Economía de la cultura...72 Economía de la cultura Abstract The Economy and Culture have just...

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71 Economía de la cultura Economía de la cultura Nora Elena Espinal Monsalve* Resumen La Economía y la Cultura han empezado a dialogar relativamente hace poco y los estudios formalizados desde la economía y la estadística son recientes. El propósito de este trabajo es plantear algunos elementos de análisis en torno a la Economía de la Cultura, que se está consolidando como una rama disciplinar destacada dentro del análisis económico porque constituye un terreno fértil para el razonamiento teórico y posibilita la ficación empírica del comportamiento de los individuos y de las organiza- ciones culturales. Al respecto se han planteado dos líneas de interpreta- ción: una que destaca y defiende la legitimidad de la intervención estatal en el sector cultural; y otra que propone una mirada del sector cultural desde el mercado. Palabras claves: Economía de la Cultura, patrimonio cultural, mercado, organizaciones culturales, bienes públicos, política estatal. Clasificación JEL: Zll * Profesora de planta de la Escuela de Economía, Facultad de Ciencias Humanas y Económicas, Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín. ENSAYOS DE ECONOMIA OCTUBRE DE 2006

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Page 1: Economía de la cultura...72 Economía de la cultura Abstract The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic poínt

70 Caracterizacioacuten del mercado de energiacutea eleacutectrica

Las cuatro empresas de Comercializacioacuten que cubren el 70 de la demanshyda de energiacutea son empresas del tipo Generador-Comercializador (EPM EMGESA ISAGEN CORELCA) Esto demuestra que realmente existe una ventaja competitiva no soacutelo porque pueden ofrecer precios bajos sino porshy

que estaacuten en capacidad de prestar servicios complementarios que implican altos costos

Aunque los mercados reales no se ajustan estrictamente a las estructuras de mercado teoacutericas su estudio permite identificar aspectos econoacutemicos de gran importancia en el disentildeo de nuevos mercados o para el anaacutelisis de mercados ya existentes De acuerdo con los aspectos evaluados el mercashydo de energiacutea entre Usuarios No Regulados y Comercializadores en Colomshybia presenta caracteriacutesticas que pueden asociarse a las de un oligopolio Sin embargo no se debe olvidar lo planteado por Demsetz (Rodriacuteguez 2006) sobre las limitaciones que tiene el uso de iacutendices para analizar niveshyles de competencia debido a que un alto nivel de concentracioacuten puede reflejar no soacutelo poder de mercado sino tambieacuten la existencia de empresas muy eficientes que aprovechan esta ventaja para eliminar a sus rivales menos competitivos

Referencias bibliograacuteficas

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Escudero A y S Botero (2005) Estructura del mercado de energiacutea para usuarios no regulados en Colombia VII Seminario internacional sobre anaacuteshylisis y mercados energeacuteticos Bogotaacute Uniandes

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rado en Ingenieriacutea Aacuterea Sistemas Energeacuteticos IVJedelliacuten Universidad Nashycional de Colombia Sede Medelliacuten 211

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httpwwwcreggovco httpwwwupmegovco httpwwwxmcomco

Recibido el 28 de agosto de 2006 Aprobado para su publicacioacuten el 24 de septiembre de 2006

FNCAVOC f)F FroNoMtA OrTllRRF f)F nniexcl

71Economiacutea de la cultura

Economiacutea de la cultura

Nora Elena Espinal Monsalve

Resumen

La Economiacutea y la Cultura han empezado a dialogar relativamente hace poco y los estudios formalizados desde la economiacutea y la estadiacutestica son recientes El propoacutesito de este trabajo es plantear algunos elementos de anaacutelisis en torno a la Economiacutea de la Cultura que se estaacute consolidando como una rama disciplinar destacada dentro del anaacutelisis econoacutemico porque constituye un terreno feacutertil para el razonamiento teoacuterico y posibilita la v~rishyficacioacuten empiacuterica del comportamiento de los individuos y de las organizashyciones culturales Al respecto se han planteado dos liacuteneas de interpretashycioacuten una que destaca y defiende la legitimidad de la intervencioacuten estatal en el sector cultural y otra que propone una mirada del sector cultural desde el mercado

Palabras claves Economiacutea de la Cultura patrimonio cultural mercado organizaciones culturales bienes puacuteblicos poliacutetica estatal Clasificacioacuten JEL Zll

Profesora de planta de la Escuela de Economiacutea Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas Universidad Nacional de Colombia Sede Medelliacuten

ENSAYOS DE ECONOMIA OCTUBRE DE 2006

72 Economiacutea de la cultura

Abstract

The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic poiacutent of view are quite recent The intention of this work is to outline some elements of Culture Economy analyses which slowly have been consolidating themselves as an outstanding discipline branch among the economic analysis because they constitute a rich field for the theoretical reasoning allowing the empiacuterical verification of the behavior of individuals and cultural organizations There are two lines of interpretations regarding this the first is the one that highlights and defends the legitimacy of the state intervention in the cultural sector and the second proposes a glance of the cultural sector from the market point ofview

Key words Economy of the Culture Cultural Patrimony Cultural Market Organizations Public Assets State Policies lEL Classification Z11

Introduccioacuten

Durante los uacuteltimos dos siglos y especialmente durante el uacuteltimo diversas escuelas de pensamiento han realizado esfuerzos vigorosos encaminados a la construccioacuten de un concepto de cultura ya su explicacioacuten desde campos como la Filosontildea la Antropologiacutea la Semioacutetica la Historia del arte y la SOciologiacutea Ello ha contribuido tanto desde la opinioacuten puacuteblica como desde las instituciones a la idea seguacuten la cual los bienes culturales son caracteriacutesshyticos maacutes de una economiacutea de lo simboacutelicoque de un mercado ordenado por los principios de la oferta y la demanda La cultura y sus expresiones concretas tienen un valor de uso que no se lo confiere ni el mercado ni la audiencia como bienes y servicios obtienen una determinada cuota del mercado

Puede decirse que los factores que influyen en la creacioacuten artiacutestica y en el consumo de los bienes Yo servicios culturales son especialmente numeroshysos y que la relacioacuten entre ellos sea maacutes compleja que la produccioacuten y el consumo por ejemplo de galletas Pero el arte y la cultura estaacuten en prinshycipio sujetos a la escasez es decir no son bienes libres proporcionan utilidad o satisfaccioacuten a los individuos que los demandan y necesitan recurshysos para su produccioacuten Es posible observar en los individuos expresiones de preferencia por estos bienes y la disponibilidad a pagar por su consumo Por ejemplo entrar a un museo o a un concierto u observar el deseo de alguien de pintar un cuadro para venderlo o incluso el deseo de tocar

Economfa de la cultura

guitarra por su propio placer Por tanto el economista puede analizar comportamiento de qUieacuten oferta y de quieacuten demanda arte y cultura

Algunas corrientes del pensamiento econoacutemico se han ocupado en fom intermitente de la cuestioacuten de coacutemo abordar el estudio de los bienes cultl rales En la eacutepoca de Marx se deciacutea que el arte era una ocupacioacuten impn ductiva por lo tanto no habiacutea por queacute trasladar al terreno de la econom este tipo de actividad humana En la deacutecada de 1930 Pigou un economi ta representante de la escuela neoclaacutesica conceptuaba que los musel teniacutean en siacute mismos maacutes valor para la sociedad que los bares y sin embc go no teniacutean una demanda superior y convocaba a la reflexioacuten sobre est problemas Pero en todos los casos lo que los economistas plantearon respecto a lo largo de las primeras deacutecadas del siglo XX fue una id recurrente la produccioacuten cultural y por tanto la poliacutetica cultural no tieni nada queacute ver con la economiacutea sino soacutelo con la cultura y con la poliacutetica

En la mayoriacutea de los paiacuteses occidentales los asuntos referidos a la admin tracioacuten cultural particularmente los relacionados con el patrimonio cult ral se han manejado desde la autonomiacutea de la cultura por medio de I

modelo que delega en los teacutecnicos la seleccioacuten de los bienes que mereo preservarse asiacute como las formas de intervencioacuten estatal Este tipo de a ministracioacuten tambieacuten se ha responsabilizado del mantenimiento de los b nes declarados patrimonio cultural y ha procurado garantizar el disfrL puacuteblico y universal

Despueacutes de la segunda guerra mundial en el marco de la construccioacuten ( Estado del bienestar la demanda creciente por subsidios para la cultL planteoacute el debate en teacuterminos de la adjudicacioacuten desde el Estado de reCl sos escasos entre distintos usos alternativos con el fin de maximizar bienestar social En este debate hubo consenso en torno al sector de cultura como un sector que contribuye al bienestar social pero que nece ta de abundantes recursos para sobrevivir En gran parte de los paiacutesesmiddot cuestioacuten el Estado habiacutea intervenido en el fomento de la cultura de forr creciente pero desde finales de la deacutecada de 1970 empezoacute a plantearse nivel mundial la crisis en el modelo de intervencioacuten estatal y la idea seg la cual el Estado malgasta y es poco eficaz con lo cual fue posible arg mentar que el modelo de intervencioacuten y de administracioacuten de bienes cult rales era ineficaz y burocraacutetico y que se haciacutea necesaria la decidida insE cioacuten de la cultura en el mercado

1 Dos liacuteneas de pensamiento

En este contexto surgieron dos liacuteneas de pensamiento que vale la pel explicitar

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72 Economiacutea de la cultura

Abstract

The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic point of view are quite recent The intention of this work is to outline sorne elements of Culture Economy

analyses which slowly have been consolidating themselves as an outstanding discipline branch among the economic analysis because they constitute a rich field for the theoretical reasoning allowing the empirical verification of the behavior of individuals and cultural organizations There are two lines of interpretations regarding this the first is the one that highlights and defends the legitimacy of the state intervention in the cultural sector and the second proposes a glance of the cultural sector from the market point ofview

Key words Economy of the Culture Cultural Patrimony Cultural Market Organizations Public Assets State Policies lEL Classification Zll

Introduccioacuten

Durante los uacuteltimos dos siglos y especialmente durante el uacuteltimo diversas escuelas de pensamiento han realizado esfuerzos vigorosos encaminados a la construccioacuten de un concepto de cultura y a su explicacioacuten desde campos como la Filosontildea la Antropologiacutea la Semioacutetica la Historia del arte y la Sociologiacutea Ello ha contribuido tanto desde la opinioacuten puacuteblica como desde las instituciones a la idea seguacuten la cual los bienes culturales son caracteriacutesshyticos maacutes de una economiacutea de lo simboacutelicoque de un mercado ordenado por los principios de la oferta y la demanda La cultura y sus expresiones

concretas tienen un valor de uso que no se lo confiere ni el mercado ni la audiencia como bienes y servicios obtienen una determinada cuota del mercado

Puede decirse que los factores que influyen en la creacioacuten artiacutestica y en el consumo de los bienes yo servicios culturales son especialmente numeroshysos y que la relacioacuten entre ellos sea maacutes compleja que la produccioacuten y el consumo por ejemplo de galletas Pero el arte y la cultura estaacuten en prinshycipio sujetos a la escasez es decir no son bienes libres proporcionan utilidad o satisfaccioacuten a los individuos que los demandan y necesitan recurshysos para su produccioacuten Es posible observar en los individuos expresiones de preferencia por estos bienes y la disponibilidad a pagar por su consumo Por ejemplo entrar a un museo o a un concierto u observar el deseo de alguien de pintar un cuadro para venderlo o incluso el deseo de tocar

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Economiacutea de la cultura

guitarra por su propio placer Por tanto el economista puede analizar el comportamiento de qUieacuten oferta y de quieacuten demanda arte y cultura

Algunas corrientes del pensamiento econoacutemico se han ocupado en forma intermitente de la cuestioacuten de coacutemo abordar el estudio de los bienes cultushyrales En la eacutepoca de Marx se deciacutea que el arte era una ocupacioacuten improshyductiva por lo tanto no habiacutea por queacute trasladar al terreno de la economiacutea este tipo de actividad humana En la deacutecada de 1930 Pigou un economisshyta representante de la escuela neoclaacutesica conceptuaba que los museos teniacutean en siacute mismos maacutes valor para la sociedad que los bares y sin embarshygo no teniacutean una demanda superior y convocaba a la reflexioacuten sobre estos problemas Pero en todos los casos lo que los economistas plantearon al respecto a lo largo de las primeras deacutecadas del siglo XX fue una idea recurrente la produccioacuten cultural y por tanto la poliacutetica cultural no tienen nada queacute ver con la economiacutea sino soacutelo con la cultura y con la poliacutetica

En la mayoriacutea de los paiacuteses occidentales los asuntos referidos a la adminisshytracioacuten cultural particularmente los relacionados con el patrimonio cultushyral se han manejado desde la autonomiacutea de la cultura por medio de un modelo que delega en los teacutecnicos la seleccioacuten de los bienes que merecen preservarse asiacute como las formas de intervencioacuten estatal Este tipo de adshyministracioacuten tambieacuten se ha responsabilizado del mantenimiento de los bieshynes declarados patrimonio cultural y ha procurado garantizar el disfrute puacutebliCO y universal

Despueacutes de la segunda guerra mundial en el marco de la construccioacuten del Estado del bienestar la demanda creciente por subsidios para la cultura planteoacute el debate en teacuterminos de la adjudicacioacuten desde el Estado de recurshysos escasos entre distintos usos alternativos con el fin de maximizar el bienestar social En este debate hubo consenso en torno al sector de la cultura como un sector que contribuye al bienestar social pero que necesishyta de abundantes recursos para sobrevivir En gran parte de los paiacuteses en cuestioacuten el Estado habiacutea intervenido en el fomento de la cultura de forma creciente pero desde finales de la deacutecada de 1970 empezoacute a plantearse a nivel mundial la crisis en el modelo de intervencioacuten estatal y la idea seguacuten la cual el Estado malgasta y es poco eficaz con lo cual fue pOSible argushymentar que el modelo de intervencioacuten y de administracioacuten de bienes cultushyrales era ineficaz y burocraacutetico y que se haciacutea necesaria la decidida insershycioacuten de la cultura en el mercado

1 Dos liacuteneas de pensamiento

En este contexto surgieron dos liacuteneas de pensamiento que vale la pena explicitar

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1 La primera cuyo discurso considera que los productos de la cultura ti~nen un valor per-se muy alto en la escala de valores sociales indepenshydientemente de las preferencias individuales y que satisfacen necesidades superiores en comparacioacuten con otras necesidades humanas A este conshycepto lo ha calificado Musgrave (Valentino 1988 1112) merit wants ya los bienes que satisfacen esas necesidades los ha llamado merit goods o bienes de meacuterito que se caracterizan porque en cualquier caso abstracshycioacuten hecha de las reglas del mercado siempre son ofertados d~ manera puacuteblica Dicho de otra manera los bienes de meacuterito o preferentes son puestos a disposicioacuten del puacuteblico como una imposicioacuten de la oferta en este caso desde el Estado dado el alto valor que se les supone y no en respuesshyta al gusto de los usuarios expresado a traveacutes del mercado

Los bienes de meacuterito pueden ser puacuteblicos o privados Son puacuteblicos cuando todos los miembros de una sociedad disfrutan de los mismos beneficios a la hora de usarlos o consumirlos es deci~ se caracterizan por tener un consumo no rival ni exclusivo y porque su costo marginal tiende a cero Es importante observar coacutemo el puacuteblico no estaacute dispuesto a pagar por un consumo no exclusivo ni se pregunta cuaacutento vale el sostenimiento de un museo o de un monumento nadie revela cuaacutento estaacute dispuesto a pagar por ver el parque de San Agustiacuten o el Museo del Oro o el Parque de las Esculturas de Botero si tuviese que costearse la supervivencia con las entradas El hecho es que como no se puede pedir a los visitantes una tarifa para cubrir los costos de su gestioacuten mantenimiento y puesta en valor continuamente escasean los recursos financieros y se hace necesario el aporte de fondos externos

Valdriacutea la pena preguntarse iquestqueacute empresa pOdriacutea acometer la construcshycioacuten de un gran museo de arte si los costos de aprovisionamiento y compra de obras de arte superaran de forma abismal las posibilidades de amortizarlo en un lapso de tiempo razonable mediante los ingresos por su exposicioacuten En cualquier caso surge el Estado como el agente para acometer la provishysioacuten de los bienes puacuteblicos justificado primero en el hecho de que la ecoshynomiacutea privada no lo suministrariacutea y segundo porque si el bien puacuteblico no se produce dariacutea lugar a un fallo de mercado en teacuterminos de ineficiencia en la asignacioacuten de los recursos o al menos a una peacuterdida de bienestar

Para la corriente de pensamiento que defiende que los bienes puacuteblicos como los del patrimonio cultural no estaacuten bajo la exclusiva responsabilidad de los visitantes y ademaacutes que el Estado debe hacer honor a unas responshy~abilidade~ histoacutericas contraiacutedas o a las que se auto- impone el mercado Juega aqul un papel secundario por cuanto no es capaz de asignar los bienes puacuteblicos correctamente La provisioacuten social se hace mediante el

7Economiacutea de la cultura

mecanismo de asignacioacuten de presupuesto puacuteblico y en este sentido qued en manos de los poliacuteticos dar maacutes o menos fondos para estos propoacutesito~

2 La otra liacutenea de pensamiento de la cual Throsby es su maacutes conocid exponente considera que existe un entorno cultural de la economiacuteiexcl Seguacuten Throsby (2001) la precisioacuten formal de la moderna ciencia econoacutem ca con su abstraccioacuten teoacuterica su anaacutelisis matemaacutetico y su confianza en le meacutetodos cientiacuteficos para probar hipoacutetesis podriacutea llevar a pensar que Economiacutea opera en un mundo que no estaacute condicionado por los fenoacutemenlt culturales y que tampoco influye sobre ellos pero tambieacuten se puede sug rir que la Economiacutea como esfuerzo intelectual no puede ser independie te de la cultura y es posible interpretar las escuelas de pensamiento ec noacutemico como un proceso cultural Los economistas aprenden o herediexcl valores culturales que influyen en su forma de percibir el mundo los age tes econoacutemicos viven toman decisiones en un entorno cultural y este e torno tiene cierta influencia en sus preferencias y en la regulacioacuten de comportamiento a escala del consumidor o de la empresa Asiacute misrr considera Throsby la existencia de un entorno econoacutemico de la cultura

2 El contexto econoacutemico de la cultura

A pesar de los debates y de los diversos matices conceptuales es posil destacar que las relaciones y los procesos culturales existen en un entor econoacutemico y se pueden interpretar en teacuterminos econoacutemicos Se pue pensar en la cultura como un sistema de creencias y valores dentro de grupo de tal manera que las interacciones culturales entre miembros l

grupo o con otro grupo puedan incluirse en modelos de transaccione intercambios de bienes materiales o simboacutelicos dentro de un mar economizador

Los antiguos Institucionalistas consideraban la cultura como la base toda actividad econoacutemica mientras que los estudiosos del desarrollo el noacutemico del tercer mundo situacutean las tradiciones culturales y las aspirac nes de los pobres como medio para determinar la forma como su situad material puede mejorarse de acuerdo a su integridad cultural

Por su parte la Comisioacuten Mundial sobre la Cultura y Desarrollo de Nador Unidas (1995) ha dejado claro que los conceptos de cultura y desarrc estaacuten inextricablemente ligados en cualquier sociedad Asiacute los provea de paiacuteses pobres soacutelo tienen probabilidad de aumentar el nivel de vide reconocen que la cultura de la comunidad que los recibe es la expresi fundamental de su ser y que esta cultura estaacute situada en un cante econoacutemico que determina el aacutembito y extensioacuten del progreso material c es posible

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74 Economiacutea de la cultura

1 La primeraiexcl cuyo discurso considera que los productos de la cultura tienen un valor per-seiexcl muy alto en la escala de valores socialesiexcl indepenshydientemente de las preferencias individuales y que satisfacen necesidades superioresiexcl en comparacioacuten con otras necesidades humanas A este conshy

cepto lo ha calificado Musgrave (Valentino 1988iexcl 11iexcl12) meriacutet wantsiexcl ya los bienes que satisfacen esas necesidades los ha llamado meriacutet goods o bienes de meacuterito que se caracterizan porque en cualquier caso abstracshycioacuten hecha de las reglas del mercado siempre son ofertados d~ manera puacuteblica Dicho de otra manera los bienes de meacuterito o preferentes son puestos a disposicioacuten del puacutebliCO como una imposicioacuten de la ofertaiexcl en este caso desde el Estado dado el alto valor que se les supone y no en respuesshyta al gusto de los usuarios expresado a traveacutes del mercado

los bienes de meacuterito pueden ser puacuteblicos o privados Son puacuteblicos cuando todos los miembros de una sociedad disfrutan de los mismos beneficios a la hora de usarlos o consumirlos es decir se caracterizan por tener un consumo no rival ni exclusivo y porque su costo marginal tiende a cero Es importante observar coacutemo el puacutebliCO no estaacute dispuesto a pagar por un consumo no exclusivoiexcl ni se pregunta cuaacutento vale el sostenimiento de un museo o de un monumento nadie revela cuaacutento estaacute dispuesto a pagar por ver el parque de San Agustiacuten o el Museo del Oroiexcl o el Parque de las Esculturas de Boteroiexcl si tuviese que costearse la supervivencia con las entradas El hecho es que como no se puede pedir a los visitantes una tarifa para cubrir los costos de su gestioacuten mantenimiento y puesta en valo~ continuamente escasean los recursos financieros y se hace necesario el aporte de fondos externos

Valdriacutea la pena preguntarse iquestqueacute empresa pOdriacutea acometer la construcshy cioacuten de un gran museo de arte si los costos de aprovisionamiento y compra

de obras de arte superaran de forma abismal las posibilidades de amortizarlo en un lapso de tiempo razonable mediante los ingresos por su exposicioacuten En cualquier caso surge el Estado como el agente para acometer la provishy

middot sioacuten de los bienes puacuteblicos justificado primero en el hecho de que la ecoshybull nomla privada no lo suministrariacutea y segundoiexcl porque si el bien puacuteblico no Ise produce dariacutea lugar a un fallo de mercado en teacuterminos de ineficiencia en la asignacioacuten de los recursos o al menos a una peacuterdida de bienestar

middot Para la corriente de pensamiento que defiende que los bienes puacuteblicos como los del patrimonio culturaliexcl no estaacuten bajo la exclusiva responsabilidad

de los visitantes y ademaacutes que el Estado debe hacer honor a unas responshy

~abilidade~ histoacutericas contraiacutedas o a las que se auto- impone el mercado middotJuega aqUl un papel secundario por cuanto no es capaz de asignar los bienes puacuteblicos correctamente La provisioacuten social se hace mediante el

Economiacutea de la cultura

mecanismo de asignacioacuten de presupuesto puacutebliCO y en este sentido queda en manos de los poliacuteticos dar maacutes o menos fondos para estos propoacutesitos

2 La otra liacutenea de pensamiento de la cual Throsby es su maacutes conocido exponenteiexcl considera que existe un entorno cultural de la economiacutea Seguacuten Throsby (2001) la precisioacuten formal de la moderna ciencia econoacutemishyca con su abstraccioacuten teoacuterica su anaacutelisis matemaacutetico y su confianza en los meacutetodos cientiacuteficos para probar hipoacutetesis podriacutea llevar a pensar que la Economiacutea opera en un mundo que no estaacute condicionado por los fenoacutemenos culturales y que tampoco influye sobre ellos pero tambieacuten se puede sugeshyrir que la Economiacuteaiexcl como esfuerzo intelectual no puede ser independienshyte de la cultura y es pOSible interpretar las escuelas de pensamiento ecoshynoacutemico como un proceso cultural Los economistas aprenden o heredan valores culturales que influyen en su forma de percibir el mundo los agenshytes econoacutemicos viven toman decisiones en un entorno cultural y este enshytorno tiene cierta influencia en sus preferencias y en la regulacioacuten de su comportamiento a escala del consumidor o de la empresa Asiacute mismo considera Throsby la existencia de un entorno econoacutemico de la cultura

2 El contexto econoacutemico de la cultura

A pesar de los debates y de los diversos matices conceptualesiexcl es pOSible destacar que las relaciones y los procesos culturales existen en un entorno econoacutemico y se pueden interpretar en teacuterminos econoacutemicos Se puede pensar en la cultura como un sistema de creencias y valores dentro de un grupo de tal manera que las interacciones culturales entre miembros del grupo o con otro grupo puedan incluirse en modelos de transacciones o intercambios de bienes materiales o simboacutelicos dentro de un marco economizador

Los antiguos Institucionalistas consideraban la cultura como la base de toda actividad econoacutemica mientras que los estudiosos del desarrollo ecoshynoacutemico del tercer mundo situacutean las tradiciones culturales y las aspiracioshynes de los pobres como medio para determinar la forma como su situacioacuten material puede mejorarse de acuerdo a su integridad cultural

Por su parteiexcl la Comisioacuten Mundial sobre la Cultura y Desarrollo de Naciones Unidas (1995) ha dejado claro que los conceptos de cultura y desarrollo estaacuten inextricablemente ligados en cualquier sociedad Asiacute los proyectos de paiacuteses pobres soacutelo tienen probabilidad de aumentar el nivel de vida si reconocen que la cultura de la comunidad que los recibe es la expresioacuten fundamental de su ser y que esta cultura estaacute situada en un contexto econoacutemico que determina el aacutembito y extensioacuten del progreso material que es posible

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Si se considera la cultura como algo incluido en un medio econoacutemico el comienzo maacutes obvio es partir de la propuesta de que la produccioacuten y el consumo de cultura se pueden situar dentro de un marco industrial y que los bienes y servicios producidos y consumidos se pueden considerar como mercanciacuteas en los mismos teacuterminos que otras mercanciacuteas producidas en el sistema econoacutemico Para los exponentes de la escuela de Frankfurt - Teodoro Adorno- una interpretacioacuten econoacutemica de los procesos culturales era una expresioacuten de desastre hoyes un aacuterea de especializacioacuten dentro de las ciencias econoacutemicas con su asociacioacuten internacional congresos y revistas especializadas el Journal of Cultural Economics y su propia clasificacioacuten independiente en el aacutembito de la taxonomiacutea del discurso econoacutemico En el Journal ofEconomics Literaturese dispone de bibliografiacutea sobre cuestiones teoacutericas y aplicaciones (Throsby D 1994)

E~ este orden de ideas es necesario establecer el diaacutelogo entre la Econoshymla y la cultura y para ello es conveniente asumir entre todas las definicioshynes de cultura que se han ensayado dos que persisten

1 La cultura como un conjunto de actitudes creencias convenciones costumbres valores y praacutecticas comunes o compartidas por cualshyquier grupo (definido desde el punto de vista poliacutetico religioso geoshygraacutefico histoacuterico de geacutenero entre otros) que contribuye a la identishydad distintiva del grupo

2 y desde una perspectiva maacutes funcional el reconocimiento de las acshytividades emprendidas por las personas y los productos de dichas actividades que tienen que ver con los aspectos intelectuales morashyles y artiacutesticos de la vida humana Se caracterizan porque implican alguna forma de creatividad en su produccioacuten hacen referencia a la generacioacuten y comunicacioacuten de significado simboacutelico y su producto representa al menos en potencia una forma de capital intelectual

Las actividades culturales se diferencian tambieacuten por las distintas formas de su existencia como bienes y servicios culturales los privados para los que existe un precio los puacuteblicos para los que no se dispone de precios observables y los mixtos para los que poseen caracteriacutesticas simultaacuteneas de ser puacuteblicos y privados

Seguacuten esta clasificacioacuten existen dos grandes temas que han llamado la atencioacuten de los economistas y aparecen como los dos subsectores del sector cultural el patrimonio cultural y las industrias culturales

Las industrias culturales se interpretan utilizando la parafernalia conshyvencional del anaacutelisis econoacutemico de acuerdo a las peCUliaridades de la deshymanda y de la oferta artiacutestica

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7~Economiacutea de la cultura

La definicioacuten de industria de bienes y servicios culturales supone creativ dad en su produccioacuten incorpora un cierto grado de propiedad intelectual transmite un significado simboacutelico Esta definicioacuten permite delimitar indu trias concretas en torno a determinados productos como la muacutesica y le libros entre otros mientras que la agregacioacuten de todos estos product( permite referirse a las industrias culturales como una totalidad

Aceptar dicha definicioacuten hace posible proponer un modelo de industrioacute culturales que se centra en el lugar de origen de las ideas creativas e irrad hacia afuera a medida que las ideas se combinan con otros insumos pa dar lugar a una gama maacutes amplia de productos De este modo se hallan I artes creativas como se definen tradicionalmente muacutesica danza teatr literatura artes visuales y se influyen formas maacutes nuevas de praacutectic artiacutesticas como el video el performance las artes por computador multimedia entre otros Cada una de eacutestas formas artiacutesticas pueden consideradas por siacute mismas como una industria

Algunas interpretaciones de las industrias culturales proponen unas fronj ras maacutes amplias que abarcan hasta industrias que funcionan fuera del aacutemb cultural pero que algunos de sus productos poseen cierto grado de con nido cultural En estas industrias se encuentra la publicidad los servic arquitectoacutenicos y el turismo La definicioacuten de las fronteras es definitiva piexcl que sean comparables las mediciones de impacto econoacutemico de las indl trias culturales en las distintas regiones y paiacuteses

