Dos años en Ecuador (1952-1954): recuerdos en torno a unas cartas de San Josemaría Escrivá de...

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Relato autobiográfico que inicia con los primeros contactos del autorcon el Opus Dei, en Roma, en 1948. La fuente utilizada es la correspondenciaque mantuvo con san Josemaría, entre 1952 y 1954 desde Quito, cuando erala única persona del Opus Dei en esa ciudad. Ofrece datos y valoraciones personales,junto con aspectos relevantes de los primeros pasos del Opus Dei enEcuador y en otros países de América.

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    Dos aos en Ecuador (1952-1954): recuerdos en torno a unas cartas de San Josemara Escriv de Balaguer

    JuaN Larrea HoLguN

    Abstract: Relato autobiogrfico que inicia con los primeros contactos del autor con el Opus Dei, en Roma, en 1948. La fuente utilizada es la correspondencia que mantuvo con san Josemara, entre 1952 y 1954 desde Quito, cuando era la nica persona del Opus Dei en esa ciudad. Ofrece datos y valoraciones per-sonales, junto con aspectos relevantes de los primeros pasos del Opus Dei en Ecuador y en otros pases de Amrica.

    Keywords: Opus Dei Josemara Escriv de Balaguer Ecuador Roma 1948-1954

    Two Years in Ecuador (1952-1954): Memories about letters received from St. Josemara Escriv de Balaguer: Autobiographical account which opens with the authors first dealings with Opus Dei, in Rome, in 1948. The main source used is the correspondence maintained from 1952 to 1954 between the author, who writes from Quito, where he was the only member of Opus Dei at the time, and St Josemara. The article includes the authors personal evalua-tions and other facts, such as information about the beginnings of Opus Dei in Ecuador and other countries in America.

    Keywords: Opus Dei Josemara Escriv Ecuador Rome 1948-1954

    Al releer un conjunto de cartas de San Josemara Escriv de Balaguer, escritas entre septiembre de 1952 hasta octubre de 1954, han venido nuevamente a mi memoria algunos datos referentes a cmo conoc al Fundador del Opus

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    Dei, y el motivo de aquella correspondencia. Los ofrezco a continuacin como lo que son: unos recuerdos slidamente apoyados en una relacin epistolar, ms que un estudio histrico propiamente dicho.

    Respecto a esto ltimo, conviene tener presente que, entre septiembre de 1952 y octubre de 1954, no hubo ningn otro miembro del Opus Dei en Quito, donde yo resida. Por este motivo, San Josemara me escribi con particular frecuencia1.

    Pasemos ahora a relatar las circunstancias en las que se inici mi relacin con el Fundador del Opus Dei. Desde junio de 1948 me encontraba en Roma, en calidad de hijo de familia, con mi hermano, mi madre y mi padre, que era Embajador del Ecuador ante la Santa Sede. Cursaba el tercer ao de estudios de Derecho, en La Sapienza, universidad estatal de Roma, despus de haber aprobado mis dos primeros cursos en la Universidad Catlica de Quito.

    All, con ocasin de esperar al Profesor Vincenzo Arangio Ruiz, de Derecho Romano, quien se retard un poco, comenc a hablar en italiano con un compa-ero sobre la esperada clase. Al poco, lleg el catedrtico, escuchamos su confe-rencia, y despus de la clase seguimos conversando hasta darnos cuenta de que nos costaba entendernos en el incipiente italiano que hablbamos; con lo cual nos identificamos l como espaol y yo como ecuatoriano; pasamos a la lengua castellana, y ya ramos amigos. Mi nuevo amigo se llamaba Ignacio Sallent2. Esto fue al comienzo del curso, en los primeros das de octubre de 1948.

    Con mi amigo, hicimos largas caminatas por Roma, visitando iglesias y monumentos, asistimos a conferencias sobre variados temas en distintos lugares, y nos fuimos conociendo mejor, al discurrir sobre lecturas, temas de actualidad en Italia, en el mundo y en nuestras patrias. Yo invit a Ignacio a casa de mis padres y l me invit a conocer el Pensionato universitario, donde l viva. Me describi la formacin de jvenes que all se desarrollaba y el afn apostlico que

    1 Con posterioridad a esta fecha continu la correspondencia, pero con menor periodicidad. La ltima carta de San Josemara que me lleg tiene fecha 8 marzo de 1974. La primera es la de septiembre de 1952, que da inicio a la serie de las que recib antes de la llegada a Quito de don Joaqun Madoz, el primer sacerdote enviado por el Fundador del Opus Dei a Ecuador, el 20 de octubre de 1954. En ocasiones son cartas escritas ntegramente por San Josemara y en otros casos son prrafos que San Josemara aadi al final de cartas escritas por otras personas. Todas ellas se conservan en el Archivo General de la Prelatura (AGP).

    2 Ignacio Sallent Casas era uno de los miembros del Opus Dei que se haba trasladado a Roma en febrero de 1947. Permaneci en Italia hasta 1974, ao en el que volvi a Espaa, donde reside actualmente.

