y ante la forma de “irresponsabilidad organizada” que encarna el
mercado global, en tanto “forma institucional impersonal que carece de
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 45
responsabilidades, incluso ante sí misma” Beck (2002, p.9); emerge la pregunta
por la concepción y el papel que desempeña actualmente la responsabilidad frente
a situaciones que se configuran y generan afectación colectiva, tales como la
contaminación ambiental y el deterioro de los recursos naturales.
Para comenzar, se hace necesario retomar algunos planteamientos del filósofo
Hans Jonas (1903-1993)17, quien con su propuesta del principio de
responsabilidad se constituyó en el primero en abordar de manera sistemática y
profunda el desafío que tiene la ética en la era de la acción tecnológica y de los
efectos de largo alcance.
Según Jonas (1995), en la era de los desarrollos tecnológicos y sus
implementaciones, que es la misma era del exceso de nuestra capacidad de hacer
sobre nuestra capacidad de prever, valorar y juzgar18, asistimos a un cambio en
la naturaleza de la acción humana, pues los efectos por ella generada, se
expanden ahora de manera espacial y temporal, comprometiendo las condiciones
y la posibilidad misma de la vida humana para las futuras generaciones. Este
hecho, que se traduce también en un aumento considerable del poder de la acción
humana, debe suscitar, según Jonas, una discusión respecto a la necesidad de
una nueva ética que esté a la altura de nuestros tiempos y de nuestra creciente
capacidad de generar consecuencias imprevistas.
Para Jonas, esa nueva ética deberá ser una ética de la responsabilidad, que
orientada hacia el futuro y basada en el imperativo “Obra de tal modo que los
efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una auténtica vida
humana sobre la tierra”, pueda proporcionar los nuevos deberes que orientarán y
regularán al nuevo poder de la acción tecnológica.
La ética de la responsabilidad, en aras de garantizar la esencia y la existencia de
humanidad y en aras de afrontar el vacío y el relativismo de valores propio de
17
Ver los trabajos realizados por (Tamayo, 2014), Siqueira (2009) y Díaz (2007), entre otros. 18
Esta desproporción entre la capacidad de hacer y la capacidad de juicio de valor, da cuenta, según Jonas, del rezago en que se encuentra el progreso moral.
Capítulo 1 46
nuestros tiempos (donde la desprotección y la falta de garantías por parte de
entidades como el Estado para el goce efectivo de derechos, promueve una
tendencia de ausencia de deberes), propone apelar a la cautela o la prudencia a la
hora de emprender nuestras acciones; al mismo tiempo que busca evitar la
disolución o el no reconocimiento de la autoría y la consecuente responsabilidad
por las acciones emprendidas aquí y ahora, pero cuyos efectos pueden trascender
nuestra época, nuestro espacio y pueden afectar a otros que no son nuestros
vecinos ni nuestros contemporáneos.
Esta propuesta de Jonas, que ubica la responsabilidad en el centro de la ética,
alentó e intensificó una tendencia generalizada y actual que el filósofo y sociólogo
Gilles Lipovetsky (1994 y 2005), denominó revitalización de la moral y el espíritu
de responsabilidad.
La revitalización de la moral y el espíritu de responsabilidad, es entendida por
Lipovetsky como una tendencia de aspiración colectiva a la moral que se hace
explícita mediante aspectos como el surgimiento de la bioética, la caridad
mediática, las acciones humanitarias, los llamados a salvaguardar el entorno y
defender derechos de los animales, así como a moralizar los negocios, a través de
medidas como “la responsabilidad social de la empresa” y los mercados “verdes”,
a las cuales se debe el auge de los productos reciclables y presuntamente
respetuosos con la naturaleza y los derechos de los trabajores, que bien han
logrado dinamizar y alentar el crecimiento de los mercados.
Ahora bien, dicha revitalización, que para Lipovetsky es tenida como evidencia de
que el individualismo no se contrapone a la responsabilidad presenta, sin
embargo, la dificultad de dar por resueltas o tal vez por inexistentes, algunas
contradicciones inherentes a tales aspiraciones colectivas a la moral, pues si bien
es cierto que las movilizaciones en torno a las ayudas humanitarias pueden ser un
alivio inmediato para el padecimiento de muchas personas, también lo es que
mediante dichas acciones a las víctimas del mercado global, a los incapaces de
adecuarse y sobrevivir a las exigencias del mercado o, a los más perseguidos por
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 47
los desastres “naturales”, esto es, a los pobres y marginados de nuestras
sociedades, se les constituye inevitablemente en objetos de caridad, en detrimento
de su condición de sujetos de derechos, mientras se obra a favor de los poderosos
sin rostro, de los dueños y señores del mercado globalizado que sin límites ni
controles logran concentrar cada vez más las riquezas, pues con las acciones
humanitarias estos resultan exhonerados de la responsabilidad por desencadenar,
perpetuar y agudizar las, también en aumento, condiciondes de precariedad que
en algunas ocasiones intentan resolver las buenas voluntades y los buenos
sentimientos de algunos individuos.
Del mismo modo, mediante los llamados a salvaguardar el entorno, que
evidencian realmente una preocupación por los impactos negativos que la acción
humana genera sobre la disponibilidad y la calidad de los recursos naturales,
asistimos también a una disolución de la responsabilidad, pero esta vez mediante
una generalización que hace responsable a cada individuo por el destino de la
humanidad y del planeta y, que deposita en la conciencia de cada uno de ellos la
solución a los problemas y los desequilibrios ambientales y sociales, mientras que
la responsabilidad de quienes poseen el poder del mercado y de quienes orientan
y garantizan el rumbo del insostenible sistema de extracción, producción, consumo
y desecho de las cosas que invaden nuestras vidas, consigue nuevamente ser
eludida.
En este sentido, podría decirse entonces que en la actualidad asistimos
efectivamente a una revitalización de la moral y del espíritu de responsabilidad,
pero que se trata de una revitalización que entiende la responsabilidad como un
ejercicio meramente individual y que desconoce de antemano que las situaciones
a intervenir, por su origen y sus múltiples dimensiones, trascienden el ámbito de
acción individual y demandan, para intervenciones certeras, además de la
vinculación y del compromiso de cada uno, de la acción en concierto y de la
asunción de responsabilidades por parte de quienes tienen el poder, dirigen el
rumbo de las sociedades de consumidores y soportan el actual estado de
Capítulo 1 48
“irresponsabilidad organizada”, en el que se pretende disolver cualquier
compromiso por las consecuencias desatadas mediante una generalización de la
responsabilidad que culpabiliza a la humanidad entera por todo cuanto acontece
mientras, exime de responsabilidad a los directamente implicados en la
generación de situaciones como la pobreza o el deterioro de los recursos
naturales.
2.5 Consumismo, eliminación de residuos y heridas morales
Para la antropóloga Mary Douglas (2007, p.22), “las ideas acerca de la
separación, la purificación, la demarcación y el castigo de las transgresiones
tienen por principal función la de imponer un sistema a la experiencia, que de por
sí es poco ordenada”, dado que sólo mediante las ideas que dan lugar a las
clasificaciones y a la exageración de la diferencia entre opuestos como adentro y
afuera, macho y hembra, se puede crear la apariencia de un orden.
En este sentido, el soporte de los diferentes órdenes sociales o las diferentes
formas de sociedad, se encuentra determinado por el sistema de clasificación que
en cada uno de ellos se logre elaborar y dentro del cual se establezcan los
aspectos y las personas que contribuyen al orden, al mismo tiempo que se
señalan quienes atentan contra el mismo y se legitima la toma de medidas para
proceder a eliminarlos o marginarlos.
Según planteamientos realizados por Zygmunt Bauman en su análisis sobre la
sociedad de consumidores (2001b; 2005; 2007), en las sociedades actuales existe
una categoría determinada de personas que en su condición de consumidores
defectuosos o consumidores fallados, se considera que atentan contra el orden
social establecido por el mercado y representan la condición más temida y
peligrosa para los miembros plenos y dignos de aceptación en la sociedad de
consumidores.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 49
Son considerados consumidores defectuosos quienes por su precariedad se
encuentran incapacitados para responder a los llamados a consumir, a
comportarse como consumidores (que es como la sociedad de consumidores
espera que todos se comporten) y a dinamizar la economía; son personas que
resultan inaceptables para el resto de la sociedad porque se les culpa a sí mismos
por su limitada condición, representan peligro porque encarnan la condición
menos deseada, generan temor porque su escasez amenaza la opulencia y el
despilfarro de los consumidores plenos; y finalmente, son personas que se les
condena al rechazo porque para la sociedad de consumidores es preferible y “más
barato excluir y encarcelar a los consumidores defectuosos […] que devolverles su
estatus de consumidores… ” Bauman (2001b, p.25).
Pero, además de representar una condición de marginalidad, los consumidores
defectuosos o fallados constituyen en sí mismos una consecuencia de las
dinámicas de la sociedad de consumidores que pone de manifiesto que en este
tipo de sociedad es legítimo y viable producir constantemente desechos humanos
(en tanto es claro que el número de personas que integran esta categoría de
consumidores está siempre en aumento, pues aumentan los pobres, los
desempleados, los subempleados, los desplazados…) y proceder a eliminarlos, a
través de medidas como la expulsión del universo de las consideraciones morales
y del ámbito del reconocimiento como sujetos de derechos, apuntando
directamente contra su dignidad e integridad, y ocasionando con ello
vulneraciones o heridas morales.
Para abordar este concepto de heridas morales, retomaremos la concepción de la
moral que ha propuesto Axel Honneth desde la teoría del reconocimiento (1992;
1997; 1999; 2009; 2010).
Para el citado autor, “la moral representa la esencia de los criterios que estamos
obligados a asumir recíprocamente para asegurar en común las condiciones de
nuestra integridad personal” (Honneth, 1999, p. 182), y propone que tales criterios
Capítulo 1 50
deben asumir el carácter de las formas de reconocimiento recíproco del amor, del
derecho y la solidaridad19, ya que ellas constituyen modelos generales de
comportamiento20 que podrían operar como garantías de protección contra las
injusticias del desprecio, la humillación, el menosprecio y el ultraje, que son las
categorías más usadas para calificar las afrentas contra la integridad y la dignidad
humana.
En este sentido, Honneth establece una importante conexión entre moral y
reconocimiento que hace posible determinar que las heridas o vulneraciones
morales están constituidas por situaciones de denegación o privación del
reconocimiento. Por ello, se hace necesaria una breve y general alusión, tanto a
los tipos de heridas morales como a las tres formas de reconocimiento social, que
se encuentran asociadas a los mismos, (el amor, el derecho y la solidaridad o
valoración social)21, y que este pensador considera establecen “la infraestructura
moral de un mundo de vida social en el que los individuos pueden no sólo adquirir
sino también mantener su integridad como personas humanas” (Honneth, 1992, p.
84).
La relación de reconocimiento del amor, hace referencia a las relaciones de
aprobación afectiva y satisfacción directa de necesidades y deseos (propia del
ámbito familiar y afectivo) mediante las cuales la persona adquiere la confianza en
sí misma. Otros conceptos que ayudan a definir esta relación de reconocimiento
son la ayuda incondicional y la asistencia, pues es reconocido aquel cuyas
necesidades y deseos tienen un valor particular para otra persona.
Este tipo de reconocimiento es negado mediante vulneraciones morales
consideradas elementales, que le roban a una persona la seguridad de poder
19
Estos criterios entonces deben ser introducidos con referencia a una situación, la cual es válida como la más deseable porque sirve al bienestar humano (Honneth, 1999, p. 182). 20
Honneth hace énfasis en esta cualidad cuando señala que como las formas de reconocimiento no representan determinadas estructuras institucionales, sino solamente modelos generales de comportamiento, pueden diferenciarse como elementos estructurales de la totalidad concreta de toda forma particular de vida. (1997, p. 210) 21
Una definición completa de las tres formas de reconocimiento, se encuentra en Honneth, 1997, p. 114-159.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 51
disponer de su bienestar físico, pues destruyen la confianza en sí mismo22 y en el
mundo. Los casos típicos de estas vulneraciones son, además del caso límite del
asesinato que desprecia ya la condición de todo bienestar físico, el maltrato físico,
la tortura y la violación (Honneth, 2009, p. 322).
El reconocimiento por medio del derecho integra a una persona al interior de una
comunidad y por ello se le concede la misma responsabilidad moral que a todos
los demás sujetos de derechos. En esta relación de reconocimiento recíproco el
individuo logra comprenderse como un portador igual de derechos, con capacidad
para formular juicios autónomos, responsable moralmente, al que se le pueden
imputar obligaciones y por tanto la actitud positiva que adopta hacia sí mismo es la
del autorrespeto.
Las vulneraciones morales cuya característica es el desprecio de la
responsabilidad moral que las personas tienen por sus acciones, afectan o incluso
destruyen, el respeto a sí mismo, y “el espectro de los correspondientes ejemplos
típicos abarca desde los casos individuales de engaño y de fraude hasta el caso
de poner en desventaja jurídica a grupos enteros” (Honneth, 2009, p. 322).
La solidaridad o la valoración social como relación de reconocimiento, consiste en
una relación de aprobación solidaria para formas de vida alternativas que permite
que cada persona sea respetada por sus interlocutores como una persona
biográficamente individualizada, que por tanto, puede identificarse sin restricciones
con sus cualidades especiales y sus capacidades. Con esta forma de
reconocimiento, el individuo adopta hacia sí mismo la actitud positiva del
autoaprecio, pues es reconocido como una persona cuyas capacidades tienen un
valor constitutivo para una comunidad concreta.
Respecto a esta forma de reconocimiento y a las heridas morales a él asociadas,
afirma Honneth:
22
Para Honneth, sólo el sentimiento de ser reconocido y afirmado en su específica naturaleza de querencia hace que en un sujeto se origine el grado de confianza en sí que le capacita para una legítima participación en la formación de la voluntad política. ( 1997, pp. 53-54)
Capítulo 1 52
Una tercera clase de vulneraciones morales es constituida por los casos en
que se busca demostrar a una o a varias personas por medio de la
humillación y la falta de respeto que sus capacidades no gozan de ningún
reconocimiento; lo que tales actos lastiman es el sentimiento de tener
importancia social dentro de una comunidad concreta. En este contexto, los
ejemplos abarcan desde el caso inofensivo de no saludar hasta el caso
grave de la estigmatización. (2009, p. 322).
En relación con estas experiencias de reconocimiento y el comportamiento hacia
sí mismo que se adquiere progresivamente23 con ellas, es de resaltar, primero,
que la conexión entre reconocimiento y comportamiento hacia sí mismo, “resulta
de la estructura intersubjetiva de la identidad personal: los individuos se
constituyen como personas solamente porque a partir de la perspectiva
aquiescente o alentadora de los otros, aprenden a referirse a sí mismos como
seres a los que se atribuyen cualidades o capacidades positivas” (Honneth, 1997,
p. 209); y segundo, que la adquisición de autoconfianza, autorrespeto y
autoestima, se corresponde con el hecho de que una persona ha logrado la
autorrealización24, pues no ha sido perturbada por la experiencia del desprecio y
por tanto “puede concebirse ilimitadamente como autónoma e individualizada e
identificarse con sus objetivos y deseos” (Honneth, 1997, pp.203-204).
Ahora bien, desde esta concepción de la moral propuesta por Honneth, puede
afirmarse entonces que las heridas morales generadas por las dinámicas de
producción y eliminación de residuos humanos, propias de la sociedad de
consumidores, están determinadas por situaciones de denegación del
reconocimiento como son la vulneración y la privación de derechos, así como la
23
Esta adquisición es progresiva porque para Honneth se da a lo largo de una gradación de estos tres patrones de reconocimiento de complejidad creciente, entre los cuales se plantea cada vez una lucha intersubjetiva entre los individuos para hacer valer las reivindicaciones de su identidad. Cada modo de reconocimiento representa un nivel distinto de relación práctica consigo mismo, y estas formas de relación consigo mismo se comprenden como niveles en el sentido de que en circunstancias normales forman una sucesión de condiciones previas necesarias. (Honneth, 2009, p. 321) 24
Entendiendo con Honneth por autorrealización, un proceso de realización espontánea de los objetivos existenciales elegidos por uno mismo. (Honneth, 2010, p. 31)
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 53
degradación y los ultrajes sociales a los que son expuestos los consumidores
fallados o defectuosos como una categoría compuesta básicamente por pobres,
desempleados, subempleados o trabajadores informales, entre los cuales, los
recicladores o trabajadores de las basuras, encarnan y simbolizan de manera más
directa las consecuencias negativas del consumismo.
Estas situaciones de denegación del reconocimiento a los también denominados
por Bauman como “no consumidores” (2007, p.170), tienen lugar de manera
específica cuando la sociedad les desconoce la calidad de miembros y les reserva
una nueva categoría para definirlos, la infraclase25, pues con ello se hace posible
la vulneración de derechos, la estigmatización y el desprecio social.
La vulneración de derechos como negación del reconocimiento jurídico o por
medio del derecho, a esta categoría de personas (los consumidores fallados) se
evidencia con la condición misma de desposeídos, pues a los pobres de hoy,
como a los de ayer26, los ha caracterizado el no tener acceso a salud, educación,
vivienda, recreación, empleo digno, en general, el no poder gozar de los derechos
sociales al bienestar, los cuales, como prerrequisitos para la participación en la
formación de la voluntad pública27, garantizan a todo ciudadano la plena calidad
de socio dentro de una comunidad política.
Ahora, si tenemos que “los derechos pueden concebirse como signos anónimos
de un respeto social […] que permiten que se engendre la conciencia de poder
respetarse a sí mismo, ya que se merece el respeto de todos los demás”
(Honneth, 1997, pp. 145-146)28, en las sociedades contemporáneas asistimos a
una realidad social donde a un número creciente de personas (los desposeidos) 25
Según Bauman, la “infraclase” evoca la imagen de un conglomerado de personas que han sido declaradas fuera de los límites en relación con todas las clases (clases sociales) y con la propia jerarquía de clases, con pocas posibilidades y ninguna necesidad de redención. (2007, p. 166) 26
Con la gran diferencia de que los pobres de hoy son considerados como innecesarios, indeseables, y son abandonados… (Bauman, 2007, p. 171) 27
La participación política sólo es una concesión formal a la gran masa de la población mientras la oportunidad de su percepción activa no se garantice mediante un cierto grado de nivel de vida y seguridad económica. (Honneth, 1997, p.143) 28
Esta idea también es compartida por la filósofa Martha Nussbaum (2006, p.243), quien considera que la pobreza es un estado que expone a la humillación y priva a la persona del respeto por sí misma que le corresponde en su condición de ciudadano digno.
Capítulo 1 54
se les obliga a vivir sin derechos individuales29, se les niega la posibilidad de la
autoestima y les son destruidas las pretensiones de identidad que creían poseer
legítimamente como ciudadanos, como sujetos de derechos y obligaciones o
simplemente como personas que “comparten con todos los miembros de la
comunidad las facultades para participar en la formación discursiva de la
voluntad”. (Honneth, 1997, p. 147).
Esta situación de retención sistemática de derechos y de marginación social hace
que los afectados no sean concebidos ni por ellos mismos como sujetos de
derechos sino como (en el mejor de los casos) sujetos de compasión o como
objetos de destierro, aislamiento y exclusión, ya que para la sociedad de
consumidores, los pobres, los desposeídos, los sin posibilidades de responder a
las incitaciones del mercado consumista, en una palabra, los clasificados como
integrantes de la infraclase, encarnan la condición menos deseable y necesaria.
Dicha condición de innecesarios, indeseables e irrespetados, obliga a los
desposeídos a cargar con un sentimiento de vergüenza social, pues a ellos le es
negada la posibilidad de referirse e identificarse sin restricciones con sus
capacidades y cualidades, ya que la sociedad, de reconocerle alguna, no
considera que represente ningún valor o aporte para los ideales, intereses,
objetivos y valores éticos que la misma persigue30. Esta falta de valor es
demostrada mediante procesos de humillación, estigmatización y desprecio social
que configuran también una forma de negación del reconocimiento.
La sociedad de consumidores, que incorpora a sus miembros primordialmente
como consumidores (Bauman, 2007, p. 169), estigmatiza a los desposeídos o a
los consumidores fallados cuando niega la humanidad que compartimos con ellos
29
Pese a que en las sociedades modernas y liberales, el sistema de derecho basa su legitimidad en la idea de una coincidencia racional entre los individuos que, hace que todos, sin excepción, en tanto que seres humanos, sean sujetos iguales en derecho. 30
Estos objetivos y valores éticos, en conjunto, constituye la evidencia cultural de una sociedad. (Honneth, 1997, p.149).
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 55
y los declara inútiles, peligrosos y hasta repugnantes31. Dicha negación de la
humanidad compartida, se relaciona con lo que la filósofa Martha Nussbaum, en
su rigoroso estudio sobre la repugnancia y la vergüenza, ha señalado como “un
impulso para eliminar la individualidad humana del otro (2006, p. 259), que es lo
que se pretende con la clasificación de los no consumidores o los consumidores
fallados como miembros de una clase avergonzada o como un conglomerado
digno sólo de rechazo, pues con ello y con la generalización de sus rasgos y
condiciones, se les impide entenderse como sujetos con una personalidad
específica e insustituible.
Los argumentos que soportan las declaratorias de inutilidad, peligrosidad y
repugnancia, resultan de la definición cultual de aquello que es socialmente
necesario y valioso y parten de una ficción, la del estándar de normalidad que
permite determinar qué es correcto y sobretodo aceptable, esperar de todos los
miembros de una comunidad, y que al mismo tiempo señala que es “inapropiado,
malo, deshonroso” Nussbaum (2006, p.254).
Ahora, si para la sociedad de consumidores lo primordial y aceptable es participar
de la fiesta del consumismo, pero sólo en calidad de consumidores plenos, pero
hay una masa creciente de individuos que no logra hacerlo, entonces éstos por no
cumplir, por no aportar a las dinámicas del consumismo, pasan a ser anormales o,
para ser más precisos, inútiles, pues si no son capaces de responder a lo único
que les exige la sociedad de consumidores, entonces no tienen nada que hacer en
ella.
Éstos inútiles para la sociedad de consumidores, se convierten entonces en un
riesgo, en un peligro, en una amenaza para los demás, pues su condición de no
consumidores, que coincide con la de desposeídos, encarna los miedos y las
angustias de quienes cumplen con los estándares de normalidad (pues nadie
quiere convertirse en uno de ellos) y, por tanto, pasan de ser objetos de cuidado y
31
Para la filósofa Martha Nussbaum, la repugnancia ha sido utilizada a lo largo de la historia para excluir y marginar a grupos o personas que llegan a encarnar el temor y el aborrecimiento del grupo dominante respecto de su propia “animalidad” y mortalidad. (2006, p. 27).
Capítulo 1 56
asistencia por su precariedad, a ser “un tema que atañe a la ley y el orden”
(Bauman, 2007, p. 172), ya que sólo mediante la criminalización de la pobreza se
supone es posible eliminar o por lo menos poner a raya a quienes evidencian la
insostenibilidad y ponen en peligro la existencia de la sociedad de consumidores.
Para reforzar tales argumentos, se apela además a emociones como la
repugnancia, pues a quienes padecen la pobreza, “una de las condiciones de vida
más estigmatizada en todas las sociedades” (Nussbaum, 2006, p.325)32, se le
imputan propiedades consideradas como repugnantes (pereza, suciedad, mal olor)
para legitimar que el objeto de la repugnancia desaparezca o se lo aparte.
Esta situación se evidencia más aún si desde la condición de desposeídos se
buscan alternativas de supervivencia en las basuras, mediante la recuperación de
materiales reciclables, pues a través de una extensión social de la repugnancia
hacia lo desechado por descomposición, defectuosidad u obsolescencia, los
trabajadores de las basuras y el oficio de reciclador, resultan generalmente
estigmatizados, lo cual como señala Nussbaum (2006, p.330), puede involucrar
tanto un trato irrespetuoso y deshumanizante como peligros para la salud y el
bienestar de las personas relacionadas con este oficio.
Así entonces, con la repugnancia, pero también con la declaratoria de inutilidad y
la criminalización de la pobreza, entra entonces en juego un aspecto central de la
operación del estigma, la deshumanización (Nussbaum, 2006, p.258), que no sólo
degrada a los pobres y los excluye de la comunidad humana sino que los excluye
de cualquier consideración pública (Bauman, 2007, p.172) y de cualquier
posibilidad de ser tenidos en cuenta, como singularidades con rostro, en los
planes de acción de los demás33.
32
La autora precisa que, “los pobres son a menudo evitados y avergonzados, tratados como gente ociosa, viciosa, de poco valor *…+ mientras se tiene la creencia en que la pobreza es consecuencia de la pereza o de la falta de fuerza de voluntad” (p.325). 33
En la estructura de las relaciones humanas de interacción, la espera normativa de enfrentarse con el reconocimiento de los otros está construida sobre el presupuesto implícito de ser tenido en cuenta en los planes de acción de los demás (Honneth, 1997, p.60)
Capítulo 2
ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS
Título: Magna
Autor: Vik Muniz
2008
Capítulo 2 58
1. Estrategias Metodológicas
La perspectiva metodológica adoptada fue la hermenéutica34, en tanto adopta la
interpretación como vía para comprender los fenómenos sociales y en tanto es
una perspectiva que según el investigador Darío Alberto Ángel, “intenta interpretar
un contexto local en relación con los referentes del contexto regional, nacional e
internacional” (2011, p.24).
Además, la presente investigación retomó de las tradiciones metodológicas de
carácter cualitativo, algunos elementos de La Fenomenología, del El Estudio de
caso y de Las Historias de vida, para lograr una aproximación al fenómeno social,
cultural, histórico y político, configurado por las dinámicas de producción y manejo
de residuos en las sociedades contemporáneas.
1.1 La Fenomenología
Según el investigador Darío Alberto Ángel (2011), la fenomenología como tradición
metodológica cualitativa se caracteriza básicamente porque intenta superar el
dualismo cartesiano que separa sujeto y objeto y porque considera que el
abordaje de un fenómeno requiere de la suspensión de los juicios previos que
puedan producir distorsiones subjetivas, para permitir que el fenómeno hable
desde sí mismo.
Para Creswell, especialista en métodos de investigación cualitativa y cuantitativa
(citado por Ángel 2011, p.19), el método que surge de la fenomenología consta de
los siguientes pasos generales:
34
Jürgen Habermas, filósofo y sociólogo contemporáneo, citado por el profesor Ignacio Rojas (2011, p.187), explica su concepto de Hermenéutica en los siguientes términos: es un recurso metodológico de la ciencia social, que aborda en el medio que es el lenguaje en funciones (de socialización, de reproducción cultural y de integración social) el análisis de expresiones de significados, de sentido, de tales expresiones.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 59
1. El investigador explicita las perspectivas filosóficas de su aproximación,
orientadas a percibir la manera como la gente interpreta un fenómeno.
2. El investigador se hace preguntas que le permitan explorar el significado de
la experiencia para quienes la viven.
3. Se reúnen datos de quienes han experimentado el fenómeno en el proceso
de investigación (el instrumento preferido es la entrevista en profundidad).
4. Los protocolos originales se dividen en declaraciones o afirmaciones
horizontales. Después, las unidades son transformadas en núcleos de
significados expresadas en conceptos psicológicos y fenomenológicos.
Finalmente, estas transformaciones son agrupadas para hacer una
descripción general de la experiencia, la descripción textural sobre lo que
se ha experimentado y la descripción estructural de cómo fue
experimentado.
5. El informe concluye cuando el lector comprende la esencia de la
experiencia, reconociendo que existe un significado unificador de dicha
experiencia.
La presente investigación, aunque no sigue estrictamente estos pasos, retoma
algunos de ellos como podrá verse en la descripción que a continuación se hace
del proceso investigativo llevado a cabo:
La naturaleza social del fenómeno a investigar hizo necesaria una combinación
articulada de estrategias metodológicas como la Fenomenología, el Estudio de
Caso (dentro del cual se utilizaron herramientas como entrevistas, recorridos y
análisis documental) y las Historias de vida, que permitió identificar, ordenar y
analizar la información disponible sobre el mismo. En este sentido, la metodología
configuró diferentes momentos, a saber:
Capítulo 2 60
Primer Momento
Este primer momento consistió en identificar las teorías filosóficas y
sociales que se han ocupado de abordar aspectos relacionados con la
producción y el manejo de basuras en las sociedades contemporáneas, es
decir, consistió en identificar el marco cognitivo en el que podría inscribirse
el fenómeno objeto de estudio, así como en definir las categorías de
análisis desde las que se abordaría la investigación.
Para este momento, fue necesario realizar actividades de lectura y revisión
bibliográfica, las cuales se materializaron con la elaboración de fichas
síntesis en las que se destacaron los principales hallazgos de la revisión.
Segundo Momento
Una vez definido el marco cognitivo desde el cual se abordaría el fenómeno
objeto de estudio de la investigación, se procedió a identificar a los
diferentes actores involucrados en el fenómeno de la producción y el
manejo de basuras en el ámbito de estudio (El Valle de Aburrá), para luego
realizar una descripción del mismo.
Para la localización, el análisis y la identificación de los actores
involucrados, fue indispensable el trabajo de campo mediante visitas a las
autoridades locales y regionales y mediante los recorridos realizados por
los distintos municipios que integran el Valle de Aburra (10 en total).
Entrevistas e Historias de Vida, fueron las herramientas implementadas
durante este trabajo de campo.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 61
Tercer Momento
En este momento el trabajo investigativo se orientó hacia la identificación, la
consulta y el análisis de las diferentes políticas, planes, proyectos, informes,
investigaciones y directrices vigentes, emitidas en materia de residuos
sólidos (basuras), por las autoridades ambientales y territoriales del orden
nacional, regional y local.
Cuarto Momento
Aquí se procedió a realizar la interpretación y la valoración del fenómeno,
tanto desde las evidencias recogidas en el trabajo de campo, como desde
las teorías filosóficas y sociales que lo abordan, y desde las políticas,
planes, proyectos y directrices vigentes, emitidas por las autoridades
ambientales y territoriales del orden nacional, regional y local, en materia de
residuos sólidos (basuras).
Quinto Momento
Este último momento estuvo orientado hacia el planteamiento de los
horizontes y las perspectivas del fenómeno de la producción y el manejo de
basuras en las sociedades contemporáneas, específicamente en el Valle de
Aburrá, y para ello fueron definidas, desde una perspectiva política, social y
moral, los alcances, los límites, los retos, las implicaciones y la pertinencia
del enfoque de gestión residuos que se encuentra vigente en la formulación
y aplicación de políticas y directrices relacionadas con el manejo de
basuras en el ámbito regional (Valle de Aburrá).
Capítulo 2 62
1.2 El estudio de caso
Para Robert Stake (2007), especialista en el área de la evaluación cualitativa,
concretamente en la metodología de los estudios de caso, cuando nos
encontramos ante una necesidad de comprensión general o ante el interés por
conocer y comprender un problema más amplio “podemos entender la cuestión
mediante el estudio de un caso particular” (p.16), ya que mediante el conocimiento
de un caso concreto, que “requiere de un intérprete en el campo capaz de
observar lo que el caso dice”35, se puede abarcar la complejidad de un caso
particular, así como encontrar los rasgos característicos de su sistema.
Ahora, si el espíritu de la metodología del Estudio de caso es conocer y
comprender un problema más amplio a través del conocimiento de un caso
concreto, las herramientas utilizadas en este tipo de estudios, según el
investigador Darío Alberto Ángel (2011, p.13), son la observación, la entrevista y el
análisis de documentos.
El caso concreto que fue seleccionado para avanzar hacia la comprensión del
fenómeno objeto de estudio en la presente investigación, fue el Enfoque de
gestión de residuos sólidos que se encuentra vigente (hasta el año 2014) en el
Valle de Aburrá, y que está materializado en el Plan de Gestión Integral de
Residuos Sólidos Regional del Valle de Aburrá 2005-2020, en los Programas
adelantados en esta región alrededor de la gestión de residuos sólidos, así como
en las disposiciones legales locales, regionales, nacionales e internacionales con
las que se relaciona tanto el citado Plan como los referidos Programas.
En este sentido, se realizó un trabajo de campo que permitió observar aspectos de
la implementación del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Regional del
Valle de Aburrá 2005-2020, que hizo posible identificar los programas adelantados
alrededor de la gestión de residuos, y que permitió perfilar los actores
directamente involucrados en la definición e implementación del enfoque de
35
Skate citado por el investigador Darío Alberto Ángel en su artículo sobre la hermenéutica y los métodos de investigación en ciencias sociales, (2011, p.13).
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 63
gestión de residuos que se encuentra vigente, así como a los directamente
afectados por las medidas que se desprenden del mismo.
Se realizaron entonces entrevistas semi-estructuradas a las autoridades
ambientales con jurisdicción en el Valle de Aburrá (Área Metropolita del Valle de
Aburra y Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia -
CORANTIOQUIA-), a la autoridad regional, a las autoridades locales (de los diez
municipios que integran el Valle de Aburrá) con competencias en la gestión de
residuos sólidos, a algunas asociaciones de recicladores de la región y a algunos
recicladores “independientes”.
Para el Estudio de este caso, el análisis de los documentos se concentró en el
documento mismo que constituye el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos
Regional del Valle de Aburrá 2005-2020, en la normatividad legal que lo soporta
(ley de servicios públicos domiciliarios y decretos reglamentarios) y en la
jurisprudencia de la Corte Constitucional de Colombia sobre los derechos de los
recicladores como grupo sujeto de especial protección constitucional.
1.3 Las Historias de vida
La profesora e investigadora María Eumelia Galeano (2004), señala que dentro de
las modalidades de investigación social cualitativa que permiten comprender e
interpretar la realidad social, se encuentran las Historias de vida, pues en la
historia se vida “se entrelaza el tiempo individual con el tiempo social relacionando
elementos biográficos con elementos históricos sociales recorridos por el sujeto
en su ciclo vital, individual o familiar. (p. 63).
