El Escéptico 02

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el escØptico La revista para el fomento de la razón y la ciencia Publicación trimestral - Nœmero 2 (Otoæo 1998) Ascenso de lo irracional El misterio de Rennes-le-Château De Condon a Sturrock: los ovnis se estrellan con la ciencia El arca de NoØ de los seres extraordinarios La Academia de Lagado

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Revista para el fomento de la razón y la ciencia

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el escéptico

La revista para el fomento de la razón y la ciencia

Publicación trimestral - Número 2 (Otoño 1998)

Ascenso delo irracional

El misterio de Rennes-le-Château

De Condon aSturrock: losovnis se estrellancon la ciencia

El arca de Noé delos seres extraordinarios

La Academia de Lagado

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el escépticoLa revista para el fomento de la razón y la ciencia

DIRECCIÓNLuis Alfonso Gámez

SUBDIRECCIÓNJosé María Bello

Fernando L. Frías

CONSEJO EDITORIALFélix Ares de BlasJavier E. Armentia

María Teresa Giménez BarbatAlfonso López Borgoñoz

Borja MarcosFernando Peregrín

Oscar SoriaCarlos TelleríaVictoria Toro

José J. Uriarte

MAQUETACIÓNAlfonso Afonso Cano

SECCIONESDesde el sillón, Fernando Peregrín

El circo paranormal, F.L. Frías/B. MarcosGuía digital, Ernesto J. Carmena

DOCUMENTACIÓNXabier BerdaguerAdela G. Espelta

Adela Torres

TRADUCCIONESIñaki Camiruaga

Borja MarcosAntonio Vizcarra

PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓNCarlos Tellería

SUSCRIPCIONESMaría Teresa Giménez Barbat

DIRECCIÓN DE �LA ALTERNATIVA RACIONAL�Oscar Soria

DISEÑO DE �WEB�Carlos Ungil

EDITAARP - Sociedad para el Avance del

Pensamiento Crítico

IMPRIMEGráficas Lema. c/ Tiermas, 2. Zaragoza

DEPÓSITO LEGALZ-1947-1998

ISSN1139-938X

ARP - Sociedad para el Avancedel Pensamiento Crítico

PRESIDENTEJavier E. Armentia

Astrofísico,director del Planetario de Pamplona

SECRETARIOFerrán Tarrasa

Ingeniero industrial,Universidad Politécnica de Catalunya

TESOREROSergio López Borgoñoz

Gerente de Antares Producció i Distribució SL

ASESOR JURÍDICOFernando L. Frías

Abogado

RELACIÓN PARCIAL DE SOCIOS

Miguel Ángel Almodóvar (Periodista científico); Da-vid Alvargonzález (Filósofo, Universidad de Ovie-do); Félix Ares de Blas (Informático, Universidaddel País Vasco); José María Bello (Arqueólogo, di-rector del Museo Arqueológico e Histórico de LaCoruña); Henri Broch (Físico, Universidad de Ni-za); Gustavo Bueno (Filósofo, Universidad de O-viedo); Mario Bunge (Filósofo, Universidad Mc-Gill); Paul Kurtz (Filósofo, Universidad de NuevaYork); Alfonso López Borgoñoz (Arqueólogo, di-rector de la revista Universo); Eustoquio Molina(Paleontólogo, Universidad de Zaragoza); RamónNúñez (director de la Casa de las Ciencias de LaCoruña); Xabier Pereda Suberbiola (Paleontólogo,Universidad del País Vasco); James Randi (Ilusio-nista y divulgador científico); Andrés Sanjuán (Bió-logo, Universidad de Vigo); Manuel Toharia (Pe-riodista científico, director del Museo de la Cien-cia de Alcobendas); Victoria Toro (Periodista cien-tífica); Alberto Virto (Físico, Universidad de Zara-goza).

EL ESCÉPTICO mantiene intercambio expreso decontenidos con otras publicaciones. Fuera de estemargen, queda prohibida la reproducción total oparcial de contenidos sin previa autorización dela dirección de la revista.

EL ESCÉPTICO no se identifica necesariamente conlas opiniones de los artículos firmados, que perte-necen a la exclusiva responsabilidad de los auto-res.

Toda información sobre ARP - Sociedad para elAvance del Pensamiento Crítico o esta revista,colaboraciones o recensiones, petición de núme-ros atrasados, suscripciones y consultas, debedirigirse al Apartado de correos 310, 08860Castelldefels (Barcelona); o a la dirección de co-rreo electrónico [email protected].

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ARP en Internet: http://come.to/arp ó http://kepler.unizar.es/~arp

sumario

SECCIONES

Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4Punto de encuentro

Primer contacto . . . . . . . . . . . . . . . . 5Acaba la desclasificación de los informes

del Ejército del Aire sobre ovnis; Los�ovnis de Iridium� invaden Navarra; El2º congreso mundial reunió enAlemania a 300 escépticos de todo elmundo; ARP apuesta por una únicarevista de habla hispana; Nueva revistadedicada al análisis científico de lasmedicinas alternativas

Cuaderno de bitácora . . . . . . . . . . . 17Un poco de racionalidad, por fa...

El circo paranormal . . . . . . . . . . . . . 31Parapsicología cuántica; Enredados con

Uri Geller; Sobre �Ufólogos consotana�; �Perdigones� contra el cáncer

Guía digital . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52Incrédulos hispanos organizados

Desde el sillón . . . . . . . . . . . . . . . . . 59El debate sobre la homeopatía

Correo del lector . . . . . . . . . . . . . . . . 64La sábana santa antes de 1350;

Postmodernismo y ciencia; Gardner y�El Quijote�; Bienvenidas

ARTÍCULOS INFORME ESPECIAL

Los ovnis amenazan con invadir(de nuevo) la Universidad

JAVIER ARMENTIA

¿Ovnis académicos?Ni los mejores casos de ovnis han conseguidoproporcionar evidencias creíbles sobre visitasextraterrestres, según un panel de científicos

dirigido por un físico pro-ovniPHILIP J. KLASS

Las opiniones de KENDRICK FRAZIER, PAUL KURTZy ROBERT SHEAFFER

Medio siglo de platillosLos jueces elegidos por Sturrock, tras escuchar a

los testigos seleccionados por Sturrock,han concluido que “el estudio de los ovnis no ha

aportado nada al conocimiento científico”LUIS ALFONSO GÁMEZ

19El arca de Noé de los seresextraordinarios

Una aproximación a las manifestacionesexcéntricas de las ciencias naturales:

criptozoología, futurozoología y parabiologíaXABIER PEREDA SUBERBIOLA / NATHALIE BARDET

La Academia de LagadoNo podemos impedir −ni sería deseable− que unchiflado exponga sus teorías, ni que un farsantepueda acercarse al público, pero, por favor, no

permitamos que ni chiflados ni farsantes−ni políticos− tomen las riendas del saber

LUIS ANGULO SUARDIAZ

Ascenso de lo irracionalEn sociedades presididas en principio por la

racionalidad, cuando ésta se diluye o se disloca,los ciudadanos se ven tentados a recurrir a formas

de pensamiento prerracionalistasIGNACIO RAMONET

Las aventuras de un párrocoemprendedor

La historia de Rennes-le-Château es fascinante porsu tremenda capacidad de atraer hacia sí las

teorías más inverosímiles a partir de unos hechosintrigantes, pero fácilmente explicables

ADELA TORRES

Uno de los rinogrados de Gérolf Steiner y un ca-ñizanco de Dougal Dixon. Abajo, viñeta pro-mocional de la película �Cazafantasmas�.

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PORTADA

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ejano queda el día en el que el movimiento escép-tico español nació de la mano de trece mentes in-quietas sentadas alrededor de una mesa en unrestaurante vitoriano. Lejano en el tiempo; pero

próximo en los retos. A las puertas del tercer milenio, un15% de los españoles recurre a curanderos cuando tieneun problema de salud; entre la cuarta parte y la mitad dela población tiene alguna creencia esotérica; las dos prin-cipales revistas ocultistas del país venden unos 50.000ejemplares mensuales... Ante este panorama y el todavíaescaso arraigo del escepticismo organizado −apenas uncentenar de miembros activos en un país de casi 40 millo-nes de habitantes−, el desánimo parecería lo más lógico.Sin embargo, reducir el dibujo de la realidad exclusivamen-te a cifras resulta simplista y da una idea equivocada deun escenario en el que han cambiado muchas cosas des-de 1985, y pueden cambiar muchas más de aquí al año2000. Por de pronto, ya no es extraño ver a un escépticoen la pequeña pantalla, escucharle por la radio o leer susdeclaraciones en la prensa; y ARP-Sociedad para el Avan-ce del Pensamiento Crítico suena cada vez con más fuerzaen los medios de comunicación y goza de una credibilidadcuya mejor expresión es la sucesión creciente de adhesio-nes de personalidades de la ciencia y el pensamiento.

Pero, quizá, de todos los retos que el escepticismo orga-nizado tiene ante sí, el más urgente sea crecer, conseguiraglutinar en torno a EL ESCÉPTICO y ARP a todos aqué-llos que en España, y en el mundo de habla hispana −porqué no decirlo−, confían en la razón como la herramientamás útil a la hora de apre-hender la realidad. Porquesi bien es cierto que somostodos los que estamos, nolo es menos que no estamostodos los que somos. Ni mu-cho menos. Prueba de elloha sido lo que ha ocurridocon el lanzamiento de estarevista. La sociedad editora apostó fuerte desde el puntode vista económico para poner en circulación una tiradaextraordinaria de ejemplares de EL ESCÉPTICO y distri-buir la mayoría de ellos gratuitamente. El resultado de taliniciativa ha sido más que aceptable: se ha suscrito unode cada ocho destinatarios. Si éste es el fruto de un envíorealizado casi a ciegas, cabe pensar que hay un colectivode personas, importante desde el punto de vista numéri-co, al que todavía no hemos llegado porque no hemos sa-bido; pero que está ahí, en universidades, asociacionesculturales, organizaciones científicas... en la calle. Y quesi no se ha sumado al movimiento racionalista es porque,quizá, ni sabe que existe.

Para llegar a ese colectivo, precisamos de suscriptoresy socios −quien quiera subir un escalón en su compromi-so con el pensamiento crítico, y participar en la gestión deARP, siempre será bienvenido− que hagan las veces deembajadores del escepticismo organizado, que lo acerquen

L a todo aquél que crean que puede estar in-teresado en una iniciativa cultural que, antetodo, apuesta por el ser humano. Porque, yesto es algo obvio, pero que no viene malrecordar, cuantas más personas muevaARP, más peso tendrá en la sociedad espa-ñola, con más efectividad podrá combatirla sinrazón. Como somos conscientes de quetambién la fuerza de la razón reside en launión, a partir de este número y hasta quese agoten las existencias, ARP regalará acada nuevo suscriptor de EL ESCÉPTICOun ejemplar del libro Fraudes espiritistas yfenómenos metapsíquicos, una auténtica jo-ya del pensamiento crítico hispano obra delpadre Carlos M. de Heredia. La oferta apare-ce en la página 30, pero la ampliamos aquí:también recibirá un ejemplar de la obra todoaquel socio o suscriptor que consiga unonuevo. Y si se nos acaban los libros −¡oja-lá!−, haremos descuentos equivalentes has-ta dentro de seis meses.

No es nuestro objetivo, sin embargo, limi-tarnos a ampliar el número de lectores deestas páginas como si esto fuera un nego-cio, porque no lo es. Nunca lo ha sido. Que-remos que ésta sea la revista de todos losque creen que afirmaciones extraordinariasexigen pruebas extraordinarias, que respon-

da a sus in-tereses y quepart ic ipenen ella a tra-vés de artí-culos, co-mentarios ycartas, o su-giriendo te-

mas que puedan ser de interés. Porque quie-nes hacemos EL ESCÉPTICO tenemos muyclaro que si algún valor tienen esta revistay ARP, es el de aspirar a convertirse en elpunto de encuentro de quienes desoyen loscantos de sirena de la irracionalidad, seasu partitura la del esoterismo, la de la xeno-fobia, la del fanatismo religioso, la de la des-confianza hacia la ciencia o cualquier otra.

De EL ESCÉPTICO, ha dicho Muy Intere-sante que es el �foro de debate más impor-tante de aquéllos que en España quierendenunciar los desmanes de la pseudocien-cia y avivar el espíritu crítico entre científi-cos, amantes de la divulgación y medios decomunicación�. Un foro abierto para quie-nes no quieren renunciar al uso de la ra-zón, la esencia del ser humano.

4 (Otoño 1998) el escéptico

editorial

Punto de encuentro

Quien quiera subir un escalón en sucompromiso con el pensamiento crítico,

y participar en la gestión de ARP,siempre será bienvenido

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primer contacto

El último expediente del Ejérci-to del Aire español sobre obser-vaciones anómalas relacionadascon objetos volantes no identifi-cados fue depositado en la Bi-blioteca del Cuartel General delAire, en Madrid, a disposición delpúblico interesado hace unas se-manas. Según revela Vicente-Juan Ballester Olmos, directorde investigaciones de la Funda-ción Anomalía (Apartado 5.041;39080 Santander; http://www.oninet.es/usuarios/mamori/index.htm), con ello se da por fi-nalizado el proceso de desclasi-ficación de la información sobreovnis de carácter secreto de De-fensa que se inició en septiem-bre de 1992, después de que laJunta de Jefes de Estado Mayor(Jujem) tomara una valiente de-cisión al respecto.

Ya en diciembre de 1996 fueliberado el último caso de lo quese ha dado en llamar el archivohistórico del Ejército del Aire, for-mado por 62 expedientes remiti-dos a principios de 1992 por elCuartel General del Aire −dondese custodiaban hacía una trein-tena de años bajo el sello demateria clasificada− al MandoOperativo Aéreo (MOA), organis-mo encargado de la gestión de lainformación ovni, ubicado en labase aérea madrileña de Torre-jón. En el último año y medio,como consecuencia de una in-tensa búsqueda de documenta-ción por parte del MOA, han sa-lido a la luz pública 21 nuevosepisodios rescatados del olvidoen diversas instalaciones mi-litares de toda España. En total,los 83 expedientes ovni finalmen-te facilitados al público ocupancasi 2.000 páginas sobre sucesosde apariencia anómala −exacta-mente 122 casos−, ocurridos en-tre 1962 y 1995.

El proceso de desclasificaciónde la información ovni no se de-sarrolló bajo el beneplácito gene-ral de todos los estudiosos. Con-tradictoriamente, desde su ini-

el escéptico (Otoño 1998) 5

cio, recibió injustas críticas delsector sensacionalista de laufología nacional, que no ha aho-rrado insultos y tergiversaciones,en una verdadera campaña deintoxicación para empañar el so-bresaliente éxito de este procesode apertura militar. Y es que, conla desclasificación, se derrumbauno de los falsos mitos asenta-dos entre los creyentes en losovnis: la conspiración y el secre-tismo oficial. �Hoy sabemos −hadeclarado Ballester Olmos, au-tor de cinco libros sobre esteenigma− que el Ejército del Airesólo investigó muy someramentela fenomenología ovni entre 1968y 1980. La razón del secreto noha sido, frente a lo que algunoscharlatanes mantienen, que elGobierno conoce la sorprenden-te verdad que se esconde tras losovnis y que conviene ocultar alos ciudadanos, sino el simplehecho de mantener reserva ha-cia aquello cuya naturaleza seignora�.

El investigador valenciano haapostillado también que �el Ejér-cito del Aire por fin se ha dadocuenta de que las característicasdel tema ovni son más sociológi-cas que aeronáuticas y que nosupone ningún riesgo para laseguridad nacional�. Vicente-Juan Ballester Olmos, impulsorcivil de esta desclasificación his-tórica que no tiene precedente enEuropa, coordina un equipomultidisciplinar de investigado-res con el objetivo de analizar lainformación emergente. Este ex-perto estudioso ha sido contun-dente en sus conclusiones: �Po-demos afirmar con absoluta ga-rantía que toda la informaciónsobre ovnis conocida por el Ejér-cito del Aire ha sido puesta a dis-posición de la sociedad civil sinmerma alguna. Ahora, la pelotaestá en nuestro tejado: evaluarlos datos y ver si hay o no casosirresolubles�.

RICARDO CAMPO PÉREZ

Los �ovnis deIridium� visitanNavarraQue no se diga que los escépti-cos no ven ovnis: el pasado 24de agosto a las 6.21 horas, des-de la ventana de mi casa en Na-varra, pude ver un ovni increí-ble. Aunque había algo de luz enel cielo hacia el Este, preludiandoel orto solar, hacia el Suroesteestaba aún bastante oscuro. Es-taba mirando hacia Júpitercuando, como a unos 60º sobreel horizonte, una luz blanqueci-na comenzó a aumentar de bri-llo muy rápidamente, producien-do una especie de flas que no lle-gó a durar ni un segundo, peroque estimé mucho más brillanteque Júpiter −e incluso que Ve-nus, que ya saludaba desde elotro lado del cielo−. A pesar deque a esas horas de la mañanauno no está para marcianitos, elsuceso me intrigó porque, aun-que me temía que fuera un saté-lite artificial, lo cierto es que elbrillo instantáneo parecía queme había iluminado a mí solo...¿Un rayo de esos tipo Star Trekcomo los que dicen que andanabduciendo neoyorquinas? Encualquier caso, había fallado suobjetivo: no me noté posterior-mente ningún implante, ni teníanoción de habérseme robadotiempo alguno.

En fin, la cosa llegó al colmocuando al día siguiente, el 25 de

Acaba la desclasificación de los informes delEjército del Aire sobre objetos no identificados

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agosto, un poco antes −a las 6.14horas−, volví a descubrir el rayode luz casi en la misma posición.¿El mismo satélite? Extraño,porque que justo fuera un díadespués... y en el mismo sitio conrespecto a las estrellas... Muy ex-traño: todo apuntaba a un obje-to pegado a la bóveda celeste; pe-ro un destello así sería algo real-mente sorprendente. Antes decreerme lo de los platillos volan-tes, y antes de dar una alarmaastronómica anunciando un po-sible objeto con erupciones dia-rias en la constelación de Piscis,decidí echar un vistazo a las pá-ginas de predicciones de visibili-dad de satélites que ahora abun-dan en Internet. Y di con la res-puesta: eran los crecientementefamosos ovnis de Iridium. Habíavisto dos Iridium diferentes, el 62y el 65, que justo en ese momen-to estaban en una posición talque reflejaban la luz solar direc-tamente sobre mí.

La compañía Motorola empe-zó a montar la constelación desatélites Iridium en mayo de1997. Se trata de satélites de te-lecomunicaciones no muy gran-des que permiten una coberturaglobal a los teléfonos de la com-pañía. En total, 66 satélites so-bre nuestras cabezas, en diferen-tes planos orbitales, a unos 780kilómetros sobre el nivel del mar.Las antenas principales de cadasatélite −tienen tres− reflejan casiespecularmente la luz, y puedenproducir fácilmente destellos bri-llantes −a veces hasta treinta ve-ces más brillantes que Venus−que duran típicamente algo me-nos de un segundo, debido aldesplazamiento y al giro de lossatélites. Estos destellos estánconvirtiéndose en fenómenos re-lativamente normales, por lo queno es de extrañar que comiencena aparecer noticias de ovnis fu-gaces y brillantes por todos la-dos. Teniendo en cuenta, ade-más, que se están comenzandoa montar otras redes similaresde telecomunicación, lo cierto esque vamos a tener ovnis por to-dos las esquinas (algo especial-mente aciago para los amantesde la astrofotografía, que van aencontrarse luces en sus mejo-res fotos del cielo). La buena no-ticia es que, como la órbita y laactitud de estos satélites es bienconocida, uno puede predecir

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cuándo se va a producir un des-tello visible desde su punto deobservación. (Por ejemplo, a tra-vés de Internet, se pueden obte-ner predicciones de estos fenó-menos en http://www2.gsoc.dlr.de/satvis/.)

En resumen: mis ovnis no loeran tanto. ¡Qué lástima de ex-clusiva mundial! Bueno, todavíapodría escribir que todo es unmontaje de los poderes ocultospara, además de controlarnos, ir-nos mentalizando con la llegadade los extraterrestres...

J.E.A.

El 2º congresomundial reunióen Alemania a300 escépticosde todo el mundo

El 2º Congreso Escéptico Mun-dial, celebrado en Heidelberg del23 al 26 de julio y organizado porla Sociedad para la Investigaciónde la Paraciencia (GWUP), fue unauténtico éxito de convocatoriaal reunir en la turística ciudadalemana a cerca de 300 escépti-cos de los cinco continentes. Eldenso programa de la conven-ción, dedicada a El Armagedón y

los profetas del juicio final, fue taninteresante como los pasillos quehicimos los representantes deARP-Sociedad para el Avance delPensamiento Crítico.

Porque, nada más llegar a úl-tima hora de la tarde del día 22,establecí el primer contacto fruc-tífero −cena con Kendrick Fra-zier, director de The Skeptical In-quirer, y su encantadora esposa−y, horas antes de partir, me des-pedí con abrazos a las puertasdel hotel de los italianos Fran-cesco Chiminello y Lisa Macca-ri, del irlandés Peter O�Hara y delbrasileño Ricardo Bonalume Ne-to. Entre medio, una cena tailan-desa a la que también asistieronlos belgas Willem Betz, Cornelisde Jager y Tim Trachet, ademásde Fernando Peregrín, y una co-mida de éste último y el autor deestas líneas con Jean Bricmont.Y muchos cafés y cervezas, y co-legas llegados desde Japón quenos daban recuerdos de amigoscomunes, y, para qué negarlo,una cierta inquietud hasta queen la jornada de clausura pre-senté esta revista durante mi in-tervención como ponente en lamesa redonda sobre �Perspecti-vas del escepticismo científico al-rededor del mundo�.

El congreso en sí fue agota-dor, con sesiones dedicadas a lasprofecías milenaristas, las medi-cinas alternativas, los desastresnaturales, la anticiencia y el pos-modernismo, y lo paranormal en

primer contacto

Fernando Peregrín conversa con Willem Betz durante un descanso del con-greso de Heidelberg.

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China, así como conferencias acargo de Paul Kurtz y ElizabethLoftus, que disertó sobre el sín-drome de la falsa memoria, asun-to sobre el que también hablóVern Bullough. Entre los parti-cipantes, cabe destacar a RayHyman y James Alcock, que di-rigieron un interesante taller so-bre pensamiento crítico en el queel primero se centró en la demos-tración práctica y el segundo enla teórica; Alan Hale, que diser-tó sobre �El cometa Hale-Bopp:¿portento o desastre?�; EvrySchatzman, que participó en lamesa redonda sobre posmo-dernismo, y Sergey Kapitza, quenos puso al corriente de la situa-ción de la ciencia en Rusia.

Personalmente, aproveché lainvitación del CSICOP a interve-nir en tan destacado foro paradistribuir entre los asistentesejemplares de EL ESCÉPTICO,que, recién salida de la impren-ta, fue objeto de una calurosa a-cogida por la mayoría, empezan-do por Kurtz y Amardeo Sarma,el más que eficiente secretarioejecutivo del GWUP, y acabandopor Gerald Huber, el socio ale-mán de ARP. La realidad físicade la revista sorprendió a casi to-dos y me facilitó las gestiones decara a apalabrar interesantes co-laboraciones de las que esperoque el lector hispano disfrute enlos próximos números.

De puertas afuera, la tradicio-nal reunión del Consejo Ejecuti-

el escéptico (Otoño 1998) 7

vo de Organizaciones Escépticas(ECSO) sirvió para dar la bienve-nida a una nueva organizaciónen Gran Bretaña, la Asociaciónpara la Investigación Escéptica(Aske), confirmar que el congre-so europeo de 1999 se celebraráen Maastricht en septiembre, yque el mundial del 2000 tendrácomo escenario Sidney y el si-guiente Los Ángeles. El CSICOPinvitará a algunos representan-tes de las asociaciones europeasa viajar hasta Australia, anun-ció Kurtz ante quienes asistimosa la reunión de la ECSO, ya que,tal como respondí a Harry Wi-lliams, secretario de los Escépti-cos Australianos, cuando mepreguntó si nos veríamos en Sid-ney, costear un viaje a las antí-podas no es algo que uno puedapermitirse así como así. Respec-to a la reunión de Los Ángelesdel 2002, estará dedicada a losmedios de comunicación y lapseudociencia, asunto recurren-te en los encuentros escépticosque ha propiciado el nacimien-to, en el seno del CSICOP, delConsejo para la Integridad de losMedios. Matt Nisbet, coordinadorde este grupo de trabajo, invitóen Heidelberg a todos los perio-distas escepticos a unir fuerzas,idea que en Europa había lanza-do horas antes el incansable TimTrachet.

Por cierto que la cordialidadde nuestros anfitriones alemanesse prolongaba fuera de la sede

del congreso en los colegas bel-gas, con Tim a la cabeza, mane-jándose en no sé cuántos idio-mas y guiándonos a italianos,brasileños, irlandeses y españo-les por el Heidelberg nocturnotras haber disfrutado de una tra-vesía fluvial por el Necka. En de-finitiva, un evento para recordartanto por las sesiones de trabajooficiales como por las extraoficia-les reuniones alrededor de bue-nas mesas. Algo que, sin duda,sonará a todos aquéllos que hanasistido a alguno de los congre-sos de ARP.

L.A.G.

ARP apuesta poruna única revistapara todo elmundo hispano

La última sesión del 2º Congre-so Escéptico Mundial se centroen las �Perspectivas del escepti-cismo científico alrededor delmundo� y, en ella, el director deEL ESCÉPTICO presentó, ennombre de ARP-Sociedad para elAvance del Pensamiento Crítico,una ponencia titulada: �El mo-vimiento escéptico en España:entre el desánimo y la esperan-za�. Tras ofrecer una vista pano-rámica de la presencia y difusiónde lo paranormal en los mediosde comunicación de nuestropaís, y destacar el escaso núme-ro de miembros activos del es-cepticismo científico organizado,Luis Alfonso Gámez mostró suoptimismo, visceral a la vez quefundamentado, en el futuro denuestro movimiento.

�Las razones que llevan al op-timismo −dijo− se basan en va-rios hechos. En primer lugar, yen palabras de Javier Armentia,«en el último año, la labor de ARPse ha visto renovada con nuevasaportaciones, de profesionales demuchos campos de la actividadintelectual. Ello ha sido posiblegracias a la popularización deesa nueva ágora que suponeInternet». Como consecuencia, elnúmero de socios y simpatizan-tes de ARP se incrementa cons-tantemente, si bien no al ritmo y

primer contacto

Luis Alfonso Gámez y Kendrick Frazier cambian impresiones durante lamesa redonda que clausuró el congreso mundial.

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Granada - Del 25 al 27 de marzo de 1999Organizado por el Parque de las Ciencias de Granada, la Universidad de Granada y

el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

Divulgación CientíficaPeriodismo y Ciencia

Museos, Acuarios, Parques NaturalesComunicación y Medio Ambiente

Ciencia y EducaciónCiencia y Cultura

El papel de la Ciencia y la Tecnología en la sociedad contemporánea cobra cada día mayor impor-tancia. La velocidad y calado de los cambios que el desarrollo científico implica exigen una mayorparticipación social y nuevas estrategias de acceso permanente a la cultura científica. En estemarco, la comunicación y divulgación están llamadas a desempeñar una función cada vez másdecisiva en las sociedades democráticas. La cultura científica debe normalizarse como una partemás de la cultura. El Congreso sobre Comunicación Social de la Ciencia pretende ser un foro dereflexión sobre las cuestiones planteadas que interesan a periodistas, divulgadores, científicos,

educadores, instituciones museísticas, editoriales, entidadeseducativas y culturales, etcétera.

Las jornadas se desarrollarán en el Palacio de Congresosde Granada y se estructurarán en torno a ponencias marco,mesas redondas, comunicaciones, pósters y talleres, y lasactividades paralelas incluirán visitas a la Alhambra (noctur-na), al Observatorio de Sierra Nevada y al Parque de lasCiencias, así como una programa cultural para acompañan-tes.

Las conferencias y mesas redondas contarán con la parti-cipación de personalidades relevantes en el mundo de la cien-cia, la cultura, el periodismo y la divulgacióncientífica: Richard Dawkins, biólogo y director de PublicUnderstanding of Science en Oxford, el filósofo FernandoSavater, el escritor Antonio Muñoz Molina, los científicosFrancisco J. Ayala, Cayetano López, Juan Oró y JoséManuel Sánchez Ron, los periodistas científicos FernándezHermana y Vladimir de Semir, y los responsables de mu-seos científicos Ramón Núñez, Manuel Toharia y JorgeWagensberg.

Integran el comité organizador: Ernesto Páramo (direc-tor del Parque de las Ciencias), José Luis Rosúa (decanode la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada),José María Quintana (delegado del CSIC en Andalucía),Ramón Núnez (director del Domus y la Casa de las Ciencias

de La Coruña), Jorge Wagensberg (director del Museu de la Ciència de Barcelona), Vladimir deSemir (director del Máster de Comunicación Científica, Barcelona), Francesco Tonucci (directordel Departamento de Psicopedagogía del CNR de Roma), Manuel Toharia (científico y periodista),Juan Mata (profesor de Literatura de la Universidad de Granada), Rafael Rodrigo (director delInstituto de Astrofísica de Andalucía), Miguel J. Carrascosa (presidente de Unesco Andalucía) yMiguel A. Quintanilla (Universidad de Salamanca).

El congreso se organiza con la colaboración de la Junta de Andalucía, la Asociación Española dePeriodismo Científico, el Centro de Desarrollo Tecnológico (CDTI), Fundesco, y los museos de cien-cia y planetarios españoles.

Para más información:

Parque de las Ciencias de Granada; Avenida del Mediterráneo, s/n; 18006 Granada (España).Teléfono: 958 13 31 87

Fax: 958 13 35 82Correo electrónico: [email protected]

http://www.parqueciencias.com/congreso

Primer Congreso sobre

Comunicación Socialde la Ciencia

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en la medida que deseamos ybuscamos. En segundo lugar, lapresencia de ARP en los mediosde comunicación se ha idoincrementando y afianzando, ylos periodistas y profesionales dela información [y del entreteni-miento, principal fuente de for-mación de millones de ciudada-nos pasivos] empiezan a consi-derar la opinión de los escépti-cos como el contrapunto idóneoa las afirmaciones de los defen-sores de lo paranormal a la horade confeccionar reportajes u or-ganizar debates. Y, en tercer lu-gar, pero no último en importan-cia, sino todo lo contrario, el fe-liz y exitoso lanzamiento de ELESCÉPTICO, lógico y necesariopaso adelante de la modesta,voluntarista, aunque enorme-mente eficaz y valiosa, La Alter-nativa Racional, el primer órga-no de comunicación de ARP�.

Cierto que, aunque seamosoptimistas, la tarea de ARP y deEL ESCÉPTICO no es corta nisencilla: denunciar los engaños,estafas y desmanes de la indus-tria del esoterismo y lo paranor-mal, que mueve varios cientos demiles de millones de pesetas;acallar los cantos de sirena de laNueva Era, que ha puesto de mo-da viejas irracionalidades y su-persticiones revistiéndolas de ro-pajes del nuevo milenio; y com-batir la epidemia de relativismocutre y ramplón que infecta a laopinión pública y que, en nom-bre de la ecología de los saberesy la democracia de los conoci-mientos, del todo vale, exalta alos mercachifles de lo alternati-vo −desde la medicina y la saluda los conocimientos básicos dela naturaleza y del ser humano−y desprecia como antigualla alracionalismo ilustrado y al es-cepticismo científico.

Consciente de que igual de-safío tienen que encarar las or-ganizaciones de escépticos deIberoamérica, Gámez ofreció ELESCÉPTICO como posible mediode comunicación común para lapromoción del pensamiento crí-tico y la denuncia de las pseu-dociencias y demás patrañas pa-ranormales, idea que ha fragua-do recientemente en unos prime-ros y prometedores contactos. Lapostura de ARP y de los que ha-cemos EL ESCÉPTICO es clara:frente al irracionalismo y el oscu-

el escéptico (Otoño 1998) 9

rantismo anticientífico que se di-funden en castellano a uno y otrolado del Atlántico, disponer deun medio de opinión y comuni-cación racionalista, promotor delescepticismo científico, hecho encomún entre hispanos europeosy americanos, y con vocación dealcanzar difusión pública y de in-fluir de forma significativa ennuestras respectivas sociedades.

Junto con nuestro represen-tante, compartió el estrado deponentes Sergey Kapitza, cabe-za visible del movimiento escép-tico ruso y ejemplo vivo de unacultura que hunde sus raíces enla Ilustración y ha sobrevividocon dignidad y lucidez la agita-da y confusa historia modernade ese gran pueblo. Su conferen-cia fue amena, brillante y escla-recedora de la oscura situaciónrusa, con un gran auge de lo pa-ranormal y contagio masivo delas patochadas de la Nueva Era.Mike Hutchinson presentó unaserie de estadísticas sobre la cre-dulidad británica; y el australia-no Harry Edwards nos confirmólo que sabíamos: que lo paranor-mal es un fenómeno pedestre dela aldea global.

Completaron la sesión con va-liosas aportaciones KendrickFrazier, director de The SkepticalInquirer, que disertó sobre el in-forme Sturrock, y Matt Nisbet,quien nos informó del funciona-miento de Consejo para la Inte-gridad de los Medios e invitó alas organizaciones escépticas na-cionales a establecer en su senocomités o grupos de vigilancia dela actitud de los medio hacia loparanormal y la pseudociencia.

F.P.

Nueva revistadedicada alanálisis científicode las medicinasalternativasCinco premios Nobel de cienciasencabezan el Consejo para la Me-dicina Científica, creado por ini-ciativa de Paul Kurtz y otros des-tacados integrantes del CSICOPpara apoyar el estudio científico

de las llamadas medicinas alter-nativas y complementarias −lahomeopatía, la aromaterapia, lafitoterapia, la naturopatía yotras−, así como de prácticas co-mo la acupuntura, el toque tera-péutico y las curas milagrosas.

Los estudios científicos que selleven a cabo para la evaluaciónde la eficacia de estas medicinasalternativas se darán a conocerThe Scientific Review of Alterna-tive Medicine, revista semestralrecién nacida que cuenta con ar-bitraje por comité de lectura. Loseditores afirman que el objetivode la publicación, única en sugénero, es �aplicar las mejoresherramientas de la ciencia y la

razón para determinar la validezde las hipótesis y la eficacia delos tratamientos. No se rechaza-rá a priori ninguna alegación,sino que se la considerará segúnsus méritos. No se rechazará afir-mación alguna por ajustarse o noa algún paradigma. Se buscarán,usando el método científico y cri-terios razonables, respuestasjustificadas a estas dos pregun-tas: «¿Es cierto lo que dicen?» y«¿Funciona realmente este tra-tamiento?» Se exigirán ensayoscontrolados de doble ciego paralas terapias alternativas�.

