El cantar de Mio Cid (edición crítica anotada)

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  • 5/27/2018 El cantar de Mio Cid (edici n cr tica anotada)

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    C A N TA R D E M I O C I D

    edicin,estudio y notas de

    alberto montaner

    con un ensayo de francisco rico

    REAL ACADEMIA ESPAOLA

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    S U M A R I O

    Presentacinix

    Cantar de Mio Cid1

    estudios y anexos

    Un canto de frontera: La gesta de Mio Cid el de Bivar,por Francisco Rico

    221

    El Cantar de Mio Cid257

    Aparato crtico561

    Notas complementarias631

    Lminas y mapas1037

    Bibliografa1049

    ndice de notas

    1139

    Tabla

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    La pica consiste, como ya defina Aristteles, en la representacinde un hroe esforzado mediante una narracin potica. Es difcildeterminar la validez universal de las caracterizaciones genricas(pues un gnero literario slo existe en el seno de una lengua y unacultura dadas, y aun es variable dentro de las mismas), pero en elcaso del Cantar de Mio Cidtal presentacin resulta perfectamente

    ajustada a su contenido y refleja lo que podra considerarse la lneamaestra de su construccin interna. En efecto, el cantar de gesta cas-tellano, cuya tarda versin conservada data del trnsito del sigloxiial xiii, narra, en versos de medida variable agrupados en tiradas oestrofas de una misma rima asonante, el ascenso de un hroe, el CidCampeador, desde su condicin de pequeo infanzn o hidalgo dealdea, desterrado y desposedo de sus reducidas posesiones de Vivar,a convertirse en un gran seor que controla la ciudad y el territoriode Valencia, cuyas hijas estn en condiciones de casar con los prn-cipes herederos de los reinos de Navarra y Aragn. Este aumento,tanto de su honra como de su riqueza, no es exclusivo del protago-nista, sino que alcanza tambin a sus hombres, de modo que, comorezan los versos 1211-1215:

    Grandes son los gozos que van por es logar,

    cuando mio Cid ga a Valencia e entr en la cibdad.Los que fueron de pie cavalleros se fazen;el oro e la plata quin vos lo podri contar?Todos eran ricos cuantos que all ha.

    Si hay un poema pico que canta el triunfo del esfuerzo personal,se es, sin la menor duda, el Cantar de Mio Cid. No en vano, su ori-gen ltimo se halla en la peripecia personal de un caballero castella-

    no, Rodrigo Daz, que, actuando primero por cuenta de Alfon-so VI, pero finalmente por la suya propia, tras ser condenado alexilio por el rey, estableci un protectorado y a la postre un princi-pado propio en el espacio de la anterior taifa de Valencia. Ademsde esta seera conquista, su capacidad de resistencia frente a la inva-sin almorvide, en contraste con las derrotas sufridas por el rey Al-fonso, lo rodearon ya en vida de un halo heroico que la prdida delterritorio valenciano en 1102 al poco de su muerte (1099) no logr

    ix

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    CANTARDE

    MIO CID

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    CANTAR PRIMERO

    1

    De los sos ojos tan fuertemientre llorando,tornava la cabea e estvalos catando.Vio puertas abiertas e uos sin caados,alcndaras vazas, sin pielles e sin mantos,

    5 e sin falcones e sin adtores mudados.Sospir mio Cid, ca mucho avi grandes cuidados,fabl mio Cid bien e tan mesurado:

    1 Llorando tan intensamente porlos ojos, es decir, llorando en silen-cio. La frase, que actualmente puedeparecer redundante, implicaba en laEdad Media que el llanto se reduca alas lgrimas, sin el acompaamiento,entonces habitual, de sollozos, voces ygestos.

    2 Volva (tornava) la cabeza y losestaba mirando (catando). Se refiereseguramente a los palacios citados enlos versos anteriores.

