Economía Verde Versus Economía Del Crecimiento. El Caso de Thomas Piketty (Español)

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1 Economía Verde versus economía del crecimiento. El caso de Thomas Piketty (*) Rupert Read ¿Qué sería una economía radical actualmente? Tendría dos componentes. En primer lugar, debe entender la economía necesariamente como economía política; como una creación social humana continua, sujeta a la manipulación política y a nuevas visiones y acciones políticas positivas. En segundo lugar, debe ser una economía ecológica Verde, lo cual quiere decir que haya asimilado el central punto de partida “copernicano” de los fundadores de la economía ecológica, Herman Daly y Robert Constanza: que los deseos humanos inmediatos deben dejar de ser el centro del sistema de la ciencia económica, y que ese lugar lo debe ocupar la capacidad de la Tierra (energizada por el Sol) para sustentar la vida hacia el futuro indefinido. Y debe ser una economía Verde en virtud de que rechace la idea de Constanza de que la economía neoclásica/neoliberal asimile el valor de la vida, una asimilación manifestada por ejemplo en su propuesta de valoración económica de “servicios de ecosistema” (1). Hoy en día no es inusual (excepto en las capitales académicas de la economía oficial) encontrar uno u otro de estos componentes, pero sigue siendo deprimentemente raro encontrarlos a ambos juntos. La apremiante crisis socio-política manifestada y luego intensificada por la crisis financiera, en todo caso, ha puesto a la naturaleza y consecuencias de la desigualdad social en los primeros planos de la imaginación pública. El movimiento Occupy y la creciente atención del público a la devastadora crítica de Richard Wilkinson y sus colegas (2) han sido dos síntomas de estos cambios. Un tercero se sumó más recientemente: el imprevisto éxito de El Capital en el siglo XXI, el ampliamente discutido y elogiado libro de Thomas Piketty publicado en 2013 en francés, y traducido al inglés en 2014 (3). La propuesta de Piketty de un impuesto global a la riqueza para contrarrestar los niveles de desigualdad actualmente generados en nuestro mundo es interesante y bienvenida. (De hecho, en medio de los abusos contra las libertades civiles que hemos padecido desde los inicios de la “Guerra contra el terrorismo”, algo rescatable es que, en mayor medida que nunca antes, dicho impuesto global debería en teoría ser practicable y ejecutable, ya que muchos gobiernos ahora vigilan muy de cerca los flujos de riqueza. En esto también ha colaborado el trabajo realizado por Richard Murphy y otros al abrir los paraísos fiscales al intercambio automático de información, lo cual significa que tenemos mucho mejores datos para analizar.) El análisis de Piketty sobre la importancia de la desigualdad de riqueza --y no solo de la desigualdad de ingresos, sobre lo cual se enfocaron Wilkinson y Pickett-- es igualmente bien recibido, y hace notar con detenimiento la naturaleza (y los correspondientes riesgos) de la acumulación de capital. A partir de estos dos análisis se sigue que Piketty prevenga contra el espectro de un regreso a gran escala de niveles de oligocracia y niveles de concentración no vistos en un país como el Reino Unido al menos desde el surgimiento del sufragio democrático moderno, a menos que implementemos un impuesto a la riqueza y otras medidas que tengan éxito en restringir de algún modo el poder del capital.

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¿Qué sería una economía radical actualmente? Tendría dos componentes. En primer lugar, debe entender la economía necesariamente como economía política; como una creación social humana continua, sujeta a la manipulación política y a nuevas visiones y acciones políticas positivas. En segundo lugar, debe ser una economía ecológica Verde, lo cual quiere decir que haya asimilado el central punto de partida “copernicano” de los fundadores de la economía ecológica, Herman Daly y Robert Constanza: que los deseos humanos inmediatos deben dejar de ser el centro del sistema de la ciencia económica, y que ese lugar lo debe ocupar la capacidad de la Tierra (energizada por el Sol) para sustentar la vida hacia el futuro indefinido. Y debe ser una economía Verde en virtud de que rechace la idea de Constanza de que la economía neoclásica/neoliberal asimile el valor de la vida, una asimilación manifestada por ejemplo en su propuesta de valoración económica de “servicios de ecosistema” (1).

