Dylan Evans. De Lacan a Darwin

7/18/2019 Dylan Evans. De Lacan a Darwin

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Dylan Evans. De Lacan a Darwin.

Este es el relato de un recorrido intelectual. Comienza con mi adopción entusiasta delas ideas del psicoanalista francés Jacques Lacan y naliza, unos cinco aos después,con el rec!azo de dic!as ideas. Entre estos dos eventos, escri"# un li"ro acerca deLacan, que !a sido desde entonces el te$to cl%sico de referencia para aquellos queest%n tra"a&ando en la teor#a lacaniana 'Evans ())*+. ctualmente, oc!o aos despuésde que el diccionario fuese pu"licado, de vez en cuando reci"o correos electrónicos delacanianos desconcertados que se !an dado cuenta de que el autor de uno de los li"rosde referencia claves en su campo !a continuado escri"iendo otros li"ros con t#tulosevidentemente no lacanianos, tales como -ntroducción a la /sicolo0#a Evolucionista1'Evans ()))+. La cuestión m%s interesante acerca de estos correos no es tanto sucontenido como su tono, el cual suele ser de conmoción, consternación o eno&o de que,quien al0una vez fuera un disc#pulo, !aya traicionado por completo la fe. 2uiz%s nousen tales referencias reli0iosas de forma e$pl#cita, pero es claro por su irritación que,para estos interlocutores, se trata de al0o m%s que un asunto intelectual. 3o ven micam"io de parecer como el resultado de una !onesta y sincera "4squeda de la verdad,sino como una traición, una apostas#a, una ca#da de la 0racia. Este ensayo es unintento de ir m%s all% de tales descripciones simplistas y de e$plicar e$actamente cómoy por qué lle0ué a cam"iar de parecer.5in em"ar0o, antes de que comience con mi relato, quiz% de"a e$plicar por qué seencuentra en un li"ro acerca de teor#a literaria. Lacan fue un psicoanalista y no uncr#tico literario 6un !ec!o que dif#cilmente necesite ser aclarado en aquellas partes delmundo, tales como 7rancia y mérica Latina, donde sus ideas son conocidas por m%sque una pequea minor#a6. 8isite una cl#nica psicoanal#tica en /ar#s o un !ospitalpsiqui%trico en 9uenos ires y lo m%s pro"a"le es que encuentre a un terapeutaaplicando las ideas de Lacan en su pr%ctica cl#nica. 5in em"ar0o, en el mundo de !a"lain0lesa, dif#cilmente al04n terapeuta !aya escuc!ado !a"lar de Lacan. En :ran9retaa, Estados ;nidos y ustralia las pocas personas que lo !an o#do nom"rar suelenser cr#ticos literarios y teóricos de la cultura. En estos pa#ses, las ideas lacanianas sonusadas primariamente como !erramientas de cr#tica de o"ras literarias y otrasmanifestaciones culturales. /ero cualquiera sea el uso que se le quiera dar a un

con&unto de ideas, nada productivo puede resultar si las mismas est%n viciadas. <a seaque se usen en la cl#nica o en la sala de conferencias, las ideas de Lacan soncompletamente inadecuadas desde el momento en que se apoyan en una teor#a de lanaturaleza !umana que resulta ser falsa. Lle0ué a darme cuenta de esto cuandocomencé a tratar pacientes 6la realidad de la cl#nica no concorda"a con la teor#a deLacan6. Los investi0adores literarios son menos propensos a notar la discrepanciapuesto que la interpretación te$tual es muc!o m%s malea"le que las fo"ias, los ataquesde p%nico y otros s#ntomas e$perimentados por seres !umanos reales. Espero que, alcompartir mi recorrido intelectual con aquellos investi0adores en el campo de laliteratura que a4n utilizan la teor#a lacaniana, tam"ién ellos puedan percatarse de lainadecuación del edicio conceptual de Lacan.Lacan en Argentina=e topé por primera vez con Lacan tra"a&ando en r0entina en ())>. /ara mi 0ran

sorpresa, descu"r# que el psicoan%lisis constitu#a all# una fuerza cultural muyimportante. De !ec!o, !ay m%s psicoanalistas per c%pita en 9uenos ires que encualquier otro lu0ar del mundo, incluso que en 3ueva <or?. El presti0io y la autoridadcon la que cuentan los psicoanalistas en 9uenos ires me impactó muc!o, so"re todopor provenir de un entorno cultural en el cual 7reud !a estado pr%cticamente ausente yes tenido en poca estima. <o recientemente me !a"#a 0raduado de una universidad"rit%nica, !a"iendo estudiado lin0@#stica dentro de un ri0uroso marco c!oms?iano. En:ran 9retaa uno puede 0raduarse en al04n %rea de las ciencias co0nitivas, tal comoser la lin0@#stica o la psicolo0#a, sin siquiera !a"er le#do al0o de 7reud. En r0entina,



m%s del setenta por ciento de los estudios de 0rado en psicolo0#a se monta"an so"re la"ase del psicoan%lisis, fundamentalmente de corte lacaniano.La importancia que se le da"a al psicoan%lisis en r0entina !izo replantearme laperspectiva reci"ida en :ran 9retaa. A/or qué tendr#a simplemente que aceptar esaactitud desdeosa !acia 7reud presente en mi pa#s en vez de &uz0arlo por m# mismoBA2uién dec#a que la perspectiva reci"ida en :ran 9retaa de"#a ser superior a lareci"ida en r0entinaB Comencé a sospec!ar que !a"#a cierto etnocentrismo en misperspectivas acerca del conocimiento.nteresado por sa"er m%s, me incorporé a un 0rupo de psicoanalistas ar0entinos quesol#an encontrarse semanalmente para estudiar las o"ras de Lacan. Como Lacanrecurrió enér0icamente tanto a 7reud como a la lin0@#stica, ser#a al0o as# como unintercam"io mutuamente "enecioso Ellos podr#an ayudarme a entender al0o de 7reudy yo podr#a ayudarles a entender al0o de lin0@#stica. 5in em"ar0o, r%pidamentedescu"r# que el tipo de lin0@#stica en la que esta"a interesado Lacan era muy distintadel tipo de lin0@#stica que yo !a"#a estudiado en la universidad. Lacan rara vezmencionó la o"ra de C!oms?y, y cuando lo !izo, no parec#a darle demasiadaimportancia. La lin0@#stica a la que Lacan !ac#a referencia la mayor#a de las veces erala de 7erdinand de 5aussure, a quien yo !a"#a estudiado en el %rea de la teor#a literariam%s que en el de la lin0@#stica propiamente dic!a. De modo que, al n y al ca"o, nopude contri"uir demasiado a las reuniones semanales lo cual no me importó, puestoque para cuando me di cuenta ya esta"a en0anc!ado.Los seminarios de Lacan eran una esta intelectual. El espectro de referenciasculturales era asom"roso y cautivante. En un momento Lacan pod#a estar analizandolas tra0edias de 5ófocles con atención !asta en el m%s m#nimo de los detalles, en otromomento pod#a estar ofreciendo un reducto sat#rico de la losof#a moral de ant, antesde meterse con un cuadro cl#nico y nalizar con una discusión de una estatua de9ernini. FGodo sin la m%s m#nima consideración para con el que recién se iniciaH FIe all#a un !om"re multifacético dominando un vasto panorama intelectual, un intelectual deltipo que sólo puede encontrarse en 7ranciaH 5in condescendencia para con suaudiencia, espera"a que sus oyentes estén tan familiarizados con toda esa cantidad dereferencias culturales como él parec#a estarlo. ;no se sent#a privile0iado de podersentarse a los pies de seme&ante maestro y escuc!ar.El pro"lema fue, por supuesto, que yo no esta"a familiarizado m%s que con al0unas de

