Dios, que buen vassalo! ‘SI oviesse buen señor!” Verso 20 ...
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“¡Dios, que buen vassalo! ‘SI oviesse buen señor!” Verso 20, Cantar del
Mío Cid
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El feudalismo puede ser definido como el sistema contractual de
relaciones políticas y militares entre los miembros de la nobleza de
Europa occidental durante la Alta Edad Media.
Se caracterizó por la concesión de feudos, generalmente en forma de
tierras y trabajo, a cambio de una prestación política y militar, contrato
sellado por un juramento de homenaje y fidelidad.
El señor y el vasallo eran hombres libres, por lo que no debe ser
confundido con el régimen señorial, sistema contemporáneo de aquél,
que regulaba las relaciones entre los señores y los campesinos.
El feudalismo unía la prestación política y militar a la posesión de tierras,
con el propósito de preservar a la Europa medieval de su desintegración
en innumerables señoríos independientes tras el hundimiento del
Imperio Carolingio.
Sus orígenes pueden cifrarse cuando los pueblos germanos
conquistaron en el siglo V el Imperio Romano de Occidente, poniendo
término al ejército profesional romano, que fue sustituido por los suyos
propios, formados por guerreros que servían a sus caudillos por razones
de honor y obtención de un botín. Los germanos vivían de la tierra y
combatían a pie, pero cuando los musulmanes, magiares y vikingos
invadieron Europa en los siglos VIII al X, los germanos se vieron
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incapaces de enfrentarse con unos ejércitos que se desplazaban con
suma rapidez.
Por una parte, los caballos de guerra eran costosos y su adiestramiento
para emplearlos militarmente exigía años de práctica y una dedicación
casi exclusiva. Carlos Martel, para ayudar a su tropa de caballería, le
otorgó fincas provistas de sus correspondientes braceros, arrebatados
inicialmente de las posesiones de la Iglesia y denominadas “beneficios”,
siendo cedidas mientras durase la prestación de los soldados. Sin
embargo los vasallos, como fueron llamados dichos caballeros,
soldados selectos de los que los gobernantes carolingios se rodeaban,
se convirtieron en modelos para aquellos nobles que seguían a la corte.