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El entorno arqueológico del valle de Sacul en las Montarias Mayas de Guatemala JUAN PEDRO LAPORTE ROLANDO TORRES HECTOR ESCOBEDO PAULINO MORALES El valle de Sacul es parte del sector norte de las Montañas Mayas guatemaltecas, a 16 kilómetros del límite con Belice. Sacul es uno de la serie de valles y mesetas que conforman la región Sureste de Petén, la cual incluye además planicies fluviales y Ilanuras interiores, siendo parte integral de las Tierras Bajas Mayas Centrales (figura 1). Las Montañas Mayas consisten en rocas sedi- mentarias paleozoicas (esquistos, pizarras, rocas areniscas y sedimentos marinos), con la intrusión de rocas volcánicas que incluyen granito y cuarci- ta, por lo que hay vetas de pedernal,cuarzo y pirita. El valle de Sacul muestra un paisaje más escarpado que los sectores de meseta de Dolores y Popt ŭ n, con alturas que oscilan entre 450 y 650 metros SNM (figura 2), es decir, parte de la montaña alta, siendo principalmente caliza cretácica. La erosión de este material es importante en la formación del suelo, desarrollado sobre rocas calcáreas a eleva- ciones bajas; también hay suelos aluviales siguien- do el cauce de los numerosos ríos que drenan el área (Ower, 1928; Dickerson y Weisbord, 1931; IGN, 1972; Hammond, 1975; E. Graham, 1987a). Aunque la productividad de estos suelos no es conocida, su producción actual de maíz y frijol es importante, con el cultivo de dos cosechas anuales (Culbert et al., 1978; Wilk, 1985). El río Sacul surca este valle en dirección norte; pertenece al sistema de drenaje del alto río Mopán, drenando el flanco noroeste de las Montañas Mayas. Llega a resumirse conjuntamente con los ríos Xaan y Mopán para luego resurgir en forma navegable, cruzando las sabanas y Ilanuras de Ucanal hasta Ilegar a Melchor de Mencos como río Mopán y al Caribe como río Belice (figuras 1 y 2). Los picos montañosos que rodean el valle de Sacul sostienen bosque primario, mientras que tie- rras más aptas están cultivadas con milpería y habilitadas para potrero. Son abundantes las cres- tas calizas y el terreno es irregular, formando áreas reducidas a las riberas del río y un angosto sector Ilano, todo lo cual no alcanza a tener más de 1 kilómetro de ancho, flanqueado por altos paredo- nes calizos desarrollados en un sentido norte-sur, Ilegando a cerrarse a manera de tener solamente 500 metros de ancho (figura 2). En el extremo norte, el paso se ensancha y culmina en una ŭ ltima zona de acantilados que se abre a la región de Limones, de unos 5 kilómetros cuadrados, rodeada por cerros aislados. El valle de Sacul es un claro ejemplo de paso de montaña, resaltando sus posibilidades en las redes de comercio e intercambio desarrolladas en las Tierras Bajas Mayas Centrales (figura 1). Proce- dente del norte, esta ruta podría continuar de Sa- cul hacia el sur (Popt ŭ n, 27 kilómetros; Naj Tu- nich, 28 kilámetros), el oeste (Xaan, 5 kilómetros; Ixtontón, 12 kilómetros) o seguir la alta montaña hacia el este. A la inversa, la ruta procedente del sur, luego de alcanzar a Limones, descendería ha- cia la sabana del medio río Mopán, pudiendo diri- girse hacia el norte (Ucanal, 34 kilómetros), nores- te (Caracol, 29 kilómetros) o noroeste (El Chal, 41 kilómetros). Otros pasos de montaña de carácter similar al de Sacul se conocen en el flanco noroes- te de las Montañas Mayas (Yaltut ŭ , lxk ŭ n). En el reconocimiento efectuado en la planicie y en los cerros que bordean al valle de Sacul fueron determinados cinco centros arqueológicos. Estos fueron denominados siguiendo una numeración ascendente por no contar con distancias suficien- temente grandes como para que cada paraje ad- quiera su propio nombre. De esta manera, el cono- cido sitio de Sacul se torna en Sacul 1, Ilegando a numerar hasta Sacul 4. El quinto sitio de este valle está ubicado al extremo norte del recorrido, por lo que ya pertenece a la región de Limones. Otras áreas de las Montañas Mayas han sido documentadas a nivel arqueológico, principalmen- te Caracol (Chase y Chase, 1987), Hatzcab Ceel (Thompson, 1932), Stann Creek (E. Graham, 1983) y Lubaant ŭ n (Hammond, 1975) en Belice, así como en las zonas de Popt ŭ n (Shook y Smith, 1950), San Luis (Satterthwaite, 1961) y Dolores (I. Graham, 1980; Laporte et al., 1989B).

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  • El entorno arqueológico del valle de Saculen las Montarias Mayas de Guatemala

    JUAN PEDRO LAPORTEROLANDO TORRESHECTOR ESCOBEDOPAULINO MORALES

    El valle de Sacul es parte del sector norte de lasMontañas Mayas guatemaltecas, a 16 kilómetrosdel límite con Belice. Sacul es uno de la serie devalles y mesetas que conforman la región Surestede Petén, la cual incluye además planicies fluvialesy Ilanuras interiores, siendo parte integral de lasTierras Bajas Mayas Centrales (figura 1).

    Las Montañas Mayas consisten en rocas sedi-mentarias paleozoicas (esquistos, pizarras, rocasareniscas y sedimentos marinos), con la intrusiónde rocas volcánicas que incluyen granito y cuarci-ta, por lo que hay vetas de pedernal,cuarzo y pirita.El valle de Sacul muestra un paisaje más escarpadoque los sectores de meseta de Dolores y Popt ŭ n,con alturas que oscilan entre 450 y 650 metrosSNM (figura 2), es decir, parte de la montaña alta,siendo principalmente caliza cretácica. La erosiónde este material es importante en la formación delsuelo, desarrollado sobre rocas calcáreas a eleva-ciones bajas; también hay suelos aluviales siguien-do el cauce de los numerosos ríos que drenan elárea (Ower, 1928; Dickerson y Weisbord, 1931;IGN, 1972; Hammond, 1975; E. Graham, 1987a).Aunque la productividad de estos suelos no esconocida, su producción actual de maíz y frijol esimportante, con el cultivo de dos cosechas anuales(Culbert et al., 1978; Wilk, 1985).

    El río Sacul surca este valle en dirección norte;pertenece al sistema de drenaje del alto río Mopán,drenando el flanco noroeste de las MontañasMayas. Llega a resumirse conjuntamente con losríos Xaan y Mopán para luego resurgir en formanavegable, cruzando las sabanas y Ilanuras deUcanal hasta Ilegar a Melchor de Mencos como ríoMopán y al Caribe como río Belice (figuras 1 y 2).

    Los picos montañosos que rodean el valle deSacul sostienen bosque primario, mientras que tie-rras más aptas están cultivadas con milpería yhabilitadas para potrero. Son abundantes las cres-tas calizas y el terreno es irregular, formando áreasreducidas a las riberas del río y un angosto sectorIlano, todo lo cual no alcanza a tener más de 1

    kilómetro de ancho, flanqueado por altos paredo-nes calizos desarrollados en un sentido norte-sur,Ilegando a cerrarse a manera de tener solamente500 metros de ancho (figura 2). En el extremonorte, el paso se ensancha y culmina en una ŭ ltimazona de acantilados que se abre a la región deLimones, de unos 5 kilómetros cuadrados, rodeadapor cerros aislados.

    El valle de Sacul es un claro ejemplo de paso demontaña, resaltando sus posibilidades en las redesde comercio e intercambio desarrolladas en lasTierras Bajas Mayas Centrales (figura 1). Proce-dente del norte, esta ruta podría continuar de Sa-cul hacia el sur (Popt ŭ n, 27 kilómetros; Naj Tu-nich, 28 kilámetros), el oeste (Xaan, 5 kilómetros;Ixtontón, 12 kilómetros) o seguir la alta montañahacia el este. A la inversa, la ruta procedente delsur, luego de alcanzar a Limones, descendería ha-cia la sabana del medio río Mopán, pudiendo diri-girse hacia el norte (Ucanal, 34 kilómetros), nores-te (Caracol, 29 kilómetros) o noroeste (El Chal, 41kilómetros). Otros pasos de montaña de caráctersimilar al de Sacul se conocen en el flanco noroes-te de las Montañas Mayas (Yaltut ŭ , lxk ŭ n).

    En el reconocimiento efectuado en la planicie yen los cerros que bordean al valle de Sacul fuerondeterminados cinco centros arqueológicos. Estosfueron denominados siguiendo una numeraciónascendente por no contar con distancias suficien-temente grandes como para que cada paraje ad-quiera su propio nombre. De esta manera, el cono-cido sitio de Sacul se torna en Sacul 1, Ilegando anumerar hasta Sacul 4. El quinto sitio de este valleestá ubicado al extremo norte del recorrido, por loque ya pertenece a la región de Limones.