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    Economa Verde versus economa del crecimiento. El caso de Thomas Piketty (*)

    Rupert Read Qu sera una economa radical actualmente? Tendra dos componentes. En primer lugar, debe entender la economa necesariamente como economa poltica; como una creacin social humana continua, sujeta a la manipulacin poltica y a nuevas visiones y acciones polticas positivas. En segundo lugar, debe ser una economa ecolgica Verde, lo cual quiere decir que haya asimilado el central punto de partida copernicano de los

    fundadores de la economa ecolgica, Herman Daly y Robert Constanza: que los deseos humanos inmediatos deben dejar de ser el centro del sistema de la ciencia econmica, y que ese lugar lo debe ocupar la capacidad de la Tierra (energizada por el Sol) para sustentar la vida hacia el futuro indefinido. Y debe ser una economa Verde en virtud de que rechace la idea de Constanza de que la economa neoclsica/neoliberal asimile el valor de la vida, una asimilacin manifestada por ejemplo en su propuesta de valoracin econmica de servicios de ecosistema (1). Hoy en da no es inusual (excepto en las capitales acadmicas de la economa oficial) encontrar uno u otro de estos componentes, pero sigue siendo deprimentemente raro encontrarlos a ambos juntos. La apremiante crisis socio-poltica manifestada y luego intensificada por la crisis financiera, en todo caso, ha puesto a la naturaleza y consecuencias de la desigualdad social en los primeros planos de la imaginacin pblica. El movimiento Occupy y la creciente atencin del pblico a la devastadora crtica de Richard Wilkinson y sus colegas (2) han sido dos sntomas de estos cambios. Un tercero se sum ms recientemente: el imprevisto xito de El Capital en el siglo XXI, el ampliamente discutido y elogiado libro de Thomas Piketty publicado en 2013 en francs, y traducido al ingls en 2014 (3). La propuesta de Piketty de un impuesto global a la riqueza para contrarrestar los niveles de desigualdad actualmente generados en nuestro mundo es interesante y bienvenida. (De hecho, en medio de los abusos contra las libertades civiles que hemos padecido desde los inicios de la Guerra contra el terrorismo, algo rescatable es que, en mayor medida que nunca antes, dicho impuesto global debera en teora ser practicable y ejecutable, ya que muchos gobiernos ahora vigilan muy de cerca los flujos de riqueza. En esto tambin ha colaborado el trabajo realizado por Richard Murphy y otros al abrir los parasos fiscales al intercambio automtico de informacin, lo cual significa que tenemos mucho mejores datos para analizar.) El anlisis de Piketty sobre la importancia de la desigualdad de riqueza --y no solo de la desigualdad de ingresos, sobre lo cual se enfocaron Wilkinson y Pickett-- es igualmente bien recibido, y hace notar con detenimiento la naturaleza (y los correspondientes riesgos) de la acumulacin de capital. A partir de estos dos anlisis se sigue que Piketty prevenga contra el espectro de un regreso a gran escala de niveles de oligocracia y niveles de concentracin no vistos en un pas como el Reino Unido al menos desde el surgimiento del sufragio democrtico moderno, a menos que implementemos un impuesto a la riqueza y otras medidas que tengan xito en restringir de algn modo el poder del capital.

