Domenico Vera SerEsclavoDeLaTierraEnLaItaliaTardoantigua

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ANALES DE HISTORIA ANTIGUA, MEDIEVAL Y MODERNA Volumen 42 2010 ISSN 1853-1555 (en línea) ISSN 1514-9927 (impreso) Instituto de Historia Antigua y Medieval Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires http://www.filo.uba.ar/contenidos/investigacion/institutos/historiaantiguaymedieval/publicaciones.htm ___________________________________________________________ SER “ESCLAVO DE LA TIERRA” EN ITALIA TARDOANTIGUA: LA RACIONALIDAD DE UNA DEPENDENCIA * Domenico Vera Università degli Studi di Parma Fecha de Recepción: Febrero 2009 Resumen Durante el período de la Antigüedad Tardía, principalmente entre los siglos IV y VI, el estado de la esclavitud rural en Italia se estaba viendo afectado por diferentes aspectos relacionados con experiencias vividas anteriormente en el sistema esclavista, entre los que cabe destacar la existencia de un gran número de esclavos, claramente superior al de otras provincias, y su origen, que implicaba una fuerte continuidad biológica. Se trataba, por tanto, de un fenómeno peculiar, y el modelo interpretativo del fin del sistema esclavista romano que propuso M. I. Finley está abierto a las críticas por varias razones: en primer lugar, no diferencia a Italia del resto de las provincias y, en segundo lugar, mantiene una perspectiva de continuidad que no se corresponde con las diferencias estructurales citadas anteriormente, según las cuales cabría establecer disimilitudes entre la esclavitud rural de la Italia clásica y la de la Antigüedad Tardía. Desde las perspectivas productivas y, en parte, social, aunque la esclavitud rural en la Italia de aquella época había perdido sus características particulares y no estaba estrechamente vinculada a una estructura económica particular, sí se habría modificado el sistema del “colonato”. Tanto la población esclava como la libre y dependiente en las zonas rurales tendían a relacionarse a nivel social, si no legal. Palabras clave Esclavitud, Antigüedad Tardía, Agricultura, Italia romana, Historiografía 1. Considerado el tema de este Congreso de GIREA, centrado sobre la subjetividad de la dependencia, intentaré resumir en esta sede algunos resultados de investigaciones, mías y de otros, a propósito de una dependencia particular, la esclavitud rural romana durante la Italia tardoantigua, y de su relación con otra dependencia rural, dominante en esta fase histórica, el colonato, sobre cuyo origen y naturaleza las opiniones historiográficas continúan registrando disensos importantes. Mi exposición privilegiará los siglos IV-VI, que es la cronología en la cual se desarrolla plenamente el colonato “tardoantiguo “en cuanto fenómeno económico-social y fiscal, y una región particular del imperio, Italia. _______________________________________________________________________ * Versión original en italiano: “Essere „schavi de la terra‟ nell‟‟ Italia tardoantica: le razionalitá di una dipendenza“. En Studia Histórica (Historia Antigua), dedicado a: Resistencia, sumisión e interiorización de la dependencia, vol. 25, 2007, Ediciones Universidad de Salamanca. Traducción: Nélida Vincent (Universidad de Buenos Aires)

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  • ANALES DE HISTORIA ANTIGUA, MEDIEVAL Y MODERNA Volumen 42 2010

    ISSN 1853-1555 (en lnea) ISSN 1514-9927 (impreso)

    Instituto de Historia Antigua y Medieval

    Facultad de Filosofa y Letras Universidad de Buenos Aires

    http://www.filo.uba.ar/contenidos/investigacion/institutos/historiaantiguaymedieval/publicaciones.htm

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    SER ESCLAVO DE LA TIERRA EN ITALIA TARDOANTIGUA: LA RACIONALIDAD DE UNA DEPENDENCIA * Domenico Vera Universit degli Studi di Parma Fecha de Recepcin: Febrero 2009 Resumen Durante el perodo de la Antigedad Tarda, principalmente entre los siglos IV y VI, el estado de la esclavitud rural en Italia se estaba viendo afectado por diferentes aspectos relacionados con experiencias vividas anteriormente en el sistema esclavista, entre los que cabe destacar la existencia de un gran nmero de esclavos, claramente superior al de otras provincias, y su origen, que implicaba una fuerte continuidad biolgica. Se trataba, por tanto, de un fenmeno peculiar, y el modelo interpretativo del fin del sistema esclavista romano que propuso M. I. Finley est abierto a las crticas por varias razones: en primer lugar, no diferencia a Italia del resto de las provincias y, en segundo lugar, mantiene una perspectiva de continuidad que no se corresponde con las diferencias estructurales citadas anteriormente, segn las cuales cabra establecer disimilitudes entre la esclavitud rural de la Italia clsica y la de la Antigedad Tarda. Desde las perspectivas productivas y, en parte, social, aunque la esclavitud rural en la Italia de aquella poca haba perdido sus caractersticas particulares y no estaba estrechamente vinculada a una estructura econmica particular, s se habra modificado el sistema del colonato. Tanto la poblacin esclava como la libre y dependiente en las zonas rurales tendan a relacionarse a nivel social, si no legal. Palabras clave

    Esclavitud, Antigedad Tarda, Agricultura, Italia romana, Historiografa

    1. Considerado el tema de este Congreso de GIREA, centrado sobre la subjetividad de la dependencia, intentar resumir en esta sede algunos resultados de investigaciones, mas y de otros, a propsito de una dependencia particular, la esclavitud rural romana durante la Italia tardoantigua, y de su relacin con otra dependencia rural, dominante en esta fase histrica, el colonato, sobre cuyo origen y naturaleza las opiniones historiogrficas continan registrando disensos importantes. Mi exposicin privilegiar los siglos IV-VI, que es la cronologa en la cual se desarrolla plenamente el colonato tardoantiguo en cuanto fenmeno econmico-social y fiscal, y una regin particular del imperio, Italia.

    _______________________________________________________________________ * Versin original en italiano: Essere schavi de la terra nell Italia tardoantica: le razionalit di una dipendenza. En Studia Histrica (Historia Antigua), dedicado a: Resistencia, sumisin e interiorizacin de la dependencia, vol. 25, 2007, Ediciones Universidad de Salamanca. Traduccin: Nlida Vincent (Universidad de Buenos Aires)