3 La economiacutea del patrimonio cultural

Abordar el estudio de la cultura y del patrimonio desde una perspect econoacutemica tradicional es decir mediante los anaacutelisis de los comportamh tos de la demanda y de la oferta impone la necesidad de responder -en otras- preguntas como iquestQueacute bienes existen y se producen iquestCoacutemo expresa la demanda iquestCon queacute intensidad iquestCuaacuteles son los precios rel vos de equilibrio y iquestCoacutemo se puede influir en el mercado Esta tal encarna en principio granes dificultades que provienen de la especificie tanto del propio mercado cultural como de las mercanciacuteas que partici~ en el mismo Por ejemplo resulta bastante difiacutecil encontrar un meacutetodo estimacioacuten de la demanda porque en muchas ocasiones se manifiesta forma colectiva y no individual como ocurre en la mayoriacutea de los biel privados Por otra parte la concrecioacuten de los precios de estos bienes forma de entradas (por ejemplo la entrada a un museo) no tradUCE grado auteacutentico de deseabilidad o escasez del bien puesto que en su r yor parte son precios subvencionados y no reflejan el coste de producc y mantenimiento Ademaacutes los bienes del patrimonio cultural no son producto cualquiera con valor de uso sino que pueden tener tambieacuten

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76 Economiacutea de la cultura

Si se considera la cultura como algo incluido en un medio econoacutemico el comienzo maacutes obvio es partir de la propuesta de que la produccioacuten y el consumo de cultura se pueden situar dentro de un marco industrial y que los bienes y servicios producidos y consumidos se pueden considerar como

mercanciacuteas en los mismos teacuterminos que otras mercanciacuteas producidas en el sistema econoacutemico Para los exponentes de la escuela de Frankfurt -Teodoro Adorno- una interpretacioacuten econoacutemica de los procesos culturales era una expresioacuten de desastre hoyes un aacuterea de especializacioacuten dentro de las ciencias econoacutemicas con su asociacioacuten internacional congresos y revistas especializadas el Journal of Cultural Economics y su propia clasificacioacuten independiente en el aacutembito de la taxonomiacutea del discurso econoacutemico En el Journal ofEconomics Literaturese dispone de bibliografiacutea sobre cuestiones teoacutericas y aplicaciones (Throsby D 1994)

En este orden de ideas es necesario establecer el diaacutelogo entre la Econoshymiacutea y la cultura y para ello es conveniente asumir entre todas las definicioshynes de cultura que se han ensayado dos que persisten

1 La cultura como un conjunto de actitudes creencias convenciones costumbres valores y praacutecticas comunes o compartidas por cualshyquier grupo (definido desde el punto de vista poliacutetico religioso geoshygraacutefico histoacuterico de geacutenero entre otros) que contribuye a la identishydad distintiva del grupo

2 y desde una perspectiva maacutes funcional el reconocimiento de las acshytividades emprendidas por las personas y los productos de dichas actividades que tienen que ver con los aspectos intelectuales morashyles y artiacutesticos de la vida humana Se caracterizan porque implican alguna forma de creatividad en su produccioacuten hacen referencia a la generacioacuten y comunicacioacuten de significado simboacutelico y su producto representa al menos en potencia una forma de capital intelectual

las actividades culturales se diferencian tambieacuten por las distintas formas de su existencia como bienes y servicios culturales los privados para los que existe un precio los puacuteblicos para los que no se dispone de precios observables y los mixtos para los que poseen caracteriacutesticas simultaacuteneas de ser puacuteblicos y privados

Seguacuten esta clasificacioacuten existen dos grandes temas que han llamado la atencioacuten de los economistas y aparecen como los dos subsectores del sector cultural el patrimonio cultural y las industrias culturales

las industrias culturales se interpretan utilizando la parafernalia conshyvencional del anaacutelisis econoacutemico de acuerdo a las peculiaridades de la deshymanda y de la oferta artiacutestica (

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

La definicioacuten de industria de bienes y servicios culturales supone creativishydad en su produccioacuten incorpora un cierto grado de propiedad intelectual y transmite un significado simboacutelico Esta definicioacuten permite delimitar indusshytrias concretas en torno a determinados productos como la muacutesica y los libros entre otros mientras que la agregacioacuten de todos estos productos permite referirse a las industrias culturales como una totalidad

Aceptar dicha definicioacuten hace posible proponer un modelo de industrias culturales que se centra en el lugar de origen de las ideas creativas e irradia hacia afuera a medida que las ideas se combinan con otros insumos para dar lugar a una gama maacutes amplia de productos De este modo se hallan las artes creativas como se definen tradicionalmente muacutesica danza teatro literatura artes visuales y se influyen formas maacutes nuevas de praacutecticas artiacutesticas como el video el performance las artes por computador y multimedia entre otros Cada una de eacutestas formas artiacutesticas pueden ser consideradas por siacute mismas como una industria

Algunas interpretaciones de las industrias culturales proponen unas fronteshyras maacutes amplias que abarcan hasta industrias que funcionan fuera del aacutembito cultural pero que algunos de sus productos poseen cierto grado de conteshynido cultural En estas industrias se encuentra la publicidad los servicios arquitectoacutenicos y el turismo la definicioacuten de las fronteras es definitiva para que sean comparables las mediciones de impacto econoacutemico de las indusshytrias culturales en las distintas regiones y paiacuteses

3 La economiacutea del patrimonio cultural

Abordar el estudio de la cultura y del patrimonio desde una perspectiva econoacutemica tradicional es decir mediante los anaacutelisis de los comportamienshytos de la demanda y de la oferta impone la necesidad de responder -entre otras- preguntas como iquestQueacute bienes existen y se producen iquestCoacutemo se expresa la demanda iquestCon queacute intensidad iquestCuaacuteles son los precios relatishyvos de equilibrio y iquestCoacutemo se puede influir en el mercado Esta tarea encarna en principio granes dificultades que provienen de la especificidad tanto del propio mercado cultural como de las mercanciacuteas que participan en el mismo Por ejemplo resulta bastante difiacutecil encontrar un meacutetodo de estimacioacuten de la demanda porque en muchas ocasiones se manifiesta de forma colectiva y no individual como ocurre en la mayoriacutea de los bienes privados Por otra parte la concrecioacuten de los precios de estos bienes en forma de entradas (por ejemplo la entrada a un museo) no traduce el grado auteacutentico de deseabilidad o escasez del bien puesto que en su mashyyor parte son precios subvencionados y no reflejan el coste de produccioacuten y mantenimiento Ademaacutes los bienes del patrimonio cultural no son un producto cualqUiera con valor de uso sino que pueden tener tambieacuten un

E Y S SR

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78 Economiacutea de la cultura

valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio culturaliexcl por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishyvo Histoacuterico y el Castillo de San Felipeiexcl porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantiAcar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuteniexcl es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particulariexcl sino los componentes de valor que lleva incorporadoiexcl y por lo tantoiexcl los servicios que pueden derivarse (Greffeiexcl 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismoiexcl sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutesticaiexcl hasta el valor de formacioacuten y educacioacuteniexcl el valor social como sentildeal de identidad yiexcl obviamenteiexcl el valor econoacutemico que incluye las rentas directasiexcl (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonioiexcl que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de serviciosiexcl mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adquieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herreroiexcl Lciexcl Bedate Aiexcl 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de preciosiexcl como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porqueiexcl efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no seacute el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en I

doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietal de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en val puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor amen tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a q no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mante miento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceriquest recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemE tos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imag y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirSE producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos SI titutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociec actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un pla

escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser ao soria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a bull uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a e se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar CI

tral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el con mo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del o cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializablE entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo e~ auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutec global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas ( postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) efecto con esta forma de hacer turismoiexcl la cultura y el patrimonio histoacuter como manifestaciones de la identidadiexcl del saber y de la historia de pueblos se convierten en una mercanciacutea es deciriexcl en un bien que pue ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

78 Economiacutea de la cultura

valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio cultural por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishy

va Histoacuterico y el Castillo de San Felipe porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantificar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuten es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particular sino los componentes de valor que lleva incorporado y por lo tanto los servicios que pueden derivarse (Greffe 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismo sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutestica hasta el valor de formacioacuten y educacioacuten el valor social como sentildeal de identidad y obviamente el valor econoacutemico que incluye las rentas directas (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonio que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de servicios mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adqUieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herrero Lc Bedate A 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de precios como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porque efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no soacutelo el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en un doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que se venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietario de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en valor puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor o menor tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a que no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mantenishymiento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca la demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceraacute la recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemenshytos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija no ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imagen y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirse y producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos susshytitutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociedad actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un placer escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser acceshysoria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a ser uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a ser consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido en una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como la civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a que se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y en perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar censhytral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el consushymo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del ocio cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre el disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por lo tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializable y entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo es el auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutecter global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas del postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) En efecto con esta forma de hacer turismo la cultura y el patrimonio histoacuterico como manifestaciones de la identidad del saber y de la historia de los pueblos se convierten en una mercanciacutea es decir en un bien que puede ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protec-

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

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cioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyral ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshydad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una fuente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden derivarse

Llegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede preguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la conservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes que conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshytinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo interdisciplinario

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ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

so Economiacutea de la cultura

ioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyal ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshyjad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una uente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden jerivarse

Jegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede Jreguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la onservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes lue conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshyinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo nterdisciplinario

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Economiacutea de la cultura 81

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Recibido el 22 de agosto de 2006 Aprobado para su publicacioacuten el 20 de septiembre de 2006

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Jairo Andreacutes Toro Parral

Resumen

El propoacutesito de este ensayo es defender la importancia de la matemaacutetil la filosofiacutea de la ciencia en el conocimiento y el anaacutelisis econoacutemico sustenta en la funcioacuten de tres aacutereas de conocimiento en la economiacutea semiologiacutea ante el lenguaje matemaacutetico y los signos o indicadores ecc micos la epistemologiacutea ante los modelos y paradigmas en la historia d economiacutea y la forma como algunas teoriacuteas del conocimiento subyacen e origen y en la conformacioacuten del pensamiento y los modelos econoacutemil Concluye explicando por queacute estas aacutereas son imprescindibles en las C cias Sociales YI especialmente en la Economiacutea

Palabras claves Semiologiacutea epistemologiacutea semiologiacutea econoacutemica tructura simboacutelica significantes econoacutemicosl paradigmas econoacutemicos Clasificacioacuten JEL B11 B2 840

1 Estudiante de Economiacutea de la Universidad Nacional de Colombia sede Medelliacuten jatoropunaleiexcl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Page 2: Economía de la cultura...72 Economía de la cultura Abstract The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic poínt

72 Economiacutea de la cultura

Abstract

The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic poiacutent of view are quite recent The intention of this work is to outline some elements of Culture Economy analyses which slowly have been consolidating themselves as an outstanding discipline branch among the economic analysis because they constitute a rich field for the theoretical reasoning allowing the empiacuterical verification of the behavior of individuals and cultural organizations There are two lines of interpretations regarding this the first is the one that highlights and defends the legitimacy of the state intervention in the cultural sector and the second proposes a glance of the cultural sector from the market point ofview

Key words Economy of the Culture Cultural Patrimony Cultural Market Organizations Public Assets State Policies lEL Classification Z11

Introduccioacuten

Durante los uacuteltimos dos siglos y especialmente durante el uacuteltimo diversas escuelas de pensamiento han realizado esfuerzos vigorosos encaminados a la construccioacuten de un concepto de cultura ya su explicacioacuten desde campos como la Filosontildea la Antropologiacutea la Semioacutetica la Historia del arte y la SOciologiacutea Ello ha contribuido tanto desde la opinioacuten puacuteblica como desde las instituciones a la idea seguacuten la cual los bienes culturales son caracteriacutesshyticos maacutes de una economiacutea de lo simboacutelicoque de un mercado ordenado por los principios de la oferta y la demanda La cultura y sus expresiones concretas tienen un valor de uso que no se lo confiere ni el mercado ni la audiencia como bienes y servicios obtienen una determinada cuota del mercado

Puede decirse que los factores que influyen en la creacioacuten artiacutestica y en el consumo de los bienes Yo servicios culturales son especialmente numeroshysos y que la relacioacuten entre ellos sea maacutes compleja que la produccioacuten y el consumo por ejemplo de galletas Pero el arte y la cultura estaacuten en prinshycipio sujetos a la escasez es decir no son bienes libres proporcionan utilidad o satisfaccioacuten a los individuos que los demandan y necesitan recurshysos para su produccioacuten Es posible observar en los individuos expresiones de preferencia por estos bienes y la disponibilidad a pagar por su consumo Por ejemplo entrar a un museo o a un concierto u observar el deseo de alguien de pintar un cuadro para venderlo o incluso el deseo de tocar

Economfa de la cultura

guitarra por su propio placer Por tanto el economista puede analizar comportamiento de qUieacuten oferta y de quieacuten demanda arte y cultura

Algunas corrientes del pensamiento econoacutemico se han ocupado en fom intermitente de la cuestioacuten de coacutemo abordar el estudio de los bienes cultl rales En la eacutepoca de Marx se deciacutea que el arte era una ocupacioacuten impn ductiva por lo tanto no habiacutea por queacute trasladar al terreno de la econom este tipo de actividad humana En la deacutecada de 1930 Pigou un economi ta representante de la escuela neoclaacutesica conceptuaba que los musel teniacutean en siacute mismos maacutes valor para la sociedad que los bares y sin embc go no teniacutean una demanda superior y convocaba a la reflexioacuten sobre est problemas Pero en todos los casos lo que los economistas plantearon respecto a lo largo de las primeras deacutecadas del siglo XX fue una id recurrente la produccioacuten cultural y por tanto la poliacutetica cultural no tieni nada queacute ver con la economiacutea sino soacutelo con la cultura y con la poliacutetica

En la mayoriacutea de los paiacuteses occidentales los asuntos referidos a la admin tracioacuten cultural particularmente los relacionados con el patrimonio cult ral se han manejado desde la autonomiacutea de la cultura por medio de I

modelo que delega en los teacutecnicos la seleccioacuten de los bienes que mereo preservarse asiacute como las formas de intervencioacuten estatal Este tipo de a ministracioacuten tambieacuten se ha responsabilizado del mantenimiento de los b nes declarados patrimonio cultural y ha procurado garantizar el disfrL puacuteblico y universal

Despueacutes de la segunda guerra mundial en el marco de la construccioacuten ( Estado del bienestar la demanda creciente por subsidios para la cultL planteoacute el debate en teacuterminos de la adjudicacioacuten desde el Estado de reCl sos escasos entre distintos usos alternativos con el fin de maximizar bienestar social En este debate hubo consenso en torno al sector de cultura como un sector que contribuye al bienestar social pero que nece ta de abundantes recursos para sobrevivir En gran parte de los paiacutesesmiddot cuestioacuten el Estado habiacutea intervenido en el fomento de la cultura de forr creciente pero desde finales de la deacutecada de 1970 empezoacute a plantearse nivel mundial la crisis en el modelo de intervencioacuten estatal y la idea seg la cual el Estado malgasta y es poco eficaz con lo cual fue posible arg mentar que el modelo de intervencioacuten y de administracioacuten de bienes cult rales era ineficaz y burocraacutetico y que se haciacutea necesaria la decidida insE cioacuten de la cultura en el mercado

1 Dos liacuteneas de pensamiento

En este contexto surgieron dos liacuteneas de pensamiento que vale la pel explicitar

ENSAYOS DE ECONOMiA OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

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72 Economiacutea de la cultura

Abstract

The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic point of view are quite recent The intention of this work is to outline sorne elements of Culture Economy

analyses which slowly have been consolidating themselves as an outstanding discipline branch among the economic analysis because they constitute a rich field for the theoretical reasoning allowing the empirical verification of the behavior of individuals and cultural organizations There are two lines of interpretations regarding this the first is the one that highlights and defends the legitimacy of the state intervention in the cultural sector and the second proposes a glance of the cultural sector from the market point ofview

Key words Economy of the Culture Cultural Patrimony Cultural Market Organizations Public Assets State Policies lEL Classification Zll

Introduccioacuten

Durante los uacuteltimos dos siglos y especialmente durante el uacuteltimo diversas escuelas de pensamiento han realizado esfuerzos vigorosos encaminados a la construccioacuten de un concepto de cultura y a su explicacioacuten desde campos como la Filosontildea la Antropologiacutea la Semioacutetica la Historia del arte y la Sociologiacutea Ello ha contribuido tanto desde la opinioacuten puacuteblica como desde las instituciones a la idea seguacuten la cual los bienes culturales son caracteriacutesshyticos maacutes de una economiacutea de lo simboacutelicoque de un mercado ordenado por los principios de la oferta y la demanda La cultura y sus expresiones

concretas tienen un valor de uso que no se lo confiere ni el mercado ni la audiencia como bienes y servicios obtienen una determinada cuota del mercado

Puede decirse que los factores que influyen en la creacioacuten artiacutestica y en el consumo de los bienes yo servicios culturales son especialmente numeroshysos y que la relacioacuten entre ellos sea maacutes compleja que la produccioacuten y el consumo por ejemplo de galletas Pero el arte y la cultura estaacuten en prinshycipio sujetos a la escasez es decir no son bienes libres proporcionan utilidad o satisfaccioacuten a los individuos que los demandan y necesitan recurshysos para su produccioacuten Es posible observar en los individuos expresiones de preferencia por estos bienes y la disponibilidad a pagar por su consumo Por ejemplo entrar a un museo o a un concierto u observar el deseo de alguien de pintar un cuadro para venderlo o incluso el deseo de tocar

ENSAYOS DE ECONOMiacuteA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

guitarra por su propio placer Por tanto el economista puede analizar el comportamiento de qUieacuten oferta y de quieacuten demanda arte y cultura

Algunas corrientes del pensamiento econoacutemico se han ocupado en forma intermitente de la cuestioacuten de coacutemo abordar el estudio de los bienes cultushyrales En la eacutepoca de Marx se deciacutea que el arte era una ocupacioacuten improshyductiva por lo tanto no habiacutea por queacute trasladar al terreno de la economiacutea este tipo de actividad humana En la deacutecada de 1930 Pigou un economisshyta representante de la escuela neoclaacutesica conceptuaba que los museos teniacutean en siacute mismos maacutes valor para la sociedad que los bares y sin embarshygo no teniacutean una demanda superior y convocaba a la reflexioacuten sobre estos problemas Pero en todos los casos lo que los economistas plantearon al respecto a lo largo de las primeras deacutecadas del siglo XX fue una idea recurrente la produccioacuten cultural y por tanto la poliacutetica cultural no tienen nada queacute ver con la economiacutea sino soacutelo con la cultura y con la poliacutetica

En la mayoriacutea de los paiacuteses occidentales los asuntos referidos a la adminisshytracioacuten cultural particularmente los relacionados con el patrimonio cultushyral se han manejado desde la autonomiacutea de la cultura por medio de un modelo que delega en los teacutecnicos la seleccioacuten de los bienes que merecen preservarse asiacute como las formas de intervencioacuten estatal Este tipo de adshyministracioacuten tambieacuten se ha responsabilizado del mantenimiento de los bieshynes declarados patrimonio cultural y ha procurado garantizar el disfrute puacutebliCO y universal

Despueacutes de la segunda guerra mundial en el marco de la construccioacuten del Estado del bienestar la demanda creciente por subsidios para la cultura planteoacute el debate en teacuterminos de la adjudicacioacuten desde el Estado de recurshysos escasos entre distintos usos alternativos con el fin de maximizar el bienestar social En este debate hubo consenso en torno al sector de la cultura como un sector que contribuye al bienestar social pero que necesishyta de abundantes recursos para sobrevivir En gran parte de los paiacuteses en cuestioacuten el Estado habiacutea intervenido en el fomento de la cultura de forma creciente pero desde finales de la deacutecada de 1970 empezoacute a plantearse a nivel mundial la crisis en el modelo de intervencioacuten estatal y la idea seguacuten la cual el Estado malgasta y es poco eficaz con lo cual fue pOSible argushymentar que el modelo de intervencioacuten y de administracioacuten de bienes cultushyrales era ineficaz y burocraacutetico y que se haciacutea necesaria la decidida insershycioacuten de la cultura en el mercado

1 Dos liacuteneas de pensamiento

En este contexto surgieron dos liacuteneas de pensamiento que vale la pena explicitar

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74 Economiacutea de la cultura

1 La primera cuyo discurso considera que los productos de la cultura ti~nen un valor per-se muy alto en la escala de valores sociales indepenshydientemente de las preferencias individuales y que satisfacen necesidades superiores en comparacioacuten con otras necesidades humanas A este conshycepto lo ha calificado Musgrave (Valentino 1988 1112) merit wants ya los bienes que satisfacen esas necesidades los ha llamado merit goods o bienes de meacuterito que se caracterizan porque en cualquier caso abstracshycioacuten hecha de las reglas del mercado siempre son ofertados d~ manera puacuteblica Dicho de otra manera los bienes de meacuterito o preferentes son puestos a disposicioacuten del puacuteblico como una imposicioacuten de la oferta en este caso desde el Estado dado el alto valor que se les supone y no en respuesshyta al gusto de los usuarios expresado a traveacutes del mercado

Los bienes de meacuterito pueden ser puacuteblicos o privados Son puacuteblicos cuando todos los miembros de una sociedad disfrutan de los mismos beneficios a la hora de usarlos o consumirlos es deci~ se caracterizan por tener un consumo no rival ni exclusivo y porque su costo marginal tiende a cero Es importante observar coacutemo el puacuteblico no estaacute dispuesto a pagar por un consumo no exclusivo ni se pregunta cuaacutento vale el sostenimiento de un museo o de un monumento nadie revela cuaacutento estaacute dispuesto a pagar por ver el parque de San Agustiacuten o el Museo del Oro o el Parque de las Esculturas de Botero si tuviese que costearse la supervivencia con las entradas El hecho es que como no se puede pedir a los visitantes una tarifa para cubrir los costos de su gestioacuten mantenimiento y puesta en valor continuamente escasean los recursos financieros y se hace necesario el aporte de fondos externos

Valdriacutea la pena preguntarse iquestqueacute empresa pOdriacutea acometer la construcshycioacuten de un gran museo de arte si los costos de aprovisionamiento y compra de obras de arte superaran de forma abismal las posibilidades de amortizarlo en un lapso de tiempo razonable mediante los ingresos por su exposicioacuten En cualquier caso surge el Estado como el agente para acometer la provishysioacuten de los bienes puacuteblicos justificado primero en el hecho de que la ecoshynomiacutea privada no lo suministrariacutea y segundo porque si el bien puacuteblico no se produce dariacutea lugar a un fallo de mercado en teacuterminos de ineficiencia en la asignacioacuten de los recursos o al menos a una peacuterdida de bienestar

Para la corriente de pensamiento que defiende que los bienes puacuteblicos como los del patrimonio cultural no estaacuten bajo la exclusiva responsabilidad de los visitantes y ademaacutes que el Estado debe hacer honor a unas responshy~abilidade~ histoacutericas contraiacutedas o a las que se auto- impone el mercado Juega aqul un papel secundario por cuanto no es capaz de asignar los bienes puacuteblicos correctamente La provisioacuten social se hace mediante el

7Economiacutea de la cultura

mecanismo de asignacioacuten de presupuesto puacuteblico y en este sentido qued en manos de los poliacuteticos dar maacutes o menos fondos para estos propoacutesito~

2 La otra liacutenea de pensamiento de la cual Throsby es su maacutes conocid exponente considera que existe un entorno cultural de la economiacuteiexcl Seguacuten Throsby (2001) la precisioacuten formal de la moderna ciencia econoacutem ca con su abstraccioacuten teoacuterica su anaacutelisis matemaacutetico y su confianza en le meacutetodos cientiacuteficos para probar hipoacutetesis podriacutea llevar a pensar que Economiacutea opera en un mundo que no estaacute condicionado por los fenoacutemenlt culturales y que tampoco influye sobre ellos pero tambieacuten se puede sug rir que la Economiacutea como esfuerzo intelectual no puede ser independie te de la cultura y es posible interpretar las escuelas de pensamiento ec noacutemico como un proceso cultural Los economistas aprenden o herediexcl valores culturales que influyen en su forma de percibir el mundo los age tes econoacutemicos viven toman decisiones en un entorno cultural y este e torno tiene cierta influencia en sus preferencias y en la regulacioacuten de comportamiento a escala del consumidor o de la empresa Asiacute misrr considera Throsby la existencia de un entorno econoacutemico de la cultura

2 El contexto econoacutemico de la cultura

A pesar de los debates y de los diversos matices conceptuales es posil destacar que las relaciones y los procesos culturales existen en un entor econoacutemico y se pueden interpretar en teacuterminos econoacutemicos Se pue pensar en la cultura como un sistema de creencias y valores dentro de grupo de tal manera que las interacciones culturales entre miembros l

grupo o con otro grupo puedan incluirse en modelos de transaccione intercambios de bienes materiales o simboacutelicos dentro de un mar economizador

Los antiguos Institucionalistas consideraban la cultura como la base toda actividad econoacutemica mientras que los estudiosos del desarrollo el noacutemico del tercer mundo situacutean las tradiciones culturales y las aspirac nes de los pobres como medio para determinar la forma como su situad material puede mejorarse de acuerdo a su integridad cultural

Por su parte la Comisioacuten Mundial sobre la Cultura y Desarrollo de Nador Unidas (1995) ha dejado claro que los conceptos de cultura y desarrc estaacuten inextricablemente ligados en cualquier sociedad Asiacute los provea de paiacuteses pobres soacutelo tienen probabilidad de aumentar el nivel de vide reconocen que la cultura de la comunidad que los recibe es la expresi fundamental de su ser y que esta cultura estaacute situada en un cante econoacutemico que determina el aacutembito y extensioacuten del progreso material c es posible

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74 Economiacutea de la cultura

1 La primeraiexcl cuyo discurso considera que los productos de la cultura tienen un valor per-seiexcl muy alto en la escala de valores socialesiexcl indepenshydientemente de las preferencias individuales y que satisfacen necesidades superioresiexcl en comparacioacuten con otras necesidades humanas A este conshy

cepto lo ha calificado Musgrave (Valentino 1988iexcl 11iexcl12) meriacutet wantsiexcl ya los bienes que satisfacen esas necesidades los ha llamado meriacutet goods o bienes de meacuterito que se caracterizan porque en cualquier caso abstracshycioacuten hecha de las reglas del mercado siempre son ofertados d~ manera puacuteblica Dicho de otra manera los bienes de meacuterito o preferentes son puestos a disposicioacuten del puacutebliCO como una imposicioacuten de la ofertaiexcl en este caso desde el Estado dado el alto valor que se les supone y no en respuesshyta al gusto de los usuarios expresado a traveacutes del mercado

los bienes de meacuterito pueden ser puacuteblicos o privados Son puacuteblicos cuando todos los miembros de una sociedad disfrutan de los mismos beneficios a la hora de usarlos o consumirlos es decir se caracterizan por tener un consumo no rival ni exclusivo y porque su costo marginal tiende a cero Es importante observar coacutemo el puacutebliCO no estaacute dispuesto a pagar por un consumo no exclusivoiexcl ni se pregunta cuaacutento vale el sostenimiento de un museo o de un monumento nadie revela cuaacutento estaacute dispuesto a pagar por ver el parque de San Agustiacuten o el Museo del Oroiexcl o el Parque de las Esculturas de Boteroiexcl si tuviese que costearse la supervivencia con las entradas El hecho es que como no se puede pedir a los visitantes una tarifa para cubrir los costos de su gestioacuten mantenimiento y puesta en valo~ continuamente escasean los recursos financieros y se hace necesario el aporte de fondos externos

Valdriacutea la pena preguntarse iquestqueacute empresa pOdriacutea acometer la construcshy cioacuten de un gran museo de arte si los costos de aprovisionamiento y compra

de obras de arte superaran de forma abismal las posibilidades de amortizarlo en un lapso de tiempo razonable mediante los ingresos por su exposicioacuten En cualquier caso surge el Estado como el agente para acometer la provishy

middot sioacuten de los bienes puacuteblicos justificado primero en el hecho de que la ecoshybull nomla privada no lo suministrariacutea y segundoiexcl porque si el bien puacuteblico no Ise produce dariacutea lugar a un fallo de mercado en teacuterminos de ineficiencia en la asignacioacuten de los recursos o al menos a una peacuterdida de bienestar

middot Para la corriente de pensamiento que defiende que los bienes puacuteblicos como los del patrimonio culturaliexcl no estaacuten bajo la exclusiva responsabilidad

de los visitantes y ademaacutes que el Estado debe hacer honor a unas responshy

~abilidade~ histoacutericas contraiacutedas o a las que se auto- impone el mercado middotJuega aqUl un papel secundario por cuanto no es capaz de asignar los bienes puacuteblicos correctamente La provisioacuten social se hace mediante el

Economiacutea de la cultura

mecanismo de asignacioacuten de presupuesto puacutebliCO y en este sentido queda en manos de los poliacuteticos dar maacutes o menos fondos para estos propoacutesitos

2 La otra liacutenea de pensamiento de la cual Throsby es su maacutes conocido exponenteiexcl considera que existe un entorno cultural de la economiacutea Seguacuten Throsby (2001) la precisioacuten formal de la moderna ciencia econoacutemishyca con su abstraccioacuten teoacuterica su anaacutelisis matemaacutetico y su confianza en los meacutetodos cientiacuteficos para probar hipoacutetesis podriacutea llevar a pensar que la Economiacutea opera en un mundo que no estaacute condicionado por los fenoacutemenos culturales y que tampoco influye sobre ellos pero tambieacuten se puede sugeshyrir que la Economiacuteaiexcl como esfuerzo intelectual no puede ser independienshyte de la cultura y es pOSible interpretar las escuelas de pensamiento ecoshynoacutemico como un proceso cultural Los economistas aprenden o heredan valores culturales que influyen en su forma de percibir el mundo los agenshytes econoacutemicos viven toman decisiones en un entorno cultural y este enshytorno tiene cierta influencia en sus preferencias y en la regulacioacuten de su comportamiento a escala del consumidor o de la empresa Asiacute mismo considera Throsby la existencia de un entorno econoacutemico de la cultura

