El Corso Nº 18

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elcorso.es Nº 18 • Jul • 2011 Canícula y noches de jazz por España Hammett: semblanza de un tipo leal El Museo más peculiar del mundo Cuatro recomendaciones del cómic... Lisbeth con el rostro cambiado El gran basurero espacial Barra libre de letras...

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Revista Cultural Online

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elcorso.es Nº 18 • Jul • 2011

Canícula y noches de jazz por España Hammett: semblanza de un tipo leal El Museo más peculiar del mundoCuatro recomendaciones del cómic... Lisbeth con el rostro cambiado El gran basurero espacial Barra libre de letras...

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En 1972 cuatro de los mejores hom-bres del ejército estadounidense, que formaban un comando, fueron encar-celados por un delito que no habían cometido”… Si han reco-nocido a la perfección

esta frase y encima retumba en su cabeza la musiquilla de tam-borileo que acompañaba a la voz en off, entonces es usted miem-bro de la Generación 8.0. Más pruebas: ¿Por qué Vicky el Vikin-go se rascaba la nariz?, ¿quién decía eso de “Haz el mal, haz el capital”?, ¿cómo se llamaba el mono de Marco?, ¿recuerdan el programa 1,2,3, contacto?, ¿se acuerda quizás de Naranjito, los lagartos de V, de Casimiro can-tando para que nos fuéramos a la cama, de Alf, o puede que también viera pegado a la tele ‘Los Mosqueperros’, ‘Dragones y mazmorras’ y se le cruzaran los cables con ‘Planeta Imaginario’? Y lo mejor de todo: ¡¡Chanque-te ha muerto!! Estupendo, pues ya puede empezar a darse pal-maditas en la espalda porque es un hijo predilecto de la primera generación nacida, crecida y forjada en la democracia, la primera que fue objeto del gran experimento sociológico de la educación por la televisión, de las radiofórmulas y el vídeo.

Fuimos los pioneros del lavado de ce-rebro de masas. La primera que vio demasiada televisión, y remarco lo de demasiada. Los que

tiraban horas y horas jugando al fútbol (fueran paquetes o no) pensando en el 12-1 a Malta... Tengo ya muchos compañeros de generación, y cada poco en los bares llega ese momento nos-

talgia en el que todo el mun-do hilvana una sintonía de serie de TV o de dibujos animados tras otra; y entre lagrimilla y lagrimilla por la infancia televisada, ven-ga otro copazo. Siempre hay alguien que se acuer-da de Hombres G, de los petardazos neorrománti-cos estilo Spandau Ballet, Duran Duran o Mecano. Porque siempre hubo gen-te rara que veía La Clave (con Balbín) en La 2, a la que seguían llamando el VHF, y que lo empezó a flipar con el Spectrum, el Commodore 64, la tarjeta gráfica Hércules y terminó de convertirse al freakis-mo cuando vio Juegos de Guerra.

Somos una generación nostálgica, la misma que

ahora sigue siendo por den-tro un tanto infantil, la misma para la que las grandes multinacionales ya han diseñado todo un estilo de marketing basado en la nostalgia audiovisual esperando el momento en el que los 8.0 ocupen el poder. Entonces todo cambiará y España se parecerá, demasiado, a California. Puede que sea mejor así, ¿no?

Nostalgia 8.0 por Luis Cadenas Borges

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Redactor:Luis Cadenas Borges

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Colaboradores:Noemí G. Sabugal (Literatura)

Marcos Gil (Tecnología)

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El Corso, revista cultural online. El acceso y re-producción de los contenidos es propiedad de El Corso, pero está abierto a copia siempre y cuan-do citéis a El Corso (incluyendo dirección web).

Diseño:

4 Música:Canícula y noches de jazz por España

30 Cine y TV:Lisbeth con el rostro cambiado

16 Arte:El Museo más peculiar del mundo

44 Técnología:Barra libre de letras en la red

10 Literatura:Hammett: semblanza de un tipo leal

38 Ciencia:El gran basurero espacial

24 Cómic:Cuatro recomendaciones del cómic...

50 Ficción:Ratas nadadoras

52 Viajes:Flor de madera y piedra

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Pequeñaguíadefestivalesdejazzenjulioyagosto,delnortealsurdelpaís

I)El País Vasco ha sido,

desde siempre, una gran cantera de músicos de jazz, pero sobre todo de consumidores de

jazz. Sus festivales se cuentan entre los más antiguos, los que más atención popular y mediática consiguen, y eso se traduce en mayores inver-siones que permiten tener mejores programaciones. Por ejemplo tener a B. B. King dándose un auténtico baño en la apertura del Heineken Jazzaldia (21-26 de julio, San Sebastián). Es, junto a Jazz Vitoria, la gran cita vasca con la música una vez pasado ya el festival de Getxo, especial por su concurso de nuevas bandas. Esta edición, con un presupuesto de 1,6 millones de euros, 500.000 más que el año pasado, contará con el

tormpetista Dave Douglas, Cyndy Lauper y el armonicis-ta belga Toots Thielemans, Chick Corea, Cassandra Wilson, entre otros, e incor-porará el renovado Museo San Telmo a sus escenarios habituales. Arrancará, el 21 de julio, con una Jazz Band Ball con actuaciones gratuitas en el Espacio Frigo y la Carpa Heineken, en las terrazas del Kursaal, y el Escenario Verde de la playa de La Zurriola que contará con una “fantástica leyenda de la guitarra y de la voz”, B.B. King, una cita “de lujo” que permitirá disfrutar del blues “a tope”. Además, de este artista pasarán por los citados escenarios Staff Benda Bilili, Eivind Aarset, Elephant 9 y Tucson Jazz Institute Ellington Band. Antes, entre el 1010 y el 16 de Julio sera el momento de

Jazz Vitoria, la 35ª edición con un artel como el saxo-fonista y clarinetista Michel Portal, Fred Hersch, Jeremy Pelt, David Binney y el cuba-no Alfredo Rodríguez. Todo en Mendizorroza, el principal escenario en el que tam-bién estarán Michel Camilo, Kyle Easvwood, José James, Michael White, Danilo Pérez, Rubén Blades, con el toque más latino, y el destroza pianos de Jamie Cullum, uno de los principales alicientes populares de un festival que es el segundo plato del mes de julio. Habría un tercer plato, el Festival de Blues de Hondarribia (del 7 al 10 de julio), con Elvin Bishop, Lucky Peterson y Johnny Winter en el cartel principal. No es jazz, pero casi, a veces incluso con la misma carga emotiva o superior. n

CanículaynochesdejazzporEspaña

Euskadi, todo jazz

Nochesporencimadelos25grados,unacanículaquenodejahacernadaquesupongagran-desesfuerzos.Tanclarocomosentarseyescuchar.Parecequeeljazz,fueradelverano,escarnedegarito,unagranpena,unapérdidanopoderdisfrutardeunestiloquehamarcadoépocayqueenEEUUestáalaalturadelamúsicaclásicaencuantoaaceptaciónyglorificación.Peromenosdaunapiedra,yestossonlosmejoresfestivalesdeestospróximosmeses.Elijanbien,haydondehacerlo.

