DOMINGO IV DE ADVIENTO Ciclo B - PARROQUIA … · 2014-12-21 · debemos dejar a Dios ser Dios y...

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DOMINGO IV DE ADVIENTO Ciclo B AÑO X nº 474 21 / 12 / 2014 1 Liturgia y vida En este cuarto domingo de Adviento, a las puertas ya de la Navidad, leemos el relato de la Anunciación, tal como nos lo cuenta el evangelista san Lucas. Es el mismo texto que leímos, hace ya dos semanas, en la fiesta de la Inmaculada. Hemos leído y meditado ya muchas veces este mismo texto, a lo largo del año litúrgico. Hoy, yo me fijaré únicamente en estos dos aspectos: la gratuidad de Dios y la humildad de María. Que el don de la gracia es un don gratuito es doctrina común en la teología cristiana. Dios eligió a María y la llenó de su gracia desde el primer momento de su concepción en previsión de los méritos de su hijo, Jesús, no por los méritos propios de la doncella de Nazaret. Por qué eligió a María y no a otra mujer, por qué en aquel tiempo y no en otro, es algo a lo que sólo Dios puede responder. Como decimos, Dios da su gracia gratuitamente, y nosotros debemos dejar a Dios ser Dios y aceptar su voluntad con humildad y agradecimiento. Por otro lado, si analizamos nuestras propias vidas, veremos que también a nosotros Dios nos ha dado en más de una ocasión su gracia y su amor gratuitamente, sin méritos especiales nuestros. Alabemos a Dios por las gracias y por el amor que nos ha dado a lo largo de nuestra vida, mientras seguimos preparándonos con humildad para celebrar, llenos de gracia, el nacimiento de su Hijo. La humildad de María hizo fácil el acceso de Dios hasta ella. Realmente, como nos dice san Agustín, María concibió a Jesús por la fe, antes de sentirlo vivo físicamente en sus entrañas. El camino de la humildad es el camino más corto, junto con el camino del amor, para encontrarnos con Dios: “Derribó del trono a los poderosos y exaltó a los humildes”. En este siglo XXI, en el que nosotros vivimos, el camino de la humildad para llegar hasta Dios no es el camino más alabado. Vivimos, o creemos vivir, en el siglo de la ciencia, y lo que no conocemos científicamente es como si no existiera. Pero los caminos del alma para encontrarse con Dios han sido siempre los caminos de la humildad y del amor. Esto se ve todavía más claro en este tiempo de Adviento, en vísperas de la Navidad. El Dios que nace en Belén es un Dios pobre y humilde; así quiso encontrarse con nosotros, asumiendo nuestra debilidad, para liberarnos a nosotros de nuestras fragilidades y de nuestros pecados. “Dios se hizo hombre, dirá san Agustín, para que nosotros podamos ser Dios”, porque él nos ha hecho a su imagen y semejanza. Imitemos a María en su humildad y así atraeremos hacia nosotros la gracia gratuita de Dios. El rey David, según se nos dice en este texto del libro segundo de Samuel, quería construir un templo grande y maravilloso para albergar con más dignidad el arca del Señor. Las intenciones del rey David eran, sin duda, humanamente nobles y buenas: no quería que el arca del Señor estuviera en una tienda, mientras que él vivía en una casa de cedro. Pero no era el templo lo que a Dios más le preocupaba en aquel momento; la presencia de Dios no estaba ligada a ningún lugar físico, como le dijo Cristo a la samaritana. Por eso, Dios mismo manda al profeta Natán que le diga al rey David que lo primero que quiere de él es que reconozca los continuos favores, que, gratuitamente, ha recibido de Dios y que ha sido él, Dios, el que le ha escogido como conductor de su pueblo, Israel. En definitiva, que sea humilde y que reconozca que todo el poder que tiene le ha venido de Dios. En este sentido, esta primera lectura dice, de otra manera, lo mismo que se nos dice en el evangelio de la Anunciación: que la gracia de Dios es siempre, como su mismo nombre indica, gratuita y que la mejor manera de agradecer la gracia gratuita de Dios es ser humildes y alabar a Dios por todas las cosas buenas que él ha hecho en nosotros. Esto es lo que hizo María, la “esclava del Señor”. GABRIEL GONZÁLEZ DEL ESTAL Son muchos los proyectos, acciones, actividades y servicios que realiza nuestra parroquia. Necesitamos tu ayuda: - Con tu oración y/o tu tiempo compartido - Con tu aportación económica en el buzón de DONATIVOS, entregando relleno tu boletín de SUSCRIPCIÓN o en la cuenta de la parroquia en el Banco Popular ES72 0075 1214 8906 0017 6654