  • La primera razn para circunscribir el discurso en Italia es de naturaleza metodolgica. Incluso entendiendo las relaciones agrarias en sentido total, como un componente fundamental de la formacin social premoderna en preponderancia fundada en todos y en aquellos aspectos sobre la propiedad de la tierra, para el imperio romano cada tratamiento de factores propiamente estructurales y productivos debe ubicarse en diversos contextos geogrficos. En ellos la extrema variabilidad de las condiciones naturales y del clima presenta en un solo estado desmesurado, que ocupaban tres continentes, interacciones con componentes histricos y sociales diverssimos. Para el corazn del imperio, la tendencia reciente de construir un modelo general de interpretacin del Mediterrneo como categora histrica, alternativa al famoso modelo de F. Braudel1 se ha revelado escasamente til y suscita numerosas dudas acerca de la validez de estas aproximaciones globales. Ms bien se podra adoptar un esquema centrado sobre especficas micro y macro regiones, y enfocar el anlisis sobre la peculiaridad de las singulares fases histricas ms que sobre una supuesta unidad ecolgica y antropolgica del Mediterrneo. La segunda razn para hablar de Italia proviene del desarrollo diferente de la esclavitud rural respecto al resto del Imperio. Es indudable, en efecto, que en la pennsula, a diferencia de la mayor parte de las provincias, se desarroll entre la repblica tarda y la primera fase imperial aproximadamente entre los siglos II a.C y II d.C- una sociedad y una agricultura esclavista en el ms fuerte sentido del trmino2. Entretanto es indudable que aunque en siglos sucesivos, despus que el sistema esclavista finaliz, las prolongaciones de estas experiencias continuaron caracterizando diversamente en otras provincias a la composicin de la poblacin rural de Italia y al rumbo demogrfico del componente libre y del esclavo3. La herencia del pasado es perceptible tambin en la mentalidad colectiva de sectores propietarios tardo antiguos, los cuales demuestran compartir una suerte de cultura de la esclavitud de la cual hallamos indicios distribuidos ampliamente en la documentacin: en los escritos de Ambrosio de Miln 4, en el annimo autor de la Historia Augusta, en la literatura hagiogrfica5, en los Variae de Casiodoro6 como en leyes imperiales del mbito itlico7, o en la correspondencia papal de un Gelasio8 y de un Gregorio Magno9. Por cultura de la esclavitud no debe entenderse una actitud filosfica o espiritual o humana en resguardo de los esclavos y de la institucin de la esclavitud10. Estos elementos sin embargo existan y son histricamente importantes. De lo que hablo presenta aspectos muy tcnicos y empricos y podra definirse mejor como un saber fruto tanto de la teora como de la experiencia, consistente en la costumbre y en la capacidad de tratar con esclavos agrcolas y de administrar tierras cultivadas por esclavos. 2. El libro principal de M.I. Finley sobre la esclavitud antigua Ancient Slavery and Modern Ideology (Londres 1980)11, comienza con una premisa fundamental: Si bien la explotacin de los esclavos ha sido un fenmeno comn en la mayor parte de la sociedad, desde lo ms antiguo que tengamos testimonio, estamos seguros que hubo en el curso de

    1 Me refiero al libro muy controvertido de HORDEN P.- PURCELL N.: The Corrupting Sea. A Study of

    Mediterranean History, Oxford, 2000, ms til por el debate provocado que por la tesis sostenida, vd. Harris W.V (ed.): Retbinking the Mediterranean, Oxford, 2005 2 Vd. GIARDINA A., SCHIAVONE A. (a cura di): Societ romana e produzione schiavistica, 2 voll., Roma-Bari

    1981 3 Vd. Infra, 10-13

    4 AMBR., De off., III, 47

    5 Vita Melaniae 10-11 (g.), 18; PALL., Hist.Laus. 61,5; Aa.SS., 3 ottobre (119), 20 gennaio (369),

    6 Var. VIII, 33,4

    7 C.Th, II, 25, I (325); XI, I, 12 (365)

    8 GELAS, Ep, 22 y 28 (Thiel)

    9 GR. M., Reg. Ep.II, 38; IV, 21; IX, 10

    10 GARNSEY P., Ideas of Slavery from Aristotle to Augustine, Cambridge, 1996

    11 De ahora en adelante citado como A.S. Vd. La discusin sobre el libro (Roma, 5 giugno 1981), publicada en

    OPUS, 1, 1982

  • la historia, solo cinco autnticas sociedades esclavistas y, de estas cinco, dos en la antigedad: Grecia e Italia clsicas

    12.

    Qu entiende Finley por Grecia e Italia clsicas? La definicin, como se aclara a continuacin, es conjuntamente cronolgica y geogrfica. En su opinin, en efecto, la sociedad antigua fue altamente jerrquica y organizada internamente sobre la base de fuertes relaciones de dependencia. La esclavitud-mercanca, caracterizada por la ausencia total de derechos del esclavo socialmente dracin y productivamente considerado instrumentum vocale, fue una de las dependencias, pero no la nica ni, respecto a la extensin geogrfica y temporal del mundo antiguo, la principal. Esa como forma hegemnica de explotacin del trabajo, o en limitadas reas del Mediterrneo, estuvo presente solo en Grecia entre los siglos V y IV a.C y en Italia entre el siglo II a.C y el II d.C. Exclusivamente para este mbito se puede por tanto hablar de sociedad y economa propiamente esclavistas: para las otras fases y reas del mundo antiguo la esclavitud fue principalmente una institucin social difusa, pero no el fundamento de las formaciones sociales13. Es necesario destacar que, an hoy, la ONU clasifica como sociedad esclavista solo aquellas en las que al menos el 15-20% de la poblacin se encuentra en condiciones asimilables a la esclavitud.

    El anlisis finleyano contiene una posterior limitacin de la esclavitud, por tanto corresponde subrayar que la mayora de las dependencias antiguas contena grupos e individuos ajenos a la esclavitud, como los ilotas en Esparta, que constituan una dependencia tnica, o como los considerados esclavos de los templos orientales, cuya condicin era en realidad superior a la de los agricultores libres14.

    En los captulos II y III de Ancient Slavery, se afronta la cuestin crucial de las causas del nacimiento del sistema esclavista en Grecia y Roma haciendo referencia a las experiencias coloniales europeas y se propone una aclaracin: una fuerte demanda de trabajo subordinado sin la correspondiente disponibilidad de trabajo libre. Como en las colonias del Nuevo Mundo esta coyuntura provoc la importacin de mano de obra de frica, as provoc la afluencia en Grecia y Roma de masas de esclavos. En el captulo IV se trata de las causas del fin de la esclavitud utilizando el mismo esquema explicativo pero invirtiendo el trmino de la demostracin: demanda de trabajo subordinado satisfaciendo la disponibilidad de trabajo libre y actuaba mediante la progresiva sustitucin de esclavos con otro tipo de trabajadores15. En este proceso, los esclavos rurales de los siglos pasados se saban unidos con los campesinos, formalmente libres pero ligados a los propietarios por relaciones de tipo feudal. Durante la fase central del imperio, siglos II y III este melting pot social ya exista en los hechos (por ejemplo en los saltus imperiales del frica septentrional), ya estaba formado aquel estrato de campesinos arrendatarios que en el imperio tardo habran constituido la categora de los colonos personas que no eran libres ni jurdicamente, ni polticamente segn el significado tradicional de la palabra16.

