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TESIS DOCTORAL NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN FAMILIAR: MATRIMONIOS A DISTANCIA DOCTORANDO Mª ROSA RODRIGO SORIANO DIRECTOR JULIO IGLESIAS DE USSEL Y ORDIS PROGRAMA PROBLEMAS DE LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE GRANADA GRANADA, JUNIO DE 2005

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TESIS DOCTORAL

NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACIN FAMILIAR: MATRIMONIOS A DISTANCIA

DOCTORANDO

M ROSA RODRIGO SORIANO

DIRECTOR

JULIO IGLESIAS DE USSEL Y ORDIS

PROGRAMA

PROBLEMAS DE LA SOCIEDAD CONTEMPORNEA

DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGA UNIVERSIDAD DE GRANADA

GRANADA, JUNIO DE 2005

Editor: Editorial de la Universidad de Granada

Autor: Mara Rosa Rodrigo Soriano

D.L.: Gr. 875 - 2005

ISBN: 84-338-3401-0

A Toda mi Familia, por su aliento, confianza y ayuda prestada a lo largo de mi caminar acadmicoy personal.AGRADECIMIENTOSCuando llega el momento de los agradecimientos se agolpa en la cabeza tanta gente y momentos importantes, que uno no sabe por donde empezar e invade un cierto miedo a dejar a alguien fuera por despiste. As que ya ahora doy gracias a todas las personas que me han ayudado a llevar a cabo esta tesis.

De forma especial quiero dar las gracias a mis padres por haber confiado siempre en m, en mis planes, aventuras y locuras. Gracias por estar siempre a mi lado y apoyarme en todos los momentos ydecisiones de mi vida.Tambin quiero dar las gracias a todas las residentes del Colegio Mayor Alsajara que durante estos aos de tesis me han apoyado en los momentos de cansancios, desnimos y desengaos. Dar gracias por su paciencia, comprensin y ayuda en esos momentos ms difciles.

Del mismo modo quiero dar las gracias a todas las personas que confiaron en m y me apoyaron en todo momento a seguir adelante. Son tantas que sera muy largo nombrarlas a todas, aunque ellas ya saben quines son.Por ltimo, y no por eso menos importante, quiero dar las gracias a Julio por su dedicacin y ayuda en estos aos de andadura acadmica, y por su confianza puesta en m.NDICE1 parte LA FAMILIA EN LA SOCIEDAD ESPAOLACaptulo IEvolucin de la poblacin espaola en el s.XX9

1. Natalidad y fecundidad12

2. Descenso de la nupcialidad20

3. Proceso de envejecimiento de la poblacin25

Captulo IINuevas formas familiares31

1. Familias monoparentales33

2. Hogares unipersonales42

3. Parejas de hecho51

4. Hogares reconstituidos62

5. Matrimonios separados por razones de trabajo69

2 parte MATRIMONIOS SEPARADOS POR RAZONES DE TRABAJOCaptulo IIIOrigen y evolucin de las relaciones a distancia73

1. Antecedentes histricos76

2. Situacin actual83

3. Investigaciones precedentes92

Captulo IVDefinicin y problemas tericos103

1. Diversidad de clasificaciones tericas.103

2. Perfiles de parejas con doble residencia117

2.1 Parejas de hecho solteras.117

2.2 Divorciados2.3 Parejas de estudiantes o profesionales jvenes que viven con los padres119121

2.4 Viudos123

3. Matrimonios A Distancia (MAD)124

Captulo V Articulacin entre familia y matrimoniosde doble carrera 1351. Cambio en la posicin social de la mujer136

1.1 mbito educativo137

1.2 mbito laboral139

1.3 mbito poltico149

2. Modelos de MAD segn el motivob) Mayores 2533.3 Matrimonios expertos 255Captulo VIII Dinmicas internas de los matrimoniosa distancia 2591. Cambios ms significativos260

1.1 Aumento de la soledad260

1.2 Efectos en la salud fsica y psquica267

1.3 Distanciamiento de las amistades.273

1.4 Cambios en las aficiones, ocio y viajes.279

2. Toma de decisiones285

2.1 Decisiones cotidianas289

2.2 Decisiones sobre los hijos298

2.3 Decisiones econmicas302

3. Reparto de tareas 3053.1 Evolucin en el reparto detareas domsticas 3063.2 Divisin del trabajo domsticoentre MAD 313a)Reparto de tareas antes de

la separacin.313

b)Reparto de tareas despus de la

separacin.315

c)Reparto de tareas segn el motivo

de la separacin.317

d)Reparto de tareas segn etapa del

matrimonio.321

e)Reparto de tareas segn la edad y

perfil acadmico.322

f)Reparto de tareas segn el tipo de

reagrupacin.324

Captulo IX3.1 Emociones cuando el cnyuge est3.2 Emociones cuando es el padre el queviaja. 3713.3 Emociones cuando es la madre la que viaja.3734. Calidad de la relacin.376

4.1 Harriet Gross (1980)377

4.2 Naomi Gerstel y Harriet Gross (1984)378

4.3 Bunker y Zubeck (1992)380

4.4 Guldner y Swesen (1995)383

4.5 Jehn K., Stroh L. Y

von Glinow A. (1997)384

Captulo X Custodia de los hijos 3911. Cuidado y educacin de los hijos393

2. Monoparentalidad transitoria o

parentalidad dividida399

3.Dificultades para el cuidado de

los hijos en los MAD408

4.Efectos de la ausencia parental en los hijos417

5.Reaccin y opinin de los hijos ante

la ausencia parental436

a) Reaccin segn etapa del matrimonio.439

b) Reaccin segn la edad de los hijos.441

c) Ayuda que prestan los hijos

segn edad y sexo.444

6. Consecuencias del alejamiento enel padre ausente 446Captulo XI Conclusiones 4513 Parte METODOLOGA Y ANEXOSMetodologa483

1. Introduccin485

2. Objetivos486

3. Complementacin de tcnicas en

el estudio de la familia487

4. Justificacin de las tcnicas cualitativas489

4.1 Entrevistas en profundidad490

4.2 Descripcin del proceso de investigacin 493 a)La fase inicial: eleccin y contactocon los informantes. 493 b) Justificacin de las entrevistasseleccionadas 4975. Anlisis y presentacin de los resultados 508ndice de tablas 513Bibliografa 521PRIMERA PARTE:LA FAMILIA EN LA SOCIEDAD ESPAOLACaptulo I EVOLUCIN DE LA POBLACINESPAOLA EN EL S.XXEn las ltimas dcadas el mundo occidental ha experimentado grandes cambios y transformaciones que han afectado a todos los mbitos de la sociedad. Estos cambios, en gran medida son fruto de los avances cientficos que han revolucionado los medios de comunicacin, de transporte, la medicina, la cultura, la economa, etc. son pocos los campos que no se han visto alterados en los ltimos aos por todos estos avances. Pero no slo las estructuras se han visto alteradas y modificadas, sino que tambin los mbitos ms personales como son los valores, creencias, aptitudes y comportamientos se han visto afectados por la vertiginosa evolucin de los acontecimientos.

As pues, y no poda ser de otra forma, todos estos cambios y transformaciones tanto a nivel macro como micro han afectado al mbito de estudio objeto de esta tesis: la familia.

La familia como institucin primaria de la sociedad no es ajena a todos los acontecimientos que ocurren en ella y le influyen en su estructura, composicin, comportamiento, etc. Por este motivo, todos los acontecimientos ocurridos en la sociedad en el ltimo cuarto de siglo han afectado, modificado y alterado a la familia, ocasionando numerosas transformaciones en el seno de la misma.

Entre estos cambios que la familia ha experimentado nos encontramos con el descenso constante en las ltimas dcadas del nmero de hijos, as como el aumento de parejas que deciden no tener o tener tan slo uno. Este hecho ha ocasionado que desde 1975 la natalidad haya descendido constantemente hasta los ltimos aos en los que se ha experimentado un leve repunte.

Este descenso en la natalidad, en parte es debido al descenso de la nupcialidad que afecta a nuestro pas en las ltimas dcadas, aunque al igual que en la natalidad se aprecia un ligero aumento en los ltimos aos.

Otro de los factores que han alterado la estructura familiar es el aumento de la esperanza de vida y el creciente envejecimiento de la poblacin. Estos factores han ocasionado que muchas personas mayores vuelvan a convivir con sus hijos tras el fallecimiento del cnyuge ante la incapacidad para vivir solos. Este reagrupamiento familiar ha modificado la estructura de la familia nuclear con sus consecuentes cambios y reajustes.

Del mismo modo, el envejecimiento de la poblacin ha originado que aumente el nmero de personas mayores que encabezan un hogar unipersonal tras el fallecimiento del cnyuge. Cada vez son ms los mayores de 65 aos que tras enviudar permanecen solos en sus casas aumentando la cifra de los hogares unipersonales.

Todos estos cambios demogrficos han contribuido a la transformacin de la estructura familiar, pero a dicha estructura no slo le han afectado stas tendencias demogrficas, sino que tambin se ha visto afectada por el aumento de nuevas formas de organizacin familiar.

En las ltimas dcadas, tanto en Espaa como en el resto de Europa se ha producido un aumento de algunas formas familiares que ya existan pero que eran poco perceptibles y el surgimiento de nuevas formas de organizacin. As pues entre la diversidad de formas de organizacin familiar que se han hecho ms presente en nuestra sociedad destacamos algunas de ellas como los hogares reconstituidos, las parejas de hecho, los ncleos monoparentales (madres solteras y procedentes de una separacin o divorcio) y los matrimonios a distancia.

Los hogares reconstituidos son aquellos que estn formados por parejas procedentes de otras uniones anteriores donde alguno de los miembros o los

dos, aportan hijos del matrimonio anterior. Esta situacin ha experimentado un aumento debido al mayor nmero de divorcios y matrimonios de segundas nupcias.

Igualmente las parejas de hecho tambin han aumentado, aunque segn los expertos esto no supone un rechazo de la institucin matrimonial sino un retraso, pues son pocas las parejas que adoptan este modelo como forma de vida. La cohabitacin, es ms bien una forma de convivencia previa al matrimonio, pues son muchas las parejas jvenes que deciden convivir un tiempo antes de casarse. Por el contrario, son pocos los jvenes que adoptan este modelo como alternativa al matrimonio aunque s est aumentando como alternativa entre las parejas que despus de un fracaso matrimonial deciden vivir juntas pero sin ningn vnculo jurdico.

Tampoco las familias monoparentales son un fenmeno nuevo, pues han existido siempre fruto del fallecimiento de alguno de los cnyuges o procedentes de madres solteras. La novedad es el origen del aumento de esta forma familiar, ya que en la actualidad la gran parte de estos hogares proceden de una separacin o divorcio, y en menor medida de madres solteras y viudas.

Para terminar, tambin podemos apreciar el aumento de matrimonios a distancia. Este tipo de matrimonios tambin ha existido siempre, aunque en los ltimos aos ha experimentado un crecimiento fruto del mayor nivel educativo de la mujer y de la dificultad de los matrimonios para encontrar trabajo en la misma localidad. Esta circunstancia ocasiona que las parejas decidan vivir temporalmente su relacin a distancia hasta que encuentren una solucin a su situacin.