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Pequeñaguíadefestivalesdejazzenjulioyagosto,delnortealsurdelpaís

CanículaynochesdejazzporEspaña

Euskadi, todo jazz

jazzvitoria.com

heinekenjazzaldia.com

blueshondarribia.com

Cassandra Wilson

B.B. King

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II)En el Mediterráneo

De un gran mar septentrional a otro más grande y más caliente, de San Javier en

Murcia a Almuñécar y Peñís-cola. Sin duda el primero es el gran festival de jazz fuera de Euskadi, del 25 de junio pasado hasta el próximo 30 de julio, de los más largos. Un gran espacio de consumo para melómanos, pero no sólo jazz: en su programación hay menos purismo que en el norte y aparecen también los sonidos brasileños o el blues. Para este año están en el car-tel la Lincoln Center Orches-tra del gran Wynton Marsalis, Monty Alexander, Hiromi, Lenny Andrade o la huraca-nada mexicana Lila Downs. También John Scofield… y en el campo del blues, Joe Louis Walker, Elvin Bishop o Eric Burdon. Damos el salto a Almuñécar (17-23 de julio), donde el litoral granadino congregará a Bill Evans, el mito, junto a Stefano Bollay, Randy Brecker, los Medesky… Chucho Valdés: éste sí que es un gran mito. Llega para dar la compensación latina junto a otro que repite, Kyle East-wood, que también estará en el País Vasco. Finalmente, el Festival de Peñíscola, con B. B. King, de nuevo en gira por el sur, junto a Raimundo Amador, la pareja de hecho entre sus dos guitarras para mayor gloria de la música. n

Bill Evans

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En el Mediterráneo

jazz.sanjavier.es

jazzgranada.es

blueshondarribia.com Raimundo Amador

Chucho Valdés

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III)Galicia, La Rioja y Madrid, otros escenarios

Entre ambos mares están Madrid y el interior, a veces demasiado fuera y aislado de los circuitos , pero que

tiene su propia identidad. Por ejemplo Ezcaray, cuyo fes-tival de jazz (8-16 de julio), con quince años de historia y que celebra aniversario con el cuarteto de McCoy Tyner y el saxofón de Gary Bartz, ade-más de Joakim Milder, Román Filiú o las cantantes René Ma-rie y Carla Cook. Más longevo en el tiempo, desde el pasado 25 de junio, y hasta el 15 de julio, figura el Universijazz de Alcalá de Henares, un amplio repertorio del jazz español, sin grandes nombres pero con la presencia de Iñaki Salvador, Abe Rábade o Manel Campo. También en Madrid aparece un cartel especial para el jazz en Los Veranos de la Villa, con Chick Corea, Michael Camilo, Tomatito y también Wynton Marsalis en plena gira por España. La capital será un puente para Galicia, donde entre el 22 y el 25 de julio se desarrolla el Festival de Jazz y Blues de Ponteve-dra, con Bobby Rush como principal atractivo para este año. Atrás quedan otros fes-tivales como el de Vigo, que cada año coge más fuerza y demuestra que los días en los que San Sebastián, Vitoria, Barcelona y Madrid eran los únicos escenarios han pasado a mejor vida. n

Gary Bartz

Carla Cook

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Galicia, La Rioja y Madrid, otros escenarios

Carla Cook

Wynton Marsalis

jazzpontevedra.com

uah.es

jazzdezcaray.com

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Hammett:semblanzade un tipo leal

Cuando se cumple medio siglo de su muerte, el ha-llazgo de quince relatos inéditos y la publicación de sus interrogatorios du-rante la era McCarthy re-viven la pasión por el pa-dre de la novela negra

por Noemí G. Sabugal(Periodista y escritora)

Autora de El asesinato de Sócrates

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Siempre es un buen momento para escribir algo sobre Hammett. No se necesitan excusas y este año que se

cumple medio siglo de su muerte, aún menos. Ham-mett creó todo un universo para la novela negra, la diseñó tal y como aún hoy la co-nocemos. Lo que él hizo era algo nuevo, no se trataba del juego de Cluedo de la novela policíaca precedente -Chris-tie y demás-, una especie de rompecabezas en el que final-mente todo encajaba según unas pistas más o menos ló-gicas. No. Nada encaja en las novelas de Hammett porque, aunque se resuelva el caso, el mundo que expone sigue sin hacerlo.

El juego de Hammett es distinto, mucho más sucio y oscuro: se trata de la reali-dad. Las obras de Hammett desnudan esa realidad, la denuncian, le dejan las ver-güenzas al aire y sin embargo no son sus protagonistas ángeles de doradas alas que barren toda la basura donde le corresponde. Ellos tam-bién están metidos en este gran vertedero del mundo, la sociedad tal y como la hemos creado. Lo que Hammett nos tira a la cara -por si no nos habíamos dado cuenta- es que todos somos culpables de lo que ocurre y que par-ticipamos en ello directa o indirectamente. Incluso los detectives de Hammett -el agente sin nombre de la Continental, Sam Spade, Nick y Nora Charles- se alían con el mal si es necesario, son crueles incluso, pero siempre

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cumplen. Tipos manchados pero honestos, como su creador. Fue Hammett quien mostró que la novela del crimen no debía quedarse en el salón de té, sino que debía echar un vistazo alrededor, ver qué encontraba. Y lo que halló, sin duda, es parte de la negrura de lo contado. Fue Hammett quien se esforzó en mostrar que la oscuridad estaba en todas partes, que nada diferenciaba al industrial o político corrupto del chulo de los bajos fondos, nada al asesino de la gran casa del que venía del arroyo. El mal, en definitiva, se extiende tan fácilmente como la gripe y es igual de común. Él mismo era una muestra de esta ambi-valencia que todos tenemos entre los dos polos: voluntario en las dos guerras mundiales, defensor del derecho del voto de los negros, firmante de una petición dirigida a Roosevelt para que se revoca-ra el pacto de no intervención de los EEUU contra el golpe dado contra la II República española “para que aquellos que no aceptan ni el fascis-mo ni el nazismo tengan una oportunidad de luchar por sus vidas”; el que apoyó los programas de acogida de refugiados políticos y alzó la voz contra el despido de trabajadores estatales por su orientación ideológica. Y, a la vez, un borracho, un pési-mo marido y un depredador sexual.

No hacen falta excu-sas para hablar de Hammett, decíamos. Y, si hicieran, podemos citar el descubri-miento hace sólo unos meses de quince relatos inéditos en

Suele gustar mucho eso de que los escritores ten-gan una vida espantosa, adiciones varias, algunas úlceras y matrimonios frustrados. Y si se suicidan, ni les cuento. A pesar de esto, en su existencia suele haber tantas luces y sombras como en la de cualquiera, aunque se ponga el acento en estas últimas. En la de Hammett las primeras pertenecen a su éxito como escritor, el magisterio que su-puso para otros, su idilio con Hollywood; y las sombras a su alcoholismo, su desafuero sexual, su pobreza duran-te varios periodos. Pero no cabe duda de que tuvo una existencia agitada desde su nacimiento en una granja de Maryland, su abandono adolescente de la escuela y su paso por varias ciudades que después -curiosamente- han sido revisitadas por lo negro. Baltimore -imposible no pensar en The wire-, donde comenzó a trabajar como detective privado para la agencia Pinkerton y San Francisco -queri-do Harry el sucio...-, que le inspiró varios de sus escritos. Después llegarían las primeras publicaciones en Smart Set y Black Mask, las novelas, Nueva York, Hollywood, la caza de brujas y su muerte por cáncer. Llevaba veinticinco años sin escribir, después otros lo escribirían a él.

