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núm. 332 enero-febrero 2005 106 Los economistas definen la velocidad- ingreso del dinero como un indicador que nos permite registrar el número de veces en que cada unidad monetaria circula en la economía (Sachs y Larraín, 1994), sin embargo, también es definida como el cociente entre las transacciones y los saldos monetarios, que depende directamente de la frecuencia del intercambio entre el dinero y otros activos financieros (Barro, Grilli y Febrero, 1997). Asimismo, a través de la ecuación cuantitativa del dinero, puede expresarse algebraicamente como: V = PY M , donde: V = velocidad-ingreso del dinero, PY= producto nominal y M = acervo de dinero. Por tanto, podemos afirmar que este concepto es de gran importancia debido a su utilidad como instrumento para la explicación de la demanda de dinero (M D ), que a su vez nos permite detallar los distintos movimientos de la velocidad- ingreso del dinero a través de la tasa de interés (R) y el producto (Y). Es decir, al ser la tasa de interés una variable que tiene gran influencia sobre la velocidad, se puede establecer una disminución en la demanda de dinero y como consecuencia se genera un aumento en V; igualmente, el producto nominal mantiene una relación directa con V. Algunos autores, ya a nivel empírico, han estudiado el comportamiento de la velocidad-ingreso del dinero desde 1960 hasta la década de los noventa, principalmente en Estados Unidos, Argentina, Venezuela, Reino Unido, entre otros, con variables como: base monetaria (H), que está formada por el total de billetes y monedas en circulación, también conocida como “dinero de alta potencia”; M1, que abarca los activos que normalmente sirven como medio de cambio, es decir, el efectivo en manos del público y los depósitos a la vista; y M2, que está representada por M1 más depósitos de las cuentas del mercado de dinero. Su evolución en la economía mexicana, en el período 1986-1994 (Gráfico 1 ), presenta distintos comportamientos. Considerando cada agregado, se puede identificar como la más inestable a la velocidad-ingreso del dinero de H. La explicación del comportamiento a la baja (en términos relativos) en M1 y H reside en las mejoras tecnológicas introducidas en la gestión financiera durante el período, caracterizadas por el uso de tarjetas de crédito y de débito así como transferencias electrónicas, etcétera. Este comportamiento presenta gran similitud con los estudios realizados en la economía de Estados Unidos por Jeffrey Sachs y F. Larraín así como por Rudiger Dornbusch, S. Fischer y R. Startz (2002), quienes coinciden en una explicación similar de la tendencia bajista de estas variables. Montserrat Romero Alarcón México: un primer atisbo a la velocidad-ingreso del dinero Pesquisas.. México y América del Norte

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Los economistas definen la velocidad-ingreso del dinero como un indicador que nos permite registrar el número de veces en que cada unidad monetaria circula en la economía (Sachs y Larraín, 1994), sin embargo, también es definida como el cociente entre las transacciones y los saldos monetarios, que depende directamente de la frecuencia del intercambio entre el dinero y otros activos financieros (Barro, Grilli y Febrero, 1997). Asimismo, a través de la ecuación cuantitativa del dinero, puede expresarse algebraicamente como:

V = PY M ,

donde: V = velocidad-ingreso del dinero, PY= producto nominal y M = acervo de dinero.

Por tanto, podemos afirmar que este concepto es de gran importancia debido a su utilidad como instrumento para la explicación de la demanda de dinero (MD), que a su vez nos permite detallar los distintos movimientos de la velocidad-ingreso del dinero a través de la tasa de interés (R) y el producto (Y). Es decir, al ser la tasa de interés una variable que tiene gran influencia sobre la velocidad, se puede establecer una disminución en la demanda de dinero y como consecuencia se genera un aumento en V; igualmente, el

producto nominal mantiene una relación directa con V.

Algunos autores, ya a nivel empírico, han estudiado el comportamiento de la velocidad-ingreso del dinero desde 1960 hasta la década de los noventa, principalmente en Estados Unidos, Argentina, Venezuela, Reino Unido, entre otros, con variables como: base monetaria (H), que está formada por el total de billetes y monedas en circulación, también conocida como “dinero de alta potencia”; M1, que abarca los activos que normalmente sirven como medio de cambio, es decir, el efectivo en manos del público y los depósitos a la vista; y M2, que está representada por M1 más depósitos de las cuentas del mercado de dinero.

