El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La...

download El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una Propuesta a Materialist A (D. Zurro)

of 20

Transcript of El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La...

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    1/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    EL ANLISIS DE FITOLITOS ... EN EL ESTUDIO DEL CONSUMO DE RECURSOS VEGETALES... 35

    EL ANLISIS DE FITOLITOS Y SU PAPEL EN EL ESTUDIO DELCONSUMO DE RECURSOS VEGETALES EN LA PREHISTORIA:

    BASES PARA UNA PROPUESTA METODOLGICAMATERIALISTA

    THE ANALYSIS OF PHITOLITHS AND ITS ROLE IN THE STUDY OF THE

    CONSUMPTION OF VEGETAL RESOURCES IN PREHISTORY: THE BASES FOR A

    MATERIALIST METHODOLOGICAL APPROACH

    TRABAJOS DE PREHISTORIA63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    DBORA ZURRO (*)

    RESUMEN

    La primera parte de este trabajo presenta una introduc-cin al anlisis de fitolitos. En ella se especifican cuestio-nes tales como las caractersticas de estas partculas, lasbases de su tratamiento en laboratorio, el estado actual dela investigacin o su potencial informativo para nuestradisciplina. En la segunda parte se establecen las bases de

    una propuesta metodolgica (actualmente en desarrollo)para la aplicacin de esta tcnica en arqueologa. Dichapropuesta parte del materialismo histrico y se basa en elconcepto marxista de valor objetivo, el anlisis de los pro-cesos de trabajo y la categorizacin, en base a la seleccinde las materias vegetales, de los conjuntos fitolitolgicos.

    ABSTRACT

    This paper is strucured in two parts. The first one offersan introduction to phytolith analysis exploring the charac-

    teristics of these particles, the laboratory procedures in use,

    the current state of research and the informative potential

    they can offer to archaeology. The second part proposes

    the basis of a methodological approach for applying this

    technique to archaeology. This methodology uses histori-

    cal materialism and is based on the Marxist concept of

    value, the analysis of the processes of labour and the

    categorisation of phytolith assemblages based on the selec-

    tion of vegetal materials.

    Palabras clave: Fitolitos. Recursos vegetales. Metodolo-ga. Materialismo histrico. Prehistoria.

    Key words: Phytoliths. Plant resources. Methodology.Historical materialism. Prehistory.

    1. INTRODUCCIN

    El anlisis de fitolitos y esqueletos silceos vie-ne aplicndose a materiales y sedimentos arqueo-lgicos desde hace ya cierto tiempo en nuestrombito cotidiano de trabajo (1), siendo las publica-ciones al respecto cada vez ms frecuentes.

    La imagen creada sobre las posibilidades realesde este tipo de anlisis es actualmente ambivalen-te: por una parte existe un sector de la comunidadarqueolgica, vido de informaciones taxonmicas

    muy precisas, que cree que el anlisis de fitolitospermite llegar siempre a niveles de determinacinmuy especficos, convirtindose en una panaceapara aquellos yacimientos que no cuentan con otrotipo de restos vegetales. Por otra parte, en otrossectores el efecto ha sido precisamente el contrario,predominando el escepticismo sobre los resultadosobtenidos con estos anlisis, dudando incluso de lafiabilidad de la tcnica.

    Ni la idea de unos ni la de otros se ajusta con ri-

    (*) Departament dArqueologia i Antropologia. Instituci Mili Fontanals IMFCSIC. C/ Egipcaques, 15. 08001-Barcelona. Co-rreo electrnico: [email protected]

    Recibido: 3-XI-05; aceptado: 9-V-06.

    (1) Para una breve historia de esta tcnica, tanto desde susorgenes botnicos como del uso de la misma en arqueologa,vase Pearsall 1988: 395-396; Piperno 1988: 1-9 y Power-Jones1992.

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    2/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    36 Dbora Zurro

    gurosidad a la realidad, siendo el desconocimien-to sobre la tcnica muy generalizado.

    Por ello en las siguientes pginas voy a dar aconocer, aunque sea a modo de esbozo, esta tcni-ca cuyo uso se va haciendo ms y ms comn enarqueologa. Disponer de ciertas nociones de los

    aspectos elementales del estudio de los fitolitos esfundamental para poder valorar las posibilidades deproduccin de datos que la tcnica ofrece as comosu aplicabilidad en determinados contextos.

    Por ello empezar con las especificidades delanlisis para, en una segunda parte, presentar lasbases de una propuesta metodolgica actualmenteen desarrollo que posibilite una ms adecuada apli-cacin del anlisis de fitolitos y esqueletos silceosa contextos arqueolgicos y con objetivos tambinarqueolgicos, siempre desde la perspectiva delmaterialismo histrico y a partir, por tanto, del an-lisis de los procesos de trabajo.

    2. EL ANLISIS DE FITOLITOS

    Los fitolitos son unas partculas de tamao ymorfologa variados que se producen en el organis-mo vegetal como consecuencia de un proceso demineralizacin.

    El anlisis de fitolitos surge de toda una serie deestudios de microscopa realizados por bilogosalemanes en el primer tercio del s. XIX, y es desa-rrollado posteriormente por profesionales de orge-nes muy diversos, teniendo un papel preponderantelas aportaciones realizadas desde la botnica y tam-bin desde la geologa y la arqueologa (ver nota 1).

    Durante largo tiempo estas partculas fuerondenominadas de forma generalista como biolitos(denominacin que inclua indistintamente diversos

    tipos de partculas mineralizadas), pasndose a de-nominar posteriormente fitolitos de palo, palo,slice opalino, palo herbceo o slice biognico.

    En aos recientes se ha designado el trmino fi-tolito como el ms adecuado para denominar estosmicrocuerpos por el reduccionismo que suponedeterminar el origen especficamente vegetal deeste tipo de biomineralizaciones.

    Esta mineralizacin es consecuencia de una ac-tividad vital para las plantas: la absorcin de aguadel medio edfico. El slice, diluido en la solucinacuosa, es absorbido como cido monosilcico(Si(OH4)) y vehiculado a travs de los tejidos con-ductores hacia las partes areas de la planta. El s-lice soluble se encuentra en los suelos de forma

    constante, hallndose en porcentajes que van des-de aproximadamente un 10% a cerca del 100% enalgunos sedimentos (Bowdery 1998). Su presenciaes consecuencia de procesos de lixiviacin de mi-nerales silceos (por ejemplo, cuarzo y feldespatos)as como de la disolucin de los propios biomine-

    rales de slice (fitolitos, diatomeas, espculas deesponja, entre otras). Estos procesos de lixiviacinse ven influidos por factores como la topografa, elclima, el tipo de roca madre o la cantidad de aguaexistente en el medio. Cuando este mineral llega alas partes areas de la planta y se da una saturacinde la solucin en que se encuentra, se depositacomo dixido de slice ((SiO2)+4-9%H2O). Unavez este proceso ha tenido lugar el resultado es ge-neralmente irreversible (Epstein 1994).

    La depositacin del slice se da tanto en el inte-rior de las clulas como en la superficie exterior oincluso en los espacios intercelulares (Pearsall1989). En los dos primeros casos obtenemos unarplica exacta de las morfologas celulares (gene-ralmente con tamaos que oscilan entre 2 y 500mm) (Fig. 1), mientras que en el ltimo se produ-cen unos cuerpos angulosos que no permiten seradscritos al tejido de origen.

    El conocimiento de la variabilidad de la anato-ma vegetal es por este motivo bsico para llevar a

    cabo la identificacin del anlisis de fitolitos deslice. Dada la diversidad de la morfologa celularen funcin de su localizacin anatmica, un cono-cimiento botnico bsico, as como la creacin de

    Fig. 1. Fitolito elongado (herbceas).

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    3/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    EL ANLISIS DE FITOLITOS ... EN EL ESTUDIO DEL CONSUMO DE RECURSOS VEGETALES... 37

    colecciones de referencia adecuadas son elementosfundamentales para un ptimo desarrollo de estetipo de anlisis.

    En ocasiones se conservan porciones de tejidovegetal silicificado (esqueletos silceos), los cualespermiten llegar a un nivel de determinacin ms

    elevado al proporcionar ms informacin anatmi-co-taxonmica (Fig. 2).Aunque la mayora de fitolitos estn formados

    por slice opalino, con la posible presencia tanto deoclusiones de carbn como de Al, Fe, Ti, Mn, P, Cuo C, existen tambin fitolitos de oxalatos de calcio.stos ocupan un segundo lugar tanto en los estudiospaleoecolgicos como arqueolgicos debido a va-rios factores (Tillman -Sutela y Kauppi 1999; Fin-ley 1999).

    Su menor grado de preservacin sera una cues-tin clave, as como el hecho de que este tipo demineralizacin no conlleva la produccin de rpli-cas de morfologas reconocibles anatmicamente,sino que es resultado del proceso de cristalizacindel mineral. En todo caso se forman siguiendo elmismo procedimiento que el de los fitolitos de s-lice: la absorcin y posterior depositacin del mi-neral en los tejidos vegetales bajo la forma de oxa-lato de calcio deshidratado (weddelita - CaC2O4 .(2+X) H2O) u oxalato de calcio monohidratado(whewelllita - CaC2O4 . H2O).

    A diferencia por tanto de las mineralizacionessilceas, que reproducen las morfologas de los te-

    jidos donde se originan, en el caso de los fitolitos de

    oxalato de calcio se producen toda una serie de ti-pos base que pueden en algunos casos presentar-se de forma combinada: drusas, rafidas (cristalesagregados en forma acicular), estiloides (cristalesgruesos de forma tambin acicular), arena de cris-tal o cristales bipiramidales (Mulholland y Rapp

    1992).Aunque parecen haber algunas especies en estesentido excepcionales (Pinilla et al. 1997), existe uncierto consenso sobre la dificultad de utilizar estetipo de fitolitos de forma sistemtica para identifi-car la planta de origen. A pesar de ello son la formade biomineralizacin ms comn en las plantassuperiores (Tillman-Sutela y Kauppi 1999). Tam-bin ha sido hallada en hongos y lquenes (Pinillaet al. 1997; Osterrieth et al. 2000; Oyarbide et al.2001).

    Volviendo a los fitolitos de slice, y respecto a lafuncin que estas clulas mineralizadas desarrolla-ran en el organismo vegetal, existen diversas hip-tesis. En el caso de las gramneas una de sus funcio-nes sera la de actuar como elementos de resistenciaa la compresin que se da durante el proceso detranspiracin, previniendo as el colapso de las pa-redes celulares. Otra posibilidad sera mantener laturgencia del organismo vegetal en ausencia deagua. En algunos casos se ha documentado cmo el

    Si aumenta la tolerancia de las plantas al Mn o in-cluso al Al (Carnelli et al. 2002), as como la resis-tencia a un exceso de sales en el suelo (Epstein1994). En otros casos, como en el del gnero Ory-za (arroz) se ha demostrado su funcin protectorafrente a ciertos hongos (Piperno 1988) y de formageneral se considera un mecanismo de defensafrente a la predacin de los herbvoros (McNaug-hton y Tarrants 1983; McNaughton et al. 1985).

    La produccin de fitolitos es muy diversa depen-

    diendo de la especie. La gran cantidad de variablesque influyen en la produccin hace que actualmentesea difcil realizar clculos absolutos respecto a lacantidad de materia vegetal original sobre la basede los fitolitos producidos, aunque s es posiblerealizar clculos aproximativos.

