EJERCICIOS ESPIRITUALES, de Jose Alejandro Restrepo

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MAESTRÍA INTERDISCIPLINAR EN TEATRO Y ARTES VIVAS // 1

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Registro de Ejercicios Espirituales de Jose Alejandro Restrepo presentado en la Casa del Teatro Nacional en 2013. Premio Luis Caballero.

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  • maestra interdisciplinar en teatro y artes vivas // 1

  • j o s e a l e j a n d r o r e s t r e p o

  • j o s e a l e j a n d r o r e s t r e p oEjercicios Espirituales

    Primera edicin, Febrero de 2015

    Universidad Nacional de Colombia

    Facultad de Artes. Sede Bogot

    Jose Alejandro Restrepo

    Rector Ignacio Mantilla PradaVicerrector Sede Bogot Diego Hernndez LosadaDecano Carlos NaranjoVicedecano de Investigacin y Extensin Alberto AmayaDirector Centro de Divulgacin y Medios Alfonso Espinosa Parada

    Cordinador Maestra Interdisciplinar en Teatro y Artes Vivas Alejandro Jaramillo HoyosAsistente Maestra Interdisciplinar en Teatro y Artes Vivas Carol Patricia Casas H

    Edicin Alejandro Jaramillo HoyosDiseo Grfico Marisol Del Rosario VallejoFotografa Guillermo Santos Oscar Monsalve Gianni Congiu

    e j e r c i c i o s e s p i r i t u a l e sMaestra Interdisciplinar en Teatro y Artes Vivas

  • 4 // cuadernos de la facultad de artes maestra interdisciplinar en teatro y artes vivas // 54 // cuadernos de la facultad de artes maestra interdisciplinar en teatro y artes vivas // 5

    En este nmero de Cuadernos de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Co-lombia, se da continuidad a las publicaciones anteriores que salieron a la luz dentro de la coleccin Cuadernos de la Mae-stra Interdisciplinar de Teatro y Artes Vivas- MITAV.

    As, se ponen en circu-lacin los conocimientos con-struidos mediante diferentes

    acciones y proyectos de creacin e investigacin realizados en el marco de esta Maestra. Adems, se exploran diversos tpicos que giran alrededor de la integracin transdisciplinar de las artes vivas. Los cuadernos de la MITAV estn asociados a la lnea de investigacin y al grupo Observatorio de Performancia y Poltica de esta Facultad.

    Presentamos un recorrido por la obra Ejercicios Espiri-tuales de Jos Alejandro Restrepo. La edicin impresa nos pone en la difcil situacin de traducir e imprimir la experiencia viva de una obra cambiante, con mltiples acciones y materiales audiovisuales.

    Lo efmero y presente de cada semana se plasma ahora como huella textual y visual que evidencia tanto las reflexiones del autor como los reflejos de su obra en las lentes fotogrficas. El texto sigue la lgica de la construccin de la obra misma al confec-cionar un relato y una escritura particulares en donde se integran palabras e imgenes con una tarea minuciosa de recopilacin y seleccin de piezas de archivo.

    Ante la imposibilidad de dar cuenta de la experiencia, el documento intenta ser la base de una nueva experiencia. En este caso, la lectura de un ensayo visual: un objeto nuevo ubicado en la memoria de la presentacin en vivo que abre la posibilidad a la construccin de nuevos sentidos desde el lugar de quienes leen.

    Jos Alejandro Restrepo vincul a la realizacin de su montaje a un grupo de artistas y pensadores, que adems tien-den un puente de participacin hacia los estudiantes de la cuarta

    cohorte de la MITAV. De esta manera, el Observatorio sigue pro-duciendo testimonios sobre el desarrollo investigativo de las Artes Vivas y fomentando relaciones entre universidad y creacin.

    Ejercicios espirituales dialoga con la vida y la poltica de nuestros das a travs de los ejercicios contemplativos de Igna-cio de Loyola. Este proceso de transposicin fue abordado como una puesta en escena enmarcada en una temporalidad especfica: cuatro semanas con sus correspondientes puntos de dilogo y de contacto con la compleja realidad social actual.

    La presencia del pblico potencia la imagen y la accin; se vuelve un elemento del montaje y construye una nueva imagen total y tridimensional en la cual los aspectos religiosos conducen a la crtica poltica de maneras mltiples.

    Este relato en imgenes es pues un documento para la me-moria de la produccin artstica desde la Universidad Nacional, y tambin un testimonio sobre las maneras en que la creacin deviene investigacin y produce conocimiento.

    ALEJANDRO JARAMILLO HOYOS

    del editor

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    El proyecto Ejercicios Es-pirituales, se plante como una experiencia videogrfica y per-formativa a realizarse durante 4 semanas (Octubre 2 al 26 de 2013) en la Casa del Teatro Nacional de Bogot. Esto en el marco de la sptima edicin del Premio Luis Caballero, auspiciado por Idartes.

    Trabaj con performers invitados (Nadia Granados La Fulminante, Jorge Va-lencia, Andrs Castaeda y Oscar Corts) as como con los

    estudiantes de la Maestra en Teatro y Artes Vivas de la Univer-sidad Nacional (MITAV). Aqu, la propuesta para los estudi-antes fue acercarse de primera mano a un proceso de creacin en artes vivas, desde el interior mismo de los procesos y las difi-cultades y adems, participar activamente en las presentaciones pblicas. El nmero de estudiantes participantes en la obra vari-aba de semana a semana, pero en las preparaciones y ensayos asistan todos como parte de sus clases. Solo una hora antes de la presentacin, segn el nmero de estudiantes presente, se acord-aban la asignacin de las acciones y se repasaba la estructura general de ese da.

    Los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola se me ofrecan como una estructura dramtica, como un aparato de produccin y una caja de herramientas visuales, sonoras y con-ceptuales. La obra original est dividida en cuatro semanas, las mismas de la exposicin. Aunque evidentemente no se trataba de una ilustracin de la obra original, si conserv una estructura de este orden:

    - Semana 1: contemplaciones 1-2-3-4-5.- Semana 2: contemplaciones 1-2-3-4-5.- Semana 3: contemplaciones 1-2-3-4-5.- Semana 4: contemplaciones 1-2-3-4-5.

    Cada semana se trabajaron materiales, ensamblajes y pre-sentaciones nuevas. El resultado fue una experiencia artstica de experimentacin con pblico en vivo, con un espacio escnico y con materiales de video y sonido. Tambin se pens como una propuesta metodolgica de laboratorio con artistas de diferentes disciplinas, en una creacin continua de casi un mes de duracin.

    Gracias a los estudiantes de la Mitav: Agnes Brekke, Ana Mara Gmez, Andrs Montes, Camilo Cogua, Carolina Saave-dra, Cesar Duarte, Daniela Bright, Rafael Acero, Douglas Sa-lomn, Maribel Acevedo, Catalina Mosquera, Jessica Garcs, Jorge Mario Escobar, Juan Pablo Gonzlez, Lalo Santi, Laura Wiesner, Luisa Fernanda Acua, Natalia Duarte, Paloma Salga-do, Santiago Meja, Santiago Seplveda, Tatiana Moreno, Reinel Arango, Hernando Parra.

    Performers invitados: Jorge Valencia (semanas 2 y 4), Na-dia Granados La Fulminante (semana 2), Oscar Corts (sem-ana 2), Andrs Castaeda (semana 3), Rafael Acero (semana 4).