    3. Las motivaciones sociales finleyanas sobre los orgenes del colonato tardo

    antiguo, como he indicado en otro lugar17 no son convincentes tanto por la concatenacin dbil de los argumentos como por interpretaciones erradas de la documentacin. Finley retoma declaradamente, en una prospectiva continuista, la interpretacin que Fustel de Coulanges expone en Le colonat romain (1885) bajo la sugestin deformante de la peticin a Cmodo de los colonos del saltus Burunitanus, la nica de las grandes inscripciones africanas hasta el momento conocidas. En realidad, de lo complejo de aquel texto del imperio medio y de sucesivas documentaciones de los siglos IV-VI emerge una condicin de la comunidad campesina del

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    A.S., p.9 13

    A.S., p.77 14

    A.S., p.71 sg 15

    A.S., p.141 16

    A.S., p.149 17

    VERA D., Padrn, contadini, contratti; realia del colonato tardoantico, en Lo Cascio E. (a cura di): Terre, propietari e contadini dellimpero romano. Dallaffitto agrario al colonato tardoantico, Roma, 1997, pp.190-196

  • saltus imperiali del valle de Bragadas mucho menos dramtica que aquella que Fustel obtena de las inscripciones de Souk-el-Khmis. Nada, de todos modos, indica un componente ex-schiavile importante en aquella poblacin rstica, constituida por absoluta mayora de libres de origen indgena18. Junto a otros considero que el colonato tardo antiguo fue principalmente una condicin tributaria y no, en s, una condicin de subordinacin social: el colonus, era metafricamente esclavo de la tasacin del estado y no del patrono, as como eran esclavos del estado las diversas categoras sociales lo obligaban a realizar servicios pblicos en el mbito de un sistema globalmente definido como Zwangstaat. Por lo dems, los coloni se mantienen jurdicamente libres y siempre netamente diferenciados de los servi en aspectos fundamentales, como la responsabilidad fiscal personal, las cargas militares, la legislacin matrimonial y hereditaria, la capacidad jurdica.

    La subordinacin social y econmica no estaba por cierto ausente de las relaciones de colonato, ms no era intrnseca a la institucin y se presentaba con modalidades extremadamente variables en las diversas situaciones provinciales. Por otra parte, la legislacin vincular no era evidentemente irrelevante, pero su eficacia estaba determinada en gran parte por factores externos al cuadro normativo19. En suma, si bien hay un correlato de mltiples nexos, reniega de la postura de que la historia de los coloni y la historia del colonatus no son la misma cosa y deberan tratarse separadamente.

    La replacement theory finleyana contiene una contradiccin interna en la distincin de la esclavitud antigua como institucin social y como sistema: En suma, no en todas las partes de aquello en lo que se haba convertido el imperio romano era posible encontrar sociedades esclavistas, dependa en modo diverso de la sociedad donde haba presencia esclava20. Esta precisin, del todo compartida, implica que la progresiva homologacin de esclavos y campesinos dependientes puede imaginarse como el elemento esencial de la evolucin social del imperio en Italia junto a otras reas que habran experimentado la agricultura esclavista, no en las provincias, en las cuales los esclavos haban constituido siempre un componente absolutamente minoritario de la poblacin rural21. La contradiccin puede ser superada solo reconduciendo la discusin sobre el fin de la genuine slave society romana donde esta si era realizada, vale decir en Italia y, en particular, en las reas centro meridionales de la Pennsula y en Sicilia, donde si se daban las mximas concentraciones de villas y de otro tipo de haciendas rurales esclavistas. Tales reas en el ltimo ventenio han sido objeto de investigaciones histricas y arqueolgicas ajustadas, a precisar la situacin regional y local. Emerge en el conjunto un cuadro econmico y productivo que, para la fase tarda, ha modificado profundamente, por no decir revertido la tradicional visin pesimista del tardoantiguo meridional dominante en los estudios 22.

    4. Por cuanto concierne especficamente a la esclavitud rural, mi examen sistemtico de la documentacin de los siglos IV-VI 23, notablemente abundante para Italia y constituida en buena parte por documentacin primaria, ha evidenciado alguna peculiaridad que podemos resumir as. Algunas categoras de mano de obra esclava tutora permanecieron, como por ejemplo los esclavos pastoriles constatados en diversas regiones meridionales y en Sicilia, y el rol del sistema de la gran trashumancia aparece as poco cambiado respecto

    18

    KEHOE D, The economic of Agriculture on Roman Imperial Estates in North Africa, Gttingen, 1988, pp.105 ss., 189 ss. 19

    VERA D. La legislazione sul colonato tardoantico cui prodest?, RSA 35, 2005, pp.329-343; cfr HEUSS A., Das sptantike rmische Reich kein Zwangstaat? Von der Herkunft eines historischen Begriffs, GWU, 37, 1986, pp.603-618 20

    A.S., p.79 21

    WHITTAKER C.R., Labour Supl in the Later Roman Empire, OPUS, 1, 1982, 171-179 22

    Vd. Per un bilancio VERA D., Un paesaggi rurali del Meridione tardoantico: bilancio consuntivo e preventivo, in Volpe G. Turchano M. (a cura di): Paesaggi e insediamenti rurali in Italia Meridionale fra Tardoantico e Altomedioevo (Foggia 12-14 febbraio 2004), Bari 2005, pp. 23-38. 23

    VERA D., Schiavit rurale e colonato nellItalia imperiale, ScAnt 6-7, 1992-1993, pp. 291-339

  • a la descripcin que encontramos atestiguada en Varrn para la tarda repblica o en la inscripcin de Sepino para el imperio medio

    24.

    Desde el punto de vista de la historia social, un elemento de mxima relevancia debe subrayarse para calificar esta esclavitud rural tardoantigua: cuando las fuentes permiten conocer las condiciones concretas de los esclavos, se ve que tienen familia, cultivan pequeas propiedades y usufructan una sustancial autonoma productiva25. En esta perspectiva, su situacin material era anloga a aquella del arrendatario libre, los colonos, y corresponde bien a la clebre definicin de Ulpiano: servus quasi colonus26.

    Sostengo que no es posible definir una cifra precisa, ni establecer la proporcin de campesinos libres y campesinos esclavos, disponemos de indicaciones numricas y conocemos situaciones complejas de las estructuras rurales las cuales coinciden en indicar una presencia de esclavos agrcolas bastante relevantes, en algunos contextos capilares y dominantes, que no se encuentran en otras provincias. Sino bajo el aspecto cualitativo, por el cual tambin se puede hablar de una mutacin de forma de colonato provincial, bajo el aspecto cuantitativo Italia permanece an como una excepcin respecto al resto del Imperio27.

    Parece en cambio haber afectado una discontinuidad en la geografa de la esclavitud rural. En siglos anteriores la distribucin de los esclavos privilegiaba los cuadrantes centrales y meridionales, en el Tardoantiguo la constatacin de presencias concretas resultan uniformemente distribuidas: en Sicilia y Cerdea, en el suburbio romano y en las regiones circundantes, en Italia central apennica, en el rea padana y en las fases tirrenaica de Etruria y Liguria28. Se podra decir qu, si a primera vista haba coincidencia entre la presencia esclava y la economa esclavista, sucesivamente las reas de difusin de la esclavitud agrcola y del colonato se sobrepusieron.