    En cuanto a los ndices de produccin, existenvarios factores que influyen positivamente, siendolos principales la afinidad taxonmica (gentica) dela planta a la silicificacin as como su edad. Otrosfactores, relativos al entorno de crecimiento, esta-ran relacionados tanto con el clima como con lacomposicin del medio edfico. As, la disponibi-lidad de gran cantidad de agua, la existencia de fi-tolitos diluidos, de materia orgnica, etc, ... favore-

    Fig. 2. Esqueleto silceo correspondiente a un tejido epidr-mico (herbceas).

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    4/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    38 Dbora Zurro

    ceran la silicificacin. Estas condiciones ambien-tales pueden influir en la magnitud de la producciny muy raramente en los patrones de localizacin delos fitolitos. As, las leguminosas, por ejemplo, si-licifican siempre el esclernquima (2), ya sea laproduccin alta o baja.

    El conocimiento sobre los patrones de produc-cin de fitolitos dentro del reino vegetal es muydesigual, ya que tradicionalmente el inters de lainvestigacin se ha focalizado en un nmero nomuy alto de taxones. A pesar de ello, actualmentepodemos afirmar en relacin a gran parte de lasfamilias y tejidos cules de ellos son productores ycules no (ver por ejemplo Piperno 1988).

    La presencia de slice ha sido documentada noslo en angiospermas, sino tambin en musgos,equisetos, helechos y conferas. En general, las es-pecies herbceas son ms productoras que las espe-cies arbreas. Esta mayor productividad, as comoel inters especfico que despiertan concretamen-te los cereales, tanto a nivel socioeconmico comohistrico y botnico, ha suscitado que las gramneashayan centrado gran parte de la investigacin.

    Actualmente el nivel de precisin de las identi-ficaciones taxonmicas permite distinguir no slovegetacin arbrea y de pradera, sino tambin:

    angiospermas y gimnospermas monocotiledneas y dicotiledneas (Parry etal. 1984)

    gramneas C3 y C4 (3), as como diferentessubfamilias dentro de las gramneas C4(Chloridoideae y Panicoideae) (Twiss1969;Barboni et al. 1999)

    Es tambin posible identificar numerosas fami-lias y en ocasiones se puede llegar al nivel de espe-cie. Tan slo a modo de ejemplo vemos que se ha

    trabajado intensivamente en dicotiledneas (Bo-zarth 1992), angiospermas tropicales (Piperno1989), Poaceae (Mulholland 1989; Zucol 1996),Cyperaceae (Ollendorf 1992), Cucurbitaceae (Bo-zarth 1987; Piperno et al. 2000), Triticum trigo

    (Ball et al. 1993,;Tubb et al. 1993; Ball et al. 1996;Berlin et al. 2003), Triticum yHordeum trigo yavena (Miller-Rosen 1992; Ball et al. 1999),Zeamays maz (Piperno 1984; Mulholland et al.1990) o Phaseolus vulgaris frijol (Bozarth1990).

    Es importante tener presente que existen diferen-tes grados de silicificacin de los diferentes taxo-nes y/o tipos de tejidos, lo cual puede llevar a unarepresentacin diferencial en el registro. Existenalgunos taxones que no dejan ningn tipo de rastro,no siendo esta ausencia de evidencia necesariamen-te una prueba de que no fueran usadas. Tambinexisten especies que silicifican menos que otras,pero por el momento no hay suficientes investiga-ciones que nos permitan establecer un ndice paraestandarizar de alguna manera los datos (a nivelglobal) y llevar a cabo cuantificaciones absolutascon respecto a las plantas de origen.

    3. ENFOQUE DE LOS ESTUDIOS

    En la actualidad la investigacin se est realizan-do bsicamente en torno a tres enfoques:

    En primer lugar existe un enfoque actualista,planteado en la mayora de trabajos desde un pun-

    to de vista botnico. Comprende tanto la resolucinde la problemtica referente a los factores que con-tribuyen a la produccin de fitolitos en determina-das especies y/o tejidos vegetales frente a la inexis-tencia en otros, como la identificacin de cules sonestas especies productoras y no-productoras o lafuncin de estas partculas en el organismo vegetal.Dentro de este grupo se incluira toda una serie detrabajos relacionados con el ciclo biogeoqumicodel slice (Bennett y Parry 1980; Bennett 1982;

    Hodson et al. 1982, 1985; Parry et al. 1984; Zucol1996; Carnelli et al. 2001; Borrelli y Osterrieth2001; Alexandre et al. 1997; Morikawa y Saigusa2004, y otros).

    En segundo lugar habra un enfoque de tipo his-trico que comprendera aquellas investigacionescuyo objetivo es la reconstruccin del medioam-biente o del uso de plantas en el pasado mediante laaplicacin de la tcnica a sedimentos naturales o amateriales arqueolgicos (ya sean sedimentos oartefactos) (Bush et al. 1992; Fisher et al. 1995;Galvan et al. 1995; Piperno y Becker 1996; Alexan-dre et al. 1997; Fredlund y Tieszen 1997; Bowdery1998; Barboni et al. 1999; Madella et al. 2002; yotros).

    (2) El esclernquima es un tejido de sostn (resistente a latensin y a la compresin), formado por dos tipos de clulas: es-clereidas y fibras. Generalmente presenta un alto contenido enlignina y se puede encontrar en cualquier parte del organismovegetal.

    (3) Las herbceas C3 seran aqullas que se encuentran en

    zonas ms fras, con un alto ndice de humedad o en zonas eleva-das. Por el contrario, las C4 seran aqullas que se encuentran enclimas clidos y en condiciones tanto climticas como edficas dearidez. Estas diferencias suponen una adaptacin anatmica des-tinada a rentabilizar al mximo el proceso de fotosntesis, lo cualcomporta una morfologa diferente de los tejidos epidrmicos.

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    5/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    EL ANLISIS DE FITOLITOS ... EN EL ESTUDIO DEL CONSUMO DE RECURSOS VEGETALES... 39

    En el tercer enfoque incluiramos toda una seriede estudios cuyo objetivo es la propuesta de cla-sificaciones y nomenclaturas as como el desa-rrollo de metodologas para el tratamiento en ellaboratorio de sedimentos y taxones actuales(creacin de colecciones de referencia), para la

    extraccin de residuos de artefactos arqueolgicos,etc., ... incluyendo el desarrollo de mtodos para laidentificacin de especies y/o tejidos (Ollendorf1992; Pearsall y Dinan 1992; Zucol 1992, 1995;Tubb et al. 1993; Albert 1995; Madella et al. 1998;Lentfer y Boyd 1998, 1999, 2000; Parr et al. 2001;y otros).

    4. PROCESADO DE LAS MUESTRAS

    En relacin al protocolo utilizado para tratar lasmuestras sedimentarias y a pesar de los numerososmtodos existentes, en todos los casos el proce-sado tiene como finalidad la separacin de losfitolitos del resto de componentes de la matriz, po-sibilitando tanto su visualizacin mediante micros-copa ptica como su cuantificacin.

    Al margen de particularidades que se pueden daren algunas aplicaciones, el procesado de las mues-tras sigue un tratamiento que podemos calificar decomn. Consiste sintticamente en la fragmenta-cin de la muestra, eliminacin de carbonatos, dis-persin (defloculacin) de la muestra con elimina-cin parcial o total de las arcillas y destruccin dela materia orgnica (Madella et al. 1998). Una se-gunda parte del procesado, no tan generalizadacomo la primera, contempla la separacin densim-trica de la fraccin de slice amorfo del resto deminerales contenidos en la muestra mediante el usode un lquido pesado calibrado.

    Las diferencias entre diferentes investigacionesradican en la cantidad de muestra procesada, el usode diferentes productos qumicos, en la eliminacinde la materia orgnica mediante calcinado de lasmuestras o mediante oxidacin, tipo de productosqumicos usados, etc. (4).

    Las muestras se montan en lminas (con resinassintticas, aceite de inmersin, etc.) para su visua-

    lizacin al microscopio ptico (5), generalmenteentre 400 y 1000 aumentos. Entonces se realizan losconteos, de un modo similar al polnico. Se estable-cen unas categoras a identificar (a nivel de morfo-tipos, o de tipo ms generalista, arbreo/no arbreo,por ejemplo) en funcin de los intereses de la inves-

    tigacin. Igualmente se determina un nmero m-nimo de individuos en el conteo que se consideraestadsticamente representativo.

    Uno de los mayores avances metodolgicosimplementados en el anlisis de fitolitos desde unaperspectiva arqueolgica (probablemente el msrelevante hasta el momento) es el desarrollado porAlbert y Weiner (2001). Mediante una batera declculos hacen posible estandarizar los resultadosde las extracciones (remitiendo a un nmero de fi-tolitos por gramo de AIF-Acid Insoluble Fraction),pudiendo de este modo comparar las muestras(cuantitativamente) entre s. Esto permite, entreotras cosas, detectar las cantidades de fitolitos endeterminadas muestras (por ejemplo en relacin areas concretas del yacimiento o periodos).

    5. FITOLITOS EN CONTEXTOSARQUEOLGICOS

    Tras esta introduccin se hace necesario cuestio-nar la rentabilidad de la tcnica. Es decir, qu aportarealmente a cambio de la inversin (en especializa-cin, equipamiento y trabajo) que supone. Los da-tos que obtenemos, qu aportan a lo producido porla antracologa, la carpologa o la palinologa? orepiten informaciones ya obtenidas? Ambas posi-bilidades son interesantes y necesariamente deter-minan una tipo de estrategia de investigacin dife-rente. Cada caso particular de investigacin nos

    ofrecer probablemente una realidad diferente, enla que se reiterarn informaciones o bien se aadi-rn nuevas. Sern los intereses de la investigacin,las hiptesis a resolver, lo que determinar la nece-sidad de utilizar unas u otras tcnicas o bien todasellas de forma articulada, siendo la combinacin ointerdisciplinariedad entre ellas la estrategia meto-dolgica ms adecuada si lo que pretendemos esobtener una imagen global del consumo de vegeta-les. Como veremos, si bien en determinados aspec-tos estas posibilidades informativas se solapan a las(4) Existen numerosas publicaciones que tratan especfica-

    mente los mtodos de laboratorio. Entre ellas destacan numerososartculos publicados en The Phytolitharien Newsletter, publica-cin peridica de la Society for Phytolith Research, como Buckleret al. 1994; as como otros en publicaciones de mayor difusinPiperno 1988; Pearsall 1989; Lentfer y Boyd 1999, 2000; Parr etal. 2001; Coil et al. 2003; Horrocks 2005.

    (5) El uso de la microscopa electrnica queda generalmenterestringido al estudio de detalle de determinadas caractersticas dealgunos fitolitos y a la realizacin de fotos de alta calidad desti-nadas a publicaciones.

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    6/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    40 Dbora Zurro

    de la antracologa, paleocarpologa, etc., pudiendoobtener as una confirmacin de unos y otros datos,en muchas otras ocasiones los datos obtenidos soninasequibles por medio de otra tcnica.

    Bsicamente, hay tres caractersticas de los fito-litos, perdurabilidad, inalterabilidad y la capacidad

    de ofrecer una representacin anatmica general yuna cobertura taxonmica ms amplia, que dotan deun carcter alternativo a la tcnica, ya que permiteincorporar informaciones nuevas al registro arque-obotnico.