Su evolución en la economía mexicana, en el período 1986-1994 (Gráfico 1), presenta distintos comportamientos. Considerando cada agregado, se puede identificar como la más inestable a la velocidad-ingreso del dinero de H. La explicación del comportamiento a la baja (en términos relativos) en M1 y H reside en las mejoras tecnológicas introducidas en la gestión financiera durante el período, caracterizadas por el uso de tarjetas de crédito y de débito así como transferencias electrónicas, etcétera. Este comportamiento presenta gran similitud con los estudios realizados en la economía de Estados Unidos por Jeffrey Sachs y F. Larraín así como por Rudiger Dornbusch, S. Fischer y R. Startz (2002), quienes coinciden en una explicación similar de la tendencia bajista de estas variables.

Montserrat Romero AlarcónMéxico: un primer atisbo a la velocidad-ingreso del dinero

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Gráfica 1.México: velocidad-ingreso del dinero, 1996-2004 escala única

Fuente: elaboración propia con base en Banco de México, Agregados monetarios, 1996-2004.

Al período donde se observa que las pendientes de la velocidad de H y M1 tienden a bajar algunos economistas lo llaman “profundización del sistema financiero” y lo definen como característico de una economía en desarrollo (Guerra y Torres, 2001). En la siguiente gráfica se muestra la evolución más detallada de estos indicadores, con el fin de identificar movimientos finos en el período.

Gráfica 2.México: velocidad-ingreso del dinero, 1996-2004 escala doble

Fuente: elaboración propia con base en Banco de México, Agregados monetarios, 1996-2004.

1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004Base monetaria

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1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004-0.001

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Base Monetaria M1 M2

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Finalmente, a pesar de ser un tema de gran relevancia para las acciones de política monetaria, su estudio ha sido escaso por parte del banco central mexicano, ya que durante el período 1990-2004 sólo se dio a conocer un trabajo, por cierto de gran interés, donde se explica este concepto aplicado a nuestra economía (Guerra y Torres, 2001). Sin embargo, cabe destacar que en dicho análisis se trabaja con el recíproco de la velocidad-ingreso del dinero, con la finalidad de identificar si la información que contienen los agregados monetarios sirve para anticipar el comportamiento futuro de los precios y de la actividad económica ▪

Bibliografía

Barro, Robert, Vittorio Grilli y Ramón Febrero. Macroeconomía. Teoría y política, McGraw-Hill, México, 1997.

Dornbusch, Rudiger, Stanley Fischer y Richard Startz. Macroeconomía, McGraw-Hill, México, 2002.

Guerra de Luna, Alfonso y Alberto Torres García. Agregados monetarios en México: ¿de vuelta a los clásicos? Documento de trabajo 2001-6, Banco de México, 2001.

Sachs, Jeffrey y Felipe Larraín, Macroeconomía en la economía global, Prentice Hall, México, 1994.

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El tipo de cambio se define como el precio de una moneda con respecto a otra y tiene, entre otras funciones, la de expresar los precios de diferentes países en términos comparables. Cuando el tipo de cambio se determina en el mercado de divisas, se toman en cuenta ciertas variables asociadas a su comportamiento, como son la tasa de inflación, el tipo de interés y el riesgo soberano. La primera indica el comportamiento de los precios dentro de una economía, la segunda determina la rentabilidad y la tercera evidencia el diferencial entre la tasa pagada por los bonos del Tesoro norteamericano y los del país en cuestión.

El presente artículo tiene como fin analizar el desempeño de tres monedas latinoamericanas importantes: el peso argentino (A), el real brasileño (B) y el peso chileno (C), a lo largo de los últimos cuatro años. En la Gráfica 1 se observa el comportamiento mensual del tipo de cambio de estas economías desde enero del año 2000 hasta agosto de 2004. Se perciben claramente tres ciclos y en el último período de la gráfica se incorporan las proyecciones hasta 2008.

El primer ciclo abarca de enero de 2000 a diciembre de 2001 y en él se observa una clara estabilidad de las monedas marcada por una visible brecha entre ellas, resaltando la inmovilidad del peso argentino que estaba en paridad 1:1 con el dólar de Estados Unidos.

Fuente: elaboración propia con datos del IMF Financial Statistics y The Economist.