    5. Resulta evidente como esta evolucin compleja de la esclavitud, que comienza a

    realizarse entre los siglos II y III para aparecer en forma completa ya en poca constantiniana, no puede ser estudiada aisladamente y debe ser incluida en un proceso comprensivo de transformacin de las estructuras territoriales. Se trata de un fenmeno mltiple, que no es el caso de revisar29 mas del cual al menos dos rasgos van separados. El primero consiste en la declinacin y definitiva desaparicin de la villa esclavista, que se resuelve en la disolucin del modelo de produccin concentrada tpico de aquella forma econmica y en la creacin de un modelo de villa profundamente diverso, funcional a los sistemas de produccin descentralizados y de rendimiento concentrado30. El segundo

    24

    C.Th. VII, 7, 2 (365); IX, 30, 5 (409); CIL, IX, 2826; GR. M., Reg. Ep. II, 38. Cfr. VERA D., Res pecuariae imperiali e concili municipali nell Apulia tardoantica, in Ancient History Matters, Studies Presented to Jens Eric Skydsgaard on His Seventieth Birthday, Roma 2002, pp.245-257 25

    Algunos ejemplos: AMBR., De Virgin. III, 16-17; De Off., III, 47 (suburbio y regiones en torno a Roma); C.Th II, 25,1 (Sardegna); Vita Mel. (G) 10-11 e PALL., Hist. Laus. 61,5 (Suburbio); Vita Mel. (L) 18 (Sicilia); H.A..., AUREL. 48 (Etrutia y Liguria); C.Th. XI, 1,12 (Italia septentrional); PEL. Ep. 84 (Piceno); GR. M., Reg. Ep. IX, 200, 233, 235 (Sicilia, Luigiana) 26

    Dig., 33, 7, 12; cfr. GILIBERTI G., Servus quasi colonus, Napoli 1981. 27

    Vd. Infra. Pp. 9-10. No me parece que la mutacin de la esclavitud rural en la fase tardoantigua sea considerada en el libro, por otra parte estimulante, de McKEOWN, The invetion of Ancient Slavery, London, 2007 28

    Adems de los lugares indicados (n.25), vd. por Lucca e Urbino P. Ital. 13 (Tjder, p.304), donde es una cuestin de mancipia cultivadores coloniae, de decir de granja, ubicados en dos massae y de all huan. Semejantes a los fugitivos de la tierra eclesistica del Catanese y del Sirecusano son los esclavos de quienes trata GR. M. Reg. Ep., ix, 30; otros esclavos del Siracusano estn documentados en la donacin de Odoacre a Pierius (P. Ital. 10). 29

    Referente a LItalie dAuguste Diocletien (Rome, 25-28 mars 1992), Roma 1994, y a la resea faltante de GABBA E., LItalia nei primi secoli dellimpero, RSI 108, 1999, pp.328-334. 30

    No obstante el ttulo ambicioso, ignora casi completamente la historiografa propiamente econmica de mbito no anglosajon, confirmndose como una til enumeracin de sitios, el volumen de LEWIT t., Villas, Farms and the Late Roman rural Economy (Tirad to Fifth Century), Oxford 2004, segunda edicin actualizada de Agricultural Productionin the Roman Economi AD 200-400). Una resea culturalmente ms abierta en CHAVARA A. LEWIT T., Archaeologycal Research on the Late Anqitue Countryside: a Bibliographical

  • elemento a subrayar es la tendencia general a la concentracin territorial, ya operada bajo los Flavios en tiempo de la clebre inventiva de Plinio el Viejo, contra la expansin de los latifundia y verificable tambin en los catastros de Veleia y de Ligures Baebiani para la edad antonina.

    Este es el fondo dramtico de un famoso captulo de su Social and Economic History of the Roman Empire en el cual Rostovtzeff sostena que la declinacin econmica de Italia, en su comienzo definitivo en el Tardoantiguo, provena en realidad de los tiempos de Augusto y estaba ya en estado avanzado a fines del siglo II. Paradojalmente la golden age del imperio habra sido el centro del pice del derrumbe es decir la edad de la ruina31 de la villa esclavista, cuya presencia disminuye constantemente despus del siglo I.

    Sobre la suerte econmica de Italia imperial pocos, actualmente, estn dispuestos a concordar con el pesimismo de Rostovtzeff, cuya tesis indudablemente ha sido influyente por algunas dcadas. Como ha demostrado recientemente A. Tchernia32, uno de los caballos de batalla de su demostracin, la supuesta competencia de las provincias que habra tomado las producciones itlicas de los circuitos mediterrneos y finalmente invadi a Italia misma, no tiene fundamento arqueolgico: los productos provinciales no solo no fueron ms hegemnicos en Italia, pero si se exhibieron en los mercados provinciales mucho tiempo despus que los productos itlicos fueran desapareciendo de tales mercados. Ello significa que la expulsin de las producciones itlicas no pudo haber sido provocada por la contempornea aparicin de otras producciones sobre los mismos mercados, como sucedi en la economa moderna de la cual evidentemente Rostovtzeff tomaba su modelo competitivo. Por otra parte, los vinos provinciales el principal producto de exportacin de la villa esclavista clsica- no conseguan nunca socavar la hegemona del vino itlico sobre el gran mercado de Roma. Aunque en este sector crucial, pues, el crecimiento de la agricultura provincial fue bastante menos eficaz de cuanto se ha credo y los cambios del sistema agrario de la Italia imperial fueron ms bien atribuidos a factores internos de transformaciones, y no a la simple declinacin y a la competencia de la produccin externa.

    Las investigaciones crecientes sobre el paisaje rural confirman la necesidad de lecturas ms sofisticadas de las variaciones de la instalacin33. La disminucin constante del nmero de los edificios clasificables como villas entre los siglos I y IV-V no necesariamente debe interpretarse de modo mecnico como prueba de retroceso econmico, ms bien parece debido a procesos de concentracin territorial. En efecto en la villa dejaban de ser preponderantes las dimensiones pequeas y medias, mientras haba indicios de supervivencia son altos para las villas de grandes dimensiones, muchas de las cuales en el siglo IV sufrieron radicales reestructuraciones tendientes a acentuar las funciones residenciales. Al mismo tiempo, en los territorios crece el nmero y la importancia de las instalaciones agrupadas, los vici, algunos de los cuales presumiblemente se conectaban a una villa-praetorium. Prospecciones circunscriptas por ahora a Puglia septentrional, estn tambin evidenciando restos consistentes de instalaciones dispersas, presumiblemente fincas de dimensiones familiares, a las cuales se pone en contacto la superficial presencia de hacienda campesina en la documentacin escrita34.