esas referencias. Gampoco lo esta"an los otros miem"ros de mi 0rupo de estudio. Demodo que dedicamos 0ran parte de nuestro tiempo a acercarnos a las fuentesori0inales a las que Lacan recurr#a. Eran tantas que todo el tiempo ten#amos lasensación de que nos est%"amos perdiendo de al0o. El mensa&e real de Lacan esta"asiempre a punto de ser alcanzado. Lo sucientemente cerca como para !acernospensar que pro"a"lemente podr#amos !a"erlo entendido con tan sólo !a"er estudiadoun poco m%s, pero de al0una manera, no importa"a cu%nto m%s estudi%semos, sumensa&e siempre parec#a ale&arse, como si fuese el nal del arco#ris. /or supuesto, eraesto lo que !ac#a sus seminarios tan into$icantes, tan adictivos.ll# fue cuando comencé a tomar notas personales acerca de los términos relativos alarte que Lacan usa"a con m%s frecuencia en sus seminarios y escritos. Comenzósiendo una "ase de datos de citas que 0uarda"a en mi laptop y que se i"a ampliando0radualmente en la medida que a0re0a"a 0losas y referencias cruzadas. De esta

manera, constru# un mapa cada vez m%s detallado de términos y conceptos lacanianos,un documento que fue al mismo tiempo un re0istro de mi propio recorrido dedescu"rimiento. /ara aquellos que no est%n familiarizados con la o"ra de Lacan, podr#aser 4til aqu# su"rayar al0unos de los !itos m%s importantes que o"servé en esas tierrase$óticas. Los lectores que ya est%n versados en la teor#a lacaniana quiz%s preeransaltear los pró$imos p%rrafos. El estadio del espejo Lacan 0usta"a muc!o de una o"servación del psicoanalistafrancés Ierni Kallon acerca de las diferentes maneras en que los infantes !umanos ylos infantes de c!impancé reaccionan al ver su ree&o en el espe&o. 5e04n Kallon, los



nios pequeos quedan fascinados por su ree&o mientras que los c!impancésr%pidamente pierden el interés. /ara Lacan esta diferencia revela"a una tendencia!umana fundamental a quedar cautivados por las im%0enes visuales, a vivir en elmundo de -lo ima0inario1. E$isten paralelos interesantes entre esta idea y losconceptos de alienación e ideolo0#a de =ar$, el concepto de anomia de Dur?!eim eincluso la noción de -mala fe1 de 5artre. El orden sim"ólicoLa 4nica manera en que las personas pueden escapar de lasilusiones de lo ima0inario es descu"riendo 'uncover + los s#m"olos lin0@#sticos que danforma a esas ilusiones. s# como =ar$ creyó que la ideolo0#a era tanto un producto delas fuerzas económicas como un velo 'cover + para ocultar las mismas, Lacan entendióel mundo ima0inario como un producto y un velo de las fuerzas lin0@#sticas. No es lacadena de imágenes transitando por el ojo de la mente lo que determina elcomportamiento humano, sino la red inconsciente de palabras y frases que subyacen alas imágenes. El tratamiento psicoanal#tico, por lo tanto, 0ira"a fundamentalmente en torno aldiscurso. Lacan denunció la manera en que sus contempor%neos en el movimientopsicoanal#tico lle0aron a ne0ar el papel del discurso en el tratamiento psicoanal#tico ysostuvo que el tratamiento de"#a tener como e&e el an%lisis lin0@#stico de lasarmaciones proferidas por el paciente. Consecuentemente, Lacan puso el acento en lalin0@#stica. El su&eto supuesto sa"er Lacan no cre#a que los psicoanalistas de"ieran pensarse a sí mismos como e$pertos, capaces de revelar el si0nicado oculto del discurso delpaciente, sino que lo que cre#a era que el paciente de"#a pensar al analista de esemodo. En otras pala"ras, el analista realmente no pose#a un conocimiento secreto, sinoque el paciente simplemente -supon#a1 la posesión de tal conocimiento. En eltranscurso del tratamiento, el paciente ir#a -desuponiendo1 la posesión de esteconocimiento por parte del analista. De !ec!o, el tratamiento psicoanal#tico consist#anada m%s que en esto. A/or qué, entonces, el analista se aprovec!a"a de la credulidaddel paciente en vez de simplemente decirle que no e$ist#a tal conocimiento secretoB/orque, es 4nicamente por las malas, por decirlo de al0una manera, como el pacientelle0a a e$perimentar el doloroso proceso de desilusión, y de esta manera, darse cuentade que nadie m%s que él tiene la llave de su vida.Ia"#a muc!#simos términos curiosos e intri0antes en el edicio conceptual "arroco de

Lacan. medida que le#a su o"ra, mi "ase de datos de citas y 0losas i"a creciendo!asta lle0ar a convertirse en un documento considera"le. Después de un ao de estasuerte de proceso ad hoc ca# en la cuenta de que ten#a lo necesario para una o"ra dereferencia pu"lica"le, y en eso terminó convirtiéndose 'Evans ())*+.Lacan en Inglaterra=i tra"a&o en r0entina nalizó en diciem"re de ())M. l mes si0uiente volv# a :ran9retaa, donde empecé a contactar a los pocos 0rupos lacanianos e$istentes en mipa#s natal. La situación era muy distinta a la de r0entina. diferencia de laa"rumadora cantidad de ofertas e$istentes en 9uenos ires para convertirse en unanalista lacaniano, en :ran 9retaa !a"#a solo una or0anización reconocida deformación lacaniana, el Centre for 7reudian nalysis and Nesearc! 'C7N+. En r0entinala formación necesaria para convertirse en un analista lacaniano era considerada demanera muy diferente 6y era muc!o menos formal en cuanto a su proceso6 que la

formación para convertirse en un analista freudiano o &un0iano convencional, pero elC7N !a"#a implementado una especie de ré0imen de formación m%s convencional conel o"&etivo de lo0rar una mayor aceptación entre los cuerpos de cole0iados quere0ula"an la psicoterapia en :ran 9retaa. l momento de volver a :ran 9retaa,!a"#a estado en contacto por m%s de un ao con un analista en r0entina, !a"#arealizado un curso de pos0rado en psicoan%lisis en la ;niversidad de 9uenos ires y!a"#a participado en numerosos seminarios. un as#, el C7N insistió en quecomenzase su curso de formación desde cero, y as# fue.



Durante los dos aos si0uientes, me entretuve con los cursos del C7N y continué conmi propio an%lisis, esta vez con un psicoanalista francés radicado en /ar#s. De"#a via&ara /ar#s una vez por mes y tomar seis o siete sesiones en dos o tres d#as. /aralelamente,tam"ién estudia"a para la =aestr#a en Estudios /sicoanal#ticos de la ;niversidad deent en Canter"ury y continua"a tra"a&ando en el diccionario de terminolo0#alacaniana. /arec#a ser que todo pro0resa"a sin complicaciones y que se0uramente erasólo una cuestión de tiempo pasar al si0uiente nivel y convertirme yo mismo en unpsicoanalista lacaniano. Eso es lo que !ar#a por el resto de mi vida.5in em"ar0o, las dudas ya se !a"#an comenzado a 0estar en lo profundo. 3o recuerdoe$actamente cu%ndo comencé por primera vez a pre0untarme seriamente por losprincipios fundamentales de la cosmovisión lacaniana. /or supuesto que no se trató deun arre"ato de claridad intelectual, sino de momentos desa0rada"les en los queinesperadamente me percata"a de que podr#a estar dedicando mi vida a una pr%ctica ya una teor#a profundamente viciadas. 7ue un proceso 0radual en el que lasinconsistencias de la teor#a lacaniana y los peli0ros de la terapia lacaniana comenzaronpro0resivamente a !acerse m%s y m%s evidentes a medida que mi comprensión so"relos mismos aumenta"a.En lo referente a la teor#a, fue el proceso de redacción del diccionario el principalresponsa"le de mi creciente escepticismo. En la medida en que me familiariza"a conlas enseanzas de Lacan, las contradicciones internas y la falta de conrmacióne$terna se !ac#an m%s evidentes. medida que trata"a de darle sentido a la retóricaestram"ótica de Lacan, se me !ac#a m%s claro que el len0ua&e confuso no escond#a unsentido m%s profundo, sino que, de !ec!o, era una manifestación directa de laconfusión in!erente a su propio pensamiento. /ero mientras la mayor#a de loscomentaristas de Lacan prefer#an imitar el estilo de su maestro y perpetuar laoscuridad, yo intenté disipar la ne"lina y de&ar al descu"ierto lo que sea que pudieseestar por detr%s 6incluso si eso si0nicara ver que el emperador esta"a desnudo6. En elprefacio a mi diccionario escri"#Esta oscuridad Ode la mayor parte de los escritos lacanianosP !a sido incluso vista comodeli"eradamente destinada a reservar el discurso lacaniano como propiedad e$clusivade una pequea elite intelectual, y prote0erlo de la cr#tica e$terna. 5i de esto setratara, nuestro diccionario se mueve en la dirección contraria, e intenta a"rir eldiscurso lacaniano a un escrutinio m%s amplio y a una empresa cr#tica.