    5.1. Perdurabilidad

    Las caractersticas fsico-qumicas de estas par-tculas hacen que sean el nico resto botnico quese preserve en condiciones de conservacin no ex-cepcionales. Generalmente esto sucede en mediossedimentarios con rangos de pH entre 2 y 9, aunquese dan casos en los que perduran en medios con unpH muy elevado, como en algunas zonas tropicales(Piperno 1988). Existen otros factores, como laexistencia de materia orgnica u oclusiones de car-bn, que previenen la disolucin. Numerosas inves-tigaciones, en ciencias cuya profundidad temporales muy superior a la arqueolgica (paleontologa,

    geologa ...), avalan esta perdurabilidad (Jones et al.1963; Carnelli et al. 2001; Parmenter y Folger 1974;Flores et al. 2000; Fredlund y Tieszen 1997; Strom-berg 2002).

    En el caso de la arqueologa esta tcnica se haaplicado de forma secundaria a sociedades cazado-ras-recolectoras, habindose analizado preferente-mente materiales de cronologas ms recientes, encuyo caso con mayor frecuencia se cuenta con unabuena conservacin de otros restos arqueobotni-

    cos. As, los estudios en contextos agrcolas o rela-cionados con los orgenes de la agricultura han pro-liferado especialmente (Pearsall y Trimble 1984;Miller-Rosen y Weiner 1994; Zhao y Piperno 2000;Mbida et al. 2001; Trombold y Israde-Alcntara2005).

    Existen algunas excepciones, entre las que des-tacan los trabajos de Albert (Albert et al. 1999,2000, 2003) llevados a cabo sobre sedimentos deyacimientos en Israel. En el caso de Tabun, en uncontexto correspondiente a Paleoltico Medio, lascenizas procedentes de las grandes reas de com-bustin fueron analizadas para dar cuenta del tipode combustibles utilizados. Otro ejemplo para es-tas cronologas es el llevado a cabo por Madella

    (Madella et al. 2002) en el yacimiento de Amud,tambin en Israel.

    Gracias a esta perdurabilidad del slice es posi-ble solventar el problema de la falta de referentespara el anlisis del consumo de vegetales en aque-llos casos en los que se de una fuerte degradacin

    de los restos arqueobotnicos antracolgicos y car-polgicos.

    5.2. Inalterabilidad

    El anlisis de fitolitos permite identificar mate-riales vegetales al margen de que fueran procesa-dos, intencional o accidentalmente, mediante eluso del fuego. sta es probablemente la gran dife-rencia con respecto a la antracologa y la paleocar-pologa, ya que en ambos casos la conservacingeneralmente es consecuencia de la torrefaccin ode la carbonizacin, intencionales o no. El anli-sis de fitolitos ofrece una panormica general delconsumo de vegetales independientemente delprocesado a que hubieran sido sometidos. El tro-ceado, molienda, hervido, asado, etc., no altera enabsoluto ni los protocolos a seguir ni los resulta-dos de la tcnica, ya que los fitolitos no son mo-dificados cuando los vegetales sufren estas trans-

    formaciones. En lo que respecta al tratamiento concalor, tambin obtendremos generalmente una fielrepresentacin de los mismos ya que la tempera-tura de fusin del slice es extremadamente eleva-da. De hecho, son necesarios unos 500 C para queel slice opalino se funda y 1150 C para que semodifique y cristalice (Jones y Milne 1963, cit. enPearsall 1989).

    5.3. Representacin anatmica generalLas tcnicas arqueobotnicas ms habituales,

    antracologa y paleocarpologa, son tcnicas cuyoobjeto de anlisis es limitado si el objetivo de nues-tro trabajo es conocer el consumo general de vege-tales. Ambas analizan materiales muy especficos,relativos a taxones concretos y que se definen enrelacin a la parte anatmica de los vegetales queestudian. En ambos casos, nos referimos a unosrecursos muy especficos, que aunque no en todoslos casos, s se asocian generalmente a su funcincomo combustible en el caso primero y a la alimen-tacin en el segundo. El anlisis de fitolitos nosremite a prcticamente cualquier tipo de tejido ve-

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    7/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    EL ANLISIS DE FITOLITOS ... EN EL ESTUDIO DEL CONSUMO DE RECURSOS VEGETALES... 41

    getal (aunque haya algunos de estos tejidos en losque estas partculas se den ms frecuentemente y enmayor abundancia, como las partes areas) y tam-bin a cualquier tipo de vegetal (aunque no todossean productores y haya familias ms productorasque otras). De este modo cubre un espectro, aunque

    no total, s ms amplio tanto de tejidos como degrupos de vegetales.Una vez mostradas las amplias posibilidades que

    el anlisis de fitolitos ofrece a la arqueologa, sehace necesario aclarar alguna de las crticas erigi-das en torno a estos anlisis. stas han surgido deese desconocimiento de la tcnica ya comentado yde espectativas generadas desde el uso habitual dela antracologa y palinologa, esperando obtenertambin listas sistemticas de especies. Tienen subase en particularidades de la tcnica consideradascomo problemas o limitaciones inherentes a lamisma, y que han sido calificadas a priori comocuestiones irresolubles de suficiente peso comopara invalidar su uso.

    Concretamente nos referimos a la naturaleza delos conjuntos fitolitolgicos, la iluviacin de estaspartculas y la imprecisin taxonmica.

    5.4 Naturaleza de los conjuntos fitolitolgicos

    Probablemente debido a similitudes tanto en eltamao como en el tipo de muestras o en la tcni-ca de procesado en el laboratorio, se han realizadoexcesivos paralelismos entre el anlisis de fitolitosy el de polen, aunque las nicas similitudes seanprecisamente sas. La asociacin realizada entrefitolitos y granos de polen ha supuesto entender alos primeros como partculas capaces de desplazar-se del mismo modo que los segundos, resultando as

    imposible conocer la pertenencia original de unconjunto fitolitolgico a un sedimento o estrato.En este sentido debe recordarse que el diseo del

    polen tiene como finalidad precisamente su disper-sin. En el caso de los fitolitos, stos quedan en ellugar en el que se encontraba la materia vegetal deorigen (ya fuera sta su ubicacin original o habien-do sido aportada a ese lugar antrpicamente), pa-sando a integrarse en el sedimento. Evidentemen-te, se pueden producir aportaciones de fitolitosposteriores, ya sea a consecuencia de la actividadde animales, o debido a filtraciones de agua en cue-vas, etc., (Madella y Power-Jones 1998), pero entodo caso no son comparables a la movilidad delpolen.

    Existen un par de casos, respondiendo a unascondiciones ambientales muy especficas, en losque s se ha documentado movilidad de los fito-litos.

    El primer caso est en relacin con climas des-rticos, donde esta movilidad es fruto de las carac-

    tersticas de la matriz sedimentaria, totalmente des-agregada por la falta de materia orgnica. As, laaccin del viento puede ocasionar su transporte, taly como document el naturalista britnico Darwin,quien a bordo del Beagle recogi un polvo apor-tado elicamente frente a las costas de Cabo Ver-de. Este polvo, analizado por el bilogo alemnEhrenberg, result estar compuesto bsicamentepor fitolitos (Piperno 1988). Otro ejemplo, actual,sera el analizado por Folger et al. (1967).

    La segunda posibilidad tiene relacin con incen-dios forestales. En stos, la rpida desaparicin dela materia orgnica ocasiona que los fitolitos seanliberados en el aire, entre las cenizas. Tambin eneste caso el viento acta como factor de dispersin.Los estudios realizados por Hart (1997) en NuevaGales del Sur (Australia) mostraron la relacin en-tre el fuego y el transporte de ciertos morfotipos.Segn sus anlisis, los fuegos forestales que de for-ma peridica (cada 8-12 aos) tienen lugar en eserea del continente australiano eran la causa de la

    dispersin de cierto tipo de fitolitos, de pequeotamao, que no aparecan en los conjuntos fitolito-lgicos del suelo pero que s aparecan habitual-mente en la vegetacin de la zona. En este sentidose puede decir que el fuego actuaba como un filtronatural que desvirtuaba los conjuntos fitolitolgi-cos del suelo.

    5.5. Iluviacin

    Una de las cuestiones que ms polmica handespertado es la iluviacin o movilidad vertical deestas partculas a lo largo del perfil del suelo. Estosupondra que la asignacin de un conjunto fitoli-tolgico a un paquete estratigrfico y, por tanto, aun nivel de ocupacin y/o rea de actividad deven-dra inevitablemente dudosa. En este sentido, losespecialistas en anlisis de fitolitos han formuladolo que se ha denominado la static phytolith hypothe-sis (Piperno 1988; Bobrova y Bobrov 1997; Barbo-ni et al. 1999; Pearssall 1989) y la mobile phytoli-th hypothesis (Fredlund y Tieszen 1997; Hart yHumphreys 1997). stas argumentan respectiva-mente a favor de una u otra posibilidad; suponen

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    8/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    42 Dbora Zurro

    bien el estatismo de estas partculas en la localiza-cin concreta en que quedaron tras la desaparicindel tejido vegetal en que fueron producidos o, porel contrario, su movilidad vertical y su situacin,por tanto, secundaria.

    El movimiento vertical puede darse, siendo

    menor o mayor su magnitud en funcin del tipo dematriz sedimentaria y de ciertos procesos, relacio-nados con la accin de la microfauna, las caracte-rsticas geomorfolgicas de la zona de estudio, etc.,siendo por ello bsico un conocimiento exhaustivode las caractersticas sedimentolgicas y geomor-folgicas del yacimiento, as como de los procesostafonmicos acaecidos.

    Se considera posible esta movilidad especial-mente en casos de matrices sedimentarias altamen-

    te arenosas y con un nivel de materia orgnica bajo,en las que se de un continuo y eficaz lavado delsuelo. Estos procesos dan lugar a la traslacin delas partculas ms pequeas a niveles inferiores,donde pueden acumularse en caso de que cambienesas condiciones que habran facilitado la perco-lacin.

    Los estudios sedimentolgicos que avalen unaausencia de procesos de pedogeneizacin de losperfiles sern el elemento que asegure la estabili-dad de los fitolitos en su localizacin concreta dedeposicin. Otras investigaciones, como las reali-zadas en el yacimiento de Amud por Madella et al.(2002) consideraron la inmovilidad de los conjun-tos fitolitolgicos en el caso concreto de Amud y,por tanto, su pertenencia a los niveles paleolticos,en base a estudios estratigrficos y micromorfo-lgicos as como por las buenas condiciones depreservacin de estas partculas (que presentabanuna baja fragmentacin y erosin superficial). Di-versos estudios realizados sobre la movilidad delpolen demuestran precisamente cmo sta est es-trechamente ligada a las caractersticas del yaci-miento (Kelso 1994; Dimbleby 1985 cit. en The-rin 1998). En todo caso es de destacar que losfitolitos no presentan problemas de iluviacin delcalibre de los que puede presentar el polen, cuyoanlisis y resultados estn ampliamente aceptadosy generalizados en numerosas disciplinas (Bobrovay Bobrov 1997).