Desde esta perspectiva, las historias de vida constituyen una modalidad de
investigación que se encuentra “encaminada a generar visiones alternativas de la
realidad social mediante la re-construcción de vivencias personales” (p.62). Pero a
pesar de que se centran en experiencias individuales, señala el investigador Abad
Capítulo 2 64
Restrepo (2011, p.26), que las historias de vida pueden ser articuladas de manera
que logren hablar colectivamente.
La presente investigación también implementó esta modalidad de investigación y
para la re-construcción de las historias de vida, se sirvió de entrevistas a algunos
recicladoras y recicladores del Valle de Aburrá, las cuales se desarrollaron durante
el acompañamiento a uno de los recorridos habituales que éstos realizan durante
su jornada de trabajo, así como de información adicional que permitió
contextualizar los relatos.
Las entrevista realizadas estuvieron orientadas por preguntas relacionadas con la
procedencia, la edad, el grado de escolaridad, los oficios desempeñados por los
padres y antepasados, el tiempo que lleva en el oficio, otras labores
desempeñadas u oficios aprendidos, con quién trabaja, qué herramientas utiliza,
cuáles son sus rutinas y recorridos.
Aunque se realizaron alrededor de 20 entrevistas a recicladoras y recicladores,
fueron reconstruidas y sistematizadas sólo tres historias de vida, una de un grupo
de mujeres recicladoras del Municipio de Copacabana, una de un reciclador
“independiente” del Municipio de Sabaneta y otra de una recicladora del Municipio
de Caldas que desempeña su labor en un municipio vecino.
Tanto las historias de vida que lograron ser re-estructuradas como las que no,
ofrecieron elementos para comprender las diferentes implicaciones o dimensiones
que tiene el enfoque de gestión de residuos que se encuentra vigente en la región
y en el país, específicamente, las implicaciones que tiene este enfoque sobre los
recicladores como un grupo poblacional cuya supervivencia se encuentra
directamente relacionada con las basuras.
Capítulo 3
DESCRIPCIÓN DEL ENFOQUE DE GESTIÓN
DE RESIDUOS SÓLIDOS VIGENTE EN EL VALLE DE
ABURRÁ
Título: Atlas
Autor: Vik Muniz
2008
Capítulo 3 66
1. El enfoque de gestión de residuos sólidos vigente en el Valle de Aburrá
El Valle de Aburrá, cuenca natural del río Medellín o río Aburrá, es una subregión
ubicada en el centro-sur del departamento de Antioquia, Colombia, en medio de la
Cordillera Central de los Andes.
En este Valle, que para el año 2013 se estimaba con una población total de
3.685.382 habitantes36, se encuentran asentados diez (10) municipios que,
considerados de norte a sur son: Barbosa, Girardota, Copacabana, Bello,
Medellín, Envigado, Itagüí, Sabaneta, La Estrella y Caldas.
Ahora bien, para determinar el enfoque de gestión de residuos sólidos que se
encuentra vigente al año 2014 en esta subregión antioqueña, el análisis se
concentró en el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Regional del Valle
de Aburrá 2005-2020, cuya formulación, aprobación e implementación evidencian
cómo es percibido y abordado por las autoridades ambientales37 y territoriales
(Gobierno departamental y gobiernos municipales) , el fenómeno de producción y
manejo de basuras en las sociedades contemporáneas.
Para comenzar, se hace necesario precisar que en Colombia la formulación e
implementación de Planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos en el ámbito
local y/o regional, obedece a lineamientos dados por políticas y directrices
impartidas por el gobierno central durante las últimas décadas, los cuales por su
trascendencia y determinación, procedemos a retomar.
36
Dato según proyecciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) sobre el último censo (2005), y publicadas en el Anuario Estadístico de Antioquia, 2012. 37
Las autoridades ambientales con competencias directas en este territorio son: el Área Metropolitana del Valle de Aburrá -AMVA- y la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia -CORANTIOQUIA-, la primera con jurisdicción en la zona urbana de los nueve (9) municipios que integran el AMVA, y la segunda con jurisdicción en el toda el área rural de los municipios del Valle de Aburrá, en el municipio de Envigado y en otros municipios del departamento.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 67
1.1 Lineamientos y directrices nacionales sobre residuos sólidos
Colombia ha suscrito los tratados y convenios internacionales que se han derivado
de las Conferencias de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo
Sostenible, también conocidas como Cumbres de la Tierra, y llevadas a cabo en
Estocolmo en el año de 1972, en Río de Janeiro en el año 1992, en
Johannesburgo en el año 2002, y nuevamente en Río de Janeiro en el año 2012.
1.1.1 Cumbre de Estocolmo de 1972 y el Decreto Ley 2811 de 1974
La Conferencia de Estocolmo de 1972 propició en Colombia la promulgación del
Decreto Ley 2811 de 1974, mediante el cual se definió el Código de los Recursos
Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente, y dentro del cual se
estableció, entre otros aspectos, que uno de los factores que deterioran el
ambiente es “…la acumulación o disposición inadecuada de residuos, basuras,
desechos y desperdicios” (Art. 08) , así como también, que las reglas para el
manejo de residuos, basuras, desechos y desperdicios, serían las siguientes:
Artículo 34ºa.-: Se utilizarán los mejores métodos, de acuerdo con los avances de
la ciencia y la tecnología, para la recolección, tratamiento, procesamiento o
disposición final de residuos, basuras, desperdicios y, en general, de desechos de
cualquier clase.
b.- La investigación científica y técnica se fomentará para:
1.- Desarrollar los métodos más adecuados para la defensa del ambiente,
del hombre y de los demás seres vivientes;
2.- Reintegrar al proceso natural y económico los desperdicios sólidos,
líquidos y gaseosos, provenientes de industrias, actividades domésticas o
de núcleos humanos en general;
Capítulo 3 68
3.- Sustituir la producción o importación de productos de difícil eliminación o
reincorporación al proceso productivo;
4.- Perfeccionar y desarrollar nuevos métodos para el tratamiento,
recolección, depósito, y disposición final de los residuos sólidos, líquidos o
gaseosos no susceptibles de nueva utilización.
c.- Se señalarán medios adecuados para eliminar y controlar los focos productores
del mal olor.
Artículo 35º.- Se prohíbe descargar, sin autorización, los residuos, basuras y
desperdicios, y en general, de desechos que deterioren los suelos o, causen daño
o molestia al individuo o núcleos humanos
Artículo 36º.- Para la disposición o procesamiento final de las basuras se
utilizarán preferiblemente los medios que permita:
a.- Evitar el deterioro del ambiente y de la salud humana;
b.- Reutilizar sus componentes;
c.- Producir nuevos bienes;
d.- Restaurar o mejorar los suelos.
Artículo 37º.- Los municipios deberán organizar servicios adecuados de
recolección transporte y disposición final de basuras.
La prestación de este servicio por personas naturales o jurídicas de derecho
privado requerirá autorización ajustada a los requisitos y condiciones que
establezca el Gobierno.
Artículo 38º.- Por razón del volumen o de la calidad de los residuos, las basuras,
desechos o desperdicios, se podrá imponer a quien los produce la obligación de
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 69
recolectarlos, tratarlos o disponer de ellos, señalándole los medios para cada
caso.
Por su parte y, como se abordará más adelante, el Decreto Ley de 1974 ha sido
reglamentado, en lo concerniente a la prestación del servicio público de aseo, por
el Decreto 1713 de 2002 ("Por el cual se reglamenta la Ley 142 de 1994, la Ley
632 de 2000 y la Ley 689 de 2001, en relación con la prestación del servicio
público de aseo, y el Decreto Ley 2811 de 1974 y la Ley 99 de 1993 en relación
con la Gestión Integral de Residuos Sólidos"), por la Resolución 1054 de 2003
("Por la cual se adopta la metodología para la elaboración de los Planes de
Gestión Integral de Residuos Sólidos, PGIRS, y se toman otras determinaciones")
y por el Decreto 2981 de 2013 ("Por el cual se reglamenta la prestación del
servicio público de aseo").
1.1.2 Programa Nacional de Aseo Urbano – PRONASU – de 1975
Un año después de promulgado el Decreto Ley 2811, y según información
contenida en la Política para la Gestión Integral de Residuos (1997), el Ministerio
de Salud, a través de la Dirección de Saneamiento Ambiental, realizó el primer
intento por conocer la situación de los residuos sólidos en el país, y la información
que se obtuvo sirvió de base para formular el Programa Nacional de Aseo Urbano
- PRONASU.
El diagnóstico que dio lugar al PRONASU, identificó como problemas:
“muy bajos niveles de coberturas, uso de equipos inadecuados, ausencia
de servicio de aseo en centros urbanos menores y zonas periféricas, cobro
del servicio como impuesto y no como tarifa, entre otros; destacando que ni
un solo centro urbano utilizaba un proceso de disposición final controlado,
aunque si tenían presencia importante las actividades de recuperación de
papel, cartón, vidrio como envase, chatarra y hueso, entre los elementos de
mayor mercado” (p.5).
Capítulo 3 70
1.1.3 La Ley 09 de 1979
La Ley 09 de 1979, que definió el Código Sanitario Nacional, estableció los
procedimientos y medidas para legislar, regular y controlar las descargas de los
residuos y materiales, indicando además los parámetros para controlar las
actividades que afecten el medio ambiente.
Respecto a los residuos sólidos, el Código Sanitario precisó:
Artículo 9º.- No podrán utilizarse las aguas como sitio de disposición final de
residuos sólidos, salvo los casos que autorice el Ministerio de Salud.
Artículo 22º.- Las actividades económicas que ocasionen arrastre de residuos
sólidos a las aguas o sistemas de alcantarillado existentes o previstos para el
futuro serán reglamentadas por el Ministerio de Salud.
Artículo 23º.- No se podrá efectuar en las vías públicas la separación y
clasificación de las basuras. El Ministerio de Salud o la entidad delegada
determinará los sitios para tal fin.
Artículo 24º.- Ningún establecimiento podrá almacenar a campo abierto o sin
protección las basuras provenientes de sus instalaciones, sin previa autorización
del Ministerio de Salud o la entidad delegada.
Artículo 25º.- Solamente se podrán utilizar como sitios de disposición de basuras
los predios autorizados expresamente por el Ministerio de Salud o la entidad
delegada.
Artículo 26º.- Cualquier recipiente colocado en la vía pública para la recolección
de basuras, deberá utilizarse y mantenerse en forma tal que impida la proliferación
de insectos, la producción de olores, el arrastre de desechos y cualquier otro
fenómeno que atente contra la salud de los moradores o la estética del lugar.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 71
Artículo 27º.- Las empresas de aseo deberán ejecutar la recolección de las
basuras con una frecuencia tal que impida la acumulación o descomposición en el
lugar.
Artículo 28º.- El almacenamiento de basuras deberá hacerse en recipientes o por
períodos que impidan la proliferación de insectos o roedores y se eviten la
aparición de condiciones que afecten la estética del lugar. Para este efecto,
deberán seguirse las regulaciones indicadas en el Título IV de la presente Ley.
Artículo 29º.- Cuando por la ubicación o el volumen de las basuras producidas, la
entidad responsable del aseo no pueda efectuar la recolección, corresponderá a la
persona o establecimiento productores su recolección, transporte y disposición
final.
Artículo 30º.- Las basuras o residuos sólidos con características
infectocontagiosas deberán incinerarse en el establecimiento donde se originen.
Artículo 31º.- Quienes produzcan basuras con características especiales, en los
términos que señale el Ministerio de Salud, serán responsables de su recolección,
transporte y disposición final.
Artículo 32º.- Para los efectos de los artículos 29 y 31 se podrán contratar los
servicios de un tercero el cual deberá cumplir las exigencias que para tal fin
establezca el Ministerio de Salud o la entidad delegada.
Artículo 33º.- Los vehículos destinados al transporte de basuras reunirán las
especificaciones técnicas que reglamente el Ministerio de Salud. Preferiblemente,
deberán ser de tipo cerrado a prueba de agua y de carga a baja altura.
Únicamente se podrán transportar en vehículos de tipo abierto desechos que por
características especiales no puedan ser arrastrados por el viento.
Capítulo 3 72
Parágrafo.- Para los vehículos existentes al entrar en vigencia la presente Ley, el
Ministerio de Salud establecerá un plazo conveniente que permita adaptarlos a los
requisitos que señale este artículo.
Artículo 34º.- Queda prohibido utilizar el sistema de quemas al aire libre como
método de eliminación de basuras, sin previa autorización del Ministerio de Salud.
Artículo 35º.- El Ministerio de Salud reglamentará todo lo relacionado con la
recolección, transporte y disposición final de basuras en todo el territorio
colombiano, teniendo en cuenta además lo establecido en los artículos 34 a 38 del
Decreto-Ley 2811 de 1974.
1.1.4 La Constitución Política de Colombia de 1991 y la Cumbre de Río de Janeiro de 1992
Con la entrada en vigencia de la Constitución Política de 1991, que estableció un
marco general de protección al ambiente38 y de prestación de los servicios
públicos como servicios inherentes a la finalidad social del Estado39, quedó claro
que en Colombia, en materia ambiental y de regulación de los servicios públicos
domiciliarios, entre los cuales se encuentra el servicio público de aseo, aún
quedaba mucho por desarrollar.
Este hecho se vio ratificado con la participación de Colombia en la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo sostenible, llevada a
cabo en Río de Janeiro, Brasil en el año 1992, pues en ella se adoptó la Agenda
21 que establecía las bases generales para un manejo integral de los residuos
sólidos municipales como parte del desarrollo sostenible.
Según la investigadora Lina Varón (2011, p.9), la Agenda 21, estableció que la
gestión de los residuos sólidos debería ir más allá de su simple eliminación o
38
Ver artículos 5, 8, 49, 58, 65, 67, 79, 80, 81, 82, 88, 95.8, 215, 226, 267, 268.7, 277.4, 282, 289, 294, 301, 302, 313, 317, 332, 333, 334, 339, 340 y 361 de la Constitución Política de Colombia. 39
Ver Capítulo 5 de la Constitución Política de Colombia.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 73
aprovechamiento, y que debería procurarse el planteamiento de una gestión
integral que permitiera el cambio en las pautas no sostenibles de producción y
consumo. En consecuencia con ello, en dicha Agenda se determinaron cuatro
áreas principales de programas relacionados con los residuos sólidos, a saber:
1. Reducción de la generación de residuos sólidos.
2. Aumento del reciclaje y reutilización, siempre y cuando sean
ambientalmente viables. Resaltando la importancia de generar incentivos y
programas para fomentar la recolección selectiva de los residuos
domésticos y la separación en la fuente.
3. Eliminación y tratamiento de residuos de manera adecuada y
ambientalmente segura.
4. Ampliación del alcance de los servicios de los residuos sólidos para
enfrentar problemas de salud pública.
El Estado colombiano, en respuesta a los retos y compromisos asumidos en
relación con la gestión adecuada de los residuos sólidos y con la prestación del
servicio público de aseo, tanto a través de la Carta Constitucional de 1991, como
mediante la adopción de la Declaración de Río de Janeiro de 1992, formuló la Ley
99 de 1993 (Por la cual se crea el Ministerio del Medio Ambiente, se reordena el
Sector Público encargado de la gestión y conservación del medio ambiente y los
recursos naturales renovables, se organiza el Sistema Nacional Ambiental, SINA,
y se dictan otras disposiciones) y la Ley 142 de 1994 (Por la cual se establece el
régimen de los servicios públicos domiciliarios y se dictan otras disposiciones).
Capítulo 3 74
1.1.5 La Ley 142 de 1994 o ley de servicios públicos y el Decreto 605 de 1996
La Ley 142 de 1994
En 1994 se expide la Ley 142 para establecer un nuevo marco general de
prestación de los servicios públicos domiciliarios en el territorio nacional. Con ella,
se transformó entre otros, el esquema de prestación directa de estos servicios por
parte del Estado, al definir un modelo de prestación a través de empresas públicas
o privadas de manejo independiente.
Retomamos a continuación algunas definiciones y disposiciones de dicha Ley:
Artículo 4: todos los servicios públicos, de que trata la presente Ley, se
considerarán servicios públicos esenciales.
Artículo 5: Competencia de los municipios en cuanto a la prestación de los
servicios públicos. Es competencia de los municipios en relación con los servicios
públicos, que ejercerán en los términos de la ley, y de los reglamentos que con
sujeción a ella expidan los concejos:
5.1. Asegurar que se presten a sus habitantes, de manera eficiente, los servicios
domiciliarios de acueducto, alcantarillado, aseo, energía eléctrica, y telefonía
pública básica conmutada, por empresas de servicios públicos de carácter oficial,
privado o mixto, o directamente por la administración central del respectivo
municipio en los casos previstos en el artículo siguiente.
5.2. Asegurar en los términos de esta Ley, la participación de los usuarios en la
gestión y fiscalización de las entidades que prestan los servicios públicos en el
municipio.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 75
5.3. Disponer el otorgamiento de subsidios a los usuarios de menores ingresos,
con cargo al presupuesto del municipio, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley
60/93 y la presente Ley.
5.4. Estratificar los inmuebles residenciales de acuerdo con las metodologías
trazadas por el Gobierno Nacional.
5.5. Establecer en el municipio una nomenclatura alfa numérica precisa, que
permita individualizar cada predio al que hayan de darse los servicios públicos.
5.6. Apoyar con inversiones y demás instrumentos descritos en esta Ley a las
empresas de servicios públicos promovidas por los departamentos y la Nación
para realizar las actividades de su competencia.
5.7. Las demás que les asigne la ley.
Artículo 14.24: “Servicio público domiciliario de aseo: es el servicio de recolección
municipal de residuos, principalmente sólidos. También se aplicará esta Ley a las
actividades complementarias de transporte, tratamiento, aprovechamiento y
disposición final de tales residuos.”
Este artículo fue modificado por el artículo 1 de la Ley 632 de 2000, mediante el
cual se incluyó en el servicio de aseo las actividades complementarias de corte de
césped y poda de árboles ubicados en las vías y áreas públicas; el lavado de
estas áreas, transferencia, tratamiento y aprovechamiento".
Artículo 68. Delegación de funciones presidenciales a las Comisiones.
El Presidente de la República señalará las políticas generales de administración y
control de eficiencia de los servicios públicos domiciliarios, que le encomienda el
artículo 370 de la Constitución Política, y de los demás a los que se refiere esta
Capítulo 3 76
Ley, por medio de las comisiones de regulación de los servicios públicos, si decide
delegarlas, en los términos de esta Ley.
Artículo 69. Organización y naturaleza. Créanse como unidades administrativas
especiales, con independencia administrativa, técnica y patrimonial, y adscritas al
respectivo ministerio, las siguientes Comisiones de regulación:
69.1. Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico, adscrita al
Ministerio de Desarrollo Económico.
Artículo 75. Funciones presidenciales de la Superintendencia de servicios
públicos. El Presidente de la República ejercerá el control, la inspección y
vigilancia de las entidades que presten los servicios públicos domiciliarios, y los
demás servicios públicos a los que se aplica esta Ley, por medio de la
Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios y, en especial, del
Superintendente y sus delegados.
La Ley 142 de 1994 fue modificada parcialmente por la Ley 632 de 2000, y en lo
relacionado con el servicio público de aseo, modificó su definición (incluyendo
actividades complementarias como el corte de césped y la poda de árboles), y se
refirió, en su artículo 9, a los Esquemas de prestación del servicio público
domiciliario de aseo, de la siguiente manera:
“Para la prestación de las actividades de recolección y transporte de los
residuos ordinarios de grandes generadores, así como las de reciclaje,
tratamiento, aprovechamiento, disposición final de los residuos y operación
comercial, los municipios y distritos, responsables de asegurar su
prestación, podrán aplicar el esquema de la libre competencia y
concurrencia de prestadores del servicio, en los términos y condiciones que
establezca el Gobierno Nacional.
Para las actividades de recolección, transferencia y transporte de residuos
generados por usuarios residenciales y pequeños productores, residuos
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 77
patógenos y peligrosos, y para la limpieza integral de vías, áreas y
elementos que componen el amoblamiento urbano público, los municipios y
distritos deberán asegurar la prestación del servicio, para lo cual podrán
asignar áreas de servicio exclusivo, mediante la celebración de contratos de
concesión, previa la realización de licitación pública, procedimiento con el
cual se garantizará la competencia.
Parágrafo. Corresponde al Gobierno Nacional definir la metodología a
seguir por parte de los municipios y distritos para la contratación del servicio
público domiciliario de aseo.
Este artículo 9 de la Ley 632 de 2000 fue reglamentado por el Decreto 891 de
2002, el cual estableció la metodología a seguir por parte de los municipios y
distritos para proceder a las contrataciones de las actividades del servicio público
domiciliario de aseo, bien sea dentro del esquema de la libre competencia y
concurrencia de prestadores del servicio 40 o, excepcionalmente, mediante la
modalidad de otorgamiento de áreas de servicio exclusivo41 a través de la
celebración de contratos de concesión, previa licitación pública.
Esta metodología de contratación fue modificada diez años después por el la Ley
1537 de 2012, la cual derogó el artículo 9ª de la Ley 632 de 2000 y estableció, con
respecto a las áreas de servicio exclusivo, que es ahora el Ministerio de Vivienda,
Ciudad y Territorio (y no los municipios o distritos) quien otorgará y/o asignará las
áreas de servicios exclusivo, así:
40
El Decreto 891 de 2002 define el Esquema de libre competencia y concurrencia de prestadores del servicio público de aseo, como el conjunto de criterios, procedimientos y parámetros para la aplicación, por parte del municipio o distrito, de acciones estratégicas y mecanismos que estimulen dentro de su territorio la concurrencia de oferentes para realizar la gestión del servicio público de aseo y con los cuales se garantice el derecho de todas las personas a organizar y operar empresas que, en igualdad de condiciones, tengan por objeto la prestación de este servicio y sus actividades complementarias, y del usuario de escoger libremente el prestador del mismo, dentro de los límites de la Constitución y la ley. 41
El Decreto 891 de 2002 define Área de Servicio Exclusivo. (ASE), como el área geográfica otorgada contractualmente por los municipios y distritos a una persona prestadora del servicio público de aseo, mediante licitación pública, en la cual ninguna otra persona prestadora puede ofrecer los servicios y actividades objeto del contrato, durante un tiempo determinado, y cuya finalidad es asegurar la extensión de la cobertura del servicio a los usuarios de menores ingresos.
Capítulo 3 78
Artículo 54: Áreas de servicio exclusivo. Por motivos de interés social, y con el
propósito de garantizar el acceso efectivo a los servicios públicos de acueducto,
alcantarillado y aseo, el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, podrá otorgar
y/o asignar áreas de servicio exclusivo para el suministro de tales servicios, en las
áreas urbanas y rurales, la cual será definida por el Ministerio, en los términos y
condiciones que establezca el Gobierno Nacional.
El Decreto 605 de 199642
Este Decreto derogó el Decreto 2104 de 198343 y reglamentó la Ley 142 de 1994
en relación con la prestación del servicio público domiciliario de aseo, en materias
referentes a sus componentes, niveles, clases, modalidades y calidad y al régimen
de las entidades prestadoras del servicio y de los usuarios.
Es de resaltar que el Artículo 3º de este Decreto reconoce como principios
básicos para la prestación del servicio de aseo, los siguientes:
Garantizar la calidad del servicio a toda la población; prestar eficientemente
el servicio en forma continua e ininterrumpida; obtener economías de
escala comprobables y establecer mecanismos que garanticen a los
usuarios el acceso al servicio y su participación en la gestión y fiscalización
de la prestación; desarrollar una cultura de la no basura y minimizar el
impacto ambiental de la producción de residuos sólidos, en todas y cada
una de las componentes del servicio de aseo.
También, que el Artículo 9º definió como componentes del servicio público
domiciliario de aseo, la Recolección, el Transporte, el Barrido y la limpieza de vías
42
Este Decreto fue derogado en el año 2002 por el Decreto 1713, salvo el Capítulo I del Título IV (Prohibiciones y sanciones), el cual tuvo vigencia hasta diciembre de 2013 cuando fue derogado por el artículo 120 del Decreto 2981. 43
El Decreto 2104 de 1983 reglamentó el Título III de la Parte IV del Libro I del Decreto - Ley 2811 de 1974 y los Títulos I y XI de la Ley 9 de 1979 en cuanto a residuos sólidos.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 79
y áreas públicas, la Transferencia, el Tratamiento, el Aprovechamiento y la
Disposición final.
El inciso 2 del Artículo 14 del mismo Decreto, estableció que la presentación de
los residuos sólidos para recolección, se adecuará a los programas de separación
en la fuente y reciclaje que establezcan las autoridades competentes.
Ahora, para definir el sistema de aprovechamiento de residuos sólidos, el Decreto
605 de 1996 dedicó el Capítulo VII, integrado por tres artículos, a saber:
Artículo 70º.- De la normalidad del aprovechamiento de residuos sólidos.
Adicionalmente a las disposiciones contenidas en el presente Decreto, el
aprovechamiento de Residuos Sólidos deberá ceñirse a la normatividad y los
lineamientos de las autoridades ambientales y sanitarias competentes.
Artículo 71º.- Obligatoriedad del análisis de proyectos de recuperación. Los
municipios mayores de cien mil (100.000) habitantes están en la obligación de
analizar la viabilidad de proyectos de recuperación de residuos sólidos. En caso
de demostrarse plenamente la viabilidad de los proyectos, la municipalidad y las
entidades prestadoras del servicio tendrán la obligación de promover su
desarrollo.
Artículo 72º.- Reglamentación de actividades de recuperación. Las entidades
prestadoras del servicio de aseo incluirán en su reglamento las actividades
relacionadas con los programas de recuperación desarrollados en su área de
prestación del servicio de aseo.
En el Capítulo I del Título IV del Decreto 605 de 1996 (único apartado que no
derogó el Decreto 1713 de 2002 y que por tanto tuvo vigencia hasta diciembre de
2013 cuando el Decreto 2981 lo derogó), se definieron las Prohibiciones y
Sanciones relacionadas con el servicio público de aseo. Entre ellas, resaltamos:
Capítulo 3 80
Artículo 104º.- Prohibiciones a la ciudadanía:
1. Se prohíbe arrojar basuras en vías, parques y áreas de esparcimiento
colectivo.
4. Se prohíbe a toda persona ajena al servicio de aseo o a programas de
reciclaje aprobados, destapar, remover o extraer el contenido total o parcial de
los recipientes para basuras, una vez colocados en el sitio de recolección.
1.1.6 El Ministerio del Medio Ambiente, la Política Nacional Ambiental y la Política para la Gestión Integral de Residuos de 1997
La Política Nacional Ambiental denominada el “Salto social hacia el desarrollo
humano sostenible” y, publicada en diciembre de 1994, definió, en lo referido al
tema de los residuos sólidos, lo siguiente:
“Se promoverá un programa nacional de manejo de residuos sólidos y
reciclaje, que comprometa la participación de los municipios, el sector
productivo y la sociedad civil, involucrando soluciones para toda la
cadena de producción, distribución y disposición final de basuras,
incluyendo rellenos sanitarios y sistemas para el manejo de residuos
peligrosos. Se respaldarán las “Empresas Comunitarias de Aseo y
Reciclaje” en los programas de recolección y reciclaje de basuras” (Pág.19).
En respuesta a esta Política Nacional y con la creación del Ministerio del Medio
Ambiente mediante la Ley 99 de 199344, vino la formulación, sin precedentes en el
País, de una Política para la Gestión Integral de Residuos, publicada en agosto de
1997 por el referido Ministerio, y en la cual, partiendo de un diagnóstico sobre la
44
La Ley 99 de 1993 en los numerales 2, 10, 11 del artículo 5°, precisó como funciones del Ministerio del Medio Ambiente, el regular las condiciones generales para el saneamiento del medio ambiente, determinar las normas ambientales mínimas y las regulaciones de carácter general sobre medio ambiente a las que deben sujetarse los centros urbanos y asentamientos humanos y en general todo servicio o actividad que pueda generar directa o indirectamente daños ambientales, y dictar regulaciones de carácter general tendientes a controlar y reducir las contaminaciones geosférica, hídrica del paisaje, sonora y atmosférica en todo el territorio nacional.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 81
generación y el manejo de los residuos en Colombia45, se procedía a establecer
las bases de la Política de Gestión de Residuos, los Objetivos y Metas que se
pretendían alcanzar mediante la misma, así como las Estrategias a desarrollar
para lograr su implementación.
Entre otros, resaltamos a continuación algunos aspectos relevantes de esta
Política para la Gestión Integral de Residuos:
Fundamentos y aspectos generales
Las bases y los lineamientos establecidos en esta Política fueron presentados
como la base para la elaboración de un Programa Nacional de Residuos
Sólidos que se adelantaría con la participación de los diferentes sectores
públicos y privados con interés y responsabilidades en esta materia.
En esta Política la Gestión Integral de residuos es concebida como la
administración de los residuos de una forma que sea compatible con el medio
ambiente y la salud pública.
Los fundamentos de la Política para la gestión de residuos sólidos en el país
están contenidos principalmente en la Constitución Política, las leyes 99 de
1993 y 142 de 1994 y como documento subsidiario y complementario se
encuentra el Documento CONPES 2750 MINAMBIENTE-DNP-UPA “El Salto
social hacia el desarrollo Sostenible” de 1994.
La Política para la Gestión Integral de Residuos está integrada por dos grandes
componentes. El primero relacionado con el saneamiento ambiental como
45
Este diagnóstico se basó en los resultados del Análisis Sectorial de Residuos Sólidos en Colombia, realizado en 1995 y publicado en 1996, bajo el liderazgo del Ministerio del Medio Ambiente y con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial.
Capítulo 3 82
obligación a cargo del Estado, y que se orienta a establecer un marco de
acción para las entidades públicas con responsabilidades en cuanto a la
gestión de residuos sólidos, de manera especial a los municipios, involucrando
las diferentes estrategias e instrumentos para fortalecer la acción del Estado en
esta materia. El segundo referido a la vinculación que el sector privado tiene en
cuanto a la generación de residuos.
Esta Política reconoce que las diferentes etapas que componen la gestión de
los residuos sólidos son: generación, almacenamiento, recolección,
aprovechamiento, tratamiento y disposición final.
Las Corporaciones Regionales deben garantizar el cumplimiento de la política
ambiental de manejo y disposición de residuos y para el efecto deben regular
las acciones de los departamentos y particularmente de los municipios y
coordinar con éstos sus acciones.
Según esta Política, algunos aspectos asociados a la problemática ambiental
de los residuos sólidos en el País, son:
Sistemas de producción insostenibles, falta de conciencia ciudadana, falta de
apoyo para el desarrollo de tecnologías limpias, pérdida del potencial de
utilización de los residuos por prácticas como la no separación en la fuente,
ausencia de políticas que promuevan la recuperación de materiales
aprovechables, percepción de la recuperación de residuos como una actividad
marginal, poco digna y no aceptada socialmente.
Gestión parcial de los residuos que no considera el impacto ambiental posterior
a la recolección y el transporte, siendo una gestión que se concentra en la
disposición final de los residuos vinculada a rellenos sanitarios o botaderos sin
considerar el desarrollo y la aplicación de otras alternativas para el tratamiento,
el aprovechamiento y la disposición final de los residuos.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 83
El énfasis en la determinación de los costos de recolección y transporte de
forma que en la tarifa de aseo no se involucran los costos reales de un sistema
de eliminación, tratamiento o disposición final.
La ausencia de coordinación entre la prestación del servicio de aseo y las
prácticas de recuperación (que además también tienen lugar en los sitios de
disposición final).
Las prácticas inadecuadas e incontroladas de disposición final en relación con
la localización, la construcción y la operación de los botaderos y rellenos
sanitarios.
Según esta Política, entre las causas de la problemática ambiental de los
residuos sólidos y de los aspectos asociados a la misma, se encuentran:
El bajo desarrollo institucional del sector, expresado en la ausencia de
coordinación interinstitucional que facilite el proceso de planificación, ejecución,
vigilancia y control con respecto al manejo de residuos.
Falta de educación y participación ciudadana en el manejo ambiental de
residuos, que se agudizada con el hecho de que el sistema universitario estatal
no forma profesionales que se incorporen a las actividades de gestión de
residuos.
Sobre los principios específicos de la Política para la Gestión Integral de
Residuos:
1. El principio de la Gestión integrada de residuos sólidos, GIRS.
El diseño de la política ambiental contempla la implantación de la gestión
integrada de residuos sólidos -GIRS- , ya sean no peligrosos o peligrosos, como
Capítulo 3 84
término aplicado a todas las actividades asociadas en el manejo de los diversos
flujos de residuos dentro de la sociedad y su meta es administrarlos de una forma
compatible con el medio ambiente y la salud pública.
La GIRS contempla las siguientes etapas jerárquicamente definidas: reducción en
el origen; aprovechamiento y valorización; tratamiento y transformación;
disposición final controlada.
2. El principio del Análisis integral del ciclo del producto
En el análisis de la generación de los residuos sólidos y de los impactos que
causan al medio ambiente, debe efectuarse una evaluación integral del ciclo del
producto, que permita priorizar donde se deben concentrar los mayores esfuerzos
acorde a la política de producción limpia.
3. El principio de la Gestión diferencial de residuos aprovechables y
basuras.
Para lograr maximizar el aprovechamiento de los residuos generados, es
fundamental partir de la separación en el origen y dar un manejo diferente a los
conceptos de residuos sólidos aprovechables frente al de basuras.
Los residuos sólidos comprenden los domésticos, comerciales e institucionales,
las basuras de la calle, los escombros de la construcción, los residuos generados
en las diferentes actividades productivas de bienes y servicios, que a nivel macro
comprende los sectores industrial, agropecuario, de servicios y mineros.