'Evans ())* i$+rónicamente, fue este intento de a"rir la teor#a lacaniana al criticismo el quedesempeó uno de los papeles principales a la !ora de llevarme a rec!azarla.l tiempo que me volv#a cada vez m%s escéptico de la teor#a lacaniana, i"an creciendolas dudas respecto de las armaciones en favor de la pr%ctica del an%lisis lacaniano. =ipropio an%lisis en /ar#s demostró ser muy diferente y muc!o menos satisfactorio que elque !a"#a realizado en 9uenos ires. la !ora de determinar el modo en que el an%lisis!a"r#a de continuar, la personalidad del analista parec#a desempear un papel muc!om%s importante que la teor#a a la que éste suscri"#a. Las mismas conclusiones sedesprend#an tam"ién de mi propia la"or como practicante. Iacia ())* estuve viendomis propios pacientes, tanto en consultorio privado como en el departamento depsiquiatr#a de un !ospital estatal en el sur de Londres.Qc!o aos después, mi la"or como psicoterapeuta de pacientes e$ternos en el sector

de salud p4"lica en :ran 9retaa si0ue siendo una estupenda fuente de recuerdos. Iaycosas que aprend# en aquél entonces acerca de la naturaleza !umana, encerrado en unpequeo consultorio, cara a cara con desconocidos que volcaron en m# sus secretosm%s #ntimos, que no creo que pudiese !a"er aprendido de otra manera. 7ue unalección de !umildad, una e$periencia profunda y por momentos des0arradora. Creoque !u"o momentos en los que realmente ayudé a la 0ente. Iu"o otras veces que, meconsta, el impacto fue a lo sumo neutral o incluso posi"lemente per&udicial. /ero en lamedida en que enfrenta"a los dilemas con los que tantos otros terapeutas se !a"#anenfrentado, al0o lle0ó a estar a"solutamente claro 5iempre que tuve é$ito en ayudar a



al0uien fue porque de&é por un momento de lado la teor#a lacaniana y respond# desdemi intuición, empat#a y sentido com4n. /or el contrario, siempre que !ice lo que sesupon#a que de"#a !acer de acuerdo con la formación lacaniana que !a"#a reci"ido,raramente fue de ayuda. De !ec!o, con frecuencia de&a"a a las personas confundidas ydis0ustadas.Cuando conversa"a con mis cole0as durante el almuerzo del 0rupo semanal desesiones supervisadas, fui confrontado por una oleada de enfoques diferentes enpsicoterapia, cada uno con su propia terminolo0#a y técnicas cl#nicas. Godos esta"anconvencidos de que su enfoque particular era el me&or y aun as# las tasas derecuperación de los pacientes que trat%"amos no parec#an diferenciarse. Ia"l%"amosen diferentes idiomas, sin siquiera un criterio com4n por medio del cual nuestrasdiferentes perspectivas pudiesen ser evaluadas. La situación de la psicoterapia y elpsicoan%lisis era desesperante. 7inalmente me di cuenta de que no pod#a se0uire&erciendo ni el psicoan%lisis ni nin04n otro tipo de psicoterapia. Juz0ué en aquélentonces 6y lo si0o &uz0ando as#6 que no es ético para un terapeuta 6sea del tipo quefuere6 tratar a pacientes con un método del cual se al"er0an dudas. /or esta, entreotras razones, me fui retirando de a poco de la la"or cl#nica y decid# resolver mis dudas,de una u otra manera, desde el %rea m%s imparcial de la de la investi0aciónacadémica. 7ue as# que decid# !acer un doctorado.Lacan en Estados Unidos=e postulé a varias universidades, al0unas en :ran 9retaa y otras en Estados ;nidos.Los departamentos de psicolo0#a, por supuesto, queda"an descartados. 3o !a"#ainterés en Lacan en nin04n departamento respeta"le de psicolo0#a. =ientrasconsidera"a las alternativas, descu"r# que una destacada investi0adora lacaniana ten#aun lu0ar en un departamento de literatura comparada en la ;niversidad Estatal de3ueva <or?, en 94falo. =e pareció un lu0ar raro como para una investi0adoralacaniana, pero se lo atri"u# a la necesidad. 5upuse que se0uramente !a"#a sidoforzada a tal posición i0nominiosa a causa del pre&uicio contra el psicoan%lisis quereina"a en los departamentos de psicolo0#a an0loamericanos. =ientras los psicólo0oscultos en r0entina se complac#an en de&ar entrar solamente lacanianos a susdepartamentos, sus estrec!os cole0as en :ran 9retaa y Estados ;nidos no de"#ande&ar entrar a nin0uno. /or consi0uiente, los incomprendidos lacanianos en estospa#ses !a"r#an sido forzados a refu0iarse en los pocos departamentos que tuvieran la

mente lo sucientemente a"ierta como para admitirlos Los departamentos deliteratura y de estudios culturales. s# que me decid# por ir a 94falo.3o esta"a realmente interesado en literatura o teor#a literaria pero no cre# que esofuera realmente importante. Lo importante era tra"a&ar con un director que estuvierafamiliarizado y simpatizara con la o"ra de Lacan. dem%s, muc!as de lasinvesti0aciones que eran llevadas a ca"o por los 0raduados y los miem"ros de lafacultad en el departamento de literatura comparada en 94falo parec#an estar m%sli0ados a la losof#a que a la cr#tica literaria. Ciertamente, se trata"a m%s de losof#acontinental que de losof#a anal#tica, pero no de&a"a de ser losof#a y eso era lo que yorealmente quer#a !acer. 9usqué llevar a ca"o un profundo y ri0uroso an%lisis losócode la o"ra de Lacan para ver si pod#a resolver mis persistentes dudas acerca de lasinconsistencias y falacias que i"a constantemente descu"riendo./ronto descu"r# que tal enfoque no enca&a"a muy "ien con la atmósfera de 94falo.

Gampoco los 0raduados o mi director parec#an particularmente preocupados porinda0ar si las perspectivas de Lacan eran consistentes o correctas. /ara ellos era unacuestión trivial que demostra"a una in0enua y mala comprensión del corpus lacaniano./ara ellos, preocuparse por la e$actitud factual de la o"ra de Lacan era tan rid#culocomo preocuparse por la e$actitud factual de un poema o de una sinfon#a. El valor dela o"ra de Lacan no radica"a en la capacidad para descri"ir !ec!os, sino en su poderpara producir formas novedosas de interpretación de te$tos literarios. /or tratarse deinvesti0adores impre0nados de teor#a literaria, supuse que era una respuesta natural,pero me parec#a estar en total disonancia con el le0ado de la vida y o"ra de Lacan.



