El Arrepentido, Silvina Ocampo

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  • 8/10/2019 El Arrepentido, Silvina Ocampo

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    El arrepentido, Silvina Ocampo

    La rama que acariciaba mi cabeza, me deleitaba cuando sala del sueo. Elamor me seduca en momentos inesperados, y lo que prefera era triturar unpedazo de carne entre mis dientes y despus beber agua helada entre laspiedras que bajan de la vertiente. icen que me parezco al hambre, a laviolencia, al infierno! fui feliz como un rey hasta que la conoc. "i fuera un nioestara llorando, si fuera un santo los silicios hubieran consumido mi cuerpo, sifuera una hiena devorara mis propias entraas. "i fuera ios volvera a crearla.El mundo es antiguo y no s lo que tendra que envidiar, pero este instante esmi eternidad. Los das pasan tan lentamente que esperar la luz por la noche sevuelve intolerable, sin esperanzas. #$%mo es el sol& 'lvido su forma, su color, la

    impresi%n que me causa. (l verlo caigo desvanecido, y luego el lentoaprendizaje del da, de la luz que no sirve para iluminar algo que valga la pename mata y me hace esperar la noche que tampoco llega y que tampocorecuerdo. #)u es la noche& #$%mo es su faz& $aigo desvanecido cuando llega yadvierto que no oculta nada en su oscuridad, ni un tesoro. ( veces cuandollueve y no me preocupan ni la oscuridad ni la luz, algo que descansa m*s queel sueo me ocurre, me deslizo sobre el barro a una velocidad increble, mi pielse desgarra y caigo al pie de las montaas como una piedra, con las mandbulascerradas, cubierto de barro y escarcha. $uando me volva para mirar haciaatr*s a veces me faltaba una oreja, otras veces una pata o la cola, otras vecesla lengua que es tan necesaria. +o me lo confesaba a m mismo. e daba

    verg-enza. e preocupaba. ard en darme cuenta de lo que ocurra/ soy unsueo, estoy en el sueo de alguien, de un ser humano. 0usqu a la personaque soaba conmigo/ era una nia dormida. e un zarpazo la mat, jugu conella, con su vestido bordado y sus trenzas largas, atadas con nueve cintas rojas.La escond en un lugar del bosque sobre las altas matas de pasto porque notena hambre. $uando volv a buscarla ya no estaba. irando la luna aull todala noche esperando que algo me la devolviera. "obre la tierra quedaba su olor yel gusto de su sangre. Los p*jaros se burlan de m y las hembras de mi estirpeme fastidian siguindome a todas horas, queriendo adivinar un secreto que nopueden comprender. 1ude morir en un incendio, pero atraves las llamas comolas piedras, apenas chamuscado! pude morir despe*ndome por una montaa,

    pero llegu al fondo de un precipicio sin una herida para relamer! pude moriren un pueblo donde entr para devorar a un hombre, pero hu entre los balazoscomo en los das de tormenta bajo el granizo.Los das son mon%tonos, sin peligro. 21or qu no devor a esa nia que soabaconmigo3 4ubiera cumplido con un deber de tigre! ya que soy inmortal, por lomenos quisiera tener una conciencia pura.