    Con el nombre de Pensionato se conoca la residencia del portero de la antigua embajada de Hungra, donde viva San Josemara con algunos miembros del Opus Dei, desde el verano de 1947, a la espera de que el edificio principal fuera desalojado. La antigua embajada se haba adquirido para convertirla en la sede central del Opus Dei, pero sus inquilinos se resistan a

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    les mova. Me habl someramente del sacerdote que inspiraba y era Fundador de esa Obra de Dios.

    Comenc a frecuentar los crculos de estudios, dirigidos por Xavier Sili, un joven profesional, tambin miembro del Opus Dei, que dominaba perfec-tamente el italiano4; y asist los sbados a las meditaciones de don Salvador Canals5, sacerdote del Opus Dei, quien igualmente predicaba en la lengua de Dante. El ambiente alegre, sencillo y cordial de ese centro me impresion favora-blemente.

    Me llam la atencin, desde el primer da, la estrechez material, la pobreza, en la que viva ese grupo de ocho o diez personas, al que se sumaban los sbados un conjunto de quince o veinte estudiantes italianos que acudan por las mismas razones que a m me llevaban all. En cambio, me resist sistemticamente a ir a estudiar en la pequea sala destinada a ese efecto, por simple comodidad: me pareca ms eficaz hacerlo en casa de mis padres, y me ahorraba el tiempo prolongado de los traslados en los medios de transporte: tena que tomar un autobs y un tranva, adems de caminar un buen kilmetro, todo lo cual signi-ficaba unos tres cuartos de hora o ms.

    As fui conociendo el Opus Dei, y en abril de 1949, Ignacio Sallent, con quien haba conversado tanto de tantas cosas, me explic ms detalladamente lo que es la Obra y me propuso que me planteara la vocacin. Ped ayuda al Seor, madur el examen, y en tres o cuatro das llegu a la conclusin de que se era el camino por el cual me llamaba Dios. Tuve una conversacin con otro sacerdote, don Juan Bautista Torell, para despejar cualquier incertidumbre, y redact una carta al Padre as llambamos a San Josemara todos los que frecuentbamos el Pensionato, pidiendo la admisin como numerario. Esto fue el 2 de abril de 1949.

    El Fundador del Opus Dei haba estado por entonces de viaje por Espaa y regres a Roma precisamente ese da. Tuve as la gran suerte de ser presen-tado a l en el da siguiente. Desde entonces, aunque segua viviendo con mis

    dejarla. Cfr. Andrs Vzquez de Prada, El Fundador del Opus Dei, vol. III, Madrid, Rialp, 200, pp. 97-118.

    4 Francisco Javier de Sili Gmez-Carcedo haba conocido a San Josemara en 1940. Lleg a Roma en 1947. Se orden sacerdote el 15 de julio de 1951. Hasta el ao 195 permaneci en Italia. Des-pus march a Blgica, donde vivi hasta el ao 199. Actualmente reside en Espaa.

    5 Salvador Canals haba pedido la admisin en el Opus Dei en 1940. En 1942 se traslad a Roma para estudiar en la Universidad Lateranense. Vivi el resto de su vida en la Ciudad Eterna. Falleci en 1975.

    Juan Bautista Torell Barenys, naci en Barcelona en 1920. Sacerdote y Doctor en Medicina, especialidad de Psiquiatra, y en Teologa por el Pontificio Instituto Angelicum. Ha vivido en Zurich y Miln, y reside actualmente en Viena.

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    padres, frecuentaba lo ms posible el Pensionato, y durante algo ms de tres aos (hasta julio de 1952), tuve innumerables oportunidades de escuchar a San Josemara y de conversar con l. El de mayo de 1951 pas a vivir en el Pensio-nato, con ocasin del traslado de mi padre a Londres.

    El Padre inspiraba entera confianza. En ratos de tertulia, prcticamente de todos los das, con la mayor llaneza y sencillez nos iba transmitiendo un mayor conocimiento y amor por la Obra, su espritu sobrenatural y el apostolado. Nos abra constantemente horizontes de vida y accin cristiana en el mundo y nos ilusionaba con la expansin del Opus Dei por toda la tierra, con la nica finalidad de servir a Dios y a la Iglesia.

    Nos diriga con alguna frecuencia la meditacin, y celebraba con nuestra asistencia la Santa Misa en das especiales, mientras que habitualmente lo haca ms privadamente. Tambin nos predic varios retiros y el ao 1950 asist a uno de una semana completa, as como en 1951 se alternaron entre el Padre y don lvaro del Portillo en las meditaciones del curso de retiro.

    El pequeo grupo de siete alumnos del Colegio Romano de la Santa Cruz7, al que me incorpor en el curso 1949-50, asistamos a clases en el Angelicum, dirigido por los padres dominicos. El Padre nos estimulaba a realizar muy a conciencia los estudios. Yo continu asistiendo a las clases en la universidad estatal, y prepar en aquellos aos las dos tesis, para obtener los doctorados de Derecho en la italiana, y de Derecho cannico en la pontificia. Con diferencia de pocos das me present a los respectivos exmenes de grado y obtuve esos dos diplomas.