    Agradecimientos especiales a Heidi Abderhalden y Bruno Mazzoldi, Nadia Granados, Oscar Corts, Jorge Valencia, An-drs Castaeda, Alejandro Jaramillo, Cristina Lleras, Julin Ser-na, Juan David Laserna, Ana Mara Villate, Ruth Jaramillo y La Casa del Teatro Nacional.

    El equipo de trabajo:Edicin video y sonido: Juan CortsVideo en vivo: Juan OrozcoAsistente de direccin: Carlos PrezFotografia: Guillermo Santos Oscar Monsalve Gianni Congiu

    ejercicios espirituales

    Introduccin

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    Hacia 1540, San Ignacio de Loyola publica sus Ejer-cicios Espirituales (EE). Li-bro-manual que, con base en ejercicios y prcticas perfect-amente estipulados y ordena-dos, da a da, hora por hora, durante cuatro semanas, le ayudara al ejercitante a alca-nzar el estado de gracia1. Una pgina divulgadora en internet los describe as: Todo ejercicio implica esfuerzos, romper la inercia de los modos de vivir, salir de la pasividad del or, del ver, del comportarse simplemente como un espectador. Exigen entrar a ser actores: subir al esce-nario y actuar, bajar al campo de deporte y jugar, entrar en la palestra del espritu y luchar. 2

    Se habla aqu de escenarios, espectadores, actores, sentidos alterados (fuera de la pasividad), asuntos que constituyen todo un programa de percepcin expandida y arte performativo. Para lograr su propsito, las estrategias son diversas. El arte barroco Europeo y el Neogranadino emplearon las tcnicas retricas de la emblemtica, el arte de la memoria y la composicin de lu-gar. Fernando de la Flor (1995) lo ha estudiado en profundidad: Esta escena o teatro de imgenes impresivas- a la que con toda propiedad podemos calificar de mnemotcnica, debe enfren-tarse para ser activada metdicamente con los puntos de una lista preestablecida; listas que son principalmente las de los diez man-damientos, los siete pecados capitales, las tres potencias anmi-cas, los cinco sentidos3.

    1 Las cuatro semanas corresponden a: consideracin y contemplacin de los pecados, vida de Cristo, pasin de Cristo, resurreccin y ascensin.

    2 Remolina, G. SJ. Ejercicios espiri-tuales acompaados. En: Comunidad de vida cristiana Colombia. http://www.cvxcol.org/portal/files/ejerciciosEspiri-tuales.pdf [citado: 01/07/2014].

    3 De la Flor, F. (1995). Emblemas. (p.149) Alianza Forma, Madrid.

    ejercicios espirituales y teatralidad

    En un cierto sentido, la religin cristiana es quizs la menos

    religiosa.GeorGes Bataille

    Sorprende que el empleo de listas como estrategia cre-ativa sea frecuente slo mucho despus, entre artistas del siglo XX (escritores como Joyce, Perec, Gmez de la Serna, Barthes, Borges, Eco 4; filsofos como Benjamin, Wittgenstein y Nancy; artistas plsticos como Richter, Broodthaers, Boltanski, Sophie Calle; cineastas como Greenaway; videoartistas como Christian Marclay). Las listas son una manera eficiente de condensar in-quietudes y exigencias de una cierta esttica contempornea: muerte del autor, valorar lo fragmentario, salir de las narrativas aristotlicas, enfatizar lo estructural y no lo psicologizante. Las listas estn cerca del calendario, de los inventarios, de la enci-clopedia, del atlas, de los archivos en esencia es un trabajo de collage y de montaje5.

    En la literatura mstica colombiana, la obra de la madre Josefa del Castillo constituye un ejemplo notable. Sus Afectos Es-pirituales escritos en dos tomos entre 1690 y 1695, se estructuran como secuencias consecutivas de Afectos (tomo I: Afectos 1 al 108, tomo II: Afectos del 1 al 87). Adems de la originalidad estructural de la obra, llama la atencin la fuerza del concepto y la prctica performativa de los afectos. Deleuze, reinterpretan-do a Spinoza, reconoce una teora de los afectos como la capaci-dad del cuerpo de afectar y verse afectado.

    Barthes (1977) escribe sobre Loyola6, no desde la mstica sino desde la teatralidad. Una teatralidad ms cercana a las ex-perimentaciones de Mallarm que a la tradicin del teatro oc-cidental: se trata de un teatro de mecanismos combinatorios mviles, un despliegue de relaciones y estructuras complejas que pro(mueven) la diseminacin de las formas y el sentido. La te-atralidad que defiende Barthes es una energa metafrica que va por todos lados: en la escritura, en las imgenes es ante todo una operacin y no una forma con contenidos. Es en este sentido que Loyola es un escengrafo que invita a los ejercitantes a que se presenten a s-mismos (una premisa terica del performance) y su mtodo es fundamentalmente una estructura, es decir una forma inteligente7.

    Los EE proponen explorar en la prctica la nocin de com-posicin de lugar, composicin viendo el lugar, como recurso funda-

    4 A este respecto Umberto Eco pub-lic El vrtigo de las listas, en 2009, acom-paando una curadura para el museo del Louvre.

    5 El cineasta ruso Sergei Eisenstein de-fine el montaje as: el libre montaje de influencias (atracciones) independientes, conscientemente seleccionadas () pero con una intencin exacta sobre un deter-minado efecto temtico final. Citado por Burger, P. (1987) Teora de la vanguar-dia, (p.141) Ed. Pennsula, Barcelona.

    6 Barthes, R. (1977) Sade, Loyola, Fouri-er, Monte Avila Ed., Caracas.

    7 Ibid., p.49. Para el autor, Sade y Fourier tambin son escengrafos pero operan en locaciones y programas artsti-co-polticos diferentes.

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    8 Aug, M. (1993) Los no lugares. Es-

    pacios del anonimato, Gedisa, Barcelona.9 San Ignacio de Loyola (1927) Ejerci-

    cios Espirituales. (p. 210)Ed. Apostolado. Madrid.

    10 El mtodo Stanislavsky le propone al actor ponerse en el lugar del personaje, debe creer en que todo lo que ocurre en escena es real. El actor ve por s mismo todo lo que debe convencer a su interloc-utor, aprendiendo a visualizar los sucesos de la vida del personaje.

    11 San Ignacio de Loyola. Op.cit. (p. 192).

    12 De Certeau, M. (2007) El lugar del otro. Historia religiosa y mstica. (p. 258) Katz Editores, Buenos Aires.

    uno est, crea la composicin de un nuevo lugar13. Para Georges Bataille (1972), los estados de arrobamiento y

    xtasis buscados con tales ejercicios, se logran mediante la drama-tizacin. La dramatizacin es esencial para toda religin y es el sacrificio el punto ms alto de la dramaturgia, si no supiramos dramatizar, no sabramos salir de nosotros mismos.14 En partic-ular los EE no son un mtodo discursivo sino fundamentalmente dramtico, de aqu el arte dramtico que utiliza la sensacin, no discursiva, esforzndose en conmover, imitando para ello el ruido del viento e intentando helar-como por contagio 15.

