Discurso Senador Eduardo Frei Ruiz-Tagle

Discusión Partida Presupuestaria para Educación Valparaíso, 17 de noviembre de 2009

Este Senado tiene hoy la responsabilidad de aprobar los recursos destinados a la educación pública para el año 2010. En esta decisión está en juego el futuro de Chile, porque si no fortalecemos la educación no habrá un futuro mejor para nuestros hijos. Sería incomprensible para el país el oponerse a estos recursos. ¿Existe una explicación para no financiar los jardines infantiles, que acogen a miles de niños; los programas de alimentación escolar; el aporte fiscal indirecto, los textos escolares y tantos otros? El gremio de los profesores ha levantado una demanda que ha llamado la deuda histórica, que se refiere a los perjuicios causados por la dictadura al Magisterio con motivo de la municipalización. Pero sucede que muchos gremios podrían alegar daños parecidos, ya que en ese tiempo se provocó un daño social muy profundo a los derechos de amplios sectores de trabajadores. Sin embargo, a mi juicio ningún sector puede convertirse en acreedor absoluto y por cierto que el Estado no puede ser deudor indefinidamente. Gracias a la recuperación de la democracia el país ha podido compensar en algún grado esos perjuicios. En particular los profesores, quienes han visto más que duplicarse sus remuneraciones en valor real. Además, más de 20 mil profesores se han beneficiado con los bonos de incentivo de retiro en la última década, lo que les ha permitido recibir mejores jubilaciones. Soy partidario de atender de manera especial la situación de los profesores con mayor rezago profesional y que han estado recibiendo jubilaciones muy bajas, y así lo hemos planteado en nuestra propuesta. Valoro también, que como consecuencia de la aplicación de la Reforma Previsional, se abra la posibilidad de que esas pensiones se incrementen. Como ya anuncié hace algunos días, una de las primeras medidas que debemos tomar el próximo año cuando asuma el gobierno, será el adelantamiento del cronograma de la reforma previsional, lo que significará adelantar la solución de muchos problemas previsionales. El país tiene que cerrar este largo período de conflictos que en los hechos ha lesionado las posibilidades de mejoramiento de la educación pública. Hemos visto demasiados paros en los últimos años y los perjudicados han sido cientos de miles de estudiantes y sus familias. El derecho a huelga, consagrado en nuestro orden legal, no puede ser usado a cada rato sin considerar el costo social que provoca. Soy partidario del dialogo, pero también soy partidario de que las escuelas funcionen, de que los alumnos no pierdan clases, de que las familias no vivan en la incertidumbre y de que no se siga deteriorando la educación pública.

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Es urgente abordar los asuntos sustantivos del mejoramiento de la educación. Ello se relaciona también con elevar la calidad del desempeño docente. Esta es una cuestión crucial. Es en la sala de clases donde debe producirse un cambio del proceso educativo para que las escuelas públicas eleven su rendimiento. Junto a esto se requiere ampliar las becas para estudiar pedagogía, establecer una acreditación rigurosa de las carreras de pedagogía y formar los directivos que ejerzan un verdadero liderazgo pedagógico en sus establecimientos. Necesitamos crear un clima de trabajo productivo para que los cambios educativos puedan fructificar. Vamos a tener y tendré la mejor disposición para dialogar con los profesores sobre sus condiciones de trabajo y el establecimiento de una carrera docente que favorezca el esfuerzo y la superación. Para que la educación cambie, necesitamos que los educadores sean respetados por toda la comunidad nacional y que eso se refleje especialmente en el tema de las remuneraciones y quiero contribuir a ello. Pero el punto de partida es la disposición de todos para entrar a una nueva dinámica, con los padres, con los apoderados, con los alumnos y con todo el personal paradocente y auxiliar de la educación. El futuro del país depende de la educación. En los tiempos que vienen, esto demandará grandes acuerdos nacionales para que los cambios comiencen a materializarse. Queremos que los profesores jueguen un papel activo en esa gran tarea. Lo que está en juego es importante. Lo que resolvamos hoy no sólo tendrá impacto en la calidad de la educación del 2010, el 2015 o el 2020, también incidirá en las posibilidades que Chile cuente con aquellos hombres y mujeres que nos permitan dar este salto al desarrollo, ser una sociedad más justa e ir acortando las brechas de inequidad social que nos separan. Tenemos hoy día en nuestras manos esa posibilidad. Ha sido parte del debate de la campaña. Hoy vamos a votar para que las niñas y niños de hoy sean mujeres y hombres mañana, con las capacidades que les permitan escoger sus propios proyectos de vida y no vamos a rehuir esa responsabilidad. Por eso hoy día voto por la educación. Llamo a mis colegas de la Concertación y de todas las bancadas a hacer lo mismo. Yo creo que debemos despachar este presupuesto y darles a los niños de Chile los recursos que se merecen para su educación. Por último, señor Presidente, quiero señalar que hace pocos días, en una visita, invitados por el Colegio de Profesores, junto con el equipo programático de mi candidatura, presentamos nuestra propuesta de gobierno. Son 17 puntos que estamos discutiendo y vamos a seguir discutiendo con la comunidad y con todas las personas interesadas, de tal manera de transformar esa propuesta en un programa a cumplir en los próximos años.

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Ello implica también una decisión presupuestaria importante y voluminosa. Significa que en los próximos años vamos a aumentar el presupuesto en educación en 1.500 millones de dólares, para llegar en los próximos años a aumentar en 2% la inversión del PIB en la educación pública que es la educación que necesitamos darle calidad, como ha sido recurrente en todos los debates. Por eso mi compromiso con la primera prioridad de nuestro gobierno: ¡La educación y la cultura serán la base del desarrollo futuro de Chile! Gracias, Señor Presidente.