/ara Lacan no se trata"a de una cr#tica literaria, sino de una pr%ctica psicoanal#tica. pesar de la 0ran cantidad de tiempo que Lacan dedicó a la discusión de te$tosliterarios en sus seminarios y escritos, nunca !izo un solo intento de cr#tica literaria.Lacan no esta"a interesado en lo m%s m#nimo por la literatura en s# misma. 5iempreque Lacan discute una o"ra literaria o una pieza de arte, lo !ace por una y sólo unarazón /ara ilustrar un concepto psicoanal#tico de modo que otros psicoanalistaspuedan comprenderlo me&or y utilizarlo en su pr%ctica cl#nica./ara los lacanianos de 9uenos ires y /ar#s eso esta"a perfectamente claro. Ellos!a"r#an estado tan !orrorizados como el propio Lacan de ver la manera en que elpsicoan%lisis !a"#a sido pervertido por los cr#ticos literarios y los teóricos de la culturade :ran 9retaa y Estados ;nidos. Lacan se enfrentó enér0icamente contra aquelloque entend#a como una -!ermeneutización1 del psicoan%lisis, sosteniendo que elpsicoan%lisis no era una !ermenéutica 0eneral que puede ser -aplicada1 a cualquier%rea de investi0ación, sino una teor#a restrin0ida a un campo espec#co, a sa"er, elproceso de tratamiento psicoanal#tico. Lacan no le !u"iese podido importar menos laprofundización en la comprensión del arte y la literatura de sus alumnos, lo 4nico quele interesa"a era la profundización de su propia comprensión del psicoan%lisis. Elpsicoan%lisis era, en primer lu0ar, un método para tratar pacientes, y en se0undolu0ar, una teor#a de cómo ese método opera"a.un as#, la mayor#a de los lacanianos de 94falo no ten#an conocimiento ni e$perienciapersonal de tal método. Ellos le#an a Lacan e$clusivamente dentro del conte$to delcriticismo literario y rara vez 6si es que al0una vez lo !icieron6 pensaron en sufundamento cl#nico. 3o era de e$traarse que estuviesen tan poco preocupados acercade la consistencia y e$actitud de las ideas de Lacan. Ia"#an comprendido de maneraa"solutamente incorrecta la totalidad del proyecto de Lacan.Verdad y evidencia=e fui de 94falo dis0ustado y decid# continuar mi investi0ación doctoral en al04n otrolado. 8olv# al Neino ;nido en ())R para !acerme car0o de un puesto en eldepartamento de losof#a de la London 5c!ool of Economics, una de las facultades dela ;niversidad de Londres. La atmósfera all# no podr#a !a"er sido m%s distinta que la de94falo. El departamento de losof#a !a"#a sido fundado por arl /opper 6una de las0randes personalidades de la losof#a anal#tica6 y su inuencia era claramente visi"le.Las caracter#sticas de la escritura valoradas aqu# eran la claridad y la concisión, nada

de orituras retóricas estériles y di0resiones "arrocas. 5o"re todo, 0ente que e$i0#aevidencia. 3o importa cu%n o"via 'o cu%n rara+ pudiese ser una opinión, de nada serv#asi no era facti"le de ser respaldada.Fqu# fue cuando comencé a darme cuenta con creciente preocupación y ver0@enza deque realmente nunca me !a"#a pre0untado cu%l era la evidencia que sosten#a alpsicoan%lisisH 5implemente !a"#a sido arrastrado por el estilo y las orituras estil#sticasde dos 0randes profesionales de la pala"ra 67reud y Lacan6 sin detenerme apre0untarme lo m%s importante de todo AEn qué evidencia "asa"an armaciones detal enver0aduraB AEra la evidencia lo sucientemente sólida como para sostener talesarmacionesBCon 7reud al menos !a"#a !a"ido al0unos de"ates, tal como era constatado por lavariedad de o"ras de investi0ación destinadas precisamente a e$aminar esta cuestión.Los lósofos de la ciencia !a"#an de"atido por décadas el estatuto de las evidencias

provenientes del !istorial de casos de cara a los an%lisis estad#sticos en 0eneral, comoas# tam"ién el valor de los cuadros cl#nicos presentados por 7reud. Los psicoanalistas!a"#an estado menos dispuestos a someter al padre fundador de la disciplina a talri0uroso escrutinio, pero al menos al0unos !a"#an !ec!o el esfuerzo. 5us conclusionespod#an estar equivocadas pero reconoc#an la importancia de la cuestión.Con Lacan las cosas eran totalmente distintas. La pre0unta por la evidencia no !a"#asido siquiera formulada por sus se0uidores, sino que depositaron su conanza en loque el 0ran maestro !a"#a escrito, como si se tratase de un te$to sa0rado. Godo lo queLacan !a"#a dic!o esta"a "ien por el sólo !ec!o de que él lo !a"#a dic!o. Los de"ates



en los seminarios de Lacan eran solamente una cuestión de e$é0esis 6A2ué !a"r%querido decir el maestro con tal y tal fraseB6. 3adie nunca se tomó el tra"a&o de pasaral si0uiente nivel ló0ico para pre0untar AEsta"a en lo correctoB Eso lo da"an por!ec!o.A/or qué se supon#a a Lacan inmune a la cr#ticaB A5e supon#a que 0oza"a de al04n tipode infali"ilidad como el papaB ADe dónde ven#a esta infali"ilidadB AEra, en efecto, unasimple proyección de sus disc#pulos al u"icarlo en la posición de su&eto supuesto sa"er,e$presión lacaniana que desi0na la posición del analista frente al pacienteB En tal caso,AConsist#a la -curación1 en darse cuenta de que Lacan era un fraude, un impostor,al0uien que realmente no ten#a m%s acceso a la verdad que otros, y pro"a"lementemenos a4nBmplicó una cuota importante de valor !acerles estas pre0untas a mis ami0oslacanianos. Las respuestas eran por lo 0eneral sutilmente risueas -A2ué es verdadB1pod#an lle0ar a responder con una sonrisa condescendiente. -A3o me ir%s a decir quecrees en los !ec!os, noB1. =e empecé a percatar de que a pesar de todas esasconversaciones acerca de la verdad, ni a Lacan ni a sus se0uidores les importa"arealmente la cuestión. 7undamenta"an sus creencias "as%ndose m%s en sus deseosque en la evidencia apropiada. 2uedé paralizado, indi0nado por seme&ante ausencia deinterés por el sa"er, por seme&ante desperdicio de inteli0encia !umana, por seme&anteadopción desver0onzada de una ilusión por el "ien de una ilusión. De modo quecomencé a "uscar una manera m%s apropiada de comprender la mente.unque no ten#a idea de esto cuando me matriculé como estudiante de doctorado en laLondon 5c!ool of Economics, mi nuevo lu0ar de estudio se !a"#a convertido en unterreno fértil para una escuela de pensamiento que muc!os lacanianos pro"a"lemente!u"ieran visto como diametralmente opuesta a la suya. La psicolo0#a evolucionista, talcomo se la denomina"a, si "ien no 0oza"a de aceptación universal en la L5E, !ac#anotar su inuencia so"re todo por una serie de impactantes c!arlas p4"licas conocidascomo los -5eminarios Darwin1. Estos eventos mensuales 6que colma"an las salas deconferencias de universitarios, escritores y periodistas ansiosos por escuc!ar !a"lar dela teor#a darwiniana a oradores de renom"re internacional, tales como Daniel Dennett y5teven /in?er6 esta"an caracterizados por una conmoción intelectual que &am%s !a"#apresenciado con anterioridad. Eran or0anizados por Ielena Cronin, una mu&erdestacada que !a"#a sido comparada por al0unos periódicos con las damas parisinas a

cuyas salas asist#an los 0randes lósofos de la lustración.Los 5eminarios Darwin me proporcionaron e$actamente lo que !a"#a estado "uscando6un nuevo modo de mirar la mente !umana6, al0o completamente diferente de laciéna0a en la que !a"#a estado sumer0ido durante los 4ltimos cinco aos. Esto mesacó del dilema intelectual en el que me encontra"a, pasando de un estado en el queten#a una teor#a que sa"#a profundamente viciada pero sin al0una otra con quereemplazarla, a otro en el que pod#a ele0ir entre dos teor#as competidoras. De modoque emprend# la comparación entre las teor#as, tratando de o"servar con cu%l cuadra"ame&or la evidencia.qu# deseo pasar de una narrativa auto"io0r%ca a una discusión intelectual. 3o setrata de que mi recorrido intelectual se !aya vuelto m%s f%cil o menos interesante, sinotodo lo contrario. /asé un tiempo doloroso arranc%ndome la piel lacaniana muc!osmomentos de an0ustia al comenzar a pre0untarme si mis dudas acerca del

