EL CAYUCO · 2014-10-01 · toresComo producto de este proceso, locales, ... Clima: lluvioso la...

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Boletín informativo del Proyecto Manos a la Costa Año 1 | Julio 2012 | Número 2 Una publicación de FUNPADEM e INBio ¡ Manos a la costa! EDITORIAL EL CAYUCO U na de los principales instru- mentos de trabajo con las comunidades del Proyecto Ma- nos a la Costa lo constituye el diá- logo, cuyo objetivo ha sido facilitar una acción política acertada, así como una mejor comprensión de los intereses, expectativas y vivencias locales alrededor del cambio climático. Este espacio, ha facilitado el en- cuentro de intereses en democra- cia, donde las comunidades y el proyecto confluyen tanto desde el punto de vista técnico, como en aquellas valoraciones, concep- ciones, mitos y experiencias, que experimentan los actores frente al cambio climático en sus activida- des y lugares donde viven. Final- mente, desde un espacio de res- peto, valoración y tolerancia, el diálogo ha sido capaz de transfor- mar y construir nuevas relaciones y generar puntos de encuentro de interés y acuerdo común. Además, como herramienta meto- dológica en la construcción o forta- lecimiento del tejido social comuni- tario, el diálogo ha empezado a ge- nerar una plataforma de trabajo que es el germen de una base local que ha facilitado en las comunidades la integración de esfuerzos locales y la articulación de un trabajo con las instituciones gubernamentales. Por ejemplo, el proceso de diá- logo ha facilitado el estableci- miento de agendas conjuntas a FUNDARRECIFE (El Salvador) y Fundación del Río (Nicaragua) con sus respectivos ministerios de ambiente. En Costa Rica, por otra parte, la herramienta facilitó el acercamiento con el Ministerio de Turismo y con la oficina de gestión ambiental de la Municipalidad de Pocosí, con el fin de articular agendas de tra- bajo común. Asimismo, en todas las comunidades el proceso de diálogo potenció la concreción de una red local de trabajo alre- dedor de grupos organizados de mujeres, pescadores, empresa- rios y empresarias de las micro y pequeñas empresas, grupos que expresan las diferentes ju- ventudes y otras organizaciones locales organizadas. Como producto de este proceso, en todas las comunidades se logró establecer una buena base social que asegura la construcción de: i.) una fuerte vinculación de diversos actores y sectores con el Proyecto; ii.) una agenda de compromisos en el marco de la ““Alianza regional por la biodiversidad y el desarrollo sostenible frente el cambio climáti- co”; una base social que legitima democráticamente la ejecución de En junio, el boletín trimestral Simbiosis, del Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio), publicó una reflexión sobre el proyecto Manos a la costa, la cual reproducimos en esta edición. Hablando con nuestras costas las actividades. Ello ha sido posi- ble gracias a un diálogo que se ha desarrollado sobre la base de tres estrategias: i.) visitas bilaterales a diversos actores; ii.) talleres de sensibilización y formación; iii.) re- uniones mixtas con comunidades y entidades gubernamentales. De esta forma, el diálogo ha per- mitido que las conversaciones y enfoques prevalecientes sobre cambio climático con las comuni- dades, logren superar las barreras de comunicación hasta ahora do- minantes, dando como resultado. el acercamiento a una visión real- mente local que ha facilitado una visión del cambio climático desde aquellas creencias y experiencias, certezas e incertidumbres, que existen alrededor del tema. El pro- ceso ha generado así, la conexión sobre la base de intereses comu- nes y no desde el discurso domi- nante que tiende a la polarización. Fuente: Daniel Matul, director Manos a la costa FUNPADEM Sylvia Chávez, co-directora Manos a la costa, INBio

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Boletín informativo del Proyecto Manos a la Costa

Año 1 | Julio 2012 | Número 2Una publicación de FUNPADEM e INBio

E s evidente que hoy el clima afecta con mayor

-dades que los seres humanos desarrollamos en la sociedad. Determina nuestra manera de

-vivir con la naturaleza, incluso hasta la forma de trasladarnos de un lugar a otro.