Estos matrimonios a distancia pasan la semana en ciudades diferentes producindose la reagrupacin en la mayora de los casos en los fines de semana, aunque sta depender en gran medida de la distancia entre los dos ncleos familiares.

A continuacin desarrollaremos cada una de estas transformaciones familiares ofreciendo una descripcin de su evolucin en los ltimos aos en comparacin con el marco europeo. Para el final de esta descripcin hemos dejado los MAD (Matrimonios A Distancia) por ser el tema principal de la investigacin y sobre el cual se desarrolla este tesis.

Para iniciar la descripcin y anlisis de la familia espaola en el mapa europeo empezaremos con el estudio de las transformaciones ocurridas en la natalidad y fecundidad.

1. Natalidad y fecundidadEl indicador de la natalidad representa un fundamento bsico en el estudio de la realidad social de la familia pues en gran medida su evolucin determina variables de las tendencias colectivas e influye en las demandas hacia los servicios sociales y medidas polticas. Por esto es importante su estudio y el anlisis de su evolucin en los ltimos aos.

As pues en el anlisis y estudio de este ndice, as como en el de la fecundidad, podemos apreciar un fuerte descenso en el ltimo cuarto de siglo que ha afectado a toda Espaa. Este descenso se aceler desde los aos setenta hasta mediados de la dcada de los ochenta. Desde 1986 se observa una cierta relentizacin de la disminucin que llega hasta los aos noventa. Sin embargo, parece apuntar una tendencia a un descenso de nuevo acelerado en la segunda mitad de la dcada de los 90. Del mismo modo si analizamos la evolucin anual del indicador coyuntural de la fecundidad (nmero medio de hijos por mujer) durante el perodo observado, es decreciente; partiendo de un

28 en el ao 1975 se sita en 13 en el ao 2002. (INE 2004).

Una primera aproximacin a la natalidad es la tasa bruta, que muestra la relacin de nacimientos en un ao por cada mil habitantes. En 1995, la tasa bruta de natalidad espaola era de 9,27, habindose reducido ms de 9 puntos desde 1975. En dicha fecha la tasa bruta de natalidad era del 18,84 (INE). El descenso fuerte se produjo desde finales de los setenta y durante la dcada de los ochenta. Sin embargo, slo desciende un punto en la primera mitad de la dcada de los 90, lo que parece indicar que se inicia un perodo de cierta estabilidad, alcanzando las tasas ms bajas de natalidad de la historia espaola, superando el perodo de guerra civil, perodo histrico de referencia tradicional por su baja natalidad. Los ltimos datos registrados parecen indicar una cierta estabilidad alcista que coloca a la tasa bruta de natalidad en un

101 en el 2002 (INE 2004).

Por lo que respecta a la tasa bruta de natalidad de Andaluca, comunidad en la que se enmarca este estudio, la trayectoria de la misma sigue parmetros similares de evolucin del resto del pas. Aunque hay que hacer mencin a un rasgo particular de Andaluca que hace mencin a la sobrenatalidad andaluza referida a las tasas superiores de nuestra comunidad con respecto al resto del pas.

Las tasas brutas de natalidad de la poblacin andaluza han sido superiores a las espaolas a lo largo de todo el s.XX, aunque han seguido la misma tendencia de descenso en las ltimas dcadas llegando en la actualidad a 1107 .

Tabla I.1.1: Tasa bruta de natalidad, edad media a la maternidad y nmero medio de hijos por mujer1975-2002

AosNacimientosTasa de natalidadEdad a la maternidadHijos por mujer

1975669.37818,828,82,8

1976677.45618,828,52,8

1977656.35718,028,42,7

1978636.89217,228,42,6

1979601.99216,128,22,4

1980571.01815,228,22,2

1981533.00814,128,22,0

1982515.70613,628,31,9

1983485.35212,728,41,8

1984473.28112,428,41,7

1985456.29811,928,51,6

1986438.75011,428,51,6

1987426.78211,128,61,5

1988418.91910,828,61,5

1989408.43410,528,71,4

1990401.42510,328,91,4

1991395.98910,229,01,3

1992396.74710,229,31,3

1993385.7869,929,51,3

1994370.1489,429,71,2

1995363.4699,230,01,2

1996362.6269,230,21,2

1997369.0359,330,41,2

1998365.1939,230,51,2

1999380.1309,530,71,2

2000397.6329,930,71,2

2001406.38010,030,81,2

2002(P)416.51810,130,81,3

Fuente: Indicadores Demogrficos Bsicos. INE 2004

Como demuestran las cifras de la tabla I.1.1, la natalidad junto con el nmero medio de hijos por mujer ha ido descendiendo progresivamente en Espaa a lo largo de todo el siglo XX. Al comienzo de dicho siglo el nmero de hijos por mujer era de 475, en 1950 la tasa se haba reducido hasta alcanzar

25 y a partir de este ao empieza un leve incremento hasta lograr 28 en 1975. Momento en el cual empieza el rpido descenso en el nmero de nacimiento hasta llegar a 1996, ao en el que se registra el nmero ms bajo llegando a

362.626, equivalente a una tasa de 92 por mil y 12 hijos por mujer. A partir de este momento se experimenta un leve aunque constante aumento hasta llegar en el 2002 a 416.518 nacimientos (13 hijos por mujer).

Como consecuencia de la constante cada de la fecundidad, tiene inters mencionar que el nmero medio de hijos por mujer en Espaa, como se

aprecia tambin en la tabla I.1.1, se sita por debajo del nivel de reemplazo generacional que es de 2,1. El indicador coyuntural de la fecundidad tras varios aos de continuo descenso se estabiliz alrededor de 1,2 hijos por mujer en el periodo 1995-1998, presentando un ligero repunte a partir de 1999, debido a la contribucin de las madres de nacionalidad extranjera, que cada vez van siendo ms importante. El porcentaje de nacimientos de este colectivo respecto del total ha pasado de ser el 3,3% del total de nacimientos habidos en el ao

1996 al 10,4 % en el ao 2002 (INE 2004).

Si contemplamos este ndice por Comunidades Autnomas apreciaremos como algunas de stas ni tan siquiera llegan al 13 hijos por mujer, que es la media actual de Espaa. De las 18 comunidades autnomas, slo 8 superan dicho ndice, estando las 10 restantes por debajo del mismo.

Tabla I.1.2: Promedio de hijos por mujer por CC.AA (1970-2002)

1970197519801985199019941996199719981999200020012002P

Andaluca3,363,132,732,011,661,421,321,331,301,311,331,331,36

Aragn2,362,411,961,441,161,121,071,081,061,111,151,201,16

Asturias2,342,381,831,310,970,830,820,820,810,820,850,870,86

Baleares3,092,842,191,901,621,361,361,421,431,431,491,491,43

Canarias3,733,202,531,801,481,271,241,251,241,291,271,201,26

Cantabria2,852,682,161,451,150,950,950,960,940,981,051,011,08

C. Len2,532,322,041,501,170,990,940,960,910,930,950,941,01

C Mancha2,762,632,381,831,611,411,301,291,231,271,321,331,25

Catalua2,692,861,901,491,251,181,171,221,211,251,321,331,32

C. Valenc.2,872,922,331,631,381,211,171,281,201,201,231,241,28

Extremad.2,872,532,501,921,631,391,281,251,201,211,211,171,25

Galicia2,282,382,071,481,170,990,920,920,900,910,920,910,95

Madrid2,902,912,091,541,271,171,161,191,201,241,321,381,30

Murcia3,583,232,882,021,731,451,421,451,441,421,521,581,53

Navarra2,722,662,001,421,231,141,161,191,201,211,241,331,31

P. Vasco2,852,771,861,280,990,910.960,980,971,011,031,061,09

La Rioja2,492,452,061,491,211,111,071,111,111,141,161,161,19

Ceuta------1,731,681,671,81

Melilla1,912,012,042,20

Espaa2,862,802,211,641,361,211,171,181,151,201,241,241,25

Fuente: INE 2004

Andaluca es una de las comunidades que est por encima de la media espaola, aunque en la tabla I.1.2 se puede observar como ha seguido la misma tendencia que el resto del pas con respecto al nmero medio de hijos

por mujer. En 1975 este ndice era de 322, mientras que hoy en da se ha reducido hasta llegar a 136 hijos por mujer (IEA 2004).

Los motivos de este descenso de la natalidad son abundantes y diversos. Entre ellos nos encontramos con el retraso de la edad media en la maternidad, la situacin econmica, el paro juvenil, el retraso y descenso de nupcialidad, el aumento de la incorporacin de la mujer al trabajo, la prevalencia del confort y bienestar, la extensin de los mtodos de planificacin familiar, la prolongacin de los estudios, etc todos estos factores, junto con otros que a continuacin veremos, ocasionan que la natalidad se frene.

El aumento de la incorporacin de la mujer a la poblacin activa es uno de los motivos que provoca que muchas de ellas vean como incompatible las exigencias de la maternidad y las propias de la vida laboral, lo que induce a que un gran nmero de estas mujeres opten por retrasar la maternidad, produciendo un descenso de la natalidad.

Igualmente, el confort, el bienestar y el disponer de todos los medios materiales, son tambin, hoy en da un obstculo para la natalidad, pues hasta no disponer de todo lo que consideran imprescindible para gozar de calidad de vida, muchos matrimonios posponen la decisin de tener hijos.

Del mismo modo otro motivo de la cada de la natalidad est en el descenso de la nupcialidad, no slo en Espaa sino a nivel europeo. Todos los pases vieron descender su nupcialidad, siendo el ritmo de descenso mucho ms pronunciado desde la segunda dcada de los 70, lo cual puede significar tanto una menor propensin a formar familias a travs del matrimonio, como una menor propensin a formar familias en general (Alberdi,I. ,1995).

La tendencia sealada del descenso de la natalidad no es nica de Espaa, sino tambin de Europa Occidental en general. Todas nuestras funciones demogrficas siguen las tendencias europeas, aunque con unos aos de retraso y ms pronunciadas. La cada de la natalidad en Espaa ha sido ms tarda pero ms acelerada que en el resto de Europa, en sta ocurri

a partir de 1965, mientras que en Espaa la cada no empez hasta diez aos ms tarde, en 1975.

Si analizamos cada uno de los pases de la Comunidad Europea, la fecundidad en Europa sera la que aparece en la tabla I.1.3

Tabla I.1.3: Nmero medio de hijos por mujer en la Unin Europea (1990-2002)

1990199119921993199419951996199719981999200020012002

Alemania1,451,331,301,281,241,251,321,371,361,361,361,351,40

Austria1,461,501,491,481,441,401,421,371,341,321,341,331,37

Blgica1,621,651,641,591,561,551,551,551,531,611,661,641,64

Dinamarc1,671,681,761,751,801,801,751,751,721,731,771,751,73

Espaa1,341,301,291,251,211,181,171,191,151,201,231,241,25

Finlandia1,781,791,851,811,851,811,761,751,701,741,731,731,72

Francia1,781,771,731,651,651,701,721,711,751,791,881,891,88

Grecia1,391,381,381,341,351,321,301,311,291,281,291,251,25

Irlanda2,122,091,991,901,851,841,891,921,931,881,891,982,01

Italia1,301,291,251,221,211,171,201,221,191,231,241,251,26

Luxembur1,611,601,641,701,721,691,761,711,681,731,801,651,63

P. Bajos1,621,611,591,571,571,531,531,561,631,651,721,711,73

Portugal1,571,571,541,521,441,401,431,461,461,491,521,461,42

Suecia2,132,112,091,991,881,731,601,521,501,501,541,571,65

R. Unido1,831,811,791,751,741,711,721,721,711,681,641,651,64

EU 151,571,531,511,47,1441,421,441,451,451,451,481,461,47

Fuente: INE 2004

La tasa de fecundidad media que posee hoy en da la Unin Europea es de 147 hijos por mujer, inferior a la tasa de 21 que es la necesaria para asegurar el reemplazo de la poblacin.