Tales residuos sólidos pueden ser a su vez aprovechables o basuras.
Considerando las diferencias que existen tanto en las características, como en las
condiciones de manejo, los residuos aprovechables y las basuras tendrán cada
uno un esquema distinto de gestión (Ver Esquema de Gestión Diferenciada –
Aprovechables y Basuras-), de tal forma que se aumente la cantidad de residuos
aprovechables y se disminuya la cantidad de basuras.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 85
Otros aspectos relevantes en este punto son:
El aprovechamiento debe realizarse siempre y cuando sea económicamente
viable, técnicamente factible y ambientalmente conveniente.
La definición de residuo aprovechable se deberá hacer por las autoridades
ambientales y municipales en sus respectivos Planes de Gestión de Residuos
Sólidos, que deberán formular.
Capítulo 3 86
Esquema de Gestión diferenciada –Aprovechables y Basuras-
Esquema de Gestión Diferenciada –Aprovechables y Basuras –
Fuente: Ministerio del Medio Ambiente. Política para la Gestión de Residuos 1997
RESIDUOS SÓLIDOS
SEPARACION Y SELECCIÓN EN LA
FUENTE
RECOLECCION SELECTIVA
APROVECHABLE
(Con Valor Comercial)
CLASIFICACIÓN
APROVECHAMIENTO
Reutilización
Reciclaje
Producción de bioabono
Generación de biogas
Incineración con recuperación de energía
Otros
AL CICLO ECONÓMICO
PRODUCTIVO
GENERA INGRESOS
BASURA
(Sin valor comercial)
TRATAMIENTO
DISPOSCION FINAL
CONTROLADA
AL MEDIO AMBIENTE CON EL MINIMO
IMPACTO
COSTOS DE
DISPOSICIÓN
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 87
4. El principio de Responsabilidad
Se debe establecer la responsabilidad de los generadores de residuos, en
aplicación de lo dispuesto en la ley 99 de 1993 sobre el principio “contaminador
pagador”, que involucra la responsabilidad de quienes causan o generan
contaminación.
Se contemplará la responsabilidad de los productores por los productos durante su
ciclo de vida, que incluye la responsabilidad de los generadores de los
residuos, de modo que éstos deberán según el caso, reducirlos, separarlos o
recibirlos, así mismo los usuarios finales deben ser sujetos de responsabilidad.
Sobre la Responsabilidad de los municipios y las ciudades
Elaborar el Plan de Manejo Integral de Residuos sólidos. El Plan debe ser
sometido para aprobación de la autoridad ambiental competente. (Subrayado
fuera del texto original).
Coordinar con la autoridad ambiental competente la aplicación del plan de
manejo Integral de residuos sólidos.
Establecer los convenios con los diferentes sectores involucrados para el
desarrollo de actividades tendientes a la minimización de basuras y
aprovechamiento de residuos sólidos.
Promover proyectos y programas de separación y aprovechamiento de
residuos.
Gestionar en el ámbito de su competencia la aplicación de los instrumentos
económicos que incentiven el cumplimiento de las regulaciones relacionadas
con el manejo integral de residuos.
Fomentar la investigación, desarrollo e implementación de sistemas de
aprovechamiento de residuos sólidos y disposición final de basuras que
respondan a las necesidades del municipio y las ciudades.
Los municipios y ciudades, acordes con sus condiciones locales, incluirán en
los respectivos contratos de servicio de aseo, la promoción de la separación y
selección en la fuente y la educación a los usuarios en el Manejo Integral de
sus residuos sólidos.
Capítulo 3 88
Garantizar la protección del medio ambiente, la salud humana y los recursos
naturales en las actividades concernientes a la prestación del servicio público
domiciliario de aseo.
Cumplir sus responsabilidades como generador de residuos sólidos.
Sobre la Responsabilidad de las Corporaciones Autónomas Regionales y de
las autoridades ambientales
Elaborar el Plan de Manejo Regional Integral de residuos sólidos.
Revisar y Aprobar los planes de manejo integral de residuos sólidos para los
municipios, receptores de basuras e industrias que hagan su propio tratamiento
y/o la disposición final de basuras.
Verificar el cumplimiento de los planes aprobados.
Brindar asistencia técnica al municipio, receptores de basuras e industrias que
hagan su propio tratamiento y/o disposición final de basuras, en la elaboración
de los planes y proyectos relacionados con el manejo integral de los residuos
sólidos.
Participar en la ejecución de los programas de educación en el manejo
adecuado y ambientalmente seguro de los residuos sólidos.
Gestionar en el ámbito de su competencia la aplicación de los instrumentos
económicos que incentiven el cumplimiento de las regulaciones relacionadas
con el manejo de los residuos sólidos.
Fomentar investigación, desarrollo y aplicación de sistemas de
aprovechamiento de residuos sólidos y disposición final, que correspondan a
las necesidades de la región.
Cumplir con sus responsabilidades como generador de residuos sólidos
(ciudades).
Sobre las Responsabilidades del Ministerio del Medio Ambiente
Establecer la Política Nacional de los residuos sólidos.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 89
Impulsar la aplicación de la política con autoridades ambientales y entidades
territoriales.
Realizar seguimiento y prestar apoyo en la ejecución de los planes de las
Corporaciones Autónomas Regionales.
Revisar y aprobar los planes de manejo integral de residuos sólidos de las
Corporaciones Autónomas Regionales y de las autoridades ambientales de los
grandes centros urbanos de más de un millón de habitantes.
Verificar el cumplimiento de los planes aprobados.
Brindar asistencia técnica a las Corporaciones Regionales y Autoridades
Ambientales de los grandes centros urbanos con más de un millón de
habitantes, a nivel nacional en la elaboración de los planes y proyectos
relacionados con el Manejo Integral de los Residuos Sólidos.
Fomentar la investigación, desarrollo y aplicación de sistemas de
aprovechamiento de residuos sólidos y disposición final, que respondan a las
necesidades del país.
De acuerdo a lo establecido en la Ley 99 de 1993, el Ministerio del Medio
Ambiente ejerce, en relación con los residuos sólidos, las facultades atribuidas
al Ministerio de Salud por la Ley 9 del 1979.
5. El principio de Planificación
El proceso de planificación de la gestión de residuos sólidos a nivel municipal es
de gran relevancia para mejorar la problemática de los residuos sólidos.
Desarrollar e implantar un plan de gestión integral es, esencialmente, una
actividad local que implica la selección correcta de alternativas y tecnologías para
afrontar las necesidades de la administración local de residuos, a la vez que se
atienden las consideraciones ambientales. La combinación correcta de tecnologías
y procedimientos, la flexibilidad a la hora de afrontar los cambios futuros, la
necesidad de supervisión y evaluación, son aspectos que deben incluirse en los
procesos de planificación.
Capítulo 3 90
Sobre los objetivos y las metas de la Política para la Gestión Integral de
Residuos
Los objetivos de la política de residuos sólidos al desarrollarse bajo los principios
del desarrollo sostenible se fundamentan en tres presupuestos: la minimización
del impacto ambiental negativo que causan los residuos, el crecimiento económico
y el mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad en general así como de
las condiciones sociales de quienes intervienen en las actividades relacionadas
con la gestión de los residuos.
Objetivo de La Política de Residuos:
La política de residuos tiene como objetivo fundamental “impedir o minimizar” de la
manera más eficiente, los riesgos para los seres humanos y el medio ambiente
que ocasionan los residuos sólidos y peligrosos, y en especial minimizar la
cantidad o la peligrosidad de los que llegan a los sitios de disposición final,
contribuyendo a la protección ambiental eficaz y al crecimiento económico.
Objetivos Específicos y metas de la Política
Minimización de la cantidad de residuos que se generan.
Meta: Implementar programas de minimización en el origen articulados
con los programas de producción limpia, dentro de los cuales se fijarán
las metas concretas de reducción de la cantidad o peligrosidad de los
residuos generados. Tiempo: (2 - 3 años).
Aumentar el aprovechamiento racional de residuos generados.
Meta: Desviar el 30% de los residuos, especialmente los potencialmente
reciclables y los orgánicos, que van a los sitios actuales de disposición
final, hacia sistemas alternos de gestión que incluyan aprovechamiento
o tratamiento; para lo cual se debe adelantar la formalización de los
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 91
programas existentes de aprovechamiento y la promoción de nuevos
programas piloto. Tiempo: (4-5 años). (Subrayado fuera del original).
Mejorar los sistemas de eliminación, tratamiento y disposición final de
los residuos.
Meta: Cubrimiento del 50% de los municipios del país con sistemas de
disposición final adecuados y controlados. Tiempo: (4 - 5 años).
Con respecto a los residuos peligrosos, el objetivo es:
Conocer y dimensionar la problemática de los residuos peligrosos en el
país y establecer los sistemas de gestión de los mismos, partiendo de la
separación en la fuente.
Meta: Desarrollar los inventarios preliminares de los corredores
industriales de Cali - Yumbo y de Bogotá - Soacha. Tiempo: (2 - 3 años).
Lograr la separación en el origen del 30 % de los residuos peligrosos.
Tiempo (5 años).
Sobre las Estrategias de la Política por objetivos
Para el primer objetivo:
Desarrollar los programas de minimización en el origen, articulado con los
programas de Producción más Limpia, de los cuales hace parte.
Modificación de los patrones de consumo y producción insostenibles.
Para el segundo objetivo:
Creación de nuevos canales de comercialización de materiales aprovechables
y promoción de los canales existentes.
Fortalecimiento a cadenas de reciclaje, programas existentes y apoyo a nuevos
programas de aprovechamiento de residuos.
Mejorar las condiciones de trabajo del recuperador.
Capítulo 3 92
Para el tercer objetivo:
Formulación de programas para la disposición final controlada.
Fortalecimiento de la vigilancia y control en el manejo de residuos sólidos.
Para lograr el objetivo sobre los residuos peligrosos:
Realización de inventarios de generación y localización de residuos peligrosos.
Definir sistemas de gestión de los residuos peligrosos por corredores
industriales.
Sobre las Estrategias generales de la Política
Educación y participación ciudadana.
Sistemas de información sobre residuos sólidos.
Planificación y coordinación institucional.
Ciencia y tecnología.
Consolidación de las finanzas.
1.1.7 El Plan Nacional para el impulso de la Política de Residuos de 2001
En el año 2001 el Ministerio del Medio Ambiente a través del Grupo de Gestión
Urbana y Salud de la Dirección General de Desarrollo Sostenible, elaboró un Plan
Nacional para impulsar la Política de Residuos propuesta en 1997, mediante el
cual se dispuso que “aunque los lineamientos establecidos en la Política para la
Gestión Integral de residuos prevé la minimización como el paso inicial del
proceso, las condiciones actuales del inadecuado manejo de los residuos en el
país, llevó a priorizar el tercer objetivo de la Política” (p.11).
El tercer objetivo de la Política es “Mejorar los sistemas de eliminación” y las
condiciones que según este Plan, llevan a priorizarlo, son:
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 93
Según el diagnóstico realizado en el año 1999 entre el Ministerio del Medio
Ambiente y la "Procuraduría para la Vigilancia del Ejercicio Diligente y Eficiente
de las Funciones Administrativas"; se obtuvo respuesta de 617 municipios. De
los municipios que respondieron la encuesta el 27% tienen una disposición
final controlada de los residuos y el 60% los arroja a botaderos a cielo abierto.
En cuanto al manejo de los residuos en los municipios por tamaño de la
población, el 69% de los municipios menores de 12.000 habitantes tienen
botaderos a cielo abierto y el 60% de los municipios mayores de 500.000
habitantes tienen sitios de disposición final controlados.
Sobre los mayores problemas de los sitios de disposición final, el 60% de
municipios mayores de 500.000 habitantes tienen problemas de operación y el
80% tienen problemas ambientales.
Con respecto a los Planes de Manejo Ambiental aprobados por la autoridad
ambiental, solamente cuentan con ello el 30% de los municipios menores de
50.000 habitantes y el 60% de los municipios mayores de 500.000 habitantes.
En cuanto al aprovechamiento de los residuos orgánicos sólo se realiza en el 14%
de los municipios menores de 50.000 habitantes. En municipios grandes no se ha
iniciado ningún proceso de aprovechamiento de orgánicos. No se disponen de
datos precisos de recuperación de vidrio, papel, cartón y plástico. Se sabe que en
las grandes ciudades y en ciudades intermedias se realizan procesos de
recuperación importantes. Pero como es una actividad marginal es muy difícil
determinar las cantidades.
El Plan de Impulso de la Política tiene como Objetivos:
Objetivo General
El objetivo general del Plan es proporcionar los instrumentos que permitan a las
Autoridades Ambientales apoyar la gestión municipal y regional para el manejo
Capítulo 3 94
integral de los residuos sólidos, de acuerdo con lo establecido por el documento
de Política para la gestión integral de residuos del Ministerio del Medio Ambiente
Objetivos Específicos
Mejoramiento los sistemas de disposición final de residuos sólidos
Desarrollo un Nuevo Modelo de Gestión (Impulsar el desarrollo de un
nuevo modelo de gestión que permita la prestación de un “Servicio
público de Manejo Integral de residuos sólidos.
Impulsar Programas de Producción Más Limpia
Sobre las Estrategias del Plan:
Tomando como base los objetivos específicos de la Política y considerando las
limitaciones económicas, financieras y de capacidad de ejecución de los
Programas, se establece para el Plan el siguiente orden de prioridad para su
desarrollo.
Para el mejoramiento de la disposición final
Se disponen, entre otras medidas:
La Elaboración de Planes Maestros Regionales y Locales de gestión integral
de residuos sólidos.
Las autoridades ambientales deberán direccionar y apoyar la elaboración y
concertación de los Planes Maestros regionales los cuales deberán desarrollar
los principios básicos de la Política de acuerdo con las prioridades, plazos y
gradualidad del presente Plan. (Subrayado fuera del texto original).
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 95
En la elaboración de dichos Planes participarán activamente los entes
territoriales, la comunidad, las organizaciones de recuperadores, la industria y
las empresas de servicios públicos.
Aprovechamiento
Para trabajar en el segundo objetivo de la Política (Aumentar el
aprovechamiento racional de residuos generados), es necesario que en el
desarrollo de los Planes Maestros, tanto a nivel regional como municipal se
realicen los estudios y análisis técnicos, económicos, operativos y comerciales
de los residuos que puedan ser aprovechados.
Gestión Regional
Se enfatiza en la necesidad de que en la medida en que las condiciones lo
permitan, todos los programas y proyectos sean enfocados desde el ámbito
regional, teniendo en cuenta los grandes beneficios ambientales, económicos y
financieros derivados de este nivel de gestión.
1.1.8 El Decreto 1713 de 2002, el Decreto 1505 de 2003 y la Resolución 1045 de
2003
El Decreto 1713 de 2002
Mediante el Decreto 1713, publicado el 7 de agosto de 2002, fue reglamentada la
Ley 142 de 1994, la Ley 623 de 2000 y la Ley 689 de 2001, en relación con la
prestación del servicio público de aseo, y el Decreto Ley 2811 de 1974 y la Ley 99
de 1993 en relación con la Gestión Integral de Residuos Sólidos.
Este decreto estableció las normas orientadas a reglamentar el servicio público de
aseo en el marco de la gestión integral de los residuos sólidos ordinarios, en
materias referentes a sus componentes, niveles, clases, modalidades, calidad, y al
Capítulo 3 96
régimen de las personas prestadoras del servicio y de los usuarios. Tuvo vigencia
hasta diciembre de 201346 y en él se establecía, con especial relevancia, que para
efectos de cumplir con la obligación de asegurar la prestación del servicio público
de aseo mediante procedimientos eficientes, que no pongan en peligro la salud
humana o afecten el medio ambiente, las entidades territoriales deberán adoptar
un instrumento de planificación denominado “Plan para la Gestión Integral de
Residuos Sólidos – PGIRS”, mediante el cual las entidades territoriales deben
establecer estrategias, programas y proyectos sostenibles a corto, mediano y largo
plazo.
Resaltamos a continuación otros aspectos relevantes del Decreto 1713 de 2002:
Artículo 4°. Responsabilidad de la prestación del servicio público de aseo. De
conformidad con la ley, es responsabilidad de los municipios y distritos asegurar
que se preste a todos sus habitantes el servicio público de aseo de manera
eficiente, sin poner en peligro la salud humana, ni utilizar procedimientos y
métodos que puedan afectar al medio ambiente y, en particular, sin ocasionar
riesgos para los recursos agua, aire y suelo, ni para la fauna o la flora, o provocar
incomodidades por el ruido o los olores y sin atentar contra los paisajes y lugares
de especial interés.
Artículo 5°. Responsabilidad en el manejo de los residuos sólidos. La
responsabilidad por los efectos ambientales y a la salud pública, generados por las
actividades efectuadas en los diferentes componentes del servicio público de aseo
de los residuos sólidos, recaerá en la persona prestadora del servicio de aseo, la
cual deberá cumplir con las disposiciones del presente decreto y demás
normatividad vigente.
Parágrafo. Cuando se realice la actividad de aprovechamiento, la responsabilidad
por los efectos ambientales y a la salud pública causados, será de quien ejecute la
actividad.
46
EL Decreto 1713 de 2002 fue derogado por el artículo 120 del Decreto 2981 de 2013.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 97
Artículo 8°. Plan para la Gestión Integral de Residuos Sólidos- PGIRS. A partir de
la vigencia del presente decreto, los Municipios y Distritos, deberán elaborar y
mantener actualizado un Plan Municipal o Distrital para la Gestión Integral de
Residuos o desechos sólidos en el ámbito local y/o regional según el caso, en el
marco de la política para la Gestión Integral de los Residuos expedida por el
Ministerio del Medio Ambiente, el cual será enviado a las autoridades Ambientales
competentes, para su conocimiento, control y seguimiento. (Subrayado fuera del
texto original).
El plazo máximo para la elaboración e iniciación de la ejecución del plan es de dos
(2) años contados a partir de la fecha de publicación del presente Decreto. El plan
se diseñará para un período acorde con el de los Planes de Desarrollo Municipal
y/o Distrital según sea el caso. La ejecución del Plan para la Gestión Integral de
Residuos Sólidos - PGIRS-, se efectuará en armonía y coherencia con lo
dispuesto en los Planes y/o Esquemas de Ordenamiento Territorial y en los Planes
de Desarrollo de nivel Municipal y/o Distrital.
El PGIRS debe estar a disposición de las entidades de vigilancia y control, tanto
de la prestación del servicio como de las autoridades ambientales, quienes podrán
imponer las sanciones a que haya lugar, en caso de su incumplimiento.
Este artículo N.8 fue modificado parcialmente en el año 2003 por el Artículo N.2
del Decreto 150547, quedando así:
“Plan para la Gestión Integral de Residuos Sólido, PGIRS. A partir de la vigencia
del presente Decreto, los Municipios y Distritos, deberán elaborar y mantener
actualizado un Plan Municipal o Distrital para la Gestión Integral de Residuos o
Desechos Sólidos en el ámbito local y/o regional según el caso, en el marco de la
política para la Gestión Integral de los Residuos, el cual será enviado a las
47
El Decreto 1505 de 2003 “Por el cual se modifica parcialmente el Decreto 1713 de 2002, en relación con los planes de gestión integral de residuos sólidos y se dictan otras disposiciones” fue derogado por el artículo 120 del Decreto 2981 de 2013.
Capítulo 3 98
autoridades ambientales competentes, para su conocimiento, control y
seguimiento.
El plazo máximo para la elaboración e iniciación de la ejecución del PGIRS es de
dos (2) años contados a partir de la fecha de publicación de la metodología que
para el efecto expida el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.
El PGIRS debe estar a disposición de las entidades de vigilancia y control de la
prestación del servicio de aseo y de las autoridades ambientales, quienes podrán
imponer las sanciones a que haya lugar, en caso de incumplimiento”.
Artículo 9°. Contenido básico del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos. El
Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos deberá ser formulado considerando
entre otros, los siguientes aspectos:
1. Diagnóstico de las condiciones actuales técnicas, financieras, institucionales,
ambientales y socioeconómicas de la entidad territorial en relación con la
generación y manejo de los residuos producidos.
2. Identificación de alternativas de manejo en el marco de la Gestión Integral de
los Residuos Sólidos con énfasis en programas de separación en la fuente,
presentación y almacenamiento, tratamiento, recolección, transporte,
aprovechamiento y disposición final.
3. Estudios de prefactibilidad de las alternativas propuestas.
4. Identificación y análisis de factibilidad de las mejores alternativas, para su
incorporación como parte de los Programas del Plan.
5. Descripción de los programas con los cuales se desarrollará el Plan de Gestión
Integral de Residuos Sólidos, que incluye entre otros, las actividades de
divulgación, concientización y capacitación, separación en la fuente, recolección,
transporte, tratamiento, aprovechamiento y disposición final.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 99
6. Determinación de Objetivos, Metas, Cronograma de Actividades, Presupuestos
y responsables institucionales para el desarrollo de los programas que hacen parte
del Plan.
7. Plan de Contingencia.
Parágrafo: (Adicionado por el Art. 3 del Decreto 1505 de 2003) En los estudios
de prefactibilidad y factibilidad de alternativas para la Gestión Integral de los
Residuos Sólidos, las autoridades Distritales y Municipales deberán garantizar la
participación e inclusión de los recicladores y del sector solidario en la formulación
de dicho Plan.
Artículo 10. Programas para la Prestación del Servicio de Aseo. Todas las
personas prestadoras del servicio público de aseo, deberán desarrollar los
diferentes programas establecidos en el Plan de Gestión Integral de Residuos
Sólidos respectivo, para lo cual establecerá: Objetivos, Metas, Estrategias,
Actividades y cronogramas, Costos y financiación, Procesos de evaluación, control
y seguimiento, Elaboración de informes a las autoridades competentes, Ajustes
para el mejoramiento continuo.
Artículo 12, Parágrafo 3°. Corresponde a la Comisión de Agua Potable y
Saneamiento Básico, CRA, determinar los criterios, características, parámetros,
modelos y metodología necesarios para que se puedan otorgar a los usuarios,
incentivos tarifarios por las actividades de separación en la fuente y presentación
diferenciada que estos realicen de sus residuos que permitan viabilizar la
ejecución de los programas de aprovechamiento y del aprovechamiento.
(Subrayado fuera del texto original).
Artículo 15.2. Presentación de residuos sólidos para recolección. La presentación
se adecuará a los programas de separación en la fuente y aprovechamiento que
se establezcan en desarrollo del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos del
respectivo Municipio o Distrito.
Capítulo 3 100
Artículo 28. Propiedad de los residuos sólidos en sitio público. Todo usuario del
servicio público de aseo, cede la propiedad de los residuos presentados al
Municipio o Distrito, según sea el caso, en el momento de ubicarlos en el sitio
público establecido para hacer la respectiva recolección.
A menos que la entidad territorial determine lo contrario, se entenderá que dicha
entidad cede la propiedad a la persona prestadora del servicio de aseo o de las
actividades complementarias.
Nota: Este artículo fue derogado por el artículo 10 del Decreto 1505 de 2003,
dejando indeterminado el asunto referido a la propiedad de los residuos sólidos en
sitio público. A partir de entonces lo que se ha interpretado es que “la basura es de
quien la coja”.
Artículo 29. Responsabilidad por la presentación inadecuada de los residuos
sólidos. El usuario del servicio público de aseo, que almacene y presente, residuos
no objeto del servicio ordinario, será directamente responsable por los impactos
negativos que estos ocasionen a la salud humana y al medio ambiente.
Parágrafo. Quien entregue los residuos a que se refiere este artículo a personas o
entidades no autorizadas para tal fin, será responsable por los impactos negativos
que estos ocasionen a la salud humana y al medio ambiente.
Artículo 126. Corporaciones Autónomas Regionales, de Desarrollo Sostenible y
Grandes Centros Urbanos. Corresponde a las Corporaciones Autónomas
Regionales, de Desarrollo Sostenible y de los Grandes Centros Urbanos, en
relación con la gestión integral de los residuos sólidos y como máxima autoridad
ambiental en su jurisdicción:
1. Asesorar y orientar a las entidades territoriales de su jurisdicción en la
elaboración de planes y programas en materia de gestión integral de
residuos sólidos, de manera tal que se asegure la armonía y coherencia de
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 101
la política de Gestión Integral de Residuos Sólidos y las acciones
adoptadas por las entidades territoriales.
2. Ejercer las funciones de evaluación, control y seguimiento ambiental de
los usos del suelo y los demás recursos naturales renovables, lo cual
comprenderá el vertimiento, emisión o incorporación de sustancias o
residuos líquidos, sólidos y gaseosos a las aguas, al aire o a los suelos, en
desarrollo del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos y los programas
correspondientes. Estas funciones comprenden la expedición de los
respectivos permisos y autorizaciones a que haya lugar.
3. Imponer y ejecutar las medidas de policía y las sanciones previstas en la
ley, en caso de violación a las normas de protección ambiental y de manejo
de recursos naturales renovables y exigir la reparación de los daños
causados.
El Decreto 1505 de 200348
Mediante este Decreto se modificó parcialmente el Decreto 1713 de 2002, en
relación con los planes de gestión integral de residuos sólidos, y también se
dictaron otras disposiciones.
Se adicionaron al Decreto 1713 las siguientes definiciones:
Aprovechamiento en el marco de la Gestión Integral de Residuos Sólidos.
Es el proceso mediante el cual, a través de un manejo integral de los residuos
sólidos, los materiales recuperados se reincorporan al ciclo económico y
productivo en forma eficiente, por medio de la reutilización, el reciclaje, la
incineración con fines de generación de energía, el compostaje o cualquier otra
48
Este Decreto tuvo vigencia hasta diciembre de 2013 cuando fue derogado por el Decreto 2981 de 2013.
Capítulo 3 102
modalidad que conlleve beneficios sanitarios, ambientales, sociales y/o
económicos.
Aprovechamiento en el marco del servicio público domiciliario de aseo.
Es el conjunto de actividades dirigidas a efectuar la recolección, transporte y
separación, cuando a ello haya lugar, de residuos sólidos que serán sometidos
a procesos de reutilización, reciclaje o incineración con fines de generación de
energía, compostaje, lombricultura o cualquier otra modalidad que conlleve
beneficios sanitarios, ambientales, sociales y/o económicos en el marco de la
Gestión Integral de los Residuos Sólidos.
Se establecieron nuevas disposiciones, como por ejemplo:
Artículo 5º. Se podrán trasladar al usuario del servicio público domiciliario de
aseo, los costos de las actividades de recolección y transporte de los residuos
domiciliarios aprovechables siempre que la remuneración de estas actividades
más los costos del servicio relacionado con los residuos no aprovechables, sea
inferior o igual a la que pagaría el usuario por la recolección, transporte,
transferencia, tratamiento y disposición final en el evento en que no se
efectuara la reincorporación de los residuos aprovechables al ciclo económico
productivo.
Otras modificaciones al Decreto 1713 fueron:
El Artículo 6º modificó el numeral 3° del artículo 31 del Decreto 1713 de
2002 y adicionó el siguiente parágrafo transitorio:
El servicio de recolección de residuos aprovechables y no aprovechables se
prestará de acuerdo con lo establecido en el PGIRS.
Parágrafo transitorio. Hasta tanto no se elaboren y desarrollen los Planes de
Gestión Integral de Residuos Sólidos, el servicio se prestará en armonía con
los programas vigentes que la entidad territorial haya definido para tal fin,
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 103
garantizando la participación de los recicladores y del sector solidario en las
actividades que a la entrada en vigencia del presente decreto estén
desarrollando.
Se adicionó al artículo 67 del Decreto 1713, el siguiente numeral:
5. Garantizar la participación de los recicladores y del sector solidario, en las
actividades de recuperación y aprovechamiento, con el fin de consolidar
productivamente estas actividades y mejorar sus condiciones de vida.
El artículo 81 del Decreto 1713 de 2002, quedará así:
Artículo 81. Participación de recicladores. Los Municipios y los Distritos
asegurarán en la medida de lo posible la participación de los recicladores en
las actividades de aprovechamiento de los residuos sólidos. Una vez se
formulen, implementen y entren en ejecución los programas de
aprovechamiento evaluados como viables y sostenibles en el PGIRS, se
entenderá que el aprovechamiento deberá ser ejecutado en el marco de dichos
programas. Hasta tanto no se elaboren y desarrollen estos Planes, el servicio
se prestará en armonía con los programas definidos por la entidad territorial
para tal fin.
La Resolución 1045 de 2003
Mediante esta Resolución, proferida por el Ministro de Ambiente, Vivienda y
Desarrollo Territorial49, se adoptó la metodología para la elaboración de los Planes
de Gestión Integral de Residuos Sólidos, PGIRS, y se establecieron otras
disposiciones.
49
Mediante la Ley 790 de 2002 se determinó el cambio de denominación del Ministerio del Medio Ambiente a Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, y conforme al Decreto 216 de 2003, el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial continuaría ejerciendo las funciones establecidas en la Ley 99 de 1993.
Capítulo 3 104
Para efectos de esta Resolución y de la metodología por ella adoptada, se
establecieron (ver Artículo 2), entre otras, las siguientes definiciones:
Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos, PGIRS. Conjunto ordenado
de objetivos, metas, programas, proyectos y actividades, definidos por el ente
territorial para la prestación del servicio de aseo, basado en la política de
Gestión Integral de Residuos Sólidos, el cual se obliga a ejecutar durante un
período determinado, basándose en un diagnóstico inicial, en su proyección
hacia el futuro y en un Plan Financiero Viable que permita garantizar el
mejoramiento continuo de la prestación del servicio de aseo, evaluado a través
de la medición de resultados. (Subrayado fuera del texto original).
Plan financiero viable. Proyección financiera del Plan de Gestión Integral de
Residuos Sólidos que permite identificar la viabilidad y sostenibilidad financiera
de los programas y proyectos que se planean ejecutar.
Presupuesto y plan de inversiones. Costo de inversión, administración,
operación y mantenimiento de los proyectos, actividades y acciones que hacen
parte de los programas que componen el PGIRS y que se ejecutarán en un
tiempo determinado, para lograr sus objetivos y metas a corto, mediano y largo
plazo de manera costo-efectiva y eficiente.
Otras disposiciones relevantes, fueron:
Artículo 3º. Articulación de la prestación del servicio público domiciliario de
aseo con los PGIRS. Una vez adoptado el PGIRS por parte de la entidad
territorial, las personas prestadoras del servicio público domiciliario de aseo
deben articular sus Planes de Gestión y Resultados con los programas,
proyectos y actividades definidos en el Plan de Gestión Integral de Residuos
Sólidos, PGIRS. (Subrayado fuera del texto original).
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 105
Artículo 4º. Articulación de los PGIRS y los Planes de Ordenamiento
Territorial. El PGIRS deberá elaborarse y ejecutarse acorde con los
lineamientos definidos en el Plan y/o Esquema de Ordenamiento Territorial.
Parágrafo 1º. En los municipios o distritos en donde no se haya aprobado el
Plan o Esquema de Ordenamiento Territorial, la información contenida en el
PGIRS, se tendrá como base para la delimitación de las áreas que forman
parte de los sistemas de provisión de los servicios públicos domiciliarios o de
disposición final de los residuos sólidos y determinación de las características
de la infraestructura para el servicio público de aseo del Plan o Esquema de
Ordenamiento Territorial del municipio o distrito.
Parágrafo 2º. La información contenida en el PGIRS se tendrá como base
para la actualización y/o complementación Plan o Esquema de Ordenamiento
Territorial del municipio o distrito, en los aspectos mencionados en el parágrafo
anterior.
Artículo 5º. Participación del sector solidario y recicladores en la elaboración
de los Planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos, PGIRS. En virtud de lo
determinado en los artículos 9 y 67 del Decreto 1713 de 2002, las entidades
territoriales deben asegurar la participación del sector solidario y los
recicladores en los procesos de elaboración de los Planes de Gestión Integral
de Residuos Sólidos, PGIRS y en las actividades de recuperación y
aprovechamiento definidas en estos. (Subrayado fuera del texto original).
Artículo 6º. Componentes mínimos del Plan de Gestión Integral de Residuos
Sólidos, PGIRS. De acuerdo con lo establecido en el artículo 9º del Decreto
1713 de 2002 el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos, PGIRS, deberá
incluir como mínimo los siguientes componentes en su orden:
1. Descripción de la organización municipal para la elaboración del PGIRS.
2. Diagnóstico (se debe incluir el análisis brecha).
Capítulo 3 106
3. Proyecciones demográficas, de generación de residuos, de zonas de
expansión urbana y de usos del suelo.
4. Objetivos y metas generales, los cuales deberán ser conciliados con las
políticas definidas por el Gobierno Nacional y la autoridad ambiental respectiva.
5. Objetivos y metas específicas definidas a través de programas.
6. Análisis y selección de alternativas soportada en estudios de prefactibilidad y
factibilidad.
7. Estructuración del Plan
Proyectos específicos, los cuales conforman los programas, que
incluyan una descripción del resultado esperado, las actividades a
realizar, cronograma de ejecución, presupuesto, duración y
responsables.
Presupuesto y Plan de Inversiones de cada programa que conforma
el PGIRS.
Plan financiero viable.
8. Plan de contingencias.
9. Mecanismos para la implementación, actualización, seguimiento y control del
PGIRS.
Artículo 7.1. Responsabilidades en la elaboración, actualización y ejecución
del PGIRS. De acuerdo con lo establecido en el artículo 8° del Decreto 1713 de
2002, es responsabilidad de las entidades territoriales, elaborar y mantener
actualizado el PGIRS. La formulación y elaboración del PGIRS deberá
realizarse bajo un esquema de participación con los actores involucrados en la
gestión, manejo y disposición de los residuos sólidos.