Los interesados pueden soli-citar más información sobre TheScientific Review of AlternativeMedicine a: SRAM, PrometheusBooks, 59 John Glenn Dr., Am-herst, NY 14228-2197, EE UU,o mediante correo electrónico di-rigido a [email protected].

F.P.

primer contacto

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as ciencias naturales reúnen unagran variedad de disciplinas que tie-nen por objeto el estudio de la natu-raleza. La biología trata de los seres

vivos que pueblan nuestro planeta, siendola zoología la rama dedicada al estudio delos animales y la botánica la rama que seocupa de los vegetales; la ecología estudiala interacción de los organismos entre sí ycon su medio ambiente; la paleontología tra-ta de los fósiles y la vida en el pasado; laexobiología, la posibilidad de que exista vidaextraterrestre; la geología, el origen, estruc-tura y evolución del globo terrestre; etcéte-ra.

Al margen de estas disciplinas, existe loque podríamos denominar manifestacionesexcéntricas de las ciencias naturales. Por ci-tar sólo los casos más significativos, la bús-queda de animales ocultos o misteriosos seconoce como criptozoología, la descripciónde los animales del mundo futuro se deno-mina futurozoología y el tratado de los se-res extraordinarios surgidos de la mente delos hombres de ciencia responde al nombrede parabiología (o fantazoología). Los crip-tozoólogos siguen la pista del Yeti, el mons-

truo del lago Ness, el Mokele-Mbembe yotras quimeras. Los futurozoólogos viajanen el tiempo al encuentro de animales comolos cañizancos, gigantílopes, capicornios ypelargónidos. Y los parabiólogos y fantazoó-logos especulan sobre la anatomía de losrinogrados, la formación de la nummulos-fera y el origen de las microcriaturas orien-tales. Todos estos seres forman parte de loque se ha dado en llamar el imaginario cien-tífico. En algunos casos, este imaginario senutre o inspira de los seres fabulosos quecomponen el bestiario mitológico: dragones,unicornios, hombres-lobo y otra fauna deleyenda. El objetivo de este artículo es pa-sar brevemente revista a estas disciplinasmarginales.

La búsqueda deanimales ignorados

La criptozoología −del griego kryptos, ocul-to, desconocido, misterioso− nació como dis-ciplina con pretensiones científicas en 1955con la publicación del best-seller Sur la pistedes bêtes ignorées, obra del zoólogo belgaBernard Heuvelmans. Heuvelmans puso apunto una metodología con el fin de ras-trear e identificar los animales desconoci-dos o ignorados por la ciencia. Los cripto-zoólogos defienden que detrás de cada enig-ma zoológico se esconde una especie pordescubrir o que se supone extiguida. Paralegitimar sus propósitos, Heuvelmans creóen 1982 la Sociedad Internacional de Crip-tozoología (ISC), con sede en Tucson, Arizo-na. La ISC ha adoptado al okapi como sím-bolo y edita periódicamente el boletín Cryp-tozoology. La lista de animales ocultos o mis-teriosos crece con el tiempo y se cifra ac-tualmente en más de 150 criptoespecies.Entre los mismas, se dan cita félidos desco-nocidos, marsupiales supuestamente des-aparecidos, gigantescos pulpos y serpien-tes de mar, monstruos acuáticos, dinosau-rios, pterosaurios y otros reptiles prehistó-ricos, mamuts supervivientes y grandes ho-mínidos salvajes [Mackal, 1983; Barloy,1985; Heuvelmans, 1995].

A imagen y semejanza del profesor Cha-llenger, personaje de ficción creado por Ar-

El arca de Noé de losseres extraordinarios

Una aproximación a las manifestaciones excéntricas delas ciencias naturales: criptozoología, futurozoología y parabiología

XABIER PEREDA SUBERBIOLA / NATHALIE BARDET

10 (Otoño 1998) el escéptico

La famosa y fraudulenta imagen del monstruo del lago Nessconocida como la �fotografía del cirujano�.

L

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thur Conan Doyle, los criptozoólogos másrecalcitrantes organizan expediciones a lu-gares recónditos del planeta con la espe-ranza de encontrar mundos perdidos pobla-dos de animales misteriosos. El biólogo RoyMackal, empleado de la Universidad de Chi-cago, ha viajado varias veces hasta Africacentral con la intención de atrapar al Mo-kele-Mbembe, un supuesto dinosaurio quese oculta en los pantanos del norte del Con-go. La cirujano franco-rusa Marie-JeanneKauffman obtuvo una subvención del pres-tigioso Collège de France para financiar unaexpedición a las montañas del Cáucaso enbusca del Almass (o Almasty), un primo her-mano del Yeti. Y qué decir del número derastreos efectuados en el lago Ness de Esco-cia en busca de su famoso inquilino acuáti-co. Todos estas tentativas se han saldadocon rotundos fracasos.

Los criptozoólogos emplean una jergapseudocientífica en sus libros y artículos yson grandes consumidores de nuevas tecno-logías. Uno de sus pasatiempos favoritos esdar nombres científicos a los animales quepersiguen. Por ejemplo, Heuvelmans propu-so que el monstruo del lago Ness era unpinnípedo desconocido, concretamente unotario gigante de cuello largo, y lo bautizóMegalotaria longicollis [Heuvelmans, 1965].Diez años más tarde, Peter Scott y RobertRines, de la Academia de Ciencias Aplica-das de Boston, Massachussetts, publicaronunas fotografías de Nessie en la prestigiosarevista inglesa Nature. Dijeron que se tra-taba de un plesiosaurio con aletas en for-ma de rombo y lo denominaron Nessiterasrhombopteryx [Scott y Rines, 1975]. Poste-riormente, se supo que las fotos habían sidoretocadas [Merino, 1987]. Otro caso es eldel popular hombre de Minnesota, un sersimiesco que se exhibió en las ferias norte-americanas preservado en un bloque de hie-lo. En 1969, Bernard Heuvelmans y el zoólo-go escocés Ivan Sanderson confirmaron suautenticidad y le dieron por nombre Homopongoides. La criatura desapareció sir de-jar rastro pero la Smithsonian Institutionde Washington comunicó más tarde que setrataba de un muñeco de látex [Napier,1973; Broch,1991]. El Yeti oabominable hom-bre de las nievestambién ha reci-bido varios nom-bres, siendo unode ellos Dinan-thropoides niva-lis [Heuvelmans,1958].

La creaciónde nombres bi-nomiales basados en conceptos hipotéticoses rechazada por la Comisión Internacio-nal de Nomenclatura Zoológica (ICZN). Estacomisión vela por los intereses de la nomen-clatura zoológica y paleozoológica, a través

el escéptico (Otoño 1998) 11

de un código o conjunto de reglas y reco-mendaciones que preconiza la estabilidade universalidad de los nombres científicosde animales [International Code of ZoologicalNomenclature, 1985]. Los científicos debenapoyarse en pruebas con-cretas −un espécimen tipoconservado en un museoo institución, descrito eilustrado convenientemen-te en una revista científicareconocida− para erigiruna nueva especie. Estoequivale a decir que las es-pecies descritas por loscriptozoólogos no son for-malmente válidas ya queno cumplen los requisitosnecesarios.

El ornitólogo Jared Dia-mond reconoce que resul-ta fácil ridiculizar a loscriptozoólogos [Diamond,1985]. Los pretendidos ca-zadores de monstruos se interesan única-mente en la llamada caza mayor. La posibi-lidad de encontrar un dinosaurio rezagadoen Africa, un mamut en Siberia o ungigantopiteco en Asia es practicamente nu-la, pero seduce más a los criptozoólogos quela búsqueda de nuevas especies de insec-tos en zonas tropicales o de aves en las is-las del Pacífico. A los criptozoólogos, tampo-co parece importarles que numerosas espe-cies de plantas y animales desaparezcan to-dos los días a causa de la polución y la des-forestación. Su objetivo parece limitarse abuscar la notoriedad persiguiendo presasespectaculares [Simpson, 1985]. De hecho,limitan generalmente su campo de investi-gación a los animales cuya talla supera los30 centímetros de longitud [Raynal, 1997].

Esta caprichosa restricción les lleva a in-teresarse especialmente en los grandes ver-tebrados y en algunos grupos de invertebra-dos como los cefalópodos. Mal que les pese,han dejado escapar grandes mamíferos enel sudeste asiático, como es el caso del saola,un bóvido descubierto recientemente enVietnam. A pesar de mencionarlo en todos

sus informes, loscriptozoólogostampoco partici-paron en la cazadel celacanto, elfamoso pez con-siderado fósil delque se han recu-perado variosejemplares vivosen aguas de lasislas Comores.Otro tanto cabe

decir del okapi, un giráfido africano, y deotros muchos mamíferos y reptiles descu-biertos en pleno siglo XX. El escaso bagajede los criptozoólogos puede estar motivadopor sus propias exigencias metodológicas.

Algunos criptozoólogosorganizan expediciones a lugares

recónditos del planeta con laesperanza de encontrar mundosperdidos poblados de animales

misteriosos

Supuesta imagen de un Bigfoottomada en Oregon.

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12 (Otoño 1998) el escéptico

Michel Raynal, impulsor del Instituto Vir-tual de Criptozoología, en Francia, sostieneque el descubrimiento fortuito de nuevasespecies es algo frecuente en zoología, perono así en criptozoología. Raynal [1997] pre-tende que su disciplina tiene un carácterpredictivo, en el sentido de que aspira a an-ticipar los descubrimientos zoológicos futu-ros. Por desgracia, las evidencias aporta-das por los criptozoólogos son paupérrimas.La mayor parte de las pruebas es de tipotestimonial y las escasas pruebas circuns-tanciales no están apoyadas en especímenescompletos ni en evidencias físicas irrepro-chables. En el mejor de los casos, se tratade fotos borrosas o restos anatómicos dedudosa procedencia [Napier, 1973; Binns,1984; Diamond, 1985].

El folclorista Michel Meurger ve en loscriptozoólogos a los herederos excéntricosde los naturalistas del Siglo de las Luces:su misión es eldesencantamientodel mundo y laracionalización delas criaturas le-gendarias. Loscriptozoólogos ex-traen del folclorepopular las infor-maciones necesa-rias para podernaturalizar ade-cuadamente a losseres fabulosos.En este sentido,su empresa esmás etnológicaque zoológica ycontribuye al enri-quecimiento del i-maginario científi-co. Para Meurger,las figuras de esteimaginario res-ponden a los de-seos del hombrecontemporáneo:los monstruos quepersiguen los crip-tozoólogos, llá-mense Yeti, Nessie, Mokele-Mbembe,Almass o Bigfoot, no son sino productos cul-turales muy elaborados [Meurger, 1995].

Una zoología futurista

El zoólogo Desmond Morris cuenta que,siendo joven, comenzó a inventar seres ima-ginarios para satisfacer sus caprichos evo-lucionistas privados. Ideó monstruos y ex-traños organismos, plantas y bestias fabu-losas de cualquier color, forma y tamaño ylos llamó biomorfos. En una línea similar,el paleontólogo británico Dougal Dixon sepropuso imaginar, basándose en los conoci-mientos actuales sobre la evolución, cómosería la vida animal en la Tierra dentro de

50 millones de años. Así nació After man: azoology of the future, un bestiario ilustradode la vida futura en nuestro planeta [Dixon,1981].

Dixon supuso que el clima y la vegeta-ción de la Tierra serían similares al modeloactual, pero que la geografía habría cambia-do de acuerdo con los procesos de la tectó-nica de placas. Africa, Eurasia, Australia yNorteamérica estarían en conexión, mien-tras Sudamérica estaría separada del restoformando una isla-continente. Los princi-pales hábitats terrestres permanecerían sinalteraciones notables. Mamíferos y aves do-minarían las comunidades de vertebrados.En el mundo futuro de Dixon, el hombre yotros animales que hoy nos son familiares−cetáceos, perisodáctilos, proboscídeos,monotremas− se han extinguido hace tiem-po. Por el contrario, los roedores e insec-tívoros estarían ampliamente diversificados.

Los principalespacedores ya noserían los ungula-dos o animalescon pezuñas. Lasregiones templa-das albergaríanrebaños de conejí-lopes, un tipo deconejos del tama-ño de un ciervo.Los gigantílopes ycapicornios, ru-miantes descen-dientes de los an-tílopes, ocuparíanlas praderas tropi-cales y los bos-ques de coníferas.Los carnívoros ac-tuales habrían de-jado sus nichos alas ratas depreda-doras y a ciertosprimates e insec-tívoros. Los habi-tantes del océanoAustral serían lospelargónidos o a-ves acuáticas. El

más impresionante sería el vórtex, un des-cendiente del pingüino que alcanzaría el ta-maño de una ballena. Las faunas insularesestarían representadas por formas endémi-cas. La isla de Lemuria, en el océano Indi-co, sería la ciudadela de los ungulados, ylas islas de Batavia, en el Pacífico, alberga-rían un mundo variado de murciélagos [Di-xon, 1981].

En el prólogo del libro, Morris opina quecada animal �nos enseña una lección im-portante sobre los procesos conocidos de laevolución: adaptación, especialización, con-vergencia y radiación�. Morris añade: �Dixonha equilibrado sus precisos sueños con unadisciplina científica estricta, lo que hace quesu libro sea tan acertado y sus animales

El vórtex, un habitante del océano Austral, segúnDougal Dixon.

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el escéptico (Otoño 1998) 13

tan convincentes�. No obstante, todos loszoólogos no comparten su opinión. Más deuno ha puesto en entredicho el valor cien-tífico de los animales de Dixon, criticandoalgunas anomalías biológicas y la falta decredibilidad de varias reconstrucciones[Turner, 1981]. Pese a todo, el libro de Dixones original y divertido, desbordante de ima-ginación y está magníficamente ilustrado.

La segunda obra futurozoológica de Di-xon se publicó en 1988. Esta vez, trató deimaginar cómo sería el mundo actual si elasteroide que cayó sobre la Tierra hace 65millones de años, y supuestamente aniqui-ló a los dinosaurios y muchos otros organis-mos, no hubiera existido. Según el esquemade Dixon [1988], los dinosaurios domina-rían todavía los ecosistemas terrestres y losmamíferos estarían relegados a ocupar unpapel secundario. Sólo los placentarios ha-brían sobrevivido, mientras los monotremasy marsupiales se habrían quedado en el ca-mino. Las aves compartirían el medio aé-reo con los reptiles voladores. The new dino-saurs: an alternative evolution es un atlasilustrado de lo que podrían haber sido losdinosaurios si no se hubieran extinguido.Dixon se inspiró en la evolución de los eco-sistemas durante los últimos 65 millonesde años a la hora de reconstruir a sus cria-turas. Muchos de los dinosaurios futurosson versiones reptilianas de los grandesmamíferos que conocemos hoy en día: ele-fantes, rinocerontes, bóvidos, cérvidos, et-cétera. Algunos son el resultado de una evo-lución paralela condicionada por el hábitat.Así, ciertos hipsilofodóntidos, pequeñosdinosaurios fitófagos corredores, se habríanadaptado a vivir en medios litorales comolos actuales sirénidos o vacas de mar. Otros,como el balaclav, pacerían formando ma-nadas en las montañas y se protegerían delfrío gracias a una espesa piel lanuda. Lospequeños dinosaurios carnívoros tambiénhabrían desarrollado adaptaciones prodigio-sas. Dos ejemplos son la forma saltarina delas cumbres y el dinosaurio carpintero.

Dixon [1988] no se atrevió a crear un di-nosaurio antropomórfico, aunque esta ideaya había sido propuesta con anterioridadpor otros autores. En 1982, el paleontólogonorteamericano Dale Russell concibió undinosauroide, es decir una criatura in-teligente que podría haber sido el más evo-lucionado de los dinosaurios si éstos hu-bieran sobrevivido. Russell tomó como pun-to de partida un pequeño dinosaurio carní-voro llamado troodon. Este animal poseíauna visión estereoscópica, un pulgar opo-nible y, lo que es más interesante aún, elmayor cociente de encefalización conocidoentre los dinosaurios. Basándose en extra-polaciones, Russell imaginó lo que podía ha-ber sido la evolución del troodon y elaboró,con ayuda del taxidermista Ron Séguin, unmodelo tridimensional en fibra de vidrio[Russell y Séguin, 1982]. A primera vista,el dinosauroide es un reptil bípedo con for-

ma de humanoide. El crá-neo es voluminoso, los ojosgrandes y ovales, y el hoci-co chato. Carece de orejas ysus mandíbulas, desprovis-tas de dientes, presentan unrevestimiento córneo. El di-nosauroide conserva tresdedos en las manos y pies,pero el cuello es corto y lacola ha desaparecido. No tie-ne rótulas y los órganossexuales son internos, comoen los reptiles. Sin embar-go, posee ombligo, ya que sesupone que habría dejadode poner huevos para con-vertirse en vivíparo. En re-sumen, el dinosauroide deRussell es una criatura in-teligente de sangre caliente,capaz de comunicarse utili-zando algún tipo de lengua-je y desarrollar una vida so-cial compleja. El trabajo deRussell y Séguin es citado amenudo en libros serios so-bre dinosaurios, lo que de-muestra que sus colegashan tenido en cuenta la pro-puesta, aunque sea a títulode paleontología-ficción.

La última experienciafuturozoológica de Dixon esa la vez la más delirante y decepcionantede todas. Man after man es una extra-polación de la evolución del hombre dentrode cinco millones de años [Dixon, 1990].Los problemas de superpoblación humanahan provocado un éxodo hacia nuevos mun-dos. Mientras unos buscan refugio en lasestrellas, otros, lisiados como consecuen-cia de las mutaciones genéticas, recurren ala biotecnología para adaptarse a una nue-va vida en la Tierra. Los experimentos deingeniería genética realizados sobre sereshumanos les permiten a éstos ocupar ni-chos ecológicos vacantes. Cinco millones deaños después, la evolución humana recuer-da un festín antropófago. El libro de Dixonilustra criaturas convertidas en peces, del-fines, topos, perozosos y otros seres queparecen sacados de un bestiario medieval.Algunos periodistas han tachado el libro depoco serio y se ha llegado a decir que re-cuerda más a una idea de libro de ciencia-ficción de Brian Aldiss, el autor del prefa-cio, que a una obra de futurozoología [Gee,1990]. Decepcionado quizá con la acogidadispensada a su última obra, Dougal Dixonha vuelto a dedicarse a la divulgación cien-tífica y ha abandonado momentáneamentesus ideas de zoología futurista.

Una biología extravagante

A finales de la década de los 50, el fisiólogoalemán Gérolf Steiner publicó, con el pseu-

El dinosauroide de Russell ySéguin.

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dónimo de Harald Stümpke, un libro cuyoobjetivo era ayudar a sus alumnos a com-prender los mecanismos de la evolución bio-lógica. Imaginó unos seres extraños, llama-dos rinogrados, que tenían la facultad dedesplazarse sobre sus apéndices nasales einventó todo un mundo nuevo inspirándo-se en la selección natural. El divertido y pe-dagógico libro de Steiner llevaba por títuloBau und leben der rhinogradentia [Stümpke,1958]. En su introducción, puede leerse:�Entre los mamíferos, el orden de los narigu-dos ocupa una plaza particular, que se ex-plica ante todo por el hecho de que estosextraños animales han sido descubiertos enuna época muy reciente. Que hayan perma-necido ignorados por la ciencia durante tan-to tiempo es debido a que su patria, el ar-chipielago de las Ayayay −traducción ingle-sa de Hi-iay−, situado en los Mares del Sur,no se descubrió hasta el año 1941. La ca-sualidad quiso que, durante la Guerra delPacífico, unos europeos civilizados dierancon estas islas. Por otro lado, el descubri-miento de este grupo zoológico es de granimportancia, ya que manifiesta unos princi-pios morfológicos, modos de comportamien-to y tipos ecológicos sin parangón no sóloentre los mamíferos, sino entre los verte-brados�.

Los rinogrados o narigudos se caracteri-zan, como su nombre indica, por un desa-rrollo particular de la nariz. Ésta puede sersimple o múltiple y desempeña diversas fun-ciones. El nasario es el órgano de locomo-ción de los rinogrados, de tal modo que lasotras extremidades han perdido esta fun-ción. Los miembros posteriores son general-mente reducidos, los anteriores se han

transformado en órganos prensiles y la colapuede adoptar formas aberrantes. Los ri-nogrados son de pequeño tamaño, estánrecubiertos de pelo y ocupan una gran di-versidad de nichos ecológicos. La mayoríaes insectívora, pero también se conocen for-mas vegetarianas, sobre todo frugívoras, y

una especie carnívora. Aunque algunos na-rigudos son sésiles, muchos de ellos handesarrollado la facultad de saltar, como lossaltonáceos, y uno de ellos es incluso ca-paz de volar. La clasificación de los rino-grados está basada en la forma y funcióndel nasario. Stümpke describió quince fa-milias diferentes, que reúnen un total de138 especies. Por desgracia, el archipielagode las Ayayay fue destruido durante unaexperiencia atómica secreta, y los rinogra-dos desaparecieron sin dejar descendencia.

El descubrimiento de los narigudos fueconsiderado como una de las más grandesdemostraciones de la parabiología, tambiénllamada fantazoología [Izzi, 1996] o zoolo-gía-ficción [Ros, 1997]. El eminente biólogoPierre Grassé, profesor de la Sorbona de Pa-rís, concluía con estas palabras el prefaciode la edición francesa de la obra de Steiner:�El libro de Harald Stümpke no sólo aportahechos nuevos, insospechados, sino que in-vita al hombre de ciencia a reflexionar so-bre las causas de la diversificación de losseres vivos sobre nuestro planeta, el motorde la evolución. La parabiología se muestracon todo su esplendor. En conclusión, ami-go biólogo, acuérdate de que los hechos me-jor descritos no son siempre los más cier-tos�.

La parabiología alcanza cotas extremasde excentricidad cuando la imaginación sedesboca y los científicos confunden sus es-peranzas con las observaciones. Una bue-na ilustración es la nummulosfera de Ran-dolph Kirkpatrick, considerada por el co-nocido paleontólogo de Harvard Stephen J.Gould [1980] como �la más demente de lasteorías descabelladas desarrolladas en elpresente siglo por un naturalista profesio-nal�. Kirkpatrick es el nombre de un inver-tebrista inglés especializado en esponjas co-ralinas. Sus trabajos taxonómicos pasaronprácticamente desapercibidos por la comu-nidad científica hasta el día en que decidiópublicar a cuenta de autor un libro absur-do [Kirkpatrick, 1913]. Kirkpatrick argu-mentaba que todas la rocas de la cortezaterrestre, incluyendo las volcánicas, esta-ban hechas de fósiles y, más concretamen-te, de nummulites −foraminíferos en formade lenteja−. El chiflado de Kirkpatrick llegóa pensar que los meteoritos también esta-ban hechos de nummulites y propuso quela forma en espiral de la concha de estosorganismos unicelulares era la �expresiónde la esencia de la vida, como la arquitecturade la propia vida� [Gould, 1980]. Sin duda,Kirkpatrick se engañó a sí mismo y llegó aconvertir su pasión en una teoría extrava-gante. La nummulosfera es un ejemplo decómo la imaginación disparatada puede ju-garle malas pasadas a un científico honra-do.

En nuestra época, algunos chiflados hanadoptado la parabiología como una doctri-na de tipo religioso. El mayor exponente esel japonés Chonosuke Okamura, director

14 (Otoño 1998) el escéptico

Un rinogrado adulto y su cría de tres meses, y técni-ca de desplazamiento de un saltonáceo (narigudosaltador), según Stümpke.

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el escéptico (Otoño 1998) 15

del llamado Laboratorio Fósil Okamura.Entre 1975 y 1977, Okamura obtuvo unagran cantidad de muestras de caliza paleo-zoica de la montaña Nagaiwa, cerca de laciudad de Ofunado, en la prefectura japone-sa de Iwate. Preparó una serie de láminasdelgadas y las examinó con ayuda de unmicroscopio. Cuál no sería su sorpresa aldescubrir que contenían microcriaturas fó-siles de un tamaño comprendido entre 1 y5 milímetros, entre las cuales reconoció es-pecies actuales y extintas. Las calizas deNagaiwa parecían encerrar los vestigios deun mundo microscópico remoto. Okamura[1980] identificó cerca de cien especies di-ferentes, incluyendo plantas, invertebrados,peces, anfibios, tortugas, serpientes, dino-saurios, pterosaurios, aves y mamíferos, in-cluyendo ¡microseres humanos! Por in-creíble que resulte, muchos de los vertebra-dos de la caliza Nagaiwa se conservan encarne y hueso. Otros componentes de la fau-na son desconocidos para la ciencia: Oka-mura señaló la presencia de dragones ybautizó un grupo de reptiles serpentiformescon el nombre de yokozuquios. Yokozuchiera el término utilizado antiguamente porlos campesinos de la región de Tokuyamapara definir una especie de serpiente ve-nenosa de forma rechoncha. En su infor-me, Okamura describe también aspectos in-éditos sobre la oviparidad, crecimiento, ca-nibalismo y diferentes técnicas de camu-flaje de lo que él identifica como dragones.

Según Okamura, la formación de los fó-siles de Nagaiwa tuvo lugar en la parte orien-tal del antiguo continente de Angara y sedebió probablemente a un gran seísmo quesacudió la región durante el período Silúri-co, hace unos 400 millones de años. Debi-do a las sacudidas, los microvertebrados te-rrestres cayeron al agua y atrajeron la aten-ción de los dragones y otros organismos ma-rinos. Todos estos seres se vieron sepulta-dos por enormes coladas de barro. Poste-riormente, la lava esterilizó los cadáveres yel aumento de la temperatura del agua hizoque los cuerpos se convirtieran en cera. Conel paso del tiempo, se transformaron en car-bonato cálcico, su estado actual.

Las microcriaturas de Nagaiwa están encontradicción con los conocimientos ac-tuales en biología, paleontología y geología,por lo que Okamura llegó a la conclusiónde que Darwin se había equivocado y desa-rrolló una nueva teoría. Según él, todos losgrupos de vertebrados que conocemos apa-recieron a principios de la Era Primaria,hace unos 500 millones de años. Si la per-dición de Kirkpatrick fue su pasión incon-trolada por la síntesis, el grave error de Oka-mura ha sido dejarse influenciar por susconvicciones personales e intentar reorga-nizar la ciencia a su manera, simplificán-dola hasta la caricatura. Las muestras deNagaiwa contienen en realidad una faunapaleozoica clásica, formada por foraminífe-ros, equinodermos, crinoideos, gasterópo-

dos, briozoos, etcétera. Algunas de las mi-crocriaturas no dejan de ser recristalizacio-nes de calcita que han adoptado formas ca-prichosas.

Por último, una materia que podría con-vertirse con el tiempo en una disciplina her-mana de la futurozoología y fantazoologíaes la exoparabiología, o biología excéntricade los seres extraterrestres. Algunos hom-bres de ciencia la practican con fines peda-gógicos o especulativos. Dos casos significa-tivos son la descripción de las mantas y lasmedusas, seres vivos de la atmósfera de Jú-

piter imaginados por Arthur C. Clarke[1971] y popularizados como cazadores yflotantes, respectivamente, por Carl Saganen su célebre obra de divulgación Cosmos[Sagan, 1980], y la idealización de un mar-ciano según Isaac Asimov [1967], basadaen los conocimientos de la época sobre lageología marciana. Los escritores de cien-cia-ficción practican con talento la exopa-rabiología. La novela Solaris, del escritor po-laco Stanislaw Lem [1961] y llevada al cinepor Andrei Tarkovski en 1971, en la que senos describe un ser-océano pensante, y lacompilación Bestiario de ciencia-ficción[1986] son dos ejemplos representativos delo que puede dar de sí esta disciplina.

Nota finalLos libros de Steiner [1958] y Dixon [1980]son obras de especulación zoológica. Aun-que no son manuales de ciencia, ponen enjuego los mecanismos de la evolución y pue-den ser una excelente introducción para jó-venes de los procesos biológicos. El trabajode Okamura [1980] es un puro disparate,obra de un chiflado. La parabiología y lafuturozoología no son disciplinas científi-cas sensu stricto porque su tema de estudioes ficticio. Otro tanto puede decirse de lacriptozoología, aunque los animales de losque trata nos sean más familiares. Si ac-túan con método y rigor, los criptozoólogospueden ayudar a los biólogos a descubrirnuevas especies de animales y plantas, perosu trabajo tiene más que ver con la laborde un detective que con la de un ientífico.La principal contribución de las manifesta-ciones excéntricas de las ciencias natura-les es el enriquecimiento del imaginariocientífico. El hecho de que todas estas prác-ticas cuenten con científicos entre sus adep-tos no las convierte en ciencia. La utiliza-ción de ideas científicas para reconstruirmundos imaginarios es un ejercicio intelec-

Hay hombres de ciencia que practicanla biología excéntrica de seres

extraterrestres con fines pedagógicoso especulativos

Page 16: El Escéptico 02

tual loable, pero no es ciencia. Es sencilla-mente ciencia-ficción.

Agradecimientos

Nuestro agradecimiento a Humberto Astibia yLuis Alfonso Gámez por la lectura crítica del ma-nuscrito y sus valiosos comentarios. Una comu-nicación basada en este texto se presentó en laConferencia Internacional sobre Evolucionismoy Racionalismo, celebrada en Zaragoza en sep-tiembre de 1997.

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16 (Otoño 1998) el escéptico

Xabier Pereda Suberbiola es doctor en Paleon-tología. Universidad del País Vasco; Facultad deCiencias; Departamento de Estratigrafía y Pa-leontología; Apartado 644; 48080 Bilbao.

Nathalie Bardet es doctora en Paleontología.Laboratoire de Paléontologie de Vertébres;Université Pierre et Marie Curie (Paris VI); URA1761 du CNRS; Case 106; 4 place Jussieu;75252 Paris cedex 05.

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T anto tiempo de andar discutiendocon lo más granado de la tonteríapatria −sean videntes, contactados,abducidos, astrólogos, sanadores y

demás variopintos personajes de la corte delos milagros televisiva− no puede ser bue-no. Me lo decía un amigo que de esas cosassabe mucho (atiende un quiosco de pren-sa): �Tío, que al final tú pareces uno de esos,¡como el padre Apeles!�, añadía sabiendo loque me duelen esas comparaciones. �¿Noqueréis que se note la diferencia entre esoscharlatanes y los científicos? Pues no va-yáis, no juguéis a su juego. Así, os ponéis asu nivel, pues da la sensación de que am-bas cosas son igualmente respetables...�

Lo sé, pero sé también que con escépti-cos o sin ellos ese tipo de televisión iba aseguir igual, porque, querámoslo o no, loparanormal, en su versión más chusca eimpresentable, sigue vendiendo. Si para al-gún día, no será por otros parámetros quelos que hicieron que apareciera: el share, lapopularidad inmediata de cara a los ingre-sos publicitarios. Y sé también que cuandono hay escépticos la cosa es aún peor: apa-recen los mismos charlatanes o iluminados;pero, además, campan asus anchas los vendedo-res de misterios, aprove-chados que viven y go-zan de su pequeña cuo-ta de fama gracias a es-tos temas. Cuando nohay quien aporte una duda racional, esospseudoinvestigadores aparecen como si fue-ran serios. Por el contrario, en los casos enque hay un escéptico, los bandos quedanbien delimitados: de un lado, la feria de loparanormal, en todas sus versiones, de lapatológica a la aprovechada; del otro... Bue-no, del otro se hace lo que se puede, entreotras cosas ironizar o echar una carcajada,porque el idioma de los medios es hostil aldiscurso racional, bien elaborado, más den-so que las afirmaciones sorprendentes.

Debemos seguir intentándolo. De la mis-ma manera que hemos de intentar que nosólo se considere necesaria la presencia ra-cionalista en esos debates, sino también em-pezar a levantar la voz en otros asuntos másserios, donde la irracionalidad se manifies-ta camuflada bajo ideologías (o teologías).En ARP, debemos darnos cuenta de que el

JAVIER E. ARMENTIA

auge irracionalista no sólo está en la telebasura paranor-mal, sino en la cosa pública, como cuando se nos vendenracismos o xenofobias (o antropofobias) agitando diversasbanderas; o cuando se quieren paralizar conquistas so-ciales o de libertad bajo la excusa de mayorías religiosas;o cuando la preocupación por el medio ambiente se con-vierte en ecolatría, en mística que impide un desarrollosostenible, por cuanto aboga por la involución. Apostarpor el pensamiento crítico, por la razón, por la ciencia,supone también mojarse en muchas aguas cenagosas. Yes cierto que, con tanto iluminado donante intergalácticode esperma, a veces corremos el peligro de no darnos cuen-ta de dónde está lo importante.

El panorama actual de los medios resulta un tanto en-gañoso: por su brillo despunta como siempre la televisióncon sus teledebates o el éxito de los ordinary-people-shows,ésos debates sin estrellas, pero con la vecina del cuartoaireando sus problemas maritales. Se trata de una dinámi-ca en la que la radio también parece haberse ido sumergien-do, quizá por la banalización de la tertulia radiofónica impul-sada en muchos casos por intereses empresariales/ideoló-gicos. Así que la opinión parece estar encarcelada en espa-cios cedidos por la prensa escrita, lo que limita no sola-mente su alcance público en un país con escaso númerode lectores de periódicos, sino también su trascendencia.Ello ha propiciado, posiblemente, una polarización de lostemas que se abordan: por un lado, de primera magnitud,

esto es, políticay economía; porotro, la anécdo-ta, la excusa dela otra cara de lanoticia curiosa ochusca que da

pie a reflexiones del opinador... En cualquier caso, son lospocos espacios en donde se puede encontrar una crítica oun razonamiento a lo que se nos da desde el resto de losmedios. Pequeñas −y escasas− islas con mensaje en el con-tinuo informativo y de ocio que nos inunda, y que a vecesuno tiende a ver como algo especialmente diseñado parahacernos casi imposible la reflexión.

Sin embargo, con la creciente implantación de la ciber-cultura, la opinión adquiere nuevos espacios: listas de co-rreo o de noticias, foros de discusión. Aunque sea un fu-gaz fenómeno que podría desaparecer cuando las empre-sas de (tele)comunicación se hagan con el dominio de lasredes, tiene un potencial muy interesante para el pensa-miento crítico. ¿Sería posible empezar a tomar al asaltoestos nuevos mundos con mensajes racionales? Pese aque han sido precisamente los abanderados del pensamien-to blando, lo que se ha dado en llamar el tecnopaganismode la nueva era, quienes primero han copado este mundo,quizá sea posible introducir en esa dinámica también unpoco de racionalidad, por fa...

el escéptico (Otoño 1998) 17

cuaderno de bitácora

Un poco de racionalidad, por fa...

