El Camino Que Va a La Ciudad de Natalia Ginzburg r1.0

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    cuento de Natalia Ginzburg, El camino que va a la ciudad, narra el proceso de aprendizaje de la doctrina feminista de De

    r la influencia y tutora de su hermana mayor. Delia admira cmo su hermana tiene amantes sin que su marido se

    enta de ello, sin embargo no l lega a ser promiscua, slo copia la coquetera, la displicencia luego de dar a luz, y la form

    minar a Giulio, su marido.

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    Natalia Ginzburg

    El camino que va a la ciudad

    ePub r1 .0

    I b n K h a l d u n 27.06.14

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    tulo original:La strada che va in cittatalia Ginzburg, 1942aduccin: Arantxa Iturrioziseo de cubierta: Juan Lpez de Ael

    ditor digital: IbnKhaldunPub base r1.1

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    Las fatigas de los necios sern su tormento

    porque ellos no conocen el camino que va a la ciudad.

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    l Nini viva con nosotros desde que era pequeo. Era hijo de un primo de mi padre. Se habuedado hurfano y habra debido vivir con su abuelo, pero el abuelo le pegaba con una escoba y lscapaba y vena a nuestra casa. Hasta que el abuelo muri y entonces le dijeron que poda quedaon nosotros.

    Sin el Nini ramos cinco hermanos. Mayor que yo era mi hermana Azalea, que estaba casadava en la ciudad. Detrs de m vena mi hermano Giovanni, despus estaban Gabriele y Vittorio.ce que una casa en la que hay muchos hijos es alegre, pero yo no encontraba nada alegre en nues

    asa. Esperaba casarme pronto y marcharme como haba hecho Azalea. Azalea se haba casado a lecisiete aos. Yo tena diecisis pero todava nadie haba pedido mi mano. Tambin Giovanni yini queran marcharse. Slo los pequeos estaban todava contentos.

    Nuestra casa era una casa roja con la fachada cubierta de parra. Dejbamos nuestra ropa enarandilla de la escalera, porque ramos muchos y no haba suficientes armarios. Ox, ox, decaadre, echando a las gallinas de la cocina, ox, ox. El gramfono estaba todo el da en marcha

    omo no tenamos ms que un disco, la cancin era siempre la misma y deca

    Manos de terciopelo

    Manos perfumadasde tal modo embriagais

    Que expresar no puedo.

    sta cancin en la que las palabras tenan una cadencia tan extraa nos gustaba mucho a todosotros, y no hacamos ms que repetirla al levantarnos y al meternos en la cama. Giovanni yini dorman en una habitacin al lado de la ma y por la maana me despertaban dando tres golp

    n la pared, yo me vesta deprisa y salamos corriendo a la ciudad. Haba ms de una hora de camin

    na vez en la ciudad, nos separbamos como tres desconocidos. Yo iba a buscar a una amigaaseaba con ella bajo los soportales. Algunas veces vea a Azalea, con la nariz roja bajo el velo, qo me saludaba porque no llevaba sombrero.

    Coma pan y naranjas a la orilla del ro con mi amiga, o iba a casa de Azalea. La encontraba cempre en la cama leyendo novelas, o fumando, o hablando por telfono con su amante, discutienorque era celosa, sin p reocuparse en absoluto de que pudieran orla los nios. Despus llegabaarido y tambin con l discuta. Su marido era ms bien viejo, con barba y gafas. Le haca poco calea el peridico, suspirando y rascndose la cabeza. Que Dios me ayude murmuraba de v

    n cuando para s. Ottavia, la criada de catorce aos, con una gruesa trenza negra despeinada, con

    o pequeo en brazos, deca desde la puerta: La seora est servida. Azalea se pona edias, bostezaba, se miraba un buen rato las piernas, e bamos a sentarnos a la mesa. Cuan

    onaba el telfono Azalea enrojeca, retorca la servilleta, y la voz de Ottavia deca en la oabitacin: La seora est ocupada, llamar ms tarde. Despus de la comida el marido sala uevo, y Azalea volva a echarse en la cama y se dorma al momento. Su rostro entonces se volvfectuoso y tranquilo. El telfono mientras tanto sonaba, las puertas daban golpes, los nios gritabero Azalea segua durmiendo, respirando profundamente. Ot tavia recoga la mesa, y me preguntada asustada qu poda suceder si el seor se enteraba. Pero luego me deca en voz baja, con u

    onrisa amarga, que de todas formas tambin el seor tena a alguien. Yo sala. Esperaba ardecer en un banco del jardn pblico. La orquesta del caf tocaba y yo miraba con mi amiga

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    estidos de las mujeres que pasaban, y vea pasar tambin al Nini y a Giovanni, pero no necamos nada. Volva a reunirme con ellos fuera de la ciudad, en el camino polvoriento, mientras asas se iluminaban a nuestras espaldas y la orquesta del caf tocaba con ms alegra y ms fueraminbamos por el campo a la orilla del ro y de los rboles. Llegbamos a casa. Yo odiaba nuesasa. Odiaba la sopa verde y amarga que mi madre nos pona delante cada noche y odiaba a mi mad

    Me habra avergonzado de ella si me la hubiera encontrado en la ciudad. Pero no iba ya a la ciudesde haca muchos aos, y pareca una campesina. Tena el pelo gris despeinado y le faltab

    entes. Pareces una bruja, mam le deca Azalea cuando vena a casa. Por qu no te ponentadura postiza? Despus se tumbaba en el divn rojo del comedor, tiraba los zapatos y de: Caf. Beba deprisa el caf que le traa mi madre, dormitaba un poco y se marchaba. M i maeca que los hijos son como el veneno y que no habra que traerlos nunca al mundo. Se pasaba el aldiciendo uno por uno a todos sus hijos. Cuando mi madre era joven, un secretario de juzgado

    aba enamorado de ella y la haba llevado a Miln. Mi madre estuvo fuera unos das pero lueolvi. Repeta siempre esta historia, pero deca que se haba marchado sola porque se senta cansae los hijos, y el secretario se lo haban inventado en el pueblo. Ojal no hubiera vuelto nunca eca mi madre secndose con los dedos las lgrimas que le corran por toda la cara. Mi madre araba de hablar, pero yo no le responda. Nadie le responda. Slo el Nini le responda de vezuando. l era diferente a nosotros aunque hubisemos crecido juntos. Aunque fusemos primos e nos pareca. Su cara era tan plida que ni siquiera al sol se pona morena, con un mechn queaa sobre los ojos. Llevaba siempre en el bolsillo peridicos y libros y lea continuamente, lcluso comiendo y Giovanni le tiraba el libro para fastidiarle. Lo recoga y lea tranquilo pasndos dedos por el mechn. El gramfono entretanto repeta:

    Manos de terciopelo

    Manos perfumadas

    os pequeos jugaban y se pegaban y mi madre iba y les daba unos cachetes, y luego la tomaonmigo que estaba sentada en el divn en lugar de ir a ayudarla con los platos. Mi padre entonceseca que sa no era forma de educarme. Mi madre empezaba a sollozar y deca que ella era el sacodos los golpes, y mi padre coga el sombrero del perchero y sala. Mi padre trabajaba de electricide fotgrafo, y haba querido que tambin Giovanni aprendiese el oficio de electricista. P

    iovanni no iba nunca cuando lo llamaban. No haba suficiente dinero y mi padre estaba siempansado y furioso. Vena a casa un momento y se marchaba enseguida, porque la casa era

    anicomio, deca. Pero deca que no era culpa nuestra si habamos salido tan mal. Que la culpa uya y de mi madre. Vindolo mi padre pareca todava joven y mi madre estaba celosa. Se lavaen antes de vestirse y se pona brillantina en el pelo. No me avergonzaba de l si me lo encontra

    n la ciudad. Tambin al Nini le gustaba lavarse y le robaba la brillantina a mi padre. Pero no le servel mechn le bailaba en los ojos igual.

    Una vez Giovanni me dijo:El Nini bebe aguardiente.Lo mir asombrada.

    Aguardiente?, pero siempre?Cuando puede dijo, siempre que puede. Hasta ha trado a casa una botella. La ti

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    scondida. Pero la he encontrado y me lo ha dado a probar. Est bueno me dijo.El Nini bebe aguardiente repeta para m con asombro. Fui a casa de Azalea. La encontr s

    n casa. Estaba sentada en la mesa de la cocina y coma una ensalada de tomate aliada con vinagreEl Nini bebe aguardiente le dije.Levant los hombros con indiferencia.

    Algo hay que hacer para no aburrirse dijo.S, uno se aburre Por qu nos aburrimos tanto? pregunt.

    Porque la vida es estpida me dijo, apartando el plato. Qu le vas a hacer? Uno se canronto de todo.Pero por qu uno se aburre siempre tanto? le dije al Nini al atardecer mientras volvamo

    asa.Quin se aburre? Yo no me aburro en absoluto, dijo y se ech a rer agarrndome el bra

    . Entonces te aburres?, y por qu? todo es tan hermoso.Qu es hermoso? le pregunt.Todo me dijo todo. Todo lo que miro me gusta. Hace poco me gustaba pasear por

    udad, ahora camino por el campo y tambin me gusta.Giovanni iba unos pasos por delante de nosotros. Se par y dijo:

    El ahora trabaja en la fbrica.Aprendo a manejar el torno dijo el Nini, as tendr dinero. Sin dinero no puedo est

    ufro. Me basta tener cinco liras en el bolsillo para sentirme ms contento. Pero el dinero cuando uquiere tiene que robarlo o ganrselo. En casa nunca nos lo han explicado bien. Se quejan siempre

    osotros pero slo por pasar el tiempo. Nadie nos ha dicho nunca: te vas y te callas. Eso es lo qnan que hacer.Si me hubieran dicho: te vas y te callas, les hubiera echado a patadas de la casa, d

    iovanni.En el camino encontramos al hijo del mdico que volva de cazar con su perro. Haba matado si

    ocho codornices, y me quiso regalar dos. Era un muchacho robusto con un gran bigote negro, qstudiaba medicina en la universidad. l y el Nini se pusieron a discutir, y Giovanni me dijo despu

    El Nini al hijo del mdico se lo mete en el bolsillo. El Nini no es un cualquiera, no importa si nostudiado.

    Pero yo estaba feliz porque Giulio me haba regalado las codornices, y me haba mirado y hacho que un da tenamos que ir juntos a la ciudad.

    Ahora haba llegado el verano y empec a pensar en arreglar todos mis vestidos. Le dije a adre que necesitaba tela celeste y mi madre me pregunt si crea que tena millones en la carteero yo entonces le dije que necesitaba tambin un par de sandalias de suela de corcho y que oda pasar sin ellas, y le dije: Maldita sea la madre que te pari. M e gan una bofetada y lln da entero encerrada en la habitacin. El dinero se lo ped a Azalea, que a cambio me mand mero veinte de la calle Gnova a preguntar si Alberto estaba en casa. Como no estaba en caolv para decrselo y consegu el dinero. Durante unos das me qued en la habitacin cosiendoestido, y casi no recordaba ya cmo era la ciudad. Cuando termin el vestido, me lo puse y salasear, y el hijo del mdico me abord enseguida, compr pastas y fuimos a comerlas al pinar. M

    regunt qu haba hecho encerrada en casa durante todo ese t iempo. Pero le dije que no me gusta

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    ino Giovanni a decirme: Azalea quiere verte. Haca mucho tiempo que no iba a la ciudad. Fon mi vestido celeste y las sandalias, con la bolsa y con las gafas de sol. En casa de Azalea reinabaesorden, las camas no estaban todava hechas y Ottavia, con los nios pegados a la falda, sollozapoyada en la pared.