    3 uos sin caados: puertas sin can-dados. El Cid deja abiertas las puertasporque ya nada puede guardar trasellas. No se expresa, por tanto, que elCampeador lo haya perdido todo,sino que ha sido desposedo de sus he-redades o bienes inmuebles, y slopuede llevar consigo una parte de suavero riqueza mueble.

    4 alcndaras: perchas tanto para laropa como para atar en ellas las aves

    de cetrera; pielles: pieles, con -ll-etimolgica, del plural latino pelles.Pieles y mantos resumen aqu las ves-tiduras de calidad, ricas y bien trabaja-das.

    5 adtores mudados: azores que hanacabado de mudar la pluma y son,por tanto, aptos para la caza. Contralo que se suele creer, el que las alcn-daras no sostengan ni ricas ropas ni laspreciadas aves de caza no indica que elCid carezca ahora de ellas, sino que laslleva consigo.

    6 Pues (ca) tena (avi) muy grandespreocupaciones (cuidados). En la EdadMedia, el verbo aver, posea su senti-do actual de haber y tambin el detener.

    7 tan mesurado: con tanta mesura.Esta virtud es una de las principalescualidades del Cid en el Cantary semanifiesta en casi todas las actuacionesdel hroe.

    5

    1-14 El texto conservado comienza con un pasaje cuya cuidada composicin e in-negable eficacia emotiva han hecho pensar a algunos autores que se trataba delautntico inicio del Cantary que la hoja perdida estaba en blanco (aunque estoes muy improbable). El Cid se aleja de Vivar camino de Burgos y, antes de de-cidirse por completo a partir, contempla entristecido la casa que abandona entotal desolacin, enumerando los objetos de los que queda vaca, lo que acen-

    ta el dolor de la partida y atrae sobre el hroe la simpata del pblico. Despus,pasando de la contemplacin a la accin, el Campeador y los suyos se apresuranen direccin a Burgos, y en el trayecto observan los augurios contrapuestos delas cornejas. Es el momento sin retorno en su marcha hacia el destierro.

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    Grado a ti, Seor, Padre que ests en alto!Esto me an buelto mios enemigos malos!

    210 All piensan de aguijar, all sueltan las riendas.

    A la exida de Bivar ovieron la corneja diestrae entrando a Burgos ovironla siniestra.Meci mio Cid los ombros e engrame la tiesta:

    Albricia, lbar Fez, ca echados somos de tierra!

    3

    15 Mio Cid Ruy Daz por Burgos entr,en su conpaa sessaenta pendones.

    8grado a ti: gracias a ti, te lo agra-dezco. En esta tesitura, la accin degracias del Cid es tanto un acto de re-signacin cristiana como una muestra

    de confianza en su futuro.

    9 me an buelto: han urdido contram, han tramado en mi contra. Serefiere a los nobles que lo han calum-niado ante el rey.

    10 piensan de aguijar: se disponen acabalgar deprisa. Propiamente, aguijares espolear al caballo; la construccinpensar de (+ infinitivo) es incoativa:

    prepararse para, estar a punto de.

    11 exida: salida; Bivar: hoy Vivardel Cid, lugar perteneciente al ayun-tamiento de Quintanilla de Vivar, si-tuado en el valle del ro Ubierna, a 10km al norte de Burgos.

    11-14 ovieron la corneja diestra: les surgial paso una corneja por la derecha. Estaaparicin constituye un augurio, que secomplementa con el de la corneja de laizquierda, de modo que el conjunto delagero se compone de una seal mala yde otra buena. A continuacin el Cidmene (meci) los hombros y sacudi(engrame) la cabeza (la tiesta) (13), gesto

    que constituye la conjuracin del malaviso. La frase del v. 14, Qu buena no-ticia (albricia), lvar Fez, pues hemossido desterrados!, podra ser la acepta-

    cin del buen presagio o tener comoobjeto cambiar de sentido el malo. Al-gunos crticos han credo necesario aa-dir aqu un verso inspirado en las crni-cas: Mas a grand ondra tornaremos aCastiella, pero esto es innecesario, puesel sentido del v. 14 es que, por extraoque parezca, la del destierro es una bue-na noticia, como los sucesos posteriores