Apostar por el pensamiento crítico, porla razón, por la ciencia, supone también

mojarse en muchas aguas cenagosas

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el escépticoLa revista para el fomento de la razón y la ciencia

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"

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e ha publicado recientemente unanálisis realizado por nueve científi-cos de renombre sobre el fenómenoovni.1 Este artículo ha sido recogido

como agua de mayo por muy variados secto-res de la ufología internacional, que hanquerido ver en él un apoyo a las tesis deque el estudio de los ovnis debe ser tomadoen serio y acometido por la comunidad cien-tífica. El impacto en los medios de comuni-cación, especialmente en las revistas pseu-docientíficas ha sido el previsible: las acu-saciones antiguas contra la ciencia oficialde cerrar los ojos para no ver la realidad, yel aplauso a los aguerridos científicos querompen esos prejuicios y corporativismospara adentrarse en este tema.

¿Pero hay realmente material como paraesta nueva andanada? En absoluto, comomostramos en este informe. Philip J. Klass,dedicado a la investigación científica del fe-nómeno ovni desde hace más de treintaaños ha hecho un análisis sobre este estu-dio en el que pone en evidencia que desdesu inicio ha estado sesgado hacia una ópti-ca pro-ovni, y demuestra cómo la informa-ción que han manejado los autores para ela-borar sus conclusiones era incompleta, ycómo, además, las conclusiones −más es-cépticas de lo que los promotores deseaban−muestran una cierta ingenuidad ante lo quees un intento −uno más− de conseguir cier-ta respetabilidad científica y académica aun tema que en medio siglo no ha aportadoni un solo grano de ciencia interesante.

En unos Estados Unidos que vivían lavorágine del estreno de la película de cinede la serie Expediente X, la nota de prensapublicitando este estudio, emitida el 29 dejunio, consiguió su objetivo: volver a ponera los ovnis de moda. Incluso concediendoque tal sincronización fuera pura coinciden-cia, lo cierto es que, como manifestaron res-ponsables del Comité para la InvestigaciónCientífica de los Supuestos Hechos Para-

normales (CSICOP) en un comunicado −verlos recuadros incluidos en este informe−, elprincipal objetivo era publicitario: que la So-ciedad para la Exploración Científica de Stu-rrock se diera a conocer, y que el tema ovnipareciera más serio de lo que realmente es.

El mal estaba hecho. Muy probablementelos científicos que participaron en el llama-do panel Sturrock no eran conscientes decómo iban a ser utilizados. Algo que suelepasar a menudo, por cierto, cuando científi-cos ignaros se acercan a la pseudociencia.Especialmente, los profesionales de las cien-cias físicas, acostumbrados a que sus obje-tos de estudio no tengan sentimientos, pre-ferencias o conductas impredecibles. En es-te caso, no podrían haber imaginado quelos ufólogos que actuaban como ponentesno representaban en absoluto la investiga-ción seria y objetiva que uno debe ponercomo condición básica en un estudio cientí-fico, ni que se les iban a ocultar datos im-portantes depresuntos ca-sos perfectos.

Obviamente,las conclusio-nes fruto de ta-les presentacio-nes sesgadasno pueden sertomadas comoalgo definitivo orelevante. Es deagradecer, encualquier caso,el escepticismogeneral de los integrantes del equipo a lahora de evaluar estas pruebas. Sturrock,quien lleva bastantes años intentando pro-mocionar la investigación ovni, ha pro-curado posteriormente destacar los aspec-tos que más le interesan, relegado a un se-gundo plano los que no le convienen. Algoque, lisa y llanamente, es muy poco cientí-fico.

Desde EL ESCÉPTICO, no podemos de-jar pasar de largo este estudio, porque, in-dudablemente, será empleado para lanzaracusaciones de mente cerrada hacia quie-nes somos partidarios del pensamiento críti-co, racional. Los datos, en cualquier caso,están aquí, para quien quiera realmente co-nocer el asunto.

JAVIER E. ARMENTIA

S

informe especial

Los ovnis amenazan con invadir(de nuevo) la Universidad

1 Sturrock, Peter A. (dir.) [1998]: �Physical evi-dence related to ufo reports. The proceedings ofa workshop held at the Pocantico ConferenceCenter, Tarrytown, New York, September 29-Oc-tober 4, 1997�. Journal of Scientific Exploration(Stanford), Vol. 12.

El informe puede leerse en Internet en: http://www.jse.com/ufo_reports/Sturrock/toc.html.

Presuntos ovnis fotografiados en Sheffield,Gran Bretaña, en 1962.

el escéptico (Otoño 1998) 19

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ras unas sesiones informativas queduraron cuatro días en otoño del añopasado, durante las cuales ocho des-tacados ufólogos expusieron sus in-

vestigaciones sobre los casos que creían queofrecían la mejor evidencia física de que losovnis son un fenómeno que desafía cual-quier explicación prosaica, un panel de nue-ve científicos concluyó: �No estamos conven-cidos de que nada de la evidencia impliqueprocesos físicos actualmente desconocidos,ni que apunte a la participación de una inte-

ligencia extraterrestre�. El Panel de Análi-sis Científico (SRP)1 concluyó asimismo que�parece que gran parte de las investigacio-nes sobre ovnis actuales se llevan con unnivel de rigor que no es consistente con losestándares requeridos por la investigacióncientífica�. He entrevistado a tres de los cien-

tíficos del panel, y a dos de los ufólogos queparticiparon en él, lo que me ha permitidoconocer mejor el asunto.

Las reacciones del SRP debieron de sor-prender al doctor Peter Sturrock, presiden-te de la Sociedad para la Exploración Cien-tífica (SSE)2 y organizador del grupo de tra-

bajo, y a LauranceS. Rockefeller, quienlo patrocinó. TantoSturrock, catedráti-co de Física Aplica-da de la Universidadde Stanford, comoRockefeller tienenun ya antiguo inte-rés en los objetosvolantes no identifi-cados. Por ejemplo,el 27 de mayo de1977, Sturrock fue

el conferenciante invitado en el Cen-tro de Vuelos Espaciales Goddardde la NASA para disertar sobre �Vidainteligente extraterrestre�. Las pri-meras tres cuartas partes de su in-tervención estuvieron dedicadas atemas tradicionales, pero el últimocuarto se centró en los ovnis, y enla encuesta que Sturrock había rea-lizado entre miembros de la Socie-dad Astronómica Norteamericanasobre su interés en los ovnis y paraobtener sus informes de avista-mientos. Sturrock concluyó su pre-sentación diciendo que los ovnis�merecen probablemente cierto gra-do de estudio científico�. Por su par-te, Rockefeller ha patrocinado diver-

sas iniciativas para promocionar el temaovni, y ha intentado interesar en el asunto

¿Ovnis académicos?Ni los mejores casos de ovnis han conseguido proporcionar

evidencias creíbles sobre visitas extraterrestres, según un panelde científicos dirigido por un físico pro-ovni

PHILIP J. KLASS

20 (Otoño 1998) el escéptico

T

1 Aunque la traducción más sencilla de la vozinglesa panel es simplemente grupo, hemos man-tenido el nombre panel, anglicismo que, a pesarde todo, se emplea en la jerga de reuniones cien-tíficas. Perdónese al traductor por esta claudi-cación. (N. del T.)

Una de las fotos de ovni de McMinnville (Oregon), aclamada por la mayo-ría de los ufólogos como auténticas y en las que Philip J. Klass (a laderecha) ha detectado indicios de fraude.

2 La Sociedad para la Exploración Científica(SSE) fue fundada en 1981 por Peter Sturrock,de la que es presidente. Publica trimestralmen-te el Journal of Scientific Exploration (JSE), encuyo número del pasado verano (Vol. 12-2) apa-rece el informe completo al que se refiere esteartículo: �Physical evidence related to ufo re-ports: the proceedings of a workshop held at thePocantico Conference Center, Tarrytown, NewYork, September 29 - October 4, 1997�. El textopuede leerse en Internet en: http://www.jse.com/ufo_reports/Sturrock/toc.html. (N. del T.)

Page 21: El Escéptico 02

al propio presidente Bill Clinton.

Los ovnis y Sturrock

Sturrock creó en 1981 su Sociedad para laExploración Científica (SSE), cuyo objetivodeclarado es incitar a la comunidad cientí-fica al estudio de fenómenos anómalos comolos ovnis o los fenómenos psíquicos. El pri-mer número de la revista de la sociedad, elJournal of Scientific Exploration (JSE), apare-ció en 1987 e incluyó un artículo de Stu-rrock criticando al doctor Edward U. Con-don3 por sus comentarios acerca del infor-me sobre los ovnis realizado por la Univer-sidad de Colorado de 1966 a 1968. Sturrockponía en tela de juicio la opinión de Condonde que �un estudio extensivo posterior a losovnis no puede probablemente justificarseen espera de la que ciencia pueda avanzargracias a ello�. (En ese mismo número delJSE, aparecía un artículo criticando a quie-nes cuestionaban la existencia de Nessie,el monstruo del lago Ness.)

En los congresos anuales de la SSE, sue-len incluirse varios ponentes partidarios delos ovnis, pero no escépticos. Así, en la reu-nión de 1996, celebrada en la Universidadde Virginia en Charlottesville −a la que tuvela oportunidad de acudir−, intervinieroncuatro partidarios de los ovnis y ni un soloescéptico: el doctor David Jacobs, que ha-bló sobre abducciones; Stanton Friedman,sobre ovnis estrellados y los papeles Ma-jestic-12; el doctor Bruce Maccabee, queproyectó vídeos de ovnis, incluyendo unode Ed Walters −el famoso fotógrafo de GulfBreeze−, mostrando la capacidad de estosingenios para pararse y cambiar de sentidoen una fracción de segundo; y Mark Rode-ghier, director del Centro J.A. Hynek de Es-tudios Ufológicos (CUFOS)4.

Sin embargo, cuando Sturrock y sus con-sejeros seleccionaron a aquéllos que iban ainformar al SRP sobre los casos de ovnisque ofrecían las mejores evidencias físicas,ni Jacobs ni Friedman ni Maccabee fueronincluidos. Y el doctor David E. Pritchard,del Instituto de Tecnología en Massachu-setts, un físico que ha analizado varios pre-

el escéptico (Otoño 1998) 21

Quién es quién enel �panel Sturrock�

roclamado como el primer análisis indepen-diente del fenómeno ovni desde los años70, el Panel de Investigación Científica(SRP) organizado por la Sociedad para la

Exploración Científica (SSE) con el patrociniode la Fundación Laurence S. Rockefeller, inclu-yó a nueve científicos que recibieron informa-ción sobre el tema por parte de una serie deufólogos.

El SRP estuvo dirigido por Peter Sturrock,catedrático de Física Aplicada de la Universi-dad de Stanford (EE UU) y presidente de la SSE.Los vicepresidentes fueron Von R. Eshleman,profesor emérito de Ingeniería Eléctrica tambiénde Stanford, y Thomas Holzer, astrónomo delObservatorio de Gran Altitud en Boulder, Colo-rado (EE UU). Junto a ellos, integraron el pa-nel: Randi Jopikii, catedrático de Ciencias Pla-netarias de la Universidad de Arizona en Tucson(EE UU); François Louange, director-gerente deFleximage, París (Francia); H.J. Melosh, cate-drático de Ciencias Planetarias de la Universi-dad de Arizona en Tucson (EE UU); James J.Papike, catedrático de Ciencias de la Tierra yPlanetarias de la Universidad de Nuevo Méxicoen Albuquerque (EEUU); Günter Reitz, del Cen-tro Aeroespacial Alemán, Instituto de MedicinaAeroespacial de Colonia (Alemania); CharlesTolbert, catedrático de Astronomía de la Uni-versidad de Virginia en Charlottesville (EE UU);y Bernard Veyret, del Laboratorio de Bioelec-tromagnetismo de la Universidad de Burdeos(Francia).

Los nueve científicos recibieron la informa-ción sobre casos de ovni de ocho investigado-res, a los que pudieron realizar cuantas pregun-tas consideraron oportuno en sesiones que es-tuvieron moderadas por D.E. Pritchard y H.E.Puthoff. Los ufólogos fueron: Richard Haines (EEUU); Illobrand von Ludwiger (Alemania); MarkRodeghier, del CUFOS (EE UU); John Schuessler(EE UU); Erling Strand (Noruega); MichaelSwords, catedrático de Ciencas Naturales de laUniversidad de Michigan Occidental en Kala-mazoo (EEUU); Jacques Vallée (EE UU); y Jean-Jacques Velasco, CNES (Francia).

La nota de prensa con las conclusiones delestudio, titulada �Panel de científicos concluyeque algunas de las evidencias de ovnis mere-cen su estudio� fue emitida el 29 de junio de1998 por la Universidad de Stanford, centro alque pertenece Sturrock. Comenzaba así: �En elprimer análisis independiente del fenómeno ovnidesde 1970, un grupo de científicos ha conclui-do que algunos avistamientos están acompaña-dos de evidencia física que merece estudio cien-tífico. Pero el panel no estaba convencido de quenada de esa evidencia apuntara a una viola-ción de las leyes de la naturaleza o a que estuvie-ra implicada una inteligencia extraterrestre�.

P

3 El astrofísico Edward U. Condon (1902-1974)fue director de un grupo de investigación cientí-fica sobre el fenómeno ovni, organizado por elEjército del Aire estadounidense en 1966, tra-bajo para el que se contrató a la Universidad deColorado. Su informe, publicado en forma delibro en 1969 bajo el título de Final report of thescientific study of unidentified flying objects, dioal traste con los intentos de muchos ufólogos dehacer creer que el tema merecía un interés ma-yor por parte de la ciencia y de las autoridades.(N. del T.)4 El Centro para el Estudio de los Ovnis (CUFOS),uno de los principales grupos ufológicos norte-americanos −y, por ende, del mundo−, fue funda-do por el difunto astrónomo Joseph Allen Hyneken 1973. (N. del T.)

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22 (Otoño 1998) el escéptico

tendidos implantes extraterrestres fue unode los moderadores de estas sesiones, aun-que en ningún momento citó tales implan-tes como evidencia extraterrestre.

Los ponentes pro-ovni

Si Sturrock hubiera seguido la tradición dela controversia científica habría invitadoaproximadamente al mismo número de es-cépticos que de ufólogos pro-ovni para in-formar al panel de científicos. Pero, de he-cho, de las ocho personas invitadas a lassesiones, ninguna era un escéptico con ex-periencia en ovnis, lo que privó a los miem-bros del SRP de la oportunidad de escu-char y evaluar las posibles explicacionesprosaicas de los casos. Por ejemplo, uno delos sucesos llamativos presentados por eldoctor Michael Swords, que ocurrió cercade Mansfield, Ohio (EEUU), en la noche del18 de octubre de 1973 y en él que estuvoimplicado un helicóptero militar que pre-suntamente tuvo un encuentro cercano conun ovni. Según la información de Swords,el ovni aparentemente produjo una miste-riosa fuerza de succión que impidió que elhelicóptero chocara contra el suelo. El pa-nel concluyó que tales informes, �de ser cier-tos, son difícilmente comprensibles a par-tir de nuestros conceptos habituales de gra-vedad e inercia�.

Pero Swords ocultó al panel el hecho deque yo empleé varias semanas en la inves-tigación del caso y conseguí dar con unaexplicación prosaica para muchos de losefectos aparentemente misteriosos reporta-dos por la tripulación. (Mis descubrimien-tos fueron detallados en mi libro Ufos ex-plained, publicado en 1975.) El informe delSRP dice: �De acuerdo con Swords, hay unaevidencia física que podría haber sido in-vestigada, pero que no lo fue. El comandante−capitán Coyne− informó que la brújulamagnética comenzó a girar durante el suce-so. La brújula siguió girando posteriomentey hubo de ser cambiada...� A lo largo de misnumerosas entrevistas telefónicas conCoyne, poco después del incidente, él nun-ca mencionó anomalía alguna en la brúju-la. Ni tampoco habló de la brújula en suinforme oficial del incidente a su superiormilitar, escrito tan sólo un mes después, el23 de noviembre de 1973. Varios años mástarde, cuando otro investigador entrevistóal copiloto Jezzi, éste dijo que la brújula sehabía comportado erráticamente con ante-

rioridad al incidente ovni.El informe del panel Sturrock afirma: �El

caso del helicóptero de Mansfield es un su-ceso particularmente enigmático, dado queincorpora no sólo el testimonio de la tripu-lación del mismo, sino también de testigosindependientes desde tierra�. El panel nofue informado de que tales presuntos testi-gos no aparecieron en la historia hasta tresaños después del incidente, una vez que elperiódico de Mansfield publicó un artículosobre el asunto en el que se decía que losufólogos locales buscaban testigos del casode 1973. Mis investigaciones sobre las afir-maciones de tales testigos demostraron quesus testimonios eran espurios. El helicóp-tero se encontraba a varias millas de dondedecían haberlo visto, y su testimonio en-traba en conflicto con el de la tripulación,tal como recogí en mi libro Ufos: the publicdeceived, publicado en 1983.

Explicaciones prosaicas

Coyne afirmaba que el ovni había hecho quela radio del helicóptero no fuera operativadurante varios minutos, haciendo imposi-ble el contacto con los aeropuertos de Cle-veland, Columbus y Akron. Mi investigaciónindicaba una explicación más prosaica, que,debido a la baja altitud a la que estaba elhelicóptero, éste quedaba fuera del alcancede la línea-de-visión de estos aeródromos.Le sugerí a Coyne que realizara un experi-mento durante su siguiente vuelo a Colum-bus: que cerca de Mansfield descendiera ala misma altitud y que intentara entoncesestablecer contacto por radio con los mis-mos aeropuertos. Coyne realizó tal pruebay me informó posteriormente de que fue in-capaz de contactar, tal como yo había pre-dicho.

Mi investigación apuntaba a que el ovnifue realmente un meteoro o bólido pertene-ciente a la lluvia anual de las Oriónidas,que el 18 de octubre se encontraba cercade su máximo de actividad. Cuando sugerítal explicación a Coyne durante una entre-vista telefónica, me respondió: �Bueno, pa-rece una explicación lógica�. Y también in-diqué que, después de que el ovni desapa-reciera, el mismo Coyne había realizadoinstintivamente la maniobra para evitar queel helicóptero se estrellara contra el suelo,pero que con la excitación del momento ha-bía olvidado haberlo hecho.

Las opiniones de Coyne cambiaron drás-ticamente cuando el incidente fue seleccio-nado como uno de los mejores casos ovnide 1973 por The National Enquirer, que pre-mió al piloto y a su tripulación con 5.000dólares. A partir de ese momento, Coyne seconvirtió en una celebridad ovni, y fue invi-tado como conferenciantes a diversos con-gresos ufológicos.

Envié una copia de mi análisis a la Agen-cia de la Armada para la Seguridad Aérea,cuyo comandante en jefe, el coronel Samuel

De las ocho personas invitadas a lassesiones, ninguna era un escéptico

con experiencia en ovnis, lo que privóa los miembros del panel de escuchar

y evaluar las posibles explicacionesprosaicas de los casos

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el escéptico (Otoño 1998) 23

P. Kalagian, respondió: �Creo que su análi-sis ha sido realizado en un modo lógico ycoherente�. Posteriormente, Kalagian soli-citó el permiso para reproducir los puntosprincipales de esta investigación en la pu-blicación de la agencia, The Army Flier.

Sin embargo, Swords ocultó al panel Stu-rrock los resultados de mi extensa investi-gacion. Por ello, no es sorprendente que elpanel comentara: �Encontramos que infor-mes de este tipo son bastante interesan-tes�. Pero añadía prudentemente: �Sin nin-guna evidencia física sólida (como la quepodría haber proporcionado un análisis dela brújula), es dificil para un panel com-puesto por científicos físicos sacar conclu-sión alguna�.

El ‘caso Cash-Landrum’

El miembro del MUFON5 John Schuesslerpresentó un detallado informe sobre un caso

que presuntamente ocurrió en la noche del29 de diciembre de 1980 no lejos de Hous-ton, Texas (EEUU), en el que estuvieron im-plicadas Betty Cash, y Vicki Landrum y sunieto de 7 años, Colby. Según Schuessler,los tres volvían en coche a casa hacia las21 horas cuando vieron un objeto gigantes-co con forma de diamante, que descendió yquedó suspendido sobre la autovía a sólo50 metros delante de su coche, echando lla-mas e iluminando el área como si fuera dedía. Betty paró el automóvil, pero ,en vez depermanecer en su interior o dar la vuelta,

los tres salieron del vehículo para ver me-jor el fenómeno. Betty Cash, quien según eltestimonio pasó entre 8 y 10 minutos fueraviendo el ovni, incluso se acercó andandoal ardiente objeto (a pesar del intenso calorque irradiaba). Cuando Vicki y Colby deci-dieron finalmente volver al interior del co-che, ella dijo que se quemó la mano al tocarla manilla de la puerta. (Pero, cuando Schu-essler inspeccionó posteriormente el auto-móvil, fue incapaz de encontrar daño algu-no en el acabado de la pintura, en las pie-zas de plástico o en las ruedas.)

El ovni con forma de diamante estaba,según los testigos, acompañado por varioshelicópteros grandes de doble rotor. A pe-sar de su temor, dijeron haber tenido tiem-po de contar el número de helicópteros va-rias veces: Betty dijo que eran un total de23, mientras que Vicki afirmó que eran en-tre 20 y 25. Según Betty, el ovni emitía unpitido agudo, aunque Colby dijo no haber

oído tal cosa. (El abogado-ufólogo PeterGersten llegó a demandar al Gobierno esta-dounidense por 20 millones de dólares, ba-sándose en que el Ejecutivo sabía que losovnis eran peligrosos y que los helicópterosmilitares debían haber protegido a Betty,Vicky y Colby. La Corte Federal no se impre-sionó por las afirmaciones de Gersten y de-sechó el caso, lo que provocó severas críti-cas por parte del abogado...)

Según se informa en el JSE: �Schuesslerenumeró los siguientes problemas médicosque sufrieron los tres testigos: ojos infla-mados, con dolor y llorosos; daño ocularpermanente; dolores de estómago, vómitosy diarreas; inflamaciones y marcas en lapiel, con pérdida de pigmentación; pérdida

3 Red Ovni (MUFON), organización ufológica nor-teamericana. (N. del T.)

�El 19 de junio de 1998, los teleti-pos de todos los medios de comu-nicación importantes fueron bom-bardeados con una nota de pren-sa en la que se afirmaba que unpanel independiente de científicoshabía echado una mirada frescaal tema ovni y concluido que elasunto debía tomarse en serio. Sinembargo, lo que virtualmente pa-saron por alto todos los grandesmedios es que estaba muy lejosde tratarse de una revisión inde-pendiente de los ovnis. La Socie-dad para la Exploración Científi-ca (SSE), patrocinadora del panel,no es de ninguna manera una or-ganización científica al uso. Enrealidad, es un grupo proclive ha-cia la creencia en los fenómenosparanormales, aunque uno conmuchos científicos entre susmiembros.

El JSE ha publicado, durantelos últimos once años, artículos

que sugieren por lo menos algu-nas afirmaciones de lo para-normal son ciertas y han sido ve-rificadas científicamente. En laweb de la SSE, hay textos quepretenden demostrar que el zaho-rismo es un hecho comprobado,que los pollos jóvenes tienen fa-cultades psicoquinéticas, y que lareencarnación no solamente hasido verificada, sino que las vidaspasadas son frecuentemente in-dicadas por la presencia de mar-cas de nacimiento. El panel ovnide la SSE invitó únicamente aufólogos a presentar la supuestaevidencia; el punto de vista escép-tico fue evidentemente conside-rado no digno de tener en cuen-ta.�

Robert Sheaffer.Divulgador científico, autor de Ve-redicto ovni y de Ufo sightings. Theevidence.

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de cabello excesiva durante un periodo devarias semanas, teniendo el nuevo pelo unatextura diferente del antiguo; pérdida deapetito, energía y peso; daños en la uñas;aumento de la susceptibilidad a la enfer-medad; y cáncer�. (Aparentemente, Schu-essler olvidó mencionar otro problema mé-dico provocado por el ovni en Colby: un au-mento de sus caries.)

Realmente, fue sólo Betty Cash quiensufrió problemas médicos serios tras el su-puesto incidente ovni, suceso que ella nisiquiera mencionó a los médicos que inten-taban diagnosticar su enfermedad, hastaque Colby habló del avistamiento. Poco des-pués de que Schuessler se implicara en elcaso Cash-Landrum a comienzos de 1981,empezó a sospechar que los problemas mé-dicos podrían ser el resultado de rayos gam-ma emitidos por el ovni, su teoría actual.(Por lo que se ve, un arma atómica trans-portada por aire o una nave extraterrestrecon energía nuclear habría explotado cercade Houston.) Pero, cuando Schuessler ins-peccionó el coche de Betty en 1981 y usóun contador geiger para medir la radiactivi-dad, no encontró nada. Presumiblemente,también comprobó esto al visitar el sitio delpresunto incidente, no detectando nivelesanormales de radiación.

En el reciente libro de Schuessler TheCash-Landrum ufo incident (1998), dedicamuchas páginas a los informes de los mé-dicos, a los esfuerzos por determinar la cau-sa y posibles diagnósticos prosaicos expli-cativos de los problemas médicos de BettyCash. Pero no proporciona dato médico al-guno sobre la salud de Betty con anteriori-dad al incidente. Ni tampoco datos médi-cos sobre la salud previa de Vicki o Colby.(En 1981, poco después del primer artículode Schuessler sobre el caso Cash-Landrum,publicado en el The Mufon Ufo Journal, leescribí solicitándole datos médicos sobre lasalud de los testigos antes del incidente

ovni. Schuessler se negó a proporcionárme-los, diciendo que tal información sería una�invasión de la privacidad�.) Schuessler afir-ma en el libro que �Betty Cash, Vicki Lan-drum y Colby Landrum estaban en razona-ble buen estado de salud antes del inciden-te�. Pero, en otras partes del libro, Schu-essler menciona de pasada que cuatro añosantes, cuando contaba 47, Betty había su-frido una cirugía de by-pass coronario. Yque el 29 de marzo de 1983 se le extirpó elpecho derecho, después de detectarse unosbultos. Dos meses más tarde, Betty sufrióun ataque de corazón, y el 23 de junio delmismo año le fue extirpado el otro pecho. Apesar de estos serios problemas de salud,Betty sigue hoy viva, 17 años después dehaber sido irradiada por el ovni. Y los pro-blemas médicos incialmente declarados porVicki y Colby han desaparecido.

El panel comentó al respecto: �El casoCash-Landrum parece ser único por el he-cho de que existe documentación detalladade los daños (fotografías, etcétera) y de lostratamientos médicos subsiguientes�. El in-forme del panel no ofrece indicación algu-na de que Schuessler proporcionara la do-cumentación médica del estado de saludprevio al incidente ovni. Es concebible queel panel aceptara la afirmación de que lasalud de los testigos había sido hasta en-tonces �razonablemente buena�.

El caso francés deTrans-en-Provence

El panel Sturrock quedó también muy im-presionado por lo que le contaron acercade la oficina de investigación ovni financia-da por el Gobierno francés, el Grupo de Es-tudio de los Fenómenos Aeroespaciales NoIdentificados (GEPAN), y su aproximacióncientífica a la investigación de huellas pre-suntamente dejadas por ovnis, especial-

24 (Otoño 1998) el escéptico

�No hay nada realmente nuevoen el informe. Tengo serias du-das de que haya el mínimo gra-no dentro de la paja que suponeel tema ovni, y menos del tipo enque merece la pena gastar el di-nero de los impuestos de todoslos ciudadanos. El JSE, aunquepresentado como neutral y obje-tivo, parece tener una agendaoculta. Parece interesado en pro-mover temas fronterizos comomisterios reales, y tiende a igno-rar gran parte de la evidencia queles es contraria. Publica artícu-los académicos que promocionanla realidad de los zahoríes, la neo-astrología, los poderes extrasen-soriales y la psicoquinesis. Granparte de sus miembros activos y

relevantes son completos creyen-tes en la realidad de tales fenó-menos. No pongo objeciones algrupo de científicos que analizóel testimonio ovni para este es-tudio. Pero las ocho personas queproporcionaron tales testimoniosy evidencias eran todos propo-nentes y creyentes en la realidadde los ovnis. Lo han estado ha-ciendo desde hace decenios. Y nohabía investigadores escépticosentre ellos. Algo muy curioso siuno intenta algún tipo de aseso-ramiento equilibrado.�

Kendrick Frazier.Director de The Skeptical Inqui-rer y miembro del consejo ejecu-tivo del CSICOP.

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mente en el incidente de Trans-en-Provence.El GEPAN fue creado en 1977 y asignado alCentro Nacional de Estudios Espaciales(CNES), la agencia espacial francesa. LaGendarmería es responsable de informar delos casos ovnis al GEPAN. En 1988, el nom-bre del GEPAN cambió por el de Servicio deInvestigación de los Fenómenos de Reen-tradas Atmosféricas (SEPRA), y su misiónse amplió, incluyendo la recolección y elanálisis de reentradas de satélites, y caí-das de cohetes propulsores y meteoritos.Durante más de dos decenios de funciona-miento del GEPAN/SEPRA, se han recibidounos 3000 informes de ovnis procedentesde la Gendarmería. De ellos, el GEPAN/SEPRA ha investigado alrededor de un cen-tenar, de los que sólo unos pocos, segúnJean-Jacques Velasco, director del SEPRA,permanecen inexplicados.

El más famoso de estos sucesos inexpli-cados es uno ocurrido en Trans-en-Proven-ce, el 8 de enero de 1981, cuando un hom-bre llamado Renato Niccolai dijo haber vis-to una pequeña nave con forma de discoque se posaba a unos 50 metros de su pa-tio. Tras unos segundos, según Niccolai, elovni se fue volando. Cuando se acercó a ins-peccionar la zona del aterrizaje, informó ha-

el escéptico (Otoño 1998) 25

ber encontrado marcas en el terreno. Al díasiguiente, su vecino oyó hablar del inciden-te y lo comunicó a la Policía, que acudió allugar y tomó muestras del suelo y la vege-tación cercanas, que fueron remitidas a la-boratorios para su análisis. Para Velasco,el examen de las muestras vegetales reali-zado por el profesor Michael E.L. Bounias,del Laboratorio de Bioquímica de la Univer-sidad de Avignon, parecía revelar cambiosbioquímicos proporcionales a la distanciade la muestra del lugar de aterrizaje delobjeto no identificado.

El ocultado y controvertido‘informe Bounias’

Aunque no es sorprendente, considerandoque este caso es uno de los más impresio-nantes del GEPAN/SEPRA, Velasco no in-formó al panel de científicos que los descu-brimientos de Bounias han sido rechaza-dos por completo por el investigador ovnifrancés Eric Maillot y por un patólogo botá-nico miembro de la Sociedad Belga para laInvestigación de los Fenómenos Espaciales(SOBEPS), un importante grupo ufológico.Las críticas de Maillot7 aparecen en el libroUfos: 1947-1997, editado el año pasado enel Reino Unido.

La valoración científica más significati-va de la investigación del GEPAN del casode Trans-en-Provence viene de la muy res-petada agencia espacial francesa, el CNES.Si este caso hubiera ofrecido un mínima evi-dencia creíble de visitas extraterrestres, losprincipales responsables y científicos delCNES habrían al menos presentado artícu-los o trabajos sobre los descubrimientos delGEPAN en alguna conferencia sobre temasespaciales. Pero no lo han hecho. Igualmen-te, el CNES habría incrementado el presu-puesto del GEPAN, o su plantilla. Por el con-trario, en los años siguientes, aunque lasresponsabilidades del GEPAN se ampliaron,su presupuesto anual fue drásticamente re-cortado, llevando a una reducción de sus

7 El ufólogo francés Eric Maillot reveló numero-sos fallos en la investigación de este caso: elGEPAN no envió hasta 40 días después del inci-dente a sus investigadores, quienes además ig-noraron las numerosas contradicciones del tes-tigo. Por ejemplo, en el relato original de Nicolaia los gendarmes, el ovni se quedaba a un metrodel suelo. Pero aparecieron misteriosamente lashuellas de aterrizaje, similares a marcas de de-rrapaje de un coche. Nicolai aseguró que el ovnino estaba girando, pero las huellas son circula-res... Respecto al análisis de las plantas, el proto-colo de recolección no fue científico; el bioquí-mico encargado del análisis, Michel Bounias, noera un experto en patología vegetal. Posterior-mente, un experto belga −no identificado, aun-que miembro del SOBEPS− criticó los resulta-dos, pero Jean-Jacques Velasco, director delGEPAN, no vio necesidad de un reanálisis o deabrir una polémica científica sobre el asunto.(N. del T.)

Imágenes tratadas por ordenador de la fotogra-fía de un ovni que Richar F. Haines presentó al�panel Sturrock�.

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actividades relacionadas con los ovnis. ¡Estees el punto clave!

Las incómodas conclusionesescépticas del panel

Un miembro del panel me comentó que creeque Sturrock se sorprendió de las reaccio-nes del SRP ante las mejores evidencias deovnis ofrecidas por los ponentes: �Creo quePeter creía que las presentaciones iban aimpresionar a los miembros del panel másde lo que lo hicieron. Que está decepciona-do. Aunque pienso que le alegraría la dis-posición del panel a decir que los ovnis sonalgo que no debería ser totalmente ignora-do por la ciencia seria�. Por lo que he podi-do saber, cuando el panel se reunió en SanFrancisco, durante el fin de semana del díade Acción de Gracias, para conseguir unconsenso en el informe final, hubo ciertadivisión de opiniones entre sus miembros,aunque no serios desacuerdos. Las conclu-siones del panel fueron:

• �En referencia al material y casos pre-sentados por los investigadores, el pa-nel concluye que unos pocos inciden-tes pueden haber implicado fenómenosextraños, pero significativos, como ac-tividad eléctrica, aunque no hay eviden-cia convincente que apunte a procesosfísicos desconocidos o a que esténinvolucradas inteligencias extraterres-tres�.

• �En cualquier caso, el panel concluyeque sería valioso poder evaluar cuida-dosamente los informes ovni, puestoque, en el caso que hubiera observa-ciones inexplicadas, habría una posi-bilidad de que los científicos aprendie-ran algo nuevo estudiando estas obser-vaciones�.