    La ha dejado me dijo, se casa.Azalea estaba sentada en la cama en combinacin, con los ojos desencajados y brillantes. Te

    n montn de cartas en el regazo.

    Se casa en septiembre me dijo.Ahora hay que esconderlo todo antes de que venga el seor dijo Ottavia juntando las cartaNo, quemarlas es lo que hay que hacer dijo Azalea, quemadlas. Que yo no las vea nun

    s. Que yo no vea nunca ms esta cara. Esta cara estpida, malvada dijo rompiendo el retraton oficial que sonrea. Y se puso a llorar y a gritar, golpendose la cabeza contra el respaldo deama. Ahora le dan las convulsiones, me dijo Ottavia, le ocurra a veces a mi madre. Hay qojarle el vientre con agua fra.

    Azalea no permiti que le mojsemos el vientre, y dijo que quera quedarse sola y que fusemoamar a su marido porque tena que confesrselo todo. Fue difcil convencer a Azalea de no llamaadie. Las cartas las quemamos en el hornillo de la cocina mientras Ottavia me lea algunos trozntes de echarlos al fuego, y los nios hacan volar el papel quemado por toda la habitacin. Cuanolvi el marido de Azalea yo le dije que Azalea estaba mal y tena fiebre, y l entonces fue a buscn mdico.

    Cuando volv a casa era de noche y mi padre me pregunt dnde haba estado. Respond que maba llamado Azalea, y Giovanni le dijo que era verdad. Mi padre dijo que bien poda ser verdero l no lo saba, que le haban contado que andaba con el hijo del mdico y si era verdad me parcara a bofetadas. Respond que me daba igual y que haca lo que me pareca, pero despus me

    bia y tir la sopa al suelo. Me encerr en la habitacin y estuve dos o tres horas llorando, hasta qiovanni me grit a travs de la pared que me callase y les dejase dormir, que ellos tenan sueo. Peo segua llorando y el Nini vino a la puerta a decir que si le abra me daba chocolatinas. Entoncbr y el Nini me llev delante del espejo para que viera lo hinchada que tena la cara, y me dio erdad chocolatinas y dijo que se las haba regalado su novia. Pregunt cmo era esa novia suya y pu no me la presentaba, y l me dijo que tena alas y cola y un clavel en el pelo. Le dije que mbin tena un novio y que era el hijo del mdico, y respondi: Muy bien pero despus puna cara rara y se levant para marcharse. Entonces yo le pregunt dnde haba escondido

    guardiente. Se puso rojo y se ri, y dijo que eran cosas que no concernan a una seorita.La noche siguiente el Nini no volvi a casa. No volvi tampoco en los das siguientes, y no seo el pelo al Nini durante tanto tiempo que se dio cuenta incluso mi padre, que era muy despistadpregunt dnde se haba metido. Giovanni respondi que estaba bien pero que de momento

    ena a casa. Mi padre dijo:Mientras les apetece venir vienen, despus encuentran algo mejor y si te he visto no

    cuerdo. Son todos iguales, hijos y no hijos.Giovanni ms tarde me cont que el Nini ahora viva con su amante, que era viuda pero joven

    e llamaba Antonietta.

    Entonces fui a la ciudad con la intencin de averiguar algo sobre el Nini y saber si era realmen

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    erto. Lo encontr en el caf con Giovanni, estaban tomando un helado. Me sent con ellos y ajeron helado tambin a m, y nos quedamos all durante un rato escuchando msica, y el Nini comn seor pag lo de todos. Le pregunt si era verdad lo de la viuda. Dijo que s, que era verdad, y pu no iba alguna vez a buscarlo a su apartamento, donde viva con Antonietta y con dos hijos qla tena, un chico y una nia. Y dijo tambin que Antonietta tena un negocio de papelera y plum

    stilogrficas y le iba bastante bien.As te conviertes en un mantenido le dije.

    Mantenido? Por qu? Yo trabajo y me dijo que tena una paga modesta como obrero enbrica y que contaba con mandar pronto un poco de dinero tambin a casa.Le habl a Giulio del Nini mientras estbamos fumando en el pinar, y le dije que un da lo iba a

    ver.No debes ir me dijo.Por qu?Hay cosas que t no entiendes, eres an demasiado nia.Le respond que de ningn modo era una nia, que tena diecisiete aos y a los diecisiete aos

    ermana Azalea se haba casado. Pero repiti que yo no poda entenderlo y que una muchacha ebe ir a la casa de quienes viven juntos sin casarse. Volv de mal humor aquella noche y mientras mesnudaba para meterme en la cama, pensaba que Giulio me llevaba al pinar y se diverta besndom

    mientras tanto el tiempo pasaba sin que an me hubiese propuesto matrimonio. Y yo estampaciente por casarme. Pero pensaba que una vez casada, querra ser libre y divertirme a lo gran

    en cambio quiz con Giulio no sera libre en absoluto. Quiz hara conmigo como su padre, que asposa la haba encerrado en casa porque deca que el sitio de una mujer estaba entre las paredes u hogar, y ella se haba vuelto una vieja cicatera que estaba todo el da en la ventana viendo pasar aente.

    No saba por qu pero me pareca horrible no ver y a al Nini por la casa, con su mechn en os y su viejo impermeable descosido y sus libros, y no or ya sus sermones para que ayudase a adre. Una vez fui a verlo para fastidiar a Giulio. Era domingo, y me sirvieron un t con pastas en

    onito mantel bordado, y Antonietta, que era la viuda, me festej y me bes en las mejillas. Era uujercita bien vestida, pintada, de pelo rubio ligero, de hombros delgados y cintura gruesa. Estabmbin los hijos que hacan los deberes. El Nini estaba sentado junto a la radio, y ahora no tena bro en la mano como en casa. Me ensearon todo el apartamento. Tena un bao, un dormitorio atrimonio y botes con plantas grandes por todas partes. Estaba mucho ms limpio y reluciente q

    de Azalea. Hablamos de todo un poco y me invitaron a volver a menudo.El Nini me acompa durante una parte del camino. Le pregunt por qu no volva a casa, yje que en casa sin l me aburra todava ms. Y me entraron ganas de llorar. Se sent junto a m

    n banco y me tena abrazada suavemente, y mientras tanto me acariciaba las manos y deca qejase de llorar, porque si no se me iba a correr la pintura de los ojos. Le dije que yo no me pintas ojos y no era como Antonietta que pareca un payaso toda maquillada, y que l hara mejor

    olverse a casa. Dijo que ms bien yo deba buscarme un trabajo e ir a vivir a la ciudad, porqamos al cine por la noche, pero tena que hacer algo para ganar dinero y ser independiente. Le due no tena la menor intencin y que se lo quitase de la cabeza, y que adems pronto me casara c

    iulio y vendramos a vivir a la ciudad, porque tampoco a Giulio le gustaba mucho el pueblo. A

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    os despedimos.

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    e cont a Giulio que haba estado en casa del Nini, y no se enfad. Dijo slo que lamentaba qciera cosas que a l le disgustaban. Le habl de Antonietta y del apartamento, y me pregunt si marecera bien tener un apartamento as. Y luego dijo que cuando hubiera hecho el examen de estaos casaramos, pero antes no era posible y mientras tanto yo no deba portarme mal.

    No me porto mal le respond.Me dijo que fuera maana a Fonte Le Macchie con l. Para llegar a Fonte Le Macchie haba q

    aminar un trecho cuesta arriba, y a m no me gustaba caminar cuesta arriba y adems tena miedo

    s vboras.No hay vboras por esa zona, me dijo, y comeremos moras y descansaremos todas eces que quieras.

    Al principio fing no entender y le dije que vendra tambin Giovanni, pero dijo que a Giovano lo necesitbamos y que tenamos que ir nosotros dos solos.

    A Fonte Le Macchie no llegamos porque yo me par a mitad de camino, me sent en una piedradije que no dara un paso ms. Para asustarme empez a gritar que vea una vbora, s, s, la hasto, era amarilla y mova la cola de un lado a otro. Yo le dije que me dejara en paz porque estauerta de cansancio y tena hambre. Sac la comida de la bolsa. Tena tambin vino en u

    antimplora y me lo dio a beber, hasta que me derrumb sobre la hierba aturdida y pas lo que ma.

    Cuando bajamos para volver era tarde, pero yo me senta tan cansada que tena que pararme ccada paso, hasta que al llegar al pinar me dijo que tena que adelantarse corriendo, porque si noaca demasiado tarde y su madre se asustaba. As que me dej sola y yo caminaba tropezando cdas las piedras, y estaba oscureciendo y me dolan las rodillas.

    Al da siguiente vino a casa Azalea. La acompa un rato y le dije lo que haba pasado. En rimer momento no me crea y p ensaba que lo deca por alardear, pero de repente se par y dijo:

    Le cont a Giulio que haba estado en casa del Nini, y no se enfad. Dijo slo que lamentaba qciera cosas que a l le disgustaban. Le habl de Antonietta y del apartamento, y me pregunt si marecera bien tener un apartamento as. Y luego dijo que cuando hubiera hecho el examen de estaos casaramos, pero antes no era posible y mientras tanto yo no deba portarme mal.

    No me porto mal le respond.Me dijo que fuera maana a Fonte Le Macchie con l. Para llegar a Fonte Le Macchie haba q

    aminar un trecho cuesta arriba, y a m no me gustaba caminar cuesta arriba y adems tena miedos vboras.

    No hay vboras por esa zona me dijo, y comeremos moras y descansaremos todas eces que quieras.Al principio fing no entender y le dije que vendra tambin Giovanni, pero dijo que a Giovan

    o lo necesitbamos y que tenamos que ir nosotros dos solos.A Fonte Le Macchie no llegamos porque yo me par a mitad de camino, me sent en una piedra

    dije que no dara un paso ms. Para asustarme empez a gritar que vea una vbora, s, s, la hasto, era amarilla y mova la cola de un lado a otro. Yo le dije que me dejara en paz.Es verdad?Es verdad, es verdad, Azalea le dije yo, y entonces hizo que se lo repitiera todo desde

    rincipio. Estaba tan asustada y enfadada que se arranc la hebilla del cinturn. Quera hablar con

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    arido para que se lo dijese a mi padre. Le dije que se cuidase bien de hacerlo y que adems tambio saba unas cuantas cosas sobre ella. Reimos y al da siguiente fui a la ciudad con la intencinacer las paces, ya se haba calmado y la encontr probndose un vestido de baile nuevo porqaba recibido una invitacin. Me dijo que poda organizar el folln que quisiera con tal de que nadniese luego a molestarla, y que por otra parte el hijo del mdico a ella no le gustaba nada yareca muy ordinario. Mientras sala vi a Giovanni con el Nini y Antonietta, y todos juntos fuimbaarnos al ro, Antonietta era la nica que no saba nadar y se qued sentada en la barca. Yo m

    garraba a la barca y haca como que la volcaba para meterle miedo, pero luego me entr fro y volvubir y me puse a remar. Antonietta empez a hablarme de su marido y de la enfermedad que tene las deudas que haba dejado y los abogados y los pleitos. Yo me aburra y me pareca ridcuentada en la barca como si estuviera de visita con las rodillas juntas y el bolso y el sombrero.