El abc de las monedas sudamericanas

Pesquisas.. América Latina y el resto del mundo

Jéssica Claudia Díaz de León

Argentina Brasil ChileArgentina Brasil Chile

4.504.00

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monedalocalpordolarUS

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2002/07

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Gráfica 1ABC: comportamiento del tipo de cambio, 2000-2008

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El segundo ciclo inicia en enero de 2002 hasta octubre de ese mismo año, apareciendo una abrupta elevación del tipo de cambio argentino tras abandonar al Consejo Monetario, devaluando su moneda en el orden de 260%. Asimismo, el real brasileño parece ajustarse a esta tendencia y cae registrando una depreciación de 60.9%; por su parte, el peso chileno tuvo una variación de 11%. Como puede verse el real brasileño y en menor cuantía el peso chileno se movieron en tándem a las oscilaciones del peso argentino.

El tercer período muestra más esta tendencia de comovimientos entre las tres monedas. Este ciclo comienza en noviembre de 2002 y se extiende hasta mayo de 2004, cuando se observa claramente la apreciación de las tres

monedas y la convergencia del peso argentino con el real brasileño; por su parte, el peso chileno no converge con ellas. Según las estimaciones de Economist Intelligence Unit, que se proyectan hasta 2008, todo parece indicar que los tipos de cambio se separarán nuevamente.

La tasa de interés es un factor determinante en este proceso, ya que ante un incremento en la tasa de interés, bajo el supuesto de perfecta movilidad de capitales, los flujos de recursos se moverán hacia esa economía debido a que el rendimiento será mayor, lo cual provocará que la moneda local se aprecie. La tasa de interés es también un indicador del riesgo en una economía, ya que constituye la diferencia entre la prima pagada por Estados Unidos (que es el país con riesgo casi nulo) y la economía

Fuente: elaboración propia con datos del IMF Financial Statistics.

Gráfica 2ABC: comportamiento de la tasa de interés de depósito, 2000-2003

Argentina Brasil ChileArgentina Brasil Chile90

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porcentaje

M72000

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M92000

M112000

M32001

M52001

M72001

M112001

M12001

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M12002

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M112002

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8070605040302010

M32003

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en cuestión, por tanto, la tasa de interés refleja el premio que ésta paga para atraer inversión.

En la Gráfica 2 se observa el comportamiento de la tasa de interés en las tres economías dividido en períodos. En el primer período, que va de enero de 2000 hasta noviembre de 2001, se observa la ligera brecha de separación entre el ABC y la tendencia a converger.

El segundo período, que va de noviembre de 2001 hasta abril de 2003, se percibe la parte crítica de la crisis argentina que se reflejó en que su tasa de interés alcanzó niveles del 76%; mientras que Brasil y Chile se conservaran sin importantes variaciones.

En el tercer ciclo, que va desde mayo de 2003 hasta agosto de 2004, se denota la constante disminución de la tasa de interés argentina y la convergencia con la

chilena, que en promedio se ubican entre 2.28 y 4.19%, respectivamente. Brasil por su parte, mantiene tasas altas y estables alrededor de 18 por ciento.

Como se puede ver para Chile, el comportamiento de su tasa de interés es el más bajo del período y los niveles de confianza del consumidor los más altos en los últimos cinco años, lo cual indica que es el país latinoamericano más estable.

También, el tipo de cambio puede afectar a los precios de los bienes comerciables que forman parte de la canasta de bienes y servicios, por tanto, las variaciones también afectan a los precios. La Gráfica 3 muestra el comportamiento de este indicador en el ABC.

Como en los otros indicadores, se perciben tres períodos. En el primero, que va de enero de 2000 a agosto de ese mismo año, se observa que los Índices

Fuente: elaboración propia con datos del IMF Financial Statistics.

Gráfica 3ABC: comportamiento del IPC, 2000-2004

Argentina Brasil ChileArgentina Brasil Chile

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indices

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M72000

M12001

M42001

M102001

M12002

M42002

M102002

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de Precios al Consumidor (IPC) se mueven juntos, pero este comportamiento cambia de agosto de 2000 a abril de 2002 cuando cada indicador se comienza a abrir enfatizando las diferencias estructurales de cada economía.

Sin embargo, el segundo período –que se encuentra sombreado– va de abril de 2002 a enero de 2003 y denota la “pesificación” de la economía argentina y el continuo incremento del IPC brasileño; por su parte, Chile sigue marcando la diferencia manteniendo un IPC estable y que responde suavemente a las variaciones de sus vecinos.