    Habra una conexin posible entre las tcnicas arcaicas del xtasis y estos ejercicios? Mircea Eliade (1960) se refiere al chamn como aqul que dispone de una tcnica del xtasis (ayunos, meditacin, alteracin de la percepcin ordinaria, entre otras) que permite que su alma abandone el cuerpo y ascienda al cielo y/o descienda al infierno. Esto equivale a decir que sera ms razonable situar al chamanismo entre las msticas que en lo que habitualmente se llama religin. () Una comparacin acude inmediatamente a nuestro pensamiento: la de los monjes, msticos y santos en el seno de las iglesias cristianas.16

    Las conexiones de los EE con el teatro no se limitan a la dramatizacin, tambin implican un fuerte entrenamiento ac-toral. El concepto mismo de ejercicio prolongado y repetido en el tiempo conlleva consecuencias fsicas y mentales parecidas a las tcnicas del actor17. As lo ve Pierre Hadot (2006), recordando que la denominacin de EE no es invencin de San Ignacio sino que viene de muy atrs, derivada de las teoras y prcticas de la retrica y tambin de ejercicios corporales directos y concretos. El autor va ms lejos y sugiere tambin conexiones con la tradicin de la filosofa estoica y epicrea. La bsqueda de la perfeccin espiritual, la atencin consigo mismo mediante repeticiones y mtodos parecen ser herencias de cierta filosofa18. Para los anti-guos griegos la filosofa es ejercicio, arte de vivir, y como ejercicio requiere de un entrenamiento (vigilancia, energa, concentracin, control de s-mismo). De aqu podramos inferir una nocin de ejercitante que implica al cuerpo y al alma por igual, verdaderos atletas de Cristo. Hay en el hecho de repetir los actos, de practi-

    13 Ibid, p.264. 14 Bataille, G. (1972) La experiencia inte-

    rior, (p. 21) Taurus, Madrid.15 Ibid, p.24 16 Eliade, M. (1960). El chamanismo y

    las tcnicas arcaicas del xtasis, (p.23) Fondo de Cultura Econmica, Mxico.4 A este respecto Umberto Eco public El vrtigo de las listas, en 2009, acompaando una curadura para el museo del Louvre.

    17 En su obra, Hacia un teatro pobre, Grotowski habla del actor santo: La diferencia entre el actor cortesano y el actor santo es la misma que existe entre la habilidad de una cortesana y la actitud de dar y recibir que surge del verdade-ro amor. En trminos religiosos, la representacin es (su) va de expiacin personal; en trminos artsticos, es una situacin llevada al lmite mediante la voz y el cuerpo; en trminos psicolgicos, significa el logro de la auto realizacin; en trminos dramticos es una catarsis tanto para el auditorio como para el ac-tor. GROTOWSKI, J. (1981) Hacia un teatro pobre, (pp. 29 y ss)Buenos Aires, Siglo XXI Editores.

    18 Hadot, P. (2006) Ejercicios espirituales y filosofa antigua. (p. 71) Ed. Siruela, Ma-drid.

    mental. Se trata de estimular la imaginacin y los sentidos para lograr describir y experimentar sensiblemente el espacio, el lugar de la accin (sinagogas, villas, castillos, casas, aposentos, cami-nos, mercados, campos, huertos, sepulcros los lugares donde vivi Cristo). Estos lugares estn fuertemente connotados, son relacionales e histricos, a diferencia de los no-lugares que Aug (1993)8 caracteriza como los propios de la sobremoderni-dad: lugares a-histricos y annimos, idnticos en cualquier parte del mundo (aeropuertos, supermercados, hoteles, parques temticos). Ver los personajes involucrados, escuchar lo que dicen, ver lo que hacen, oler y gustar con el olfato y el gusto, to-car con el tacto as como abrasar y besar los lugares donde tales personas pisan y se sientan9; as se propone un sistema de representacin ntimamente ligado al lugar, una exploracin sin-estsica y trans-disciplinar, un mtodo dramtico. La composicin de lugar es una tcnica familiar a la tradicin de la retrica que propone reglas, instructivos y modos de actuar, iluminacin y es-cenografas, toda una gran puesta en escena de hecho muy simi-lar al mtodo Stanislavsky10:

    El primer punto ser ver con la vista de la imaginacin los grandes fuegos y las nimas como cuerpos gneos; el segun-do: or con las orejas llantos, alaridos, voces, blasfemias contra Cristo nuestro Seor y todos sus santos. El tercero: oler con el olfato humo, piedra azufre, sentina y cosas ptridas; el cuarto: gustar con el gusto cosas amargas, as como lgrimas, tristeza y el verme de la conciencia; el quinto: tocar con el tacto, es a saber, cmo los fuegos tocan y abrasan las nimas.11

    Lugares distribuidos en cuatro semanas que para Michel De Certeau (2007)12 operan como cuatro actos de una obra teatral que, a partir de escenificaciones, discursos gestuales, instruc-ciones para iluminacin, trayectorias y repeticiones actorales, buscan concretar operaciones dramatrgicas y lograr efectos espirituales. Como en el teatro, lo importante no es develar la impostura de la representacin sino dejarse llevar por la ver-dad de la experiencia que invita, que persuade sensorialmente y retricamente: Lo importante no es la verdad de cada lugar () lo que importa es la relacin que, respecto del lugar donde

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    car determinado training a fin de modificarse y transformarse uno mismo, cierta reflexin, cierto distanciamiento, muy diferente de la caracterstica espontaneidad evanglica19.

    La contemplacin es una actividad fundamental referida e ilustrada permanentemente a lo largo de los EE. La etimologa de contemplacin arroja muchas luces:

    El trmino contemplacin proviene del vocablo latino contemplatio, que deriva de contemplum, una plataforma situada delante de los templos paganos, desde la cual los servidores del culto escrutaban el firmamento para conocer los designios de los dioses. De contemplum procede asimismo el trmino latino con-templari: mirar lejos. El sustantivo contemplatio, que expresa el resultado de la accin del verbo contemplari, fue utilizado por los primeros escritores cristianos latinos para traducir la palabra griega theora, contemplacin, ya existente en la filosofa de la Grecia clsica. Un trmino castellano relacionado con theora, es el sustantivo teatro, lugar donde se contempla una represent-acin dramtica. As, pues, estos trminos significan la accin y el resultado de mirar algo con atencin y admiracin, por ejemp-lo, un espectculo interesante.20

    De nuevo aparecen en consonancia, mirar, teatro, teora una cierta disposicin en el espacio para observar y unos siste-mas de representacin que operan como Teatro del Mundo. El arsenal retrico del Barroco, utiliza de pleno la combinacin de formas de lucha contra la iconoclastia protestante: imgenes, sonidos, olores Puro espectculo no slo artstico sino tambin poltico, siendo los sentidos puertas por donde se franquea el alma, en esta crcel del cuerpo al decir de un autor jesuita21. Las tcnicas de la retrica textual pueden ser transpuestas a la escena y a la imagen para potenciar su eficacia y su capacidad de per-suasin. La retrica es una tcnica del poder y del discurso; es el paso de la batalla de los cuerpos a la batalla de los signos22. En la famosa retrica Ad Herenium, se insiste en la necesidad de pro-ducir imgenes fuertes que se adhieran a la memoria por largo tiempo, estableciendo conexiones que sorprendan, construyendo imgenes activas que no sean corrientes sino de excepcion-al belleza o de fealdad singular. Imgenes y procedimientos de

    19 Prcticas de s llama Foucault a las

    prcticas para transformarse a s-mismo en la Grecia antigua y durante el Cris-tianismo primitivo. Por ellas hay que entender las prcticas sensatas y volun-tarias por las que los hombres no slo se fijan reglas de conducta, sino que buscan transformarse a s mismos, modificarse en su ser singular y hacer de su vida una obra que presenta ciertos valores estticos y responde a ciertos criterios de estilo. Foucault, M. (1986) Historia de la sexual-idad 2 . El uso de los placeres. (p. 14) Siglo XXI, Mxico.