    Aquella noche entr Giovanni en la habitacin a decirme que se haba enamorado de Antoniettao saba si decrselo al Nini y no saba qu hacer para que se le pasara, y andaba de un lado a otro cs manos en los bolsillos. Yo lo trat mal y le dije que estaba harta de todas esas historias de amor,e Azalea y el Nini y tambin de l y que me dejasen en paz. Maldita sea la madre que te pari e dijo y se march dando un portazo.

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    iulio me dijo que tena que ir con l a baarme en el ro, y tambin tena que ir con l a la ciudadvertirnos los dos juntos. As lo hice, nadbamos en el ro y tombamos un helado, y despus mevaba a una habitacin de cierto hotel que l conoca. Aquel hotel se llamaba Le Lune, estaba al fie una calle vieja, y con sus persianas cerradas y su pequeo jardn desierto, a primera vista hacafecto de una villa deshabitada. Pero en las habitaciones haba aguamanil y espejo y alfombras enuelo. Yo le contaba a Azalea que habamos estado en el hotel, y ella deca que un da u otro me ibaevar un disgusto. Ahora a Azalea la vea poco porque se haba buscado otro amante que era

    studiante sin un duro, y ella estaba muy atareada comprndole guantes y zapatos y llevndole coe comer.Una noche mi padre entr en mi habitacin y tir el impermeable encima de la cama, y me dijo:

    Te haba dicho que te iba a romper la cara.Me agarr del pelo y se puso a darme bofetadas mientras yo gritaba: Socorro, socorro!

    asta que vino mi madre preocupada, con las patatas en el delantal, y pregunt:Pero qu ha pasado, qu le haces, At tilio?Mi padre le dijo: Esto nos tena que pasar, mira que somos desgraciados y se sent plid

    asndose las manos por la cabeza. Yo tena un labio sangrando y marcas rojas en el cuello, estaareada y casi no me tena en pie, y mi madre me quera ayudar a limpiarme la sangre, pero mi padcogi por un brazo y la empuj fuera. Sali tambin l y me dejaron sola. El impermeable de

    adre haba quedado encima de la cama, y yo lo cog y lo tir a las escaleras. Mientras estaban todn la mesa sal. La noche era clara y estrellada. Yo temblaba por la agitacin y el fro y el labio megua sangrando, tena sangre en el vestido y hasta en las medias. Tom el camino hacia la ciudad. aba ni yo adnde iba. En un primer momento me dije que poda ir a casa de Azalea, pero estaraarido que enseguida empezara a hacerme preguntas y a echarme un sermn. As que fui a casa dini. Los encontr sentados alrededor de la mesa en el comedor, jugando a la oca. Me mirar

    nitos y los nios se pusieron a gritar. Entonces me tir en el sof y empec a llorar. Antonietajo un desinfectante para curarme el labio, luego me hicieron beber una taza de manzanilla y mrepararon la cama en un catre en el recibidor. El Nini me dijo:

    Explcanos un poco qu te ha pasado, Delia.Les dije que mi padre se haba abalanzado sobre m y quera matarme, porque andaba con Giu

    que tenan que buscarme un trabajo y traerme a la ciudad, porque en casa no poda seguir.El Nini dijo:

    Ahora desndate y mtete en la cama, y despus vendr a verte y pensaremos qu se pue

    acer.Se fueron todos y yo me desnud y me met en la cama con un camisn de Antonietta color laro. Un poco despus vino el Nini y se sent junto a mi cama, y me dijo:

    Si quieres te busco un puesto en la fbrica donde trabajo yo. Al principio te parecer diforque con la edad que ya t ienes nunca has hecho nada. Pero te acostumbrars poco a poco. Si ncuentro nada en la fbrica te pones a servir.

    Le dije que no me apeteca ponerme a servir y que prefera trabajar en la fbrica, y le preguor qu no poda por ejemplo ser florista, sentarme en las escaleras de la iglesia con cestos de florl dijo:

    Cllate y no digas tonteras. Adems no puedes vender nada porque no sabes hacer cuentas.

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    Entonces le dije que Giulio se casara conmigo despus del examen de estado.Qutatelo de la cabeza respondi.Y me puso al corriente de que Giulio tena una novia en la ciudad, y en la ciudad lo saba todo

    undo: era una chica delgada que conduca un coche. Yo empec a llorar de nuevo y el Nini me due me tumbara y que durmiera, y me trajo otra almohada para que estuviese cmoda.

    Al da siguiente por la maana me vest y sal con l a la ciudad fresca y desierta. Vino conmiasta el lmite de la ciudad. Nos sentamos a la orilla del ro a esperar que llegase su hora de ir a

    brica. Me dijo que de vez en cuando le entraban ganas de ir a Miln a buscarse un trabajo en algubrica grande.Pero antes tienes que despachar a Antonietta.Claro, no querrs que la llev conmigo con la tienda y los dos cros.No la quieres entonces dije.As es como la quiero. Estamos juntos mientras nos apetece, luego nos separam

    vilizadamente y se acab.Entonces dsela a Giovanni que se muere por ella le dije, y l se ech a rer:Ah, Giovanni? De todas formas no est tan mal Antonietta, es un poco remilgada pero no

    ala. Aunque yo no estoy enamorado.De quin ests enamorado? le pregunt, y me vino a la cabeza de repente que tal vez esta

    namorado de m. Me mir riendo y dijo:Pero es que hay que querer a alguien? Se puede no querer a nadie y estar interesado

    ualquier otra cosa.Me castaeaban los dientes y estaba helada de fro con mi vestido ligero.

    Tienes fro, cielo me dijo. Se quit la chaqueta y me la coloc en los hombros.Yo le dije:

    Qu atento eres.Por qu no voy a ser atento contigo dijo, eres tan desgraciada que me das lstima. Cr

    ue no s que te has metido en un lo con ese Giulio. Lo adivino porque te conozco y adems mea contado Azalea.

    No es verdad le dije, pero respondi que hara mejor en callarme porque l me conocampoco era tan estpido.

    Sonaron las sirenas y el Nini dijo que tena que ir a trabajar. Quera que me quedase con haqueta, pero dije que no porque tena miedo de encontrarme con alguien y me senta ridcu

    evando encima aquella chaqueta de hombre. Nos despedimos y le dije:Oh Nini por qu no vienes ya a casa?Prometi entonces venirme a ver al da siguiente que era domingo. Y luego se inclin resuelto

    e bes en la mejilla. Me qued parada mirndolo mientras se marchaba, con las dos manos en olsillos y su paso tranquilo. Estaba asombrada de que me hubiese besado. No lo haba hecho nun

    Me puse a andar muy despacio e iba pensando en muchas cosas, en el Nini que me haba besado y iulio que tena novia en la ciudad y me lo haba ocultado, y pensaba: Qu rara es la gente. Nun

    e sabe qu es lo que quieren. Y tambin pensaba que en casa volvera a ver a mi padre y que que pegara de nuevo, y me senta triste.

    Pero mi padre no me dirigi la palabra e hizo como si yo no estuviese, y los dems tamb

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    casa de la vieja fui con el vestido celeste que sola ponerme. Me esperaba ya lista para salir conombrero y con el morro empolvado. Tena que pasear con ella y entretenerla agradablemente e lo dijo su hija, luego volverla a llevar a casa y leerle en voz alta el peridico hasta que

    uedara dormida. Andaba a pasos pequeos con su mano apoyada en mi brazo. La vieja se quejaontinuamente. Deca que yo era demasiado alta y que se cansaba agarrndome el brazo. Deca qorra demasiado. Tena un miedo tremendo a cruzar las calles, se pona a gemir y a temblar y todoundo se volva. Una vez nos encontramos con Azalea. No saba todava que yo trabajaba y me m

    asmada.Cuando llegaba a casa la vieja se beba una taza de leche como bebe la gente mayor. Yo mientrnto le lea el peridico. Poco despus empezaba a dormitar y yo sala corriendo. Pero estaba de mumor y no disfrutaba de la ciudad y de las tiendas. Una tarde se me ocurri ir a buscar al Nini abrica. Me distingui de lejos y se le anim la cara. Pero cuando lo vi a mi lado, con un vi

    ombrero demasiado claro, con los zapatos rotos y demasiado anchos que arrastraba al andar, cspecto sucio y cansado, me arrepent de haber ido a buscarlo y sent vergenza de l. Se dio cuese ofendi, y se enfad conmigo porque deca que me mora de aburrimiento con la vieja.

    Pero cuando llegamos a la orilla del ro se fue serenando poco a poco, y se puso a contarme qn el cajn de Antonietta haba encontrado una fotografa de Giovanni con una dedicatoria detrs.

    Mejor as me dijo.Mejor as?, por qu mejor as?Qu diablos quieres que me importe?Eres fro como un pez. Das asco.Soy un pez, est bien Y t qu eres? Estuvo mirndome un rato y luego dijo: T eres u

    obre chica.Por qu?

    Es verdad que te has dejado llevar al Lune?Quin te lo ha dicho? pregunt.Me lo ha dicho un pajarito respondi has estado all varias veces?No es asunto tuyo dije.Pobre chica!, pobre chica! repeta como para s.Me enfad y le tap la boca con la mano. Entonces me abraz y me tumb sobre la hierba y

    esaba me besaba la cara, las orejas, el pelo.Estas loco, Nini?, pero qu haces? deca, y me entraban ganas de rer y tena miedo a

    ez.Se volvi a sentar alisndose el pelo, y me dijo:Mira lo que eres. Cualquiera se puede divertir contigo mientras le apetezca.Y ahora has querido saber si soy como t decas?No, olvdalo, era una broma, me dijo.Giulio me esperaba en el camino aquella tarde.

    Dnde has estado todo este tiempo? le pregunt.En la cama con fiebre, respondi, y quera cogerme del brazo. Pero le dije que se marchar

    e dejara tranquila porque ya saba que tena una novia.

    Qu novia?, quin?

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    ue tocaban las trompetas. Record que el Nini se haba enfadado conmigo y pens que irauscarlo para volver a hacer las paces.

    Era fiesta ese da y no tena que ir donde la vieja. Tampoco el Nini iba a la fbrica. Lo enconaliendo del caf. Ya no estaba enfadado y me pregunt si tomaba algo. Respond que no y fuimoso.

    Hagamos las paces le dije cuando estuvimos sentados.Hagamos pues las paces. Pero dentro de un rato tengo que ir con Antonietta.

    Y yo no puedo ir? Antonietta sigue muy enfadada?S. Dice que en ningn momento le has agradecido lo que ha hecho por t i. Y adems est celoCelosa de m?S, de ti.Qu contenta estoy .Claro que ests contenta, mira que eres mal bicho. Te encanta hacer sufrir a la gente. Y ah

    ebera irme. Pero no tengo ganas. Estaba tumbado en la hierba con los brazos doblados bajoabeza.

    Te gusta estar conmigo? Conmigo ms que con Antonietta?Mucho ms me dijo, pero mucho mucho ms.Por qu?No s por qu, pero es as me respondi.Y a m tambin me gusta estar contigo. Contigo ms que con todos los otros dije.Conmigo ms que con Giulio?Contigo ms.Oh, cmo es eso? dijo, y se ri.Realmente no lo s dije. M e preguntaba si volvera a besarme. Pero pasaba mucha gente

    a. De repente vi a Giovanni y Antonietta que venan hacia nosotros.Estaba seguro de encontrarlos aqu grit Giovanni. Pero Antonietta me lanz una mirada f

    no me dijo nada. El Nini se levant con desgana y fuimos a pasear con ellos a la ciudad.Por la tarde Giovanni me dijo:

    T s que eres rara. Ahora te ha entrado la mana del Nini y ests siempre con el Nini, pegaNini, y se te ve siempre con l.