• �Sin embargo, para ser creíbles, estasevaluaciones deberán hacerse con unespíritu de objetividad y con disposi-ción a evaluar las hipótesis rivales�.

• �La mejor expectativa para conseguirevaluaciones significativas de las hipó-tesis relevantes ha de venir del examende la evidencia física�.

• �Las posibilidades de un avance signi-ficativo son consideradas mayores aho-ra que en la época del proyecto de laUniversidad de Colorado que dio origenal Informe Condon hace treinta años, de-bido a los avances en el conocimientocientífico y en las capacidades técnicas,y a la vista del ejemplo de un proyectode investigación ovni modesto, peroefectivo, como el de la agencia espacialfrancesa, CNES�.

Teniendo en cuenta los datos que se pre-sentaron a este panel, todos ellos de un ladode la barrera, su escepticismo básico es en-comiable y es comprensible su ligera inge-nuidad, salvo quizá por su última conclu-sión. Si los once años de investigación ufo-lógica del GEPAN hubieran conducido acualquier nuevo conocimiento científico sig-nificativo, el CNES habría incrementado suentonces muy modesto presupuesto en vezde recortarlo. Durante el último decenio, elFondo para la Investigación Ovni (FUFOR)7ha gastado más de 700.000 dólares en in-vestigación ovni sin contribuir un ápice anuestro conocimiento científico.

Hace tres decenios, cuando entré por pri-mera vez en este campo, los ufólogos cen-

26 (Otoño 1998) el escéptico

�¿Por qué es esto una noticia? Laobservación de que algunas cosasvistas en el cielo son desconocidasy que merecen investigaciones pos-teriores no es una revelación nue-va. Nosotros nos hemos com-prometido con un examen libre deprejuicios de cualquier afirmaciónparanormal responsable. ElCSICOP ha promovido la investi-gación de casos ovnis desde hacemás de dos decenios, y ha publi-cado resultados de investigacionesrigurosas. Algunos casos perma-necen inexplicados. Pero decir quese deben dedicar ahora recursospúblicos para nuevas investigacio-nes es muy cuestionable. A nues-tro modo de ver, el Gobierno es-tadounidense no tendría que des-viar fondos y tiempo de otros pro-yectos científicos más fructíferos.

Dado lo limitado de los recursospara la investigación científica, laevidencia hasta la fecha en rela-ción con los ovnis no merece talatención. La idea de que debería-mos dedicar el trabajo del Con-greso de Estados Unidos a ponen-cias de ovnis raya en lo ridículo.

No podemos obviar, finalmen-te, que la publicación del informeaparece en el momento adecuadopara ganar publicidad para el SSEy sus afirmaciones. Ni que tuvolugar una semana después del es-treno de la película Expediente Xy durante la semana del 4 de ju-lio, cuando hay menos noticias.�

Paul Kurtz.Presidente del CSICOP y profesoremérito de la Universidad del Es-tado de Nueva York en Buffalo.

7 El Fondo para la Investigación Ovni (FUFOR),es una organización dedicada a patrocinar in-vestigaciones ufológicas, puesta en marcha en1979 y que cuenta con unos 2.000 miembros.(N. del T.)

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traban sus esfuerzos en informes tuercas ytornillos de cuya investigación podría obte-nerse algo de información sobre propaga-ción de ondas de radar, espejismos o rayosen bola. En la actualidad, la mayoría de losufólogos está principalmente interesada enlas abducciones, o en el encubrimiento ofi-cial (cover-up) de los platillos volantes es-trellados. Pero Sturrock evitó presentarcualquier tipo de informes de abucciones ode platillos estrellados a su panel, ni siquie-ra les mostró ninguno de los vídeos y foto-grafías de Ed Walters, apadrinados conahínco por el físico Bruce Maccabee.

Dado que Sturrock ha sido uno de losprincipales críticos del doctor Condon, re-sulta irónico que la conclusión del panelque organizó acerca de los ovnis y los ex-traterrestres se aproxime tanto a la afirma-ción de Condon de 1968: �No existe actual-mente evidencia convincente directa de nin-gún tipo que apoye la afirmación de que losovnis representan naves espaciales de otracivilización que visitan la Tierra�. Condonpredijo que �un estudio extensivo futuro delos ovnis no puede probablemente justifi-carse por la expectativa de que la cienciaconsiga avanzar gracias a él�. Los últimostreinta años de investigación ufológica acargo científicos como Sturrock8, Maccabee,Schuessler y Friedman han demostrado lo

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8 El autor del artículo nos ha informado que enel próximo número de Skeptics Ufo Newsletter ,correspondiente a noviembre, desvela nuevos de-talles sobre el grupo de científicos convocadopor Sturrock. En concreto, Klass ha averiguadoque, a pesar de haberse publicitado que los cien-tíficos eran personalidades independientes dela organización de Sturrock, la SSE, no es así:dos de los ocho miembros del panel son tam-bién miembros de la SSE. El doctor Charles R.Tolbert, catedrático de astronomía de la Univer-sidad de Virginia es el tesorero de la SSE −aun-que Tolbert aparece como algo escéptico con res-pecto a los ovnis−, y el doctor Thomas E. Holzer,del Centro Nacional de Investigaciones Atmosfé-ricas, también es miembro de la sociedad presi-dida por Sturrock. ¿Dónde queda la tan cacarea-da independencia? (N. del T.)

preclaro de la predicción de Condon.

Sagan aprendió,Sturrock no aprende

No es algo muy conocido que el difunto doc-tor Carl Sagan, quien es sus últimos añosfue un destacado crítico de la creencia enlos ovnis, fue a mediados de los años 60proclive a creer que era posible que algu-nos ovnis fueran naves extraterrestres. Porejemplo, cuando el congresista demócratapor Indiana Ed Rousch organizó un simpo-sio sobre ovnis el 29 de julio de 1968, lasseis personas invitadas a testificar eran to-das pro-ovni, y Sagan era una de ellas. Du-rante su ponencia, Sagan dijo: �Deberíamencionar que en esta reunión no hay per-sonas que sean completamente escépticasacerca del origen extraterrestre de los ovnis,y ciertamente existe esa postura −aunqueno la comparta excesivamente−, una pos-tura que este comité no va a escuchar hoy�.

En aquella época, Sagan, como Sturrockahora, intentó interesar a más científicosen los ovnis. Para ello, él y el también falle-cido astrónomo Thornton Page consiguieronconvencer a los directivos de la AsociaciónAmericana para el Avance de la Ciencia deque organizaran una sesión sobre los ovnisen su reunión anual de Boston a comien-zos de 1970. (Yo no fui invitado.) En pocosaños, según Sagan fue aprendiendo mássobre ufología, se hizo más y más escépti-co. Claramente, Sturrock ha mostrado quees más lento aprendiendo que Sagan.

Philip J. Klass es redactor-jefe jubilado de Avia-tion Week & Space Technology y la primera figu-ra mundial en investigación científica de losovnis.

Versión española de Javier E. Armentia.

Este artículo fue publicado originalmente en elNº 53 (Septiembre 1998) de Skeptics Ufo News-letter (404 �N� St. Southwest; Washington DC20024; Estados Unidos), y se reproduce con au-torización del autor.

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28 (Septiembre 1998) el escéptico

ada vez más desquiciada. Así está laufología. Nació hace medio siglo de-bido a un error periodístico y a lostejemanejes de un editor sin escrú-

pulos, y esos inicios la marcaron de por vida.A nadie sorprende hoy en día que los ufólo-gos profesionales −esos intrépidos investi-gadores a los que no se conoce otro oficio−conviertan por arte de birlibirloque un glo-bo estratosférico en una nave de otro pla-neta, vean en los delirios de un desequilibra-do a un elegido de los extraterrestres o apor-ten dudosas radiografías como prueba deimplantes alienígenas en seres humanos.Viven de ello, de vender misterios; cuandono los hay, se los inventan. En eso, siguenfielmente las directrices establecidas haceya medio siglo por el primer ufólogo profe-sional: Raymond A. Palmer.

El mito de las visitas extraterrestres na-ció el 24 de junio de 1947. Aquel día, Ken-neth Arnold vio sobre las montañas Casca-de, en el estado norteamericano de Was-hington, una escuadrilla de misteriososobjetos que horas después la Prensa bauti-zó como platillos volantes. Sin embargo,Arnold había visto en realidad otra cosa:nueve objetos con forma de bumerán, que�se desplazaban como platillos saltandosobre el agua�. Y tampoco creía que fuerannaves de otro mundo: sospechaba que �setrataba de algún tipo de avión�, de un inge-nio soviético a propulsión a chorro. Hastaque se cruzó en su vida Palmer, que pocoantes había tenido que abandonar la direc-ción de la revista de ciencia ficción AmazingStories, ya que sus propietarios se habíanhartado de que llenara las páginas de la pu-blicación, una de las más prestigiosas delgénero, de tonterías pseudocientíficas. Pal-mer creó entonces Fate y dedicó el primernúmero de la nueva revista −que llegó a losquioscos en la primavera de 1948− a la his-toria de Arnold, convenientemente reinven-tada, sin aquellos elementos del relato origi-nal que restaban misterio al misterio.

Hubo que esperar, no obstante, casi dosaños más hasta que el comandante retira-do Donald E. Keyhoe identificó los platillosvolantes con naves de otros mundos. Lo hizoen la revista True y a partir de ese momen-to, con el dogma principal firmemente es-tablecido, el mito ovni se constituyó en unaespecie de cajón de sastre en el que tenían

cabida ciudadanos normales y corrientesque creían haber visto algo raro en los cie-los; militares que temían que se tratara dearmas enemigas; desaprensivos que se in-ventaban historias increíbles para saciar elinterés del público; chalados que decían ha-ber entrado en contacto personal con losmarcianos −hasta los años 70 se creyó quelos tripulantes de los platillos volantes po-dían proceder de Marte, Venus o la Luna−,y estudiosos, pocos, seriamente interesa-dos en averiguar qué había de cierto traslos llamativos titulares de prensa. Medio si-glo después, el panorama es similar, si bienlos militares han perdido todo interés eninvestigar observaciones de presuntas na-ves alienígenas y sólo recurren a los ovnisen caso de necesidad, como cortina de humopara encubrir pruebas de aeronaves secre-tas, por ejemplo. Precisamente, la FuerzaAérea estadounidense confirmó hace pocomás de un año que el famoso caso Roswell−el presunto accidente de una nave aliení-gena en Nuevo México en 1947− tuvo suorigen en globos experimentales, algunosde los cuales �portaban y lanzaban mani-quíes antropomorfos equipados con para-caídas�. El objetivo, según el comunicadooficial hecho público el 24 de junio de 1997,era comprobar la posibilidad de que pilotoso astronautas llegaran a tierra con vida sisus naves sufrían algún percance en vuelo.

El caso Roswell y toda la mitología cons-piranoica que ha cobrado tanto auge en laufología de fin de siglo demuestran que elcorpus del mito original se ha complicadohasta límites increíbles. Tras los primeroscontactos personales con extraterrestres delos años 50, en los que éstos advirtieron aGeorge Adamski, Daniel Fry y compañía delpeligro nuclear, llegaron los hombres de ne-gro −misteriosos personajes encargados desilenciar a testigos y ufólogos que se aproxi-maban demasiado a la verdad−, los secues-tros −la primera abducción que tuvo am-plio eco, la de Betty y Barney Hill, fue expli-cada convencionalmente hace años, peroeso no ha influido para nada en la prolife-ración de este tipo de sucesos−, las mutila-ciones de ganado, los platillos estrellados,los pactos entre las grandes potencias y losinvasores −a quienes los gobiernos terres-tres darían carta blanca para secuestrar agente a cambio de tecnología alienígena−,

Medio siglo de platillosLos jueces elegidos por Sturrock, tras escuchar a los testigos

seleccionados por Sturrock, han concluido que “el estudio de los ovnisno ha aportado nada al conocimiento científico”

LUIS ALFONSO GÁMEZ

C

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las bases humano-extraterrestres ubicadasen el subsuelo EE UU... Y todo eso junto yrevuelto, en un puzzle imaginario en el queunas piezas no encajan con otras. Un puzzledel que el denominado panel Sturrock sóloha tenido oportunidad de examinar mediadocena de piezas, ya que tanto su principalresponsable como los ufólogos que facilita-ron información al grupo de científicos secuidaron de censurar toda evidencia quepudiera perjudicar sus intereses, que noiban encaminados a un dictamen imparcial,sino a conseguir un veredicto pro-ovni.

¿Cómo se explica que militares estado-unidenses abrieran proyectos secretos deinvestigación sobre simples avistamientosde luces en el cielo cuando habían captura-do ya un platillo volante en Roswell en1947? ¿Es creíble que altos cargos de la Ad-ministración norteamericana se preguntenen documentos hasta hace poco secretosqué son los ovnis cuando, según los ufólogosprofesionales, sus científicos estudian des-de hace décadas los restos de naves aliení-genas? ¿Por qué no ha habido ni uno solode los miles de funcionarios presuntamen-te implicados en tamaña conspiración quehaya aportado a la opinión pública unaprueba fiable? ¿Cuál es la razón de que losplatillos volantes sólo se estampen contrala superficie de nuestro planeta en zonaspróximas a bases militares? ¿Por qué no hayni una fotografía de un ovni que sea indis-cutiblemente auténtica? Hay una única res-puesta para todas estas preguntas: las ob-servaciones de ovnis y de supuestos extra-terrestres no tienen nada que ver con visi-tas alienígenas. Ésa es la clave.

Obviamente, esta respuesta no satisfa-ce a los ufólogos profesionales, aunque sía aquéllos aficionados, más cautos, que re-chazan el sensacionalismo propio del quios-co esotérico, pero están convencidos de quetras el fenómeno ovni hay algo enigmático.Porque si en algo está de acuerdo la comuni-dad ovni, es en que hay un reducto de su-cesos inexplicados que constituye la esen-cia misma del fenómeno. Es decir, que, unavez cribada la paja, nos quedan unos cuan-tos granos de auténtico maíz. Aproximada-mente, del 5% al 10% del total. Como el to-tal se cifra en alrededor de 200 millones deobservaciones de ovnis en 50 años, nos en-contramos con cerca de 4 millones de su-cesos auténticos. Dicho así, la ufología ten-dría una sólida base, un amplio campo deestudio; pero la realidad es muy diferente.

No existe una manera objetiva de dife-renciar los casos de ovnis posteriormenteidentificados de los que permanecen sin ex-plicación tras las pertinentes pesquisas. O,lo que es lo mismo, no hay manera de se-parar el grano de la paja. El color, la forma,el comportamiento, la hora del día a la quese ven, la geografía de las observaciones osu duración son variables a partir de lascuales es imposible −lo admiten los ufólo-gos serios− diferenciar planetas, globos son-

da, faros de automóvil, reflejos, platillos vo-lantes... Así pues, las características de losno identificados son similares a las de losidentificados. Al menos, a partir de las na-rraciones de los testigos, de esas personascreíbles que, parafraseando a Joseph AllenHynek, el fallecido pope de la ufología cien-tífica, cuentan cosas increíbles, que, pre-cisamente, a muchos nos llevan a pensarque los ovnis, los extraterrestres, no sonsino las hadas y los dragones contemporá-neos. Dicho así, a la brava, puede pareceruna boutade; pero, cuando uno compara loscuentos de hadas o las historias de drago-nes con las historias de platillos volantes,las similitudes son indiscutibles y las na-ves extraterrestres se desvanecen.

Pero ¿qué pasa con ese 5% ó 10% de ob-servaciones que se resiste a una explica-ción convencional? Para empezar, debe que-dar bien claro que la existencia de ese re-manente de no identificados refleja las li-mitaciones de la propia ufología: no siem-pre es posible realizar la investigación insitu, no siempre se recogen los testimoniosinmediatamente después de acaecer los he-chos, no siempre −muy pocas veces, paraser sincero− el investigador es un auténticoinvestigador. Basta echar una ojeada al pa-norama ufológico ibérico. Las grandes figu-ras, aquéllos que se prodigan en los mediosde comunicación, son en su mayoría indi-viduos sin preparación y sin ningún inte-rés en superar sus limitaciones consultandoa especialistas en las diferentes áreas delconocimiento. Ése es uno de los problemasde la ufología. Hay pocos auténticos exper-tos −los que lo son trabajan en la sombra yson blanco de ataques por parte de los char-latanes mediáticos− y demasiados periodis-tas especializados. Estos últimos son inca-paces de entender por qué los escépticoscreemos que luchan contra molinos de vien-to, que basar la ufología en la persistencia

el escéptico (Otoño 1998) 29

Imagen de la película de Robert Wise �Ultimátum a la Tierra�(1951) cuyo imaginario interior del platillo volante se incorporóinmediatamente a la iconografía del naciente mito ovni.

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30 (Septiembre 1998) el escéptico

de un residuo inexplicado es reconocer, im-plícitamente, que los ovnis no existen comoobjetos inidentificables.

Del mismo modo que hay presuntos ca-sos de ovnis inexplicados, existen asesina-tos y accidentes inexplicados, desaparicio-nes inexplicadas... ¿Alguien se ha puesto abuscar explicaciones extraterrestres a es-tos otros sucesos misteriosos? No, porquela ausencia de explicación no supone evi-dencia para nada. Es ridículo −falaz, comolleva advirtiendo Félix Ares desde principiosde los años 80− darle vueltas al residuo, unresiduo del que hace tiempo que salieron laoleada de misteriosas aeronaves de 1897,la observación de Kenneth Arnold, el suce-so de isla Maury, el caso Roswell, la abduc-ción de los Hill, los aterrizajes de Gallarta...Si los sucesos sobre los que se ha cimenta-do el saber ufológico no tienen nada de enig-mático, resulta evidente que la ufología notiene necesidad de auténticos ovnis, es de-cir, que si los ovnis nunca hubieran existi-do, nada habría sido diferente.

Ésta es la conclusión a la que hemos lle-gado algunos. Entonces, ¿por qué nos si-gue interesando el estudio del fenómeno sino creemos en él? Por dos razones: por susimplicaciones sociológicas −estamos anteun nuevo credo que se cobra sus víctimas,tanto desde el punto de vista psicológicocomo desde el físico−, y porque alguien ha

de denunciar a los estafadores y poner lascosas en su sitio. Desgraciadamente, laufología, un campo de gran interés para lasciencias sociales, es terreno abonado paraque hagan su agosto todo tipo de desalma-dos, entre los que destaca un grupo de indi-viduos que se rige por una vieja máximadel periodismo sensacionalista: no dejes quela realidad te estropee un buen titular. Bas-ta abrir revistas como Año Cero, Enigmas,Más Allá o Karma.7, donde se transmuta loexplicable en inexplicable, para comprobarel escaso −por no decir nulo− rigor de nues-tros más jóvenes periodistas especializados,auténticos maestros en el arte de la menti-ra.

La última manipulación de la ufología deferia ha consistido en lanzar las campanasal vuelo tras conocer los resultados de unestudio promovido por un creyente, que, pa-radójicamente, ha dejado las cosas comoestaban. Porque ni haciendo trampas, quees lo que ha hecho Sturrock, los ufólogoshan sido capaces de demostrar nada. Hantrucado los dados y han vuelto a perder lapartida: los jueces elegidos por Sturrock,tras escuchar a los testigos seleccionadospor Sturrock, han suscrito como propia laconclusión de Condon de 1969: �El estudiode los ovnis no ha aportado nada al co-nocimiento científico en los últimos vein-tiún años�. Descanse en paz la ufología.

¡Un regalo extraordinario!

Suscríbase a el escéptico

y recibirá, con su primer número de la revista, un ejemplar de

Fraudes espiritistasy fenómenos metapsíquicos,

un libro del padre Carlos M. de Heredia.Amigo de Houdini, el autor, una especie de JamesRandi de principios de siglo, se interesó desde sujuventud por lo inexplicable, investigó casasencantadas y a sensitivos que decían estar encontacto con el Más Allá, y duplicó en susconferencias supuestos fenómenos paranormales.

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el circo paranormal

Uno de los rasgos más curiososde las revistas que se dedican alo paranormal es, sin duda, suclara ambivalencia hacia la cien-cia oficial y, por tanto, hacia loscientíficos. Por un lado, no pier-den la ocasión de denostar la po-ca amplitud de miras de éstos,su miedo al qué dirán, o su perti-naz resistencia a aceptar la exis-tencia de fenómenos paranorma-les, extraterrestres y conspiracio-nes de todo tipo, por no hablarde su colaboración con militares,ocultación de la verdad, etcéte-ra. Pero, por otro, resulta noto-ria la reverencia que profesan ha-cia los científicos, universidades,y títulos en general. Siempre, cla-ro está, que avalen −o medianteun complejo ejercicio de tergiver-sación pueda interpretarse quelo hacen− sus investigaciones.

Es muy frecuente que, en artí-culos que relatan prodigiosas in-vestigaciones, veamos cómo losanálisis fueron realizados poreminentes científicos −desgracia-damente, es muy raro ver unnombre− en una prestigiosa uni-versidad −¿cuál?− o sorprenden-tes afirmaciones se respalden enhaber sido realizadas por hom-bres de ciencia. No deja de tenergracia que, tras acusar a loscientíficos de aceptar el princi-pio de autoridad, las estrellas delo paranormal caigan precisa-mente en ese mismo error,avalando un testimonio o inves-tigación si tiene detrás a un pi-loto −sobre todo, si es militar; porotro lado, conspiradores en lasombra por excelencia−, un físi-co, un médico, un ingeniero, et-cétera.

El artículo �La parapsicologíacuántica: nace una nueva disci-plina�1 es, sin duda, un claroejemplo de este doblepensar2

acerca de la ciencia. Según el au-tor, Moisés Garrido, un gran nú-mero de científicos, a los que nopreocupa el qué dirán, busca unaunión entre los recientes des-cubrimientos de la ciencia, so-

el escéptico (Otoño 1998) 31

bre todo la física, y la naturalezade los fenómenos paranormales.

Tras una introducción quepretende justificar la validez delartículo, Garrido entra en hari-na con un jugoso aperitivo; unaparrafada avalada, nada menos,que por Albert Einstein. El au-tor sostiene que la famosa ecua-ción E = mc2 significa3 que �lamasa se transforma en energíaal alcanzar el cuadrado de la ve-locidad de la luz� (sic). Por cier-to, quisiera saber qué tiene estoque ver con la mecánica cuánti-ca. Si es que el autor ha conse-guido unificar la relatividad conla mecánica cuántica, tiene unNobel esperándole.

Esta estremecedora introduc-ción nos da una idea del niveldel resto del artículo. Por lo quese ve, Garrido no tiene ni idea defísica, no sabe leer una ecuaciónelemental y tiene una absolutafalta de vergüenza. A continua-ción, el hecho de que el tiempoes relativo y puede dilatarse ocontraerse en función de la velo-cidad del observador es interpre-tado por el autor como que Eins-tein postuló la posibilidad detrasladarse mentalmente (!) en eltiempo. Es decir, con esto no sólose resuelve de un plumazo la po-sibilidad de un viaje en el tiem-po, sino que incluso podemoshacerlo mentalmente. Me pre-gunto si existe el riesgo de quemi cabeza viaje espontáneamen-te en el tiempo y deje mi cuerpodecapitado. La verdad, la posibi-lidad resulta aterradora.

En otro párrafo, descubrimos

algo sumamente tranquilizador:los fenómenos paranormales handemostrado que el tiempo es unamagnitud relativa. Lo que no di-ce, claro está, es cómo.

Por fin, le toca el turno a lamecánica cuántica. Siendo qui-zá la parte de la física menoscomprendida, es un comodínperfecto utilizado por todo tipode modernos, postmodernos yprogres para justificar cualquiercosa, especialmente tonterías dela llamada Nueva Era. Así, porejemplo, cita a Michael Talbott(según parece, físico), quien es-cribió: �Si los bloques de cons-trucción subatómicos de los ob-jetos materiales no poseen lascaracterísticas de los objetos ma-teriales, ¿qué grado de realidadtiene el mundo en el que vivi-mos?�. Esta perla no resiste elmenor análisis. De hecho, resul-ta sorprendente que su autor seafísico.

¿Cuáles son esas caracterís-ticas de los objetos materiales?No son más que manifestacionesde las interacciones entre molé-culas, por tanto, átomos, y, portanto, partículas subatómicas.Pero ¿podemos hablar del colorde un electrón, el olor de unquark4 o la textura de un neu-trón? ¿Le ponemos neutrinos alarroz en vez de quarks porqueestos últimos son muy duros?Últimamente, parece estar demoda cuestionar la realidad, y sino que se lo pregunten a la re-vista Social Text, galardonadacon el prestigioso −más bien, di-vertido− premio Ig Nobel de Lite-ratura5 en 1996 �por publicar so-bre temas de investigación queno entienden, cuyo autor ha di-cho que no tienen ningún signi-ficado y que sostienen que la rea-lidad no existe�.

Según Garrido, existe un pa-ralelismo entre la naturaleza delas partículas subatómicas y losfenómenos paranormales. Otroejemplo de confusión con el ca-rácter fantasmal de la mecánica

Parapsicología cuántica

Para Moisés Garrido,E = mc2 significa que

“la masa se transformaen energía al alcanzar

el cuadrado dela velocidad de la luz”

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cuántica. Sin embargo, en esteprodigioso salto lógico, el autorolvida un hecho demoledor: lamecánica cuántica explica elfuncionamiento del mundo a es-cala subatómica, y sus predic-ciones se confirman experimen-talmente, mientras que los fenó-menos paranormales se resistencon pertinaz cabezonería al aná-lisis. Aun así, el periodista cuen-ta, con todo el desparpajo delmundo, dando la sensación dehaber realizado un cuidadosoestudio, cómo la telepatía −queen un principio podría pensarseque consiste en ondas electro-magnéticas− no tiene nada quever con éstas, postulando las si-guientes propiedades:

1. �La energía no disminuyeen función de la distancia�.Esta inocente afirmaciónviola nada menos que elprincipio de conservación dela energía (o bien da lugar asorprendentes propiedades).

2. �Trasciende los límites deltiempo y del espacio�. Y porsi fuera poco, viaja a veloci-dad infinita (o al menosenorme).

Después de leer semejantesarta de despropósitos, el lectorsiente la tentación de completarel artículo con un poco de físicade verdad. Por ejemplo, siguien-do la información contenida enel artículo, podemos definir unnuevo tipo de fuerza −la quinta,nada menos−, la fuerza pática.

32 (Otoño 1998) el escéptico

Las partículas asociadas a lainteracción pática podrían llamar-se patones, y del artículo pode-mos deducir algunas de sus sor-prendentes propiedades:

1. Los patones son listos, in-teligentes. Asumiendo que elprincipio de conservación dela energía siga siendo válido−aunque probablementeserá refutado pronto en al-guna prestigiosa publicaciónpseudocientífica−, el hechode que �no se atenúe con ladistancia� implica necesaria-mente que si un sujeto Aenvía un mensaje telepáticoa un sujeto B, todos y cadauno de los patones alcanzanal sujeto B, sin interactuarcon ninguna partícula/obje-to en su camino. Por cierto,se echa en falta un experi-mento con el sujeto B en mo-vimiento, o un experimentoen el que el sujeto A no sepadónde se encuentra el suje-to B. ¿Serán los patones ca-paces de encontrarle?

2. Si el principio de conserva-ción de la energía no es váli-do, entonces tenemos quelos patones se multiplicanespontáneamente a lo largode su viaje, de manera que,independientemente de ladistancia entre el emisor y elreceptor, éste es alcanzadopor el mismo número de pa-tones.

3. Los patones viajan más rá-

pido que la luz. Suponemosque su velociad no será infi-nita, pero, en cualquier caso,tiene que ser enorme. Sirvancomo ejemplo los extraordi-narios resultados de los ex-perimentos de comunicaciónextraterrestre realizados porel grupo Aztlán. En ningunaparte, se menciona que tu-vieran que esperar muchotiempo para recibir las res-puestas.

Queda una incógnita en todoesto, y es cómo han medido laintensidad de la acción telepáti-ca y en qué unidades se mide.Es a todas luces necesario defi-nir una unidad de medida. ¿Po-demos hablar de energía telepá-tica? ¿Produce ésta trabajo o va-gancia? Falta, también, que loscreadores de la teoría iluminennuestras mentes y nos describanel patómetro, instrumento éste,se deduce, de complicado y su-mamente ingenioso diseño, yaque, según el artículo de Garri-do en Más Allá, la acción páticano se atenúa con la distancia, yde momento nadie ha refutadoel principio de conservación dela energía. Por tanto, si los pato-nes interactúan con el destinata-rio y solamente con él, no pode-mos hacer que Fulanita mandeun mensaje telepático a Menga-nito y un intrumento situadojunto a éste mida la intensidaddel mensaje. Esto implicaría unainteracción de los patones con el

el circo paranormal

ERNESTO J. CARMENA

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patómetro, cosa prohibida por elprimer postulado de la interac-ción pática.

En este caso, nos queda me-dir algún efecto causado por elmensaje en la mente del desti-natario. Quizás el patómetro escapaz de leer el pensamiento...¿O será el patógrafo o patoscopio?

BORJA MARCOS

1 Garrido, Moisés: �La parapsicologíacuántica: nace una nueva dimen-sión�. Más Allá (Madrid), Nº 100(Junio 1997).

2 Término acuñado por George Or-well en su novela 1984. Doble-pensar consiste en mantener unaambivalencia hacia algo y podercambiar de una a otra idea se-gún la conveniencia, pero sin serdemasiado consciente de ello.

3 Consecuencia de la Teoría de la Re-latividad, que indica que la masase puede transformar en energía,y viceversa, y que al mismo tiem-po permite calcular la cantidadde energía que se obtiene de laconversión de una unidad demasa. Esto explica el poder des-tructivo de una bomba atómica

4 Hablo del olor de un quark de for-ma premeditada y alevosa. Losquarks están divididos en sabo-res, y, aunque esta terminologíaha sido escogido de forma arbi-traria, alguien podría argumen-tar que efectivamente tienen sa-bor. Que yo sepa, nadie ha pro-bado uno, ni he visto nunca unareceta de cocina.

5 Los Ig Nobel son unos galardonesdestinados a premiar hechos queno pueden o no deben ser repro-ducidos.

Enredados conUri Geller

�Tú eras un pionero y ahoraesto es ciencia, ciencia pura�.(Eduardo Punset a Uri Geller.)

Si existiera un concurso de cre-dulidad televisiva, los responsa-bles del programa Redes (en La2 de TVE), se llevarían el primerpremio. El 12 de febrero, dichoprograma trataba sobre El poderde la mente, título que de inme-diato nos puso en estado de aler-ta. Y con razón: la entrevista quehicieron al terror de las cuberte-rías, el psíquico doblador de cu-

el escéptico (Otoño 1998) 33

charas Uri Geller, nos dejó pati-difusos.

Qué entusiasmo el de Eduar-do Punset, ex−ministro de Eco-nomía y director de Redes, en-trando en la casa de Uri. En uninstante, comienzan a conversarsobre los viejos tiempos, cuandoGeller visitó España allá por1975. En aquella época, cuentaPunset, un realizador de su pro-grama dejó dos cucharas sobrela mesa tras ver a Geller en latele. A la mañana siguiente, −�Note lo vas a creer, Uri�−, una delas cucharas amaneció gelleriza-da, es decir, doblada. Aquello nospareció delirante: se suponía queRedes era un espacio dedicadoen parte a la divulgación cientí-fica. Quedaba aún mucha entre-vista, y nos preparamos para in-tentar reír en lugar de llorar.

A continuación, Geller afirmaque sus poderes son un don quele ha dado Dios, pero que, porotra parte, todo el mundo tieneese poder. Él, Geller, es un cata-lizador, disparador o palanca,que desata el poder de la gente.Y cuando dice palanca no se re-fiere a la forma estándar de aga-rrar una cuchara con la mano ypresionar con el pulgar hastaque se dobla cuando el públicono presta atención.

Punset y su equipo no pare-cen haberse enterado de lo mu-cho que ha llovido desde 1975,cuando �masas de gente enlo-quecidas� daban varias vueltasa El Corte Inglés, haciendo colapara ver a la supermente en ac-ción. Hoy, hasta los crédulosmás cabezotas saben que los po-deres de Uri son trucos de ilusio-nismo que cualquier buen magopuede hacer. Ese mismo año,1975, James Randi reveló lostrucos de Uri en su libro The ma-gic of Uri Geller1. Tres años mástarde, Yasha Katz, sintiéndoseutilizado por Geller, acaba confe-sando cómo le había ayudado aengañar al público y a la pren-sa. Pero Uri no es tonto. Sabe queha pasado el tiempo, y que enciertos lugares perdidos delmundo −España, por ejemplo−mucha gente sigue pensandoque es una especie de super-hombre del planeta Kripton.

Bien, sigamos con la palanca¿Qué explicación tiene? Uri re-curre al topicazo nuevaerense u-tilizado por todo charlatán para

dar credibilidad a los más varia-dos disparates. Atención: �Solousamos el 10% de nuestro cere-bro�. Es una pena que casi to-dos utilicemos el 100% de nues-tro páncreas; de lo contrario,¡quién sabe la magnitud de lospoderes paranormales añadidosque podríamos disfrutar!

Pero, a continuación, Punsetreúne todo el escepticismo delque es capaz. A Geller le han es-tudiado importantes científicos,pero ¿han llegado a alguna con-clusión? �¿Sabemos algo másque hace veinte años?�, le espe-ta a Geller. Sí, señor Punset, sa-bemos algo más que hace veinteaños. Sabemos cómo dobla Ge-ller todo tipo de útiles de cocina,y no precisamente con la mente.Sabemos cómo sus compinchesle transmitían las respuestasmediante códigos visuales cuan-do se trataba de mostrar su per-cepción extrasensorial o cómomandaba a su manager que lan-zara objetos al aire para que pa-reciese que se materializabanjunto a Uri... Pero Uri, blandien-do un ejemplar de la prestigiosarevista científica Nature, en elque dedican 17 páginas a sus po-deres2, afirma que puede encon-trar oro y petróleo, y, por supues-to, que no falte, curar a la gente.Y Punset parece encantado detratar con semejante fenómeno.

A continuación viene el trucodel dibujito. Punset garantizaque Uri no ha podido ver lo quehay en el papel que lleva en elbolsillo, porque �lo he hecho an-tes de llegar a su casa�. Geller,como siempre en estos casos, sepone humilde. Va a intentar vi-sualizarlo, pero muchas veces fa-lla. Agarra rotulador y papel y sepone a la tarea. �Mira, Eduardo,me está saliendo un dibujo y es-toy preocupado, porque es dema-siado sencillo. Normalmente lagente dibuja una flor, un árbol,una casa o un barco, pero estono es realmente un dibujo, sinouna figura geométrica�. Casiexactamente las mismas pala-bras que pronunció en CrónicasMarcianas, programa en el queadivinó una simple línea en zig-zag. En Caiga Quien Caiga, tam-poco estuvieron muy pictóricos.Curiosamente, las tres veces quehemos visto a Geller hacer el tru-co del dibujito en su última visi-ta a España, se ha enfrentado a

el circo paranormal

Page 34: El Escéptico 02

sencillas formas geométricas.Parece que en este país no so-mos muy dados a los arbolitos ylas casitas, o bien que Geller hizoalgunas recomendaciones.