Dentro de la Unin Europea, Irlanda posee la tasa ms alta con 201 hijos por mujer, mientras que Espaa, Grecia e Italia estn en la cola con los ndices ms bajos (125).

El descenso continuo del nmero de hijos por mujer que se aprecia en Europa durante los ltimos 50 aos es debido a la unin de diversos factores. Entre dicho factores habra que sealar los indicados previamente, para el caso de Espaa y destacar, entre otros los siguientes: extensin generalizada de los mtodos de planificacin familiar, la incorporacin de la mujer al mercado de trabajo y la prolongacin de los estudios ms all de la educacin obligatoria.

Si analizamos los datos de la tabla I.1.3 podemos comprobar como la mayora de los pases europeos han disminuido su tasa de fecundidad. Si comparamos los aos 1990-2002, tan solo Dinamarca, Finlandia y Pases Bajos han aumentado dicho ndice, el resto de los pases comunitarios han visto descender su tasa, siendo Suecia y el Reino Unido los que han experimentado un descenso ms notable.

El aumento del nmero de nacimientos en los pases del Norte de Europa se han producido sobre todo fuera del matrimonio. De esta forma se ha recuperado la natalidad pero fuera del matrimonio, con los problemas que ello conlleva de posible feminizacin de la pobreza y de familiarizar la pobreza. Y supone tambin hijos e hijas educados sin imagen paterna.(Lamo de Espinosa, E., 1995).

En la Unin Europea de los 15 son ya un 27% los hijos nacidos fuera del matrimonio, porcentaje que se dispara hasta el 56% en Suecia. En Espaa tambin ha aumentado notablemente pasando del 10% en 1991, hasta duplicarse y representar el 214% del total en 2002. El pas comunitario con un

% ms bajo es Grecia con tan slo el 4% (Cifras INE, 2004).

Tabla I.1.4: Nacimientos fuera del matrimonio. Ao 2002.%

Ue-15 (1)250

Alemania (2)338

Blgica (1)200

Dinamarca446

Espaa (2)197

Finlandia399

Francia (2)437

Grecia (1)40

Irlanda311

Italia (1)97

Luxemburgo232

Holanda291

Portugal255

Reino Unido406

Suecia560

(1) Ao 2000

(2) Ao 2001

Fuente: Cifras INE, 2004.

Podemos decir que en trminos generales, la natalidad en Europa sigue cuatro caminos diferentes:

Los pases del Norte (Suecia, Finlandia y Dinamarca), se caracterizan por la recuperacin de su fecundidad y cuyos niveles son los ms elevados en la Unin junto con Francia e Irlanda.

Los pases del centro (Reino Unido, Pases Bajos, Blgica y

Luxemburgo), poseen una fecundidad que oscila aproximadamente entre 16

17 hijos por mujer.

Alemania y Austria, pases en los que el baby-boom se produjo antes, pero que permanecen estancados desde hace veinte aos con unos niveles de fecundidad muy bajos, alrededor del 14.

Los pases meridionales, Espaa, Portugal Italia y Gracia, en los que el descenso de la fecundidad ha sido ms tardo, pero ms rpido y violento, y todava no est estabilizado.

Como dijimos previamente, una de las causas de este descenso generalizado de la natalidad en toda Europa es debido, al menor nmero de matrimonios. As pues a continuacin vamos a analizar este ndice con ms profundidad para conocer su origen y sus consecuencias.

1.2.- Descenso de la nupcialidadEl descenso de la nupcialidad lo podemos apreciar claramente si estudiamos la evolucin de la tasa bruta de nupcialidad en nuestro pas que mide los matrimonios celebrados por cada 1.000 habitantes. De esta forma vemos como en Espaa desde 1956, donde se alcanz la mayor tasa de nupcialidad con un 878 el nmero de matrimonios ha ido disminuyendo progresivamente hasta la dcada de los 70, donde en la primera mitad de la misma experiment un ligero aumento para volver a disminuir sucesivamente. El descenso producido en la dcada de los 80 no fue lineal, el primer y rpido descenso se dio en el perodo 1978-85, seguido de una recuperacin hasta el ao 1991, a partir del cual vuelven a descender los matrimonios hasta llegar a la tasa actual del 2002 en 507 por mil matrimonios.

Al estudiar la evolucin de la nupcialidad nos podemos encontrar con obstculos que dificulten su estudio como ocurri en la revisin realizada por Margarita Delgado Prez y Juan Antonio Fernndez Cordn (Delgado Prez,M. y Fernndez Cordn, J.A., 1989), que puso de manifiesto el subregistro de los matrimonios catlicos de las estadsticas en el Movimiento Natural de la Poblacin para el perodo 1980-85. Segn el Instituto Nacional de Estadstica el descenso experimentado en el nmero de matrimonios se debe a que, en los celebrados segn la religin catlica, los prrocos no cumplimentan los boletines estadsticos, ni remiten la certificacin acordada por el INE y el

Secretariado General de la Conferencia Episcopal (INE, 1982). sta puede ser una de las causas que ocasione el supuesto descenso de matrimonios en dicho

lustro, aunque en realidad se tratara de una omisin censal.Tabla 1.2.1: Tasa bruta de nupcialidad por CC.AA (1995-2002)

19951996199719981999200020012002

Andaluca5,355,065,145,385,495,715,555,75

Aragn4,554,524,604,824,775,034,765,12

Asturias4,174,084,234,334,454,644,495,01

Baleares5,575,565,465,735,715,555,205,02

Canarias5,334,984,885,145,024,634,283,77

Cantabria4,284,484,454,764,925,135,135,77

C. Len4,093,963,984,084,174,334,065,08

C. Mancha5,004,754,734,864,975,054,895,65

Catalua5,275,135,085,345,195,325,054,84

C. Valen5,505,295,385,755,645,905,635,61

Extremad4,734,484,674,734,785,074,705,12

Galicia4,304,274,284,424,454,454,154,53

Madrid5,365,095,205,625,635,865,584,50

Murcia5,525,365,575,695,835,995,525,23

Navarra4,985,074,755,065,225,414,875,02

P.Vasco4,614,524,594,854,735,084,734,87

Rioja4,514,825,014,944,865,345,085,01

Ceuta4,225,054,924,484,194,534,564,40

Melilla6,576,536,817,108,458,336,565,64

Espaa5,104,924,975,225,225,395,125,07

Fuente: INE 2004

Como se aprecia en la tabla I.2.1 la Comunidad Autnoma con una tasa de nupcialidad ms alta es Andaluca con un 575, seguida de Castilla La Mancha, Ceuta y Comunidad Valenciana con un 56 . Por el lado contrario, las autonomas con un ndice menor de nupcialidad son Ceuta con un 44 y Canarias con un 377, que ha sido la comunidad autnoma que ha experimentado un descenso ms pronunciado.

Las comunidades autnomas que han experimentado un aumento ms pronunciado en los ltimos siete aos han sido Cantabria y Castilla Len crecido ms de un punto en su tasa bruta de natalidad. Por el contrario las

comunidades autnomas que han visto descender su nupcialidad de una forma ms pronunciada han sido Canarias y Melilla.

Si analizamos el total de la tasa bruta para el conjunto de la sociedad espaola podemos apreciar como es bastante fluctuante son ascensos y bajadas permaneciendo alrededor del 5.

Si observamos la tabla I.2.2 podemos observar como Andaluca tambin ha visto descender su tasa de nupcialidad a lo largo de las ltimas dcadas, aunque es la ms alta de todas las comunidades autnomas. Y al igual que ocurri con la natalidad, las tasas de este ndice han estado por encima de la media nacional en todo momento.

Tabla I.2.2: Tasa bruta de nupcialidad, por 1000 habitantes. 1988-2002

198819891990199119921993199419951996199719981999200020012002

Espaa566571568560557514509510492497522522539512507

Andaluca628633626609583539535535506514538549571555575

Fuente: INE 2004

Si estudiamos la nupcialidad segn la edad observamos en la tabla I.1.1 como en 1975, en Espaa, se registra la edad ms baja al contraer primeras nupcias, entorno a los 23 aos para las mujeres y 26 para los hombres. Esta tendencia persiste hasta la dcada de los 80 en que empieza a elevarse la edad hasta situarse en los 30 aos para los hombres y en 29 aos para las mujeres, en 2002. (INE 2004), en 20 aos la edad media al matrimonio ha aumentado 4 aos.

Con respecto a Europa en el perodo que transcurre de finales de la segunda Guerra Mundial a mediados de los aos 60, aument considerablemente su nupcialidad. Esta explosin matrimonial se debi a los efectos de la guerra: recuperacin de matrimonios pospuestos y efectos sobre el mercado matrimonial.

Sin embargo a partir de los aos 70 esta tendencia cambi radicalmente, y empezando por los pases escandinavos, Europa empez a registrar los

primeros descensos en la nupcialidad. Dicho descenso se dio primero en los pases septentrionales para extenderse posteriormente, a mediados de los 70,

a los pases meridionales.Tabla I.2.3: Tasa bruta de nupcialidad en Europa (1960-2001)

19601970198019851990199520002001

Reino Unido7,58,57,46,96,55,55,12----

Dinamarca7,87,45,25,76,16,67,196,82

Finlandia6,34,65,054,79

Suecia4,53,84,504,02

Blgica7,17,66,75,86,55,14,404,09

Austria6,35,34,844,21

Holanda7,89,56,45,76,45,35,534,97

Francia7,07,86,24,95,14,45,185,13

Alemania9,57,46,36,46,55,35,094,72

Luxemburgo7,16,45,95,46,15,14,914,49

Portugal7,89,27,46,77,36,66,235,67

Grecia7,07,76,56,45,96,14,635,39

Espaa7,87,45,95,25,75,15,425,12

Italia7,77,35,75,25,45,14,864,50

Irlanda5,57,06,45,35,14,35,044,99

Media Europea8,07,86,45,86,05,15,14----

Fuente: INE 2004

Como se aprecia en la tabla I.2.3, en todos los pases europeos han disminuido el nmero de matrimonios. En 1960, la media era de 8 por mil y hoy en da esta cifra es tan slo de 5 por mil. Francia, Finlandia, Irlanda y Holanda, con descensos en el nmero de matrimonios de entre el 60 y el 70%, son los pases donde el matrimonio ha perdido ms popularidad (Torreblanca Pay,

1999). Los europeos que tienen menos probabilidad de casarse son los suecos, mientras que Dinamarca es la que posee la tasa de nupcialidad ms alta de la Unin Europea con un 682. Le siguen los pases meridionales de Portugal (567), Francia (513) y Espaa (512).