Parágrafo 1º. De acuerdo con lo establecido en el artículo 126 del Decreto
1713 de 2002, las Corporaciones Autónomas Regionales, de Desarrollo
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 107
Sostenible y Grandes Centros Urbanos son responsables de asesorar y
orientar a las entidades territoriales en la elaboración de los PGIRS. Su
actuación se encaminará a orientar a los entes territoriales en la consolidación
de proyectos regionales cuando las condiciones lo ameriten, en la definición de
programas y proyectos viables y sostenibles y en la localización de áreas aptas
para la construcción y operación de rellenos sanitarios.
Parágrafo 2º. En virtud de lo establecido en el artículo 7º de la Ley 142 de
1994, los departamentos deberán realizar funciones de coordinación y apoyo
técnico, financiero y administrativo a los municipios en la elaboración de
programas y proyectos, en especial en aquellos de carácter regional cuando
las razones técnicas y económicas lo aconsejen.
Artículo 8º. Horizonte de análisis y proyecciones de los PGIRS. La elaboración
del Plan se realizará para un horizonte de análisis y proyecciones de 15 años,
su implementación se programará y ejecutará por fases acordes con los Planes
de Desarrollo Municipal o Distrital, según sea el caso.
Artículo 11. Modificación y/o actualización del PGIRS. El PGIRS podrá ser
modificado y/o actualizado por periodos acordes con los Planes de Desarrollo
Municipal o Distrital según el caso. La modificación y/o actualización del Plan
se efectuará conforme a lo establecido en la metodología adjunta a la presente
resolución.
Artículo 14. Disposición final de residuos sólidos. Todo prestador del servicio
público de aseo debe realizar la disposición final de los residuos sólidos en
rellenos sanitarios que cuenten con la autorización o licencia ambiental
pertinente.
Parágrafo. Las personas prestadoras del servicio público de aseo en los
componentes de recolección y transporte deberán entregar los residuos sólidos
Capítulo 3 108
en la estación de transferencia, en la planta de aprovechamiento y/o en un
relleno sanitario, de acuerdo con lo definido en el PGIRS.
Algunos aspectos puntuales y apreciables para la presente investigación, referidos
en la Metodología propuesta por la Resolución 1045 de 2003 para la elaboración
de los Planes de Gestión Integral de Residuos, son:
Sobre la “Formulación de objetivos y metas generales del plan”50:
Los objetivos y metas generales que se propongan (los planes de gestión integral
de residuos sólidos locales o regionales), deberán ser congruentes con los
objetivos, metas y estrategias definidos en la Política de Gestión Integral de
Residuos Sólidos, publicada por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial51 y los principios básicos para la prestación del servicio definidos en el
artículo 3º del Decreto 1713 de 200252.
Sobre la Conciliación de los objetivos y las metas generales del plan con
políticas nacionales y de gestión ambiental53
Se deberán conciliar los objetivos y las metas generales formuladas en el PGIRS
con los objetivos y metas sectorial y ambiental formulados:
(i) Por el Gobierno Nacional a través del Plan Nacional de Desarrollo, la
Política de Gestión Integral de Residuos.
50
Ver numeral 7.4 del documento anexo a la Resolución 1045 de 2003 del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. 51
Se trata de la Política para la Gestión Integral de Residuos, publicada por el Ministerio del Medio Ambiente en 1997, y abordaba en el numeral 4.1.6 del presente trabajo. 52
Según el Artículo 3 del Decreto 1713 de 2002, son principios básicos para la prestación del servicio de aseo, los siguientes: garantizar la calidad del servicio a toda la población, prestar eficaz y eficientemente el servicio en forma continua e ininterrumpida, obtener economías de escala comprobables, establecer mecanismos que garanticen a los usuarios el acceso al servicio y su participación en la gestión y fiscalización de la prestación, desarrollar una cultura de la no basura, fomentar el aprovechamiento, minimizar y mitigar el impacto en la salud y en el medio ambiente, ocasionado desde la generación hasta la eliminación de los residuos sólidos, es decir en todos los componentes del servicio 53
Ver numeral 8 del documento anexo a la Resolución 1045 de 2003 del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 109
(ii) Por la autoridad ambiental respectiva a través de Planes de Gestión
Ambiental Regional, planes de Ordenación y Manejo de la Cuenca
Hidrográfica (cuando exista).
La conciliación se realizará teniendo en cuenta la capacidad de orden técnico
ambiental e institucional que pueda desarrollar el municipio, el prestador del
servicio público de aseo y los actores de la cadena del reciclaje, con objeto de
garantizar por lo menos las siguientes condiciones:
Que el servicio público domiciliario de aseo sea costo-efectivo, que permita
garantizar a corto, mediano y largo plazo el logro de los objetivos y metas
generales, la capacidad y disponibilidad de pago de la población a atender.
Que permita identificar el tipo y cantidad de residuos que se pueden constituir
en materia prima de procesos de aprovechamiento viables y sostenibles desde
el punto de vista técnico, económico e institucional.
Sobre la formulación y fijación de objetivos y metas específicas en el Plan
De manera coherente con los objetivos y metas generales establecidas, se
definirán los objetivos y las metas específicas necesarias para garantizar el
cumplimiento de los objetivos generales.
Las metas estarán directamente relacionadas con el mejoramiento de la gestión
de los residuos sólidos, las cuales se reflejarán en los indicadores establecidos en
la fase de diagnóstico y en las acciones específicas encaminadas a su
cumplimiento.
Dichos objetivos y metas específicas harán parte del Plan de Gestión Integral de
Residuos Sólidos y se materializarán a través de programas específicos viables y
sostenibles enfocados a cada uno de los componentes del servicio y a los
aspectos técnicos, operativos, ambientales, institucionales, económicos y
Capítulo 3 110
financieros asociados. Los aspectos hacia los cuales se orientarán los programas
son: (Subrayado fuera del texto original)
a) Sensibilización, educación y participación comunitaria, que promuevan la
minimización de la producción de residuos y las actividades de separación en la
fuente, reuso y reciclaje de residuos;
b) Almacenamiento y presentación de los residuos sólidos, asociados a los
programas de separación en la fuente y recolección selectiva;
c) Recolección y transporte de residuos sólidos, teniendo en cuenta los
aspectos necesarios para garantizar la continuidad del servicio, el aumento de
cobertura, la reposición y adquisición de equipos y maquinaria, la optimización de
rutas de recolección y/o implementación de rutas de recolección selectiva, los
requerimientos de centro de acopio, separación y/o transferencia;
d) Barrido y limpieza de vías y áreas públicas, que garantice la normal
prestación de este servicio en cuanto a frecuencia, horarios, cumplimiento de
macro y micro rutas, para mantener limpias las zonas de áreas públicas del
municipio;
e) Recuperación, aprovechamiento y comercialización de los residuos a
incorporar al ciclo económico productivo, estableciendo la posibilidad de
participación de las organizaciones de recicladores y su relación con el municipio y
la persona prestadora del servicio, así como las responsabilidades y derechos
respecto a la recuperación, aprovechamiento y comercialización;
f) Disposición final, técnica y ambientalmente adecuada de los residuos sólidos
no aprovechados, incluyendo el cierre de botaderos a cielo abierto, la definición de
nuevas áreas de disposición final y/o conversión de los sitios existentes a relleno
sanitario, control y mitigación de impactos ambientales a través de la construcción
de sistemas de manejo y tratamiento de gases y lixiviados, estabilidad de suelos y
taludes y sistemas de drenaje y cobertura. Dentro del objetivo y meta específico
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 111
para la disposición final deberá analizarse la viabilidad de un sistema de carácter
regional;
g) Servicios especiales: Incluir las acciones y/o actividades de recolección,
transporte y disposición final, según sea el caso. Dentro de los residuos especiales
se deberán incluir entre otros: lavado de vías y áreas públicas, limpieza de
parques y jardines, residuos que por su naturaleza, composición, tamaño, volumen
y peso no puedan ser manejados normalmente como escombros, lodos producto
del tratamiento de aguas residuales;
h) Asistencia al sector rural en el manejo y disposición de los residuos sólidos
generados;
i) Mejoramiento de la gestión comercial del prestador del servicio que
conduzca a mejores niveles de eficiencia de facturación, recaudo y atención de
peticiones, quejas y reclamos así como la minimización de costos;
j) Fortalecimiento institucional, que incluya los procesos de transformación
empresarial, organización formal de recicladores y organización de la estructura
del prestador(es) del servicio en sus diferentes componentes.
Estos programas deberán ser proyectados para periodos de corto (3 años),
mediano (6 años) y largo plazo (15 años), los cuales deberán articularse de
manera integral.
1.1.9 La Cumbre de Johannesburgo de 2002 y los acuerdos relacionados con
los residuos sólidos
En septiembre de 2002 se llevó en Johannesburgo, Sudáfrica, la Cumbre Mundial
sobre el Desarrollo Sostenible y en ella se acordaron y reafirmaron compromisos y
metas para lograr los objetivos propuestos en la Agenda 21, adoptada en la
Cumbre de Río de Janeiro en 1992.
Capítulo 3 112
Según el Documento “Marco político y normativo para la gestión integral de
residuos sólidos en Colombia” (2005, pp.3-4), en Johannesburgo se acordó para el
2015 reducir a la mitad la proporción de personas que no tienen acceso a un
saneamiento básico. También se habló de reducir al mínimo los desechos y
aumentar en la medida de lo posible la reutilización y el reciclaje de materiales
alternativos que no dañen el medio ambiente, con participación de los gobiernos y
todos los interesados, con el objetivo de minimizar los efectos adversos sobre el
medio ambiente y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos, prestando
asistencia financiera, técnica y de otra índole a los países en desarrollo.
Para ello se deberá:
Desarrollar sistemas de gestión de desechos poniendo especial énfasis en la
prevención y reducción al mínimo de éstos, en la reutilización y el reciclaje y en
las instalaciones de eliminación de residuos de forma segura.
Promover la prevención y reducción al mínimo de la generación de residuos
alentando la producción de bienes de consumo reutilizables y productos
biodegradables y desarrollando la infraestructura necesaria.
1.1.10 La Ley del Comparendo Ambiental de 2008
En diciembre de 2008 se promulgó la Ley 1259 “Por medio de la cual se instaura
en el territorio nacional la aplicación del comparendo ambiental a los infractores de
las normas de aseo, limpieza y recolección de escombros; y se dictan otras
disposiciones”.
Esta Ley, conocida como la ley del comparendo ambiental, tiene por objeto “crear
e implementar el Comparendo Ambiental como instrumento de cultura ciudadana,
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 113
sobre el adecuado manejo de residuos sólidos y escombros, previendo la
afectación del medio ambiente y la salud pública, mediante sanciones
pedagógicas y económicas a todas aquellas personas naturales o jurídicas que
infrinjan la normatividad existente en materia de buen manejo de residuos
sólidos54; así como propiciar el fomento de estímulos a las buenas prácticas
ambientalistas” (Art. 1).
El Artículo 6 precisa las infracciones contra las normas ambientales de aseo que
son objeto de sanciones, así:
1. Sacar la basura en horarios no autorizados por la empresa prestadora del
servicio.
2. No usar los recipientes o demás elementos dispuestos para depositar la basura.
3. Disponer residuos sólidos y escombros en sitios de uso público no acordados ni
autorizados por autoridad competente.
4. Disponer basura, residuos y escombros en bienes inmuebles de carácter
público o privado, como colegios, centros de atención de salud, expendios de
alimentos, droguerías, entre otros.
5. Arrojar basura y escombros a fuentes de aguas y bosques.
54
Las leyes y los códigos relacionados con el buen manejo de la basura y escombros por parte de la comunidad, y cuyo efectivo cumplimiento se pretende lograr por medio de la aplicación del Comparendo Ambiental, son: Ley 142 de 1994, sobre Servicios Públicos Domiciliarios, Ley 286 de julio de 1996, con la cual se modifican las Leyes 142 y 143 de 1994, Decreto 548 de marzo de 1995, por el cual se compilan las funciones de la Superintendencia de Servicios Públicos, Decreto 605 de 1996, sobre prohibiciones y sanciones relativas al servicio público de aseo. Artículos 104, 105, 106, 107, Acuerdo 14 de 2001, artículo 5°, donde se establece la citación ambiental a los usuarios por conductas sancionables, respecto al mal uso del servicio domiciliario de aseo, en concordancia con el Decreto 605 de 1996, Resoluciones CRA (Comisión Reguladora de Agua Potable y Saneamiento Básico) y Decreto 1713 de 2002.
Capítulo 3 114
6. Destapar y extraer, parcial o totalmente, sin autorización alguna, el contenido de
las bolsas y recipientes para la basura, una vez colocados para su recolección, en
concordancia con el Decreto 1713 de 2002.
7. Disponer inadecuadamente animales muertos, partes de estos y residuos
biológicos dentro de los residuos domésticos.
8. Dificultar, de alguna manera, la actividad de barrido y recolección de la basura y
escombros.
9. Almacenar materiales y residuos de obras de construcción o de demoliciones en
vías y/o áreas públicas.
10. Realizar quema de basura y/o escombros sin las debidas medidas de
seguridad, en sitios no autorizados por autoridad competente.
11. Improvisar e instalar sin autorización legal, contenedores u otro tipo de
recipientes, con destino a la disposición de basura.
12. Lavar y hacer limpieza de cualquier objeto en vías y áreas públicas,
actividades estas que causen acumulación o esparcimiento de basura.
13. Permitir la deposición de heces fecales de mascotas y demás animales en
prados y sitios no adecuados para tal efecto, y sin control alguno.
14. Darle mal manejo a sitios donde se clasifica, comercializa, recicla o se
transforman residuos sólidos.
15. Fomentar el trasteo de basura y escombros en medios no aptos ni adecuados.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 115
16. Arrojar basuras desde un vehículo automotor o de tracción humana o animal
en movimiento o estático a las vías públicas, parques o áreas públicas.
17. Disponer de Desechos Industriales, sin las medidas de seguridad necesarias o
en sitios no autorizados por autoridad competente.
18. El no recoger los residuos sólidos en los horarios establecidos por la misma
empresa recolectora, salvo información previa debidamente publicitada e
informada y debidamente justificada.
Parágrafo 1°. Se entiende por sitios de uso público para los efectos del presente
artículo esquinas, semáforos, cajas de teléfonos, alcantarillas o drenajes,
hidrantes, paraderos de buses, cebras para el paso de peatones, zonas verdes,
entre otros.
Según el Capítulo III de esta Ley del Comparendo Ambiental, las sanciones a
interponerse irán desde capacitación en educación ambiental y prestación de
servicio social realizando tareas relacionadas con el buen manejo de la disposición
final de los residuos sólidos, hasta el pago de multas, sellamiento de inmuebles,
suspensión o cancelación del registro o licencia, e incluso el arresto.
Es de anotar que según esta Ley, en todos los municipios de Colombia se deberá
instaurar el instrumento de Comparendo Ambiental.
Ahora bien, por el desconocimiento implícito que hace esta Ley de las condiciones
de informalidad y precariedad en las cuales los recicladores del país realizan su
labor, la misma fue demandada ante la Corte Constitucional de Colombia, quien
condicionó de manera general la constitucionalidad de esta Ley a que “el
comparendo ambiental no impida la labor de reciclaje informal”55.
55
Ver Sentencia C-793 de 2009.
Capítulo 3 116
1.1.11 El Programa Nacional de Disposición final de Residuos Sólidos de 2009
Mediante el Documento CONPES 3530 de 2008 el Consejo Nacional de Política
Económica y Social, del Departamento Nacional de Planeación, aprobó “Los
lineamientos y estrategias para fortalecer la prestación del servicio público de
aseo, en el marco de la gestión integral de residuos sólidos”, los cuales fueron
propuestos por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, la
Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios y la Comisión de Regulación
de Agua Potable y Saneamiento Básico.
Estos lineamientos (que pretendían desarrollos tecnológicos y normativos, así
como la definición de criterios para volver más eficiente la toma de decisiones y
seguimiento a los procesos, para asegurar una prestación más eficiente del
servicio de aseo) reconocieron que la política nacional para el manejo de los
residuos sólidos está fundamentada en la gestión integral que articula el
componente ambiental con la prestación del servicio público de aseo,
estableciendo los requisitos ambientales mínimos que se deben cumplir en cada
uno de los componentes, buscando generar las condiciones necesarias para el
manejo integral de los residuos sólidos, a partir de las estrategias de minimización
en la fuente, el aprovechamiento, la utilización de rellenos sanitarios como
alternativa técnica para la disposición de residuos no aprovechados, el cierre de
botaderos a cielo abierto, la eliminación de disposición de residuos en cuerpos de
agua y enterramientos, entre otros.
Estos lineamientos y estrategias para fortalecer la prestación del servicio público
de aseo, en el marco de la gestión integral de residuos sólidos, buscan dar
solución a los ejes problemáticos identificados y expuestos en el mismo
Documento CONPES (concetrados básimente en las condiciones de disposición
final de residuos sólidos en el País, donde aún se presentaban para entonces
casos de disposición inadecuada –más de 300 municipios-), mediante los
siguientes cinco objetivos centrales:
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 117
(i) Tener un adecuado desarrollo e implementación de la normatividad
(ii) Establecer adecuadas condiciones técnicas en el desarrollo de las
actividades que componen el servicio de aseo.
(iii) Obtener un mayor y mejor desarrollo empresarial en municipios que aún
no cuentan con prestadores especializados, especialmente aquellos con
menos de 10.000 suscriptores.
(iv) Establecer criterios para alcanzar la eficiencia financiera.
(v) Establecer esquemas organizados de aprovechamiento y reciclaje.
Estos objetivos y la problemática de los residuos sólidos definida en términos de
disposición final inadecuada, dieron lugar a la formulación del Programa de
Disposición Final de Residuos Sólidos de 2009.
Este Programa fue definido en el Documento CONPES 3574 de 2009, mediante el
cual el Consejo Nacional de Política Económica y Social aprobó la recomendación
de los Ministerios de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, de Hacienda y
Crédito Público, y del Departamento Nacional de Planeación, de emitir concepto
favorable a la Nación para contratar un crédito externo con la banca multilateral
hasta por US $20 millones o su equivalente en otras monedas, destinados a
financiar parcialmente el programa Disposición Final de Residuos Sólidos, de
acuerdo con las condiciones financieras que defina la Dirección General de
Crédito Público y del Tesoro Nacional del MHCP.
De acuerdo con el CONPES 3574 de 2009, ofrecemos una descripción general del
Programa de Disposición Final de Residuos Sólidos:
Capítulo 3 118
Sobre los Objetivos del Programa
Objetivo general:
Mejorar la calidad de vida de la población mediante el aumento en cobertura y
calidad en la prestación del servicio de aseo. Así mismo, fortalecer la capacidad a
nivel local en aspectos técnicos, institucionales y financieros, y mejorar las
condiciones de la población de recicladores no formales por medio de la definición
de programas de separación de residuos sólidos. (Subrayado fuera del original).
Objetivos específicos
Con el fin de dar solución a los ejes problemáticos identificados, el Programa
establece cinco objetivos centrales:
(i) Promover la construcción de rellenos sanitarios regionales operados bajo
criterios de eficiencia y calidad para la disposición final de residuos sólidos así
como la promoción de estaciones de transferencia en los casos que sean
complemento de los rellenos sanitarios y permitan generar economías de escala.
(ii) Fortalecer el desarrollo empresarial del servicio de aseo.
(iii) Diseñar proyectos de aprovechamiento integrales en aspectos técnicos,
económicos y sociales.
(iv) Promover la inclusión de programas de Mecanismos de Desarrollo Limpio –
MDL- y producción de biogás.
(v) Fomentar la realización de estudios de viabilidad de esquemas de
aprovechamiento y reciclaje concertados con los municipios.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 119
Componentes del Programa
El Programa de Disposición Final de Residuos Sólidos, se ejecutará a través de
tres componentes: 1.Construcción y estructuración de esquemas para la
disposición final de residuos sólidos, 2. Fortalecimiento Institucional y Técnico en
la Gestión de Residuos Sólidos, y 3. Gerencia del Programa.
1. Construcción y estructuración de esquemas para la disposición final de
residuos sólidos
Este componente consiste en la identificación de proyectos de inversión y el
desarrollo de dos subcomponentes:
a. Estructuración de proyectos, a través del cual se financiaran las siguientes
actividades: (i) Estructuración de esquemas regionales de gestión de los residuos
sólidos; (ii) Diseños de ingeniería; (iii) Evaluaciones ambientales, sociales y los
estudios necesarios para la estructuración de procesos que permitan la
vinculación de operadores especializados; y, (iv) Cierre de botaderos a cielo
abierto (en las áreas donde se prioricen proyectos de rellenos sanitarios).
En el marco del programa se apoyarán los proyectos regionales que podrán incluir
estaciones de transferencia con soluciones técnica y económicamente óptimas. En
este sentido, se apoyará la identificación de nuevos métodos de disposición final;
el dimensionamiento y localización de estaciones de transferencia; el desarrollo de
estrategias de regionalización; y la elaboración de flujo de inversiones en rellenos
sanitarios y manejo de residuos sólidos.
b. Inversiones, a través del cual se financiarán las siguientes actividades: i) la
construcción de estaciones de transferencia; ii) construcción de rellenos sanitarios
con capacidades entre 40 y 300 Ton/día11; iii) cierre de botaderos; iv) costos de
interventoría de estos proyectos.
Capítulo 3 120
2. Fortalecimiento Institucional y Técnico en la Gestión de Residuos
Sólidos.
Por medio de este componente se desarrollarán las siguientes actividades: (i)
Desarrollo de estrategias de reciclaje que incluye análisis de factibilidad y de
mercado, entre otros; (ii) Análisis y actualización de PGIRS; (iii) Fortalecimiento de
los gobiernos locales y CARS en aspectos relacionados con temas regulatorios,
cargue de información al SUI y otros aspectos técnicos
Así mismo, el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, con el
apoyo de la Banca Multilateral espera avanzar en: (i) Estrategias que apoyen el
diseño de un plan de acción para la rehabilitación económica y desarrollo social de
la población afectada de cada proyecto; (ii) La formulación de campañas de
información y educación pública; y, (iii) El apoyo en la estructuración técnica de
esquemas regionales.
De igual manera, en coordinación con la Banca Multilateral se gestionarán
recursos adicionales de cooperación no reembolsable encaminados a la obtención
o comercialización de certificados de reducción de emisiones de gases efecto
invernadero; revisión y desarrollo de mejores modelos contractuales para
recolección, transferencia y servicios de disposición final; asistencia para
complementar el marco regulatorio; asistencia para mejorar la capacidad técnica
de los operadores; desarrollo de una estrategia de reciclaje y minimización de
residuos, incluyendo un estudio de mercado que contemple las mejores prácticas
internacionales y su posible aplicación en Colombia, entre otras.
Costos del Programa
El costo total del programa se ha estimado en US $26,5 millones, de los cuales US
$6,5 millones (24,5%) corresponden a recursos del Gobierno Nacional y aportes
de las entidades territoriales, y US $20 millones a recursos del crédito solicitado a
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 121
la Banca Multilateral. En adición a lo anterior, la Banca Multilateral brindará apoyo
técnico en recurso humano con un costo aproximado de US $226.000.
Informe de Actualización de Co-Programa Nacional para el Manejo de
Residuos sólidos (Crédito BIRF 7742-CO)
En agosto de 2014 el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio publicó un
documento con la actualización del Marco de Gestión Ambiental y Social del
Programa Nacional para el Manejo de Residuos Sólidos, Préstamo BIRF 7742-
CO; a partir de la revisión y ajustes del documento elaborado en junio 17 de 2009
y sus anexos.
De acuerdo con los resultados de ejecución del Programa durante el periodo
comprendido entre 2009 a la fecha, se actualizaron aspectos normativos,
institucionales, administrativos y operativos, así mismo se incorporaron elementos
contenidos en la propuesta de reestructuración en curso ante el Banco Mundial; la
cual contempla un cambio en el esquema de ejecución de los recursos, una mayor
cobertura de las inversiones a ser financiadas y la reasignación de recursos
programados en el Componente I – Obras e Inversiones, a los Componentes II
Fortalecimiento Institucional y III Gerencia del Programa, los cuales actualmente
son financiados con recursos locales.
Dentro de los resultados logrados en el Programa, destacamos los siguientes:
Entre 1993 y 2013 la proporción de residuos con disposición final adecuada
pasó de menos de 50% a 96%.
La disposición final es la actividad del servicio público de aseo en la cual se
registra mayores avances en el proceso de regionalización, lo que ha permitido
ampliar la cobertura, mejorar la calidad, obtener economías de escala y ampliar
la perspectiva de vida útil de los rellenos sanitarios. Entre el 2006 y el 2007,
Capítulo 3 122
294 municipios disponían en rellenos regionales, entre el 2012 y 2013 ya son
733 municipios.
Según el informe, no hay resultados destacados respecto a implementación o
desarrollo de actividades tendientes a mejorar las condiciones de la población
de recicladores no formales por medio de la definición de programas de
separación de residuos sólidos, como se enunciaba en el objetivo general del
Programa de Disposición Final de Residuos Sólidos, definido en el documento
CONPES 3574 de 2009.
1.1.12 Río Más 20 y “El Futuro que queremos”
Rio+20 es el nombre abreviado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Desarrollo Sostenible, que tuvo lugar en Río de Janeiro, Brasil (del 20 al 22 de
junio de 2012), veinte años después de la Cumbre de la Tierra en Río en 1992, y
en el que los participantes renovaron su compromiso en favor del desarrollo
sostenible y de la promoción de un futuro sostenible desde el punto de vista
económico, social y ambiental para nuestro planeta y para las generaciones
presentes y futuras.
Rio+20 fue también una oportunidad para proyectar el mundo que queremos tener
en 20 años mediante el documento final de esta Conferencia, denominado “El
futuro que queremos”.
Resaltamos a continuación algunos aspectos del documento “El futuro que
queremos”, que están relacionados con los residuos sólidos:
61. Reconocemos que la adopción de medidas urgentes en relación con las
modalidades de producción y consumo insostenibles, cuando ocurran, sigue
siendo fundamental para ocuparse de la sostenibilidad ambiental y promover la
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 123
conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica y los ecosistemas,
la regeneración de los recursos naturales y la promoción de un crecimiento
mundial sostenido, inclusivo y equitativo.
120. Reafirmamos los compromisos contraídos en el Plan de Aplicación de las
Decisiones de Johannesburgo y en la Declaración del Milenio de reducir a la
mitad, para 2015, la proporción de personas sin acceso al agua potable y a
servicios básicos de saneamiento y de elaborar planes de ordenación
integrada y aprovechamiento eficiente de los recursos hídricos, asegurando el
uso sostenible de esos recursos. Nos comprometemos a hacer efectivo
progresivamente el acceso al agua potable y a servicios básicos de
saneamiento para todos, por ser necesario para lograr la erradicación de la
pobreza y el empoderamiento de las mujeres y para proteger la salud de los
seres humanos, y a mejorar significativamente la ejecución en todos los
niveles, según proceda, de la ordenación integrada de los recursos hídricos. En
este sentido, reiteramos nuestro compromiso de apoyar esos esfuerzos,
especialmente en favor de los países en desarrollo, mediante la movilización
de recursos de todas las fuentes, la creación de capacidad y la transferencia
de tecnología.
218. Reconocemos la importancia de adoptar un enfoque basado en el ciclo de
vida y de seguir elaborando y aplicando políticas para lograr un uso eficiente
de los recursos y una gestión de los desechos ambientalmente racional. En
consecuencia, nos comprometemos a seguir reduciendo, reutilizando y
reciclando (las 3 erres) los desechos y a aumentar la recuperación de energía
procedente de desechos con miras a gestionar la mayor parte de los desechos
mundiales de manera ambientalmente racional y, cuando sea posible,
utilizarlos como recurso. Los desechos sólidos, como los desechos
electrónicos y los plásticos, plantean problemas particulares que se deben
abordar. Pedimos que se elaboren y apliquen políticas, estrategias, leyes y
reglamentos nacionales y locales amplios sobre la gestión de los desechos.
Capítulo 3 124
1.1.13 El Decreto 2981 de 2013 y la Resolución 0754 de 2014
El Decreto 2981 de 2013 Por el cual se reglamenta la prestación del servicio
público de aseo, derogó los Decretos 1713 de 2002, 1140 de 2003 y 1505 de 2003
y el Capítulo I del Título IV del Decreto 605 de 1996, ajustó los componentes del
servicio público de aseo y estableció los lineamientos para su prestación.
En la definición del Ámbito de aplicación, el decreto precisó:
Artículo 1: El presente decreto aplica al servicio público de aseo de que trata la
Ley 142 de 1994, a las personas prestadoras de residuos aprovechables y no
aprovechables, a los usuarios, a la Superintendencia de Servicios Públicos
Domiciliarios, a la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento
Básico, a las entidades territoriales y demás entidades con funciones sobre este
servicio.
Este decreto no aplica a la actividad disposición final, la cual seguirá rigiéndose
por lo dispuesto en el Decreto 838 de 2005 o la norma que lo modifique adicione o
sustituya.
Tampoco aplica a la gestión de residuos peligrosos, la cual se rige por lo dispuesto
en las normas ambientales.
Dentro de las definiciones adoptadas en este Decreto, encontramos:
Plan de gestión integral de residuos sólidos (PGIRS): Es el instrumento de
planeación municipal o regional que contiene un conjunto ordenado de
objetivos, metas, programas, proyectos, actividades y recursos definidos por
uno o más entes territoriales para el manejo de los residuos sólidos, basado en
la política de gestión integral de los mismos, el cual se ejecutará durante un
período determinado, basándose en un diagnóstico inicial, en su proyección
hacia el futuro y en un plan financiero viable que permita garantizar el
mejoramiento continuo del manejo de residuos y la prestación del servicio de
aseo a nivel municipal o regional, evaluado a través de la medición de
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 125
resultados. Corresponde a la entidad territorial la formulación, implementación,
evaluación, seguimiento y control y actualización del PGIRS. (Subrayado fuera
del texto original).
Reciclador de oficio: Es la persona natural o jurídica que se ha organizado de
acuerdo con lo definido en el artículo 15 de la Ley 142 de 199456 y en este
decreto para prestar la actividad de aprovechamiento de residuos sólidos.
Recolección y transporte de residuos aprovechables: Son las actividades
que realiza la persona prestadora del servicio público de aseo consistente en
recoger y transportar los residuos aprovechables hasta las estaciones de
clasificación y aprovechamiento.
El Artículo 3° definió como principios básicos para la prestación del servicio de
aseo, los siguientes: la prestación eficiente a toda la población con continuidad,
calidad y cobertura; obtener economías de escala comprobables; garantizar la
participación de los usuarios en la gestión y fiscalización de la prestación;
desarrollar una cultura de la no basura; fomentar el aprovechamiento; minimizar y
mitigar el impacto en la salud y en el ambiente que se pueda causar por la
generación de los residuos sólidos.
Otros artículos relevantes (para el presente estudio) de este Decreto son:
Artículo 7°. Responsabilidad en el manejo de los residuos sólidos.
La responsabilidad por los impactos generados por las actividades del servicio
56
Artículo 15. De la Ley 142 de 1994 define como Personas prestadoras de servicios públicos a: 15.1. Las empresas de servicios públicos; 15.2. Las personas naturales o jurídicas que produzcan para ellas mismas, o como consecuencia o complemento de su actividad principal, los bienes y servicios propios del objeto de las empresas de servicios públicos; 15.3. Los municipios cuando asuman en forma directa, a través de su administración central, la prestación de los servicios públicos, conforme a lo dispuesto en esta Ley, 15.4. Reglamentada por el Decreto Nacional 421 de 2000; Las organizaciones autorizadas conforme a esta Ley para prestar servicios públicos en municipios menores en zonas rurales y en áreas o zonas urbanas específicas; 15.5. Las entidades autorizadas para prestar servicios públicos durante los períodos de transición previstos en esta Ley; 15.6. Las entidades descentralizadas de cualquier orden territorial o nacional que al momento de expedirse esta Ley estén prestando cualquiera de los servicios públicos y se ajusten a lo establecido en el parágrafo del Artículo 17.
Capítulo 3 126
público de aseo, incluido el aprovechamiento, recaerá en la persona prestadora a
partir del momento en que deba efectuar la recolección, la cual deberá cumplir con
las disposiciones del presente decreto y demás normatividad vigente.
Parágrafo. Cuando se realice la comercialización de residuos sólidos
aprovechables, la responsabilidad por los impactos causados será del agente
económico que ejecute la actividad.
Artículo 11. Programa para la Prestación del Servicio de Aseo. Las personas
prestadoras del servicio público de aseo deberán formular e implementar el
Programa para la Prestación del Servicio acorde con el Plan de Gestión Integral
de Residuos Sólidos del municipio o distrito y/o regional según el caso, la
regulación vigente y lo establecido en este decreto.
Para efectos de la formulación de este programa, las personas prestadoras
definirán: objetivos, metas, estrategias, campañas educativas, actividades y
cronogramas, costos y fuentes de financiación de acuerdo con los lineamientos
definidos por el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio. Este programa
igualmente deberá definir todos los aspectos operativos de los diferentes
componentes del servicio que atienda el prestador, el cual deberá ser objeto de
seguimiento y control por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos.
Parágrafo. El Programa para la Prestación del Servicio de Aseo debe revisarse y
ajustarse de acuerdo con las actualizaciones del PGIRS y ser enviado a la
Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios para su vigilancia y control,
conforme a lo establecido en el artículo 3.4 de la Ley 142 de 1994.
Artículo 15.1. Costos asociados al servicio público de aseo. Los costos asociados
al servicio público de aseo, deberán corresponder a las actividades del servicio
definidas en este decreto (Recolección, Transporte, Barrido, limpieza de vías y
áreas públicas, Corte de césped, poda de árboles en las vías y áreas públicas,
Transferencia, Tratamiento, Aprovechamiento, Disposición final, Lavado de áreas
públicas.).