    20 Tomado de: Belda, M. Qu es la con-templacin? http://mercaba.org/Enciclo-pedia/Q/que_es_la_contemplacion.htm [citado: 01/07/2014]

    21 Florencio de Medina, en la intro-duccin al libro del hermano jesuita Lo-renzo Ortiz, titulado Ver,or, oler, gustar, tocar: empresas que ensean y persuaden su buen uso en lo poltico y en lo moral (1687), citado por Sebastin, S. (1981) Contrar-reforma y barroco, (p. 31) Alianza, Madrid.

    22 Sor Juana Ins de la Cruz habla del paso de las armas corporales a las ar-mas intelectivas.

    imaginacin que sern de especial utilidad para predicadores y evangelizadores y que por supuesto fueron utilizados por los mi-sioneros en Amrica quienes buscaban impresionar hondamente al nativo con imgenes mentales: De los varios modos de fingir dolos o fantasmas que han de ser recordados23. En Cartagena de Indias, el jesuita Pedro Claver aplica eficientemente para la conquista de imaginarios, el reemplazo de los dolos por las imgenes, a sabiendas de que la mejor manera de acceder a las mentalidades rudas era a travs de las imgenes y en par-ticular aquellas (muy rudas) referentes a la pasin de Cristo. En aquellos das de rudeza, de pasiones bravas, de sangre y mundos nuevos, la personalidad de un santo como Claver no suscitaba reacciones sentimentales a base de mediocridad. Era un conquis-tador ms, perteneciente a la legin heroica de los apstoles de Cristo.24 Un eslabn ms en la larga saga de soldados de Cristo y guerras santas.

    Algunas de las crticas que se hicieron a la obra de Loyola se refieren a su carcter de maquinaria que astutamente y ma-nipuladoramente impresiona y conmueve la imaginacin hasta llevarla a la alucinacin y al xtasis. Ejercicios sospechosos de fantasmagora. Tanto el concepto de maquinaria como el de fantasmagora pueden reivindicarse como una invitacin al te-atro y a la teatralidad. As lo hace Athanasius Kircher, el jesu-ita telogo-utopista del siglo 17, desarrollando un gabinete de inventos y aparatos pticos denominado teatro polimontable y catptrico. Se trata de un contenedor de inventos (en especial la linterna mgica) y a la vez escenario y teatrino de demostracin tambin acompaada de msica y efectos sonoros.

    Basndose en el concepto de la conversin de las almas buscando su conmocin, se conciben mquinas mediticas, como misteriosas cajas negras. Son diseadas y construidas de tal manera que sus mecanismos bsicos sean un misterio para el usuario. El efecto en s, primero que todo debe sorprender, afec-tar y no apoyar la fuerza de la imaginacin ni la razn en sus elucubraciones. El concepto era de vanguardia en la poca de Kircher, sin embargo ms bien una antigedad en cuanto a la esttica. Segn aquella indicacin de la poesa aristotlica, de-

    23 Ver: De la Flor, F. Op cit. (pp. 120 y ss).

    24 Valtierra, A. S.J. (1980) Pedro Claver. El santo redentor de los negros. (p. 85) Banco de la Republica. Bogot.

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    nominada catarsis para los dramaturgos, segn la cul con la ayuda de la compasin y el miedo se lleva a cabo la limpieza de las pasiones 25.

    Jules Michelet (s. f.) 26 tambin se refiere a los EE. Cuando para otros, la Edad Media era sinnimo de oscurantismo, Mi-chelet ve aqu pocas fascinantes turbias y sensuales. Lo que otros ven como inmovilidad idiota, no fue otra cosa que movi-miento y transformacin fecunda27. El carcter fantasmagrico de la poca no lo deslumbra, ni sus vanas exhibiciones de figu-ras de cera que no pueden poner en movimiento28. La verdadera crtica de Michelet se enfila hacia el carcter policial puesto en las cosas de Dios por parte de los jesuitas, espritu de intriga pi-adosa, de delacin santa. La religin como mquina de guerra (a los jesuitas se les llam la religin militar), la moral como mecnica, son los recursos de los Ejercicios para movilizar las emociones de forma manipuladora, donde el ejercitante se com-porta como un resorte al que se le hace actuar a voluntad.29

    Segn Barthes (1977), San Ignacio acta como un psico-terapeuta que inyecta fantasmas en el espritu mate y vaciado de imgenes del practicante habitual. Siendo el enfermo psico-somtico aquel incapaz de producir fantasmas, la cura estara en proporcionar las herramientas para recobrar la capacidad de manipulacin fantasmtica.30 El mstico, el chamn y el psi-coanalista se encuentran como figuras emparentadas, todos van en procura del alma-fantasma extraviada y tienen una misin comn: traerla de vuelta al cuerpo.

    JOS ALEJANDRO RESTREpO2013

    25 Zielinski, S. (2007) Genealoga, visin, escucha y comunicacin (p. 33). Universidad de

    los Andes, Bogot.26 Michelet, J. (s.f.) Les Jesuites. Oeuvres Completes. (pp. 291 y ss.). Flammarion. Paris.27 Ibid, p.32128 Ibid, p.310 29 De forma parecida Deleuze /Guattari hablan crticamente de los EE como

    unos esquemas a completar, dibujos a colorear, manuales de pedagoga y dis-ciplina. En, Deleuze-Guattari (1988), Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. (p. 195) Pre-textos. Valencia.

    30 Barthes, R. Op. cit. pag.76

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    Hola Jose!Lo que esta maana te deca por telfono y ms o menos el otro da en el teatro, no slo la promiscuidad de naturaleza y cultura (timbres son trinos de avecillas en la penumbra de la selva tele-tcnica), sino la friccin entre el eslabn de lo cotidiano y el pedernal de lo extraor-dinario (para la liturgia del mahikari criollo el volcancito de plstico que normalmente escupe kertchup en un hisopo impecable y la Virgen resplandece en la tostada del desayuno,clarito, cmo no, pero sin alta definicin - ni tal al fin ni tan al cabo no slo por influencia del prroco de la guandoca de Popayn, Quintn Lame identifica la Naturaleza con la Inmacu-lada Concepcin, y sea dicho con la anuencia colateral de Godard - mantenerse en equi-librio irnico no siempre es dado: el umbral de linconnu (rebote de Rimbaud va Lezama reprochando a Cortzar el predominio de la mirada crtica en Rayuela por encima de la ceguera de la praxis potica) hirviente de fosfenos insectiformes, esa invitacin a tu misterio acunada por un himno gregoriano en medio de antiguas ruinas - lo desconocido no viene a ser exactamente la chusma pagana con la que el misionero de la historieta cmica no teme rozarse: por semejante puerta la sal de tu irona corre el riesgo de volverse sal de la tierra - el Simen de Buuel me decas - s seor, y antes de que aparezca la palabra fin la pelcu-la substituye el estilita con un anuncio publicitario de nuestro querido Espectador, lo copi esta maana en Carulla: La semana del desafo personal. Haga de Ud su mejor producto - el anhelo de autoinmunidad asctica excita el mercado - el ltimo gadget afila el acleo del deber de perfeccin del self-made-man y la extrema trouvaille transgnica marca la piel del ciudadano abnegado aunque perezoso con la contundencia del cilicio que le incita a esca-lar las mejores posiciones al interior de la consabida empresa egtica incontagiable, on the top of himself- en otras palabras, el Monte Carmelo de Discovery Channel o catadromo de la telesantidad es charco narcisista: - Te ves bien repite una y otra vez al funmbulo de la demostracin prodigiosa el locutor en off- en suma y en resta y sin hablar de tanta celdilla mariana (animulae blandulae, tan pequeas las abejillas en la inmensidad celeste, tan enano lo que resta de uno, etc., ganas de escalera por ende, cada ejercicio un peldao - y de ah al ajrcito - cfr. Magritte, Les marches de lt, como Ballard tergiversa la imagen en