El pas europeo que ms ha visto descender su nupcialidad en estos ltimos 40 aos ha sido Alemania que en 1960 tena la tasa de nupcialidad ms alta de la Unin Europea con un 95, mientras que en el 2001 posee una tasa de 472, siendo de los miembros de la unin que menos se casan.

La misma tendencia observada en Espaa en las ltimas dcadas con respecto al aumento de la edad al primer matrimonio se observa en el resto de

Europa, como se aprecia en la tabla I.2.4.Tabla I.2.4: Edad de la mujer al primer matrimonio (1960-2000)

19601970198019902000

Alemania23,422,522,925,327,14

Blgica22,822,422,224,226,04

Dinamarca22,822,824,627,629,49

Espaa26,124,723,525,327,65

Francia23,022,623,025,527,80

Grecia25,223,723,124,526,59

Holanda24,222,923,125,927,81

Irlanda27,625,325,026,1-----

Italia24,823,923,825,6-----

Luxemburgo23,025,427,09

Austria27,15

Finlandia27,97

Suecia30,12

Portugal24,824,323,224,925,24

Reino Unido23,323,027,32

EUR1524,023,123,225,127,83

Fuente: INE 2004

Los datos de la tabla I.2.3 nos rebelan como en la dcada de los 70-80, la edad de la mujer en el primer matrimonio, desciende para volver a elevarse en los aos 90, hasta llegar a las cifras actuales donde podemos apreciar que son las ms altas de los ltimos tiempos. Mientras que en 1980 la edad media de los hombres al contraer matrimonio era de 26 aos y para la mujer de 23, hoy nos encontramos con una edad media para el hombre de 3018 aos y

2783 aos para la mujer.

En la edad media al matrimonio en Europa encontramos una tendencia generalizada entre las mujeres a contraer matrimonio alrededor de los 27 aos, siendo Portugal el pas donde se casan ms pronto con 2524 aos, mientras que Suecia es el pas en el que lo hacen con ms aos, siendo la media de

3012.

3.- El proceso de envejecimiento de la poblacinEl envejecimiento demogrfico afecta notablemente a la estructura de edades de la poblacin produciendo una transformacin de la misma. Se trata de una situacin en la que la proporcin de los grupos de edad mayores aumenta con respecto a los grupos ms jvenes, hecho que provoca el aumento de la edad media del conjunto de la poblacin.

Las causas de este envejecimiento demogrfico se han debido a la transicin de un rgimen demogrfico tradicional con una gran mortalidad y una fecundidad elevada, a un rgimen moderno con tasas bajas en las dos variables:

1) Cada de la fecundidad; La reduccin de la fecundidad es un elemento que ha influido en el proceso de envejecimiento de la poblacin, aunque dicha variable se ha manifestado de forma intermitentemente. La primera fase de moderacin del envejecimiento la produjo la recuperacin de la fecundidad entre 1945 y 1965, el llamado baby-boom. Desde 1965 la cada de la fecundidadfue constante hasta nuestros das, y la causante del envejecimiento por la base.

2) Prolongacin de la vida; El retroceso de la mortalidad es otra de las causas del envejecimiento debido a la prolongacin de la duracin media de la vida humana y el aumento de la esperanza de vida en la gente adulta.

La sociedad espaola es una de las naciones europeas que ms est experimentando el aumento de la esperanza de vida y el creciente envejecimiento de la poblacin. Segn datos de la ONU, de continuar las tendencias actuales, Espaa se convertir en el pas ms envejecido del mundo dentro de 50 aos, con un 37% de mayores de 65 aos pronosticado para mediados de siglo.

En la actualidad posee una esperanza de vida para los hombres de 757 aos y de 831 aos para las mujeres. Con respecto a Andaluca en esta ocasin es superior la media nacional, pues la esperanza de vida para los andaluces es de 7502 y para las andaluzas de 8182 (IEA 2004).

En el ao 2050, segn datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos

Sociales, se habr alcanzado una cifra de 6 millones y medio de personas con

65 y ms aos, algo ms de medio milln ms que hace tan solo cinco aos, cuando en Espaa la poblacin anciana era el 15 5% del total de la poblacin ( Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, 2000).

En el segundo cuarto del siglo XX, la diferencia de la esperanza de vida al nacer entre los estados miembros menos favorecidos y los otros era de 10 aos. En Espaa, Grecia y Portugal apenas llegaba a los 50 aos en las mujeres, mientras que era superior a los 60 aos en Dinamarca o los Pases Bajos, tanto en los hombres como en las mujeres.

Pero a partir de 1970 la esperanza de vida va a crecer en toda Europa de forma considerable, excepto en los pases del Este. El crecimiento es superior en los pases que en un principio posean menor esperanza de vida. En Espaa se pasa de una esperanza de vida cifrada en 669 aos para los hombres y 717 para las mujeres en 1960, a los 757 y 831 respectivamente, registrados en 2002 (INE 2004).

Tabla I.3.1: Esperanza de vida al nacer en Europa (1980-2002)

VARONESMUJERES

19801985199020021980198519902002

Alemania----71,572,074,8----78,178,780,8

Austria69,070,472,575,676,177,479,181,6

Blgica70,070,072,774,576,876,879,480,8

Dinamarca71,271,672,074,777,377,577,779,2

Espaa72,573,073,375,778,679,680,483,1

Finlandia69,270,170,974,977,678,778,981,5

Francia70,270,272,775,678,478,480,982,9

Grecia72,272,674,675,476,877,679,580,7

Irlanda70,171,072,173,075,676,777,678,5

Italia70,671,673,675,677,478,180,282,9

Luxemburgo69,170,672,375,375,977,978,580,8

P. Bajos72,773,073,875,979,379,680,980,6

Portugal67,770,370,473,475,277,177,480,4

Suecia72,874,074,877,778,880,080,482,1

R. Unido70,271,772,975,776,277,578,580,4

UE 1575,581,6

Fuente: INE 2004

Si observamos detenidamente la tabla I.3.1 podemos apreciar como la esperanza de vida ha ido aumentando en todos los pases de la Unin Europea, siendo en todos ellos mayor en la mujer que en el hombre. Entre los varones, son los suecos los que ostentan una esperanza de vida ms alta desde 1980 hasta nuestros das (771), seguido de los italianos (768) y espaoles (757). Mientras que son los ciudadanos de Irlanda (730) junto con Portugal (734) los que mantienen una evolucin en su esperanza de vida ms baja.

Entre las mujeres, son las espaolas, francesas e italianas las que poseen en la actualidad una esperanza de vida ms alta con 831 aos las primeras y 829 las dos ltimas.

Este aumento de la esperanza de vida tambin es debido a la disminucin de la mortalidad en las edades adultas y la disminucin de la mortalidad infantil, que hoy en da apenas llega al 5, cuando hace tan slo 50 aos, en 1950, era del 6399 (INE 2003). La disminucin de la mortalidad

entre la poblacin adulta de Europa es debido al descenso de la mortalidad provocada por razones cardiovasculares, la reduccin de defunciones provocadas por cncer y por accidentes de coche.

Uno de los indicadores del nivel de bienestar alcanzado en Europa en las ltimas dcadas es esta mayor longevidad de los europeos. En general la esperanza media de vida de los europeos que nazcan es de 75 aos para los hombres y de 81 aos para las mujeres.

La cuarta edad; una nueva categoraLa disminucin de la mortalidad en las personas de edad avanzada ha hecho que las personas mueran cada vez ms ancianas. Y como consecuencia de ello es que lo que antes se llamaba la tercera edad y que comprenda todas las personas jubiladas, abarque hoy en da dos realidades diferentes, tanto en el plano social como en el econmico (Eurostat, 1995);

Las personas jubiladas giles, compuestas por los individuos que estn en plena posesin de sus medios fsicos e intelectuales, integrados como consumidores en la actividad econmica y por su papel en el sector no estructurado de la economa (intercambio de bienes y servicios).

Las personas jubiladas pasivas, compuestas por los hombres y mujeres que poseen sus capacidades fsicas o psquicas disminuidas, cuya autonoma en el plano funcional es limitada y necesitan de ayudas externas para tener un mnimo de bienestar.

No existe una frontera de edad que distinga claramente a estos dos grupos ya que el lmite puede ser mvil. Pero esta cuarta edad podra incluir a las personas que les quedan pocos aos de vida, principalmente personas con ms de 80 aos, y sobre todo ms de 90.

De esta forma, el jubilado que deja de trabajar a los 60-65 aos, todava le quedan alrededor de 20 aos ms en los que todava se siente til para seguir realizando trabajos. El resultado de esta mayor esperanza de vida es

que coexisten dos generaciones capaces de actividad; una con mucho tiempo, y la otra escaso de l. De forma que se ha producido una complicidad no buscada entre las distintas generaciones, son los llamados abuelos de alquiler, que sin oponerse se quedan con los nietos cuando sus padres cumplen con su jornada laboral, o cuando hay que resolver algn trmite administrativo pierden las horas en la correspondiente cola. Estos abuelos jvenes ponen a disposicin de sus hijos todo su tiempo y su ayuda.

Todas estas transformaciones demogrficas, junto con otras en las que no podemos detenernos para no alargar en excesivo este marco conceptual, son las que han originado en gran medida los cambios en la estructura familiar y nuevas formas de organizacin que vamos a desarrollar a continuacin.

Captulo II NUEVAS FORMAS DEORGANIZACIN FAMILIARLos cambios demogrficos descritos en el captulo anterior afectan de manera especial a las estructuras familiares y de hogares dando lugar a nuevas formas o al aumento de formas ya existentes, pero poco extendidas. Como vamos a ver, el cambio de pautas demogrficas tiene repercusiones evidentes en las formas de agrupacin familiar.

As pues, el aumento de la esperanza de vida favorece la extensin de los hogares unipersonales tras el fallecimiento de uno de los cnyuges o el aumento de los hogares intergeneracionales si la persona que se queda viuda se traslada a vivir con los hijos. Aunque la mayora de los ancianos ante esta situacin prefieren vivir solos aumentando as la extensin de hogares unipersonales. El aumento de los hogares unipersonales formado por personas mayores, se debe en gran parte, a las nuevas condiciones de vida de los ancianos y a la generalizacin de los sistemas burocrticos de asistencia y seguridad social, que permite que vivan solos pero estn bien atendidos.

Otro cambio demogrfico como es el descenso generalizado de la natalidad debido en parte, al retraso de los matrimonios en tener hijos, ocasiona que aumenten los matrimonios conocidos sociolgicamente como nido sin usar. Igualmente el incremento de la convivencia en rgimen de cohabitacin en gran parte es debido al retraso y cada de la nupcialidad, y al aumento del nmero de divorcios que tras un fracaso matrimonial prefieren una unin sin papeles.

