Dossier de Columnas y Prensa Sobre Caso Mendoza

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    Dossier de columnas y prensa sobreCaso Mendoza y otros contra ArgentinaEdicin de Francisco Estrada VSantiago de Chile, agosto de 2013.

    justiciapenaladolescente.blogspot.com

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    SOCIEDAD HABLA LUCAS MENDOZA, EL PRIMER MENOR CONDENADO A PERPETUA EN

    ARGENTINAYa me mataron en vidaLo condenaron por delitos que cometi cuando tena 16 aos. Su caso es uno de los cincopresentados ante la Comisin Interamericana por los Derechos Humanos por inconstitucionalidad.En una entrevista exclusiva, en la Unidad 19 de Ezeiza, relata su vida en prisin durante losltimos 10 aos.

    Por Horacio Cecchi

    En el 96, la polica a Lucas no lo conoca ni siquiera por las siglas. Formaba parte de la bandita del

    Rosendo, Rosendo Barroso, que qued en el camino muerto por balas policiales, y que haca pieen los nudos de Fuerte Apache. Para esa poca, Lucas cumpla recin los 16, no tena apodos niregistros policiales. Eran sus primeros pasos. Un da de principios del 97, una patota de

    uniformados lo arranc de su casa en el Apache y, junto al Tucumanito Dante Nez de 20 y a suhermano menor, Maderita, de 17, los acus de ocho hechosdelictivos, entre ellos cinco homicidios. A partir de entonces,Lucas pas a ser L. M. M. la sigla protectivas de su minoridad.El 12 de abril del 99, los jueces del Tribunal Oral de Menores

    1, Marcelo Arias, Eduardo Albano y Claudio Gutirrez de la

    Crcova, condenaron a los tres a perpetua. Eso s, como D. N.,C. N. y L. M. M., la nica preocupacin protectiva que adoptla Justicia argentina. Ahora, su caso cursa pedido de admisinpor inconstitucionalidad ante la Comisin Interamericana deDerechos Humanos con el nmero P-0858/2002. Pasaron sieteaos y dos meses de la sentencia. De ese da lo que ms

    recuerda es a su madre y su abuela llorando. Te vas en el 2017, chau, le dijo su abogada cuando

    se despidi de l, despus de que la Corte menemista rechazara la apelacin. Ahora, con 25 aos,en la Unidad 19 de Ezeiza, donde lo entrevist Pgina/12, Lucas Matas Mendoza tiene un sesgo deesperanza depositado en lo que decida la CIDH, sesgo que avanza tan lentamente como avanza su

    ceguera.

    Estoy ac hace un mes y medio, dice Lucas, sonriente, y toma asiento en una pequea

    oficina del penal, a metros del arco de entrada a la unidad. Cuando llegu ac estaba

    lluvioso y me acuerdo que pisaba el pastito hmedo y refregaba mis pies as (dice yreproduce el movimiento con sus pies), y senta el olor al pastito. Ac es otra cosa, dice

    http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/index-2006-06-11.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/index-2006-06-11.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/index-2006-06-11.html
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    en obvia referencia a su nuevo destino. Lucas llegaba de la crcel de Villa Devoto, Planta

    seis, tercer piso, dice con lentitud.

    A los 16 aos, cometrobos. Homicidios noaclara. Yo no mat a nadie. Despus me

    asociaron a un grupo de pibes que, bueno, cuando fue el juicio los testigos decan puedeser que haya un rubiecito as, as, as, en el coche, pero nunca me dijeron, s, fue l. Igual

    agregaa quin le voy a reclamar.

    Yo haba cumplido los 16, no tena antecedentes, estudiaba, estaba en segundo ao en un

    colegio industrial. En la ENET N 1 de Ciudadela. Sal a chorear porque era un pibe,porque mi vieja se iba a laburar y me quedaba solo y tena 16 aos.

    Mira su mueca, pide un cigarrillo, aspira tranquilo, vuelve a mirar su mueca donde lapulsera rota del reloj le trae alguna molestia. La arregla, vuelve a mirar hacia la cmara.Mira con su ojo derecho. Con el izquierdo no tiene visin. La perdi despus de ladetencin, en el Agote, la crcel de menores conocida con el eufemismo de institutocorreccional. Dice que fue un pelotazo, durante un partido de ftbol, que le provocdesprendimiento de retina. Lo poco que ve a esta altura lo ve con su ojo derecho, quecarga con una toxoplasmosis progresiva.

    La prdida de visin y no la inconstitucionalidad de la condena es la que amerit untratamiento humanitario que permiti su traslado de Devoto a la unidad de medianaseguridad. Pero esto es ahora, en el ltimo mes y medio de sus casi diez aos de prisin.