    Essay, en BOWDEN W. LAVAN Y.L. MACHADO C. (eds.), Recent Research onthe Late Antique Countryside, London-Boston, 2004, PP.3-51. 31

    GARANDINI A., Prefazione a KOLENDO j., Lagricolltura nellItalia romana, Roma, 1980, p. XLVII; ID.: Schiavi in Italia, Roma 1988, p.224; ID., La villa romana e la plantagione schiavistica, en MOMIGLIANO A. SCHAVONE A. (a cura di): Storia di Roma IV, Torino, 1989, 130 32

    La crise de lItalie impriale et la concurrence des provinces en Cah. Du Cenre de Rec. Histor. 37, avril 2006, pp.137-156 33

    VERA D., Dalla villa perfecta alla villa di Palladio: sulle transformacin del sistema agrario in Italia fra Principato e Dominato, Athenaeum 83, 1995, pp.189-211, 331-356 34

    ROMANO A.V. y VOLPE G., Paesaggi e insediamenti rurali nel compresorio del Celone fra Tardoantico e Altomedioevo, in VOLPE-TURCHIANO, Paesaggi e insediamenticit., pp.241-259, partic. P.248, e GOFFREDO R-VOLPE G., Il Progetto Valle delOfanto: primi dati sulla Tarda Antichit e lAltomedioevo, ibid., pp. 223-240, partic. P.230

  • En sntesis, segn el desarrollo que comenzamos a leer con mayor claridad en el sector del sur y de Sicilia, el imperio medio ms que una crisis irreversible y continua de Italia, experiment una fase de transicin hacia una diversa organizacin de la produccin y del trabajo. En el curso de la transformacin, la organizacin de la mano de obra sobre la cual se fundaba la agricultura esclavista se vuelve obsoleta, las villas en particular; una parte cuyo mantenimiento se volvi antieconmico, fue abandonada, otra asumi funciones eminentemente productivas o devino en viviendas de campesinos, otras an fueron transformadas en lujosas residencias, las praetoria, que la arqueologa est descubriendo en todas partes de Italia35.

    Paralelamente los esclavos accasermati de las villas deban ser transferidos a poblados o factoras y las propiedades se fraccionaron en lotes menores, adecuados a la posibilidad de un arrendatario con familia, el colonus, que poda ser indiferentemente de condicin libre o servil.

    Reduciendo el proceso a frmula, puedo decir que cuanto ms se concentr la propiedad, tanto ms se fraccion la produccin. Y as, mientras el nivel de administracin patrimonial se unificaba en mltiples fundos, en grandes agregados las massae fundorum36, la fuerza de trabajo se parcializaba en una mirada de campesinos arrendatarios gestores de haciendas campesinas de tamao familiar.

    La mano de obra fundamental de este sistema agrcola no poda ser el equipo de esclavos solteros vinculados al vilicus. No se puede descartar que propiedades de tal tipo hayan sobrevivido en el Tardoantiguo, ms no s si todava no se ha encontrado algn testimonio arqueolgico y las constataciones de las fuentes escritas son raras e imprecisas. En cambio es evidente que la clula productiva de base fue la familia del arrendatario que cultivaba la tierra y pagaba un canon, sea monetario, sea en la forma de la colonia aparcelaria. Esta ltima parece predominar y deba comprometer al colono en los buenos cultivos del terreno: ventaja bien presente en Plinio el Joven37 que encontramos tanto en la refinada reflexin del jurista severiano38 como en el empirismo del compilador del Edicto Theoderici39. Por otra parte, la prctica de la emancipacin difundida en la ciudad por razones econmicas en el contexto familiar por obvias razones sentimentales, era escasamente practicada con los esclavos del campo en cuya liberacin el propietario no encontraba ninguna ventaja. Probablemente ni siquiera los servi rsticos, puestos en la condicin de arrendatarios libres, eran estimulados a buscar la libertad.

    6 - En ninguna poca de Italia imperial disponemos de datos suficientes para

    determinar el total de la poblacin esclava, el porcentaje empleado en agricultura, la proporcin respecto al campesino libre y las variacines de tales proporciones ocurridas entre Augusto y Gregorio Magno. Recientemente, la cuestin ha estado reexaminada en una perspectiva simplificada por W. Scheidel, que est prximo a proponer para el siglo I la estimacin mxima de aproximadamente 1.500.000 esclavos, de los cuales dos tercios seran agrcolas, influida todava por la constatacin que no es posible calcular el nmero total de los esclavos ni por las fuentes antiguas, ni por la carrying capacity de Italia40. La reflexin parece vlida para el Tardoantiguo. Para esta poca, los datos cuantitativos no faltan, ms estn desligados de cualquier secuencia serial. Es todava nicamente un indicio indirecto, posibilitando llegar a la conclusin, impresionista pero significativa, de una muy fuerte presencia de mano de obra esclava en el campo. La misma situacin, con una cierta sorpresa de quin ha examinado la documentacin de Italia bizantina, emerge para los siglos entre VI y VIII en las regiones gobernadas por Constantinopla. Hace falta pensar

    35

    Vd. Ora SFAMENI C., Ville residenziali nellItalia tardoantica (Munera 25), Bari 2006 36

    VERA D., Massa fundorum Forme della grande propriet e poteri della citt in Italia fra Costantino e Gregorio Magno, MEFRA 111, 1999, pp. 991-1025 37

    Ep.III, 19; IX, 37 cfr. KEHORE D., Approaches to Economic Problems in the Letters? Of Pliny the Younguer: the Questions of Risk in Agriculture, in ANRW, II/33, 1, Berlin-NewYork 1989, pp.555-589 38

    PAUL. Sent. 2, 31, 30; Dig. XIX, 2, 25, 6; XLVII, 2, 83, 1 39

    Ed. Theod., 146 40

    Human Mobiliby in Roman Italy, II: the Slave Population, JRS 95, 2005, pp.64-79, partic. P.66

  • en una herencia tardo antigua todava operante, que en efecto no encuentra comprobacin en el rea longobarda

    41.

    Queda un interrogante, el cual vale la pena responder. Aclara la permanencia de una cuota bastante alta de esclavos en los campos itlicos en el imperio tardo cual era su proveniencia? Los estudios sobre la esclavitud en el imperio, en particular la investigacin de W. Harris42 sobre el comercio esclavo, han individualizado dos canales de abastecimiento externo: prisioneros de guerra y esclavos provenientes del rea brbara. Tal vez ms relevante era el aporte interno: el comercio de habitantes del imperio esclavizados, la venta de la prole, sobretodo la exposicin de los nios, que algunos estudiosos sostienen era la fuente principal43. Parece indudable que estas formas de aprovisionamiento sean cuantitativamente incomparables con la transferencia en masa de las guerras de conquista, que cesaron con Augusto. La imposibilidad de importaciones masivas de esclavos adultos factor determinante por la crisis de la villa clsica fundada con la cooperacin forzada de los esclavos de la ergstula44- como reflejo de haber incrementado la utilizacin de vernae nacidos en casas bajo la forma hbrida de servus quasi colonos advertida bajo los Severos por Ulpiano.