    Era verdad que estaba siempre con el Nini. Lo iba a buscar todas las tardes a la fbrica. Masaba el da esperando el momento de estar con l. Me gustaba estar con l. Cuando estbam

    ntos, me olvidaba de lo que me daba miedo. Me gustaba cuando hablaba, y me gustaba cuanstaba callado y se coma las uas pensando en algo. Me preguntaba siempre si me besara, pero e besaba. Se sentaba un poco apartado despeinndose el mechn y alisndoselo, y deca:Ahora vete a casa.Pero yo no tena ganas de volver a casa. No me aburra nunca cuando estbamos juntos. M

    ustaba que me hablara de los libros que lea sin parar. No entenda lo que deca, pero haca comontendiera y deca que s con la cabeza.

    Apostara a que no entiendes nada deca y me daba un golpecito en la cara.

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    na noche me sent mal de repente mientras me desnudaba. Tuve que tumbarme en la cama y espeque se me pasase. Estaba empapada en sudor y senta escalofros. Tambin a Azalea le pasa

    sto record. Se lo dir a Giulio maana. Sea como sea debe saberlo pensaba. Pero entoncqu haremos? Qu har l? Es posible que esto sea verdad?. Pero saba que sin duda era verdo consegua dormir y me destapaba, me incorporaba y me sentaba en la cama con el corazalpitante. Qu dira el Nini cuando lo supiera? Una vez estuve a punto de decrselo pero me ergenza.

    Me encontr con Giulio en el pueblo por la maana. Se qued conmigo slo un momento porqna que ir a cazar con su padre.Tienes mala cara me dijo.Porque no he dormido respond.Espero conseguir una buena liebre me dijo. Me apetece mucho estirar las piernas por

    osque.Mir las nubes que avanzaban flotando lentamente hacia la colina.

    Tiempo de liebres dijo.Ese da no fui a donde la vieja. Despus de haber deambulado sola por la ciudad, sub a casa

    zalea. Pero haba salido. Estaba Ottavia planchando en la cocina. Tena puesto un delantal blancoo estaba en zapatillas. Todo cambiaba en la casa cuando las cosas de Azalea marchaban bien. Has nios parecan ms gordos. Ottavia me dijo, mientras pasaba la plancha por un sujetador zalea, que ahora todo iba bien y Azalea estaba siempre contenta. El estudiante no era como el oto se olvidaba nunca de telefonear. Haca siempre lo que quera Azalea y ni siquiera haba ido a ve

    us padres, que estaban fuera, porque Azalea no se lo haba permitido. Slo haba que preocupare que el seor no se diera cuenta de nada. Haba que tener mucho cuidado. Me rog que esperarue Azalea volviera para decirle que tuviera cuidado.

    Esper durante un rato, pero Azalea no llegaba y me march. Era la hora en la que el Nini sala fbrica. Pero yo me dirig despacio hacia casa. Llova. Llegu a casa mojada y me met rpidame

    n la cama, con la cara escondida bajo las sbanas. Le dije a mi madre que no me senta bien y uera comer.

    Te habrs enfriado me dijo mi madre.A la maana siguiente vino a la habitacin, me toc la cara y dijo que no tena fiebre. Y me d

    ue me levantara y le echara una mano limpiando las escaleras.No puedo levantarme respond, estoy mal.

    Ah, eso es dijo, ahora te pones a hacerte la enferma. La que se va a poner enferma soy yue no paro de la maana a la noche y me mato a trabajar por vosotros. Si agarro el plato no consquiera comer de lo cansada que estoy. Y t te diviertes vindome reventar.

    No puedo levantarme, te lo he dicho. Estoy mal.Pero qu t ienes? me dijo mi madre apartando las sbanas para verme los ojos. No

    abr pasado algo?Estoy embarazada le dije. El corazn me palpitaba con fuerza y por primera vez me

    uenta de que tena miedo de lo que pudiera hacer mi madre. Pero ella no se sorprendi. Se senanquila en la cama y me destap hasta los p ies.

    Ests completamente segura? pregunt.

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    Dije que s con la cabeza, y lloraba.No llores dijo mi madre, vers como todo se arregla. Ese muchacho lo sabe?Dije que no con la cabeza.

    Tenas que habrselo dicho, bruta. Pero ahora pondremos las cosas en su sitio. Voy a iablar con esos sinvergenzas. Les vamos a hacer or nuestras razones. Se cubri la cabeza conhal, y sali. Poco despus volvi toda contenta, con la cara roja.

    Qu sinvergenzas me dijo, pero est hecho. Slo tenemos que esperar un tiempo.

    uchacho tiene que hacer primero el examen. As lo quieren ellos. Ahora hace falta que Attilio se eanquilo. Pero de eso me encargo yo. Tu madre se encarga. T qudate en la cama bien caliente e trajo una taza de caf. Luego cogi el cubo y se fue a limpiar las escaleras, y la oa rerse soero al rato la tena otra vez delante.

    A m ese muchacho me gusta dijo, es la madre la que me cae mal. El padre enseguidastado de acuerdo, ha dicho que estaba dispuesto a responder por el hijo con tal de que no hubiera scndalo, me ha preguntado si me apeteca una copita. Pero la madre ha organizado una buena. Se rado encima del hijo como si quisiera matarlo. Chillaba como una loca. Pero yo no me he asustade he dicho: Mi chica tiene slo diecisiete aos, est el tribunal para defenderla. Se ha pueanca y se ha sentado, y estaba callada acaricindose las mangas. El hijo estaba all con la cabeza bno me ha mirado ni una vez. El mdico era el nico que hablaba. Me ha pedido por favor que me escndalos, por su posicin. Y caminaba de un lado a otro por la alfombra. Si t vieses fombras que tienen. Si vieses qu casa. Es una buena casa. Tienen de todo ah dentro.

    Pero yo volv la cabeza como para dormir, para que se marchara.Acab durmindome de verdad y me despert cuando lleg mi padre. Me puse a escuchar y

    ue hablaba con mi madre en la habitacin de ellos, luego de repente lo o gritar. Ahora viene y mata, pens. Pero no vino. El que vino fue Giovanni.

    Dice el Nini que por qu no fuiste a buscarle ayer y que te espera hoy me dijo.Estoy en la cama no ves? le respond, estoy mal.Tendrs la escarlatina me dijo, todo el mundo t iene la escarlatina. Los hijos de Azalea

    an cogido. Ahora se te pondr la cara como una fresa tambin a ti.No tengo la escarlatina le dije, lo que tengo es otra cosa.Pero no hizo preguntas. Mir por la ventana y dijo:

    Adnde va se?Me asom yo tambin y vi a mi padre caminar hacia el pueblo.

    Adnde va? Ni siquiera ha comido dijo Giovanni.Por la tarde vino Azalea. Entr en la habitacin con mi madre.Ya sabes que en mayo tendremos un hermoso nio le dijo mi madre.No respondi y se sent airada, quitndose la piel de zorro de los hombros.Mam habla mucho me dijo cuando nos quedamos solas, no es nada seguro que te cas

    ap ha ido all y se han puesto como locos, por poco no se han matado a golpes. Ellos han ofrecnero para que pap est callado y t te vayas a tener tu nio a alguna otra parte, y lo de la boda

    e ver, ya se ver, decan. Pap se ha puesto a gritar que le haban deshonrado, y que l ibaibunal si Giulio no prometa casarse contigo. Cuando lo he visto llegar estaba hecho un trapo. Ya

    aba dicho yo que esto acababa as. Ahora tendrs que estar encerrada en casa, porque en el pueb

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    a han empezado a hablar. No saben nada pero se huelen que hay algo. Que lo disfrutes.Por la tarde vino de nuevo Giovanni. Ahora lo saba tambin l y me mir con una expresi

    aliciosa.El Nini no sabe todava lo tuyo.No quiero que se lo digas le dije.Qudate t ranquila que no se lo digo me dijo, a ver si crees que me divierto contando

    azaas. Te has metido en un buen lo. Quin sabe si se casa contigo. De momento se ha marchado

    o se sabe dnde est. Dicen que ya estaba prometido. Lo que es yo, no me preocupo del asunete al diablo t con tu nio.Me incorpor y le lanc un vaso que haba en la mesilla. Se puso a gritar y quera pegarme, pe

    no mi madre, lo agarr por la chaqueta y lo arrastr fuera.Mi madre no quera que bajase a la cocina o a las habitaciones de abajo por miedo de que

    ncontrase con mi padre. Supe por Giovanni que mi padre haba jurado que si llegaba a verme, olvera ms a casa. Pero yo no tena ganas de moverme de mi cama. Por la maana me ponaestido para no tener fro, me pona las medias y volva a tenderme en la cama con la manta encimstaba mal. Cada da que pasaba era peor. Mi madre me traa la comida en una bandeja, pero yo oma. Una noche Giovanni me lanz una novela.

    Te la manda el Nini me dijo, te ha esperado tres horas delante de la fbrica. Hace muchas que te espera, dice. Est mal, le he contestado.

    Intent leer la novela pero acab dejndola. Era de dos que mataban a una chica y la encerrabann bal. La dej porque me daba miedo y porque no estaba acostumbrada a leer. Cuando haba len poco me haba olvidado de lo que deca antes. Yo no era como el Nini. No necesitaba leer paasar el tiempo. Me haba hecho traer el gramfono a la habitacin y escuchaba la voz clueca repet

    Manos de terciopeloManos perfumadas

    Era un hombre o una mujer quien cantaba? No se distingua bien. Pero me haba acostumbradoquella voz y me gustaba orla. No habra querido otra cancin. Ahora no quera ya cosas nuevas. Mona todas las maanas el mismo vestido, un vestido viejo, estropeado, con remiendos por todartes. Pero ahora los vestidos ya no me interesaban.

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    uando me encontr frente al Nini la maana del domingo, mientras mi madre estaba en la iglesia, ent disgustada de que hubiera venido. Las flores empapadas por la lluvia que tena en la mano, abeza mojada por la lluvia, su cara excitada y sonriente, yo las mir como algo estpido, que onoca.

    Cierra la puerta le dije con rabia.Te he asustado, dormas? Toma estas flores dijo sentndose junto a m. Cmo est

    Qu te ha pasado? Qu tienes? Se te ha puesto una cara tan rara.

    Estoy mal dije. Me di cuenta de que todava no saba nada.Se te ha quedado la cara flaca, fea me dijo. Haces mal estando encerrada aqu enabitacin. Deberas salir a pasear un poco. Te espero siempre delante de la fbrica. Pienso: quoy est bien y venga. Vendrs otra vez a buscarme cuando ests curada?

    No s.Cmo que no s? Vaya tono! Se te ha est ropeado el carcter. Dime si vendrs o no vendr

    s.No me dejan salir de casa respond.Cmo que no te dejan salir?Porque no quieren que vaya con Giulio. Y tampoco contigo. No quieren que vaya con chicosBien me dijo, bien.Se puso a andar por la habitacin.

    Me cuentas un montn de mentiras dijo de repente, tiene que ser la manera de mandartomar viento que has encontrado. Cmo te gusta verme sufrir! Cmo te gusta! Ya no pue

    abajar, no puedo hacer nada. No hago otra cosa en todo el da que pensar en ti. Es esto lo queras, verdad? que yo me envenenase la vida. Me mir con ojos brillantes, aviesos. Lo honseguido me dijo.