    (que no incluyen el regreso a Castilla) seencargarn de demostrar.15 Ruy es el hipocorstico o forma

    abreviada y tona de Rodrigo, que seusaba cuando el nombre iba antepues-to al apellido. ste, en su forma me-dieval variaba de padres a hijos y, enel caso de la aristocracia, poda cons-tar de dos partes; la primera, el patro-nmico, era un derivado del nombredel padre (aqu, Daz hijo de Diego);la segunda (opcional), el toponmico,indicaba el lugar de procedencia de lapersona o el de su seoro (en el casodel Cid, de Bivar, como en el v. 628).

    6 cantar primero

    15-64 El mal augurio de los versos anteriores se cumple en Burgos, cuyos habi-tantes, pese al afecto que sienten por el Cid, no son capaces de contravenir elmandato real que les prohbe hospedar o vender alimentos al desterrado. Se na-

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    UN CANTO DE FRONTERA:LA GESTA DE MIO CID EL DE BIVAR

    Brinda, poeta, un canto de frontera...Antonio Machado

    Las bodas de las hijas del Cid con los infantes de Carrin, en Va-lencia la mayor, se celebraron tan esplndidamente, en un salntan bien encortinado, radiante de tanta prpola e tanto xamed e

    tanto pao preciado, que el juglar no resiste la tentacin de po-nerles los dientes largos a quienes le estn escuchando:

    Sabor abriedes de ser e de comer en el palacio!

    La observacin, poco menos que impertinente si dirigida a gen-tes de alta condicin, sin duda resultara apropiadamente sugesti-va para el auditorio de menos pelo civibus laborantibus et

    mediocribus que Juan de Grouchy prefera para las gestas. Encualquier caso, el verso (2208) equivale a una invitacin a que losoyentes se siten con la fantasa en el centro mismo de la accin

    y compartan mesa y manteles con los protagonistas.En exacta correspondencia y a la vez en sintomtica contrapar-

    tida, el Cantarhaba evocado antes (vv.1170y ss.) el cuadro dra-mtico de una Valencia largamente asediada, donde los alimentos

    se agotan y no hay de dnde echar mano, a quin recurrir:Mala cueta es, seores, aver mingua de pan,fijos e mugieres verlos murir de fanbre!

    A nosotros el pasaje sigue conmovindonos, en especial cuandocaemos en la cuenta de que los sufrimientos que han arrancado esareflexin transida de piedad son los del enemigo, y adems infiel.

    Pero los espectadores del sigloxii hubieron de estremecerse ms ysentirse ms en la piel de los sitiados, porque saban tambin ms decerca lo que era morir de hambre, comindose no ya la tierra o lasculebras, sino incluso (lo cuenta Ral el Glabro) virorum ac mu-lierum infantumque carnes. El poeta no pretenda descubrirlesnada nuevo, antes bien quera ponerlos a ellos mismos por testigos,inducirlos a contrastar el relato en su propia experiencia, a recono-cerse en l.

    221

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    EL CANTAR DE MIO CID

    1. LA COMPOSICINDEL CANTAR DE MIO CID

    El principal de los poemas picos hispnicos de la Edad Media yhoy una de las obras clsicas de la literatura europea es el que porantonomasia lleva el nombre de su hroe: el mio Cid.1 Este cantar

    de gesta castellano ocupa una singular posicin en el mbito de lapoesa pica, debido a que, por una parte, resulta un perfecto mo-delo de algunos de sus rasgos genricos, mientras que, por otra,presenta notables particularidades que lo convierten en un casonico. Frente al resto de la pica medieval espaola,2 pero en con-sonancia con una buena parte de la tradicin pica desde la anti-gedad hasta sus propios das, el Cantar de mio Cidofrece un ene-