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 127
Dentro de las Obligaciones de los usuarios para el almacenamiento y la
presentación de residuos sólidos, determinadas en el Artículo 17, se encuentran:
1. Almacenar y presentar los residuos sólidos, de acuerdo a lo dispuesto en este
decreto, en el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos de los municipios o
distritos, en los respectivos programas para la prestación del servicio público de
aseo, aspectos que deben estar definidos en el Contrato de Servicios Públicos.
2. Realizar la separación de residuos en la fuente, tal como lo establezca el Plan
de Gestión Integral de Residuos Sólidos del respectivo municipio o distrito para su
adecuado almacenamiento y posterior presentación.
El Artículo 27. Se refirió a la Recolección separada y precisó:
La recolección de los residuos sólidos ordinarios debe hacerse en forma separada
de los residuos especiales57.
En el caso de los residuos ordinarios y cuando el PGIRS establezca programas de
aprovechamiento, la recolección de residuos con destino a disposición final deberá
realizarse de manera separada de aquellos con posibilidad de aprovechamiento,
implementando procesos de separación en la fuente y presentación diferenciada
de residuos.
Dentro de Requisitos de la actividad de recolección establecidos en el Artículo 28,
encontramos:
3. El servicio de recolección de residuos aprovechables y no aprovechables se
prestará de acuerdo con lo establecido en el PGIRS, de tal forma que no se
generen riesgos a la salud pública.
57
Según las definiciones adoptadas por el Decreto 2981 de 2013, Residuo sólido ordinario es todo residuo sólido de características no peligrosas que por su naturaleza, composición, tamaño, volumen y peso es recolectado, manejado, tratado o dispuesto normalmente por la persona prestadora del servicio público de aseo. Por su parte, el Residuo sólido especial es definido como todo residuo sólido que por su naturaleza, composición, tamaño, volumen y peso, necesidades de transporte, condiciones de almacenaje y compactación, no puede ser recolectado, manejado, tratado o dispuesto normalmente por la persona prestadora del servicio público de aseo.
Capítulo 3 128
De especial interés es el Capítulo VIII de este Decreto 2981, que se refirió a la
Recolección y el transporte selectivo de residuos para aprovechamiento, así:
Artículo 79. Recolección y transporte de residuos para aprovechamiento como
actividad complementaria del servicio público de aseo. Son el conjunto de
actividades complementarias de aseo realizada por la persona prestadora del
servicio público, dirigidas a efectuar la recolección de los residuos sólidos de
manera separada para su transporte hasta las estaciones de clasificación y
aprovechamiento o a las plantas de aprovechamiento.
Parágrafo. La Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico
establecerá la forma de remuneración de la actividad de recolección, transporte
selectivo y clasificación de residuos aprovechables.
Artículo 80. Características de los vehículos de recolección selectiva. Los
vehículos empleados en la recolección y transporte de residuos aprovechables
deberán tener entre otras, las siguientes características:
1. Pueden contar con equipos para compactar algunas fracciones de los
materiales recolectados dependiendo de su naturaleza. En caso de contar con
tales equipos, estos deberán tener un sistema de emergencia que detenga de
forma inmediata la operación de compactación.
2. Los vehículos de transporte deberán ser motorizados, y estar claramente
identificados (color, logotipos, placa de identificación, iconos informativos que
indiquen que se transportan materiales para aprovechamiento, entre otras
características).
3. Los vehículos y/o el personal operativo deberán estar provistos de equipo de
comunicaciones, el cual se utilizará para la logística y coordinación con las otras
actividades del servicio.
4. Los vehículos deberán cumplir con las normas vigentes para emisiones
atmosféricas y ajustarse a los requerimientos de tránsito.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 129
5. Las unidades de almacenamiento de los vehículos destinados al transporte de
fracciones de residuos sólidos orgánicos biodegradables deberán tener depósitos
estancos y permitir su cierre o cubierta, de manera que impidan la fuga y descarga
en la vía pública de los líquidos resultantes, el arrastre y la dispersión de residuos
de material particulado y de olores. Deben contar con un mecanismo que permita
una rápida acción de descarga para los lixiviados en los sitios dispuestos para tal
fin, cuando se trate del transporte de residuos orgánicos.
6. Los equipos deberán posibilitar el cargue y el descargue de los residuos sólidos
almacenados de forma tal que se evite la dispersión de estos y la emisión de
partículas.
7. Los vehículos deberán estar cubiertos durante el transporte, de manera que se
reduzca el contacto con la lluvia y el viento y se evite el esparcimiento y el impacto
negativo visual y estético.
8. Las especificaciones de los vehículos deberán corresponder a la capacidad y
dimensión de las vías públicas.
9. Deberán cumplir con las especificaciones técnicas existentes para no afectar la
salud ocupacional de los conductores y operarios.
10. Deberán estar dotados con los equipos de carretera y de atención de
incendios.
11. Deberán estar dotados de balizas o luces de tipo estroboscópico, ubicadas
una sobre la cabina, así como de luces en la parte trasera del vehículo. Estarán
dotados de elementos complementarios tales como cepillos, escobas y palas para
efectuar la limpieza de la vía pública en los casos de dispersión de residuos
durante la operación de recolección, de forma que una vez realizada la
recolección, no queden residuos diseminados en la vía pública.
12. Los equipos destinados a la recolección deberán tener estribos con superficies
antideslizantes, y manijas adecuadas para sujetarse de tal forma que el personal
pueda transportarse momentáneamente en forma segura.
Capítulo 3 130
Parágrafo. El transporte de residuos aprovechables en vehículos motorizados
podrá combinarse con vehículos de tracción humana para el desarrollo de las
microrrutas de recolección.
El Artículo 82 define como Propósitos fundamentales del aprovechamiento de los
materiales contenidos en los residuos sólidos, los siguientes:
1. Racionalizar el uso y consumo de las materias primas provenientes de los
recursos naturales.
2. Recuperar valores económicos y energéticos que hayan sido utilizados en los
diferentes procesos productivos.
3. Disminuir el consumo de energía en los procesos productivos que utilizan
materiales reciclados.
4. Aumentar la vida útil de los rellenos sanitarios al reducir la cantidad de residuos
a disponer finalmente en forma adecuada.
5. Reducir el caudal y la carga contaminante de lixiviados en el relleno sanitario,
especialmente cuando se aprovechan residuos orgánicos.
6. Disminuir los impactos ambientales, tanto por demanda y uso de materias
primas como por los procesos de disposición final.
7. Garantizar la participación de los recicladores de oficio, en las actividades de
recuperación y aprovechamiento, con el fin de consolidar productivamente estas
actividades y mejorar sus condiciones de vida.
El Artículo 86 se refiere a los Sistemas de aprovechamiento y valorización
regionales, señalando que los municipios o distritos como responsables de
asegurar la prestación del servicio público de aseo, y las personas prestadoras del
servicio y/o los recicladores de oficio debidamente formalizados, pueden optar por
establecer sistemas de aprovechamiento de residuos de carácter regional
incorporando la gestión de residuos aprovechables provenientes de varios
municipios.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 131
El Capítulo IX de este Decreto 2981, estableció como requisitos mínimos para las
Estaciones de clasificación y aprovechamiento, los siguientes:
1. Tener en cuenta para su ubicación los usos del suelo establecidos en las
normas de ordenamiento territorial.
2. La localización y el número de estaciones de clasificación y aprovechamiento
deberá estar sustentada técnicamente en el marco del PGIRS.
3. La zona operativa y de almacenamiento de materiales debe ser cubierta y con
cerramiento físico con el fin de prevenir o mitigar los impactos sobre el área de
influencia.
4. Contar con el respectivo diagrama de flujo del proceso incluida la: recepción,
pesaje y registro.
5. Contar con las siguientes áreas de operación: Recepción, Pesaje, Selección y
clasificación, Procesos para materiales aprovechables, Procesos para materiales
de rápida biodegradación.
6. Contar con instrumentos de pesaje debidamente calibrados de acuerdo con la
normatividad vigente.
7. Contar con un sistema de ventilación y extracción adecuado, que controle la
emisión de olores mediante trampas y sistemas de adsorción.
8. Contar con sistema de prevención y control de incendios.
9. Contar con sistema de drenaje para el control de las aguas lluvias y escorrentía
subsuperficial y sistema de recolección tratamiento de lixiviados cuando sea del
caso.
10. Contar con las autorizaciones a que haya lugar.
11. Las instalaciones deben tener impermeabilización de los pisos y paredes y
deben estar construidas en materiales que permitan su aseo, desinfección
periódica y mantenimiento mediante lavado.
Capítulo 3 132
12. Cumplir con las normas de seguridad industrial.
13. Estar vinculado al servicio público de aseo como usuario, para efectos de la
presentación y entrega de los residuos de rechazo con destino a disposición final.
Los residuos entregados al prestador del servicio deberán ser pesados entregando
al prestador el registro de las cantidades presentadas.
El Título III del Decreto 2981 estableció respecto a la Gestión Integral de
Residuos Sólidos:
Artículo 88. Plan para la gestión integral de residuos sólidos, PGIRS. Los
municipios y distritos, deberán elaborar, implementar y mantener actualizado un
plan municipal o distrital para la gestión integral de residuos o desechos sólidos en
el ámbito local y/o regional según el caso, en el marco de la gestión integral de los
residuos, el presente decreto y la metodología para la elaboración de los PGIRS.
El PGIRS deberá incorporar y fortalecer de manera permanente y progresiva las
acciones afirmativas a favor de la población recicladora. (Subrayado fuera del
texto original).
Así mismo, el PGIRS tendrá en cuenta entre otros, los siguientes lineamientos
estratégicos:
1. Reducción en el origen: Implica acciones orientadas a promover cambios en el
consumo de bienes y servicios para reducir la cantidad de residuos generados por
parte de los usuarios. Incluye el desarrollo de acciones que fomenten el ecodiseño
de productos y empaques que faciliten su reutilización o aprovechamiento, la
optimización de los procesos productivos, el desarrollo de programas y proyectos
de sensibilización, educación y capacitación.
2. Aprovechamiento: Implica el desarrollo de proyectos de aprovechamiento de
residuos para su incorporación en el ciclo productivo con viabilidad social,
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 133
económica y financiera que garanticen su sostenibilidad en el tiempo y evaluables
a través del establecimiento de metas por parte del municipio o distrito.
3. Disposición final de los residuos generados que no puedan ser aprovechados.
La implementación de los programas y proyectos establecidos en el PGIRS
deberá incorporarse en los planes de desarrollo del nivel municipal y/o distrital y
con la asignación de los recursos correspondientes.
La formulación e implementación del Plan para la Gestión Integral de Residuos
Sólidos, PGIRS, estará en consonancia con lo dispuesto en los planes de
ordenamiento territorial y lo establecido en este decreto. La revisión y
actualización es obligatoria y deberá realizarse dentro de los doce (12) meses
siguientes al inicio del período constitucional del alcalde distrital o municipal.
Parágrafo 1°. En los estudios de factibilidad para la elaboración del Plan de
Gestión Integral de los Residuos Sólidos, las autoridades distritales y municipales
deberán garantizar la participación de los recicladores de oficio en la formulación,
implementación y actualización.
Parágrafo 2°. El ente territorial no podrá delegar en la persona prestadora del
servicio público de aseo la elaboración, implementación y actualización de los
PGIRS.
Parágrafo 3°. Los Ministerios de Vivienda, Ciudad y Territorio y Ambiente y
Desarrollo Sostenible deberán adoptar la metodología para la elaboración de los
PGIRS. Mientras se expide la nueva metodología, se seguirá aplicando la
Resolución 1045 de 2003, en lo que no sea contrario a lo dispuesto en el presente
decreto.
Artículo 89. Del interés social y utilidad pública. Las áreas potenciales que la
entidad territorial seleccione y determine de acuerdo con las normas de
ordenamiento territorial para la ubicación de infraestructuras para la provisión del
servicio público de aseo en la actividad complementaria de aprovechamiento,
hacen parte de los bienes y servicios de interés común, los cuales prevalecerán
Capítulo 3 134
sobre el interés particular. La formulación del PGIRS deberá contar con los
estudios técnicos que soporten las decisiones adoptadas.
Artículo 90. Aprovechamiento en el marco de los PGIRS. Los municipios y
distritos al actualizar el respectivo plan de gestión integral de residuos sólidos
(PGIRS) están en la obligación de diseñar, implementar y mantener actualizados,
programas y proyectos sostenibles de aprovechamiento de residuos sólidos. En
desarrollo de esta actividad deberán dar prioridad a los estudios de factibilidad
sobre aprovechamiento de residuos.
Artículo 91. Programa de aprovechamiento. En el marco de la Gestión Integral de
Residuos Sólidos, el municipio o distrito deberá diseñar, implementar y mantener
actualizado un programa de aprovechamiento de residuos sólidos como parte del
Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos (PGIRS). (Subrayado fuera del texto
original).
Parágrafo. A las autoridades ambientales competentes, les corresponde realizar
el control y seguimiento de la ejecución del PGIRS, exclusivamente en lo
relacionado con las metas de aprovechamiento y las autorizaciones ambientales
que requiera el prestador del servicio de aseo, de conformidad con la normatividad
ambiental vigente.
Artículo 92. Viabilidad de los proyectos de aprovechamiento. El ente territorial en
el marco de los PGIRS deberá determinar la viabilidad de los proyectos de
aprovechamiento de residuos, teniendo en cuenta aspectos sociales, económicos,
técnicos, operativos, financieros y comerciales así como los beneficios, entre otros
los ambientales. Para ello deberá considerar, por lo menos, los siguientes
factores:
1. Realización de un análisis de mercado en el cual se evalué como mínimo la
oferta, la demanda, los precios históricos de compra y venta de materiales;
identificación de los actores de la cadena de comercialización y transformación de
material reciclable, que permita estimar la cantidad de residuos a ser incorporados
en el ciclo productivo en un periodo determinado de tiempo.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 135
2. Realización de la cuantificación y caracterización de los residuos para
determinar el potencial de aprovechamiento, de acuerdo con sus propiedades y
condiciones de mercado.
3. Realización del predimensionamiento de la infraestructura y equipos necesarios,
en lo posible considerando por lo menos dos (2) alternativas tecnológicas y
administrativas, apropiadas a las condiciones socioeconómicas del municipio.
Para el efecto se considerará la cantidad y tipo de residuos que se gestionarán en
el proyecto de aprovechamiento, teniendo en cuenta el tipo de producto que el
proyecto ofrecerá en el mercado.
4. Comparación de alternativas a través de indicadores como beneficio/costo,
empleos generados, costos de operación y mantenimiento, ingresos, entre otros.
5. Evaluación de la viabilidad financiera y comercial de la alternativa seleccionada,
para lo cual deberá considerar los costos de inversión, operación, administración y
mantenimiento. Así mismo, deberá incluir los ingresos por concepto de
comercialización de materiales y de tarifas. El análisis deberá ser desarrollado
para un periodo mínimo de diez años, incorporando indicadores financieros como
B/C, VPN y TIR. La viabilidad del proyecto se considera positiva en condiciones de
indiferencia de estos indicadores.
6. En el marco de los PGIRS, el municipio deberá considerar la articulación del
proyecto de aprovechamiento de residuos con los demás componentes del
servicio público de aseo como la presentación de los residuos separados en la
fuente, recolección y transporte selectivo, sensibilización y capacitación en
separación en la fuente.
7. Sensibilización, educación y capacitación a los usuarios del servicio público,
funcionarios de la administración municipal, empleados de las empresas
prestadoras del servicio público de aseo, en temas de competencia de cada grupo
objetivo, que garantice la articulación del esquema de aprovechamiento en el ente
territorial.
Capítulo 3 136
8. El sitio donde se instalará la infraestructura debe ser compatible con los usos
del suelo definidos en las normas de ordenamiento territorial vigentes.
9. El proyecto debe contar con los permisos, concesiones y autorizaciones a que
haya lugar, según lo establecido en la normativa vigente.
10. Estructurar las estrategias para la vinculación de los recicladores de oficio
cuando sea del caso.
Sobre la Gestión diferencial de residuos aprovechables, el Artículo 93 precisó:
Cuando sea viable el desarrollo de proyectos de aprovechamiento, el ente
territorial deberá establecer, acorde con el régimen de servicios públicos, una
estrategia técnica, operativa y administrativa que garantice la gestión diferencial
de residuos aprovechables y no aprovechables. Para ello se deberá tener en
cuenta los siguientes aspectos: (Subrayados fuera del texto original).
1. Desarrollar un programa de separación en la fuente.
2. Implementar rutas de recolección selectiva a través de las cuales podrán
diferenciar los días de recolección y transporte para los residuos aprovechables,
de los residuos con destino a disposición final.
Estas opciones deben ser identificadas y evaluadas en el respectivo PGIRS de
cada municipio o distrito.
Parágrafo 1°. Es deber de los usuarios realizar separación en la fuente cuando se
haga recolección selectiva de residuos sólidos aprovechables, de acuerdo con las
condiciones establecidas por los respectivos Planes de Gestión Integral de
Residuos Sólidos-PGIRS y el Programa de Prestación del Servicio.
Parágrafo 2°. Es deber del ente territorial, dentro de su responsabilidad como
garante de la prestación del servicio público de aseo, incorporar las condiciones
técnicas y operativas que permitan el desarrollo del esquema de aprovechamiento
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 137
y valorización de residuos definidos en el PGIRS y el Programa de Prestación del
Servicio.
Sobre el Fortalecimiento del aprovechamiento el Artículo 94 estableció:
Con el objeto de fomentar y fortalecer el aprovechamiento de los residuos sólidos,
en condiciones adecuadas para la salud y el medio ambiente, el Ministerio de
Ambiente y Desarrollo Sostenible en coordinación con el Ministerio de Vivienda,
Ciudad y Territorio, con apoyo de la industria y la participación de las
universidades y/o centros de investigación y otras entidades estatales, podrán
adelantar estudios de valoración de residuos potencialmente aprovechables, con
el fin de promocionar la recuperación de nuevos materiales, disminuir las
cantidades de residuos a disponer y reunir la información técnica, económica y
empresarial necesaria para incorporar dichos materiales a los procesos
productivos.
El Artículo 96 definió entre otras, las siguientes Obligaciones de los municipios
y distritos:
1. Garantizar la prestación del servicio público de aseo en el área de su territorio
de manera eficiente.
2. Definir el esquema de prestación del servicio de aseo y sus diferentes
actividades de acuerdo con las condiciones del mismo.
3. Formular y desarrollar el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos de
acuerdo con lo definido en este decreto.
4. Definir las áreas para la localización de estaciones de clasificación y
aprovechamiento, plantas de aprovechamiento, sitios de disposición final de
residuos y estaciones de transferencia, de acuerdo con los resultados de los
estudios técnicos, requisitos ambientales, así como en el marco de las normas
urbanísticas del respectivo municipio o distrito.
Capítulo 3 138
5. Adoptar en los PGIRS las determinaciones para incentivar procesos de
separación en la fuente, recolección selectiva, acopio y reciclaje de residuos,
como actividades fundamentales en los procesos de aprovechamiento de residuos
sólidos.
9. Formalizar la población recicladora de oficio, para que participe de manera
organizada y coordinada en la prestación del servicio público que comprende la
actividad complementaria de aprovechamiento, con el fin de dar cumplimiento a lo
previsto en este decreto y en la regulación vigente.
10. Adoptar y fortalecer las acciones afirmativas en favor de la población
recicladora.
11. Adelantar la actualización del censo de recicladores en su territorio, así como
identificarlos y carnetizarlos con el fin de identificar la población objetivo y focalizar
las acciones afirmativas para esta población vulnerable.
(Subrayados fuera del texto original).
1.2 Lineamientos y directrices regionales
Si bien es cierto que los lineamientos y las directrices del orden nacional se dirigen
básicamente a los municipios como entes territoriales responsables de la
prestación del servicio público de aseo, y de la formulación e implementación de
los Planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos, también es cierto que en los
últimos años se viene haciendo referencia a la necesidad de incentivar e
implementar intervenciones regionales en materia de gestión de residuos.
En el País, según el Informe de Disposición Final de residuos sólidos en Colombia
2013, realizado por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios,
existen 90 sistemas de disposición final regionales, de los cuales se sirven 733
municipios.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 139
La región del Valle de Aburrá ha implementado desde la década del 80 del siglo
pasado, soluciones regionales al tema de la disposición final de los residuos
sólidos, primero con el Relleno sanitario Curva de Rodas y desde el año 2003 con
el Relleno sanitario La Pradera.
Ahora bien, aunque estas intervenciones regionales han estado concentradas en
la disposición final de los residuos sólidos, con la formulación e implementación
del Plan Maestro para la Gestión Integral de Residuos para el Valle de Aburrá,58
realizado en el año 2001 y adoptado oficialmente en el 2004, y posteriormente con
el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Regional del Valle de Aburrá
2005-202059, podría afirmarse que se dio inicio a una nueva etapa, en la cual, la
gestión de los residuos sólidos de la región comenzó a ser asumida un poco más
allá de la simple disposición final en rellenos sanitarios.
1.2.1 El Relleno sanitario Curva de Rodas y la primera “solución regional”
1984-2003
El basurero de Moravia, antiguo sitio de disposición final de los residuos sólidos de
la ciudad de Medellín60, epicentro del Valle de Aburrá, funcionó como botadero a
cielo abierto desde la década del 70 del siglo pasado hasta 1984.
Según Empresas Varias de Medellín E.S.P61 (2014), en el año de 1978 Planeación
Departamental de Antioquia contrató con la asesoría de la Escuela Federal de
Lausana, Suiza, la realización de un estudio sobre los desechos sólidos y su
58
Este Plan fue adoptado mediante Resolución N. 00008 del 07 de enero de 2004 del Área Metropolitana del Valle de Aburrá y, es aplicable a generadores y a todos aquellos que realicen almacenamiento, tratamiento y aprovechamiento de residuos sólidos en jurisdicción de esta autoridad ambiental. 59
El PGIRS Regional fue adoptado mediante Acuerdo Metropolitano N. 04 de 2006. 60
Este basurero fue creado oficialmente, según la investigación “Moravia: Memorias de un Puerto Urbano” (2005, p.21), como consecuencia de la declaración de un terreno del barrio Moravia como bien de uso público, realizada por el Concejo de Medellín a través del Acuerdo Nº 03 de 29 de abril de 1977, y en el cual se dispuso que las basuras de la ciudad dejaban de arrojarse al río y comenzaban a depositarse en ese terreno. 61
Empresa estatal prestadora del servicio público domiciliario de aseo en la ciudad de Medellín y encargada de la operación del Relleno sanitario Curva de Rodas desde 1988 y del actual Relleno “La Pradera”.
Capítulo 3 140
disposición final para la ciudad de Medellín y su Área Metropolitana, el cual
terminó en 1980.
Los resultados de dicho estudio quedaron plasmados en el informe denominado
“Estudio sobre recolección, tratamiento y disposición final de desechos sólidos en
el Área Metropolitana y Oriente Cercano”, que sirvió como base para los diseños
definitivos del Relleno Sanitario Curva de Rodas, los cuales fueron encomendados
bajo contrato en Septiembre de 1982 a la firma “Compañía Colombia de
Consultores”, quien contó con la asesoría de una prestigiosa firma a nivel mundial
en el campo de los Rellenos sanitarios como es la “Greeley and Hansen” de
Chicago, USA.
El 23 de noviembre de 1984 comenzaron las operaciones en el Relleno sanitario
Curva de Rodas, ubicado a 10 kilómetros de la ciudad de Medellín, en un terreno
de 62 hectáreas y en jurisdicción de los municipios de Bello y de Copacabana.
Durante su primer año de operaciones el Relleno recibió aproximadamente 200 mil
toneladas de residuos sólidos procedentes de Medellín y otros tres municipios del
Valle de Aburrá.
El Relleno Sanitario Curva de Rodas fue una de las primeras obras de este
género que se construyeron en Colombia, lo que convirtió a Medellín en su
momento en un referente en la disposición de las basuras generadas.
Ahora bien, aunque el diseño original del Relleno Sanitario contempló una vida útil
de 12 años (de noviembre de 1984 a marzo de 1996), varios factores optimizaron
su operación e incrementaron su viabilidad hasta comienzos de 2003, como
fueron, la adquisición de otro lote (que lo amplió a 73 hectáreas), la prolongación
del box- coulvert, el aumento de la densidad de compactación, los estudios
realizados y las acciones implementadas.
Pese a ello, el cierre del Relleno Curva de Rodas se hizo inminente para el año
2003, pues ya la Autoridad Ambiental competente (la Corporación Autónoma
Regional del Centro de Antioquia, CORANTIOQUIA) había proferido desde el
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 141
1999 varias Resoluciones que ordenaban el cierre definitivo y la consecución
definitiva de otros sitios de disposición final.
Es de anotar que al momento de ordenar el cierre definitivo del Relleno Curva de
Rodas, ni Empresas Varias de Medellín como prestadora del servicio ni las
entidades territoriales del Valle de Aburrá, como responsables de garantizar la
prestación del servicio de aseo, contaban con un plan de contingencia, o alguna
medida o alternativa para enfrentar la crisis ambiental y sanitaria que se
aproximaba sin reservas.
Este hecho puso en evidencia que para entonces y en materia de gestión de
residuos sólidos, en el Valle de Aburrá muchas de las medidas eran improvisadas
y se configuraban en un contexto de emergencias, como lo demuestra el hecho
que el nuevo sitio de disposición final de los residuos sólidos generados en la
Metrópoli antioqueña (ubicado en la vereda La Pradera, en jurisdicción del
municipio de Donmatías), tomara por sorpresa incluso a muchos de los lugareños
que en contados meses y sin previo aviso ni consulta, tendrían como vecinos a los
desechos de la gran ciudad.
1.2.2 El Plan Maestro para la Gestión Integral de Residuos sólidos y similares
en el Valle de Aburrá 2003-2020
El Plan Maestro como un programa estratégico
El Plan Estratégico Ambiental Metropolitano 2003-2012, formulado por el Área
Metropolitana del Valle de Aburrá como ente planificador del territorio bajo su
jurisdicción y como autoridad ambiental en la zona urbana de los municipios que la
conforman, concibe en su estructura de gestión, al manejo de los residuos como
un programa estratégico. En este sentido, el Plan Maestro de Residuos Sólidos es
valorado como una herramienta de planificación regional para el Valle de Aburrá.
El Plan Maestro de Residuos Sólidos Metropolitano engloba el Plan de Gestión
Integral de Residuos Sólidos (PGIRS) que, en lo local, es responsabilidad de cada
Capítulo 3 142
municipio; el Plan de Manejo Integral de Residuos Sólidos (PMIRS), regulador de
los componentes de generación, aprovechamiento, tratamiento y
almacenamiento (Res 526/2004); y el Plan de Gestión Integral de Residuos
Hospitalarios y Similares (PGIRHS), según pautas normativas vigentes.
Formulación del Plan Maestro de Residuos Sólidos
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá, en consonancia con las disposiciones
nacionales en la materia (el Plan Nacional para el impulso de la Política de
Residuos de 2001 sugería entre sus estrategias la formulación de este tipo de
planes), formuló del Plan Maestro para la Gestión Integral de los Residuos Sólidos
(PMGIRS)62, mediante el cual se buscaba desarrollar e implementar en los
generadores y en las empresas ubicadas en el Área Metropolitana del Valle de
Aburrá, tanto comerciales como industriales, que realizaran almacenamiento,
tratamiento y aprovechamiento de residuos sólidos, principios y pautas de
planeación que redundaran en un manejo adecuado de estos residuos.
Según la investigadora Lina Varón (2011, p.32), El PMGIRS se convirtió en una
herramienta de avance en el trabajo sectorial de la región y aportó elementos para
la estructuración de la Resolución Metropolitana 10202-000526 del 2004 sobre los
Planes de Manejo Integral de Residuos Sólidos (PMIRS)63, a través de los cuales
se comprometía a los diferentes actores y generadores involucrados en la gestión
de residuos, con el manejo adecuado de éstos de acuerdo a la normatividad
vigente.
62
Este Plan Maestro fue adoptado a través de la Resolución Metropolitana N. 00008 de enero 07 de 2004. 63
Esta Resolución Metropolitana reconoció la responsabilidad de los generadores de residuos en su manejo y los involucró en la formulación e implementación de programas y proyectos para el manejo adecuado de los residuos sólidos. Sin embargo, en el año 2007 se expide la Resolución Metropolitana 879 por medio de la cual se excluye a los generadores domésticos de la responsabilidad de formular e implementar Planes de Manejo Integral de Residuos Sólidos (PMIRS) y se adopta el Manual para el Manejo Integral de Residuos Sólidos del Valle de Aburrá como un instrumento de autorregulación y autogestión. Su derogación, dejó en manos de las Secretarías de Medio Ambiente Municipales la legislación de los residuos sólidos domiciliarios.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 143
Con el Plan Maestro para la Gestión Integral de Residuos para el Valle de Aburrá
y con la figura de los Planes de Manejo Integral de Residuos Sólidos PMIRS que
trajo consigo, las intervenciones de carácter regional relacionadas con los residuos
sólidos, comenzaron a tener una visión más amplia, pues el problema al que se
pretendía responder con ellos no era sólo al de la disposición final de los residuos
de la región sino al del adecuado manejo de los mismos para reducir los residuos
desechados o mal dispuestos y así prevenir afectaciones a la salud y a los
recursos naturales.
Sobre los objetivo del Plan Maestro de Residuos
El objetivo general de este Plan Maestro apunta a proponer herramientas de
planeación, de gestión y de procedimientos para el manejo integral de los
residuos sólidos en el Valle de Aburrá.
Los objetivos específicos propugnan por la adopción de la política para la gestión
integral de los residuos sólidos; por la minimización de la generación y la
maximización de los aprovechamientos; por el fortalecimiento de la separación
en la fuente; por el ajuste de la prestación del servicio de recolección y
transporte a los lineamientos del PMIRS; por la construcción de acuerdos
para el manejo regional de los residuos sólidos en el Valle de Aburrá; por el
estímulo a las actividades organizadas de recuperación y reciclaje de residuos
sólidos; por incentivar la investigación e innovación tecnológica en las áreas
de aprovechamientos y tratamientos; por la adecuación de sitios de
contingencia para responder a eventuales emergencias; por fortalecer una cultura
ambiental para el MIRS; y por la generación de condiciones para el cambio de
hábitos de consumo.
Capítulo 3 144
1.2.3 El Relleno sanitario “La Pradera” y el Plan de Gestión Integral de
Residuos Sólidos Regional del Valle de Aburrá 2005-2020
En medio de la improvisación y de muchas inquietudes respecto a los criterios y
medidas para la definición de los sitios de disposición final de residuos sólidos,
sobre todo entre aquellos que se vieron afectados y no compensados ni
indemnizados por los efectos de la construcción y puesta en marcha del Relleno
sanitario “La Pradera” (comunidades de las veredas contiguas a la vereda La
Pradera pero con jurisdicción en los municipios de Santo Domingo y de
Barbosa64), desde mediados del año 2003 comenzó a operar el Relleno sanitario
La Pradera, bajo la figura de relleno de contingencia65, para dar respuesta a la
emergencia sanitaria ocasionada en los municipios del Valle de Aburrá por el
cierre inaplazable del Relleno Curva de Rodas y por la ausencia de medidas de
contingencia o de alternativas para hacer frente a esta situación.
En términos precisos, el Relleno Sanitario La Pradera, construido en jurisdicción
del municipio de Donmatías, a una distancia de 57 kilómetros de la ciudad de
Medellín, entró en operación el 6 de junio del año 2003.
Ahora, según información de la Superintendencia de Servicios Públicos
Domiciliarios (2013 pp. 38,45), entre el año 2012 y el 2013 este Relleno sanitario
atendió a 21 municipios, en él fueron dispuestas 2.232,13 Ton/día66
64
La licencia ambiental que autorizó la construcción y operación del Relleno sanitario La Pradera (Resolución 5288 de 2002) restringió el área de influencia e impacto directo del Proyecto a las veredas ubicadas en jurisdicción del municipio de Donmatías. Por Acción de Tutela interpuesta por comunidades afectadas pero ubicadas en jurisdicción de los municipios de Barbosa y Santo Domingo, la licencia ambiental del Relleno fue modificada diez años después mediante la Resolución 040-1305 de 2013, en la cual se amplió el área geográfica real de impacto del Relleno, para proceder así con las compensaciones ambientales y sociales a las que haya lugar en estas comunidades por la operación del Relleno sanitario La Pradera. 65
La licencia ambiental inicialmente otorgada por CORANTIOQUIA a Empresas Varias de Medellín E.S.P y al Área Metropolitana del Valle de Aburrá con la Resolución 5288 de Julio 3 de 2002 para la operación del Relleno sanitario La Pradera, se denominó de contingencia ya que mediante ella se pretendía resolver para un periodo máximo de 30 meses la problemática presentada por los residuos sólidos en el Valle de Aburrá, y debido también, a que en ese tiempo (30 meses) Empresas Varias debería adelantar los estudios para obtener la licencia definitiva para garantizar la operación del Relleno durante toda su vida útil. 66
Según el mismo informe de la Superintendencia (2013, p.14), el total de residuos sólidos presentados al servicio público de aseo a nivel nacional, entre el 2012 y el 2013, ascendió a 26.726 Ton/día.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 145
(constituyéndose, a nivel nacional y, después del Relleno sanitario doña Juana, en
el segundo sistema regional de disposición final de residuos que más toneladas
recibe al día) y, basados en la última licencia ambiental (otorgada en el año
200567), tiene una vida útil proyectada hasta noviembre de 2018.
Algunos meses después de iniciadas las operaciones en el Relleno sanitario La
Pradera, el Ministro de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial expidió la
metodología para la elaboración de los Planes locales o regionales de Gestión
Integral de Residuos Sólidos mediante la Resolución 1045 de 2003.