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    Contra el crecimientismo En cualquier caso, aunque esta atencin sobre la desigualdad es bienvenida, debemos ser cuidadosos de no dejar que nos ciegue en cuanto a los estrictos lmites de la posicin del propio Piketty en la economa poltica. Una de estas limitaciones ha sido ya bastante comentada: el fracaso casi total de Piketty, despus de un inicio promisorio a inicios del primer captulo de su libro, de analizar su objeto de estudio en relacin con los temas de la explotacin y las clases sociales en Marx (4). Aqu me centrar, sin embargo, en la otra ausencia fatal de la economa poltica de Piketty: su fracaso en tomarse en serio los lmites ecolgicos al crecimiento. Piketty argumenta que si el crecimiento en una economa capitalista es ms elevado entonces, si todos los dems factores siguen iguales, la riqueza ser distribuida ms equitativamente. Sigo extremadamente dudoso de que haya probado esto; la causacin, por supuesto, no se prueba por la pura correlacin. Los datos son, de hecho, igualmente compatibles con la afirmacin de que ha existido una correlacin parcial y fortuita entre crecimiento econmico elevado y perodos de regulacin democrtica, reforma y gobernanza de la economa, y que haya sido este ltimo factor el principal responsable de la relativa equidad de la distribucin de riqueza en tiempos de mayor crecimiento econmico. Piketty tal vez haya ofrecido algunos datos y reflexin para sostener el argumento de que, en una economa capitalista crecimientista, podra esperarse que el ms elevado crecimiento econmico haga levemente ms posible una ms equitativa distribucin de la riqueza, procurando ciertas condiciones. (Polticamente, el objetivo de redistribuir alguna riqueza es, de cierto modo, ms fcil de lograr cuando los ingresos estn aumentando, pues entonces hay menos perdedores aparentes.) Empero, esta afirmacin solo vale para las personas de hoy en da, y no para personas futuras (sin hablar de los animales no humanos), quienes estn por tanto enteramente ausentes del balance y clculos de Piketty. Si el crecimiento econmico llevar a que futuras generaciones sufran, entonces no es igualitario, suponiendo que nos tomemos en serio la idea de que las futuras generaciones importan, que las personas del futuro son nuestros iguales. Por supuesto, los economistas alegarn que todas las personas de ahora hasta el fin del tiempo estn en sus ecuaciones, como si vivieran en un presente dado por asumido: pero ese es precisamente el problema. Al asumir precipitadamente que el crecimiento proseguir para siempre, los economistas convencionales como Piketty dan por descontado el futuro: entre ms lejos en el futuro uno mire, menos importa la gente que viva all. En una poca en la cual se hace cada vez ms claro que la humanidad corre contra los lmites del crecimiento, es ilusorio buscar esgrimir un argumento igualitarista a favor

    del crecimientismo. El crecimientismo est causando el debilitamiento de las condiciones de vida, en particular para las generaciones futuras: puesto que es ante todo el crecimiento econmico el culpable de que hayamos sobrepasado colectivamente los lmites del planeta, lo cual se manifiesta por ejemplo en la crisis de la biodiversidad: nos hemos enterado recientemente de que la mitad de toda la vida silvestre de la tierra ha desaparecido en los ltimos cuarenta aos. Este dato es suficiente por s solo para debilitar la tesis de Piketty a favor del crecimiento econmico. La primera virtud de cualquier sociedad decente debera ser que no destruya las condiciones de posibilidad para la vida de sus hijos: el hecho de que el crecimiento sea necesario en una economa capitalista, supuestamente para ayudar a

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    hacer ms equitativa la distribucin de la riqueza, ya no tiene mucho peso, pues debemos empezar a pensar ms all de una economa capitalista. Una economa post-crecimiento en equilibrio, por definicin, no permitira que el imperativo de crecimiento del

    capitalismo desgarre los recursos naturales, sino que buscara reducir la cantidad de rendimientos materiales o sea, de uso de recursos y contaminacin a niveles propios de un solo planeta. He indicado ya que uno de los elementos centrales de la respuesta de Piketty a la actual crisis es ms de lo mismo, o sea, ms crecimiento cuyas ganancias puedan entonces ser redistribuidas. No obstante, la dura verdad ms bien sera que, a nivel de la poltica

    pblica y la discusin democrtica, ese crecimiento es en la prctica una alternativa a la redistribucin igualitaria, una alternativa a cualquier esfuerzo serio por crear una sociedad ms igualitaria. La promesa del crecimiento es un reemplazo de la necesidad de compartir. As es como el crecimientismo ha superado al socialismo: los polticos de izquierda se

    unen a los de derecha a travs del mantra de que toda la sociedad se beneficia de un pastel ms grande, el cual entonces podra supuestamente dividirse para repartir partes ms grandes para todos, a pesar del hecho de que en un pas como el Reino Unido estamos viviendo un crecimiento del que ninguno de los beneficios estn goteando al 99% de la