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DOMINGO IV DE ADVIENTO – Ciclo B

AÑO X – nº 474 – 21 / 12 / 2014

1

Liturgia y vida En este cuarto domingo de Adviento, a las puertas ya de la

Navidad, leemos el relato de la Anunciación, tal como nos

lo cuenta el evangelista san Lucas. Es el mismo texto que

leímos, hace ya dos semanas, en la fiesta de la Inmaculada.

Hemos leído y meditado ya muchas veces este mismo texto,

a lo largo del año litúrgico. Hoy, yo me fijaré únicamente en

estos dos aspectos: la gratuidad de Dios y la humildad de

María. Que el don de la gracia es un don gratuito es

doctrina común en la teología cristiana. Dios eligió a María y

la llenó de su gracia desde el primer momento de su

concepción en previsión de los méritos de su hijo, Jesús, no

por los méritos propios de la doncella de Nazaret. Por qué

eligió a María y no a otra mujer, por qué en aquel tiempo y

no en otro, es algo a lo que sólo Dios puede responder.

Como decimos, Dios da su gracia gratuitamente, y nosotros

debemos dejar a Dios ser Dios y aceptar su voluntad con

humildad y agradecimiento. Por otro lado, si analizamos

nuestras propias vidas, veremos que también a nosotros Dios

nos ha dado en más de una ocasión su gracia y su amor

gratuitamente, sin méritos especiales nuestros. Alabemos a

Dios por las gracias y por el amor que nos ha dado a lo largo

de nuestra vida, mientras seguimos preparándonos con

humildad para celebrar, llenos de gracia, el nacimiento de

su Hijo.

La humildad de María hizo fácil el acceso de Dios hasta ella.

Realmente, como nos dice san Agustín, María concibió a

Jesús por la fe, antes de sentirlo vivo físicamente en sus

entrañas. El camino de la humildad es el camino más corto,

junto con el camino del amor, para encontrarnos con Dios:

“Derribó del trono a los poderosos y exaltó a los humildes”.

En este siglo XXI, en el que nosotros vivimos, el camino de la

humildad para llegar hasta Dios no es el camino más

alabado. Vivimos, o creemos vivir, en el siglo de la ciencia, y

lo que no conocemos científicamente es como si no

existiera. Pero los caminos del alma para encontrarse con

Dios han sido siempre los caminos de la humildad y del

amor. Esto se ve todavía más claro en este tiempo de

Adviento, en vísperas de la Navidad. El Dios que nace en

Belén es un Dios pobre y humilde; así quiso encontrarse con

nosotros, asumiendo nuestra debilidad, para liberarnos a

nosotros de nuestras fragilidades y de nuestros pecados.

“Dios se hizo hombre, dirá san Agustín, para que nosotros

podamos ser Dios”, porque él nos ha hecho a su imagen y

semejanza. Imitemos a María en su humildad y así

atraeremos hacia nosotros la gracia gratuita de Dios.

