e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los...

13
e Gemma Ir. Pérez Zalduondo Las sociedades musicales en Almería, Granada y Sevilla entre 1900 y 1936 El estudio de las sociedades musicales en el sur peninsu- lar se centra en este artículo en las ciudades de Almería, Gra- nada y Sevilla, con la acotación cronológica del periodo 1900- 1936. Pese a que estas tres ciudades se encuentran durante este periodo en estadios sociales, económicos y demográficos bien diferenciados, sin embargo las tres tienen unos rasgos comu- nes que permiten a la autora realizar una periodización en el desarrollo de las sociedades musicales. A study of the music societies situated in the south of the penin- sula, centringon the cities of Almería, Granada and Seville, during the period 1900-1936. Despite the demographic, economic and social differences between these three cities, all three have a num- ber of features in common, allowing the author to periodise the deve- lopment of music societies in this region. Los datos utilizados para elaborar este trabajo han tenido como fuente principal la prensa diaria de Almería, Granada y Sevilla en el marco cronológico que define el principio de la centuria y la Guerra Civil española'. Las razones de tal delimitación tem- poral son obvias, no así la elección de estas tres ciu- dades, que responde fundamentalmente a necesi- dades instrumentales. Se trata de tres sociedades en estadios distintos, ya que este periodo supuso para Almería un retroceso de población, una vez agota- dos los filones de las exportaciones mineras a media- dos del XIX. Por el contrario, Granada vivía un cre- cimiento demográfico lento en las décadas iniciales del siglo, mientras que Sevilla era escenario de un desarrollo de base principalmente urbano. Tal disparidad no supone, sin embargo, un ele- mento negativo, puesto que de las tres ciudades, 1 Proyecto de Investigación "Sociedades Musicales en Andalucía (1900-1936)" financiado por el Centro de Documentación Musical de la Junta de Andalucía. dos son las más activas culturalmente en la época en Andalucía, mientras que la vida musical en la tercera de ellas, Almería, puede ser tomada como ejemplo de otras muchas pequeñas localidades. Pese a los rasgos singulares, los resultados obte- nidos señalan tendencias comunes que permiten establecer la existencia de tres periodos diferencia- les, en consonancia con los acontecimientos histó- ricos, sociales y culturales que definen la historia de España hasta la Guerra Civil. Los comienzos del siglo son, de hecho, extensión del final de la centuria anterior, con rasgos que, como el apogeo de la ópera italiana, desaparecieron con el inicio de la Primera Guerra Mundial. Simul- táneamente, fueron tomando impulso los intentos de organización de conciertos, y estos conatos de vida concertística fueron el preludio de la implan- tación y desarrollo de las sociedades, los agentes más activos y ricos de la vida musical andaluza en esta época, que vivieron su momento más brillante en 323

Transcript of e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los...

Page 1: e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los sábados. 3 Las obras fueron Aida, La Bohtme, Lucia di Lammermoor, Mefistófele,

e GemmaIr. Pérez Zalduondo

Las sociedades musicales en Almería,Granada y Sevilla entre 1900 y 1936

El estudio de las sociedades musicales en el sur peninsu-lar se centra en este artículo en las ciudades de Almería, Gra-nada y Sevilla, con la acotación cronológica del periodo 1900-1936. Pese a que estas tres ciudades se encuentran durante esteperiodo en estadios sociales, económicos y demográficos biendiferenciados, sin embargo las tres tienen unos rasgos comu-nes que permiten a la autora realizar una periodización en eldesarrollo de las sociedades musicales.

A study of the music societies situated in the south of the penin-sula, centringon the cities of Almería, Granada and Seville, duringthe period 1900-1936. Despite the demographic, economic andsocial differences between these three cities, all three have a num-ber of features in common, allowing the author to periodise the deve-lopment of music societies in this region.

Los datos utilizados para elaborar este trabajohan tenido como fuente principal la prensa diaria deAlmería, Granada y Sevilla en el marco cronológicoque define el principio de la centuria y la GuerraCivil española'. Las razones de tal delimitación tem-poral son obvias, no así la elección de estas tres ciu-dades, que responde fundamentalmente a necesi-dades instrumentales. Se trata de tres sociedades enestadios distintos, ya que este periodo supuso paraAlmería un retroceso de población, una vez agota-dos los filones de las exportaciones mineras a media-dos del XIX. Por el contrario, Granada vivía un cre-cimiento demográfico lento en las décadas inicialesdel siglo, mientras que Sevilla era escenario de undesarrollo de base principalmente urbano.

Tal disparidad no supone, sin embargo, un ele-mento negativo, puesto que de las tres ciudades,

1 Proyecto de Investigación "Sociedades Musicales en Andalucía(1900-1936)" financiado por el Centro de Documentación Musicalde la Junta de Andalucía.

dos son las más activas culturalmente en la épocaen Andalucía, mientras que la vida musical en latercera de ellas, Almería, puede ser tomada comoejemplo de otras muchas pequeñas localidades.

Pese a los rasgos singulares, los resultados obte-nidos señalan tendencias comunes que permitenestablecer la existencia de tres periodos diferencia-les, en consonancia con los acontecimientos histó-ricos, sociales y culturales que definen la historiade España hasta la Guerra Civil.

Los comienzos del siglo son, de hecho, extensióndel final de la centuria anterior, con rasgos que,como el apogeo de la ópera italiana, desaparecieroncon el inicio de la Primera Guerra Mundial. Simul-táneamente, fueron tomando impulso los intentosde organización de conciertos, y estos conatos devida concertística fueron el preludio de la implan-tación y desarrollo de las sociedades, los agentes másactivos y ricos de la vida musical andaluza en estaépoca, que vivieron su momento más brillante en

323

Page 2: e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los sábados. 3 Las obras fueron Aida, La Bohtme, Lucia di Lammermoor, Mefistófele,

Cuadernos de Música Iberoamericana. Volumen 8-9, 2001

los arios centrales de la década de los veinte. La con-flictividad social y la crisis económica fueron pre-sumiblemente las razones que precipitaron la crisisde estas asociaciones, incluso con anterioridad a laproclamación de la Segunda República. Esta crisisse hizo aún más profunda hasta la Guerra Civil.

1. Precedentes (1900 - 1920)

1.1 Los primeros arios del Siglo

Hasta el final de la Primera Guerra Mundial, elpanorama musical en las ciudades de Andalucía secorresponde con el del siglo anterior. En los teatroshabía una primacía absoluta de la zarzuela, cuyoéxito se reflejaba en la prensa, con informaciones ydetalles sobre viajes y bodas de tiples y los éxitos decantantes. En Sevilla, zarzuela, opereta y vaudevi-lle tuvieron una presencia casi ininterrumpida,igual que en Granada y Almería2.

Además, en todas estas ciudades había una odos temporadas de ópera: en Almería, en 1900transcurrió en octubre, en el Teatro Circo Varieda-des, a cargo de la compañía de José Tolosa, mien-tras que el ario siguiente hubo dos temporadas, enabril y septiembre. En Granada, en mayo de 1902la compañía de ópera que trabajaba en el TeatroIsabel la Católica estaba dirigida por Arturo Barat-

2 Por ejemplo, en Sevilla, el 10 de Enero de 1915 se despidió del Tea-tro Cervantes una compañía de zarzuela y opereta. Simultáneamente,se anuncia para el día 20 la presentación de una nueva agrupación,dirigida por el Sr. Tallavi. En el Teatro del Duque, durante los mis-mos días, trabajaba una compañía de vaudeville y opereta (El Noti-

ciero Sevillano, 11-1-1915). En Almería, la zarzuela se ofrecía en losteatros Apolo y Teatro-Circo Variedades en tres o cuatro sesiones dia-rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los sábados.