    Esta consideracin lleva a examinar un ltimo canal de aprovisionamiento: la fuerza demogrfica de los esclavos. La reproduccin servil en la antigedad ha suscitado discusiones fundadas sobre hiptesis de modelos demogrficos tan interesantes como inciertos. Ms fructfero que el clculo imposible de una cantidad precisa, es proponer un acercamiento comparativo, tendiente a reconstruir la marcha de la demografa esclavista romana sobre la base de experiencias bien documentadas: en Brasil hasta 1870, las Antillas coloniales, los Estados Unidos hasta 1860. Es cierto que la prctica difundida en el sur de Estados Unidos del matrimonio entre esclavos no aument fuertemente la fertilidad, como demostraron cifras frecuentemente citadas 1.191.364 esclavos censados en 1810 y 3.935.760 en 1860 frente a 600-650.000 importados45, y la confirmacin heurstica aparece confirmando el balance del todo negativo de las plantaciones brasileras y de las Antillas, cultivadas por esclavos varones solteros: los esclavos tenan una duracin de vida brevsima (promedio de 7 aos segn la experiencia de fazenderos brasileros) y el esclavo reproductor pocos hijos. Brasil entre la mitad del siglo XVI y XIX import de 3,5 a 4,5 millones de esclavos africanos, aunque en ningn momento hasta 1870 el total super el milln y medio de individuos46. Es por tanto presumible que la transformacin de los esclavos accasermati romanos en campesinos casati con tierra y familia contribuyera a mantener alto (segn los estndares antiguos) los niveles productivos de este componente de la poblacin rural.

    Siguiendo en este terreno, se puede postular, una vez encaminado el proceso, que la fertilidad de los esclavos superaba a la del campesino libre. La historia social y la demografa histrica parecen apoyar esta hiptesis. Ya sea por la precariedad de la condicin campesina, siempre en equilibrio entre la normal pobreza y la miseria absoluta, ya sea por eventos traumticos, como las grandes carestas y los estallidos epidmicos, podemos reflexionar negativamente sobre el crecimiento de libres en el campo: aumento de la mortalidad, prdida de la propiedad, prdida de la libertad personal, exposicin de la

    41

    Vd. BROWN T.S., Gentlemen and Officers. Imperial Administration and Aristocratic Power in Byzantine Italy, A.D.. 554-800, Roma 1984, pp.202-204; ZANINI E., Le Italie bizantine (Munera 10), Bari 1998, pp. 320 ss. 42

    HARRIS W.V., Towards a Study of the Roman Slave Trade, en DArms J.- KOPFF H. (eds): Seaborne Commerce of Ancient Rome. Studies in Archaeology and History, MAAR 36, 1980, pp. 117-140. Cfr. Id.: Demography, geography and the sources of Roman Slaves, JRS 89, 1999, pp.62-75 (en polmica con W. Scheidel) 43

    ANDREAU-DESCAT, Esclave cit., p.100; cfr. HARRIS W.V., Child-exposure in the Roman Empire, JRS 84, 1994, 1-22 44

    GIARDINA A., LItalia, il modo di produzione schiavistico e I tempi di una crisi, en ID: lItalia romana. Storie di unidentit incompiuta, Roma-Bari 1997, p.254 45

    KARASCH M., CONRAD R.E. y MILLER J.C. (eds.), Mac Millan Encyclopedia of World Slavery, I, London, 1988, pp.116-128 46

    Vid la exposicin de J.M. Santos en este Congreso

  • prole47. En trminos generales, el esclavo rstico, en cuanto propiedad de las lites sociales, reciba mayores cuidados frente a esta adversidad estructural a las cuales aada adems el endeudamiento crnico- que encontraba al campesino libre prisionero indefenso. Cuando en el 450 una tremenda caresta golpe a Italia, los pobres libres, para salvarse de la muerte por hambre, vendieron en masa a sus familiares48.

    La desigualdad de tratamiento entre libres y esclavos, escandalosa para Agustn49 y tantas otras autoridades antiguas, no es en absoluto un topos retrico, pero resguarda la moralidad econmica: Por este aspecto, los esclavos deban hallarse en una condicin mejor respecto al pequeo campesino de condicin libre50. Es por tanto presumible que la fertilidad de los esclavos-colonos fuese superior a la de los libres en condiciones normales como en fase de superacin de la crisis de mortalidad.

    En cuanto al desarrollo demogrfico de Italia imperial debe comprenderse el efecto depresivo de la peste antonina, que dur ms de un cuarto de siglo, cuya gravedad no puede ser de ningn modo negada51. La pandemia habra afectado con igual intensidad a campesinos libres y a campesinos esclavos, ms es de considerar qu sucesivamente el porcentaje servil creca por el efecto de la tasa de natalidad superior y de tres factores favorables: la importacin de nuevos esclavos, la cada en esclavitud de una cuota de libres, la predominancia, despus defines del siglo II del esclavo rstico con familia sobre el esclavo soltero.

    Si las consideraciones anteriores son correctas, el desarrollo general de la poblacin de Italia por el medio y tardo imperio debe haber seguido las siguientes tendencias: a) disminuy el nmero total de esclavos pero no de manera dramtica y sobre todo en el rea urbana y en el sector de las manufacturas; b) disminuy adems la mano de obra esclava del campo aunque con bastante menor intensidad; c) la fertilidad del servi rustici parece superior a la del campesino libre; d) estructuralmente, crece la poblacin esclava y disminuyen la composicin libre.

    En conclusin, la combinacin de factores ligados a la fuerte disminucin del aprovisionamiento externo de esclavos con la adopcin de un modelo productivo nuevo dominado por el colonato, lleva a pensar que el grueso de la esclavitud agrcola de Italia en siglos tardos fue una herencia del Principado, ms precisamente una herencia biolgica, en el sentido que mayoritariamente los servi-coloni habran sido los descendientes de los esclavos del imperio medio.

    7 - Es por estos aspectos que las clases propietarias de Italia tardoantigua eran

    perfectamente conscientes de la importancia en el sistema arrendatario de la hacienda campesina esclavista. Me limito a recordar una disposicin de Constantino del 325, en el pasado muy discutida en los estudios respecto a la influencia del cristianismo sobre la legislacin. En esta constitucin que viene luego incluida en el Cdigo Teodosiano asumiendo as validez general, se dispone en trminos perentorios la reconstruccin de la familia de los esclavos de la propiedad imperial de Cerdea que haban sido divididos entre diversos asignatarios de tierras dominiales prohibiendo que en un futuro sean separados los hijos de los padres, los hermanos de las hermanas, los maridos de las mujeres52. No parece que la atencin del legislador por la descendencia de los esclavos fuese motivo de

    47

    La CASISTICA en GARNSEY P., Famine and Food-Supply in the Graeco-Roman World. Responses to Risk and Crises, Cambridge, 1988 48