Su vida, otra novela

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Humphrey Bogart en El halcón maltés

Grande entre los grandes

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Editorial RBA

Editorial Errata Naturae

llevaría -junto con una deuda con la hacienda pública- a declararse insolvente. Tal era la monomanía de las autori-dades estadounidenses hacia Hammett que las 278 pági-nas del archivo del escritor que tenía el FBI -completado durante más de 25 años- se cierran con el informe de un agente que llamó al cemen-terio para verificar su muerte. Así, al más puro estilo Gila. Y, sin embargo, Hammett no perdió su cáustico sentido del humor ni aún en los peores momentos. Como cuando el célebre senador McCarthy le acosa por la presencia de sus novelas en las bibliotecas del Departamento de Estado (nuestro Ministerio de Asun-tos Exteriores), lo que conlle-varía la posterior retirada de las mismas.

McCarthy: Le haré una pregunta más: señor Hammett, si usted estuviera gastando, como estamos ha-ciendo nosotros, más de cien

millones de dólares al año en un Programa de Información con la supuesta finalidad de combatir el comunismo, y si usted estuviera a cargo de ese programa para combatir el comunismo, ¿compraría las obras de unos setenta y cinco autores comunistas, las distribuiría por todo el mun-do, con nuestro sello oficial de aprobación estampado en esas obras? ¿O prefiere no responder a la pregunta? Hammett: Bueno, creo -por supuesto no lo sé- que si estuviera combatiendo el comunismo, no creo que dejara que la gente leyese libro alguno.Pues eso, genial. n

un archivo de la Universidad de Texas o la publicación de los dos libros más recientes sobre nuestro amigo ‘Todos los casos de Sam Spade’, editado por RBA, e ‘Interroga-torios’, de Errata Naturae. Si el primero nos trae, juntas en un solo volumen, las cuatro obras sobre el sarcástico Spa-de: los relatos ‘Demasiados han vivido’, ‘Solo pueden col-garte una vez’, ‘Un tal Samuel Spade’, además de extraor-dinaria ‘El halcón maltés’; el segundo es la edición inédita de los interrogatorios judicia-les que sufrió por la caza de brujas en un Estados Unidos en plena paranoia contra el comunismo. Y, aunque este último libro no nos da un gran conocimiento sobre Hammett -no hay una exten-sa biografía, cartas, cosas así-, sí sirve para mostrarnos al gran tipo que fue. Un tipo leal con lo que creía.

Que el FBI le pisara los talones por su pertenencia al Partido Comunista y que al final fuera enviado a pri-sión por sus ideas no le hizo renunciar a ellas. Y pagó un alto precio, ya que el cobarde Hollywood, que tanto ha-bía sacado de su talento, le puso en la lista negra y dejó de contar con él, lo que le

Que Hammett sigue siendo uno de los principales referentes para los actuales escritores de novela negra, nadie lo duda. Su estela, empezando por el aventajado y talentoso alumno que fue Chandler y siguiendo por Ross McDonald, es larga y se pierde en diversos mares, incluso océanos. Pero lo que no se suele comentar tanto es la admiración que le profesaban autores que no pertenecían al género pero reconocían en él los grandes temas de la literatura. Como Luis Cernuda, que escribió: “en sus mejores momentos Dashiell Hammett nos parece superior a otros escritores que pasan por estar destinados a sobrevivir a su tiempo, como por ejemplo Hemingway y hasta Faulkner”. O André Malraux, que no paró hasta que André Gide leyó ‘La llave de cristal’. Y qué decir de su influencia en el cine, ese ‘El halcón maltés’ en el que John Huston consideró que los diálogos de Hammett eran tan auténticos que se tomaron directamente de la novela. In-fluencia que ha llegado hasta directores tan dispares como Kurosawa o los hermanos Cohen.

Grande entre los grandes

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El Museo ABC:centro de arte,

dibujo e ilustración,todo unido

para un espaciocreativo conlos fondos

artísticos de unade las grandes

cabecerasde la prensa

nacionalpor Luis Cadenas Borges

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A lo largo de su historia, el pe-riódico ‘ABC’ ha sido uno de los pocos en mimar el arte del dibu-

jo, con creaciones exclusivas, que se reflejó en la “tradición” de apenas introducir foto-grafía en su versión canónica, la que durante años fue un modelo a seguir por su tama-ño y densidad en los textos. Pero quedó atrás, muerto por la fotografía que lo domina todo. Hoy esos recursos y fondos forman parte de este museo tan peculiar, incrusta-do en el corazón antiguo de Madrid, un espacio diseñado por los arquitectos Aranguren & Gallegos (construido en la antigua fábrica de cervezas Mahou, a tiro de piedra de Argüelles) para poder recorrer la historia de Madrid y de España a partir de los fondos y de las imágenes creadas ex profeso para el periódico, con una nómina de artistas en más de un siglo que supera los 1.500. Esto es, otras tan-tas formas de ver la realidad que se acumulan para crear un conjunto histórico y pa-trimonial del que no pueden presumir muchos medios. Lo que fuera un atraso de ‘ABC’ a la larga ha sido un legado que, una vez pasada la épo-ca, era un material perfecto para poder ser llevado a un nuevo museo. Primero hogar de la colección permanente, también sala de exposiciones, centro de arte y formativo y de exhibición de películas. Del diseño gráfico a la anima-

ción, el cómic o la ilustración, todas las técnicas y formatos derivados del dibujo se dan la mano para un retrato del siglo XX, desde las postrime-rías del viejo mundo europeo al dominio total de EEUU.

En la exposición inau-gural, ‘Iceberg’, del que son las imágenes del reportaje, figuran obras que son el ver-dadero legado artístico que componen los fondos: y la nómina asusta sólo de citarla, con nombres como Juan Gris, mito de las vanguardias de

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El grueso de la colección, de visita en Sevilla

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Una parte importante de ‘El efecto iceberg’, la primera gran parte de los fondos de la colec-ción del Museo ABC, está de paso por Sevilla, en la Fundación Focus-Abengoa, hasta el 27 de julio. Su estructura es la misma que tuvo en Madrid y que en parte volverá al hogar para futuras exhibi-ciones de los inmensos fondos del museo. Si pasa por Sevilla este mes, recuerde que la muestra está organizada cronológicamente. El primer gran bloque de la exposición se centra en el naturalismo, el impresionismo y el simbolismo. Es, junto al art déco” y la vanguardia, la parte que más obras alberga la colección. Comparecen como ilustradores un buen número de artistas que oscilan entre el natu-ralismo, el impresionismo y el modernismo. El siguiente bloque temático i arranca sobre 1920 hasta llegar a la Guerra Civil. A este período se asocian también los nombres de dos escritores dibujantes como Ramón Gómez de la Serna y Eugenio d’Ors. En el conflicto (bloque tres) conviven la edición franquista de Sevilla con la republicana de Madrid, y que aglutina el arte de propaganda de ambos bandos en aquellos años. El cuarto bloque ocupa toda la dictadura nacionalcatólica de Franco, entre 1939 y 1975, donde aparecen, como novedad, los miembros de la Escuela de Madrid. En el ámbito del humor gráfico, la gran figura es indudablemente Antonio Mingote, aunque tampoco conviene olvidar a Serafín o Manolo Summers. Finalmente, la exposición reserva un importante espacio para los años de la transición y la época presente, con artistas vinculados a la Movida madrileña y a las nuevas co-rrientes figurativas.