3 Las obras fueron Aida, La Bohtme, Lucia di Lammermoor, Mefistófele,La Sonnambula, Rigoletto, La Favorita, Lohengrin, Pagliacci. La mayo-ría de estas óperas eran conocidas del público almeriense que, sinembargo, escucha por vez primera Cavalleria rusticana (La CrónicaMeridional, 4-X-1900).

ta4; en Sevilla, con una gran tradición operística, lastemporadas anuales de ópera son dos.

La diferencia en el desarrollo cultural entre lasciudades se pone de manifiesto en la vida concer-tística. Pese a ello, existieron diversos intentos deorganización de conciertos, entre los que destaca elproyecto de llevar a Almería la Sociedad Nacionalde Conciertos. La prensa local defendió la ideacomo forma de superar el deprimido ambientemusical almeriense y como emulación de lo acon-tecido en otras ciudades, como Granada y Sevillx,.En estas ciudades, sin embargo, también estuvie-ron constantemente presentes las evocaciones, lle-nas de añoranza, por momentos históricos másricos en el arte y el pensamiento. Son reflexiones,en definitiva, vinculadas a las inquietudes regene-racionistas de fin de siglo.

1.2 1914 - 1920

Los arios de la Guerra Mundial fueron de tran-sición entre el contexto decimonónico descritoanteriormente y el desarrollo característico de losarios veinte. Se observa, en primer lugar, un granincremento del cine y del género de variedades,que incluye espectáculos muy diversos: bailes dejotas y aires andaluces, transformistas, "fenómenoscientíficos", adivinadoras del pensamiento, com-pañías específicas de variedades, dúos y tríos, "can-zonetistas", equilibristas y anillistas, gimnastas,imitadores y acróbatas. Este aumento se pone demanifiesto al comparar dos anuncios publicadosen la prensa sevillana en enero de 1915 y 1918 res-pectivamente: en el primero, tres salones o teatros

4 La Alianza (7-V-1902).

5 Vease Jose María de Mena: Historia del Conservatorio Superior de Müsicay Escuela de Arte Dramático de Sevilla (Madrid: Publicaciones del Con-servatorio Superior de Música de Sevilla y Ed. Alpueno, 1984).

6 "Los Conciertos de Bretón", La Crónica Meridional (12-V11-1900).

324

Page 3: e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los sábados. 3 Las obras fueron Aida, La Bohtme, Lucia di Lammermoor, Mefistófele,

Gemma Pérez Zalduondo, las sociedades musicales en Almería, Granada y Sevilla..."

ofrecían opereta, comedia y drama; en el segundo,eran siete los salones con compañías de comedias,cómico-líricas y variedades, además de cine y cua-dros flamencos. En coherencia con el tipo deespectáculos más frecuentes, durante estos arios laprensa publicaba artículos sobre zarzuela, géne-ro chico, vaudeville, etc8.

También en Almería aumentó la oferta cinema-tográfica mientras que, por otro lado, desaparecie-ron las temporadas de ópera y disminuyó notable-mente la presencia de la zarzuela, con sólo unacompañía en 1914, a la que habría que sumar otrade opereta9 . Este decaimiento de la actividad musi-cal es perceptible asimismo en la vida cultural engeneral, animada únicamente por la presencia dealguna compañía dramática.

Como contrapunto, los centros de reunión dela burguesía sevillana programaban actos queincluían diversos tipos de formaciones musicales:celebraciones de té en el Casino; conciertos en elcasino militar; veladas en sociedades no musica-les que aprovechaban la estancia en Sevilla de com-pañías de zarzuela y ópera para invitar a algunos de

7 El Noticiero Sevillano (19-1-1915): Teatro del Duque, opereta; SalónImperial, comedia; Teatro Cervantes, drama. El Noticiero Sevillano,4 y 6 de enero de 1918: Teatro Cervantes, Compañía de comediasde Margarita Xirgú; Teatro del Duque, Compañía cómico-lírica dePepe Fernández; Teatro San Fernando, cine; Teatro Lloréns, cine yvariedades; Salón Imperial, cine y variedades; Café-Cine, cine y con-sumo; Kursaal Central, variedades y cuadro flamenco. El 11 de Enerode 1915 debutó en el Salón Imperial la bailarina "La Toledanita";el 12, la "Bella Ninón". También se anuncia la presencia en el Llo-rens de Mariucha (bailarina), Los Alpinos ("musicales") y RaquelMeller ("inimitable cancionista").

8 Por ejemplo, con motivo del estreno en el Coliseo Del Duque de La Fara-

ona, de Federico Reparaz, López Montenegro, Cayo Vela y Enrique Brú,un cronista anónimo aborda el tema de la evolución del género chicoy su relación con el vaudeville. La segunda parte del artículo es una cri-tica al género de la opereta (El Noticiero Sevillano, 16-1-1915).

9 Compañia de zarzuela de Rafael Alaria, que actuó en noviembre enel Teatro Circo Variedades, y de opereta del barítono Amadeo Gra-nieri, que trabajó en abril (La Crónica Meridional, 22 de octubre y 31de marzo de 1914).

sus miembros a interpretar repertorio clásico; con-ciertos de carácter benéfico 10,

La vinculación de estos acontecimientos musi-cales con la existencia de una burguesía conso-lidada es la que explica por qué es Sevilla la queofrece un paisaje musical más dinámico y variado,así como la importancia que las sociedades musi-cales van a adquirir en arios sucesivos. Un ejemplode la diferente implantación de la música en estasciudades es que la Real Sociedad Económica deAmigos del País de Almería no incluyó la músicaentre sus actividades y enseñanzas, mientras queen Sevilla la labor pedagógica de la Academia deMúsica de la Real Sociedad Económica Sevillana seremonta a 1892.

2. 1920-1931

A principios de la década de los veinte tuvieronlugar una serie de acontecimientos que ponen demanifiesto un aumento del interés por distintosaspectos de la vida musical, que incluyen la acti-vidad crítica y la publicación de revistas estricta-mente musicales'', y que culminaron con la aper-

1 °El Noticiero Sevillano, 7,8 y 18 de enero de 1915: Distintas crónicassobre "tés". El correspondiente al día 8, celebrado en el Salón delPasaje de Oriente, se califica como "aristocrático". Un sexteto inter-pretó valses y "two steeps". El Noticiero Sevillano (7-1-1915): Cró-nica de un concierto en el Casino militar, a cargo del violinista Franz

Degen, quien dedicó la primera parte a música del Siglo XVII yXVIII, y la segunda a autores "más modemos" (sic). El Noticiero Sevi-llano (11-1-1915): Crónica de la velada en la Sociedad "Los Amigosdel Arte", en la que interpretó diversas romanzas el tenor de la com-pañía que había trabajado en fechas anteriores en el Teatro Cer-vantes. El Noticiero Sevillano (18-1-1918): Crónica del reparto dejuguetes en el Hospicio, llevado a cabo por la Sociedad ArtísticaSevillana. En el transcurso del mismo, la banda de dicho centrobenéfico interpretó varias piezas musicales "de gran actualidad".