Nuestros lazos con el clima son mucho más fuertes que hace veinte años. Hoy, somos más vulnerables a sus efec-tos, lo que se evidencia con mayor claridad en las zonas costeras que han estado de

frente a estos impactos y de espaldas al desarrollo; de cara a las consecuencias de fenó-menos hidrometereológicos y permanentes situaciones de riesgo pero en condiciones de fragilidad social.

-munidades costeras pre-sentan, nos retan no solo a

-caces en materia ambiental, sino a generar sinergias que permitan alcanzar mejores y mayores impactos sobre los ecosistemas y en la calidad de vida de las personas.

Es por ello que, la Fundación para la Paz y la Democracia

-to Nacional de Biodiversi-dad (INBio), han hecho una

ed sara ne atnujnoc atseupa

una propuesta regional que contribuya al fortalecimiento de las capacidades de las per-

local en materia de cambio -

nidades centroamericanas más vulnerables.

Esta alianza regional que pretende mejorar la situa-ción de las comunidades costeras de la región, se con-

el proyecto “Comunidades costeras centroamericanas

-llando capacidades para la acción local”, con el auspicio y apoyo de la Unión Euro-

esta alianza es fortalecer las capacidades de respuesta de las comunidades costeras más vulnerables de Centro-

-carán y se pondrán en mar-cha medidas de adaptación

uso sostenible de los servi-cios que provee el capital natural.

Este esfuerzo, se hará con -

pación de los diferentes ac-tores locales, nacionales y

de contribuir a la creación

¡Manos a la costa!Funpadem e INBio desarrollan proyecto regional para crear capacidades en

comunidades costeras frente al impacto del cambio climático

Tenemos la seguridad que con nues -tra alianza fortaleceremos nuestras capacidades, sumaremos nuestros

saberes y experiencias, de forma tal que, capitalicemos nuestros esfuer-zos en el bienestar de las personas y

la biodiversidad.

EDITORIAL

EL CAYUCO

Una de los principales instru-mentos de trabajo con las

comunidades del Proyecto Ma-nos a la Costa lo constituye el diá-logo, cuyo objetivo ha sido facilitar una acción política acertada, así como una mejor comprensión de los intereses, expectativas y vivencias locales alrededor del cambio climático.

Este espacio, ha facilitado el en-cuentro de intereses en democra-cia, donde las comunidades y el proyecto confluyen tanto desde el punto de vista técnico, como en aquellas valoraciones, concep-ciones, mitos y experiencias, que experimentan los actores frente al cambio climático en sus activida-des y lugares donde viven. Final-mente, desde un espacio de res-peto, valoración y tolerancia, el diálogo ha sido capaz de transfor-mar y construir nuevas relaciones y generar puntos de encuentro de interés y acuerdo común.

Además, como herramienta meto-dológica en la construcción o forta-lecimiento del tejido social comuni-tario, el diálogo ha empezado a ge-nerar una plataforma de trabajo que es el germen de una base local que

ha facilitado en las comunidades la integración de esfuerzos locales y la articulación de un trabajo con las instituciones gubernamentales.

Por ejemplo, el proceso de diá-logo ha facilitado el estableci-miento de agendas conjuntas a FUNDARRECIFE (El Salvador) y Fundación del Río (Nicaragua) con sus respectivos ministerios de ambiente. En Costa Rica, por otra parte, la herramienta facilitó el acercamiento con el Ministerio de Turismo y con la oficina de gestión ambiental de la Municipalidad de Pocosí, con el fin de articular agendas de tra-bajo común. Asimismo, en todas las comunidades el proceso de diálogo potenció la concreción

de una red local de trabajo alre-dedor de grupos organizados de mujeres, pescadores, empresa-rios y empresarias de las micro y pequeñas empresas, grupos que expresan las diferentes ju-ventudes y otras organizaciones locales organizadas.