psicoan%lisis no eran motivadas por al04n deseo reprimido o si no se trata"a tan sólode un tipo de -reacción terapéutica ne0ativa1 o resistencia en contra del proceso dean%lisis. /ero puesto que fueron los ar0umentos y la evidencia emp#rica 6y no al04ndeseo reprimido6 los que nalmente me convencieron de des!acerme por completo deLacan y de convertirme en un psicólo0o evolucionista, es a los ar0umentos y a laevidencia a lo que de"o retornar a continuación.5i "ien es cierto que, tal como !e sealado con anterioridad, muc!os lacanianos ven ala psicolo0#a evolucionista como al0o diametralmente opuesto a su propia cosmovisión,e$isten sin em"ar0o al0unas cone$iones sorprendentes. Esto se de"e a que Lacan fue



uno de los primeros psicoanalistas en !a"lar de los conceptos provenientes de laetolo0#a y de las ciencias co0nitivas, las dos ciencias que posteriormente dar%n las"ases a la psicolo0#a evolucionista. Es cierto que fue totalmente cr#tico de estas dosnuevas disciplinas y que nalmente lle0ó a rec!azarlas en favor de un retorno a unavisión freudiana m%s tradicional, pero no es menos cierto que !u"o momentos en quese mostró m%s favora"le respecto de ellas. Los motivos del cam"io de dirección deLacan van !asta el n4cleo mismo de un de"ate que si0ue siendo pertinente !oy en d#a6A/oseen las nuevas teor#as "ioló0icas y computacionales de la mente los recursosconceptuales necesarios como para tratar adecuadamente las emociones y lasu"&etividad, o se requiere una comprensión psicoanal#tica para dar cuenta de estascuestionesB6. Este fue el de"ate en el cual me introdu&o el encuentro con la psicolo0#aevolucionista.Lacan y la etologíaQcupémonos primeramente de la etolo0#a. "ordado en retrospectiva, al0unas de laso"servaciones de Lacan acerca de la etolo0#a pueden ser vistas como incre#"lementeproféticas. En el momento en que Lacan comenzó a desarrollar su concepto del estadiodel espe&o a mediados de la década de ()MS, el estudio cient#co del comportamientoanimal esta"a apenas comenzando. Los tra"a&os de onrad Lorenz, fundador de laetolo0#a, !a"#an comenzado a atraer la atención de muc!os zoólo0os pero permanec#acompletamente i0norado por los psicólo0os, los cuales se se0u#an aferrando a la ideade que e$ist#a una -"rec!a insalva"le1 entre los seres !umanos y los animales. Conposterioridad a la nalización de la 5e0unda :uerra =undial, los psicólo0os ir#anacerc%ndose cada vez m%s a la etolo0#a a medida que desarrolla"an una ciencia delcomportamiento m%s orientada a lo "ioló0ico y Jo!n 9owl"y tra#a estos desarrollos almundo del psicoan%lisis. 3o o"stante, !acia ()M* Lacan era el 4nico que anticipa"aesta tendencia. 7ue en ese mismo ao que presentó su art#culo acerca del -estadio delespe&o1 a una audiencia atónita en el T8 Con0reso /sicoanal#tico nternacional en=arien"ad.Lacan comenzó por descri"ir un e$perimento denominado -prue"a del espe&o1, el cual!a"#a sido realizado por su ami0o el psicólo0o Ienri Kallon en ()M(. Kallon !a"#acomparado las reacciones de nios y c!impancés al ver su ree&o en un espe&o.Descu"rió que, en torno a los seis meses, tanto !umanos como c!impancés comienzana reconocer que la ima0en en el espe&o es la de ellos mismos. 3o o"stante, Kallon

sostuvo que !a"#a una diferencia importante entre las reacciones que el nio y elc!impancé ten#an a continuación. Los nios queda"an fascinados con su ree&o y seinclina"an para e$aminarlo desde cerca, moviendo sus miem"ros para e$plorar larelación entre la ima0en y la realidad. Los c!impancés, por el contrario, r%pidamenteperd#an interés y comenza"an a mirar otras cosas.Lacan usó estas o"servaciones como trampol#n para ela"orar una e$plicación deldesarrollo de la su"&etividad !umana que es intr#nsecamente, aunque a veces demanera impl#cita, comparativa por naturaleza. La su"&etividad !umana era 4nicamentecomprensi"le por contraste con nuestros parientes m%s cercanos, los c!impancés. Ioyen d#a, cuando la teor#a evolucionista comienza a ser reconocida como una!erramienta poderosa para la comprensión de la mente !umana, tal enfoque no nossorprende. Las o"servaciones de Kallon acerca de los diferentes modos en que!umanos y c!impancés reaccionan al reconocer su propio ree&o se !a convertido

incluso en una cuestión frecuente en la literatura. En la década de ()RS se !icieronmuc!as cosas con la in0eniosa versión de la prue"a del espe&o que el psicólo0oestadounidense :ordon :allup ideó para pro"ar la autoconciencia en c!impancés':allup ()RS+. /ero no de"er#amos de&ar que el anacronismo nos impida reconocer lanaturaleza previsora de las o"servaciones de Lacan en ()M*. En momentos en que lapsicolo0#a comparada da"a recién sus primeros pasos y la mayor#a de los psicólo0osconsidera"an las comparaciones entre !umanos y animales como irrelevantes en elme&or de los casos, la decisión de Lacan de evocar el e$perimento de Kallon como"ase para un nuevo concepto psicoanal#tico fue sumamente audaz.



Es curioso que, sin em"ar0o, Lacan no continuase en esta l#nea !asta convertirse en undefensor entusiasta de la -etolo0ización1 del psicoan%lisis al modo de Jo!n 9owl"y. =%sque llevar el concepto del estadio del espe&o al territorio ine$plorado de la psicolo0#aevolucionista, como otros lo !ar#an décadas después, Lacan trató de introducirlo alcorpus freudiano. En el transcurso de las décadas si0uientes, las o"servacionesiniciales acerca del estadio del espe&o como fase de maduración "ioló0ica lle0aron aser cada vez m%s solapadas por interpretaciones menos li0adas al desarrollo. iniciosde la década de ()US el estadio del espe&o ya no era siquiera un momento en la vidadel nio, sino una -estructura permanente en la su"&etividad1 'Evans ())* ((U+, una-relación li"idinal esencial con la ima0en corporal1 'Lacan ()UM" (V+.Estos desarrollos en el concepto del estadio del espe&o de Lacan son un modelo apequea escala de los cam"ios a 0ran escala operados en su o"ra. Qtras "etas de suo"ra muestran el mismo ale&amiento del mundo emp#rico de la "iolo0#a en pos delmundo metaf#sico de las -estructuras1. =ientras el primer Lacan a"unda en referenciasa la etolo0#a, éstas son cada vez m%s reducidas a medida que se desarrolla su tra"a&o.En la versión de ()V) del art#culo del estadio del espe&o, Lacan cita e$perimentos conpalomas y lan0ostas para fundamentar sus o"servaciones acerca de la importancia dela ima0en 'Lacan ()V) M+. Cinco aos m%s tarde, si0ue !aciendo referenciasocasionales a conceptos etoló0icos como por e&emplo -mecanismo innato de descar0a1y citando los nom"res de Lorenz y Gin"er0en 'Lacan ()UMWUV (>(+. 5in em"ar0o, pocotiempo después, Lacan comienza a ale&arse de la etolo0#a. 5u tan pre0onado -retorno a7reud1, anunciado en ()UM, lleva a Lacan a e$plorar aquellos aspectos de la o"ra de7reud que no enca&a"an tan f%cilmente con la "iolo0#a moderna. l comenzar ae$aminar el concepto freudiano de -instinto de muerte1, por e&emplo, Lacanr%pidamente se percata de la imposi"ilidad de darle un si0nicado "ioló0ico. /ero enlu0ar de concluir que el concepto freudiano era, por lo tanto, innecesario, Lacan tratóde rescatarlo insistiendo en que 7reud no !a"#a querido referirse al concepto "ioló0icoEl instinto de muerte ya no se trata"a de -una cuestión de "iolo0#a1, pasa"a a sealarLacan 'Lacan ()UMa (S>+. /ero los escritos de 7reud no eran tan malea"les. 5u teor#ade los instintos esta"a formulada en un marco e$pl#citamente "ioló0ico. De modo queLacan se vio o"li0ado a evocar retorcidas parado&as para rescatar su interpretación no"iolo0icista de 7reud, -la "iolo0#a freudiana no tiene nada que ver con la "iolo0#a1,seala"a 'Lacan ()UVWUU RU+1.