El grueso de la colección, de visita en Sevilla

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Entreguerras; también firmas como las de Eugeni D’Ors o el también legendario maestro de las greguerías, Gómez de la Serna. Hay dibujos de la guerra, de la posguerra, del bando nacional y del republi-cano, incluso las postrimerías del franquismo y de esos años 80 de Transición que mar-caron toda una generación, incluyendo obras surgidas de la Movida Madrileña. Y los de siempre, como Chumy Chú-mez, Máximo, Martinmorales o Antonio Mingote. El arco va desde el art déco a los “ismos” de los años 20 y 30, pero también la Escuela de Madrid.

Actualmente la institución exhibe dos gran-des exposiciones para el mes de julio. La primera es un recorrido por lo mejor del arte contemporáneo a partir del suplemento ‘ABC Cultural’, titulada ‘Saltar de la página’. Abierta hasta el 9 de octubre, recorre esos 20 años de historia periodística con piezas que van desde el gran Velázquez a Daniel Canogar. La cultura en todas sus disciplinas salta de las páginas del suplemento, de lo bidimensional a lo tridi-mensional, un espacio donde literatura y artes se dan la mano, donde surgen nombres como Mario Vargas Llosa a Roberto Bolaño o Philip Roth. La lectura cunde para mu-cho, y en este apartado de la exposición mandan las letras. Luego se salta a la arquitec-

tura, donde se incluyen las diez mejores construcciones y los diez mejores arquitec-tos de la presente centuria. Edificios que trazan una línea del horizonte futurista que recorre los cinco continentes. Todo para luego saltar al arte con Simón Zabell, Diego San-tomé, Rosalía Banet, Maider López, Juan Carlos Martínez, Javier Arce, Moisés Mahiques, Miguel Ángel Tornero, Juan López o Aggtelek, desde la fotografía al dibujo, la insta-lación y las portadas creadas para el suplemento.

La otra exposición es ‘Or-namento y detonación’, de Santiago Morilla, abierta hasta el 25 de septiembre y que inaugura el programa ‘Conexiones’ del museo. En este apartado, un artista in-vitado ligado al dibujo en sus diferentes estilos y formatos, desarrolla un trabajo nuevo tomando como punto de par-tida parte de los fondos de la colección. Tomando prestado, para pervertirlo, el título del célebre texto de Adolf Loos, Ornamento y delito de 1908, el artista se adentra, como es habitual en su obra, en los intrincados mundos del arabesco, del ovillo, del gara-bato y del nudo. Son fórmulas evidentes de la complejidad y, al tiempo, de la sutileza. De sus marañas de hilos vemos aparecer fragmentos de cuerpos humanos y animales y nos preguntamos sobre la forma y el uso del objeto, si son simples contenedores o algo más. n

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Museo ABC

Desde 1891, tra-zo a trazo, dibujantes, ilustradores y pintores han alimentado la Co-lección ABC, el germen, alimento y fondo artís-tico del Museo ABC de Dibujo e Ilustración. Un legado único, un siglo de arte gráfico que se ha nutrido con la obra de más de 1.500 artis-tas de todos los estilos, técnicas y tendencias del dibujo y la ilustra-ción hasta alcanzar las casi 200.000 dibujos originales de que hoy dispone. Un incalculable tesoro que se presenta ante los ojos actuales en perfecto estado de re-vista y de conservación, virtudes que permitirán el estudio y la difusión de sus fondos de mane-ra directa y generosa.

La historiadel dibujo

en ABC

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VACACIONES, TIEMPO LIBRE, A VECES DEMASIADO. OS HACEMOS CUATRO RECOMENDACIONES ALREDEDOR DEL CÓMIC PARA ESTOS PRÓXIMOSMESES, CON UNA VENTAJA, PUEDEN COMPRARSE TANTO EN FORMATO TRADICIONAL DE VOLUMEN GRÁFICO COMO EN PDF POR INTERNET A TRAVÉS

DE KOOMIC.COM, UNA WEB ESPECIALIZADA EN LA VENTA DE LAS EDICIONES DIGITALES DE LAS PRINCIPALES EDITORIALES ESPAÑOLAS.

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por Luis Cadenas Borges

VACACIONES, TIEMPO LIBRE, A VECES DEMASIADO. OS HACEMOS CUATRO RECOMENDACIONES ALREDEDOR DEL CÓMIC PARA ESTOS PRÓXIMOSMESES, CON UNA VENTAJA, PUEDEN COMPRARSE TANTO EN FORMATO TRADICIONAL DE VOLUMEN GRÁFICO COMO EN PDF POR INTERNET A TRAVÉS

DE KOOMIC.COM, UNA WEB ESPECIALIZADA EN LA VENTA DE LAS EDICIONES DIGITALES DE LAS PRINCIPALES EDITORIALES ESPAÑOLAS.

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Editada por Dolmen, esta obra es un lujazo que reúne a cuatro de los auto-res más reputados del cómic nacional:

Victor Santos, Kenny Ruiz, Enrique Vegas, Joan Fuster, Pere Pérez y Juanmi Vicente, seis autores en busca de un cómic casi perfecto. Muchos de ellos son habituales del Salón del Cómic de Barcelo-na, nuevos valores o consu-madas firmas, y amantes del mismo género histórico que ha dado pie a este volumen de 49 páginas: el western. Los autores han tenido total libertad editorial creativa para llevarlo a cabo y en el que ellos mismos son los pro-tagonistas de seis historias del oeste, en las que encar-nan a algunos de los persona-jes que pueblan esta ciudad maldita que reúne todos los tópicos del Oeste, además tiene una continuación cada vez más cercana al género del terror, ‘El día de la zarigüeya’, a la venta también en la web de Dolmen y que es incluso mejor que la primera. Pero por partes: de momento, tomad nota de esta, que el verano es largo. n

IBull Damn City (DOLMEN EDITORIAL)

dolmeneditorial.com

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Homocánido’, firmada por Iñaki G. Hol-gado (texto y dibujos), relata los últimos

años de una familia de licán-tropos que tras ser testigos de la deforestación de su há-bitat. El planteamiento inicial es una postura ecologista que enseguida se nutre de otros géneros dispersos, partiendo de un mito del terror y de la literatura contemporánea una y mil veces llevada al cine, la televisión o el cómic. Esta fa-milia decide mudarse a París, donde se verán envueltos in-voluntariamente en una serie de crueles asesinatos. Su gran ventaja es que son capaces de cambiar de un estado hu-mano a lobo a voluntad, sin necesidad de luna llena, muy al estilo de las nuevas series de terror, donde el satélite no es tan necesario como la voluntad (como en la saga Underworld). Se aparta así del clasicismo y añade como mina de la historia la ado-lescencia de su hijo, que una vez convertido en lobo no es capaz de regresar a su estado humano. Holgado también es autor de ‘Villapardillo’ y ‘Tony Danger & Cía’. n

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IIHomocánido(ALETA EDICIONES)

aletaediciones.com

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Balearic’ es el título de la obra gana-dora del presti-gioso premio Art Jove, creado por Miquel Moyá. El

autor se sumerge de lleno en la Antigüedad romana para contar esta historia que gira en torno a Aetara, el último de los míticos honderos, tro-pas mercenarias íberas muy especializadas que fueron contratadas por todas las potencias del Mediterráneo de la época. Griegos, feni-cios, cartagineses y romanos usaron los servicios de estas “fueras de asalto” de la época clásica. Recorremos su vida desde la infancia, cuando sólo podía comer aquello a lo que acertaba con las piedras y su honda. El volumen, de 66 pá-ginas, casi de novela gráfica, se dirige directamente al pú-blico joven, a medio camino entre la divulgación histórica y el entretenimiento, siguien-do la estela de otras histo-rias al uso, desde Ben-Hur a Gladiator, cargada de épica al viejo estilo literario. n