El rey David, según se nos dice en este texto del libro

segundo de Samuel, quería construir un templo grande y

maravilloso para albergar con más dignidad el arca del

Señor. Las intenciones del rey David eran, sin duda,

humanamente nobles y buenas: no quería que el arca del

Señor estuviera en una tienda, mientras que él vivía en una

casa de cedro. Pero no era el templo lo que a Dios más le

preocupaba en aquel momento; la presencia de Dios no

estaba ligada a ningún lugar físico, como le dijo Cristo a la

samaritana. Por eso, Dios mismo manda al profeta Natán que

le diga al rey David que lo primero que quiere de él es que

reconozca los continuos favores, que, gratuitamente, ha

recibido de Dios y que ha sido él, Dios, el que le ha escogido

como conductor de su pueblo, Israel. En definitiva, que sea

humilde y que reconozca que todo el poder que tiene le ha

venido de Dios. En este sentido, esta primera lectura dice, de

otra manera, lo mismo que se nos dice en el evangelio de la

Anunciación: que la gracia de Dios es siempre, como su

mismo nombre indica, gratuita y que la mejor manera de

agradecer la gracia gratuita de Dios es ser humildes y alabar

a Dios por todas las cosas buenas que él ha hecho en

nosotros. Esto es lo que hizo María, la “esclava del Señor”.

GABRIEL GONZÁLEZ DEL ESTAL

Son muchos los proyectos, acciones, actividades y servicios que realiza nuestra

parroquia. Necesitamos tu ayuda:

- Con tu oración y/o tu tiempo compartido

- Con tu aportación económica en el buzón de DONATIVOS, entregando relleno tu boletín de SUSCRIPCIÓN o en

la cuenta de la parroquia en el Banco Popular ES72 0075 1214 8906 0017 6654

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Palabra de Dios

LECTURAS DE LA MISA PARA LA SEMANA

PRIMERA LECTURA

Lectura del segundo libro de Samuel.

2 Sm 7,1-5.8b-11.16

Cuando el rey David se estableció en su palacio, y

el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le

rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: Mira: yo estoy

viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor

vive en una tienda. Natán respondió al rey: Ve y haz

cuanto piensas, pues el Señor está contigo. Pero

aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del

Señor: Ve y dile a mi siervo David: «¿Eres tú quien me va

a construir una casa para que habite en ella ?

Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las

ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo

estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus

enemigos, te haré famoso como a los más famosos de

la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré

para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no

permitiré que animales lo aflijan como antes, desde el

día que nombré jueces para gobernar a mi pueblo

Israel.

Te pondré en paz con todos tus enemigos, te haré

grande y te daré una dinastía. Tu casa y tu reino

durarán por siempre en mi presencia y tu trono durará

por siempre».

SALMO RESPONSORIAL

Sal 88, 2-3.4-5.27 y 29

R./ Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

Cantaré eternamente las misericordias del Señor,

anunciaré tu fidelidad por todas las edades.

Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,

más que el cielo has afianzado tu fidelidad». R./

Selle una alianza con mi elegido,

jurando a David mi siervo:

«Te fundaré un linaje perpetuo,

edificaré tu trono para todas las edades». R./

El me invocará: «Tú eres mi padre,

mi Dios, mi Roca salvadora».

Le mantendré eternamente mi favor,

y mi alianza con él será estable. R./

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los

Romanos. Rom 16, 25-27.

Hermanos:

Al que puede fortalecernos según el evangelio que yo

proclamo, predicando a Cristo Jesús -revelación del misterio

mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado

ahora en la Sagrada Escritura, dado a conocer por decreto

del Dios eterno para traer a todas las naciones a la

obediencia de la fe-, al Dios, único Sabio, por Jesucristo, la

gloria por los siglos de los siglos. Amén.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Lucas.

Lc 1, 26 38.

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios

a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen

desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de

David; la virgen se llamaba María.

El ángel, entrando a su presencia, dijo: Alégrate, llena

de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las

mujeres. Ella se turbó ante estas palabras, y se preguntaba

qué saludo era aquél. El ángel le dijo: No temas, María,

porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu

vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús.

Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le

dará el trono de David su padre; reinará sobre la casa de

Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.