Como producto de este proceso, en todas las comunidades se logró establecer una buena base social que asegura la construcción de: i.) una fuerte vinculación de diversos actores y sectores con el Proyecto; ii.) una agenda de compromisos en el marco de la ““Alianza regional por la biodiversidad y el desarrollo sostenible frente el cambio climáti-co”; una base social que legitima democráticamente la ejecución de

En junio, el boletín trimestral Simbiosis, del Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio), publicó una reflexión sobre el proyecto Manos a la costa, la cual reproducimos en esta edición.

Hablando con nuestras costas

las actividades. Ello ha sido posi-ble gracias a un diálogo que se ha desarrollado sobre la base de tres estrategias: i.) visitas bilaterales a diversos actores; ii.) talleres de sensibilización y formación; iii.) re-uniones mixtas con comunidades y entidades gubernamentales.

De esta forma, el diálogo ha per-mitido que las conversaciones y enfoques prevalecientes sobre cambio climático con las comuni-dades, logren superar las barreras de comunicación hasta ahora do-minantes, dando como resultado. el acercamiento a una visión real-mente local que ha facilitado una visión del cambio climático desde aquellas creencias y experiencias, certezas e incertidumbres, que existen alrededor del tema. El pro-ceso ha generado así, la conexión sobre la base de intereses comu-nes y no desde el discurso domi-nante que tiende a la polarización.

Fuente:

Daniel Matul, director Manos a la costa FUNPADEM

Sylvia Chávez, co-directora Manos a la costa, INBio

¿Cómo surgió FUNDARY?Somos una ONG establecida en 1989 en honor a Mario Dary Ri-vera, ingeniero, con Post grado en malaria y enfermedades metaxé-nicas; asesinado en 1981. Fundó la Escuela de Biología de la Uni-versidad de San Carlos (USAC), entre otras organizaciones acadé-micas, y fue rector de la Universi-dad hasta su muerte. Su hijo Juan Mario Dary y varios ambientalistas crearon FUNDARY.

¿Cuál es su misión?En un inicio gestionó proyectos para la Escuela de Biología y la Facultad de Farmacia de la USAC; sin embargo, luego se involucró en temas ambientales. Desde 1991 es la encargada ante el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) de adminis-trar la Reserva de Vida Silvestre Punta Manabique, en el caribe guatemalteco .

Siendo Punta Manabique una reserva, existen asentamien-tos humanos.Sí, hay pobladores con más de 20 años de vivir en la zona y de acuerdo con el Decreto 23 del año 2005, pueden permanecer siempre y cuando cumplan con las normati-

vas, como el cuidado de los recur-sos naturales. En el Refugio viven alrededor de 2.278 personas, unas 469 familias (2006), entre ladinos e indígenas keckìes; quines han re-gistrado legalmente la mayor parte de sus fincas. Las personas subsis-ten económicamente de los servi-cios que prestan los ecosistemas.

¿Cuáles son las principales características naturales de Manabique?Desde 2005 es la única área marina protegida de Guatema-la y alberga parte del sistema

arrecifal mesoamericano, si bien se ha degradado por la ac-ción humana; sin embargo, es posible encontrar especies muy resistentes como los corales es-cleractinios. Punta Manabique fue declarada sitio RAMSAR al ser una zona marina de ani-dadamiento para especies del Golfo de Honduras. De manera que ahí nuestro objetivo princi-pal es el manejo integrado del ecosistema marino costero por medio de la sostenibilidad en la producción de bienes y servi-cios naturales.

¿Forma parte de algún corre-dor biológico transfronterizo?Manabique es un corredor bio-lógico Cobioma junto con el Parque Nacional Omoa Cuya-mel, de Honduras. Nos separa el Río Motagua Viejo. La zona hondureña se caracteriza por su bosque de altura, agua pota-ble y su población garífuna.

¿Cuáles son los impactos del cambio climático en Manabique?No se ha logrado medir cuáles son los impactos sin la interven-

ción del ser humano, pero sí es evidente la contaminación del Río Motagua, así como de las ciuda-des puerto (Puerto Barrios), por el manejo deficiente de aguas resi-duales, el aumento demográfico, la tala ilegal y la expansión de la frontera agrícola y ganadera. De esta problemática se derivan inundaciones, temperaturas y olas más altas y baja en la talla y número de especies para la pez-ca comercial, algunos mariscos ya no se encuentran y hay espe-cies invasoras como el pez León.