    Otras áreas de las Montañas Mayas han sidodocumentadas a nivel arqueológico, principalmen-te Caracol (Chase y Chase, 1987), Hatzcab Ceel(Thompson, 1932), Stann Creek (E. Graham,1983) y Lubaant ŭ n (Hammond, 1975) en Belice,así como en las zonas de Popt ŭ n (Shook y Smith,1950), San Luis (Satterthwaite, 1961) y Dolores(I. Graham, 1980; Laporte et al., 1989B).

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    MAYAB

    Figura 1. Localización del Sureste de Petén.

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    J. P. LAPORTE, R. TORRES, H. ESCOBEDO, P. MORALES 17

    Figura 2. Plano de la región de Dolores y del valle de Sacul.

    SACUL 1

    El sitio fue reconocido por lan Graham en 1972,realizando un plano preliminar de la parte centraldel asentamiento (Grupo Oeste), además de unregistro de sus monumentos, trabajo que formaparte del Corpus of Maya Hieroglyphic Inscrip-tions (Museo Peabody, Universidad de Harvard;Mayer, 1989). Posteriormente a esta visita, depre-dadores fragmentaron las estelas 1, 6 y 9, sus-trayendo solamente el panel 1 de la estela 1. En1973, trabajadores del Instituto de Antropología eHistoria de Guatemala intentaron sin éxito el res-cate de estos monumentos fragmentados. Sin em-bargo, el beneficio de esta acción fue el delimitarun área restringida que ahora conserva a Sacul 1

    como uno de los principales centros arqueológicosde Petén.

    En 1 985 se Ilevó a cabo un nuevo plano prelimi-nar de los grupos que componen el sector centraldel sitio (Laporte y Torres, 1987), lo cual condujoa que desde 1987, el Atlas Arqueológico de Gua-temala, como parte del reconocimiento del área engeneral, Ilevara a cabo un levantamiento y limita-das excavaciones de sondeo en Sacul 1 y en elvalle al cual se asocia. A partir de 1 988 se haprocedido a hacer un nuevo registro y documenta-ción de los monumentos del sitio, en base a di-bujos y fotografías actuales y su comparación conlos de Graham, así como lecturas de sus inscrip-ciones (Escobedo, 1990).

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    El área ceremonial

    Por su delimitación como reserva, las plazas queconforman el centro ceremonial han conservado suvegetación primaria, la cual incluye abundantepalma. El área ceremonial se encuentra sobre unaelevación natural de unos 40 metros de altura,nivelada para formar dos amplias terrazas en lacima, la inferior sustentando al Grupo Oeste (Gru-po A), compuesto por tres conjuntos de estructu-ras, mientras que la terraza superior sostiene alGrupo Este (Grupo B) con otras importantes edifi-caciones. Terrazas menores se encuentran en lasfaldas del cerro conteniendo grupos de menor di-mensión que los de la cima (figura 3).

    Grupo Oeste (Grupo A)

    Representa el sector de mayor complejidad delcentro ceremonial (figura 4), compuesto por tresconjuntos arquitectónicos de función ritual, socialy política diferenciada, a los cuales también seasocian los monumentos tallados y lisos que seconocen en Sacul. La Plaza A contiene un conjun-to de estructuras cuyo patrón refiere un Complejode Conmemoración Astronómica. Al este de lainterior, la Plaza B conforma un campo de Juego

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    Figura 3 Planta de Sacul 1

    de Pelota. La Plaza C representa un grupo deestructuras dispuestas siguiendo un patrón triádicoa manera de formar una acrópolis.

    Plaza A: Complejo de ConmemoraciónAstronómica

    Ocupa el sector central del Grupo Oeste y en suplaza se encuentran la mayoría de monumentostallados del sitio, dentro de un área de 2.100metros cuadrados y con una desviación general de19 (figura 4). La conformación estructural de estecomplejo astronómico es similar a los conocidosen la región, siendo las dos estructuras que formanel eje normativo de la misma altura, la PlataformaEste de 5,20 metros y la Estructura Oeste de 4,85metros. Sin embargo, resulta particular esta ŭ ltimano sea un basamento piramidal como en otroscasos, sino que una edificación de planta rectan-gular que pudo sostener alg ŭ n tipo de construc-ción. Esta combinación estructural difiere del pro-totipo regional establecido para las MontañasMayas, aunque la presencia de un segundo com-plejo astronómico en el sitio, en ese caso de patrónortodoxo, podría indicar que el conformado en elGrupo Oeste fue habilitado rápidamente para darcabida a la serie de estelas y altares del siglo viii.Para entonces, este tipo de conjunto podría yahaber perdido la significación ritual que les carac-terizara, por lo que el complejo astronómico de laPlaza A no tuvo el largo desarrollo arquitectónicoreflejado por otros conjuntos de carácter similar.

    Plaza B: Juego de PelotaUbicada al este del complejo astronómico (figu-

    ra 4), la Plaza B representa un espacio de 4.200metros cuadrados en cuya parte central se elevandos estructuras paralelas que promedian 3,40 me-tros de altura, con función de terreno para el Jue-go de Pelota, con 17 metros de largo y 4 metros deancho, conformando una cancha de 90 metroscuadrados. Su conformación estructural se ajustaal patrón general de la región, siendo del tipoabierto con banquetas inclinadas (Taladoire,1981). También participa de la orientación generalnorte-sur que muestran los demás casos conoci-dos en la región, aunque con una desviación de 20al noroeste. La estructura al oeste del conjuntomuestra el adosamiento de una plataforma. El ma-terial recuperado indica su uso en el Clásico Tar-dío.

  • J. P. LAPORTE, R. TORRES, H. ESCOBEDO, P. MORALES 19

    Plaza C: Acrópolis o Grupo de Patrón TriádicoUbicada al lado norte del Grupo Oeste (figura

    4). Consiste en un alto basamento de 68 metros delargo y 60 metros de ancho, de esquinas redon-deadas, con una altura aproximada de 11,50 me-tros sobre el nivel de plaza, el cual tiene unamarcada desviación (55 NE) en relación al resto deestructuras que conforman el sitio. Es una cons-trucción artificial con relleno de tierra y lajas cali-zas. La escalinata al frente suroeste se caracterizapor tener las huellas más anchas que la altura delas contrahuellas. Los materiales cerámicos recu-perados indican que su construcción y ocupaciónson del Clásico Tardío.

    En la parte superior del basamento se encuentraun conjunto de doce estructuras entre plataformas

    y basamentos piramidales, asociados a dos pisosde ocupación, el superfical y un segundo a 0,53metros profundidad, sobre un área ŭ til de plaza de1.500 metros cuadrados. También se encuentra laestela 11, lisa, a la cual Graham en su plano leadjunta un altar que no ha sido localizado; frag-mentos de un segundo monumento liso (estela14) fueron ubicados junto a la estructura 6.

    Por su dimensión resaltan tres estructuras agru-padas alrededor de una plazuela abierta hacia elsur (205 metros cuadrados), dos de la misma altu-ra (4 metros) ocupan los lados este y oeste, mien-tras que otra más alta (6 metros) se encuentra alnorte. Esta disposición es un claro ejemplo delpatrón de arquitectura triádica, lo cual implica laafiliación de esta zona a las corrientes sociales y

    Figura 4. Planta de los Grupos Este y Oeste de Sacul 1.

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    políticas que fomentaron la presencia de este pa-trón arquitectónico a partir de la época Preclásicaen los sitios de las Tierras Bajas Mayas Centrales.En la región norte de las Montañas Mayas sola-mente se conocen dos ejemplos de este tipo deconjunto arquitectónico, Sacul 1 e lxk ŭ n, siendomás bien característica su ausencia en centrosmayores como Ixtontón.

    Otras estructuras en el Grupo OesteExiste un n ŭ mero de estructuras de menor ta-

    maño que acompañan a los mencionados conjun-tos de función determinada. Estas son en generalpequeños basamentos rectangulares concebidospara delimitar a los conjuntos arquitectónicosmayores, especialmente en las zonas próximas aldescenso de la terraza que sostiene al Grupo Oeste(figura 4).

    Los monumentos del Grupo Oeste (Plaza A)Característica sobresaliente en Sacul 1 es la pre-

    sencia de monumentos lisos y tallados. Las estelasrefieren su erección en el Clásico Tardío, siendoposible datar con mayor precisión a las estelas 1 y9, y en menor grado los restantes monumentostallados, siendo necesario para su correcta inter-pretación un análisis de las interrelaciones históri-cas y políticas en la región en general (Escobedo,1990).