    En relacin a la interdisciplinariedad a la que tan

    frecuentemente aludimos en arqueologa, es dedestacar que la combinacin del anlisis de fitoli-tos con el micromorfolgico de suelos permite de-terminar la ausencia o presencia de movimientos

    verticales de fitolitos y esqueletos silceos (Gravey Kealhofer 1999). De este modo, el uso combinadode las dos tcnicas permite una optimizacin de lasposibilidades informativas de ambas.

    5.6. Imprecisin taxonmica

    La posibilidad de realizar identificaciones anivel de especie mediante el anlisis de fitolitosdepende de la existencia de algn morfotipo diag-nstico, as como del desarrollo de mtodos (mor-fomtricos, estadsticos), que permitan establecerprotocolos para llevar a cabo las determinaciones.En la mayora de los anlisis el nivel de identifica-cin corresponde al de gnero o familia. Los estu-

    dios llevados a cabo con fines a la identificacin deespecies han sido muy intensivos en determinadoscasos de alto inters arqueolgico y botnico comoes el trigo (Ball et al. 1996, 1999; Miller-Rosen1992).

    En todo caso es importante destacar que la granaportacin del anlisis de fitolitos no consiste en laidentificacin de especies, sino en la determinacinde diferentes tipos de tejidos vegetales, especial-mente los correspondientes a las partes verdes. Sinla aplicacin del anlisis de fitolitos la representa-cin de las mismas en el registro arqueolgico noes factible a excepcin de casos muy excepionales.sta es especficamente la gran aportacin del an-lisis de fitolitos: posibilitar la deteccin de todo ununiverso de materias (y, por ende, de manufacturasy procesos de trabajo) que generalmente no sonasequibles (6). De este modo se hace evidente quemediante la combinacin y articulacin de las dife-rentes tcnicas arqueobotnicas es posible accedera nuevos y diferentes tipos de informaciones rela-tivas al consumo de vegetales.

    Sobre la base de todo lo dicho, se hace necesa-rio ofrecer un marco de interpretacin que nos per-mita saber no slo cul es la informacin anatmicay taxonmica que ofrece un conjunto fitolitolgi-co, sino tambin qu significa a nivel arqueolgi-co. Necesitamos significar los materiales ms allde su materialidad, dotarlos de significado a nivelarqueolgico.

    (6) Existen algunas otras tcnicas, como por ejemplo el an-lisis de parnquimas (Hather 1993; Kubiak-Martens 1996, 2002)que tambin permiten visibilizar el consumo de recursos vegeta-les en el registro arqueolgico, aunque en su caso se requierenunas condiciones de preservacin especficas.

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    9/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    EL ANLISIS DE FITOLITOS ... EN EL ESTUDIO DEL CONSUMO DE RECURSOS VEGETALES... 43

    6. BASES PARA UNA PROPUESTAMETODOLGICA (7)

    A partir de nuestra realidad actual as como delos estudios etnogrficos e histricos hemos podi-do documentar multiplicidad de maneras de traba-

    jar los recursos vegetales e infinidad de productos,tanto alimenticios como bienes de uso, realizadossobre la base o con participacin de materias pro-cedentes del reino vegetal. Del mismo modo, esinnegable que la participacin de los materialesvegetales es fundamental a todos los niveles y entodas las sociedades conocidas (como alimento,forraje, combustible, material de construccin,medicinas, etc, ...) con escassimas excepciones(como las comunidades habitantes del rtico).

    A pesar de ello, en trminos generales se puededecir que existe una grave falta de visibilidad deluso de los recursos vegetales en la prehistoria (es-pecialmente en lo que a sociedades cazadoras-reco-lectoras se refiere). Tras esta falta de visibilidad seesconde no slo el argumento de la falta de conser-vacin de los restos arqueobotnicos, sino tambinprejuicios sobre la importancia de los diferentestipos de recursos. Me refiero concretamente a lasobrevaloracin de unos recursos frente a otros (anivel alimentario la carne por encima del resto de

    recursos o a nivel objetual el ltico). Estos prejuiciossuelen ir acompaados tambin de preconcepcio-nes sobre quines eran en cada caso los agentessociales que los gestionaban, considerndose alhombre como encargado de la caza y la gestin delos materiales lticos y a las mujeres como recolec-toras.

    Se puede decir que gran parte de esos problemasde representacin podran solventarse. La investi-gacin arqueobotnica adolece con frecuencia de

    reflexin metodolgica, siendo la mayora de lostrabajos de carcter aplicativo. Integrar nuevas tc-nicas y propiciar la complementariedad de unas yotras en base a un acercamiento ms arqueolgicoresultara altamente productivo.

    Hace tiempo que se hace necesario un desarro-llo metodolgico general en arqueologa (Barcelet al. 2006;Terradas et al. 1999, entre otros). En ar-queobotnica particularmente, la necesidad de estarenovacin metodolgica es ms que evidente;

    existen diversos problemas (determinacin delcarcter antrpico o natural de los conjuntos, elec-cin de un mtodo adecuado de cuantificacin, in-terpretacin socioeconmica de los datos, etc.) laresolucin de los cuales supondra dotar de una im-portante rentabilidad informativa a los datos que

    obtenemos de esta parte del registro arqueolgicocuyo origen es vegetal.La presente propuesta se enmarca en esta proble-

    mtica y tiene como objetivo presentaruna meto-dologa especficamente dirigida a la produccin dedatos sobre el consumo de vegetales que resultenadecuados para ayudar en una reconstruccin fia-ble de las estrategias de subsistencia de las socie-dades en estudio. Se pretende as que el anlisis defitolitos sea integrado de forma activa y constanteen la investigacin arqueolgica, dejando de seruna aplicacin tcnica empleada de forma puntual.Mediante esa concretizacin metodolgica, el an-lisis de fitolitos dejara de ser una tcnica ms, cuyouso puede ofrecer, eso s, un aspecto muy sofistica-do a una publicacin o investigacin arqueolgicapero nada ms que eso.

    El marco de actuacin dentro del cual se desarro-lla esta propuesta es el materialismo histrico ydesde una perspectiva materialista son numerososlos trabajos tericos que han tratado la cuestin de

    la produccin (Risch 1995; Bate 1998; Ruiz delOlmo y Briz 1998; Briz 2004 ; Barcel et al. 2006,entre otros), as que este tema no ser tratado aquen profundidad.

    El anlisis de los procesos de trabajo ser el ejevertebrador a partir del cual desplegar los diferen-tes elementos de la propuesta.

    El consumo de vegetales se entiende como unaparte de los procesos particulares de trabajo ascomo parte del ciclo general de produccin que

    caracteriza socioeconmicamente a una sociedad.La reconstruccin y caracterizacin de los distin-tos procesos de trabajo desarrollados en el pasadoa partir de los materiales registrados en yacimien-tos entraa por s sola una dificultad considerable.A pesar de ello, para numerosos equipos de inves-tigacin la(s) metodologa(s) desarrolladas para elestudio de este aspecto de las sociedades son con-sideradas suficientemente exploradas, entendien-do as que el proceso de aprehensin de dichas in-formaciones se ha realizado ya de forma correcta ylegtima. As, se dan como vlidas las diversas eta-pas del proceso de investigacin: el muestreo, lacreacin de datos, la significacin estadstica de losresultados, su interpretacin socio-econmica, etc.

    (7) Esta propuesta fue expuesta en el trabajo de Investigacinde Tercer Ciclo de la autora; Preguntas en torno al consumo devegetales en la prehistoria, propuesta de mtodo para el anlisisde fitolitos en contextos arqueolgicos, (Depto. de Prehistoria,UAB, 2002), dirigido por la Dra. A. Vila y el Dr. M. Madella.

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    10/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    44 Dbora Zurro

    Tras especificar la necesidad de un desarrollometodolgico general y de la voluntad de estudio dela produccin como ciclo general, esta propuestaconsta de la explicitacin de varios objetivos parti-culares y de la especificacin de cules son las cate-goras econmicas utilizadas as como el proceso de

    adscripcin de los restos arqueobotnicos a stas.Para el estudio de los recursos vegetales desdeuna perspectiva del anlisis de fitolitos es necesa-rio establecer una batera de objetivos medios,que nos permitan acercarnos a esas estrategias ge-nerales de consumo de vegetales (Piqu 1999). Se-rn las recurrencias halladas en estos objetivosmedios las que nos permitan caracterizar las uni-dades de estudio (sean yacimientos, ocupaciones,etc, ...):

    Reconstruccin de los procesos de trabajo:ste es el objetivo principal, ya que los procesos detrabajo son entendidos como el elemento que nospermite realizar una primera aproximacin materia-lista y objetiva a las sociedades del pasado. Nece-sitamos datos fitolitolgicos que podamos rela-cionar o adscribir a categoras que, a su vez, nospermitan identificar procesos de trabajo: Mp (Ma-teria Prima), Ot (Objeto de Trabajo), etc., ... (ver p-ginas siguientes).

    Identificacin de una organizacin especfi-ca del espacio: la localizacin en el asentamiento delos diferentes elementos identificados en el puntoanterior (Ot, P, ...) nos permitir establecer dos afir-maciones. En primer lugar, ser posible determinarla forma en que se presentan los diferentes elemen-tos integrantes de los procesos de trabajo, ya seasta asociada o no. Esta informacin debe servir enuna primera instancia para dirigir esa identificacin

    de los procesos de trabajo, que puede verse reafir-mada en base a la combinacin de diferentes an-lisis, como es el caso de la combinacin de residuosvegetales y anlisis funcional del material ltico, porejemplo. En segundo lugar se identifican las dife-rentes zonas de trabajo en que se organiza el espa-cio, sobre la base de la disposicin discontinuada delos materiales arqueolgicos, as como una posiblefuncionalidad especializada de los diferentes asen-tamientos o zonas de los mismos. As, pueden iden-tificarse reas de almacenamiento o de procesadode cereales, por ejemplo.

    Identificacin del consumo de materias vege-tales y especficamente de los tejidos/especies: la

    presente propuesta plantea especficamente la re-construccin de los procesos de trabajo realizadossobre materias vegetales, permitiendo de este modoun mayor conocimiento sobre el uso de este tipo derecursos naturales y concretamente sobre el tipo devegetales utilizados. Por ello es bsico tambin la

    determinacin del tipo de tejido vegetal. La deter-minacin taxonmica, por otra parte, permitirentre otras cosas identificar posibles ocupacionesestacionales de los asentamientos as como el usoms especfico de determinadas plantas, cultivadaso no, la especializacin funcional de contenedores,hogares, etc.

    Respecto a los objetivos medios especificados,debe destacarse la necesidad de una adecuada estra-tegia de muestreo como requisito sine qua non parasu consecucin. sta es extremadamente importan-te, ya que determina la calidad de las informacio-nes obtenidas y puede predeterminar (en ocasionesde forma errnea) posibles interpretaciones. Lainterpretacin, por ejemplo, de los resultados deanlisis realizados sobre muestras procedentes ex-clusivamente de un hogar puede ser muy diferen-te de la que llevaramos a cabo si tambin contse-mos con datos de sedimento de fuera del mismo(muestras de control). Estos datos pueden refutar o

    verificar, por ejemplo, la presencia significativa oexclusiva de un cierto tipo de material.La estrategia de muestreo necesariamente est

    en relacin directa con nuestras hiptesis de trabajoy el tipo de datos que necesitamos y que esperamosconseguir en base a estos anlisis. Estos objeti-vos condicionandnde tomar las muestras, que latoma de muestras se realice por ejemplo en el ya-cimiento y/o en lugares no antropizados, la existen-cia de muestras de control, etc. (Zurro 2002; ver

    nota 4).Pero a su vez esta estrategia viene condiciona-da por todas las peculiaridades tanto de la tcnicaen s como del mtodo concreto que sigamos paraaplicarla y se refieren a la cantidad de muestra ne-cesaria, al grado de fiabilidad de los resultados, quepuede condicionar el nmero de anlisis por mues-tra, o incluso al nmero de muestras por unidadanalizada. Tambin es importante tener presenteslos procedimientos necesarios para evitar contami-naciones.