¿Qué aporta Manos a la costa a FUNDARY?Un papel aglutinador de todas las acciones que venimos rea-lizando para disminuir la vulne-rabilidad de las zonas costeras, en gestión del riesgo, encade-namientos productivos, segu-ridad alimentaria y resolución de conflictos, y todo dirigido a enfrentar el cambio climático.

¿Cómo están organizados?Nuestra sede central está en la capital, quinta avenida 9-62 zona 1, y tenemos sede en

GUATEMALAFundación Mario Dary Rivera (FUNDARY)

ENTIDADES COLABORADORAS

Entrevista a Edelweiss Hildebrand, directora ejecutiva

Las comunidades beneficiarias con el proyecto Manos a la costa son Machaquitas, Quetzalito y Quineles.

Puerto Barrios y una estación en la Reserva. Somos 10 per-sonas en planta y 15 guarda recursos. En mi caso tengo seis años y medio de laborar en la organización y desde hace tres años soy la directora ejecutiva.

¿Cuáles iniciativas llevan a cabo en la Reserva y cuáles son las principales necesida-des de apoyo?Tenemos varios programas, como la comercialización de PET o desechos plásticos; al mes la comunidad recolecta de tres a cuatro toneladas en el cauce del Motagua y unas siete toneladas de los tres colegios de Puerto de Barrio, para un total de 11 tonela-das que venden a un comprador.Estamos promoviendo que el go-bierno declare una autoridad que regule al Río Motagua y tenemos en proyecto un documental para mostrar los impactos de la con-taminación, pero necesitamos recursos para la producción.

En gestión del riesgo trabajamos para prevenir y mitigar desastres naturales, como inundaciones y pérdida de cosechas y de carbo-

neras (recursos forestales permi-tidos que se convierten en carbón para la comercialización). Hace poco iniciamos la recuperación de la pesca por medio de zonas de veda permanente. El cluster de protección a Punta de Manabi-que formado por puertos, ONG`s, la alcaldía y la Cámara de Comer-cio siempre busca apoyo para las mejoras en el manejo de aguas residuales y desechos sólidos.

En el área sur de la Reserva la pro-blemática se centra en la agricultura y ganadería no sostenible, incenti-vamos mejores prácticas, viveros forestales y un foro agropecuario para resolver conflictos Tenemos un proyecto de prácticas agropas-toriles para un corredor de especies depreradoras y sus presas.

¿Cuáles otros proyectos pro-mueven?En la capital estamos con una finca privada en Huehuetenan-go en el tema de incentivos forestales, y con la cuenca del Motagua más a nivel de inci-dencia. Además, somos una organización muy participativa en el desarrollo de las políticas

ambientales del país. Desde el año pasado impulsamos la campaña “Recicla Guatemala” para electrónicos, no se estaba haciendo nada con esos dese-

chos tan dañinos para las per-sonas y el ambiente. Hacemos acopio en algunas de las ferias patronales y la respuesta ha sido muy buena.

PUNTA MANABIQUE EN DATOS:

Extensión territorial: 151.878 hectáreas, 49.289 de las cuales son zona terrestre y 102.589 pertenecen a la zona marina.

Comunidades beneficiadas con Manos a la costa: Macha-quitas, Quetzalito y Quineles.

Ubicación: costa caribe, dista de la capital del país a 283 kilómetros hasta Puerto Barrios, municipio de Izabal, y siete kilómetros más hasta la entrada de la Reserva. Se puede ir por tierra, en el área sur, y a la península solo por lancha.

Clima: lluvioso la mayor parte del año, en especial de junio a octubre e inicios de noviembre.

Turismo: el año pasado recibió 900 turistas quienes pueden visitar algunas áreas, hay otras áreas denominadas núcleo (intocables) y áreas de aprovechamiento. Existen hoteles co-munitarios y tours.