    Historias del lejano futuro, si no recuerdo mal-a propsito qu tan puro sera el corte del sin/sangre/sentido o sans/sang/sens (cfr. Parergon) que debera separar el signo prodigio-so (Juan 4.48) y la obra (5. 36)? - dije charco pensando en Se alquilan estas superficies, ya sabes, el segmento de Direccin nica que entreo otras cosa reza as (otra interrogacin gregoriana):- Qu es, en definitiva, lo que sita a la publicidad tan por encima de la crtica? Lo que no dicen los huidizos caracteres rojos del letrero luminoso, sino el charco de fuego que los refleja en el asfalto - el pice de la antena menor que acompaa al suicida durante la penltima toma, esos tres dedos de metal, se me hacen garabato de Egeggu- sueo una vez ms con la escalera ewe, el trampolin de la machi araucana (v. Gilbert Durand) que no puedo disociar de los saltos del Living Th. - un abrazo y gracias de corazn-tu Bruno

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    Hola Jose!Alfred Mtraux, no Gilbert Durand - la otra semana habl demasiado, as que la noche del sbado sal despus de haber intercambiado dos palabras con unaabogada que en un principio tom por una de las entraneuses- todo el mundo poda ser todo el mundo en ese campo magntico... - no particularmente atractiva - probablemente tena yo que hablar con o casi con alguien - en efecto me dio por hablar en voz alta de las incrustaciones de las uas de la Salom desesperada(sumisa como la llamaste ayer al hacerme saber que se trata de un trmino especfico, en la jerga de los simulacros sado-maso, supongo) - que al entrar a la sala me haba fijado en la manicurista inclinada sobre las uas del travesti de tacones vertiginosos para aplicarle ciertas incrustaciones plateadas (fue all que me dijo que no es actriz sino abogada) - que esas maravillas las haba visto sobre las puntas de los dedos de las mujeres venezolanas, por cantidades y de todos los tipos, hace un par de meses (tal vez ya te cont), ms especficamente en Maracaibo y que en Punta de Piedra (me parece que el nombre sea se, en la costa oriental del lago) haba tocado a la puerta de un centro de esttica que anunciaba cursos bsicos y avanzados de decoracin con incrustacin en las uas ( ... ) Manejo de acrlico de colores. Mate y texturizado; Naturaleza muerta; Hilo de estao; Logos metlicos (...) etc- no tena el volante en el bolsillo la otra noche y ms brevemente que ahora me refer a esos modelos de plstica ungular (me detengo demasiado alrededor por no decir en la punta de unos detalles maniticos, lo s, pero se trata de eso, del regusto sdico-anal en la especificidad definitoria que, por ejemplo de ejemplos, sugiere al cabalista del Zohar una tajante distincin entre la yema del dedo, donde el laberinto de las lneas reflejara el ojo del huracn divino, y la ua, marco por excelencia, moldura par-ergonal, cerco determinativo del quehacer mundano: ah se inscribe el sans de la coupure pure, el ronroneo del sin/sangre/sentido del corte puro ya que hablamos de cabezas cortadas, tzanzas libidinales, crneos volantes) - calma, regreso a entraneuse: de alto, mediano o bajo perfil vale por cabaretera - gancho tambin aseguran los fillogos de la web ms a la mano, en la misma lnea del diccionario de mi bachillerato de ultramar, ladrillo pedaggico que no pierde tiempo trocando entraneuse por mezzana, que seria celesti-

    na, abuso alejado de los sentidos ms dignos desprendidos de traner no cierto? arras-trar, llevar, cargar, a su vez de trahere, tal como trazo y a la par que training, en-trenador - sin hablar de tanto tren, entre otros train denfer, lo que por ac llaman carro de la otra vida, turbulento cortejo nocturno de Hallekin o Helle Kin (el ancestro nrdico de Arlequn, las manchas de su cuerpo fragmentado transparentan las sombras de los miem-bros devorados por un padre saturnino, el genio del theorein, arte del disponer la parada) - al fin y al cabo no hay tren que no reproduzca el ritmo de una escalera horizontal - algn dia repasar las figuras de laestacin, la va frrea y el convoy en A la busca del tiempo perdido, como quien persigue el nexo entre dos poemas del verdugo de Quintn Lame, Palemn elestilita y Las dos cabezas - en todo caso, entretenimiento y entrenamiento corren a lo largo y a lo corto del tener y retener por tren o captar segn el esprit de suite que, a odo de Bergson, vendra a ser la vctima privilegiada del buen chiste, de la burla ms o menos bien afilada que debera tener ms acogida en los discursos de filosofa poltica - digo burla porque ayer trajiste a cuento el gnero del burlesque - gnero es un decir: transgrede gozosamente la ley del gnero, la normatividad escalonada, todo por grados, de peldao en peldao hacia la meta - a despropsito: el lunes o el martes como me toc medio medio traducir las intervenciones de una tal Sandrine Lefranc durante un conversatorio tpicamente javeriano intitulado Memoria pblica y usos de la justicia transicional y como la sociloga parisina acababa de reaccionar sacando jocosamente las uas al prole que la estaba presentando como una experta en el tema (te juro, fue muy chistoso: le agit veinte garras pintadas de rojo en frente de los ojos) para aclarar que ella se consideraba ms bien como especialista, me atrev a preguntarle por ende qu le pareca la idea de alejarse del expertus entendido como sujeto que ha reducido el movimiento del ex-per-iri o ir atrave-sando al mero participio pasado de un terminal asumido como capital cognitivo - ms bien floja la respuesta - contest trazando la que ella considera lnea divisoria entre el experto y el especialista: el primero cede a la urgencia de las instancias oficiales interesadas en sobrepo-ner a las exigencias de transformacin socio-poltica las gesticulaciones luctuosas de las vctimas (met la pata traductiva del caso refirindome por mi cuenta y riesgo al bolero de la