    San Josemara nos daba ejemplo de todas las virtudes. Nosotros, los estudiantes, nos dbamos perfecta cuenta de estar tratando a una personalidad extraordinaria en la vida de la Iglesia, y pensbamos, sin duda, que estbamos conviviendo con un santo, pero, probablemente, no nos plantebamos el hecho de que algn da estara en los altares, propuesto por el Papa como modelo para la Iglesia universal.

    Veamos a un hombre de gran piedad, que infunda amor a Jesucristo y a su Madre Santsima, veneracin y extremada obediencia a la Iglesia y al Papa, un sentido de servicio y apostolado sin salir de nuestro sitio y mediante el cumpli-miento de los deberes ordinarios de los cristianos.

    7 Esta institucin estaba destinada a proporcionar una intensa formacin a miembros del Opus Dei provenientes de distintos pases, que obtendran un doctorado eclesistico; muchos se orde-naran sacerdotes y regresaran a su nacin de origen. Se haba erigido el 29 de junio de 1948. Cfr. Andrs Vzquez de Prada, op. cit., vol. III, p. 1.

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    Sobresala en el gnero de vida que llevaba el Fundador del Opus Dei, la constante preocupacin por formar, con la mayor naturalidad y sencillez, a quienes estbamos cerca de l.

    Cuando se aproximaba la culminacin de nuestros estudios en mayo o junio de 1952, San Josemara nos fue proponiendo a los alumnos del Colegio Romano los lugares que haba pensado para cada uno. Alguno ira a Alemania, otros a Espaa; y t, Juan, irs a Ecuador, me dijo un da. Yo interpret que aquello se cumplira pasados algunos aos, y que vendra a mi patria, acompa-ado de algunos otros miembros de la Obra. Me engaaba, pues en otra tertulia el Padre afirm: ya sabis vuestros destinos, de modo que, al da siguiente de graduaros, cada mochuelo a su hoyuelo. Para esas mismas fechas, mis padres se disponan a regresar a Ecuador, adonde llegaron a mediados o finales de septiembre.

    El Padre tena una gran confianza en todos nosotros y con santa audacia esperaba una correspondencia adecuada, con la gracia de Dios. Pero tambin dispona los asuntos con la debida prudencia, poniendo los medios humanos, para la buena realizacin de los planes apostlicos. Con esa finalidad, me indic que, antes de ir a Ecuador, visitara en Espaa las principales ciudades y conociera las labores que all haca la Obra. Tambin dispuso que ese ao 1952, partici-para en Molinoviejo, cerca de Segovia, de dos cursos de formacin seguidos, en lugar del que se suele hacer habitualmente: quera que en ese perodo terminara los estudios del primer curso de Teologa. Previamente haba terminado los de Filosofa, y el mismo Padre presenci un examen general que rend ante don lvaro del Portillo.

    Cumpliendo esas indicaciones del Fundador del Opus Dei, al da siguiente de graduarme en la Universidad de Roma, esto es el 17 de julio de 1952, part para Espaa. All conoc las residencias universitarias de Madrid, Zaragoza, Barcelona, Sevilla, Granada, Bilbao y Santiago de Compostela. Tambin conoc el Colegio Gaztelueta, en Bilbao, y el Estudio General de Navarra, que ms tarde sera la actual universidad.

    En ese recorrido por la Pennsula, escrib varias cartas al Padre, a las que hace referencia en la primera que me escribi desde Roma. En esa misiva inicial, me recomienda hablar pausadamente con la Comisin Regional del Opus Dei en Espaa, sobre la futura labor apostlica en el Ecuador. Marca, desde el principio el tono familiar y carioso de toda la correspondencia.

    Antes de emprender ese viaje, un da cuya fecha no recuerdo con preci-sin, pero que debi de ser por mayo o junio de 1952, estuvimos junto al Padre un largo rato dos estudiantes: Javier Echevarra y yo. En esa oportunidad, me dio una serie de indicaciones puntuales de cmo deba comportarme en Quito.

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    Recuerdo, por ejemplo, que me recomend visitar cuanto antes al Seor Arzobispo, que le explicara la labor de la Obra y pidiera su bendicin. Que buscara un sacerdote, de preferencia anciano o miembro de la Curia, y le pidiera ser mi confesor habitual, explicndole lo esencial del Opus Dei, no para que fuera un director espiritual ya que no poda serlo sin conocer a fondo la Obra, pero s para mi Confesin semanal. Que visitara a parientes, amigos, antiguos profe-sores, etc., para abrir posibilidades apostlicas. Tambin me dijo que hiciera que mi madre invitara a sus amigas y les explicara nuestro apostolado, para sugerirles que lo encomendaran en sus oraciones, y, si lo deseaban, comenzaran a preparar utensilios para el oratorio que habra que instalar en su momento; podan tambin hacer alguna aportacin con el mismo fin. Esas indicaciones, y otras muchas generales o individualizadas, naturalmente procur ponerlas en prctica desde el primer momento. El Padre, a travs de las cartas tambin me insisti en varios de esos aspectos.