2 El contexto econoacutemico de la cultura

A pesar de los debates y de los diversos matices conceptualesiexcl es pOSible destacar que las relaciones y los procesos culturales existen en un entorno econoacutemico y se pueden interpretar en teacuterminos econoacutemicos Se puede pensar en la cultura como un sistema de creencias y valores dentro de un grupo de tal manera que las interacciones culturales entre miembros del grupo o con otro grupo puedan incluirse en modelos de transacciones o intercambios de bienes materiales o simboacutelicos dentro de un marco economizador

Los antiguos Institucionalistas consideraban la cultura como la base de toda actividad econoacutemica mientras que los estudiosos del desarrollo ecoshynoacutemico del tercer mundo situacutean las tradiciones culturales y las aspiracioshynes de los pobres como medio para determinar la forma como su situacioacuten material puede mejorarse de acuerdo a su integridad cultural

Por su parteiexcl la Comisioacuten Mundial sobre la Cultura y Desarrollo de Naciones Unidas (1995) ha dejado claro que los conceptos de cultura y desarrollo estaacuten inextricablemente ligados en cualquier sociedad Asiacute los proyectos de paiacuteses pobres soacutelo tienen probabilidad de aumentar el nivel de vida si reconocen que la cultura de la comunidad que los recibe es la expresioacuten fundamental de su ser y que esta cultura estaacute situada en un contexto econoacutemico que determina el aacutembito y extensioacuten del progreso material que es posible

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76 Economiacutea de la cultura

Si se considera la cultura como algo incluido en un medio econoacutemico el comienzo maacutes obvio es partir de la propuesta de que la produccioacuten y el consumo de cultura se pueden situar dentro de un marco industrial y que los bienes y servicios producidos y consumidos se pueden considerar como mercanciacuteas en los mismos teacuterminos que otras mercanciacuteas producidas en el sistema econoacutemico Para los exponentes de la escuela de Frankfurt - Teodoro Adorno- una interpretacioacuten econoacutemica de los procesos culturales era una expresioacuten de desastre hoyes un aacuterea de especializacioacuten dentro de las ciencias econoacutemicas con su asociacioacuten internacional congresos y revistas especializadas el Journal of Cultural Economics y su propia clasificacioacuten independiente en el aacutembito de la taxonomiacutea del discurso econoacutemico En el Journal ofEconomics Literaturese dispone de bibliografiacutea sobre cuestiones teoacutericas y aplicaciones (Throsby D 1994)

E~ este orden de ideas es necesario establecer el diaacutelogo entre la Econoshymla y la cultura y para ello es conveniente asumir entre todas las definicioshynes de cultura que se han ensayado dos que persisten

1 La cultura como un conjunto de actitudes creencias convenciones costumbres valores y praacutecticas comunes o compartidas por cualshyquier grupo (definido desde el punto de vista poliacutetico religioso geoshygraacutefico histoacuterico de geacutenero entre otros) que contribuye a la identishydad distintiva del grupo

2 y desde una perspectiva maacutes funcional el reconocimiento de las acshytividades emprendidas por las personas y los productos de dichas actividades que tienen que ver con los aspectos intelectuales morashyles y artiacutesticos de la vida humana Se caracterizan porque implican alguna forma de creatividad en su produccioacuten hacen referencia a la generacioacuten y comunicacioacuten de significado simboacutelico y su producto representa al menos en potencia una forma de capital intelectual

Las actividades culturales se diferencian tambieacuten por las distintas formas de su existencia como bienes y servicios culturales los privados para los que existe un precio los puacuteblicos para los que no se dispone de precios observables y los mixtos para los que poseen caracteriacutesticas simultaacuteneas de ser puacuteblicos y privados

Seguacuten esta clasificacioacuten existen dos grandes temas que han llamado la atencioacuten de los economistas y aparecen como los dos subsectores del sector cultural el patrimonio cultural y las industrias culturales

Las industrias culturales se interpretan utilizando la parafernalia conshyvencional del anaacutelisis econoacutemico de acuerdo a las peCUliaridades de la deshymanda y de la oferta artiacutestica

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7~Economiacutea de la cultura

La definicioacuten de industria de bienes y servicios culturales supone creativ dad en su produccioacuten incorpora un cierto grado de propiedad intelectual transmite un significado simboacutelico Esta definicioacuten permite delimitar indu trias concretas en torno a determinados productos como la muacutesica y le libros entre otros mientras que la agregacioacuten de todos estos product( permite referirse a las industrias culturales como una totalidad

Aceptar dicha definicioacuten hace posible proponer un modelo de industrioacute culturales que se centra en el lugar de origen de las ideas creativas e irrad hacia afuera a medida que las ideas se combinan con otros insumos pa dar lugar a una gama maacutes amplia de productos De este modo se hallan I artes creativas como se definen tradicionalmente muacutesica danza teatr literatura artes visuales y se influyen formas maacutes nuevas de praacutectic artiacutesticas como el video el performance las artes por computador multimedia entre otros Cada una de eacutestas formas artiacutesticas pueden consideradas por siacute mismas como una industria

Algunas interpretaciones de las industrias culturales proponen unas fronj ras maacutes amplias que abarcan hasta industrias que funcionan fuera del aacutemb cultural pero que algunos de sus productos poseen cierto grado de con nido cultural En estas industrias se encuentra la publicidad los servic arquitectoacutenicos y el turismo La definicioacuten de las fronteras es definitiva piexcl que sean comparables las mediciones de impacto econoacutemico de las indl trias culturales en las distintas regiones y paiacuteses

3 La economiacutea del patrimonio cultural

Abordar el estudio de la cultura y del patrimonio desde una perspect econoacutemica tradicional es decir mediante los anaacutelisis de los comportamh tos de la demanda y de la oferta impone la necesidad de responder -en otras- preguntas como iquestQueacute bienes existen y se producen iquestCoacutemo expresa la demanda iquestCon queacute intensidad iquestCuaacuteles son los precios rel vos de equilibrio y iquestCoacutemo se puede influir en el mercado Esta tal encarna en principio granes dificultades que provienen de la especificie tanto del propio mercado cultural como de las mercanciacuteas que partici~ en el mismo Por ejemplo resulta bastante difiacutecil encontrar un meacutetodo estimacioacuten de la demanda porque en muchas ocasiones se manifiesta forma colectiva y no individual como ocurre en la mayoriacutea de los biel privados Por otra parte la concrecioacuten de los precios de estos bienes forma de entradas (por ejemplo la entrada a un museo) no tradUCE grado auteacutentico de deseabilidad o escasez del bien puesto que en su r yor parte son precios subvencionados y no reflejan el coste de producc y mantenimiento Ademaacutes los bienes del patrimonio cultural no son producto cualquiera con valor de uso sino que pueden tener tambieacuten

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76 Economiacutea de la cultura

Si se considera la cultura como algo incluido en un medio econoacutemico el comienzo maacutes obvio es partir de la propuesta de que la produccioacuten y el consumo de cultura se pueden situar dentro de un marco industrial y que los bienes y servicios producidos y consumidos se pueden considerar como

mercanciacuteas en los mismos teacuterminos que otras mercanciacuteas producidas en el sistema econoacutemico Para los exponentes de la escuela de Frankfurt -Teodoro Adorno- una interpretacioacuten econoacutemica de los procesos culturales era una expresioacuten de desastre hoyes un aacuterea de especializacioacuten dentro de las ciencias econoacutemicas con su asociacioacuten internacional congresos y revistas especializadas el Journal of Cultural Economics y su propia clasificacioacuten independiente en el aacutembito de la taxonomiacutea del discurso econoacutemico En el Journal ofEconomics Literaturese dispone de bibliografiacutea sobre cuestiones teoacutericas y aplicaciones (Throsby D 1994)

En este orden de ideas es necesario establecer el diaacutelogo entre la Econoshymiacutea y la cultura y para ello es conveniente asumir entre todas las definicioshynes de cultura que se han ensayado dos que persisten

1 La cultura como un conjunto de actitudes creencias convenciones costumbres valores y praacutecticas comunes o compartidas por cualshyquier grupo (definido desde el punto de vista poliacutetico religioso geoshygraacutefico histoacuterico de geacutenero entre otros) que contribuye a la identishydad distintiva del grupo

2 y desde una perspectiva maacutes funcional el reconocimiento de las acshytividades emprendidas por las personas y los productos de dichas actividades que tienen que ver con los aspectos intelectuales morashyles y artiacutesticos de la vida humana Se caracterizan porque implican alguna forma de creatividad en su produccioacuten hacen referencia a la generacioacuten y comunicacioacuten de significado simboacutelico y su producto representa al menos en potencia una forma de capital intelectual

las actividades culturales se diferencian tambieacuten por las distintas formas de su existencia como bienes y servicios culturales los privados para los que existe un precio los puacuteblicos para los que no se dispone de precios observables y los mixtos para los que poseen caracteriacutesticas simultaacuteneas de ser puacuteblicos y privados

Seguacuten esta clasificacioacuten existen dos grandes temas que han llamado la atencioacuten de los economistas y aparecen como los dos subsectores del sector cultural el patrimonio cultural y las industrias culturales

las industrias culturales se interpretan utilizando la parafernalia conshyvencional del anaacutelisis econoacutemico de acuerdo a las peculiaridades de la deshymanda y de la oferta artiacutestica (

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Economiacutea de la cultura

La definicioacuten de industria de bienes y servicios culturales supone creativishydad en su produccioacuten incorpora un cierto grado de propiedad intelectual y transmite un significado simboacutelico Esta definicioacuten permite delimitar indusshytrias concretas en torno a determinados productos como la muacutesica y los libros entre otros mientras que la agregacioacuten de todos estos productos permite referirse a las industrias culturales como una totalidad

Aceptar dicha definicioacuten hace posible proponer un modelo de industrias culturales que se centra en el lugar de origen de las ideas creativas e irradia hacia afuera a medida que las ideas se combinan con otros insumos para dar lugar a una gama maacutes amplia de productos De este modo se hallan las artes creativas como se definen tradicionalmente muacutesica danza teatro literatura artes visuales y se influyen formas maacutes nuevas de praacutecticas artiacutesticas como el video el performance las artes por computador y multimedia entre otros Cada una de eacutestas formas artiacutesticas pueden ser consideradas por siacute mismas como una industria

Algunas interpretaciones de las industrias culturales proponen unas fronteshyras maacutes amplias que abarcan hasta industrias que funcionan fuera del aacutembito cultural pero que algunos de sus productos poseen cierto grado de conteshynido cultural En estas industrias se encuentra la publicidad los servicios arquitectoacutenicos y el turismo la definicioacuten de las fronteras es definitiva para que sean comparables las mediciones de impacto econoacutemico de las indusshytrias culturales en las distintas regiones y paiacuteses

3 La economiacutea del patrimonio cultural

Abordar el estudio de la cultura y del patrimonio desde una perspectiva econoacutemica tradicional es decir mediante los anaacutelisis de los comportamienshytos de la demanda y de la oferta impone la necesidad de responder -entre otras- preguntas como iquestQueacute bienes existen y se producen iquestCoacutemo se expresa la demanda iquestCon queacute intensidad iquestCuaacuteles son los precios relatishyvos de equilibrio y iquestCoacutemo se puede influir en el mercado Esta tarea encarna en principio granes dificultades que provienen de la especificidad tanto del propio mercado cultural como de las mercanciacuteas que participan en el mismo Por ejemplo resulta bastante difiacutecil encontrar un meacutetodo de estimacioacuten de la demanda porque en muchas ocasiones se manifiesta de forma colectiva y no individual como ocurre en la mayoriacutea de los bienes privados Por otra parte la concrecioacuten de los precios de estos bienes en forma de entradas (por ejemplo la entrada a un museo) no traduce el grado auteacutentico de deseabilidad o escasez del bien puesto que en su mashyyor parte son precios subvencionados y no reflejan el coste de produccioacuten y mantenimiento Ademaacutes los bienes del patrimonio cultural no son un producto cualqUiera con valor de uso sino que pueden tener tambieacuten un

E Y S SR

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78 Economiacutea de la cultura

valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio culturaliexcl por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishyvo Histoacuterico y el Castillo de San Felipeiexcl porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantiAcar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuteniexcl es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particulariexcl sino los componentes de valor que lleva incorporadoiexcl y por lo tantoiexcl los servicios que pueden derivarse (Greffeiexcl 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismoiexcl sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutesticaiexcl hasta el valor de formacioacuten y educacioacuteniexcl el valor social como sentildeal de identidad yiexcl obviamenteiexcl el valor econoacutemico que incluye las rentas directasiexcl (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonioiexcl que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de serviciosiexcl mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adquieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herreroiexcl Lciexcl Bedate Aiexcl 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de preciosiexcl como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porqueiexcl efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no seacute el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en I

doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietal de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en val puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor amen tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a q no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mante miento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceriquest recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemE tos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imag y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirSE producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos SI titutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociec actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un pla

escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser ao soria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a bull uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a e se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar CI

tral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el con mo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del o cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializablE entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo e~ auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutec global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas ( postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) efecto con esta forma de hacer turismoiexcl la cultura y el patrimonio histoacuter como manifestaciones de la identidadiexcl del saber y de la historia de pueblos se convierten en una mercanciacutea es deciriexcl en un bien que pue ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protl

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valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio cultural por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishy

va Histoacuterico y el Castillo de San Felipe porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantificar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuten es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particular sino los componentes de valor que lleva incorporado y por lo tanto los servicios que pueden derivarse (Greffe 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismo sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutestica hasta el valor de formacioacuten y educacioacuten el valor social como sentildeal de identidad y obviamente el valor econoacutemico que incluye las rentas directas (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonio que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de servicios mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adqUieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herrero Lc Bedate A 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de precios como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porque efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no soacutelo el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en un doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que se venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietario de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en valor puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor o menor tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a que no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mantenishymiento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca la demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceraacute la recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemenshytos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija no ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imagen y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirse y producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos susshytitutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociedad actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un placer escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser acceshysoria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a ser uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a ser consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido en una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como la civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a que se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y en perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar censhytral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el consushymo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del ocio cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre el disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por lo tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializable y entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo es el auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutecter global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas del postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) En efecto con esta forma de hacer turismo la cultura y el patrimonio histoacuterico como manifestaciones de la identidad del saber y de la historia de los pueblos se convierten en una mercanciacutea es decir en un bien que puede ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protec-

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cioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyral ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshydad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una fuente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden derivarse

Llegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede preguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la conservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes que conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshytinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo interdisciplinario

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ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

so Economiacutea de la cultura

ioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyal ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshyjad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una uente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden jerivarse

Jegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede Jreguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la onservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes lue conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshyinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo nterdisciplinario

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Recibido el 22 de agosto de 2006 Aprobado para su publicacioacuten el 20 de septiembre de 2006

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Jairo Andreacutes Toro Parral

Resumen

El propoacutesito de este ensayo es defender la importancia de la matemaacutetil la filosofiacutea de la ciencia en el conocimiento y el anaacutelisis econoacutemico sustenta en la funcioacuten de tres aacutereas de conocimiento en la economiacutea semiologiacutea ante el lenguaje matemaacutetico y los signos o indicadores ecc micos la epistemologiacutea ante los modelos y paradigmas en la historia d economiacutea y la forma como algunas teoriacuteas del conocimiento subyacen e origen y en la conformacioacuten del pensamiento y los modelos econoacutemil Concluye explicando por queacute estas aacutereas son imprescindibles en las C cias Sociales YI especialmente en la Economiacutea

Palabras claves Semiologiacutea epistemologiacutea semiologiacutea econoacutemica tructura simboacutelica significantes econoacutemicosl paradigmas econoacutemicos Clasificacioacuten JEL B11 B2 840

1 Estudiante de Economiacutea de la Universidad Nacional de Colombia sede Medelliacuten jatoropunaleiexcl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Page 3: Economía de la cultura...72 Economía de la cultura Abstract The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic poínt

72 Economiacutea de la cultura

Abstract

The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic point of view are quite recent The intention of this work is to outline sorne elements of Culture Economy

analyses which slowly have been consolidating themselves as an outstanding discipline branch among the economic analysis because they constitute a rich field for the theoretical reasoning allowing the empirical verification of the behavior of individuals and cultural organizations There are two lines of interpretations regarding this the first is the one that highlights and defends the legitimacy of the state intervention in the cultural sector and the second proposes a glance of the cultural sector from the market point ofview

Key words Economy of the Culture Cultural Patrimony Cultural Market Organizations Public Assets State Policies lEL Classification Zll

Introduccioacuten

Durante los uacuteltimos dos siglos y especialmente durante el uacuteltimo diversas escuelas de pensamiento han realizado esfuerzos vigorosos encaminados a la construccioacuten de un concepto de cultura y a su explicacioacuten desde campos como la Filosontildea la Antropologiacutea la Semioacutetica la Historia del arte y la Sociologiacutea Ello ha contribuido tanto desde la opinioacuten puacuteblica como desde las instituciones a la idea seguacuten la cual los bienes culturales son caracteriacutesshyticos maacutes de una economiacutea de lo simboacutelicoque de un mercado ordenado por los principios de la oferta y la demanda La cultura y sus expresiones

concretas tienen un valor de uso que no se lo confiere ni el mercado ni la audiencia como bienes y servicios obtienen una determinada cuota del mercado

Puede decirse que los factores que influyen en la creacioacuten artiacutestica y en el consumo de los bienes yo servicios culturales son especialmente numeroshysos y que la relacioacuten entre ellos sea maacutes compleja que la produccioacuten y el consumo por ejemplo de galletas Pero el arte y la cultura estaacuten en prinshycipio sujetos a la escasez es decir no son bienes libres proporcionan utilidad o satisfaccioacuten a los individuos que los demandan y necesitan recurshysos para su produccioacuten Es posible observar en los individuos expresiones de preferencia por estos bienes y la disponibilidad a pagar por su consumo Por ejemplo entrar a un museo o a un concierto u observar el deseo de alguien de pintar un cuadro para venderlo o incluso el deseo de tocar

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Economiacutea de la cultura

guitarra por su propio placer Por tanto el economista puede analizar el comportamiento de qUieacuten oferta y de quieacuten demanda arte y cultura

Algunas corrientes del pensamiento econoacutemico se han ocupado en forma intermitente de la cuestioacuten de coacutemo abordar el estudio de los bienes cultushyrales En la eacutepoca de Marx se deciacutea que el arte era una ocupacioacuten improshyductiva por lo tanto no habiacutea por queacute trasladar al terreno de la economiacutea este tipo de actividad humana En la deacutecada de 1930 Pigou un economisshyta representante de la escuela neoclaacutesica conceptuaba que los museos teniacutean en siacute mismos maacutes valor para la sociedad que los bares y sin embarshygo no teniacutean una demanda superior y convocaba a la reflexioacuten sobre estos problemas Pero en todos los casos lo que los economistas plantearon al respecto a lo largo de las primeras deacutecadas del siglo XX fue una idea recurrente la produccioacuten cultural y por tanto la poliacutetica cultural no tienen nada queacute ver con la economiacutea sino soacutelo con la cultura y con la poliacutetica

En la mayoriacutea de los paiacuteses occidentales los asuntos referidos a la adminisshytracioacuten cultural particularmente los relacionados con el patrimonio cultushyral se han manejado desde la autonomiacutea de la cultura por medio de un modelo que delega en los teacutecnicos la seleccioacuten de los bienes que merecen preservarse asiacute como las formas de intervencioacuten estatal Este tipo de adshyministracioacuten tambieacuten se ha responsabilizado del mantenimiento de los bieshynes declarados patrimonio cultural y ha procurado garantizar el disfrute puacutebliCO y universal

Despueacutes de la segunda guerra mundial en el marco de la construccioacuten del Estado del bienestar la demanda creciente por subsidios para la cultura planteoacute el debate en teacuterminos de la adjudicacioacuten desde el Estado de recurshysos escasos entre distintos usos alternativos con el fin de maximizar el bienestar social En este debate hubo consenso en torno al sector de la cultura como un sector que contribuye al bienestar social pero que necesishyta de abundantes recursos para sobrevivir En gran parte de los paiacuteses en cuestioacuten el Estado habiacutea intervenido en el fomento de la cultura de forma creciente pero desde finales de la deacutecada de 1970 empezoacute a plantearse a nivel mundial la crisis en el modelo de intervencioacuten estatal y la idea seguacuten la cual el Estado malgasta y es poco eficaz con lo cual fue pOSible argushymentar que el modelo de intervencioacuten y de administracioacuten de bienes cultushyrales era ineficaz y burocraacutetico y que se haciacutea necesaria la decidida insershycioacuten de la cultura en el mercado

1 Dos liacuteneas de pensamiento

En este contexto surgieron dos liacuteneas de pensamiento que vale la pena explicitar

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74 Economiacutea de la cultura

1 La primera cuyo discurso considera que los productos de la cultura ti~nen un valor per-se muy alto en la escala de valores sociales indepenshydientemente de las preferencias individuales y que satisfacen necesidades superiores en comparacioacuten con otras necesidades humanas A este conshycepto lo ha calificado Musgrave (Valentino 1988 1112) merit wants ya los bienes que satisfacen esas necesidades los ha llamado merit goods o bienes de meacuterito que se caracterizan porque en cualquier caso abstracshycioacuten hecha de las reglas del mercado siempre son ofertados d~ manera puacuteblica Dicho de otra manera los bienes de meacuterito o preferentes son puestos a disposicioacuten del puacuteblico como una imposicioacuten de la oferta en este caso desde el Estado dado el alto valor que se les supone y no en respuesshyta al gusto de los usuarios expresado a traveacutes del mercado

Los bienes de meacuterito pueden ser puacuteblicos o privados Son puacuteblicos cuando todos los miembros de una sociedad disfrutan de los mismos beneficios a la hora de usarlos o consumirlos es deci~ se caracterizan por tener un consumo no rival ni exclusivo y porque su costo marginal tiende a cero Es importante observar coacutemo el puacuteblico no estaacute dispuesto a pagar por un consumo no exclusivo ni se pregunta cuaacutento vale el sostenimiento de un museo o de un monumento nadie revela cuaacutento estaacute dispuesto a pagar por ver el parque de San Agustiacuten o el Museo del Oro o el Parque de las Esculturas de Botero si tuviese que costearse la supervivencia con las entradas El hecho es que como no se puede pedir a los visitantes una tarifa para cubrir los costos de su gestioacuten mantenimiento y puesta en valor continuamente escasean los recursos financieros y se hace necesario el aporte de fondos externos

Valdriacutea la pena preguntarse iquestqueacute empresa pOdriacutea acometer la construcshycioacuten de un gran museo de arte si los costos de aprovisionamiento y compra de obras de arte superaran de forma abismal las posibilidades de amortizarlo en un lapso de tiempo razonable mediante los ingresos por su exposicioacuten En cualquier caso surge el Estado como el agente para acometer la provishysioacuten de los bienes puacuteblicos justificado primero en el hecho de que la ecoshynomiacutea privada no lo suministrariacutea y segundo porque si el bien puacuteblico no se produce dariacutea lugar a un fallo de mercado en teacuterminos de ineficiencia en la asignacioacuten de los recursos o al menos a una peacuterdida de bienestar

Para la corriente de pensamiento que defiende que los bienes puacuteblicos como los del patrimonio cultural no estaacuten bajo la exclusiva responsabilidad de los visitantes y ademaacutes que el Estado debe hacer honor a unas responshy~abilidade~ histoacutericas contraiacutedas o a las que se auto- impone el mercado Juega aqul un papel secundario por cuanto no es capaz de asignar los bienes puacuteblicos correctamente La provisioacuten social se hace mediante el

7Economiacutea de la cultura

mecanismo de asignacioacuten de presupuesto puacuteblico y en este sentido qued en manos de los poliacuteticos dar maacutes o menos fondos para estos propoacutesito~

2 La otra liacutenea de pensamiento de la cual Throsby es su maacutes conocid exponente considera que existe un entorno cultural de la economiacuteiexcl Seguacuten Throsby (2001) la precisioacuten formal de la moderna ciencia econoacutem ca con su abstraccioacuten teoacuterica su anaacutelisis matemaacutetico y su confianza en le meacutetodos cientiacuteficos para probar hipoacutetesis podriacutea llevar a pensar que Economiacutea opera en un mundo que no estaacute condicionado por los fenoacutemenlt culturales y que tampoco influye sobre ellos pero tambieacuten se puede sug rir que la Economiacutea como esfuerzo intelectual no puede ser independie te de la cultura y es posible interpretar las escuelas de pensamiento ec noacutemico como un proceso cultural Los economistas aprenden o herediexcl valores culturales que influyen en su forma de percibir el mundo los age tes econoacutemicos viven toman decisiones en un entorno cultural y este e torno tiene cierta influencia en sus preferencias y en la regulacioacuten de comportamiento a escala del consumidor o de la empresa Asiacute misrr considera Throsby la existencia de un entorno econoacutemico de la cultura

2 El contexto econoacutemico de la cultura

A pesar de los debates y de los diversos matices conceptuales es posil destacar que las relaciones y los procesos culturales existen en un entor econoacutemico y se pueden interpretar en teacuterminos econoacutemicos Se pue pensar en la cultura como un sistema de creencias y valores dentro de grupo de tal manera que las interacciones culturales entre miembros l

grupo o con otro grupo puedan incluirse en modelos de transaccione intercambios de bienes materiales o simboacutelicos dentro de un mar economizador

Los antiguos Institucionalistas consideraban la cultura como la base toda actividad econoacutemica mientras que los estudiosos del desarrollo el noacutemico del tercer mundo situacutean las tradiciones culturales y las aspirac nes de los pobres como medio para determinar la forma como su situad material puede mejorarse de acuerdo a su integridad cultural

Por su parte la Comisioacuten Mundial sobre la Cultura y Desarrollo de Nador Unidas (1995) ha dejado claro que los conceptos de cultura y desarrc estaacuten inextricablemente ligados en cualquier sociedad Asiacute los provea de paiacuteses pobres soacutelo tienen probabilidad de aumentar el nivel de vide reconocen que la cultura de la comunidad que los recibe es la expresi fundamental de su ser y que esta cultura estaacute situada en un cante econoacutemico que determina el aacutembito y extensioacuten del progreso material c es posible

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

74 Economiacutea de la cultura

1 La primeraiexcl cuyo discurso considera que los productos de la cultura tienen un valor per-seiexcl muy alto en la escala de valores socialesiexcl indepenshydientemente de las preferencias individuales y que satisfacen necesidades superioresiexcl en comparacioacuten con otras necesidades humanas A este conshy

cepto lo ha calificado Musgrave (Valentino 1988iexcl 11iexcl12) meriacutet wantsiexcl ya los bienes que satisfacen esas necesidades los ha llamado meriacutet goods o bienes de meacuterito que se caracterizan porque en cualquier caso abstracshycioacuten hecha de las reglas del mercado siempre son ofertados d~ manera puacuteblica Dicho de otra manera los bienes de meacuterito o preferentes son puestos a disposicioacuten del puacutebliCO como una imposicioacuten de la ofertaiexcl en este caso desde el Estado dado el alto valor que se les supone y no en respuesshyta al gusto de los usuarios expresado a traveacutes del mercado

los bienes de meacuterito pueden ser puacuteblicos o privados Son puacuteblicos cuando todos los miembros de una sociedad disfrutan de los mismos beneficios a la hora de usarlos o consumirlos es decir se caracterizan por tener un consumo no rival ni exclusivo y porque su costo marginal tiende a cero Es importante observar coacutemo el puacutebliCO no estaacute dispuesto a pagar por un consumo no exclusivoiexcl ni se pregunta cuaacutento vale el sostenimiento de un museo o de un monumento nadie revela cuaacutento estaacute dispuesto a pagar por ver el parque de San Agustiacuten o el Museo del Oroiexcl o el Parque de las Esculturas de Boteroiexcl si tuviese que costearse la supervivencia con las entradas El hecho es que como no se puede pedir a los visitantes una tarifa para cubrir los costos de su gestioacuten mantenimiento y puesta en valo~ continuamente escasean los recursos financieros y se hace necesario el aporte de fondos externos

Valdriacutea la pena preguntarse iquestqueacute empresa pOdriacutea acometer la construcshy cioacuten de un gran museo de arte si los costos de aprovisionamiento y compra

de obras de arte superaran de forma abismal las posibilidades de amortizarlo en un lapso de tiempo razonable mediante los ingresos por su exposicioacuten En cualquier caso surge el Estado como el agente para acometer la provishy

middot sioacuten de los bienes puacuteblicos justificado primero en el hecho de que la ecoshybull nomla privada no lo suministrariacutea y segundoiexcl porque si el bien puacuteblico no Ise produce dariacutea lugar a un fallo de mercado en teacuterminos de ineficiencia en la asignacioacuten de los recursos o al menos a una peacuterdida de bienestar

middot Para la corriente de pensamiento que defiende que los bienes puacuteblicos como los del patrimonio culturaliexcl no estaacuten bajo la exclusiva responsabilidad

de los visitantes y ademaacutes que el Estado debe hacer honor a unas responshy

~abilidade~ histoacutericas contraiacutedas o a las que se auto- impone el mercado middotJuega aqUl un papel secundario por cuanto no es capaz de asignar los bienes puacuteblicos correctamente La provisioacuten social se hace mediante el

Economiacutea de la cultura

mecanismo de asignacioacuten de presupuesto puacutebliCO y en este sentido queda en manos de los poliacuteticos dar maacutes o menos fondos para estos propoacutesitos

2 La otra liacutenea de pensamiento de la cual Throsby es su maacutes conocido exponenteiexcl considera que existe un entorno cultural de la economiacutea Seguacuten Throsby (2001) la precisioacuten formal de la moderna ciencia econoacutemishyca con su abstraccioacuten teoacuterica su anaacutelisis matemaacutetico y su confianza en los meacutetodos cientiacuteficos para probar hipoacutetesis podriacutea llevar a pensar que la Economiacutea opera en un mundo que no estaacute condicionado por los fenoacutemenos culturales y que tampoco influye sobre ellos pero tambieacuten se puede sugeshyrir que la Economiacuteaiexcl como esfuerzo intelectual no puede ser independienshyte de la cultura y es pOSible interpretar las escuelas de pensamiento ecoshynoacutemico como un proceso cultural Los economistas aprenden o heredan valores culturales que influyen en su forma de percibir el mundo los agenshytes econoacutemicos viven toman decisiones en un entorno cultural y este enshytorno tiene cierta influencia en sus preferencias y en la regulacioacuten de su comportamiento a escala del consumidor o de la empresa Asiacute mismo considera Throsby la existencia de un entorno econoacutemico de la cultura