    Antes, pas del Agote al Belgrano y vuelta al Agote.Tena una abogada particular, se llamaba Mirta Beatriz Lpez. Esa mujer, cmo

    explicarle, cuando estaba en el Agote me dijo que no iba a haber problema, que iba ahacer todo lo posible recuerda y repite para poner un acento de parsimonia en surecuerdo, que iba a hacer todo lo posible, que no iba a haber problema. Me dijo que meamparaba una ley que es el artculo 37, que era la ley del nio, la ley de los derechos delnio. Bueno, pens, me ir a los 21, me ir a los 18, si es como dice la ley que a un menorno se lo puede condenar a perpetua. Y como ltimo recurso por el tiempo lo ms breveposible recita el sentido de la Convencin Internacional sobre los Derechos de Nios,

    Nias y Adolescentes que Argentina ratific dndole rango constitucional. Eso es lo quedice la ley. Me la s porque es lo que estoy viviendo. Ella me dijo vamos a pelear, vamos aapelar.

    Al juicio lleg con los 18 cumplidos. Con menos de dos aos tras las rejas, ya habaconocido dos institutos, haba pasado por la Unidad 16, unidad de menores adultos, enCaseros la Vieja, La de abajo, como la describe Lucas. De all, fue trasladado a la crcel

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    de Marcos Paz, en el sector para jvenes. Ah estuve un aito. Y ah fui a juicio. Dur unmes y quince das, recuerda con exactitud.

    Despus lleg la sentencia, el 12 de abril del 99, a cargo del Tribunal Oral de Menores 1.

    En el juicio me mat ver llorar a mi vieja, a mi abuela, imagnese, perpetua. Cuando

    leyeron la sentencia mi familia sali llorando, yo baj mal, estuve en un lugar encerrado,mal, y ms que me dicen que muri mi viejo. l me haba dejado cuando yo tena 8 aos yno supe nunca ms de l, hasta que estaba en Marcos Paz y me dijeron que se habamuerto. Estuve encerrado en una celda as como sta dice en relacin al espacio dondese desarrolla esta entrevista, que no es mayor a los 3 metros por 1,5, con bao (serefiere a inodoro y no a un cuarto separado), una cama, un lugar para colgar la ropa.

    Era una celda de castigo?

    S, de castigo. No s por qu. Porque me tendran bronca por la vista, porque tengo

    desprendimiento de retina por un golpe, jugando a la pelota, un pelotazo, aqu, en elizquierdo. Y en el derecho tengo toxoplasmosis. Me dijeron que el desprendimiento no sepoda arreglar con ciruga y la toxoplasmosis no iba a avanzar, pero que s se puede activarcon el VIH.

    Por suerte todava no soy portador. Ac es un riesgo. Pueden pasar muchas cosas. Unpalazo, lo que sea, sangre de otro. Es un riesgo.

    Despus de la condena, en Marcos Paz haba un jefe de tratamiento y por seguridad me

    puso en una celda aislado, sala un rato al patio para estirar las piernas un poco pero nada

    ms. Estuve as nueve meses. Con 18 cumplidos.Un ao despus de haber ingresado en Marcos Paz fue trasladado a la crcel de mximaseguridad de Ezeiza. All adelante dice, sealando hacia la unidad que se levanta enprimer lugar en el complejo penitenciario de Ezeiza, junto a la autopista que une Ezeizacon Cauelas. Me mandaron ah porque inauguraron un mdulo de menores adultos.Pero el tratamiento era el mismo que si fuera adulto, nada ms que era otro tipo depersonal y no estaba el que me haba verdugueado all (en Marcos Paz). Me dijo miabogada que bamos a apelar a Casacin. Pero Casacin me rechaz, me rechaz la causa.Despus salimos a la Corte, la Corte tambin me rechaz. No saba qu hacer, ni dnde

    apelar. Estaba desesperado.El mdulo 4 de mxima seguridad tena celdas individuales. Lucas la recuerda porque semanejaba todo por botoncitos, haba un parlante y ah te comunicabas con un celador, siqueras que te abra, para repartir la comida y esas cosas. De ah sala a estirar un poco lospies en la cancha, y despus adentro de vuelta. No haba secundario. Yo tena primer aoy segundo por la mitad pero no poda seguir estudiando en ningn lado porque me tenande aqu para all.

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    Despus lleg el proceso ante la Comisin Interamericana de Derechos Humanos, queadmite presentaciones en un plazo que no supere los seis meses despus de haberrecorrido sin xito todas las instancias posibles ante la Justicia local. Cuando Lucas supode esa posibilidad, los seis meses ya haban pasado. Mi abogada me dej. Me dej despusde la Corte Suprema. Me dijo te vas en el 2017, chau. Y me qued ah. Los plazos se

    vencen a los seis meses. Yo ya llevaba siete, ocho meses. Adentro los presos saben decausas, pero de esto no se saba. Justo yo vena de chico y haba conocido a un muchachoque me dijo, mir, llam a esta mujer, Claudia Cesaroni (funcionaria de la Subsecretara deDerechos Humanos) que te va a ayudar. Entonces habl con el 0800 que es el nmerogratuito que tienen, y ped por ella. Le coment mi caso, y me vino a ver. Yo era el primermenor condenado a perpetua en la Argentina, con Claudio (se refiere Claudio Nez, sucompaero de condena).