    No tengo ningn inters en hacerte sufrir le dije. Me incorpor para sentarme en la camauede ser que en algn momento me gustase como dices t. Pero ahora qu quieres que me imporengo otras cosas en que pensar ahora. Voy a tener un hijo.

    Es eso? dijo, y no me pareci asombrado. Pero era como si se le hubiera apagado la vMe puso la mano en el hombro. Oh, pobre chica!, pobre chica! dijo. Qu vas a hacer?

    No s respond.Se casar contigo?No lo s. No s nada. Pero han hablado con l. Puede que se case conmigo despus de termi

    s estudios.Sabes que te quiero? me dijo.S dije.Quiz t tambin habras llegado a quererme poco a p oco me dijo. Pero no sirve de na

    ue hablemos ahora de eso. Hablar de ello hace todava ms dao. Se acab. Mira, yo estoy aqnto a ti, pero no encuentro ya nada que decirte. Me gustara hacer algo por ti, para ayudarte, pemismo t iempo tengo como ganas de marcharme y de que nadie me hable ms de ti.Vete entonces le dije. Y me puse a llorar.Qu contento estaba dijo, yo me deca que tambin t te enamoraras poco a poco

    eces pensaba eso, pero otras veces me entraba miedo de quererte demasiado. Deca: no me que

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    unca, slo le gusta ver cmo sufre la gente. Pero qu tontos hemos sido los dos.Nos quedamos un rato en silencio. Las lgrimas me corran por la cara.Quiz se case conmigo cuando haya terminado de estudiar le dije.S, quiz se case contigo. Adems t no ests hecha para m. Me haras sufrir demasiad

    omos tan distintos nosotros dos.Se march. O sus pasos en la escalera, lo o hablar con mi madre en el huerto. Mi madre entr

    habitacin para decirme que en la iglesia haba visto a la familia del mdico, pero Giulio no esta

    l mdico se le haba acercado y le haba dicho que a Giulio lo haba mandado por un tiempo audad. Y luego le haba preguntado si poda venir a hablar.Est hecho me dijo mi madre.El mdico vino ese mismo da, y l y mi madre se encerraron en el comedor a discutir durante c

    os horas. Mi madre subi despus y me dijo que poda estar contenta, porque todos estaban cuerdo y nos casaramos en febrero. Antes no se poda porque Giulio tena que estudiar tranquin emociones, y hasta el da de la boda no nos volveramos a ver. Es ms, el mdico quera que ejase enseguida el pueblo para evitar las habladuras. Mi madre haba pensado mandarme a casa na ta ma, que viva en un pueblo ms arriba, no muy alejado del nuestro. Mi madre tena miedo ue yo me negase a ir. Por eso se puso a hablar con mucho entusiasmo de aquella ta ma, como si e acordara de que estaban peleadas desde haca aos por unos muebles. Me habl del huerto qna la ta delante de la casa, un hermoso huerto donde podra pasear todo lo que quisiera.

    Me da pena verte siempre encerrada aqu dentro como en una crcel. Pero la gente es mala.

    Despus vino Azalea. Ella y mi madre se pusieron a discutir sobre el da en que tena que irmei madre quera que Azalea dijese a su marido que pidiera prestado el coche de su empresa, pezalea no quera saber nada del asunto.

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    l pueblo de mi ta fui en un carro. Me acompa mi madre. Tomamos un camino a travs del camara que no me viese nadie. Yo llevaba un abrigo de Azalea, porque mi ropa ya no me quedaba biene apretaba en la cintura. Llegamos por la tarde. La ta era una mujer muy gorda, con ojos negr

    altones, con un delantal de algodn azul y las tijeras colgadas del cuello, porque era modismpez a reir con mi madre por la cantidad que tena que pagarle durante el tiempo que iba a eson ella. Mi prima Santa me trajo de comer, encendi el fuego en la chimenea y sentndose junto a e cont que tambin ella esperaba casarse pronto, pero yo no tengo prisa, dijo rindose fuerte

    rgamente. Su novio era el hijo del alcalde del pueblo y estaban prometidos desde haca ocho aos.hora estaba en el ejrcito y le mandaba postales.La casa de la ta era grande, con altas habitaciones vacas y heladas. Haba por todas partes sac

    e maz y de castaas, y de los techos colgaban cebollas. La ta haba tenido nueve hijos, pero unaban muerto y otros se haban marchado. En casa estaba slo Santa, que era la menor y teeinticuatro aos. La ta no la poda soportar y se pasaba el da gritndole. Si no se haba casadava era porque la ta, con un pretexto o con otro, le impeda hacerse el ajuar. Le gustaba tenerla

    asa y atormentarla sin darle nunca descanso. Santa tena miedo a su madre, pero cada vez qablaba de casarse y dejarla sola lloraba. Se qued maravillada de que yo no llorase cuando mi made march. Ella lloraba cada vez que su madre iba por algn asunto a la ciudad, aunque supiese qntes del anochecer habra vuelto. En la ciudad Santa no haba estado ms de dos o tres veces. Meca que se encontraba mejor en el pueblo. Y eso que su pueblo era peor que el nuestro. Haba tufstercolero, nios sucios en las escaleras y nada ms. En las casas no haba luz y el agua haba qogerla en el pozo. Le escrib a mi madre que en casa de la ta no quera seguir y que viniesecogerme. No le gustaba escribir y por eso no respondi por carta, pero se encarg de decirme pedio de un hombre que venda carbn que tuviera paciencia y me quedara donde estaba, porque

    aba ms remedio.

    As que me qued. No me casara hasta febrero y era slo noviembre. Desde que le haba dichi madre que iba a tener un hijo, mi vida se haba vuelto muy extraa. Desde entonces me hanido que esconder siempre, como algo vergonzoso que nadie puede ver. Pensaba en mi vida

    ntes, en la ciudad a la que iba cada da, en el camino que me llevaba a la ciudad y que haba recorrin todas las estaciones, durante tantos aos. Recordaba bien ese camino, los rimeros de piedras, etos, el ro que se descubra de repente y el puente lleno de gente que llevaba a la plaza de la ciudan la ciudad se compraban almendras saladas, helados, se miraban los escaparates, estaba el Nini qala de la fbrica, estaba Antonietta que rea al dependiente, estaba Azalea que esperaba a

    mante y tal vez iba al Lune con l. Pero yo estaba lejos de la ciudad, del Lune, del Nini y pensaon extraeza en estas cosas. Pensaba en Giulio que estudiaba en la ciudad, sin escribirme y sin veverme, como si no se acordase de m y no supiese que tena que casarse conmigo. Pensaba en q

    o lo haba vuelto a ver desde que haba sabido que bamos a tener un hijo. Qu deca? Estaontento o no estaba contento de que tuviramos que casarnos?

    Pasaba los das sentada en la cocina de la ta, siempre con los mismos pensamientos, con nazas para el fuego en la mano, con la gata en las rodillas para sentir ms calor, y con un chalna en los hombros. Venan de vez en cuando mujeres a probarse vestidos. La ta, de rodillas, conoca llena de alfileres, discuta por la forma del cuello y por las mangas y deca que cuando an vi

    condesa, tena que ir todos los das a la villa a trabajar para ella. La condesa haba muerto ha

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    empo y la villa haba sido vendida, y la ta lloraba siempre cuando hablaba de ello.Daba gusto sentir entre los dedos aquellas sedas, aquellos encajes deca la ta. La po

    ondesa me quera mucho. Deca: Elide ma, mientras est yo, no te faltar nunca nada.Pero haba muerto en la miseria, porque los hijos y el marido se lo haban comido todo.Las mujeres me miraban con curiosidad y la ta contaba que me haba acogido por compasi

    orque mis padres me haban echado de casa por aquella desgracia que me haba ocurrido. Haguna que quera sermonearme, pero la ta cortaba rpido y deca:

    Ahora lo que ha pasado ha pasado, y luego ya se ver. A veces uno cree equivocarse, y luen cambio se encuentra con que hizo bien. Vindola as parece una tonta, pero es lista, porque escado a uno rico e instruido que acabar por casarse con ella. La que es tonta en cambio es mi hue tiene amores desde hace ocho aos y no consigue casarse. Dice que la culpa es ma que no le dajuar. Que se lo hagan ellos el ajuar, que estn mejor que yo.Un da de estos te llego embarazada, as te quedas contenta le gritaba mi prima.Prueba a hacerlo y ya vers le deca la ta, te arranco todos los dientes de la boca si

    uelves a decir. No, en mi casa estas cosas no se han visto nunca. De nueve hijos cinco son mujerero de su seriedad ninguno ha podido decir nunca nada, porque las he vigilado bien desde pequeepite otra vez lo que has dicho, bruja deca a Santa. Santa rompa a rer y las mujeres rean cla, tambin rea la ta y ya no paraban durante un rato.

    La ta era la hermana de mi padre. Aunque no haba estado en nuestro pueblo desde haca muchos, y yo no la haba visto prcticamente nunca antes de entonces, conoca la vida de todosablaba de todos como s los hubiera tenido siempre cerca. La tena tomada con Azalea, porque deue era demasiado orgullosa.

    Se cree quin sabe qu porque en invierno lleva abrigo de piel deca. La condesa tena tbrigos de piel y al entrar los tiraba a los brazos del criado como si fueran un trapo. Sin embargo

    qu precio tenan. Conozco bien las pieles. La de Azalea es conejo. Apesta a conejo a un kilmee distancia.

    Ese Nini es un t ipo curioso deca algunas veces, es tan sobrino mo como t, pero nune tenido ocasin de conocerle un poco. Un da que lo encontr en la ciudad, me salud y se larg. mbargo de nio lo llevaba en brazos, y le pona petachos en los pantalones porque andaba hecho ndrajoso. Me han dicho que vive con una mujer.

    Trabaja en la fbrica le deca yo.Menos mal que hay uno que trabaja. M is hijos trabajan todos, pero en vuestra casa nadie h

    ada. Os habis criado como la mala hierba, da pena pensarlo. T desde que ests aqu no te hecho la cama ni una sola vez. Te pasas el da sentada con los pies en el banqueta.Estoy mal le deca, estoy demasiado mal, no puedo hacer esfuerzos.Mirndola se ve cmo sufre deca Santa, est verde como un limn, y tuerce el ge

    ontinuamente. No todo el mundo es fuerte como nosotras. Porque nosotras estamos enampesinos, y en cambio ella ha crecido ms cerca de la ciudad.

    Di mejor que siempre estaba en la ciudad. No haca otra cosa que escapar a la ciudad desde qa pequea, y as es como ha perdido la vergenza. Una muchacha no debera poner los pies enudad cuando no la acompaa su madre. Di que su madre est tambin medio loca. Su madre cuan

    a una muchacha tampoco se haca respetar.

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    Pero Delia si se casa estar mejor que nadie deca Santa, y se volver orgullosa como leasado a Azalea.

    Es verdad. El da que se case, ya no le va a faltar nada. Ahora hay que ver si se casa. Puede ue le vaya bien, pero quin sabe. Esperemos.

    Cuando ests casada ir a servirte de doncella deca Santa cuando la ta se haba ido, sie caso yo tambin. Si me caso tendr que ir al campo, con el pauelo en la cabeza y zuecos en ies, sentada en un burro, y sudar de un lado a otro todo el da. Porque mi novio es labrador y tien

    erra hasta ms abajo del pueblo, sin contar la via, y tienen vacas y cerdos. Tampoco a m mltar nada.Qu alegra. Me pongo mala slo de pensarlo deca yo.Oh, t te pones mala por poca cosa deca Santa ofendida, cortando la col para la sopa

    incenzo lo quiero y me casara con l aunque fuera pobre y harapiento y me tocase compartiriseria. T en cambio no ests a tiempo de pensar si quieres a se o a otro, porque de todas formenes que casarte con l en el estado en que ests. Y todava tienes que darle las gracias si se contigo. A m no me importa nada trabajar, si tengo cerca a quien me quiere.