    poblacin. (El PIB total del Reino Unido est ahora por encima de su nivel de 2007, pero la mayora de las personas en el pas estn peor que en ese ao, en parte debido al aumento de la poblacin, lo cual implica que el PIB en promedio por persona est decayendo, pero tambin simplemente porque la desigualdad ha seguido creciendo.) Una sociedad post-crecimiento estara obligada a enfrentar el tema que la ideologa crecimientista --con su promesa de un pastel siempre creciente-- nos permite evadir: la de cmo compartiremos lo que tenemos conjuntamente. As que la afirmacin de Piketty de que el estancamiento del crecimiento sea malo para la mayora estara exactamente equivocado, y no solo porque el acaparamiento de virtualmente todas las ganancias del crecimiento por parte de la lite est sucediendo en este momento. De hecho, un estancamiento del crecimiento y una voluntad de ver que el pastel no puede seguir creciendo ahora que los ingredientes se agotan puede ser finalmente lo que fuerce a que la mayora recupere algo de la riqueza actualmente acaparada por los ricos. La verdadera condicin para la redistribucin bien puede ser ahora el reconocimiento de que no podemos depender ms del crecimiento. En el corazn del libro de Piketty est su frmula r > c: la tasa de retorno del capital (r)

    es tpicamente ms grande que la tasa de crecimiento econmico (c). Pero, nos ayuda Piketty a entender las condiciones bajo las cuales r puede reducirse? Difcilmente. Nos ayuda a entender por qu r > c? No. Considera como si en la prctica r fuera

    exgeno. Y por esto no entra de modo serio a pensar cmo podran ser las cosas ms que

    malas si redujramos c a cero, o sea, si aceptramos o asumiramos deliberadamente un futuro post-crecimiento. Tampoco considera seriamente qu podra pasar si la estructura (de la propiedad) del acervo de capital, de la riqueza, llegara a ser alterado por ejemplo por un aumento masivo en la economa que no busca el lucro. Una base de propiedad del capital radicalmente diversificada --o, alternativamente, mayormente en propiedad del Estado-- podra implicar que un r mucho ms alto que c podra disminuir la desigualdad.

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    De los labios hacia afuera, Piketty reconoce la importancia del medio ambiente, al menos pareciendo reconocer algn tipo de lmites a nuestra capacidad de contaminar la atmsfera dentro de ciertos mrgenes ecolgicos. Casi al final del libro, trata de sugerir que sus propuestas son compatibles con la salubridad climtica, al estilo de Lord Stern

    (aunque esto se deba sobre todo, como en el caso de Stern, a su preocupacin de que el cambio climtico limite el crecimiento econmico). En todo caso, la humanidad est rasgando los lmites del crecimiento debido a la todava frgil capa de ozono, la crisis de biodiversidad y especialmente la crisis climtica. Esto significa que toda salubridad climtica, como indica actualmente el importante cientfico del clima Kevin Anderson, requiere de una reconsideracin del imperativo crecimientista, pues entre ms crecimiento econmico haya, ms difcil se vuelve encontrar un manejo de las emisiones que no lleve al cambio climtico desenfrenado y catastrfico. Adems, se puede argumentar que la accin contra el cambio climtico producido por los seres humanos podra reducir la desigualdad al eliminar el capital mtico, tanto tangible

    como intangible. Mucho capital tangible es mtico, como los activos obsoletos de la

    industria de combustibles fsiles, la cual no podr quemar todos los activos a su disposicin, pues si lo hiciera destruira el clima del mundo, y por tanto la economa global. Igualmente (y este no es en realidad un punto separado del anterior), mucho del capital financiero intangible es mtico, ya que se basa en deudas y supuestos que nunca podran cumplirse en el mundo post-crecimiento por venir. Como ha mostrado claramente en aos recientes el trabajo de Peter Victor, Tim Jackson y Samuel Alexander, crisis ecolgicas como la crisis climtica no pueden ser resueltas sin renunciar a la quimera del crecimiento verde, debido a que, aunque en principio es