    Tena que esperar porque se me haban vencido los plazos. Tena que esperar que

    condenaran a otro chico a perpetua dice con la naturalidad que da la costumbre del

    horror cotidiano. Parecer terrible pero nos pusimos contentos cuando nos enteramosde la perpetua a otro chico, porque la presentacin se puso en marcha cuandocondenaron a este pibe de Mendoza (dice por Ricardo Videla, quien muri el ao pasadoen prisin), l entr y automticamente entramos nosotros atrs.

    Lucas estuvo tambin en la crcel de Neuqun. En Ezeiza estuve entre los 21 y los 22. De

    ah me mandaron a Neuqun, donde estuve hasta los 23. Todo un aito estuve ah. No lapas bien. Estaba lejos de mi familia, no conoca a nadie, no tena posibilidad de atencinpara la vista. Desde que estuve en el Agote que haba perdido la vista de uno y en el otrotengo toxoplasmosis desde que nac. Eso me dijeron. Estaba lejos de mi familia, ya no tenaa mi viejo, que siempre lo extrao. Desde los 16 aos me pasaron muchas cosas. Yo digoque est bien, que si me pongo del lado de la gente, est bien. Pero ya me mataron envida.

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    6"La crueldad del fallo nos super, eran nios pero tenanque pagar 25 aos"Dramtico testimonio de Martha Olgun. Su hijo Lucas Mendoza est preso desde 1996, despus recibir lamxima pena como coautor del crimen de dos policas. "Entregu a mi hijo, pero me lo mataron y medevolvieron otro chico", afirma.

    Martha Olgun tiene el pelo hmedo y la mirada honda. Cuenta que recin lleg de trabajar y entre

    disculpas se apura para despedir a la ms pequea de sus hijas, que se marcha con un bolso sobre

    los hombros. La mujer invita a pasar, se sienta y apoya las manos sobre la mesa del living del

    departamento de tres ambientes de Ciudadela Norte. Fuma nerviosa y le alcanza el paquete de

    cigarrillos a su madre, que lleva los aos amontonados debajo de los ojos. Desde noviembre de

    1996, Martha no es feliz. Entre lgrimas confiesa que se atraganta por la culpa del destino de su

    hijo Lucas, actualmente detenido en la crcel de Devoto.

    A los 16 aos, el muchacho fue condenado a prisin perpetua por el Tribunal Oral de Menores N1. Lo acusaron de ser coautor de los crmenes de Ricardo Luis Gazzia y Fernando Nahuel Silva,

    ocurridos en Capital Federal, entre octubre y noviembre de 1996. A Silva, que era polica, le

    dispararon doce veces. "Ahora te mato, hijo de puta", le gritaron antes de fusilarlo para robarle el

    Fiat Duna. El grupo que integraba Lucas paraba en el Nudo 6 del Barrio Ejrcito de Los Andes,

    ms conocido como Fuerte Apache. Ese fue el tiempo en el que comenzaron a surgir las primeras

    bandas de adolescentes con mtodos violentos para concretar robos al voleo; los hechos no

    contaban con la planificacin previa sobre las vctimas, lo que acrecentaba las chances de los finales

    trgicos. Adems de los dos homicidios, a los chicos les imputaron al menos una decena de robos.

    El juicio que los conden dur un mes y medio, y cont con el testimonio de 135 testigos. Pero el

    martes pasado, la Sala II de la Cmara Federal de Casacin Penal resolvi que el Estado Argentino

    haba violado la Convencin sobre los Derechos del Nio al imponer penas de prisin y reclusin

    perpetuas, a quienes al momento de los hechos eran menores de edad y declar la

    inconstitucionalidad de la medida (ver recuadro). Martha recibi con cierto alivi la noticia, pero

    sabe que nada podr enmendar el pasado y las heridas.

    "Esta pesadilladice la mujer, que se entretiene pellizcndose los dedos de la mano para matizar

    los nervioscomenz en el barrio. Lucas siempre fue un chico muy contenido pero por la crisis

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    familiar que atravesamos tuve que salir a trabajar y abandon un poco la crianza de mis hijos. El

    contexto no era el adecuado. El ambiente que haba en el barrio en esa poca era muy

    complicado."

    La familia lleg a Fuerte Apache cuando Lucas tena cinco aos. Abandonaron la villa de Los

    Paraguayos en Isidro Casanova para instalarse en el departamento del sexto piso del Nudo 6, enuno de los ncleos habitacionales ms complicado del Conurbano Bonaerense. Pero los cimientos

    del matrimonio de Ibrahino Mendoza y Martha sucumbieron ante las frecuentes borracheras del

    hombre, que muy pronto comenz a golpear a su mujer delante de sus cuatro hijos. Cada vez que

    el hombre maltrataba a su esposa, los chicos se acurrucaban con la espalda pegada a la pared y se

    abrazaban en silencio, asustados, eclipsados por el pnico.

    "Nos faltaron muchas cosas. Mi marido no fue un buen padre. No tenamos para comer. Todo

    esto naci del maltrato", reconoce Martha, que logr separarse de su marido cuando sus hijos lo

    echaron de la casa, luego de una brutal golpiza.