11 Las dos últimas cuestiones aparecen reflejadas, por ejemplo, con laaparición en Cádiz, el 6 de abril de 1923, del "boletín" titulado Cul-tura Musical, editado por la casa Quirell, "en honor de unos cuan-tos melómanos incorregibles pero de buena cepa". Archivo Manuelde Falla, Sig. 6411/93.

325

Page 4: e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los sábados. 3 Las obras fueron Aida, La Bohtme, Lucia di Lammermoor, Mefistófele,

Cuadernos de MÚNICa Iberoamericana. Volumen 8-9, 2001

tura y puesta en marcha de distintas sociedadesmusicales en todo el territorio andaluz.

Granada fue, como es sabido, escenario dehechos musicales de valor histórico trascendental,con las figuras de Manuel de Falla y Federico Gar-cía Lorca como protagonistas, que produjeron unenorme impacto en el resto de Andalucía. Socieda-des no específicamente musicales como el CentroArtístico fueron las que organizaron y potenciaronel Concurso de cante jondo o la visita de ilustresintérpretes a la ciudad, sin que decayera su activi-dad cuando en 1924 iniciara su andadura la Aso-ciación de Cultura Musical, y en enero de 1928 laSociedad Filarmónica Granadina.

En Sevilla, desde octubre de 1920 fue la Socie-dad Sevillana de Conciertos la que catalizó una vidamusical emergente y rica que desarrolló sus fun-ciones a lo largo de la década, abarcando distintosaspectos: organización de conciertos, promociónde formaciones instrumentales (Orquesta Betica deCámara), estrenos de obras fundamentales (El Reta-

blo de Maese Pedro), y labor pedagógica (Real Con-servatorio Superior de Música).

Incluso en Almería encontramos en 1920 dostipos de conciertos: los puntuales 12 y los ofrecidossistemáticamente en los cafés que, aunque yahabían tenido su reflejo en la prensa arios antes,ahora se intensifican considerablemente, lo quesupone la existencia de agrupaciones instrumen-tales en la ciudad, como el Terceto Hispano. Tam-bién se puede señalar algunas veladas musicalesorganizadas por sociedades privadas que, como elCasino o el Círculo Mercantil, se intensificaban

12 El que un grupo de artistas y aficionados a la música organizó enhonor del maestro Capo (La Crónica Meridional, 29-1-1920); Vela-da musical en el Seminario en honor a Sto. Tomás de Aquino, ofre-cido por los integrantes de la Schola Cantorum del Seminario (LaCrónica Meridional, 8-V1-1920); Restaurante Diana; Café Varieda-des (La Crónica Meridional, 6 y 20 de junio de 1920).

durante el verano. Este desarrollo culminó con lainauguración de la Delegación de la Asociación deCultura Musical en octubre de 1923, que trabajarahasta el mismo mes de 1932.

Las finalidades de estas sociedades y, sobre todo,el desarrollo de sus actividades, difieren unas deotras, por lo que hemos intentado sistematizarlasen diferentes grupos.

2.1 Asociación de Cultura Musical (ACM)

Su fin fue cultivar la música y dar a conocer alos mejores y más afamados concertistas de Espa-fla n y del extranjero por medio de audicionesmensuales, "como lo hacen las filarmónicas yaestablecidas en España". La central de Madrid erala que contrataba los conciertos de las delegacio-nes en las provincias, que se ofrecían como míni-mo una vez al mes. El funcionamiento centraliza-do hizo, lógicamente, que en todas las ciudadesdonde funcionaba una sede de la Asociaciónencontremos los mismos interpretes y programas,así como la organización de eventos a gran escala,como la serie de conciertos que en el invierno de1926 se organizaron a cargo de Joaquín Turina yBlanca Asovey (soprano, cantante del Teatro Realde Madrid), con un programa integrado básica-mente por música de dicho compositor, con lo quese deseaba realizar una especie de "homenaje algran compositor Nacional"14.

Las condiciones para ser socio eran un anticipode 5 ptas, una cuota mensual de otras 5 por los diezmeses de concierto desde septiembre a junio inclu-sive, y derecho a asistir acompañado de esposa ohija. Los estudiantes de música e hijos de sociospagaban sólo 2,50 ptas mensuales.

i3 'Acontecimiento musical", La Crónica Meridional (25-X-1923).14 (bid. (14-X11-1926).

326

Page 5: e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los sábados. 3 Las obras fueron Aida, La Bohtme, Lucia di Lammermoor, Mefistófele,

Gemma Perez Zalduondo, "Las sociedades musicales en Almería, Granada y Sevilla..."

En 1923 tenía Delegaciones en Jaén, Linares,Huelva, Cádiz, Gibraltar, Murcia, Cartagena, Alcoyy otras provincias del sur de España, "sin contar conlas del Norte y medio día" 15 . En este ario se inau-guraron las de Almería, Granada, y otras en ciuda-des bien pequeñas como Burrianai 6 . A lo largo dela década, la Asociación prosiguió su expansión deforma que en diciembre de 1931 se había exten-dido a Albacete, Alcoy, Alicante, Almería, Barcelo-na, Cádiz, Cartagena, Córdoba, Ceuta, Elda, Elche,Gibraltar, Granada, Huelva, Irún, Jaén, Jerez, Lorca,Linares, Málaga, Murcia, Melilla, Palma de Mallor-ca, Salamanca, Santander, San Sebastián, Tánger,Toledo, Tolosa, Valladolid y Vitoria.

La vida de la Asociación de Cultura Musical fuedistinta en cada ciudad. Así, en Almería tuvo unosinicios prometedores en un momento en el queaumentó también el número de espectáculos queincluían bailes flamencos, compañías de zarzuela yocasionalmente de opereta, y algún otro aconteci-miento musical esporádico.

Pero los conciertos programados por la ACMtuvieron poco impacto en la prensa, con algunasexcepciones, como la del recital de Rubinstein en1924, que dio lugar a que, por primera vez, sepublicara una crónica relativa a la Asociación17.

Hasta 1929, la actividad de la ACM en Almería sepuede resumir en el empeño de un hombre, José Gui-llén Felices, delegado hasta esa fecha y autor de cuan-tas referencias se publicaron relativas a los conciertos.En sus tiras, se alterna el optimismo por la buena aco-

15 "Acontecimiento musical", La Crónica Meridional (25-X-1923).16 "Noticias musicales", Cultura Musical (Cádiz, 6-1V-1923). Archivo

Manuel de Falla, Sig. 6411/93. El concierto inaugural de la Dele-gación de Burriana tuvo lugar el 9 de Marzo de 1923, con un reci-tal del guitarrista Llobet. En estos momentos, con un censo de 18000habitantes, los socios de la Asociación de Cultura Musical eran 93.

17 "Acontecimiento artístico. Concierto por Rubinstein", La CrónicaMeridional (10-1V-1924).

gida y los aplausos que los socios dedicaban a losintérpretes, con las reflexiones y lamentos por la situa-ción cultural y musical de la ciudad. Dedicó esfuer-zos a combatir la apatía del público, explicando lacalidad e importancia de los ejecutantes que les visi-taban. Pero tal apatía se había traducido, ya en diciem-bre de 1924, en un número muy bajo de asociados.