    Seis monumentos tallados (siete si se incluye ala estela 13), siete estelas lisas y siete altares lisosde Sacul (incluyendo el que Graham concede a laestela 11) se asocian al Grupo Oeste y, en sumayoría, a la plaza del complejo astronómico (Pla-za A, figura 4). Frente a la Plataforma Este losmonumentos integran dos filas bien definidas. Enla fila frontal se encuentran dos monumentos depiedra caliza con sus respectivas espigas en posi-ción original. Una de ellas, la del eje normativo,corresponde claramente a la estela 6, la que estáquebrada frente a ella, presentando un altar aso-ciado. La otra es una espiga ubicada al norte de laanterior, de la cual no se conoce la porción restan-te, siendo, por lo tanto, un monumento faltante enSacul.

    En la fila posterior se encuentran cinco estelaslisas (4, 5, 7, 8 y 12). Las estelas 7 y 12 son depizarra, exfoliadas en placas delgadas planas; seconsidera que de éstas, la 7 (quebrada) correspon-de a ese lugar, mientras que la 12 (entera) parecehaber resbalado de la Plataforma Este. Las demás

    estelas lisas (4, 5 y 8) son de caliza fosilífera olumaquela, roca sedimentaria donde sobresalen in-clusiones fósiles de organismos calcáreos marinos,en general conchas.

    De los monumentos erigidos frente a la Platafor-ma Este del complejo astronómico, solamente laestela 6 (figura 8) es relevante para problemáticasde carácter cronológico, aunque su fecha dedica-toria es indeterminada, ya que solamente presentala Rueda Calendárica 1 Mulu, 8 Zip. Por otra parte,esta fecha podría conmemorar el nacimiento delgobernante representado en la estela, a juzgar porla presencia del verbo de la rana virada siguiendo adicha fecha (A3). Una clave para conocer la data-ción aproximada de la estela 6 se encuentra en lasimilitud estilística que muestran los atuendos delos personajes representados en esta estela y en laestela 11 de Naranjo, cuya fecha dedicatoria enRueda Calendárica es 6 Ben 6 Kankín, correspon-diente en Cuenta Larga a 9.18.13.3.13 (803 DC; I.Graham, 1978).

    Hay cuatro estelas más (1, 2, 3 y 9) en asocia-ción a la Plaza A (figura 4). Todas ellas estáncaídas, dos se encuentran en su lugar original (2 y3), asociadas a sus respectivos altares. La estela 2(figura 6), situada al este, representa dos perso-najes enfrentados y un prisionero en la parte infe-rior, tema similar a la estela 1 de lxk ŭ n. Su data-ción podría estar cercana a 9.18.0.0.0 (790 DC),debido a que parece conmemorar el mismo eventoregistrado en la estela 1 de lxk ŭ n, monumento quedaa de tal fecha y que presenta como uno de losdos personajes principales retratados, al gobernan-te 1 de Sacul con sus glifos nominales (A5-B5) yglifo emblema (A6).

    La estela 3, al oeste del anterior monumento,tiene una serie de tres cartuchos jeroglíficos labra-dos (figura 7). Sin embargo, está demasiado ero-sionada como para permitir su lectura, aunque esevidente que tuvo registradas varias fechas enRueda Calendárica. Su diseño es similar a la estela12 de lxk ŭ n.

    También en la Plaza A, otros dos monumentos(1 y 9) fueron colocados en este sector en la labordel salvamento arqueológico. Debe hacerse notarque frente a la espiga de la estela 1, monumentode pizarra de grano fino, en 1989 fue localizado unaltar liso de piedra caliza, por lo que es posible quela estela se encuentre cerca de su lugar original. Laestela 1 (figura 5), la más temprana del sitio, tienedos fechas: a) fecha dedicatoria 9.16.10.0.0 1

  • ESTELA 1

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    J. P. LAPORTE, R. TORRES, H. ESCOBEDO, P. MORALES

    21

    Ahau 3 Zip (761 DC); b) n ŭ mero de distanciacorrespondiente a 9.16.8.16.1 5 Imix 9 Pop (760DC). Fue erigida por el gobernante 1, cuyo nom-bre se encuentra registrado en la misma (A8-B8).

    La estela 9 (figura 9) tiene la fecha dedicatoria9.18.0.0.0 11 Ahau 18 Mac (790 DC). Si fuesecorrecta la relación propuesta entre las estelas 1 delxk ŭ n y 2 de Sacul, la estela 9 también podríahaber sido erigida por el gobernante 1, aunque losglifos que ocupan la posición en donde se lemencionaba están erosionados (F1-F3). La posi-ción original de este monumento pudo ser la basede la calzada que conduce hacia el Grupo Este(seg ŭ n lo indican quienes movieron el monumen-to) y no a la posición que Graham le asignara ensu levantamiento, al oeste del Juego de Pelota, endonde se encuentra en su sitio la espiga de laestela 13, con un altar asociado, la cual quizásestuvo tallada y fue saqueada antes de queGraham pudiese registrarla. Dicho fragmento basal

    Figura 5. Estela 1.

    Figura 6. Estela 2.Figura 7. Estela 3.

    claramente no pertenece a la estela 9, cuya espigacaida se observa muy cerca de la anterior. En estamisma sección hay otros fragmentos de monu-mentos removidos no numerados.

    Frente a la estructura 7, en el sector noroeste dela Plaza A, se localiza caída la estela 10 con surespectivo altar liso, la cual podría ser uno de losmonumentos más tardíos de Sacul 1, si no es elŭ ltimo (figura 10). Aunque su fecha dedicatoria esincierta, quizás corresponda a 9.18.10.0.0 10 Ahau8 Zac (800 DC). Parece haber tenido además otrasfechas representadas por n ŭ meros de distancia hoyilegibles.

    Grupo Este (Grupo B)

    Se encuentra sobre una terraza más elevada quedefine la sección superior del sitio, la cual se al-canza siguiendo una calzada que corre en direc-

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    ción sureste (107), de 130 metros de largo y 14metros de ancho, con pronunciada inclinación(13), delimitada por parapetos (figura 4). El grupoconsiste en nueve estructuras que comparten lamisma plataforma basal, la cual corona el sectorsuperior del sitio. Se conforman dos sectores, uncomplejo astronómico como conjunto central(Plaza D) y una extensión hacia el norte (Plaza E oNoreste), en donde la estructura principal ocupa ellado norte de la plaza y cuya función no es posibleprecisar.

    Plaza D: Complejo de ConmemoraciónAstronómica

    Se trata de un segundo complejo astronómicoen Sacul 1 y, aunque no se asocian monumentosen su plaza, pudo ser más temprano e importante anivel ritual que el conformado en el Grupo Oeste,al ser de mayor dimensión, mostrando una estruc-turación tradicional y asentado sobre la mayorelevación del sitio. Las estructuras están dispues-tas alrededor de una plaza de 1.200 metros cua-drados, con una fuerte desviación de 48°, la mayorconocida en la región. En la Pirámide Oeste no sedefinieron elementos arquitectónicos, pero su po-sición y forma general indican la presencia de dosescalinatas referidas al eje normativo, con la dellado oeste asociada a la calzada que une a esteconjunto con el Grupo B. Otra estructura de 2,60metros de altura ocupa el lado sur, mientras que lasdemás son pequeños basamentos que cierran laplaza. El complejo astronómico de la Plaza Este deSacul 1 es un buen ejemplo del tipo de complejoen donde es más elevada la Pirámide Oeste (7,40metros) que la Plataforma Este (4 metros), situa-ción no compartida por los demás complejos delárea, los cuales enfatizan la similitud en altura delos componentes del complejo, salvo el caso deSacul 2, donde el comportamiento es a la inversa,siendo más elevada la Plataforma Este (figura 16).

    Plaza E: Plaza NoresteResalta la presencia del edificio ubicado en la

    sección norte del grupo, en una plaza de 600metros cuadrados (figura 4), el cual comparte losrasgos diagnósticos de las estructuras que integranel lado este de los complejos astronómicos encuanto a la longitud de la plataforma y la presenciade un templete en la parte central, ŭ nico casoconocido hasta el momento en el reconocimientode los sitios de la región de Dolores y áreas cerca-

    nas que refiere una edificación de este tipo encontexto no astronómico. Esta estructura tiene5,50 metros de altura, por lo tanto, más alta que laPlataforma Este del complejo astronómico del pro-pio Grupo A. En asociación a esta estructura fuelocalizado el Escondite 1.

    Escondite 1Un indicador de la importante posición de Sacul

    1 con respecto a las rutas comerciales a través delas Montañas Mayas es el hallazgo de una concen-tración cerámica ritual en la estructura del extremonorte de la Plaza Noreste, posiblemente colocadapor un grupo dedicado al comercio como ofrendaa una zona de paso. El material corresponde alClásico Tardío o Terminal.

