Escucho las gotas caer, luego de deslizarse sobre las hojas del árbol del jardín, al caer al piso arman el concierto de la vida y aquí envuelta en lamento y pensamientos te veo sumergir entre la frígida neblina que cubre mis pies helados veo tu imagen reflejada en cada una de mis pupilas, te siento en cada latido que da mi corazón y dejo de oler la tierra humedecida con aquellas gotas y huelo tu perfume que como púas atravesando mi piel impregnándose en cada espacio que mantenía abierto al recuerdo de tu existencia, y cierro los ojos para olvidarte una vez más sea que lo consiga hoy o mañana tu y yo sabremos que no podremos y que como aguijones cada día nos depositan en el cuerpo veneno que algún vez llamamos amor, y recordaras los vientos y los amaneceres, y los caminos que te traerán a mí los caminos que te recordaran a mí, los labios que no sabrán como los míos y que desearas más de los que tienes en frente, desearemos que cadenas que se rompieron se vuelvan a juntar, y que las noches en las que los sudores de tu frente caían sobre mi rostro, sobre mi pecho, sobre mis piernas, esas noches no son ni serán. Recordare con desgano lo poco de mi vida en la soledad y el abandono de esa cara de niña con una pronta mujer dentro, que cuando llegaste olvide un momento de ser yo y liberarme a cual aleteo batía sobre aires cálidos, olvidando el fin, dejándome recostar sobre tu pecho para escuchar las palabras sublimes de tu alma, a tocar tu piel morena y cálida, recordare que me dejaste sola, y volvió la paloma a su jaula encerrada en más de una, obligada a seguir el rumbo de la vida miserable que ella no quería, y recordare que tu dijiste adiós con la sonrisa en la boca y yo dije adiós con un corazón negro y una lagrima en el rostro, recordare que las palabras esa noche se sintieron pesadas y duras, desde entonces comí sin tener hambre, bebí sin saborear, existí en el mundo donde solo sombríos los días fueron y un cuarto pequeño me refugiaba entre llantos y lamentos, entre madrugadas sin dormir, y noches sin sueño, albergaron lo poco que queda de mí, muerta en vida ando por ahí sin fuerza para levantas mi alma, el amor más que una fantasía no es, el amor más que algún terrible karma tal vez sea, el amor sin amor es un huérfano que vive solo de las miserias del mundo calza con zapatos negros tiene el rostro cansado y viejo, tiene el cabello largo como las ojeras adornando sus cafés ojos, el amor es el fuego que consume lo poco que nos deja el amado, el amor sin amor con odio se traga.