    Se cenaba con el plato en el regazo, sin alejarse del fuego. Yo no terminaba nunca la sopa. La e echaba en su plato lo que yo haba dejado.

    Si sigues as te va a salir un ratn deca.Es esta oscuridad que da miedo. Me quita las ganas de comer. Cuando es de noche esto par

    na tumba.Ah, para comer se necesita electricidad. Eso no lo haba odo todava. Se necesita electricidadDespus de la cena, Santa y la ta se quedaban levantadas durante un rato y hacan punto.

    acan las camisetas interiores. A m me entraba el sueo, pero me quedaba porque tena miedo ubir las escaleras sola. Dormamos las tres en una cama, en la habitacin que estaba bajo el desv

    or la maana era la ltima en levantarme. La ta bajaba a echar la comida a las gallinas, Santaeinaba hablndome de su novio. Yo dorma y escuchaba a medias, y le deca que me limpiase apatos. Los limpiaba vigilando que no entrase la ta, porque la ta no quera que me sirvier

    Mientras tanto segua contndome todas sus historias. Deca: Me llamo Santa, pero no soy sanDeca que no era santa porque su novio la abrazaba cuando vena de permiso y salan juntos.

    Paseaba a veces por el huerto, porque la ta deca que una mujer en estado no debe estar siempentada. Me empujaba fuera de la casa. El huerto estaba rodeado por un muro y se sala al pueblo pna puerta de madera. Pero yo no abra nunca esa puerta. El pueblo lo poda ver desde la ventana

    uestra habitacin y no tena nada que atrajese. Caminaba de la puerta a la casa, de la casa a la puern un lado estaban los palos de los tomates, en el otro estaban plantadas las coles. Tena que tenuidado de no pisar nada. Cuidado con las coles gritaba la ta sacando la cabeza por la vental huerto estaba lleno de nieve y se me helaban los pies. Qu da era? Qu mes era? Qu hacanasa? Y Giulio estaba todava en la ciudad? Ya no saba nada. Saba slo que mi cuerpo crecaeca, y la ta me haba ensanchado el vestido dos veces. Cuanto ms ancho y redondo se haca

    uerpo, ms pequea, fea y estirada se volva mi cara. Me sola mirar en el espejo de la cmoda. Extrao ver la cara que se me haba quedado. Es mejor que no me vea nadie, pensaba. Pero eprima que Giulio no me hubiera escrito, que no hubiera venido nunca a verme.

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    a que vino una vez fue Azalea. Apareci una tarde. Llevaba el famoso abrigo de piel y un sombrextrasimo con tres plumas plantadas delante. En la cocina estaba Santa con unas nias qprendan a hacer ganchillo. Azalea no mir a nadie a la cara y enfil las escaleras, y me dijo quera hablarme a solas. Abri la primera puerta que tena delante y encontramos a la ta, que se hacostado para dormir, sin el vestido y con la combinacin negra, con su trenza gris sobre ombros. Cuando reconoci a Azalea la ta se levant toda asustada y nerviosa, y empez a haceil cumplidos, como si no se acordara de todo lo que deca de ella. Quera bajar a hacerle un ca

    ero Azalea respondi muy seca que no quera, y que quera estar un momento a solas conmigorque tena que marcharse enseguida. As que la t a se fue y nos quedamos solas, y ella empezreguntarme si me senta muy mal.

    Ya ests gorda me dijo, me imagino que el da que te lleven a la iglesia estars como aln.

    Y me dijo que el padre de Giulio haba ido otra vez a ofrecer dinero, a condicin de que no ablase ms de matrimonio. En casa se haba organizado una de miedo, y l se haba marchaspantado, asegurando que le haban entendido mal y que, todo lo contrario, estaba muy contenuego me dijo que aun despus de casarme me quedara en casa de la ta por un tiempo, hasta qubiera dado a luz, para que en el pueblo no hubiera tantas habladuras. Y dijo que la madre de Giua una vieja avara, que no daba de comer a la criada y contaba todos los das las sbanas por mied

    ue se las robaran, y si despus tena que vivir con ella no era cosa de envidiarme.Pero Giulio dijo que viviramos solos en la ciudad.Esperemos que vivis solos, porque si tienes que instalarte con ella te har la vida difcil.Dile a Giovanni que me venga a ver le dije.Se lo dir, pero quin sabe si vendr. Anda ocupado con una mujer.Antonietta?

    No s quin es. Es una rubia que estaba antes con el Nini. Pasean abrazados por la aveniero es tirando a vieja y no vale mucho.

    Dile tambin al Nini que me venga a ver. Me aburro.Al Nini no lo veo hace tiempo. Se lo dir tambin a l si me lo encuentro. Yo volver algu

    ra vez, pero ya sabes, no tengo mucho tiempo. Aqul no me deja un minuto. Viene siempre a silbajo las ventanas, y me hace seas: es un escndalo.

    Sigues con el estudiante?Qu crees, que tengo uno cada mes? respondi ofendida, atndose los guantes. Adis

    e dijo, me voy y me abraz. Me qued sorprendida y tambin yo la bes en la cara frampolvada. Adis repiti en la escalera. La vi caminar tiesa por el huerto, seguida de la ta.La ta me vino a llamar para que probase una especie de buuelos que haca. Estaba an to

    zorada por la visita de Azalea. Me dijo que le haba preguntado si tena zapatos viejos, para Santaara ella. Azalea le haba prometido llevrselos en otra ocasin. Los buuelos estaban grasientose hicieron vomitar. La visita de Azalea me haba puesto triste. Estaba arrepentida de haberle pedi

    ue le dijese al Nini que viniera. Qu impresin le iba a hacer si vena de verdad? Yo ya no conoca cuando me miraba al espejo. Ya no pareca siquiera la misma. Qu gil corra antes por l

    scaleras. Ahora mis pasos se haban vuelto pesados, los senta resonar por toda la casa.

    A Giovanni lo vi aparecer unos das despus. Lleg arriba en motocicleta. Un amigo se la ha

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    restado. Nada ms bajar me ense el reloj que tena. Y dijo que lo haba comprado con el dinue haba ganado como comisin.

    Qu es una comisin? le pregunt.Me explic que haba recibido de cierta persona el encargo de venderle una camioneta. As que

    ansarse se haba encontrado con doscientas liras en el bolsillo.Es de idiotas partirse la espalda en la fbrica ocho horas al da como hace el Nini. El din

    ene al bolsillo por s mismo. Basta saber moverse. El Nini mientras tanto est siempre muerto

    ansancio y los domingos se encierra a dormir. Tambin porque se ha puesto a beber ms que antesLo ves a menudo? le pregunt.Poco. Ahora ha cambiado de casa dijo.Ya no vive con Antonietta?No.Yo quera hacerle ms preguntas sobre el Nini, pero l empez a hablar otra vez de aquel dine

    e la camioneta que haba vendido y de otra comisin por no s qu herramientas que le iban a dentro de poco. Se sent en la cocina con Santa y la ayud a pelar castaas, y mientras tanontinuaba dndose importancia y contando lo de la comisin y que haba pensado comprarse uotocicleta cuando tuviera dinero suficiente. Santa sali para ir a la iglesia y nos quedamos sonto al fuego.

    Te encuentras bien aqu? me pregunt.Me aburro dije.Giulio est en la ciudad. Nos lo encontramos Antonietta y yo en el caf. Se sent con nosotr

    nos pag una bebida. Dijo que se mata a estudiar y no tiene tiempo de escribirte.Estaba tambin el Nini? le pregunt.No estaba, porque l y Antonietta ahora estn como el perro y el gato. Antonietta dice que

    ini se port con ella como un villano y se march de casa una maana gritando como un posehora vive solo en una habitacin donde tiene amontonados sus libros y cuando sale de la fbricaete ah dentro y empieza a leer y a beber. Si llego yo, esconde la botella. No se compra siquiera

    omer y tiene una costra de suciedad que da miedo. Antonietta me dio unos libros que haba dejan su casa para que se los llevara. A Antonietta te la regalo me dijo, ocupa mi lugar y ve a vivon ella que estars mejor que en tu casa; cocina bien Antonietta y el asado lo hace delicioso.

    Y entonces irs?No soy tonto me dijo, si voy termino por tener que casarme con ella. Estoy con e

    ientras me apetece y luego la planto como ha hecho el Nini. Antes que nada cuando todava noa pintado se notan los aos que tiene. Y adems tiene un continuo quejarse que aburre orla.Se qued a cenar y asust a Santa con la historia de un fantasma que se apareca de noche en

    amino. Sal con l al huerto.Adis dijo montndose en el silln, anmate. Cuando ya no tengas esa sanda delante

    evar con Antonietta al cine. Se ven cosas buenas en el cine. Voy a menudo porque Antonietonoce al dueo y nos dejan entrar con descuento.

    Parti con gran estrpito, echando humo por detrs.La ta y Santa seguan hablando del fantasma, hablaron de l toda la noche y hablaron tambin

    na monja que apareca siempre en la fuente y que Santa haba visto una vez, hasta que me en

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    iedo tambin a m. En la cama no poda dormirme y no dejaba de pensar en la monja, y despertanta tirndole de un brazo, pero se dio la vuelta mascullando algo. Me levant y fui a la ventaescalza, y pensaba en el Nini que beba en su cuarto con el mechn enmaraado y apartapidamente la botella cuando entraba Giovanni. Me entraron ganas de hablar con el Nini y de deci

    ue tena miedo de la monja y de los fantasmas, y orlo rer y burlarse de m como haca antes. Pea todava capaz de rer? Quiz ya no rea y estaba como enloquecido por la bebida. Entonces

    ntraron ganas de llorar, y empec a llorar y a gritar de pie en la habitacin en camisn con las man

    n la cara. La ta se despert y salt de la cama, encendi la vela y me pregunt qu me haba pasade dije que tena miedo. Me dijo que no fuera tonta y que volviera a meterme en la cama a dormir.Vino de permiso el novio de Santa, un chico alto con la cara terrosa, que se avergonzaba al habl

    anta me pregunt si me gustaba su novio.No le respond.A lo mejor a ti te gustan slo con bigote me dijo.No dije, hay tambin quien no tiene bigote y me gusta. Y pens en el Nini y de nue

    e entraron ganas de estar con l, lejos de Santa y de la ta, tumbada a la orilla del ro con el vestieleste que tena en verano. Me hubiera gustado saber si todava me quera tanto. Pero ahora estan fea y grotesca que me habra dado vergenza que l me viera. Senta vergenza incluso anteovio de Santa.

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    anta estaba enfadada conmigo porque le haba dicho que no me gustaba su novio. Estuvo ablarme durante varios das, hasta que tuve que llamarla y pedirle perdn una vez que necesitaue me ayudase a lavarme el pelo. Puso a calentar el agua y me la vino a traer, y me bes y mocion, y me dijo que cuando yo me marchara no sabra acostumbrarse a estar sin m. Y quiso qprometiera que le escribira alguna vez.

    Haca un poco de sol y me sent en el huerto para que se me secara el pelo, con una toalla sos hombros. De repente vi abrirse la puerta y entr el Nini.