IIIBalearic Plan BB Manual para bebés con padres raros

(DOLMEN EDITORIAL)

dolmeneditorial.com

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Hemos dejado el mejor para el final. Cels Piñol se mere-ce un amplio reportaje algún

día en El Corso, y a fe que le perseguiremos para conseguir-lo. De momento editó hace no demasiado este peculiar libro de 66 páginas a todo color con su particular trazo, su estilo bien definido en Fanhunter, su web y su casa madre, su universo particular de narizotas que lleva años encandilando al público. Un texto de ayuda nos describe este libro: “Después de veinte años narrando sus aventuras como coleccionista mitóma-no, artista subcultural com-pleto y autor de éxito, con un estilo que le ha permitido co-nectar con lectores de varias generaciones, razas y credos en multitud de mundos de la Federación de Planetas, Cels McClane presenta en sus narraciones un elemento nuevo, alienígena, demoledor y xenomorfo: un bebé”. ‘Plan BB’ es un libro irónico, ácido, mordaz, un particular y muy sui generis manual de pater-nidad reciente en el que Piñol bromea con la institución tan costosa que es ser padre, pero siempre dentro de su particu-lar universo narrativo. Para los fans, una delicatessen; para los novatos, una introducción más que interesante. n

IVBalearic Plan BB Manual para bebés con padres raros

(FANHUNTER)

fanhunter.com

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CON EL ROSTRO CAMBIADO

Hollywood ya tiene en la recámara su versión de la tri-logía Millenium, con David Fincher de director y Rooney

Mara y Daniel Craig como actores principales. por Luis Cadenas Borges

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CON EL ROSTRO CAMBIADO

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Lo que para mucha gente sería una simple película más, para millones de fans será una nueva prueba para com-

probar cómo Hollywood, en este caso Columbia Pictures, puede destrozar un mito lite-rario como el de Steig Lars-son. No será para tanto, más cuando detrás de las cámaras está David Fincher, que suma a su currículo un sentido oscurantista muy marcado, además de buena disposición a no hacer un pastiche al es-tilo de la industria. El primer libro de la trilogía Millenium vuelve al cine, el próximo mes de diciembre en EEUU, quizás con suerte al mismo tiempo en España (más probable ya para 2012). Aquí se llamó ‘Los hombres que no aman a las mujeres’, traducción literal del sueco; en el resto del mundo anglosajón, ‘The Girl with de Dragon Tattoo’, la chica del tatuaje del dragón, en referencia a la marca dis-tintiva del personaje femeni-no central, Lisbeth Salander, interpretada entonces (en la versión sueca original que se

hizo del libro) por Naomi Ra-pace. En la versión americana le da vida Rooney Mara, que ya estuvo presente en ‘La red social’. La trilogía entera fue llevada al cine y estrenada en todo el mundo, luego recon-vertida en serie de televisión, y ahora reversionada por EEUU, donde parece ser que si no hay actores anglosajones o con gancho mediático no vale lo que hagan en otros países. En España vio la luz en mayo de 2009, y apenas un año después ya estaba Fincher rodando su versión.

Estas prisas dan una prueba del increíble gancho que tiene Larsson como escri-tor, con sus aristas, sus defec-tos, pero con una capacidad para crear un personaje cen-tral que es una pequeña re-volución en sí misma. Lisbeth Salander, lo que implica que quien tenga que interpretarla tendrá que estar muy seguro de lo que hace. A simple vista Mara parece más extrema en su estilo, más punk que Rapa-ce, pero con menos brío, algo más inocente en apariencia.

Más débil, más sensible. Por otro lado, el Michel Blomkvist original lo interpretó Michael Nyquist, pero con Fincher le dará vida Daniel Craig, en sus ratos libres James Bond, otro punto de memoria colectiva a tener en cuenta: en las nove-las Blomkvist es un periodista de investigación que raya la normalidad más aburrida, salvo por su vida sexual. Ver a Bond haciendo de plumilla sueco más enredado en la cama que en el trabajo será todo un shock para más de uno, aunque la novela sabe perfectamente cómo aumen-tar la carga de tensión en algunas partes.

Larsson creó un pro-ducto imperfecto pero que engancha por la densidad y enrevesamiento del argumen-to. Es el primer caso de mala forma con un fondo desco-munalmente convincente, de tal manera que, por una vez, la idea ganó al envoltorio. Pero el gran mérito es haber dado la vuelta a la ficción de serie negra y haber creado un modelo, un arquetipo, un

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Rooney Mara

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El tema del remake, que tra-ducido sería algo así como “rehacer” o, mejor dicho, adaptar a partir de una película antigua o de una idea ya clásica, se extiende en paralelo a la falta de ideas de los guionistas de la industria del cine, cada vez más secos en lo que a originalidad se refiere. La historia del cine, desde el principio, está más que llena de remakes que han sido grandes éxi-tos o inmensos fiascos. También de readaptaciones. Por ejemplo, ‘Por un puñado de dólares’ no deja de ser una nueva versión en clave de western de ‘Yojimbo’, de Akira Kuro-sawa. En la lista de grandes aciertos también está ’12 monos’, que bebía de la francesa ‘La Jetée’. Pero por desgracia pesan más las malas “nue-vas visiones” que las buenas. La lista es casi infinita, pero baste recordar la versión de ‘Psicosis’ que hizo Gus van Sant del clásico de Hitchcock: copio plano a plano el original y la gente se iba del cine cabreada. Igual de malos remakes fueron ‘City of Angels’ (la original era ‘Cielo sobre Berlín’ de Wim Wenders), ‘Solaris’ (del mismo nombre, francopolaca), ‘Taxi’, ‘Barridos por la marea’, ‘Sin reservas’, ‘Vanilla sky’ (de ‘Abre los ojos’, de Amenábar), ‘El planeta de los simios’ (pobre Tim Burton)… no hace falta seguir. Más vale una idea original que no la de otros. ¿Verdad?

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¿NOHAYIDEAS?PUESACOPIAR…

Daniel Craig

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Es el mismo que de la primera pelí-cula, aunque los planos cambian, ciertos detalles varían pero poco más. La famosa escena de la violación de Lisbeth a ma-nos de Burmann parece haber superado el corte de la pacata visión americana de la novela, aunque estando David Fin-cher detrás de la cámara es plausible que conserve el aire oscuro y agobiante de la novela, y de la película sueca original. Harriet Vanger desapareció hace 36 años durante un carnaval de verano en la isla sueca Hedeby, propiedad prácticamen-te exclusiva de la poderosa familia Van-ger. Su tío Henrik Vanger, un empresario retirado, ya en el final de su vida y que vive obsesionado con resolver el misterio antes de morir. Vanger contrata a Mikael Blomkvist, periodista de investigación y alma de la revista Millennium, una publi-cación dedicada a sacar a la luz los tra-pos sucios del mundo de la política y las finanzas. Mikael no está pasando un buen momento: está vigilado y encausado por una querella por difamación y calumnia. Un trabajo complicado para el que recibe el regalo inesperado de la ayuda de Lis-beth Salander, una investigadora privada nada usual, incontrolable, socialmente inadaptada, tatuada y llena de piercings, y con extraordinarias e insólitas cuali-dades como su memoria fotográfica y su destreza informática.