    migo externo (como los troyanos de la Ilada o los sarracenos de laChanson de Roland), relata espectaculares batallas y describe senti-mientos de fidelidad y compaerismo. Pero, a diferencia de casitoda la produccin pica, el Cid no slo es un hroe moderado y,dentro de los parmetros de su poca, razonable, sino que es, antetodo, un hroe temporalmente cercano. Por lo comn, el epos he-roico, salvo en su vertiente ms pragmtica del panegrico o en-comio, ha preferido buscar sus temas y protagonistas en un pasa-

    do remoto, posiblemente como consecuencia de su raigambremtica, ligndose a menudo a leyendas sobre los orgenes de unpueblo y en todo caso buscando el prestigio de los perodos de sa-bor arcaico y fundacional. Bastara citar textos cannicos como la

    1 Para el paulatino proceso de afianzamiento del Cantaren el canon literarioeuropeo, desde su primera edicin por Snchez [1779] hasta su definitiva canoni-zacin a principios del siglo xx, vase Galvn [2001], complementado con Bansy Galvn [2000], Galvn y Bans [2004] y, para el conjunto de la materia cidia-na, Rodiek [1990].

    2 Los escasos supervivientes, a menudo conservados en prosificaciones cronsti-cas, pueden verse en M. Pidal [1951], Alvar [1981; ed. rev., 1991], Gmez Re-dondo [1996:55-162] y De la Campa [1998]. La mejor sntesis sobre la picamedieval espaola sigue siendo la presentada por Deyermond [1987], quien ofreceuna discusin complementaria y amplia bibliografa en [1995]. Dichas exposicioneshan de complementarse con los nuevos aportes de Cataln [2001], Montaner y Es-cobar [2001], Bautista [2002a, 2002by 2006a] y Montaner [2005a, 2005by 2005c].

    257

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    Conbusco iremos todos, Cid, por yermos e por poblados,[10] ca nunca vos fallesceremos en cuanto seamos bivos e sanos,

    conbusco despenderemos las mulas e los cavallos

    e aun dems los averes e los paos,siempre vos serviremos commo leales amigos e vasallos.Lo que dixo lvar Fez todos lo otorgaron;

    [15] mucho gradesci mio Cid cuanto all fue razonado.Mio Cid movi de Vivar pora Burgos adeliado.Cuando dex sus palacios sin gente e deseredados,de los sos ojos tan fuertemientre llorando,tornava la cabea e estvalos catando.

    Recientemente, Victorio ha propuesto una reconstruccin de 18 versos,aadiendo cuatro delante de los propuestos por M. Pidal, otro en medioy otro al final, y retocando todos los restantes (bsicamente para conse-guir versos hexadecaslabos). Su texto debe el ltimo verso a Armistead[1984], mientras que los primeros se parecen mucho a los propuestos porMontaner [1995a] y algunas de sus restantes soluciones coinciden con lasde Bello, aunque dicho editor no cita a ninguno de los tres.

    cantar primero

    versos 11-17 563

    11 A la suppl. ms. om. ms.14 [Tras este verso, M. Pidal insert

    un v. 14b: Mas a grand ondra tornare-mos a Castiella, que slo ha sido acep-tado por Kuhn y Marcos Marn y, convariaciones, por Lang y Horrent. Vase

    la nota 11-14.15 entr em. Kuhn entrava ms.

    [M. Pidal enmienda entrve, seguidopor Lang, para mantener la rima en yla -eparaggica, si bien es forma hipo-ttica y adems no puede justificarsepor entrava, ya que la -eparaggica con-v- antihitica es tarda. El texto delCantarnunca transcribe la -eparaggi-

    ca (vanse Aubrun, 1947:349-350, yHorrent, 1973:227-231 y Garca Ye-bra, 1994), pero, de haberla incluido,lo habra hecho probablemente en laforma *entrode < intravit + -e (vanseM. Pidal 1177-1184y Marcos Marn,que adopta ahora esta forma). Acepto,pues, con Horrent, Ctedra y Morros,y Formisano [1988:103], la enmienda

    de Kuhn, por ser menos conjetural.16 pendones ms. levava add. corr.