A/ero de qué se trata"a esta -"iolo0#a freudiana1 si no ten#a nada que ver con la"iolo0#a realB Lacan nunca lo e$plicitó. 5i0uió reela"orando la teor#a de los instintos de7reud a modo de quitar pro0resivamente todo tipo de contacto con la etolo0#a y lapsicolo0#a comparada. Comenzó a reproc!arle a 5trac!ery el !a"er traicionado a 7reudtraduciendo Grie" por -instinto1, sosteniendo que esta decisión desdi"u&a"a ladistinción freudiana entre el Grie" !umano y el nstin?t animal. El término freudianoestar#a me&or traducido por -pulsión1, ar0umenta"a Lacan a los nes de acentuar elcontraste entre el comportamiento e$i"le y determinado culturalmente de los!umanos y el comportamiento r#0ido y "ioló0icamente determinado de los animales.La idea de una separación radical entre !umanos y animales, ortodo$ia cuestionadaaudazmente por Lacan en sus o"servaciones acerca del estadio del espe&o de ()M*,a!ora comenza"a a ltrarse en su propia o"ra. Iacia mediados de la década de ()US,Lacan comenzó a ser cada vez m%s inuenciado por el antropólo0o francés Claude

LéviW5trauss, quien sosten#a que -naturaleza1 y -cultura1 est%n separados por unenorme a"ismo ontoló0ico. Esto alentó a Lacan a profundizar a4n m%s su lecturaculturalista de 7reud. Cada término "ioló0ico en la o"ra de 7reud fue reinterpretadocomo una met%fora de al04n fenómeno cultural. Las o"servaciones de 7reud respectodel falo, sosten#a Lacan, no ten#an nada que ver con al0o tan supercial como elór0ano "ioló0ico, sino que se refer#an a un s#m"olo cultural. La teor#a resultantementefalsa de 7reud acerca del -or0asmo va0inal1, pod#a ser rescatada al sostener que no setrata"a de al0o li0ado a la "iolo0#a, sino a la satisfacción psicoló0ica 'Lacan ()R>WRM(VU+.



Esta estrate0ia, sin em"ar0o, esta"a condenada al fracaso. /areció salvar la o"ra de7reud de la refutación de la "iolo0#a moderna, pero al precio de quitarle toda relevanciaemp#rica. El 7reud de la "iolo0#a esta"a errado, pero al menos proporciona"aarmaciones claras y facti"les de ser puestas a prue"a. El 7reud de la lin0@#sticacultural que inventó Lacan, por otro lado, era a"solutamente imposi"le de ser puesto aprue"a. 3o solamente era inmune a la evidencia en su contra que pudiese provenir dela "iolo0#a, sino que era a"solutamente inmune a cualquier tipo de evidencia. Lacanrescató a 7reud de un encuentro letal con la "iolo0#a moderna separ%ndolo porcompleto del universo cient#co./or supuesto, no es as# como lo vio Lacan. En el momento en que Lacan comenzó areinterpretar a 7reud como un teórico de la cultura, esto no era visto como una patentemovida anticient#ca, tal como se nos !ace claramente visi"le !oy. mediados de ladécada de ()US los tra"a&os de LéviW5trauss y otros antropólo0os reforza"an lapromesa de una ciencia de la cultura verdaderamente autónoma. Estos antropólo0osvieron el desarrollo de la teor#a del estructuralismo lin0@#stico como la posi"ilidad deproporcionar una "ase no "ioló0ica, aunque i0ualmente cient#ca, para el estudio de lacultura. Con0ruentemente con el énfasis puesto en la distinción entre cultura ynaturaleza, entre !umanos y animales, dividieron la investi0ación cient#ca en dosmundos separados. Las ciencias naturales, incluyendo la "iolo0#a, pod#an tomar suinspiración de la f#sica, mientras que las ciencias sociales pod#an mirar a la lin0@#stica ala !ora de esta"lecer sus fundamentos y métodos. 5e supuso que los dos tipos deciencia eran i0ualmente cient#cos pero autónomos e independientes.Esta perspectiva de las ciencias sociales !a sido denominada -=odelo Est%ndar de lasCiencias 5ociales1, puesto que !a prevalecido en la antropolo0#a, la sociolo0#a y lapsicolo0#a durante 0ran parte del si0lo TT 'Goo"y y Cosmides ())> >M+. 5in em"ar0o,en la 4ltima década, el =odelo Est%ndar de las Ciencias 5ociales !a comenzado adesmoronarse como consecuencia de su pro0resivo reemplazo por una visión m%sinte0rada de la ciencia. La idea de la ciencia como una actividad que discurre por doscarriles separados est% siendo cada vez m%s cuestionada en la medida en que losinvesti0adores comienzan a reconocer lo que realmente es El 4ltimo refu0io de latam"aleante noción creacionista de una "rec!a entre los !umanos y el resto de losanimales. lentados por la visión de la ciencia como una actividad fundamentalmenteunicada, con una metodolo0#a 4nica y co!erente, los investi0adores contempor%neos

desconf#an de cualquier intento de separar la psicolo0#a de la "iolo0#a. Edicando so"reel tra"a&o de los etólo0os, los psicólo0os evolucionistas est%n construyendo una cienciaunicada del comportamiento rmemente "asada en la teor#a "ioló0ica. 5u tra"a&oinuye cada vez m%s a la investi0ación en las %reas de la antropolo0#a, la lin0@#stica,las ciencias co0nitivas y la econom#a. El =odelo Est%ndar de las Ciencias 5ociales est%siendo reemplazado por un nuevo -=odelo de Causas nte0radas1.Desde el punto de vista favora"le del cam"io de paradi0ma acaecido en la actualidad,el desarrollo intelectual de Lacan adquiere una afectación tr%0ica. 5u tempranaincursión en la etolo0#a parece inquietantemente profética. 5i Lacan la !u"ieseprose0uido un poco m%s, podr#a quiz%s !a"er sido uno de los primeros en cuestionar la!e0emon#a de 7reud e iniciar el movimiento en pos de una psicolo0#a m%s "asada en la"iolo0#a. En lu0ar de eso, volcó su ener0#a en lo que nalmente demostrar#a ser un!istórico calle&ón sin salida 6el condenado al fracaso pro0rama de investi0ación del