2 El contexto econoacutemico de la cultura

A pesar de los debates y de los diversos matices conceptualesiexcl es pOSible destacar que las relaciones y los procesos culturales existen en un entorno econoacutemico y se pueden interpretar en teacuterminos econoacutemicos Se puede pensar en la cultura como un sistema de creencias y valores dentro de un grupo de tal manera que las interacciones culturales entre miembros del grupo o con otro grupo puedan incluirse en modelos de transacciones o intercambios de bienes materiales o simboacutelicos dentro de un marco economizador

Los antiguos Institucionalistas consideraban la cultura como la base de toda actividad econoacutemica mientras que los estudiosos del desarrollo ecoshynoacutemico del tercer mundo situacutean las tradiciones culturales y las aspiracioshynes de los pobres como medio para determinar la forma como su situacioacuten material puede mejorarse de acuerdo a su integridad cultural

Por su parteiexcl la Comisioacuten Mundial sobre la Cultura y Desarrollo de Naciones Unidas (1995) ha dejado claro que los conceptos de cultura y desarrollo estaacuten inextricablemente ligados en cualquier sociedad Asiacute los proyectos de paiacuteses pobres soacutelo tienen probabilidad de aumentar el nivel de vida si reconocen que la cultura de la comunidad que los recibe es la expresioacuten fundamental de su ser y que esta cultura estaacute situada en un contexto econoacutemico que determina el aacutembito y extensioacuten del progreso material que es posible

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

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76 Economiacutea de la cultura

Si se considera la cultura como algo incluido en un medio econoacutemico el comienzo maacutes obvio es partir de la propuesta de que la produccioacuten y el consumo de cultura se pueden situar dentro de un marco industrial y que los bienes y servicios producidos y consumidos se pueden considerar como mercanciacuteas en los mismos teacuterminos que otras mercanciacuteas producidas en el sistema econoacutemico Para los exponentes de la escuela de Frankfurt - Teodoro Adorno- una interpretacioacuten econoacutemica de los procesos culturales era una expresioacuten de desastre hoyes un aacuterea de especializacioacuten dentro de las ciencias econoacutemicas con su asociacioacuten internacional congresos y revistas especializadas el Journal of Cultural Economics y su propia clasificacioacuten independiente en el aacutembito de la taxonomiacutea del discurso econoacutemico En el Journal ofEconomics Literaturese dispone de bibliografiacutea sobre cuestiones teoacutericas y aplicaciones (Throsby D 1994)

E~ este orden de ideas es necesario establecer el diaacutelogo entre la Econoshymla y la cultura y para ello es conveniente asumir entre todas las definicioshynes de cultura que se han ensayado dos que persisten

1 La cultura como un conjunto de actitudes creencias convenciones costumbres valores y praacutecticas comunes o compartidas por cualshyquier grupo (definido desde el punto de vista poliacutetico religioso geoshygraacutefico histoacuterico de geacutenero entre otros) que contribuye a la identishydad distintiva del grupo

2 y desde una perspectiva maacutes funcional el reconocimiento de las acshytividades emprendidas por las personas y los productos de dichas actividades que tienen que ver con los aspectos intelectuales morashyles y artiacutesticos de la vida humana Se caracterizan porque implican alguna forma de creatividad en su produccioacuten hacen referencia a la generacioacuten y comunicacioacuten de significado simboacutelico y su producto representa al menos en potencia una forma de capital intelectual

Las actividades culturales se diferencian tambieacuten por las distintas formas de su existencia como bienes y servicios culturales los privados para los que existe un precio los puacuteblicos para los que no se dispone de precios observables y los mixtos para los que poseen caracteriacutesticas simultaacuteneas de ser puacuteblicos y privados

Seguacuten esta clasificacioacuten existen dos grandes temas que han llamado la atencioacuten de los economistas y aparecen como los dos subsectores del sector cultural el patrimonio cultural y las industrias culturales

Las industrias culturales se interpretan utilizando la parafernalia conshyvencional del anaacutelisis econoacutemico de acuerdo a las peCUliaridades de la deshymanda y de la oferta artiacutestica

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCruBRE DE 2006

7~Economiacutea de la cultura

La definicioacuten de industria de bienes y servicios culturales supone creativ dad en su produccioacuten incorpora un cierto grado de propiedad intelectual transmite un significado simboacutelico Esta definicioacuten permite delimitar indu trias concretas en torno a determinados productos como la muacutesica y le libros entre otros mientras que la agregacioacuten de todos estos product( permite referirse a las industrias culturales como una totalidad

Aceptar dicha definicioacuten hace posible proponer un modelo de industrioacute culturales que se centra en el lugar de origen de las ideas creativas e irrad hacia afuera a medida que las ideas se combinan con otros insumos pa dar lugar a una gama maacutes amplia de productos De este modo se hallan I artes creativas como se definen tradicionalmente muacutesica danza teatr literatura artes visuales y se influyen formas maacutes nuevas de praacutectic artiacutesticas como el video el performance las artes por computador multimedia entre otros Cada una de eacutestas formas artiacutesticas pueden consideradas por siacute mismas como una industria

Algunas interpretaciones de las industrias culturales proponen unas fronj ras maacutes amplias que abarcan hasta industrias que funcionan fuera del aacutemb cultural pero que algunos de sus productos poseen cierto grado de con nido cultural En estas industrias se encuentra la publicidad los servic arquitectoacutenicos y el turismo La definicioacuten de las fronteras es definitiva piexcl que sean comparables las mediciones de impacto econoacutemico de las indl trias culturales en las distintas regiones y paiacuteses

3 La economiacutea del patrimonio cultural

Abordar el estudio de la cultura y del patrimonio desde una perspect econoacutemica tradicional es decir mediante los anaacutelisis de los comportamh tos de la demanda y de la oferta impone la necesidad de responder -en otras- preguntas como iquestQueacute bienes existen y se producen iquestCoacutemo expresa la demanda iquestCon queacute intensidad iquestCuaacuteles son los precios rel vos de equilibrio y iquestCoacutemo se puede influir en el mercado Esta tal encarna en principio granes dificultades que provienen de la especificie tanto del propio mercado cultural como de las mercanciacuteas que partici~ en el mismo Por ejemplo resulta bastante difiacutecil encontrar un meacutetodo estimacioacuten de la demanda porque en muchas ocasiones se manifiesta forma colectiva y no individual como ocurre en la mayoriacutea de los biel privados Por otra parte la concrecioacuten de los precios de estos bienes forma de entradas (por ejemplo la entrada a un museo) no tradUCE grado auteacutentico de deseabilidad o escasez del bien puesto que en su r yor parte son precios subvencionados y no reflejan el coste de producc y mantenimiento Ademaacutes los bienes del patrimonio cultural no son producto cualquiera con valor de uso sino que pueden tener tambieacuten

ENSAYOS DE ECONOMIA - OcrUBRE DE 2006

76 Economiacutea de la cultura

Si se considera la cultura como algo incluido en un medio econoacutemico el comienzo maacutes obvio es partir de la propuesta de que la produccioacuten y el consumo de cultura se pueden situar dentro de un marco industrial y que los bienes y servicios producidos y consumidos se pueden considerar como

mercanciacuteas en los mismos teacuterminos que otras mercanciacuteas producidas en el sistema econoacutemico Para los exponentes de la escuela de Frankfurt -Teodoro Adorno- una interpretacioacuten econoacutemica de los procesos culturales era una expresioacuten de desastre hoyes un aacuterea de especializacioacuten dentro de las ciencias econoacutemicas con su asociacioacuten internacional congresos y revistas especializadas el Journal of Cultural Economics y su propia clasificacioacuten independiente en el aacutembito de la taxonomiacutea del discurso econoacutemico En el Journal ofEconomics Literaturese dispone de bibliografiacutea sobre cuestiones teoacutericas y aplicaciones (Throsby D 1994)

En este orden de ideas es necesario establecer el diaacutelogo entre la Econoshymiacutea y la cultura y para ello es conveniente asumir entre todas las definicioshynes de cultura que se han ensayado dos que persisten

1 La cultura como un conjunto de actitudes creencias convenciones costumbres valores y praacutecticas comunes o compartidas por cualshyquier grupo (definido desde el punto de vista poliacutetico religioso geoshygraacutefico histoacuterico de geacutenero entre otros) que contribuye a la identishydad distintiva del grupo

2 y desde una perspectiva maacutes funcional el reconocimiento de las acshytividades emprendidas por las personas y los productos de dichas actividades que tienen que ver con los aspectos intelectuales morashyles y artiacutesticos de la vida humana Se caracterizan porque implican alguna forma de creatividad en su produccioacuten hacen referencia a la generacioacuten y comunicacioacuten de significado simboacutelico y su producto representa al menos en potencia una forma de capital intelectual

las actividades culturales se diferencian tambieacuten por las distintas formas de su existencia como bienes y servicios culturales los privados para los que existe un precio los puacuteblicos para los que no se dispone de precios observables y los mixtos para los que poseen caracteriacutesticas simultaacuteneas de ser puacuteblicos y privados

Seguacuten esta clasificacioacuten existen dos grandes temas que han llamado la atencioacuten de los economistas y aparecen como los dos subsectores del sector cultural el patrimonio cultural y las industrias culturales

las industrias culturales se interpretan utilizando la parafernalia conshyvencional del anaacutelisis econoacutemico de acuerdo a las peculiaridades de la deshymanda y de la oferta artiacutestica (

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Economiacutea de la cultura

La definicioacuten de industria de bienes y servicios culturales supone creativishydad en su produccioacuten incorpora un cierto grado de propiedad intelectual y transmite un significado simboacutelico Esta definicioacuten permite delimitar indusshytrias concretas en torno a determinados productos como la muacutesica y los libros entre otros mientras que la agregacioacuten de todos estos productos permite referirse a las industrias culturales como una totalidad

Aceptar dicha definicioacuten hace posible proponer un modelo de industrias culturales que se centra en el lugar de origen de las ideas creativas e irradia hacia afuera a medida que las ideas se combinan con otros insumos para dar lugar a una gama maacutes amplia de productos De este modo se hallan las artes creativas como se definen tradicionalmente muacutesica danza teatro literatura artes visuales y se influyen formas maacutes nuevas de praacutecticas artiacutesticas como el video el performance las artes por computador y multimedia entre otros Cada una de eacutestas formas artiacutesticas pueden ser consideradas por siacute mismas como una industria

Algunas interpretaciones de las industrias culturales proponen unas fronteshyras maacutes amplias que abarcan hasta industrias que funcionan fuera del aacutembito cultural pero que algunos de sus productos poseen cierto grado de conteshynido cultural En estas industrias se encuentra la publicidad los servicios arquitectoacutenicos y el turismo la definicioacuten de las fronteras es definitiva para que sean comparables las mediciones de impacto econoacutemico de las indusshytrias culturales en las distintas regiones y paiacuteses

3 La economiacutea del patrimonio cultural

Abordar el estudio de la cultura y del patrimonio desde una perspectiva econoacutemica tradicional es decir mediante los anaacutelisis de los comportamienshytos de la demanda y de la oferta impone la necesidad de responder -entre otras- preguntas como iquestQueacute bienes existen y se producen iquestCoacutemo se expresa la demanda iquestCon queacute intensidad iquestCuaacuteles son los precios relatishyvos de equilibrio y iquestCoacutemo se puede influir en el mercado Esta tarea encarna en principio granes dificultades que provienen de la especificidad tanto del propio mercado cultural como de las mercanciacuteas que participan en el mismo Por ejemplo resulta bastante difiacutecil encontrar un meacutetodo de estimacioacuten de la demanda porque en muchas ocasiones se manifiesta de forma colectiva y no individual como ocurre en la mayoriacutea de los bienes privados Por otra parte la concrecioacuten de los precios de estos bienes en forma de entradas (por ejemplo la entrada a un museo) no traduce el grado auteacutentico de deseabilidad o escasez del bien puesto que en su mashyyor parte son precios subvencionados y no reflejan el coste de produccioacuten y mantenimiento Ademaacutes los bienes del patrimonio cultural no son un producto cualqUiera con valor de uso sino que pueden tener tambieacuten un

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78 Economiacutea de la cultura

valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio culturaliexcl por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishyvo Histoacuterico y el Castillo de San Felipeiexcl porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantiAcar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuteniexcl es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particulariexcl sino los componentes de valor que lleva incorporadoiexcl y por lo tantoiexcl los servicios que pueden derivarse (Greffeiexcl 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismoiexcl sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutesticaiexcl hasta el valor de formacioacuten y educacioacuteniexcl el valor social como sentildeal de identidad yiexcl obviamenteiexcl el valor econoacutemico que incluye las rentas directasiexcl (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonioiexcl que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de serviciosiexcl mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adquieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herreroiexcl Lciexcl Bedate Aiexcl 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de preciosiexcl como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porqueiexcl efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no seacute el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en I

doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietal de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en val puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor amen tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a q no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mante miento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceriquest recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemE tos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imag y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirSE producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos SI titutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociec actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un pla

escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser ao soria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a bull uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a e se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar CI

tral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el con mo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del o cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializablE entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo e~ auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutec global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas ( postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) efecto con esta forma de hacer turismoiexcl la cultura y el patrimonio histoacuter como manifestaciones de la identidadiexcl del saber y de la historia de pueblos se convierten en una mercanciacutea es deciriexcl en un bien que pue ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

78 Economiacutea de la cultura

valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio cultural por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishy

va Histoacuterico y el Castillo de San Felipe porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantificar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuten es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particular sino los componentes de valor que lleva incorporado y por lo tanto los servicios que pueden derivarse (Greffe 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismo sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutestica hasta el valor de formacioacuten y educacioacuten el valor social como sentildeal de identidad y obviamente el valor econoacutemico que incluye las rentas directas (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonio que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de servicios mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adqUieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herrero Lc Bedate A 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de precios como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porque efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no soacutelo el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en un doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que se venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietario de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en valor puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor o menor tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a que no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mantenishymiento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca la demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceraacute la recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemenshytos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija no ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imagen y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirse y producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos susshytitutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociedad actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un placer escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser acceshysoria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a ser uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a ser consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido en una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como la civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a que se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y en perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar censhytral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el consushymo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del ocio cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre el disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por lo tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializable y entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo es el auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutecter global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas del postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) En efecto con esta forma de hacer turismo la cultura y el patrimonio histoacuterico como manifestaciones de la identidad del saber y de la historia de los pueblos se convierten en una mercanciacutea es decir en un bien que puede ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protec-

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

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cioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyral ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshydad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una fuente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden derivarse

Llegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede preguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la conservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes que conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshytinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo interdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

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Economiacutea de la cultura

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ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

so Economiacutea de la cultura

ioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyal ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshyjad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una uente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden jerivarse

Jegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede Jreguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la onservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes lue conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshyinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo nterdisciplinario

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Economiacutea de la cultura 81

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82 Economiacutea de la cultura

Stiglitz J (1998) La economiacutea del sector puacuteblico Antonio Bosch Editor Barcelona

Throsby D (1994) The Production and Consumption of the Arts A View of Cultural Economics Journal Of economic Literature Vol XXXII pp 1-29

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l Cheltenham

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Zallo R (1995) Industrias y poliacuteticas culturales en Espantildea y Paiacutes Vasco Servicio editorial de la universidad del Paiacutes Vasco Bilbao

Recibido el 22 de agosto de 2006 Aprobado para su publicacioacuten el 20 de septiembre de 2006

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Jairo Andreacutes Toro Parral

Resumen

El propoacutesito de este ensayo es defender la importancia de la matemaacutetil la filosofiacutea de la ciencia en el conocimiento y el anaacutelisis econoacutemico sustenta en la funcioacuten de tres aacutereas de conocimiento en la economiacutea semiologiacutea ante el lenguaje matemaacutetico y los signos o indicadores ecc micos la epistemologiacutea ante los modelos y paradigmas en la historia d economiacutea y la forma como algunas teoriacuteas del conocimiento subyacen e origen y en la conformacioacuten del pensamiento y los modelos econoacutemil Concluye explicando por queacute estas aacutereas son imprescindibles en las C cias Sociales YI especialmente en la Economiacutea

Palabras claves Semiologiacutea epistemologiacutea semiologiacutea econoacutemica tructura simboacutelica significantes econoacutemicosl paradigmas econoacutemicos Clasificacioacuten JEL B11 B2 840

1 Estudiante de Economiacutea de la Universidad Nacional de Colombia sede Medelliacuten jatoropunaleiexcl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Page 4: Economía de la cultura...72 Economía de la cultura Abstract The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic poínt

74 Economiacutea de la cultura

1 La primera cuyo discurso considera que los productos de la cultura ti~nen un valor per-se muy alto en la escala de valores sociales indepenshydientemente de las preferencias individuales y que satisfacen necesidades superiores en comparacioacuten con otras necesidades humanas A este conshycepto lo ha calificado Musgrave (Valentino 1988 1112) merit wants ya los bienes que satisfacen esas necesidades los ha llamado merit goods o bienes de meacuterito que se caracterizan porque en cualquier caso abstracshycioacuten hecha de las reglas del mercado siempre son ofertados d~ manera puacuteblica Dicho de otra manera los bienes de meacuterito o preferentes son puestos a disposicioacuten del puacuteblico como una imposicioacuten de la oferta en este caso desde el Estado dado el alto valor que se les supone y no en respuesshyta al gusto de los usuarios expresado a traveacutes del mercado

Los bienes de meacuterito pueden ser puacuteblicos o privados Son puacuteblicos cuando todos los miembros de una sociedad disfrutan de los mismos beneficios a la hora de usarlos o consumirlos es deci~ se caracterizan por tener un consumo no rival ni exclusivo y porque su costo marginal tiende a cero Es importante observar coacutemo el puacuteblico no estaacute dispuesto a pagar por un consumo no exclusivo ni se pregunta cuaacutento vale el sostenimiento de un museo o de un monumento nadie revela cuaacutento estaacute dispuesto a pagar por ver el parque de San Agustiacuten o el Museo del Oro o el Parque de las Esculturas de Botero si tuviese que costearse la supervivencia con las entradas El hecho es que como no se puede pedir a los visitantes una tarifa para cubrir los costos de su gestioacuten mantenimiento y puesta en valor continuamente escasean los recursos financieros y se hace necesario el aporte de fondos externos

Valdriacutea la pena preguntarse iquestqueacute empresa pOdriacutea acometer la construcshycioacuten de un gran museo de arte si los costos de aprovisionamiento y compra de obras de arte superaran de forma abismal las posibilidades de amortizarlo en un lapso de tiempo razonable mediante los ingresos por su exposicioacuten En cualquier caso surge el Estado como el agente para acometer la provishysioacuten de los bienes puacuteblicos justificado primero en el hecho de que la ecoshynomiacutea privada no lo suministrariacutea y segundo porque si el bien puacuteblico no se produce dariacutea lugar a un fallo de mercado en teacuterminos de ineficiencia en la asignacioacuten de los recursos o al menos a una peacuterdida de bienestar

Para la corriente de pensamiento que defiende que los bienes puacuteblicos como los del patrimonio cultural no estaacuten bajo la exclusiva responsabilidad de los visitantes y ademaacutes que el Estado debe hacer honor a unas responshy~abilidade~ histoacutericas contraiacutedas o a las que se auto- impone el mercado Juega aqul un papel secundario por cuanto no es capaz de asignar los bienes puacuteblicos correctamente La provisioacuten social se hace mediante el

7Economiacutea de la cultura

mecanismo de asignacioacuten de presupuesto puacuteblico y en este sentido qued en manos de los poliacuteticos dar maacutes o menos fondos para estos propoacutesito~

2 La otra liacutenea de pensamiento de la cual Throsby es su maacutes conocid exponente considera que existe un entorno cultural de la economiacuteiexcl Seguacuten Throsby (2001) la precisioacuten formal de la moderna ciencia econoacutem ca con su abstraccioacuten teoacuterica su anaacutelisis matemaacutetico y su confianza en le meacutetodos cientiacuteficos para probar hipoacutetesis podriacutea llevar a pensar que Economiacutea opera en un mundo que no estaacute condicionado por los fenoacutemenlt culturales y que tampoco influye sobre ellos pero tambieacuten se puede sug rir que la Economiacutea como esfuerzo intelectual no puede ser independie te de la cultura y es posible interpretar las escuelas de pensamiento ec noacutemico como un proceso cultural Los economistas aprenden o herediexcl valores culturales que influyen en su forma de percibir el mundo los age tes econoacutemicos viven toman decisiones en un entorno cultural y este e torno tiene cierta influencia en sus preferencias y en la regulacioacuten de comportamiento a escala del consumidor o de la empresa Asiacute misrr considera Throsby la existencia de un entorno econoacutemico de la cultura

2 El contexto econoacutemico de la cultura

A pesar de los debates y de los diversos matices conceptuales es posil destacar que las relaciones y los procesos culturales existen en un entor econoacutemico y se pueden interpretar en teacuterminos econoacutemicos Se pue pensar en la cultura como un sistema de creencias y valores dentro de grupo de tal manera que las interacciones culturales entre miembros l

grupo o con otro grupo puedan incluirse en modelos de transaccione intercambios de bienes materiales o simboacutelicos dentro de un mar economizador

Los antiguos Institucionalistas consideraban la cultura como la base toda actividad econoacutemica mientras que los estudiosos del desarrollo el noacutemico del tercer mundo situacutean las tradiciones culturales y las aspirac nes de los pobres como medio para determinar la forma como su situad material puede mejorarse de acuerdo a su integridad cultural

Por su parte la Comisioacuten Mundial sobre la Cultura y Desarrollo de Nador Unidas (1995) ha dejado claro que los conceptos de cultura y desarrc estaacuten inextricablemente ligados en cualquier sociedad Asiacute los provea de paiacuteses pobres soacutelo tienen probabilidad de aumentar el nivel de vide reconocen que la cultura de la comunidad que los recibe es la expresi fundamental de su ser y que esta cultura estaacute situada en un cante econoacutemico que determina el aacutembito y extensioacuten del progreso material c es posible

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74 Economiacutea de la cultura

1 La primeraiexcl cuyo discurso considera que los productos de la cultura tienen un valor per-seiexcl muy alto en la escala de valores socialesiexcl indepenshydientemente de las preferencias individuales y que satisfacen necesidades superioresiexcl en comparacioacuten con otras necesidades humanas A este conshy

cepto lo ha calificado Musgrave (Valentino 1988iexcl 11iexcl12) meriacutet wantsiexcl ya los bienes que satisfacen esas necesidades los ha llamado meriacutet goods o bienes de meacuterito que se caracterizan porque en cualquier caso abstracshycioacuten hecha de las reglas del mercado siempre son ofertados d~ manera puacuteblica Dicho de otra manera los bienes de meacuterito o preferentes son puestos a disposicioacuten del puacutebliCO como una imposicioacuten de la ofertaiexcl en este caso desde el Estado dado el alto valor que se les supone y no en respuesshyta al gusto de los usuarios expresado a traveacutes del mercado

los bienes de meacuterito pueden ser puacuteblicos o privados Son puacuteblicos cuando todos los miembros de una sociedad disfrutan de los mismos beneficios a la hora de usarlos o consumirlos es decir se caracterizan por tener un consumo no rival ni exclusivo y porque su costo marginal tiende a cero Es importante observar coacutemo el puacutebliCO no estaacute dispuesto a pagar por un consumo no exclusivoiexcl ni se pregunta cuaacutento vale el sostenimiento de un museo o de un monumento nadie revela cuaacutento estaacute dispuesto a pagar por ver el parque de San Agustiacuten o el Museo del Oroiexcl o el Parque de las Esculturas de Boteroiexcl si tuviese que costearse la supervivencia con las entradas El hecho es que como no se puede pedir a los visitantes una tarifa para cubrir los costos de su gestioacuten mantenimiento y puesta en valo~ continuamente escasean los recursos financieros y se hace necesario el aporte de fondos externos

Valdriacutea la pena preguntarse iquestqueacute empresa pOdriacutea acometer la construcshy cioacuten de un gran museo de arte si los costos de aprovisionamiento y compra

de obras de arte superaran de forma abismal las posibilidades de amortizarlo en un lapso de tiempo razonable mediante los ingresos por su exposicioacuten En cualquier caso surge el Estado como el agente para acometer la provishy

middot sioacuten de los bienes puacuteblicos justificado primero en el hecho de que la ecoshybull nomla privada no lo suministrariacutea y segundoiexcl porque si el bien puacuteblico no Ise produce dariacutea lugar a un fallo de mercado en teacuterminos de ineficiencia en la asignacioacuten de los recursos o al menos a una peacuterdida de bienestar

middot Para la corriente de pensamiento que defiende que los bienes puacuteblicos como los del patrimonio culturaliexcl no estaacuten bajo la exclusiva responsabilidad

de los visitantes y ademaacutes que el Estado debe hacer honor a unas responshy

~abilidade~ histoacutericas contraiacutedas o a las que se auto- impone el mercado middotJuega aqUl un papel secundario por cuanto no es capaz de asignar los bienes puacuteblicos correctamente La provisioacuten social se hace mediante el

Economiacutea de la cultura

mecanismo de asignacioacuten de presupuesto puacutebliCO y en este sentido queda en manos de los poliacuteticos dar maacutes o menos fondos para estos propoacutesitos

2 La otra liacutenea de pensamiento de la cual Throsby es su maacutes conocido exponenteiexcl considera que existe un entorno cultural de la economiacutea Seguacuten Throsby (2001) la precisioacuten formal de la moderna ciencia econoacutemishyca con su abstraccioacuten teoacuterica su anaacutelisis matemaacutetico y su confianza en los meacutetodos cientiacuteficos para probar hipoacutetesis podriacutea llevar a pensar que la Economiacutea opera en un mundo que no estaacute condicionado por los fenoacutemenos culturales y que tampoco influye sobre ellos pero tambieacuten se puede sugeshyrir que la Economiacuteaiexcl como esfuerzo intelectual no puede ser independienshyte de la cultura y es pOSible interpretar las escuelas de pensamiento ecoshynoacutemico como un proceso cultural Los economistas aprenden o heredan valores culturales que influyen en su forma de percibir el mundo los agenshytes econoacutemicos viven toman decisiones en un entorno cultural y este enshytorno tiene cierta influencia en sus preferencias y en la regulacioacuten de su comportamiento a escala del consumidor o de la empresa Asiacute mismo considera Throsby la existencia de un entorno econoacutemico de la cultura

2 El contexto econoacutemico de la cultura

A pesar de los debates y de los diversos matices conceptualesiexcl es pOSible destacar que las relaciones y los procesos culturales existen en un entorno econoacutemico y se pueden interpretar en teacuterminos econoacutemicos Se puede pensar en la cultura como un sistema de creencias y valores dentro de un grupo de tal manera que las interacciones culturales entre miembros del grupo o con otro grupo puedan incluirse en modelos de transacciones o intercambios de bienes materiales o simboacutelicos dentro de un marco economizador

Los antiguos Institucionalistas consideraban la cultura como la base de toda actividad econoacutemica mientras que los estudiosos del desarrollo ecoshynoacutemico del tercer mundo situacutean las tradiciones culturales y las aspiracioshynes de los pobres como medio para determinar la forma como su situacioacuten material puede mejorarse de acuerdo a su integridad cultural

Por su parteiexcl la Comisioacuten Mundial sobre la Cultura y Desarrollo de Naciones Unidas (1995) ha dejado claro que los conceptos de cultura y desarrollo estaacuten inextricablemente ligados en cualquier sociedad Asiacute los proyectos de paiacuteses pobres soacutelo tienen probabilidad de aumentar el nivel de vida si reconocen que la cultura de la comunidad que los recibe es la expresioacuten fundamental de su ser y que esta cultura estaacute situada en un contexto econoacutemico que determina el aacutembito y extensioacuten del progreso material que es posible

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76 Economiacutea de la cultura

Si se considera la cultura como algo incluido en un medio econoacutemico el comienzo maacutes obvio es partir de la propuesta de que la produccioacuten y el consumo de cultura se pueden situar dentro de un marco industrial y que los bienes y servicios producidos y consumidos se pueden considerar como mercanciacuteas en los mismos teacuterminos que otras mercanciacuteas producidas en el sistema econoacutemico Para los exponentes de la escuela de Frankfurt - Teodoro Adorno- una interpretacioacuten econoacutemica de los procesos culturales era una expresioacuten de desastre hoyes un aacuterea de especializacioacuten dentro de las ciencias econoacutemicas con su asociacioacuten internacional congresos y revistas especializadas el Journal of Cultural Economics y su propia clasificacioacuten independiente en el aacutembito de la taxonomiacutea del discurso econoacutemico En el Journal ofEconomics Literaturese dispone de bibliografiacutea sobre cuestiones teoacutericas y aplicaciones (Throsby D 1994)

E~ este orden de ideas es necesario establecer el diaacutelogo entre la Econoshymla y la cultura y para ello es conveniente asumir entre todas las definicioshynes de cultura que se han ensayado dos que persisten

1 La cultura como un conjunto de actitudes creencias convenciones costumbres valores y praacutecticas comunes o compartidas por cualshyquier grupo (definido desde el punto de vista poliacutetico religioso geoshygraacutefico histoacuterico de geacutenero entre otros) que contribuye a la identishydad distintiva del grupo