    Cuando los jueces condenaron a Lucas a prisin perpetua, Martha slo pudo a abrazar a Elba, su

    madre, y llorar. No entenda el final de su hijo, que antes de terminar la secundaria ya cargaba dos

    muertes sobre las espaldas. "No lo podamos soportar, era un dolor tan grande. Estbamos solas

    se entristece al recordarmientras los familiares de las vctimas festejaban a nuestro alrededor.

    Los entend porque sucedieron hechos muy graves. Pero la crueldad del fallo me super. Eran

    nios pero tenan que pagar 25 aos."

    Martha estuvo de acuerdo en que su hijo fuera condenado. Pero lo que no entenda era que

    tuviera que pasar tantos aos tras las rejas. Sin embargo, lo peor lleg con las visitas familiares

    durante los primeros meses de encierro: all comprendi que los institutos de menores no eran lasescuelas donde los jvenes aprendan ingls y computacin sino que eran "crceles de chicos".

    "Cre que lo encerraban para que pagara por sus errores y que iban a ensearle cosas para que

    fuera mejor persona. Peroaademe equivoqu: lo encerraron para que se destruya, para que

    no sirviera para nada."

    El primer disgusto que tuvo Martha ocurri cuando Lucas estaba alojado en el Instituto Agote. Un

    pelotazo le desprendi la retina del ojo izquierdo y lo ceg para el resto de su vida. All tambin se

    contagi de toxoplasmosis, que provoc la prdida parcial de la visin del otro ojo. A meses de

    ser condenado, la familia comenzaba a sentir las consecuencias del sistema penal.

    PRESENTE.

    A los 31 aos, Lucas sali de prisin y se instal en la casa de su familia en el barrio bonaerense de

    Moreno. Martha estaba contenta por recuperarlo pero rpidamente comprendi que su hijo era

    alguien desconocido. "Me lo devolvieron ciego, con mucho dolor en su interior. No sabeexplica

    para que existen las cosas, no sabe abrir y cerrar las puertas. Lo nico que saber hacer es agachar

    la cabeza, poner las manos detrs y decir que s."

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    Para ella, Lucas se senta ms preso en su casa que en la crcel. Despus de tantos aos, su mente

    se haba acostumbrado a vivir tras las rejas y no poda enderezar el rumbo en libertad.

    "Desde que cay detenido de adolescente lo fuimos a visitar a todos lados, jams lo abandonamos.

    Pero lo veamos dos horas por semana", repite la madre de Lucas que admite que es muy triste

    convivir tantos aos con alguien que est detenido. "Es como que no est vivo ni muerto. Entregu

    a mi hijose enojapero me lo mataron y me devolvieron otro chico. El sistema lo mat. Estavivo, pero no es el mismo."

    Hace un mes que Lucas, que tiene 32 aos, un hijo de cinco y otro en camino, est nuevamente

    detenido. Cay por un presunto robo en San Telmo, aunque l lo niega.

    Su madre est enojada y an no fue a visitarlo al penal. Se siente defraudada, pero sabe que el

    presente no es otra cosa que la consecuencia de la vida que el muchacho enfrent durante los

    ltimos 16 aos. "Llor lgrimas de sangre para que me lo devolvieran, pero creo que le hice un

    mal porque no estaba preparado para vivir en sociedad. Tiene que entender que la libertad es

    sacrificio. Hay que ensearle a trabajar porque no entiende el valor de las cosas."

    Despus de haber pasado tantos aos privado de la libertad, la poblacin carcelaria parece haberse

    transformado en la familia de Lucas. Por su parte, Martha ni siquiera averigu los detalles de la

    detencin de su hijo. "No quiero ms eso. Quizs ms adelante vaya a verlo, pero ahora no quiero

    enterarme ms de nada. Me involucr mucho. Tena que ir a Costa Rica, a la Comisin de los DD

    HH, pero estoy dando mi testimonio por escrito porque no quiero ir."

    Qu le aport su experiencia como madre de un menor que cometi crmenes tan graves?

    Aprend que el Servicio Penitenciario Federal no resocializa a nadie. Yo le llev comida a mi hijo

    durante 17 aos porque si no se mora de hambre. El sistema fall con mi hijo. Cuando se lo

    llevaron preso no se drogaba, ahora no s qu decirte.

    Por duro que suene, siente que perdi a su hijo?S, lo perd. Cuando sali de la crcel ya no era l. Es muy triste decirlo pero es as. Perdi su

    juventud, no sabe lo que es sentarse en una plaza a charlar con alguien. No conoce lo que es la

    libertad. No sabe comer ni hablar. Es un ser con miedo.

    "No tenamos conciencia"

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    Despus de ser condenado a prisin perpetua, Lucas Mendoza esper la mayora de edad eninstitutos de menores porteos. El joven perdi la adolescencia entre el centro de detencin LuisAgote y el Belgrano. Luego fue trasladado a los penales de Marcos Paz, Ezeiza, Neuqun yCaseros. Recuper la libertad en 2010 pero volvi a caer en 2011. Hoy est en el Pabelln 5 del

    Modulo 2 de la crcel de Devoto, donde se alojan los estudiantes universitarios. l estudiaDerecho.Cmo tom la resolucin sobre su condena?Cuando me entercont va telefnicame puse a llorar de alegra. No lo poda creer porqueen estos aos pas mucho sufrimiento. Todava no encuentro las palabras justas para describir loque se siente. Pero s que es una batalla que le ganamos al sistema que nos conden.La pena que recibi siendo tan joven sirvi para algo?Nosotros no tenamos conciencia sobre el mal que les ocasionamos a las vctimas y a susfamiliares. Ellos s saban lo que hacan cuando nos condenaron.