Como había ocurrido un cuarto de siglo atrás,en mayo de 1925 un grupo de socios solicitaron lacontratación de una orquesta, por lo que el Dele-gado intentó reunir el número suficiente de adhe-siones entre los miembros Is . No tuvo éxito, ya queun editorial anónimo de La Crónica Meridional selamentó de la ausencia de música en las fiestas loca-les, aludiendo con envidia a las visitas de las orques-tas españolas a Granada en las festividades del Cor-pus Christie 19 . Finalmente, la Orquesta de Arbósllegó a la ciudad en abril de 1926, aunque no con-tratada por la ACM, sino por el Ayuntamiento, con-cierto al que asistió numeroso público20.

Desde 1927 se incrementó la preocupación deJosé Guillén por la situación de su delegación y suciudad, hecho que se puede comprobar en la cró-nica escrita con motivo del concierto del violinis-ta Costa: "Si las aficiones artísticas de los pueblosmiden la cultura de sus habitantes, Almería estádando pruebas, desgraciadamente, de una granfalta de aquella"21.

El ario siguiente, la Asociación intentó facilitarla incorporación de nuevos miembros suprimien-do la cuota de entrada o reingreso 22 , facilidades quese multiplicaron los arios sucesivos. Desde estemomento hasta su cierre, las noticias relativas a la

18 José Guillen Felices: "ACM", La Crónica Meridional (14-V-1925).

19 "Para el Ayuntamiento. Las fiestas de Agosto", La Crónica Meridio-nal (21-V1-1925).

2° La Crónica Meridional (20-IV-1926).21 La Crónica Meridional (23-X-I927).

22 La Crónica Meridional (13-X-1928).

327

Page 6: e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los sábados. 3 Las obras fueron Aida, La Bohtme, Lucia di Lammermoor, Mefistófele,

Cuadernos de Música Iberoamericana. Volumen 8-9, 2001

Asociación de Cultura Musical en Almería insistíanen la precariedad de la situación: aunque desde abrilde 1929 había un nuevo Delegado 23 , en enero de1930, con ocasión del concierto de Cubiles, RafaelGuillén realizó un llamamiento a "todo el elementode cultura, Prensa, autoridades, etc.," para lograr quela Asociación no retirase su Delegación en Almería,ya que su número de socios era reducidísimo24.

Otro delegado, Pedro Gesteso Ponce, constitu-yó un Patronato en 1931, de cuyos vocales la mitaderan señoras de la "buena" sociedad almeriense25.Esta renovación proporcionó un aumento momen-táneo de socios, aunque la preocupación prosi-guió, puesto que sólo unos meses después, unautor que firma sólo con la inicial D., apuntabaque, para evitar la triste desaparición de la Dele-gación en Almería, sería necesario que la visitasen"artistas y corporaciones musicales de renombreuniversal, sobre todo de estas últimas, sean orques-tales o vocales"26.

Hasta finalizar la temporada 1930-31 se puedeseguir en la prensa puntualmente la actividad de laAsociación de Cultura Musical de Almería, con éxi-tos y anuncios de aumento de socios, y con fraca-sos de público y facilidades de entrada. Pero enoctubre de 1931, una larga tira anónima comunicóque la Junta directiva de la Asociación, en reunióncelebrada en Madrid, había decidido reducir elnúmero de Delegaciones debido a la supresión decierta "cooperación oficial", y entre las cerradas"temporalmente" estaba la de Almería27.

Es necesario señalar que la atonía cultural en ladécada de los veinte es generalizada en Almería,

23 La Crónica Meridional (12-1V-1929).24 Rafael Guillen: "ACM", La Independencia (24-1-1930).25 "ACM", La Crónica Meridional (10-11-1931).26 D.: "ACM", La Independencia (8-X1-1931).27 "ACM", La Independencia (31-X-1932).

hecho que apoya la idea de que la vida de la Aso-ciación de Cultura Musical fue labor de un grupomuy reducido, impulsado por el empeño de su pri-mer delegado, José Guillén. En ciudades con mayortradición cultural y musical como Granada, la tra-yectoria de la Delegación fue muy distinta, a pesarde compartir la misma fecha de inauguración,octubre de 1923. Los hechos diferenciales sonmuchos: la prensa granadina, más explícita que laalmeriense, señaló su constitución como un acon-tecimiento musical y facilitó todo tipo de datosreferentes a la Asociación 28 ; en la ciudad existía unainfraestructura musical que le prestó su apoyo, demanera que la Secretaría de la Sociedad tuvo susede en la del Conservatorio. Pero el hecho más sig-nificativo fue la existencia de un público interesa-do en la vida concertística, hasta el punto de queen diciembre de 1924 se pensó en cerrar tempo-ralmente la admisión de socios o restringirla,aumentando la cuota de entrada. Se trata de unmomento especialmente intenso que se tradujo enconstantes noticias en la prensa sobre las audicio-nes y el número y la distinción de los socios. Laprueba del éxito de la Delegación en Granada esque, en el mes de abril de 1928, pudo contratar ala Orquesta Sinfónica del maestro Arbós, lo que,a su vez, volvió a aumentar el número de miembrosde la Asociación29.

A pesar del apoyo del público, la Asociación deCultura Musical de Granada también debió suimpulso a una persona, Felipe Granizo León, músi-co de profesión, cuyas crónicas y críticas, con sufirma completa al pie desde 1924, evidencian susconocimientos musicales, ya que se detuvo a ana-lizar cuestiones técnicas de interpretación y, en oca-siones, situaba estilísticamente el repertorio sobre

28 "Acontecimiento musical", La Crónica Meridional (25-X-1923).29 "ACM", La Gaceta del Sur (15-1V-1928).

328

Page 7: e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los sábados. 3 Las obras fueron Aida, La Bohtme, Lucia di Lammermoor, Mefistófele,

Gemma Pérez Zalduondo, "Las sociedades musicales en Almería, Granada y Sevilla..."

el que eventualmente arriesgó juicios estéticos. ElDelegado en Granada apoyó a los compositoresmodernos españoles y se exaltó con las obras de laescuela nacionalista rusa. Sus ideas sobre la músi-ca contemporánea se plasman en el siguiente párra-fo: "También figuraban en esta última parte del con-cierto dos nocturnos, 'Nubes' y 'Fiestas', del maes-tro del impresionismo, C. Debussy, que si bien tienea su favor el haber aportado a la música un progra-ma innegable, ha sembrado, en cambio, la semillade todas las locuras artísticas ya realizadas y en posi-bilidad de realizarse"30.

La presencia de un músico profesional al frentede la Asociación permitió vislumbrar las polémi-cas en torno a la entrada de las vanguardias musi-cales, especialmente la relativa a la música francesa,la importancia de la música histórica española en elrepertorio, así como la de instrumentos antiguos.

Otras firmas secundaron en Granada la labor deldelegado, como C.A. y PS. Este último defendió lanecesidad de incorporar la música contemporáneaa los conciertos al considerar que el ofrecido por elviolinista Bouillan estuvo falto de interés debido aque no acogió muestras de la mismam.