    Existe un elemento que de alguna manera pode-mos considerar estable, las caractersticas de estaspartculas y de las tcnicas de anlisis son objetivasy particulares (al margen de que existan diferentes

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    11/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    EL ANLISIS DE FITOLITOS ... EN EL ESTUDIO DEL CONSUMO DE RECURSOS VEGETALES... 45

    mtodos para tratarlas y de que sean tambin cons-tantemente mejoradas o adaptadas a caracters-ticas especficas de cada yacimientos). El elementovariable, relativo a los objetivos, es el que debe serdeterminado para cada caso y se construye en fun-cin de la investigacin y de las peculiaridades del

    yacimiento pero en todo caso conociendo y tenien-do en cuenta el anterior.En la presente propuesta los objetivos ya han

    sido explicitados, de manera que tan slo cabeespecificar que nicamente una estrategia de mues-treo horizontal evidenciar de un modo ptimo tan-to la disposicin como la asociacin de los materia-les arqueolgicos, cumpliendo las expectativasdepositadas en estos anlisis para esta propuestaconcreta. El muestreo vertical puede resultar muytil para el entendimiento de aspectos muy bsicosde tipo tafonmico, especialmente en yacimientospequeos y/o en cueva. Hasta la fecha no existenpublicaciones que traten a fondo la cuestin delmuestreo de fitolitos en arqueologa.

    Adscripcin a las categoras econmicas

    La adscripcin de los restos hallados a las dife-rentes categoras se basa en uno de los conceptos

    bsicos del materialismo histrico, el trabajo. stees definido por el propio Marx (1867) como trans-formacin de la materia o actividad encaminada ala obtencin de un producto determinado median-te la transformacin de una materia tambin deter-minada. Esta transformacin puede tener lugar conayuda de un instrumento de trabajo y en todo casomediante la aplicacin de energa (fuerza de traba-

    jo) y de una tcnica. Es la asimilacin de los ma-teriales naturales al servicio de las necesidades

    humanas (Marx 1867: 136).Los estudios sociales marxistas han puesto enevidencia que el trabajo es condicin sine qua nonde la existencia humana y social. Por tanto, su an-lisis nos puede ofrecer parmetros objetivos parael estudio de las sociedades as como de los pro-cesos histricos. A diferencia de otras propuestasen arqueologa, cuya definicin de la relacin so-ciedad-medio no es totalmente explicitada (inclu-so en aqullas que se definen como adaptacionis-tas), el materialismo histrico evidencia cmo esprecisamente a travs del trabajo que se da esa re-lacin, que es dialctica y por tanto no unidireccio-nal (vase los procesos de domesticacin, porejemplo).

    El materialismo histrico identific y defini elpapel de todos los elementos que entran en juego enlos diferentes procesos de trabajo (las materias ybienes de uso, la fuerza de trabajo o energa humanaaplicada, etc.) mediante su adscripcin a un conjun-to de categoras.

    Una misma materia puede ser categorizada deforma diferente, ya que es precisamente el rol quecumple en cada proceso y su situacin con respec-to a los otros elementos (cmo se relaciona conellos), lo que la define. Es decir, que ese valor den-tro del proceso de trabajo no es intrnseco al obje-to en s, sino que slo se manifiesta (materialmen-te), cuando este proceso tiene lugar. Por ello, unmismo material cumple roles diferentes segntransforma o es transformado, as como segn elgrado de transformacin acontecido.

    Luego, el elemento clave para desarrollar la pro-puesta ser especficamente el grado de transforma-cin de los vegetales que podamos detectar a par-tir de los conjuntos fitolitolgicos. Pero, como yase ha apuntado en la primera parte de este trabajo,estas partculas no sufren modificacin alguna apesar de los procesados a que se someten general-mente los vegetales, ya sea para su consumo ali-menticio o para la produccin de valores de uso. Porello no podemos pretender detectar esta transforma-

    cin de forma directa, duranteel anlisis de lasmuestras, sino que deben establecerse otros crite-rios.

    La posibilidad que se nos ofrece desde el anli-sis de fitolitos es la de detectar en nuestras muestrasla existencia de acumulaciones de diverso tipo,obviamente de carcter antrpico. Estas acumula-ciones deben ser determinadas en base a nivelesestablecidos estadsticamente como significativos.La existencia de dichas acumulaciones no natura-

    les debe ser entendida como el resultado de un pro-ceso de seleccin, siendo ste el axioma sobre elque descansa la propuesta. Dentro de las prcticassocioeconmicas de una sociedad esta seleccintiene una finalidad particular, cumple una funcinconcreta a nivel econmico, incluso en aquelloscasos en que la materia no llegue a ser amortizada(no llegue a ser utilizada para el fin para el que fueadquirida).

    La determinacin del tiempo de trabajo invertidoser el elemento central de la propuesta. Esta inver-sin de trabajo otorga un valor especfico al obje-to en s, valor que es creciente a medida que ese tra-bajo aumenta (Lull 1988). Por ello es posible, endeterminados casos, establecer una escala gradual,

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    12/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    46 Dbora Zurro

    relativa, de acumulacin de valor (8) por medio deltrabajo realizado. En este sentido tanto la escalacomo la precisin de esta seleccin pueden ser in-dicativas de la cantidad de trabajo invertido.

    Estos diferentes elementos a los que aluden lascategoras son universales y pueden ser reconoci-

    dos en los diferentes registros arqueolgicos (ar-queobotnico, ltico, faunstico, etc, ) mediantela constatacin de la transformacin de la materiay de la asociacin de unos y otros materiales ar-queolgicos (instrumentos, residuos, productos, ...)(Briz et al. 2002).

    Las categoras utilizadas en este caso son las quesiguen:

    Recurso (Rc): Materia (vegetal, mineral o ani-mal) que se encuentra disponible en el medio his-trico, aprehensible mediante la tecnologa de quedispone el grupo humano que lo habita e integran-te, en consecuencia, de los procesos de trabajo quecaracterizan a esta comunidad. Los recursos vege-tales seran en todo caso aquellos que son recolec-tados y en cuya reproduccin no se ha intervenido.Un ejemplo sera un caizal en el caso de una socie-dad que utilizara especficamente esas especiespara fabricar cestos.

    Instrumento de trabajo (It): Producto que seutiliza, en un proceso de trabajo, como elemento

    mediante el cual transformamos o nos ayudamos atransformar un Ot dado. El instrumento de trabajose define por su participacin como tal en un pro-ceso de trabajo o en alguna fase del mismo. Unejemplo sera el punzn utilizado para la confeccinde cestera.

    Materia bruta (Mb): materia que como trans-formacin tan slo ha sido extrada del medio. Porejemplo un atado de juncos arrancados para la con-feccin de cestera.

    Materia prima (Mp): materia que habiendosido ya extrada del medio, ha sufrido una primeratransformacin en su propia materialidad (ya hasido objeto de trabajo). Siguiendo con el caso de los

    juncos, los tallos separados del resto de la plantaseran una Mp, y se convertiran en Mp1, Mp2, etc.,segn fueran sufriendo transformaciones (corta-do longitudinal, ablandado de las fibras, secado,etc.).

    Objeto de trabajo (Ot): materia que es trans-

    formada a lo largo del proceso de trabajo. Puede seruna Mb (que se transforma as en Mp) o una Mp queinicia una escala de transformacin (Mp1, Mp2,etc.). Los juncos seran Ot en cada una de las eta-pas de transformacin.

    Materia auxiliar (M aux.):son materias primas

    que a lo largo del proceso de trabajo son absorbi-das por el instrumento o incorporadas a la materiaprima. Tal sera el caso de ocres en el proceso decurtido de pieles o de desgrasantes vegetales en lafabricacin de cermica. Esta incorporacin al pro-ceso de trabajo no tiene que ser una condicin parael desarrollo del mismo pero puede implicar unamejora de la tcnica. En el caso del ejemplo de los

    juncos el agua, en un proceso de ablandado, serauna materia auxiliar.

    Residuo (de un proceso de trabajo) (R): Losresiduos de trabajo son materia fruto de las carac-tersticas concretas de un proceso de trabajo. Suproduccin es una consecuencia pero no la finali-dad del mismo. En nuestro ejemplo las races, se-paradas de los tallos, seran residuos. Otro ejemploseran los carbones que hallamos en contextos ar-queolgicos. stos son productos secundarios en elproceso de produccin de energa lumnica o calo-rfica. Son un derivado no buscado pero inevitableen la produccin de llamas o brasas.

    Producto (P): objeto resultante de un procesode trabajo previamente determinado. Es el resulta-do de la transformacin de un Ot. En este caso se-ra el cesto acabado.

    La recoleccin de plantas enteras, por ejemplo,da lugar a un cambio sustantivo en la materialidadde la planta (de hecho, deja de ser un ser vivo). As,ese recurso natural que son determinadas plantasque se consumen pasa a ser Materia bruta, una vezya extrada de la naturaleza y Materia prima cuan-

    do sufre una primera transformacin. La Mp guardams valor acumulado que la Mb. Pero esta Mp o Mbpueden, como Ot trabajado y convertido en Produc-to, volver a ser incluidas de nuevo en un proceso detrabajo, de nuevo como Ot para ser finalizado oiniciar de nuevo el ciclo tantas veces como sea ne-cesario. En todo caso lo que resulta claro es que entodos estos procesos se da una acumulacin de va-lor por medio del incremento gradual del trabajoinvertido.

    La adscripcin de un conjunto fitolitolgico auna u otra categora se basar en su caracterizacincomo seleccin de primer grado que corresponde aMb o seleccin de segundo grado, correspondien-te a Mp. En general las selecciones taxonmicas lo

    (8) Se usa aqu el concepto marxista de valor o valor objeti-vo, entendido como el equivalente al volumen de trabajo inverti-do. Es, por tanto, un concepto no sujeto a subjetividades e inde-pendiente del tipo de sociedad-economa (o modo de produccin,en trminos marxistas) que estemos tratando.

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    13/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    EL ANLISIS DE FITOLITOS ... EN EL ESTUDIO DEL CONSUMO DE RECURSOS VEGETALES... 47

    sern de primer grado, mientras que las de tejidos(anatmicas) lo sern de segundo. El carcter taxo-nmico de este tipo de seleccin no implica nece-sariamente que la seleccin sea al nivel de especie(podemos estarnos refiriendo, por ejemplo, a unarecoleccin de gramneas). Una seleccin de se-

    gundo grado, de tejidos, puede implicar una re-seleccin sobre un conjunto de materiales pre-viamente seleccionados, pudiendo suponer as larealizacin de un proceso de trabajo si para conse-guir este objetivo es necesario modificar ese mate-rial de alguna manera. Habr casos puntuales en losque se de directamente una seleccin de segundogrado. Por ejemplo, si se estn recogiendo ramasmuertas del suelo, el hecho de recoger determina-das especies y no otras no implica necesariamenteun trabajo de modificacin aunque requiera unaseleccin de tipo visual.