    posible reducir nuestro impacto ecolgico colectivo y al mismo tiempo aumentar el tamao de nuestra economa, estos autores nos han dado buenas razones para pensar que simplemente no es posible hacerlo con un ritmo suficientemente rpido como para evitar el desastre. El Reino Unido est consumiendo tanto como si existieran cuatro planetas Tierra. Volver a vivir dentro de las posibilidades de un solo planeta, dentro de un perodo de tiempo apropiado para evitar la catstrofe climtica y para prevenir una sexta extincin planetaria masiva, requiere trascender la necesidad percibida del crecimiento econmico. Me parece que en este aspecto Piketty le ha rehuido a la incmoda conclusin de sus propios datos: que el capitalismo crecimientista es un generador de desigualdad tanto para el presente como para escalas de tiempo mucho ms amplias. El capitalismo crecimientista --y no hay otro tipo de capitalismo-- sistemticamente lleva a la desigualdad. Lleva a la desigualdad-en-el-futuro en parte debido a los rendimientos exponenciales de la deuda. As, para no llevar a la sobreexplotacin humana, se ha sostenido gracias a la explotacin del planeta para reducir el impacto acumulativo de la imposibilidad de pagar los rendimientos del dinero; sin embargo, esta explotacin desemboca en un agotamiento brutal del futuro. Y lleva a la desigualdad-en-el-presente en parte porque de todos modos an insistimos en pagar rendimientos del dinero, y en la mayor parte del mundo no estamos ms cerca de implementar una condonacin de las deudas --o siquiera una revisin de ellas-- que lo que estbamos en 2007.

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    Un impuesto a la riqueza debidamente estructurado puede ciertamente ser un componente de una sociedad ms Verde, ms justa y ms equitativa, como sugiere Piketty. Pero la dura verdad es que la introduccin de un impuesto de ese tipo no suceder antes de que renunciemos a nuestro desesperado apego a contrasentidos como crecimiento

    Verde y crecimiento igualitario, y enfrentar, finalmente, la necesidad de compartir la

    riqueza mucho ms equitativamente, en un mundo que finalmente entienda que el crecimiento perpetuo es la ideologa de la clula cancergena, y no la de una alternativa Verde genuinamente crtica de la dinmica del capitalismo (5). Sin Ferraris Despus de Piketty tal vez estemos ligeramente ms cerca que antes al primer criterio de una economa radical con el que abr este comentario: una economa propiamente poltica, y en particular una comprensin de la importancia de la desigualdad y sus consecuencias, as como el desarrollo de propuestas para reducirla. Pero, como digo, en el mejor de los casos solo de un modo muy ligero, pues el fallo de este autor al abordar de modo serio el segundo criterio --la necesidad de hacer Verde la economa-- se convierte en una severa limitacin respecto a cunto nos pueda ayudar con el primero. Los destacados economistas ecolgicos del post-crecimiento, Tim Jackson y Peter Victor, han escrito un impresionante reporte en el cual detallan contra Piketty, decisivamente, que un crecimiento bajo o nulo no implica necesariamente un aumento de la desigualdad. (6) El meollo de su argumento es que se puede reducir la desigualdad si uno deliberadamente contrarresta la tendencia del neoliberalismo a hacer la fuerza de trabajo reemplazable por el capital (y sujeta a menores rendimientos que ste). Esta es una veta de cambio poltico mucho ms profundo que el recomendado por

    Piketty. La idea de este autor de crear un impuesto global a la riqueza es esencialmente redistributiva, es una idea socialdemcrata. Que parezca radical solo muestra cunto

    nuestra sociedad se ha dejado llevar a considerar al neoliberalismo como lo normal. Por supuesto, en otro sentido, el llamado de Piketty por un impuesto global a la riqueza es tambin esencialmente utpico. Como ha sealado Dean Baker, es muy difcil ver que se cumpla en un sistema como nuestro capitalismo actual. Ser esto, extraamente, una pista respecto al porqu del extraordinario xito del libro? Piketty hace que los liberales se sientan radicales, mientras les reafirma que, lamentablemente, en la prctica el sistema

    capitalista es inmutable. En contraste, Jackson y Victor estn hablando de una reconfiguracin social ms radical, para poner las necesidades y derechos de las personas comunes --dentro de un contexto estricto de fronteras planetarias no negociables-- en una posicin ms protagnica y, siguiendo a Polanyi, subordinar los negocios y la economa bajo tales necesidades y derechos, en lugar de a la inversa. Mientras que el crecimientismo simplemente producira un montn de cosas que podran entonces ser redistribuidas (por ejemplo,

    mediante un impuesto a la riqueza), una economa poltica post-crecimiento se preocupa por el valor que las personas encuentran en el trabajo, y en apuntalar al trabajo y la vida, en oposicin al capital, como el punto de partida. Jackson y Victor muestran que la riqueza solo se acumular masivamente del modo que Piketty sugiere, si entre otras cosas se hace fcil sustituir trabajo por capital. Y eso significa, crucialmente, que solo si hay gran