    El escondite, a 0,70 metros de profundidad des-de la parte superior del templete ubicado sobredicho basamento, estuvo compuesto por 229 va-sijas completas y abundantes piezas fragmentadaspor el peso de las colocadas en la parte superior,además de gran cantidad de tiestos en la parteinferior. Hubo cuatro incensarios completos en po-sición sobre su base pedestal, los cuales muestranespecies de asas de dos apoyos invertidas hacia elinterior de la pieza, similares al reportado en unaconcentración de materiales encontrada en la Pla-taforma Este del complejo astronómico de CahalPichik en las Montañas Mayas beliceñas (Thomp-son, 1931). Al centro del hallazgo y sobre losdemás materiales se encontró un incensario cilín-drico orientado al oeste, con la representación deuna deidad antropomorfa. Sobre todo ello hubouna figurilla antropomorfa tallada en piedra, colo-cada en posición dorsal, con la cabeza al este.

    La mayoría de ejemplares son platos de baseplana, colocados a manera de apilamientos conhuella de haber estado amarrados. Todos los pla-tos son similares salvo en el resultado de la coc-ción y modelado, resaltando la irregularidad de losbordes, paredes y grosor. En general no muestranengobe y de tenerlo, éste es de color rojo o café.La decoración es escasa y solamente se observanalgunos casos con acanaladura o incisión cerca delborde.

    La calzada este-oeste (figura 4)

    En la cercanía del Grupo H y dentro del potreroque separa al Cerro Sacul de otras elevactones al

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    ESTELA 6

    FIGURA 8

    511

    ••1•00 . C••••,0Dt .972, • 1•0.1..1.9 I

    ESTELA 9

    FMURA 9

    SACUL I

    J. P. LAPORTE, R. TORRES, H. ESCOBEDO, P. MORALES

    23

    norte se encuentra una calzada claramente delimi-tada por las elevaciones laterales hechas con pie-dra cortada que indican su dirección este-oeste(75 NE); se encuentra parcialmente erosionada.Esta calzada cruza hacia el sur hasta alcanzar alCerro Sacul por su lado norte; es posible, por lotanto, que, aunque de manera a ŭ n indefinida, estacalzada ascienda el cerro y alcance la plaza C, endonde se asienta el campo de Juego de Pelota delGrupo Oeste.

    Grupos habitacionales correspondientesa Sacul 1 (figura 3)

    Los reconocimientos del área periférica a Sacul1 no han sido tan extensivos como los efectuadosen la región de la meseta de Dolores, por lo que sele pueden adscribir pocos grupos de habitación.Fueron determinados varios de ellos al norte delCerro Sacul; sin embargo, la zona de mayor con-centración puede encontrarse hacia el sur del sitio,en el área conocida como Sacul Arriba, actualmen-te mantenido como zona de potrero, en dondefueron observados varios grupos dispuestos entorno a plazuelas, de los cuales a ŭ n no se cuentacon levantamiento.

    En el propio Cerro Sacul fueron determinadosuna serie de cinco grupos dispuestos sobre terra-zas menores (Grupos C a G). Otros dos gruposfueron reconocidos fuera del cerro, tanto en terre-no plano como sobre otra elevación (Grupos H eI). En general son asentamientos compuestos porestructuras de baja altura alrededor de plazas quepromedian 485 metros cuadrados. Tienen platafor-ma basal delimitando al área nivelada. No parecehaber una preferencia por alg ŭ n patrón definido,sean éstos abiertos o cerrados. Los grupos habita-cionales de Sacul 1 comparten el incluir un prome-dio de cinco estructuras, un tanto mayor que loobservado para otros sectores del norte de lasMontañas Mayas.

    Consideraciones cronológicasreferentes a Sacul

    No se han Ilevado a cabo trabajos de excavaciónen las distintas estructuras y conjuntos arquitectó-nicos de los dos grupos que componen el centroceremonial de Sacul 1. Por algunos sondeos, en el

    Figura 8. Estela 6.Figura 9. Estela 9.

    Grupo Oeste fue determinada la existencia de dosestadios constructivos marcados por pisos estuca-dos, afectando en cada ocasión al área total delgrupo. El piso inferior representa la nivelación ori-ginal, cubriendo a la roca natural (1,50 metros deprofundidad) con un relleno de tierra; los tiestoscerámicos, mezclados con materiales de épocasanteriores, datan del Clásico Tardío. Posteriormen-te, a ŭ n en dicho período, fue tendido un nuevopiso en las plazas, 0,20 metros más elevado, ac-tualmente erosionado. Los materiales que refierenal Preclásico son indicio de que hubo alguna ocu-pación cercana al Cerro Sacul, sin implicar queésta se Ilevó a cabo en el lugar que actualmenteocupa el centro ceremonial.

    En el Grupo Este existió una niyelación de 0,80metros sobre la roca natural, con dos posiblesestadios constructivos. Materiales cerámicos

  • 24 MAYAB

    apuntan a etapas anteriores al Clásico Tardío, perono conforman una muestra diagnóstica. La confi-guración estructural del complejo astronómico esindicio de que fue construido antes que el delGrupo Oeste, siendo así la sección más tempranadel centro ceremonial de Sacul 1. Se desconoce sila construcción del complejo astronómico es con-temporánea al conjunto ubicado en la Plaza No-reste, una situación poco probable dada la presen-cia del escondite de época Clásica Terminal en laestructura principal de esta plaza.

    Las estelas de Sacul 1 datan del período ClásicoTardío, comprendiendo fechas entre el 760 DC(9.16.8.16.1 5 Imix 9 Pop) y el 800 DC(9.18.10.0.0 10 Ahau 8 Zac). Este rasgo es similaral estilo y fechas registradas en los monumentosde los sitios vecinos de lxk ŭ n, Ixtutz, Ixtontón, ElChal y Xutilhá, que presentan aproximadamente el

    Figura 10. Estela 10.

    mismo rango de variación cronológica, aspectoque tiene importantes implicaciones en la historia yevolución de la organización sociopolítica de loscentros mayores de la región.

    SACUL 2

    Ubicado a 2,5 kilómetros al norte de Sacul 1,ocupando un reducido sector en la margen orientaldel río Sacul, parte del cañón formado por paredo-nes calizos que se extiende hacia el norte alcan-zando el valle de Limones (figura 2). En la parteposterior de Sacul 2 se eleva un escarpado cerroa ŭ n no escalado. Aunque Sacul 2 consta de dosgrupos ceremoniales bien definidos, no se le con-sidera un sitio de dimensiones mayores. En reco-nocinnientos hacia sectores periféricos no fue posi-ble identificar grupos habitacionales que se le pu-dieran adscribir. Debió predominar un tipo de ha-bitación que no empleó plataformas, sin dejar lashuellas que se observan en un reconocimientoarqueológico, siendo, por lo tanto, un asentamien-to de carácter no visible. Esta peculiar situaciónpuede ser resultado del terreno bien drenado por elpaso del río en este cañón y a la poca posibilidadde expansión en esta limitada franja de tierra.

    Al no conocer la dimensión real de Sacul 2, elestudio de su categorizacón política dentro delvalle y la interrelación con los otros sitios de lazona, debe apoyarse en análisis de situacionessimilares, pero mejor documentadas, sobre regio-nes cercanas que comparten medio ambiente, ma-terias primas y situación geográfica respecto derutas comerciales, como es el caso del valle deDolores. La determinación de sitios se basa en lapresencia de conjuntos arquitectónicos específicosen el centro ceremonial, siendo más usual el conn-plejo de carácter astronómico por su papel social yritual.

    Por lo anterior, la problennática más complejapara la interpretación de Sacul 2 como entidadsociopolítica, además de la falta de grupos habita-cionales adscritos, es su cercanía con otro centrode características similares, Sacul 3, ubicado aescasos 320 metros al oeste, separados solamentepor el paso del río (figura 11). Existe entonces laposibilidad de considerar a Sacul 2 y 3 como unsolo centro en el cual se desarrollaron dos com-plejos astronómicos. Aunque no es el ŭ nico caso,puesto que e! propio Sacul 1 contiene dos de ellos

  • J. P. LAPORTE, R. TORRES, H. ESCOBEDO, P. MORALES 25

    1 1__,7,15° '

    fir,.. -------\_/--/--\

    rA

    SACUL 20.......,. SACUL 3Figura 11. Planta de Sacul 2 y Sacul 3.

    (Plazas A y D), la complejidad de otros conjuntosarquitectónicos y la presencia de estelas que seobservan en Sacul 1 no son compartidos por losotros dos centros que se encuentran en el valle. Enbase a estas diferencias se les presenta como sitiosseparados, para luego retomarlos conjuntamenteen la discusión general.