Efectivamente, Uri consigueadivinar el dibujo de Punset: untriángulo equilátero. ¿Cómo lohace? ¿Compinches ojeadores?¿Algún sistema de calco (Uri in-siste en el idéntico tamaño deambas figuras)? ¿En qué condi-ciones hizo el dibujo Punset?¿Sobre qué papel ¿Junto a quié-nes? �No sé cómo lo hago�, ase-gura Geller inocentemente. No vade ilusionista, sino de Homo pa-ranormalis, el siguiente eslabónen la cadena evolutiva, un esla-bón agraciado por Dios, paramás inri.

Pero ¿y si hubiera fallado?Podría deberse, explica Geller, atener enfrente a una persona nopredispuesta. �Contigo, vi que notenías prejuicios −le dice a Pun-set−, que eras una persona abier-ta, simpática�. �Gracias −dicePunset−, acepto que no tengo unsentimiento negativo ante estosfenómenos�. ¡No hace falta quelo jure, señor Punset!

ERNESTO J. CARMENA

1 Randi, James: The magic of Uri Ge-ller. Ballantine Books. NuevaYork 1975.

2 El editorial de ese número de Na-ture (Octubre de 1974) explicaque la intención de publicar elinforme del SRI sobre la percep-ción extrasensorial es simple-mente la de mostrar un ejemplodel modo de experimentación enel campo de la parapsicología.Según los árbitros, el artículo tie-ne un diseño y presentación muydébiles, siendo desconcertante-mente vagos los detalles aporta-dos acerca de cómo fueron rea-lizados los experimentos.

Sobre “Ufólogoscon sotana”

A primera vista, podría pensar-se que los sacerdotes, dado suamplio conocimiento de todo lorelativo a los asuntos celestiales,deberían ser considerados au-ténticos testigos de élite, equipa-rables a pilotos y otros profesio-

34 (Otoño 1998) el escéptico

nales del aire. El artículo �Ufólo-gos con sotana�, de Iker Jimé-nez, publicado en Enigmas1, nosbrinda la oportunidad de com-probarlo.

Comienza refiriéndose al do-minico Antonio Felices, con unalarga trayectoria de investigaciónsobre el tema de los ovnis. El in-cidente �sobre el que erigió unafe y un anhelo que aún conti-núan vivos� −al decir de Jimé-nez− tuvo lugar en la tarde del16 de septiembre de 1965, te-niendo numerosos testigos enPalencia y Valladolid. Aquellagigantesca nave triangular �fuecomo una gran confirmación delas muchas sospechas que teníadesde hacía más de veinte años�,comenta hoy el dominico.

El siguiente en comparecer esel párroco Enrique López Gue-rrero que, treinta años atrás, conla vista puesta en el asunto Um-mo, ya proclamó que los extrate-rrestres estaban entre nosotros.Posteriormente, escribiría el libroMirando a la lejanía del Univer-so. Al ser preguntado sobre loscimientos de su fe en los extra-terrestres responde: �Es que yomismo los he visto. Nadie tieneque venir a decirme lo que hay ylo que no. Llevo treinta años in-teresado en este asunto y la con-firmación vino aquel 15 de agos-to de 1989...�2. López se refiere ala observación en pleno día, des-de Viso del Alcor, de una esferametálica perfecta, de la que sa-lió despedido otro aparato, avis-tamiento que fue corroboradopor otros testigos.

Y cierra el tríptico de ufólogoscon sotana el jesuita Pedro Pa-blo Requejo, que asegura haberestado en contacto con extrate-rrestres de Ganímedes. Aunquecomenzó a interesarse por losovnis desde principios de losaños 60, sus dudas quedarondisipadas tras su primera obser-vación: un avistamiento multitu-dinario que tuvo lugar el 7 demayo de 1970. Según el jesuita,�un objeto alargado y resplande-ciente� se mantuvo durante bas-tante tiempo sobre la ría de Vigo,suspendido a gran altura.

Si tenemos en cuenta que lostres incidentes3 a los que nos he-mos referido se debieron casi contotal seguridad a la presencia deglobos bañados por los rayos so-lares, una primera conclusión

parece clara. Es urgente que seimpartan clases de aerostáticaen los seminarios. En cualquiercaso, es sorprendente lo que lle-gan a dar de sí los globos, cuan-do llueve sobre mojado...

MANUEL BORRAZ

1 Jiménez, Iker: �Ufólogos con sota-na�. Enigmas (Madrid), Año IV -Nº 8 (Agosto 1998), 66-73.

2 A juzgar por los ejemplos, en el ca-so de los religiosos metidos aufólogos parece que esta segun-da vocación no sigue la secuen-cia desinterés inicial por el tema/experiencia inusitada/conver-sión al credo ufológico, como qui-zá pudiera pensarse, sino másbien la de interés previo por eltema/experiencia inusitada/consagración de la fe ufológica.

3 Sobre el primer caso, puede con-sultarse, por ejemplo, El granenigma de los platillos volantes,de Antonio Ribera (Plaza &Janés,1974); sobre el segundo, que enrealidad tuvo lugar el 10 de agos-to, ver el artículo �El ovni de lailusión�, por José Ruesga, enCuadernos de Ufología, Nº 8- 2ªÉpoca (Mayo 1990); acerca deltercero, hay información en Te-rror en la Luna, de J.J. Benítez(Planeta, 1982).

‘Perdigones’contra el cáncer

Al parecer, ciertas desavenenciasconyugales entre dos de susmiembros, aireadas en público ycon televisión incluida, han lle-vado al grupo de contactados Az-tlán a una cierta crisis que hadesembocado en los juzgados. Ala vista de la forma tan contun-dente y apasionada con que elequipo de la revista Más Allá seha lanzado a denostar a los que,al parecer, han acusado al gru-po Aztlán de ser una secta o algosimilar, así, a vuelapluma, mesurge una pregunta: ¿estamosante una toma de postura deCampoy y sus colaboradores, decorte quijotesco, de defensa, a lamanera de un campeón medie-val, de damiselas en peligro, dela imagen pública de unas perso-nas a las que, a lo sumo, se pue-de tachar de raras por aquellode codearse con extraterrestres

el circo paranormal

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y haberse buscado un guía espi-ritual más allá de nuestro siste-ma solar o, por el contrario, laimbricación entre la revista y elgrupo de aficionados a la ouijaes de tal naturaleza que se pue-da hablar de defensa de intere-ses comunes?

Sea lo que sea lo que piensenlos implicados, lo cierto es quelas firmas de algunos miembrosdel grupo Aztlán aparecen cadavez con mayor frecuencia en lapublicación que hasta septiem-bre dirigía Campoy −el relevo loha tomdo Javier Sierra−. Así, enel monográfico dedicado a la re-encarnación, entre María PinarMerino y Luis Arribas se repar-ten media docena de artículos.Si añadimos que, como corres-ponde a fieles discípulos, el gru-po Aztlán se la ha arreglado paraque su extraterrestre Geenom sehaya hecho durante meses unhueco en las páginas de Más Allá−donde le montaron un consul-torio de salud y belleza espiritualmuy Nueva Era, tipo Elena Fran-cis, solo que más cutre y cursi sicabe−, es difícil negar una estre-cha vinculación entre los contac-tados y la revista. Vinculaciónque son libres de establecer.

Resulta poco habitual contaren la prensa con un colaboradorextraterrestre −¿estará dado dealta en la Seguridad Social?− einsólito que una publicación quese precia de servir a la cienciade vanguardia se permita unoscolaboradores como María PinarMerino y Luis Arribas, que sis-temáticamente adornan sus ar-tículos con gazapos científicospropios de un mal estudiante debachillerato. Pero, a excepcion deestos pequeños detalles, la cre-dulidad de Campoy y sus cola-boradores más próximos en lamascota extraterrestre del gru-po Aztlán, al que han convertidoen oráculo particular de la revis-ta, por un lado, y la publicidadque reciben los contactados, porotro, justifican más que de so-bra la asociación establecida.

Hace unos meses, en la sec-ción de Cartas de Más Allá, seanimaba a una paciente de cán-cer, entre otras extravagantes te-rapias, a rodearse de esferas, detodo tipo, incluyendo pelotas deping-pong. Por supuesto que lasterapias recomendadas eran to-das del tipo llamado alternativo,

el escéptico (Otoño 1998) 35

esto es, basadas generalmenteen una ignorancia supina de lasdisciplinas médicas conocidasmediante procesos lo más cien-tíficos posibles y basadas en lasevidencias. Pero lo de las esferassonaba al más puro esoterismopropio de la decantación extre-ma de la desbordante imagina-ción de la que suelen hacer galalos oráculos de la Nueva Era.

En el número 110 de Más Alláde la Ciencia, Arribas tomaba re-cado de escribir y se lanzaba ala aventura de justificar científi-camente por qué las esferas nospueden ayudar en nuestra luchacontra el cáncer. Y si el autor sehubiese limitado a manejar ideasy razones de pura cepa esotéri-ca, haciendo uso de la jerga co-rrespondiente, tal vez no hubie-se salido airoso, ya que es difícilque alguien con una mínimacultura y un mínimo de sentidocomún se crea lo de las ondasde forma, pero sí, al menos, hu-biese pasado más o menos des-apercibido; pero no. El autorsiente el vértigo de la palabratécnica, del concepto científico1,como apoyo a sus divagacionesesotéricas, y, claro, sale a la luzel latinajo científico, el gazapomás ramplón, el lenguaje pseu-docientífico formado por un rosa-rio inconexo de palabras cientí-ficas cuyo uso y significado pare-ce desconocer ampliamente. Es-tá claro que Arribas no se ha en-terado entre otras cosas de que:

1. �Las ondas vibratorias detipo electromagnético débil-mente cargadas� no existen;tampoco las muy cargadaso las cargadas a secas. A lomejor, el autor ha oído decirque el movimiento vibratoriode las cargas eléctricas pro-duce ondas electromagnéti-cas... y, al escribirlo, se hahecho un lío.

2. No se debe incurrir en fla-grantes contradicciones nisiquiera cuando se usanconceptos y términos de du-dosa significación. Así, ycuando se emplea el concep-to de onda de forma, por muyvacío de contenido que esté,conviene ser coherente, másque nada para dar una cier-ta apariencia de que lo queuno está diciendo no se dade bruces con el sentido co-mún. No se puede decir, co-

mo hace que �las ondas deforma emitidas por formasgeométricas simétricas sonbeneficiosas y benignas� yañadir, unas líneas después,que �el cuadrado emite on-das de forma�nocivas�, yaque es una pura contradic-ción, al ser el cuadrado unade las formas geométricas si-métricas más elementales ysencillas que existen.

3. Decir que el centro de la es-fera posee energía magnéti-ca centrípeta es un solemnedisparate, ya que mezcla untérmino propio de magnitu-des vectoriales −tal como laaceleración− con otro clara-mente escalar. Además, nose indica bajo que condicio-nes aparece la energía mag-nética en el centro de la es-fera, por lo que se puede en-tender que está presente entodo momento, lo cual es undisparate al cuadrado.

Según Arribas, �se han reali-zado algunas investigaciones al-ternativas2 [para el tratamientodel cáncer] que incorporan a lasformas esféricas un componen-te biológico, como por ejemplo lasesferas creadas con migas depan� ¡Lástima que no supiesenesto tantas madres que han ve-nido regañando a sus hijos porhacer pelotillas con la miga delpan en la mesa! Se hubiesendado cuenta que, más que per-digones para lanzárselos a loshermanos, el crío estaba gene-rando energía sutil antican-cerígena para toda la familia.

FERNANDO PEREGRÍN

1 Este vértigo lo padece también, yen grado muy avanzado, otramiembro del grupo, María PinarMerino. Tradicionalmente, la tie-ne tomada con la física, lo queno impide que realice temerariasincursiones en otras ciencias, co-mo la biología, para confundir,sin inmutarse, las bases de losácidos nucléicos con las proteí-nas. (Véase el monográfico deMás Allá sobre la reencarnación.)

2 Lo de siempre. �Los científicos handescubierto...�, �se ha demostra-do en varios [o numerosos, se-gún la imaginación del autor] la-boratorios...� o, como dice el tex-to: �Se han realizado algunas in-vestigaciones...�. Como se ve, to-do bien explicado, detallado y do-cumentado.

el circo paranormal

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n las discusiones so-bre temas paranor-males, se muestran amenudo tres postu-

ras bien definidas. La de losllamados cabras, es decir,escépticos recalcitrantes; ylas de las dos variedades decrédulos: los ovejas, o cré-dulos relativistas, y los bo-rregos, también conocidoscomo crédulos militantes.Así, en una discusión so-bre psicofonías, un borre-go dirá: �Las psicofoníasson un hecho demostrado,¿no las habéis oído por te-levisión?�, y añadirá que sucausa son espíritus parlan-chines, energías psíquicas,fuerzas inmateriales, esto,lo otro y lo de más allá (so-bre todo, lo último). Un ove-ja adoptará una postura de

mente abierta: �Las psicofonías son hechosextraños pero reales, nuestra ciencia actualno puede explicarlas, pero sin duda, en unfuturo no muy lejano el trabajo científicode nuestros parapsicólogos nos dará unaexplicación�. El cabra tipo doméstico serábenevolente: �Lo más seguro es que seanmalinterpretaciones de los ruidos de fon-do, tal vez arrugas o deterioros de la cinta�.Sin embargo, el tipo montés sentenciará:�¡Burdas falsificaciones!�.

Habitualmente, los creyentes en los fe-nómenos paranormales, tanto ovejas comoborregos, defenderán sus argumentos acu-sando a los cabras de tiránico dogmatismo.Dirán que no se puede rechazar de planoningún hecho susceptible de ser investiga-do y que es nuestro deber tomar una posi-ción más flexible, que nos permita aceptarnuevas teorías y descubrimientos por muyasombrosos que sean. Ejemplos encontra-mos en todas partes:

1. �Pretenden que todo es falso, que nohay nada y que es necesario ceñirse entodo y para todo a la ciencia (aun sien-do la ciencia del siglo XIX). Todo el mun-do sabe que están obligatoriamente encontra y sólo escuchan los que estánconvencidos de antemano (...). ¿Por qué

no intentar un estudio objetivo de losfenómenos verdaderos o supuestos, tra-tar de extraer lo verdadero de lo falso yhacer razonar a la gente a partir de en-tonces, después de un estudio previo yno antes? (...). Yo siempre he sido ene-migo del fanatismo, de la santurrone-ría y de la superstición. Y yo os juroque ellos prostituyen a la diosa Razónen curiosas circunstancias y muy a me-nudo (...) la Razón es mucho más gran-de que nuestros pequeños razonamien-tos, y sabe admitir un hecho, aunqueel mismo parezca inconcebible para laciencia de hoy en día� [Chauvin, 1973].

2. �Existe un concepto ochocentista dela ciencia que aún hoy está divulgadí-simo, escepticismo de tipo macizo y ele-mental (...). Si la ciencia quisiera des-conocer esta vasta extensión, no haríasino abandonarla a las más deplorablesinterpretaciones extracientifícas, conun daño irremediable para el progresodel conocimiento humano� [Talamonti,1986].

3. �Por el contrario pensamos que todosaquellos que crean en la regla de la ra-zón deberán examinar la investigaciónde fenómenos paranormales con men-talidad abierta, y ponerse a pensar enla manera de ampliar los límites denuestras teorías presentes con el fin depoder incluir estos fenómenos� [Costade Beauregard y otros, 1980].

Así podríamos seguir dando ejemplos adnauseam, pues siempre se suple la falta deargumentos sólidos con una imperiosa ne-cesidad de mente abierta. Los cabras domés-ticos generalmente se intimidan y temen seracusados de cerriles, reconociendo tácita-mente hechos que en ningún caso están de-mostrados. Es decir, se van a pastar a losprados de discusión de los ovejas, donde seencuentran hierbas menos ásperas, peromás insípidas. �Esta postura −advierte IsaacAsimov− da como resultado el que muchoscientíficos vacilan en atacar los diversos gé-neros de insensateces que circulan por lasociedad, por temor a hacer un mal papel yparecer dogmáticos y de mente cerrada�[Asimov, 1982].

Algunos miembros de ARP se sienten in-capaces de salvar tal argumentación y, a

La Academia de LagadoNo podemos impedir −ni sería deseable− que un chiflado exponga susteorías, ni que un farsante se acerque al público, pero no permitamosque ni chiflados ni farsantes −ni políticos− tomen las riendas del saber

LUIS ANGULO SUARDIAZ

36 (Otoño 1998) el escéptico

E�...Y el capricho prendió contanta fuerza entre la gente

que no hay una sola ciudaden el reino sin una academiasemejante. En tales centros

los profesores ingeniannuevas reglas y métodos de

agricultura y construcción, ynuevos instrumentos

y herramientas para todoslos trabajos y artesanías, conlos cuales (según prometen)un hombre hará la tarea de

diez y en una semanaconstruirán un palacio (...).

El único inconveniente es queninguno de estos proyectos se

ha perfeccionado todavía, yen el ínterin, el campo yace

miserablemente baldío,las casas en ruinas y la gente

sin alimentos ni vestidos.�

Jonathan SwiftLos viajes de Gulliver

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menudo, consideran que están rechazandoproposiciones de los pseudocientíficos deforma intuitiva y sin bases sólidas en lasque apoyarse, y, claro, esta forma de ac-tuar no es demasiado racional. Además,tampoco puede ser compatible con uno delos puntos mas importantes del ideario dela asociación: �ARP no rechaza los hechosa priori, antes de investigarlos, sino que losexamina objetiva y cuidadosamente antesde manifestarse al respecto�. Lo que repre-senta una muy alabable actitud de menteabierta.

Un defensor de lo paranormal nos abru-mará con nombres, fechas, estadísticas, fra-ses −muchas de reputados científicos−, li-bros, referencias, artículos, universidades,laboratorios, institutos, etcétera, que acos-tumbran, a su vez, responder mayormentea malinterpretaciones, invenciones, false-dades, autoengaños y ambigüedades. Aun-que bien es cierto que a nadie le es posibledominar con absoluta soltura todos los cam-pos en los que se difunde la locura para-normal, no suele ser difícil demostrar la in-consistencia de las afirmaciones de la cien-cia patológica. En primer lugar, observar lacantidad de contradicciones que se pre-sentan entre las proposiciones para-normales y los conocimientos de la pérfidaciencia oficial nos indicará en buena medi-da con qué velocidad podemos rechazar lasprimeras. Además, debemos tener en cuen-ta, como nos señala Richard P. Feynman,que somos lo suficientemente ingenuos, tor-pes y tontos como para comprender que qui-zá nos estén engañando. No es necesarioatesorar cinco o seis doctorados en cien-cias para darnos cuenta de las contradic-ciones entre ciencia y paraciencia: sincera-mente, considero que el nivel de conoci-miento de un estudiante de BUP es más quesuficiente en la mayoría de los casos. Re-sumiendo, con un examen objetivo, cuida-doso y exhaustivo de unos diez minutos, po-demos rechazar la mayoría de las pseudo-ciencias sin necesitar ningún tipo de expe-rimentación. Como diría Wolfgang Pauli:�¡Esto está mal! Dummheit, tontería, ton-tería. Unsinn, ¡falsch! Váyase a casa�.

Volvamos a nuestros agrestes pradosdialécticos, y démosle la vuelta al argumen-to. Cuando se afirma un fenómeno para-normal, al mismo tiempo se están negandoa priori losconocimien-tos normalesy sólidamen-te estableci-dos −ademásde insultan-do la inteli-gencia de loscientíficos−.Hay que tener la mente lo suficientementeabierta como para no negar las evidenciassi no se tienen abundantísimas razonespara ello, simplemente la navaja de Occam.

el escéptico (Otoño 1998) 37

Quizás algún lector piense que no es tanfácil rechazar así, a priori, lo paranormal,incluso que me paso de dogmático y cerril,y que tal y que cual. Bien, intentaré demos-trar que no es cierto. En el numero 26 deLa Alternativa Racional, un lector, XavierSouto Suárez, escribía diciendo que desea-ba conocer resultados de las investigacio-nes de los escépticos sobre lo paranormal yseñalaba a las psicofonías como ejemplo in-teresante desde el punto de vista de la ex-perimentación [Souto Suárez, 1992]. Con-cédanme diez minutos.

‘Umsología’o la investigación inútil

Antes de entrar en materia, tendremos quedefinir qué es una psicofonía, y además, sies apropiado aplicar tal nombre al fenóme-no al que se refiere. Según Sinesio Darnell,famoso umsólogo, una psicofonía es �un fe-nómeno paranormal en el que voces que noson de origen acústico graban cintas

magnetofóni-cas, son vo-ces no audi-bles directa-mente pornosotros, deprocedenciadesconociday que se com-portan inteli-

gentemente� [Darnell, 1989]. Fernando Ji-ménez del Oso es más escueto: �Puede lla-marse psicofonía al registro en cinta mag-nética de voces y sonidos cuyo origen y na-

Konstantin Raudive, estudioso y gran propagandista del Fe-nómeno de las Voces Electrónicas (EVP), fallecido en 1974.

Hay que tener la mentelo suficientemente abierta como parano negar las evidencias si no se tienen

abundantísimas razones para ello

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turaleza escapan a la ciencia actual� [Ji-ménez del Oso, 1990]. Yo lo seré aún más:son sonidos de supuesto origen desconocidoque están grabados en una cinta. Por tan-to, considero inadecuado el nombre que seaplica a dicho fenómeno, pues parece indi-carnos directamente su supuesto origen:

psico se refiere a mente. Esto es lo que HenriBroch define como efecto Felpudo [Broch,1985], es decir, designar una cosa u objetocon una palabra que remite a otra cosa, per-mitiendo sacar implicaciones desmedidasen relación con las que sería lícito sacar.1 Lapresencia de este efecto nos puede dar yaun indicio de la naturaleza pseudocientíficadel asunto. Para evitar confusiones, a par-tir de ahora llamaré a este fenómeno somni(Sonido Magnetofónico No Identificado), cu-ya equivalencia inglesa es Umso (Uniden-tificated Magnetofonic Sound). Umsología yumsólogo son términos derivados.

Otra cuestión que nos queda por saberes cómo se obtiene −supuestamente− unsomni. Según los más reputados umsólo-gos, el proceso es bastante sencillo. Una cin-ta virgen, un magnetófono y un micrófonoson los elementos indispensables. Se debeoperar de la siguiente manera [Darnell,1989]:

1. Introduzca la cinta en el aparato.2. Busque un lugar tranquilo.3. Ponga en funcionamiento el magnetó-fono y el micrófono.

4. Permanezca en silencio unos minu-tos (1, 2 ó 3).

5. Dé las gracias a los espíritus y parela grabación.

6. Rebobine la cinta y escuche atenta-mente.

7. Tenga paciencia y lo demás se darápor añadidura.

Este es el método para obtener los mejo-res somnis, pero si te invade el prurito ri-gorista, además puedes utilizar cámarasanecoicas −habitaciones insonorizadas decoste elevado y abundancia escasa−, jau-las de Faraday −que impiden el paso de on-

das electromagnéticas−, osciloscopios, cam-panas de vacío, emisores de ondas porta-doras, controles de condiciones atmosféri-cas y una buena botella de vino. No de-sesperes, de este otro modo, son casi impo-sibles de obtener, pero haberlas haylas.

Aclarados estos puntos, entremos enmateria. Fijémonos por ejemplo en el mi-crófono −según los umsólogos, es indispen-sable−: un micrófono es un dispositivo quecontiene un traductor o transductor que esaccionado por ondas sonoras y produce se-ñales eléctricas esencialmente equivalentes.Sin mayor complicación. Algo parecido a undispositivo que traduce el albanés al turco.Para que un micrófono funcione, necesitaser accionado por ondas sonoras y sólo porellas, como nuestro traductor, que sólo fun-ciona cuando se le habla en albanés. Puesbien, si el micrófono sólo actúa con ondassonoras y los somnis no son ondas sono-ras, o al menos no del tipo que recoge elmicrófono (de un espectro similar al oídohumano), ¿para qué queremos este disposi-tivo? ¿O es que la supuesta energía sómnicase transmite por ondas que son y no sonondas acústicas?. Desde luego, nuestro tra-ductor se sorprendería mucho si le hablá-semos en un albanés que no es albanés.

Nos fijamos ahora en la tecla de graba-ción (Rec). Ésta coloca sobre la cinta mag-nética la cabeza grabadora, que es un dis-positivo que pasa las señales eléctricas a lacinta por medio de campos magnéticos va-riables, quedando las partículas de éstaimantadas por medio de un código esen-cialmente equivalente a las señales eléctri-cas. Es decir, un dispositivo que nos pasadel turco oral al turco escrito: papel, lápiz yconjunto de símbolos. Se obtienen somniscon jaulas de Faraday, así que la energíasómnica tampoco es de tipo electromagnéti-co. Entonces, ¿por qué utilizamos el Rec?Accionar la tecla grabadora puede introdu-cir errores en el experimento. Si la graba-ción no se hace por medio de este dispositi-vo, ¿por qué no quitarlo? Desgraciadamen-te parece ser que tanto el micrófono comola cabeza grabadora son indispensables.Bueno, está bien, tendremos que aguantarestas dos posibles fuentes de error.

Y el motor, ¿qué me dicen del motor?Nunca se sabe cuándo se produce este elu-sivo fenómeno, ningún aparato es capaz decaptar la energía sómnica (exceptuando losmodestos magnetófonos). Así que no sabe-mos cuando se magnetiza la cinta, ¿serátal vez cuando pasa por la cabeza grabado-ra?, ¿será antes?, ¿será después? Chi lo sà?Pero curiosamente el fenómeno precisa queel motor esté en marcha, introduciendo asíun nuevo riesgo de error. Volviendo a la ana-logía de los idiomas, además del traductorde albanés, el lápiz, el papel y el código, ne-cesitamos un dispositivo que mueva el lá-piz sobre el papel, o viceversa, a pesar deque ni el traductor traduce ni el lápiz pinta,pero de repente −voilà!− el papel aparece es-

1 El nombre de felpudo proviene de la idea deque si en un felpudo pone Limpiese los pies, nodebemos sacar la conclusión de que hay quequitarse los zapatos y los calcetines para lim-piarse los pies. Basta con restregar un poco loszapatos.

Para observar las psicofonías, tenemosque utilizar una serie de dispositivospreparados para funcionar de forma

normal, pero, y esto es lo importante,tales dispositivos no deben funcionar

de forma normal

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crito. Aplausos, por favor.Razonando de igual manera: ¿es necesa-

rio introducir la cinta en el magnetófono?,¿hay que quitar el precinto de la cinta?, ¿esnecesario conectar el aparato a la red?, ¿se-ría más científico hacer la investigación den-tro de un búnker de cemento?, ¿se hacenlos experimentos con luz o sin luz?, ¿el ex-perimentador debe estar presente o no?...

Resumiendo, para observar este fenóme-no, tenemos que utilizar una serie de dis-positivos preparados para funcionar de for-ma normal, pero, y esto es lo importante,tales dispositivos no deben funcionar deforma normal. Es decir, tenemos un traduc-tor de albanés oral a turco oral, con un dis-positivo que lo pasa a turco escrito, otro quelo lee a viva voz y un nuevo traductor eneste caso del turco al albanés. Sin embar-go, para desencadenar el fenómeno al tra-ductor albanés le hablamos en sueco. Másabsurdo, imposible.

Pero no sólo esto, aún hay más. Es evi-dente que, para que algo se grabe, algo debeocurrir. En el planteamiento de la experien-cia sómnica, se descarta cualquier tipo deenergía conocida.2 Los efectos sómnicos sedeben producir por una energía desconoci-da, que tiene algunas características inin-teligibles para la ciencia actual. Esta ener-gía o fuerza no depende ni del tiempo −po-demos grabar hechos producidos en el pa-sado− ni de la distancia −el alejamiento nola afecta en absoluto−. No se puede poneren forma matemática y se comporta de for-ma diferente dependiendo del parapsicólogocon el que hablemos. Los investigadores delo paranormal utilizan osciloscopios,contadores geiger, termómetros, etcétera,que muchas veces dan resultados positi-vos −pregunten al padre Pilón−, pero estosefectos son, según la jerga pseudocientífica,simples efectos concomitantes.

También podemos utilizar otros criteriosque nos permiten rechazar las psicofonías:

1. Criterio de practicidad. Toda teoríacientífica aumenta nuestro conoci-miento de la Naturaleza: nos permiterealizar predicciones, nos abre nuevoscampos de experimentación, tiene apli-caciones prácticas, consolida teoríasanteriores e incluso refuta otras. Puesbien, ¿para qué sirve una psicofonía?,¿explica algo?, ¿podemos prever algocon ellas?, ¿nos indican cómo es elmundo?

2. Criterio de falsificación. En la cien-cia normal, si se descubre a alguien ha-ciendo trampas, es muy difícil que cual-quier resultado de ese alguien se dé por

bueno. Es más, el campo de investiga-ción en el que trabaje se verá muy afec-tado por estar bajo sospecha. Conoce-mos gran cantidad de falsificaciones enel mundo de las psicofonías. ¿Son sóloestas falsas?, ¿debemos considerar lasotras verdaderas hasta que se demues-tre lo contrario? En el modo de actuarde la ciencia, la tarea de la demostra-ción recae en el que afirma, y cuantomás extraña sea la afirmación más cla-ra debe ser la demostración. Espe-cialmente en el mundo de la parapsi-cología, el investigador es culpablemientras no demuestre lo contrario.

3. Criterio de reducción del efecto.Cuanto mayores sean los controles, me-nores son los efectos. ¿Llegará el mo-mento en que colocando los controlesnecesarios desaparezcan los efectos?Curiosamente, las mejores y más

excitantes psicofonías se obtienencuando los controles son más laxos.Serían necesarios, además, controlesindependientes, pues generalmente siun investigador cree en sus propias teo-rías con fe ciega, los experimentos pue-den resultar más acordes con sus es-peranzas que con la realidad.

4. Criterio de reproductibilidad azaro-sa. Las psicofonías, como muchos otrosfenómenos paranormales, se producensiempre por puro azar. En la cienciaoficial, los móviles se mueven, losreactivos reaccionan, las radiacionesradian, los cultivos crecen... cuando elexperimentador pone los medios nece-sarios. Un umsólogo puede poner to-dos estos medios y el efecto se darácuando le dé la gana... al efecto. Esteproblema conlleva una reproductibili-dad básicamente nula.

El parapsicólogo español Pedro Amorós en su �laboratorio�, ati-borrado de cintas de presuntas psicofonías.

Foto tomada de http://www.ctv.es/USERS/seip.

2 La palabra energía es muy utilizada por lospseudocientíficos en su sentido más amplio. Paraun parapsicólogo, es ese algo que permite ex-plicar todo: mover objetos con la mente, trans-mitir pensamientos, conocer el futuro, recono-cer vidas pasadas, sanar enfermedades, etcéte-ra.

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5. Criterio de formalización matemá-tica. Como hemos visto, no podemosdeducir ningún tipo de ley en el len-guaje básico de las ciencias, las mate-máticas, ni siquiera en forma estadísti-ca. No es un problema sólo de la um-sología. Por lo general, ninguna pseu-dociencia ha dado hasta la fecha algu-na ley de interés.

6. Criterio de supercoherencia. Laspsicofonías son siempre muy coheren-tes con los lugares donde supuestamen-te se producen. En el palacio de Linares,las psicofonías respaldaban al 100%una leyenda sobre el palacio. Sin em-bargo, según los herederos del marquésde Linares, esta leyenda es absoluta-mente falsa. Las voces del más allá noshablan de un mundo supranatural quecoincide con las teorías de parapsi-cólogos y espiritistas. ¿Será por esto quesólo ellos son capaces de grabarlas?

Creo que esto da una idea bastanteaproximada del absurdo que representa laumsología. Llegado a este punto, consideroque dedicar tiempo y dinero a una investi-gación sobre este asunto es estúpidamenteinútil.

‘Psicoestilografía’ einteligencia gatuna

Tal vez Xavier Souto Suárez siga pensandoque exagero y que es necesario, a pesar detodo, una investigación experimental. Pue-de tener razón, una mente abierta no debedescartarla nunca. ¿En todos los casos?Pongamos un ejemplo. El autor de este ar-tículo fue en su día un distinguido parapsi-cólogo con títulos de varias universidadesamericanas y europeas −disculpen que nolas incluya aquí por falta de espacio y exce-so de modestia−. Durante mis investigacio-nes, descubrí un fenómeno paranormal de

gran importancia,que bauticé con elnombre de efectoLudovico, en honora su descubridor, osea yo.

Las primerasmanifestacionesfueron del todo ca-suales. Estuve undía, hasta bien en-trada la noche, tra-bajando en mi labo-ratorio inmerso entemas tan apasio-nantes como la cá-bala, invocacionesespiritistas y mate-rializaciones ecto-plásmicas. Al ter-minar mis experi-mentos, ya cansa-do, salí del labora-

torio, cerrando la puerta con llave, pero de-jando en su interior mi cuaderno de notasy un bolígrafo. A la mañana siguiente, des-cubrí un fenómeno extrañísimo, alguien oalgo había escrito en mi cuaderno: �Visiónextensa más fórmula con un cuerpo negromenos dificultades colapsando la fusión conel metro�.

Les aseguro que era imposible que na-die entrara en el laboratorio. Yo era el úni-co que tenía la llave de su puerta, y yo nohabía escrito eso. Sólo podían ser seres su-pranaturales venidos del más allá, o tal vezuna energía desconocida para la cienciaactual. Además, el mensaje me dio la clavepara solucionar los problemas que tenía eldía anterior. Podría haberlo dejado así, pe-ro, como en realidad soy un escéptico y ca-si siempre utilizo la metodología científica,me puse a investigar. Durante los mesessucesivos, al salir de mi laboratorio dejabasobre la mesa hojas limpias y material paraescribir. Tras un laborioso trabajo de reco-lección y catalogación, éstos son los resul-tados:

1. Los mensajes que se refieren al pasa-do están escritos en castellano antiguoy con pluma.

2. Los que se refieren al presente se es-criben con bolígrafo y dicen cosas como�¿qué pasa tronco?� o �como mola tu bu-ga�.