=odelo Est%ndar de las Ciencias 5ociales6.La conversión de Lacan presenta un curioso paralelo con el recorrido intelectual delpropio 7reud. 7reud comenzó como "iólo0o. 5us primeras pu"licaciones fueron art#culosde anatom#a y siolo0#a. /osteriormente comenzó a interesarse por la neurolo0#a ydurante al04n tiempo "uscó un modo de formular a la psicolo0#a en términosneuroló0icos. El /royecto de una /sicolo0#a Cient#ca '(X)U+, sin em"ar0o, nunca fuecompletado. Las estram"óticas especulaciones acerca de las cone$iones neuronalesresultaron imposi"les de ser corro"oradas ya que !acia nales del si0lo TT no !a"#amanera de ver a un cere"ro en funcionamiento. Los an%lisis post mórtem eran el 4nico



modo de descu"rir al0o m%s acerca de la estructura del cere"ro y se depend#a demicroscopios de muy poca potencia. falta de !erramientas tales como la ma0en porNesonancia =a0nética funcional, la cual puede mostrar se0undo a se0undo los cam"iosde los patrones de actividad del cere"ro en funcionamiento, o los microscopioselectrónicos, los cuales pueden revelar la delicada estructura de la !endidura sin%ptica7reud no tuvo otra opción que continuar con un enfoque menos li0ado a la neurolo0#a.Después del /royecto, se fue ale&ando cada vez m%s de la "iolo0#a, adoptando unenfoque pro0resivamente co0nitivo, para nalmente desem"ocar en una perspectivapredominantemente cultural. 5i !u"iese nacido un si0lo después, las cosas !u"iesensido muy distintas. 7reud !u"iese quedado fascinado por los recientes desarrollos enneurociencias. Con un esc%ner de N= a su disposición, ser#a muy pro"a"le que nunca!u"iese inventado el psicoan%lisis.Lacan y las ciencias cognitivas

Godo esto en cuanto a la etolo0#a. El otro pilar de la psicolo0#a evolucionista son lasciencias co0nitivas y Lacan tam"ién fue uno de los primeros psicoanalistas en !a"larde esta disciplina. En la década de ()US Lacan lle0ó a estar fascinado por al04n tiempocon el modelo computacional de la mente que encontramos en el corazón de lasciencias co0nitivas. Ioy en d#a, la idea de que la mente es una computadora es centralpara 0ran parte de los tra"a&os en inteli0encia articial, lin0@#stica, losof#a,neurociencia e incluso antropolo0#a. 5in em"ar0o, la psicolo0#a !a sido la que m%s se!a favorecido. l proporcionarle a la psicolo0#a un len0ua&e preciso en el cual las!ipótesis facti"les de ser puestas a prue"a pueden ser formuladas con claridad, lateor#a computacional de la mente !a dado a luz un nuevo campo 6la psicolo0#aco0nitiva6 del que podr#a decirse que constituye la primera e$plicación realmentecient#ca de cómo funciona la mente.La 0ente con frecuencia !a intentado entender la mente compar%ndola con lo 4ltimode la tecnolo0#a. En los si0los pasados la mente !a sido descripta como un relo&, comoun sistema de telé0rafos y como otras tantas cosas. 7reud no estuvo e$ento de estatendencia. propi%ndose de la ciencia de su tiempo 6los desarrollos en !idr%ulica delsi0lo TT6 ima0inó a la mente como un sistema de canales de nave0ación. Los canalespueden a veces estar "loqueados, en cuyo caso el uido r%pidamente des"ordar% otrocanal. El pro"lema con todas estas comparaciones es que no son m%s que interesantesmet%foras. 3o ayudaron demasiado a pro0resar en nuestra comprensión de la mente

puesto que no proporcionan una manera n#tida de derivar predicciones facti"les de serpuestas a prue"a. En particular, la dimensión cuantitativa no e$iste en estos modelos.La presión 'Dran0+ del -a0ua mental1 en el modelo !idr%ulico de la mente presentadopor 7reud era, en teor#a, un fenómeno cuantitativo 'o -económico1+, sólo que 7reud notuvo é$ito en precisar la manera de medirlo.

Godo esto cam"ió con la -revolución co0nitiva1. La comparación de la mente con unacomputadora se diferenció de las analo0#as tecnoló0icas anteriores en la medida enque el preciso len0ua&e del procesamiento de información permitió la formulación clarade !ipótesis acerca de la mente facti"les de ser puestas a prue"a, frecuentemente demodos suscepti"les de ser investi0ados por medio de métodos cuantitativos. dem%s,intuitivamente resultó muc!o m%s su0erente la comparación de la mente con unacomputadora antes que con un relo& o con un sistema de irri0ación. Después de todo,tanto la función de la mente como la de la computadora es procesar información 6no

marcar la !ora o distri"uir a0ua6. diferencia de las comparaciones anteriores,entonces, la teor#a computacional de la mente puede ser tomada de manera literal 3ose trata de que la mente sea como una computadora, sino que la mente es unacomputadora.La revolución co0nitiva se e$tendió a la psicolo0#a en la década de ()*S, desplazandoal paradi0ma conductista que !a"#a dominado desde la década de ()>S. 5us or#0enes,sin em"ar0o, los encontramos en la década de ()US. 5i en al04n momento tuviéramosque sealar la fec!a de nacimiento de las ciencias co0nitivas, se0uramente lo !ar#amosel (( de septiem"re de ()U*. 7ue en ese d#a que se presentaron tres art#culos de 0ran



importancia en un !istórico encuentro en el nstituto de Gecnolo0#a de =assac!usetts'=G+. llen 3ewell y Ier"ert 5imon !a"laron acerca de la -m%quina de teor#a ló0ica1,inau0urando la actual disciplina de la nteli0encia rticial '3ewell and 5imon ()U*+.3oam C!oms?y trazó -tres modelos para la descripción del len0ua&e1 en un art#culoque !a sido considerado el iniciador de la lin0@#stica moderna 'Dennett ())U MXVC!oms?y ()U*+. :eor0e =iller, por 4ltimo, presentó un art#culo acerca de la memoria acorto plazo que es actualmente reconocido como uno de los art#culos fundamentalesde la psicolo0#a co0nitiva '=iller ()U*+./ero el interés de Lacan por el modelo computacional de la mente es incluso anterior.En ()UU, un ao antes del nacimiento de las ciencias co0nitivas y una década antes deque la revolución co0nitiva estuviese en pleno proceso de desarrollo, Lacan da"a unaconferencia en la 5ociedad 7rancesa de /sicoan%lisis so"re la tem%tica -/sicoan%lisis yci"ernética1 'Lacan ()UVWUU >)VWMSX+. En esta conferencia, e$plora"a al0unosconceptos "%sicos de la teor#a computacional, incluyendo el códi0o "inario y el uso delas compuertas 3D y QN para computar funciones ló0icas. 9as%ndose en 3or"ertKeiner 6el matem%tico que, &unto con rturo Nosen"leut!, acuaron el término-ci"ernética1 en ()VR6 Lacan invita"a a su audiencia a pensar la mente en términos deprocesos de información, acentuando la importancia de la lin0@#stica en esta iniciativa.nalizado en retrospectiva, tales o"servaciones parecen ciertamente proféticas. Ioy end#a, el paradi0ma dominante en psicolo0#a es el co0nitivo. La mente no solamente escomparada con una computadora, sino que los pro0ramas que ri0en los cientos deprocesos mentales espec#cos se !an descripto en términos al0or#tmicos. Como Lacanprevió en ()UU, la lin0@#stica !a desempeado un papel fundamental en la revoluciónco0nitiva. Los tra"a&os de C!oms?y, so"re todo, proporcionaron la primera idea clarade cómo se ver#a en su totalidad un pro0rama de investi0ación 0uiado por la teor#acomputacional de la mente.un as#, pese a su primera intuición acerca de la importancia de la etolo0#a, Lacanr%pidamente perdió su interés por la ci"ernética y la teor#a computacional. 2uiz%s tuvola sensación de que el len0ua&e del procesamiento de información no se amolda"af%cilmente al modelo !idr%ulico de la mente postulado por 7reud. 2uiz%s incluso lle0ó apercatarse de que la naturaleza di0ital del primero era incompati"le con la naturalezaanaló0ica de este 4ltimo. 5ea cual fuere el motivo, sin em"ar0o, Lacan optó porcontinuar con el vie&o modelo freudiano en lu0ar de adentrarse en el nuevo modelo