2 y desde una perspectiva maacutes funcional el reconocimiento de las acshytividades emprendidas por las personas y los productos de dichas actividades que tienen que ver con los aspectos intelectuales morashyles y artiacutesticos de la vida humana Se caracterizan porque implican alguna forma de creatividad en su produccioacuten hacen referencia a la generacioacuten y comunicacioacuten de significado simboacutelico y su producto representa al menos en potencia una forma de capital intelectual

Las actividades culturales se diferencian tambieacuten por las distintas formas de su existencia como bienes y servicios culturales los privados para los que existe un precio los puacuteblicos para los que no se dispone de precios observables y los mixtos para los que poseen caracteriacutesticas simultaacuteneas de ser puacuteblicos y privados

Seguacuten esta clasificacioacuten existen dos grandes temas que han llamado la atencioacuten de los economistas y aparecen como los dos subsectores del sector cultural el patrimonio cultural y las industrias culturales

Las industrias culturales se interpretan utilizando la parafernalia conshyvencional del anaacutelisis econoacutemico de acuerdo a las peCUliaridades de la deshymanda y de la oferta artiacutestica

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCruBRE DE 2006

7~Economiacutea de la cultura

La definicioacuten de industria de bienes y servicios culturales supone creativ dad en su produccioacuten incorpora un cierto grado de propiedad intelectual transmite un significado simboacutelico Esta definicioacuten permite delimitar indu trias concretas en torno a determinados productos como la muacutesica y le libros entre otros mientras que la agregacioacuten de todos estos product( permite referirse a las industrias culturales como una totalidad

Aceptar dicha definicioacuten hace posible proponer un modelo de industrioacute culturales que se centra en el lugar de origen de las ideas creativas e irrad hacia afuera a medida que las ideas se combinan con otros insumos pa dar lugar a una gama maacutes amplia de productos De este modo se hallan I artes creativas como se definen tradicionalmente muacutesica danza teatr literatura artes visuales y se influyen formas maacutes nuevas de praacutectic artiacutesticas como el video el performance las artes por computador multimedia entre otros Cada una de eacutestas formas artiacutesticas pueden consideradas por siacute mismas como una industria

Algunas interpretaciones de las industrias culturales proponen unas fronj ras maacutes amplias que abarcan hasta industrias que funcionan fuera del aacutemb cultural pero que algunos de sus productos poseen cierto grado de con nido cultural En estas industrias se encuentra la publicidad los servic arquitectoacutenicos y el turismo La definicioacuten de las fronteras es definitiva piexcl que sean comparables las mediciones de impacto econoacutemico de las indl trias culturales en las distintas regiones y paiacuteses

3 La economiacutea del patrimonio cultural

Abordar el estudio de la cultura y del patrimonio desde una perspect econoacutemica tradicional es decir mediante los anaacutelisis de los comportamh tos de la demanda y de la oferta impone la necesidad de responder -en otras- preguntas como iquestQueacute bienes existen y se producen iquestCoacutemo expresa la demanda iquestCon queacute intensidad iquestCuaacuteles son los precios rel vos de equilibrio y iquestCoacutemo se puede influir en el mercado Esta tal encarna en principio granes dificultades que provienen de la especificie tanto del propio mercado cultural como de las mercanciacuteas que partici~ en el mismo Por ejemplo resulta bastante difiacutecil encontrar un meacutetodo estimacioacuten de la demanda porque en muchas ocasiones se manifiesta forma colectiva y no individual como ocurre en la mayoriacutea de los biel privados Por otra parte la concrecioacuten de los precios de estos bienes forma de entradas (por ejemplo la entrada a un museo) no tradUCE grado auteacutentico de deseabilidad o escasez del bien puesto que en su r yor parte son precios subvencionados y no reflejan el coste de producc y mantenimiento Ademaacutes los bienes del patrimonio cultural no son producto cualquiera con valor de uso sino que pueden tener tambieacuten

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76 Economiacutea de la cultura

Si se considera la cultura como algo incluido en un medio econoacutemico el comienzo maacutes obvio es partir de la propuesta de que la produccioacuten y el consumo de cultura se pueden situar dentro de un marco industrial y que los bienes y servicios producidos y consumidos se pueden considerar como

mercanciacuteas en los mismos teacuterminos que otras mercanciacuteas producidas en el sistema econoacutemico Para los exponentes de la escuela de Frankfurt -Teodoro Adorno- una interpretacioacuten econoacutemica de los procesos culturales era una expresioacuten de desastre hoyes un aacuterea de especializacioacuten dentro de las ciencias econoacutemicas con su asociacioacuten internacional congresos y revistas especializadas el Journal of Cultural Economics y su propia clasificacioacuten independiente en el aacutembito de la taxonomiacutea del discurso econoacutemico En el Journal ofEconomics Literaturese dispone de bibliografiacutea sobre cuestiones teoacutericas y aplicaciones (Throsby D 1994)

En este orden de ideas es necesario establecer el diaacutelogo entre la Econoshymiacutea y la cultura y para ello es conveniente asumir entre todas las definicioshynes de cultura que se han ensayado dos que persisten

1 La cultura como un conjunto de actitudes creencias convenciones costumbres valores y praacutecticas comunes o compartidas por cualshyquier grupo (definido desde el punto de vista poliacutetico religioso geoshygraacutefico histoacuterico de geacutenero entre otros) que contribuye a la identishydad distintiva del grupo

2 y desde una perspectiva maacutes funcional el reconocimiento de las acshytividades emprendidas por las personas y los productos de dichas actividades que tienen que ver con los aspectos intelectuales morashyles y artiacutesticos de la vida humana Se caracterizan porque implican alguna forma de creatividad en su produccioacuten hacen referencia a la generacioacuten y comunicacioacuten de significado simboacutelico y su producto representa al menos en potencia una forma de capital intelectual

las actividades culturales se diferencian tambieacuten por las distintas formas de su existencia como bienes y servicios culturales los privados para los que existe un precio los puacuteblicos para los que no se dispone de precios observables y los mixtos para los que poseen caracteriacutesticas simultaacuteneas de ser puacuteblicos y privados

Seguacuten esta clasificacioacuten existen dos grandes temas que han llamado la atencioacuten de los economistas y aparecen como los dos subsectores del sector cultural el patrimonio cultural y las industrias culturales

las industrias culturales se interpretan utilizando la parafernalia conshyvencional del anaacutelisis econoacutemico de acuerdo a las peculiaridades de la deshymanda y de la oferta artiacutestica (

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Economiacutea de la cultura

La definicioacuten de industria de bienes y servicios culturales supone creativishydad en su produccioacuten incorpora un cierto grado de propiedad intelectual y transmite un significado simboacutelico Esta definicioacuten permite delimitar indusshytrias concretas en torno a determinados productos como la muacutesica y los libros entre otros mientras que la agregacioacuten de todos estos productos permite referirse a las industrias culturales como una totalidad

Aceptar dicha definicioacuten hace posible proponer un modelo de industrias culturales que se centra en el lugar de origen de las ideas creativas e irradia hacia afuera a medida que las ideas se combinan con otros insumos para dar lugar a una gama maacutes amplia de productos De este modo se hallan las artes creativas como se definen tradicionalmente muacutesica danza teatro literatura artes visuales y se influyen formas maacutes nuevas de praacutecticas artiacutesticas como el video el performance las artes por computador y multimedia entre otros Cada una de eacutestas formas artiacutesticas pueden ser consideradas por siacute mismas como una industria

Algunas interpretaciones de las industrias culturales proponen unas fronteshyras maacutes amplias que abarcan hasta industrias que funcionan fuera del aacutembito cultural pero que algunos de sus productos poseen cierto grado de conteshynido cultural En estas industrias se encuentra la publicidad los servicios arquitectoacutenicos y el turismo la definicioacuten de las fronteras es definitiva para que sean comparables las mediciones de impacto econoacutemico de las indusshytrias culturales en las distintas regiones y paiacuteses

3 La economiacutea del patrimonio cultural

Abordar el estudio de la cultura y del patrimonio desde una perspectiva econoacutemica tradicional es decir mediante los anaacutelisis de los comportamienshytos de la demanda y de la oferta impone la necesidad de responder -entre otras- preguntas como iquestQueacute bienes existen y se producen iquestCoacutemo se expresa la demanda iquestCon queacute intensidad iquestCuaacuteles son los precios relatishyvos de equilibrio y iquestCoacutemo se puede influir en el mercado Esta tarea encarna en principio granes dificultades que provienen de la especificidad tanto del propio mercado cultural como de las mercanciacuteas que participan en el mismo Por ejemplo resulta bastante difiacutecil encontrar un meacutetodo de estimacioacuten de la demanda porque en muchas ocasiones se manifiesta de forma colectiva y no individual como ocurre en la mayoriacutea de los bienes privados Por otra parte la concrecioacuten de los precios de estos bienes en forma de entradas (por ejemplo la entrada a un museo) no traduce el grado auteacutentico de deseabilidad o escasez del bien puesto que en su mashyyor parte son precios subvencionados y no reflejan el coste de produccioacuten y mantenimiento Ademaacutes los bienes del patrimonio cultural no son un producto cualqUiera con valor de uso sino que pueden tener tambieacuten un

E Y S SR

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78 Economiacutea de la cultura

valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio culturaliexcl por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishyvo Histoacuterico y el Castillo de San Felipeiexcl porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantiAcar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuteniexcl es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particulariexcl sino los componentes de valor que lleva incorporadoiexcl y por lo tantoiexcl los servicios que pueden derivarse (Greffeiexcl 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismoiexcl sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutesticaiexcl hasta el valor de formacioacuten y educacioacuteniexcl el valor social como sentildeal de identidad yiexcl obviamenteiexcl el valor econoacutemico que incluye las rentas directasiexcl (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonioiexcl que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de serviciosiexcl mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adquieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herreroiexcl Lciexcl Bedate Aiexcl 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de preciosiexcl como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porqueiexcl efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no seacute el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en I

doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietal de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en val puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor amen tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a q no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mante miento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceriquest recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemE tos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imag y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirSE producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos SI titutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociec actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un pla

escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser ao soria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a bull uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a e se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar CI

tral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el con mo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del o cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializablE entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo e~ auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutec global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas ( postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) efecto con esta forma de hacer turismoiexcl la cultura y el patrimonio histoacuter como manifestaciones de la identidadiexcl del saber y de la historia de pueblos se convierten en una mercanciacutea es deciriexcl en un bien que pue ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protl

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valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio cultural por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishy

va Histoacuterico y el Castillo de San Felipe porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantificar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuten es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particular sino los componentes de valor que lleva incorporado y por lo tanto los servicios que pueden derivarse (Greffe 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismo sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutestica hasta el valor de formacioacuten y educacioacuten el valor social como sentildeal de identidad y obviamente el valor econoacutemico que incluye las rentas directas (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonio que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de servicios mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adqUieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herrero Lc Bedate A 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de precios como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porque efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

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Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no soacutelo el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en un doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que se venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietario de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en valor puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor o menor tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a que no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mantenishymiento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca la demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceraacute la recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemenshytos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija no ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imagen y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirse y producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos susshytitutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociedad actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un placer escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser acceshysoria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a ser uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a ser consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido en una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como la civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a que se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y en perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar censhytral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el consushymo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del ocio cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre el disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por lo tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializable y entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo es el auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutecter global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas del postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) En efecto con esta forma de hacer turismo la cultura y el patrimonio histoacuterico como manifestaciones de la identidad del saber y de la historia de los pueblos se convierten en una mercanciacutea es decir en un bien que puede ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protec-

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

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80 Economiacutea de la cultura

cioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyral ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshydad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una fuente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden derivarse

Llegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede preguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la conservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes que conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshytinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo interdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

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ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

so Economiacutea de la cultura

ioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyal ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshyjad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una uente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden jerivarse

Jegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede Jreguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la onservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes lue conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshyinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo nterdisciplinario

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Recibido el 22 de agosto de 2006 Aprobado para su publicacioacuten el 20 de septiembre de 2006

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Jairo Andreacutes Toro Parral

Resumen

El propoacutesito de este ensayo es defender la importancia de la matemaacutetil la filosofiacutea de la ciencia en el conocimiento y el anaacutelisis econoacutemico sustenta en la funcioacuten de tres aacutereas de conocimiento en la economiacutea semiologiacutea ante el lenguaje matemaacutetico y los signos o indicadores ecc micos la epistemologiacutea ante los modelos y paradigmas en la historia d economiacutea y la forma como algunas teoriacuteas del conocimiento subyacen e origen y en la conformacioacuten del pensamiento y los modelos econoacutemil Concluye explicando por queacute estas aacutereas son imprescindibles en las C cias Sociales YI especialmente en la Economiacutea

Palabras claves Semiologiacutea epistemologiacutea semiologiacutea econoacutemica tructura simboacutelica significantes econoacutemicosl paradigmas econoacutemicos Clasificacioacuten JEL B11 B2 840

1 Estudiante de Economiacutea de la Universidad Nacional de Colombia sede Medelliacuten jatoropunaleiexcl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Page 5: Economía de la cultura...72 Economía de la cultura Abstract The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic poínt

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1 La primeraiexcl cuyo discurso considera que los productos de la cultura tienen un valor per-seiexcl muy alto en la escala de valores socialesiexcl indepenshydientemente de las preferencias individuales y que satisfacen necesidades superioresiexcl en comparacioacuten con otras necesidades humanas A este conshy

cepto lo ha calificado Musgrave (Valentino 1988iexcl 11iexcl12) meriacutet wantsiexcl ya los bienes que satisfacen esas necesidades los ha llamado meriacutet goods o bienes de meacuterito que se caracterizan porque en cualquier caso abstracshycioacuten hecha de las reglas del mercado siempre son ofertados d~ manera puacuteblica Dicho de otra manera los bienes de meacuterito o preferentes son puestos a disposicioacuten del puacutebliCO como una imposicioacuten de la ofertaiexcl en este caso desde el Estado dado el alto valor que se les supone y no en respuesshyta al gusto de los usuarios expresado a traveacutes del mercado

los bienes de meacuterito pueden ser puacuteblicos o privados Son puacuteblicos cuando todos los miembros de una sociedad disfrutan de los mismos beneficios a la hora de usarlos o consumirlos es decir se caracterizan por tener un consumo no rival ni exclusivo y porque su costo marginal tiende a cero Es importante observar coacutemo el puacutebliCO no estaacute dispuesto a pagar por un consumo no exclusivoiexcl ni se pregunta cuaacutento vale el sostenimiento de un museo o de un monumento nadie revela cuaacutento estaacute dispuesto a pagar por ver el parque de San Agustiacuten o el Museo del Oroiexcl o el Parque de las Esculturas de Boteroiexcl si tuviese que costearse la supervivencia con las entradas El hecho es que como no se puede pedir a los visitantes una tarifa para cubrir los costos de su gestioacuten mantenimiento y puesta en valo~ continuamente escasean los recursos financieros y se hace necesario el aporte de fondos externos

Valdriacutea la pena preguntarse iquestqueacute empresa pOdriacutea acometer la construcshy cioacuten de un gran museo de arte si los costos de aprovisionamiento y compra

de obras de arte superaran de forma abismal las posibilidades de amortizarlo en un lapso de tiempo razonable mediante los ingresos por su exposicioacuten En cualquier caso surge el Estado como el agente para acometer la provishy

middot sioacuten de los bienes puacuteblicos justificado primero en el hecho de que la ecoshybull nomla privada no lo suministrariacutea y segundoiexcl porque si el bien puacuteblico no Ise produce dariacutea lugar a un fallo de mercado en teacuterminos de ineficiencia en la asignacioacuten de los recursos o al menos a una peacuterdida de bienestar

middot Para la corriente de pensamiento que defiende que los bienes puacuteblicos como los del patrimonio culturaliexcl no estaacuten bajo la exclusiva responsabilidad

de los visitantes y ademaacutes que el Estado debe hacer honor a unas responshy

~abilidade~ histoacutericas contraiacutedas o a las que se auto- impone el mercado middotJuega aqUl un papel secundario por cuanto no es capaz de asignar los bienes puacuteblicos correctamente La provisioacuten social se hace mediante el

Economiacutea de la cultura

mecanismo de asignacioacuten de presupuesto puacutebliCO y en este sentido queda en manos de los poliacuteticos dar maacutes o menos fondos para estos propoacutesitos

2 La otra liacutenea de pensamiento de la cual Throsby es su maacutes conocido exponenteiexcl considera que existe un entorno cultural de la economiacutea Seguacuten Throsby (2001) la precisioacuten formal de la moderna ciencia econoacutemishyca con su abstraccioacuten teoacuterica su anaacutelisis matemaacutetico y su confianza en los meacutetodos cientiacuteficos para probar hipoacutetesis podriacutea llevar a pensar que la Economiacutea opera en un mundo que no estaacute condicionado por los fenoacutemenos culturales y que tampoco influye sobre ellos pero tambieacuten se puede sugeshyrir que la Economiacuteaiexcl como esfuerzo intelectual no puede ser independienshyte de la cultura y es pOSible interpretar las escuelas de pensamiento ecoshynoacutemico como un proceso cultural Los economistas aprenden o heredan valores culturales que influyen en su forma de percibir el mundo los agenshytes econoacutemicos viven toman decisiones en un entorno cultural y este enshytorno tiene cierta influencia en sus preferencias y en la regulacioacuten de su comportamiento a escala del consumidor o de la empresa Asiacute mismo considera Throsby la existencia de un entorno econoacutemico de la cultura

2 El contexto econoacutemico de la cultura

A pesar de los debates y de los diversos matices conceptualesiexcl es pOSible destacar que las relaciones y los procesos culturales existen en un entorno econoacutemico y se pueden interpretar en teacuterminos econoacutemicos Se puede pensar en la cultura como un sistema de creencias y valores dentro de un grupo de tal manera que las interacciones culturales entre miembros del grupo o con otro grupo puedan incluirse en modelos de transacciones o intercambios de bienes materiales o simboacutelicos dentro de un marco economizador

Los antiguos Institucionalistas consideraban la cultura como la base de toda actividad econoacutemica mientras que los estudiosos del desarrollo ecoshynoacutemico del tercer mundo situacutean las tradiciones culturales y las aspiracioshynes de los pobres como medio para determinar la forma como su situacioacuten material puede mejorarse de acuerdo a su integridad cultural

Por su parteiexcl la Comisioacuten Mundial sobre la Cultura y Desarrollo de Naciones Unidas (1995) ha dejado claro que los conceptos de cultura y desarrollo estaacuten inextricablemente ligados en cualquier sociedad Asiacute los proyectos de paiacuteses pobres soacutelo tienen probabilidad de aumentar el nivel de vida si reconocen que la cultura de la comunidad que los recibe es la expresioacuten fundamental de su ser y que esta cultura estaacute situada en un contexto econoacutemico que determina el aacutembito y extensioacuten del progreso material que es posible

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

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76 Economiacutea de la cultura

Si se considera la cultura como algo incluido en un medio econoacutemico el comienzo maacutes obvio es partir de la propuesta de que la produccioacuten y el consumo de cultura se pueden situar dentro de un marco industrial y que los bienes y servicios producidos y consumidos se pueden considerar como mercanciacuteas en los mismos teacuterminos que otras mercanciacuteas producidas en el sistema econoacutemico Para los exponentes de la escuela de Frankfurt - Teodoro Adorno- una interpretacioacuten econoacutemica de los procesos culturales era una expresioacuten de desastre hoyes un aacuterea de especializacioacuten dentro de las ciencias econoacutemicas con su asociacioacuten internacional congresos y revistas especializadas el Journal of Cultural Economics y su propia clasificacioacuten independiente en el aacutembito de la taxonomiacutea del discurso econoacutemico En el Journal ofEconomics Literaturese dispone de bibliografiacutea sobre cuestiones teoacutericas y aplicaciones (Throsby D 1994)

E~ este orden de ideas es necesario establecer el diaacutelogo entre la Econoshymla y la cultura y para ello es conveniente asumir entre todas las definicioshynes de cultura que se han ensayado dos que persisten

1 La cultura como un conjunto de actitudes creencias convenciones costumbres valores y praacutecticas comunes o compartidas por cualshyquier grupo (definido desde el punto de vista poliacutetico religioso geoshygraacutefico histoacuterico de geacutenero entre otros) que contribuye a la identishydad distintiva del grupo

2 y desde una perspectiva maacutes funcional el reconocimiento de las acshytividades emprendidas por las personas y los productos de dichas actividades que tienen que ver con los aspectos intelectuales morashyles y artiacutesticos de la vida humana Se caracterizan porque implican alguna forma de creatividad en su produccioacuten hacen referencia a la generacioacuten y comunicacioacuten de significado simboacutelico y su producto representa al menos en potencia una forma de capital intelectual

Las actividades culturales se diferencian tambieacuten por las distintas formas de su existencia como bienes y servicios culturales los privados para los que existe un precio los puacuteblicos para los que no se dispone de precios observables y los mixtos para los que poseen caracteriacutesticas simultaacuteneas de ser puacuteblicos y privados

Seguacuten esta clasificacioacuten existen dos grandes temas que han llamado la atencioacuten de los economistas y aparecen como los dos subsectores del sector cultural el patrimonio cultural y las industrias culturales

Las industrias culturales se interpretan utilizando la parafernalia conshyvencional del anaacutelisis econoacutemico de acuerdo a las peCUliaridades de la deshymanda y de la oferta artiacutestica

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCruBRE DE 2006

7~Economiacutea de la cultura

La definicioacuten de industria de bienes y servicios culturales supone creativ dad en su produccioacuten incorpora un cierto grado de propiedad intelectual transmite un significado simboacutelico Esta definicioacuten permite delimitar indu trias concretas en torno a determinados productos como la muacutesica y le libros entre otros mientras que la agregacioacuten de todos estos product( permite referirse a las industrias culturales como una totalidad

Aceptar dicha definicioacuten hace posible proponer un modelo de industrioacute culturales que se centra en el lugar de origen de las ideas creativas e irrad hacia afuera a medida que las ideas se combinan con otros insumos pa dar lugar a una gama maacutes amplia de productos De este modo se hallan I artes creativas como se definen tradicionalmente muacutesica danza teatr literatura artes visuales y se influyen formas maacutes nuevas de praacutectic artiacutesticas como el video el performance las artes por computador multimedia entre otros Cada una de eacutestas formas artiacutesticas pueden consideradas por siacute mismas como una industria

Algunas interpretaciones de las industrias culturales proponen unas fronj ras maacutes amplias que abarcan hasta industrias que funcionan fuera del aacutemb cultural pero que algunos de sus productos poseen cierto grado de con nido cultural En estas industrias se encuentra la publicidad los servic arquitectoacutenicos y el turismo La definicioacuten de las fronteras es definitiva piexcl que sean comparables las mediciones de impacto econoacutemico de las indl trias culturales en las distintas regiones y paiacuteses

3 La economiacutea del patrimonio cultural

Abordar el estudio de la cultura y del patrimonio desde una perspect econoacutemica tradicional es decir mediante los anaacutelisis de los comportamh tos de la demanda y de la oferta impone la necesidad de responder -en otras- preguntas como iquestQueacute bienes existen y se producen iquestCoacutemo expresa la demanda iquestCon queacute intensidad iquestCuaacuteles son los precios rel vos de equilibrio y iquestCoacutemo se puede influir en el mercado Esta tal encarna en principio granes dificultades que provienen de la especificie tanto del propio mercado cultural como de las mercanciacuteas que partici~ en el mismo Por ejemplo resulta bastante difiacutecil encontrar un meacutetodo estimacioacuten de la demanda porque en muchas ocasiones se manifiesta forma colectiva y no individual como ocurre en la mayoriacutea de los biel privados Por otra parte la concrecioacuten de los precios de estos bienes forma de entradas (por ejemplo la entrada a un museo) no tradUCE grado auteacutentico de deseabilidad o escasez del bien puesto que en su r yor parte son precios subvencionados y no reflejan el coste de producc y mantenimiento Ademaacutes los bienes del patrimonio cultural no son producto cualquiera con valor de uso sino que pueden tener tambieacuten

ENSAYOS DE ECONOMIA - OcrUBRE DE 2006

76 Economiacutea de la cultura

Si se considera la cultura como algo incluido en un medio econoacutemico el comienzo maacutes obvio es partir de la propuesta de que la produccioacuten y el consumo de cultura se pueden situar dentro de un marco industrial y que los bienes y servicios producidos y consumidos se pueden considerar como

mercanciacuteas en los mismos teacuterminos que otras mercanciacuteas producidas en el sistema econoacutemico Para los exponentes de la escuela de Frankfurt -Teodoro Adorno- una interpretacioacuten econoacutemica de los procesos culturales era una expresioacuten de desastre hoyes un aacuterea de especializacioacuten dentro de las ciencias econoacutemicas con su asociacioacuten internacional congresos y revistas especializadas el Journal of Cultural Economics y su propia clasificacioacuten independiente en el aacutembito de la taxonomiacutea del discurso econoacutemico En el Journal ofEconomics Literaturese dispone de bibliografiacutea sobre cuestiones teoacutericas y aplicaciones (Throsby D 1994)

En este orden de ideas es necesario establecer el diaacutelogo entre la Econoshymiacutea y la cultura y para ello es conveniente asumir entre todas las definicioshynes de cultura que se han ensayado dos que persisten

1 La cultura como un conjunto de actitudes creencias convenciones costumbres valores y praacutecticas comunes o compartidas por cualshyquier grupo (definido desde el punto de vista poliacutetico religioso geoshygraacutefico histoacuterico de geacutenero entre otros) que contribuye a la identishydad distintiva del grupo

2 y desde una perspectiva maacutes funcional el reconocimiento de las acshytividades emprendidas por las personas y los productos de dichas actividades que tienen que ver con los aspectos intelectuales morashyles y artiacutesticos de la vida humana Se caracterizan porque implican alguna forma de creatividad en su produccioacuten hacen referencia a la generacioacuten y comunicacioacuten de significado simboacutelico y su producto representa al menos en potencia una forma de capital intelectual

las actividades culturales se diferencian tambieacuten por las distintas formas de su existencia como bienes y servicios culturales los privados para los que existe un precio los puacuteblicos para los que no se dispone de precios observables y los mixtos para los que poseen caracteriacutesticas simultaacuteneas de ser puacuteblicos y privados

Seguacuten esta clasificacioacuten existen dos grandes temas que han llamado la atencioacuten de los economistas y aparecen como los dos subsectores del sector cultural el patrimonio cultural y las industrias culturales

las industrias culturales se interpretan utilizando la parafernalia conshyvencional del anaacutelisis econoacutemico de acuerdo a las peculiaridades de la deshymanda y de la oferta artiacutestica (

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

La definicioacuten de industria de bienes y servicios culturales supone creativishydad en su produccioacuten incorpora un cierto grado de propiedad intelectual y transmite un significado simboacutelico Esta definicioacuten permite delimitar indusshytrias concretas en torno a determinados productos como la muacutesica y los libros entre otros mientras que la agregacioacuten de todos estos productos permite referirse a las industrias culturales como una totalidad

Aceptar dicha definicioacuten hace posible proponer un modelo de industrias culturales que se centra en el lugar de origen de las ideas creativas e irradia hacia afuera a medida que las ideas se combinan con otros insumos para dar lugar a una gama maacutes amplia de productos De este modo se hallan las artes creativas como se definen tradicionalmente muacutesica danza teatro literatura artes visuales y se influyen formas maacutes nuevas de praacutecticas artiacutesticas como el video el performance las artes por computador y multimedia entre otros Cada una de eacutestas formas artiacutesticas pueden ser consideradas por siacute mismas como una industria

Algunas interpretaciones de las industrias culturales proponen unas fronteshyras maacutes amplias que abarcan hasta industrias que funcionan fuera del aacutembito cultural pero que algunos de sus productos poseen cierto grado de conteshynido cultural En estas industrias se encuentra la publicidad los servicios arquitectoacutenicos y el turismo la definicioacuten de las fronteras es definitiva para que sean comparables las mediciones de impacto econoacutemico de las indusshytrias culturales en las distintas regiones y paiacuteses

3 La economiacutea del patrimonio cultural

Abordar el estudio de la cultura y del patrimonio desde una perspectiva econoacutemica tradicional es decir mediante los anaacutelisis de los comportamienshytos de la demanda y de la oferta impone la necesidad de responder -entre otras- preguntas como iquestQueacute bienes existen y se producen iquestCoacutemo se expresa la demanda iquestCon queacute intensidad iquestCuaacuteles son los precios relatishyvos de equilibrio y iquestCoacutemo se puede influir en el mercado Esta tarea encarna en principio granes dificultades que provienen de la especificidad tanto del propio mercado cultural como de las mercanciacuteas que participan en el mismo Por ejemplo resulta bastante difiacutecil encontrar un meacutetodo de estimacioacuten de la demanda porque en muchas ocasiones se manifiesta de forma colectiva y no individual como ocurre en la mayoriacutea de los bienes privados Por otra parte la concrecioacuten de los precios de estos bienes en forma de entradas (por ejemplo la entrada a un museo) no traduce el grado auteacutentico de deseabilidad o escasez del bien puesto que en su mashyyor parte son precios subvencionados y no reflejan el coste de produccioacuten y mantenimiento Ademaacutes los bienes del patrimonio cultural no son un producto cualqUiera con valor de uso sino que pueden tener tambieacuten un