    Segn todo lo dicho anteriormente, hallaremoscasos en los que determinemos muy claramente unaseleccin (paja, por ejemplo), pero no tenemosmodo de saber si sta corresponde a un producto yaacabado (un camastro o algn tipo de acondiciona-miento de una unidad habitacional, por ejemplo) osi bien es un producto a medio acabar, con el que

    posteriormente se fabricar un determinado valorde uso (por ejemplo, adobe). Para determinar elpapel especfico de esa materia en los diferentesprocesos que se dan en ese contexto concreto esimprescindible conocer la relacin que sta estable-ce con los otros materiales o elementos del trabajo.

    El muestreo, por otra parte, nos ha de permitir de-tectar la presencia regular en un suelo de ocupacinde asociaciones fitolitolgicas caractersticas de esematerial y por tanto no slo de la zona (general) delyacimiento en que se halla sino tambin de la super-ficie concreta que ocupa. Como ya se ha dicho, lascategoras econmicas del materialismo histricose definen precisamente en base a las relaciones enque se enmarcan, son de carcter dialctico.

    Del mismo modo, ser elemental conocer el res-to de materiales arqueolgicos, as como sus parti-cularidades. Por ello, ser la existencia de diversostipos de asociaciones que se explicitarn a conti-nuacin, lo que nos puede permitir realizar unaaproximacin vlida a esos diferentes elementosintegrantes de los procesos de trabajo.

    El siguiente esquema (Fig. 3) ejemplifica la pre-sente propuesta. Este ejemplo, denominado herb-ceas, podra corresponder al procesado de juncos ya

    Fig. 3. Esquema de procesado de herbceas.

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    14/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    48 Dbora Zurro

    utilizado. La columna de la izquierda determina lasdiferentes etapas del procesado; extraccin del me-dio, seleccin y traslado, etc, ... La flecha indica unincremento gradual del valor (del volumen de tra-bajo invertido, por tanto). La segunda columna, a laderecha, muestra en el recuadro blanco su adscrip-

    cin a la categora econmica correspondiente (Mp,Ot, etc.), y en el recuadro coloreado y representa-dos mediante nmeros, los diferentes conjuntos fi-tolitolgicos resultantes (en este caso se tratara de3 asociaciones fitolitolgicas diferenciadas y reco-nocibles por un especialista). El producto resultante(P/3), sera insertado como Ot en un nuevo pro-ceso que sera el de la confeccin de cestera, ini-cindose as un nuevo proceso de acumulacin devalor.

    En este caso (Fig. 4) encontramos el procesadode cereales. De nuevo, la columna de la izquierdaespecifica las tareas desarrolladas, mientras loscuadros de la derecha muestran la adscripcin a lacategora correspondiente y las diferentes asocia-ciones fitolitolgicas que podemos hallar. Final-mente, vemos como P/2 genera, tras otro proceso detrabajo (aventado), un producto que son las semi-llas y un residuo o desecho que sern las glumas.

    Ambos materiales podran de nuevo verse integra-dos en sendos procesos de trabajo como Objeto deTrabajo.

    A continuacin se detalla la forma como se co-rrelacionan esas categoras econmicas con el re-gistro fitolitolgico. Como se ver existen varias

    categoras que se pueden solapar, ya que aluden aun mismo tipo de materiales. Tan slo la contex-tualizacin de los resultados en el marco del restode materiales arqueolgicos, y de las asociacionesque entre stos y los conjuntos fitolitolgicos seden nos permitir asignar un u otro valor a lasmuestras.

    En primer lugar y en cursiva se especifica el tipode seleccin presente y en segundo lugar las loca-lizaciones posibles distintivas de estos restos y/o suasociacin con otros tipos de materiales arqueol-gicos. La seleccin de especies debe entendersegrosso modo. La recoleccin de gramneas para elacondicionamiento como lugar de habitacin deuna cueva por ejemplo supone una seleccin muygrosera, ya que no se corresponde necesariamentecon una especie concreta, mientras lo recolectadocumpla los requisitos que consideramos necesariospara llegar al fin perseguido.

    Fig. 4. Esquema de procesado de cereales.

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    15/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    EL ANLISIS DE FITOLITOS ... EN EL ESTUDIO DEL CONSUMO DE RECURSOS VEGETALES... 49

    MB - Materia bruta seleccin de especies en algunos casos, seleccin de tejidos (con o

    sin seleccin taxonmica)

    MP - Materia prima

    seleccin de especies seleccin de tejidos (con o sin seleccin taxo-nmica)

    como residuos en instrumentos de molien-da o lticos tallados

    como contenidos en estras dentarias(como objeto de trabajo en el caso de traba-

    jar fibras mediante el masticado, etc.).

    Ot - Objeto de trabajo seleccin de especies seleccin de tejidos (con o sin seleccin taxo-

    nmica)en instrumentos, como residuocomo contenidos en estras dentarias

    (como objeto de trabajo en el caso de traba-jar fibras mediante el masticado, etc.).

    P - Producto/Valor de uso seleccin de especies seleccin de tejidos (con o sin seleccin taxo-

    nmica)como residuos en contenedores (cermi-cos, silos, etc.)

    como residuos en instrumentos macrolti-cos o lticos tallados

    P - Producto (de carcter exclusiva e inequvo-camente alimenticio) (9)

    seleccin de especies seleccin de tejidos (con o sin seleccin taxo-

    nmica)coprolitos/contenidos estomacalescontenidos en estras dentarias

    It seleccin de especies seleccin de tejidos (con o sin seleccin taxo-

    nmica)como residuo en un producto

    Para quienes no estn familiarizados con el len-guaje marxista, las diferencias entre Mp, Mb y Ot

    pueden llevar a confusin. Dado el carcter dial-ctico de las categoras, es importante tener siemprepresente que stas son relacionales, y que ese Ot loes en relacin al Instrumento, y necesariamente esal mismo tiempo o Mb o Mp.

    Aunque no ha sido especificado, todas las cate-

    goras pueden estar presentes en cualquier lugardelasentamiento, y por ello sern precisamente losotros elementos (los otros materiales arqueolgicosy las relaciones entre unos y otros, las presenciassignificativas en coprolitos, en contenedores, deforma asociada a instrumentos a contenedores, etc.)los que han de servir como referentes en la identi-ficacin (como ya se ha dicho, la categorizacin essiempre en relacin a).

    La deteccin de un mismo material en diferen-tes estadios dentro de uno o varios procesos demodificacin nos puede permitir no slo detectarese o esos procesos de trabajo y tambin ese obje-to trabajado, sino tambin confirmar la realizacinde todos esos trabajos en una misma localizacin.Esta posibilidad es especialmente relevante en elcaso del procesado de cereales.

    Teniendo presente que los ejemplos presentadosno conforman una lista exhaustiva, a continuacinse especifican aquellos elementos que no aparecenreiterados y que por tanto pueden tener un carcter

    ms diagnstico:

    residuos en instrumentos de molienda o lticotallado: Mp, Ot

    contenidos en estras dentarias: Ot, P coprolitos/contenidos estomacales: P residuo en contenedores (cermicos, silos,

    etc.): P en instrumentos, como residuo en la zona de

    enmangamiento: Maux.

    en la pasta cermica, como desgrasante:Maux. residuo en un producto: I

    Existen situaciones en las que la diferenciacinde los materiales segn las categoras econmicaspuede no ser posible (como por ejemplo si se da elcaso de una recoleccin no selectiva), pero estapropuesta puede servir como marco de actuacin apartir del cual realizar los ajustes necesarios. Pue-de resultar muy til, por ejemplo, para la identifi-cacin de los diferentes estadios de procesado delos cereales.

    Aunque esta propuesta se presente explcita-mente como materialista, existen precedentes que

    (9) Evidentemente, entre los productos destinados al consu-mo biolgico, pueden darse algunos cuya finalidad no sea es-trictamente alimenticia, como estimulantes, medicinales, etc.

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    16/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    50 Dbora Zurro

    proponen un reconocimiento de las diferentes eta-pas del procesado de cereales en base al conjunto deresiduos o subproductos que se generan en cada unade ellas. El reconocido trabajo de Hillman (1981;1984 cit. en Bux 1997) sobre la identificacin deltrabajo de cereales en base a la determinacin car-

    polgica se basa en la delimitacin de cules son lasdiferentes partes de los cereales presentes en cadauna de las etapas de su procesado. Recientementese ha publicado un trabajo similar desde el anlisisde fitolitos (Harvey y Fuller 2005).

    7. CONCLUSIONES

    Este artculo tan slo ha pretendido ofrecer unaaproximacin a las posibilidades del anlisis de fi-tolitos en arqueologa junto con el estado actual dela investigacin y una presentacin de las basestericas de parte de la metodologa en que estoytrabajando.

    En la presente propuesta de trabajo se han esta-blecido las bases para el anlisis de fitolitos en con-textos arqueolgicos desde una perspectiva mate-rialista. Posteriormente estas lneas metodolgicasesbozadas debern ser completamente desarrolla-das y lo que es ms importante, ensayadas en ma-

    teriales arqueolgicos para comprobar la efectivi-dad del mtodo propuesto.Haciendo referencia a las aplicaciones antraco-

    lgicas, paleocarpolgicas y palinolgicas en ar-queologa, hace ya ms de una dcada, se comen-taba la necesidad de explicitar el carcter de lasinformaciones obtenidas en base a estos mtodosSi bien la aplicacin de estas disciplinas tiene yauna larga tradicin, todava candente el debatesobre qu nos documenta realmente cada tipo de

    muestra (...) el sistema mismo del muestreo y el tra-tamiento que hay que dar a esos datos (Vila y Es-tvez 1989: 276).

    A pesar de los grandes avances realizados y deque la bibliografa arqueobotnica sea cada vez msabundante, la situacin actual no dista mucho de lade finales de la dcada de los 80 en el sentido queescasean los artculos en los que se abordan proble-mas metodolgicos y sobretodo tericos (Hastorfy Popper 1988).

    En general en arqueobotnica los problemas re-lacionados con la identificacin de taxones se hanvisto tradicionalmente magnificados, cuando enrealidad existen otras problemticas, de ms pesopor ser mucho ms elementales, que no son tan fre-

    cuentemente tenidas presentes, como problemas demuestreo, contaminaciones, la dificultad que com-porta en ocasiones la determinacin del carcterantrpico o natural de los conjuntos arqueobotni-cos, la eleccin del mtodo de cuantificacin de losresultados, etc. (Ford 1988; Popper 1988).

    Todos ellos son problemas que ataen a la basemisma de estas tcnicas. Pero la consideracin deestos problemas como pertenecientes de formaexclusiva a ellas no es totalmente correcta ni tam-poco quesu resolucin deba plantearse exclusiva-mente desde las tcnicas arqueobotnicas. El aleja-miento de la arqueologa de la responsabilidad queel anlisis de restos vegetales en contextos arqueo-lgicos supone (dada su naturaleza bsicamentebotnica) es probablemente una de las peores con-secuencias que ha comportado la especializacindentro de nuestra disciplina.