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    justicia transicional - creo haber dicho transaccional el sbado, cuando quise repetir la chanza al tratar de distanciarme del hechizo de las grandes orquestas gringas que animaban blandamente la recepcin, ya medio borracho, dirigindome a una exalumna de la Maestra en Artes Visuales que tampoco result ser una de las actrices: - El bolero de la justicia transaccional nos entrega de antemano a la nostalgia de lo que hubiera podido ser) - mien-tras el especialista se dara el tiempo necesario para hacerse intrprete de esas reclama-ciones - como la parisina haba empleado muy de paso el trmino desconstruir, lo que hubiera querido hacer era llevar la conversa hacia El dibujo por cuatro caminos, donde J. D. se sale con la suya: - Experiencia quiere decir travesa, transmisin, trayectoria, traduc-cin. Viaje del dibujo( ... ) - en suma y en resta la contre-alle, por su puesto y repuesto, ida sin itinerario, en la candela, en el magma del Trieb del trip, pulsin tangencial del ardor que invade la pantalla a partir de los breaks del incendio que paralizan la bendita celebracin en curso y recurso - pero ni modo - como reza cierto hit de los 50 la diferencia en cuestin sociolgicamente hablando no sera ms que just a matter of time, lapso metdico y jesutico - a la hora del t, dos peldaos o uno a la vez da lo mismo, seguimos en la escalera - casi que mientras la zafada de la santidad arrecha, la que me acosa, va por cuenta del dessin sans dessein, como quien dice diseo sin designio - otros repasos que vendran al caso de la segunda semana de los Exercitia: Memorias de ciego y Ano solar - atencin: Salom insumisa (la cabeza que le corresponde puede ser de Holofernes - con o sin h? Yo, siempre Yo al control del trazo, hazme el favor), un momento despus de los aplausos (tan distintos de los merecidos por el nmero de la otra, habra que considerar de cerca el detalle}, se agarra los senos (los pezones cubiertos por dos redondeles color esmeralba, metamorfosis de las rbitas vacas de la calavera de Yorik sostenida por Olivier, la de Escobar en las manos del forense) - parece titubear ofrecindolos como objetos parciales de otro mundo, erizo desvalido entonces, tan slo por un momento, incalculable, exdico: memento del momento - por ah, por esa grieta, por el relmpago de esa leche fantasma, toda la luz se hace llama, hoja de cuchillo quemante como en la cumbre de la nota ms absurda de la otra Salom desgarradoramente erguida e irresistiblemente cmica, como para dejar de preguntarse qu ser combatir entre tanta fiera de sumisin insurgente - de-

    masiada palabra en otro idioma, por supuesto y repuesto, qu le vamos a hacer: se trata de traducir la interrupcin del arrastre traductivo o ductivo, desvirtuar el esquema del operador esttico como entraneuse de la supuesta sensibilidad colectiva, amo del ductus nacional, maestro del Zug comunitario - en una slaba acabar con el artista como coach (la noche del viernes, mientras la fiesta del Mundial hacia estragos en la calle, la ebriedad de adentro no habr dejado de asumirse como resonancia de la de afuera) - acabo de enterarme: viene de coach-man, hombre del coche, en suma y en resta conductor, quien transporta hacia la meta de la experiencia en cuanto meta, derecho a la Kteis (mano, concha, vagina, la de Baub toda la vida) - tentacin de la secuencia ineludible: inundado por el reflector que atraviesa el escenario/platea. Savonarola el inmune (la identidad, la torre de marfil del pblico inerte, el pueblo ensimismado y su doble telepresidencial) defiende los ojos con la visera de la derecha - sigo la flecha de su mirada herida, subo o bajo por la traza que ya no es camino de un paso tras otro - la theoria pulsional es un tobogn enceguecedor que me precipita hacia la cabellera de the girl with the red dress on (otra cancin) enfrentada al sol de la esfera radiosa como a su propio espejo - levantar la voz cuando ofrecer la Kteis al santo con pinta de Herodes y la redonda diana del culo a los dems, cmo no, mero apunte didasclico: - Ejercicios espirituales! - cabeza destroncada y anus mundi - las uas de Rita Renoir en que Cortzar reconoce la nueva Eva de una especie de despus que fuera un antes - el Idntico se tapa los ojos - poco antes se haba acostado, como muerto - Sa-lom no es vista por el santo - non videtur es decir no aparece - otra tarea que me asig-nas: conjugar Videor al revs, por el lado del no ser expuesto o del autorretrato como ruina del aparecer - sal despus de haber recibido mi suvenir, el redondo encaje que habra soportado el pastel de la cabeza destroncada, cristalino soporte de nieve - gracias - tu Bruno

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    Hola Jose!El borde de la obra es cosa peluda - dnde/cundo empieza, dnde/cundo acaba, dnde/cundo regresa? - para llegar a tiempo al Teatro Nacional sal el viernes a la 7.30 pm dejan-do inconclusa por TV5 una pelcula haitiana intitulada Moloch tropical, justamente mientras una truculenta caricatura de Pap Doc se ufanaba de tener colgado en su guarida un autnti-co Francis Bacon, y ayer, bajo el techo de un paradero de buses de la Sptima, al considerar el afiche de una nueva serie televisiva, algo as como Regreso del infierno, record la pri-mera vez en que se me apareci cierta reproduccin periodstica de Bacon, en los primeros 60, sobre la portada de un Times, el famoso bostezo pontificio, cmo no, cosa que proba-blemente no definira ahora trocando rugido de fiera y aburrimiento burocrtico si el viernes sobre la pared del fondo de la sala no hubieran aparecido las tres bocazas delInferno (las fauces del ltimo canto si no estoy mal, no voy a levantarme para comprobar), las del supremo mandinga en todo caso que deberan aqu escupir siquiera algn motivo para sustentar el nexo trazado aunque sea flojamente entre el tedio abismal y el deseo caniblico de quien anda o pretende estar posedo por la misin, la causa, la meta, Lange-weile heideggerioso, indefinidamente deshilachada longitud del tiempo en que se envuelve la momia fiambre de uno mismo al control de s mismo, luz de s propio porque al extremo, la heterofagia lleva en s un pasaje homofgico, no en el sentido del antropfago que come a su semejante, sino del comer-se-a-s-i-mismo, del comer-a-ras-de-s-mismo. Consumo de la ipseidad (Derrida, una vez ms, sacado de Resta/resto- el maestro o el suplemento de infinito, pginas que me hizo tragar un discpulo de Jeoffrey Bennington, un tal Ronald Men-doza, de la U.de Emory, por intermedio de Morris, que t bien conoces, ahora discpulo de Hamacher en la de Frncfort - perdona la relativa digresin - regresemos al grano ms bien - al fin del grano quisiera decir - en la neblina - ishi en quechua, una de las tres o cuatro pal-abras que se me pegaron en el Sur, no slo corresponde al substantivo en cuestin sino tam-bin al infijo que aade el sentido de ayuda: bruma es prtesis- prescindir del hilo y moler el grano, abrazar lo desconocido puede ser lo mejor para uno ... y sin embargo la insistencia

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    el Fedro: - En cuanto miedo respecto de [Als Furcht vor] lo que es mortal, respecto de lo que es propio, la vergenza practica el relevo [Aufhebung; relve] de la propiedad que des-cansa sobre un sistema de desgarramientos [Trennungen; divisions], practica la entrega y no la retencin. La vergenza aparece as ante todo como un afecto brotado en el mbito de un ser que, aunque unido a s mismo, est destruido [zerfallen; dchu] en su realidad efectiva y sus posibilidades todava no realizadas. Se irgue como potencia de amor [Sie richtet sich als Macht der Liebe; En tant que puissance damour, elle se dirige] contra todo lo que se opone a su unidad y a la cpula de su ser: contra el velo de la vestimenta, contra las oposiciones del pensamiento representativo, y aun, como anota expresamente Hegel, contra el recu-erdo del cuerpo, contra la muerte [gegen die Erinnerung an den Krper, gegen den Tod; contre le souvenir du corps , contre la mort} (tengo fresca la cita y la traduccin francesa porque acabo de insertarlas en una resea dedicada a La guerrilla narrada, el libro de Juan Duchesne Winter) - sin el pudor del caso y sin el caso del pudor lo que definitivamente queda en sus cinco es el el efecto ex opere operato al que Agamben dedica su Opus Dei, el supererudito volumen que me hiciste conocer, o sea el monumento de una prctica , absolu-tamente e integralmente efectual, la misma que inspira el paradigma del militante poltico y del funcionario de un ministerio una vez ms gracias por tus Ejercicios espirituales