Pero más allá del apoyo del público, del papeldefinitivo jugado por personas concretas y de susposibles tomas de posición respecto al repertorio, laimportancia de la Asociación de Cultura Musical enAndalucía radicó en la enorme extensión de suimplantación. De hecho, fue el único vehículo deacceso a la vida concertística en las ciudades dondeno existía tradición ni interés musical suficiente,mientras que en otras como Sevilla, vino a sustituirel vacío dejado por el cierre de la Sociedad Sevilla-

30 EG.: "Segundo Concierto de la Filarmónica", La Gaceta del Sur (6-V1-1924).

/ C.A.: "Asociación de Cultura Musical. El cuarteto Zimmer", La Gace-ta del Sur (20-X1-1925). PS., "Asociación de Cultura Musical", LaGaceta del Sur (6-11-1926).

na de Conciertos desde abril de 1934, a demanda deesta última, pues, según explica su Presidente, laACM tenía mayor facilidad para la programación deconciertos debido a su organización en "tournées"32.

En definitiva, fue la Asociación de Cultura Musi-cal la que posibilitó que en las ciudades y pueblosandaluces el público interesado en la vida concer-tística, sin conocimientos musicales, accediera alrepertorio romántico y contemporáneo, aunque elgrado de polémicas estéticas que su actividad pro-movió no fuera intenso.

2.2 Sociedades Filarmónicas

Se pueden diferenciar tres tipos de sociedadesfilarmónicas en Andalucía. En primer lugar aquellasque tenían como finalidad únicamente la organiza-ción de conciertos, como la Sociedad FilarmónicaCordobesa, que comenzó su andadura en 1923.33

En segundo lugar encontramos otras que, comolas de Málaga, Granada y Almería, persiguieron tam-bién el cultivo y fomento del arte musical, pero nosólo a través de la contratación de artistas, sinomediante la formación de agrupaciones corales einstrumentales integradas por los propios socios. Lahistoria e implantación de este segundo grupo difie-re de una ciudad a otra. Así, mientras que en diciem-bre de 1928 la Filarmónica de Málaga tenía pordetrás 60 arios de funcionamiento (el día 23 de esemes celebraba su sesión 644 34), en enero del mismoario, en Granada la prensa anunciaba la reunión, enel salón del café Suizo, para tratar de la futura Socie-

32 J. L. Gómez Tello: "Música. Inauguración de los conciertos en el SanFernando", El Liberal (27-1V-1934).

33 R.S.G., Programa de mano del concierto ofrecido por la Orquesta Mi-ca de Cámara, dirigida por Ernesto Halffier, el 4 de Febrero de 1927.Archivo Manuel de Falla, sig. FN 1927-001.

34 Programa de mano del concierto del violinista Nathan Mistein y la pia-nista acompañante Tasso Janopoulo, Concierto VII de la Temporada1928-29. Archivo Manuel de Falla, sig. FN 1928-006.

329

Page 8: e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los sábados. 3 Las obras fueron Aida, La Bohtme, Lucia di Lammermoor, Mefistófele,

Cuadernos de Música Iberoamericana. Volumen 8-9, 2001

dad Filarmónica. Dicha Sociedad, impulsada porla sección más renovadora de la intelectualidadgranadina, ofreció a Manuel de Falla el puesto dePresidente Honorario, que rehusó, aunque el maes-tro Barrios aceptó el de socio de honor y mérito.Entre sus finalidades estaban la organización de lamasa coral, ofrecer conferencias sobre arte en gene-ral y música en particular, así como la preparaciónde un doble sexteto 36 . Efectivamente, un rasgo dis-tintivo de este tipo de sociedades fue la organizaciónde masas corales, orfeones y grupos de cámara. Dehecho, tres meses después de su constitución, seanunció el concurso de composiciones poéticas con-vocado por la Filarmónica Granadina para la com-posición de un himno dedicado al Corpus que habíade ser interpretado por el orfeón. Las actividadesde este último fueron las que la prensa local reflejócon mayor continuidad 38 , así corno las relativas ala Masa Coral y Agrupación Musical Granadina que,en su local inaugurado con la asistencia de AndrésSegovia39 , ofrecían a los socios y a sus familias reu-niones semanales.

El tercer tipo de filarmónica está integrado poraquellas que, como la Filarmónica Sevillana, laFilarmónica Triana y la Sociedad FilarmónicaRubio, incluían en sus actividades veladas teatralesy bailes de máscaras 40 . Posiblemente, la música era

35 "La Filarmónica Granadina", La Gaceta del Sur (14-1-1928).36 La Gaceta del Sur (8-11-1928).37 El autor de la música había de ser el director del Orfeón y de la pro-

pia Sociedad, Juan Mula Ortega (La Gaceta del Sur, 12-1V-1928). Final-mente, el Himno al Corpus Granadino se interpretó con música delRuiz y letra de G. Gómez de Tejada (La Gaceta del Sur, 7-V11-1928).

38 En octubre de 1928 la Junta directiva de la Filarmónica nombra unnuevo director artístico, Adolfo Montero. En la tira en la que se dacuenta de tal novedad se habla del orfeón de la Sociedad, así comode una futura orquesta (La Gaceta del Sur, 4-X-1928).

39 La Gaceta del Sur (18-X1-1928).40 "Filarmónica Triana", El Liberal (27-1-1935). Esta Sociedad reu-

nió a 28 profesores bajo la dirección de Luis Rodríguez (El Liberal,

prioritaria, ya que se formaron estudiantinas queofrecían conciertos en casinos y centros culturalesy el Reglamento de febrero de 1924 de la cordobe-sa Sociedad Filarmónica Rubio apunta que sus fina-lidades eran "cultivar la música entre sus asociados,organizando o poniendo en práctica los elementosprecisos para conseguirlo" 41 . Las cuotas de entraday las mensuales eran considerablemente menoresque las exigidas por la Asociación de Cultura Musi-cal en estos mismos arios.

2.3 Sociedad Sevillana de Conciertos (SSC)

En 1923 funcionaban sociedades de conciertosen Sevilla, Cádiz, Huelva, Córdoba y Jaén 42 . Sinduda, fue la Sociedad Sevillana la que desplegómayor actividad y la protagonista de aconteci-mientos musicales de trascendencia histórica parala música española, como el ya mencionado estre-no de El Retablo, la promoción de la Orquesta Beti-ca, el homenaje a Falla en 1926, o las conmemo-raciones del centenario de Beethoven en 192743.Inaugurada en octubre de 1920 44 , sus diferenciascon el resto de sociedades musicales mencionadashasta aquí son numerosas.

2-111-1935). "Sociedad Filarmónica Sevillana", El Liberal (16-IX-1923). La Filarmónica estaba dirigida por Antonio Muñoz, a quiensustituyó en 1924 el señor Chiappi ("Sociedad Filarmónica Sevi-llana", El Liberal, 6-111-1924).

41 Reglamento para el rógimen de la Sociedad Filarmónica Rubio, Arti-culo 1 0 , Córdoba, Febrero de 1924. Biblioteca Nacional. Sección deMúsica. En este momento, su Presidente era Rafael Crespo y elSecretario Rafael Casas.

42 Memoria presentada por la junta directiva a los Socios en ((Junta Gene-ral Ordinaria de 25 de junio de 1923. Archivo Manuel de Falla.