3. Hay también espíritus infantiles quepintan con rotuladores y hacen gracio-sos dibujillos.

4. Algunos mensajes están en idiomasextranjeros, de los cuales he podido tra-ducir algunos.

5. Otros son francamente indescifrables,al estar escritos en lenguas extra-terrestres, como es el caso: XX

6. Los mensajes son más abundantes enlas noches de luna llena y cuando lasconjunciones astrológicas son propi-cias.

El rigor científico con el que trabajo seextiende también al material, que es de granaltura tecnológica. El papel es reciclado degran calidad, las plumas y bolígrafos sonde diseño alemán y, además, utilizo un so-fisticado ordenador para recoger los datosy redactar informes. Cualquiera que lo de-see puede ver los papeles de mis psicoesti-lografías, junto con un certificado de unauniversidad estadounidense que demues-tra que la caligrafía de los papeles no es lamía, otro certificado de una universidad dePerú que testifica que algunos mensajes es-tán escritos en perfecto quechua −idiomaque desconozco−, así como un certificadonotarial que confirma que las falsificacio-nes de los certificados anteriores son tanbuenas como los auténticos.

Invito a las mentes abiertas que sean in-munes a los vicios de la ciencia oficial a querepitan mis trabajos para demostrar si misdescubrimientos son falsos o si en realidadabren un nuevo campo en el mundo de lo

40 (Otoño 1998) el escéptico

Portada de un disco compacto con su-puestas voces de ultratumba que la re-vista �Enigmas� distribuyó en abril pa-sado.

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el escéptico (Otoño 1998) 41

paranormal. No tengo explicación para tanextraño fenómeno: tal vez sea una energíade psicoquinesis, o tal vez un efecto desco-nocido de la mecánica cuántica (materia es-ta última en la cual soy un experto). La cien-cia no lo sabe aún, pero tendremos que se-guir investigando. Se podría pedir una sub-vención a alguna universidad para patro-cinar este tipo de estudios. Lamentablemen-te, la dogmática ciencia oficial impide in-sidiosamente que me den los fondos nece-sarios para trabajar en este tema. Tema queposiblemente cambie el destino de la hu-manidad.

Como se ve, las psicoestilografías sonunos fenómenos paranormales de fácil ex-perimentación. ¿Podría ARP rechazar a prio-ri el efecto Ludovico sin antes experimentarcon él? No creo que los miembros de la aso-ciación se lancen, poseídos por su espíritucientífico, a colocar hojas en blanco por lashabitaciones de sus casas para recibir men-sajes del más allá; supongo que todo estoles parecerá una sandez. Pero, ¿serán tanlúcidos frente a otras chifladuras semejan-tes, como las psicofonías? El debate estaabierto.

Frente a los defensores de lo paranor-mal, un escéptico suele quedar en inferiori-dad. Demostrar la inexistencia de algo esmuy difícil, co-mo mucho sepuede aumen-tar la improba-bilidad de sue x i s t e n c i a .Pero debemostener en cuen-ta que la tareade demostrarrecae siempre en el que afirma. Si no fueraasí, podríamos llegar a afirmar cualquiercosa. Por ejemplo, yo estoy convencido, yademás afirmo, que mis gatos son excelen-tes matemáticos. Tienen la costumbre desentarse y descansar largo tiempo delantede mis libros, hasta el punto de haber ab-sorbido sus contenidos y ser capaces deresolver ecuaciones diferenciales en deriva-das parciales. Cuando les planteo un pro-blema, lo miran largamente, bostezan con-siderándolo trivial y dan la solución con unpequeño maullido. Es una pena que no mepueda comunicar con ellos, pues no com-prendo bien su lenguaje. ¡Adelante, escép-ticos, aprendan el lenguaje de los gatos ynieguen mi afirmación!

Aunque alguno logre entender a los ga-tos, y diga que no saben contestar a los pro-blemas, siempre se puede aducir que ellosya no se interesan por estos temas.

En resumidas cuentas, para un parap-sicólogo una negación a posteriori tiene tan-ta validez como una negación a priori. Pormuchos resultados negativos que coleccio-nemos los escépticos, en una investigaciónsiempre se puede tener a mano la famosaregla 22 de la parapsicología: �El escepticis-

mo destruye el sutil fenómeno paranormal�.Regla que, por cierto, es sólo válida paraesta ciencia.

La Nueva Academia

Swift publicó Los viajes de Gulliver en 1726.El capítulo de la Academia de Lagado erauna caricatura cruel de algunas socieda-des científicas de su época, más preocupa-das por la especulación que por la investi-gación [Swift, 1726]. Si el autor fuera nues-tro contemporáneo, sin duda, la Academiareflejaría cualquier pseudoinstituto de in-vestigación paranormal.

El pasaje al que me refiero muy bien po-dría quedar así: �El primer hombre que viera de aspecto consumido. Traje, camisa ypiel eran todos del mismo color. Había tra-bajado durante ocho años en un proyectopara extraer de las pirámides energía cós-mica, que, envasada en frascos hermética-mente cerrados, sería sacada para calentarel ambiente en días inclementes. Me supli-có que le diera algo de dinero como incenti-vo a su genio, teniendo en cuenta lo carasque estaban las pirámides ese año. Penetréen otra cámara, rogándome mi guía con unsusurro que no levantara la voz, pues el pro-yectista se encontraba en estado de trance

y se tomaríamuy a mal unainterrupción.Era el habitan-te más antiguode la Acade-mia, y su acti-vidad, desdesu llegada,consistía en

intentar una comunicación en la que fue-ran innecesarios los teléfonos, correos o te-légrafos. Vi también a otro proyectista quetrataba de mover objetos con la mente parapoder ahorrar así los servicios de mudan-zas. En otra habitación había un maestrociego de nacimiento, que tenía varios apren-dices de su misma condición. Su actividadera distinguir colores mediante el tacto, lollamaban percepción dermóptica. Fue real-mente una desgracia mía el hallar en aque-lla ocasión unos discípulos no muy aventa-jados y ocurrió que hasta el propio profesorse equivocara por lo general. En otro apo-sento tuve la gran satisfacción de encon-trar a un proyectista que había ideado unnuevo sistema de diagnóstico médico. Ha-cía girar un péndulo sobre un gran conjun-to de tarjetas en las cuales se encontrabanescritas todas las enfermedades posibles, yel péndulo indicaba la enfermedad aumen-tando la velocidad; según el proyectista, estesistema también tenía utilidad para bus-car agua o materiales preciosos. Un ayu-dante preparaba remedios a base de sus-tancias tan diluidas que desaparecían delpreparado o utilizaba agujas que clavabapor todo el cuerpo del paciente. Me maravi-

En la ciencia no existe la democracia, y estamos obligados a aceptar

la tiranía de los hechosy los razonamientos

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llaron con otros sistemas alternativos comola utilización de cristales de cuarzo, de pul-seras metálicas magnetizadas o de apara-tos que ionizaban el ambiente. Recorrí todala Academia y vi los mayores portentos. Pro-yectistas que conocían el carácter de laspersonas mirándoles tan sólo las manos,otro que hacían combinaciones de letras ynúmeros pronosticando el futuro, uno quese dedicaba a escrutar el cielo para recibira los visitantes de las estrellas y otro queestudiaba los movimientos de los astrospara designar al nuevo gobernante de la na-ción...�

Si se compara el texto original con éste,la Nueva Academia de las Pseudocienciasparecerá tan cómica como la parodiada porSwift. En definitiva, para rechazar la pseu-dociencia, nos basta con un poco de senti-do del humor y el absurdo saldrá a flote.Más vale una carcajada que cien silogismos.

Generalmente, toda esta ciencia patoló-gica se puede rechazar a priori, pues es pre-cisamente ella la que transgrede todas lasreglas del pensamiento mínimamente lógi-co. Aunque cueste decirlo, en la ciencia noexiste la democracia, y estamos obligadosa aceptar la tiranía de los hechos y los ra-zonamientos. No podemos escudarnos tam-poco en lo desconocido. Es cierto que aúnsabemos poco del universo que nos rodea,pero mucho de lo que sabemos nos indicaqué caminos no conducen a ninguna par-te. Es decir, no sabemos lo que es, peromuchas veces sí sabemos lo que no es. Laciencia se autodepura, afina sus modelos,pero las revoluciones científicas no desman-telan todo lo anterior; más bien lo comple-tan. Mucho me temo que ni la próxima, nila siguiente, ni ninguna revolución dará larazón a la parapsicología.

Cada día que pasa, la ciencia necesitamás dinero y esfuerzos para continuar sucamino, no desperdiciemos los fondos pú-blicos −ni privados− en construir academiaspseudocientíficas. No podemos impedir −nisería deseable− que un chiflado exponga susteorías, ni que un farsante pueda acercar-se hasta el público −tampoco conseguimosque los políticos no mientan−, pero, por fa-vor, no permitamos que ni los chiflados, nilos farsantes −ni los políticos− tomen lasriendas del saber.

Permitan, para finalizar, una larga citade John A. Wheeler, reputado físico, direc-tor del Centro de Física Teórica de la Uni-versidad de Texas: �...¿Es seguro que cuan-do se escribe tanto sobre cucharas dobla-das, parapsicología, telepatía, triángulo delas Bermudas, radiestesia, y cuando otrosescriben sobre etéreos cuantificados, bioac-tocrónica, levitación y química oculta, de-be haber alguna realidad detrás de estaspalabras?, ¿seguro que donde hay humo esporque hay fuego? No, donde hay tanto hu-mo no hay mas que humo. (...) No hay mal-dita la cosa sobre la que no se pueda in-vestigar. La investigación guiada por un mal

juicio constituye un agujero negro para elbuen dinero. Nadie puede evitar decir lasverdades del barquero a quien ha visto de-fraudar 10.000 dólares a un buen amigo,hacer polvo 100.000 dólares de una distin-guida organización benéfica de investigacióny hacer desaparecer 1.000.000 dólares pro-cedentes de los contribuyentes −todo enaras de la investigación en materia de cien-cia patológica−. (...) Ha llegado el momentode que todo aquél que crea en la regla de larazón le cante las cuarenta a la ciencia pa-tológica y sus proveedores� [Wheeler, 1979].

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42 (Otoño 1998) el escéptico

Luis Angulo Suardiaz es bioquímico.

Page 43: El Escéptico 02

rruinado por el cataclismo bursátilde octubre de 1987, un pequeño in-versor se colgó unos días más tardeen Madrid, en un parque1. Para ex-

plicar su gesto, el desesperado dejó una car-ta en la que denunciaba �los abusos y elcanibalismo de los agentes de cambio de laBolsa respecto a los pequeños ahorradores�.Contaba también cómo, después de haberdecidido suicidarse el 28 de octubre, se ha-bía dado una prórroga y había decidido so-meterse de alguna manera al juicio de Dios:

�Tuve como la iluminación de que Dios exis-tía y que, tal vez, mi destino no era el suici-dio�. Consagró entonces el resto de sus aho-rros a comprar billetes de lotería y a jugar ala bonoloto. Para ver �si Dios ponía algo desu parte y me ayudaba a salir�. Pero el cielopermaneció desesperadamente silencioso.La suerte no le sonrió, y el hombre acabóahorcándose.

Recurrir a Dios para salvar la Bolsa yhacer remontar las acciones es lo que deci-

dieron también, en noviembre de 1987, losnotables católicos de una ciudad italiana.Hicieron celebrar al cura local una misa so-lemne a fin de conjurar la caída en las coti-zaciones2. ¿Cómo no dirigir los ojos a Dioscuando todo se hunde alrededor de uno?¿Cuando las propias ciencias económicasse revelan incapaces de aportar correccioneslógicas a las furiosas desreglamentacionesde la economía mundial? Desreglamen-taciones y distorsiones que los especialistasno dudan en calificar de irracionales.

La crisis económica actual provoca, porsu brutalidad, efectos de pánico y de dese-quilibrio mental en distintos ámbitos. Ensociedades presididas en principio por la ra-cionalidad, cuando ésta se diluye o se dis-loca, los ciudadanos se ven tentados a re-currir a formas de pensamiento prerracio-nalistas. Se vuelven hacia la superstición,lo esotérico, lo ilógico, y están dispuestos acreer en varitas mágicas capaces de trans-formar el plomo en oro y a los sapos en prín-

Ascenso de lo irracionalEn sociedades presididas en principio por la racionalidad,

cuando ésta se diluye o se disloca, los ciudadanos se ven tentadosa recurrir a formas de pensamiento prerracionalistas

IGNACIO RAMONET

el escéptico (Otoño 1998) 43

Imagen de la �web� de la secta suicida Puerta del Cielo.

A

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cipes.Cada vez son más los ciudadanos que

se sienten amenazados por una moderni-zación tecnológica brutal y se ven impeli-dos a adoptar posturas recelosas antimo-dernistas. Puede constatarse que la actualracionalidad económica despreciativa haciael hombre favore-ce el ascenso deun irracionalismosocial.

Ante tantastransformacionesincomprensiblesy tantas amena-zas, muchoscreen asistir a uneclipse de la ra-zón. Y se ven ten-tados por la hui-da hacia una imagen irracional del mundo.Algunos se vuelven hacia paraísos artificia-les como la droga o el alcohol, o hacia para-ciencias y prácticas ocultistas. ¿Es sabidoque en Europa cada año más de 40 millo-nes de personas consultan a videntes o cu-randeros? ¿Que una persona de cada dosafirma ser sensible a los fenómenosparanormales?

Sectas iluministas, similares a la de losdavidianos de Waco, a la del Templo Solar,a la Puerta del Cielo, se multiplican, así

44 (Otoño 1998) el escéptico

como numerosos movimientos milenaristasque podrían contar con más de 300.000adeptos en Europa.

Michel Foucault, en sus cursos en el Co-legio de Francia, solía decir que la verdad,contrariamente a lo que se cree, no es abso-luta, estable ni unívoca. �La verdad tiene

una historia −a-firmaba− que, enOccidente, se di-vide en dos perio-dos: la edad de laverdad-rayo y lade la verdad-cie-lo�. La verdad-rayo es la que esdesvelada enuna fecha preci-sa, en un deter-minado lugar y

por parte de una persona elegida por losdioses; como, por ejemplo, el oráculo de Del-fos, los profetas bíblicos o, aún hoy, el Papahablando ex cathedra. La verdad-cielo, porel contrario, se establece para todos, siem-pre y en todas partes: es la de Copérnico,Newton y Einstein.

La primera era ha durado milenios; y lapasión de la verdad revelada ha suscitadomultitud de celadores, oleadas de heresiar-cas e incansables constructores de inquisi-ciones. La segunda era, la de la verdad basa-da en la razón científica, comienza por asídecirlo en el siglo XVIII, pero también tienesus grandes sacerdotes; y Michel Foucaultno excluía que un día éstos, en defensa desu propia visión de las cosas y de sus pre-rrogativas, recurran a argumentos poco di-ferentes de los adeptos de las eras oscuras.

Pudo verificarse lo anterior con motivodel Llamamiento de Heildelberg3, firmado por264 científicos, de ellos 52 premios Nobel,denunciando a la ecología como �emergen-cia de una ideología irracional que se opo-ne al progreso científico e industrial�. Lla-mamiento hecho público con motivo de laCumbre de Río de junio de 1993, en unmomento en el que la gente se preguntabaprecisamente si el hombre no se encontra-ba �amenazado por la ciencia�4.

Preguntas tanto más pertinentes cuan-to que, bajo el pretexto del progreso indus-trial, las catástrofes ecológicas no han cesa-do de repetirse en los últimos años en todoel planeta, como las de la Isla de las TresMillas (200.000 personas evacuadas), de Se-veso (37.000 contaminadas), de Bohpal(2.800 muertos y 20.000 heridos), de Cher-nóbil (300 muertos y 50.000 irradiados), deGuadalajara (200 muertos y 20.000 sin ca-sa), de la sangre contaminada, de las hor-monas del crecimiento, del amianto, de lasvacas locas, del tabaco, del diésel...

Los más diversos cataclismos de nuevotipo (en los últimos veinte años hubo, porejemplo, alrededor de mil mareas negras ymás de 180 accidentes químicos graves, quecostaron la vida a unas 8.000 personas y

Cada vez son más los ciudadanosque se sienten amenazados poruna modernización tecnológica

brutal y se ven impelidosa adoptar posturas recelosas

antimodernistas

Cartel del �Frankenstein� de James Whale de 1931.

Page 45: El Escéptico 02

heridas a más de 25.000) contribuyeron aarruinar la esperanza de los que esperande la ciencia moderna que haga entrar a lahumanidad en una nueva edad de oro. ElLlamamiento de Heildelberg, en el que algu-nos han creído percibir �las premisas de unnuevo cientificismo�5, no cambia nada, nidisipa la suspicacia y la desconfianza ha-cia la tecnología.

De hecho, son muchos los ciudadanosque consideran que la alianza del capital,la industria y la ciencia constituye una trai-ción a la ética de esta última, y que unaconcepción mercantil del progreso es res-ponsable de algunos de los problemas másgraves a escala planetaria. Compromisosapáticos y recomendaciones átonas no ha-rán más que retrasar las inevitables apues-tas y la toma de las decisiones más difíci-les, mientras que el planeta permanece a laderiva, hacia una catástrofe ecológica glo-bal6. Mientras, los ciudadanos siguen asis-tiendo, angustiados, a la desaparición delos bosques, la devastación de los pastos,la erosión de la tierra, el avance de los de-siertos, la rarefacción del agua dulce, la con-taminación de los océanos, la explosión de-mográfica, la extensión de las pandemias yla pobreza. Son cada vez más las personasque siguen convencidas de que la cienciaya no puede hacer nada por el planeta nipor ellas, y de que el progreso, cuando estápilotado exclusivamente por el interés mer-cantil, es, en definitiva, la madre de todaslas crisis.

Retorno a lo irracional

En el transcurso de las precedentes crisiseconómicas de los países más industriali-zados, se asistió a movimientos masivos deretorno a lo irracional. El continente euro-peo conoció también, durante la gran depre-sión de los años treinta, un momento en elque los mitos arcaicos resurgieron con undinamismo esencialmente instintivo y emo-cional. La derrota del modernismo, la crisiseconómica, el desasosiego social y la aspi-ración identitaria provocaron entonces unaespecie de desencanto del mundo y favore-cieron, especialmente en Alemania, una fas-cinación por lo irracional que fue capitali-zada por la extrema derecha. �Muchos delos ciudadanos alemanes −escribe el ensa-yista Peter Reichel− querían abstraerse deun presente que no entendían y prefirieronprecipitarse en un universo engañoso�7.

En la Alemania de los años veinte, la de-rrota militar seguida de la hiperinflación yde la bancarrota provocaron una fuerte in-clinación hacia las prácticas ocultistas, losobrenatural y lo maravilloso. Como lomuestra, entre otros hechos, el gran éxitopopular de películas expresionistas comoEl gabinete del doctor Caligari, Nosferatu, ElGolem, El doctor Mabuse, M el vampiro ne-gro y Metrópolis... Analizando estas imáge-nes demoníacas, el historiador Sigfried Kra-

el escéptico (Otoño 1998) 45

cauer mostró en qué medida fue directo elcamino que condujo �de Caligari a Hitler�8.

Ya en 1930, el escritor Thomas Mannponía en guardia a los ciudadanos contralos riesgos políticos de una época de mise-ria cultural, mientras en torno a él se mul-tiplicaban las ideologías escapistas, las sec-tas, las prácticas parapsicológicas y se os-curecía la razón. Su mago (de la novela Ma-rio y el mago), un hipnotizador, es una alu-sión clara a Benito Mussolini. Traumatiza-dos por la complejidad de la crisis, empo-brecidos, desorientados, los ciudadanos ale-manes abandonaron su voluntad, su librearbitrio, su confianza en el proceso racio-nal, por la deriva de lo irracional, y poco apoco se dejaron ganar por el oscurantismoy el culto al jefe: �Las masas empezaban apensar que las mayores calamidades queles agobiaban no podrían encontrar solu-ción mediante razonamientos lógicos sobrela realidad, sino empleando medios que laeluden, como los de la magia, ya que cier-tamente es más cómodo y menos penososoñar que pensar�9. �El campo estaba abo-nado −diría Thomas Mann− para la fe enHitler�.

En Estados Unidos, el pánico creado porel crack bursátil de 1929 (que comenzó el23 de octubre y duró hasta el 13 de noviem-bre) y por la terrible depresión que provocóiba a suscitar igualmente un aumento delirracionalismo. Allí también el cine apare-ció como el mejor testigo de este turbio gustodel público. Hollywood aprovechó para lan-zar una serie de filmes fantásticos y de te-rror de extraordinario éxito popular. Los per-sonajes de pesadilla de Frankenstein, Drá-cula, La momia, King Kong, La isla del doc-tor Moreau... iban a exorcizar los espantosde las víctimas de la crisis. El encantamien-to del cine (es el comienzo del sonoro) disi-pa entonces y transforma las angustias deuna mediocre vida cotidiana, como lo hamostrado magistralmente Woody Allen enLa rosa púrpura del Cairo (1985).

El comienzo de la década de los treintaes también en Estados Unidos el tiempo delos charlatanes pseudorreligiosos como El-mer Gantry, el héroe de la novela de SinclairLewis. La época de una floración insólita delos juegos, las loterías de todas clases, loshoróscopos (aparecen por vez primera en laprensa francesa en 1935) y de concursosabsurdos como los maratones de danza quedenunciará Horace McCoy en su célebre no-vela ¿Acaso no matan a los caballos? (1935),que sirvió de guión a la película Danzad,

Son muchos los que consideran que laalianza del capital, la industria y

la ciencia constituye una traición ala ética de esta última

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danzad, malditos.Paro, bajos salarios, quiebras innumera-

bles, bancarrotas ruinosas, la crisis y la de-presión se abaten con una violencia inusi-tada sobre los ciudadanos estadouniden-ses confiados y despreocupados. Para sumayor desgracia, van a constatar la increí-ble incompetencia de sus dirigentes políti-cos y la incapacidad de éstos para afrontarla tormenta económica y para dominar lospeligros. En primer lugar, el propio presi-dente de Estados Unidos Herbert Hoover,un ultraliberal que reconocía en 1930 que�jamás creí que nuestra forma de gobiernofuera a resolver de manera satisfactoria losproblemas económicos por una acción di-recta, ni que pudiera gestionar con éxito lasinstituciones económicas�10. Y sobre todoel secretario del Tesoro, Andrew Mellon, queno duda en gritar a la cara de catorce mi-llones de parados: �¡Viva la crisis! Ésta pur-gará −añade− la podredumbre que infectaal sistema. El coste de la vida, demasiadoelevado, y el nivel de vida, excesivo, baja-rán. La gente trabajará más duro y llevaráuna vida más mo-ral. Los valoresbursátiles encon-trarán un nivel deajuste, y la genteemprendedora re-cogerá los restosabandonados delos menos compe-tentes�11. Ante es-tas declaraciones,que las víctimasde la crisis y delparo perciben como cínicas, la duda se ins-tala entre ellas, así como el escepticismo yla desconfianza respecto a la clase política.En tales circunstancias, los principios me-jor establecidos vacilan, amenazan con hun-dirse. Y proposiciones antiparlamentarias,antidemocráticas, que antes hubieran sido

46 (Otoño 1998) el escéptico

rechazadas enérgicamente, encuentran nu-merosos oídos receptivos.

En los años 1971-1973, al final de unperiodo de treinta años de crecimiento yprosperidad, el retorno del espectro del paroy de la recesión hace reaparecer, en el cam-po del imaginario sociocultural, nuevas fic-ciones de crisis, como por ejemplo las pelí-culas con catástrofe: Terremoto, 747 en peli-gro, El coloso en llamas, La aventura del Po-seidón, etcétera12. Estas historias señalancon bastante precisión la entrada de las so-ciedades industriales en una nueva era deangustia social.

En el transcurso de los últimos veinti-cinco años, a medida que se degradaba lasituación económica y aumentaba el núme-ro de los excluidos y de los abandonadospor la crisis, las sectas modernas se multi-plican, así como las nuevas supersticiones.Como si en el lento movimiento de las men-talidades, entre el terreno ganado por la ra-cionalidad técnica y el perdido por las reli-giones tradicionales, quedara una especiede tierra de nadie que ocuparían las nue-vas creencias o las formas arcaicas de reli-giosidad.

La nueva pobreza y las confusas angus-tias que ella suscita explican, por ejemploen Europa, el renacimiento extraordinariode las peregrinaciones. Y, como en las peo-res épocas de desesperación popular, cier-tos fieles creen ver de nuevo incluso apari-ciones de la Virgen María. En abril de 1982,en La Talaudière (Indre), una adolescenteaseguró haber visto a la Virgen13. Rápida-mente, como locos, acudieron millares deperegrinos y de enfermos de todo el país, ytambién de Bélgica, Países Bajos, Suiza, Ita-lia... Se reunían en el jardín donde se pro-dujo la aparición y esperaban una señal delcielo... En septiembre de 1984, María re-apareció en Montpinchon (Normandía), don-de tres testigos creyeron verla �radiante, conlos cabellos rubios y los brazos extendi-dos�14. Allá también llegaron rápidamentemiles de peregrinos desamparados, con laesperanza de que se produjera una nueva

aparición. Si no seproduce, acudiránen peregrinación,al igual que otras300.000 personascada año, a Keri-nizen (Finistère),donde aún viveuna vieja dama vi-sionaria, Jeanne-Lousie. Durantetreinta años laVirgen se le habría

aparecido setenta y una veces y le habríadicho: �Yo quiero recristianizar Francia afin de que se convierta en la luz de los pue-blos paganos...�15. Otros peregrinos (un mi-llón y medio de media por año) se dan citaen el 140 de la rue du Bac de París, en lacapilla de la medalla milagrosa. Esta meda-

Las niñas de Garabandal en uno de sus éxtasis marianos.

La asociacióntelevisión-deporte-nacionalismo

conjuga los tres fenómenosprincipales contemporáneos de

masas, las tres fascinacionescentrales de este fin de siglo

Page 47: El Escéptico 02

lla es la que la Virgen, durante una apari-ción el 27 de noviembre de 1830, habríahecho grabar para �conceder grandes gra-cias� y que llevaba al cuello BernadetteSoubirous en 1858, cuando ella misma vioa la Virgen en Lourdes, a la entrada de unagruta a la que acuden a rezar cada año másde cuatro millones de peregrinos...

Este renacimiento de la religión popu-lar16, del culto a los santos sanadores, ani-mado por la jerarquía más conservadora dela Iglesia, coincide precisamente con el re-torno de los tiempos duros; cuando hay queremitirse a confiar en la Providencia y, lite-ralmente, a confiar en los milagros17.

Pero se cree con más fuerza aún en losviejos mitos paganos del destino, de la fortu-na; y, tres mil años después de los caldeos,se invoca el poder de los astros �que rigen,con una voluntad inflexible, todo el Univer-so�. Aún sabiendo que estas creencias sonincompatibles con el espíritu científico, losciudadanos, intimidados por los riesgos delos nuevos tiempos, se adhieren a razona-mientos absolutamente ilógicos y a supersti-ciones abracadabrantes. Desafían de esta

forma, aún sin confesarlo, los criterios deuna racionalidad científico-tecnológica queno siempre da respuesta a sus obsesionesinmediatas (paro, sida, sangre contamina-da, vacas locas, cáncer, soledad, inseguri-dad, etcétera). Habiendo erigido como em-blema de las sociedades liberales el eslo-gan �que gane el mejor�, cada cual buscademostrarse a sí mismo, más allá de las con-tingencias sociales objetivas, que puede serun ganador, un triunfador. Y esto por me-dio de los juegos de azar.

El azar ocupa entonces el lugar de lo sa-grado. Y es, a la vez, fascinante y terrorífi-co. Alrededor de nosotros proliferan todaclase de loterías y juegos de pronósticos de-portivos... Y se asiste a la explosión, espe-cialmente delirante, de los juegos-concur-so propuestos por almacenes, marcas deproductos, publicaciones y diarios. Por nohablar de las numerosas emisiones de tele-

el escéptico (Otoño 1998) 47

visión que derraman, ante los ojos pasma-dos de tantos excluidos, una insólita lluviade millones sobre los felices agraciados...

Deporte, dinero y medios

También el espectáculo del deporte, en es-tos tiempos de neoscurantismo, se convierteen un opio del pueblo. Permite descargar laagresividad contenida, interiorizada; seplantea como una especie de sustituto dela guerra. Cierto que por otros medios, peroes la metáfora de la guerra, del enfrenta-miento, de la violencia.

Y todo ello desde un principio, cuandolos griegos inventaron los Juegos Olímpi-cos como una especie de tregua que prolon-gaba los enfrentamientos, pero bajo una for-ma ritualizada, sostenida en pruebas ba-sadas en las disciplinas militares: carreraa pie, salto, lucha, lanzamiento de jabali-na, de martillo, etcétera. ¿Es casual que unade las pruebas más emblemáticas −la ma-ratón− recuerde la célebre batalla ganadapor el general ateniense Milcíades contralos persas en 490 antes de Cristo?

En Roma, también du-rante la antigüedad, los jue-gos eran, por definición, jus-tas mortales en las que seenfrentaban entre sí losgladiadores, guerreros de eli-te, ofreciendo a las masas delas gradas el espectáculo dela muerte en directo.

En el medievo, lo que másse asemejaba al deporte mo-derno era el torneo, en el quese enfrentaban caballeroscon armadura. Los aullidosde dolor, las heridas, loshuesos quebrados, los ester-tores de los caballos, la san-gre... tales eran los ingre-dientes de aquellos espectá-culos coloristas, de los queúnicamente las corridas de

toros, con su mezcla de bravura, violenciay crueldad, pueden darnos una idea.

El deporte, tal como hoy lo conocemos,se inventa en Inglaterra hacia mediados delsiglo XIX, precisamente para ayudar a eva-cuar de la sociedad la violencia en su for-ma más brutal. El deporte se propone explí-citamente canalizar las tensiones, particu-larmente exacerbadas con el desarrollo delmundo industrial, confiriéndoles una for-ma simbólica, ritual; encuadrándolas conleyes y reglamentos. Así, el choque, el en-frentamiento, serán lícitos, el combate ten-drá lugar, pero según leyes y normas queeviten por lo general (el boxeo es una ex-cepción) herir al adversario.

Hay asociaciones que predican tambiénel desarrollo de las prácticas deportivas conel fin de formar mejor a los jóvenes para losretos que les esperan en el seno de los ejérci-tos que participan en las conquistas colo-

El fútbol levanta pasiones desaforadas en todo el mundo.

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niales en África y Asia, partiendo del princi-pio de que un buen deportista es un buenguerrero.

Pero, con el desarrollo de la gran pren-sa, el deporte se convierte también en unespectáculo sobre el cual los ciudadanostransfieren muy pronto las pasiones nacio-nales. Deporte de masas, medios de masasy regímenes de masas forman una tríadainseparable en la Europa de los años trein-ta. El deporte sirve de propaganda, parti-cularmente a los regímenes mussolinianoy hitleriano. Más tarde, los regímenes detipo estalinista imitarán este sistema y nodudarán en meterse en las peores prácti-cas de selección, de adiestramiento, decondicionamiento y de dopaje para fabricarcampeones y hacer deellos los portaestan-dartes de su política.

Más recientemente,se ha constituido otratríada igualmente per-niciosa: financieros,deportistas, medios.El dinero se ha conver-tido en el motor esen-cial del deporte. Pormedio de la publicidadque difunden las cade-nas de televisióncuando retransmitendeportes como el fút-bol, el tenis, el hockey,el rugby...

El dinero y la tele-visión lo han acelera-do todo. El éxito de lasretransmisiones de-portivas a través de lapequeña pantalla estáligado esencialmente ala especificidad mismade la televisión. Cuan-do se desarrolló la te-levisión, en los añostreinta, únicamentepodía trabajar en di-recto a causa de suslimitaciones tecnoló-gicas. Habrá que esperar a 1957, con la in-vención del magnetoscopio por parte de lasociedad Ampex, para que pueda ganar sol-tura y funcionar a partir del diferido y elmontaje magnético. Existe pues, en sus ini-cios, una fuerte adecuación entre los acon-tecimientos con vocación de ser transmiti-dos en directo y la televisión. Y entre estosacontecimientos, los que se imponen másrápidamente son las competiciones depor-tivas.

La expansión de la televisión como me-dio de masas está íntimamente ligada a ladifusión de ciertos deportes. En EstadosUnidos, esta expansión se da en los añoscuarenta y cincuenta gracias a la difusiónintensiva de tres deportes: fútbol america-no, béisbol y boxeo. En Francia, se produ-

48 (Otoño 1998) el escéptico

ce un fenómeno idéntico hacia el final delos años cincuenta, cuando la televisión seconvierte en un medio importante difun-diendo las pruebas de dos deportes reyes:rugby y ciclismo. En Italia y España, se tra-tará de fútbol y ciclismo. Estos deportes yla promesa de poder verlos en tiempo real,de seguir en directo las llegadas del Tourde Francia, van a favorecer la expansión dela televisión como medio de masas y opiodel pueblo elevado al cuadrado.

La televisión añade un complemento vi-sual que permite captar mejor la compleji-dad y la riqueza de la prueba deportiva. Pararetransmitir un encuentro, se sitúan ya so-bre el terreno una quincena de cámaras, esdecir, hay quince miradas diferentes que si-

guen el balón, la ac-ción, las estrategias deataque, de defensa, et-cétera. Mientras que elespectador desde lasgradas no cuenta másque con sus dos ojospara verlo todo; y estose revela insuficientepara ver el partido des-de todos sus ángulos,al ralentí, desde muycerca, etcétera.

La mediatizacióndel deporte favorece supolitización. Histórica-mente, la organizaciónde las grandes prue-bas deportivas ha res-pondido de forma ge-neral a presupuestosideológicos. Por ejem-plo, la restauración delos Juegos Olímpicos,en 1896, reflejaba laideología de su funda-dor, Pierre de Couber-tin, que tenía una con-cepción muy aristo-crática de la sociedad.Y, aunque se tratabade un proyecto huma-nista, en algunos de

sus textos se percibe claramente que se tra-ta de una cuestión de sociedad de elite, blan-ca y masculina. No puede hablarse realmen-te de mediatización del deporte a finales delsiglo XIX, cuando renacen los juegos, peroya entonces las ideas de disciplina, esfuer-zo, organización, pueden ser recuperadaspor el discurso político.