    Una resolucin clave

    El 21 de agosto, tal como public Tiempo Argentino en su edicin del mircoles, la Sala II de la

    Cmara Federal de Casacin Penal, que integran los jueces ngela Ester Ledesma, Alejandro W.

    Slokar y Ana Mara Figueroa, resolvi hacer lugar a tres recursos de revisin pedidos por la

    Defensa Pblica Oficial en favor de Csar Alberto Mendoza, Claudio David Nez y Lucas Matas

    Mendoza, basado en el informe de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos, que

    concluy que el Estado Argentino haba violado el derecho al recurso y la Convencin sobre los

    Derechos del Nio al imponer penas de prisin y reclusin perpetuas a quienes eran menores de

    edad en el momento de cometer los hechos, entre otras violaciones a derechos de orden

    fundamental.

    El Mximo Tribunal penal del pas consider que la va de revisin resultaba admisible si bien elsupuesto alegado no se encontraba expresamente admitido por la leyal entender que es deber

    de los jueces aplicar la doctrina de los rganos supranacionales que tiene a su cargo la

    interpretacin de las normas de la CADH, con el fin de evitar que el Estado Argentino incurra en

    responsabilidad internacional. En cuanto al fondo de la cuestin planteada, se declar la

    inconstitucionalidad del artculo 80 inciso 7 del Cdigo Penal en orden a la pena de prisin

    perpetua prevista con relacin a nios, nias y adolescentes por lesionar la Convencin sobre los

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    Derechos del Nio y el principio de culpabilidad. Tambin se hizo lugar a los recursos de

    inconstitucionalidad planteados por las defensas respecto de dichas penas, se anularon las

    sentencias recurridas y se orden remitir la causa al Tribunal Oral de Menores N 1 para que fije

    una nueva sancin de acuerdo a los parmetros expuestos en la sentencia y en el informe de la

    CIDH.

    Por su parte, la doctora Ledesma, que lider la votacin a la que adhirieron sus colegas Slokar yFigueroa, puntualiz que el presente caso ha puesto de manifiesto la falta de adecuacin de las

    normas del Cdigo Procesal Penal de la Nacin y de las leyes del derecho penal juvenil respecto

    de los principios de la Constitucin Nacional y de los que rigen en el derecho internacional (que

    han sido mencionados a lo largo de esta sentencia). Esta circunstanciaque en el caso concreto se

    ha cristalizado en efectos irreparables para las vctimas impone la necesidad de una reforma

    integral del sistema que permita el adecuado cumplimiento de los derechos de orden superior que

    han sido lesionados para evitar que se produzcan situaciones anlogas en el futuro.

    El 17 de junio de 2011, la Comisin haba sometido el caso ante la Corte Interamericana de

    Derechos Humanos, que todava no se expidi.

    http://tiempo.infonews.com/2012/08/26/policiales-84302-la-crueldad-del-fallo-nos-supero-eran-ninos-pero-tenian-que-pagar-25-anos.php

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    Columna en El Post, ChileAgosto 2012La crcel sin finFrancisco Estrada Vsquez

    El ruido de los problemas de nuestro da a da puede llevarnos a la paradoja de vivir en un

    mundo globalizado, pero enclaustrados en las paredes de la agenda diaria, el noticiario,

    las clases, la oficina y poco ms. Hoy una causa urgente y justa requiere la atencin de la

    comunidad americana. La Corte Interamericana de Derechos Humanos est realizando la

    audiencia del caso Mendoza y otros v. Argentina.

    En este caso, se trata de seis jvenes condenados a presidio perpetuo en la Argentina por

    delitos cometidos siendo menores de edad. Se le pide a la Corte "que ordene medidas de

    no repeticin" y "modificaciones legislativas" para eliminar la prisin perpetua a estosmenores y garantizarles un recurso de revisin.

    Rosa Mara Ortiz, representante de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos,

    ente que eleva los casos a la Corte, afirm que los cinco jvenes no contaron con la

    posibilidad de una "revisin integral" de su sentencia y que en la actualidad el marco

    normativo argentino "sigue igual". Aadi que en Argentina la cadena perpetua no puede

    ser revisada hasta que el condenado haya cumplido 20 aos de prisin y denunci que los

    jvenes fueron castigados como adultos y con la mayor pena existente.