    Qu tal dijo. Segua igual que siempre con el impermeable y el sombrero torcido, yufanda echada alrededor del cuello, pero tena un aire distrado y antiptico y yo no encontraba nue decirle. Y adems me disgustaba demasiado que viese cmo me haba puesto. Me dijo qaliramos del huerto y paseramos fuera porque no le apeteca tener que hablar con la ta. Me qu

    toalla y lo segu afuera, y caminamos un trecho por las vias desnudas, sobre la nieve duraelada.

    Qu tal le dije.Mal me respondi. En febrero te casas?S, en febrero.Giulio viene a menudo aqu?No. No ha venido nunca.Y a ti te molesta que no venga?Yo no responda y se par delante de m, mirndome fijamente a los ojos.

    Lo cierto es que no te molesta. No te importa nada tampoco l. Eso debera alegrarme. Yambio me hace todava ms dao. Pensndolo es una historia realmente estpida. No valdra la peormentarse ms.

    Se volvi a parar esperando que dijese algo.

    Sabes que ahora estoy solo?S, lo s.Me encuentro bien solo. Paso das enteros sin dirigir la palabra a nadie. Salgo de la fbrica

    oy deprisa a mi habitacin, donde tengo mis libros y nadie que venga a fastidiar.Tienes una buena habitacin? le pregunt.Qu va.Resbal y me sujet por el brazo.

    A lo mejor te interesa saber si todava estoy enamorado de ti. Pues no, creo que ya no est

    namorado.Me alegro dije. Pero no era verdad, al contrario, me senta tan triste que me costaba trabo llorar.

    Cuando fui a verte la ltima vez, que me haban dicho que estabas enferma, quera preguntate queras casar conmigo. No s cmo se me haba ocurrido esa idea absurda. Sin duda hubiespondido que no, te hubieras redo o te hubieras enfadado, pero yo no habra sufrido tanto. Lo qe ha hecho sufrir ha sido saber que tendrs un nio, que t con esta cara, con este pelo, con e

    oz, tendrs un nio y tal vez lo querrs, tal vez te irs haciendo poco a poco distinta, y yo qer para ti? Mi vida no cambiar y yo seguir yendo a la fbrica, bandome en el ro en veran

    yendo mis libros. Antes estaba siempre contento, me gustaba mirar a las mujeres, me gustaba d

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    ueltas por la ciudad y comprar libros, y tena tambin muchas cosas en la cabeza y me pareca qa inteligente. Me hubiera gustado que tuviramos un nio juntos. Pero ni siquiera te dije nunca qquera. Tena miedo de ti. Qu historia tan estpida ha sido. Es intil llorar dijo vindo

    grimas en los ojos. No llores. Me da rabia verte llorar. S que te da igual. Ahora lloras, pero alidad qu ms te da?

    Tampoco a ti te importo yo ahora le dije.No me respondi. Empezaba a oscurecer. Me acompa hasta la puerta.

    Adis me dijo, por qu me has mandado decir que viniera aqu?Porque quera verte.Queras ver cmo me haba venido abajo? Me he hundido del todo me dijo no hago m

    ue beber.Pero siempre has bebido.No como ahora. Adis. No te he dicho la verdad. Te he dicho que no te quera. No es verd

    dava te quiero.Aunque ahora est tan fea? le pregunt.S dijo, y se ri. Aunque te has puesto fea de verdad. Adis. Me voy.Adis le dije.Encontr a Santa llorando en la cocina, porque Vincenzo le haba dicho al marcharse que

    milia no les dejaba que se casaran. Queran una chica con dinero. l haba prometido casarse con ee todas formas, pero la ta deca que sin duda no se decidira. La ta me pregunt dnde haba estae dije que haba salido a pasear con el Nini.

    Ah, el Nini. Ya poda venir a saludarme. He visto morir a su madre.Santa no quiso cenar.

    Eres bien tonta le dijo la t a, a qu vienen estas prisas por casarse? Aqu en casa tien

    do lo necesario. Cuando una mujer se casa empiezan los problemas. Estn los hijos que gritan, emarido al que hay que atender, estn los suegros que hacen la vida difcil. Si te hubieras queda

    on Vincenzo te habra tocado ir al campo a primera hora de la maana, y arar y segar, porque son labradores. Ibas a ver qu gusto. Una muchacha no conoce la vida. Qu hay mejor para ti qstarte en casa con tu madre?

    S, pero luego? respondi Santa sollozando.Luego?, luego, quieres decir cuando est muerta? Tanta prisa tienes por verme mor

    guantar noventa aos para fastidiarte grit la ta, sacudindole el rosario en la cabeza.

    Lo de tu prima es diferente continu un poco despus, mientras Santa se secaba los ojosla le ha ocurrido una desgracia. No me habrs gastado una broma pesada tambin t?No no, lo juro.Eso espero. En mi casa estas cosas no se han visto nunca. Pero a veces el mal ejemplo cun

    omo sucede con la fruta podrida. A Delia, si hubiera sido mi hija, esta noche le habra dado dofetadas. No se va de paseo con un muchacho en el estado en que ests me dijo, como hoy cNini. No importa si habis crecido juntos. No puede saberlo todo el mundo.No le respond y me puse a consolar a Santa, y le dije:No te desesperes que una vez casada te busco un marido tambin a ti.

    Venga, venga me dijo la ta, tampoco tu puedes cantar victoria. Me han dicho que tu no

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    o tiene ninguna intencin de casarse contigo y anda siempre con una chica. Me lo han dicho varilo creo. Adems cmo es que nunca viene a verte, han venido todos, hasta ese loco del Nini, y

    recisamente por qu no ha venido.Es que tiene que estudiar le dije.No s. Yo repito lo que he odo. Se le ve con una chica, eso me han dicho. T, paloma, es

    qu esperando a que venga a casarse contigo, y lo que es l no se acuerda siquiera de quin eres.No es verdad le dije.

    Por qu no vas a preguntrselo a l si es verdad. Plntale cara y dile que se tiene que caontigo ahora que te ha arruinado la vida, si no armas un escndalo. A los hombres hay que meteriedo. Vers qu bien cuando tengas un hijo en brazos y debas ganarte la vida. Porque tu padre

    asa ya no te mete, te lo aseguro yo.Se march y me qued sola con Santa. Santa me dijo:

    Qu desgraciadas somos las dos y quera tenerme abrazada y que llorsemos juntas, p er no me apeteca tenerla cerca. Sub corriendo a la habitacin y me encerr con llave. No llorabairaba en silencio la oscuridad, y pensaba que l tena razn en no querer casarse conmigo. Porq

    hora me haba puesto fea y lo haba dicho hasta el Nini, y adems yo no le quera, l no mportaba nada. Para mi sera mejor morir pensaba, he sido demasiado estpida y desgraciahora ya no s que querra. Pero quiz lo nico que quera era volver a ser la de antes, ponerme estido celeste y salir corriendo cada da a la ciudad, y buscar al Nini y ver si estaba enamorado , e ir tambin con Giulio al pinar pero sin tener que casarnos. Sin embargo todo eso harminado y ya no poda volver a ser. Y cuando mi vida era as no paraba de pensar que me aburrae esperar algo diferente, y deseaba que Giulio se casase conmigo para marcharme de casa. Ahorao quera casarme con l y recordaba cmo muchas veces me haba aburrido mientras me hablabamo muchas veces me haba hecho rabiar. Pero es intil pensaba, es intil y nos tenemos q

    asar, y si l no me quiere mi vida estar arruinada para siempre.Al da siguiente vino mi madre y me encontr con fiebre, por el resfriado que haba cogi

    aseando con el Nini hasta tarde, le dijo la ta. El dormitorio era demasiado fro y yo estaba sentan la cocina en mi sitio de siempre, con las piernas casi en el fuego. Me castaeaban los dientes y enta mal por la fiebre que tena. Me notaba la cabeza confusa y no entenda bien lo que me deca adre. Mi madre contaba que otra vez se haba producido una ria entre Giulio y mi padre, porqiulio haba dicho que el nio tambin poda no ser suyo.

    Si no hubieras andado siempre de ac para all, no habras tenido que or estas p alabras

    jo mi madre.Es verdad dijo la ta y tambin ayer sali de paseo con el Nini, y as le ha entrado la fieel resfriado que ha cogido. A m me da lo mismo, lo nico que me molesta es que la tengo

    uestra casa. Porque si la mala fama se extiende a mi hija, quin se la quita despus?Pero yo les dije que se marcharan y me dejaran en paz, porque me dolan todos los huesos. La

    dijo a mi madre que era yo la que tena que hablar con Giulio si l no quera, y tambin mi made dijo que tena que hablarle, y me dej su direccin en la ciudad, que haba conseguido de la cria

    n secreto. Luego se march corriendo para estar en casa antes de que volviese mi padre, porque adre no quera que viniese a verme y deca que aunque me hubiera muerto l no quera saberlo.

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    s que un da, cuando estuve curada, me prepar para ir a la ciudad, cog el dinero que me haejado mi madre y un paquete de dulces que haba hecho la ta y que quera que llevase a Giulio, pes dulces cuando estuve en el tren correo los regal a una mujer. Durante todo el tiempo que estu

    n el correo no hice otra cosa que pensar en la ciudad, que no vea desde haca tiempo, y me gustambin mirar por las ventanillas y mirar a la gente que suba y or de qu hablaban. Era mucho meue estar en la cocina, porque los pensamientos tristes desaparecan teniendo delante tanta gente, qo me conoca ni saba todas mis historias. Me alegr ver la ciudad, con los prticos y la avenida

    ir si por casualidad estaba el Nini, pero a esa hora deba de estar en la fbrica. Me compr unedias y un perfume llamado Notturno, hasta que me qued sin dinero. Y luego fui a donde Giua patrona de la casa, una mujer con bigote, que andaba arrastrando una pierna, me dijo que estaurmiendo y no se atreva a llamarlo, pero si esperaba un poco se levantara. Me llev al salnbri las contraventanas, y se sent conmigo y empez a hablarme de la pierna que se le habnchado despus de caerse de una escalera, me cont las curas que haca y el dinero que tena q

    astar. Cuando sali para abrir al lechero me quit deprisa las medias y me puse las nuevas que habomprado, y las otras que estaban rotas las enroll y las met en el bolso. Y de nuevo me sentsperar hasta que vino la patrona a llamarme, y encontr a Giulio en su habitacin tan somnolienue no me reconoca. Despus se puso a dar vueltas sin zapatos y a buscar la corbata y la chaqueyo hojeaba los libros que tena encima de la mesa, pero l me dijo que parara y que no tocara nadaQuin sabe para qu has venido me dijo, tengo cosas que hacer y me molesta muc

    erder el tiempo. Y adems qu dirn aqu en la casa, sin duda tendr que explicar quin eres.Dirs que nos vamos a casar le dije, o ya no quieres que nos casemos?Tienes miedo de que me escape me dijo con rabia, qudate tranquila que ahora ya no

    scapo.Mira dije con una voz serena y baja, que no me pareci la ma. Mira, s que ya no

    mporto. Y tampoco a m me importas t. Pero casarnos nos tenemos que casar, porque si no me vtirar al ro.

    Oh dijo, lo has ledo en alguna novela.Pero se haba asustado un poco y me dijo que no repitiera esas tonteras, y grit a la patrona q

    ciese caf. Despus de tomar el caf retir las tacitas y cerr la puerta con llave, y me dijo que ez de hablar haba mejores formas de pasar el tiempo.

    Cuando vi por las ventanas que estaba oscuro, dije que ya se me haba ido el correo, y l entoncir el reloj y me dijo que me diera prisa en vestirme, que quiz todava poda cogerlo.