E Y S SR

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78 Economiacutea de la cultura

valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio culturaliexcl por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishyvo Histoacuterico y el Castillo de San Felipeiexcl porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantiAcar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuteniexcl es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particulariexcl sino los componentes de valor que lleva incorporadoiexcl y por lo tantoiexcl los servicios que pueden derivarse (Greffeiexcl 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismoiexcl sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutesticaiexcl hasta el valor de formacioacuten y educacioacuteniexcl el valor social como sentildeal de identidad yiexcl obviamenteiexcl el valor econoacutemico que incluye las rentas directasiexcl (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonioiexcl que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de serviciosiexcl mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adquieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herreroiexcl Lciexcl Bedate Aiexcl 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de preciosiexcl como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porqueiexcl efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no seacute el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en I

doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietal de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en val puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor amen tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a q no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mante miento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceriquest recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemE tos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imag y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirSE producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos SI titutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociec actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un pla

escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser ao soria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a bull uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a e se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar CI

tral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el con mo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del o cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializablE entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo e~ auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutec global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas ( postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) efecto con esta forma de hacer turismoiexcl la cultura y el patrimonio histoacuter como manifestaciones de la identidadiexcl del saber y de la historia de pueblos se convierten en una mercanciacutea es deciriexcl en un bien que pue ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

78 Economiacutea de la cultura

valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio cultural por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishy

va Histoacuterico y el Castillo de San Felipe porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantificar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuten es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particular sino los componentes de valor que lleva incorporado y por lo tanto los servicios que pueden derivarse (Greffe 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismo sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutestica hasta el valor de formacioacuten y educacioacuten el valor social como sentildeal de identidad y obviamente el valor econoacutemico que incluye las rentas directas (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonio que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de servicios mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adqUieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herrero Lc Bedate A 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de precios como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porque efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no soacutelo el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en un doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que se venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietario de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en valor puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor o menor tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a que no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mantenishymiento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca la demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceraacute la recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemenshytos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija no ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imagen y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirse y producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos susshytitutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociedad actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un placer escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser acceshysoria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a ser uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a ser consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido en una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como la civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a que se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y en perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar censhytral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el consushymo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del ocio cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre el disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por lo tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializable y entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo es el auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutecter global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas del postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) En efecto con esta forma de hacer turismo la cultura y el patrimonio histoacuterico como manifestaciones de la identidad del saber y de la historia de los pueblos se convierten en una mercanciacutea es decir en un bien que puede ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protec-

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

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80 Economiacutea de la cultura

cioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyral ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshydad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una fuente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden derivarse

Llegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede preguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la conservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes que conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshytinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo interdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

Ballart J Tresserras J (2001) Gestioacuten del Patrimonio Cultural primera edicioacuten Barcelona Editorial Ariel

Baumol Hilda y Baumol Williacuteam J (1984) The mass media and cost disease en W S Hendon N Grant y D V Shaw (eds) the Economics of Cultural Industries Akron Association for Cultural Economiacutecs

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Bourdieu Pierre y Alain Dardel (1966) Lamourd Larch O les musees et Leur public Paris Editions de Minuit

Bourdieu Pierre (1979) La Distincioacuten Critique Sociales de juguement Paris Editions de Minuit

Cuadrado M Berenguer G (2002) El Consumo de los Servicios Culturashyles Madrid ESIC editorial

El Valor de la Cultura Documento de posicioacuten para el foro Desarrollo y Cultura Banco Interamericano de Desarrollo UNESCO Pariacutes 11- 12 mayo de 1999

Frey Bruno La Economiacutea del Arte La Caixa Coleccioacuten estudios econoacutemishycos Nuacutemero 18

Frey Bruno S (1994) Direct Democracy Poliacutetiacuteco-Economic Lesson From Swiss Experiacuteence American Economic Review 84(2) 338-348

Frey BS (2000) Arts and Economics Analysis and Cultural PolicYt Springerverlag Berlin

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

Garciacutea MI Encinar MI Muntildeoz FE (2000) La Industria de la Cultura y E

Ocio en Espantildea Ed Fundacioacuten Autor

Greffe (1990) La Valeur economique du Patrimonie Paris Economica

Herrero Prieto Le (1994) Desarrollo Econoacutemico Local y Organizacioacuten d Espacio en Castilla y Leoacuten Servicio de comunicaciones de la Universidad e Valladolid

Herrero Prieto L e (1997) Economiacutea de la Cultura y el Ocio Nuevas Pm bilidades para la poliacutetica econoacutemica regional Mercurio Revista de Econ miacutea y Empresa numo 1 pag 101-118

Herrero Le (2001) Economiacutea del Patrimonio Histoacuterico~ Informaci( Comercial Espantildeola ndeg 792 pp 151-168

Herrero Le BedatE A (2004) Valoracioacuten de Bienes Puacuteblicos Relativ al Patrimonio Cultural Aplicacioacuten al Museo Patio Herreriano de Arte Ca temporaacuteneo Espantildeol~ XI Reunioacuten de Economiacutea Publica Barcelona 2004 httpwwwubesecopubBCNponenciasarch pdfherrero bedate sanz

Izaguirre A (1997) La Imagen de los Lugares Marketing ciudadesMercurio revista de Economiacutea y Empresa Nuacutemero 1 pag 25-~

Marlaux Andree (1947) Les Muse Imaginaire Paris Gallimard

Martin E (1994) Determining the Size of Museum Subsidies~ Journal Cultural Economics Vol 18 pp 255-270

Musgrave R (1959) Theory of Public Finance McGraw-Hill New York

Nuryanti W (1996) Heritage and Postmodern Annals of tourism Resear vol 23 numero 2 pag 249-260

Organizacioacuten de los Estados Americanos La cultura como Gen~radora Crecimiento Econoacutemico Empleo y Desarrollo Consejo Interamencano pi el Desarrollo Integral-CIDI- Washington De 2004 lthttpwwwoaso udseespantildeol documentostema 1resumendocgt

Richards G (1996) Production and Consumption of European CultL Tourism Annals of tourism research Vol 23 nuacutemero 2 pags 261-283

Riera P (1994) Manual de Valoracioacuten Contingente Instituto de Estud

Fiscales Madrid

Sanz J A (2001) Valoracioacuten del Patrimonio Cultural Anaacutelisis ~conoacutem y Estadiacutestico Aplicacioacuten al Museo Nacional de Escultura de Vallaohd MIMI Departamento de Economiacutea Aplicada Universidad de Valladolid Vallado

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

so Economiacutea de la cultura

ioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyal ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshyjad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una uente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden jerivarse

Jegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede Jreguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la onservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes lue conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshyinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo nterdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

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Cuadradol M Berenguerl GI (2002) El Consumo de los Servicios Culturashyles~ Madrid ESIC editorial

El Valor de la Cultura Documento de posicioacuten para el foro Desarrollo y Cultura Banco Interamericano de Desarrollo UNESCO Pariacutes 11- 12 mayo de 1999

FreYI Bruno La Economiacutea del Arte La Caixa Coleccioacuten estudios econoacutemishycos Nuacutemero 18

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Economiacutea de la cultura 81

Garciacutea MI Encinar MI Muntildeoz FF (2000) La Industria de la Cultura y el Ocio en Espantildea Ed Fundacioacuten Autor

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Sanz J A (2001) Valoracioacuten del Patrimonio Cultural Anaacutelisis Econoacutemico y Estadiacutestico AplicaCioacuten al Museo Nacional de Escultura de Valladolid IVIIMEO Departamento de Economiacutea Aplicada Universidad de Valladolid Valladolid

82 Economiacutea de la cultura

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Recibido el 22 de agosto de 2006 Aprobado para su publicacioacuten el 20 de septiembre de 2006

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Jairo Andreacutes Toro Parral

Resumen

El propoacutesito de este ensayo es defender la importancia de la matemaacutetil la filosofiacutea de la ciencia en el conocimiento y el anaacutelisis econoacutemico sustenta en la funcioacuten de tres aacutereas de conocimiento en la economiacutea semiologiacutea ante el lenguaje matemaacutetico y los signos o indicadores ecc micos la epistemologiacutea ante los modelos y paradigmas en la historia d economiacutea y la forma como algunas teoriacuteas del conocimiento subyacen e origen y en la conformacioacuten del pensamiento y los modelos econoacutemil Concluye explicando por queacute estas aacutereas son imprescindibles en las C cias Sociales YI especialmente en la Economiacutea

Palabras claves Semiologiacutea epistemologiacutea semiologiacutea econoacutemica tructura simboacutelica significantes econoacutemicosl paradigmas econoacutemicos Clasificacioacuten JEL B11 B2 840

1 Estudiante de Economiacutea de la Universidad Nacional de Colombia sede Medelliacuten jatoropunaleiexcl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Page 6: Economía de la cultura...72 Economía de la cultura Abstract The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic poínt

76 Economiacutea de la cultura

Si se considera la cultura como algo incluido en un medio econoacutemico el comienzo maacutes obvio es partir de la propuesta de que la produccioacuten y el consumo de cultura se pueden situar dentro de un marco industrial y que los bienes y servicios producidos y consumidos se pueden considerar como mercanciacuteas en los mismos teacuterminos que otras mercanciacuteas producidas en el sistema econoacutemico Para los exponentes de la escuela de Frankfurt - Teodoro Adorno- una interpretacioacuten econoacutemica de los procesos culturales era una expresioacuten de desastre hoyes un aacuterea de especializacioacuten dentro de las ciencias econoacutemicas con su asociacioacuten internacional congresos y revistas especializadas el Journal of Cultural Economics y su propia clasificacioacuten independiente en el aacutembito de la taxonomiacutea del discurso econoacutemico En el Journal ofEconomics Literaturese dispone de bibliografiacutea sobre cuestiones teoacutericas y aplicaciones (Throsby D 1994)

E~ este orden de ideas es necesario establecer el diaacutelogo entre la Econoshymla y la cultura y para ello es conveniente asumir entre todas las definicioshynes de cultura que se han ensayado dos que persisten

1 La cultura como un conjunto de actitudes creencias convenciones costumbres valores y praacutecticas comunes o compartidas por cualshyquier grupo (definido desde el punto de vista poliacutetico religioso geoshygraacutefico histoacuterico de geacutenero entre otros) que contribuye a la identishydad distintiva del grupo

2 y desde una perspectiva maacutes funcional el reconocimiento de las acshytividades emprendidas por las personas y los productos de dichas actividades que tienen que ver con los aspectos intelectuales morashyles y artiacutesticos de la vida humana Se caracterizan porque implican alguna forma de creatividad en su produccioacuten hacen referencia a la generacioacuten y comunicacioacuten de significado simboacutelico y su producto representa al menos en potencia una forma de capital intelectual

Las actividades culturales se diferencian tambieacuten por las distintas formas de su existencia como bienes y servicios culturales los privados para los que existe un precio los puacuteblicos para los que no se dispone de precios observables y los mixtos para los que poseen caracteriacutesticas simultaacuteneas de ser puacuteblicos y privados

Seguacuten esta clasificacioacuten existen dos grandes temas que han llamado la atencioacuten de los economistas y aparecen como los dos subsectores del sector cultural el patrimonio cultural y las industrias culturales

Las industrias culturales se interpretan utilizando la parafernalia conshyvencional del anaacutelisis econoacutemico de acuerdo a las peCUliaridades de la deshymanda y de la oferta artiacutestica

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCruBRE DE 2006

7~Economiacutea de la cultura

La definicioacuten de industria de bienes y servicios culturales supone creativ dad en su produccioacuten incorpora un cierto grado de propiedad intelectual transmite un significado simboacutelico Esta definicioacuten permite delimitar indu trias concretas en torno a determinados productos como la muacutesica y le libros entre otros mientras que la agregacioacuten de todos estos product( permite referirse a las industrias culturales como una totalidad

Aceptar dicha definicioacuten hace posible proponer un modelo de industrioacute culturales que se centra en el lugar de origen de las ideas creativas e irrad hacia afuera a medida que las ideas se combinan con otros insumos pa dar lugar a una gama maacutes amplia de productos De este modo se hallan I artes creativas como se definen tradicionalmente muacutesica danza teatr literatura artes visuales y se influyen formas maacutes nuevas de praacutectic artiacutesticas como el video el performance las artes por computador multimedia entre otros Cada una de eacutestas formas artiacutesticas pueden consideradas por siacute mismas como una industria

Algunas interpretaciones de las industrias culturales proponen unas fronj ras maacutes amplias que abarcan hasta industrias que funcionan fuera del aacutemb cultural pero que algunos de sus productos poseen cierto grado de con nido cultural En estas industrias se encuentra la publicidad los servic arquitectoacutenicos y el turismo La definicioacuten de las fronteras es definitiva piexcl que sean comparables las mediciones de impacto econoacutemico de las indl trias culturales en las distintas regiones y paiacuteses

3 La economiacutea del patrimonio cultural

Abordar el estudio de la cultura y del patrimonio desde una perspect econoacutemica tradicional es decir mediante los anaacutelisis de los comportamh tos de la demanda y de la oferta impone la necesidad de responder -en otras- preguntas como iquestQueacute bienes existen y se producen iquestCoacutemo expresa la demanda iquestCon queacute intensidad iquestCuaacuteles son los precios rel vos de equilibrio y iquestCoacutemo se puede influir en el mercado Esta tal encarna en principio granes dificultades que provienen de la especificie tanto del propio mercado cultural como de las mercanciacuteas que partici~ en el mismo Por ejemplo resulta bastante difiacutecil encontrar un meacutetodo estimacioacuten de la demanda porque en muchas ocasiones se manifiesta forma colectiva y no individual como ocurre en la mayoriacutea de los biel privados Por otra parte la concrecioacuten de los precios de estos bienes forma de entradas (por ejemplo la entrada a un museo) no tradUCE grado auteacutentico de deseabilidad o escasez del bien puesto que en su r yor parte son precios subvencionados y no reflejan el coste de producc y mantenimiento Ademaacutes los bienes del patrimonio cultural no son producto cualquiera con valor de uso sino que pueden tener tambieacuten

ENSAYOS DE ECONOMIA - OcrUBRE DE 2006

76 Economiacutea de la cultura

Si se considera la cultura como algo incluido en un medio econoacutemico el comienzo maacutes obvio es partir de la propuesta de que la produccioacuten y el consumo de cultura se pueden situar dentro de un marco industrial y que los bienes y servicios producidos y consumidos se pueden considerar como

mercanciacuteas en los mismos teacuterminos que otras mercanciacuteas producidas en el sistema econoacutemico Para los exponentes de la escuela de Frankfurt -Teodoro Adorno- una interpretacioacuten econoacutemica de los procesos culturales era una expresioacuten de desastre hoyes un aacuterea de especializacioacuten dentro de las ciencias econoacutemicas con su asociacioacuten internacional congresos y revistas especializadas el Journal of Cultural Economics y su propia clasificacioacuten independiente en el aacutembito de la taxonomiacutea del discurso econoacutemico En el Journal ofEconomics Literaturese dispone de bibliografiacutea sobre cuestiones teoacutericas y aplicaciones (Throsby D 1994)

En este orden de ideas es necesario establecer el diaacutelogo entre la Econoshymiacutea y la cultura y para ello es conveniente asumir entre todas las definicioshynes de cultura que se han ensayado dos que persisten

1 La cultura como un conjunto de actitudes creencias convenciones costumbres valores y praacutecticas comunes o compartidas por cualshyquier grupo (definido desde el punto de vista poliacutetico religioso geoshygraacutefico histoacuterico de geacutenero entre otros) que contribuye a la identishydad distintiva del grupo

2 y desde una perspectiva maacutes funcional el reconocimiento de las acshytividades emprendidas por las personas y los productos de dichas actividades que tienen que ver con los aspectos intelectuales morashyles y artiacutesticos de la vida humana Se caracterizan porque implican alguna forma de creatividad en su produccioacuten hacen referencia a la generacioacuten y comunicacioacuten de significado simboacutelico y su producto representa al menos en potencia una forma de capital intelectual

las actividades culturales se diferencian tambieacuten por las distintas formas de su existencia como bienes y servicios culturales los privados para los que existe un precio los puacuteblicos para los que no se dispone de precios observables y los mixtos para los que poseen caracteriacutesticas simultaacuteneas de ser puacuteblicos y privados

Seguacuten esta clasificacioacuten existen dos grandes temas que han llamado la atencioacuten de los economistas y aparecen como los dos subsectores del sector cultural el patrimonio cultural y las industrias culturales

las industrias culturales se interpretan utilizando la parafernalia conshyvencional del anaacutelisis econoacutemico de acuerdo a las peculiaridades de la deshymanda y de la oferta artiacutestica (

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

La definicioacuten de industria de bienes y servicios culturales supone creativishydad en su produccioacuten incorpora un cierto grado de propiedad intelectual y transmite un significado simboacutelico Esta definicioacuten permite delimitar indusshytrias concretas en torno a determinados productos como la muacutesica y los libros entre otros mientras que la agregacioacuten de todos estos productos permite referirse a las industrias culturales como una totalidad

Aceptar dicha definicioacuten hace posible proponer un modelo de industrias culturales que se centra en el lugar de origen de las ideas creativas e irradia hacia afuera a medida que las ideas se combinan con otros insumos para dar lugar a una gama maacutes amplia de productos De este modo se hallan las artes creativas como se definen tradicionalmente muacutesica danza teatro literatura artes visuales y se influyen formas maacutes nuevas de praacutecticas artiacutesticas como el video el performance las artes por computador y multimedia entre otros Cada una de eacutestas formas artiacutesticas pueden ser consideradas por siacute mismas como una industria

Algunas interpretaciones de las industrias culturales proponen unas fronteshyras maacutes amplias que abarcan hasta industrias que funcionan fuera del aacutembito cultural pero que algunos de sus productos poseen cierto grado de conteshynido cultural En estas industrias se encuentra la publicidad los servicios arquitectoacutenicos y el turismo la definicioacuten de las fronteras es definitiva para que sean comparables las mediciones de impacto econoacutemico de las indusshytrias culturales en las distintas regiones y paiacuteses

3 La economiacutea del patrimonio cultural

Abordar el estudio de la cultura y del patrimonio desde una perspectiva econoacutemica tradicional es decir mediante los anaacutelisis de los comportamienshytos de la demanda y de la oferta impone la necesidad de responder -entre otras- preguntas como iquestQueacute bienes existen y se producen iquestCoacutemo se expresa la demanda iquestCon queacute intensidad iquestCuaacuteles son los precios relatishyvos de equilibrio y iquestCoacutemo se puede influir en el mercado Esta tarea encarna en principio granes dificultades que provienen de la especificidad tanto del propio mercado cultural como de las mercanciacuteas que participan en el mismo Por ejemplo resulta bastante difiacutecil encontrar un meacutetodo de estimacioacuten de la demanda porque en muchas ocasiones se manifiesta de forma colectiva y no individual como ocurre en la mayoriacutea de los bienes privados Por otra parte la concrecioacuten de los precios de estos bienes en forma de entradas (por ejemplo la entrada a un museo) no traduce el grado auteacutentico de deseabilidad o escasez del bien puesto que en su mashyyor parte son precios subvencionados y no reflejan el coste de produccioacuten y mantenimiento Ademaacutes los bienes del patrimonio cultural no son un producto cualqUiera con valor de uso sino que pueden tener tambieacuten un

E Y S SR

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valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio culturaliexcl por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishyvo Histoacuterico y el Castillo de San Felipeiexcl porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantiAcar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuteniexcl es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particulariexcl sino los componentes de valor que lleva incorporadoiexcl y por lo tantoiexcl los servicios que pueden derivarse (Greffeiexcl 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismoiexcl sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutesticaiexcl hasta el valor de formacioacuten y educacioacuteniexcl el valor social como sentildeal de identidad yiexcl obviamenteiexcl el valor econoacutemico que incluye las rentas directasiexcl (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonioiexcl que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de serviciosiexcl mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adquieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herreroiexcl Lciexcl Bedate Aiexcl 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de preciosiexcl como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porqueiexcl efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no seacute el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en I

doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietal de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en val puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor amen tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a q no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mante miento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceriquest recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemE tos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imag y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirSE producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos SI titutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociec actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un pla

escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser ao soria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a bull uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a e se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar CI

tral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el con mo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del o cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializablE entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo e~ auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutec global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas ( postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) efecto con esta forma de hacer turismoiexcl la cultura y el patrimonio histoacuter como manifestaciones de la identidadiexcl del saber y de la historia de pueblos se convierten en una mercanciacutea es deciriexcl en un bien que pue ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

78 Economiacutea de la cultura

valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio cultural por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishy

va Histoacuterico y el Castillo de San Felipe porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantificar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuten es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particular sino los componentes de valor que lleva incorporado y por lo tanto los servicios que pueden derivarse (Greffe 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismo sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutestica hasta el valor de formacioacuten y educacioacuten el valor social como sentildeal de identidad y obviamente el valor econoacutemico que incluye las rentas directas (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonio que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de servicios mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adqUieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herrero Lc Bedate A 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de precios como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porque efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no soacutelo el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en un doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que se venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietario de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en valor puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor o menor tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a que no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mantenishymiento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca la demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceraacute la recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemenshytos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija no ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imagen y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirse y producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos susshytitutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociedad actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un placer escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser acceshysoria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a ser uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a ser consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido en una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como la civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a que se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y en perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar censhytral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el consushymo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del ocio cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre el disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por lo tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializable y entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo es el auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutecter global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas del postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) En efecto con esta forma de hacer turismo la cultura y el patrimonio histoacuterico como manifestaciones de la identidad del saber y de la historia de los pueblos se convierten en una mercanciacutea es decir en un bien que puede ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protec-

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

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80 Economiacutea de la cultura

cioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyral ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshydad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una fuente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden derivarse

Llegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede preguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la conservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes que conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshytinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo interdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

Ballart J Tresserras J (2001) Gestioacuten del Patrimonio Cultural primera edicioacuten Barcelona Editorial Ariel

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Bourdieu Pierre y Alain Dardel (1966) Lamourd Larch O les musees et Leur public Paris Editions de Minuit

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Cuadrado M Berenguer G (2002) El Consumo de los Servicios Culturashyles Madrid ESIC editorial

El Valor de la Cultura Documento de posicioacuten para el foro Desarrollo y Cultura Banco Interamericano de Desarrollo UNESCO Pariacutes 11- 12 mayo de 1999

Frey Bruno La Economiacutea del Arte La Caixa Coleccioacuten estudios econoacutemishycos Nuacutemero 18

Frey Bruno S (1994) Direct Democracy Poliacutetiacuteco-Economic Lesson From Swiss Experiacuteence American Economic Review 84(2) 338-348

Frey BS (2000) Arts and Economics Analysis and Cultural PolicYt Springerverlag Berlin

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

Garciacutea MI Encinar MI Muntildeoz FE (2000) La Industria de la Cultura y E

Ocio en Espantildea Ed Fundacioacuten Autor

Greffe (1990) La Valeur economique du Patrimonie Paris Economica

Herrero Prieto Le (1994) Desarrollo Econoacutemico Local y Organizacioacuten d Espacio en Castilla y Leoacuten Servicio de comunicaciones de la Universidad e Valladolid

Herrero Prieto L e (1997) Economiacutea de la Cultura y el Ocio Nuevas Pm bilidades para la poliacutetica econoacutemica regional Mercurio Revista de Econ miacutea y Empresa numo 1 pag 101-118

Herrero Le (2001) Economiacutea del Patrimonio Histoacuterico~ Informaci( Comercial Espantildeola ndeg 792 pp 151-168

Herrero Le BedatE A (2004) Valoracioacuten de Bienes Puacuteblicos Relativ al Patrimonio Cultural Aplicacioacuten al Museo Patio Herreriano de Arte Ca temporaacuteneo Espantildeol~ XI Reunioacuten de Economiacutea Publica Barcelona 2004 httpwwwubesecopubBCNponenciasarch pdfherrero bedate sanz

Izaguirre A (1997) La Imagen de los Lugares Marketing ciudadesMercurio revista de Economiacutea y Empresa Nuacutemero 1 pag 25-~

Marlaux Andree (1947) Les Muse Imaginaire Paris Gallimard

Martin E (1994) Determining the Size of Museum Subsidies~ Journal Cultural Economics Vol 18 pp 255-270

Musgrave R (1959) Theory of Public Finance McGraw-Hill New York

Nuryanti W (1996) Heritage and Postmodern Annals of tourism Resear vol 23 numero 2 pag 249-260

Organizacioacuten de los Estados Americanos La cultura como Gen~radora Crecimiento Econoacutemico Empleo y Desarrollo Consejo Interamencano pi el Desarrollo Integral-CIDI- Washington De 2004 lthttpwwwoaso udseespantildeol documentostema 1resumendocgt

Richards G (1996) Production and Consumption of European CultL Tourism Annals of tourism research Vol 23 nuacutemero 2 pags 261-283

Riera P (1994) Manual de Valoracioacuten Contingente Instituto de Estud

Fiscales Madrid

Sanz J A (2001) Valoracioacuten del Patrimonio Cultural Anaacutelisis ~conoacutem y Estadiacutestico Aplicacioacuten al Museo Nacional de Escultura de Vallaohd MIMI Departamento de Economiacutea Aplicada Universidad de Valladolid Vallado

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

so Economiacutea de la cultura

ioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyal ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshyjad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una uente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden jerivarse

Jegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede Jreguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la onservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes lue conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshyinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo nterdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

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Bourdieu Pierre (1979) La Distincioacuten Critique Sociales de juguement Paris Editions de Minuit

Cuadradol M Berenguerl GI (2002) El Consumo de los Servicios Culturashyles~ Madrid ESIC editorial

El Valor de la Cultura Documento de posicioacuten para el foro Desarrollo y Cultura Banco Interamericano de Desarrollo UNESCO Pariacutes 11- 12 mayo de 1999

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Economiacutea de la cultura 81

Garciacutea MI Encinar MI Muntildeoz FF (2000) La Industria de la Cultura y el Ocio en Espantildea Ed Fundacioacuten Autor

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Herrero Le BedatE A (2004) Valoracioacuten de Bienes Puacuteblicos Relativos al Patrimonio Cultural Aplicacioacuten al Museo Patio Herreriano de Arte Conshytemporaacuteneo Espantildeol XI Reunioacuten de Economiacutea Publica Barcelona 2004lt httpwwwubesecopubBCNDonenciasarch pdfherrero bedate sanzgt

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Nuryanti W (1996) Heritage and Postmodern Annals of tourism Research vol 23 numero 2 pag 249-260

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Riera P (1994) Manual de Valoracioacuten Contingente Instituto de Estudios Fiscales Madrid

Sanz J A (2001) Valoracioacuten del Patrimonio Cultural Anaacutelisis Econoacutemico y Estadiacutestico AplicaCioacuten al Museo Nacional de Escultura de Valladolid IVIIMEO Departamento de Economiacutea Aplicada Universidad de Valladolid Valladolid

82 Economiacutea de la cultura

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l Cheltenham

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Recibido el 22 de agosto de 2006 Aprobado para su publicacioacuten el 20 de septiembre de 2006

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Jairo Andreacutes Toro Parral

Resumen

El propoacutesito de este ensayo es defender la importancia de la matemaacutetil la filosofiacutea de la ciencia en el conocimiento y el anaacutelisis econoacutemico sustenta en la funcioacuten de tres aacutereas de conocimiento en la economiacutea semiologiacutea ante el lenguaje matemaacutetico y los signos o indicadores ecc micos la epistemologiacutea ante los modelos y paradigmas en la historia d economiacutea y la forma como algunas teoriacuteas del conocimiento subyacen e origen y en la conformacioacuten del pensamiento y los modelos econoacutemil Concluye explicando por queacute estas aacutereas son imprescindibles en las C cias Sociales YI especialmente en la Economiacutea

Palabras claves Semiologiacutea epistemologiacutea semiologiacutea econoacutemica tructura simboacutelica significantes econoacutemicosl paradigmas econoacutemicos Clasificacioacuten JEL B11 B2 840

1 Estudiante de Economiacutea de la Universidad Nacional de Colombia sede Medelliacuten jatoropunaleiexcl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Page 7: Economía de la cultura...72 Economía de la cultura Abstract The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic poínt

76 Economiacutea de la cultura

Si se considera la cultura como algo incluido en un medio econoacutemico el comienzo maacutes obvio es partir de la propuesta de que la produccioacuten y el consumo de cultura se pueden situar dentro de un marco industrial y que los bienes y servicios producidos y consumidos se pueden considerar como

mercanciacuteas en los mismos teacuterminos que otras mercanciacuteas producidas en el sistema econoacutemico Para los exponentes de la escuela de Frankfurt -Teodoro Adorno- una interpretacioacuten econoacutemica de los procesos culturales era una expresioacuten de desastre hoyes un aacuterea de especializacioacuten dentro de las ciencias econoacutemicas con su asociacioacuten internacional congresos y revistas especializadas el Journal of Cultural Economics y su propia clasificacioacuten independiente en el aacutembito de la taxonomiacutea del discurso econoacutemico En el Journal ofEconomics Literaturese dispone de bibliografiacutea sobre cuestiones teoacutericas y aplicaciones (Throsby D 1994)

En este orden de ideas es necesario establecer el diaacutelogo entre la Econoshymiacutea y la cultura y para ello es conveniente asumir entre todas las definicioshynes de cultura que se han ensayado dos que persisten

1 La cultura como un conjunto de actitudes creencias convenciones costumbres valores y praacutecticas comunes o compartidas por cualshyquier grupo (definido desde el punto de vista poliacutetico religioso geoshygraacutefico histoacuterico de geacutenero entre otros) que contribuye a la identishydad distintiva del grupo

2 y desde una perspectiva maacutes funcional el reconocimiento de las acshytividades emprendidas por las personas y los productos de dichas actividades que tienen que ver con los aspectos intelectuales morashyles y artiacutesticos de la vida humana Se caracterizan porque implican alguna forma de creatividad en su produccioacuten hacen referencia a la generacioacuten y comunicacioacuten de significado simboacutelico y su producto representa al menos en potencia una forma de capital intelectual

las actividades culturales se diferencian tambieacuten por las distintas formas de su existencia como bienes y servicios culturales los privados para los que existe un precio los puacuteblicos para los que no se dispone de precios observables y los mixtos para los que poseen caracteriacutesticas simultaacuteneas de ser puacuteblicos y privados