El tercer período va de diciembre de 2003 a agosto de 2004, donde puede observarse uno de los costos del abandono del dólar en Argentina y la convergencia con Brasil. Cabe mencionar que la conducta del IPC de este país sudamericano se puede explicar por los continuos virajes de su política monetaria, que ha ido desde promocionar el crecimiento hasta la estabilización de precios, pasando por el fortalecimiento de la demanda, etcétera. Asimismo, el incremento desordenado en los salarios es un factor que afecta la estabilidad de precios en este país. Por su parte, en el IPC chileno se percibe un leve incremento que se explica por el aumento en los precios de la energía y al vigor de la demanda doméstica; cabe mencionar también que su crecimiento económico se debe al fortalecimiento de sus exportaciones y de la inversión fija.

Finalmente, el gobierno argentino sigue persiguiendo objetivos gemelos: el mantener a la base monetaria dentro de los rangos acordados con el FMI y la intervención por parte del Banco Central de la Republica de Argentina para prevenir la apreciación del tipo de cambio. También, uno de los asuntos acordados con el FMI fue el moverse a un régimen de blancos de inflación, el cual se espera sea el marco general de política monetaria de mediano plazo. A su vez, Chile espera que las expectativas inflacionarias continúen dentro del rango que calculó su banco central de 2.4% y que se mantenga baja la tasa interbancaria en 1.75%. Por último, en Brasil las autoridades han aumentado el blanco de tasa de inflación para 2005 de 4.5 a 5.1%, en respuesta al fortalecimiento de la demanda en anticipación de incrementos en los salarios y precios ▪

Bibliografía

Economist Intelligence Unit, (EIU) Country Forecast: Argentina, Londres, octubre de 2004.

EIU, Country Forecast: Brazil, Londres, septiembre de 2004.

EIU, Country Forecast: Chile, Londres, septiembre de 2004.

Krugman, Paul y Maurice Obstfeld, Economía internacional. Teoría y política, McGraw-Hill, Madrid, cuarta edición, 1999.

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Robert Heilbroner: un gran economista liberal

Pesquisas.. Variopinto

Jaime Puyana Ferreira*

Robert Lewis Heilbroner, destacado economista y escritor estadounidense, falleció el pasado 4 de enero en su nativa Manhattan, tras una prolongada y penosa enfermedad. Tenía 85 años. El profesor Heilbroner tuvo una fructífera vida académica y literaria, y era ampliamente reconocido en los medios intelectuales a nivel mundial. Sus obras inspiraron a numerosas generaciones de estudiantes, no sólo estadounidenses sino también extranjeros, aparte de que la mayoría de ellas tuvieron la peculiaridad –rara hoy en día en la profesión– de ser accesibles al público en general. El profesor Heilbroner era profesor emérito y ex-decano de la Facultad de Posgrado de Ciencias Políticas y Sociales de la New School University de Nueva York.

El primer libro de Heilbroner, y por cierto el más conocido, tiene una historia un tanto accidentada. Escrito y publicado (1953) antes de recibir su doctorado, se titula The Worldly Philosophers: The Lives, Times and Ideas of the Great Economic Thinkers (publicado en español como Vida y doctrina de los grandes economistas por Ediciones Aguilar, en Barcelona, 1972), y ha vendido cerca de 4 millones de copias, siendo el segundo texto de economía más vendido de todos los tiempos (tras el texto de Paul Samuelson). En 1996 publicó una secuela: Teachings from the Worldly

Philosophers (traducible como “Enseñanzas de los grandes economistas”).

The Worldly Philosophers es una breve historia del pensamiento económico, presentada a través de las biografías de sus principales mentores. Allí desfilan Adam Smith, Ricardo y Malthus, los socialistas utópicos y Carlos Marx, los economistas del “bajo mundo” de las herejías y Veblen, así como John M. Keynes, cuya influencia en el pensamiento del autor es indudable. También figuran otros destacados economistas como John Stuart Mill, Alfred Marshall y Joseph Schumpeter.

Gran parte del éxito del libro es que (al igual que los de John K. Galbraith) está bien escrito y presenta de una forma amena una materia a veces tan árida como la economía. No por nada Galbraith mismo calificó el libro como “un brillante logro manejado casi hasta la perfección”. Heilbroner, sin embargo, no obtuvo su Ph. D. sino 10 años después de publicar The Worldly Philosophers, tras abandonar tres disertaciones; y sus profesores en la New School for Social Research lo amonestaron diciéndole que su libro hubiese llenado perfectamente los requisitos.