QuinelesQuineles

Quetzalito

MÉXICO

¿Qué es el clima? El clima conjunto de estados y cambios de las condiciones atmosféricas, es decir, perio-dos de tiempo con o sin lluvia, aumento en la constancia y fuerza del viento y disminución y aumento de temperatura, observadas en un territorio y durante un periodo de al me-nos 30 años. A lo anterior se le suma la presencia de even-tos extremos de precipitación, viento y temperatura, como por ejemplo huracanes, tormentas tropicales, tornados y sequías.

Mitos y realidades sobre cambio climáticoMilena Berrocal, Ph.D. en ciencias ambientales y especialista en cambio climático.

¿A qué se refiere el cambio climático? Se trata de cambios en el clima, ya sea por causas naturales o actividades humanas. Estos cambios pueden intensificarse por la influencia de procesos cíclicos como el fenómeno de El Niño, el cual implica déficit de lluvia y La Niña, con exceso de lluvia y épocas lluviosas más extensas. También pueden influir factores externos como tormen-tas solares, el movimiento de traslación de la Tierra y los pla-netas vecinos, erupciones volcá-

nicas de gran escala o cambios en la composición química y físi-ca de la atmósfera.

¿Cómo impactan las activida-des humanas?A partir de la revolución industrial, en la segunda mitad del siglo XIX, se comenzó a utilizar los combus-tibles fósiles para la producción de mercancías, además hubo un cambio en el uso del suelo por la expansión de las zonas agrícolas. Estos dos procesos generaron el aumento y la concentración en la atmósfera de los denomina-

dos gases de efecto invernadero (GEI) que son básicamente bióxi-do de carbono, monóxido de car-bono, metano y óxidos nitrososEstos gases, de larga vida, es decir, que requieren cientos de años para eliminarse, poseen la cualidad de acumular calor (radiación solar), ello provoca el aumento paulatino de la tem-peratura del planeta al impedir la salida de esta radiación solar al espacio. Al aumento en la temperatura por la acu-mulación de estos gases en la atmósfera se le conoce popu-

larmente como ‘calentamiento global’ o, más ampliamente, al incluir otros efectos, como ‘cambio climático’.

¿El cambio climático es un fe-nómeno contemporáneo o se ha dado anteriormente?A partir de procesos naturales de la dinámica terrestre, por ejemplo, erupciones volcáni-cas masivas, a lo largo de la historia del planeta en varias ocasiones se ha presentado tanto calentamiento global como glaciaciones. En la ac-tualidad, el cambio climático es producto de las actividades humanas, en especial, por la quema de combustible fósil y la eliminación del bosque para dar paso a zonas de pastoreo y cultivo. A diferencia del cam-bio climático presentado hace millones de años, el proceso actual se ha acelerado en los últimos 100 años. Hemos pa-sado de tener 280 ppm (partes por millón) de bióxido de car-bono equivalente a 365 ppm, en menos de un siglo, lo cual provocó que la temperatura global aumentara 0.5 grados Celcius. Con la tendencias actuales, para el año 2100 la temperatura aumentará en-tre 3.5 y 4 grados Celcius, lo que significará una distorsión extraordinaria en las condicio-nes climáticas.

¿Cuáles son los efectos en las zonas costeras centroa-mericanas?En la región nos rige la Zona de Convergencia Intertro-pical, que es una franja de bajas presiones y que regula la época seca y la época llu-viosa. Los efectos del cambio climático ya se han hecho sentir; por ejemplo, tenemos déficit de precipitación en la costa Pacífica, es decir, llu-vias durante menos tiempo pero con mayor intensidad y más días secos consecutivos.