Y María dijo al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco

varón? El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti,

y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el

santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu

pariente Isabel que, a pesar de su vejez, ha concebido un

hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque

para Dios nada hay imposible. María contestó: -Aquí está la

esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y el

ángel se retiró.

Lunes 22 San Hungero, obispo 1Sam 1,24-28 / Sal:1Sam 2,1-8 / Lc 1,46-56 Martes 23 San Juan de Kety Mal 3,1-4.23-24 / Sal 24 / Lc 1, 57-66 Miércoles 24 San Gregorio de Spoleto 2Sam 7,1-5.8b-12.14a.16 / Sal 88 / Lc 1,67-79 Jueves 25 La Natividad del Señor Is 52, 7-10 / Sal 97 / Heb 1,1-6 / Jn 1, 1-18 Viernes 26 San Esteban, protomártir Hch 6,8-10;7.54-60 / Sal 30 / Mt 10,17-22 Sábado 27 Juan, apóstol y evangelista 1Jn 1,1-4 / Sal 96 / Jn 20,2-8

Palabras del Santo Padre… Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El Sínodo de los Obispos sobre la Familia, celebrado

recientemente, ha sido la primera etapa de un camino que

finalizará el próximo mes de octubre con la celebración de

otra Asamblea sobre el tema "Vocación y misión de la

familia en la Iglesia y en el mundo". La oración y la reflexión

que tienen que acompañar este camino involucran a todo

el Pueblo de Dios. Quisiera también que las habituales

meditaciones de las audiencias de los miércoles formen

parte de este camino común. Por lo tanto, he decidido

reflexionar con vosotros, en este año, precisamente sobre

la familia, sobre este gran don que el Señor ha hecho al

mundo desde el principio, cuando confirió a Adan y Eva la

misión de multiplicarse y llenar la tierra. Aquel don que

Jesús ha confirmado y sellado en su Evangelio.

La cercanía de la Navidad enciende sobre el misterio de la

familia una gran luz. La encarnación del Hijo de Dios abre

un nuevo inicio en la historia universal del hombre y de la

mujer. Y este inicio sucede en el seno de una familia, en

Nazaret. Jesús nació en una familia. Él podía venir

especularmente, o como un guerrero, un emperador… No,

no. Viene como un hijo de familia, en una familia. Por eso

es importante mirar en el pesebre esta escena tan bella.

Dios ha querido nacer en una familia humana, que ha

formado Él mismo. La ha formado en una aldea remota de

la periferia del Imperio Romano. No en Roma, no en una

gran ciudad, sino en una periferia casi invisible, de hecho,

más bien con mala reputación.

Lo recuerdan también los Evangelios, casi como una forma

de decir: "De Nazaret, ¿puede salir alguna vez algo

bueno?". Quizás, en muchas partes del mundo, nosotros

mismos hablamos todavía así, cuando escuchamos el

nombre de algún lugar periférico de una gran ciudad. Pues

bien, precisamente de allí, de aquella periferia del gran

Imperio, ha comenzado la historia más santa y más buena,

¡la de Jesús entre los hombres! Y allí estaba esta familia.

Jesús ha permanecido en esa periferia por treinta años. El

evangelista Lucas resume este periodo así: “vivía sujeto a

ellos, es decir a María y José. Pero uno dice: ¿pero este Dios

que viene a salvarnos ha perdido treinta años, allí, en

aquella periferia con mala reputación? ¡Ha perdido treinta

años! Y Él ha querido esto. El camino de Jesús estaba en

esa familia. La madre conservaba todas estas cosas en su

corazón, y Jesús crecía en sabiduría, edad y gracia ante

Dios y ante los hombres". No se habla de milagros o

sanaciones, no ha hecho ninguna en aquel tiempo, no se

habla de predicaciones, de muchedumbres que acuden;

en Nazaret todo parece ocurrir "normalmente", según las

costumbres de una pía y laboriosa familia israelí. Se

trabajaba, la madre cocinaba, hacía todas las cosas de la

casa, planchaba las camisas…

Todas las cosas de las madres. El padre, carpintero,

trabajaba, enseñaba al hijo a trabajar. Treinta años. '¡Pero

que desperdicio, padre!' Pero nunca se sabe... Los caminos

de Dios son misteriosos. ¡Pero lo que era importante allí era

la familia! Y eso no era un desperdicio, ¿eh? Eran grandes

santos. María, la mujer más santa, inmaculada, y José, el

hombre más justo. La familia.