Esta Resolución abrió un nuevo espacio de planificación dentro de la gestión de
los residuos sólidos a nivel Nacional, ya que buscaba a través de la elaboración de
los Planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos (PGIRS), la formulación de un
conjunto ordenado de objetivos, metas, programas, proyectos y actividades para la
prestación del servicio de aseo en el marco de la gestión integral de los residuos
sólidos.
Según los ingenieros Aníbal Sepúlveda y Rubén Agudelo (2007, p.8), el 28 de julio
de 2004 los alcaldes de los municipios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá
y el municipio de Envigado por Convenio entre el Área Metropolitana del Valle de
Aburrá y CORANTIOQUIA68, aprobaron en conceso la formulación de un Plan de
Gestión Integral de Residuos Sólidos Regional del Valle de Aburrá (PGIRS-R)
para el periodo 2005-2020, como la mejor alternativa para abordar la problemática
sanitaria y ambiental suscitada en los últimos tiempos en relación con el manejo
de los residuos sólidos.
67
Mediante Resolución N° 7998 del 16 de Noviembre de 2005, CORANTIOQUIA aprobó la solicitud de modificación de la licencia ambiental hecha por Empresas Varias de Medellín E.S.P, otorgando una continuidad del Relleno sanitario equivalente al término que defina su capacidad, en el marco de una operación coherente con lo establecido en la Resolución original y sus posteriores modificaciones. 68
Ya que el municipio de Envigado no pertenece al Área Metropolitana del Valle de Aburrá y la autoridad ambiental en su área urbana y rural es CORANTIOQUIA.
Capítulo 3 146
Para implementar la Metodología planteada en la Resolución 1045 para la
elaboración del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Regional del Valle
de Aburrá, el Área Metropolitana realizó en el año 2004 un Convenio con la
Asociación de Ingenieros Sanitarios y Ambientales de Antioquia (AINSA) y la
Universidad de Antioquia (Convenio N. 325 de 2004), que dio lugar a la
conformación de un equipo interdisciplinario de más de 30 profesionales y
asesores que trabajaron alrededor de 22 meses en la formulación de este Plan.
Según el Artículo 1 del Acuerdo Metropolitano N. 4 de 2006, mediante el cual se
adopta el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Regional del Valle de
Aburrá como el plan estratégico para la gestión de los Residuos Sólidos para un
período de 15 años, dicho Plan está compuesto por : Introducción; Antecedentes;
Diagnóstico; Visión Regional; Proyecciones; Formulación del Plan con los
siguientes subcapítulos: Análisis Brecha, Objetivos Nacionales, Regionales y
Municipales, Proceso participativo, Líneas estratégicas, Programas y
Proyectos; Componentes Estratégicos del Plan; Sistema de Información Regional
para la Gestión Integral de Residuos Sólidos; Plan Financiero Viable; Plan
Regional de Emergencias y Contingencias; Plan de Seguimiento y
Monitoreo; Conclusiones y Recomendaciones.
A continuación se retoman y resaltan los aspectos de este Plan de Gestión de
Residuos que, bien podrían permitir una identificación del enfoque de gestión de
residuos que ha sido adoptado en la región del Valle de Aburrá por las autoridades
ambientales y las entidades territoriales.
Desde la Presentación de este Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos
Regional del Valle de Aburrá (PGIRS-R), se hace explícito que el mismo se
enmarca en el conjunto de preceptos, directrices constitucionales y legales,
lineamientos de política y normas regulatorias, expresas en la Política
Nacional de 1997, el Decreto 1713 de 2002 y la Resolución 1045 de 2003
del Ministerio del Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 147
Sobre el Diagnóstico del PGIRS Regional
El Diagnóstico del Plan, se orientó hacia la documentación de la línea base de la
Gestión de Residuos en la región. Para ello, concentró la atención en la
información territorial, ambiental, socioeconómica, financiera, institucional y
técnico operativa de los municipios del Valle de Aburrá, que permitiera identificar
las debilidades, oportunidades y necesidades de la región, respecto a una gestión
de los residuos conforme a los principios de la Política Nacional y la gestión
ambiental definida por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.
De manera amplia y detallada se documentaron las características climatológicas,
hidrológicas y geológicas del Valle de Aburrá, así como los usos del suelo, los
ecosistemas estratégicos y el sistema vial, para determinar con ellas el diagnóstico
territorial regional.
Para el diagnóstico ambiental, se realizó una descripción de los impactos
ambientales ocasionados a los municipios del Valle de Aburrá y generados por
cada una de las fases del servicio público de aseo (Generación, Almacenamiento
y presentación, Recolección y Transporte, Limpieza y barrido de áreas públicas,
Estaciones de transferencia, Aprovechamiento, Tratamiento de residuos sólidos,
Disposición final). También se describió el sistema de gestión ambiental de los
entes territoriales y/o de los prestadores del servicio de aseo, y se abordaron las
autorizaciones otorgadas por las autoridades ambientales competentes para el
funcionamiento del sitio de disposición final de los residuos, las estaciones de
transferencia y las unidades de aprovechamiento.
El diagnóstico ambiental se detiene en la disposición final e indaga por la vida útil
de los rellenos sanitarios en la Región, por las afectaciones que los mismos
generan a las comunidades cercanas a estos sitios y a las fuentes de agua a
través de los lixiviados.
Capítulo 3 148
Respecto a las afectaciones generadas por la Transformación de residuos como
una de las fases del servicio de aseo (Diagnóstico, p.101), llama la atención que
se señale:
“Para los recuperadores informales y formales esta actividad de
trasformación de residuos genera gran cantidad de empleos; pero se debe
considerar la apropiación que ellos hacen, temporalmente, de buena parte
del espacio público para la separación de materiales previa a la venta,
especialmente en algunas zonas sobre todo de Medellín (Laureles, San
Juan, El Bosque), dejando las calles llenas de residuos y generando una
mala imagen para la ciudad”.
En el diagnóstico socioeconómico fueron considerados aspectos como la salud, la
educación, el ingreso per cápita, los ingresos municipales, los indicadores de
necesidades básicas insatisfechas, la estratificación socioeconómica de los
municipios y las principales actividades económicas desarrolladas en el Valle de
Aburrá. Del mismo modo, se hizo referencia a la capacidad y la disponibilidad de
pago de los usuarios del servicio de aseo, y se identificaron las organizaciones de
recicladores de la Región, los comités de desarrollo y control social y las redes
sociales en función de la participación ciudadana y la protección del medio
ambiente.
El diagnóstico técnico operativo se remitió a la prevención realizada desde la
educación ambiental, estableció el total de usuarios del servicio de aseo en la
Región así como la producción mensual de residuos por sector generador.
Describió además, cómo es el almacenamiento y la presentación de residuos,
cómo la prestación del servicio de recolección y transporte de los residuos sólidos,
cuál la cobertura del servicio, el estado de las vías, la accesibilidad, las
frecuencias de recolección, el parque automotor y los indicadores del servicio de
recolección y transporte.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 149
Este diagnóstico también hizo una descripción del servicio de barrido y limpieza de
áreas públicas, describió y analizó el estado y las posibilidades del
Aprovechamiento de orgánico e inorgánicos en la Región, señaló el tratamiento
dado en cada municipio del Valle de Aburrá a los residuos hospitalarios y
peligrosos, y finalmente se refirió la disposición final, analizando la situación del
país y la región en este aspecto.
En el caso específico del aprovechamiento de inorgánicos, se estableció:
“El aprovechamiento del papel, cartón, vidrio, metal y plásticos se viene
realizando por particulares que desarrollan esta actividad de manera
informal, sin las condiciones adecuadas de salud ocupacional, servicios de
salud, educación y condiciones laborales (sector informal) y por empresas
prestadoras de servicio, dándose poca articulación con los responsables de
la recolección y transporte. Es fundamental conocer la dinámica actual de
las cadenas de reciclaje, con el fin de desarrollar instrumentos y estrategias
para su fortalecimiento e incremento del porcentaje de material
aprovechado, con énfasis en la eliminación de la informalidad. Entre otros
aspectos, en la actualidad, no se conoce con claridad la demanda real y
potencial de estos materiales, aspectos necesarios para establecer los
lineamientos de política e incentivos adecuados que promuevan el
desarrollo de esta actividad a mayor escala”.(pp.285-286)
Respecto al análisis de la situación de la disposición final de residuos en la
Región, es importante resaltar la siguiente afirmación:
Todos los estudios, censos, e investigaciones realizadas en los últimos 4
años en la región del Valle de Aburrá, permiten estimar que la cantidad hoy
desviada del Relleno sanitario, está soportada por el trabajo de toda la
población recicladora, que labora diariamente aprovechando estos
residuos, como medio de subsistencia, pero generando simultáneamente
Capítulo 3 150
valores agregados de ahorros económicos tangibles del orden de 7000
millones de pesos mensuales, representados en la no recolección,
transporte, selección, comercialización y disposición final de las 9200
toneladas que ellos recuperan informalmente.
Las dimensiones de este aprovechamiento a ningún costo para las
empresas de aseo, para instituciones de la región, los beneficios
ambientales y sociales que se obtienen, así como los costos que tendría
recuperar estos residuos reciclables mediante rutas selectivas y plantas de
separación convencionales, constituyen argumento suficiente para la
formulación de metas y proyectos específicos dentro del PGIRS Regional,
que propendan por la dignificación del oficio del reciclador, su desarrollo
humano y la mejora significativa de sus ingresos económicos. Estas
condiciones, son favorecidas hoy en Colombia, por políticas, leyes y
decretos específicos, que establecen deberes de la nación, de los
municipios y de las autoridades ambientales, para mejorar las condiciones
de vida de los recuperadores del Valle de Aburrá (pp.435-436).
El diagnóstico institucional contempló a su vez un diagnóstico administrativo, un
diagnóstico del sistema financiero y económico y un diagnóstico del sistema
comercial, en relación con la prestación del servicio de aseo.
Mediante este diagnóstico se pudo establecer que en la Región el sector privado
tiene una participación importante en la prestación del servicio público de aseo, ya
que de los 10 municipios que integran el Valle de Aburrá, 7 de ellos lo hacen a
través de Empresas Mixtas en las cuales más del 50% de las acciones
corresponden al grupo empresarial Ethuss.
Al respecto, señala el diagnóstico:
“De la distribución de propiedad en las empresas municipales se deduce
que su orientación está determinada principalmente por los intereses de las
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 151
empresas del grupo empresarial referido, en el marco de la Ley de servicios
públicos, dando lugar a la preponderancia de criterios privados de
conveniencia exclusivamente económica en la valoración de los diferentes
proyectos que pudiera concebir cada municipalidad para desarrollar a
través de su empresa de aseo hacia la gestión integral de los residuos
sólidos” (p.407).
El diagnóstico institucional permitió además, identificar otras organizaciones
(distintas del Municipio y de la empresa prestadora del servicio de aseo) que
participan en el manejo de los residuos, y entre ellas, reconoció a las
organizaciones de recicladores, como se muestra a continuación:
“De manera dispersa, algunas organizaciones de recuperadores y grupos
informales actúan en los componentes no regulados del servicio público,
contribuyendo a la recolección, aprovechamiento y transformación de
residuos con potencial comercial de reciclaje, tales como plásticos, vidrio,
papel, metales, etc.. Se contabilizan cerca de 350 recuperadores
organizados a través de 5 entidades de Medellín con posicionamiento en
nichos específicos de mercado y figuras jurídicas diversas (asociación,
precooperativa, cooperativas, corporación y fundación). Fuera de Medellín
cerca de 200 personas operan alrededor de precooperativas (La Estrella y
Medellín69), cooperativas (Sabaneta y Copacabana) y una corporación
(Caldas). De Itagüí y Girardota no se tiene registro de organizaciones
formales, mientras que se carece de información al respecto de parte de
Barbosa y Bello.” (p.407).
69
Debería ser “La Estrella y Envigado”, pues corroborando la información hay para la fecha del estudio (2005) una precooperativa en el municipio de Envigado (Preambiental, que en el año 2007 se transformó en Cooperativa) y, además, por redacción del aparte no es lógico afirmar que es Medellín cuando se está haciendo referencia a los demás municipios del Valle de Aburrá.
Capítulo 3 152
Sobre la Visión Regional del PGIRS-R
La formulación del PGIRS Regional contempló entre sus objetivos específicos,
la construcción colectiva de una visión regional para orientar, articular y
fundamentar la concepción misma del Plan.
Un trabajo articulado entre las autoridades ambientales y los entes territoriales de
la Región, acompañados de expertos en temas ambientales y de construcción de
visión regional, se logró definir como Visión regional para la Gestión Integral de
Residuos Sólidos en el Valle de Aburrá, la siguiente:
En 2020, la zona metropolitana del Valle de Aburrá, tendrá:
• Una gestión por componente y por tipo de residuos,
• Con identificación de su origen y destino,
• Liderada por la Autoridad Ambiental Urbana, con el acompañamiento de los
municipios,
• Coordinada con las demás Autoridades Ambientales del Departamento y el
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial,
• Con competencias y responsabilidades definidas de cobertura, eficiencia y
calidad óptima para las Empresas Prestadoras del Servicio de Aseo,
• Con amplia participación informada de toda la ciudadanía y demás actores,
• Fiel a los principios de solidaridad y compensación para las regiones que
proveen servicios ambientales al Valle de Aburrá,
• Con conciencia de recursos naturales escasos, para minimizar la generación de
residuos sólidos, las cantidades en disposición final y los impactos ambientales,
para maximizar los aprovechamientos, basada en la educación, la investigación, la
ciencia y la tecnología, para generar empresa, crecimiento económico y equidad
social,
• Con soluciones ambientalmente eficientes, económicamente viables y
socialmente aceptadas.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 153
Sobre el PGIRS-Regional y su estructura
El PGIRS Regional consta de siete líneas estratégicas, cada una de las cuales se
instrumentaliza en dos estrategias fundamentales, y sobre éstas se identifican, a
su vez, los objetivos, a partir de los cuales se formulan los programas y proyectos
que integran el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Regional del Valle de
Aburrá.
Las líneas estratégicas, las estrategias y los objetivos generales:
Línea Estratégica 1: Gestión Integral de los Residuos Sólidos
Estrategia 1.1: Manejo integral de los residuos sólidos
Objetivo 1.1: Minimizar la cantidad de residuos generados que llegan a disposición
final
Estrategia 1.2: Gestión de los residuos por tipo y por componente
Objetivo 1.2: Obtener bases ciertas para la gestión integral de los residuos sólidos.
Línea Estratégica 2: Construcción de solidaridad y equidad entre regiones para
el incremento de la competitividad
Estrategia 2.1: Fomento de las alianzas estratégicas
Objetivo 2.1: Fomentar procesos empresariales que estimulen las alianzas entre
municipios y privados para el fortalecimiento de la gestión integral de los residuos
y la generación de oportunidades de crecimiento con proyectos de alcance
regional o subregional.
Estrategia 2.2: Valoración de los ecosistemas estratégicos, patrimonio cultural y
servicios ambientales de las regiones
Objetivo 2.2: Investigar, diseñar, divulgar y aplicar metodologías de valoración
económica, social y ambiental de los ecosistemas de las regiones, como
mecanismo de reconocimiento patrimonial municipal y negociación de servicios
ambientales para proyectos de Gestión Integral de Residuos Sólidos.
Capítulo 3 154
Línea Estratégica 3: Hacia la gestión y desarrollo social con responsabilidad de
los actores.
Estrategia 3.1: Educación ambiental para la Gestión Integral de los Residuos
Sólidos
Objetivo 3.1:
1). Diseñar y ejecutar programas de alcance regional de educación no formal e
informal en el manejo integral de los residuos sólidos con énfasis en participación,
deberes y derechos de municipios, comunidad, Empresa de Servicio Público de
Aseo y aprovechamiento.
2). Concertar directrices regionales para procesos educativos formales en Gestión
Integral de Residuos Sólidos.
Estrategia 3.2: Participación ciudadana y relaciones transparentes
Objetivo 3.2: Fomentar, acompañar y monitorear, con los municipios, procesos
organizativos ciudadanos para el control y promoción social de las Empresa de
Servicio Público de Aseo y aprovechamiento de residuos.
Línea Estratégica 4: Modernización empresarial, asociatividad y empresarismo
como alternativa complementaria para el desarrollo regional.
Estrategia 4.1: Asociatividad, Empresarismo y Producción sostenible
Objetivo 4.1: Fomentar la creación de organizaciones con principios de equidad,
estructura y visión empresarial, que valore las experiencias informales en
recuperación y aprovechamiento de residuos reciclables y orgánicos.
Estrategia 4.2: Buenas Prácticas Empresariales
Objetivo 4.2: Fomentar y estimular el diseño, adopción de los códigos de buen
gobierno y responsabilidad social de las empresas existentes y nuevas de Aseo y
aprovechamiento de Residuos Sólidos en la región del Valle Aburrá.
Línea Estratégica 5: Investigación y desarrollo tecnológico regional para la
gestión de los residuos sólidos.
Estrategia 5.1: Investigación y Desarrollo (I &D) y sistemas de gestión Tecnológica
Regional.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 155
Objetivo 5.1: Evaluar la viabilidad del diseño, creación y puesta en marcha, de
Centro Piloto regional de Investigación formación y entrenamiento especializado,
en proyectos de aseo, valorización y aprovechamiento de todos los tipos de
residuos, que valore y sistematice todos los estudios y desarrollos que sobre el
tema existen en la región.
Estrategia 5.2: Investigación para el desarrollo organizativo empresarial
Objetivo 5.2: Investigar, documentar e implementar procedimientos tendientes al
desarrollo organizativo y económico de las empresas de Aseo, el tratamiento y
aprovechamiento de los reciclables y orgánicos.
Línea Estratégica 6: Valoración Económica, Recursos y Finanzas
Estrategia 6.1: Instrumentos Económicos
Objetivo 6.1: Formular programas para el diseño, sustentación, y aplicación de
instrumentos económicos, que faciliten los procesos de negociación concertada,
entre regiones y municipios, que actúan bajo los principios de solidaridad y
equidad.
Estrategia 6.2: Creación de fondos mixtos para proyectos regionales de Gestión
Integral de Residuos Sólidos
Objetivo 6.2: Promover la creación de fondos especiales de inversión público
privada que aproveche todos los estímulos fiscales que tiene el país, Europa y
EEUU, para financiar proyectos y empresas de riesgo en Gestión Integral de
Residuos.
Línea Estratégica 7: Gobernabilidad Municipal, Liderazgo y Desarrollo
Institucional.
Estrategia 7.1: Ejercicio de la autoridad ambiental.
Objetivo 7.1: Fortalecer la capacidad técnico operativa de las autoridades
ambientales, mediante programas de diseño y/o adopción de procesos de
modernización empresarial y optimización tecnológica para el acceso fácil y
oportuno de la comunidad.
Estrategia 7.2: Gestión sistémica
Capítulo 3 156
Objetivo 7.2: Diseñar, implementar y verificar macroprocesos de relacionamiento
en línea, entre autoridades ambientales, entes territoriales e internamente, para el
ejercicio de la planeación, la ejecución, la verificación y las acciones correctivas
para la mejora continua de la organización.
Sobre los Programas y los Proyectos del PGIRS Regional
La formulación de las Líneas Estratégicas, las Estrategias y los Objetivos
generales, propició la formulación de cinco programas que dan respuesta a las
orientaciones normativas, a las demandas territoriales y a las necesidades
ambientales en materia de buen manejo de los desechos. Estos programas a su
vez, se pretenden instrumentalizar a través de 35 proyectos.
Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos:
Estrategias que atiende: Con este Programa se atienden los fundamentos y
principios contenidos en la Política Nacional con relación al manejo integral de los
residuos específicamente y la base técnica conceptual diseñada dentro de este
Plan por el Grupo Técnico, atendiendo una gestión por tipo de residuos y sus
componentes (generación, recolección – transporte, aprovechamiento, tratamiento
y disposición final), según normas y guías del Ministerio del Ambiente, Vivienda y
Desarrollo Territorial.
Fin o propósito general: A través de este Programa se busca para los próximos 15
años: minimizar la generación percápita residencial relativa en un 5%, mantener
estable la percápita industrial, comercial e institucional, lograr un manejo por tipos
de residuos, de tal forma que un 80% del total de usuarios hagan separación en
fuente bajo el concepto de aprovechables y no aprovechables, con una
presentación que permita la recolección con el 100% de cobertura, aun en zonas
de difícil acceso, por medio de operaciones técnicamente eficientes, de mínimos
impactos, y con tiempos de transporte mínimos, desarrollo de microempresas de
valorización de la fracción aprovechable, y con tratamiento para aquellas
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 157
fracciones y tipos de residuos que resulten económicamente sostenibles,
ambientalmente eficientes, socialmente viables, conjunto que permitirá lograr
reducciones del 40% de las cantidades que van a disposición final en rellenos
sanitarios bien localizados, técnicamente diseñados y correctamente operados.
Para lograr las metas estratégicas de este Programa se han estructurado 21
proyectos relacionados con los 11 tipos de residuos, en todos sus componentes
desde la prevención, hasta el aprovechamiento, tratamiento y disposición final.
Programa de Gestión y Desarrollo Social:
Fin o propósito general: Para los próximos 3, 6 y 15 años, por medio de directrices
regionales sobre los proyectos formales e informales de Educación ambiental, se
busca mejorar el conocimiento de la problemática de los Residuos Sólidos de
parte de la comunidad educativa y de la cultura ambiental de los ciudadanos,
dentro del concepto del desarrollo sostenible, con base en las condiciones reales
de la región metropolitana. Por medio de proyectos de alcance regional de
educación formal e informal promover la participación y la organización de las
comunidades a partir de la sensibilización sobre deberes, derechos y control social
sobre el servicio de aseo y la gestión de municipio sobre el manejo integral de los
residuos.
Para lograr las metas estratégicas de este Programa se han estructurado 4
proyectos relacionados con la educación ambiental formal e informal, con énfasis
en residuos sólidos y participación ciudadana, con énfasis de procesos
organizativos, deberes y derechos de la comunidad.
Programa de Modernización Empresarial y Emprendimientos:
Fin o propósito general: Contribuir al desarrollo económico, organizativo y al
fomento de procesos de alianzas empresariales entre municipios y privados y
creación de microempresas y para ofertar servicios regionales o subregionales de
Capítulo 3 158
componentes de la gestión integral de los residuos, bajo principios y códigos de
buen gobierno y responsabilidad social.
Con los proyectos de modernización y Fortalecimiento empresarial, se busca
apoyar la identificación de oportunidades, de fortalezas y causas raíces de
debilidades de procesos empresariales, generación de economías y calidad del
servicio para los componentes regulados, generación de nuevas empresas,
mediante alianzas público privadas, que resuelvan necesidades subregionales o
regionales en gestión de residuos y/o componentes no reguladas (transferencia,
tratamientos, aprovechamientos, escombros, hospitalarios, peligrosos, lodos,
agrícolas).
Por medio de Códigos de buen gobierno y responsabilidad social empresarial, se
pretende contribuir al mejoramiento de las relaciones entre usuarios, autoridades
ambientales y ESPD (Empresas de Servicios Públicos Domiciliarios), para
cumplimiento de metas en calidad del servicio y facilitar el control social, a través
de sistema de información regional que sistematice, analice y divulgue, fallas,
vulnerabilidades peticiones, quejas y reclamos de los usuarios, para la mejora
continua de procesos de planificación, operación, diseño y control de indicadores
de gestión en la prestación del servicio.
Estimulando los emprendimientos empresariales para el tratamiento,
aprovechamiento, valorización y disposición final de residuos sólidos no regulados,
se busca con este programa, generar oportunidades de creación de empresas y
regular y proteger a los recicladores y minoristas en precios, por medio de la
recolección, procesamiento, análisis y divulgación amplia de información sobre
inventarios, oferta, demandas y precios de comercialización de residuos
aprovechables en la región y el departamento de Antioquia.
Para ello se deben centrar estrategias y proyectos conducentes al fortalecimiento
e incubación de empresas con predominio de capital económico, de carácter
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 159
regional, subregional o municipal, con aportes de capital económico para la
prestación de servicios de transporte, transferencia, incineración, remediación,
inertización, valorización energética, de escombros, el reciclaje de materiales
recuperados, etc.
De otro lado, se pretende contribuir con este programa al fortalecimiento e
incubación de empresas con predominio de capital social, regional, subregional o
municipal, con aportes de capital social como son el compostaje, lombricultura,
recolección, beneficio, acopio y comercialización de residuos reciclables por parte
de los recicladores. Se apoya en proyecto de fomento a la organización y
participación ciudadana.
Para lograr la implementación de este Programa se han estructurado 3 proyectos,
dirigidos unos al agenciamiento de prácticas de buen gobierno, incubación de
empresas y la generación de un Centro de Información para la comercialización de
residuos aprovechables en el Valle de Aburrá.
Programa de Investigación y Desarrollo Tecnológico:
Fin o propósito general: Evaluar la viabilidad del diseño, creación y puesta en
marcha, de una Red de Investigación y Desarrollo en Gestión Integral de
Residuos, en temas como: operaciones de recolección, barrido, de tratamiento,
valorización y aprovechamiento de todos los tipos de residuos, por etapas, con
formación y entrenamiento especializado de personal, que valore y sistematice y
tenga como punto de partida, todos los estudios, investigaciones y desarrollos
existentes sobre el tema en la región.
Se pretende igualmente a través de este programa, investigar, estructurar y
documentar los componentes, procesos y etapas básicas homologadas que deben
contener la dimensión social de los proyectos de gestión de residuos sólidos en
cualquiera de sus componentes.
Capítulo 3 160
Para este programa, se ha concebido 2 proyectos, que tienen inicialmente gran
labor de promoción y coordinación, que se pretende sea liderada desde la Mesa
Regional, como mecanismo previsto para gerenciar buena parte de la
implementación de los proyectos del Plan.
Programa de fortalecimiento institucional de autoridades Ambientales y
municipios:
Fin o propósito general: Fortalecer la capacidad técnico operativo, normativa
regional y la capacidad económica de las autoridades ambientales y los municipios
para la gestión integral de los residuos sólidos, para recobrar la confianza y
mejorar la credibilidad de usuarios y ciudadanía regional en general.
Dentro de este programa se tiene concebido: desarrollar el prototipo de Sistema
de Información entregado como producto del PGIRS Regional, hasta su puesta en
marcha en el Área y municipios del Valle de Aburrá, en consonancia con los
demás planes del Área, como el de Ordenamiento de la Cuenca del Río Aburrá,
los Sistemas de Información de CORANTIOQUIA, CORNARE y Municipios de la
jurisdicción, y Envigado.
Se visualiza dentro de este programa el diseño, consulta, aprobación y aplicación
de instrumentos económicos y normativos de alcance regional, que faciliten los
procesos de negociación concertada, entre actores de las regiones y los
municipios y que estén basados en principios de solidaridad y equidad.
Para fortalecer las finanzas con las cuales se deben financiar los proyectos del
Plan, se tiene el proyecto de creación de fondo especial de preinversión e
inversión, a través de los instrumentos económicos, que no sólo se lideren en el
nivel nacional, sino los que puedan proponerse desde el Área, los municipios y en
general desde los diferentes actores que normalmente intervienen en la cadena de
la gestión de los residuos. Este Fondo debe tener capacidad para gestionar y
recibir recursos de origen privado, público desde lo nacional e internacional.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 161
El fortalecimiento institucional se fundamenta en una buena gestión de la
información en todos los sentidos, en su captación, procesamiento, análisis y
retorno con valor hacia la ciudadanía para alimentar la toma de las decisiones en
todos los actores. En este sentido se prevé la puesta en marcha del Sistema de
Información para la Gestión Integral de los Residuos en el corto plazo, teniendo
como punto de partida el Prototipo desarrollado a la fecha en el PGIRS Regional.
El diseño de un Sistema de Compensaciones que integre metodologías de
valoración integral de ecosistemas, de servicios ambientales, patrimonios
culturales que poseen los municipios y las regiones, así como la forma de calcular
medidas por impactos, para la negociación y concertación, en torno a proyectos de
interés privado, público o mixto.
La Mesa Regional se constituye en uno de los proyectos de gerenciamiento del
Plan, para su fase de implementación, por medio de mecanismos de coordinación
y fijación de procedimientos e indicadores que permita relaciones transparentes
con los municipios, empresas de servicios de aseo, usuarios, ONG´s, sector
productivo y demás actores de la gestión de los residuos.
En resumen son 5 proyectos, que están concebidos como partes de este
programa, con los cuales se espera conseguir las metas de fortalecimiento
institucional.
Proyectos del PGIRS Regional:
Proyecto 1: Caracterización y Aforo de Residuos Sólidos en el Sector
Residencial.
Objetivo General: Caracterizar los residuos sólidos del sector residencial para
utilizarla como herramienta de gestión en la toma de decisiones.
Proyecto 2: Almacenamiento y Presentación de Residuos en el Sector
Residencial.
Capítulo 3 162
Objetivo General: Definir el almacenamiento y presentación en condiciones
higiénico sanitarias de los residuos sólidos generados en el sector residencial.
Proyecto 3: Agenciamiento institucional de la alternativa de transporte férreo
de Residuos Sólidos Valle Aburrá-Estación Pradera.
Objetivo General: Realizar un Agenciamiento institucional de la alternativa de
transporte férreo de Residuos Sólidos Valle Aburrá- Estación Pradera.
Proyecto 4: Lineamientos, parámetros y directrices para el diseño de rutas de
recolección selectiva de residuos sólidos aprovechables.
Objetivo General: Elaborar lineamientos, parámetros y directrices para el
diseño de rutas de recolección selectiva de Residuos Sólidos a ser
implementados en el Valle de Aburrá.
Proyecto 5: Reducción y buen manejo de los residuos de barrido y limpieza
de áreas públicas, a través de la elaboración, diseño, socialización e
implementación de una Guía de Buenas Prácticas.
Objetivo General: Diseñar e implementar una guía de Buenas Prácticas para el
manejo de los residuos de barrido y limpieza de áreas públicas.
Proyecto 6: Manual de buenas prácticas para el emplazamiento, diseño,
operación y seguimiento de Estaciones de Transferencia.
Objetivo General: Facilitar los procesos para la localización, diseño, puesta en
funcionamiento, seguimiento y control de estaciones de transferencia en el
Área Metropolitana del Valle de Aburrá mediante la implementación de un
manual de buenas prácticas.
Proyecto 7: Aprovechamiento de material reciclable mediante organizaciones
empresariales de recicladores.
Objetivo General: Contribuir al incremento del aprovechamiento de la fracción
reciclable contenida en los Residuos Sólidos Urbanos (residenciales,
industriales no peligrosos, comerciales e institucionales) a través de procesos
organizativos empresariales de los recicladores informales.
Proyecto 8: Aprovechamiento de Residuos Sólidos biodegradables del Valle
de Aburrá.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 163
Objetivo General: Realizar el estudio de Factibilidad para proyecto piloto de
Aprovechamiento Residuos Sólidos biodegradables del Valle de Aburrá.
Proyecto 9: Refinamiento de la metodología de selección de sitios para la
localización de posibles rellenos sanitarios y escombreras para el Valle de
Aburrá.
Objetivo General: Refinar la metodología de selección de sitios para la
localización de posibles rellenos sanitarios y escombreras para el Valle de
Aburrá.
Proyecto 10: Valorización energética de residuos sólidos urbanos, peligrosos,
hospitalarios y similares.
Objetivo General: Realizar un estudio de factibilidad que defina la
implementación de un sistema para el tratamiento de los residuos sólidos
mediante procesos de valorización energética en el Área Metropolita del Valle
de Aburrá.
Proyecto 11: Gestión integral de residuos sólidos en zonas rurales del Valle de
Aburrá.
Objetivo General: Establecer los lineamientos necesarios para el manejo
integral de los residuos sólidos residenciales generados en zonas rurales del
Valle de Aburrá.
Proyecto 12: Mejores prácticas para la gestión integral de los residuos
hospitalarios y similares.
Objetivo General: Fortalecer la gestión de los actores involucrados en el
manejo integral de los residuos hospitalarios y similares de la Región
Metropolitana.
Proyecto 13: Buenas prácticas para el manejo integral de Residuos de
Construcción y Demoliciones (escombros).
Objetivo General: Complementar y propender por la implementación de las
guías para el manejo de obra, existentes en lo correspondiente a la gestión
integral de Residuos de Construcción y Demolición (RCD).
Proyecto 14: Estímulo a la creación y/o fortalecimiento Empresarial para la
recolección y transporte de los RCD en el Valle de Aburrá.
Capítulo 3 164
Objetivo General: Estimular la creación y/o fortalecimiento Empresarial para la
recolección y transporte de los RCD en el Valle de Aburrá.
Proyecto 15: Proyecto piloto para el tratamiento y aprovechamiento de
escombros.
Objetivo General: Aprovechar los residuos de construcción y demolición
(Escombros) de la fracción reciclable de obras públicas y privadas.
Proyecto 16: Ordenamiento Ambiental de la Disposición Final de Escombros
en el Valle de Aburrá.
Objetivo General: Realizar un ordenamiento ambiental de los sitios para la
disposición final y centros de acopio de residuos de construcción y demolición
en la Región Metropolitana.
Proyecto 17: Instrumentar las funciones de vigilancia y control de la autoridad
ambiental sobre el Manejo de Residuos Peligrosos No Hospitalarios.
Objetivo General: Instrumentar las funciones de vigilancia y control de los
residuos peligrosos no hospitalarios en el Valle de Aburrá de acuerdo con lo
establecido en el Decreto 4741 de 2005 y la Resolución Metropolitana 0526 de
2004.
Proyecto 18: Disposición controlada de los residuos peligrosos generados en
el Valle de Aburrá y regiones circunvecinas.
Objetivo General: Establecer áreas aptas y procedimientos para la ubicación,
diseño y operación, de rellenos sanitarios o celdas de seguridad para los
residuos peligrosos del Valle de Aburrá y realizar el seguimiento y monitoreo
correspondiente.