    Grupo A

    Sobre una elevación natural del terreno niveladacon escaso relleno, definida por una plataformabasal y cubierta por un piso estucado, fueronconstruidas siete estructuras alrededor de una am-plia plaza de 1.805 metros cuadrados, con unadesviación general de 2° (figura 12). La disposiciónde las estructuras es la de un Complejo de Conme-moración Astronómica, con la Plataforma Este de40 metros de largo, siendo ésta de mayor altura (7metros) que la Pirámide Oeste (6 metros), rasgono compartido por los otros complejos de estevalle, en donde se enfatiza más bien la alturasimilar de ambos componentes del complejo (figu-ra 18). Se encuentra muy depredado y a ŭ n conser-va pequeños sectores con vegetación primaria. Fueocupado en el Clásico Tardío, pero no se conocesu evolución arquitectónica.

    En esta plaza existen tres estelas lisas de piedracaliza caídas una frente a la Plataforma Este delcomplejo, otra frente al montículo del lado sur y latercera frente a la estructura del lado norte. Lapresencia de estos monumentos lisos y de la fuertedepredación de que ha sido objeto el grupo sugie-re que también pudo existir alguna estela tallada.

    Hacia el oeste de la plataforma basal que sostie-ne al grupo, luego de un descenso de 2 metros, esposible observar actividades de cantera con ex-tracción de gruesas lajas calizas. En esta seccióntambién se encuentran dos pequeñas cuevas, con25 metros de distancia entre ellas. La primera tiene2,70 metros de diámetro y 5 metros de profundi-dad, siendo probable que al fondo se extienda; hayestalactitas. La segunda es menor en tamaño y porencontrarse asolvada solamente se conoce unaentrada de 0,80 metros de diámetro.

    Grupo B

    Hacia el este del Grupo A se encuentra unasección de terreno parcialmente elevado con relle-no de piedra, tal vez alg ŭ n tipo de calzada queconduce hacia el Grupo B, a 100 metros, asentadosobre una terraza en un área más elevada junto almacizo montañoso (figura 12). Se encuentra con

    Figura 12 Planta de Sacul 2.

  • TRINCHERA

    OE SAOLIE

    Roconto P 'oPLato O

    CORTE E-0

    CORTE Pé -5

    PL ANTII SACUL 2

    100 9,

    010 • 1110.•“5

    26

    MAYAB

    Figura 13. Recinto funerario de Sacul 2.

    vegetación primaria de tipo bejucal. Ha sido objetode un proceso de saqueo muy fuerte, por lo queestá deformado.

    El grupo se compone de seis estructuras cuyadisposición alrededor de un área de 440 metroscuadrados conforma un patrón cerrado en el cualla estructura principal se encuentra en el lado nor-te, estando adosada al cerro, con hileras de piedracortada que indican la escalinata frontal; en losmuros del edificio superior hay restos de color rojo.En el montículo del lado este de la plaza se deter-minó un recinto funerario depredado (figura 13),construido con piedra cortada, acceso tapiado me-diante una laja inclinada, dos escalones para des-cender al nivel del piso, con la techumbre planaintegrada por cuatro lajas. No se recuperaron res-tos óseos y otros materiales arqueológicos.

    SACUL 3

    La presencia de un tercer sitio que incluye a uncomplejo astronómico en el valle de Sacul confir-ma que las interrelaciones sociopolíticas internas aesta unidad geográfica pueden ser similares a loplanteado para la región de Dolores (Laporte et al.,1 989b). La determinación de este sitio como cen-

    tro separado de Sacul 2 es compleja por encontrar-se a 320 metros de distancia, separados solamentepor el paso del río. Sacul 3 se ubica en su riberaoeste, en un angosto terreno que alcanza el macizomontañoso (figura 11).

    El grupo principal se encuentra dispuesto sobreel terreno natural y no sobre una plataforma basalcomo los centros ceremoniales ya mencionados.Consta de un grupo compuesto de 12 estructurasalrededor de dos plazas (figura 14). La Plaza A, de1.980 metros cuadrados, contiene cuatro estructu-ras que conforman al complejo astronómico, conuna desviación general de 5°, siendo su PlataformaEste una de las más largas (74 metros) conocidasen la región, solamente superada por la de Ixton-tón (102 metros) y seguida por la de lxk ŭ n (72metros). En este complejo, la Pirámide Oeste es demayor altura (8,20 metros) que la Plataforma Este(5,65 metros), caso similar al observado para elGrupo B de Sacul 1. Dicha plataforma fue cons-truida con muros de lajas encimadas. Es complejala determinación cronológica de este conjunto porla falta de fragmentos cerámicos en el relleno de laplaza. Tiene huellas de un solo piso estucado a0,45 metros de profundidad, nivelando la rocanatural; actualmente sostiene vegetación secun-daria.

    Al sur del complejo astronómico se encuentrauna segunda área, la Plaza B, que sustenta montí-culos de menor altura, dos de ellos conformandoun terreno de juego de pelota, orientado en ejenorte-sur, sin terminales, de 14 metros de largo y 3metros de ancho entre las banquetas inclinadas;las estructuras tienen 2,45 metros de altura depromedio (figura 19). Es interesante la presenciade un segundo terreno de Juego de Pelota en lossitios de este valle. En el extremo sur del área seubican tres estructuras menores dispuestas alrede-dor de una plaza de 1.500 metros cuadrados.

    Grupos de habitación asociados a Sacul 3En los reconocimientos de la angosta planicie al

    oeste del centro ceremonial fueron determinadoscuatro grupos habitacionales con plataformas debaja elevación (figura 14). La dificultad de reco-nocer estos grupos confirma lo planteado respectode Sacul 2 en cuanto a las posibilidades de unaocupación mediante grupos que no emplearonplataformas para elevar las casas de habitacióndebido al buen drenaje del terreno. Estos cuatroasentamientos se encuentran en las laderas bajas

  • J. P. LAPORTE, R. TORRES, H. ESCOBEDO, P. MORALES 27

    Figura 14. Planta de Sacul 3.

    del macizo montañoso, sustentados sobre plata-formas basales de baja altura, en áreas que a ŭ ntienen vegetación primaria. No comparten un pa-trón de plaza diagnóstico pudiendo ser de caráctercerrado o abierto, dispuestos alrededor de plazasque promediaron 180 metros cuadrados. Fueronreportadas huellas de antiguas canteras en las cer-canías de tres de estos grupos. No se recuperaronfragmentos cerámicos que permitan conocer alg ŭ naspecto cronológico específico.

    Cueva Las IglesiasSe localiza a 450 metros al suroeste del grupo

    principal de Sacul 3, en la ladera de un cerro demediana altura (figuras 11 y 15), entre vegetaciónprimaria. Orientada hacia el norte, la entrada mide20 metros de largo y, aunque variable, tiene unaaltura de 6 metros, sobre la cual hay una cornisanatural de 2 metros de altura. El interior promedia20 metros de profundidad. Se definen seis accesos

    formados por la unión de estalactitas y estalagmi-tas que semejan paredes de 8 metros de largo.Estos pasillos naturales conducen a dos cavidadesseparadas y a distinto nivel, una al lado oeste y laotra al este. La cavidad oeste es de mayor tamaño,su techo tiene pocas estalactitas; en ella se obser-varon grietas que denotan la existencia de otracavidad en la parte superior, tapada parcialmentepor grandes piedras. La cavidad este se encuentraelevada 1,50 metros del nivel más bajo, diferenciaformada por desprendimientos de bloques de sili-catos del techo; su acceso es más restringido.

    Pocos materiales arqueológicos se observaton anivel superficial, entre ellos fragmentos de ollascon decoración estampada (unit-stamped) y pun-zonada del Clásico Terminal, así como de platoscuyo engobe recuerda a la tradición de materialesofrendados en cuevas al inicio del Clásico Tempra-no (Ixobel Naranja; Brady, 1987), varios y unfragmento de piedra de moler.

    A 20 metros más hacia el sureste se ubica otracueva de menores dimensiones, con 4,50 metrosde boca, 1,50 metros de altura y 9 metros delongitud. La sección superior del acceso es similara la cueva anterior, salvo que la cornisa alcanza 3metros de altura. La cavidad en su interior es

    Figura 15 Planta de Cueva Las Iglesias.

  • 28 MAYAB

    semicircular, ampliándose a 6,50 metros. Al este selocaliza un pequeño pasillo de 0,50 metros dediámetro que conduce hacia otra cavidad de difícilacceso. Al fondo de la cavidad principal se localizauna especie de foso circular de 3 metros de diáme-tro, de paredes verticales, tal vez afinadas por ac-ción humana. La altura de este elemento se aproxi-ma a los 7 metros hasta alcanzar la superficie, locual permite ver el exterior. Aunque erosionados,tiestos parecen indicar su ocupación en el ClásicoTardío.

    SACUL 4

    Sitio ubicado al oeste de Sacul 1 (figura 2). Suposición geográfica es importante por ubicarse enla ruta que conduce en forma más directa de estevalle hacia Xaan y Dolores, cerca de un campa-mento de chiclería conocido como El Pote. Sacul 4se compone de un total de ocho grupos situadossobre las diversas terrazas de un alto cerro cubiertode vegetación primaria (figura 16). No se conocenpor ahora otros sectores habitacionales que pue-dan asignarse al sitio fuera de este cerro.