    Es necesario un amplio desarrollo metodolgi-co que nos informe del significado arqueolgico delos resultados que obtenemos en base al anlisis delas muestras. Afortunadamente, cada vez son msfrecuentes las investigaciones que plantean de for-ma combinada el uso de varias tcnicas, en ocasio-nes incluso con metodologas comunes (por ejem-plo Coil et al. 2003; Horrocks 2005; Huang y Zhang2000; Kealhofer et al. 1999).

    Como conclusin, tan slo cabe insistir en questa es una tcnica de gran potencial para la arqueo-loga, pero es imprescindible abordar la forma deaplicarla e interpretar los resultados: desde la reco-gida de muestras hasta la determinacin de la sig-nificacin de las informaciones obtenidas. Paraello, y tal y como se viene repitiendo, es imprescin-dible el desarrollo de una metodologa especfica-mente diseada para esta aplicacin.

    AGRADECIMIENTOS

    La autora agradece enormemente a los revisoreslos valiosos comentarios realizados sobre el manus-crito, as como las aportaciones de A. Vila, M.Madella y F. Moreno.

    BIBLIOGRAFA

    ALBERT, R. M. 1995: Nuevo sistema de anlisis descrip-tivo para fitolitos de slice. Pyrenae 26: 19-38.ALBERT, R. M. y WEINER, S. 2001: Study of phytoliths

    in prehistoric ash layers from Kebara and Tabun cavesusing a quantitative approach. En J. D. Meunier y F.

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    17/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    EL ANLISIS DE FITOLITOS ... EN EL ESTUDIO DEL CONSUMO DE RECURSOS VEGETALES... 51

    Colin (eds.): Phytoliths: Applications in Earth Scien-ces and Human History: 251-266. Ed. Balkema,Lisse.

    ALBERT, R. M.; WEINER, S.; BAR-YOSEF, O. y MEIG-NEN, L. 2000: Phytoliths in the Middle PalaeolithicDeposits of Kebara Cave, Mt Carmel, Israel: Study ofthe Plant Materials used for Fuel and Other Purposes.

    Journal of Archaeological Science 27: 931-947.ALBERT, R.M.; LAVI, O.; ESTROFF, L.; WEINER, S.;

    TSATSKIN, A.; ROSEN, A. y LEV-YADUN, S. 1999:Mode of occupation of Tabun Cave (Mt. Carmel, Is-rael) during the Mousterian period: a study of the sedi-ments and phytoliths. Journal of ArchaeologicalScience 26: 1249-1260.

    ALBERT, R.M.; BAR-YOSEF, O.; MEIGNEN, L. y WEI-NER, S. 2003: Quantitative Phytolith Study of Hear-ths from the Natufian and Middle Palaeolithic Levelsof Hayonim Cave (Galilee, Israel). Journal of Ar-chaeological Science 30: 461-480.

    ALEXANDRE, A.; MEUNIER, J. D.; COLIN, F. y KOUD,J. M. 1997: Plant impact on the biogeochemical cycleof silicon and related weathering processes. Geochi-mica et Cosmochimica Acta 61(3): 677-682.

    BALL, T. B.; BROTHERSON, J. D. y GARDNER, J. S.1993: A typologic and morphometric study of varia-tion in phytoliths from einkorn wheat (Triticum mono-coccum). Canadian Journal of Botany 71: 1182-1192.

    BALL, T.; GARDNER, J. S. y BROTHERSON, J. D. 1996:Identifying phytoliths produced by the inflorescence

    bracts of three species of wheat (Triticum monococcuml., T. dicoccon Schrank. and T. aestivum L.) using com-puter assisted image and statistical analyses.Journalof Archaeological Science 23: 619-632.

    BALL, T.; GARDNER, J. S. y ANDERSON, N. 1999:Identifying inflorescence phytoliths from selectedspecies of wheat (Triticum monococcum l., T. dicoccon,T. dicoccoides, and T. aestivum L.) and barley (Hor-deum vulgare andH. spontaneu,) (gramineae).Ame-rican Journal of Botany 86(11): 1615-1623.

    BARBONI, D.; BONNEFILLE, R.; ALEXANDRE, A. y

    MEUNIER, J. D. 1999: Phytoliths as paleoenviron-mental indicators, West Side Middle Awash Valley,Ethiopia. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Pa-laeoecology 152(1): 87-100 (14).

    BARCEL, J.A.; BRIZ, I.; CLEMENTE, I.; ESTVEZ, J.;MAMELI, L.; MAXIMIANO, A.; MORENO, F.; PI-JOAN, J.; PIQU, R.; TERRADAS, X.; TOSELLI, A.;VERDN, E.; VILA, A. y ZURRO, D. 2006: Anli-sis etnoarqueolgico del valor social del producto ensociedades cazadoras-recolectoras. En Briz, I.; Cle-mente, I.; Terradas, X.; Toselli, A.; Vila, A. y Zurro, D.

    (eds.): Etnoarqueologa de la prehistoria: ms all dela analoga. Coleccin Treballs dEtnoarqueologia 6:189-207. Madrid.

    BATE, L. 1998: El proceso de investigacin en arqueolo-ga. Ed. Crtica. Barcelona.

    BENNETT, D. M. 1982: Silicon deposition in the roots ofHordeum sativum Jess, Avena sativa L. and TriticumaestivumL.Annals of Botany 50: 239-245.

    BENNETT, D. M. y PARRY, D. W. 1980: Electron-pro-be microanalysis studies of silicon in the elongatingbasal internodes ofAvena sativa (L.), Hordeum sativum(Jess.) and Triticum aestivum (L.). Annals of Botany

    45: 541-547.BERLIN, A. M.; BALL, T.; THOMPSON R. y HERBERT

    S. C. 2003: Ptolemaic Agriculture, Syrian Wheat,and Triticum aestivum. Journal of ArchaeologicalScience 30(1): 115-121.

    BOBROVA E. y BOBROV A. 1997: Phytoliths in soils:species composition, distribution along a soil profile,and value as environmental indicators. En A. Pinilla, J.Juan-Tresserras y J. M. Machado (eds.): Estado actualde los estudios de fitolitos en suelos y plantas: 5-14.Monografa n4. Centro de Ciencias Medioambienta-

    les-CSIC. Madrid.BORRELLI, N. y OSTERRIETH, M. 2001: Slice amor-

    fo de origen orgnico e inorgnico en suelos deagroecosistemas y campos naturales de Laguna de losPadres, Buenos Aires. Evaluacin preliminar. Natura

    Neotropicalis 32(1): 27-32.BOWDERY, D. 1998: Phytolith analysis applied to pleis-

    tocene holocene archaeological sites in the Australian

    arid zone. BAR International Series 695. Archaeopress,Oxford.

    BOZARTH, S. 1987: Diagnostic opal phytoliths from

    rinds of selected Cucurbita species. American Antiqui-ty 52(3): 607-6165.

    1990: Diagnostic opal phytoliths from pods of selec-ted varieties of common beans (Phaseolus vulgaris).

    American Antiquity 55(1): 98-104. 1992: Classification of opal phytoliths formed in selec-

    ted dicotyledons native to the Great Plains. En G. Rappy S. Mulholland (eds.): Phytolith systematics: emergingissues. Advances in archaeological and museum scien-ce I: 193-214. Plenum Press, New York.

    BRIZ, I.; CLEMENTE, I.; PIJOAN, J.; TERRADAS, X. y

    VILA, A. 2002: Contextos etnoarqueolgics i lEstudide Conjunts Ltics. Cota Zero. Revista de Cincia i

    Arqueologia 17: 12-20.BUCKLER, E. S.; PEARSALL, D. y HOLTSFORD, T. P.

    1994: Zinc iodide and centrifugation allow rapid, inex-pensive phytolith separation. The Phytolitarien news-letter8(3): 2-3.

    BUSH, M.; PIPERNO, D.; COLINVAUX, P.; DE OLIVEI-RA, P.; KRISSEK, L.; MILLER, M. y ROWE, W.1992: A 14.300-Yr paleoecological profile of a lo-wland tropical lake in Panama. Ecological Monogra-

    phs 62: 251-275.BUX, R. 1997:Arqueologa de las plantas. Ed. Crtica,Barcelona.

    CARNELLI, A.; MADELLA, M. y THEURILLAT, J. P.2001: Biogenic silica production in selected alpine

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    18/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    52 Dbora Zurro

    plant species and plant communities.Annals of Botany87: 425-434.

    CARNELLI, A.; MADELLA, M.; THEURILLAT, J. P. yAMMANN, B. 2002: Aluminium in the opal silicareticule of phytoliths: a new tool in palaeoecologicalstudies.American Journal of Botany 89(2): 346-351.

    COIL, J.; KORSTANJE, M. A.; ARCHER, S. y HAS-

    TORF, C. A. 2003: Laboratory goals and considera-tions for multiple microfossil extraction in archaeolo-gy. Journal of Archaeological Science 30(8):991-1008.

    EPSTEIN, E. 1994: The anomaly of silicon in plant bio-logy. Proceedings of the National Academy of Scien-ces (USA) 91: 11-17.

    FINLEY, D.S. 1999: Patterns of calcium oxalate crystalsin young tropical leaves: a possible role in antiherbivorydefense.Revista de Biologa Tropical 47(1).(on-line).

    FISHER, R. F.; NEWELL BOURN, C. y FISHER, W. R.

    1995: Opal phytoliths as an indicator of the floristicsof prehistoric grasslands. Geoderma 68 (4): 243-255.

    FLORES, J. A.; BARCENA, M. A. y SIERRO, F. J. 2000:Ocean-surface and wind dynamics in the AtlanticOcean of Northwest Africa during the last 140.000years. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeo-ecology 161(3): 459-478.

    FOLGER, D. W.; BURCKLE, L. H. y HEEZEN, B. C.1967: Opal phytoliths in a North Atlantic dust fall.Science(New Series) 155 (3767): 1243-1244.

    FORD, R. I. 1988: Commentary: little things mean a lot-

    quantification and qualification in paleoethnobotany.En Ch. A. Hastorf y V. S. Popper (eds.): Current pa-leoethnobotany. Analytical methods and cultural inter-

    pretations of archaeological plant remains:215-222.Prehistoric Archeology and Ecology Series. Universityof Chicago Press.

    FREDLUND, G. y TIESZEN, L. 1997: Calibrating grassphytolith assemblages in climatic terms: application tolate Pleistocene assemblages from Kansas and Nebras-ka. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoeco-logy 136: 199-211.

    GALVAN, V.; JUAN, J.; PINILLA, A. y GONALVES,A. H. 1995: Nuevas aportaciones arqueobotnicas alconocimiento del paisaje megaltico en el NO peninsu-lar. Estudios de fitolitos de la Mamoa das Madorras.(San Lorenzo de Ribapinhao, Sabrosa, Portugal). Pri-mer congreso de Arqueologa Peninsular. Actas dosTrabalhos de Antropologia e Etnologia 35 (2): 433-445. Porto.

    GRAVE, P. y KEALHOFER, L. 1999: Assesing bioturba-tion in archaeological sediments using soil morpholo-gy and phytolith analysis.Journal of Archaeological

    Science 26: 1239-1248.HATHER, J. 1993:An archaeological guide to root andtuber identification. Vol. I: Europe and Southwest Asia.Oxbow Monograph n28. Ed. The Short Run Press, UK.