Proyecto 19: Buenas prácticas para la gestión integral de lodos.
Objetivo General: Identificar, cuantificar y manejar adecuadamente los lodos
generados en la región metropolitana a través de la elaboración, diseño,
socialización e implementación de una Guía de Buenas Prácticas.
Proyecto 20: Buenas prácticas para la gestión integral de los residuos
generados en la limpieza de parques y jardines.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 165
Objetivo General: Identificar, cuantificar y manejar adecuadamente los residuos
generados en la limpieza de parques y jardines, a través de la elaboración,
diseño, socialización e implementación de una guía de Buenas Prácticas.
Proyecto 21: Buenas Prácticas para la Gestión Integral de los Residuos
Agrícolas.
Objetivo General: Complementar y propender por la implementación de las
guías ambientales para el manejo de los residuos agrícolas generados en el
Valle de Aburrá.
Proyecto 22: Manejo integral de residuos sólidos en la educación formal a
través de la inclusión de la dimensión ambiental en los Proyectos Educativos
Institucionales.
Objetivo General: Formar ciudadanía y cultura ambiental para la
transformación adecuada del entorno y la sostenibilidad ambiental desde el
buen manejo de los residuos sólidos.
Proyecto 23: Capacitación y acompañamiento en “PMIRS” a multiusuarios,
instituciones, industrias, comerciantes y de servicios, acorde con la Resolución
metropolitana 526 de 2004.
Objetivo General: Capacitar en el manejo integral de residuos sólidos y en la
estructuración de los PMIRS a los sectores productivos establecidos por la
Resolución 526 de 2004, residencial (multiusuarios), institucional, industrial y
comercial y de servicios.
Proyecto 24: Comunicación y educación para la Gestión Integral de Residuos
Sólidos en el Valle de Aburrá.
Objetivo General: Garantizar la pervivencia diacrónica de los aprendizajes en el
buen manejo de los residuos sólidos por parte de los ciudadanos del Valle de
Aburrá, formando ciudadanía y cultura ambiental para la transformación
adecuada del entorno y la sostenibilidad ambiental desde el buen manejo de
los residuos sólidos.
Proyecto 25: Participación comunitaria para la gestión integral de los residuos
sólidos en el Valle de Aburrá.
Capítulo 3 166
Objetivo General: Propiciar la participación ciudadana en la gestión integral de
los residuos sólidos en el Valle de Aburrá.
Proyecto 26: Promoción e implementación de los códigos de buen gobierno y
responsabilidad social dentro de las empresas de Servicios Públicos de Aseo.
Objetivo General: Construir y promover la implementación los códigos de buen
gobierno y responsabilidad social entre diversos actores de la gestión integral
de los residuos sólidos.
Proyecto 27: Centro de información y comercialización regional de residuos
reciclables.
Objetivo General: Crear un centro metropolitano de información y
comercialización de los residuos reciclables.
Proyecto 28: Agenciamiento para la incubación de empresas de
aprovechamiento y servicios especializados para la recolección, transporte,
tratamiento y disposición final de los residuos no regulados.
Objetivo General: Contribuir al fortalecimiento y la incubación de empresas y
microempresas regionales de servicios especializados en la gestión integral de
residuos sólidos no regulados.
Proyecto 29: Red de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Gestión
Integral de Residuos Sólidos del Valle de Aburrá.
Objetivo General: Estructurar e implementar una Red de Investigación y
Desarrollo Tecnológico para la Gestión Integral de los Residuos Sólidos del
Valle de Aburrá.
Proyecto 30: Viabilización social de proyectos relacionados con la Gestión
Integral de Residuos Sólidos.
Objetivo General: Elaborar lineamientos metodológicos para la viabilización
social de proyectos adscritos a la gestión integral de los residuos sólidos.
Proyecto 31: Desarrollo e implementación del sistema regional de información
para la gestión integral de residuos sólidos en el Valle de Aburrá.
Objetivo General: Desarrollar e Implementar el módulo del Sistema de
Información y Sistema de Información Geográfica para la Gestión Integral de
Residuos Sólidos en el Valle de Aburrá.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 167
Proyecto 32: Sistema de compensaciones de impactos y/o servicios
ambientales por la localización, construcción y operación de proyectos
correspondientes a la gestión integral de residuos sólidos.
Objetivo General: Diseñar instrumentos de compensaciones a poblaciones
afectadas por la instalación de infraestructura para la Gestión Integral de
Residuos Sólidos.
Proyecto 33: Fondo especial de financiamiento para proyectos de gestión
integral de residuos sólidos.
Objetivo General: Crear un Fondo Especial de financiamiento para proyectos
de gestión integral de residuos sólidos.
Proyecto 34: Desarrollo normativo regional para la gestión integral de residuos
sólidos.
Objetivo General: Diseñar, socializar y aplicar normas específicas sobre la
gestión integral de los residuos sólidos para el Valle de Aburrá.
Proyecto 35: Procesos para la implementación del Plan de Gestión Integral de
Residuos Sólidos del Valle de Aburrá (Mesa Regional).
Objetivo General: Estructurar, documentar y poner en marcha los procesos
para la implementación del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos
Regional.
Componentes Estratégicos del Plan
Para ampliar y sustentar la pertinencia de formular dentro del PGIRS Regional,
algunos proyectos específicos, dentro del Plan se contemplaron cuatro
componentes estratégicos, El aprovechamiento de orgánicos, La metodología
para selección de áreas de disposición final de residuos, El aprovechamiento
de reciclaje y El planteamiento estratégico sobre la incineración de residuos
sólidos urbanos, con el fin de que a futuro se comprenda mejor, el por qué se
ha tomado la decisión de esta alternativa, frente a otras, y que además se
puedan revisar con conocimiento de causa, las metas y objetivos específicos
Capítulo 3 168
de la estrategia en el período de 15 años que tiene de vigencia el Plan
Regional.
El componente estratégico, El aprovechamiento de reciclaje, desarrolla una
propuesta de aprovechamiento de residuos reciclables con énfasis en la
participación del reciclador, y para ello aborda con detalle la situación de este
grupo poblacional en la Región y, entre otros aspectos, señala:
“En un ciclo repetido, las ciudades latinas pareciera tener una tendencia
irreversible de concentración poblacional, de origen rural, con baja
formación y competencias laborales, que incrementa cada vez el
subempleo y desempleo, frente a una capacidad limitada de la industria
para generar nuevos espacios laborales. En este contexto, existe entonces
estructuralmente, una población dispuesta a trabajar en la recuperación de
residuos reciclables, independientemente de que se tengan políticas
estatales para vincularlos orgánicamente a este proceso de
aprovechamiento de los residuos, como se demuestra en el incremento de
recicladores que ha tenido la región metropolitana del Valle de Aburrá y
Bogotá, en los últimos 10 años. Esta circunstancia de inequidad y exclusión
social, es la que ha posibilitado paradójicamente, que el aprovechamiento
de residuos reciclables, haya crecido en Colombia, hasta valores estimados
del 9-12%, aportados por Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y ciudades
del eje cafetero especialmente, a ningún costo para el estado o los
municipios.
Estas consideraciones estructurales, conjugadas con un entorno normativo
muy favorable desarrollado en el país, en los últimos 6 años, como la Ley
511/9970, el Decreto 1713/2002, el Decreto 1505/2003 y la Resolución
1045/2003, y los altos costos que tendría el diseño e implementación de
rutas selectivas y plantas de selección, le confieren a la alternativa de la
recuperación de residuos reciclables con recicladores organizados unas
70
Mediante esta Ley se establece el Día Nacional del Reciclador y del Reciclaje.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 169
especiales ventajas, que deben ser potencializadas, con nuevos
desarrollos metodológicos, técnicos y normativos, y procesos participativos,
para concretar metas ambiciosas de aprovechamiento en períodos de 5 a
10 años, y elevación de los niveles de calidad de vida de una población
estimada de 20 a 25.000 personas, que derivan su sustento de la
recuperación y reciclaje de los residuos en la región, sin considerar el
balance de los desarrollos microempresariales que hoy están
potencializados con base en el uso de materias primas recicladas desde los
residuos sólidos”. (pp.7-9).
Sobre la viabilidad financiera del PGIRS Regional, tenemos que está
soportada en:
Los aportes que cada entidad involucrada en la ejecución de este, transfiera en
cada vigencia de la proyección de los 15 años. Además, la gestión que realicen los
gestores del plan en la consecución de recursos, a través, de las fuentes de
financiación de que se dispone.
El cumplimiento de ejecución en el tiempo de los proyectos y el monitoreo y
evaluación permanente de los mismos.
En los ahorros que el Plan genera a la región, a las Empresas Prestadoras del
Servicio de Aseo, al sector industrial y a los generadores de residuos sólidos.
Los impactos ambientales, sociales y económicos que se logran con la puesta en
marcha del Plan.
Capítulo 4
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS DEL ENFOQUE DE GESTIÓN
DE RESIDUOS SÓLIDOS VIGENTE EN EL VALLE DE
ABURRÁ A PARTIR DE LA VALORACIÓN DE TRES
DIMENSIONES
Título: Madre e hijos
Autor: Vik Muniz
2008
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 171
Interpretación y análisis del enfoque de gestión de
residuos sólidos vigente en el Valle de Aburrá a partir de
la valoración de tres dimensiones
Para proceder con la interpretación y el análisis del enfoque de gestión de
residuos sólidos que se encuentra vigente en el Valle de Aburrá y considerando
que el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Regional (PGIRS-R 2005-
2020) es hasta el momento el único instrumento de planificación que consolida un
enfoque regional para intervenir el fenómeno contemporáneo de la producción y el
manejo de basuras en este contexto metropolitano, a continuación serán
valoradas, a la luz de las categorías de análisis propuestas en el Capítulo 1 de la
presente investigación, la dimensión política, la dimensión social y la dimensión
moral del enfoque de gestión de residuos contenido en el PGIRS Regional y en
las medidas que han llevado a su implementación.
1. Valoración de la dimensión política
Siempre que se juntan los hombres (sea privada, social o público-políticamente)
surge entre ellos un espacio que los reúne y a la vez los separa. Cada uno de
estos espacios tiene su propia estructura, que varía con el cambio de los tiempos
y se da a conocer en lo privado en los usos, en lo social en las convenciones y en
lo público en las leyes, las constituciones, los estatutos y similares71. Hannah
Arendt (2005, pp.142-143).
Si acogemos este planteamiento de la pensadora Arendt, encontramos que las
leyes, los decretos reglamentarios, las resoluciones, los acuerdos, las políticas, los
planes y en general toda la normatividad colombiana relacionada con los residuos
71
Subrayado fuera del texto original.
Capítulo 4 172
sólidos (o las basuras), se constituyen en elementos centrales para conocer cómo
en nuestro contexto es concebido y abordado desde el ámbito público y político el
tema de los desechos.
Como fue ampliamente descrito en el capítulo anterior, el marco normativo de la
gestión de residuos sólidos en Colombia se remonta a la década del 70 con la
promulgación del Decreto Ley 2811 (Código de los Recursos Naturales
Renovables y de Protección al Medio Ambiente) y la Ley 9 (Código Sanitario
Nacional), dos instrumentos legales que determinaron como prioridad del Estado
la reglamentación técnica y de los aspectos ambientales relacionados con el
manejo de los residuos para reducir afectaciones a la salud pública y a los
recursos naturales.
Otro aspecto importante que se evidencia en esta primera normatividad es el
interés explícito por fomentar procesos de reciclaje y modificar patrones de
producción y consumo para minimizar la generación de residuos sólidos, así como
también el establecimiento de la responsabilidad de los municipios y los distritos
en el manejo adecuado de los residuos generados en cada uno de sus territorios.
En la década del 90 la nueva Constitución Política, la Ley 99 de 1993, la Ley de
servicios públicos domiciliarios y la primera Política Nacional de gestión de
residuos (1997), establecieron en el país las bases para el desarrollo empresarial
del servicio público de aseo (al promover la prestación de este servicio público a
través de particulares), ratificaron la responsabilidad de los municipios y distritos
de garantizar la prestación del servicio y, lo más importante, incluyeron principios
de gestión integral y planeación en el ámbito de la prestación del servicio público
de aseo.
Un avance significativo respecto a una intervención integral al fenómeno de la
producción y el manejo de basuras en la sociedad colombiana, lo constituye la
Política Nacional para la gestión integral de residuos formulada desde el Ministerio
del Medio Ambiente en 1997, la cual en sus objetivos fundamentales antepone al
mejoramiento de los sistemas de eliminación, tratamiento y disposición final de
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 173
residuos sólidos (inversión en rellenos sanitarios y sistemas de recolección y
transporte de residuos sólidos), el interés por avanzar en la minimización de la
cantidad de residuos que se generan y en el aumento del aprovechamiento
racional de residuos generados.
Sin embargo, con el Plan Nacional para el impulso a esta Política de Residuos,
formulado en el año 2001, estas prioridades definidas en 1997 fueron invertidas y
desde entonces en materia de gestión de residuos, el énfasis y los recursos
públicos se han orientado hacia la consolidación de sistemas de disposición final
(asociados al cierre de botaderos a cielo abierto y a rellenos sanitarios), mientras
el aprovechamiento y la minimización de residuos han sido relegados de las
prioridades y los objetivos de inversión por parte del Estado colombiano.
Pero, además de lo dispuesto en el Plan Nacional para el Impulso a la Política
Nacional de Residuos, otros aspectos incentivaron este cambio de orientación con
respecto a la intervención de los residuos sólidos, entre ellos:
El cambio en la denominación del Ministerio del Medio Ambiente (que fue
creado por la Ley 99 de 1993) por el de Ministerio de Ambiente, Vivienda y
Desarrollo Territorial, implementado por iniciativa del Presidente de la
República del periodo 2002-2006 bajo el lema de recorte presupuestal y
eficiencia del Estado, significó un debilitamiento en la gestión ambiental en el
país, pues al atribuírsele a este nuevo Ministerio competencias en vivienda y
desarrollo, su papel como garante de la protección al medio ambiente se vio
limitado y condicionado toda vez que el mayor énfasis fue puesto en la
promoción de proyectos de vivienda e infraestructura cuyas licencias eran
otorgadas dentro del mismo Ministerio.
Esta fusión de los ministerios de Medio Ambiente y Vivienda tuvo vigencia
hasta el año 2011, cuando nuevamente por iniciativa de la Presidencia de la
República, una reforma dispuso de la separación de funciones de estas dos
carteras bajo la denominación de Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible, y Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio.
Capítulo 4 174
De esta última reforma que apuntó hacia el fortalecimiento de la
institucionalidad ambiental en el país, es consecuente esperar para Colombia
el fortalecimiento de la gestión ambiental y, entre ella, de la gestión de residuos
sólidos.
En la Resolución 1045 de 2003, emitida por el Ministerio de Ambiente, Vivienda
y Desarrollo Territorial para definir la metodología de formulación de los Planes
de Gestión Integral de Residuos Sólidos (un instrumento de planeación que el
Decreto 1713 de 2002 definió como obligación que deberían comenzar a
cumplir las autoridades locales de todo el país para el manejo de los residuos
sólidos), presentó como definición de Plan de Gestión Integral de Residuos
Sólidos, PGIRS, la siguiente: Conjunto ordenado de objetivos, metas,
programas, proyectos y actividades, definidos por el ente territorial para la
prestación del servicio de aseo, basado en la política de Gestión Integral de
Residuos Sólidos, el cual se obliga a ejecutar durante un período determinado,
basándose en un diagnóstico inicial, en su proyección hacia el futuro y en un
Plan Financiero Viable que permita garantizar el mejoramiento continuo de la
prestación del servicio de aseo, evaluado a través de la medición de
resultados. (Subrayado fuera del texto original)
Esta definición presentada por la principal autoridad ambiental del país, redujo
la intervención en materia de residuos sólidos al tema de la prestación del
servicio de aseo, generalmente relacionado con la recolección, el transporte y
la disposición final de los residuos, como se puede apreciar en la definición de
la metodología tarifaria del servicio de aseo, donde la unidad que define
básicamente los costos del servicio es la tonelada de residuos recogida,
transportada y dispuesta, una situación que en un contexto como el
colombiano, donde hay una participación importante del sector privado en la
prestación del servicio público de aseo72, desincentiva en cualquier empresario
72
Para el caso del Valle de Aburrá, con 10 municipios, tenemos que en 8 de ellos la prestación del servicio de aseo se realiza a través de empresas mixtas (donde más del 50% de las acciones son del sector privado) y sólo en 2 lo realizan empresas del Estado (Medellín y Envigado).
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 175
la posibilidad de implementar medidas que favorezcan el reciclaje o la
reducción de desechos ya que mientras más toneladas de residuos se tengan
para manejar, más costos se podrán facturar a los usuarios del servicio.
Ahora, esta reducción del tema de la gestión de residuos a la prestación del
servicio de aseo y al ámbito local, podría pensarse que ha comenzado a ser
revaluada, pues el Decreto 2981 de 2013, que derogó el 1713 de 2002, ofrece
una leve pero profunda variación en la definición de Plan de Gestión Integral de
Residuos Sólidos, PGIRS, como se aprecia a continuación:
“PGIRS: Es el instrumento de planeación municipal o regional que contiene
un conjunto ordenado de objetivos, metas, programas, proyectos,
actividades y recursos definidos por uno o más entes territoriales para el
manejo de los residuos sólidos, basado en la política de gestión integral de
los mismos, el cual se ejecutará durante un período determinado,
basándose en un diagnóstico inicial, en su proyección hacia el futuro y en
un plan financiero viable que permita garantizar el mejoramiento continuo
del manejo de residuos y la prestación del servicio de aseo a nivel
municipal o regional, evaluado a través de la medición de resultados…”
(Subrayado fuera del texto original).
El Programa Nacional de Disposición final de Residuos Sólidos de 2009 está
contenido en el documento del Consejo Nacional de Política Económica y
Social, CONPES 3530 de 2008 del Departamento Nacional de Planeación, y
Ahora bien, retomando información suministrada por un estudio publicado en 2011 por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios sobre la eficiencia en la prestación del servicio público de aseo, encontramos que a nivel nacional, aunque no se mantiene esta tendencia de menor número de proveedores públicos del servicio, sí se conserva el principio sobre la importancia de la participación del sector privado en la prestación de este servicio, pues resalta el estudio (pp. 27-28) que aproximadamente el 70% de la población colombiana es atendida por 190 prestadores del servicio de aseo, de los cuales 141 (74%) son de naturaleza pública y 49 (26%) de naturaleza privada. Aun así, este bajo porcentaje de prestadores de naturaleza privada, sirven el 77% y el 73% de los suscriptores en los rangos de las ciudades más grandes (de 80 mil a 400 mil suscriptores y más de 400 mil), una situación que permite afirmar que hay una tendencia del sector privado de atender mercados grandes y densos.
Capítulo 4 176
en él se encuentran definidos “Los lineamientos y estrategias para fortalecer la
prestación del servicio público de aseo, en el marco de la gestión integral de
residuos sólidos”. Este programa ha sido financiado parcialemente a través de
préstamos con el Banco Mundial y se ha constituido desde entonces en uno de
los prinicipales programas liderados por el Estado colombiano a nivel nacional
relacionado con residuos.
Desde la formulación de este Programa, pero sobre todo, desde el informe más
reciente que ha presentado el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio sobre
el mismo (agosto de 2014), es posible apreciar que la prioridad para intervenir
los residuos sólidos sigue estando en mejorar la disposicion final (construir y
acondicionar rellenos sanitarios) sin que se implementen estrategias para
incorporar temas relacionados con el reciclaje (dentro del cual se podrían
ubicar acciones concretas para responder a los requerimiento de la Corte
Constitucional relacionados con la inclusión de la población recicladora y el
desarrollo de acciones afirmativas en favor suyo) y la minimización efectiva de
residuos.
Ahora bien, retomando la Política Nacional para la gestión integral de residuos de
1997, tenemos que, otros aspectos que permiten referirse a ella como uno de los
avances normativos más relevantes para intervenir de manera integral o global la
producción y el manejo de los residuos, lo constituyen, por un lado, su concepción
del proceso de planificación de la gestión de residuos sólidos, a través de los
Planes de Manejo Integral de Residuos Sólidos (que sugiere esta Política sean
formulados y aplicados por los Municipios y las autoridades ambientales) como un
elemento básico para afrontar las necesidades relacionadas con la administración
de los residuos, atendiendo a consideraciones ambientales y también sociales
como el reconocimiento de la población recicladora y el mejoramiento de sus
condiciones laborales; y por el otro lado, su concepción de una gestión
diferenciada de los residuos que permita garantizar, al mismo tiempo, procesos de
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 177
aprovechamiento de residuos y sistemas de disposición final controlados con
mínimo impacto al medio ambiente.
Estos Planes de Manejo Integral de Residuos Sólidos planteados por la Política de
Residuos de 1997, constituyen el antecedente de lo que mediante el Decreto 1713
de 2002 se definió como Planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos, un
instrumento de planeación (que también retomó el último Decreto que pretende
reglamentar la prestación del servicio público de aseo –Decreto 2981 de 2013-)
cuya formulación y aplicación se debe ajustar a las disposiciones legales vigentes
y cuya responsabilidad recae sobre las administraciones locales (municipios o
distritos).
Así entonces, los Planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos consolidan en el
ámbito local y/o regional las disposiciones nacionales relacionadas con la gestión
de residuos, por lo que dirigimos ahora la atención hacia el Plan de Gestión
Integral de Residuos Sólidos Regional del Valle de Aburrá (PGIRS-R 2005-2020).
Este PGIRS Regional tuvo lugar en un contexto marcado por la crisis sanitaria y
ambiental suscitada en el año 2003 por el cierre del Relleno sanitario Curva de
Rodas (en el que los municipios de la región depositaron sus residuos por cerca
de 20 años) y por la evidente improvisación de las autoridades locales y
ambientales involucradas, para intervenir y superar la situación, así como por los
nuevos requerimientos administrativos y legales derivados del Decreto 1713 de
2002 y la Resolución 1045 de 2003, sobre todo en lo referido a la obligatoriedad
de comenzar a formular e implementar Planes de Gestión Integral de Residuos
Sólidos.
Estos hechos revistieron de la importancia que amerita, al tema de los residuos
sólidos en el Valle de Aburrá, muestra de lo cual fueron no sólo los múltiples
eventos y discusiones públicas que se dieron para entonces en foros y reflexiones
académicas (Sepúlveda y Agudelo, 2007, p.10), sino el acuerdo al que llegaron
Capítulo 4 178
en 2004 los 10 municipios de la Región para formular un PGIRS para el Valle de
Aburrá.
La formulación del PGIRS Regional fue encomendada a la Asociación de
Ingenieros Sanitarios y Ambientales de Antioquia (AINSA) y a la Universidad de
Antioquia mediante el Convenio N. 325 de 2004 y, el mismo fue adoptado a través
del Acuerdo Metropolitano N. 4 de 2006.
Ahora bien, de la revisión y el análisis de los documentos que integran el PGIRS
del Valle de Aburrá (más de 1.600 páginas) se puede afirmar que este instrumento
de planeación está conformado por dos grandes partes o momentos, una primera
que está orientada hacia la elaboración del diagnóstico y, una segunda que está
dedicada a la formulación de los programas y proyectos que integran como tal el
Plan.
De la primera parte, dedicada a presentar una detallada documentación de la línea
base de la Gestión de Residuos en la Región, es posible apreciar que el enfoque
de gestión de los residuos que es adoptado dista de la generalizada tendencia de
reducir la gestión de residuos a la prestación del servicio de aseo, pues en este
diagnóstico del PGIRS no sólo se detallan las condiciones de todas las etapas que
contempla una gestión integral de los residuos, como son la Generación, el
Almacenamiento y presentación, la Recolección y Transporte, la Limpieza y
barrido de áreas públicas, las Estaciones de transferencia, el Aprovechamiento, el
Tratamiento de residuos sólidos y la Disposición final, sino que además, se
plantean o sugieren temas centrales que no venían y que aún siguen siendo
obviados en los modelos implementados para la gestión de residuos en el país
como son, las condiciones de abandono, desprotección y desigualdad en que los
recicladores informales realizan el aprovechamiento de residuos, contribuyen a la
prestación del servicio público de aseo y aportan al cuidado de los recursos
naturales; así como las dificultades que se pueden presentar en el momento de la
definición de prioridades y recursos para intervenir de manera integral los residuos
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 179
sólidos, cuando la intervención de éstos se concentra en el trabajo realizado por
las empresas prestadoras del servicio público de aseo y cuando en éstas, la
participación del sector privado y sus intereses económicos es determinante y se
antepone a intereses de índole social o ambiental.
Este enfoque de la primera parte, amplio y sensible al impacto o las implicaciones
sociales que tiene el asunto referido al manejo de los residuos, es reducido a la
hora de definir y plantear las líneas estratégicas, las estrategias fundamentales,
los objetivos, los programas y los proyectos que integran el Plan de Gestión
Integral de Residuos Sólidos Regional del Valle de Aburrá (PGIRS-R), pues
aunque en esta segunda parte del Plan encontramos como prioridades minimizar
la cantidad de residuos que llegan a disposición final, fomentar las alianzas para
proyectos regionales relacionados con gestión de residuos, trabajar por una
educación ambiental que responsabilice a los actores involucrados y fomentar el
empresarismo, encontramos que de los 35 proyectos que materializan el Plan, un
proyecto (Proyecto N.7) hace referencia al trabajo con organizaciones
empresariales de recicladores para aumentar el material recuperado, otro
(Proyecto N.4) plantea la necesidad del establecimiento de rutas selectivas de
aprovechamiento y un tercero (Proyecto N.27) busca crear un centro metropolitano
de información y comercialización de los residuos reciclables; mientras que 18 de
los proyectos del mismo Plan (Proyectos 1-3,5,6,9,11,12-21,23) se orientan al
mejoramiento en la prestación del servicio de aseo y la adecuada disposición de
los residuos (domiciliarios, agrícolas, residuos de parques y jardinería,
hospitalarios, peligrosos y residuos de construcción y demolición -escombros-).
Ahora, si consideramos que el trabajo con los recicladores se plantea en términos
de “organizaciones empresariales de recicladores”, encontramos que con ello se
está desconociendo que la informalidad es una condición en la que los
recicladores de la Región73 realizan su trabajo, así como también, que es
73
En el Valle de Aburrá, y según información suministrada a mediados de 2014 por funcionarios de las administraciones locales de los 10 municipios que integran el Valle, hay aproximadamente 4.694 personas que trabajan con el reciclaje. Para entonces, formalmente sólo Medellín (3.662), Sabaneta (31), Copacabana
Capítulo 4 180
necesario anteponer al trabajo directo con empresas de recicladores, el
fortalecimiento de las asociaciones de recicladores74, como un primer paso para
garantizar la participación digna de este grupo poblacional en la gestión de los
residuos sólidos y para afrontar y mitigar las condiciones de vulnerabilidad y
desprotección que los modelos de gestión de residuos hasta ahora vigentes, han
tendido a agudizar, al desconocer y marginar la importante labor que ha venido
desempeñando este grupo poblacional durante décadas.
Además, es de anotar que si bien es cierto que hay un proyecto del Plan (Proyecto
N.30) que busca investigar, estructurar y documentar los componentes, procesos y
etapas básicas homologadas que debe contener la dimensión social de los
proyectos de gestión de residuos sólidos en cualquiera de sus componentes,
también lo es que esta dimensión de lo social es concebida para viabilizar los
proyectos relacionados con la gestión de residuos, en los términos de lograr
aceptación de las comunidades afectadas por la construcción y operación de
obras como rellenos sanitarios y estaciones de transferencia. Muestra de ello es el
énfasis puesto en el Diagnóstico del Plan, sobre las dificultades presentadas en
proyectos como la Estación de transferencia ubicada en el municipio de Sabaneta,
donde las comunidades vecinas a la obra, en defensa de su derecho a la
participación y a las compensaciones por perjuicios, interpusieron recursos
jurídicos que interrumpieron el proyecto.
Otro aspecto que refuerza esta limitada concepción de la dimensión social de los
proyectos relacionados con la gestión de residuos, como la viabilización de los
mismos en los términos de lograr aceptación de las comunidades, lo constituye la
(55) y La Estrella (52) contaban con censos actualizados, los datos de los demás municipios fueron aproximaciones a las que llegaron los funcionarios entrevistados por número de dotaciones entregadas (Girardota -51-), por asistencia a eventos realizados para los recicladores (Itaguí -80-) o simplemente por aproximaciones generales basadas en censos anteriores (Bello -600- y Caldas -43-) o en una mirada general al municipio (Barbosa -20-). 74
En la Región hay dos organizaciones de segundo nivel que agrupan asociaciones de base de recicladores de los municipios del Valle de Aburrá (ARRECICLAR y CORPOAMBIENTAL). Ahora bien, de las aproximaciones hechas por los representantes de ambas entidades, en entrevistas realizadas a mediados del año 2014, se puede inferir que el 18% del total de los recicladores (4.694) hacen parte de alguna asociación.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 181
formulación del proyecto N. 32, mediante el cual se pretende formular un sistema
de compensaciones por impactos o servicios ambientales resultantes de la
localización, construcción y operación de proyectos correspondientes a la gestión
integral de residuos sólidos, pues con ello se evidencia que las compensaciones y
las consideraciones sociales sólo tienen lugar si se materializan obras que afecten
a un grupo determinado de personas, cuando la intervención de los residuos en
ciudades como las del Valle de Aburrá, con presencia importante de recicladores y
con reducidas condiciones para que sus habitantes realicen una efectiva
separación de los residuos en la fuente (para optimizar los procesos de
aprovechamiento y contribuir a un manejo ambientalmente adecuado de los
residuos), sugieren que la concepción de la dimensión social de los proyectos
correspondientes a la gestión integral de los residuos, debe ser más amplia y
considerar además del trabajo con comunidades afectadas por obras como los
rellenos sanitarios, el trabajo con los recicladores y con la ciudadanía en general,
no sólo para viabilizar la construcción y la operación de obras de infraestructura,
sino para garantizar procesos más efectivos e incluyentes a la hora de intervenir
los residuos.
Para finalizar, otros aspectos que demuestran que el enfoque de gestión de
residuos sólidos adoptado en el Plan, se reduce bastante al esquema de
prestación del servicio de aseo, pero que además subestima el componente social
de los procesos relacionados con la gestión de residuos, son: su marcado interés
por desarrollar procesos que lleven al “refinamiento de una metodología para la
selección de sitios de disposición final” y a la consecución de rellenos bien
localizados, técnicamente diseñados y correctamente operados (Proyecto N.9),
en contraste de lo cual no hay ningún proyecto en el Plan que le apunte a reducir
la generación de desechos; y su énfasis en la investigación y el desarrollo
tecnológico (Proyecto N.29) para mejorar la prestación del servicio de aseo,
estandarizar las compensaciones y para incrementar las ganancias en los
procesos de aprovechamiento (Proyectos 8,10,28,32), desconociendo que las
intervenciones sociales en procesos de gestión de residuos también deben contar
Capítulo 4 182
con un componente de investigación, no sólo para evitar que realidades sociales
directamente relacionadas con el tema (situación de los recicladores por ejemplo)
sean obviadas o agudizadas, sino para desarrollar metodologías de trabajo que se
correspondan con la complejidad y las dinámicas de las comunidades, que
permitan el acercamiento, el intercambio, la participación y la inclusión efectiva de
los ciudadanos en los asuntos que les afectan y les atañen.
Ahora bien, si hacemos referencia a los patrones de aplicabilidad del PGIRS
Regional, para determinar a partir de allí el enfoque de gestión de residuos que es
adoptado, encontramos que se mantiene una correspondencia entre el enfoque
planteado y el enfoque aplicado, pues las prioridades, los recursos y los resultados
de este Plan se han concentrado en las cifras relacionadas con cantidad de
residuos aprovechados, puntos críticos75 identificados e intervenidos, número de
hogares y empresas “sensibilizados” en manejo adecuado de los residuos,
dotaciones entregadas a los recicladores, número de reuniones de la Mesa
Regional (un organismo creado para garantizar la implementación del PGIRS
Regional, coordinado desde la Subdirección Ambiental del Área Metropolitana del
Valle de Aburrá e integrado básicamente por funcionarios de las administraciones
municipales de los municipios de la Región), mientras que las condiciones de
vulnerabilidad y discriminación de los recicladores continúan sin una intervención
estructural y contundente.
2. Valoración de la dimensión social
Desde la sociedad de consumidores como una categoría de análisis propuesta y
desarrollada por el sociólogo Bauman (2007) para avanzar hacia la comprensión
de las dinámicas y rasgos propios de las actuales sociedades, tenemos que el
consumismo como un aspecto propio y determinante del carácter de las relaciones
75
En la prestación del servicio público de aseo, un punto crítico es un lugar donde se acumulan residuos sólidos, generando afectación y deterioro sanitario que conlleva la afectación de la limpieza del área, por la generación de malos olores, focos de propagación de vectores, y enfermedades, entre otros (Decreto 2981 de 2013).
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 183
sociales establecidas en las sociedades contemporáneas, no puede concebirse
sin la producción en aumento de desechos, tanto materiales como humanos, dado
que el desechar le es un asunto inherente.
Ahora bien, si en las sociedades de consumidores además de múltiples y variados
objetos, también se descartan personas, por su incapacidad para responder a las
seducciones del mercado o porque simplemente no se ajustan a los estándares
propuestos por el consumismo, destinándoseles como a los demás desperdicios,
al rechazo y al olvido; encontramos que la dimensión social del fenómeno
relacionado con las basuras en las actuales sociedades, está marcada por
procesos de marginación de determinados grupos de seres humanos.
En este sentido, es posible identificar que los desposeídos, los pobres, los de los
más bajos ingresos o de tal vez ninguno (entre los que se encuentran los
desempleados, los subempleados, los trabajadores informales…) son quienes
encarnan la condición menos deseada por los legítimos miembros de las
sociedades de consumidores, es decir, los consumidores plenos, de quienes es
apenas válido esperar el desarrollo y la implementación de medidas y estrategias
para evadir y abandonar a su suerte a aquellos cuya precaria condición pareciera
amenazar la suya.