REPASODEL

ARGUMENTO

Naomi Rapace, la primera Lisbeth

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Trailer

Web oficial

nuevo espejo deformante de la literatura en el que millo-nes de mujeres se miran y que podría resumir, muy a las claras, el futuro del género. Es decir, Lisbeth Salander. Es una heroína a la vieja usanza pero con un nuevo envoltorio: sociópata, vengativa, solitaria, marginal y totalmente inver-sa a la moral social reinante. Salander es un personaje que resume la nueva disposición de la mujer: igual ante la ley, pero continuamente discrimi-nada y rebajada por la realpo-litik masculina que sigue do-minando. Y que sea en Suecia, paraíso del feminismo, donde sucede todo, es una forma de avisar de que las utopías están para fracasar. Salander es una mujer-hombre, envol-torio femenino con la mente y resolución de un guerrero masculino de antaño, una especie de Conan de Cimeria de metro sesenta y pocos y pintas de devoradora de ado-lescentes. Larsson murió, pero ella seguirá siendo el espejo donde se mirarán muchas mujeres, y sobre todo, donde beberán muchos escritores más a partir de ahora: cam-biará el nombre del persona-je, pero todas serán clones de Lisbeth Salander. De momen-to lo que se nos viene encima, a ojos vista, es otra inmersión directa en el universo que abrió de lleno la novela negra europea al gran mundo: antes ya estaban Wallander y com-pañía, pero sólo con el fenó-meno Millenium se logró que fuera universal, y no sólo algo propio de Europa. Una visión europea revisada por el ojo de Fincher y el olfato americano. De momento, un vistazo al trailer da cierta idea de que los tiros son muy similares. n Stieg Larsson

Naomi Rapace, la primera Lisbeth

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El gran basureroespacialUna alerta urgente en la Estación Espacial Internacional vuelve a poner sobre la mesa el riesgo de la basura espacial en órbita

por Luis Cadenas Borges

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Un simple tor-nillo en órbita en el espacio, dando vuel-tas y vueltas a la Tierra, es

uno de los mayores peligros imaginables, un dolor de ca-beza para todas las agencias espaciales y la amenaza más grande para cualquier saté-lite. Con apenas cinco centí-metros de largo, ese tornillo, a una velocidad de miles de kilómetros por la orbitación terrestre, sin erosión alguna

al no haber resistencia en el vacío espacial, podría llegar a hacer un boquete en un transbordador, en la Estación Espacial Internacional (ISS) o dejar sin funcionamiento un satélite. Y el agujero no es a escala, sino que aumenta. Es una pesadilla, y el mayor recordatorio se dio este mis-mo pasado mes, cuando toda la tripulación de las ISS fue evacuada a la Soyuz a cientos de kilómetros sobre el plane-ta, para evitar un cúmulo de basura espacial que podría

haber pulverizado el mayor sueño aeroespacial de la civilización.

La basura espacial que obligó a los tripulantes de la ISS a refugiarse en las naves Soyuz acopladas a la estación pasó a unos 250 metros de la plataforma, según fuentes del sector aeroespacial ruso, las mismas que añadieron en un comunicado internacional que “los restos fueron identi-ficados demasiado tarde para

¿Qué es la basura espacial?

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que la estación pueda hacer una maniobra para evitar el impacto”. Cada nave tripula-da tiene radares y sistemas de detección de basura en órbita, pero lo cierto es que a veces no da tiempo para “dar un golpe al timón”. Más o menos es como un barco en los polos tratando de evitar los icebergs, sólo que aquí no son masas de hielo gigante, sino en ocasiones un grupo de piezas o tornillos perdidos disparados a toda velocidad. Cuando la ISS se ve amena-

¿Qué es la basura espacial? Se le llama basura espacial o chatarra espacial a cualquier

objeto artificial sin utilidad que orbita la Tierra, que ha que-dado allí arriba cuando un satélite ha quedado inservible,

también cuando un cohete se desprende de sus par-tes y éstas no se pulverizan al entrar de nuevo en

la atmósfera, o simplemente porque son elemen-tos fuera de funcionamiento que siguen dando vueltas, un elenco de peligros tan variado que también incluye restos de explosiones, o res-tos de componentes de cohetes como polvo y pequeñas partículas de pintura, solidificadas en el espacio y que son auténticas balas. La basura espacial se ha convertido en una preocupación cada vez mayor por los efectos de posibles colisiones que pueden producir todavía más basura espacial: si un componen-te como ese famoso tornillo golpear un satélite

y lo destroza, provocará más piezas sueltas que seguirán su estela hasta convertir esa órbita en

una avenida llena de balas perdidas. Es lo que se llama el Síndrome de Kessler. El cómputo realizado

por la Agencia Espacial Europea (ESA) habla de que el 22% de la basura son naves obsoletas, un 17% son

restos de cohetes, un 13% son objetos relacionados con misiones (herramientas que se sueltan, pequeñas piezas, pin-

tura…), y otro 7% naves operativas que son un peligro para otras (imaginar una colisión entre el Hubble y la ISS es una pesadilla que le

quita el sueño a muchos). El 41% restante es indeterminado.

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Una vez que se sabe cuál es el pro-blema, la solución es extrema: simplemente, limpiar, puesto que evitar colisiones será casi una maratón en años futuros. Los expertos reconocen que hacer frente a este problema es complicado y costoso: básicamente habría que construir basureros espaciales, máquinas capaces de detectar esas piezas y anularlas, bien regresando con ellas a la tierra, o también lanzándolas contra la atmósfera para que se pulvericen en la reentrada. Con piezas peque-ñas podría ser viable, pero con satélites enteros de varios kilos de peso, es muy peligroso. Otra opción barajada sería una “cordada de basura”, unir con cables los elementos más grandes y con un cohete lanzarlos al espacio profundo, lejos de las órbitas terrestres. Pero eso, a día de hoy, es más ciencia-ficción que realidad. Una tercera vía sería retrasar la decisión de qué ha-cer con la basura que hay y usar componentes en cohetes y satélites que pudieran, por decirlo así, autodestruirse sin dejar rastro en el futuro, cuando ya no sean útiles. Lo que sea antes de que llegue la mitad del presente siglo, cuando sea tal la maraña de basura que sea imposible lanzar nada al espacio.

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zada por la basura espacial, y el blindaje que lleva incor-porado no es suficiente, se ordena a la tripulación que suba a bordo de la cápsula de rescate para poder dejar la estación si fuese necesario. Es el procedimiento de esca-pe urgente habitual, y ocurre muchas más veces de lo que aquí abajo suponemos. El catálogo de piezas calcu-la que hay más de 50.000 objetos en órbita mayores de un centímetro, el tamaño mínimo necesario para ser un problema. Casi todos en las órbitas bajas, un poco en las geoestacionarias, las más úti-les y complicadas, vitales en las telecomunicaciones. Ya en 2003 había 10.000 per-fectamente identificados, con un peso global por encima de las cinco toneladas, lo que da una idea de la gravedad para la carrera espacial. La misma, por cierto, que irónicamen-te, en este círculo vicioso, alimenta su propio proble-ma: los componentes de las etapas de los cohetes son el mayor problema; queda muy bonito en los vídeos, pero al-gunos de esos fragmentos no se hacen polvo en la reentra-da, sino que se dispersan en

Basurerosespaciales

Desperfectos en el Endeavour por basura espacial

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ESA

Espacio Ciencia

fragmentos más pequeños. Cerca de 100 toneladas de fragmentos generados du-rante aproximadamente 200 explosiones todavía están en órbita.