Ciertamente estaríamos enternecidos por el relato de

cómo Jesús adolescente afrontaba las citas de la

comunidad religiosa y los deberes de la vida social; al

conocer cómo, cuando era un joven obrero, trabajaba

con José; y luego su modo de participar en la escucha de

las Escrituras, en la oración de los salmos y en tantas otras

costumbres de la vida cotidiana.

Los Evangelios, en su sobriedad, no refieren nada acerca

de la adolescencia de Jesús y dejan esta tarea a nuestra

afectuosa meditación.

El arte, la literatura, la música han recorrida esta vía de la

imaginación. Ciertamente, ¡no es difícil imaginar cuánto

podrían aprender las madres de los cuidados de María por

aquel Hijo! ¡Y cuánto podrían aprovechar los padres del

ejemplo de José, hombre justo, que dedicó su vida a

sostener y a defender al niño y a la esposa --su familia-- en

los momentos difíciles!

¡Y no digamos cuánto podrían ser alentados los jóvenes por

Jesús adolescente a comprender la necesidad y la belleza

de cultivar su vocación más profunda y de soñar a lo

grande! Y Jesús ha cultivado en aquellos treinta años su

vocación por la cual el Padre lo ha enviado, ¿no? Dios

Padre.

Jesús jamás en aquel tiempo se ha desalentado, sino que

ha crecido en valentía para seguir adelante con su misión.

Cada familia cristiana --como hicieron María y José--

puede antes que nada acoger a Jesús, escucharlo, hablar

con Él, custodiarlo, protegerlo, crecer con Él; y así mejorar

el mundo. Hagamos espacio en nuestro corazón y en

nuestras jornadas al Señor. Así hicieron también María y

José, y no fue fácil: ¡cuántas dificultades tuvieron que

superar! No era una familia de mentira, no era una familia

irreal. La familia de Nazaret nos compromete a redescubrir

la vocación y la misión de la familia, da toda familia. Y

como ocurrió en aquellos treinta años en Nazaret, así

puede nos puede suceder también a nosotros: hacer que

el amor sea normal y no el odio, hacer que la ayuda mutua

sea algo común, no la indiferencia o la enemistad.

Entonces, no es casualidad, que "Nazaret" signifique

"Aquella que custodia", como María, que --dice el

Evangelio-- "conservaba en su corazón todas estas cosas".

Desde entonces, cada vez que hay una familia que

custodia este misterio, aunque esté en la periferia del

mundo, el misterio del Hijo de Dios, el misterio de Jesús que

viene a salvarnos, está actuando.

Y viene para salvar al mundo. (Y ésta es la grande misión

de la familia, ¿eh? Hacer sitio a Jesús que viene, recibir a

Jesús en la familia, en la persona de los hijos, del marido, de

la mujer, de los abuelos, porque Jesús está allí.

Acogerlo allí, para que crezca espiritualmente en esa

familia. Que el Señor nos de esta gracia en estos últimos

días antes de Navidad. Gracias.

PAPA FRANCISCO

Audiencia general del miércoles 17 de diciembre 2014

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Natividad del Señor Jueves 25 de Diciembre

Es una de las fiestas más importantes, por ello es día de precepto.