    Ya en Quito arrib por barco a Guayaquil el 4 de octubre de 1952 y llegu a la Capital hacia la media noche del da , despus de largo trayecto de ferroca-rril y autobs, encontr a mis padres.

    A los pocos das me lleg ya una primera carta de Mons. Escriv, en la que me deca: He ido recibiendo tus cartas, la ltima desde Sevilla. Me gusta que vuelvas al Ecuador despus de haber conocido Espaa. Luego me recomen-daba seguir en contacto con la Comisin Regional de ese pas, y terminaba con estimulantes y afectuosas palabras: D. lvaro y todos tus hermanos de aqu te recuerdan siempre con mucho cario. Juanito: no te me duermas en Amrica!: es preciso comenzar pronto la labor. Un abrazo. La bendicin del Padre8.

    Al da siguiente de mi llegada, ped audiencia al Ilmo. Arzobispo Carlos Mara de la Torre, quien me recibi una o dos fechas despus. La audiencia, aunque con el ceremonioso protocolo propio de la poca, fue muy cordial, y el ilustre y anciano prelado asumi con claridad, y aun con entusiasmo, cuanto le expliqu del Opus Dei, del que hasta ese momento no haba odo hablar. Yo era entonces un joven de 25 aos, recin graduado y desconocido para el Arzobispo. Su formacin segn los cnones antiguos y la mentalidad clerical que predo-minaba a mediados del siglo pasado, podan dificultar la comprensin de un fenmeno teolgico, jurdico y pastoral tan nuevo como es la Obra de Dios. Pero no fue as, sino que Mons. de la Torre manifest mucho agrado por cuanto le

    8 Carta de San Josemara a Juan Larrea Holgun, sin fecha, AGP, Sec. A, Leg. 24, Carp. 2. Esta primera carta no lleva fecha, seguramente por haberla despachado el Padre junto con otra al Consiliario de Espaa, para que ste me la hiciera llegar. La recib en Quito en noviembre, despus de la segunda y la tercera. Con toda seguridad fue escrita en septiembre u octubre de 1952.

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    expliqu, y me dijo que deseaba que cuanto antes se constituyera un centro del Opus Dei en Quito. Le ped y me dio su bendicin, ofrecindome encomendar el futuro establecimiento de la Obra en su Arquidicesis. Naturalmente, con mucho alborozo comuniqu a San Josemara este feliz resultado de la primera gestin en Quito.

    En carta del 1 de octubre de 1952, el Padre me insista en la necesidad de comenzar cuanto antes en Ecuador. Esperamos, con impaciencia, pero sin prisas, la labor de Quito: t tienes la palabra. Mientras, te encomendamos para que veas con claridad cundo y cmo y con cuntos y con quines. Tenemos a D. lvaro enfermo el hgado y es preciso pedir al Seor que le d la salud: tiene demasiado trabajo encima y demasiadas preocupaciones. Pide a la Sant-sima Virgen que podamos resolver estos apuros econmicos, que nos agobian. Saluda afectuosamente a tus padres y hermano9. Y terminaba con Un abrazo muy fuerte y la bendicin de tu Padre Mariano10. Volva a urgirme en la labor apostlica con otras palabras escritas al pie de una carta fechada 9 de enero de 195, por un alumno del Colegio Romano (Andreu Barrera). Concretamente, el Padre y don lvaro me encarecan que pronto se pudiera comenzar aqu y me aseguraban su acompaamiento espiritual y oraciones11.

    Adems de esta correspondencia ms personal, tena la suerte de recibir mensualmente en Quito la Hoja informativa, que se abra en cada nmero con unas palabras orientadoras del Padre, e inclua noticias y comentarios sobre el apostolado y la difusin del Opus Dei por el mundo12.

    Adems de esas y otras noticias, tambin me envi el Padre el tarjetn que se imprimi en facsmil, con palabras suyas, manuscritas, anunciando la celebracin el 2 de octubre de 195, de los 25 aos de la fundacin de la Obra. Quera el Padre que lo festejramos en la intimidad familiar, sin ruido y con mucha piedad.

    Las otras precisas recomendaciones que me hiciera San Josemara en Roma, las fui cumpliendo con el mayor afn. Uno o dos das despus de llegado a Quito visit a un antiguo profesor mo en el primer curso de Derecho, el Dr.

    9 Ellos conocieron al Padre en Roma, en 1949, y conservaron siempre el ms grato recuerdo.10 Carta de San Josemara a Juan Larrea Holgun, 1 de octubre de 1952, AGP, Sec. A, Leg. 24,

    Carp. . Mariano: uno de los nombres de Bautismo de San Josemara que utilizaba con fre-cuencia para firmar su correspondencia.