    [Admiten la adicin y, por tanto, el ds-tico que resulta entre este verso y el an-terior Snchez, Hinard, Janer, Bello,Lidforss, Smith, Lacarra y Enrquez.

    Basndose en apreciaciones mtricas ysemnticas, Chiarini [1971:33-34] pro-pone desplazarla al primer hemistiquioy leer levava en su conpaa, pero las razo-nes para prescindir de la adicin sonconsiderables (vanse M. Pidal y For-misano, 1988:103).

    16b [Est copiado en la misma l-nea que el anterior en el manuscrito

    y as lo editan, en este caso y otros si-milares, Hinard, Janer, Vollmller,Huntington y Garci-Gmez. La divi-sin correcta se debe a Snchez, quienmarca su pertenencia a una sola lneadel manuscrito encerrando este versoy el anterior con una llave por el mar-gen izquierdo.

    17 son ms. puestas add. al. y otra

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    justificar que aqu se pretende caracterizar al Cid como un vasallo rebel-de, al igual que los hroes franceses citados, segn pretende Vaquero[1990:78-80].

    1 Llorar de los ojos expresaba, como ha precisado Pascual [1984], elllanto silencioso, por oposicin a los gestos tipificados del planto (rasgar-se los vestidos, mesarse los cabellos, gritar, gemir y sollozar; cf. Zumthor,1963:66-67y Aragn, 1985:244-245) y responde a la tendencia medie-val a una emotividad ms espontnea, que no avergenza al hroe(Smith, 1972:274; cf. Pujol, 2003:220). Comprense los versos 575 de LeCharroi de Nmes: Molt tendrement plorai des eulz del chief, y 817 deAliscans,: Li bers Guillemes vet tendrement plorant, donde el adjetivo

    bers valiente, bueno deja claro que las lgrimas no son seal de flaque-za (cf. Lachet, 1999:200). La discrecin emocional del Cid forma partede su mesura (cf. nota 7) y contrasta con la gesticulacin de sus adver-sarios (Disalvo, 2007).

    Sobre esta construccin comenta Nebrija, Gramtica castellana, f. 50v.:Pleonasmo es cuando en la oracin se aade alguna palabra del todo su-perflua, como en aquel romance de los sus ojos llorando / e de la suboca diziendo, porque ninguno llora sino con los ojos ni habla sino

    con la boca, e por esso ojos e boca son palabras del todo ociosas, e ll-masepleonasmo que quiere dezir superfluidad de palabras. Se trata, engeneral, de una frmula tpica del primer hemistiquio (De Chasca,1968:357; Garci-Gmez, 1975:258-259; Morris y Smith, 1967:248-249), pero el posible automatismo de su empleo se ha destruido aqu conel hiprbaton y la extensin de la misma a todo el verso (Via, 1991:402-403). Llorar de los ojos pertenece al tipo de las llamadas frases fsicas, aque-llas en las que se ayuda al verbo con una adicin concreta corporal, y enla representacin del poeta ante un pblico poda ir acompaada de unademn (Smith, 1972; ed. 1985:272, vanse tambin Morris y Smith,1976:222, y West-Burdette, 1987:54-58). Segn algunos autores, la fr-mula es autctona y est en relacin con un importante desarrollo de lasfrases fsicas en espaol medieval (Pellegrini, 1943:236-237; Smith,1972:274; Horrent, 1973:360-361; Garci-Gmez, 1975:258), pero tam-bin es posible que llegara a la pica espaola a travs de la francesa, puesla expresinplorer des oilz es frecuente en el Roland (vv. 773, 1446, etc.)

    y en otras chansons de geste como Raoul de Cambrai, verso 7602 o las cita-das arriba; vanse M. Pidal [1913:32-33], Bertoni [1941:132], Riquer[1953:141y 1984:252], Morris y Smith [1967:248-249], Herslund [1974:98-99] y Aragn [1985:243-244]. Por otra parte, Via [1991y 2006:xviii] sea-la una posible relacin con textos bblicos (por ejemplo, Jer 9, 18; 13, 17o Lam 1, 16; 2, 11), as como con la Salve Regina, oracin que, a su pare-cer, ha influido en otros detalles de la composicin de la escena inicial.