El Dr. Heilbroner, en una entrevista de 1999, afirmó que “los grandes economistas pensaban que su tarea era modelar todas las complejidades de un sistema económico –lo político, lo sociológico, lo psicológico, lo moral, lo histórico. Y los economistas modernos, au contraire, no

* Profesor Titular “C”, Departamento de Economía, División de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.

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desean una visión tan compleja. Favorecen modelos bidimensionales que al tratar de ser científicos descartan muchas cosas y dejan a los economistas modernos sin una verdadera comprensión de cómo funciona el sistema.”

Aparte de este sobresaliente trabajo, Heilbroner publicó unos 20 libros más, dentro de los que se destacan The Making of Economic Society (1963), que le sirvió como tesis de grado, The Limits of American Capitalism (1966), Between Capitalism and Socialism (1970), Marxism: For and Against (1980), con Lester Thurow The Nature and Logic of Capitalism (1985), y Behind the Veil of Economics (1988).

Heilbroner provenía de una familia de North Carolina. Su padre tuvo una cadena de tiendas de ropa para hombre en Nueva York, y murió cuando Robert tenía 5 años. El chofer de la familia jugó el papel de padre sustituto y, según Heilbroner, tuvo un importante papel en configurar su pensamiento. Como estudiante en Harvard, planeaba estudiar literatura, pero tomó un curso de economía que le gustó tanto que, según él, tomó dicha disciplina “como pato en el agua”. Esto ocurrió a finales de los años treinta, en medio del gran sacudón que estaba atravesando la ciencia económica debido a la Gran Depresión y a la aparición de la Teoría General de Keynes. Como tantos otros jóvenes economistas de dicha generación (Paul Samuelson, Paul Sweezy, Robert Solow), fue profundamente impactado por las ideas allí formuladas, lo cual es discernible a través de la lectura de su obra (Su doctorado, sin embargo, no lo obtuvo en Harvard sino en la New School

de Nueva York, 23 años después).Durante la Segunda Guerra Mundial

se trasladó a Washington, y trabajó en la Oficina Federal de Administración de Precios, hasta que fue reclutado y asignado a los servicios de inteligencia del ejército, como también les ocurriría a otros economistas de esta generación. Fue enviado a la Universidad de Michigan a aprender japonés e interrogar prisioneros de dicho país durante el conflicto. Al finalizar la guerra y tras un breve período de trabajo con una firma de Wall Street, comenzó a escribir artículos de economía para revistas como Harper’s, hasta que capturó la atención de los editores en Simon & Schuster, quienes le sugirieron escribir un libro. Siguió el consejo y se retiró indefinidamente de los negocios. Seguiría escribiendo hasta el final de sus días.

Describiendo en alguna oportunidad cuál era su filosofía económica básica, se autodefinió jocosamente como un “conservador radical”, para enfatizar que deseaba conservar la separación básica entre la economía nacional y el gobierno nacional, como lo sugería Adam Smith en el siglo XVIII, pero que cuando la economía sufría una recesión severa el gobierno debería intervenir a través de políticas económicas, como lo proponía Keynes. (21st Century Capitalim, W. W. Norton & Co., 1993).

Tuve la oportunidad de conocer al Dr. Heilbroner en la década de los años setenta, cuando fui estudiante de posgrado en la New School for Social Research (hoy New School University). Por ese entonces, ejercía el cargo de Decano de la Facultad de Ciencias

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Económicas y Sociales. Era una época bastante agitada en el terreno de los debates teóricos entre neoclásicos, neo-ricardianos y marxistas, y se requería de una dirección balanceada y ecuánime, labor que el Dr. Heilbroner siempre desempeñó adecuadamente. Gracias a los oficios del Dr. Heilbroner pude transferirme del asfixiante entorno neoclásico de la Universidad de Minnesota, donde obtuve mi M. S., al ambiente abierto a todas las corrientes del pensamiento económico de la New School. Siempre sus conferencias y pláticas fueron un gran estímulo, aunque no se estuviera necesariamente de acuerdo con sus planteamientos. Lo recordaré siempre como un académico que representaba la mejor tradición estadounidense liberal, de respeto a todas las opiniones.