    11 San Josemara quiso ir siempre al paso de Dios, e instaba a sus hijos a seguir ese mismo ritmo. Sin prisas pero sin pausas.

    12 Sobre la Hoja Informativa, cfr. Josemara Escriv, Camino, edicin crtico-histrica, prepa-rada por Pedro Rodrguez, Madrid, Rialp, 2002, p. 58, nota .

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    Jorge Prez Serrano1, quien tena entonces el bufete de abogados de mayor prestigio en esta ciudad, y me invit, a pesar de mi juventud e inexperiencia, a unirme a ese grupo de distinguidos profesionales. Esto me facilit enormemente el abrirme paso en el trabajo profesional, hacer nuevas amistades y cumplir el apostolado que me corresponda. Algunos de aquellos colegas, llegaron, con el correr de los aos, a ser de los primeros supernumerarios del Opus Dei en Ecuador.

    Algo parecido sucedi a raz de una visita a mi antiguo Decano de la Facultad de Derecho y buen amigo de mi padre, el Dr. Julio Tobar Donoso14, quien me pidi que empezara, de inmediato, a dar clases en la Universidad Catlica. Comenc as, desde octubre de 1952, a ejercer la docencia univer-sitaria, con la ventaja de ponerme en contacto con los mejores profesionales del Derecho, y con innumerables alumnos. Durante 22 aos continu en esas funciones. La Universidad Catlica haba sido fundada por el Arzobispo de Quito, Card. Carlos Mara de la Torre, y un grupo de seglares sobresalientes en el Derecho, nica facultad con la que cont inicialmente. Aos ms tarde, siendo Arzobispo de Quito el Card. Muoz Vega, S.I., la Universidad fue confiada a la administracin y gobierno de la Compaa de Jess.

    Tambin el confesor que escog, el Cannigo ngel Gabriel Prez, Den de la Catedral15, lleg a ser un excelente amigo y colaborador. l a su vez me present a otras personas, clrigos y laicos. Entre los primeros, al Revmo. Miguel Enrique Romero, quien haba fundado y mantena el colegio de segunda enseanza de mayor prestigio en Quito, por aquellos aos. Este eclesistico me brind su amistad y confianza, me pidi consejo profesional en algunos asuntos, y como en esas conversaciones le di a conocer el Opus Dei, se interes por que la Obra asumiera la direccin del colegio. Este fue el tema de otras cartas mas a San Josemara, y de parte suya, manifest que le pareca que poda ser una buena manera de comenzar en Quito1.

    1 Jorge Prez Serrano fue un destacado abogado, Senador de la Repblica, Embajador. Lleg a ser supernumerario del Opus Dei, se distingui por su celo apostlico y falleci de avanzada edad. Algunas personas de su familia son fieles de la Prelatura.

    14 El Dr. Julio Tobar Donoso fue el ms apreciado historiador que tuvo el Ecuador en el siglo XX; desempe varias embajadas y fue Ministro de Relaciones Exteriores, Decano de la Facultad de Derecho por muchos aos; cooperador de la Obra, varias personas de su familia pertenecen al Opus Dei.

    15 El Revmo. ngel Gabriel Prez fue tambin Vicerrector de la Universidad Catlica, y en tal calidad me pidi que gestionara la venida de algn sacerdote de la Obra para que asumiera la direccin espiritual de la Universidad, que hasta ese momento no la haba tenido. La peticin no pudo ser atendida favorablemente por no contar por entonces con suficientes sacerdotes.

    1 Sobre marzo o abril de 195, el Dr. Miguel Enrique Romero me manifest su deseo de dar continuidad a la obra de su colegio, y me pidi que gestionara que el Opus Dei se hiciera cargo

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    Con la ayuda de estos buenos amigos y de muchos otros, se fueron organi-zando charlas, conferencias, crculos de estudios para jvenes estudiantes, sea en casa de mis padres, en mi despacho profesional, en el colegio de Mons. Miguel Enrique Romero y en un local que me prest Mons. ngel Gabriel Prez. Tambin principi a escribir artculos de difusin de los principios cristianos, y daba cuenta de todo esto enviando las revistas al Padre. En carta de 22 de enero de 195, hace referencia a esas publicaciones: Queridsimo Juanito: que Jess te me guarde. Leo con mucha alegra tus cartas y las revistas que envas17.

    Otra actividad que me sirvi para consolidar amistades y hacer aposto-lado, fueron numerosas excursiones a los montes nevados de los alrededores de Quito. A veces se tomaban fotografas y algunas las envi al Padre, quien hace referencia a ello en la correspondencia. As por ejemplo, en su carta del 12 de septiembre de 195: Que Jess te me guarde, Juanito. Queridsimo: acuso recibo de tus cartas y de esas simpatiqusimas fotografas: te envidio, cuando te atreves a subir a tanta altura18.