    2 Smith [1977:148] documenta un paralelo a este verso en La chevale-rie dOgier, cuando el protagonista se aleja de su castillo: Vers Castel

    646 notas complementarias

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    Lmina I Indumentaria militar.

    espada:

    hoja

    arriaz

    maana

    belmez

    loriga (detalle )

    yelmo

    nasal

    carrillera

    almfar

    escudo

    (dorso )

    tiracol

    embrazaduras

    bloca

    cantel

    huesa

    pendn

    fierro

    petral

    belmez

    huesa

    espoln

    (detalle )

    yelmo

    almfar

    loriga

    arzn

    siella

    cincha

    tiracol

    escudo

    lana:

    asta

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    NDICE DE NOTAS

    Este ndice pretende facilitar el acceso al conjunto del material que es objeto de comentarioen las notas, tanto al pie como complementarias, de esta edicin. Las entradas en cursivacorresponden a palabras que (presentes o no en el Cantar) son objeto de una aclaracinlxica; las entradas en redonda minscula se refieren a conceptos desarrollados en la notacorrespondiente, y las que van de redonda mayscula son nombres propios, tanto de personacomo de lugar.

    adgara,727adraga,727

    adarga,659

    , 727

    adductus (lat.),147adelant(e), des,742, 3110; ir,

    1883

    adeliado,1984, 2884adeliar,31, 467, 1580adeliecho,2884adenz (fr. ant.), 2021-2

    adestrar,2301adobado,3489adobar;249, 1017;se,681, 1700,

    2969, 3672adtor,5aducho,147adugades (aduzir), 1485-6adgamelos (aduzir), 2916aduganos (aduzir), 168adugo (aduzir), 2187-8adux (aduzir), 3599

    aduxera (aduzir), 1420aduxier (aduzir), 181aduxiessen (aduzir), 2834aduxiestes (aduzir), 1764aduzir,144, 148, 168, 181, 263, 1864aequitas (lat.), 9, 2763-984

    afarto,1643af (+ pron. pers. tono), 152, 2088afincar,3221afrenta, vase injuria.frica, Norte de, 1156, b, 1182

    ageno,1125-6

    agora,782agricola (lat.),17

    agricultura, 66,1612-5agua, 545, 555; a las manos, 1049; cabdal, 1954;passar lass, 545

    aguaducho,561

    aguamanil,1050

    aban, pl. bni(r. and.), 3443abastado, 2260

    abastar, 66, 259abbar, 248, 2382abbreviatio (lat.), 1215

    Aben Rogel, 89

    abs, 582abiltado, 1862, 2942Abingalbn, Puerto de, 1464

    abondado, ser, 1245abreviacin narrativa, 545,1215,

    1308-10, 1391-617

    absolucin general, 1703Abu# Bakr Ibn Ibra#hm Ibn Ta#sufn

    Al-Lamtun, 1222, 2314

    Abu# Bakr Ibn Abd Al-Azz, 636

    Abu# Bakr, 2314

    Abu# l-Gamr Ibn Azzu#n, 1464

    Abubk(a)r, Abubkr(e), 2314

    abuelta(s) de, 238, 715-6acabado, 1771

    acaloar, 965

    aceifa,1619

    acmila,1548

    acertarse,1835acicate,2009

    acin,715-6

    acoger,447; se a (+ infinitivo), 2690acomendar,256, 3488aor,p, 5

    acordado,1290-1, 2217, 2488, 3059acordar,666, 828, 1030, 1712; se,

    1581, 3551acorrer,222, 708acorro,453acostarse (a alguien), 749actio (lat.), 2983-3532; dotis,

    3231

    acusatorio, principio, 963, 3288

    ad dentes (lat.),2021-2

    1139