    Los conjuntos de función ritual se encuentran enla terraza superior del cerro, representados en ungrupo compuesto por tres plazas (A, B y C), todasellas ubicadas sobre el terreno natural. La Plaza Aconforma un complejo astronómico dispuesto al-rededor de un área de 1.575 metros cuadrados,siguiendo una desviación general de 20°, con am-bas estructuras principales de 6 metros de altura(figura 18). Las estructuras de la Plaza B formanun campo de Juego de Pelota de 225 metroscuadrados de área, dispuestos en dirección norte-sur, con estructuras paralelas de 1,20 metros dealtura. La Plaza C es de función indeterminada,alrededor de un área de 360 metros cuadrados,con la estructura principal de 3,80 metros de alturaubicada en el lado sur.

    Sobre una terraza más baja se encuentra la PlazaD, pequeño grupo construido sobre una platafor-ma basal de 2 metros de altura. En otra terrazaintermedia se ubicaron dos plazas, E y F, mientrasque otros dos gupos de estructuras (Plazas G y H)se encuentran en terrazas a ŭ n más bajas de estemismo cerro. Solannente se conocieron dos chultu-nes en estos grupos. Parece no existir una prefe-rencia por alg ŭ n patrón de plaza, en general no sesustentaron sobre plataforma basal y fueron desa-

    Figura 16. Planta Sacul 4.

    rrollados alrededor de plazas que promediaron 475metros cuadrados.

    LIMONES

    El sitio se encuentra al oeste del río Sacul (figura2), en el extremo suroeste de la región de Limonesjunto al paso de montaña que conduce a la zonade Sacul. Este valle es más largo en sentido este-oeste (7 kilómetros) que ancho (2 kilómetros). Elcentro ceremonial que define este sitio (Plaza A;figura 17) se encuentra sobre una plataforma basalde 1,30 metros de altura elevada en el terrenoplano. Sobre ella se encuentran cuatro estructurascuyo arreglo refiere un complejo astronómico, al-rededor de un área de plaza de 2.070 metros cua-drados y con una orientación precisa respecto delnorte magnético. La Pirámide Oeste y la Platafor-ma Este son similares en altura (5,50 metros; figura

  • J. P. LAPORTE, R. TORRES, H. ESCOBEDO, P. MORALES 29

    Figura 17 Planta Limones.

    18). Una calzada alcanza al grupo en la esquinasureste, de 6,50 metros de ancho, la cual, luego decorrer por 150 metros, cruza hacia el sur paraseguir otros 20 metros, finalizando en la falda delos paredones calizos. Se conocieron además dosgrupos habitacionales cercanos al sector central,ambos sobre terreno plano, de distinta dimensión yrasgos, aunque ambos grupos ubicaron la estruc-tura principal en el lado norte.

    APRECIACIONES GENERALESSOBRE EL VALLE DE SACUL

    Patrón de asentamientoEs complejo tratar el patrón de asentamiento de

    esta zona al no haber identificado suficientes gru-pos habitacionales, a pesar de su b ŭ squeda inten-siva. En su mayoría deben ser grupos que no sonvisibles en superficie al no haber empleado basa-mentos para sostener las habitaciones y sus ane-xos, estando ubicados sobre terreno bien drenado,limitado como tierra agrícola al ser un valle restrin-gido por altos paredones calizos. Se procede aobservar el comportamiento de los grupos recono-cidos y a efectuar comparaciones con los sitios dela región de Dolores (Laporte y Torres, 1989),cuya densa ocupación ha dado parámetros paralos diversos elementos del patrón de asentamientoque son aplicables a la región de las MontañasMayas.

    La presencia de plataformas basales sustentandogrupos arqueológicos es un rasgo de poca defini-ción. Las plazas cerennoniales de Sacul 1 se en-cuentran sobre plataformas basales, así como tam-bién algunos grupos en las terrazas inferiores delcerro. En Sacul 2 también hay plataformas basalessustentando a las plazas ceremoniales. Sin embar-go, el grupo principal de Sacul 3 se asienta sobreel terreno natural, mientras que los asentamientosperiféricos presentan plataformas basales, tal vezpor estar en la falda de la montaña. Sacul 4,ubicado sobre distintas terrazas de un cerro, nosustentó sus grupos sobre plataformas basales,salvo un caso. El centro ceremonial de Limones,asentado sobre terreno plano, se eleva sobre unaplataforma basal, bsí como uno de los gruposmenores que se le asociaron. Por la anterior distri-bución, se considera que el comportamiento gene-ral del uso de plataformas basales es similar alreportado para sitios de la región de Dolores encuanto a que éstas pueden conformarse sobre te-rreno plano o en montaña.

    La formación de terrazas en los cerros que bor-dean al valle de Sacul es un rasgo importante parasitios ubicados sobre cerros, como lo son Sacul 1 ySacul 4, así como lo es en general para esta regiónmontañosa (Healy et al., 1983). La presencia dechultunes no parece importante para el asenta-miento en general, posible reflejo de la abundanciade agua en la región, lo cual se asemeja a lopropuesto para el área de Dolores.

    Figura 18. Perfiles de complejos astronómicos.

  • 30 MAYAB

    La dimensión de las plazas formadas por losgrupos de habitación es estandarizada, prome-diando 420 metros cuadrados, con un rango devariación que no supera 20 metros cuadrados. Lamisma apreciación se observa para la región deDolores, aunque la media para grupos habitacio-nales es sensiblemente menor (278 metros cuadra-dos).

    Aunque no se cuenta con una muestra suficien-temente diagnóstica como la registrada en Dolo-res, algunas consideraciones generales pueden ex-ponerse respecto de la disposición de las estructu-ras siguiendo patrones preestablecidos, los cualesinciden en aspectos colaterales de carácter ritual ysocial, dada la asociación residencial y administra-tiva de los grupos dispuestos en cuadrángulos.

    En los sitios del valle de Sacul existe una prefe-rencia por ubicar a la estructura principal en el ladonorte de las plazas, rasgo compartido con los sitiosde Dolores, en donde este patrón conforma el 35por 100 de la muestra. Un segundo patrón repre-sentativo en Sacul fue ubicarla al sur de la plaza,contrastando con lo determinado en Dolores, don-de éste fuera el menos aplicado (15 por 100), aligual que en Caracol (Chase y Chase, 1987). Elpatrón de plaza Este, con el 28 por 100 en Dolores,es poco importante en los sitios del valle de Sacul,lo cual sorprende al considerar las implicacionesde carácter ritual, en especial funerarias y ofrenda-rias, de esta ausencia. Tampoco el patrón de plazaOeste fue representativo, aun con el 20 por 100 dela muestra en Dolores y de ser el más importanteen un centro rector como lxk ŭ n. No puede referirseuna selección particular por plazas de carácterabierto o cerrado.

    Los conjuntos arquitectónicos ceremonialesLas plazas de carácter ceremonial se diferencian

    en sus dimensiones. Por una parte, el espaciodesarrollado para complejos astronómicos, por logeneral la mayor en el sitio, promedio 1.800 me-tros cuadrados con un rango mayor (2.100-1.980metros cuadrados: Plaza Oeste de Sacul 1, Limo-nes y Sacul 3) y un rango menor (1.800-1.200metros cuadrados: Sacul 2, Sacul 4 y Plaza Este deSacul 1). A este ŭ ltimo rango parecen pertenecerlos complejos de mayor antigiiedad, mientras quelos de rango mayor pueden ser representativos deimplementaciones de los siglos viii y ix, aunque nose tiene suficiente información cronológica paracomprobar este supuesto.

    Los complejos astronómicos de la región deDolores muestran una distinta jerarquización quelo expuesto para los del valle de Sacul. El complejode Ixtontón representa el rango mayor (3.325 me-tros cuadrados), conformado en la proporción yestilo arquitectónico que muestran los mayores dela región de Sacul. El siguiente complejo en di-mensión de área es lxk ŭ n (1.930 metros cuadra-dos). Un rango intermedio puede estar indicado encomplejos cuyas áreas abiertas superan 1.000 me-tros cuadrados, involucrando a sitios de caráctersecundario (Sukché, Moquená y Mopán 2), cate-goría que puede corresponder al rango menormencionado para Sacul. En Dolores existe uncuarto rango integrado por complejos cuyas plazasno superan los 900 metros cuadrados (Ixac, Ixco-xol, Nocsós, lxcol y El Tzic) para el cual no haycorrespondencia en el valle de Sacul.

    La desviación respecto del norte magnético conque fueron dispuestos los complejos astronómicosno parece tener opciones de carácter cronológicoo de rango sociopolítico, sino que más bien parecedepender de la condición del terreno sobre el cualse asienta cada sitio. De esta manera, los sitiosubicados sobre nivelaciones de cerros calizos tie-nen mayor desviación, de 20 a 48°, mientras quelos centros dispuestos sobre el terreno Ilano delvalle no sobrepasan los 5°.