    obsesiva de tanto vergajo jolivdico corrido del pent-house como del trampoln de su piscina reseca deja creer que puede serlo siempre que no se quiera ser Uno - concierto de rock ms o menos pesado o fumisterie de mistagogo y enseanza de lo inconocido, cmo distinguir la nota? - prender un cigarro gigante, un rollo de los vio erguirse Johannes Wilbert (el etnlo-go ese que se dej acariciar por no s cuntas culebras de aire persiguiendo usos y abusos del tabaco mgico en no s cuntas comunidades de Amrica), echar humo e incienso, ex-poner lo que oculta, exhibir lo invisible, enarbolar infera, neutro plural, pluralidad y divisibili-dad de lo nfimo, por una parte, la revoltura de toda insurgencia que no se respete, y dejarse agarrar por la compacidad de la parte por otra, dejarse envolver en la nitidez extremada de quien sopla la humarada derecho en mis ojos para que arda la identidad de mi creencia, es decir de mi apego a la doctrina, tanto en m cuanto en el otro que deja de ser otro, discpu-lo total y absoluto, esclavo del amo del saber en la forma de algn Adriano, el emperador multiniciado de la Yourcenar (las memorias en cuestin por algn motivo las tradujo Cortzar, entre otras cosas autor de esa amena apologa del secuestro que sera El libro de Manuel) muy al tanto de las secuelas del taurobolio, la ceremonia mitraica en que cada cual se siente a la vez s mismo y el adversario, asimilado al dios de quien no se sabe si muere bajo forma bestial o mata bajo forma humana, peor dicho en obediencia a la famosa sentencia odiar al prjimo como a uno mismo - otra cosa vendra a ser el maestro, de una vez por todas, todas las veces en una- vendra - condicional sin condiciones del pas encore o paso del todava no - del mesianismo en cuestin hablaremos otros da, si eso ser hablar, donde/cuando nadie da el fa de la fe, sin olvidar el erizo desvalido que me atrev a mencionar la semana pasada a propsito de la sospecha del maravilloso rubor en medio del ms all de la vergenza (la metfora procede de Homenaje a una joven bruja, Cortzar de nuevo, digo Rita Renoir, la mxima estriptisera del milenio pasado) en contraste con el descaro de nues-tro querido Hermano Nelson, quien dictamina el ms all de la timidez a toda costa, con-traparte masculina de la Salom beligerante, ms ac de lo que recuenta Hamacher en su pleroma (casi toda una emayusculacin de la Plenitud) leyendo a Hegel sin perder de vista

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    Hola Jose!Los aletazos catolicosos del joven Ordoez estn a la altura de los ltimos das de un mes de octubre en que Gaseosas Fanta sabe celebrar su diversinaterradora entre telaraas temblorosas y vuelos de murcilago - a propsito de cbalas de parqueadero, el lunes envi el ya acostumbrado mensajeantes de tiempo- inconcluso y ms hinchado de errores que nunca- entre otros, el ttulo de la serie en cuestin no es Regreso del infierno sino Escapedel infierno, otro hallazgo de Discovery si tom bien el apunte ayer martes (da de trajn callejero, por eso no alcanc a completar lo que haba empezadoel lunes - ojal logre ahora sacar unos restos de lo que hubiera querido seguir diciendo), a media cuadra de la Fundacin Cardioinfantil (tena cita con elmismo cirujano que me oper de la prstata hace ocho aos, imagnate) (no, no imagines) - y qu puede verse justamente al respaldo? digo al respaldodel anuncio de la ensima descubierta de Discovery... un costeo de sonrisa apa-gada debajo de un letrero del que no me va a ser fcil darte la idea: - Yosoy vctima / Tengo derecho a la reparacin integral / Tiberio / Hijo, hermano, esposo y padre / Bogot te da la mano porque conoce tus derechos /www.victimasbogota.gov.co / Dignificar / Bogot Huma-na -te juro- difcil la idea porque la palabra vctima est tachada con un rayn mientras se leencima el trmino pescador, en cursivas sangrientas - muy en efecto, por efecto de suma y automtica eficacia, ex opere operato, el acontecer-vctimaes substituido por la definicin que el sujeto se asigna como profesional al servicio del desempeo comunitario - tu Tibe-rio, mi Tiberio, nuestro queridoTiberio, de un solo borrn ha recuperado la identidad que le corresponde sobre la golosa del rendimiento social - que el trislabo suplemental se trace conel color de la sangre delata la patraa de la proclamacin automtica - se contrata y se trata de la misma magia negra a la que estn acostumbrados losparamilitares arrepentidos cuyas voces resuenan durante el primer segmento de la Contemplacin de la semana pas-ada (baideui, en el Evangelio lapalabra theora corresponde a contemplacin - debera esforzarme por repensar las consecuencias) - las ondulantes baldosas del espacio central delMuseo de la Nacho,los ritmos de la pseudopiscina seca de este purgatorio revisted (que vendra a ser una variante cuando la idea fija corresponde a la fijeza de unescndalo

    imborrable, la movilidad irresuelta de lo que no cabe, la imperdonabilidad misma?) parodian las pautas de los renglones de un documentooficial, la cuadricula de un formato afantasma-do, contexto perfecto para las resonancias ad hoc, las que garantizan el compacto permetro de una primerapersona plural, descuento para comitivas o indulgencia para un tomo de contricin dividido entre la seguridad del estar solicitando y la certeza de estarconcediendo el supuesto perdn inherente a una secuela de lapsus indeterminados: - Pedimos perdn por los errores, los sufrimientos y las prdidasque de manera involuntaria podemos haber cometido ... - Yo estoy dando muestra de perdn ... - y el tipo que habla y habla sin que le salga ni mu, comosi la amplificacin de los golpes sobre su pupitre dieran lo mismo que mil palabras, percusin adicional, tamborileo, timpanizacin exasperante - aplausosaisla-dos, una y otra vez (bien dispuestos, supongo) - tensin nerviosa - soledad y neblina. cada cual en lo suyo, en la sequedad de su golpe - espacio ytiempo adecuados al brote de la plegaria, si acaso - de hecho falta poco para que el hermano Nelson Robledo empue su micrfono sobre la tarima -parecen membranosas las alas y tienen garras, de manera que los mensajeros del aire que aparecen sobre las paredes laterales, son ngeles protectoresy demonios amenazantes al mismo tiempo, al estilo de Blake - revelador el traslapo de Lucifer y Mefistfeles en los labios del pastor: el rostro de Lucilercoincide con la locomotora fustica de Santos - si no recuerdo mal empieza encadenando el perdn del perdn ... - estupendo choque de piedrasrodando - otros blidos en medio del torrente: - Si no somos todos no podemos: en el caso en que el eslogan del hermano Nelson Robledocorrespondiese efecti-vamente a la contraparte supercatolicosa de El pueblo unido jams ser vencido, quedara por hacer y rehacer infinitamente elintento de substraer la insurgencia teleptica y la tele-theory (gracias una vez ms por el dato de Ulmer) a la tentacin de la Unitotalidad, a todo nivel,desde la protesta callejera masiva hasta la nocin de partido - un abrazo - tu Bruno