43 Fritz: "Sociedad Sevillana de Conciertos. Homenaje a Manuel deFalla", El Liberal (15-X11-1926). Fritz: "En el centenario de Beetho-ven. Sociedad Sevillana de Conciertos", El Liberal (29-111-1927).

44 El primer dato sobre la SSC lo encontramos en El Liberal, una cró-nica publicada el 31 de octubre de 1920 firmada por Fritz en la quese comenta las dos primeras sesiones musicales a cargo del Quin-teto de Madrid, que inauguró dicha Sociedad.

330

Page 9: e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los sábados. 3 Las obras fueron Aida, La Bohtme, Lucia di Lammermoor, Mefistófele,

Gemma Pérez Zalduondo, "Las sociedades musicales en Almería, Granada y Sevilla..."

En primer lugar, la Sociedad Sevillana de Con-ciertos tuvo unos recursos económicos superiores,provenientes de fuentes diversas: las cuotas deentrada y mensualidades abonadas por los socios,la primera de ellas, de 25 ptas, eran mayores quelas del resto de sociedades, lo que nos indica quesus miembros pertenecían a un nivel social más ele-vado45 . La SSC incorporaba publicidad a sus pro-gramas, lo que sin duda le proporcionó unos ingre-sos suplementarios que le permitieron en octubrede 1921 adquirir un piano, estrenado por el pia-nista Brailowsky en los conciertos de diciembre46,mientras que la Sociedad de Cultura Musical deAlmería, por ejemplo, utilizó el piano propiedadde su Delegado en la capital. Además, incremen-tó sus ingresos ocasionalmente, como en noviem-bre de 1925, cuando permitió que la estación emi-sora radiotelefónica E.A.J. 17, Radio Sevilla, insta-lase un micrófono para retransmitir dos conciertosde la Orquesta Betica de Cámara dirigida porErnesto Halffter47.

Otro hecho diferencial es que la Sociedad Sevi-llana de Conciertos, secundada siempre en sulabor por la prensa48 , mantuvo a lo largo de ladécada un alto número de socios 49 . El nivel cultu-ral y la preparación musical de una parte de losmismos hicieron de ellos auditores activos, por lo

45 "Sociedad Sevillana de Conciertos", El Noticiero Sevillano (11-X-1921). Hasta mayo de 1923, la cuota mensual es de 5 ptas, momen-to en que se incrementa a 7 ptas (Véase Memoria presentada por laJunta Directiva a los socios en laJunta General Ordinaria de 25 de Junio

de 1923).46 "Sociedad Sevillana de Conciertos", El Noticiero Sevillano (I 5-X-

1921).47 "Sociedad Sevillana de Conciertos", El Liberal (20-XI-1925).48 Sobre la crítica musical sevillana en los años veinte, véase Gemma

Pérez Zalduondo: "El auge de la música en Sevilla durante los añosveinte", Revista de Musicología, Vol. XX, n° 1(1997), pp. 655-668.

49 En febrero de 1921 contaba con 500 miembros (Véase "SociedadSevillana de Conciertos", El Noticiero Sevillano, 5-11-1921). En mayode 1923 su número había ascendido a 800 (Véase Memoria...).

que con cierta frecuencia trascendieron a las pági-nas de los periódicos las críticas y los aplausosdedicados a un tipo u otro de repertorio, polémi-cas que desembocaban en pronunciamientos esté-ticos de los críticos50 . El crítico de El Liberal, Fritz,nos ofrece un ejemplo de tales discusiones en lacrónica de la Junta General celebrada en julio de1929: "El tema más debatido fue el de la elecciónde programas, dividiéndose los reunidos en dere-chas e izquierdas: aquéllas, retardatarias, no obs-tante los 173 conciertos realizados, abogaban porla música fácil y ya conocida, mientras los aman-tes del progreso, conscientes de la misión educa-dora de la culta Agrupación musical sevillana,pedían la audición de obras modernas consagra-das por la crítica musical"51.

Aunque, por otro lado, frente a la evidenciadel compromiso con la vanguardia por parte deun grupo de socios, encontramos tambiéndenuncias de las graves faltas de comportamien-to de los mismos, cuyas charlas y ruidos en losconciertos llevaron a algunos instrumentistas ainterrumpir las ejecuciones 52 . En ocasiones estasdenuncias se hicieron con un enojo no disimu-lado y desde una actitud irónica: "La aristocraciade la sangre y la plutocracia deben contribuir alflorecimiento de la culta Sociedad, obligadas porsus títulos nobiliarios y riquezas a favorecer yamparar toda empresa noble y elevada, aunquese les releve, sin censura ni agravio, de la eno-josa asistencia a los conciertos, en atención a

50 Especialmente ante la música francesa, como por ejemplo, ante elTrío de Ravel, interpretado por el Trío Hispania (Véase EduardoTorres: "Sociedad Sevillana de Conciertos", El Noticiero Sevillano

(22-X-1921).51 Fritz: "De Música", El Liberal (4-VII-1929).

52 Fritz: "Sociedad Sevillana de Conciertos. Quinteto Schachtebeck",El Liberal (20-XII-1925); Fritz: "La Sevillana de Conciertos. Quin-teto Instrumental de París", El Liberal (25-111-1926).

331

Page 10: e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los sábados. 3 Las obras fueron Aida, La Bohtme, Lucia di Lammermoor, Mefistófele,

Cuadernos de Música Iberoamericana. Volumen 8-9, 2001

tener suficientemente probada su letárgica indi-ferencia por el arte musical".

Por último, otro de los puntos fundamentalesen la trayectoria de la Sociedad de Conciertos fuesu vinculación e identificación con todos los aspec-tos de la vida musical de la ciudad. Su misión peda-gógica, la consideración de su labor cultural comoun compromiso y como vehículo para la transfor-mación de la sociedad fue una parte primordial desu actividad, tal y como aparece recogido en laMemoria de 1926:

¿Podremos pensar que los fines didácticos que esencial-mente son el punto origen de nuestra agrupación, vandando resultados? No es una banal presunción, si hemosde pensar que la Sociedad Sevillana de Conciertos vainfluyendo en esta notable transformación de nuestrasapreciaciones artísticas. Pero no es esto solo. Faltaba enSevilla algo que fuera educando el sentido estético denuestros obreros y de nuestra modesta clase media. Unnexo entre la música de orden superior y la música pri-mitiva y sencilla, fácilmente asimilable a la sensibilidad denuestro pueblo. Era, por consiguiente, triste que Sevillacareciera de coros y estuviera ajena a esta manifestaciónde arte popular 54.

Efectivamente, la finalidad pedagógica de lassociedades musicales fue importante en los ariosen que también se desarrolló el movimiento enfavor de la renovación de la enseñanza, emblema-tizado por la Institución Libre de Enseñanza y porpersonalidades como Fernando de los Ríos. Nocabe duda de la importancia de la labor de acade-mias y escuelas de música tradicionales, como lasReales Sociedades Económicas de Amigos del País,

53 Fritz: "Sociedad Sevillana de Conciertos. Zino Francescalti", El Libe-

ral (22-11-1931).54 Memoria de la Sociedad Sevillana de Conciertos presentada por la

Junta Directiva a los Señores Socios, y aprobada en la junta GeneralOrdinaria de 30 de junio de 1926, p. 7. Archivo Manuel de Falla, Sig.6618.

que en ciudades como Sevilla impartía los estudioscompletos de Solfeo, Piano, Violín y Canto, tantopara hombres como para mujeres. Su implantación(en 1926 contaba con 1000 alumnos 55), permitióla apertura del Conservatorio de Música en la ciu-dad, pero hemos de tener en cuenta que la idea desu creación partió y se consiguió tras el impulso, elempeño y la promoción recibidos por la SociedadSevillana de Conciertos.