Debemos añadir un comentario final. Heilbroner, lo mismo que algunos de sus colegas que compartieron el fervor intelectual de los estudiantes de economía de los años treinta, no era muy popular entre la cofradía que constituye la profesión económica actual. Para los economistas dentro de la tradición ortodoxa en boga, era un popularizador e historiador cuyas intuiciones no contribuyeron

mayormente a los estudios en el campo de la economía.

Para Heilbroner, por otra parte, la conversión de lo que hoy pasa por economía en los círculos ortodoxos es una rama de las matemáticas y de la modelación en computadoras, tiene una visión estrecha y pierde la perspectiva del propósito mismo de la ciencia económica: el continuo mejoramiento del ser humano y el entorno en el cual éste se desenvuelve. Sus últimas obras, como The Crisis of Vision in Modern Economic Thought (Cambridge University Press, 1995), muestran su impaciencia y pesimismo con respecto a la trayectoria actualmente transitada por la ciencia económica en el actual período de globalización y “neoliberalismo”.

Tal vez constituya una última satisfacción –al menos para quienes sabemos apreciar su obra– el saber que varios de sus libros siguen presentes en los estantes de “Ciencias Sociales” de las principales librerías de Estados Unidos, mientras que de allí han desaparecido las secciones de “Economía”, y los libros dedicados a tal tema se encuentran en las secciones de “Administración de Empresas” y “Contaduría”, o relegadas a las librerías de los grandes centros universitarios, donde sí pueden encontrar una limitada élite de lectores ▪

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Después de la desastrosa experiencia vivida por varios países del sudeste asiático el pasado 26 de diciembre de 2004, queda de manifiesto la poderosa fuerza de la naturaleza. En esta ocasión un terremoto de 9 grados en la escala de Richter azotó las costas de Indonesia, creando un tsunami que se desplazó a altísimas velocidades en el Océano Índico y castigó a las costas de Sri Lanka, India, la misma Indonesia, Malasia, Bangladesh, Birmania, Maldivas, Tailandia y la región Este de África.

Probablemente sean muchos meses los que transcurran para realizar actividades de relocalización de la población, reconstrucción de las ciudades e impulsar y reactivar la economía local y regional. Fue tal la devastación causada por el tsunami, que el G-7 (grupo de los siete países más industrializados del mundo) anunció un acuerdo para que las naciones más afectadas puedan congelar el pago de la deuda exterior, lo que permitirá ahorrar unos 5 800 millones de dólares este año. La suspensión del servicio de la deuda será voluntaria para esos países, hasta que el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) hayan concluido una evaluación de todas sus necesidades de reconstrucción y de requerimientos financieros en general.

Por otro lado, cabe destacar que algunos de los países afectados (Indonesia, Tailandia y Malasia) son miembros activos de la Asociación para la Cooperación Económica del Pacífico Asiático (APEC) y,

por ende, las repercusiones del fenómeno natural se verán reflejadas en este bloque económico. Los impactos fueron diferentes en cada una de las economías y pueden localizarse en subregiones específicas, más que en la región de la APEC en su conjunto. En general se visualiza que los impactos pueden ser caracterizados en dos tipos: uno que obedece a aspectos de carácter humanitario y otro de carácter económico.

Los impactos desde el punto de vista humanitario son sorprendentes: más de 220 mil personas fallecidas trágicamente, 60 mil desaparecidos y millones de damnificados. El impacto en términos macroeconómicos será limitado, ya que sólo reducirá 0.4 puntos porcentuales el crecimiento del conjunto de la región, de acuerdo con estimaciones oficiales del FMI, aunque con importantes diferencias entre los países afectados, siendo Indonesia y Sri Lanka los de mayores perjuicios.

Durante los últimos años, la economía de Sri Lanka parecía haber avanzado en varios frentes: el proceso de paz continuaba, la recuperación económica se había consolidado y la vulnerabilidad externa había decrecido. A pesar de que se ha progresado con las reformas macroeconómicas, los efectos económicos del conflicto civil a lo largo de dos décadas todavía no han sido superados.