    Si no dnde te meto esta noche me dijo, tenerte aqu ni lo pienso, la coja correrontarlo por toda la ciudad.En la parada del correo se enfad conmigo porque no encontraba el billete, y luego porque con

    risas se me cay el bolso y se salieron las medias que me haba quitado en el saln, y me dijo:Desde luego t no cambias. Nunca aprenders cmo se vive.

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    a noche anterior a mi boda no hice ms que llorar, y la ta quiso que estuviera dos horas con pan la cara, para que no se notara tanto. Despus me lav el pelo con huevo y me unt las manos cna crema porque las tena rojas y agrietadas. Era una crema que utilizaba siempre la condesa. Peada vez que alguien me hablaba lloraba, y daba pena, con el pelo recin lavado que se me escuror todos lados, los ojos hinchados de llorar y la boca temblorosa.

    Por la maana llegaron mi padre y mi madre en un carro, y poco despus llegaron los dequeos a pie, con la esperanza de comer algo. Pero estaban tan sucios que la ta no dej que fue

    la iglesia. A Giovanni no lo haban encontrado porque se haba marchado ya a la ciudad, y Azalstaba en la costa con sus hijos, convalecientes de una enfermedad. Me haba escrito una carta done daba a entender que estaba all con su amante y no tena ganas de moverse. Ms tarde vinieriulio y su padre. A Giulio no se le reconoca con el abrigo largo que llevaba, los guantes que tenamano y los zapatos brillantes. La ta pidi prestadas sillas, porque a las suyas se les caa la paja

    En la iglesia yo no entend una sola palabra de lo que deca el cura. Me mora de miedo onerme mal de repente p orque el corazn me lata con fuerza y por el olor a incienso. La iglesiaaban pintado haca poco y estaba tan desnuda y vaca que ni siquiera pareca una iglesia. Mi made haba trado el calentador y la ta no dejaba de mirar la puerta, pensando en la comida que tena

    fuego. Santa lloraba por la pena de no ser ella quien se casaba, y tambin yo lloraba y no conseguarar. Llor durante todo el t iempo que dur la comida que haba preparado la ta. Pero los demngieron no verme y se pusieron a hablar entre ellos de cosas que no me concernan.

    Cuando mi padre iba a marcharse, la ta me empuj delante de l y me dijo que le pidiera perdor los disgustos que le haba dado. Me bes embarazado y volvi la cabeza. Haba cambiado mucn esos meses y tena una expresin permanentemente ofendida y triste. Ahora llevaba gafas y ya areca la misma persona que me haba pegado por Giulio. Pareca que toda energa para pegar, grienfadarse le hubiera abandonado. Me lanzaba miradas de soslayo sin decirme nada. Pareca que

    vergonzaba de m.Despus de comer volvieron a irse todos y slo se qued Giulio. Subimos juntos al dormitorio

    e dijo que tena que quedarme con la ta hasta que naciera el nio. Alguna vez vendra a verme, peo con demasiada frecuencia. Porque estaba agotado de estudiar y tambin yo deba estar tranquilaensar que no era ninguna broma dar a luz a un nio. Me dijo que me tumbara a descansar de mociones por las que haba pasado en la iglesia, y me dej y baj a la cocina con Santa que secas vasos.

    Despus vino a verme un domingo. Estaba otra vez vestido de caza con las botas negras y

    haqueta desabrochada en el pecho, como antes cuando lo vea en el pueblo. Le pregunt si habncontrado y a casa.Qu casa me dijo, no hay ninguna casa que encontrar, porque viviremos con mis padre

    i madre ya tiene preparada la habitacin.Ah, s? le dije y me tembl la voz de la rabia. Pues con tu madre yo no quiero viv

    refiero morir antes que ver cada da a tu madre.No te permito hablar as me dijo. Y dijo tambin que pronto tendra un estudio en la ciud

    ero yo tena que vivir en el pueblo con sus padres porque la vida era demasiado cara y nosotros namos medios para vivir solos.

    Hubiera sido mejor entonces no casarse le dije.

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    Claro que hubiera sido mejor dijo, pero me he casado contigo porque me dabas pena. as olvidado que queras tirarte al ro.

    Le mir de frente a la cara y me march. Cruc el huerto deprisa sin responderle nada a la ta qe preguntaba adnde demonios iba. Me puse a caminar por las vias como aquel da con el Ninase durante un buen rato con las manos en los bolsillos, con el viento soplndome en la cauando volv Giulio se haba marchado.

    Vbora me dijo la ta, t s que sabes hacerte respetar. Pasaba y os he odo reir. Pero pa

    ir es un poco pronto. Bonito se lo vas a poner si sigues as.Giulio volvi unos das despus con unos cortes de tela, porque quera que me hiciese vestidose dijo que volvera a pensar en ese asunto de la ciudad.Me pongo en contra de mis padres con tal de contentarte dijo, pero no mereceras na

    orque eres demasiado mala.La ta vino a mirar las telas y sac una revista de moda, y dijo que en cuanto diese a luz

    ondra a trabajar. Giulio le dijo entonces que esas telas las quera llevar a una modista de la ciuda ta se puso roja y se ofendi, y nos dijo que saliramos de la habitacin y furamos a la cocorque tena que ordenar un armario. Y a fin de cuentas sta es mi casa, nos dijo.

    Giulio me dijo que tena que estar elegante si quera vivir en la ciudad. Pero dijo que no ermitira vestirme como se vesta Azalea. Porque Azalea llevaba algunas cosas extravagantes,uando pasaba por la calle se volva todo el mundo a mirarla. l no quera que pasase lo mismonmigo. Pero elegante me quera elegante, porque a una mujer que no se cuida no apetece llevarlado. Santa le dijo para fastidiarle que las telas las haba elegido mal porque no eran los colores oda.Saben mucho de moda los que estn siempre entre cebollas dijo Giulio.La moda es vestirse como los dems, sin esas botas de ogro, que me entran ganas de r

    uando las veo a un kilmetro de distancia respondi Santa.Se enfadaron los dos y Giulio sigui hablndome como si estuviera solo conmigo. Me dijo q

    viendo en la ciudad haba que recibir de vez en cuando, y yo tena que aprender a recibir y muchras cosas, porque algunas veces pareca que hubiera cado de la luna. Lo mir para ver si pensabaLune al decir eso. Sin embargo l no pensaba en aquello ni por asomo y pareca que no se acorda

    e que me haba llevado al Lune, adonde iban tambin las putas, pareca que ya no se acordaba empo en que no estbamos casados, y sus pocas ganas de casarse conmigo y el dinero que yo debceptar a cambio de desaparecer en cualquier otra parte, con el hijo que tena de l. Ahora me habla

    menudo de nuestro nio, de la cara que se imaginaba que tendra y de un tipo nuevo de cochecesmontable que haba visto y haba que comprar.

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    os dolores me entraron de noche. La ta se levant y llam a la comadrona, y mand a Santa a cae su madrina porque deca que una muchacha no puede ver cmo nace un nio. Santa en cambuera quedarse porque estaba demasiado impaciente por besar al nio y ponerle en la cabeza orrito con cintas azules que haba bordado para l. Hacia la maana lleg mi madre, tambin ella corritos y lazos. Pero yo estaba descompuesta por el miedo y el dolor, haba tenido ya desvanecimientos y la comadrona dijo que haba que llevarme urgentemente al hospital de la ciudad

    Mientras el coche corra hacia la ciudad, y mi madre me miraba llorando, yo miraba la cara de

    adre y pensaba que pronto estara muerta. Araaba las manos de mi madre y gritaba.Tuve un varn y lo bautizaron inmediatamente porque pareca que se iba a morir. Pero a aana siguiente se encontraba bien. Yo estaba dbil y tena fiebre, y me haban dicho que no le diecho. Permanec en el hospital un mes despus de nacer el nio. A mi hijo lo cuidaban las monjadaban la leche con bibern. Me lo llevaban de vez en cuando, feo como un demonio con el gorr

    ue haba bordado Santa, con unos dedos largos que mova muy despacio, y un aire misteriosooncentrado, como si estuviera a punto de descubrir algo.

    El da siguiente al parto vino a verme mi suegra, y la tom enseguida con una monja porqueo tena mal puestos los paales. Despus se sent estirada con el bolso en la mano, con su crga y compungida, y me dijo que cuando haba dado a luz ella, haba sufrido mucho ms que os mdicos la haban felicitado por su valor. A pesar de la opinin de los mdicos se habmpeado en amamantar al nio. Dijo que haba llorado todo el da porque se haba enterado de qo no lo amamantaba. Busc en su bolso el pauelo y se sec las lgrimas.

    Es triste negar al nio el seno de la madre me dijo. Pero aadi que de todas formas yo na un buen pecho. Vino a mirarme bajo el camisn. Con un pecho as no poda amamantar. Me dbia y le dije que quera dormir, porque estaba cansada y me dola la cabeza. Entonces pregunte haba ofendido y me hizo una caricia en la barbilla, y dijo que ella era tal vez un poco demasia

    ncera. Sac una caja de dtiles y me la meti debajo de la almohada.Llmame mam dijo al marcharse.Cuando se fue, com uno a uno todos los dtiles, y guard la caja pensando que poda servir p

    eter guantes. Y me puse a pensar en unos guantes que me comprara al salir del hospital, de panca con costuras negras, como tena Azalea, y luego en todos los vestidos y sombreros que que

    acerme para estar elegante y fastidiar a mi suegra, que dira que malgastaba el dinero. Pero estaiste porque haba venido mi suegra y ahora sin duda la tendra siempre cerca, y porque crea queo se pareca a ella. Cuando me trajeron al nio y me lo pusieron al lado en la cama, me dije que

    pareca de verdad y que por eso yo no lo quera. Me pona triste haber trado al mundo ese niue tena la barbilla larga de mi suegra, que se pareca tambin a Giulio pero no tena nada de m. uisiera a Giulio tambin querra al nio pensaba, pero as no puedo. Sin embargo en su peuave y hmedo, en su cuerpo y en su respiracin, haba algo que me atraa y me quedaba enemoria cuando se lo llevaban. A l no le importaba saber s le quera, y si estaba triste o alegre, y

    ue me quera comprar y lo que yo pensaba, y me daba pena ver lo pequeo y tonto que era todavorque hubiera estado bien poder hablarle. Estornud y lo tap con el chal. Y record con asombue lo haba tenido dentro de m, haba vivido bajo mi vestido durante mucho tiempo, cuando estaentada con la ta en la cocina, y cuando haba venido el Nini y habamos paseado juntos. Por qu

    ini no se dejaba ver? Pero era mejor que no viniese todava porque yo estaba demasiado dbi

  • 8/11/2019 El Camino Que Va a La Ciudad de Natalia Ginzburg r1.0

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    ansada, y cada vez que me excitaba al hablar me dola la cabeza. Y adems habra dicho algo malo o.

    Giulio vena siempre a verme hacia el atardecer, cuando las monjas rezaban en el pasillo y junti cama luca una pequea lmpara bajo una pantalla de seda. Cuando vena, yo empezaba enseguquejarme de que no me senta bien, que me dola todo el cuerpo como si me hubieran pegadoachacado a golpes, y era verdad, pero me diverta asustndolo. Y luego deca que estaba cansada

    star en el hospital y que las horas se hacan eternas, y le deca que un buen da me escapaba para

    cine. l entonces empezaba a rogarme que tuviera paciencia y me prometa llevarme algn re