Pudo verse la explotación política que hi-zo del fútbol el fascismo italiano. Los añosveinte fueron los de la construcción de gran-des estadios en Italia, que organizó un cam-peonato mundial, elaboró la puesta en es-cena de los encuentros y explotó al máximolas victorias del equipo nacional, presenta-do como un auténtico sustituto de la na-ción misma, encarnando sus cualidadesprincipales. De esta forma, Mussolini inte-

Los nazis y el ocultismo son un asunto recu-rrente en las revistas esotéricas.

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gró la organización del deporte en un discur-so político retomado rápidamente por Hitlery los nazis, y que desembocaría en la or-ganización de los Juegos Olímpicos de Ber-lín, en 1936, que fueron, recordémoslo, losprimeros juegos televisados. Otro ejemplo:el de los Estados comunistas y la excesivaimportancia política otorgada por estos re-gímenes a las victorias deportivas, en par-ticular en lo que se refiere a las competicio-nes internacionales. En el siglo XX, depor-te y política aparecen íntimamente unidos.

Se plantea también el problema de losseguidores de los equipos deportivos. Y pue-de observarse a grupos de extrema derechaque se constituyen para glorificar a deter-minados equipos de fútbol. Para ellos, suequipo es, como de alguna forma lo era paraMussolini, la encarnación de los principa-les valores de su comunidad. Ciertos hin-chas se tatúan, incluso sobre el rostro, loscolores nacionales. Incorporan, en el senti-do profundo del término, inscribiéndolos ensu cuerpo, los colores de su equipo. Y, enperíodos turbios como los que vivimos, to-das estas actitudes, que podrán parecermeramente folclóricas en tiempos norma-les, pueden desembocar en la xenofobia yen el rechazo a los que se calificará de débi-les porque no pertenecen al grupo posee-dor de fuerza suficiente para la victoria.

La presión del espectáculo a escala pla-netaria es tal que algunos que pertenecena minorías políticas quieren aprovecharsede esta caja de resonancia gigantesca paraexpresarse. Algunas de estas exhibicionespolíticas son banalizadas. El primer gestodel campeón, cuando atraviesa la meta,consiste habitualmente en precipitarse ha-cia su bandera nacional para envolverseliteralmente en ella. Esto se convierte enun ritual, en una norma. No hay un solocampeón que no corra hacia el abanderadopara hacer una vuelta de honor envueltoen los colores nacionales.

La asociación televisión-deporte-nacio-nalismo conjuga los tres fenómenos princi-pales contemporáneos de masas, las tresfascinaciones centrales de este fin de siglo.Y esto constituye en sí mismo uno de loshechos políticos importantes de nuestrotiempo, y una componente irracional, unaevasión de la dureza social de la época.

Lo irracional alcanza, así, a la política.¿No ha podido verse durante las eleccionesen el Reino Unido y en Francia la apariciónde un Partido de la ley natural proponiendocon gran seriedad �desarrollar la medita-ción trascendental� y animando al vuelo yó-guico para salir de la crisis? El antiguo mi-nistro francés de cultura, el socialista JackLang, ¿no hizo construir en la ciudad deBlois, de la que es alcalde, un Centro Na-cional de las Artes de la Magia y la Ilusión?

Únicamente el dinero da la felicidad, seha repetido en los últimos años, en la épo-ca del dinero rey y del neoliberalismo triun-fante, cuando el único objetivo digno en la

el escéptico (Otoño 1998) 49

vida era enriquecerse. El ciudadano ordi-nario no tenía otra posibilidad de alcanzarel Paraíso que ganando en una de las múl-tiples tómbolas mágicas. Pero para ganares necesario tener suerte, lo que, astrológi-camente hablando, es una cuestión de bue-na estrella. La incertidumbre ante el futuroy el frenesí por los juegos han conducidoasí, a las hordas de aspirantes a la fortuna,hacia las nuevas generaciones de magos,

de videntes, de extralúcidos. Por teléfono,por videotexto o simplemente ante las cá-maras de televisión, éstos predicen el pro-venir, precisan las cifras de la fortuna o loscolores de la suerte...

Más de 20.000 brujos modernos, viden-tes, astrólogos y otros arúspices oficiales,con la ayuda de unas decenas de morabitosllegados de África, apenas dan abasto enFrancia para responder a la angustiosa de-manda de unos 4 millones de clientes ha-bituales. El esoterismo se encuentra en ple-na expansión: la mitad de los franceses con-sulta regularmente su horóscopo, y la tira-

La incertidumbre ante el futuroy el frenesí por los juegos hanconducido así, a las hordas deaspirantes a la fortuna, hacia

las nuevas generaciones de magos,de videntes, de ‘extralúcidos’

�Expediente X�, la serie de Chris Carter, ha de-mostrado que una parte importante del públicotiene serias dificultades para distinguir ficción yrealidad.

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da de las revistas de astrología no deja deaumentar (dos de ellas superan los 100.000ejemplares).

El boom de esta industria de la adivina-ción (tarots, cartas, talismanes, quiroman-cia, sanadores, radiestesistas) correspondea una regresión profunda del individuo. Deesta forma se empieza por admitir que elcielo del nacimiento puede determinar, deforma absoluta, la biografía. Así, el destinoastral interpretado por el vidente reempla-za en estos tiempos de supersticiones la lec-tura de los caminos de la Providencia efec-tuada antaño por los clérigos. El cine, unavez más, refleja adecuadamente la nuevafascinación por los hechiceros y los ánge-les, los demonios y las maravillas. Las pelí-culas recuerdan con regularidad, y a vecescon talento, la actualidad de los temas queeluden frontalmente la razón y la verdad.

El oscurantismo seduce cada vez más aciertos espíritus desalentados por la comple-jidad de las nuevas realidades tecnológicas,conmocionados por el irracional horror eco-nómico. A favor de este oscurantismo se hanexpandido ya a través del mundo revolucio-nes conservadoras y diversos fundamenta-lismos: islamista en Irán, puritano en Esta-dos Unidos, ultraortodoxo en Israel, etcéte-ra.

Y podría mañana, cuando la recesión queamenaza haya amplificado su espantos, de-sencadenar las pulsiones destructivas másgraves. Será tentador buscar chivos expia-torios para las dificultades crecientes. Al-gunos políticos los señalan ya: �Al igual queel pueblo romano, corremos el riesgo de serinvadidos por pueblos bárbaros, como losárabes, los marroquíes, los yugoslavos y losturcos −declaraba un antiguo ministro bel-ga de Interior, Joseph Michel−, gentes quellegan desde muy lejos y que no tienen nadaen común con nuestra civilización�18. Ideasseniles que pueden renacer de esta formaen cuerpos más jóvenes y convertirse en po-pulares.

En los años treinta, el novelista ThomasMann presintió el peligro: �El irracionalis-mo, que deviene popular, es un espectácu-lo horroroso. Se presiente que acabará re-sultando fatalmente una desgracia�19. Enel clima actual de pesimismo cultural, ymientras resurgen las cuestiones nacionaly social, de nuevo circulan por Europa lasfuerzas de la extrema derecha. Permanecenal acecho de las decepciones de todos los

50 (Otoño 1998) el escéptico

órdenes que un liberalismo descarnado nodeja de suscitar. Aquí y allá, y especialmenteen Europa occidental, se instala ya unaespecie de xenofobia tranquila que mil (ma-los) argumentos tratan de justificar.

La sinrazón se nutre de la ignorancia yla credulidad, de los mitos y las pasiones,de la fe y de espantos. Son éstos el alimen-to de toda religión, de toda superstición. Yel traumatismo económico que sufren ac-tualmente las sociedades europeas puedetransformar estos alimentos en elixires parauna nueva barbarie.

El nazismo enraizó en un Alemania des-concertada, supo aprovechar el impacto dela depresión económica, de la mutación con-vulsiva del capitalismo y del traumatismonacional. Es una mezcla explosiva a la queEuropa se ve de nuevo confrontada. ¿Sa-brán los ciudadanos movilizarse para evi-tar que se reproduzca tan nefasto preceden-te?

Referencias1 El País (Madrid), 7 de Noviembre de 1987.2 Le Monde (París), 22 de Noviembre de 1987.3 Le Monde (París), 3 de Junio de 1992.4 Cf. �L�homme en danger de science?� Manière

de Voir (París), Nº 15 (Mayo 1992).5 Jacques Robin: �Des sientifiques en mal

d�écologie�. Libération (París), 13 de Junio de1992.

6 Cf. The Financial Times, 15 de junio de 1992.

7 Peter Reichel: La fascination du nazisme. Odile

Jacob. París 1993. Pág. 20.8 Sigfried Kracauer: De Caligari à Hitler.

Flammarion. París, 1987 (Hay traducción es-pañola con el mismo título: Ediciones NuevaVisión. Buenos Aires 1961).

9 André Gisselbrecht, en su introducción a Marioet le Magicien. Flammarion. París 1983.

10 Citado por Jean Heffner: La Grande Dépre-ssion. Gallimard-Julliard (Col. �Archives�, Nº64). París 1976.

11 Ibídem.12

Cf. Ignacio Ramonet: La golosina visual. Edi-torial Gustavo Gili. Barcelona 1983.

13 Le Monde (París), 18 de Abril de 1982.14 Le Monde (París), 22 de Septiembre de 1984.15

Le Nouvel Observateur (París), 14 de Agostode 1987.

16 La Virgen María habría aparecido igualmente,

en el transcurso del último decenio, en ElCairo, Rusia, Italia, España, Argentina, Yu-goslavia...

17 Según un sondeo publicado por Le Monde el 1de Octubre de 1986, el 46% del conjunto delos franceses �cree en los milagros�.

18 Le Monde (París), 1 de Noviembre de 1987.19 Cf. nota 9.

La sinrazón se nutre de la ignoranciay la credulidad, de los mitos y laspasiones, de la fe y de espantos.

Son éstos el alimento de todareligión, de toda superstición

Ignacio Ramonet es director Le Monde Diplo-matique.Este artículo forma parte de Un mundo sin rum-bo. Crisis de fin de siglo [Un monde sans cap],libro de Ignacio Ramonet publicado por la Edi-torial Debate (Col. �Temas de Debate�) en 1997,y se reproduce con autorización del autor.

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n el número pasado, comentábamos dos excelen-tes sitios en inglés. Pero, afortunadamente, tam-bién abunda en Internet el escepticismo y el pen-samiento crítico divulgado en nuestro idioma.

El Centro Argentino para la Investigación y la Refuta-ción de la Pseudociencia (CAIRP) nos ofrece en su webuna notable selección de artículos: más de treinta. Abar-cando casi toda la gama de las pseudociencias, muchosde estos trabajos son de una calidad excelente. Varios hansido publicados en revistas como La Alternativa Racional1 oEl Ojo Escéptico, revista oficial del CAIRP. Unos pocos es-tán colocados también en otras páginas web, lo cual esuna ventaja para el lector potencial, que tiene una mayorprobabilidad de toparse en la red con un punto de vistacrítico sobre el tema que le interesa. No faltan, sin embar-go, los artículos inéditos y una minoría escrita en inglés,entre los que cabe destacar el que describe una serie deestudios que descartan la validez de la iriología o iridología−una técnica pseudocientífica de diagnóstico a través dela observación del iris del ojo−, o los documentos oficialesdel Gobierno de EE UU sobre los ovnis.

Probablemente, el lector haya oído hablar de la progra-mación neurolingüística (PNL). En el sitio del CAIRP, po-demos averiguar qué hay de científico en esta técnica parainfluir en las personas, esta especie de psicoterapia demoda que promete el éxito personal o una asombrosa efi-cacia al ejecutivo o vendedor. También son analizadas sec-tas como la suicida Puerta del Cielo o la técnológica Cien-ciología, la famosa fotografía del aura y la cámara Kirlian,

E

ERNESTO J. CARMENA

la versión argentina del monstruo del lagoNess −el llamado Nahuelito de Bariloche−,el negocio montado en Roswell a base decredulidad y muñecajos, el popurrí nueva-erense y acuariano, las falsas terapias con-tra el cáncer...¿Los autores? AlejandroAgostinelli, Sebastián Bassi, Alejandro J.Borgo... No podemos nombrarlos a todos, ytampoco detallar la lista de artículos; poreso, lo mejor es pasarse cuanto antes porhttp://www.cairp.org.

El Ojo Escéptico es una revista que, des-graciadamente, ha dejado de editarse -¡quédifícil ha sido siempre sostener una publi-cación de este tipo!- a pesar de la gran cali-dad de sus contenidos. Como consuelo, des-de la web del CAIRP podemos solicitar nú-meros atrasados.

Una presentación no del todo consistentey algún que otro enlace que no funciona,son puntos amejorar enuna página decontenido só-lido, útil y degran calidad.

El rincón español�Busque, compare, y si encuentra algo peor,créaselo�. Este irónico lema es especialmen-te aplicable en la Red, plagada de páginaspseudocientíficas. ARP-Sociedad para elAvance del Pensamiento Crítico tambiéncontribuye con su sitio web −http://kepler.unizar.es/~arp−2 a contrarrestar la influen-cia de la irracionalidad en Internet. La prin-cipal función de la página de ARP es, lógica-mente, dar a conocer por medio de la Redsu trabajo, sus objetivos, y la revista queedita y que tiene usted en sus manos.

A pesar de que se puede ver la portada yel índice del último número publicado, ELESCÉPTICO no está disponible en versiónelectrónica, pero en un futuro próximo po-drán leerse en línea algunos artículos. Tam-bién existe el proyecto de colocar en la webtodo el material aparecido en la antigua re-vista de la asociación. De momento, está yadisponible una decena de trabajos, entre losque destaca �Dinámica: astrología en el

52 (Junio 1998) el escéptico

guía digital

Incrédulos hispanos organizados

1 La Alternativa Racional (LAR), es la revista que publicaba ARPantes del nacimiento de EL ESCÉPTICO.

- Recursos: 9- Enlaces: 7- Presentación: 6- Velocidad de carga: alta

2 Otra dirección igualmente válida es http://come.to/arp.

Page 53: El Escéptico 02

aula�, de especial interés para profesoresde Educación Secundaria. Este artículo pro-pone experimentar en la escuela con unacarta astral mediante un ingenioso truco quehace que los alumnos comprenden de gol-pe por qué parece acertar el horóscopo (unmétodo quizá tan contundente o más queel enfoque crítico desde la física y la astrono-mía). Es muy recomendable también �Laverdad está ahí fuera, pero los ufólogos nola ven�, de Javier Esteban, por lo escandalo-so e hilarante de un caso en el que conoci-dos ufólogos ibéricos tomaron por ciertoslos hechos narrados en una novela de fic-ción, y posteriormente la plagiaron para ela-borar sus propios artículos sobre ovnis enlas revistas del ramo. Una lectura impres-cindible para todo el mundo, pero sobre todopara quienes todavía no tienen muy clarocómo acostumbran a investigar algunos. Enuna línea parecida, el último número de ElInvestigador Escéptico, que dejó de editarseal tiempo de LAR, da una idea de cómo lasgasta el gremio esotérico-misterioso cuan-do se trata de atacar a quienes ponen enduda el rigor de sus investigaciones.

Pero, probablemente, la joya de esta pági-na sea la versión electrónica del libro La

homeopatía, historia, descripción y análisis crítico, que tie-ne su origen en un informe realizado a petición del Insti-tuto de Estudios de la Salud de la Generalitat de Catalu-ña. Sus autores, Carlos Tellería, Víctor Javier Sanz y Mi-guel Ángel Sabadell, hacen un riguroso, pero ameno, es-tudio que abarca desde el origen y postulados de estapseudomedicina hasta su situación legal actual, pasandopor los intentos de validar de forma científica sus preten-siones −el caso Benveniste resulta especialmente esclare-cedor−. Hoy en día, abundan las opiniones ingenuamentepositivas acerca de la homeopatía, a pesar de que muypoca gente conoce sus fundamentos o su efectividad. Noestá de más, por tanto, una visita para copiarnos el librode Tellería, Sanz y Sabadell, un texto ideal para pasárseloa esos amigos que todo el mundo tiene y que siguen vien-do a la homeopatía como una respetable ciencia basadaen el uso de plantas medicinales.

En el apartado de Congresos, podemos consultar losprogramas de los dos primeros encuentros nacionales so-bre pseudociencias organizados por ARP y también delVIII Congreso Escéptico Europeo, celebrado en La Coruñahace un año. Se incluyen los recortes de prensa sobre elacontecimiento y un par de entrevistas: a Paul Kurtz, filó-sofo y presidente del CSICOP, y Joe Nickell, investigadorde lo paranormal especializado en asuntos religiosos, quienha explicado cómo se pintó la sábana santa de Turín.

La web de ARP, cuyo responsable es Carlos Ungil, tieneun agradable aspecto e interesantes recursos que aumen-tarán paulatinamente. ¿Qué puede mejorar? Pues, por e-jemplo, una sección de noticias más dinámica y actualiza-da. No falta el ya clásico manifiesto �Por qué somos escépti-cos�, del desaparecido Mario Bohoslavsky, tampoco unbuen apartado bibliográfico y otro de enlaces. Desde esteúltimo, los recién conectados podrán incorporarse fácil-mente a los lugares de actividad escéptica en español: lis-ta de correo, FAQ, canal dechat... Por supuesto, comen-taremos todas estas cosas enpróximas entregas, pero, has-ta entonces ¿para qué espe-rar?

el escéptico (Otoño 1998) 53

Ciclo de conferencias

La América irracionalSanta Fe (Granada) - 12 y 13 de noviembre de 1998

Organizado por el Instituto de América y ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico

Una aproximación a supersticiones antiguas y modernas de la mano de

Félix Ares de Blas, Miguel Ángel Almodóvar, Javier Armentia, Pedro Caba, Luis AlfonsoGámez, Alfonso López Borgoñoz, Óscar Menéndez, Antonio Pérez y Carlos Tellería,

que disertarán en el Instituto de América de Santa Fe sobre

la isla de Pascua, las líneas de Nazca, el �cosmonauta de Palenque�, los orixás, el �chupacabras�,los ovnis, el chamanismo, y la irracionalidad y el escepticismo en Hispanoamérica

Para más información:

ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Apartado de Correos 310; 08860 Castelldefels (Barcelona); España.

Correo electrónico: [email protected]

- Recursos: 7,5- Enlaces: 7- Presentación: 7- Velocidad de carga: alta

guía digital

Page 54: El Escéptico 02

no había oído hablar de Rennes-le-Château hasta hace pocos meses,navegando por Internet. Me chocóque fuera anunciado a bombo y pla-

tillo como uno de los grandes misterios dela humanidad, y por supuesto un secreto deterribles implicaciones y científicamente pro-bado. Leyendo acerca de este presunto mis-terio, una acaba por preguntarse si vive enel mismo planeta que sus congéneres. A es-tas alturas, ya no deberían sorprendermelos extraños caminos que puede tomar laimaginación humana cuando quiere creeren algo, pero tengo que confesar que, másallá de los hechos, la historia de Rennes-le-Château me fascina por su tremenda capa-cidad de atraer hacia sí las teorías más in-verosímiles a partir de unos hechosintrigantes, aunque fácilmente explicables.

Siendo como soy, un pelín chinche, trastener las primeras noticias del enigma, medispuse a quemar el modem y me dediqué anavegar un poco más por Internet, buscan-do información acerca del misterio. Estaslíneas se basan en datos recopilados deInternet, un par de visitas a una biblioteca,

dos mensajes de correo electrónico y unratito de meditación. Así que, como no herecorrido kilómetros ni he arriesgado mivida ni mi cordura, supongo que no se mepuede acusar de investigar en serio.

En todo caso, quien quiera escuchar, queescuche.

Mantengamos la mente abierta...

¿Cuál es ese misterio que rodea a Rennes-le-Château? O, más bien, para empezar,¿qué es Rennes-le-Château? Si se busca enun atlas, Rennes-le-Château no aparecerá.Es un pueblecito muy pequeño en la regióndel Languedoc, en Francia, a pocos kilóme-tros al sur de Carcassonne. La zona es ricaen historia, y un importante centro delcatarismo. Inevitablemente, hubo presen-cia templaria y ésta es una de las razonesque han contribuido a inflar el misterio.

Allá por junio de 1885, llegó destinado ala iglesia de Rennes-le-Château el padreBérenger Saunière (1852-1917). Por aque-lla época, el Estado había dejado de sufra-gar a la Iglesia y, por tanto, no pagaba a lossacerdotes ni las reformas de los edificiosreligiosos, de manera que Saunière teníaque vivir prácticamente de la caridad de susparroquianos. Se alojaba en casa de la fa-milia Dernaud, y su proyecto de reformarla ruinosa iglesia del pueblecito −consagra-da a María Magdalena− parecía ir para lar-go. Pero, poco a poco, y sobre todo a basede donaciones (del conde de Chambord,entre otros), Saunière fue consiguiendo eldinero necesario para iniciar la reforma, yempezaron las obras. Y es a partir de aquícuando la cosa empieza a ponerse compli-cada.

Al parecer, Saunière encontró algo cuan-do los obreros levantaron las losas del altarmayor. Según unos, un pilar hueco; segúnotros, una cripta o un hueco en el suelo.Fuera lo que fuera lo que encontró, pocotiempo después el ritmo de vida del sacer-dote cambió drásticamente. Terminó lasreformas de la iglesia en 1891, redeco-rándola al más puro estilo Saint-Sulpice.Pero no se detuvo ahí; construyó una gran

Las aventuras de unpárroco emprendedorLa historia de Rennes-le-Château es fascinante por su tremenda

capacidad de atraer hacia sí las teorías más inverosímiles a partir deunos hechos intrigantes, pero fácilmente explicables

ADELA TORRES

54 (Otoño 1998) el escéptico

N

Vista aérea de Rennes-le-Château.Foto Adela Torres

Page 55: El Escéptico 02

casa parroquial a la que llamó Villa Betha-nia y una torre, la Tour Magdala, que usa-ba como biblioteca. Desde luego, lo que es-taba claro es que ya no vivía de la caridadde sus parroquianos.

En julio de 1910, Saunière se enfrentó aun juicio por parte del Obis-pado de Carcassonne, quele costó la expulsión de laCuria durante un mes. Eljuicio se repitió en octubre,y el resultado esta vez fueuna sentencia de retiro du-rante diez meses en un mo-nasterio. Finalmente, trasotra apelación de Saunière,se le prohibió ejercer su mi-nisterio. Un dato interesan-te: Saunière se enfrentó aproblemas económicos parasufragar el juicio. Aparen-temente, las riquezas quehabía encontrado no resul-taron ilimitadas. Sin embar-go, siguió viviendo enRennes-le-Château a peti-ción de sus feligreses, que,salvo algunos roces sin im-portancia, se llevaban biencon él. Murió allí, y Rennes-le-Château quedó tranquilahasta la década de los 60.

¡Vaya, se nos cayó el cerebro!

En 1968, el escritor y esoterista Gerard deSede, publicó un imaginativo libro llamadoLe trèsor maudit (El tesoro maldito), inician-do lo que para los habitantes de Rennes-le-Château se convertiría años después en unadudosa bendición. Fue el primero que ex-puso la teoría de que allí había un misterio.¿Qué es lo que De Sede descubrió al mun-do?

Bueno, la esencia del famoso misterio esla siguiente: al levantar las piedras del al-tar de la iglesia de Rennes-le-Château,Saunière descubrió que uno de sus pilaresestaba hueco. En el interior encontró trespergaminos. Estaban escritos en latín y con-tenían pasajes del Nuevo Testamento, perouna mente privilegiada como la De Sede en-seguida se dio cuenta de que esto no podíaser tan sencillo, y descubrió que dichos ma-nuscritos estaban codificados, con una cla-ve tan diabólicamente astuta que los ma-yores expertos del mundo no pudieron des-cifrarla. Pero él la descifró, claro.

Saunière debía ser también muy listoporque o bien descifró los manuscritos, obien se dio cuenta de que en ellos habíauna clave −no debía estar tan bien escondi-da−, y los llevó a que fueran descifrados, alparecer a París. Cuando volvió a Rennes-le-Château, llevó consigo dos cuadros y ex-trañas conexiones con personajes muy in-fluyentes de la época, desde cantantes deópera a políticos.

el escéptico (Otoño 1998) 55

Una vez Saunière hubo remodelado a sugusto iglesia y pueblo, se dedicó a vivir bien,invitando a huéspedes de importancia, aga-sajándoles a mesa y mantel, y mantenien-do, en suma, un nivel de vida que no eraprecisamente el habitual entre los párro-

cos rurales de la Francia definales del siglo XIX. Por su-puesto, según De Sede, larazón de riqueza tan repen-tina está en los famosos per-gaminos cifrados. Pero lo queencontró Saunière en ellossigue siendo un misterio.Hay quien dice que un teso-ro, hay quien dice que un se-creto. El asunto se ha com-plicado hasta tal punto quelas teorías vuelan como avis-pas.

El meollo del asunto esque el misterio de Rennes-le-Château tiene que ver con ladescendencia de Jesucristo,que vive actualmente en Pa-rís, y cuyo secreto ha estadocustodiado desde hace siglospor una extraña sociedad se-creta llamada el Priorato deSion, dedicada, según versio-nes, a custodiar el tesoro de

los templarios, el Santo Grial o el secretode la estirpe de Jesucristo. Ésta es, al me-nos, la teoría defendida por Henry Lincoln,Michael Baigent y Richard Leigh en su li-bro Holy blood, Holy Grail, un bestsellerpublicado en 1982 que ha cortado el pa-trón del misterio oficial de Rennes-le-Château.

Lo cierto es que uno se marea tratandode encontrar sentido a siquiera la décimaparte de las teorías propuestas. Se contra-dicen unas a otras, dejan de lado hechos asu conveniencia, resaltan otros que resul-tan ser irrelevantes, y hacen delicados (obrutales) juegos malabares con la verdad.Sin olvidarnos, por supuesto, de las múlti-ples claves numéricas, astrológicas y gnós-ticas que el padre Saunière distribuyó, conastucia sin igual, por la iglesia. Luego ire-mos a eso, que es divertido.

De momento, ofrezco algunas de las teo-rías que pululan por ahí, relacionadas conRennes-le-Château. No están todas, peroson una buena muestra de la creatividadde la gente:

• Existe un tesoro dividido en doce es-condites en la zona de Rennes-les-

El padre Saunière.

El meollo del asunto es que el‘misterio’ de Rennes-le-Château tiene

que ver con la descendencia deJesucristo, que vive en París

Page 56: El Escéptico 02

56 (Otoño 1998) el escéptico

Baines y Rennes-le-Château.• Los pergaminos guardan el secreto dela genealogía de los reyes franceses ymerovingios.

• Jesucristo no murió en la cruz, sinoque se casó con María Magdalena y semudaron a Rennes-le-Château, dondemurieron tras haber tenido un hijo.

• En Rennes-le-Château está el tesoro delos cátaros.

• En Rennes-le-Château está la PiedraFilosofal

• En Rennes-le-Château está el tesorode los templarios (ya tardaba en saliréste)

• En Rennes-le-Château está el tesorode los visigodos. El razonamiento es es-tupendo: después de saquear Roma, losvisigodos trasladaron su capital desdeToulouse a Rennes-le-Château por lapresión de los francos. Dado que el te-soro del saqueo de Roma no se encon-tró en Toulouse, debieron llevarlo tam-bién a Rennes-le-Château. Luego, losfrancos fueron invadiendo también elsur, de modo que los visigodos se tras-ladaron a Toledo. Pero, cuando Toledofue invadida por los árabes, tampocose encontró ningún tesoro del saqueode Roma, así que los visigodos debie-ron olvidarlo en Rennes-le-Château. Ló-gica pura, ¿no?

• En Rennes-le-Château hay una baseextraterrestre (ésta también tardaba ensalir). La pongo sólo por diversión. Alparecer un hombre, que se presentó co-mo miembro del Centro Nacional de In-vestigación Científica (CNRS) francés,llamó a un programa de radio de unaemisora gala y dijo que hay una basesecreta en el área de Rennes-le-Châ-teau, donde les petits gris (los peque-ños grises) siguen ocupados en su in-vasión de la Tierra.

• En Rennes-le-Château está la tumbade Jesucristo. Esta bonita teoría fue pu-blicada en La Depeche du Midi el 23 demarzo de 1997. Los padres son dos in-gleses que creen que Jesús fue ente-rrado bajo el monte Cardou. Segúnellos, Cardou viene de Corpus Christi.No sé cómo habrán llegado a esa con-clusión, dado que en occitano cardousignifica cardo.

La famosa Iglesia

Podría seguir durante horas enumerandovisiones fantasiosas y teorías probadas e in-contestables, porque Rennes-le-Château tie-ne la desgracia de atraer hacia sí tambiénestudios de geometría sagrada −el libro deLincoln, Baigent y Leigh inició la fiebre, yaún no se ha calmado−, y ahí la cosa sí quese pone espesa. Pero centrémonos ahora enla iglesia de Rennes-le-Château en sí, cuyaextraña y poco ortodoxa decoración ha dadono poca base a muchas de estas teorías.

La iglesia de María Magdalena está fe-chada en el siglo XI, en la época prerromá-nica, aunque hay indicios −como el famosopilar visigótico en cuyo interior se suponeque Saunière encontró los manuscritos−que podrían indicar que el edificio originalera mucho más antiguo, por lo menos delsiglo VI. A la entrada del templo, se encuen-tra el dichoso pilar visigótico en el queSaunière hizo grabar la fecha de finaliza-ción de las obras de la iglesia. Curiosamen-te, el pilar está boca abajo, con la cruz in-vertida. Más curiosamente aún, el pilar hue-co donde se encontraron los pergaminos�no es hueco. Y, respecto a los pergaminos,nadie sabe dónde están. En Internet sepueden encontrar imágenes de los mismos,pero sin dato alguno acerca de cómo fue-ron obtenidas ni del paradero de los origi-nales, ni de su autentificación, si la hubo.Para mí, eso dice poco a su favor, pero cla-ro, es sólo mi opinión.

Sigamos. En la entrada de la iglesia haygrabadas algunas frases en latín. Una deellas ha atraído la atención de los buscado-res de misterios: Terribilis est locus iste (Estelugar es terrible). De hecho, esto inspiró aDe Sede el título de su libro, El Tesoro Mal-dito. Pero no hay nada de terrible en eselugar, ni mucho menos de maldito: la frasees un versículo incompleto del Génesis: �yatemorizado añadió: ¡Qué terrible es estelugar! No es sino la casa de Dios y la puertade los Cielos� (Génesis, 28:17).

Dentro de la iglesia, lo primero que lla-ma la atención es la pila bautismal, que es-tá soportada por la imagen de un demonio:Asmodeus, el diablo cojuelo, el que guar-daba la entrada del Templo de Jerusalén.El pobre no tiene cara de estar pasándolobien. Si se considera extraño que dentro delas iglesias haya estatuas de demonios enesos contextos sojuzgados (en este caso bajoel peso del agua bendita y de los cuatro án-geles, cuatro, que hay encima, haciendo laseñal de la cruz), es que no se sabe muchodel catolicismo.

El interior del templo es, desde luego,terrible si uno no está acostumbrado al es-tilo Saint-Sulpice, que surgió hacia 1850como reacción de la Iglesia frente a los ata-ques laicistas de los republicanos. No hayque olvidar que en 1905 se produjo la se-paración Iglesia-Estado, precedida de unaépoca de secularización progresiva. Este es-tilo tuvo bastante difusión; las estatuas es-taban hechas en escayola al molde, pinta-das con colores chillones y con cierto as-pecto cursilón. La iglesia de María Magda-lena de Rennes-le-Château desborda de estetipo de decoración, y el efecto global es bas-tante detonante. Pero no hay nada extrañoen esas estatuas. En algunas páginas deInternet, se señala especialmente que to-das las estatuas miran al suelo y no al cielo(pues vale, gran misterio: las de la iglesiade mi pueblo también, puedo aportar prue-bas); que la estatua de María Magdalena

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tiene una calavera a los pies (nada extrañosi alguien ha visto representaciones de Mag-dalena penitente); que en una de las esta-ciones del Vía Crucis aparece un personajellevando ropa escocesa (???); que tanto Ma-ría como José llevan cada uno un Niño enbrazos (prueba irrefutable de la teoría delhermano gemelo de Jesús, faltaría más);que�

Mejor dejémoslo. Si todas esas personasse hubieran tomado la molestia de hablarcon alguien que conozca la zona y la época,habría dado con la sencillísima respuesta:todas esas estatuas fueron compradas porSaunière a proveedores de imaginería reli-giosa de la época, en cuyos catálogos po-dían encontrarse tan extrañas piezas y otrasmuchas más. Esas estatuas no eran nadararas en aquellos años ni en esa zona, y sialgo hay de extraño en todo el asunto, es elgusto de Saunière al elegirlas, pero ahí noentro.

Vaya, ahora que me doy cuenta, nos he-mos quedado sin pilar hueco, sin pergami-nos cifrados, sin mensajes siniestros en laiglesia y sin claves escondidas en la deco-ración. El misterio ha adelgazado bastante.Pero seguimos sin saber de dónde vino lainesperada riqueza de Saunière.

Ite misa est

El proceso que tuvo lugar contra Saunièrese inició por la alarma que suscitó su des-carado estilo de vida y la magnitud de lasobras que realizó en el pueblo. La acusa-ción no fue precisamente que había costea-do las obras con tesoros secretos de ningu-na especie, sino más bien por un delito nodel todo infrecuente entre la Curia: tráficode misas. El proceso está totalmente do-cumentado. Existen cartas de la superioradel hospital de San José, en París, al obis-po de Carcassonne, donde le pregunta, máso menos, si se puede fiar de Saunière y en-viarle los honorarios de la misa. En unacarta fechada el 18 de diciembrede 1909, elobispo transmitió a Saunière la respuestaque había enviado a la superiora, en la quedecía: �No envíe nada a este cura, porqueno nos fiamos de que esté aplicando bienlas intenciones de las misas que trata deconseguir siempre que puede�.

No es ilegal cobrar por celebrar misas enla Iglesia Católica; pero hay reglas muy es-trictas respecto al número y frecuencia deservicios que un sacerdote puede ofrecer, ySaunière no las respetó. De hecho, teníamucha más demanda de la que podía cu-brir y nunca llegó a ponerse al día, aunqueparece que cumplió aquellos compromisosque le habían pagado previamente.

Saunière prometió no pedir más hono-rarios de misa después de la carta del obis-po, pero poco más tarde, en mayo de 1910,recibió una nueva reprimenda, más o me-nos en los mismos términos, por haber so-licitado el pago de misas esta vez a Gabrielle

Camus, de Mirecourt. Inmediatamente des-pués, comenzó el juicio. Alegando razonesde salud, Saunière no compareció en lasdos ocasiones en que fue citado, y como yase ha dicho antes, no ganó ni los dos jui-cios que se celebraron, ni las apelaciones.