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    cantidad de energa para que las mquinas reemplacen a la gente. As, este es otro modo en el que la ecologa muestra lo que hay de equivocado en el argumento de Piketty: ha asumido, precipitadamente, que no dejaremos la mayor parte de los combustibles fsiles bajo tierra, como deberamos. En lo que respecta al fenmeno Piketty, es alentador ver a tanta gente entusiasmada por un voluminoso y seco libro izquierdoso de economa y estadstica. No obstante, al final tendremos que buscar en otra direccin para encontrar la economa radical que este momento histrico necesita tan urgentemente. Deberemos ver, en particular, ms all de la suposicin, comn a Piketty, Stern y la reciente Comisin Global sobre Economa y Clima (7) de que sea sabio, o siquiera posible, continuar buscando el crecimiento econmico como respuesta a nuestros problemas. Necesitamos superar la nostalgia hegemnica por un crecimiento elevado (8) tanto como la infantil fantasa izquierdista de que todos podamos tener un Ferrari. (9) Una posicin contra la austeridad difcilmente es radical si se apoya en un productivismo incuestionado a la vez que lleva hacia l. Notas * Traducido del ingls por George Garca Quesada. Artculo tomado de la revista Paquidermo [http://www.revistapaquidermo.com]. Publicado originalmente en Radical Philosophy No. 189. Enero-Febrero 2015. Ver: http://www.radicalphilosophy.com/commentary/green-economics-versus-growth-economics 1. Cfr. Kathryn Yusoff, The Valuation of Nature: The Natural Choice White Paper, Radical Philosophy 170, Noviembre/Deciembre 2011, pp. 2-7. 2. Principalmente, Richard Wilkinson y Kate Pickett,The Spirit Level: Why More Equal Societies Almost Always Do Better, Allen Lane, Londres, 2009. Ver tambin su ms reciente A Convenient Truth: A Better Society for Us and the Planet, Fabian Society, Londres, 2014, que lleva ms su discusin sobre la desigualdad hacia el tema de la sostenibilidad. 3. Thomas Piketty,Capital in the Twenty First Century, trad. Arthur Goldhammer, Harvard University Press, Cambridge MA, 2014. 4. Sobre esto, ver Erik Olin Wright, Stay Classy, Piketty, Public Books, 2014; Photis Lysandrou, Missing the Class in Wealth Distribution, Morning Star, 2 June 2014; y David Harvey, Reflexiones sobre El Capital de Piketty. 5. Tal alternativa post-crecimiento es la que mis colegas de Green House y yo bosquejamos en nuestro libro The Post-Growth Project: How the End of Economic Growth Could Bring a Fairer and Happier Society, ed. John Blewitt and Ray Cunningham, Green House, Londres, 2014. El ttulo creo que resume cmo tratamos de ofrecer un antdoto a Piketty. Ver tambin Joel Kovel, The Enemy of Nature: The End of Capitalism or the End of the World?, Zed Books, Londres, 2007. 6. Tim Jackson y Peter A Victor, Does Slow Growth Increase Inequality? Some Reflections on Pikettys Fundamental Laws of Capitalism, Passage Working Papers Series, 2014,

    www.prosperitas.org.uk/assets/ does-slow-growth-increase-inequalitypaper.pdf 7. Ver Felipe Caldern, Climate Change, Economic Growth Possible, USA Today, 16 de Septiembre de 2014, www.usatoday.com/story/opinion/2014/09/16/felipe-calderone-climate-change/15676035 8. Piketty piensa que el crecimiento econmico caer cuando el crecimiento de la poblacin

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    se estabilice; por tanto, considera que necesitamos un impuesto a la riqueza para prevenir la desigualdad siempre creciente. Pero an cree que habr crecimiento econmico, y deseara que fuera ms elevado. En suma, no ha salido del viejo paradigma. 9. Ver Daniel Ben Ami, Ferraris for All: In Defence of Economic Progress, Policy Press, Bristol, 2010.