Además, se está presentando un aumento en la temperatu-ra ambiental (mínima y máxi-ma), en el nivel del mar y en su temperatura superficial, lo que provoca que se incre-menten el número de huraca-nes, tormentas y depresiones tropicales en algunas zonas de la costa caribeña. Las implicaciones para el ser hu-mano son diversas, desde la expansión de enfermedades vectoriales (malaria y den-gue), inundación de terrenos costeros y zonas agrícolas en las tierras bajas, vulnerabili-dad en la seguridad alimen-taria y la desaparición de especies de flora y fauna, así como un desequilibrio en los ecosistemas acuáticos, lo cual altera al manglar, los arrecifes y ecosistemas clave para las actividades económicas.

¿Qué pueden hacer las po-blaciones costeras para en-frentar los efectos del cam-bio climático?El proyecto ‘Manos a la costa. Acciones frente al cambio climático’ propone

fortalecer las capacidades de las comunidades cos-teras en adaptación y miti-gación. También pretende generar conciencia sobre la necesidad de cuidar y usar racionalmente los recursos naturales y los servicios que prestan los ecosistemas. Di-fundirá información sobre te-mas relacionados al cambio climático, la biodiversidad, la producción sostenible y el emprendedurismo.

Las poblaciones costeras requieren fortalecer su orga-nización comunal para hacer frente a procesos climáticos, que se estiman, aumenten su intensidad y constancia, como por ejemplo huracanes, mare-jadas, tormentas tropicales y erosión de la costa. Los pro-cesos climáticos antes men-cionados pueden provocar daños a las zonas de cultivo, humedales e infraestructura.

La generación e implementa-ción de planes de prevención de emergencias, el monitoreo constante de los caudales de los ríos en época lluviosa,

las buenas prácticas agríco-las que minimicen la pérdida de suelo fértil, disminuirán los efectos negativos que el cambio climático en general pueda tener en las comuni-dades. Sin embargo, existen otros efectos que generarán pérdidas como el aumento en la temperatura superfi-cial del mar y la migración o desaparición de especies acuáticas de valor comer-cial, también las sequías y la desertificación obligarán al mejoramiento de semillas o al cambio de cultivos, con el propósito de conservar la seguridad alimentaria, sobre todo para la producción de granos básicos como arroz y maíz, que por lo general se cultivan y cosechan en las planicies costeras.

En general, el cambio climá-tico representa un reto para las poblaciones, por lo que la adopción de medidas de adaptación es vital, así como el cuido y conservación de los recursos naturales y los servicios que prestan los ecosistemas.

Los Cóbanos en la costa salvadoreña alberga un sistema arrecifal y el anidamiento de tortuga marina.

EN LOS MEDIOS

El proyecto tuvo una primera jornada de la fase de Diálo-go en las trece comunidades y está entrando a la fase de Diagnóstico en la que se iden-tificarán las prioridades que los planes de acción en medidas de adaptación y mitigación. Las principales actividades que se desarrollaron en junio son las siguientes:

Trabajo de las entidades cola-boradoras y los facilitadores.Del 14 al 18 de junio el coordi-nador nacional para Panamá, Heraclio Herrera, visitó la isla Cartí Sugdú y del 27 de junio al 2 de julio estuvo en la comuni-dad de Río Sidra. El propósito de estas visitas fue continuar el diálogo con autoridades loca-les y otros grupos organizados de las comunidades.

Visita a las comunidades.Las entidades colaboradoras y el equipo del proyecto visitaron las comunidades beneficiarias para presentarles el proyecto, identificar liderazgos y generar compromisos con su ejecución.

Del 4 al 7 de junio, Fundación del Río, de Nicaragua, y el equipo se reunió con represen-tantes de las comunidades San Carlos y El Castillo.

Del 17 al 20 de junio, en conjun-to con FUNDARRECIFE, de El Salvador, se reunió con repre-sentantes de Barra de Santiago.

Los días 22 y 23 un miembro del equipo, en compañía de AN-CON, de Panamá, visitaron las islas Cartí Sugdú y Río Sidra para continuar generando vín-culos y compromiso con los ha-bitantes para actuar frente a los desafíos del cambio climático.