    Nuestro pas estableci, en la ley penal juvenil, una duracin mxima de 10 aos, paraadolescentes entre 16 y 18 aos y una de 5 aos, para aquellos entre 14 y 16 aos. Y ya

    esa duracin fue objeto de crticas, del momento que en la Cmara de Diputados se haba

    arribado a un acuerdo poltico que la estableca en 5 aos, sin distingos. Recuerdo a

    diputados de distintos colores polticos (Marcelo Forni, Vctor Prez, Guillermo Ceroni,

    Jorge Burgos, el inolvidable Juan Bustos), todos contestes en que los adolescentes eran

    diferentes a los adultos, que el tiempo de ellos era distinto cualitativamente y que la ley

    deba ser consistente con esa condicin. Ese criterio, por lo dems, es el nico que resulta

    legtimo para aquellos pases, como Argentina y Chile, que ratificaron la Convencin de

    Derechos del Nio que en su artculo 40 establece el deber del estado de considerar, aljuzgar y condenar, la edad del nio. Argentina, lamentablemente, no slo no ha honrado

    este compromiso internacional, sino que adems, en su seno se ha formalizado una

    doctrina de la mano del magistrado Zaffaroni- que ha permitido el encierro por

    proteccin de numerosos menores de edad en establecimientos que no son sino

    crceles, incurriendo en aquello que nuestra ley N 20.084 en su mensaje- denominaba

    sistema penal encubierto.

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    La comunidad americana tiene, en el caso Mendoza y otros v. Argentina, la oportunidad

    de tomarse en serio los derechos de los nios de Amrica Latina y poner fin a la crcel sin

    fin de los jvenes argentinos.1

    1Ms sobre este caso enhttp://justiciapenaladolescente.blogspot.com/2012/08/piden-la-corteidh-una-

    condena-contra.html

    http://justiciapenaladolescente.blogspot.com/2012/08/piden-la-corteidh-una-condena-contra.htmlhttp://justiciapenaladolescente.blogspot.com/2012/08/piden-la-corteidh-una-condena-contra.htmlhttp://justiciapenaladolescente.blogspot.com/2012/08/piden-la-corteidh-una-condena-contra.htmlhttp://justiciapenaladolescente.blogspot.com/2012/08/piden-la-corteidh-una-condena-contra.htmlhttp://justiciapenaladolescente.blogspot.com/2012/08/piden-la-corteidh-una-condena-contra.htmlhttp://justiciapenaladolescente.blogspot.com/2012/08/piden-la-corteidh-una-condena-contra.html
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    Columna en La Nacin, Costa Rica9 de agosto de 2013

    Argentina condenadaDr. Carlos Tiffer

    Argentina es un pas de grandes juristas. Todos los que hemos estudiado derechoreconocemos la importancia y valor de la doctrina argentina. Particularmente en elderecho penal y procesal penal, la influencia de Argentina en nuestro medio ha sido muysignificativa y muchos hemos estudiado de la mano de prestigiosos autores argentinos. Sinembargo, esta valiosa produccin doctrinaria no se refleja en el mbito legislativo.Probablemente como sucede en muchos pases, los polticos, que son los que toman las

    decisiones, estn muy alejados de los tcnicos o expertos en la materia, lo cual produceun verdadero atraso legislativo en muchos mbitos. Ejemplo de ello es la legislacinargentina referente a la infancia y la adolescencia.Prisin perpetua. Recientemente, el 5 de julio del presente ao, en el caso Mendoza yotros, la Corte Interamericana de Derechos Humanos conden a Argentina por habersentenciado a personas menores de edad a penas de prisin perpetua. No es la primeravez que este mximo tribunal internacional condena a Argentina y evidencia elincumplimiento y atraso de ese Estado en materia de derechos humanos de la infancia.Ejemplo de lo anterior son los casos Bulacio (18 de septiembre del 2003) y Forneron (27de abril del 2012).Los hechos del caso por los que recientemente fue condenada Argentina se refirieron a laimposicin de penas de privacin perpetua de la libertad a cinco jvenes por hechosdelictivos que cometieron cuando an eran menores de edad, as como a la falta deatencin mdica, tortura e, incluso, la muerte de uno de ellos mientras se encontraba bajocustodia estatal.Violacin de derechos. La Corte Interamericana estableci la responsabilidad internacionalde Argentina por la violacin de los derechos a la integridad y libertad personal de los

    jvenes sentenciados a penas de prisin perpetua. Adems, consider que dichas penas,

    por su propia naturaleza, no cumplen con la finalidad de la reintegracin social de losnios, ya que implican la mxima exclusin del nio de la sociedad, de tal manera queoperan en un sentido meramente retributivo, pues las expectativas de resocializacin seanulan a su grado mayor. Adems, por su desproporcionalidad, la imposicin de dichaspenas constituy un trato cruel e inhumano para los jvenes mencionados y, adems, violel derecho a la integridad personal de sus familiares.