    Viva yo con mis padres y tambin le daba noticias a San Josemara sobre ellos. Mi padre se someti a una operacin quirrgica en los primeros meses del ao 195. El Padre me manifiest su complacencia por el buen resultado de la intervencin mdica, asegurndome sus oraciones. En palabras manuscritas, al pie de una carta de 15 de marzo de ese ao, se refera el Padre a esto, y tambin a un viaje que hice a Bogot, para participar en un curso de retiro: Contentsimos con tus ejercicios y tu carta desde Colombia. Di a tus paps que nos dio mucha alegra saber que fue muy bien la operacin19.

    No teniendo los medios ordinarios de formacin permanente y de direc-cin espiritual, escriba con frecuencia, por indicacin de San Josemara, al

    de l. Tuvimos muchas largas conversaciones, en las que me expuso todos los detalles de orga-nizacin, economa, etc., y demostr siempre la mejor voluntad de aceptar cualesquiera condi-ciones, estando dispuesto a retirarse l del Rectorado, en el momento en que se le dijera. Ms adelante hizo un viaje a Espaa para tratar de concretar la venida de las personas del Opus Dei que se hicieran cargo del colegio, pero finalmente tom la decisin de confiarlo a los Hermanos Maristas, a quienes conoci en Espaa. Siempre mantuvo muy buenas relaciones con las per-sonas de la Obra y facilit el apostolado con los alumnos.

    17 Carta de San Josemara a Juan Larrea Holgun, 22 de enero de 195, AGP, Sec. A, Leg. 24, Carp. 4.

    18 Carta de San Josemara a Juan Larrea Holgun, 12 de septiembre de 195, AGP, Sec. A, Leg. 25, Carp. 2.

    19 Frases de San Josemara aadidas en Carta de Andreu Barrera a Juan Larrea Holgun, 1 de marzo de 195, AGP, Sec. A, Leg. 24, Carp. 4. Se refiere a una operacin quirrgica que hicieron a mi padre, ya anciano. En Bogot, don Teodoro Ruiz me encarg hablar de la Obra a un viejo amigo mo. All visit tambin a algunas personas que conoc cuando, muy nio, estuve en esa ciudad, siendo mi padre Embajador en Colombia, por 192.

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    Consiliario del Opus Dei en Colombia, don Teodoro Ruiz20. Tambin mantena correspondencia con la Comisin Regional de Espaa. Varias veces el Padre me insisti en concretar con ellos sobre el pronto establecimiento de una casa de la Obra en Quito. A esto se refiere en las cartas de 22 de enero, 15 de marzo de 195 y otras posteriores21.

    El primer contacto directo con otra persona de la Obra, despus de mi venida a Ecuador, fue con don Aurelio Mota, sacerdote que vino de Bogot a Ipiales, cerca de la frontera con Ecuador. Yo fui en autobs a Tulcn, la ciudad ecuatoriana que linda con Ipiales. Hicimos juntos una romera al Santuario de Nuestra Seora de Las Lajas, que est prcticamente entre ambos pases, y pasamos dos o tres das juntos. Esto fue motivo de alegra para el Padre, quien comentaba el hecho en una carta de marzo de 19522.

    El mismo ao, en mayo o junio, pasaron por Quito otras dos personas del Opus Dei, don Manuel Botas Cuervo, sacerdote, y Vicente Rodrguez Casado2, profesor universitario, de viaje para Lima, donde iban a comenzar la labor apostlica. Se detuvieron aqu una semana, alojados en el Hotel Savoy, en donde don Manuel Botas dirigi las primeras meditaciones para jvenes estudiantes y convers con algunos de ellos. Me animaron a que siguiera hablando con ellos, explicndoles bien el Opus Dei e, incluso, animndoles a pensar en su posible vocacin. A todo ello se refiere el Padre en la carta de 28 de julio, en la que menciona tambin las atenciones que tuvieron mis padres con los viajeros al Per, los peruanos, los llama San Josemara. Hice una gestin ante el presi-dente de la Casa de la Cultura, Benjamn Carrin, quien invit a Vicente Rodr-guez Casado a dar unas conferencias sobre historia, que fueron debidamente remuneradas. Esto supuso una cierta ayuda econmica a los que iban a empezar la labor apostlica en el Per, que, como ocurri de ordinario en los comienzos de la Obra, contaban con muy pocos medios. Fuimos los tres a visitar nueva-

    20 Teodoro Ruiz Jusu naci en Barcelona el 27 de noviembre de 1917. Al cabo de un tiempo se traslad a Valladolid. All hizo sus estudios universitarios y conoci a San Josemara. Se incor-por al Opus Dei en 1940. Entre los aos 1941 y 1944 fue colaborador del Instituto Francisco de Vitoria del Consejo Superior de Investigaciones Cientficas y profesor ayudante de la ctedra de Historia de la Iglesia y Derecho Cannico de la Universidad Central. Fue ordenado sacerdote en 194. En 1951 se traslad a Colombia para comenzar all el trabajo del Opus Dei y donde ocup el cargo de Consiliario. Regres a Espaa en 194 despus de aos de fecundo trabajo. Falleci en 2001 en Palma de Mallorca, donde haba transcurrido los 17 ltimos aos de su vida. Cfr. Romana (ed. italiana) 17 (2001), p. 21.