Otro de los cambios demogrficos que han contribuido a la transformacin de las estructuras familiares ha sido el aumento de las tasas de divorcio. La ruptura matrimonial es uno de los mecanismos que provoca la disolucin de la familia nuclear y la aparicin de otras formas de convivencia. El

aumento del nmero de divorcios repercute en el crecimiento del nmero de hogares monoparentales ( en los que la madre suele encargarse de los hijos) y en el crecimiento de hogares unipersonales (formados normalmente por el padre).

El aumento de las tasas de divorcio tambin repercute en el aumento de parejas reconstituidas donde ambos miembros proceden de otra unin matrimonial anterior.

Adems de las transformaciones demogrficas, en las ltimas dcadas se han producido numerosos cambios sociales, que han repercutido innegablemente en la formacin de los nuevos modelos de unin ntima y en las unidades familiares que de ellas se derivan. Uno de los cambios que quiz ha influido ms es la nueva condicin social de la mujer que ha aumentado sus aos de formacin, sus niveles de educacin e inversin en capital humano, hecho que ocasiona su mayor insercin en el mundo laboral. Estas dos caractersticas de la mujer influyen en la estructura familiar pues se acorta el perodo de tener hijos, se retrasa la decisin de tenerlos y se tienen menos. Igualmente influye en la nupcialidad, ya que sta se retrasa producindose ms tardamente, prolongando la dependencia familiar de los que esperan integrarse en la vida adulta.

Del mismo modo, esta nueva condicin social de la mujer tambin puede provocar un nuevo modelo familiar denominado MAD (Matrimonios A Distancia), al vivir su relacin a distancia por no querer renunciar a su trabajo profesional. Esta situacin se produce cuando los dos cnyuges trabajan, pero en ciudades diferentes y ninguno de los dos quiere renunciar a su trabajo, permaneciendo de esta forma separados durante varios das a la semana producindose el reagrupamiento en los fines de semana.

A continuacin vamos estudiar con ms profundidad cada una de estas nuevas formas familiares que estn surgiendo y aumentando constantemente en nuestra sociedad y as podremos apreciar con ms nitidez como los

cambios demogrficos afectan a las estructuras familiares convirtindolas en nuevas formas de convivencia domstica (Requena y Dez de Revenga, 1993).

1. FAMILIAS MONOPARENTALESUno de los modelos familiares cuya presencia ha crecido en las ltimas dcadas son los hogares monoparentales. stos no son un fenmeno nuevo, pero lo que s resulta diferente son los diversos orgenes de dicha situacin, as como su progresivo aumento y su generalizacin a todas las clases sociales.

Tres son las principales causas que originan la monoparentalidad: madres solteras, mujeres separadas/divorciadas y viudas. De estos tres grupos la que ha originado un mayor incremento son los hogares monoparentales procedentes de separadas/divorciadas, seguido de las madres solteras, sobre todo en el norte de Europa. Segn los ltimos datos del INE (2004) del total de hogares monoparentales, unos 200.000 estn encabezados por personas separadas, 62.000 por viudas/os, 43.500 por solteras/os y 20.000 por casadas/os.

El auge de estas familias comenz en Estados Unidos en la dcada de los 60, y ha ido aumentado progresivamente hasta llegar en los aos 90 a un

25%; en otros pases como Australia y Reino Unido, en las dcadas 70 y 80, se da tambin un incremento importante. En el resto de Europa se observa la misma tendencia, aunque de forma ms moderada y haciendo distincin entre las distintas reas geogrficas, ya que en el norte y noroeste de Europa hay una mayor proporcin de estas familias, mientras que en los pases del sur esta incidencia de la monoparentalidad es menor (Arroyo Morcillo, 1994).

Segn los datos del INE (2003) los hogares de familias monoparentales representan el 8%: un 1% del modelo parental padre slo con hijos y un 7% de modelo madre sola con hijos. Por lo que respecta a Andaluca esta sigue la misma tendencia que el resto de Espaa, siendo la monoparentalidad femenina mucho ms elevada que la masculina. El modelo de madre sola con

hijo dependiente asciende aproximadamente a 54.200 hogares, mientras que el modelo de padre solo con hijos a cargo tan slo alcanza la cifra aproximada de

3.700 hogares (IEA 2004).

En Europa, en 1996 haba alrededor de 7 millones de familias monoparentales con hijos dependientes (excluyendo Dinamarca y Suecia), lo cual representa el 14% de todas las familias que tienen hijos dependientes. El Reino Unido es quien tiene el porcentaje ms alto con 23%; siendo Espaa y Grecia las de menor ndice con un 8% y un 7% respectivamente. Entre 1983 y

1996, el incremento de familias monoparentales se ha elevado un 58% en 8 miembros de los Estados de la Unin Europea, segn los datos publicados (Eurostat 1998). La proporcin de padres solos ha crecido sin parar en toda

Europa desde hace 15 aos, especialmente Blgica, Irlanda y Reino Unido.Tabla II.1.1: Porcentaje de familias monoparentales con al menos un hijo menor de 15 aos*.

EU15BlgDin.GrecEsp.Fran.IrlanItal.Lux.Hol.AlemPort.Finl.R.U.

1981/19829,418,15,48,37,27,39,19,813,7

1990/199114,620,45,76,010,810,712,315,49,019,0

199614151378151311111114121723

% incremento

1983-199658#7533481003258594

# Hecho con los datos de Blgica, Grecia, Francia, Irlanda, Italia, Holanda y Reino Unido.

* Del total de familias con hijos menores de 15 aos.

Fuente: Eurostat 1998.

Si observamos la tabla II.1.1 podemos apreciar como el porcentaje de familias monoparentales ha aumentado no slo en Espaa sino en toda Europa. En tan slo 30 aos se triplican las cifras de las familias monoparentales. Este aumento se produce a mitad de la dcada de los 70 y contina hasta nuestros das. Este incremento es debido no tanto al aumento de madres solteras como al aumento de mujeres que viven solas con sus hijos tras una separacin o divorcio.

Antes de seguir profundizando en el estudio de la monoparentalidad vamos a definir lo que entendemos por tal y para ello nos acogemos a la definicin ms aceptada de familias monoparentales que es la que formula el

Finel Report of Lone Parent Families in the European Comunity (Comision of the European Comunitiesm 1989):

Aquella que est formada por un progenitor que sin convivir con su cnyuge ni cohabitando con otra persona, convive al menos con un hijo dependiente y soltero.Lluis Flaquer hace unas distinciones al trmino de convivencia referido por la definicin del Finel Report of lone Parent Families ( Flaquer, 1995. Almeda y Flaquer, 1995);

-Ncleo familiar monoparental: Presencia en un hogar de la configuracin formada por un progenitor (padre o madre) con alguno de sus hijos solteros.

-Ncleo monoparental: Puede constituir en s un hogar independiente ( y es entonces cuando nos referimos a un hogar monoparental) o bien puede estar formando parte de un hogar ms amplio en el que residan otros ncleos o parientes. Suele configurarse dentro de un ncleo familiar ms amplio como la monoparentalidad de las madres solteras.

-Hogares monoparentales: se refiere al ncleo monoparental constituido en hogar independiente.

Tambin debemos tener en cuenta que dicha definicin cuando alude a la dependencia, sta puede ser tanto econmica como la incapacidad fsica o psquica del hijo. Otra caracterstica a tener en cuenta es la edad del hijo; de esta forma slo podremos hablar de familias monoparentales cuando resida en el hogar algn hijo menor de una determinada edad, diferente segn los pases.

Algunos pases, como Francia, aconsejan establecer el lmite de dependencia en 25 aos justificndose en la cada vez ms tarda maduracin de los jvenes ocasionada por la prolongacin de los estudios, a su dificultad para encontrar trabajo y a los altos precios en las viviendas que se hacen inaccesibles para muchos jvenes. En otros pases como Blgica, Holanda y

Suiza, los hijos no tienen lmite de edad. En Gran Bretaa un hijo es considerado dependiente cuando es menor de 19 aos y est integrado en el sistema educativo. En Alemania cuando es menor de 18 aos, en Japn menor de 20, en Suecia menor de 16 y en Estado Unidos menor de 18 aos.

En Blgica, Irlanda, Japn, Holanda, Suecia, Suiza y Estados Unidos slo se considera familia monoparental aquella que forma un hogar independiente, mientras que para el resto de los pases se consideran tambin aquellos que forman parte de una familia extensa (OCDE, 1989). La diversidad de criterios adoptados por los distintos pases a la hora de registrar la monoparentalidad, hace difcil la comparacin internacional.

Se puede deducir de lo anterior que el trmino familias monoparentales no es del todo acertado, aunque es el ms utilizado. Si nos situamos en el mbito de la familia en su sentido amplio, slo podran calificarse de monoparentales las de viudos; en las otras existen dos padres, aunque no convivan . Los hijos que viven con su madre separada tienen un padre y, generalmente, mantienen relaciones con l (Cordn, J.A. y Tobo Soler, C.,

1998).

Del mismo modo, la comparacin tambin la dificulta la diversidad de causas que originan la monoparentalidad. A este respecto, Julio Iglesias de Ussel (1998) establece una tipologa en la que el autor distingue 12 posibles causas de monoparentalidad.

a) Vinculados a la natalidad1.- Madres solteras

b) Vinculados a la relacin matrimonial2.- Abandono de familia

3.- Anulacin del matrimonio

4.- Separacin de hecho del matrimonio

5.- Separacin legal del matrimonio

6.- Divorcio

7.- Viudedad

c) Vinculados al ordenamiento jurdico8.- Adopcin por solteros

d) Vinculados a situaciones sociales9.- Hospitalizacin

10.- Emigracin

11.- Trabajo de la pareja en localidades distintas

12.- Encarcelacin

De todas estas formas de monoparentalidad, las ms aceptadas socialmente son las provenientes de la viudedad puesto que es por fallecimiento del cnyuge y no hay ningn grado de voluntariedad. Menor es la aceptacin que recibe la monoparentalidad procedente de divorcio o separacin, pues todava persiste cierto estigma o fracaso implcito, aunque ante la proliferacin de esta realidad cada vez son ms aceptadas. Las que suelen recibir una mayor discriminacin son las madres solteras, aunque ante el cambio que Espaa est sufriendo en creencias y valores, el rechazo es menor.

Monoparentalidad masculina y femeninaDentro del estudio de la monoparentalidad debemos hacer una distincin entre la monoparentalidad masculina y femenina, aunque la mayora de los estudios sobre este tema se han centrado en la mujer debido a su mayor peso dentro de este colectivo. Los estudios sobre la monoparentalidad masculina son incipientes y escasos, debido en parte al menor porcentaje de este fenmeno, aunque poco a poco van tomando auge y relevancia.

As pues, todos los estudios hechos en Espaa indican que la tasa de monoparentalidad ha aumentado considerablemente desde la dcada de los

70, y que seguir creciendo en el futuro. Entre los aos 1981-1991, las familias monoparentales ha aumentado su peso de un 56% a un 82%, siendo mayoritariamente madres con hijos (68% en 1991) habiendo superado el 2% de 1981 (Alberdi, 1995). Las familias monoparentales formadas por padres son mucho menos numerosas con tan slo el 12%, en 1991 ( Carbonero Gamund,

1997).