    Nov. Val. XXXIII (451) 49

    Sermo, 159, 4 50

    FRIAR b., Demography, CAH, XI2, Cambridge 2000, p.795 51

    Pensamos en una disminucin del orden del 7-10% de la poblacin del imperio con picos del 15% en la ciudad y en los asentamientos, LITTMAN R.J., LITTMAN M.L., Gale and the Antonine Plague, AJPh94, 1973, 243-255; vid, tambin LO CASCIO E., La dinmica della popolazione in Italia da Augusto al III Secolo, en LItalie dAuguste Diocltien cit., pp. 91-125, partic., pp. 116-125 52

    C.Th. II, 25, 1 incluida parcialmente en C.I., III, 38, 11 pero con la extensin de la norma contra las divisiones familiares tambin los coloni adscripticiae condicionis y agli inquilini. La constitucin estaba influenciada de Lactancio (Inst. V, 16,3), segundo AMARELLI F., Vetustas-innovatio. Unantitesi apparente nella legislazione di Costantino, Napoli 1978; sin embargo vd. Contra SARGENTI M., Studi sul diritto del tardo impero, Padva 1986, 403

  • cristiana piedad. El emperador pareca ms bien interesado en controlar la preciada clula productiva representada por la familia campesina. Sus sucesores hasta Justiniano repitieron las prohibiciones acerca de la descomposicin del ncleo familiar del rustici vel censiti servi por motivaciones declaradamente fiscales, ms originadas por mantener productivos los fondi para poder luego tasarlos53. Preocupacin explcitamente rebatida por una serie notable de testimonios provenientes todos de lites terratenientes itlicas.54

    Que se verificara en esta poca un general reconocimiento social del valor de la familia del esclavo rstico resulta de interpretatio del siglo V de la ley constantiniana que ampla enormemente el alcance, al que califica como apropiada iniustum la descomposicin de la familia incluso el fraccionamiento de la propiedad privada y repite adems utilizando el lxico conyugal de los libres (uxor, maritus)- que tanto en la divisin de los patrimonios dominiales como de los patrimonios privados necesita conseguir que la esposa con los hijos y el propio marido pertenecieran a un nico propietario.

    Desde un punto de vista meramente productivo, que el colonus fuese libre o esclavo no constitua sustanciales diferencias en la organizacin de la propiedad, especialmente en el caso de la colonia aparcelaria que, por su naturaleza, como demostraron numerosas experiencias premodernas de scharecropping, anulaba la enajenacin entre la tierra, trabajo, trabajadores lamentado por los tericos de la agricultura esclavista55. En la segunda mitad del siglo IV, durante una gran caresta, los senadores de Roma fueron invitados a realizar una colecta para los campesinos hambrientos establecidos en la ciudad con las siguientes reflexiones: Si estos hombres murieran, deberamos comprar esclavos nuevos, ms estos no tendran familiaridad con la tierra y el cultivo56. En el fondo tambin un convencido defensor de la villa esclavista, Columela, habra expresado el mismo convencimiento: los mejores arrendatarios son aquellos nacidos en el fundo que cultivan y que aman como si ellos fueran los dueos57. Los esclavos presentaban ventajas agregadas nada despreciables en el tardo imperio: no podan disponer de s mismos, mientras los colonos libres podan abandonar los fundos violando contratos y leyes vinculantes, no podan refugiarse en el clero cristiano, ni posean autonoma jurdica y fiscal. Sobretodo, los esclavos del campo no eran reclutables, obligacin de los colonos que los propietarios obstaculizaban de todas maneras: pues su trabajo era ms econmico58

    8 - La equiparacin de las condiciones materiales de colonos y de esclavos

    encuentra evidente comparar los comportamientos bien documentados de las lites, pero deber profundizar en el conocimiento de las clases rurales. El comportamiento de los esclavos suburbanos de Melania y Piniano, los cuales sin ms se sublevan59 para no ser liberados y pedir ser vendidos al hermano de Piniano, pierde todo aspecto paradjico, si se refleja sobre las transformaciones que el pasaje de la esclavitud masculina del ergastolo a la esclavitud familiar del colonato haba impreso a las relaciones sociales. Est claro que los autores de aquella inusitada stasis no deseaban abandonar el paraguas protector de la poderosa casa senatorial para aventurarse en el mar abierto de una libertad privada de ventajas y llena de riesgos. As sabemos que, una vez emancipados pero no dotados de tierra propia una discriminacin fundamental que es bien evidente en las actas

    53

    C.I. XI, 48, 7 (371) es la versin justiniana de C.I. III, 38, 11; Constantino haba comenzado a prohibir, por regiones fiscales, la venta fuera de la provincia de los mancipia ascripta censibus como dispone en el 327 C. Th. XI, 3, 2 54

    VERA D., Schavit rurale e colonato, cit., pp.321-339 55

    FOXHALL L., The Dependent Tenant: Land Leasing and Labour in Italy and Greece, JRS 80, 1990, pp.97-114. 56

    AMBR., Off. Min. III, 47 57

    COL. R.r. I, 7,3; diversamente formulado pero coincidente es el pensamiento de Plinio el Viejo (N.H.. XVIII, 38) 58

    Sigue siendo fundamental MAZZARINO S., Aspetti sociali del Quarto secolo, Roma 1951, pp. 306-313. 59

    Vita Mel. (g) 10 habla de doulous stasiazontas; vid. GIARDINA A., Carit eversiva. Le donazioni di Melania la Giovane e gli equilibri della societ tardoromana, StudStor 30, 1989, 969-991.

  • testamentarias60- los esclavos arrendatarios provistos de familia y de tierra, podan volverse libres arrendatarios, sin otro cambio sustancial que la eventualidad de ser enrolado y la certeza de pagar, adems del canon, tambin impuestos y abusos de la fiscalidad.

    Una carta de Gregorio Magno al obispo de Luni confirma que los esclavos de Melania tenan una clara percepcin de la realidad. El pontfice, en efecto, ordena la inmediata liberacin de los esclavos cristianos posedos por ciertos propietarios judos de la ciudad, como la ley dispona, en el tiempo preciso: A stos no les ser consentido abandonar sus tierras y, como colonos libres, continuarn cumpliendo con sus patrones todas las deudas que las leyes y las costumbres impongan al colono y a los originarii61

    Esta y otras disposiciones de Gregorio del mismo tenor62 demuestran que, en una formacin en la cual a la permanencia de la distincin formal entre libre y no libre se superpone a la equiparacin de las condiciones materiales de la existencia, los comportamientos sociales hallan grandes diferencias en las barreras jurdicas para moverse autnomamente, especie de aislamiento de las reas rurales.

    Es relevante, como se haba observado anteriormente, la presencia de altos nmeros de esclavos rustici en el campo de Italia tardoantigua, especialmente concentrados en cada propiedad y en el interior de cada patrimonio, y es tal vez ms relevante la propiedad de esclavos por parte de modestos agricultores63 que atenuaban la separacin entre quin viva del trabajo y quin de rentas, invalorable en la ideologa tradicionalista de las lites terratenientes64. Entretanto aparece significativa la compenetracin difusa entre libres y esclavos del campo: esclavos y libres en una misma propiedad65, esclavos que se casaban con hijas de colonos66, esclavos que devenan propietarios terratenientes67, esclavos que ingresaban al clero68, esclavos que sin ms se hacan curiales y curiales que se convertan en esclavos69.