En 1991 comenzó a registrarse minuciosamen-te este efecto perverso de la tecnología humana: La primera maniobra oficial de la evitación de la colisión de la lanzadera espacial fue du-rante STS-48 en septiembre de 1991. Un encendido del sistema de control durante siete segundos fue vital para evitar un posible encuentro con restos del satélite 955 de Kosmos. Desde entonces ya van al menos tres colisiones en órbita terrestre. Siguien-do el llamado “síndrome de Kessler” (ver despiece ‘¿Qué es la basura espacial?’), cada colisión provocará exponen-cialmente más trozos sueltos, más basura espacial, en una progresión geométrica extre-madamente peligrosa. El valor de esa progresión es que en 200 años habrá más de 18 co-lisiones, de todo tipo, desde satélites a estaciones espacia-les y naves tripuladas. n Basura espacial

Desperfectos en el Endeavour por basura espacial Componente de cohete caído en Texas

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ICANN multiplica la cantidad y variedad de dominios nuevos en Internet, desde un lugar geográfico a bancos y marcas

Barra libre de let

ras en la red

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ICANN multiplica la cantidad y variedad de dominios nuevos en Internet, desde un lugar geográfico a bancos y marcas

Barra libre de let

ras en la red

por Marcos Gil

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Por razones históricas EEUU siempre ha te-nido el control y la gestión de la red (lo inventa-ron ellos, un producto militar que pasó a las uni-versidades y de ahí al resto del mundo). Fueron ellos los que decidieron qué terminaciones y do-minios eran viables o no. Bill Clinton decidió regu-larlo todo, convertir en algo oficial lo que ya era de facto: fue en 1998 cuando creó el ICANN. Lo hizo en California, además, sede de toda o casi toda la industria informática y de internet en el país. ICANN suscribió un memorando de enten-dimiento con el departamento de Comercio de EEUU que se renueva periódicamente; el gobier-no americano tiene derecho a veto, pero no lo ha ejercido nunca para evitar que se le acuse de intervencionismo. Este dominio pone de los nervios a potencias emergentes que no quie-ren que Occidente monopolice internet, como China, Brasil o India, países que han convertido la red y la tecnología en caballos de batalla de su desarrollo. Pero este cambio preocupa a los analistas porque dar el poder de gestión a los gobiernos, además de suponer una menor dili-gencia en la toma de decisiones por culpa de las negociaciones diplomáticas, supondría dar una enorme autoridad a gobiernos que ejercen la censura sobre la Red. Como muestra de la enor-me independencia de ICANN fue la aprobación del registro de xxx como terminación legal, una petición de la industria pornográfica a la que se opusieron muchos gobiernos. Eso da igual: el di-nero es el dinero.

¿Que es ICANN?

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47Quién dijo que internet no tiene go-bierno? Se llama ICANN (Internet

Corporation for Assigned Names and Numbers), y es la entidad que gestiona algo tan fundamental, con la actual estructura de páginas web y correos, la organización de los dominios. Esos puntocom que en realidad son decenas, miles, tantos como países, a los que hay que añadir los com, net, edu u org, pero también ahora muchos más. Uno de los primeros cambios será el permiso para registrar nombres enteros, con lo que, por ejemplo, Madrid se podrá convertir en un dominio al mismo nivel que com o es. Esta decisión es única, ya que se trata de la mayor amplia-ción de toda la historia de la red.

El vigente sistema de dominios se basa en 22 de primer nivel a los que se añaden los propios de cada país (como .es, .de, .it) que

suman 250. A ese restringido grupo se pueden unir a partir de ahora cientos de miles de dominios, tantos como ciudades, empresas, grupos políticos, iglesias o cualquier tipo de asociación. Proble-ma: las marcas tendrán que correr como posesas para poder registrar, por poner un ejemplo, “Ford” como do-minio antes de que un freak cualquiera en algún sótano perdido lo haga por su cuenta y luego obligue a las empre-sas a pasar por caja. El debate en el seno del ICANN vino precedido de las presiones de las compañías para evitar este tipo de situaciones. La entidad es consciente de ello y ya anticipó, en la conferen-cia de prensa en la que se hizo pública la decisión, que serán extremadamente rigurosos con el registro. Es decir, evitar que cualquier ciudadano con espíritu fenicio pueda hacer suyo el domino Coca-Cola y así obligar a la empresa a pagarle. También ha anun-ciado medidas drásticas para aquellos registradores que acepten tramitar dominios fraudulentos como su expul-

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sión del sistema de registro.La gran obsesión de ICANN y de los expertos en la red es evitar, a toda costa, que se cuelen “okupas” cibernéticos que jueguen con los dominios para sacar dinero, poder o influencia en internet. O con-vertir una palabra en un arma política. El registro más básico es el de nombres comunes o comerciales, y si alguien qui-siera registrar un dominio que represente a una comunidad lingüística de presentar una serie de acreditaciones más que seguras para que siquiera el ICANN la tenga en cuen-ta. En el caso de marcas, se distingue entre aquellas que registran su dominio para uso exclusivo de ellas (por ejem-plo, un medio de comunica-ción) o aquellas que puedan abrir el uso de su dominio a terceros (por ejemplo, una red social que venda domi-nios de segundo nivel con su nombre). En el caso de las ciudades, se necesita el apoyo formal de la administración municipal, aunque ella no sea la titular del mismo. Por ejemplo, París puede regis-trar por sí misma el dominio .paris, pero también autorizar a un tercero a hacerlo. Por último hay un tipo de domi-nios que se consideran de alta seguridad. como .banco que además de exigir más com-probaciones para acreditar la capacidad del titular no son transferibles, no puede comerciarse con ellos. n

ICANN

ICANN abrirá las so-licitudes de registro entre el 12 de enero a abril de 2012, con una tasa media de casi 185.000 dólares de inicio y otros 25.000 anua-les por operar en el siste-ma. Una auténtica fábrica de hacer dinero. Además de ser un factor recauda-torio para la propia ICANN, este tipo de tarifas están pensadas para alejar a los ciberokupas, pero qui-zás también a los clientes más modestos. En el caso de nombres geográficos también será complejo determinar quién puede ser el titular del mismo (por ejemplo, .tamesis). Eso sí, se podrán registrar en cualquier idioma oficial o extraoficial, siempre con grafía latina en su resolu-ción de registro (es decir, el alfabeto occidental). Para mejorar la “recaudación” y apertura para todos, ICANN maneja la idea de que para algunos nombres muy abiertos o públicos, no sólo privados (como el de una empresa), se pue-dan hacer subastas de do-minios cuando haya varios interesados. Lo que sí está claro es que las búsque-das en la red van a cam-biar de golpe y porrazo, porque las vías ya no serán menos de 300, sino miles, decenas de miles.