Tabla II.1.2: Familias monoparentales, segn sexo y estado civil de la persona de referencia. I trimestre 2004

AMBOS SEXOSMUJERESHOMBRES

Absolutos% mujeresAbsolutos%Absolutos%

Total3258873228451000412100

Casadas/os201796016056241995

Solteras/os4359632419147315364

Viudas/os622807150217641202913

Separadas/

os20008825176562042365728

Fuente: Mujeres en cifras 2004.

Si analizamos la tabla II.1.2 en la que se recogen los ltimos datos sobre monoparentalidad, podemos observar como de las aproximadamente 325.000 familias monoparentales, 284.000 estn encabezadas por mujeres y 41.000 por hombres. Dentro del grupo femenino el colectivo ms numeroso es el formado por separadas, al igual que entre los hombres (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, 2004).

Tabla II.1.3: Monoparentalidad con hijos dependientes. Ao 2002. (Miles de hogares)

Nmero de hogares

De madre sola1.322,1

De padre solo402,2

Fuente: Mujeres andaluzas. Datos bsicos 2003

Al igual que en los dems ndices, Andaluca sigue la misma tendencia que el resto de la poblacin espaola y tambin en nuestra comunidad es mayor el nmero de hogares monoparentales encabezados por mujeres que por hombres. Si analizamos la tabla II.1.3 podremos apreciar como las madres solas triplican a los padres solos, siendo stos 402.200 hogares, mientras que la cifra de mujeres asciende hasta aproximadamente 1.322.100 hogares.

Como se desprende de la tabla II.1.2, la monoparentalidad est mayoritariamente encabezada por mujeres, esta es una caracterstica propia

de este colectivo , que se da con intensidad comparable en todos los pases que nos rodean (Roll, 1992b, European Observatory on National Family Policies, 1996). En promedio, las mujeres encabezan el 85% de los hogares monoparentales en Europa(Eurostat, 1998).

En Europa, tambin se aprecia la misma tendencia que en Espaa; en todos los estados miembros el porcentaje de hogares en los que la responsabilidad recae exclusivamente sobre la madre es de un 85% (Informe de la Comisin Europea, 1994). Y la proporcin no ha disminuido desde hace

30 aos. Lo que se observa es que la proporcin mayoritaria de madres monoparentales son divorciadas/separadas, mientras que cada vez son menos frecuentes las madres solteras o viudas. La multiplicacin de los divorcios es la que explica el gran aumento de este tipo de hogares desde 1980.

Uno de los problemas que tienen que afrontar las madres monoparentales es la discriminacin laboral de la mujer, especialmente cuando el nico ingreso del hogar es el de la madre. En Espaa las mujeres reciben menor retribucin que los hombres, y adems a la mujer se le exige un mayor nivel educativo para poder entrar en el mercado laboral y permanecer en l.

Las consecuencias de este hecho para las madres monoparentales son relevantes, ya que las mujeres que posean estudios superiores o niveles educativos altos tendrn menos problemas para encontrar trabajo, pero las que no posean dicha cualificacin, que suelen ser la mayora, tendrn ms problemas para poder trabajar fuera del hogar. Y no solo les ser ms difcil encontrar trabajo, sino que ser peor retribuido y poseer mayor inestabilidad entre otros motivos porque las mujeres monoparentales son una mano de obra barata debido a la necesidad de un trabajo, cualquiera que sea este.

Teniendo en cuenta todo lo dicho precedentemente, no nos puede sorprender que las familias monoparentales tengan un alto ndice de pobreza. Las familias monoparentales, en relacin a su situacin anterior a la monoparentalidad y con respecto a las familias con dos padres, ven disminuir sus ingresos econmicos y sufren desventajas econmicas (Carbonero, 1997).

Una de las causas de este empobrecimiento de las familias monoparentales procedentes del divorcio o la separacin es el impago de las pensiones, el incumplimiento por parte de los padres de sus obligaciones econmicas y familiares (OCDE,1990).

Otro rasgo que caracteriza a las madres monoparentales es la edad; la mayor proporcin de este colectivo se encuentra entre las jvenes y entre las mayores, formando una U. En el grupo de edad 15-19, la proporcin es de

22,6% y de 16,4% en el grupo de 60-64, llegando a superar el 31% en el grupo de 65 y ms aos, fruto de la viudez (Fernndez Cordn y Tobo Soler, 1998).

De esta forma las madres monoparentales presentan altos ndices entorno a los primeros aos de fecundidad, descendiendo progresivamente para volver a aumentar a partir de los 60 aos. Este segundo ascenso es debido a la mayor proporcin de viudas con hijos a cargo, mientras que el primer incremento se atribuido a las madres solteras.

Las madres monoparentales provenientes de una separacin o divorcio son ms constantes en todas las edades, con un ligero descenso a partir de

45-49 aos. As pues, entre las ms jvenes predominan las madres solteras, y entre las ms mayores, las viudas, aunque en el conjunto de la monoparentalidad hay una mayora de madres divorciadas o separadas ( Fernndez Cordn y Tobo Soler, 1998).

Dentro del grupo de las madres monoparentales, stas ltimas, las divorciadas/separadas, junto con las solteras son las que poseen una mayor tasa de actividad, siendo las viudas las que tienen una tasa de actividad ms baja, como se aprecia en la tabla II.1.4.

Tabla II.1.4: Familias monoparentales con persona principal mujer, segn actividad y estado civil (%).

TOTALSolterasCasadasViudasDivorciadas/ Separadas

Activas, 198960,182,042,739,782,8

Inactivas, 198939,917,957,260,217,1

Activas, 199468,784,671,745,385,6

Inactivas, 199431,215,328,254,714,3

Fuente: Explotacin de datos EPA ,en Boletn Estadstico de Datos Bsicos, n 1 y 17

(1997).Los datos de la tabla II.1.4 nos reflejan como la tasa de actividad de las mujeres ha aumentado, especialmente la tasa de las casadas, aunque todos los grupos han aumentado, incluidas las viudas. Esto es un reflejo del cambio de valores que se est produciendo en la sociedad espaola, donde cada vez son ms las mujeres que se incorporan al mercado laboral.

En conclusin, podemos decir que la tasa de actividad de las mujeres monoparentales es mayor que las de las casadas. Esta situacin se repite en todos los pases de la Unin Europea excepto en Reino Unido y Dinamarca, donde ocurre lo contrario. El motivo por el cual sucede lo contrario en estos dos pases, en parte es debido a las generosas ayudas asistenciales que reciben las mujeres con hijos a cargo tanto en Dinamarca como en Reino Unido.

Si estudiamos la monoparentalidad masculina, en la tabla II.1.2 podemos observar como es mucho menor que la femenina, pero aunque siguen siendo minoritarios los padres que se quedan con sus hijos, tambin debemos reconocer que este nmero va aumentando lentamente. Esto en parte es debido al cambio de rol al que se ve sometido el hombre. De padre autoritario, poco carioso y escasamente implicado en las tareas del hogar, a un padre cada vez ms cercano, ms participativo y mas afectuoso y comprometido con su rol de padre.

Al igual que las madres monoparentales, los padres que se encuentran en esta situacin tambin tienen los problemas mencionados de pobreza, falta de tiempo y dificultades para compatibilizar trabajo y familia. La principal

diferencia con respecto a las mujeres es que los hombres con hijos a cargo no tienen tanta dificultad para encontrar trabajo como las madres monoparentales. Por el contrario, tienen ms problemas en las tareas del hogar y en la educacin de los hijos.

Un estudio realizado para cuatro pases de habla inglesa refleja las dificultades que los padres monoparentales tienen (B.Schlesinger,1989); Los padres se quejan por las ayudas econmicas que el estado tiene aprobadas ya que son para las madres monoparentales, pero no hay nada para ellos. Tambin protestan por la dificultad de compaginar los horarios escolares con los de su trabajo, y por el encarecimiento que supone una guardera.

Los padres monoparentales, al igual que las madres, sufren stress al verse los nicos responsables de los hijos y sin apoyos, y tener que llevar a cabo los dos roles necesarios para la educacin de un nio.

2. Hogares unipersonales.En el estudio que estamos llevando a cabo de las nuevas formas de organizacin familiar, los hogares unipersonales ocupan un sitio destacado ya que han aumentado de forma considerable en los ltimos 25 aos. Esto evidencia tambin un cambio de mentalidad en la sociedad espaola, porque tradicionalmente, no se conceba que alguien aunque fuera soltero o viudo pudiera vivir solo pues el ncleo normal del hogar era la familia. Esto no quiere decir que no existieran este tipo de hogares, como de hecho existan, pero no con la proporcin actual, y siendo considerados como algo fuera de lo corriente, pues durante mucho tiempo fueron calificados como excepcionales.

Hoy en da, sin embargo, en muchos pases este tipo de hogares supera el 30%. Este aumento se debe a un conjunto de factores que debemos analizar. Entre los que forman parte de este grupo nos encontramos con

solteros viudos, separados y divorciados, todos ellos con caractersticas peculiares que veremos a continuacin.

Causas de la extensin de los hogares unipersonalesDesde 1970 se ha producido un aumento de los hogares unipersonales, no slo en Espaa, sino en todo el marco europeo. La causa del aumento de este tipo de hogares es distinto segn los pases; en algunos es debido al envejecimiento de la poblacin, como es el caso de Espaa, mientras que en otros a la independizacin de los jvenes solteros.

Ms del 50% de los hogares unipersonales de pases como Espaa, Italia, Portugal, Irlanda e Inglaterra estn compuestos por personas mayores de

65 aos, generalmente viudos (Comisin Europea, 1994). La prolongacin de la esperanza de vida es una de las causas por las que cada vez hay ms personas ancianas que viven solas al morir el cnyuge y permanecer en el propio hogar en lugar de trasladarse al hogar familiar. Tambin, el aumento de estos hogares unipersonales formados por poblacin mayor, es debido al desarrollo del estado de bienestar que permite a muchos ancianos vivir solos al tener garantizada una pensin y la asistencia sanitaria gratuita (Dez Nicols,

1997).

Otra causa del incremento de este tipo de hogares es debida al aumento de personas jvenes que deciden vivir solas, aunque manteniendo los lazos familiares. Este tipo de vida aumenta significativamente en toda Europa (Alberdi, 1999).

El aumento del nmero de divorcios es otra de las razones que explican la extensin de los hogares unipersonales. La mayora de los divorcios provocan un hogar unipersonal, normalmente formado por el padre, y un hogar monoparental, mayoritariamente compuesto por la madre.

Igualmente otra causa que ha influido en el aumento de los hogares unipersonales es la mejor consideracin social de este tipo de hogares, sobre todo en las mujeres, pues antiguamente las que se decidan por esta opcin eran conocidas como solteronas, asociadas a connotaciones negativas. Y aunque son pocas las mujeres jvenes que viven solas, debemos destacar que hay ms en los pases donde el Estado de Bienestar se ha comprometido con una poltica activa de empleo e integracin de la mujer en la sociedad. Estas polticas han favorecido la creacin de hogares unipersonales formados por mujeres que deciden vivir solas hasta lograr su consolidacin profesional en la estructura social. As pues, pases como Finlandia posean en 1989 un

28,3% de hogares unipersonales formados por mujeres jvenes y Estados

Unidos le segua con un 23% (Gordon, 1997).