    Hay diferencias en la altura de las estructurasque conforman el eje normativo de los complejosastronómicos, siendo en dos casos mayor la Pirá-mide Oeste (Grupo Este de Sacul 1 y Sacul 3), enuna ocasión mayor la Plataforma Este (Sacul 2) yen dos casos es similar entre ambas estructuras(Grupo Oeste de Sacul 1 y Limones). Esta prefe-rencia podría tener implicaciones de carácter cro-nológico al considerar más tardía la selección demayor altura para la Pirámide Oeste. En los sitiosde Dolores, la altura de estas estructuras es mayoren general, predominando la elevación de la Plata-forma Este, salvo en lxk ŭ n y Sukché, los cualesseg ŭ n este criterio debieran corresponder a loscomplejos astronómicos más tardíos. El complejode Ixtontón, que por su forma y proporción pareceser tardío, no encaja en este esquema al ser máselevada la estructura al este.

    Secciones ceremoniales secundarias tambiénfueron desarrolladas en los sitios del valle de Sa-cul, generalmente de menor amplitud que las dedi-cadas a los complejos astronómicos. Un promediode 1.200 metros cuadrados tienen las plazas que

  • J. P. LAPORTE, R. TORRES, H. ESCOBEDO, P. MORALES 31

    sustentan terrenos de Juego de Pelota, grupos depatrón triádico y otros conjuntos de función inde-terminada. En la región de Dolores, un rango supe-ra 1.000 metros cuadrados (Ixtontón, lxk ŭ n, Suk-ché), mientras que otro menor a 900 metros cua-drados se define para los demás sitios. Aunque conpoco apoyo cronológico, es posible observar quegrupos ceremoniales secundarios pueden corres-ponder a sitios con mayor profundidad temporal,mientras que centros cuyo sector ceremonial secompone solamente del complejo astronómicotendrían un desarrollo tardío.

    Los terrenos de Juego de Pelota se comportande manera similar en los tres casos conocidos(Grupo Oeste de Sacul 1, Sacul 3 y Sacul 4):dispuestos en eje norte-sur, con banquetas incli-nadas y terminales abiertas. Los dos primeros co-rresponden a sectores ceremoniales consideradosde etapa tardía (siglos viii y ix); del tercero no secuenta con información cronológica. En los sitiosde Dolores estos conjuntos también comparten losrasgos de orientación y estructura, no estandolimitados a centros mayores (Ixtontón, lxk ŭ n),sino que también se les conoció en sitios de menortamaño (Ixac, Mopán 2).

    Un solo grupo dispuesto como patrón triádicofue conocido en el valle, la Plaza C del GrupoOeste de Sacul 1, situación que ratifica el carácterrestringido de este tipo de conjuntos arquitectóni-cos, conocido en la región solamente en la acró-polis de lxk ŭ n, una serie de estructuras dispuestasen niveles ascendentes. No comprendemos su au-sencia en centros mayores como Ixtontón, en don-de le suple un grupo dispuesto con la estructuraprincipal al lado sur, de carácter cerrado, ubicadoen la cima de un cerro desde donde parte unacalzada hacia el área central del sitio (Laporte etal., 1989a).

    Como es de esperarse, no todos los sitios delvalle de Sacul incluyen la presencia de calzadasque comunican distintos grupos ceremoniales,siendo más importantes en el sitio principal, Sacul1. De los demás sitios fueron conocidas calzadasen Sacul 2 y en Limones. Una situación distinta hasido reportada para la región de Dolores, en dondelas calzadas se asociaron solamente a los centrosprincipales.

    Aspectos económicosLa diversidad de productos que pudo ofrecer

    esta zona montañosa es importante. Algunos mi-

    nerales que por lo general han sido consideradosexóticos a las Tierras Bajas se encuentran en lasMontañas Mayas de Belice y Guatemala. Existepirita y hematita en las intrusiones graníticasmayores, recurso que pudo haberse explotadocomo materia prima o como producto terminado(E. Graham, 1987a); la pirita pudo emplearsecomo adorno y en la elaboración de espejos, comolo indica su presencia en ofrendas localizadas ensitios de la región, tales como Ixtontón (Laporte etal., 1989a) o Hatzcab Ceel (Thompson, 1931).Resalta la abundancia de pedernal utilizado en elutillaje lítico de los pueblos Mayas. El hecho queuna gran parte de las montañas del Sureste dePetén se encuentren cubiertas por vegetación depino es sugerente de que los grandes sitios delcentro de Petén y del río Pasión se surtían deantorchas de ocote y diversas resinas de esta re-gión. Se ha mencionado asimismo la fuerte pro-ducción agrícola que caracteriza a esta zona devalles con suelos calizos y de aluvión.

    La variedad de materias primas y su potencialcomo actividad económica, influye en la determi-nación de redes de intercambio y otros aspectosrelativos al comercio en las Tierras Bajas MayasCentrales. La ubicación de los sitios respecto delos pasos de montaña indica su participación en laactividad comercial. Aunque también debieron serimportantes otras rutas a través de las Ilanurasinteriores de Petén, la mayor parte del comerciodebió fluir por estas montañas, tanto en un sentidonorte-sur (uniendo de esta manera al norte dePetén con Izabal y Alta Verapaz), somo en otroeste-oeste (la costa Caribe con el río Pasión). Lamisma situación sucedió en la época colonial y serepite en la actualidad.

    Aunque es complejo poder comprobar la impor-tancia de dichas rutas comerciales, materiales ce-rámicos específicos ejemplifican la participaciónde la zona montañosa en los movimientos sucedi-dos en Petén durante los siglos viii y ix. Se hadeterminado la presencia de tiestos con decora-ción estampada (unit-stamped), diagnóstico delClásico Terminal, en los centros de las regiones deDolores y Sacul, reportado también como tipoPantano Impreso en sitios asociados a las Mon-tañas Mayas (Lubaant ŭ n, Actun Balam), al ríoPasión (Ceibal, Altar de Sacrificios, Aguateca), asícomo en el norte de Petén (Tikal y Uaxact ŭ n).También se conoce la presencia de materiales delgrupo cerámico Anaranjado Fino. El contenido del

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    MAYAB

    Figura 19. Perfiles de terrenos de Juego de Pelota.

    escondite procedente de Sacul 1 reportado en estetrabajo es otro indicio de la participación de habi-tantes de esta zona en el transporte de materialescerámicos.

    Aspectos históricosLos monumentos de Sacul 1 presentan notables

    similitudes con los de lxk ŭ n, Ixtutz e Ixtontón: a)solamente la cara frontal está tallada; b) las ins-cripciones se presentan solas o acompañando per-sonaje(s); c) bajo los personajes principales semuestran cautivos ubicados en paneles; d) loscautivos están atados, tienen el cabello largo y engeneral portan poca vestimenta; e) se observa in-fluencia estilística de Naranjo.

    Sacul 1 tiene su glifo emblema propio, identifi-cado por primera vez por Mathews (1976). Tienecomo signo principal el T568 lu del «alfabeto» deLanda. Aparece registrado en las estelas 1 (C1) y 9(G1) del sitio, y aunque fue sugerido que puedeobservarse en la estela 6 (C3), su erosión impideidentificarlo. Fuera de Sacul 1, solamente se hadeterminado la presencia de este glifo emblema enla estela 1 (A6) de lxk ŭ n. En este mismo sitio,aparece el nombre de Sacul en forma de toponími-co en la estela 2 (Al2, D12). La presencia del glifoemblema de Sacul 1 en lxk ŭ n sugiere fuertes lazospolíticos entre ambos centros, con aparente predo-minio del primero sobre el segundo. Por otro lado,en las inscripciones de Sacul 1 solamente se en-cuentra registrado un glifo emblema ajeno al mis-mo. Se trata del glifo emblema de Ucanal queaparece en la estela 1 (C10a), formando parte deuna cláusula que registra una visita real al sitio(Escobedo, 1990).

    En cuanto a gobernantes de Sacul, solamente hasido posible indentificar al registrado en la estela 1.Parece haber sido el gobernante más poderoso delsitio, erigiendo estelas por primera vez, siendomencionado en las inscripciones de otro sitio (es-tela 1 de lxk ŭ n), y recibiendo la visita real delgobernante de un centro más grande y de mayorprestigio (Ucanal; Houston, 1983). Quizás sea elresponsable directo de la autonomía política deSacul, así como de la fase constructiva mayor delasentamiento. El personaje de la estela 9 podríatambién ser un retrato del gobernante 1. Por lafalta de inscripciones precisas, no es posible ase-gurar que el personaje representado en la estela 6sea otro gobernante. Es importante referir que noexiste expresión alguna de parentesco que permitaesclarecer la presencia de alguna secuencia dinás-tica.