Como podemos observar en la Gráfica 1, la inversión disminuyó considerablemente a partir del año 2001 reflejándose directamente en el producto, a pesar de los esfuerzos del gasto público por alentar el crecimiento. La reciente recuperación económica comenzó en

Impactos económicos del tsunami Mario Ruiz Mendoza

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2002 basada ampliamente en el consumo privado como motor principal, y para 2003 las exportaciones y la inversión

privada contribuyeron en mayor medida. La tasa real del PIB para 2003 fue de 5.5%, muy por encima de 4% de 2002.

1. Tasa de crecimiento real (escala izquierda).2. Como porcentaje del PIB (escala derecha).Fuente: Elaboración propia con datos de IMF, PIN núm. 04/20, marzo de 2004.

La evaluación, preparada en estrecha colaboración con el gobierno de Sri Lanka, fija principios rectores para la estrategia de reconstrucción y pone énfasis especial en la integración de las comunidades afectadas a la planificación y al proceso de reconstrucción. Por otra parte, se calcula que los daños generales en Sri Lanka ascienden a 1 000 millones de dólares y que gran parte de las pérdidas se concentran en los ámbitos de vivienda, turismo, pesca y transporte. En este sentido, se estima que las pérdidas totales equivalen a 4.4% del PIB y que para este 2005 se necesitan 500 millones de financiamiento externo. La promesa de asistencia internacional, de alrededor de 4 000 millones de dólares, hace que los gobiernos no tengan que ampliar

excesivamente sus presupuestos para reconstruir estas zonas.

Si observamos la Gráfica 2, durante el año 2000 el déficit en cuenta corriente alcanzó la cifra de -6.4% del PIB y, tres años más tarde, se registra una espectacular caída del tipo de cambio. Debido a la creciente producción agrícola y a la apreciación de la rupia contra el dólar hacia fines del año 2002, la inflación disminuyó de 9.5 a 6.5 por ciento.

Las exportaciones, las remesas y los ingresos provenientes del turismo contuvieron el déficit de cuenta corriente en 1% del PIB, que fue más bajo de lo esperado para 2003. Las reservas internacionales se incrementaron de 500 millones a 2 mil millones de dólares a fines de 2003, cubriendo el equivalente a

-2-101234567

1999 2000 20012002

2003 2004

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24

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PIBinvpe

Gráfica 1Sri anka: PIB1, inversión2 y gasto público2, 1999-2004

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3 meses de importaciones y ligeramente 100% de la deuda de corto plazo.

El funcionamiento del sector financiero mejoró con la recuperación económica hasta principios del año 2003, cuando el mercado de capitales había contribuido con aumentos significativos para las bolsas asiáticas. Sin embargo, el mercado se debilitó posteriormente cuando aumentó la incertidumbre política, repercutiendo de inmediato en el tipo de cambio. Con respecto a la política macroeconómica el dinero

de alta potencia creció de acuerdo con las expectativas, con una mayor acumulación de las reservas y un crecimiento lento del crédito.

Por el momento Sri Lanka enfrenta un doble golpe: es el país más afectado por la catástrofe, y a la vez, el peor preparado para manejar la situación sin ayuda exterior, amén de que y el creciente déficit presupuestario del gobierno podría limitar severamente su capacidad para revivir la economía, especialmente por su debilidad fiscal.

1. Como porcentaje del PIB (escala izquierda).2. Tipo de cambio real efectivo (variación porcentual al final del periodo). El signo menos denota depreciación (escala derecha).Fuente: Elaboración propia con datos de IMF, PIN núm. 04/20, marzo de 2004.

En el caso de Indonesia, país fuertemente dependiente del turismo, el crecimiento podría verse reducido en cuatro puntos, y aún así su economía podría evitar entrar en recesión, ya que las previsiones anteriores a la catástrofe apuntaban a un crecimiento de 4.7% del

PIB. Además tiene una deuda de 132 mil millones de dólares (de los cuales 70 mil millones se deben a acreedores públicos o están garantizados por organismos gubernamentales). Incluso sin el tsunami dicha deuda representa un obstáculo para el desarrollo del país cuando finalmente

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se está recuperando de la crisis financiera de 1997.

La región más afectada fue la provincia de Aceh, en el norte de la isla de Sumatra, donde los daños y pérdidas ascienden a 4 500 millones de dólares, de acuerdo con el propio gobierno indonesio, que sin embargo considera que esto no afectará al crecimiento, pues se trata principalmente de zonas rurales. Esta cifra de daños representa 2.3% del PIB de Indonesia.