También desempeñaron una labor pedagógica,de divulgación y extensión de las enseñanzas musi-cales las propias sociedades y las formaciones ins-trumentales y vocales impulsadas por ellas. Porejemplo, la Filarmónica de Granada impartía gra-tuitamente clases de solfeo e instrumentos, y teníaen 1928 quinientos alumnos 56 ; La Real SociedadEconómica Sevillana de Amigos del País, a peticiónde la Sevillana de Conciertos, impartió clases ten-dentes a la organización de la Masa Coral Sevilla-na, que desde 1925 funcionó con la misión expre-sa, además de aprender el repertorio clásico, deexaltar el canto popular sevillano. Sus elementosprovenían, principalmente, de los del Real OrfeónSevillano 57 , que movilizaba a niños de ambossexos, de diez a quince arios, para aprender sol-feo y canto, ofrecer conciertos y organizar ronda-llas y coros58.

55 Memoria de la Sociedad Sevillana de Conciertos..., p. 9.56 "Filarmónica granadina", La Gaceta del Sur (8-11-1928).57 1 M. Colás: "Tendrá Sevilla una gran masa coral de voces mixtas,

como la tienen otras capitales españolas?", El Liberal (17-X-1925);"Cultura Musical. La Masa Coral Sevillana", El Liberal (11-X1-1925).

Los organizadores de la Masa Coral Sevillana fueron sus organiza-dores Rafael Romero Rodríguez, Tesorero de la SSC, y Emilio Ramí-rez, profesor oficial de música de la Escuela Normal (Memoria...).

58 "Orfeón Sevillano", El Liberal (19-11-1922 y 24-111-1922). El nom-bre de la rondalla fue "Andalucía" y estuvo dirigida por el compo-sitor Luis Sopeña, director del trío "ABC" (Vease "Sociedad Filar-mónica Sevillana", El Liberal, 6-111-1924). El siguiente director fueManuel Rodríguez Ruiz, sucedido a su vez por el primer tenor dela Catedral de Sevilla Luis Garcia y Muniesa (El Liberal, 3-111-1935).

332

Page 11: e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los sábados. 3 Las obras fueron Aida, La Bohtme, Lucia di Lammermoor, Mefistófele,

Gemma Perez Zalduondo, "Las sociedades musicales en Almeria, Granada y Sevilla..."

Pero el asociacionismo musical en Andalucía enla década de los veinte no se agota con lo expues-to hasta aquí, sino que se extendió a áreas disímilesque ponen de manifiesto la pluralidad y diversidadde la vida musical de la época. Como muestra, sóloapuntamos dos ejemplos. El interés por el folklore,hecho fundamental de reflexión, creación y prácti-ca musical en Andalucía hasta la Guerra Civil, diolugar a acontecimientos como el Concurso deCante jondo de Granada, tras el que se multiplica-ron acontecimientos similares en otras ciudades,como en Almería, donde en Agosto de 1923 se ofre-ció una función en la Plaza de Toros de "cante jondoy bailes flamencos y gitanos", dirigidos por el maes-tro sevillano Otero. En Sevilla dio lugar a la orga-nización en 1925 de la Asociación Fomento delArte Popular Andaluz, con el fin de "organizar actosque sirvan de estímulo al cultivo de los cantos y bai-les regionales en sus diversas modalidades"60.

Las primeras décadas del siglo fueron tambiénprotagonistas del intenso movimiento asociacio-nista entre los trabajadores y obreros andaluces, ytal movimiento tuvo asimismo su reflejo en el aso-ciacionismo musical, de manera que en 1926encontramos noticias sobre la Filarmónica Obre-ra de Sevilla y en 1930 sobre la Coral Sevillana,también compuesta por trabajadores61.

3. Las sociedades musicales durantela República

A finales de los veinte, en consonancia con elincremento de la conflictividad social y la crisis eco-nómica, se inició el declive de la pujante actividad

59 La Crónica Meridional (7-VIII-1923).6° "Fomento del arte popular andaluz", El Liberal (31-1-1925).

61 "La Filarmónica Obrera de Sevilla", El Liberal (7-11-1926). E: "Con-cierto de órgano y voces", El Liberal (25-111-1930).

musical en Andalucía, de la que habían sido prota-gonistas y simultáneamente reflejo las sociedadesmusicales. Recordemos que ya en 1928 la falta desocios en la Asociación de Cultura Musical deAlmería se hizo preocupante. También fue en losúltimos arios de la década cuando comenzó adenunciarse la escasa afluencia de público, tantoa los conciertos organizados por la Sociedad Sevi-llana como por distintas entidades de la capitalandaluza (por ejemplo los que ofrecieron la Argen-tinita o el violinista Kubelik)62.

La crisis se acentuó con la llegada de la Repú-blica, de manera que la temporada 1931-32 en laSevillana de Conciertos destaca por la escasa pre-sencia de intérpretes y grupos extranjeros en rela-ción a arios anteriores. El Quinteto Clásico, forma-do por profesores solistas de la Orquesta Betica deCámara y auspiciado por la propia Sociedad, actuóno menos de cuatro veces. Además, comenzarona aparecer en la prensa protestas, peticiones ydemandas al Ayuntamiento por los atrasos en ladotación de la subvención a la Orquesta Betica deCámara63 , la insuficiencia de las existentes para laBanda Municipa164 , la falta absoluta de dotacióneconómica para la Orquesta Sinfónica Sevillana65,y en general por la desprotección oficial para lamúsica66.

La consecuencia de todo ello fue que en 1933y 1934 asistimos a la clausura de sociedades musi-cales con raigambre y tradición en las ciudades

62 Fritz: "De Música", El Liberal (4-V11-1929).63 Fritz: "Sociedad Sevillana de Conciertos. Inauguración del curso

1931-32. Orquesta Betica de Cámara", El Liberal (30-X-1931).

64 Daniel Raúl: "La banda municipal de música de Sevilla", El Liberal

(11-X1-1931).65 "Orquesta Sinfónica Sevillana. Del concierto del próximo domingo

27", El Liberal (20-XI-1932).66 Fritz: "Sociedad Sevillana de Conciertos. Quinteto Clásico", El Libe-

ral (28-XI-1931).