  • 86 // cuadernos de la facultad de artes maestra interdisciplinar en teatro y artes vivas // 87

    Hola Jose!Cmo pude olvidar el ttulo de Ballard? -nada que ver con Historias del lejano futuro, todo que enceguecer con Mitos del futuro reciente - dnde/cundo se hace mito una historia? - el hervor de la imagen contribuye - a la izquierda, sobre el pedestal galerstico pertinente, el hueso medio inmortal casi en persona (enjoyado no slo por la sombra de Jeff Koons sino tambin y sobremanera resplandeciente y soberano en razn del slido uniformado que lo custodia), a la derecha, al nivel del suelo, en el marco de una suerte de miserable tabernculo televisivo, queda lo que sigue restando de la cabeza del cordero apetecido por el Caballero de la Fe (v. Temor y temblor) - centro y de frente, en traje de etiqueta pero con botaspantaneras marca Blut und Boden en lugar de zapatos Oxford o escarpines de charol, el virtuoso, un hombre de muchos rostros y ninguno - caballerosidad si acaso berlus-cnica la suya, fe ms bien ordoesca, y patas telricas - el lgubre arco halaga una sierra enorme (viola dentata de Lucifer y sega damore, por lo cual apenas ahora recuerdo el apunte salido a flote despus del montaje del Museo Nacional correspondiente a la primera versin de esta Contemplacin - versin por as decirlo y si la idea del suceder de lo que se vierte llegando fuese tan slo una idea, mientras lo que est de por medio serian trances de ayuda, suplementos de simultaneidad que acontecen con y contra de una vez por todas, coyunturas de muy baja definicin, cachicosas de ishi - durante el panel del ao pasado, con Pedro Pablo y Mara Te: en mi idioma dizque materno la expresin farsi la sega, a la letra hacerse la sierra, devuelve el ejercicio de Onn al oficio de un obrero especializado- centro y a mis espaldas, un cuerpo inerte sobre la camilla ad hoc, con su respectiva ms-cara de gas - el otro se ha calado un casco de soldador - helechos de chispas brotan de la cimitarra, enjambres de lucirnagas ms bien (en Nario y Putumayo ninacuros: prefiero, por nina que es fuego y kuru, gusano) - brotan al sacar el filo, sin faz ni filo ellas mis-mas, claro est, clarsimo, lo ms blanco del arma llamada blanca echado a perder, pixeles errticos, insectiformes fosfenos, lo que deslumbra al partirse y extraviarse en su propia evidencia desvaneciendo ah mismo por haber salido del deseo de reconocer la nitidez indivisible, el trazo certero, el ductus ms recto entre las orejas aladas de la mula, un paso

    tras otro hacia el monte Morija, por querer sonsacar la promesa del corte neto como un rayo, en el fin del perfil por exceso de perfil (en otra parte, demasiadas partes, infinito reparto de la parte, quisiera decir en uno de los peridicos de Dar la cara citas a Rilke: la efigie deter-gente, la vajilla fisonmica del ciudadano cumplido, Mr Fab, ofrenda de lo que no tiene cara, rostronada,Nichtgesicht, cortante permetro del formato ad hoc, por supuesto y repuesto, opciones atrs - el porro que ahora se faja el virtuoso de la sierra abrazando su entraneu-se de acero vale como contraparte del rap que dispara la carrera circular del resucitado por arte de electrodomstico comn y corriente - la voz en off deja saber que se tratara de observar (v. Temor y temblor), todo es montaje, experimento, escenografa demonstrati-va -canturrea el dmine (semejante distanciacin podra dejar creer que el observador sea el observado) - contraparte es otro decir - la alta temperatura nerviosa de la carrera en redondo, ya contrastante con la marcha del compadre del aparato de sonido, se marca a lo largo del filo, se expande a travs de cada mandoble del cavaliere en smoking, asi como se condensa en el apacible paseo del amante de las palomas a la sombra de los tanques ante el Palacio de Justicia - alguna grieta tiene que haber - entre empacar y desempacar - todo el mundo envuelve y desenvuelve, el cirujano pneumtico, el ventrlocuo, el obrero, hasta el despreocupado ecologista tiene su paquete - la frentica rueda del resucitado es el bloque autocontenido, el conceptum- grieta lo que resta de l en l - otro blues al fin y al cabo, viene, adviene, se dilata el intersticio mesinico, donde/cuando el X se hiende, Eleggu en el cruce, at the crossroad , plpito y pupitre del primero y ltimo examen, agusanada pulpa de coco partido (el sentido antiguo de examen es enjambre, no s cuntas veces me toc recordarlo) - casi que Agustn Lara por el lado del reposo en la resignacin (no ms ponerle cuidado al vmito), Eric Clapton por el costado de la alegra en virtud del absurdo (Kierke-gaard otra vez) - chanza de cierto maestro sacada del nombre del famoso museo emayus-culado: Louvre o ne pas voir, que traducira El aobra donde no ver trayendo a cuento no slo el cruce de abrir y obrar, sino tambin el abrazo de obra y abra (abra - bendito despis-te, no ms trenes, no ms caminitos, no ms museos, no ms vitrinas... el trmino apareci hace un par de meses mientras ojeaba el diccionario de Casares buscando lo que no tena

  • 88 // cuadernos de la facultad de artes maestra interdisciplinar en teatro y artes vivas // 89

    nada que ver: ensenada o baha, valle o abertura entre dos montaas y grieta o hende-dura producida por efecto de concusiones ssmicas) - de dnde le habr llegado a Wenders el nombre de Casel con una o dos eses? es lo que me pregunto rodeando el spot en que Agamben abre un parntesis en medio de su reflexin alrededor de la obra de Odo Casel (el monje benedectino que contribuyo poderosamente a una transformacin de la ontologa en que substancialidad y eficacia parecen coincidir, y lo abre para considerar que podramos relacionar sus trabajos alrededor de la liturgia con las investigacines sobre la imagen como realidad viviente, o Pathosformeln cargada de eficacia, llevadas a cabo en la misma poca y en otros contextos por Ludwig Klages y Aby Warburg - mejor dicho el mismo charco de fuego que sita a la publicidad por encima de la crtica - bolitas de ping-ping, avioncitos de plstico eyaculados por ah, ofrecidos a la que llamaste rapia de la piata la noche del jueves, cuando me atrev a subir al segundo piso y a meterme en la cabina de esa suerte de nave espacial para presentarte al profesor de filosofa que me acompaaba - compassion fatigue (en ingls suena mejor): aprend la frmula ayer domingo, de labios de un perso-naje secundario de la serie Wallander UK (finalmente Kenneth Branagh desenmascara al magnate que se las da de filntropo mientras lo que hace es contrabandear rganos hu-manos) - corresponde al sndrome del trabajador social entregado al dolor de las vctimas hasta la conciencia del agotamiento anestsico: al pobre diablo no le quedan sino migajas de souvenirs viscerales, fetiches, bichitos sangrientos, golosinas silbicas - estuve a punto de agacharme yo tambin, lo confieso - por ah - un abrazo - gracias a t nuevamente ... y a toda la nave

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  • 90 // cuadernos de la facultad de artes maestra interdisciplinar en teatro y artes vivas // 91

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  • maestra interdisciplinar en teatro y artes vivas // 93