Dentro del anlisis de causas que provocan el aumento de hogares unipersonales, debemos tener en cuenta los hogares de una sola persona que se forman debido a la movilidad laboral. Estos son los que tienen el trabajo en una ciudad distinta a la residencia habitual. Este fenmeno cada vez se da ms entre matrimonios jvenes que por razones de trabajo cada uno tiene que vivir en una ciudad distinta formando as uno o dos hogares unipersonales, segn tengan hijos o no. Este tipo de matrimonios son los que hemos denominado MAD (Matrimonios A Distancia) y que analizaremos ms adelante.

Evolucin de los hogares unipersonalesComo se puede apreciar en la tabla II.2.1 sobre la evolucin del porcentaje de hogares de una persona, el nico pas de la Comunidad Europea que en 1970 no llegaba al 10% era Espaa. En contraste, un 25% de la poblacin alemana viva ya en un hogar unipersonal. Si avanzamos en las dcadas podemos observar como Espaa sigue siendo uno de los pases con menor nmero de hogares de este tipo con un 13% en 1995, aunque los ltimos datos del 2001 alcanzan ya un 203% de hogares unipersonales.

Este aumento es diferente segn las regiones: Murcia es la comunidad autnoma que tiene la menor proporcin de hogares unipersonales (166%), mientras que el porcentaje de estos hogares es superior a la media en Aragn (228%), Asturias (219%), Baleares (249%), Canarias (223%), Castilla y len (234%), Castilla La Mancha (208%), Catalua (214%), Comunidad Valenciana (213%) y Extremadura (212%) (INE 2003).

En Andaluca el porcentaje de hogares unipersonales es inferior a la media, alcanzado aproximadamente los 263.000 hogares. Dentro de esta cantidad, unos 184.000 estn integrados por mujeres, mientras que 98.000 son hombres. Y en ambos grupos es mayor el nmero de estos hogares entre personas de 65 y ms aos como se aprecia en la tabla II.2.1.

Tabla II.2.1: Hogares unipersonales por sexo y grupo de edad en Andaluca. Ao 2002 (miles de hogares)

MujeresHombres

Menos de 35 aos8,725,5

De 35 a 49 aos13,023,6

De 50 a 64 aos23,417,3

De 65 y ms aos139,631,6

TOTAL184,898,2

Fuente: Mujeres andaluzas. Datos Bsicos 2003.

A pesar de ser el pas con menor nmero de hogares unipersonales, en los ltimos aos el incremento ha sido importante pasando de 7,46% en 1970, al 10,21% en 1981, hasta alcanzar el 203% en 2001. No obstante, la evolucin espaola no es comparable con la europea, ya que en los ochenta el 23,26% de los hogares europeos eran unipersonales, llegando al 29,39% en Dinamarca y al 30,79% en Alemania, mientras que en 1995 alcanzaban ya el 33,9% y el

44,8% respectivamente (Alberdi, 1999).

Si analizamos la tabla II.2.2 podemos observar como todos los pases europeos han aumentado la tasa de hogares unipersonales, llegando algunos a duplicarla en menos de 50 aos, como Reino Unido, Pases Bajos, Italia,

Espaa, Irlanda, Alemania y Dinamarca, aunque el incremento es diferente

segn los pases.Tabla 2.2.2: Evolucin del porcentaje de hogares unipersonales

Pases195019601971198119911995

Blgica161719232826,3

Dinamarca142023303436,3

Alemania121725313432,4

Grecia91011151619,3

Espaa7101313,4

Francia192020252728,7

Irlanda101214172019,4

Italia1113182120,7

Luxemburgo91216212524,2

P. Bajos912172330

Portugal81110131412,7

Reino Unido111118222626,4

Fuente: INE y Eurostat 1994.

Segn el informe publicado por Eurostat Tendencias de los Hogares en la UE: 1995-2025, los hogares unipersonales han crecido en todos los pases de la Unin desde 1960, tanto en nmero como en porcentaje. Mientras que en

1960 esta tipologa de hogar significaba el 15% del total de hogares, en 1999 era del 28%.

Por pases, son los del Norte de la Unin Europea los que poseen un mayor porcentaje de hogares unipersonales frente a los pases mediterrneos, que son en los que menos peso tiene esta tipologa de hogar.

As pues el incremento de los hogares unipersonales en los pases del centro y norte de Europa, son originados principalmente por dos causas: la primera de ellas es el aumento del nmero de divorcios y separaciones que ocasiona que la pareja forme dos hogares unipersonales si no tienen hijos o un hogar monoparental (formado normalmente por la mujer y los hijos) y otro unipersonal ( normalmente formado por el varn). La segunda causa que

origina el aumento de estos hogares unipersonales es debido al mayor nmero de jvenes que decide independizarse.

Por el contrario, en los pases ms mediterrneos como Italia, Portugal y Espaa, el mayor peso de hogares unipersonales se debe a la poblacin ms envejecida. En estos ltimos pases la mayor proporcin de hogares unipersonales est compuesto por personas ancianas que viven solas tras la muerte del cnyuge.

Edad, sexo y estado civil de las personas que componen los hogares unipersonalesSi analizamos los hogares unipersonales desde el punto de vista de la edad, sexo y estado civil de sus componentes podremos sacar algunas caractersticas ms de este colectivo. As pues, la mayora de estos hogares espaoles est compuesto por personas ancianas viudas y sobre todo por mujeres. Este suceso es debido a dos razones fundamentalmente; a la mayor esperanza de vida que poseen las mujeres y tambin a la mayor proporcin de varones viudos que se vuelven a casar, permaneciendo poco tiempo en hogares unipersonales.

Segn el censo de 2001, el nmero total de hogares unipersonales asciende a cerca de tres millones. De esta cifra, 450.000 son hogares de una sola persona de 80 o ms aos. En concreto, ms del 25% de los mayores de

90 aos viven solos, es decir unos 60.000 ancianos. De 85 a 90 aos, la cifra se eleva a 140.000, y a 250.000 entre 80 y 84 aos. (Hogares y censos, INE,

2004).Tabla II.2.3: Relacin de hogares unipersonales segn la edad y el sexo.

< 20 aos20-34 aos35-49 aos50-64 aos65 y ms aos

Hombres7.250110.100109.771132.756171.363

Mujeres6.95476.58973.571196.043696.910

Fuente: INE 1996

Si analizamos la tabla II.2.3 podremos observar como la mayora de hogares est formado por mujeres mayores de 65 aos, seguidas por las mujeres de 50-64 aos, y el grupo de hombres mayores de 65 aos. Podemos destacar la gran diferencia entre hombres y mujeres de ms de 65 aos, ya que el nmero de hogares formado por mujeres en esta franja de edad es cuatro veces superior al de hombres.

Los hombres en hogares unipersonales tan solo superan a las mujeres en las edades de menores de 20 hasta 49 aos, y esto es consecuencia del mayor nmero de divorciados y separados que se encuentran en esa franja de edad, ya que al romper un matrimonio el hombre es el que suele formar un hogar unipersonal.

Estos resultados subrayan el envejecimiento de la poblacin solitaria espaola y sealan la particularidad del caso espaol en comparacin con otros pases europeos.

Tabla II.2.4: Hogares unipersonales en pases de laUnin Europea (%)

PasesMenos de 30 aos30-64 aos65 y ms aos

Blgica9,14743,9

Dinamarca22,438,639

Alemania17,943,538,6

Grecia17,133,149,8

Espaa6,634,858,5

Francia203842,1

Irlanda1038,851,2

Italia6,438,555,2

Luxemburgo13,749,436,9

Holanda24,837,138

Portugal433,762,2

Inglaterra10,335,853,9

Fuente: European Household Panel y Eurostat 1996.

Como ya vimos anteriormente, pases como Espaa, Portugal, Italia, Irlanda y Gran Bretaa, poseen el porcentaje ms alto en personas mayores de

65 aos, debido al envejecimiento de su poblacin. Por otro lado pases como Luxemburgo (494%) ,Blgica (47%), y Alemania (435%) son los que ms alto nivel de hogares unipersonales presentan en la franja de edad 30-64 aos,

provocado por el mayor nmero de divorcios y separaciones producidas en esos pases. Y las principales naciones con ms hogares unipersonales jvenes son Holanda (248%), Dinamarca (224%) y Francia (20%) debido a que los jvenes en estos pases se emancipan antes, tambin porque tienen ms medios para hacerlo y el Estado les ayuda.

Hogares unipersonales jvenesEn la mayor parte de la Europa mediterrnea (Espaa, Italia y Grecia) los hijos suelen vivir con sus padres hasta que se casan, mientras que en la Europa nrdica (Gran Bretaa, Alemania,...) es ms comn que los hijos abandonen el hogar familiar a partir de los 18 aos. A pesar de las diferencias entre los jvenes del norte y del sur, en los ltimos aos se confirma una tendencia comn entre los jvenes europeos a convivir con sus padres ms aos, retrasando su emancipacin.

Segn el estudio Independencia y Autonoma de los jvenes (Fernndez Cordn, 1997), de 1985 a 1995 el retraso de la emancipacin se ha generalizado. El retraso de la emancipacin de los jvenes se comprueba al estudiar la evolucin del grupo de edad comprendida entre 25 y 29 aos, pues hace tan slo 10 aos la mayora se casaban y empezaban a vivir por su cuenta, mientras que hoy en da, los jvenes con esa edad no siguen el mismo comportamiento. Los jvenes que hoy tienen entre 25 y 29 aos la mayora todava no se han independizado y permanecen en casa de los padres.

Segn los datos del Censo 2001, el 73% de la poblacin de 25 aos sigue soltera y vive con una persona de una generacin anterior, normalmente sus padres. Ese porcentaje no se sita por debajo del 50% hasta los 28 aos y a los 30, es an del 35%. Hace tan slo 20 aos, este panorama era diferente: el porcentaje de solteros era del 40%, mientras que hoy en da es ms del doble, 85%; y a los 29 aos, ha pasado del 20% al 56%, casi el triple.

En Espaa los hogares unipersonales formados por jvenes entre 20 y

30 aos tan slo representa el 11,8% del total de estos hogares. Tambin este dato tiene sus razones; una de ellas es el encarecimiento de las viviendas en Espaa que hace que la mayora de los jvenes no puedan acceder a una casa, debido en parte, a la preferencia cultural a comprar una casa en lugar de alquilarla.

Otra causa del hecho que estamos observando es la prolongacin de los estudios de la gente joven que hace que no puedan salir de sus casas hasta terminar dichos estudios. Eurostat ha realizado un interesante informe sobre los jvenes de la Europa de los Quince (Eurostat, 1997), en el que se constata que haber cumplido los 20 y seguir estudiando es algo bastante normal en la Europa de los Quince. El mercado laboral exige hoy trabajadores cada vez ms cualificados, y por otra parte, las dificultades que encuentran los jvenes en la bsqueda del primer empleo llevan a que prolonguen sus estudios.