Seguacuten esta clasificacioacuten existen dos grandes temas que han llamado la atencioacuten de los economistas y aparecen como los dos subsectores del sector cultural el patrimonio cultural y las industrias culturales

las industrias culturales se interpretan utilizando la parafernalia conshyvencional del anaacutelisis econoacutemico de acuerdo a las peculiaridades de la deshymanda y de la oferta artiacutestica (

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

La definicioacuten de industria de bienes y servicios culturales supone creativishydad en su produccioacuten incorpora un cierto grado de propiedad intelectual y transmite un significado simboacutelico Esta definicioacuten permite delimitar indusshytrias concretas en torno a determinados productos como la muacutesica y los libros entre otros mientras que la agregacioacuten de todos estos productos permite referirse a las industrias culturales como una totalidad

Aceptar dicha definicioacuten hace posible proponer un modelo de industrias culturales que se centra en el lugar de origen de las ideas creativas e irradia hacia afuera a medida que las ideas se combinan con otros insumos para dar lugar a una gama maacutes amplia de productos De este modo se hallan las artes creativas como se definen tradicionalmente muacutesica danza teatro literatura artes visuales y se influyen formas maacutes nuevas de praacutecticas artiacutesticas como el video el performance las artes por computador y multimedia entre otros Cada una de eacutestas formas artiacutesticas pueden ser consideradas por siacute mismas como una industria

Algunas interpretaciones de las industrias culturales proponen unas fronteshyras maacutes amplias que abarcan hasta industrias que funcionan fuera del aacutembito cultural pero que algunos de sus productos poseen cierto grado de conteshynido cultural En estas industrias se encuentra la publicidad los servicios arquitectoacutenicos y el turismo la definicioacuten de las fronteras es definitiva para que sean comparables las mediciones de impacto econoacutemico de las indusshytrias culturales en las distintas regiones y paiacuteses

3 La economiacutea del patrimonio cultural

Abordar el estudio de la cultura y del patrimonio desde una perspectiva econoacutemica tradicional es decir mediante los anaacutelisis de los comportamienshytos de la demanda y de la oferta impone la necesidad de responder -entre otras- preguntas como iquestQueacute bienes existen y se producen iquestCoacutemo se expresa la demanda iquestCon queacute intensidad iquestCuaacuteles son los precios relatishyvos de equilibrio y iquestCoacutemo se puede influir en el mercado Esta tarea encarna en principio granes dificultades que provienen de la especificidad tanto del propio mercado cultural como de las mercanciacuteas que participan en el mismo Por ejemplo resulta bastante difiacutecil encontrar un meacutetodo de estimacioacuten de la demanda porque en muchas ocasiones se manifiesta de forma colectiva y no individual como ocurre en la mayoriacutea de los bienes privados Por otra parte la concrecioacuten de los precios de estos bienes en forma de entradas (por ejemplo la entrada a un museo) no traduce el grado auteacutentico de deseabilidad o escasez del bien puesto que en su mashyyor parte son precios subvencionados y no reflejan el coste de produccioacuten y mantenimiento Ademaacutes los bienes del patrimonio cultural no son un producto cualqUiera con valor de uso sino que pueden tener tambieacuten un

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valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio culturaliexcl por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishyvo Histoacuterico y el Castillo de San Felipeiexcl porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantiAcar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuteniexcl es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particulariexcl sino los componentes de valor que lleva incorporadoiexcl y por lo tantoiexcl los servicios que pueden derivarse (Greffeiexcl 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismoiexcl sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutesticaiexcl hasta el valor de formacioacuten y educacioacuteniexcl el valor social como sentildeal de identidad yiexcl obviamenteiexcl el valor econoacutemico que incluye las rentas directasiexcl (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonioiexcl que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de serviciosiexcl mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adquieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herreroiexcl Lciexcl Bedate Aiexcl 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de preciosiexcl como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porqueiexcl efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no seacute el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en I

doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietal de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en val puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor amen tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a q no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mante miento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceriquest recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemE tos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imag y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirSE producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos SI titutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociec actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un pla

escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser ao soria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a bull uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a e se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar CI

tral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el con mo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del o cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializablE entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo e~ auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutec global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas ( postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) efecto con esta forma de hacer turismoiexcl la cultura y el patrimonio histoacuter como manifestaciones de la identidadiexcl del saber y de la historia de pueblos se convierten en una mercanciacutea es deciriexcl en un bien que pue ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

78 Economiacutea de la cultura

valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio cultural por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishy

va Histoacuterico y el Castillo de San Felipe porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantificar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuten es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particular sino los componentes de valor que lleva incorporado y por lo tanto los servicios que pueden derivarse (Greffe 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismo sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutestica hasta el valor de formacioacuten y educacioacuten el valor social como sentildeal de identidad y obviamente el valor econoacutemico que incluye las rentas directas (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonio que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de servicios mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adqUieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herrero Lc Bedate A 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de precios como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porque efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no soacutelo el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en un doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que se venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietario de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en valor puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor o menor tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a que no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mantenishymiento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca la demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceraacute la recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemenshytos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija no ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imagen y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirse y producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos susshytitutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociedad actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un placer escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser acceshysoria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a ser uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a ser consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido en una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como la civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a que se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y en perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar censhytral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el consushymo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del ocio cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre el disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por lo tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializable y entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo es el auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutecter global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas del postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) En efecto con esta forma de hacer turismo la cultura y el patrimonio histoacuterico como manifestaciones de la identidad del saber y de la historia de los pueblos se convierten en una mercanciacutea es decir en un bien que puede ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protec-

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

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80 Economiacutea de la cultura

cioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyral ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshydad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una fuente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden derivarse

Llegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede preguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la conservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes que conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshytinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo interdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

Ballart J Tresserras J (2001) Gestioacuten del Patrimonio Cultural primera edicioacuten Barcelona Editorial Ariel

Baumol Hilda y Baumol Williacuteam J (1984) The mass media and cost disease en W S Hendon N Grant y D V Shaw (eds) the Economics of Cultural Industries Akron Association for Cultural Economiacutecs

Bedate A y Herrero Le (2000) The travel Cost Method Applied to the Valuation of the History and Cultural Heritage of the Castilla-Leoacuten Regiacuteon of Spain 40 Congress of the European Regional Science Associacuteation Barshycelona

Bourdieu Pierre y Alain Dardel (1966) Lamourd Larch O les musees et Leur public Paris Editions de Minuit

Bourdieu Pierre (1979) La Distincioacuten Critique Sociales de juguement Paris Editions de Minuit

Cuadrado M Berenguer G (2002) El Consumo de los Servicios Culturashyles Madrid ESIC editorial

El Valor de la Cultura Documento de posicioacuten para el foro Desarrollo y Cultura Banco Interamericano de Desarrollo UNESCO Pariacutes 11- 12 mayo de 1999

Frey Bruno La Economiacutea del Arte La Caixa Coleccioacuten estudios econoacutemishycos Nuacutemero 18

Frey Bruno S (1994) Direct Democracy Poliacutetiacuteco-Economic Lesson From Swiss Experiacuteence American Economic Review 84(2) 338-348

Frey BS (2000) Arts and Economics Analysis and Cultural PolicYt Springerverlag Berlin

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

Garciacutea MI Encinar MI Muntildeoz FE (2000) La Industria de la Cultura y E

Ocio en Espantildea Ed Fundacioacuten Autor

Greffe (1990) La Valeur economique du Patrimonie Paris Economica

Herrero Prieto Le (1994) Desarrollo Econoacutemico Local y Organizacioacuten d Espacio en Castilla y Leoacuten Servicio de comunicaciones de la Universidad e Valladolid

Herrero Prieto L e (1997) Economiacutea de la Cultura y el Ocio Nuevas Pm bilidades para la poliacutetica econoacutemica regional Mercurio Revista de Econ miacutea y Empresa numo 1 pag 101-118

Herrero Le (2001) Economiacutea del Patrimonio Histoacuterico~ Informaci( Comercial Espantildeola ndeg 792 pp 151-168

Herrero Le BedatE A (2004) Valoracioacuten de Bienes Puacuteblicos Relativ al Patrimonio Cultural Aplicacioacuten al Museo Patio Herreriano de Arte Ca temporaacuteneo Espantildeol~ XI Reunioacuten de Economiacutea Publica Barcelona 2004 httpwwwubesecopubBCNponenciasarch pdfherrero bedate sanz

Izaguirre A (1997) La Imagen de los Lugares Marketing ciudadesMercurio revista de Economiacutea y Empresa Nuacutemero 1 pag 25-~

Marlaux Andree (1947) Les Muse Imaginaire Paris Gallimard

Martin E (1994) Determining the Size of Museum Subsidies~ Journal Cultural Economics Vol 18 pp 255-270

Musgrave R (1959) Theory of Public Finance McGraw-Hill New York

Nuryanti W (1996) Heritage and Postmodern Annals of tourism Resear vol 23 numero 2 pag 249-260

Organizacioacuten de los Estados Americanos La cultura como Gen~radora Crecimiento Econoacutemico Empleo y Desarrollo Consejo Interamencano pi el Desarrollo Integral-CIDI- Washington De 2004 lthttpwwwoaso udseespantildeol documentostema 1resumendocgt

Richards G (1996) Production and Consumption of European CultL Tourism Annals of tourism research Vol 23 nuacutemero 2 pags 261-283

Riera P (1994) Manual de Valoracioacuten Contingente Instituto de Estud

Fiscales Madrid

Sanz J A (2001) Valoracioacuten del Patrimonio Cultural Anaacutelisis ~conoacutem y Estadiacutestico Aplicacioacuten al Museo Nacional de Escultura de Vallaohd MIMI Departamento de Economiacutea Aplicada Universidad de Valladolid Vallado

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

so Economiacutea de la cultura

ioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyal ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshyjad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una uente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden jerivarse

Jegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede Jreguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la onservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes lue conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshyinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo nterdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

3allart J Tresserras J (2001) Gestioacuten del Patrimonio Cultural primera ~dicioacuten Barcelona Editorial Ariel

3aumol Hilda y Baumol William J (1984) The mass media and cost jisease en W S Hendon N Grant y D V Shaw (eds) the Economics of ultural Industries Akron Association for Cultural Economics

Bedate A y Herrero Le (2000) The travel Cost Method Applied to the Ialuation of the History and Cultural Heritage of the Castilla-Leoacuten Region of Spain 40 Congress of the European Regional Science Association Barshycelona

Bourdieu Pierre y Alain Dardel (1966) Lamourd Larch o les musees et Leur public Paris Editions de Minuit

Bourdieu Pierre (1979) La Distincioacuten Critique Sociales de juguement Paris Editions de Minuit

Cuadradol M Berenguerl GI (2002) El Consumo de los Servicios Culturashyles~ Madrid ESIC editorial

El Valor de la Cultura Documento de posicioacuten para el foro Desarrollo y Cultura Banco Interamericano de Desarrollo UNESCO Pariacutes 11- 12 mayo de 1999

FreYI Bruno La Economiacutea del Arte La Caixa Coleccioacuten estudios econoacutemishycos Nuacutemero 18

FreYI Bruno S (1994) Direct Democracy Poliacutetico-Economic Lesson From Swiss Experience American Economic Review 84(2) 338-348

frey BSI (2000) Arts and Economics Analysis and Cultural PolicYI Springerverlagl Berlin

Economiacutea de la cultura 81

Garciacutea MI Encinar MI Muntildeoz FF (2000) La Industria de la Cultura y el Ocio en Espantildea Ed Fundacioacuten Autor

Greffe (1990) La Valeur economique du Patrimonie Paris Economica

Herrero Prieto Le (1994) Desarrollo Econoacutemico Local y Organizacioacuten del Espacio en Castilla y Leoacuten Servicio de comunicaciones de la Universidad de Valladolid

Herrero Prieto L e (1997) Economiacutea de la Cultura y el Ocio Nuevas Posishybilidades para la poliacutetica econoacutemica regional Mercurio Revista de Econoshymiacutea y Empresa numo 1 pag 101-118

Herrero Le (2001) Economiacutea del Patrimonio Histoacuterico Informacioacuten Comercial Espantildeola nO 792 pp 151-168

Herrero Le BedatE A (2004) Valoracioacuten de Bienes Puacuteblicos Relativos al Patrimonio Cultural Aplicacioacuten al Museo Patio Herreriano de Arte Conshytemporaacuteneo Espantildeol XI Reunioacuten de Economiacutea Publica Barcelona 2004lt httpwwwubesecopubBCNDonenciasarch pdfherrero bedate sanzgt

Izaguirre A (1997) La Imagen de los Lugares Marketing de ciudadesMercurio revista de Economiacutea y Empresa Nuacutemero 1 pag 25-56

Marlaux Andree (1947) Les Muse Imaginaire Paris Gallimard

Martin F (1994) Determining the Size of Museum Subsidies Journal of Cultural Economics Vol 18 pp 255-270

Musgrave R (1959) Theory of Public Finance McGraw-Hill New York

Nuryanti W (1996) Heritage and Postmodern Annals of tourism Research vol 23 numero 2 pag 249-260

Organizacioacuten de los Estados Americanos La cultura como Generadora de Crecimiento Econoacutemico Empleo y Desarrollo Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral-CIDI- Washington De 2004 lthttpwwwoasorg udseespantildeol documentostema lresumendocgt

Richards G (1996) Production and Consumption of European Cultural Tourism Annals of tourism research Vol 23 nuacutemero 2 pags 261-283

Riera P (1994) Manual de Valoracioacuten Contingente Instituto de Estudios Fiscales Madrid

Sanz J A (2001) Valoracioacuten del Patrimonio Cultural Anaacutelisis Econoacutemico y Estadiacutestico AplicaCioacuten al Museo Nacional de Escultura de Valladolid IVIIMEO Departamento de Economiacutea Aplicada Universidad de Valladolid Valladolid

82 Economiacutea de la cultura

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Throsby D (1994) The Production and Consumption of the Arts A View of Cultural Economics Journal Of economic Literature Vol XXXII pp 1-29

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Towse R (ed) (1997) Cultural Economics the arts the heritage and the media industries Voluacutemenes I y II Edward Elgar

l Cheltenham

Variant Hal R (1993) Microeconomiacutea Intermedia Un Enfoque Moderno Antonio Bosch Editor Barcelona

Zallo R (1995) Industrias y poliacuteticas culturales en Espantildea y Paiacutes Vasco Servicio editorial de la universidad del Paiacutes Vasco Bilbao

Recibido el 22 de agosto de 2006 Aprobado para su publicacioacuten el 20 de septiembre de 2006

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Jairo Andreacutes Toro Parral

Resumen

El propoacutesito de este ensayo es defender la importancia de la matemaacutetil la filosofiacutea de la ciencia en el conocimiento y el anaacutelisis econoacutemico sustenta en la funcioacuten de tres aacutereas de conocimiento en la economiacutea semiologiacutea ante el lenguaje matemaacutetico y los signos o indicadores ecc micos la epistemologiacutea ante los modelos y paradigmas en la historia d economiacutea y la forma como algunas teoriacuteas del conocimiento subyacen e origen y en la conformacioacuten del pensamiento y los modelos econoacutemil Concluye explicando por queacute estas aacutereas son imprescindibles en las C cias Sociales YI especialmente en la Economiacutea

Palabras claves Semiologiacutea epistemologiacutea semiologiacutea econoacutemica tructura simboacutelica significantes econoacutemicosl paradigmas econoacutemicos Clasificacioacuten JEL B11 B2 840

1 Estudiante de Economiacutea de la Universidad Nacional de Colombia sede Medelliacuten jatoropunaleiexcl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Page 8: Economía de la cultura...72 Economía de la cultura Abstract The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic poínt

78 Economiacutea de la cultura

valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio culturaliexcl por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishyvo Histoacuterico y el Castillo de San Felipeiexcl porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantiAcar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuteniexcl es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particulariexcl sino los componentes de valor que lleva incorporadoiexcl y por lo tantoiexcl los servicios que pueden derivarse (Greffeiexcl 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismoiexcl sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutesticaiexcl hasta el valor de formacioacuten y educacioacuteniexcl el valor social como sentildeal de identidad yiexcl obviamenteiexcl el valor econoacutemico que incluye las rentas directasiexcl (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonioiexcl que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de serviciosiexcl mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adquieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herreroiexcl Lciexcl Bedate Aiexcl 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de preciosiexcl como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porqueiexcl efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no seacute el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en I

doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietal de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en val puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor amen tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a q no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mante miento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceriquest recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemE tos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imag y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirSE producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos SI titutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociec actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un pla

escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser ao soria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a bull uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a e se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar CI

tral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el con mo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del o cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializablE entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo e~ auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutec global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas ( postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) efecto con esta forma de hacer turismoiexcl la cultura y el patrimonio histoacuter como manifestaciones de la identidadiexcl del saber y de la historia de pueblos se convierten en una mercanciacutea es deciriexcl en un bien que pue ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

78 Economiacutea de la cultura

valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio cultural por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishy

va Histoacuterico y el Castillo de San Felipe porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantificar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuten es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particular sino los componentes de valor que lleva incorporado y por lo tanto los servicios que pueden derivarse (Greffe 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismo sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutestica hasta el valor de formacioacuten y educacioacuten el valor social como sentildeal de identidad y obviamente el valor econoacutemico que incluye las rentas directas (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonio que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de servicios mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adqUieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herrero Lc Bedate A 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de precios como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porque efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no soacutelo el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en un doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que se venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietario de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en valor puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor o menor tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a que no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mantenishymiento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca la demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceraacute la recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemenshytos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija no ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imagen y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirse y producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos susshytitutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociedad actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un placer escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser acceshysoria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a ser uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a ser consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido en una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como la civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a que se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y en perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar censhytral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el consushymo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del ocio cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre el disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por lo tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializable y entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo es el auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutecter global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas del postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) En efecto con esta forma de hacer turismo la cultura y el patrimonio histoacuterico como manifestaciones de la identidad del saber y de la historia de los pueblos se convierten en una mercanciacutea es decir en un bien que puede ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protec-

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

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80 Economiacutea de la cultura

cioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyral ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshydad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una fuente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden derivarse

Llegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede preguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la conservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes que conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshytinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo interdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

Ballart J Tresserras J (2001) Gestioacuten del Patrimonio Cultural primera edicioacuten Barcelona Editorial Ariel

Baumol Hilda y Baumol Williacuteam J (1984) The mass media and cost disease en W S Hendon N Grant y D V Shaw (eds) the Economics of Cultural Industries Akron Association for Cultural Economiacutecs

Bedate A y Herrero Le (2000) The travel Cost Method Applied to the Valuation of the History and Cultural Heritage of the Castilla-Leoacuten Regiacuteon of Spain 40 Congress of the European Regional Science Associacuteation Barshycelona

Bourdieu Pierre y Alain Dardel (1966) Lamourd Larch O les musees et Leur public Paris Editions de Minuit

Bourdieu Pierre (1979) La Distincioacuten Critique Sociales de juguement Paris Editions de Minuit

Cuadrado M Berenguer G (2002) El Consumo de los Servicios Culturashyles Madrid ESIC editorial

El Valor de la Cultura Documento de posicioacuten para el foro Desarrollo y Cultura Banco Interamericano de Desarrollo UNESCO Pariacutes 11- 12 mayo de 1999

Frey Bruno La Economiacutea del Arte La Caixa Coleccioacuten estudios econoacutemishycos Nuacutemero 18

Frey Bruno S (1994) Direct Democracy Poliacutetiacuteco-Economic Lesson From Swiss Experiacuteence American Economic Review 84(2) 338-348

Frey BS (2000) Arts and Economics Analysis and Cultural PolicYt Springerverlag Berlin

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

Garciacutea MI Encinar MI Muntildeoz FE (2000) La Industria de la Cultura y E

Ocio en Espantildea Ed Fundacioacuten Autor

Greffe (1990) La Valeur economique du Patrimonie Paris Economica

Herrero Prieto Le (1994) Desarrollo Econoacutemico Local y Organizacioacuten d Espacio en Castilla y Leoacuten Servicio de comunicaciones de la Universidad e Valladolid

Herrero Prieto L e (1997) Economiacutea de la Cultura y el Ocio Nuevas Pm bilidades para la poliacutetica econoacutemica regional Mercurio Revista de Econ miacutea y Empresa numo 1 pag 101-118

Herrero Le (2001) Economiacutea del Patrimonio Histoacuterico~ Informaci( Comercial Espantildeola ndeg 792 pp 151-168

Herrero Le BedatE A (2004) Valoracioacuten de Bienes Puacuteblicos Relativ al Patrimonio Cultural Aplicacioacuten al Museo Patio Herreriano de Arte Ca temporaacuteneo Espantildeol~ XI Reunioacuten de Economiacutea Publica Barcelona 2004 httpwwwubesecopubBCNponenciasarch pdfherrero bedate sanz

Izaguirre A (1997) La Imagen de los Lugares Marketing ciudadesMercurio revista de Economiacutea y Empresa Nuacutemero 1 pag 25-~

Marlaux Andree (1947) Les Muse Imaginaire Paris Gallimard

Martin E (1994) Determining the Size of Museum Subsidies~ Journal Cultural Economics Vol 18 pp 255-270

Musgrave R (1959) Theory of Public Finance McGraw-Hill New York

Nuryanti W (1996) Heritage and Postmodern Annals of tourism Resear vol 23 numero 2 pag 249-260

Organizacioacuten de los Estados Americanos La cultura como Gen~radora Crecimiento Econoacutemico Empleo y Desarrollo Consejo Interamencano pi el Desarrollo Integral-CIDI- Washington De 2004 lthttpwwwoaso udseespantildeol documentostema 1resumendocgt

Richards G (1996) Production and Consumption of European CultL Tourism Annals of tourism research Vol 23 nuacutemero 2 pags 261-283

Riera P (1994) Manual de Valoracioacuten Contingente Instituto de Estud

Fiscales Madrid

Sanz J A (2001) Valoracioacuten del Patrimonio Cultural Anaacutelisis ~conoacutem y Estadiacutestico Aplicacioacuten al Museo Nacional de Escultura de Vallaohd MIMI Departamento de Economiacutea Aplicada Universidad de Valladolid Vallado

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

so Economiacutea de la cultura

ioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyal ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshyjad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una uente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden jerivarse

Jegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede Jreguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la onservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes lue conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshyinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo nterdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

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Bourdieu Pierre y Alain Dardel (1966) Lamourd Larch o les musees et Leur public Paris Editions de Minuit

Bourdieu Pierre (1979) La Distincioacuten Critique Sociales de juguement Paris Editions de Minuit

Cuadradol M Berenguerl GI (2002) El Consumo de los Servicios Culturashyles~ Madrid ESIC editorial

El Valor de la Cultura Documento de posicioacuten para el foro Desarrollo y Cultura Banco Interamericano de Desarrollo UNESCO Pariacutes 11- 12 mayo de 1999

FreYI Bruno La Economiacutea del Arte La Caixa Coleccioacuten estudios econoacutemishycos Nuacutemero 18

FreYI Bruno S (1994) Direct Democracy Poliacutetico-Economic Lesson From Swiss Experience American Economic Review 84(2) 338-348

frey BSI (2000) Arts and Economics Analysis and Cultural PolicYI Springerverlagl Berlin

Economiacutea de la cultura 81

Garciacutea MI Encinar MI Muntildeoz FF (2000) La Industria de la Cultura y el Ocio en Espantildea Ed Fundacioacuten Autor

Greffe (1990) La Valeur economique du Patrimonie Paris Economica

Herrero Prieto Le (1994) Desarrollo Econoacutemico Local y Organizacioacuten del Espacio en Castilla y Leoacuten Servicio de comunicaciones de la Universidad de Valladolid

Herrero Prieto L e (1997) Economiacutea de la Cultura y el Ocio Nuevas Posishybilidades para la poliacutetica econoacutemica regional Mercurio Revista de Econoshymiacutea y Empresa numo 1 pag 101-118

Herrero Le (2001) Economiacutea del Patrimonio Histoacuterico Informacioacuten Comercial Espantildeola nO 792 pp 151-168

Herrero Le BedatE A (2004) Valoracioacuten de Bienes Puacuteblicos Relativos al Patrimonio Cultural Aplicacioacuten al Museo Patio Herreriano de Arte Conshytemporaacuteneo Espantildeol XI Reunioacuten de Economiacutea Publica Barcelona 2004lt httpwwwubesecopubBCNDonenciasarch pdfherrero bedate sanzgt

Izaguirre A (1997) La Imagen de los Lugares Marketing de ciudadesMercurio revista de Economiacutea y Empresa Nuacutemero 1 pag 25-56

Marlaux Andree (1947) Les Muse Imaginaire Paris Gallimard

Martin F (1994) Determining the Size of Museum Subsidies Journal of Cultural Economics Vol 18 pp 255-270

Musgrave R (1959) Theory of Public Finance McGraw-Hill New York

Nuryanti W (1996) Heritage and Postmodern Annals of tourism Research vol 23 numero 2 pag 249-260

Organizacioacuten de los Estados Americanos La cultura como Generadora de Crecimiento Econoacutemico Empleo y Desarrollo Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral-CIDI- Washington De 2004 lthttpwwwoasorg udseespantildeol documentostema lresumendocgt

Richards G (1996) Production and Consumption of European Cultural Tourism Annals of tourism research Vol 23 nuacutemero 2 pags 261-283

Riera P (1994) Manual de Valoracioacuten Contingente Instituto de Estudios Fiscales Madrid

Sanz J A (2001) Valoracioacuten del Patrimonio Cultural Anaacutelisis Econoacutemico y Estadiacutestico AplicaCioacuten al Museo Nacional de Escultura de Valladolid IVIIMEO Departamento de Economiacutea Aplicada Universidad de Valladolid Valladolid

82 Economiacutea de la cultura

Stiglitz J (1998) La economiacutea del sector puacuteblico Antonio Bosch Editor Barcelona

Throsby D (1994) The Production and Consumption of the Arts A View of Cultural Economics Journal Of economic Literature Vol XXXII pp 1-29

Throsby D (2001) Economiacutea y Cultura Madrid Cambridge University Press

Towse R (ed) (1997) Cultural Economics the arts the heritage and the media industries Voluacutemenes I y II Edward Elgar

l Cheltenham

Variant Hal R (1993) Microeconomiacutea Intermedia Un Enfoque Moderno Antonio Bosch Editor Barcelona

Zallo R (1995) Industrias y poliacuteticas culturales en Espantildea y Paiacutes Vasco Servicio editorial de la universidad del Paiacutes Vasco Bilbao

Recibido el 22 de agosto de 2006 Aprobado para su publicacioacuten el 20 de septiembre de 2006

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Jairo Andreacutes Toro Parral

Resumen

El propoacutesito de este ensayo es defender la importancia de la matemaacutetil la filosofiacutea de la ciencia en el conocimiento y el anaacutelisis econoacutemico sustenta en la funcioacuten de tres aacutereas de conocimiento en la economiacutea semiologiacutea ante el lenguaje matemaacutetico y los signos o indicadores ecc micos la epistemologiacutea ante los modelos y paradigmas en la historia d economiacutea y la forma como algunas teoriacuteas del conocimiento subyacen e origen y en la conformacioacuten del pensamiento y los modelos econoacutemil Concluye explicando por queacute estas aacutereas son imprescindibles en las C cias Sociales YI especialmente en la Economiacutea

Palabras claves Semiologiacutea epistemologiacutea semiologiacutea econoacutemica tructura simboacutelica significantes econoacutemicosl paradigmas econoacutemicos Clasificacioacuten JEL B11 B2 840

1 Estudiante de Economiacutea de la Universidad Nacional de Colombia sede Medelliacuten jatoropunaleiexcl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Page 9: Economía de la cultura...72 Economía de la cultura Abstract The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic poínt

78 Economiacutea de la cultura

valor de opcioacuten es decir aquello que los individuos estariacutean dispuestos a sufragar no tanto por consumir el bien sino por mantener la posibilidad de utilizarlo en el futuro Esto se refleja en la preocupacioacuten por la conservashycioacuten del patrimonio cultural por ejemplo las Orquestas Sinfoacutenicas el Archishy

va Histoacuterico y el Castillo de San Felipe porque constituye un elemento representativo de la identidad y de la historia de los ciudadanos

Pero todos estos aspectos son muy difiacuteciles de cuantificar o de transformar en forma de precios En realidad de lo que se trata es de la economiacutea de un intangible que ademaacutes tiene peculiaridades tales como -en muchos cashysos- una utilidad marginal creciente como excepcioacuten es decir que el plashycer y las ganas de consumirlos crecen a medida que el consumo acumulashydo es mayor (pensemos por ejemplo en el gusto por la oacutepera) (Herrero 2000) A medida que se conoce maacutes se disfruta maacutes y los consumidores estaacuten dispuestos a pagar mayores precios por la utilidad o el placer que esperan experimentar diferente a lo que ocurre con los bienes econoacutemicos corrientes

QUizaacutes las peculiaridad maacutes significativa de la demanda del patrimonio sea que el individuo no requiere un objeto en particular sino los componentes de valor que lleva incorporado y por lo tanto los servicios que pueden derivarse (Greffe 1990) Por ejemplo cuando se visita un museo o un edificio histoacuterico no se demanda el bien en siacute mismo sino el conjunto de valores y servicios que estaacuten asociados y que van desde la emocioacuten esteacutetishyca y artiacutestica hasta el valor de formacioacuten y educacioacuten el valor social como sentildeal de identidad y obviamente el valor econoacutemico que incluye las rentas directas (es decir el uso de los servicios de ocio y turismo relacionados con el elemento cultural)