333

Page 12: e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los sábados. 3 Las obras fueron Aida, La Bohtme, Lucia di Lammermoor, Mefistófele,

Cuadernos de Música Iberoamericana. Volumen 8-9, 2001

andaluzas y a su sustitución por otras, igualmentetradicionales, que intentaron ocupar su vacío. Así,en Almería, en 1933, la temporada siguiente a la dela clausura de la Asociación de Cultura Musical, seconstituyó la Filarmónica Almeriense, aunque estanoticia es la única publicada sobre dicha Aso-ciación. Sus finalidades eran similares a las ya tra-dicionales:

Está latente en el ambiente cultural y artístico de Almería,la falta de organismos regionales que impulsen y desa-rrollen iniciativas plausibles dirigidas a dar a aquelambiente un tal destacado relieve que haga incorporar-se nuestra vieja e histórica ciudad al movimiento nacional,pletórico, desde hace años, de intensa vida espiritual.A esto tiende la fundación de la Filarmónica Almerien-se, entidad que, aparte de sus propósitos de organizar encada curso una serie de conciertos, patrocinara dos ini-ciativas estatutarias: la Coral almeriense y el Conserva-torio almeriense.La iniciativa, apenas lanzada, ha tenido muchos simpa-tizantes.Se ha convocado la Junta de constitución de la Filarmóni-ca Almeriense, que tendrá lugar en el Salón del Círculo Mer-cantil, cedido a este efecto el día 15 de los corrientes a las12 de la mañana, recomendando a los convocados que aesta reunión vayan acompañados del mayor número posi-ble de sus amistades que simpaticen con esta idea 67.

El punto culminante del declive de las socieda-des tradicionales fue el final de la Sociedad Sevillanade Conciertos en enero de 1934, relacionado, segúnJ. L. Gómez Tello, con "la crisis intensa y de virulen-cia extraordinaria en el arte general", aunque ManuelLerdo de Tejada, Presidente de la Junta general dela Sociedad Sevillana, lo vinculó a la escasez desocios, que de los 800 iniciales se redujo a 240, y alcierre del Teatro San Fernando68 . Contrariamente a

67 ''La Filarmónica Almeriense", La Independencia (13-VII-1933).

68 J. L. Gómez [ello; "La Sociedad Sevillana suspende sus conciertos",El Liberal (31-1-1934).

lo sucedido en Almería, la Asociación de CulturaMusical vino a sustituir en 1934 el vacío dejado porla Sociedad Sevillana de Conciertos meses antes.

La crisis de la vida concertística vinculada a lassociedades tradicionales fue simultánea, una vezproclamada la República, a la proliferación de agru-paciones instrumentales que tenían como finalidadel cultivo del folklore y la música popular, y quepretendían, lejos del carácter aristocrático y bur-gués de los conciertos de, por ejemplo, la SociedadSevillana de Conciertos, llegar a la gran masa depúblico. Así, la Orquesta Sinfónica Sevillanacomenzó sus ensayos en 1932, dirigida por el maes-tro Castillo, con el fin de "contribuir a elevar ydifundir la música popular española", con un reper-torio integrado preferentemente por obras de auto-res sevillanos, así como de otros compositorescomo Bretón, Chapi y Jiménez oo . Meses después, alpublicarse las condiciones para formar parte de lasección de socios protectores de dicha Orquesta, seseñalaba que su única finalidad era "hacer músicapara la gran masa del público que gusta del arte sen-cillo..." 70 . En Málaga, la Masa Coral estaba dirigi-da por Manuel Pitto Santaolalla, y ofrecía sus con-ciertos en el Conservatorio Oficial de Música de lacapital, con un repertorio centrado en la interpre-tación de la música popular y, desde 1934, algunosnúmeros pertenecientes a obras del teatro líricoespario1 71 . En Granada, la Orquesta Filarmónica,dirigida por Alfredo Baldres, en junio de 1936 cele-braba en el Paseo del Salón su tercer concierton.

69 "Orquesta Sinfónica Sevillana", El Liberal (3-V-1932).70 "Orquesta Sinfónica Sevillana. Sección de socios protectores", El

Liberal (10-X-1932).71 Programa de mano del Gran Concierto Vocal, Sesión XVI, número XV,

9 de julio de 1933. Archivo Manuel de Falla, sig. NFN 1933-005;lbid., Sesión núm. XXXV Concierto núm. XXXIV, 10 de noviembre de1934. Archivo Manuel de Falla, sig. NFN 1934-011.

72 Programa de mano, 13-V1-1936. Archivo Manuel de Falla.

334

Page 13: e Pérez - COnnecting REpositories · rias e incluso dos sesiones de tarde y cuatro de noche en los sábados. 3 Las obras fueron Aida, La Bohtme, Lucia di Lammermoor, Mefistófele,

Gernma Prez Za/duondo, "Las sociedades musicales en Almería, Granada y Sevilla...'

La politización de la vida musical en los ariosanteriores a la Guerra Civil hizo que se constitu-yeran sociedades musicales vinculadas a organi-zaciones políticas, como la Sección de Música de laF.U.E., 73 que a partir de octubre de 1932 organizóconciertos a cargo de la "Agrupación FUE.", y desa-rrolló una intensa actividad musical a lo largo de1933, dirigida por el maestro Francisco de Villa-longa74 , en ocasiones junto a la Masa Coral Sevilla-na. La Sección de Música de la FU.E. se mostró muyvirulenta ante la creación del Conservatorio deMúsica de Sevilla, ya que éste fue concedido a laSociedad Económica de Amigos del País, obviandola labor de la Sociedad Filarmónica Sevillana, quevenía ejerciendo la docencia a través del InstitutoProvincial de Música desde 185775.

Por el contrario, otras sociedades intentaronmantenerse al margen de esta alta politización,como la Agrupación Cultural Artística Sevillana,cuyo fin fue "difundir la cultura intelectual yfomentar la física, con abstracción absoluta de todaidea política o religiosa", y tenía entre sus proyec-tos ofrecer "representaciones teatrales y proyeccio-nes cinematográficas y con la debida separación las

clases de segunda enseñanza y las lecciones demúsica y deportes"76.

El aumento del asociacionismo popular y obre-ro que se extendió en el primer cuarto del siglo yaumentó durante la República, se plasma tambiénen la organización de sociedades corporativas,como la Sociedad de Músicos La Lira en Almería,o la Sociedad de Defensa Musical, esta última conel fin de constituir una Cooperativa de espectácu-los públicos78.

En definitiva, a lo largo de la República se trans-formó el panorama de las sociedades musicales enAndalucía, en consonancia con los cambios polí-ticos, sociales y culturales. La conflictividad impe-rante influyó sin duda en la crisis de las sociedadestradicionales, pero al mismo tiempo se multipli-caron agrupaciones instrumentales y vocales demarcado índole popular, tanto por la extracciónsocial de sus componentes, como por sus finalida-des y repertorios. Las organizaciones y las activi-dades musicales vinculadas a partidos políticos fue-ron producto de la intensidad con la que se vivie-ron, en los arios anteriores a la Guerra Civil, las dife-rencias ideológicas en todos los órdenes de la vida.

73 Artículo firmado por el delegado de prensa, "FUE. (Sección deMúsica)", El Liberal (6-X-1932).

74 En mayo de 1934 ofrecían la 11 audición musical de la temporada

1933-34 (Véase "ELLE.", El Liberal 27-V-1934).

75 Un estudiante de la Sección de Música de la FUE. escribe "A losestudiantes de música de Sevilla ya la opinión pública en general",El Liberal (16-XII-1933).

76 "Agrupación Cultural Artística Sevillana", El Liberal (28-X-1933).77 Anónimo: "Reunión de Sociedad de Músicos La Lira", La Crónica

Meridional (20-1-1923).78 "Sociedad de Defensa Musical", El Liberal (11-X11-1932).

335