    21 Cartas de San Josemara a Juan Larrea Holgun, 22 de enero de 195 y 15 de marzo de 195, en AGP, Sec. A, Leg. 25, Carp. 4.

    22 Carta de San Josemara a Juan Larrea Holgun, 15 de marzo de 195, AGP, Sec. A, Leg. 25, Carp. 4.

    2 Para algunos datos biogrficos de Manuel Botas, cfr. Romana (ed. italiana) 19 (200), p. 280; de Vicente Rodrguez Casado, cfr. Romana (ed italiana) 11 (1999), pp. 274-275.

  • recuerDoS eN torNo a uNaS cartaS De SaN JoSemara. ecuaDor 1952-1954

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    mente al Seor Arzobispo, quien se alegr mucho pensando que haba llegado el momento de instalar el primer centro del Opus Dei en Quito, y nos asegur que lo haba encomendado en su misa todos los das desde aquella visita ma, apenas llegado a Quito. Este santo obispo nos manifest siempre mucho cario y estimacin.

    Refirindose a estos hechos, San Josemara me escribi en carta de 28 de julio de 195: Querido Juan: que Jess te me guarde. Han escrito los peruanos muy contentos de su estancia en Quito: da las gracias a tus paps de las atenciones que tuvieron con ellos, y diles que no dejen de pedir al Seor por m, ya que no me olvido de encomendarles a diario. Los del Colegio Romano te contarn mil cosas. Yo acabo, repitiendo mis deseos de que se comience pronto las labores que t deseas24.

    Como deca ms arriba, una de las indicaciones del Padre, que me haca poco antes de que viniera a Quito, fue que pidiera a mi madre invitar a sus amigas y explicarles el Opus Dei. As se hizo, y unas diez o doce seoras que acudieron a esa reunin, muy espontneamente ofrecieron rezar todos los das por la Obra, preparar manteles y otros utensilios litrgicos para un futuro oratorio y hacer una aportacin mensual con igual finalidad. En una visita a Quito de don Teodoro Ruiz, que, como he dicho, era el Consiliario en Colombia, se volvieron a reunir estas seoras en nuestra casa, y don Teodoro les explic ms detalladamente lo que es el Opus Dei y ellas renovaron su voluntad de colaborar, como efectiva-mente lo hicieron con buena voluntad. De entre ellas y de sus hijas surgieron ms adelante las primeras vocaciones femeninas de la Obra.

    Dos veces me visit don Teodoro, por una semana en cada ocasin, y en esos das aprovech para predicar un primer curso de retiro a unos pocos seores que haban pedido la admisin como supernumerarios, y tambin para tres o cuatro chicos que aspiraban a ser numerarios.

    Entre tanto, la labor apostlica iba tomando cuerpo y se conoca ms y ms el Opus Dei en diversos ambientes. Esto tambin origin algunas incom-prensiones y molestos comentarios. El Padre estaba al corriente de todo y me animaba con sus cartas, como en las de 19 de febrero y 20 de abril de 195425.

    Una oportunidad que se present de facilitar la venida de miembros de la Obra, se debi al encargo que el Presidente de la Repblica hizo al Ing. Galo Pazmio, Rector de la Escuela Superior Politcnica, de lograr la venida de notables catedrticos europeos. El Ing. Pazmio con insistencia me peda

    24 Carta de San Josemara a Juan Larrea Holgun, 28 de julio de 195, AGP, Sec. A, Leg. 25, Carp. 1.

    25 Cartas de San Josemara a Juan Larrea Holgun, 19 de febrero de 1954 y 20 de abril de 1954, AGP, Sec. A, Leg. 25, Carps. 4 y respectivamente.

  • JuaN Larrea HoLguN

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    que lograra la venida de tres o cuatro catedrticos de Ingeniera y ciencias e, incluso, me propuso formalmente que el Opus Dei se hiciera cargo ntegramente de ese muy prestigiado centro de enseanza superior. Tambin esto pareci a San Josemara que poda ser una manera providencial de comenzar aqu, pero no fue por el momento posible contar con el grupo numeroso de catedrticos que habra sido necesario tener2.