Ahora, en la sociedad de consumidores, entre las medidas o estrategias para
abordar los desechos humanos, es decir a los consumidores fallidos o los sin
aportes importantes al círculo del consumismo (para mantenerlos al margen del
resto de la sociedad, para empujarlos hacia el abismo o tal vez para construir a
partir de su negación algún referente de identidad), se encuentran las
intervenciones públicas en materia de residuos sólidos, pues mediante ellas se ha
evidenciado una tendencia a marginar la participación de grupos importantes de
personas, conocidas en nuestro contexto como recicladores, quienes en su
condición de desposeídos han encontrado por décadas su sustento y el de sus
familias, en lo desechado por otros.
Capítulo 4 184
Estos elementos de discriminación vinculados a la gestión de residuos como
enfoque desde el cual se ha consolidado la intervención al problema sanitario,
estético y ambiental que ha configurado la producción creciente de basuras en las
sociedades contemporáneas, fueron percibidos por Susan Strasser (1992),
historiadora de la cultura consumista americana, quien en su obra sobre la historia
social de la basura, logró percibir que la obra madre de la Gestión de Residuos, la
del ingeniero Parsons publicada en 1906, contenía en sus definiciones elementos
de estigmatización y de marginalidad respecto a determinados grupos humanos a
los que se les relacionaba con las basuras y con la problemática misma que ellas
generaban para el resto de la sociedad.
Del mismo modo, éste ha sido un tema abordado por Francisco Suárez y Pablo
Shamber (2006), quienes al referirse a la historia de la gestión de residuos en el
área metropolita de Buenos Aires, Argentina, determinaron que en los planes de
gestión de residuos hay implícito o tal vez explícito, un plan para marginar a
quienes trabajan con los residuos, ya sea porque se les prohíbe su labor, porque
se erradican de los barrios y sitios que habitan o porque la intervención de las
basuras se hace de manera que tiende a enriquecer a determinados grupos de la
economía privada, mientras empobrece a quienes más que un negocio, vieron en
las basuras quizás la única forma de sobrevivir.
En Colombia, específicamente en ciudades como las que integran del Valle de
Aburrá, esta tendencia de marginar a través de los Planes de Gestión de
Residuos, es confirmada dado que en estos instrumentos no sólo se ha evadido la
participación efectiva de este grupo poblacional en la gestión formal de los
residuos, sino que las intervenciones que se han orientado a ellos no han logrado
transformar las condiciones de vulnerabilidad y desprotección en que viven y
desarrollan su labor.
Presentamos a continuación algunas evidencias de la situación de desigualdad
que encarnan los recicladores informales de la región:
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 185
El No pago por su trabajo
Los recicladores de la región no reciben un salario por el trabajo que realizan y es
escasa la información relacionada con los ingresos derivados de la venta del
material que logran reincorporar con su trabajo a la industria. Sin embargo, a partir
de los resultados del censo a los recicladores realizado por la Alcaldía de Medellín
en el año 2013, se tiene que los ingresos aproximados de los recicladores
informales de esta ciudad para el 2013 eran de 336.000 pesos colombianos,
correspondientes al 57% del salario mínimo legal vigente para entonces.
Se trata entonces de un trabajo que se realiza sin garantías laborales (jornadas de
trabajo superiores a 10 horas, rutas de recolección no garantizadas, ingresos muy
inferiores a un salario mínimo legal, e ingresos que dependen sólo de la venta del
material, cuyos precios no son estables) y sin prestaciones sociales (afiliación a
salud, riegos profesionales, derecho a vacaciones, subsidios…), pues en la
medida en que no se ha definido aún un esquema tarifario que reconozca e
incluya a los recicladores como operadores del servicio público de aseo en el
componente del aprovechamiento, no se dispone de los recursos necesarios para
garantizar el desempeño un trabajo en condiciones dignas y decentes.
El mejoramiento de sus condiciones se reduce y entiende como aumento
del material reciclado o aprovechado
Después de entrevistar a los funcionarios de las administraciones municipales de
los 10 municipios de la región con responsabilidad en la gestión de residuos, y de
realizar algunos recorridos con recicladores también de la región, fue posible
constatar que existe una generalizada tendencia a relacionar y reducir el
mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de los recicladores, con
acciones orientadas a posibilitar el aumento de la cantidad de material recuperado
por los mismos, tales como la entrega esporádica de algunos uniformes de
Capítulo 4 186
trabajo, el acompañamiento a algunas fuentes para facilitar la entrega del material
a los recicladores y la operación (para el caso sólo de la ciudad de Medellín) de
cinco centros de acopio de material reciclable, que ha contribuido de alguna
manera a regular los precios de este material en la ciudad y que ha beneficiado
con ello a los recicladores que realizan su trabajo en áreas cercanas a estos
centros.
Ahora, aunque un aumento en el material recuperado puede significar un aumento
en los ingresos de los recicladores, esta relación no está garantizada, pues los
precios de los reciclables no son estables, así como tampoco se garantiza con ello
que se transformen positivamente las condiciones de desprotección y desigualdad
en que continúan desempeñando su labor, como son las largas jornadas de
trabajo, la inexistencia de equipos e indumentaria adecuada para manipular
residuos y demás riesgos a los que se encuentran expuestos al realizar su trabajo
desde la informalidad.
La formalización es entendida por las autoridades como agremiación
En relación con los recicladores, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y
algunas administraciones municipales de la región, como autoridades
competentes y con responsabilidad en el tema, han concentrado su trabajo en los
últimos años en el fortalecimiento de la agremiación de este grupo poblacional,
posibilitando sobre todo, el surgimiento y funcionamiento de organizaciones que
agrupen y representen a recicladores del Valle de Aburrá.
Este trabajo, sin embargo, se ha limitado a la vinculación de recicladores a
determinadas organizaciones, sin que esto represente que mediante las mismas
se esté emprendiendo alguna medida para lograr la inclusión de los recicladores
en la gestión formal de residuos. Es decir, que se trata de procesos de
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 187
agremiación que aunque buscan visibilizar y valorar el trabajo de los recicladores,
no conciben como necesidad la formalización del reciclador.
Víctimas del desplazamiento forzado y el reciclaje como única fuente de
ingresos
Aunque los datos sobre la población recicladora de la región son escasos, algunos
resultados del censo realizado por la Alcaldía de Medellín (2012) ofrecen
información relevante respecto a las condiciones de los recicladores de esta
ciudad, las cuales pueden reflejar de algún modo las condiciones de los demás
recicladores de la región.
Según el citado censo, de 3.662 recicladores, 2256 dependen únicamente del
reciclaje y 779 son desplazados por la violencia, dos aspectos que sin duda
confirman que se trata de un grupo poblacional cuyos miembros encarnan
procesos de desigualdad social y de victimización.
3. Valoración de la dimensión moral
Retomando los planteamientos realizados por Zygmunt Bauman en su análisis
sobre la sociedad de consumidores (2001; 2005; 2007), tenemos que en las
sociedades actuales existe una categoría determinada de personas que en su
condición de consumidores defectuosos o consumidores fallados, se considera
atentan contra el orden social establecido por el mercado y representan la
condición más temida y peligrosa para los miembros plenos y dignos de
aceptación en la sociedad de consumidores.
Estos consumidores defectuosos, que por su precariedad se encuentran
incapacitados para responder a los llamados a consumir, a comportarse como
consumidores (que es como la sociedad de consumidores espera que todos se
Capítulo 4 188
comporten) y a dinamizar la economía; son personas que resultan inaceptables
para el resto de la sociedad porque se les culpa a sí mismos por su limitada
condición, representan peligro porque encarnan la condición menos deseada,
generan temor porque su escasez amenaza la opulencia y el despilfarro de los
consumidores plenos; y finalmente, son personas que se les condena al rechazo
porque para la sociedad de consumidores es preferible y “más barato excluir y
encarcelar a los consumidores defectuosos […] que devolverles su estatus de
consumidores… ” Bauman (2001b, p.25).
Pero, además de representar una condición de marginalidad, los consumidores
defectuosos o fallados constituyen en sí mismos una consecuencia de las
dinámicas de la sociedad de consumidores que pone de manifiesto que en este
tipo de sociedad es legítimo y viable producir constantemente desechos humanos
(en tanto es claro que el número de personas que integran esta categoría de
consumidores está siempre en aumento, pues aumentan los pobres, los
desempleados, los subempleados, los desplazados…) y proceder a eliminarlos, a
través de medidas como la expulsión del universo de las consideraciones morales
y del ámbito del reconocimiento como sujetos de derechos, apuntando
directamente contra su dignidad e integridad, y ocasionando con ello
vulneraciones o heridas morales.
Ahora bien, desde la concepción de la moral propuesta por Honneth (1992; 1997;
1999; 2009; 2010) y expuesta ampliamente en el capítulo 1 del presente trabajo,
puede afirmarse que las heridas morales generadas por las dinámicas de
producción y eliminación de residuos humanos, propias de la sociedad de
consumidores, están determinadas por situaciones de denegación del
reconocimiento como son la vulneración y la privación de derechos, así como la
degradación y los ultrajes sociales a los que son expuestos los consumidores
fallados o defectuosos como una categoría compuesta básicamente por pobres,
desempleados, subempleados o trabajadores informales, entre los cuales, los
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 189
recicladores o trabajadores de las basuras, encarnan y simbolizan de manera más
directa las consecuencias negativas del consumismo.
También desde los presupuestos de la teoría del reconocimiento desarrollados por
Honneth (1992; 1997; 1999; 2009; 2010), se plantea que a partir de situaciones de
negación del reconocimiento o de producción de heridas morales y, dependiendo
de las condiciones en que se encuentre el entorno político-cultural de los sujetos
afectados, estas heridas pueden desencadenar en ellos una lucha por el
reconocimiento como sujetos de derechos y de dignidad.
Los recicladores del país y de la región, como un grupo determinado de personas
cuya condición de desposeídos y hasta mimetizados por el resto de la sociedad
con el material que trabajan (las basuras), los ha convertido en objeto de no pocos
ultrajes sociales (que van desde rechazo y la estigmatización hasta el asesinato76
y el deseo de arrebatarles su única fuente para el sustento –el acceso a las
basuras-), corroboran este planteamiento de Honneth, pues lo que este grupo de
hombres y mujeres ha logrado consolidar en las últimas décadas ha sido una
lucha por el reconocimiento cuya pretensión es que sean concebidos y tratados
como sujetos de derechos y como personas tan dignas como el resto de la
sociedad.
Evidencias de esta lucha, en el contexto colombiano, la constituyen los esfuerzos
por asociarse y consolidar organizaciones de recicladores77, así como también, las
demandas entabladas en términos jurídicos78, mediante las cuales se ha logrado
76
Se hace referencia aquí de manera específica al asesinato de 11 recicladores en la ciudad de Barranquilla, Colombia en el año 1992, para vender sus cuerpos a estudiantes de medicina de la Universidad Libre de Barranquilla. 77
Aunque en el Colombia las asociaciones de recicladores más sólidas se concentran en Bogotá, desde la Asociación Nacional de Recicladores, que integra organizaciones de todo el país, se ha logrado que los avances en la Capital del país tengan una resonancia importante en otros departamentos. 78
Un estudio detallado de los avances logrados por los recicladores en Colombia, a partir de los recursos legales y constitucionales que han emprendido, se encuentra en el trabajo realizado por Federico Parra (2014), Coordinador Regional del programa de Recicladores para América latina (WIEGO). Ahora bien, a los recursos jurídicos a los cuales que se hace referencia son: Sentencia C-741 de 2003. Referencia: demanda de inconstitucionalidad contra los artículos 15 (parcial) y 17 (parcial) de la Ley 142 de 1994; Sentencia T-724 de 2003. Referencia: Acción de tutela interpuesta por Silvio Ruiz Grisales y la Asociación de Recicladores de Bogotá - ARB contra el Distrito Capital de Bogotá - Unidad Ejecutiva de
Capítulo 4 190
que en el País comience a hablarse de acciones afirmativas en favor de los
recicladores para superar las condiciones de desigualdad en que se encuentran, y
que sean ahora considerados como población sujeto de especial protección
constitucional, dos avances mediante los cuales se espera que las condiciones de
vulnerabilidad y desprotección en la que se ha pretendido subsumir a los
recicladores a través de los modelos de gestión de residuos hasta ahora vigentes
y predominantes, los cuales se han concentrado en reducir el tema de los residuos
a la prestación del servicio de aseo, a la privatización de un servicio que es público
y a la conversión de las basuras en un asunto con beneficios económicos para
grupos empresariales determinados.
Servicios Públicos; Sentencia C-793 de 2009 Sentencia de exequibilidad condicionada. Referencia: Demanda de inconstitucionalidad contra los numerales 6,14 y 15 del artículo 6º de la Ley 1259 de 2008 Por medio de la cual se instaura en el territorio nacional la aplicación del Comparendo Ambiental a los infractores de las normas de aseo; Sentencia T-291 de 2009. Referencia: acciones de tutela instauradas por recicladores del basurero de Navarro; Auto 268/2010. Referencia: solicitud de cumplimiento de la Sentencia T-724 de 2003; Auto Nº 275 de 2011 . Referencia: solicitud de cumplimiento de la Sentencia T-724 de 2003 y del Auto 268 de 2010.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 191
Conclusiones
La contextualización del fenómeno de la producción y el manejo de basuras en
el marco de tendencias teóricas que le apuntan a la comprensión de dinámicas y
lógicas de las sociedades actuales, hizo posible evidenciar y comprender que
efectivamente en este fenómeno se encuentran involucrados aspectos políticos,
sociales y morales que requieren ser considerados y estudiados para avanzar
hacia una ampliación del enfoque predominante de gestión de residuos, el cual, en
razón de su comprensión del fenómeno como un asunto que demanda
intervenciones para tratar y no para prevenir el aumento creciente de residuos, ha
desconocido y dejado de lado esas otras realidades o dimensiones (lo político, lo
social, lo moral), cuyo análisis hace posible percibir la relación existente entre este
enfoque de gestión y la persistencia de las problemáticas ambientales y sanitarias
que el mismo se propone enfrentar, así como también, entre este enfoque y la
profundización de problemáticas sociales, relacionadas con la discriminación de
personas o grupos determinados de personas.
En Colombia, los Planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos (tanto por su
contenido como por sus soportes), en su calidad de instrumentos básicos y
centrales desde los cuales se determinan y orientan las intervenciones públicas en
materia de residuos, se constituyen en elementos centrales para determinar o
esclarecer el enfoque de gestión adoptado en un determinado territorio, así como
también para conocer y evaluar la pertinencia de los mismos respecto a unas
condiciones determinadas (lo ambiental y lo social). En este sentido, y
complementando el contenido del PGIRS del Valle de Aburrá con las medidas
efectivamente implementadas por las autoridades públicas involucradas en esta
materia, se puede concluir que el enfoque de gestión de residuos, aún vigente en
esta región, presenta dificultades de pertinencia en términos ambientales y
sociales, dado que su marcado énfasis en garantizar sistemas de disposición final
Capítulo 4 192
“adecuados” ha relegado el desarrollo y la implementación de medidas que
intervengan causas estructurales de la producción creciente de desechos y que se
orienten hacia la reducción y el aprovechamiento (reciclaje) de los mismos,
enfrentando los graves impactos ambientales generados por nuestra manera de
producir y manejar los desechos (afectaciones al suelo, el aire, el agua, la
economía rural) generando y mejorando condiciones de trabajo para los
recicladores “informales” de esta región.
En la actualidad (cuando aún no ha comenzado la aplicación del nuevo decreto
que reglamenta el servicio público de aseo -2981 de 2013-), los instrumentos
implementados en el País y en el Valle de Aburrá, en materia de residuos sólidos,
han configurado un conjunto de medidas que han afectado negativamente a
quienes trabajan en el primer eslabón de la cadena del reciclaje (los recicladores),
pues mediante los mismos se ha prohibido su labor, se han erradicado de los
barrios y sitios que habitan, se ha comprometido su acceso cierto y seguro al
material, se ha condenado a la precariedad y a la informalidad laboral (no
reconocidos como prestadores de un servicio público, no pago, no garantías
laborales, se benefician determinados grupos de la economía privada que han
visto en las basuras un negocio y no su única fuente de sustento).
Ahora bien, la superación de esta situación de vulneración para los recicladores
«informales» del Valle de Aburrá, aún cuando el movimiento de los recicladores en
el país ha conseguido importantes logros (Acciones afirmativas y Gestión
incluyente) para transformarla, no cuanta con las garantías suficientes y
necesarias, pues en este contexto no hay un gremio consolidado de recicladores y
hay poca representatividad.
El análisis de la dimensión política, social y moral del fenómeno de la producción y
manejo de basuras en nuestras sociedades, permitió identificar que el enfoque de
gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá al inscribirse y limitarse al ámbito
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 193
local y regional y al reducir bastante el asunto de los residuos al servicio de aseo,
es un enfoque con pocos alcances, pues el asunto que se propone intervenir
supera las fronteras locales y nacionales y va más allá de recoger residuos y
enterrarlos, como lo demuestra el gran número de personas que también
participan de manera marginal y desigual en la prestación de este servicio, como
son los recicladores. En consecuencia con esto, figuran como retos de este Plan
lograr la participación efectiva de los recicladores en la formulación e
implementación de las actualizaciones venideras, pues hasta ahora este aspecto
ha sido muy tímido, así como también, reformular el énfasis puesto en los
sistemas de disposición final como rellenos sanitarios, dado que se pueden
explorar y fortalecer medidas ambiental y socialmente más favorables, para
reducir la generación de residuos y aumentar al máximo el aprovechamiento de
los generados.
Capítulo 4 194
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Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 203
Anexos
HISTORIAS DE VIDA
Vik Muniz
Pictures of Garbage
2008
Capítulo 4 204
1. Hurgando basuras, rebuscando el sustento y desafiando el
aislamiento al que obliga la pobreza. Historia de un grupo de
recicladoras del municipio de Copacabana
En el Valle de Aburrá se generan alrededor de 72.904 toneladas mensuales de
residuos y de ellas, aproximadamente 9.200 al mes logran retornar al ciclo
productivo, gracias, en gran medida, a que en el eslabón más bajo del reciclaje se
cuenta con el trabajo de cerca de 4.500 mujeres y hombres79.
Estas personas pasan más de diez horas diarias recorriendo calles, dejando en
cada paso el sentimiento de vergüenza que pudieron sentir cuando iniciaron con
este oficio. En su transitar van también defendiendo sus rutas de recolección, van
acompañadas de una artesanal carreta o de un costal montado al hombro, y
buscan siempre anticiparse al paso del carro recolector de basuras, para tener
tiempo de sacar de lo desechado por otros, el sustento para sus vidas y en la
mayoría de los casos, para el de toda su familia, claro está, después de recibir por
lo recolectado lo que el bodeguero o quien haga las veces de intermediario,
considere que cuesta su trabajo.
79
Las cifras son según el Plan de Gestión Integral de Residuos (PGIRS) Regional del año 2006, del Área Metropolitana del Valle de Aburrá).
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 205
Pese a estas condiciones, aquí sólo perfiladas, quienes se dedican a la
recuperación de materiales o al reciclaje como también es conocido este trabajo,
cada día son más, tal vez porque también son cada vez más las necesidades de
consumo y de desecho de los ciudadanos plenos de las actuales sociedades, o
porque son cada vez menos las oportunidades de acceso a fuentes de empleo
formales, reconocidas y valoradas para superar las condiciones de precariedad en
las que viven cientos de personas en la metrópoli antioqueña, o quizás porque se
está viendo en los desechos una fuente de riqueza, o simplemente porque las
afectaciones y el agotamiento de los recursos naturales están poniendo límites a
la ambición hecha mercancías.
En cualquier caso, en el Valle de Aburrá los recicladores, o los recuperadores
ambientales como proponen ahora las autoridades que se les identifique para
dignificar su labor y reconocerles la contribución ambiental que, conscientes o no
hacen (al alargar la vida útil de los rellenos sanitarios y al promover la
reutilización), son cada vez más, pero no por ello han logrado conformar
propiamente un gremio, una comunidad o un grupo con una identidad, con voz y
con unos objetivos comunes para defender.
Esta situación de aislamiento entre una multitud de seres con un mismo destino se
percibe en hechos como el siguiente. Menos de una cuarta parte de los
recuperadores de la región integran hoy alguna asociación, mientras que el gran
resto trabaja desde la independencia, demostrando una férrea incredulidad en
procesos que pretendan asociar el trabajo de cada uno con el de otros que se
encuentran en condiciones similares a las suyas. Semejante actitud podría resultar
extraña a alguien ajeno a sus experiencias e imaginarios, pero muy razonable
para quienes han conocido de cerca el funcionamiento y posterior declive de
numerosos intentos por agrupar a los recicladores, en los cuales ha primado el
interés personal de quienes asumen la dirección o mediante los cuales
simplemente se han puesto en escena todos los elementos posibles de
descoordinación, egoísmo, irrespeto y falta de solidaridad, esto último, tanto entre
Capítulo 4 206
los mismos recicladores, como del resto de la sociedad hacia ellos como un grupo
de ciudadanos cuyo goce efectivo de los derechos encuentra no pocas
dificultades.
Pero, esta tendencia tan generalizada de desintegración o atomización, ha sido
desafiada por un osado grupo de 7 mujeres que desde hace aproximadamente
quince años hicieron de la recuperación de materiales, la tabla de salvación para
sacar adelante sus familias, y del trabajo mancomunado, su principal baluarte. Se
trata de la Corporación de Reciclaje de Copacabana, mejor conocida como
RECICOP80, en cuyo seno hay mujeres tan valientes como Nora Ester Clavijo,
quien después de ser desplazada por la violencia del municipio de San Rafael y de
buscar de manera incansable una opción de empleo cuando llegó a Copacabana
hace no menos de doce años, no sintió ningún reparo en aceptar un trabajo que
jamás había pensado siquiera que pudiera hacer alguien, como era el tener que
hurgar las bolsas de las basuras, donde lo descompuesto se mezclaba con el
material que ella debía recuperar. Cuenta Nora que no fue fácil, que las náuseas y
la inapetencia la acompañaron los primeros días.
Esta aceptación sin reparo que Nora hizo del trabajo como recicladora, además de
estar motivada por la difícil situación en que se encontraba como desplazada,
desempleada, abandonada por su esposo y con la responsabilidad de tres hijos
menores, tuvo lugar porque descubrió que se encontraba con mujeres que como
ella misma estaban dispuestas a entregarlo todo para conseguir el pan para sus
hijos e hijas, y que entre ellas se tejían unas lógicas de solidaridad y de apoyo
mutuo como las reflejadas en premisas por ellas mismas establecidas y
cumplidas, tales como: a todas toca lo mismo independiente de lo que cada una
80
Esta Corporación fue creada el mes de agosto de 1.998 por 36 mujeres del municipio de Copacabana, la mayoría venía de ejercer oficios como barrenderas, trabajadoras domésticas, amas de casa y otras eran desempleadas. Muchas se retiraron en el camino por considerar muy duro el trabajo, otras se retiraron hace poco porque ya estaban en edad muy avanzada para trabajar, otras ya han muerto y las pocas que han quedado, han tenido a bien acompañar su trabajo con otras mujeres y también con tres hombres que entraron a la Corporación en los últimos años, para completar a la fecha un total de 10 asociados, 7 mujeres y 3 hombres.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 207
haya llevado, si alguna se enferma y no puede trabajar igual se le paga, todas
tienen derecho a 15 días de vacaciones pagas al año, si se solicitan apoyos a las
autoridades se habla en nombre del grupo que somos.
Como Nora, también Martha Hernández, Ángela Cardona, Luz Gladys Molina,
Rosa Amelia Zapata (Rosita), Amparo Álvarez y Gloria Zapata, sus compañeras
de trabajo, cuentan que detrás de su llegada al reciclaje hubo una dolorosa
situación de precariedad y de angustia para responder a las necesidades de sus
hijos, y que aunque no han sido poco los inconvenientes que se han encontrado
en el camino, que van desde el robo de material recogido y separado, hasta
problemas con administradores de la bodega relacionados con pagos más
justos81, ha ganado la perseverancia y que se sienten muy a gusto con la labor
que realizan, pues les ha permitido, mal que bien, dar el sustento a sus familias e
incluso, les ha permitido apoyar a sus hijos en el estudio, como lo demuestra el
hecho de que tres de ellas digan con notado orgullo que tienen por lo menos un
hijo que es profesional gracias a su trabajo con las basuras.
81
Estas mujeres comenzaron ganando por día algo más de mil pesos, pasaron luego a 7.000 mil y un par de años después “mejoró” el salario y hasta enero de 2014 recibían quincenalmente 150.000 pesos. Desde febrero del mismo año hasta la fecha, reciben cerca de 300.000 pesos, pero es de anotar que ninguna cuenta con un contrato laboral y que por lo tanto no cuentan tampoco con prestaciones sociales
Capítulo 4 208
2. Recicladores “independientes”
Alicia Narváez
Esta mujer originaria del vecino municipio de Caldas, comenzó con el reciclaje
desde hace más de 15 años. El primer acercamiento con el tema tuvo lugar con el
empleo que un Concejal logró gestionarle después de conocer el infortunado
momento por el que pasaba Alicia al momento de quedar viuda, con tres hijos
menores, sin empleo y debiendo tanto el funeral como los últimos días de su
esposo en el hospital. El empleo gestionado fue el de barrendera y ella sin mucho
reparo lo acogió como la gran posibilidad de resolver las necesidades de su
familia, pues se trataba de un empleo formal que le garantizaba además un
contacto directo con las autoridades locales.
Año y medio después de recorrer las calles de su pueblo como barrendera y fruto
de las buenas relaciones que pudo establecer con miembros de la Administración
de turno, Alicia fue tenida en cuenta para un proyecto que emprendiera el Área
Metropolita del Valle de Aburrá, orientado a conformar un grupo de personas de
todos los municipios de su jurisdicción, para trabajar inicialmente en temas como
la limpieza de quebradas y la arborización, y luego en la conformación de una
cooperativa de recicladores del Valle de Aburrá.
Alicia hizo parte integral de aquella cooperativa de recicladores, ejerciendo como
tesorera, y para dar una fecha aproximada en la que la cooperativa comenzó a
operar, relata que la Cooperativa sólo funcionó como dos años, por presuntos
malos manejos de los recursos, y que la desaparición de la misma coincidió con
un hecho que quedaría marcado para siempre en su memoria como fue el
secuestro y posterior asesinato de un hermano suyo en el año 2.000.
La experiencia en la Cooperativa de recuperadores le permitió a Alicia entrar en
contacto con trabajadores de la empresa INTERASEO, específicamente con una
promotora ambiental que se desempeñaba en los municipios del sur del Valle de
Aburrá. Un año acompañando a esta promotora en todo su quehacer diario, sin
contrato alguno y a merced de lo le diere a cambio, en especie o en dinero, bastó
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 209
para que Alicia aprendiera el oficio y se convirtiera para el decir de muchos en
INTERASEO, en “la conferencista estrella”, toda vez que demostró con creces su
capacidad para enfrentarse a cualquier público para hablarles del medio ambiente,
de los recursos naturales y de la importancia de un adecuando manejos de los
residuos sólidos.
Desde entonces y por un periodo de 6 años Alicia fue nombrada Promotora
ambiental de INTERASEO, por lo que continuó estando muy cercana a procesos
de promoción del reciclaje como una labor digna y sobre todo, necesaria. Desde
ese cargo impulsó por ejemplo la creación de una cooperativa de recicladores en
el Municipio de Caldas.
Pero como al decir de muchos, no hay felicidad completa, el trabajo de
INTERASEO duró muy a su pesar, sólo seis años, pues su cargo fue asignado a la
hermana de la secretaria de la Alcaldesa de Caldas de aquel entonces, quien
desde meses atrás, venía muy interesada en saber y aprender del trabajo
realizado por Alicia.
La salida de INTERASEO significó un duro golpe para Alicia, más aún cuando
fueron cuatro meses los que estuvo sin empleo. Pero como la vida continuaba y
esa era un duro golpe pero no el golpe final, la salida de la empresa de aseo no
significó más que la oportunidad para abrir nuevos caminos, ya no en su natal
Caldas, sino en el vecino municipio de Sabaneta, donde llega recomendada por
INTERASEO para acompañar una iniciativa privada de conformación de una
cooperativa de recicladores, la cual fue conocida como Planeta Limpio.
Esta nueva pero también conocida experiencia de conformación y puesta en
marcha de una cooperativa de reciclaje, le permitió vivir de nuevo y de cerca los
serios inconvenientes por los que pasan muchas de las asociaciones de
recicladores en nuestro contexto, que van desde el desinterés por agruparse y
trabajar en equipo, hasta los conflictos internos por insatisfacciones relacionadas
con los honorarios de quienes llegan a gerenciar, pues en la mayoría de los casos
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estos personajes llegan a recibir un salario con todas las prestaciones sociales
mientras que los recicladores de base no alcanzan a tener un salario mínimo.
Planeta Limpio logró funcionar cerca de tres años, hasta que entró en quiebra,
incumplió con el pago a los recicladores y desapareció. La Administración
municipal de la época, preocupada porque se abandonara el proceso de reciclaje
que se había logrado iniciar con la comunidad y con algunas empresas, llegó
desde entonces a un acuerdo con la señora Alicia Narváez, para que ella
administrara la bodega donde se venía haciendo el reciclaje, ofreciéndosele como
garantía el uso gratuito del espacio, de una compactadora, de los servicios
públicos de energía y agua, así como de vigilancia las 24 horas.
A este acuerdo llegaron con Alicia hace cinco años, y eso lleva ella al frente de un
grupo de cuatro personas dedicadas a clasificar material reciclable, 6 días a la
semana, 10 horas al día, y como ella, ninguno con un contrato laboral formal, o
con prestaciones sociales. Aún así, el trabajo no ha faltado y los pagos han estado
para todos cerca del salario mínimo pese a que trabajan desde la informalidad, ya
que este grupo de recicladores no se encuentra legalmente constituido.
Para Alicia entonces, el reciclaje y el trabajo con las basuras de otros, fue
inicialmente “su tabla de salvación”, pero se convirtió con el tiempo en su profesión
y en el oficio al que debe el haber podido “levantar a tres hijos sola”. Dice además
haberle tomado tanto amor al reciclaje, que se empeñó en formarse como técnica
ambiental en el SENA y lo logró hace poco menos de un año, y que de verdad lo
que más le genera preocupación es que “los gobiernos no le prestan al reciclaje y
a los recicladores, la atención que realmente merecen”.
Dimensión política, social y moral del fenómeno contemporáneo de producción y manejo de basuras. Una valoración del enfoque de gestión de residuos vigente en el Valle de Aburrá 211
Jorge Cárdenas
De los 31 años que tiene Jorge, poco más de 20 los ha dedicado al reciclaje y
como si fuera ayer, recuerda el día en que su madre los inició en el oficio, a él y a
sus 4 hermanos mayores. Cuenta Jorge que no fue motivo de alegría el tener que
reemplazar sus tardes de tareas escolares, de juegos y de ocio, por salir a las
calles de Sabaneta a empujar una carreta y recoger material reciclable, tanto así,
que no fueron pocas las veces que le hizo saber a su madre que realmente no le
gustaba tener que salir con ella a trabajar, pues a su entender “la escuela lo
estaba formando para ser algo más grande, para aspirar a algo más”. Esto último,
lo dice mientras se le escapa una sonrisa mezclada con ironía, pues aunque logró
graduarse como bachiller, las necesidades insatisfechas de su hogar lo obligaron
a dedicarse de lleno al reciclaje, y no sólo a ese oficio sino a “rebuscársela” por
otros lados, con trabajos como lavado de motos los días lunes y venta de comidas
rápidas los fines de semana.
Pero si Jorge llega por su madre al reciclaje, ella lo hace llevada de la mano por la
precariedad, pues su esposo, que siempre había vivido en el campo, no pudo
encontrar trabajo en Sabaneta, teniendo que retornar de jornalero a las fincas,
dejando así a su familia, a espera de lo que pudiese traer los días de descanso, a
merced de la solidaridad de los vecinos y a lo que Doña Lía pudiese rebuscar
mientras él se ausentaba.
Varios fueron los que se enteraron de la difícil situación de esta familia, entre ellos,
algunos funcionarios de la Alcaldía de Sabaneta, que un día, hace más de 20
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años, le sugirieron a Doña Lía que se dedicara al reciclaje, que ellos por su parte
le garantizaban la entrega del material de archivo que saliera de todas las
dependencias de la Administración y que ella se gestionara otras fuentes de
material. Esta idea, que inicialmente no convenció mucho a Doña Lía, tomó fuerza,
pues tampoco estaba a la vista otra opción, y fue así como ella y sus hijos
comenzaron con este oficio, del que agradecen haber obtenido el sustento, pero
del cual no han dudado en salir apenas resulta un trabajo con mejores garantías,
como ha sido el caso de los cuatro hermanos de Jorge, quienes desde hace más
de 10 años trabajan como operarios en fábricas.
Al decir de Jorge, a su madre y a él no les queda de otra que seguir luchando
desde aquí, con carreta en mano, recogiendo material en empresas y unidades
residenciales, pues las necesidades no dan espera, pero resalta que a diferencia
de cuando era aún un niño, ya sí le gusta el reciclaje, que finalmente se ha
acostumbrado a él y que como no ha hecho parte de ninguna asociación de
recicladores, lo entusiasma el hecho que desde la bodega donde clasifican el
material y donde se encuentran a diario con otros tres recicladores de oficio, se ha
comenzado a contemplar la idea de formalizarse como organización para ver si
logran mejorar las condiciones en que realizan su trabajo.