EL ABORTO

No puede hablarse de aborto sin tener en cuenta a la mujer, puesto que es ella quien tiene por un periodo de 9 meses de gestión a la futura vida.

En Colombia la sentencia c-355 de 2006, establece tres excepciones en las cuales se despenaliza el aborto:

1. cuando se pone en riesgo la vida de la madre.

2. cuando el embarazo es producto de un acto criminal: violación, incesto, inseminación artificial obligada.

3. cuando se identifican malformaciones que no van a garantizar la vida digna del feto.

Dentro de muchas de las controversias que se han generado, una de ellas es que el estado debe proteger la vida del que está por nacer, pero así mismo está en la obligación de proteger los derechos fundamentales de la mujer: Dignidad, salud, integridad, libertad, libre desarrollo de la personalidad, autonomía sexual y reproductiva.

El hecho de que el aborto se considere ilegal, no quiere decir que vaya a cumplirse esto, puesto que son numerosos los casos de abortos clandestinos, donde se ve afectada la integridad de la mujer ya que en estos lugares no se cuenta con los medios capacitados para su realización, ni con la sanidad requerida.

El aborto no es un tema color de rosa, pero tampoco quiere decir que sea malo, debe respetarse la autonomía de la mujer, por ejemplo, es deber del estado garantizar la vida digna, la ciencia ha permitido demostrar mediante estudios realizados cuando el feto tiene malformaciones, lo que complicaría su vida a futuro. En muchos de estos casos las mujeres no tienen la calidad económica ni necesaria para suplir las necesidades que surgen de dichas malformaciones, que ni el estado ni terceros van a suplir.

Las mujeres que tomen la decisión de abortar no deben ser estigmatizadas ni juzgadas por lo que hicieron, la sociedad no está en condición de tachar esto, pues es la mujer la única quien vive y siente el porqué de su decisión, y si esta fue la de abortar debe respetarse. Quiero finalizar con una frase “vivir como se quiere, vivir bien y sin humillaciones”