Educar sin morir en el intento

Conferencia para los padres. Jueves 19 dediciembre IES Heliche

1. Demuéstrale que le quieres

Además de quererlos hay que decírselo y demostrarlo. Amor incondicional 

Es la base sobre la que asentarán las raíces de su personali-dad.

  Eso no excluye que haya que reñirles cuando sea necesario. El adolescente necesita sentirse seguro y querido por sí mismo. .

2. Hable con ellos

 

La comunicación es vital: Los padres deben hacer sentir a los hijos que escuchan sus opiniones. Aunque eso no significa que se tenga que hacer lo que el niño quiera. . Que expresen sus preocupaciones y problemas y así puedan ayudarles.

Escuchar con atención lo que quieren explicar o preguntar.

3. -Hacer juntos al menos una comida al día

Desayunar, comer o cenar toda la familia junta es muy recomendable, ya que alrededor de la mesa se pueden estrechar las relaciones.

4.-Apagar la tele en las comidas

La televisión no debe ser nunca el centro de los momentos en los que la familia está reunida. En lugar de ver un programa se puede aprovechar la comida para dialogar, preguntar a los hijos sobre los planes que tienen para ese día o interesarse de cómo les ha ido la jornada.

5.-Hacer planes juntos

Es bueno dedicar tiempo a divertirse en familia.

6.- La calidad más que la cantidad

Es importante que los padres pasen el máximo tiempo posible con los niños, pero sin que esto suponga un agobio o sentirse culpable si por trabajo no se puede pasar con los hijos todo el tiempo que se quisie-ra. Es más importante la calidad que la cantidad. 

7. Ser ejemplo

Los padres son un espejo en el que se miran los niños. De forma consciente o inconsciente lo modelos de los padres son los que repetirán los hijos. Por eso es importante cuidar el comportamiento en casa. No gritarse, no faltarse el respeto, cumplir las promesas y tener un buen trato entre ellos y con sus amigos, harán que imiten un estilo de conducta muy positivo.

8. Aceptarlos tal y como son

No existen los niños perfectos. Cada niño tiene su propia personalidad, y los pa-dres deben ayudar a corregir sus defectos, guiándole en sus dificultades y educándole, pero eso no signifi-ca querer que sean quienes no son.

Hay que respetar sus gustos, sus amistades y su forma de ser.

Padres que proyectan.

9. Conocer a sus amigos

Los padres deben conocer a los amigos de sus hijos, esto les ayudará a percibir que influencias reciben...

La mejor forma es invitarlos a casa, interesarse por sus cosas y crear un clima en el que el niño se sienta có-modo y en el que quiera incluir a sus compañeros

10. Dejar que decidan y que se equivoquen

Crecer supone también aprender a equivocarse. Los padres no pueden educar al niño en una " burbuja" para evitar que sufran. Hay que darles autonomía, aumentán-dola a medida que crecen.

11.- Respeto a la privacidad

 

Hay que respetar su espacio. El dormitorio de un adolescente y sus llamadas telefó-nicas, mensajes, emails, deben ser algo privado y no hay necesidad de compartir con sus padres todas sus ideas o activi-dades. 

Todos los niños, adolescentes o no, re-quieren supervisión de los padres y hay derecho a saber dónde estará el hijo y qué irá a hacer. Pero no hay que esperar que den todos los detalles ni que haya in-vitación para ir con él/ella.  No presionarlo y mantenerse receptivos para que el joven sepa que puede contar con el apoyo de los padres. 

12.-Control sin tercer grado

La adolescencia es a menudo una época para experimentar y a veces esto incluye comportamientos arriesgados. No eluda los temas relacionados con el sexo, las drogas, el alcohol y el tabaco; conversar con nuestros hijos abiertamente para que actúen de forma responsable cuando lle-gue el momento. 

Establecer de antemano reglas apropia-das: Saber ceder y ser flexibles. Si su hora de llegada no es la que el quiere, hay que tratar de negociar. Si se porta bien, el aumentar la hora de llegada puede ser un premio. Hay que fijar normas y límites pero a través del diálogo para que los hi-jos acepten y asuman compromisos. Hay que tener previstas las sanciones

13. Crítica y elogios

La crítica y la corrección debe combinarse con el uso frecuente de elogios. Por muy desastre que te parezca tu hijo, siempre tiene valores positivos que hay esforzarte en reconocer. Además es necesario corregir con mucho cariño. Por tanto la crítica serena , sin precipitaciones y sin apasionamien-to. Cuidadosa, sin ironía, sin sarcasmo...

No hay que tratarlos como seres inferiores que explican cosas de las que estamos de vuelta.

No hay que sermonear… 

No aprovechar cualquier ocasión para soltarles “el mismo rollo”.

14.- No hacer comparaciones

Es importante evitar, tanto cuando se les haga propuestas como cuando se les censura, ponernos a nosotros mismos como modelos o poner como ejemplo a otras personas Es injusto, ofensivo y un camino seguro para conseguir su animadversión.

En todo caso compáralo con él mismo ("Seguro que lo conseguirás, como cuando hiciste...").

15.- Libertad y responsabilidad

Libertad según responsabilidad A mayor res-ponsabilidad, mayor autonomía, y ante faltas de responsabilidad, restricciones de autonomía.

Siempre hay que decir porqué. Siempre que se les pida que hagan algo, hay que explicar por qué se les pide. No hay que usar expresiones como "porque lo digo yo" o "porque sí". 

No tenemos que dudar siempre. Hay que dejar que se expliquen. Dar crédito a lo que dicen salvo cuando se tenga certeza de lo contrario. 

16.- Perdonar y pedir perdónHay que perdonar cuando sea necesario. Hay que perdonar y si es necesario pedir perdón, esto no hace a nadie más pequeño ante ojos del niño sino más grande.Tiempo, para él y con él. El debe ser lo más importante.