Es asiacute como nos encontramos con la caracteriacutestica maacutes importante del mershycado de la cultura y del patrimonio que consiste en que el comportamiento de la demanda se refiere baacutesicamente a una demanda diversa de servicios mientras que la oferta la constituyen un conjunto de recursos fijos dados que adqUieren un valor en la medida en que se demanden los servicios y las utilidades que lleva asociadas (Herrero Lc Bedate A 2004)

Este hecho nos evidencia que el anaacutelisis econoacutemico del patrimonio se refieshyre al de una economiacutea de rentas y no a una economiacutea de precios como seriacutea lo habitual en la mayor parte de los bienes de mercado Muchos economistas plantean esto porque efectivamente el patrimonio histoacuterico y artiacutestico no tiene precio ya que entre otras razones su valor seriacutea incalshyculable como bienes irreproducibles que son Esta situacioacuten nos ilustra perfectamente el informe publicado recientemente por la prensa internashycional sobre las finanzas de la Iglesia catoacutelica donde para sorpresa de

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

todos el avaluacuteo de la Basiacutelica de San Pedro en Roma considerando no soacutelo el edificio sino su mobiliario y sus obras de arte estaacute establecido en un doacutelar En siacutentesis el valor econoacutemico del patrimonio no depende de que se venda sino por las rentas econoacutemicas que procura Asiacute pues el propietario de un elemento del patrimonio cultural una vez que lo ha puesto en valor puede obtener rentas econoacutemicas siendo su volumen de mayor o menor tamantildeo en funcioacuten de la fortaleza de la demanda

Otra caracteriacutestica de la economiacutea del patrimonio cultural se refiere a que no se trata de un anaacutelisis de procesos de produccioacuten sino del mantenishymiento y conservacioacuten de un stock dado y en la medida que crezca la demanda de bienes relacionados con el patrimonio cultural se favoreceraacute la recuperacioacuten de muchos de ellos Es importante sentildealar que si los elemenshytos del patrimonio son uacutenicos y podemos sentildealar su oferta como fija no ocurre asiacute con los servicios derivados usos turiacutesticos derechos de imagen y cataacutelogos entre otros los cuales son bienes que pueden sustituirse y producirse por lo que se puede dar competencia entre los productos susshytitutos y en los que los precios vuelven a jugar un papel importante

Esta situacioacuten tiene que ver con el nuevo comportamiento de la sociedad actual respecto de la cultura porque eacutesta ha pasado de ser un placer escaso a convertirse en una exigencia de muchos ciudadanos de ser acceshysoria a ser esencial para vivir de ser un producto para la distraccioacuten a ser uno de los consumos maacutes habituales de ser minoritaria y elitista a ser consumo en masa En definitiva el consumo cultural se ha convertido en una de las expresiones maacutes significativas de lo que se conoce como la civilizacioacuten del ocio en el mundo actual cuyo fundamento no se debe a que se piense que los ciudadanos esteacuten viviendo sin necesidad de trabajar y en perpetuo descanso sino porque el ocio ha pasado a ocupar un lugar censhytral en la jerarquiacutea de valores del hombre contemporaacuteneo siendo el consushymo de los bienes relacionados con la cultura uno de los empleos del ocio cada vez maacutes habituales (Nuryanti 1996 y Ruiz 1997)

Dada su trascendencia es necesario destacar que las decisiones sobre el disfrute del tiempo libre responden a preferencias individuales y por lo tanto los distintos usos del ocio constituyen un bien comercializable y entran en la oacuterbita del caacutelculo econoacutemico Un ejemplo representativo es el auge reciente del turismo cultural (Richards 1996) fenoacutemeno de caraacutecter global y probablemente una de las expresiones maacutes significativas del postmodernismo cultural contemporaacuteneo (Bourdieu y Darbel 1991) En efecto con esta forma de hacer turismo la cultura y el patrimonio histoacuterico como manifestaciones de la identidad del saber y de la historia de los pueblos se convierten en una mercanciacutea es decir en un bien que puede ser demandado y consumido Por esta razoacuten entendemos que la protec-

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80 Economiacutea de la cultura

cioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyral ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshydad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una fuente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden derivarse

Llegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede preguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la conservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes que conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshytinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo interdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

Ballart J Tresserras J (2001) Gestioacuten del Patrimonio Cultural primera edicioacuten Barcelona Editorial Ariel

Baumol Hilda y Baumol Williacuteam J (1984) The mass media and cost disease en W S Hendon N Grant y D V Shaw (eds) the Economics of Cultural Industries Akron Association for Cultural Economiacutecs

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Bourdieu Pierre (1979) La Distincioacuten Critique Sociales de juguement Paris Editions de Minuit

Cuadrado M Berenguer G (2002) El Consumo de los Servicios Culturashyles Madrid ESIC editorial

El Valor de la Cultura Documento de posicioacuten para el foro Desarrollo y Cultura Banco Interamericano de Desarrollo UNESCO Pariacutes 11- 12 mayo de 1999

Frey Bruno La Economiacutea del Arte La Caixa Coleccioacuten estudios econoacutemishycos Nuacutemero 18

Frey Bruno S (1994) Direct Democracy Poliacutetiacuteco-Economic Lesson From Swiss Experiacuteence American Economic Review 84(2) 338-348

Frey BS (2000) Arts and Economics Analysis and Cultural PolicYt Springerverlag Berlin

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

Garciacutea MI Encinar MI Muntildeoz FE (2000) La Industria de la Cultura y E

Ocio en Espantildea Ed Fundacioacuten Autor

Greffe (1990) La Valeur economique du Patrimonie Paris Economica

Herrero Prieto Le (1994) Desarrollo Econoacutemico Local y Organizacioacuten d Espacio en Castilla y Leoacuten Servicio de comunicaciones de la Universidad e Valladolid

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Herrero Le (2001) Economiacutea del Patrimonio Histoacuterico~ Informaci( Comercial Espantildeola ndeg 792 pp 151-168

Herrero Le BedatE A (2004) Valoracioacuten de Bienes Puacuteblicos Relativ al Patrimonio Cultural Aplicacioacuten al Museo Patio Herreriano de Arte Ca temporaacuteneo Espantildeol~ XI Reunioacuten de Economiacutea Publica Barcelona 2004 httpwwwubesecopubBCNponenciasarch pdfherrero bedate sanz

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Marlaux Andree (1947) Les Muse Imaginaire Paris Gallimard

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Richards G (1996) Production and Consumption of European CultL Tourism Annals of tourism research Vol 23 nuacutemero 2 pags 261-283

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Fiscales Madrid

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ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

so Economiacutea de la cultura

ioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyal ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshyjad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una uente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden jerivarse

Jegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede Jreguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la onservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes lue conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshyinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo nterdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

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Bourdieu Pierre y Alain Dardel (1966) Lamourd Larch o les musees et Leur public Paris Editions de Minuit

Bourdieu Pierre (1979) La Distincioacuten Critique Sociales de juguement Paris Editions de Minuit

Cuadradol M Berenguerl GI (2002) El Consumo de los Servicios Culturashyles~ Madrid ESIC editorial

El Valor de la Cultura Documento de posicioacuten para el foro Desarrollo y Cultura Banco Interamericano de Desarrollo UNESCO Pariacutes 11- 12 mayo de 1999

FreYI Bruno La Economiacutea del Arte La Caixa Coleccioacuten estudios econoacutemishycos Nuacutemero 18

FreYI Bruno S (1994) Direct Democracy Poliacutetico-Economic Lesson From Swiss Experience American Economic Review 84(2) 338-348

frey BSI (2000) Arts and Economics Analysis and Cultural PolicYI Springerverlagl Berlin

Economiacutea de la cultura 81

Garciacutea MI Encinar MI Muntildeoz FF (2000) La Industria de la Cultura y el Ocio en Espantildea Ed Fundacioacuten Autor

Greffe (1990) La Valeur economique du Patrimonie Paris Economica

Herrero Prieto Le (1994) Desarrollo Econoacutemico Local y Organizacioacuten del Espacio en Castilla y Leoacuten Servicio de comunicaciones de la Universidad de Valladolid

Herrero Prieto L e (1997) Economiacutea de la Cultura y el Ocio Nuevas Posishybilidades para la poliacutetica econoacutemica regional Mercurio Revista de Econoshymiacutea y Empresa numo 1 pag 101-118

Herrero Le (2001) Economiacutea del Patrimonio Histoacuterico Informacioacuten Comercial Espantildeola nO 792 pp 151-168

Herrero Le BedatE A (2004) Valoracioacuten de Bienes Puacuteblicos Relativos al Patrimonio Cultural Aplicacioacuten al Museo Patio Herreriano de Arte Conshytemporaacuteneo Espantildeol XI Reunioacuten de Economiacutea Publica Barcelona 2004lt httpwwwubesecopubBCNDonenciasarch pdfherrero bedate sanzgt

Izaguirre A (1997) La Imagen de los Lugares Marketing de ciudadesMercurio revista de Economiacutea y Empresa Nuacutemero 1 pag 25-56

Marlaux Andree (1947) Les Muse Imaginaire Paris Gallimard

Martin F (1994) Determining the Size of Museum Subsidies Journal of Cultural Economics Vol 18 pp 255-270

Musgrave R (1959) Theory of Public Finance McGraw-Hill New York

Nuryanti W (1996) Heritage and Postmodern Annals of tourism Research vol 23 numero 2 pag 249-260

Organizacioacuten de los Estados Americanos La cultura como Generadora de Crecimiento Econoacutemico Empleo y Desarrollo Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral-CIDI- Washington De 2004 lthttpwwwoasorg udseespantildeol documentostema lresumendocgt

Richards G (1996) Production and Consumption of European Cultural Tourism Annals of tourism research Vol 23 nuacutemero 2 pags 261-283

Riera P (1994) Manual de Valoracioacuten Contingente Instituto de Estudios Fiscales Madrid

Sanz J A (2001) Valoracioacuten del Patrimonio Cultural Anaacutelisis Econoacutemico y Estadiacutestico AplicaCioacuten al Museo Nacional de Escultura de Valladolid IVIIMEO Departamento de Economiacutea Aplicada Universidad de Valladolid Valladolid

82 Economiacutea de la cultura

Stiglitz J (1998) La economiacutea del sector puacuteblico Antonio Bosch Editor Barcelona

Throsby D (1994) The Production and Consumption of the Arts A View of Cultural Economics Journal Of economic Literature Vol XXXII pp 1-29

Throsby D (2001) Economiacutea y Cultura Madrid Cambridge University Press

Towse R (ed) (1997) Cultural Economics the arts the heritage and the media industries Voluacutemenes I y II Edward Elgar

l Cheltenham

Variant Hal R (1993) Microeconomiacutea Intermedia Un Enfoque Moderno Antonio Bosch Editor Barcelona

Zallo R (1995) Industrias y poliacuteticas culturales en Espantildea y Paiacutes Vasco Servicio editorial de la universidad del Paiacutes Vasco Bilbao

Recibido el 22 de agosto de 2006 Aprobado para su publicacioacuten el 20 de septiembre de 2006

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Jairo Andreacutes Toro Parral

Resumen

El propoacutesito de este ensayo es defender la importancia de la matemaacutetil la filosofiacutea de la ciencia en el conocimiento y el anaacutelisis econoacutemico sustenta en la funcioacuten de tres aacutereas de conocimiento en la economiacutea semiologiacutea ante el lenguaje matemaacutetico y los signos o indicadores ecc micos la epistemologiacutea ante los modelos y paradigmas en la historia d economiacutea y la forma como algunas teoriacuteas del conocimiento subyacen e origen y en la conformacioacuten del pensamiento y los modelos econoacutemil Concluye explicando por queacute estas aacutereas son imprescindibles en las C cias Sociales YI especialmente en la Economiacutea

Palabras claves Semiologiacutea epistemologiacutea semiologiacutea econoacutemica tructura simboacutelica significantes econoacutemicosl paradigmas econoacutemicos Clasificacioacuten JEL B11 B2 840

1 Estudiante de Economiacutea de la Universidad Nacional de Colombia sede Medelliacuten jatoropunaleiexcl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Page 10: Economía de la cultura...72 Economía de la cultura Abstract The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic poínt

80 Economiacutea de la cultura

cioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyral ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshydad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una fuente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden derivarse

Llegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede preguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la conservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes que conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshytinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo interdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

Ballart J Tresserras J (2001) Gestioacuten del Patrimonio Cultural primera edicioacuten Barcelona Editorial Ariel

Baumol Hilda y Baumol Williacuteam J (1984) The mass media and cost disease en W S Hendon N Grant y D V Shaw (eds) the Economics of Cultural Industries Akron Association for Cultural Economiacutecs

Bedate A y Herrero Le (2000) The travel Cost Method Applied to the Valuation of the History and Cultural Heritage of the Castilla-Leoacuten Regiacuteon of Spain 40 Congress of the European Regional Science Associacuteation Barshycelona

Bourdieu Pierre y Alain Dardel (1966) Lamourd Larch O les musees et Leur public Paris Editions de Minuit

Bourdieu Pierre (1979) La Distincioacuten Critique Sociales de juguement Paris Editions de Minuit

Cuadrado M Berenguer G (2002) El Consumo de los Servicios Culturashyles Madrid ESIC editorial

El Valor de la Cultura Documento de posicioacuten para el foro Desarrollo y Cultura Banco Interamericano de Desarrollo UNESCO Pariacutes 11- 12 mayo de 1999

Frey Bruno La Economiacutea del Arte La Caixa Coleccioacuten estudios econoacutemishycos Nuacutemero 18

Frey Bruno S (1994) Direct Democracy Poliacutetiacuteco-Economic Lesson From Swiss Experiacuteence American Economic Review 84(2) 338-348

Frey BS (2000) Arts and Economics Analysis and Cultural PolicYt Springerverlag Berlin

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

Economiacutea de la cultura

Garciacutea MI Encinar MI Muntildeoz FE (2000) La Industria de la Cultura y E

Ocio en Espantildea Ed Fundacioacuten Autor

Greffe (1990) La Valeur economique du Patrimonie Paris Economica

Herrero Prieto Le (1994) Desarrollo Econoacutemico Local y Organizacioacuten d Espacio en Castilla y Leoacuten Servicio de comunicaciones de la Universidad e Valladolid

Herrero Prieto L e (1997) Economiacutea de la Cultura y el Ocio Nuevas Pm bilidades para la poliacutetica econoacutemica regional Mercurio Revista de Econ miacutea y Empresa numo 1 pag 101-118

Herrero Le (2001) Economiacutea del Patrimonio Histoacuterico~ Informaci( Comercial Espantildeola ndeg 792 pp 151-168

Herrero Le BedatE A (2004) Valoracioacuten de Bienes Puacuteblicos Relativ al Patrimonio Cultural Aplicacioacuten al Museo Patio Herreriano de Arte Ca temporaacuteneo Espantildeol~ XI Reunioacuten de Economiacutea Publica Barcelona 2004 httpwwwubesecopubBCNponenciasarch pdfherrero bedate sanz

Izaguirre A (1997) La Imagen de los Lugares Marketing ciudadesMercurio revista de Economiacutea y Empresa Nuacutemero 1 pag 25-~

Marlaux Andree (1947) Les Muse Imaginaire Paris Gallimard

Martin E (1994) Determining the Size of Museum Subsidies~ Journal Cultural Economics Vol 18 pp 255-270

Musgrave R (1959) Theory of Public Finance McGraw-Hill New York

Nuryanti W (1996) Heritage and Postmodern Annals of tourism Resear vol 23 numero 2 pag 249-260

Organizacioacuten de los Estados Americanos La cultura como Gen~radora Crecimiento Econoacutemico Empleo y Desarrollo Consejo Interamencano pi el Desarrollo Integral-CIDI- Washington De 2004 lthttpwwwoaso udseespantildeol documentostema 1resumendocgt

Richards G (1996) Production and Consumption of European CultL Tourism Annals of tourism research Vol 23 nuacutemero 2 pags 261-283

Riera P (1994) Manual de Valoracioacuten Contingente Instituto de Estud

Fiscales Madrid

Sanz J A (2001) Valoracioacuten del Patrimonio Cultural Anaacutelisis ~conoacutem y Estadiacutestico Aplicacioacuten al Museo Nacional de Escultura de Vallaohd MIMI Departamento de Economiacutea Aplicada Universidad de Valladolid Vallado

ENSAYOS DE ECONOMIacuteA - OCTUBRE DE 2006

so Economiacutea de la cultura

ioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyal ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshyjad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una uente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden jerivarse

Jegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede Jreguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la onservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes lue conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshyinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo nterdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

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Bedate A y Herrero Le (2000) The travel Cost Method Applied to the Ialuation of the History and Cultural Heritage of the Castilla-Leoacuten Region of Spain 40 Congress of the European Regional Science Association Barshycelona

Bourdieu Pierre y Alain Dardel (1966) Lamourd Larch o les musees et Leur public Paris Editions de Minuit

Bourdieu Pierre (1979) La Distincioacuten Critique Sociales de juguement Paris Editions de Minuit

Cuadradol M Berenguerl GI (2002) El Consumo de los Servicios Culturashyles~ Madrid ESIC editorial

El Valor de la Cultura Documento de posicioacuten para el foro Desarrollo y Cultura Banco Interamericano de Desarrollo UNESCO Pariacutes 11- 12 mayo de 1999

FreYI Bruno La Economiacutea del Arte La Caixa Coleccioacuten estudios econoacutemishycos Nuacutemero 18

FreYI Bruno S (1994) Direct Democracy Poliacutetico-Economic Lesson From Swiss Experience American Economic Review 84(2) 338-348

frey BSI (2000) Arts and Economics Analysis and Cultural PolicYI Springerverlagl Berlin

Economiacutea de la cultura 81

Garciacutea MI Encinar MI Muntildeoz FF (2000) La Industria de la Cultura y el Ocio en Espantildea Ed Fundacioacuten Autor

Greffe (1990) La Valeur economique du Patrimonie Paris Economica

Herrero Prieto Le (1994) Desarrollo Econoacutemico Local y Organizacioacuten del Espacio en Castilla y Leoacuten Servicio de comunicaciones de la Universidad de Valladolid

Herrero Prieto L e (1997) Economiacutea de la Cultura y el Ocio Nuevas Posishybilidades para la poliacutetica econoacutemica regional Mercurio Revista de Econoshymiacutea y Empresa numo 1 pag 101-118

Herrero Le (2001) Economiacutea del Patrimonio Histoacuterico Informacioacuten Comercial Espantildeola nO 792 pp 151-168

Herrero Le BedatE A (2004) Valoracioacuten de Bienes Puacuteblicos Relativos al Patrimonio Cultural Aplicacioacuten al Museo Patio Herreriano de Arte Conshytemporaacuteneo Espantildeol XI Reunioacuten de Economiacutea Publica Barcelona 2004lt httpwwwubesecopubBCNDonenciasarch pdfherrero bedate sanzgt

Izaguirre A (1997) La Imagen de los Lugares Marketing de ciudadesMercurio revista de Economiacutea y Empresa Nuacutemero 1 pag 25-56

Marlaux Andree (1947) Les Muse Imaginaire Paris Gallimard

Martin F (1994) Determining the Size of Museum Subsidies Journal of Cultural Economics Vol 18 pp 255-270

Musgrave R (1959) Theory of Public Finance McGraw-Hill New York

Nuryanti W (1996) Heritage and Postmodern Annals of tourism Research vol 23 numero 2 pag 249-260

Organizacioacuten de los Estados Americanos La cultura como Generadora de Crecimiento Econoacutemico Empleo y Desarrollo Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral-CIDI- Washington De 2004 lthttpwwwoasorg udseespantildeol documentostema lresumendocgt

Richards G (1996) Production and Consumption of European Cultural Tourism Annals of tourism research Vol 23 nuacutemero 2 pags 261-283

Riera P (1994) Manual de Valoracioacuten Contingente Instituto de Estudios Fiscales Madrid

Sanz J A (2001) Valoracioacuten del Patrimonio Cultural Anaacutelisis Econoacutemico y Estadiacutestico AplicaCioacuten al Museo Nacional de Escultura de Valladolid IVIIMEO Departamento de Economiacutea Aplicada Universidad de Valladolid Valladolid

82 Economiacutea de la cultura

Stiglitz J (1998) La economiacutea del sector puacuteblico Antonio Bosch Editor Barcelona

Throsby D (1994) The Production and Consumption of the Arts A View of Cultural Economics Journal Of economic Literature Vol XXXII pp 1-29

Throsby D (2001) Economiacutea y Cultura Madrid Cambridge University Press

Towse R (ed) (1997) Cultural Economics the arts the heritage and the media industries Voluacutemenes I y II Edward Elgar

l Cheltenham

Variant Hal R (1993) Microeconomiacutea Intermedia Un Enfoque Moderno Antonio Bosch Editor Barcelona

Zallo R (1995) Industrias y poliacuteticas culturales en Espantildea y Paiacutes Vasco Servicio editorial de la universidad del Paiacutes Vasco Bilbao

Recibido el 22 de agosto de 2006 Aprobado para su publicacioacuten el 20 de septiembre de 2006

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Jairo Andreacutes Toro Parral

Resumen

El propoacutesito de este ensayo es defender la importancia de la matemaacutetil la filosofiacutea de la ciencia en el conocimiento y el anaacutelisis econoacutemico sustenta en la funcioacuten de tres aacutereas de conocimiento en la economiacutea semiologiacutea ante el lenguaje matemaacutetico y los signos o indicadores ecc micos la epistemologiacutea ante los modelos y paradigmas en la historia d economiacutea y la forma como algunas teoriacuteas del conocimiento subyacen e origen y en la conformacioacuten del pensamiento y los modelos econoacutemil Concluye explicando por queacute estas aacutereas son imprescindibles en las C cias Sociales YI especialmente en la Economiacutea

Palabras claves Semiologiacutea epistemologiacutea semiologiacutea econoacutemica tructura simboacutelica significantes econoacutemicosl paradigmas econoacutemicos Clasificacioacuten JEL B11 B2 840

1 Estudiante de Economiacutea de la Universidad Nacional de Colombia sede Medelliacuten jatoropunaleiexcl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

Page 11: Economía de la cultura...72 Economía de la cultura Abstract The Economy and Culture have just begun a dialogue and the studies formalized from the economy and the statistic poínt

so Economiacutea de la cultura

ioacuten de los elementos integrantes del patrimonio histoacuterico artiacutestico y cultushyal ya no constituye uacutenicamente una responsabilidad exigida por la socieshyjad sino que se convierte ademaacutes en una inversioacuten rentable en una uente de riqueza si tenemos en cuenta las rentas econoacutemicas que pueden jerivarse

Jegados a este punto y despueacutes de las anteriores reflexiones se puede Jreguntar iquestcuaacutel es la mejor forma de atender los gastos que genera la onservacioacuten recuperacioacuten investigacioacuten y mantenimiento de los bienes lue conforman el patrimonio cultural Estos interrogantes motivan a conshyinuar avanzando en las investigaciones y en el fortalecimiento del diaacutelogo nterdisciplinario

Referencias Bibliograacuteficas

3allart J Tresserras J (2001) Gestioacuten del Patrimonio Cultural primera ~dicioacuten Barcelona Editorial Ariel

3aumol Hilda y Baumol William J (1984) The mass media and cost jisease en W S Hendon N Grant y D V Shaw (eds) the Economics of ultural Industries Akron Association for Cultural Economics

Bedate A y Herrero Le (2000) The travel Cost Method Applied to the Ialuation of the History and Cultural Heritage of the Castilla-Leoacuten Region of Spain 40 Congress of the European Regional Science Association Barshycelona

Bourdieu Pierre y Alain Dardel (1966) Lamourd Larch o les musees et Leur public Paris Editions de Minuit

Bourdieu Pierre (1979) La Distincioacuten Critique Sociales de juguement Paris Editions de Minuit

Cuadradol M Berenguerl GI (2002) El Consumo de los Servicios Culturashyles~ Madrid ESIC editorial

El Valor de la Cultura Documento de posicioacuten para el foro Desarrollo y Cultura Banco Interamericano de Desarrollo UNESCO Pariacutes 11- 12 mayo de 1999

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FreYI Bruno S (1994) Direct Democracy Poliacutetico-Economic Lesson From Swiss Experience American Economic Review 84(2) 338-348

frey BSI (2000) Arts and Economics Analysis and Cultural PolicYI Springerverlagl Berlin

Economiacutea de la cultura 81

Garciacutea MI Encinar MI Muntildeoz FF (2000) La Industria de la Cultura y el Ocio en Espantildea Ed Fundacioacuten Autor

Greffe (1990) La Valeur economique du Patrimonie Paris Economica

Herrero Prieto Le (1994) Desarrollo Econoacutemico Local y Organizacioacuten del Espacio en Castilla y Leoacuten Servicio de comunicaciones de la Universidad de Valladolid

Herrero Prieto L e (1997) Economiacutea de la Cultura y el Ocio Nuevas Posishybilidades para la poliacutetica econoacutemica regional Mercurio Revista de Econoshymiacutea y Empresa numo 1 pag 101-118

Herrero Le (2001) Economiacutea del Patrimonio Histoacuterico Informacioacuten Comercial Espantildeola nO 792 pp 151-168

Herrero Le BedatE A (2004) Valoracioacuten de Bienes Puacuteblicos Relativos al Patrimonio Cultural Aplicacioacuten al Museo Patio Herreriano de Arte Conshytemporaacuteneo Espantildeol XI Reunioacuten de Economiacutea Publica Barcelona 2004lt httpwwwubesecopubBCNDonenciasarch pdfherrero bedate sanzgt

Izaguirre A (1997) La Imagen de los Lugares Marketing de ciudadesMercurio revista de Economiacutea y Empresa Nuacutemero 1 pag 25-56

Marlaux Andree (1947) Les Muse Imaginaire Paris Gallimard

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Nuryanti W (1996) Heritage and Postmodern Annals of tourism Research vol 23 numero 2 pag 249-260

Organizacioacuten de los Estados Americanos La cultura como Generadora de Crecimiento Econoacutemico Empleo y Desarrollo Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral-CIDI- Washington De 2004 lthttpwwwoasorg udseespantildeol documentostema lresumendocgt

Richards G (1996) Production and Consumption of European Cultural Tourism Annals of tourism research Vol 23 nuacutemero 2 pags 261-283

Riera P (1994) Manual de Valoracioacuten Contingente Instituto de Estudios Fiscales Madrid

Sanz J A (2001) Valoracioacuten del Patrimonio Cultural Anaacutelisis Econoacutemico y Estadiacutestico AplicaCioacuten al Museo Nacional de Escultura de Valladolid IVIIMEO Departamento de Economiacutea Aplicada Universidad de Valladolid Valladolid

82 Economiacutea de la cultura

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Throsby D (2001) Economiacutea y Cultura Madrid Cambridge University Press

Towse R (ed) (1997) Cultural Economics the arts the heritage and the media industries Voluacutemenes I y II Edward Elgar

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Recibido el 22 de agosto de 2006 Aprobado para su publicacioacuten el 20 de septiembre de 2006

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Jairo Andreacutes Toro Parral

Resumen

El propoacutesito de este ensayo es defender la importancia de la matemaacutetil la filosofiacutea de la ciencia en el conocimiento y el anaacutelisis econoacutemico sustenta en la funcioacuten de tres aacutereas de conocimiento en la economiacutea semiologiacutea ante el lenguaje matemaacutetico y los signos o indicadores ecc micos la epistemologiacutea ante los modelos y paradigmas en la historia d economiacutea y la forma como algunas teoriacuteas del conocimiento subyacen e origen y en la conformacioacuten del pensamiento y los modelos econoacutemil Concluye explicando por queacute estas aacutereas son imprescindibles en las C cias Sociales YI especialmente en la Economiacutea

Palabras claves Semiologiacutea epistemologiacutea semiologiacutea econoacutemica tructura simboacutelica significantes econoacutemicosl paradigmas econoacutemicos Clasificacioacuten JEL B11 B2 840

1 Estudiante de Economiacutea de la Universidad Nacional de Colombia sede Medelliacuten jatoropunaleiexcl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006

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82 Economiacutea de la cultura

Stiglitz J (1998) La economiacutea del sector puacuteblico Antonio Bosch Editor Barcelona

Throsby D (1994) The Production and Consumption of the Arts A View of Cultural Economics Journal Of economic Literature Vol XXXII pp 1-29

Throsby D (2001) Economiacutea y Cultura Madrid Cambridge University Press

Towse R (ed) (1997) Cultural Economics the arts the heritage and the media industries Voluacutemenes I y II Edward Elgar

l Cheltenham

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Zallo R (1995) Industrias y poliacuteticas culturales en Espantildea y Paiacutes Vasco Servicio editorial de la universidad del Paiacutes Vasco Bilbao

Recibido el 22 de agosto de 2006 Aprobado para su publicacioacuten el 20 de septiembre de 2006

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Filosofiacutea de las ciencias para economistas

Jairo Andreacutes Toro Parral

Resumen

El propoacutesito de este ensayo es defender la importancia de la matemaacutetil la filosofiacutea de la ciencia en el conocimiento y el anaacutelisis econoacutemico sustenta en la funcioacuten de tres aacutereas de conocimiento en la economiacutea semiologiacutea ante el lenguaje matemaacutetico y los signos o indicadores ecc micos la epistemologiacutea ante los modelos y paradigmas en la historia d economiacutea y la forma como algunas teoriacuteas del conocimiento subyacen e origen y en la conformacioacuten del pensamiento y los modelos econoacutemil Concluye explicando por queacute estas aacutereas son imprescindibles en las C cias Sociales YI especialmente en la Economiacutea

Palabras claves Semiologiacutea epistemologiacutea semiologiacutea econoacutemica tructura simboacutelica significantes econoacutemicosl paradigmas econoacutemicos Clasificacioacuten JEL B11 B2 840

1 Estudiante de Economiacutea de la Universidad Nacional de Colombia sede Medelliacuten jatoropunaleiexcl

ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006 ENSAYOS DE ECONOMIA - OCTUBRE DE 2006