Talleres de capacitación so-bre cambio climático, bio-diversidad y servicios que prestan los ecosistemas. El 6 y 8 de junio se desarrolla-ron dos talleres en la Univer-sidad de El Salvador. La audi-ciencia fue variada, conformada por estudiantes de biología, fun-cionarios públicos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y representantes de comunidades costeras que no forman parte del proyecto. El objetivo de los talleres fue la difusión de conceptos y esce-narios ambientales y de cambio climático.

Trabajo de campo. Como parte del proceso de acer-camiento a las comunidades se aplicó una metodología de diag-nóstico rápido participativo, junto

con el Área de Conservación Tortuguero, en las comunidades costarricenses de Barra del Co-lorado e Isla Brava del 11 al 14 de junio y en Tortuguero, y en San Francisco, del 25 al 28 de junio. Se trabajó con hoteleros, líderes y empresarios para cono-cer sus impresiones acerca del desarrollo de la zona y el manejo de los recursos naturales.

Acopio y análisis de informa-ción secundaria. Desde que inició el proyecto, el equipo se ha dado a la tarea de buscar información relevante para contextualizar, conocer y caracte-rizar a las comunidades beneficia-rias. Esto ha implicado investigar en informes económicos, científi-co-ambientales y demográficos de los municipios y departamentos.

Nuestras actividades

El proyecto capacitó a estuadiantes de la Universidad de El Salvador.

Contacto:

Fundación para la Paz y la Democracia (FUNPADEM)

[email protected]+506 2283 9435

www.funpadem.org

NUESTRAS ENTIDADES COLABORADORASGuatemala

Fundación para la Conservación del Medio Ambiente y Recursos Nat-urales Mario Dary Rivera (FUNDARY)

En 1989 se estableció la fundación en honor a Mario Dary Rivera (1928-1981), quím-ico farmacéutico, fundador y primer director de la Escuela de Biología de la Universidad de San Carlos de Guatemala. En 1990 inició trabajos conservaci onistas en Punta Manabique. Las acciones han estado enfoca-das en el desarrollo humano, tales como apoyo a la educación y a la producción y organización comunitaria.

El Salvador

Fundación de Vecinos del Arrecife de Los Cóbanos (FUNDARRECIFE)

En el Área Natural Protegida Complejo Los Cóbanos la fundación realiza act ivi-dades de protección y vigilancia, restauración de eco- sistemas, investigación y at-ención al visitan- te. En 2002, la fundación inició con el manejo del área, y desde

entonces ha impulsado la creación y el seguimiento de asociaciones de desarrollo comunal, la educación y legislación ambiental, estrategias de comunicación y el turismo sostenible.

Nicaragua

Fundación para la Conservación y Desarrollo del Sureste de Nicara-gua FUNDACIÓN DEL RÍO

Constituida en 1990, es la primera organización ambientalista de Río San Juan. Se ha propuesto generar capacidades en la población para la defensa de la biodiversidad de

sus ecosistemas naturales y derechos ciudadanos, también promueve el desarrollo de alternativas económicas y amigables con el ambiente. En el área de influencia ha ejecutado proyectos en educación ambiental, turismo sostenible, atención integral a la niñez y adolescencia, participación ciudadana y auditoría social.

Costa Rica

Área de Conservación Tortuguero (ACTo)

Es la dependencia regional del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), que a su vez forma parte del Ministerio del Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (MINAET). Dentro de los límites de ACTo figuran el Parque Nacional Tortuguero,

creado en 1975. Ha consolidado un programa de Gestión Comunitaria y Corredores Biológicos orientado a conocer, salvar y usar la biodiversidad con la participación de los actores locales.

Panamá

Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (AN-CON)

Desde 1985 ANCON inició sus actividades y una de sus propuestas ha sido la “Creación de un Proyecto para el Manejo Costero de Kuna Yala”, que ejecuta por

medio de dos vías complementarias: acciones humanas que inciden en el sistema ecológico natural y efec-tos ecológicos generados por la naturaleza y que inciden en el sistema social. En Kuna Yala existe una am-plia conciencia de la construcción de una sociedad sostenible y el compromiso de sus protagonistas.