    HART, D. M. 1997: Phytoliths and fire in the Sydney

    Basin, New South Wales (Australia). En A. Pinilla, J.Juan-Tresserras y M. Machado (eds.): Estado actual delos estudios de fitolitos en suelos y plantas: 101-110.Monografa n4. Centro de Ciencias Medioambienta-les-CSIC. Madrid.

    HART, D. M. y HUMPHREYS, G. S. 1997: The mobili-ty of phytolith in soils; pedological considerations. En

    A. Pinilla, J. Juan-Tresserras y M. Machado (eds.):Estado actual de los estudios de fitolitos en suelos y

    plantas: 93-100. Monografa n4. Centro de CienciasMedioambientales-CSIC. Madrid.

    HARVEY, E. L. y FULLER, D. Q. 2005: Investigatingcrop processing using phytolith analysis: the exampleof rice and millets.Journal of Archaeological Scien-ce 32(5): 739-752.

    HASTORF, CH. A. y POPPER, V. S. (eds.) 1988: Current paleoethnobotany. Analytical methods and cultural

    interpretations of archaeological plant remains. Pre-

    historic Archeology and Ecology Series. University ofChicago Press.

    HODSON M.J. SANGSTER A.G. y PARRY D.W. 1982:Silicon deposition in the inflorescence bristles andmacrohairs ofSetaria Italica (L.) Beauv.Annals of

    Botany 50: 843-850. 1985: An ultrastructural study on the developmental

    phases and silicification of the glumes of Phalaris ca-nariensis L.Annals of Botany 55: 649-665.

    HORROCKS,M. 2005: A combined procedure for reco-vering phytoliths and starch residues from soils, sedi-

    mentary deposits and similar materials. Journal ofArchaeological Science 32(8): 1169-1175.

    HUANG, F. y ZHANG, M. 2000: Pollen and phytolithevidence for rice cultivation during the Neolithic atLongqiuzhuang, eastern Jianghuai, China. Vegetation

    History and Archaeobotany 9(3): 161-168.JONES, R. L.; HAY, W. W. y BEAVERS, A. H. 1963:

    Microfossils in Wisconsinan Loess and Till fromWestern Illinois and Eastern Iowa. Science (New Se-ries) 140(3572): 1222-1224.

    KEALHOFER, L.; TORRENCE, R. y FULLAGAR, R.

    1999: Integrating phytoliths within use-wear/residuestudies of stone tools. Journal of ArchaeologicalScience 26: 527-546.

    KELSO, G. K. 1994: Pollen percolation rates in Euroame-rican-era cultural deposits in the northeastern UnitedStates. Journal of Archaeological Science 21: 481-488.

    KUBIAK-MARTENS, L. 1996: Evidence for possible useof plant foods in Palaeolithic and Mesolithic diet fromthe site of Calowanie in the central part of the Polishplain. Vegetation History and Archaeobotany 5:33-

    38. 2002: New evidence for the use of root foods in pre-agrarian subsistence recovered from the late Mesolithicsite at Halsskov, Denmark. Vegetation History and Ar-chaeobotany 11: 23-31.

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    19/20T. P., 63, No 2, Julio-Diciembre 2006, pp. 35-54, ISSN: 0082-5638

    EL ANLISIS DE FITOLITOS ... EN EL ESTUDIO DEL CONSUMO DE RECURSOS VEGETALES... 53

    LENTFER C.J. y BOYD W.E. 1998: A comparison ofthree methods for the extraction of phytoliths from se-diments.Journal of Archaeological Science 25(12):1159-1183.

    1999: An assessment of techniques for the defloccula-tion and removal of clays from sediments used in phyto-lith analysis.Journal of Archaeological Science 26:

    31-44. 2000: Simultaneous extraction of phytoliths, pollen

    and spores from sediments.Journal of Archaeologi-cal Science 27: 363-372.

    LULL, V. 1988: Hacia una teora de la representacin enarqueologa.Revista de Occidente 81: 62-76.

    MADELLA, M. y POWER-JONES, A. 1998: Phytolithsfrom Tagliente Shelter: a discussion on deposition andtaphonomy. En C. Arias, A. Bietti, L. Castelletti y C.Peretto (eds.): Proceedings of the XIII InternationalCongress of Prehistoric and Protohistoric Sciences, 1:

    8-14. Abaco, Forli.MADELLA M., POWER-JONES A. y JONES M. 1998:A simple method of extraction of opal phytoliths fromsediments using a non-toxic heavy liquid.Journal of

    Archaeological Science 25: 801-803.MADELLA M. JONES M.K. GOLDBERG P. GOREN Y.

    y HOVER E. 2002: The exploitation of plant resour-ces by neandertals in Amud cave (Israel): the eviden-ce from phytolith studies.Journal of ArchaeologicalScience 29: 703-719.

    MARX K. 1867: El capital (vol.I). Crtica de la economapoltica. Fondo de cultura econmica. Mxico D.F.,1994. 23ed..

    MBIDA MINDZIE, C.; DOUTRELEPONT, H.; VRY-DAGHS L., SWENNEN R.L., SWENNEN, R. J.;BEECKMAN, H.; DE LANGHE, E. and DE MARET,P. 2001: First archaeological evidence of banana cul-tivation in central Africa during the third millenniumbefore present. Vegetation History and Archaeobo-tany 10(1): 1-6.

    McNAUGHTON, S. J. y TARRANTS, J. L. 1983: Grassleaf silicification: natural selection for an inducibledefense against herbivores. Proceedings of the Natio-nal Academy of Sciences (USA) 80(3)[Part 1: Biologi-cal Sciences]: 790-791.

    McNAUGHTON, S.; TARRANTS, J.; McNAUGHTON,M. M. y DAVIS, R. D. 1985: Silica as a defenseagainst herbivory and a growth promotor in Africangrasses. Ecology 66(2): 528-535.

    MILLER-ROSEN, A. 1992: Preliminary identification ofsilica skeletons from near Eastern archaeological sites:an anatomical approach. En G. Rapp y S Mulholland(eds.): Phytolith systematics: emerging issues. Advan-ces in archaeological and museum science, 1:129-147.

    Plenum Press, New York.MILLER-ROSEN, A. y WEINER, S. 1994: Identifyingancient irrigation: a new method using opaline phyto-liths from Emmer Wheat.Journal of ArchaeologicalScience 21(1): 125-132.

    MORIKAWA, C. K. y SAIGUSA, M. 2004: Mineral com-position and accumulation of silicon in tissues of blue-berry (Vaccinum corymbosus cv. Bluecrop) cuttings.Plant and Soil 258(1): 1-8.

    MULHOLLAND, S. 1989: Phytolith shape frequenciesin North America grasses: a comparison to generalpatterns.Journal of Archaeological Science 16: 489-

    511.MULHOLLAND, S. y RAPP, Jr. 1992: A morphological

    classification of grass silica bodies. En G. Rapp y S.Mulholland (eds.): Phytolith systematics: emergingissues.Advances in archaeological and museum scien-ce 1: 65-89. Plenum Press, New York.

    MULHOLLAND, S.; RAPP, Jr.; OLLENDORF, A. y RE-GAL, R. 1990: Variation in phytolith assemblageswithin a population of corn (cv. Mandan yellow flour).Canadian Journal of Botany 68: 1638-1645.

    OLLENDORF, A. 1992: Toward a classification sheme of

    sedge (Cyperaceae) phytoliths. En G. Rapp y S. Mul-holland (eds.): Phytolith systematics: emerging issues.

    Advances in archaeological and museum science 1: 91-111. Plenum Press, New York.

    OSTERRIETH, M.; OYARBIDE, F. y BORDAS, V. 2000:Biominerales de oxalato de calcio en suelos de Lagunade los Padres, Buenos Aires, Argentina. Ciencia delSuelo 18(1) 309-310.

    OYARBIDE, F.; OSTERRIETH, M. y CABELLO, M.2001: Trichoderma koningii as a biomineralizing fun-gous agent of calcium oxalate crystals in typical Argiu-

    dolls of the Los Padres Lake natural reserve (BuenosAires, Argentina). Microbiological Research 156:113-119.

    PARMENTER, C. y FOLGER, D. W. 1974: Eolian bioge-nic detritus in deep sea sediments: a possible index ofequatorial ice age aridity. Science (New Series) 185(4152): 695-698.

    PARR, J. F.; LENTFER, C. J. y BOYD, W. E. 2001: Acomparative analysis of wet and dry ashing techniquesfor the extraction of phytoliths from plant material.

    Journal of Archaeological Science 28: 875-886.

    PARRY, D. W.; HODSON, M. J., SANGSTER, A. G.1984: Some recent advances in the study of silicon inhigher plants. Philosophical Transactions of the Ro-

    yal Society of London B 304: 537-549.PEARSALL, D. 1988: Interpreting the meaning of macro-

    remain abundance: the impact of source and context.En Ch. A. Hastorf y V. S. Popper (eds.): Current pa-leoethnobotany. Analytical methods and cultural inter-

    pretations of archaeological plant remains: 97-118.Prehistoric Archeology and Ecology Series. Universityof Chicago Press.

    1989: Paleoethnobotany: a handbook of procedures.2nd.Ed. (2000) Academic Press. San Diego.PEARSALL, D. y DINAN, E. H. 1992: Developing a

    phytolith classification system. En G. Rapp y S. Mul-holland (eds.): Phytolith systematics: emerging issues.

  • 8/6/2019 El Analisis de Fitolitos y Su Papel en El Estudio Del Consumo de Recursos Vegetales en La Prehistoria Bases Par Una

    20/20

    54 Dbora Zurro

    Advances in archaeological and museum science, 1:37-64. Plenum Press, New York.

    PEARSALL, D. M. y TRIMBLE, M. K. 1984: Identifyingpast agricultural activity through soil phytolith analy-sis: a case study from the Hawaiian islands.Journal of

    Archaeological Science 11(2), 119-133.PINILLA, A.; PALOMAR, M. L.; ALEIXANDRE, T. y

    MARTIN, A. 1997: Calcium oxalate crystals and theirrelationship with pedological calcium in Madrid re-gion soils. En A. Pinilla, J. Juan-Tresserras y J. M.Machado (eds.): Estado actual de los estudios de fito-litos en suelos y plantas: 59-70. Centro de Cien-cias Medioambientales.Monografa 4. CSIC. Ma-drid.

    PIPERNO, D. R. 1984: A comparison and differentiationof phytoliths from maize and wild grasses : use of mor-phological criteria.American Antiquity 49: 361-383.

    1988: Phytolith analysis: an archaeological and geo-logical perspective. Academic Press Inc., California.

    1989: The occurrence of phytoliths in the reproducti-ve structures of selected tropical angiosperms and theirsignificance in tropical paleoecology, paleoethnobo-tany and systematics. Review of Paleobotany andPalynology 61: 147-173.

    PIPERNO, D. y BECKER, P. 1996: Vegetational historyof a site in the central Amazon Basin derived fromphytolith and charcoal records from natural soils.Quaternary research 45:202-209.

    PIPERNO, D.; ANDRES, T. C. y STOTHERT, K. E. 2000:

    Phytolith in Cucurbita and other Neotropical Cucur-bitaceae and their occurrence in Early Archaeologicalsites from the lowland american tropics.Journal of

    Archaeological Science, 27:193-208.PIQU, R. 1999: Produccin y uso del combustible vege-

    tal: una evaluacin arqueolgica. Treballs d Etnoar-queologia 3. UAB-CSIC. Madrid.

    POPPER, V.