Las Misas serán: 0:00 h Misa del Gallo, 12, 13 y 19 h. Feliz Navidad

DOMINGO 21 10:00 - DIF. FAM. BENDITO CAÑIZARES, DIF. FAM. NAVAS MENDEZ, DIF. FAM. LOPEZ MONTERO; 12:00 -POR EL PUEBLO;

13:00 – EMILIO; 19:00 - PACO Guerra, ANA Mª Barranquero, DIF. FAM. GUERRA BARRANQUERO

LUNES 22 10:00 -; 19:00 - ADELINA, ANTONIO Martín, ALFONSO, MARINA, MANOLA, DAMIÁN, MARIATE, MARIO

MARTES 23 10:00 - ESPERANZA, MANUEL, MOISÉS, MARI CRUZ, ALBERTO, JOAQUIN, ELENA, ROSA; 19:00 - MIÉRCOLES 24 10:00 – DARÍA; 0:00 – MISA DEL GALLO

JUEVES 25 12:00 – POR EL PUEBLO; 13:00- ; 19:00 - MAURICIO, DOLORES, ERNESTO, SERAFIN, ENRIQUE, DIF. FAM. GALVAN

VIERNES 26 10:00 - CLODOALDA; 19:00- SÁBADO 27 11:00 - JOSÉ, MANUELA, MIGUEL ; 19:00- DOMINGO 28 10:00 - DIF. FAM. BENDITO CAÑIZARES, DIF. FAM NAVAS MENDEZ; 12:00 -POR EL PUEBLO; 13:00 – EMILIO, DIF.FAM.

LÓPEZ MONTERO; 19:00 – PILAR, LEONOR, DESIDERIO

Operación

Kilo

Este mes se recogieron:

Parroquia = 447 Kg

Colegio = 334 Kg

Arciprestazgo = 151 Kg

382,70 € en donativos

Gracias por vuestra

colaboración

INTENCIONES DE MISA:

El eje central, como en todo el relato de aventuras

que se precie, se encuentra la lucha del bien contra

el mal. En este caso el mal ya no aparece

personalizado, sino que se enmascara en el interior

como tentación de

AVISOS

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Son considerados como “dimmi” (infieles) legalmente y

socialmente inferiores, e incluso obligados a pagar el

“yizya”, el impuesto adeudado por los musulmanes a las

minorías no musulmanas para poder practicar su fe.

«Las tradiciones se respetan en la intimidad de los hogares

e iglesias. La Santa Misa se celebra durante el día, por

razones de seguridad. Será una Navidad, entre el miedo y

la inquebrantable fe», dice en una nota enviada a la

Agencia Fides, Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), la obra

de derecho pontificio, anunciando una campaña de

solidaridad y apoyo a los fieles cristianos en Irak.

Desde los campos de refugiados de Irak llegan a estas

conmovedoras imágenes: La Sagrada Familia bajo una

tienda, como un refugiado más. Uno de los belenes más

significativos que seguramente se coloquen este año: no

hubo sitio para Él en la posada, como no hay sitio para

ellos en las ciudades de Irak dominadas por los extremistas.

Los cristianos iraquíes celebran la Navidad como una de las

fiestas más importantes de su calendario, decorando calles

y plazas.

Este año no pueden hacerlo en sus iglesias y lugares de

culto, pero Cristo sigue naciendo en medio de su pueblo.

En medio de los sufrimientos y las dificultades, esta tienda

está plantada como signo de esperanza para los miles de

refugiados de la Llanura de Nínive.

Más información en www.ain-es.org

Los católicos de Irak celebrarán la Navidad

entre el miedo y la inquebrantable fe

Para saber…

Misa del “Gallo” Miércoles a las 12 de la noche

Estamos preparándonos para una de las celebraciones más importantes del año cristiano. Puedes colaborar en el Coro o en los preparativos,

Infórmate en la Sacristía

Domingo 28

de Diciembre en la Catedral con el

Arzobispo 12 h. Santa Misa 17 h. Bendición de las familias de nuestra parroquia.

De 10 a 18 h. recogida de ofrendas para familias necesitadas.