A esto habra que aadir que ms del 50% de los jvenes reconocen que no salen de la casa de sus padres porque les es ms cmodo vivir as. La mitad de los jvenes adultos dice encontrarse a gusto con sus padres, as que aprovechan para ahorrar dinero e ir logrando cierta estabilidad laboral.

Amando de Miguel en unas declaraciones hechas (ABC, 1-VI-97) piensa que la tarda emancipacin de los hijos es causa y consecuencia de la baja fecundidad: Este hecho hace que haya muchos hogares con slo `la parejita o incluso con un nico vstago. Slo por esto tenemos que muchos hijos son literalmente mimados por sus padres. El hijo mimado se resiste todava ms a fundar un hogar. El crculo perezoso est completo. As pues, no slo el hijo se resiste a salir de su casa sino que los padres tampoco les importa, y han asumido la emancipacin tarda de sus hijos, y al 50% les parece bien que sus hijos vivan con ellos hasta los 30 aos.

Del mismo modo otra causa que provoca la tarda emancipacin de los jvenes es su difcil insercin en el mundo laboral, que provoca que muchos

jvenes no tengan los recursos econmicos necesarios para poder abandonar su casa.

3.- Parejas de hechoDentro de las nuevas formas de convivencia, otro modelo que ha experimentado una evolucin ascendente son las parejas de hecho, aunque a pesar del aumento de este tipo de uniones, en Espaa son muy pocos los que adoptan esta forma, tan slo un 6%. Sin embargo es mayor la aceptacin popular, ya que las encuestas reflejan que dos tercios de los espaoles la aceptan y toleran, aunque no la prefieren como forma de vida (Alberdi, I.,

1999). Y los que adoptan esta forma, el 50% no descartan un matrimonio futuro en el caso de que logren un puesto fijo de trabajo, si viniese un hijo, etc ( Delgado, M. y Castro, T.,1995).

Antes de seguir con el estudio de esta realidad debemos dar una definicin de lo que consideramos parejas de hecho, ya que es un trmino que pueda dar lugar a confusin e incluir a realidades diferentes y no comparables entre s. De esta forma nosotros hemos seguido la definicin que Julio Iglesias de Ussel (1995) ofrece sobre este hecho :Se consideran parejas de hecho o cohabitantes aquellas parejas heterosexuales cuyo componentes, sin estar casados, mantienen una relacin sexual ntima y comparten una residencia comn.Si adoptamos como criterio la residencia comn debemos descartar a los cohabitantes de fin de semana, la cohabitacin en perodo escolar y tambin a las parejas formadas por personas con hijos de uniones anteriores que mantienen residencia separadas.

La evolucin de la cohabitacin en Espaa, como se ha dicho ha ido aumentando, aunque el incremento real es inferior al que las estadsticas detectan, porque los datos han aumentado pero en parte se han debido a la salida a la luz pblica de situaciones preexistentes ocultas. Esto en parte es

debido a la mayor aceptacin social de dichas uniones (Del Campo, 1995, Iglesias, 1994), lo que provocar que en sucesivas encuestas se refleje el aumento real del nmero de cohabitantes y no tanto el descubrimiento de situaciones anteriores.

Dentro de nuestro pas existen diferencias segn las comunidades autnomas; las regiones que presentan un ndice ms alto estn Baleares con un 1,7%, la Rioja con 1,4%, Catalua y Madrid ambas con 1,1%, y Canarias con 0,8% ( Iglesias de Ussel, 1995).

Pese a que ha aumentado la cohabitacin, sta no ha sustituido al matrimonio, ya que como afirma Gerardo Meil (Meil,G. ,1999) el matrimonio ha perdido fuerza vinculante, pero no aceptacin social; es el modo de entrada en la pareja que los jvenes visualizan como normal, pero no necesariamente como el nico vlido. No obstante, como seala Iglesias de Ussel, la opcin por el matrimonio contina teniendo en Espaa, segn evidencian datos proporcionados por el CIS, ms componentes pblicos que privados. Esto es, las presiones familiares y/o sociales e incluso religiosas continan siendo razones importantes para la opcin a favor del matrimonio, de suerte que aunque los jvenes consideran posible la cohabitacin, sin ser estigmatizados por ello, terminan, sin embargo, casndose, y adems mayormente por la Iglesia, aunque no se definan como creyentes. Los padres por otro lado, aun cuando sean tolerantes en trminos abstractos, presumiblemente dejan de serlo tanto cuando les llega el turno a sus hijos.En Espaa el grupo que ms cohabita son los jvenes entre 16 y 29 aos en el que el porcentaje asciende al 10% de las parejas, mientras que tan slo alcanza el 6% en el conjunto de todas las parejas. Estos datos nos demuestran que la cohabitacin afecta sobre todo a la gente joven (Eurostat,

2000).

Al igual que en el resto de Europa, la mayor parte de estas uniones se dan entre gente joven, menores de 30 aos (Delgado, 1993). Y entre los

distintos motivos aludidos por los cohabitantes para adoptar este modelo de vida est;

El no poder casarse por motivos legales (por estar esperando el divorcio), u otros motivos.

El considerar la cohabitacin como una poca previa de preparacin o ensayo al matrimonio. Son muchos los matrimonios precedidos de cohabitacin.

La oposicin al matrimonio por motivos ideolgicos.

Estimar que as se posee una posicin ventajosa para la negociacin de los roles conyugales.

Al observar las conclusiones de la pregunta realizada a parejas de hecho a cerca de los motivos para su cohabitacin (CIS, 1989), el porcentaje ms alto (37%) justifica la cohabitacin diciendo que la ceremonia no aade nada a su compromiso. El 34% afirma que as resulta ms fcil para la separacin, el

22% dice porque no les preocupa la moral, otro 12% que es una manera de ir en contra de las normas, y el 9% dice que escogen la cohabitacin por no poder casarse legalmente.

Si analizamos la cohabitacin en Europa podremos observar como presenta rasgos diferentes segn analicemos el Norte o el Sur. De esta forma mientras en regiones del norte como los pases escandinavos la mitad o ms de las uniones de personas entre 20 y 24 aos son uniones de hecho, en los pases mediterrneos no ha calado este modelo. Entre los dos extremos se encuentran el resto de los pases de la Unin (Informe de la UE, 1994).

En la mayora de los pases europeos el descenso del porcentaje de matrimonios es debido al aumento de uniones consensuales. La cada del nmero de matrimonios se ve nivelado por el incremento correlativo de uniones sin papeles, que con el paso del tiempo terminan en matrimonio mayoritariamente ( Castro Martn, 1999). Aunque la mayora de las parejas cohabitantes, terminan en matrimonio, mayoritariamente tras el primer hijo.

As pues en 1996 en la Unin Europea, uno de cada cuatro nios naci de padres no casados. La proporcin de nios nacidos de parejas no casadas est en crecimiento en todas partes, pero an hay grandes diferencias segn los pases. En Europa son ya un 27% los hijos nacidos fuera del matrimonio. La procreacin extramatrimonial es principalmente frecuente en los pases escandinavos, con tasas del 56% en Suecia y el 48% en Dinamarca. La proporcin supera el 30% en Francia, Finlandia y Reino Unido. Las tasas ms bajas corresponden al sur de Europa: 3,3% en Grecia, un 8% en Suiza, en Italia 8,3% y en Espaa 19,7% (INE 2004).

Estas cifras reflejan el retroceso del matrimonio y el aumento de la cohabitacin. Algunos expertos denominan a este fenmeno desplazamiento del matrimonio, un retraso del mismo. En Francia, por ejemplo, el 39% de los nios nacen fuera del matrimonio, pero esta proporcin esconde desigualdades segn el rango de los nacimientos. Nacen fuera del matrimonio ms de la mitad de los primognitos, pero slo la cuarta parte de los segundos. De tal forma que, ms que una alternativa entre dos modelos de familia, se producira un desplazamiento del matrimonio, que cada vez ms a menudo tiene lugar despus del nacimiento del primer nio (Aceprensa, 114/98).

Son numerosos los estudios que han llegado a la conclusin de la temporalidad de las parejas de hecho y demuestran que la cohabitacin es ms una prueba de pareja que una alternativa al matrimonio. Entre los estudios llevados a cabo destacamos el del profesor Ruz Becerril (1999) en el que profundiza sobre esta realidad llegando a las conclusiones que a continuacin exponemos sobre las parejas de hecho:

La mayor parte de cohabitantes se sitan en los niveles educativos bajos, disminuye en los niveles medios y vuelve a aumentar en los niveles superiores. La relacin entre nivel de estudios y cohabitacin no es lineal, sino ms bien curvilnea, presentando los mayores valores en los extremos.

En las zonas metropolitanas es ms probable la cohabitacin que en ncleos reducidos de poblacin.

La cohabitacin es ms una prueba de pareja que una alternativa al matrimonio. La mayora de los cohabitantes tienen planes para casarse o no renuncian a contraer matrimonio.

La prctica religiosa, incluso el ser creyente, tiene una relacin inversa con la cohabitacin. Existe una menor probabilidad de cohabitar cuanto mayor es el grado de religiosidad.

La heterogamia presente en los cohabitantes es superior a la que hay en los matrimonios. Los cohabitantes presentan una diferencia de edad superior en la pareja respecto a los matrimonios, aunque no muy acusadas.

Una mayor homogamia presentan en el nivel educativo los cohabitantes con respecto a los casados. Entre los cohabitantes es ms probable que la mujer posea un nivel educativo superior al hombre.

La edad al contraer matrimonio es superior en los cohabitantes.

Quienes se han iniciado antes en las relaciones sexuales es ms probable que cohabiten, al menos entre las mujeres.

Entre los hombres es ms frecuente que en las mujeres, que la primera convivencia en pareja sea una unin consensual, aunque para la gran mayora de los individuos su primera relacin de convivencia fue una unin matrimonial (Delgado, M. y Castro, T.,1998).

En distintas investigaciones a nivel internacional se constata que quienes crecieron en familias monoparentales tienen un tercio ms de probabilidad decohabitar que las de familias intactas. Los autores de estas investigaciones concluyen que los cohabitantes provienen de familias rotas con ms probabilidad que los no cohabitantes.

La mayora de los cohabitantes se reconocen como personas liberales, ms cercanas a ideologas de izquierda que conservadoras. Por este motivo, estas parejas tendran menos frenos para aceptar una ruptura matrimonial debido a que se adaptan menos a las expectativas de roles matrimoniales y tienen menos aceptacin o compromiso con la institucin matrimonial.

Tras el estudio de todas estas caractersticas podramos distinguir tres tipos de cohabitacin: prematrimonial, postmatrimonial y la cohabitacin como forma de vida alternativa al matrimonio. Como veremos a continuacin cada uno de estos grupos posee caractersticas concretas que lo diferencian del resto, aunque todos ellos tienen la base comn de la definicin ofrecida al principio.

Cohabitacin prematrimonialLa cohabitacin prematrimonial es la que mayoritariamente existe en Espaa, y principalmente entre la gente joven que adopta este comportamiento antes de casarse. Segn algunos autores (Duque,J. 1993), esta etapa de cohabitacin prematrimonial entre los jvenes es debida a distintas causas; una de ellas es que implica disponer de una vivienda independiente y materializar la