Nuevos registros

tasas y plazos

de tiempo

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Nuevos registros

tasas y plazos

de tiempo

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Las ratas saltaban como ranas encima del cadáver húmedo hundido a medias en la trinchera encharcada. La frase es toda una redundancia acuo-sa, pero es que no paraba de llover. Hacía días que no se veía nada que no fuera la panza grisácea de un cielo que nos odiaba y no paraba de escupirnos. Vladimir y yo mirábamos como idiotas a la familia de ratas negras y grises a juego con el uniforme nazi del cadáver. Teníamos el agua por las rodillas, pero ellas se las ingeniaban para saltar unas enci-ma de las otras, construir un puente y llegar hasta las partes blandas del cuerpo. Se habían abierto camino a través de la ropa empapada y las partes descarnadas ya asomaban: un trozo de costilla, la mandíbula, las cuencas mordisqueadas y vacías de los ojos, como cavernas irregulares, la clavícu-la... Que hubiera caído boca arriba nos regaló una buena imagen de cómo era el círculo de la vida en la madre naturaleza. Y justo en la hora del desayu-no, eufemismo para un trozo de pan rancio y duro de apenas el tamaño de una de aquellas ratas, otro recuerdo más que habría que sumar al resto de ho-rrores. En realidad por una de las puntas irregulares del mendrugo ya amenazaba el ejército del moho a comerse el terreno. Vladimir miraba fijamente la escena, y de vez en cuando asentía. “Qué injusta es la vida en la patria comunista para el soldado”, dijo en voz baja al palpar su rebanada mohosa. “Fíjate bien, camarada, que en la patria soviética todo está pensado para que incluso los compañeros proleta-rios roedores tengan una función industrial con-creta”, respondí. Las carcajadas se oyeron por toda la trinchera tapada con toldos agujereados, y el sar-gento volvió a bramar contra el capullo de Vladimir y contra mí, el bufón español de Ulises Fonseca. Somos bufones haciendo equilibrios sobre el borde de un abismo. Leí esa frase hace muchos años, antes de que nada de lo que cambiaría todo

Ratasnadadoras

pasara, antes de que el Terror llegara hasta mí, antes de que yo fuera un hombre y todo tuviera cierto sentido. No le di la menor importancia. Pero ahora, apenas veinte años más tarde, puedo decir que no sólo somos bufones haciendo equilibrios sobre el borde del abismo, también aseguro que tenemos los ojos vendados y que no sabemos que ni hay red ni lo profundo que puede llegar a ser el abismo. Como hojas que se lleva el viento. Yo caí de la silla en la que me había tocado hacer equilibrios en el filo, pero en el último instante mis dedos pudieron asirse a una de las patas y así estuve durante veinte años, continuamente col-gado a punto de caer. Salvo las ratas, ellas sabían perfectamente lo que tenían que hacer. Llevaba su propio sistema comunitario de fagotización de lo que nosotros dejábamos por ahí tirado, desde co-mida estropeada (si es que no se la zampaba algún desesperado antes) a los cadáveres. Ellas son el mayor recuerdo que tengo de Stalingrado, el más claro y concreto, como si todo lo asociado a aquel infierno no fuera más que un mal sueño. Me preguntan ahora qué recuerdo de ser un estúpido español en una batalla estúpida en un país todavía más estúpido, en una guerra que era todo lo anterior unido en una sola cadena de eslabones. Pienso y lo tengo: una rata intentado no caerse al agua, una lucha titánica con muchas de sus hermanas por no ahogarse al mismo tiempo que degustaban el cadáver de un inservible nazi. n

por Luis Cadenas Borges

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Flor de madera y piedraVitoria o Gasteiz, da igual, es la ciudad donde todos querríamos vivir de poder elegir

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Flor de madera y piedraVitoria o Gasteiz, da igual, es la ciudad donde todos querríamos vivir de poder elegir

por Luis Cadenas Borges (textos y fotos)

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El aire es el que marca las ciudades. La atmósfera que la impregna y que suele proceder de cómo es la socie-

dad sobre las que se asienta. Vitoria es el ejemplo perfecto de cómo una ciudad media puede convertirse en el espejo en el que mirarse. Enclavada en un cruce de caminos, fue siempre un punto estratégico y apetecible, aprisionada por Roma primero, por los cris-tianos después. En ese cruce surgió la aldea de Gasteiz, la villa de Vitoria, un modelo de desarrollo urbano de calidad y guía para muchas otras. En ese modelo, que el viajero podrá disfrutar y percibir desde que se baje del tren o el autobús, se unen criterios de cohesión social, habitabilidad, respe-to al entorno, accesibilidad, conservación, recuperación del patrimonio y programas de integración y participación social. Después de Gerona, es la segunda urbe de España

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con mayor calidad de vida, la ciudad española con más zo-nas verdes, 42 m² por persona contando el Anillo Verde, y la segunda si sólo se cuentan las áreas verdes dentro de la ciudad con 23,4 m² por per-sona. Es, también, la pequeña Berlín del norte por el uso de la bicicleta entre los ciudada-nos, uno de esos baremos que miden el civismo de los habi-tantes de una ciuda que dis-pone igualmente de un fluido servicio de bus urbano y un tranvía que recorre el centro y periferias de la ciudad. Dise-ñada siguiendo las reglas de una fortificación, la capital del País Vasco es irónicamente un pedazo más avanzado de Cas-tilla y León, una tierra mestiza donde lo castellano y lo vasco se fusionan para crear algo nuevo con lo que cualquiera podría identificarse: la sombra del nacionalismo con prefijo “eusko” está presente, pero no pasa de un par de palabras, la manía de cantar en coros a todas horas y la gastronomía

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61(Dios os salve, euskaldunes, por haberla inventado). Tiene el equilibrio perfecto entre la riqueza empresarial, la vida comercial y la tranquilidad de una urbe que vista desde el cielo parece una gran flor de piedra y madera: un núcleo medieval abigarrado, rodeado de ensanches decimonónicos y a su vez de cuatro grandes parques (uno interior, el Par-que de La Florida, donde se le-vanta el Parlamento vasco y la mole neogótica de la Catedral de María Inmaculada), como Salburua, Olárizu, el bosque de Armentia y Zabalgana.

El corazón de la ciudad está hecho para gastar suelas, para dejarse llevar y que los tobillos hagan su trabajo, pen-sada para pararse cada poco a por un corto y un pincho: mejor dicho, “pintxo”. Una parte es ese cerro conquistado por los señores feudales que fundaron la ciudad en esa ele-vación fortificada. Intramuros

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63quedaron los restos romá-nicos y góticos de la ciudad, modelada de forma radial y que coge la forma de una gran almendra de calles estrechas y desiguales, como capas que se desparraman y que son cortadas longitudinalmente por otras vías. Dentro de ese recinto que es patrimonio histórico, habitado y conser-vado para su uso, sin una sola casa abandonada. Ésta últi-ma se encuentra en el borde mismo del casco histórico, compartiendo espacio con su vecina, la plaza de la Virgen Blanca, donde se levanta el monumento a la batalla de Vitoria de la Guerra de la In-dependencia. Más allá de los límites, ya dentro de la zona de la Senda y el Ensanche, la ciudad se puebla de palacetes burgueses y oligárquicos surgi-dos con la industrialización y que le dan ese aspecto tan típico de las urbes burguesas del norte de España. Fue un siglo XIX que dejó, además del mencionado Ajuria Enea,

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vitoria-gasteiz.org

vitoria-virtual.com

el palacio Zulueta, la Casa Zuloaga, el Museo de Bellas Artes…, todas construcciones únicas. Mención aparte mere-ce el Artium, el centro de arte vasco y uno de los grandes arcones del arte contempo-ráneo nacionales. Situado entre el número 26 y el 16 de la larga calle de Francia, es la esencia misma de la moder-nidad vitoriana: el precio de la entrada la pone el propio visitante, y en sus dos niveles se pueden encontrar escultu-ras únicas de Juan Muñoz (uno de los grandes de las últimas décadas) o Francesc Torres. Arte, vida y cultura unidas, dos nombres para una misma urbe que es el sueño de todo hombre o mujer con sentido común. Quién pueda, que la disfrute. n

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