    Todas estas son infracciones a la legalidad que las autoridades civiles y religiosas combatan. Y todava si prescindimos de la eficacia, dudosa de la represin en estos comportamientos, encontramos de nuevo una tensin no resuelta de la norma y la praxis. Justiniano cuando vuelve a restablecer el orden en el imperio de Italia recuperada a los godos, declar nulos los matrimonios entre libres y esclavos realizados bajo el rgimen brbaro de Totila, pero concede realmente que el matrimonio quedara vlido si esta era la voluntad del esposo de condicin libre. En otro caso, precis, los hijos continuaban la condicin de la madre70. Ahora, la observacin de este principio bsico jurisprudencial tenda en lo especfico a dar un estatus superior a las familias de uniones socialmente ms infames el esclavo y la mujer libre. Justiniano no poda dar cuentas de la paradoja, ms probablemente no se cuid ms de ello pues esos matrimonios mixtos afectan a las clases bajas, entre las cuales muchos eran campesinos. Del resto, Totila mismo haba experimentado la ambigedad de una sociedad impermeable a cambios de base y tenda a defenderse, como los esclavos de Melania, acudiendo a bien experimentadas alianzas

    60

    Basta pensar en las directivas del obispo emeritense Musona (Vitae P. Emnerit., ed. J.N. Garwin, Washington, 1946, p.248) y de su colega Vicente de Huesba: ambos, emancipando a los esclavos rsticos (del agricultores con familia), otorgando suma de dinero o de tierras pro confirmandaseorum libertates; Cfr. DAZ P., El testamento de Vicente: propietarios y dpendientes en la Hispania del S. VI, SHHA 17, 1999, 257-270, y CORCORAN S., The Donation and Will of Vincent of Huesta: Latin text and English Translation, AnTard 11, 2003, pp.405-431. 61

    Reg. Ep. IV, 21; cfr. C.I., I, 10, 1 62

    Ibid, II, 38; IX, 10 63

    GR. M. Dial. I, 1. En Galia el obispo Remigio haba heredado un esclavo de un originarius y otro esclavo de un porquero (MGH, SS RR Merov., III, 336-347): Dig. II, 17, 9-11; XIX, 2, 30-4 64

    Por ej. CASS. Var. I, 26; VII, 45, VIII, 31,2 y 33,4 65

    SYMM. Rel. 38; P.Ital. 11 (Tjder, P.292); 13 (p.304); GR. M. Reg. Ep. II, 38; IX, 10; 233 66

    PEL. Ep.64 (Gass, pp. 167-170) 67

    GELAS. Fr. 28 tHIEL 68

    Ibid, 22 69

    PEL. Ep. 64; CASS. Var. II, 18 70

    C.I., App. Vii, 15

  • sociales verticales71. As, cuando haba intentado ingresar en Lucania, como campesinos tan pobres que tenan que vender habitualmente los hijos

    72 los haban sitiado al Nares

    Lucanae unindose con la tropa de Tullianus, un senador romano jefe de la resistencia antigoda, y habiendo sido convictos pasan a retirarse a cultivar la tierra como siempre lo haban hecho, resalta Procopio- enviados por sus patrones, como otros senadores romanos rehenes de Totila.73

    Con tanta evidencia, de la racionalizacin de la dependencia de parte de las clases rurales de Italia tardoantigua, emblemticamente testimoniada por este episodio de la guerra goda ocurrida en la misma tierra cruzada en los primeros siglos de la guerra civil de Espartaco, se reflejan cambios profundos estructurales interviniendo en las relaciones agrarias. Si, como Procopio, recorra en tiempos de Justiniano aquella tierra vea paisajes humanos bastante diversos de aquellos que podan haber ledo en Salustio74 y en Apiano75: no ms bandas rebeldes de esclavos dispersos en el agri pecuarii y de subpropietarios rural, pero si ms campesinos solidarios con los patrones.

    En suma es difcil conservar para la Antigedad Tarda la prospectiva patrocinada con vis polmica de Finley no ausente en formulaciones ms meditadas76 sea completamente (no estamos en grado de colocar a la Antigedad Tarda en una casi exacta secuencia de estadios77), sea en la definicin de relaciones de produccin de Italia tardoantigua (la organizacin de la economa rural no parece haber tenido rpidas transformaciones78), sea todava en el abandono de categoras fuertes de anlisis histrico. No por casualidad, quin recientemente ha continuado estos planteamientos est junto a unir saltus africanos del imperio medio y regimen domanial classique de la Francia carolingia en una secuencia genealgica continua79 como propona Fustel de Coulanges para definir la relacin entre colonato romano y servidumbre medieval.

    En una nota en Ancient Slavery de aparicin pstuma, A. Momigliano con gran estima por el historiador de Cambridge, subrayaba el rechazo a adentrarse en el problema del cambio, ms repeta la necesidad de profundizar una fenomenologa de la esclavitud post-Finley para entender el pasaje de sociedad con tipos particulares de esclavitud a sociedad con otras y siempre particulares tipos de esclavitud. Aceptar esta sugerencia parece la mejor manera para honrar la memoria de estos dos grandes maestros de la historia antigua.

    71

    GIARDINA A., Lavoro e storia sociale: antagonismi e alleanze dallEllenismo al Tardoantico, OPUS 1, 1982, 128-133 72

    Ibid.. VIII, 33, un caso similar en Corsica, pero parece tratarse de pequeos possesores (GR. M.Reg. ep.,V, 38) 73

    B. Goth III (VII), 22, 20. Es de advertir que Procopio, para indicar la accin de los senadores condenados, utiliza la expresin ekeleuon, que si no significa tout court ordinarene implica comnmente una capacidad de presin social. 74

    Hist. III, fr. 98 Maur. 75

    B. civ. I (ed. GABBA, Firenze, 1967,2), p.324. 76

    Referente a la discusin reciente, abierta por GIARDINA A. Esplosione di Tardiantico, StudStor 40, 1999, pp.157-180, continuada en VERA D. (a cura di): Antico e tardoantigo oggi, RSI 114, 2002, pp.349-379; STRAW C. LIM R. (eds.): The Past before us. The Challenge of Late Antiquity (Bibl. De lAntiquit Tardive, 6), Paris 2004; LO CASCIO E. (a cura di), Gli spazi del Tardoantico, StudStor 45, 2004, pp.5-46 77

    A.S. p.149 78

    Ibid 79

    SARRIS P., The Origins of the manorial Economy: New Insights from Late Antiquity, 119, 2004, 279-331; ma vid. contra WICKHAM C., Framing the Early Middle Ages. Europe and the Mediterranean, 400-800, Oxford 2005, 264