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    Sancin por venganza. Argentina tena pocas o nulas posibilidades de salir vencedora eneste caso. Todo el acervo del sistema de Naciones Unidas, particularmente la Convencinde Derechos del Nio, y las directrices y principios en materia de justicia juvenilestablecen que, si bien los Estados pueden imponer sanciones penales juveniles a losadolescentes, estas se fundamentan y se justifican en una finalidad educativa,

    resocializadora e integradora. No se puede justificar en un verdadero Estado de derechouna sancin por pura venganza, es decir, con fines retributivos, menos an cuando se tratade una sancin privativa de libertad. Las penas perpetuas, lo mismo que la pena de muerte,son los mejores ejemplos de la exclusin social, incompatible con los principios de ladignidad humana, fundamento del Estado social de derecho.Proporcionalidad. Tambin la Corte Interamericana analiz el principio deproporcionalidad como fundamento de la condena de Argentina. Es decir, no solo debenconsiderarse las circunstancias del delitopor ejemplo, la gravedad de los hechos por losque fueron condenados estos jvenes, sino tambin sus circunstancias personales, su

    historia de vida personal y familiar, lo mismo que el contexto social en que sedesenvuelven estos jvenes. Debe existir una verdadera ponderacin de intereses, en laque el Estado debe escoger, entre todas las medidas o penas, la que menos afecte losderechos fundamentales. Si se decide por la privacin de la libertad como ltimo recurso,debe ser con una finalidad educativa y por el menor tiempo posible.Revisin integral. La Corte Interamericana, al igual que en la condena a Costa Rica en elcaso Mauricio Herrera, estableci que el recurso de casacin penal no garantiz unarevisin integral y completa de las sentencias condenatorias contra los jvenessentenciados a prisin perpetua. Aqu se record el importante precedente del caso

    Herrera Ulloa, que sent la obligacin de los Estados de contar con un recurso legal,eficiente, que permita la revisin integral de la sentencia condenatoria (penas, pruebas yhechos), y, evidentemente, el recurso de casacin argentino, como lo fue el costarricense,no permite esta revisin integral del fallo.Quizs, el precedente ms relevante de este fallo contra Argentina es que la CorteInteramericana dej sentada la imposibilidad de imponer a personas menores de edadpenas previstas para los adultos. Esto, lamentablemente, es un objetivo de ciertos sectorespolticos en la regin, que pretenden rebajar la edad de la responsabilidad penal y juzgar alos adolescentes como adultos. Tal es el caso del intento de reforma legislativa en Per y

    Ecuador, lo mismo que fuera de nuestra regin, como sucede en India. Mientras tanto, enUruguay se promueve un plebiscito con estos fines y, en Costa Rica, esta idea fueoportunamente desechada del proyecto legislativo N 17.615.Es hora de que Argentina cumpla con el fallo de la Corte Interamericana, en especial conlas formas de reparacin establecidas para las vctimas. Pero, sobre todo, que adoptedisposiciones de derecho interno, como lo hizo Costa Rica en su momento; que legisle

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    ajustndose a los estndares de proteccin y a las garantas consagradas en la ConvencinAmericana de Derechos Humanos, y, principalmente, que respete los principios y normasde la Convencin de Derechos del Nio cuando acuse y juzgue a una persona menor deedad de haber infringido la ley penal. No basta con la reinterpretacin judicial o loscambios jurisprudenciales, es necesario que el ajuste venga desde la poltica criminal del

    Estado. Para ello, Argentina cuenta, afortunadamente, con una valiosa y bien formadadoctrina jurdica."

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    Columna en Fundacin Sur, Argentina

    Perpetuas juveniles. Una historia que se repiteEmilio Garca Mndez

    Con una frecuencia que se repite, el da 30 de agosto la Argentina se sent nuevamenteen el banquillo de los acusados de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, estavez por las condenas a prisin perpetua a personas menores de edad.

    De nada vali un sorprendente (por la oportunidad y no por su inobjetable contenido)fallo de hace 10 das de la Cmara Nacional de Casacin Penal, declarando lainconstitucionalidad de las perpetuas, despus que desde hace ms de diez aos no seproducen sentencias de este tipo en la Argentina. Alrededor de este fallo, presentadocomo hecho nuevo, gir la extraa defensa del Estado argentino.

    Como si se tratara de un guin cuidadosamente estudiado, que se ha repetido sinvariaciones en casos recientes, la representacin del Estado argentino despleg toda susoberbia para defender las peores causas imaginables. A los apropiadores de una nia en elcaso Fornern o a las perpetuas a menores de edad, a las que slo se explicaran por unamero error judicial.

    Ni una palabra sobre la falta de iniciativa propia considerando la mayora legislativa, nisobre el bloqueo sistemtico a cualquier intento serio de reforma legal que saque a laArgentina de una posicin nica en todo el contexto regional. O es que resulta de alguna

    forma explicable que a casi 30 aos de recuperacin de la democracia y a casi 10 aos degobierno progresista tengamos vigente en la materia un decreto de la ltima dictadura

    que asegura al mismo tiempo la impunidad de los comportamientos violentos deadolescentes de los sectores medios y altos mientras que mantiene el uso de la crcelcomo forma de tratamiento y proteccin de los adolescentes mas pobres y vulnerables.

    Una vez ms se sucedieron las recusas a los peritos propuestos por la ComisinInteramericana de Derechos Humanos, el incumplimiento de todos los acuerdos previosque hubieran podido evitar el juicio, la avalancha de informacin sobre la bondad denmeros (muchos incomprobables) de los logros del gobierno en materia de polticas

    sociales para la infancia, as comola refutacin de todos y cada uno de los cargosformulados.