    Esto fue ms o menos contemporneo del planteamiento de Mons. Romero respecto del colegio27 y a ello se refera el Padre en la carta del 20 de abril de 1954: Querido Juanito: que Jess te me guarde. Antes de nada, felices Pascuas. [...] A m me ilusiona de veras que nos hagamos cargo del colegio. Me da mucha alegra ver el empeo que pones en ayudar al Coleg. Romano. Ojal se lograran varias becas del Ecuador, que bien pronto seran all sacerdotes maravillosamente preparados! Cunta labor! Saluda afectuosamente a tus padres y hermanos. Te quiere, te abraza y te bendice el Padre28. Volvi sobre el tema en las palabras que puso al pie de la carta del 17 de mayo, de Jos Luis Masot, Rector del Colegio Romano de la Santa Cruz. Poco despus, en carta del 1 de junio me comunicaba que don Teodoro estuvo en Roma y le dio instrucciones precisas sobre lo del colegio: Querido Juanito: que Jess te me guarde. D. Teodoro te dar noticias sobre la cuestin del colegio: lo encomiendo de veras. Dime cul es el rgimen de la Univ. Cat. de Quito: si es posible envame los estatutos. D. Alvaro est en cama, enfermo: pide al Seor que se ponga fuerte, porque lo necesitamos. Un abrazo muy fuerte y, para ti y para esos hijos, la bendicin ms cariosa de vuestro Padre. Mariano. Saluda afectuosamente a los tuyos29.

    Entre tanto, procuraba tener el mayor contacto con jvenes estudiantes, para quienes tena reuniones de formacin en varios lugares, y algunos de ellos manifestaron el deseo de incorporarse al Opus Dei como numerarios o como supernumerarios. Cuando lleg el deseado da en que vino un sacerdote y se puso un centro de la Obra, tenamos ya ese pequeo ncleo inicial de personas.

    La ltima carta de San Josemara que recib antes de la llegada de don Joaqun Madoz, que fue el primer sacerdote del Opus Dei destinado en Ecuador,

    2 A propsito de estas oportunidades apostlicas, el Padre me insista en que procurara llegar a un acuerdo con la Comisin Regional de Espaa. Evidentemente, de all deban venir las per-sonas para iniciar una u otra labor y haba que contar con las necesidades de la expansin de la Obra en ese pas y en todo el mundo. Cfr. Carta de San Josemara a Juan Larrea Holgun, 2 de marzo de 1954, AGP, Sec. A, Leg. 25, Carp. 5.

    27 Cfr. nota 1.28 Carta de San Josemara a Juan Larrea Holgun, 20 de abril de 1954, AGP, Sec. A, Leg. 25,

    Carp. .29 Carta de San Josemara a Juan Larrea Holgun, 1 de junio de 1954, AGP, Sec. A, Leg. 2,

    Carp. 1.

  • recuerdos en torno a unas cartas de san Josemara. ecuador 1952-1954

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    tiene fecha 30 de septiembre de 1954. En ella pregunta con carioso inters si ya ha llegado Quinito, apelativo carioso de don Joaqun Madoz, que efecti-vamente lleg a Quito el 20 de octubre de ese ao. La carta deca as: Querido Juanito: que Jess te me guarde. Habr llegado Quinito antes de que llegue esta carta? No sabes con qu alegra espero vuestras noticias. No te preocupes por las ordinarias dificultades que nos promueven: contento y con sentido sobre-natural, adelante. Encomiendo a esos hijos del Ecuador y a los que ir el Seor promoviendo en esa querida nacin. Un abrazo. Te bendice, os bendice vuestro Padre, Mariano. Saluda cariosamente a tus paps30.

    Otra carta del Padre lleva fecha 19 de octubre y en ella volva a preguntar si ya haba llegado efectivamente don Joaqun. Es la ltima que aqu reproduzco: Querido Juanito: que Jess te me guarde. Tan contento del Ecuador! Si sois fieles como hasta aqu, veo que el Seor se va a volcar en esa tierra bendita. Lleg D. Joaqun? Me ilusiona recibir carta de los dos. A esos hijos, que con la gracia del Seor han sabido ser fuertes, y a todos, un abrazo muy fuerte, muy fuerte. Para ti la bendicin ms cariosa de vuestro Padre, Mariano. A tus paps un carioso saludo, y que les encomiendo al Seor cada da31.

    El conjunto de esta correspondencia transparenta la actitud paternal de San Josemara: estuvo en los detalles; se interes por cuanto se refera a sus hijos; inspir constantemente alegra y serenidad; estimul sin tregua el trabajo apostlico; y, confiando totalmente en sus hijos, lo esper todo de Dios.

    Juan Larrea Holgun (1927-2006). Fue arzobispo de Guayaquil y profesor de Derecho en la Pontificia Universidad Catlica del Ecuador. Por su abundante y acreditada produccin cientfica, especialmente en materias jurdicas e histricas, fue miembro de nmero de la Academia Nacional de Historia del Ecuador y miembro de nmero de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, as como acadmico correspondiente de la Real Academia de la Lengua de Espaa. Falleci el 27 de agosto de 2006.

    30 Carta de San Josemara a Juan Larrea Holgun, 30 de septiembre de 1954, AGP, Sec. A, Leg. 266, Carp. 2.

    31 Carta de San Josemara a Juan Larrea Holgun, 19 de octubre de 1954, AGP, Sec. A, Leg. 266, Carp. 3.