    Aspectos sociopolíticosEn la jerarquización de los sitios del valle resalta

    la posición de Sacul 1 como centro rector por lapresencia de los monumentos tallados del área. Alconsiderar que los cinco sitios asentados en elvalle fueron contemporáneos al menos durante elClásico Tardío y Terminal, el nivel político superiorestaría integrado por Sacul 1 mientras que al nivelsecundario pertenecerían los cuatro sitios restan-tes. Una situación parecida ha sido reportada paraQuiriguá (Sharer, 1988), aplicable al caso de laregión de Dolores y Sacul en donde los centrosprimarios fueron asiento de unidades territorialesindependientes, cada una controlando un segmen-to del valle y sus recursos, con un área de 0,92 a3,2 kilómetros cuadrados. Además hubo centrosintermedios, los cuales también pudieron ser elasiento de este tipo de unidad política indepen-diente dado su tamaño, pero parecen haber Ilevadoa cabo menos funciones, estando asentados fuerade las rutas principales. Finalmente, hubo centrossecundarios claramente subordinados, con menosactividades y variedad de estructuras.

    No es posible efectuar cálculos poblacionalespara el valle de Sacul como los que fueran pro-puestos para la región de Dolores, en donde laconstante de habitantes fue de 91 por kilómetrocuadrado en la región en general, 359 por kilóme-tro cuadrado en los sitios más densamente pobla-dos, 249 por kilómetro cuadrado como promediode los varios sitios analizados. La posibilidad decontar con sectores habitacionales no visibles en la

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    superficie impide cualquier intento objetivo de Ile-var a cabo análisis demográficos del área de Sacul,aunque por la productividad de estas tierras, elbuen drenaje que le caracteriza y la cercanía de losvarios centros ceremoniales, se considera que ladensidad de población debió acercarse a las cifraspropuestas para Dolores. Solamente exploracionesmás intensivas podrían conducir a comprender ladinámica poblacional, mediante la aplicación delas distintas técnicas que han sido planteadas enestudios paleodemográficos del área Maya (Kintz yFletcher, 1983).

    Los sitios de las regiones de Sacul y Doloresfueron aislados unos de otros por la conformaciónestructural del centro ceremonial, observándoseque el ŭ nico conjunto arquitectónico que apareceen cada unidad, ocupando además el n ŭ cleo cen-tral del área, es el Complejo de ConmemoraciónAstronómica, conjunto arquitectónico compuestopor una estructura piramidal al lado oeste de unaplaza y por un largo basamento en el lado este, encuyo centro se eleva y proyecta hacia atrás untemplete; sobre los extremos norte y sur de estaplataforma se encuentran bajas plataformas. Fun-cionalmente, estos complejos conmemoran el trán-sito solar, los solsticios y equinoccios (Fialko,1988). Han sido documentados a través de lasTierras Bajas Centrales tomando como prototipo alGrupo E de Uaxact ŭ n, alcanzando una profundi-dad temporal del Preclásico Medio en el caso delcomplejo de Tikal. Resalta su exclusividad al cono-cerse solamente uno de estos complejos por cadasitio mayor del noreste de Petén, no siendo com-partidos por centros secundarios.

    Esta situación es distinta en el norte de lasMontañas Mayas, en donde a corta distancia seencuentran sitios que incluyen complejos astronó-micos como elemento central de su plaza principal.Mayor complejidad se observa al considerar quehacia estos grupos convergen las calzadas, se aso-cian terrenos de juego de pelota y los monumentostallados que refieren hechos histáricos y referen-cias ancestrales. El promedio de distancia entregrupos ceremoniales es de 4,3 kilómetros en laregión de Dolores. En el caso del valle de Sacul,esta distancia es a ŭ n más corta, con 2,5 kilómetrosentre grupos ceremoniales. No es posible explicarla cercanía entre los centros de Sacul 2 y 3 (320metros), salvo que ambos complejos fuesen con-templados como un solo sitio, sin que los com-plejos astronómicos respectivos estén unidos por

    una calzada, o en base a que exista alguna diferen-ciación cronológica no determinada mediante elreconocimiento.

    Lo anterior impide considerar las distancias pro-puestas entre sitios en base a técnicas para cono-cer la distancia al vecino nnás cercano (polígonosde Thiessen), método que promueve distanciasmayores a las aquí consideradas, como el caso delxk ŭ n, al cual fue atribuida un área de 1.009 kiló-metros cuadrados (Hammond, 1974), mientrasque mediante el reconocimiento de superficie nosupera 10 kilómetros cuadrados, considerando quese encuentra rodeado por otros centros que, aun-que secundarios, incluyen un complejo astronómi-co en el área ceremonial. Aun en caso de alcanzarla zona de control de otro centro mayor comoIxtontón, no duplicaría el área mencionada.

    Por lo anterior se indica una situación distinta alo reportado para centros del norte de Petén, don-de el promedio de distancia entre sitios es mayor,posible reflejo de condiciones sociopolíticas dife-renciadas durante el Clásico Tardío. Mientras exis-tió una mayor nucleación en los sitios del norte,los centros de las Montañas Mayas fueron másdescentralizados, con n ŭ cleos familiares o de linajeocupando posiciones de poder respecto de sitiosde rango medio e inferior, cada uno compuestopor secciones habitacionales de mayor o menortamaño. Estos sitios demostraban su posición an-cestral mediante la definición de complejos astro-nómicos, reservando aspectos altamente ceremo-niales como las actividades del juego de pelota, laerección de estelas y la procesión en calzadas, paralos centros rectores regionales que aglutinabanvarios linajes y ejercían el control económico ypolítico. Para la región de Dolores se han definidotres de ellos: Ixtontón al este, Ixtutz al oeste elxk ŭ n al norte. En el caso del valle de Sacul sola-mente se define un centro rector, Sacul 1.

    Esta situación refiere a unidades territorialesanálogas (peer polities), como una variante espe-cífica de los estados segmentarios, en donde seenfatiza la cosmología de los centros y los meca-nismos rituales utilizados para centralizar el poder,por lo que el tipo de hegemonía no es rígida, sinoque presenta un centro principal rodeado por m ŭ l-tiples centros subordinados, los cuales a su vezdominaban a la población (Renfrew, 1986; Dema-rest, 1987). Por lo tanto, se observa una redun-dancia de funciones entre el centro rector y lasdependencias, situación claramente ejemplificada

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    por el asentamiento en los valles del norte de lasMontañas Mayas. La presencia de unidades seg-mentarias indica un grado alto de autonomía eco-nómica para los agricultores, fuera de la apropia-ción de excedentes hacia el centro rector, por loque la organización básica de la producción agrí-cola probablemente tuvo lugar al nivel de la familiaextensa o caserío (McAnany, 1989).

    Entre 760 y 820 DC las relaciones entre lasunidades políticamente autónomas del noroeste delas Montañas Mayas deben haber sido fuertementecompetitivas como resultado de profundos cam-bios en la organización sociopolítica, que podríahaber incluido un proceso continuo de segmenta-ción. En esta época, los cuatro centros rectores enla zona (Ixtutz, lxk ŭ n, Ixtontón y Sacul 1) erigenmonumentos por primera vez. Sacul 1 e Ixtutzutilizan glifos emblemas propios para expresar suautonomía política. Los gobernantes conducen in-tensos programas constructivos en sus centros res-pectivos, erigen monumentos conmemorativos a símismos, en donde se presentan ataviados de ma-nera suntuosa como señores victoriosos sobre su-misos prisioneros atados, y establecen alianzas conentidades políticas más grandes ajenas a la zona,buscando de esta forma lograr una supremacíasobre sus vecinos.

    Quizás la segmentación política cada vez mayor,el fuerte incremento poblacional que condujo ha-cia un agotamiento de recursos básicos para lasubsistencia, y las guerras, ocasionaron un colapsodel sistema, ya que luego del 820 DC los sitios dela zona cesan de erigir monumentos y son final-mente abandonados. Sin embargo, dicho abando-no es complejo de formular. Hasta ahora todointento de determinar ocupación a partir de lamitad del siglo ix ha sido infructuoso, por lo que esnecesario establecer una estrategia de exploracióndiseñada específicamente para conocer un procesodeposicional que difiere de los patrones caracterís-ticos del período Clásico. El material está mal pre-servado al no estar sellado por construcciones, convarios siglos representados en delgados mantos dedesechos (E. Graham, 1987b). Es importante con-siderar que a partir del Clásico Terminal, los com-ponentes cerámicos se caracterizan por una granregionalización y por la permanencia de formashacia siglos posteriores, por lo que a ŭ n es prema-turo considerar si el abandono de los centros delnorte de las Montañas Mayas sucedió hacia latercera década del siglo ix o si la ocupación conti-nuó sin cambios perceptibles por otros siglos más.

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