El

consumismo del día a día!

¡El que nada debe nada tiene!, ¡Pagos chiquitos, para pagar rapidito!, ¿Te son familiares estas frases?, muchos de nosotros las hemos escuchado, incluso las hemos empleado; solo para justificar nuestro impulso de comprar y comprar, aun sabiendo que estamos muchas veces al día, día.

Aprovechar ofertas, el 2 x 1 que ahora es 3 x 2, compre ahora… pague después, a meses sin intereses, ¡llame yaaaa! Son de las muchas, muchas formas que nos vemos bombardeados en la ya muy explotada sociedad consumista en la que vivimos.

Como no queremos que se nos pase esa “oportunidad” pues sacamos un nuevo préstamo para pagar el anterior, o solo pagamos el mínimo de nuestra tarjeta “al cabo es para salir del apuro y seguir comprando” Lo cual nos tiene al margen de lo que ocupamos hoy “y pues de todos modos quien tiene asegurado el mañana” Entre otras frases que nos decimos y decimos para justificar ese sentido compulsivo y de necesidad de vernos endeudados y querer tener problemas gratuitamente.

Un mal manejo de nuestras finanzas puede acarrear varios, varios problemas a nuestra economía actual y perjudicando a la futura; nos puede orillar a hacer solo pagos mínimos a nuestra tarjeta, haciéndola impagable, podemos poner en riesgo nuestro patrimonio, estar boletinado en el famoso buró de crédito, claro sin mencionar los dolores de cabeza cuando nos damos cuenta de todo lo que debemos y nos lo recuerdan hablándonos para cobrar a cada hora los despachos de cobranza.

Todo esto se debe a que actualmente obtener un crédito, una tarjeta o un préstamo están al alcance de una firma y nos hemos olvidado de palabras como ahorro, inversión, planificación, pasando estas a un segundo plano y escuchándose como palabras ancestrales, y claro con ello también olvidándonos de los beneficios que nos ofrecen esas buenas costumbres financieras.

Realmente es bastante sencillo hacer algo al respecto, aunque al principio se nos hará casi imposible apegarnos al plan en pro-de una buena administración financiera, y con el tiempo se nos generará un hábito.

Primero que nada hay que saber diferenciar nuestros gastos de aquellos que son fijos y variables, de los gastos hormiga y los gastos imprevistos, ya que si tenemos bien contemplados cuales son cada uno de ellos, pues será más sencillo partir de ahí. Por ejemplo un gasto fijo es la renta de la casa, pago de servicios, etc. Un ejemplo de un gasto variable, serían el comprar la despensa (ya que no siempre se compra lo mismo).

La diferencia entre un gasto hormiga y un gasto imprevisto esta que un gasto hormiga son esos pequeños gastos que hacemos de forma inconsciente como el cafecito de la mañana, los cigarrillos, el antojito, el dulce, etc., mientras que un imprevisto es cuando se nos descompone el auto, o detalles así.

Suena casi imposible que podamos ahorrar, pero una vez que sabemos a qué destinamos cada uno de nuestros gastos, se vuelve sumamente sencillo, de hecho con tan solo ahorrar el 10% de nuestro salario, sería más que suficiente. Lo cual posteriormente nos podría ayudar a comprar ese algo que queremos, o pagar las vacaciones siguientes.

Procura lo más posible realizar siempre un pago mayor al mínimo que te pidan, ya que esto solo hace que la deuda se alargue y se vuelva un tanto impagable. Por eso mejor mide cuanto puedes pagar y en base a ello decide cuanto puedes comprar.

No compres por impulso, aunque sea una súper oferta y creas nunca va a volver a salir, sino está dentro de las posibilidades no lo compres, mejor analiza si realmente vale la pena como para volver a estar hasta el tope de deudas.

Muchas veces, hacemos mal uso de nuestros recursos económicos debido a desconocimiento sobre finanzas personales básicas, por lo que debemos iniciar informándonos en revistas de finanzas, tomando un curso, en fin muchas formas que hay. El inicio será aceptar que no sabemos manejar nuestras finanzas y mantenerse firme ante la posición de querer cambiar eso.

Mientras tanto si ya de plano, vemos que por todos los medios que tuvimos a nuestra mano, el sobre endeudarnos se hizo imposible de no pasar, tenemos que buscar nuevas opciones para salir de ese problema y la ventaja es que la Condusef nos da una buena referencia de una solución, como son las reparadoras de crédito;

¿¡Y cómo operan las reparadoras de crédito Nos preguntaremos!? Ellas nos ayudaran a poder liquidar nuestras deudas vencidas, negociándolas para que paguemos nuestras deudas con la mitad o menos, dentro de las reparadoras que más renombre tienen está DeudaFin, y podemos tener plena confianza en que nos ayudaran a ajustarnos nuevamente en el pago de nuestras deudas.

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