computacional. ;na vez m%s, con el "enecio de una mirada retrospectiva, vemos aLacan deam"ulando por un calle&ón sin salida cuando podr#a f%cilmente !a"er ayudadoa a"rir el camino a una ciencia futura.El cam"io de dirección se !ace evidente en los tra"a&os posteriores de Lacan, en loscuales se ale&a cada vez m%s de la década de ()US, si0nada por el énfasis en lalin0@#stica saussuriana y &a?o"soniana, volviendo al modelo !idr%ulico de la mente./ara la década de ()RS, el m#tico -uido mental1 postulado por 7reud, la li"ido, !a"#arecuperado el centro del escenario en el pensamiento de Lacan "a&o la forma deltérmino -0oce1 '&ouissance+ 'Evans ())X((+. /ero en nin04n lado el cam"io de actitudde Lacan es m%s evidente que en sus comentarios lue0o del encuentro con C!oms?yen el =G en ()RU. De acuerdo con una de las versiones, Lacan quedó !orrorizado delenfoque de C!oms?y acerca del estudio de la len0ua. -5i eso es ciencia1, comentódespués de su conversación con el 0ran lin0@ista estadounidense, -Fentonces preero

ser poetaH1.A2ué fue lo que a Lacan no le 0ustó del enfoque de C!oms?yB 5u e$presión acerca depreferir ser un poeta puede su0erir la estereotipada -visión rom%ntica del cient#cocomo asesino de la "elleza1 'Dennett ())U MX*+. Ciertamente esto es lo que pareceestar detr%s de la fuerte oposición a C!oms?y que sur0ió en los departamentos delen0ua e$tran&era de la mayor#a de las 0randes universidades estadounidenses en ladécada de ()*S. Los cole0as de C!oms?y, pertenecientes a las !umanidades 'lalin0@#stica fue clasicada como una de las !umanidades en el =G, donde tra"a&a"aC!oms?y+, condenaron su teor#a de la sinta$is acus%ndola de -terri"le representante



del cienticismo listeo, dec#an que se trata"a de un estrepitoso asalto, por v%ndalostecnócratas, de las "ellas, inanaliza"les e informaliza"les sutilezas del len0ua&e1'Dennett ())U MXUWMX*, énfasis del ori0inal+. /ero la oposición de Lacan a C!oms?y sindudas de"ió !a"er estado motivada por una consideración diferente. Después de todo,Lacan fue famoso por su decidida y para nada rom%ntica visión del -su&eto1 y por suinsistencia en formalizar el -al0oritmo1 del si0no lin0@#stico y analizar las -estructuras1del -discurso1 del paciente. Lacan armó estar del lado de la ciencia y e$!i"ió suscredenciales mecanicistas al rec!azar al !umanismo por ser -una "olsa de vie&oscad%veres1 'Lacan ()UVWUU >SX+. FLa o"&eción de Lacan a C!oms?y se0uramente nopodr#a estar fundada en la trillada visión rom%ntica de la cienciaHAQ s# podr#a estarloB 2uiz%s las constantes o"servaciones de Lacan acerca de laformalización del psicoan%lisis y sus armaciones de estar del lado de la ciencia lo eransólo de la "oca para afuera. 2uiz%s Lacan fue todo el tiempo un rom%ntico encu"ierto.Esta interpretación alternativa no es tan inveros#mil como podr#a parecer a primeravista. l0unas de las pu"licaciones iniciales de Lacan versa"an so"re la revistasurrealista =inotauro 6de !ec!o, su interés por el surrealismo es anterior a su interéspor el psicoan%lisis6. 2uiz%s Lacan realmente nunca a"andonó sus simpat#as inicialespor el surrealismo, con su visión neoWrom%ntica de la locura como -"elleza convulsa1,su oda a la irracionalidad y su !ostilidad al cient#co que asesina a la naturaleza paradisecarla.l04n 0rado de apoyo de esta interpretación, paradó&icamente, puede encontrarse enlos intentos de Lacan de desarrollar una notación matem%tica para la teor#apsicoanal#tica. 5us fórmulas y dia0ramas dan una impresión inicial de ri0or cient#co, almenos al o&o sin formación cient#ca, pero al ser e$aminadas m%s de cerca resultaevidente que no respetan ni siquiera las re0las matem%ticas m%s elementales '5o?al Y9ricmont ())X+. Estas ecuaciones supuestamente est%n para !acer efectivo elproclamado deseo de formalizar el psicoan%lisis. El !ec!o de que matem%ticamente noten0an sentido desmiente tal armación. 5i Lacan !u"iese estado realmentepreocupado por la formalización de su disciplina, se0uramente !a"r#a tenido m%scuidado en que le cierren los n4meros. 2ue no lo !aya !ec!o su0iere que esta"ainteresado m%s en la retórica de la formalización que en la formalización misma. /araLacan, -formalización1 y -matematización1 fueron solamente met%foras, meras frasesele0antes para su tecnopoes#a neosurrealista. 3o sorprende, entonces, que cuando

viera a C!oms?y comprometido con un intento verdaderamente ri0uroso de auténticaformalización se sintiese !orrorizado.ConclusiónEn el momento de mi primer encuentro con Lacan en ())>, no sa"#a pr%cticamentenada de ciencia. Como todo nio en :ran 9retaa, !a"#a tenido una instrucción "%sicaen f#sica, qu#mica y "iolo0#a en el cole0io, la cual consist#a solamente en !ec!os ycifras aisladas, sin nin0una perspectiva de tipo m%s 0eneral. /eor a4n, la cienciaaprendida en la escuela secundaria no me !a"#a proporcionado nin04n conocimientoacerca del proceso de descu"rimiento cient#co y de la ló0ica de la evidencia y laar0umentación. Continué con el estudio de idiomas y lin0@#stica en la universidad, peroa4n all# el acento esta"a puesto tanto en la literatura como en el estudio cient#co dellen0ua&e. 3o resulta sorprendente, entonces, que cuando me topase con las ideas de

Jacques Lacan, apenas 0raduado, no pudiese ver sus importantes deciencias.

ctualmente ten0o una me&or comprensión de cómo funciona la ciencia, aquellasdeciencias me resultan tan evidentes que a veces me aver0@enzo de !a"er sido tanin0enuo.unque ya !ace varios aos que estudié literatura comparada en 94falo y que perd#"astante del contacto con el mundo de la cr#tica literaria, sé que todav#a !ay unacantidad importante de investi0adores en Estados ;nidos y :ran 9retaa que se si0uenapoyando en la teor#a lacaniana para realizar sus investi0aciones, lo cual me apena"astante. 2uiz%s su sostenida conanza en Lacan se de"a a su escasa comprensióncient#ca, tal como me sucedió a m#. 5ospec!o profundamente que si dedicaran un



poco de tiempo a familiarizarse con los principios del descu"rimiento cient#co y conlos descu"rimientos de la "iolo0#a y psicolo0#a contempor%nea, lle0ar#an aconclusiones similares a las m#as. De"er#an desuponer a Lacan del conocimientosecreto que parecen atri"uirle actualmente y mirarlo como aquello que realmente fue 6al0uien totalmente equivocado y quiz%s !asta tr%0icamente en0aado6.ReferenciasC!oms?y, 3. ()U*. -G!ree models for t!e description of lan0ua0e1. IE !ransactions onInformation !heory . GW>'M+ (MWUV.Dennett, D. ())U. "ar#in$s "angerous Idea. 3ew <or? 5imon Y 5c!uster, London/en0uin. OEdición en espaol Dennett, D. ())). %a peligrosa idea de "ar#in.9arcelona. :ala$ia :uten"er0.P.Evans, D. ())*. &n Introductory "ictionary of %acanian 'sychoanalysis. London Y 3ew

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9ar?ow, L. Cosmides and J. Goo"y, ()W(MR. Q$ford Q$ford ;niversity /ress.cerca del autor Dylan Evans es profesor ad&unto de la c%tedra de 5istemasnteli0entes utónomos en la ;niversidad del Qeste de n0laterra, 9ristol, Neino ;nido.!ttp[[www.dylan.or0.u?

Dylan Evans. De Lacan a Darwin

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