    Slo la reafirmacin autista de un principio de autoridad vaco de contenido puede en estecaso intentar explicar lo inexplicable. Tres certezas son posibles asegurar en el futuroinmediato, lo que no es poca cosa en un pas donde ni el pasado es previsible. Primeroque la Corte Interamericana fallar irremediablemente durante este ao, segundo que el

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    fallo no ser del agrado del Estado argentino y tercero que, sin la menor duda, continuarla fuga hacia adelante."

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    Columna en El Clarn, Argentina20 de julio de 2013Perpetuas a menores de edad: La hora de la poltica.Emilio Garca Mndez

    Hace pocas semanas (el viernes 5 de julio de 2013) la Corte Interamericana deDerechos Humanos volvi a condenar al estado argentino por temasvinculados a los derechos humanos de la infancia. Ya lo haba hecho el ao pasadoen el caso Forneron, donde el estado argentino defendi a los apropiadores de una nia,hoy adolescente, pese a que su padre biolgico vena reclamndola desde su nacimiento.El derecho a la identidad? Bien gracias.

    Esta vez se trat, caso nico en toda la historia de Amrica latina, de las sentencias (doceen total) a reclusin perpetua a menores de edad dictadas con base en el rgimen penalde la minoridad de la dictadura militar (decreto 22.278 de 1980). Se cumplen en estos

    das diez aos de otra sentencia de la Corte Interamericana por el casoBulacio.La derogacin del mencionado decreto de la dictadura y la aprobacin de un rgimenpenal juvenil fue el primer punto de esta condena en el ao de 2003.

    Lejos de derogar el mencionado decreto, por parte de un gobierno que hace diez aos secomporta como una verdadera aplanadora legislativa, a sus voceros oficiosos no se lesocurre mejor idea que culpar a las polticas neoliberales de los noventa no solo por lasperpetuas sino por la vigencia del decreto militar.

    Hasta cundo este grotesco revisionismo, que ms parece una mquina

    descontrolada del tiempo, podr seguir siendo utilizado para justificar un atraso quebastante se parece al dispositivo central de una poltica criminal para la infancia?:la imputabilidad plena a los 16 aos a contramano de todos los pases de Amrica Latina yen la misma direccin de las propuestas de la derecha ms caverncola del continente.En el fondo y si para algo sirve el sistema interamericano de derechos humanos, es parainterpelar a la poltica como nica posibilidad para remover los remanentes

    jurdicos ms persistentes, frente a una corporacin judicial que no solo no ha dejadode aplicar esta norma, sino que ha intentado dotarla de un pobre barniz de legitimidad.

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    Columna en Fundacin Sur22 de agosto de 2012Perpetuas a menores: De la inconstitucionalidad a la crueldadbondadosaEmilio Garca Mndez

    La sala II de la Cmara Nacional de Casacin Penal acaba de declarar lainconstitucionalidad, en tres casos, de sentencias de reclusin perpetua a menores deedad. Vemoslo ms de cerca. Tambin la Cmara de Casacin declaro inconstitucional,en fallo de diciembre de 2007, el decreto de la dictadura 22.278 de 1980 (Rgimen Penalde la Minoridad) que permite utilizar la privacin de libertad como forma deproteccin. La doctrina Zaffaroni, que declar constitucional dicho decreto, dio vuelta

    dicho fallo gracias al cual hoy un nmero impreciso pero seguramente superior a 500menores de 16 aos resultan protegidos en este pas en crceles de menores.

    El fallo actual de la Casacin solo tiene efectos para los casos especficos en cuestin y seproduce curiosamente pocos das antes (prximo 30 de agosto) que el Estado argentinose siente , y seguramente sea condenado, frente a la Corte Interamericana de derechoshumanos por las 12 sentencias de reclusin perpetua proferidas entre 1997 y el ao 2002.Es curioso que en estas circunstancias y a 12 aos de la ltima sentencia de reclusinperpetua, la Cmara de Casacin profiera un fallo que objetivamente permita lavarle lacara al Estado ( o es al gobierno? Argentino).

    Un fallo como este permite (para el gran pblico que no conoce los entretelones delasunto), no solo que el Estado llegue mejor parado a la audiencia de la CorteInteramericana de Derechos Humanos, sino adems llevar la doctrina Zaffaroni dediscrecionalidad represiva hasta sus ltimas consecuencias.

    Es precisamente este Juez de la Corte, el que pblicamente y en reiteradas oportunidadesha defendido la estructura del decreto de la dictadura a fin de poder reciclarlo en ley de lademocracia. Solo debera reducirse un poco la salvajada de las reclusiones perpetuas. Undecreto que no solo permite el uso de la privacin de libertad como forma de proteccinpara los menores de 16 aos, sino la discrecionalidad absoluta para los mayores de 16 ,debido a la forma particular de imputabilidad que establece en la franja de 16 a 18 aos.Tanto puede un adolescente de clase media autor de varios homicidios dolosos serentregado a sus padres (como efectivamente ocurre), cuanto un adolescente pobre einocente ser tratado tutelarmente en una crcel.

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    El sueo de la crueldad bondadosa del populista jurdico Zaffaroni ms cerca que nunca deconvertirse en realidad.