Yakarta afirmó que el desastre, que dejó 115 000 muertos y miles de desaparecidos, no impedirá que el gobierno alcance su objetivo de crecimiento económico de 5.5% para

este año. Gobiernos, instituciones internacionales y ciudadanos particulares de todo el mundo han prometido unos 5 000 millones de dólares para ayudar a los países afectados por el tsunami.

Después del impulso a las reformas macroeconómicas en los sectores claves como el bancario y financiero, el desempeño económico desde el año 2000 ha sido notable, sobre todo por la disciplina fiscal y la significativa reducción de la vulnerabilidad exterior, de acuerdo al enfoque del FMI. Durante el año 2003 el crecimiento alcanzó 4.1%, (como se puede observar en la gráfica 3), respaldado en gran parte por el fuerte consumo privado.

1. Tasa de crecimiento real (escala izquierda).2. Como porcentaje del PIB (escala derecha).Fuente: elaboración propia con datos de IMF, PIN núm. 04/51, marzo de 2004.

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Sin embargo, el desempeño económico de Indonesia ha continuado retrasándose junto con otros países de la región: el crecimiento del PIB, la inversión, y las exportaciones, continúan siendo menos favorables cuando se les compara con la experiencia de otras economías asiáticas. Las debilidades estructurales restantes, particularmente con respecto al desarrollo de las instituciones para garantizar una economía basada en el mercado estable y eficiente, han impedido el paso de la recuperación económica.

La economía se desempeñó relativamente bien en 2003, demostrando resistencia a un número de choques externos, incluyendo el impacto regional del síndrome respiratorio agudo severo (SARS), el bombardeo del hotel Marriott y los efectos secundarios persistentes del bombardeo de Bali a finales de 2002.

Mientras la inflación disminuyó hasta 5.1 % en 2004, el superávit en cuenta corriente y los flujos de capital sostenidos, han permitido un aumento significativo en las reservas y una reducción correspondiente en la vulnerabilidad externa como podemos ver en el Gráfica 4; Aunque el déficit fiscal excedió la meta del presupuesto por un margen pequeño, los cocientes de la deuda pública continuaron descendiendo.

La perspectiva a mediano plazo es sensible a los estímulos por mejorar el clima de inversión. Si se da este proceso, los objetivos del gobierno para alcanzar un crecimiento de 6% podrían consolidarse. Este crecimiento de la producción sería confirmado por un aumento de la inversión y de las exportaciones. El logro de esta perspectiva depende en gran

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1. Como porcentaje del PIB (escala izquierda).2. Tipo de cambio real efectivo (promedio del periodo), 1997= 100 (escala derecha).Fuente: elaboración propia con datos de IMF, PIN núm. 04/51, marzo de 2004.

Gráfica 4Indonesia: cuenta corriente1 y tipo de cambio2, 2000-2004

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medida del progreso en la dirección de fortalecer a las entidades institucionales, particularmente con respecto a consolidar el sistema legislativo, a reducir la incertidumbre reguladora y a mejorar las instituciones del sector público.

En otras partes de Asia el crecimiento económico podría continuar si los bancos centrales de la región mantienen bajas las tasas de interés; la mayor recaudación impositiva podría mejorar en gran medida gracias a la presión fiscal.Esto destaca la importancia de la previsión fiscal en Asia. Una constante amenaza de la naturaleza puede ser el destino inexorable de la región, pero con prudencia fiscal los gobiernos asiáticos podrán contar con recursos para acontecimientos terribles como el actual.

Finalmente, lo más importante de este fenómeno es reconocer que la catástrofe

ha instado a que se cree un sistema de advertencia que alerte a las poblaciones más vulnerables, así como trabajar más en el monitoreo y diagnóstico de los fenómenos climatológicos sobre todo en las regiones del mundo altamente sísmicas.

Cabe destacar por otro lado, que un tsunami en las costas del Pacífico mexicano, sería aún más peligroso que en otras regiones por la cercanía de la placa oceánica en el continente; el mar primero avanzaría hacia el continente y luego retrocedería, a la inversa de lo que sucedió en Asia. Es por eso que la UNAM instaló en el Océano Pacífico una boya que permitirá a los científicos detectar los tsunami que amenacen las costas mexicanas, y anticipar con más de una hora cualquier movimiento abrupto y repentino en las placas de la corteza terrestre en esa zona ▪