El dinero que obtuvo durante el tiempoque vendió sus servicios religiosos no erarealmente una fortuna, pero le bastó parallevar a cabo las reformas y construir losedificios. Era un hombre metódico que lle-vaba cuidadosamente sus cuentas y, aun-que algunas entradas no acaban de cua-drar, todo el dinero que pagó por las obrasestá registrado y no hay ninguna duda res-pecto de dónde provino. El tren de vida delpárroco era alto, desde luego, pero no fabu-loso. Y, como se ha mencionado, tuvo pro-blemas para pagar los costes del juicio.

Vaya� se esfumó también la teoría deltesoro. Entonces, ¿Saunière no encontrónada al iniciar las reformas?

No exactamente. Ya he apuntado queuno de los factores que lleva todo este asun-to fuera de los límites del sentido común esdescontextualizar los hechos. Afortunada-mente, cerca de Rennes-le-Château viveChristopher Campbell-Howes, un periodis-ta escocés de mente muy clara y despierta,que se tomó la molestia de visitar el pueblo

Asmodeus, el diablo cojuelo, soporta la pila bau-tismal de la iglesia de Santa María Magdalena.

Foto Adela Torres

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y entrevistarse con el abad Quatrefagues,antiguo arcipreste de la catedral de St. Pons−ahora reside en Toulouse− y arqueólogo afi-cionado. Su información, y la experienciade Campbell-Howes, que vive desde haceaños en la región y conoce perfectamente asus gentes, permite construir una historiamucho más sensata que las teorías que hanvendido millones de ejemplares por el mun-do. Claro que últimamente la sensatez novende mucho.

La actual iglesia de María Magdalena esen realidad la antigua capilla del Châteaud�Hautpoul. Cuando Saunière inició las re-formas, empezaron por demoler el viejo al-tar mayor para erigir uno nuevo, y fue en-tonces cuando encontraron algunas de lastumbas de la familia Hautpoul. Contraria-mente a lo que se dice, no hubo ningún se-creto al respecto, no hubo excavaciones clan-destinas llevadas a cabo por Saunière consu fiel sirviente Marie Dernaud sostenién-dole la lámpara; nada tan romántico. Dehecho, los vecinos se quejaron al alcalde porel desorden que las obras conllevaban. Ha-bía algunos objetos en las tumbas: un pe-queño cáliz de oro y algunas joyas, todo devalor más bien modesto. Saunière tasó yquizá vendió el cáliz, y regaló las joyas a susfamiliares, cuyos descendientes aún las po-seen, y tal vez algunas a Marie Dernaud. Ensus diarios consta que descubrió una tum-ba: �Carta de Grànes, descubierta una tum-ba, lluvia por la tarde� (9 de febrero de 1891).La verdad, no parece que acabara de descu-brir un secreto trascendental para la huma-nidad, ni un inmenso tesoro. Que se sepa,viajó a Perpignan para tasar el cáliz, perono hay prueba alguna de que hiciera mu-chos más viajes, como afirman algunos teó-ricos del misterio, que lo envían a París eincluso a España, es de suponer que en posdel enigmático Priorato de Sion.

A la muerte de Saunière, los edificiosquedaron a nombre de Marie Dernaud, quesiguió viviendo en Villa Bethania y que sa-bía perfectamente de dónde había venidoel dinero. No hubo ni siquiera un indicio deque allí hubiera ningún misterio, hasta queen 1945 una pareja compró la propiedad yse quedó a vivir en ella, junto con Dernaud,montando un pequeño restaurante. Proba-blemente, para atraer clientela, empezarona lanzar vagas insinuaciones acerca de te-soros escondidos y misteriosas conexionescon los templarios −que estuvieron, efecti-vamente, allí−. Voilà el misterio.

Cuando La Depeche du Midi, un periódi-co sensacionalista, publicó una serie deartículos que ya enfocaban el asunto desdeel punto de vista de un gran secreto escon-dido, allá a mediados de los 50, empezó todoel revoltijo que ahora tenemos. MarieDernaud había muerto en 1953 y no esta-ba, por tanto, en condiciones de cuestionar

la veracidad de los artículos. Todos los pa-peles del padre Saunière pasaron a ser pro-piedad de la familia que compró VillaBethania, y allí siguen que yo sepa. El res-taurante, dicho sea de paso, fracasó, y lapropiedad fue vendida de nuevo. Sus due-ños actuales no tienen gran interés por elturbio pasado de la finca.

De hecho, la actual población de Rennes-le-Château, aunque saca un modesto pro-vecho de la fama del pueblo, está algo har-ta de la caterva de buscadores de tesorosque invade el pueblo y que, hasta la fecha,ha dañado gravemente algunas inscripcio-nes de la iglesia, ha arrancado la cabeza alsimpático demonio Asmodeus, y hadinamitado un pozo en su afán por encon-trar el tesoro. No es de extrañar que, casien defensa propia, quitaran un buen díalas señales que indicaban el acceso al pue-blo. Ignoro si las han repuesto o no, peroentiendo perfectamente su gesto.

Hasta aquí hemos llegado. Sólo he pre-tendido ofrecer una explicación alternativaa los cientos de teorías que trufan tantoInternet como las librerías acerca de losenigmas de Rennes-le-Château. No es la teo-ría más espectacular, lo admito, ni siquieraes mía y desde luego no es nueva, pero cu-bre muy bien los hechos, es consistente conla época y con el lugar, y es mucho mássencilla que recurrir a misterios inverosí-miles, geometrías sagradas, artefactostelúrico-místicos y sociedades secretascuasitodopoderosas.

En realidad, si algo he sacado claro trasrecopilar la información necesaria para es-cribir este artículos, es que no hace faltaningún misterio para que esa zona de Fran-cia sea fascinante de por sí.

AgradecimientoAgradezco a Christopher Campbell-Howes sugran amabilidad y la valiosísima información queme ha proporcionado acerca de Saunière. Cual-quier posible error en este artículo es mío; node él.

Referencias

Comunicaciones personales a través de mensa-jes de correo electrónico con ChristopherCampbell-Howes y las siguientes páginas web:

h t t p : / / w w w . c a t h a r e s . o r g / r e n n e s - l e -chateau.html

http://www.users.dircon.co.uk/~brook/rennes/links.html

http://www.cbhouse.fr/rennes-le-chateau/anglais/x-som.htm

http://home.fireplug.net/~rshand/streams/scripts/sion.html

http://www.connectotel.com/rennes/http://www.northern-scot.co.uk/france/

france13.htm

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desde el sillón

No es la primera vez que MundoCientífico, versión en español deLa Recherche, se ocupa de lahomeopatía1 y lo hace de formaque, si bien no puede calificarsede apologética, cabe considerarcomo poco crítica e incluso favo-rable. Por ello, no resulta extra-ño que dicha revista vuelva so-bre este asunto dedicándole unamplio dossier en el número deseptiembre de 1998. No obstan-te, sorprende un tanto esta de-cisión editorial, ya que, por unlado, y aunque se promete �apor-tar algunos elementosnuevos�, la novedaden cuanto a re-sultados cien-tíficos brilla porsu ausencia, y,por otro, se ha ele-gido un enfoque, elhistórico y sociológi-co, muy poco apro-piado para arrojar al-guna luz sobre el ver-dadero fondo de la cues-tión, que sigue siendo laexistencia o no de unabase racional y científicaen que pueda fundarseesta práctica médica. Es dejusticia mencionar, antes deseguir analizando el dossierde Mundo Científico, que en laentradilla de carácter editorialtitulada �A nuestros lectores�, lapublicación deja claro que sonamplia mayoría en los medioscientíficos los que consideran ala homeopatía como �una misti-ficación científica y médica�.

Peter Fisher, director médicoy de investigación del Royal Lon-don Homeopatic Hospital, firmael primer artículo del dossier, quelleva por título �Un concepto másque una técnica�. No hace faltaser muy perspicaz para deducirque el autor es franca y fervo-rosamente partidario de la prác-tica homeopática, si bien su en-tusiasmo resulta frío compara-do con el que pone la revista alredactar el pie de la ilustraciónque encabeza su escrito: �La ho-

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meopatía va viento en popa. To-dos los farmacéuticos venden in-diferentemente productos alo-páticos y homeopáticos. El vo-lumen crece con regularidad enlos países occidentales...�. Algoque, para nosotros, más que unajustificación de la validez de estapráctica médica es serio motivode preocupación, ya que se in-tenta dar carta den a t u r a l e z acientí-

fica auna verda-

dera pseudocien-cia por el solo hecho del volumende su consumo.

La lectura crítica del ensayode este especialista inglés permi-te dejar al desnudo la pobrezaconceptual y científica típica dela gran mayoría de los defenso-res de la homeopatía. Decir quela homeopatía se comprende malporque se trata de un concepto

−el famoso latinismo similia simi-libus curantur− más que de unatécnica, amén de no aclarar na-da, es afirmar todo lo contrariode la realidad, ya que los con-ceptos son precisamente la par-te más oscura, controvertida y,con toda seguridad, equivocadade esta técnica que muchos ca-lifican de curanderil.

Sirva como ejemplo el concep-to en que se basa la técnica dediagnóstico propiamente homeo-pática, la patogénesis (ver recua-dro), verdadera reliquia de tiem-pos de medicinas precientíficas,filosóficas y místicas. O algunosnuevos, como la llamada hipóte-sis del medicamento �informacio-nal�, genuina perla de la máscursi pseudociencia, planteadapor los partidarios de la ho-meopatía ante la barrera in-franqueable que supone elnúmero de Avogadro (verrecuadro)y el estrepitosofracaso de la ridícula hipó-tesis de la memoria delagua (ver recuadro). Di-cha hipótesis �informa-cional� �enuncia que,«bajo ciertas circuns-tancias, el agua yciertos disolventespueden registrar in-formación a propó-sito de sustanciascon las que hanestado en con-tacto y pueden

luego transmitiresta información a siste-

mas biológicos sensibilizados».Según este modelo, que perma-nece como una teoría en esperade confirmación experimental, laacción de un medicamento ho-meopático se interpreta, en tér-minos cibernéticos, como una re-troacción que informa al organis-mo sobre la naturaleza de la en-fermedad�2.

Para aclararnos este concep-to, Fisher recurre a una metáfo-ra de cierto regusto esotérico yde Nueva Era, el disquete infor-mático. Así, nos explica que �el

El debate sobre la homeopatía

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análisis químico de un disqueteinformático no revelará otra cosaque vinilo y óxido férrico: la in-formación registrada en el dis-quete está en forma física y elanálisis químico no es pertinen-te�. Por supuesto que no, perohay muchas formas de compro-bar y demostrar que el disquetecontiene información, lo que noes el caso de las solucionesultramoleculares, más que nadaporque el ruido de las impure-zas enmascararía cualquier se-ñal hipotéticamente transmitidade la cepa homeopática a losdisolventes3, y almacenada enéstos por métodos más propiosde los ángeles que de los estúpi-dos elementos químicos.

Por último, una cuestión queel autor cita sin dar respuestaalguna: �La excepción a la ideade tratar a los individuos másque a las enfermedades: se pue-den encontrar en farmacia pro-ductos homeopáticos que se ven-den directamente al público envez de ser recetados por profe-sionales de la sanidad�. Este he-cho es una de las mayores in-coherencias de la homeopatía yuna razón de mucho peso paraque estos medicamentos se eva-lúen mediante los mismos ensa-yos clínicos que los alopáticos.

Groucho Marx comodoctor Hahnemann

El segundo trabajo sobre homeo-patía se debe a Emilie Gomart,socióloga, y lleva el curioso títu-lo de �El punto de vista del etnó-logo. Presentación y análisis deconsultas homeopáticas�. Inten-tar analizarlo sería concederle unmínimo de racionalidad y cohe-rencia intelectual de las que ca-rece por completo. Nos limitamosa transcribir literalmente un diá-logo que gustosamente hubiesefirmado e interpretado GrouchoMarx en caso de haber tenidoque encarnar al doctor. Hahne-mann:

Doctor: ¿Qué le ocurre?Paciente: Estoy angustiada. Yno logro mover el hombro de-recho.

Doctor: Se trata pues de os-teopatía. ¡Es mi especiali-dad!

[Le indica que se tienda enla camilla y la explora. Oigo

crujidos. La paciente gime.El médico vuelve a su mesade despacho. La paciente sesienta.]

Doctor: Calibromatum. Algu-nas personas, cuando hanperdido actividad manual, sesienten totalmente perdidasy se deprimen. Le daré Cali-bromatum porque usted esuna mujer que se aburre losdomingos.

[La paciente no dice nada.]

Doctor: ¿Le molesta el olor atabaco?

Paciente: [Vacilación.] Mmm...No, no especialmente.

Doctor: Ignatia. Para los queno soportan el olor a taba-

co. Son personas sometidasa la autoridad.

Paciente: Es exactamente eso.En el trabajo mando yo. Ten-go personal a mis órdenes.Pero en casa siempre está mimadre encima de mí. Soyuna mujer sola.

Doctor: ¿Come usted bien?Paciente: No.Doctor: Entonces no convieneel Calibromatum. Usted no escomo yo. ¿Sabe qué placerle ha dado su madre?

Paciente: ¿Cuál?Doctor: El deber.Paciente: ¡Sí!Doctor: Usted seguirá siendouna mujer de deber.

[El médico receta Ignatia.]

La autora comenta este diá-logo: �En este pasaje, el médicovacila entre dos remedios, Cali-bromatum e Ignatia. Describe ala paciente la tipología de Cali-bromatum, «alguien que se abu-rre los domingos», y la de Ignatia,«gente sometida a la autoridad»�.

Es de suponer, tras acabar lalectura de este diálogo, que tie-ne uno todo el derecho a pregun-tarse cómo es que el médico re-

ceta Ignatia −indicado según élmismo para las personas que nosoportan el olor a tabaco− sien-do así que la paciente no se que-ja especialmente de dicho olor ysí de no poder mover un hombrosin dolor. ¿Será por la similitudentre olor y dolor?

Por lo demás, el artículo es in-digno de una publicación comoMundo Científico. Todo lo contra-rio del trabajo debido al historia-dor George Weisz, de la Universi-dad de McGill, en Montreal,ameno y bien informado.

Mediación política

La inclusión en este dossier dehomeopatía de un trabajo de laperiodista científica Annette Mi-llet dedicado a la fabricación demedicamentos homeopáticos pa-rece más propia de un publirre-portaje que de un informe deMundo Científico. El reportaje deMillet, titulado �Recetas artesa-nales para una industria ligera.Unos medicamentos sin princi-pio activo conocido, pero muybien controlados�, así lo hace, yen particular nos da a conocerun dato muy significativo: laempresa numero uno del sectorde medicamentos homeopáticosdedicó a investigación, en 1997,la astronómica cifra de 120 millo-nes de pesetas (el énfasis esnuestro).

No se nos dice, por otra par-te, el volumen de negocio de di-cha empresa, pero, gracias a da-tos obtenidos de otras fuentes,se puede comprobar que los fa-bricantes de preparados homeo-páticos son fieles a la doctrinade la infinitesimalidad hastacuando deciden qué porcentajede sus ingresos destinar a inves-tigación. Por otro lado, esta pos-tura más que roñica es lógica, yaque investigar sobre entelequiasmísticas no suele resultar caro.Por último, llama la atención quela periodista se fije en el sexo −elgénero, que dirían los manualesde conductas políticamente correc-tas− de los botánicos responsa-bles del aprovisionamiento de lasdos mayores firmas del sector; talvez sea un dato de importanciapara los expertos en medicinasesotéricas, pero que a los racio-nalistas se nos escapa.

Jacques Dangoumau4 es unapersonalidad en el mundo farma-

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desde el sillón

Las firmas homeopáticasson fieles a la doctrinade la ‘infinitesimalidad’hasta cuando decidenqué porcentaje de sus

ingresos destinar ainvestigación

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céutico francés y un peso pesa-do en los cenáculos de la UniónEuropea donde se negocian lasdirectivas y normas relativas almedicamento. Su paso por la Ad-ministración sanitaria francesa,en la que ha ocupado altos car-gos relacionados con los fárma-cos, le ha marcado como políticoy negociador, atributos que que-dan claros en su artículo �¿Sepuede evaluar clínicamente lahomeopatía?�, en el que preten-de describir unos posibles ensa-yos clínicos a realizar para quesus resultados, sean los quesean, se acepten tanto por lospartidarios como por los detrac-tores de la homeopatía.

Dangoumau considera que�sólo es posible evaluar la efica-cia de la terapéutica homeopáti-ca o de los medicamentos ho-meopáticos mediante ensayos ri-gurosamente concebidos y rea-lizados. Esta evaluación es cien-tífica y sus conclusiones se im-ponen. Es preciso constatar quetodavía no se ha llegado a estepunto y que la mayor parte deltrabajo, por no decir la totalidad,está por hacer�. Pero, como buennegociador en busca de puntos

de convergencia entre partes endisputa irreconciliable, no le que-da más remedio que navegar en-tre dos aguas.

Primero afirma que �en nin-gún caso puede bastar una refe-rencia detallada a la literaturapublicada y reconocida en la tra-dición de la medicina homeopá-tica que demuestre que el usohomeopático de un medicamentoo de las cepas homeopáticas quelo componen está bien estable-cido y presenta todas las garan-tías de inocuidad. Este recursoal argumento de autoridad, eli-minado desde hace treinta añosen alopatía, sería un regreso aloscurantismo�. Y, tras este gui-ño al partido científico, terminatendiendo una mano al partidohomeopático: �Algunos conside-ran que la homeopatía es irra-cional. Tal vez, pero en todo casoes posible incluir elementos irra-cionales dentro de un enfoqueracional. Dado que hay pacien-tes que encuentran, o dicen en-contrar, alivio en la homeopatía,importa determinar racional-mente qué servicios puedenprestar estas prácticas, ya queello es posible, e incluirlas (si se

aporta una prueba científica desu eficacia en ciertos casos) ennuestra medicina basada en lasevidencias. Lo que importa, enúltimo término, es aliviar o cu-rar a los enfermos�.

Ecología de los saberesy relativismo terapéutico

Philippe Pignarre, historiador ypresidente del Instituto Sinthé-labo para el Progreso del Conoci-miento, e Isabelle Stengers, pro-fesora de Filosofía de la Univer-sidad Libre de Bruselas, abordanlos ensayos clínicos en su artí-culo �Ciego y doble ciego� desdeel punto de vista sociológico para�permitirnos escapar al debateideológico que en cambio es in-evitable si nos limitamos a com-parar las virtudes objetivamenteatribuibles de los remedioshomeopáticos y alopáticos�. Co-mo buenos relativistas cultura-les −al menos ése es el caso deIsabelle Stengers5, partidaria delo que ella llama la ecología delos saberes, que equivale a laafirmación de que todos los sa-beres son igualmente válidos−,

el escéptico (Otoño 1998) 61

Errores de conceptocamento homeopático�. Algo así como ajustar el pieal zapato en vez del zapato al pie.

Número de Avogadro: número de átomos o molé-culas que hay en un mol de una sustancia pura,aproximadamente, 6,023 x 10²³. Dado que los me-dicamentos homeopáticos son preparaciones demuy alta dilución, es muy improbable, extremada-mente improbable, que contengan una sola molé-cula de la sustancia activa o cepa homeopática queaparece en la etiqueta. En definitiva, el pacienteingiere, en general, solo agua, lactosa y alcohol: sim-ple y llanamente, un placebo.

�Memoria del agua�: En 1987, una revista secun-daria pero honorable, como la define el propioDanchin, The European Journal of Pharmacology,publicó un artículo experimental firmado por E.Davenas, B. Poitevin y J. Benveniste, con el que sepretendía situar la práctica de la homeopatía en elcampo de la ciencia. Las diluciones superiores a loque permite la teoría atómica se justificaban tra-tando de demostrar la llamada memoria del agua,un fenómeno inexplicable a la luz de los conoci-mientos clásicos de la física y la química que per-mitía al agua recordar la sustancia que se habíadiluido, aunque ésta ya no estuviese presente.

Patogénesis: técnica de diagnóstico homeopáticapor excelencia, inventada por el fundador de la doc-trina, Samuel Hahnemann (1755-1843), y que hallegado hasta nuestros días con los mismos erro-res conceptuales con los que nació, aunque ma-quillada con aceites nuevos: el sorteo, el ciego, elplacebo, etcétera. Básicamente, los ensayos depatogénesis homeopática (EPH) consisten en ha-cer ingerir a voluntarios sanos la sustancia de in-terés y anotar sus síntomas. Un EPH permite acu-mular un repertorio de síntomas que determinan«el tipo sensible», o tipo de personas que «respon-de» a dicha sustancia. Se podría pensar que, porsu nombre, nos encontramos ante ensayos desti-nados a encontrar el origen, la génesis de la pato-logía; nada más lejano: se trata de inducir sínto-mas en pacientes sanos y cuando el homeópata seencuentra con los mismos síntomas en un pacien-te enfermo, le receta un preparado basado en elmismo principio activo de la sustancia ensayada.Nada importa que distintas patologías den sínto-mas iguales o muy parecidos, ya que �la homeopa-tía no trata las enfermedades, trata enfermos�, y,por tanto, �la tarea esencial [del homeópata] con-siste en ajustar este cuadro sintomático [de un pa-ciente] a la patogénesis de un determinado medi-

desde el sillón

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los autores, tras aceptar que esposible atribuir una virtud obje-tiva a un remedio médico, seña-lan que �hay que resistirse a con-vertirla [la virtud objetiva] en laexpectativa necesaria y suficien-te de un juicio que descalifica lasdemás terapéuticas: no es másque un elemento que participaen la definición de las prácticasde quienes las prescriben�.

Lanzada ya la primera piedracontra la objetividad, los auto-res se embarcan en un análisisde los ensayos clínicos a los quereconocen, como principal vir-tud, la de ser �una formidablelección de modestia frente a to-das las tentativas recurrentes deconstituir una farmacología porfin racional que realice el sueñode ir directamente de la molécu-la definida científicamente al me-dicamento. Mientras que las mo-léculas objeto de los ensayos clí-nicos están cada vez más carga-das de ciencia, garantizando asíque deben ser eficaces, estos en-sayos no pierden ni un ápice desu selectividad. Indican que losdesarrollos proliferantes de lasciencias contemporáneas distande converger hacia una defini-ción no empírica de lo que es unmedicamento�.

En su afán por relativizar yminimizar el método científico enla medicina, los autores confun-den la definición de un medica-mento con su ensayo o pruebaclínica. Un medicamento es unamolécula o conjunto de ellas, lla-mada sustancia activa, a la quese puede atribuir una eficaciabiológica frente a una patologíao grupo de ellas. Su eficacia re-quiere de una prueba empírica,que es el ensayo clínico; pero, pa-ra llegar a este último paso, lasautoridades sanitarias requierencada vez más documentaciónacreditativa de las razones obje-tivas y científicas que justificanla esperanza de que una molé-cula pueda tener efectos terapéu-ticos. Y sucede precisamente to-do lo contrario de lo que se nosdice en el texto, ya que si excep-tuamos a los homeópatas y otrospracticantes de las llamadas me-dicinas alternativas, todos losprofesionales de la medicina es-tán convencidos de que los desa-rrollos de la física, la química, labiología molecular, la genética,la fisiología, etcétera, convergen

claramente en su definición demedicamento.

La tesis que sostienen Phi-lippe Pignarre e Isabelle Stengerses que los ensayos clínicos noson la única manera de evaluarla eficacia de un determinadomedicamento o terapia, ni tal vezsiempre la mejor. Para ello ha-blan de negociaciones entre acto-res para alcanzar consensos so-bre patologías, relativizando denuevo el posible carácter objeti-vo y científico de los ensayos, ynos ponen como ejemplo �la crí-tica radical de los psicoanalistas�a los ensayos clínicos de la me-dicina moderna. Pero lo cierto esque fuera de la psiquiatría −lacrítica de muchos psicoanalistasa cualquier cosa que huela aciencia es normal e irrelevante−,donde ciertamente, hoy por hoy,es difícil la uniformidad de losensayos clínicos, los autores o noencuentran o no conocen ejem-plos, ya que no los citan, de con-troversias sobre diagnósticos queno se puedan resolver mediantecriterios puramente objetivos,sin recurrir a la negociación ba-sada en la democracia de lossaberes6 (científicos y no cientí-ficos).

Adicionalmente, se nos infor-ma de la contradicción inheren-te a todo ensayo clínico: �Mien-tras que la enfermedad afecta aun paciente en su vida, es decir,en su relación con el espacio, eltiempo, las vivencias y el mun-do, la medicina moderna consi-dera que lo afecta ante todo ensu cuerpo biológico. Y las dosconcepciones no se pueden su-perponer fácilmente, pues elcuerpo biológico, definido por a-fecciones caso por caso, ha sidoconstituido en grupos homogé-neos mediante los ensayos clíni-cos, para neutralizar así la ma-nera como el paciente vive suenfermedad�.

Lamentablemente, los auto-res no nos informan del lugar enque el paciente vive su enferme-dad, que, a juzgar por lo escrito,no es en su cuerpo biológico. (¿Se-rá en el astral?) Y, puesto que senos da noticia de que, para losautores, la homeopatía compli-ca toda tentativa de transformarlos pacientes en casos, rasgo quees �la característica principal dela homeopatía y no las teorías so-bre la semejanza y las altas di-

luciones�, pues no es de extra-ñar que �es bastante posible queningún ensayo clínico pueda po-ner término a esta controversia[si los medicamentos homeopá-ticos deben o no someterse a laspruebas que permiten definir losmedicamentos modernos] malplanteada�, con lo que se justifi-ca, al parecer, que pueda eximir-se a los medicamentos homeo-páticos de cualquier prueba ex-perimental sobre su eficacia deltipo de los ensayos clínicos.

Para los autores, �la homeo-patía nos permite pensar los lími-tes (sic) y la falta de neutralidadde todos los estudios llamadosde doble ciego, que pretenden ex-trapolar la eficacia del métodoexperimental a unas cuestionesque, como la curación, interesana los seres humanos�. A nuestroentender este pasaje es purametafísica, ya que siempre ha-bíamos creído que la curaciónera un hecho experimental y que,por tanto, se podía demostrarmediante pruebas experimenta-les que se debía a medicamen-tos recetados7, extrapolando laeficacia ensayada mediante mé-todos experimentales.

Y terminan con una auténti-ca perla del relativismo cognitivo:�¿No cabría considerar que algu-nas terapéuticas no tienen otrosentido que el de ser cultivadas[en el sentido de emerger comohecho cultural, sin base en el sa-ber adquirido mediante la razóny el método científico], por lo quees absurdo exigir que resistan aunas pruebas que imponen, yque deben imponer, definir estacultura como un parásito a eli-minar? ¿No será que todos losproyectos de estudios sofistica-dos son falsas buenas ideas queno resolverán ninguna contro-versia?�8.

El regreso de Benvenistey su memoria acuífera

Cierra este dossier un interesan-te y ecuánime artículo debido aAntoine Danchin, director de in-vestigación del CNRS y profesordel Instituto Pasteur, sobre el cé-lebre fiasco de la memoria delagua. Pese a reconocer que di-cho episodio constituye una ver-dadera aberración, el autor diri-ge sus críticas, más que a Jac-

desde el sillón

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el escéptico (Otoño 1998) 63

ques Benveniste y a sus colegas,a los árbitros y comités de lectu-ra de las revistas científicas. Deforma detallada, nos explica có-mo el comité de lectura que apro-bó la publicación del primer tra-bajo sobre este asunto falló porcompleto, ya que dejó pasar nu-merosos errores conceptuales yde procedimiento. Y lo resumeasí: �Si se considera que el tra-bajo de Davenas y sus colabora-dores [Poitevin y Benveniste] fueun trabajo honesto y que el mo-delo utilizado lo fue con el cuida-do suficiente, entonces lo que es-te artículo de 1987 demuestra esmuy claro: no que el agua tengamemoria de lo que se disuelve enella, sino que el protocolo elegidoproduce un error sistemático. Estetipo de error experimental esmuy corriente y los buenos ex-perimentadores lo temen como ala peste, pues si no se detecta atiempo (por parte de los autoreso de los comités de lectura, an-tes de la publicación) lleva al ridí-culo�.

En la última parte del artícu-lo, se da breve noticia de la pu-blicación por parte de Nature alaño siguiente, en 1988, de untrabajo similar, firmado por Jac-ques Benveniste y los mismos co-autores (y algunos más), que diolugar a uno de los escándalosmás sonados de la literaturacientífica de los últimos años. Y,sin decirlo claramente, deja en-tender que la prestigiosa revistainglesa y su entonces director,John Maddox, obraron de formamuy irregular, cuando no con es-casa ética, a fin de dejar en ridí-culo ante la comunidad científi-

ca internacional a los citados in-vestigadores franceses, y depaso, tal vez, a la pretendida ho-meopatía científica.

Decíamos al principio que nossorprendía un tanto que una re-vista como Mundo Científico re-tomase in extenso el controverti-do tema de la homeopatía, máxi-me cuando no se habían produ-cido novedades que resaltar.Después de analizar el dossier ycomprobar lamentablemente supobreza científica, cabe pregun-tarse si no será que el curso po-lítico en Bruselas estaba a pun-to de reanudarse tras las vaca-ciones veraniegas y que el pode-roso lobby homeopático empie-za a tomar posiciones con vistasal candente debate en los orga-nismos de poder europeos sobrela directiva de medicinas alter-nativas.

FERNANDO PEREGRÍN

1 La Recherche ha publicado �L�ho-meopatie: un enterrement scien-tifique� (mayo de 1988); �Quandl�eau fait frémir les scientifiques�(septiembre de 1988); y �JacquesBenveniste à l�assaut de l�InstitutPasteur� (noviembre de 1992).

2 Aquí, el autor incluye la cita a va-rios trabajos científicos, funda-mentalmente a los controvertidosestudios de K. Dordrecht.

3 Esta hipótesis no difiere en lo bá-sico de la aberrante memoria delagua (ver recuadro); en efecto, latal memoria no era más que su-puesta información transmitidapor la sustancia activa y almace-nada en el disolvente. Ver, a es-te respecto, �Cool memories III�,de Jean Baudrillard, donde se

afirma que la memoria del aguaes �el estado último de la trans-figuración del mundo en infor-mación pura� y que �esta virtua-lización de los efectos está en lapunta de lanza de la ciencia másreciente� (Citado por A. Sokal yJ. Bricmont en Impostures inte-llectuelles).

4 Este autor parece compartir nues-tra opinión sobre el oscurantis-mo de los conceptos homeopáti-cos: �Suele haber confusión en-tre el arte de curar, cosa que lahomeopatía pretende ser, y unasteorías más o menos fundadas obrumosas, pero a menudo espec-taculares�.

5 Stengers es un personaje secunda-rio en la demoledora crítica queSokal y Bricmont hacen a lospostmodernos y relativistas cul-turales en su libro Impostures in-telectuelles. De su libro Entre letemps et l�eternité, escrito con I.Prigogine, los lúcidos Sokal yBricmont extraen algunos ejem-plos de errores flagrantes debi-dos al uso (y abuso, añadiríamosnosotros) que de conceptos y tér-minos científicos mal conocidosy peor entendidos hacen los au-tores.

6 Stengers, I.: Cosmopolitiques. Tomo1. �La guerre des sciences�.

7 Siempre que se trate de una tera-pia mediante medicamentos.Adicionalmente, somos cons-cientes del efecto placebo y de o-tros mecanismos de curaciónmal conocidos y peor comprendi-dos y que se agrupan bajo la de-nominación común de remisiónespontánea de la patología.

8 Aunque estamos seguros de quenuestros lectores se habrán per-catado de ello, no queremos de-jar de señalar las importantescontradicciones entre J. Dangou-nau, por un lado, y P. Pignarre eI. Stengers, por otro.

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La sábana santaantes de 1350He recibido el primer número desu revista con entusiasmo, yaque desde hace años oigo hablarde ARP y comulgo con sus pro-pósitos.

He leído el artículo de Luis Al-fonso Gámez sobre la sábanasanta con interés y, aunque com-parto la mayoría de sus argu-mentos y creo que lo más proba-ble es que la síndone sea un frau-de total creado con la intenciónde dar fundamentos racionalesa algo que nos los puede tener,también creo oportuno comen-tar algunas de sus líneas y ha-cer de abogado del diablo (o másbien todo lo contrario).

Tengo en casa un libro titula-do La autenticidad de la sábanasanta de Turín, del padre JorgeLoring (Ediciones Crespo, 1979),que adquiría cuando tenía unos15 años. En él, cita varias refe-rencias históricas de la sábanasanta anteriores a 1350, mien-tras usted niega que exista nin-guna referencia anterior a esafecha. Según este autor, la sá-bana santa se encontraba enEdessa (Armenia) en el año 200,fue trasladada a Constantinoplaen el 944, y de ahí a Besançonen 1206.

No voy a entrar a discutir losfundamentos históricos del sa-cerdote cuando afirma que lascitas históricas comentadas serefieren al mismo objeto, proba-blemente son muy débiles. Perolo que sí me interesa es que lainformación que me presenta surevista, a la que por cierto no hedudado en suscribirme, me hayadado una imagen cuando menosincompleta de la tesis que pre-tende refutar.

JOSÉ MONTOJO WOODESONMadrid.

Responde L.A. Gámez:

La clave para resolver las dudasque plantea José Montojo Woode-son está precisamente en el últi-mo párrafo de su carta, donde ha-

64 (Otoño 1998) el escéptico

bla de los �probablemente muydébiles� argumentos de Loringpara vincular referencias históri-cas anteriores a 1350 a la sába-na santa de Turín. Al final delsegundo párrafo de mi texto, digoque hay constancia de que en elsiglo XIV había en Europa �me-dio centenar de santos sudarios�,y el propio Loring reconoció antemí durante una entrevista −publi-cada en el diario bilbaíno El Co-rreo el 15 de abril de 1992− que�hay copias, montones de copias.En España, yo he visto una doce-na de copias�.

Respecto al lienzo de Turín,mantengo que �apareció en la lo-calidad francesa de Lirey en1350� porque no existe ningunafuente histórica que se refiera in-dudablemente a esta falsa reli-quia con anterioridad a esa fecha.Las descripciones de las otras sá-banas no se corresponden con lade la tela expuesta con tanto éxi-to este año en Italia: el mandylionde Edessa y la imagen de la Ve-rónica, por ejemplo, son descritoscomo sendos retratos del rostro deJesús, no como imágenes de cuer-po entero. Otra cosa es que Loringy otros olviden éste y otros deta-lles para dar verosimilitud a susaseveraciones.

Fue un error no incluir esta in-formación en una nota a pie depágina. Espero, de todos modos,que alguno de los colaboradoresde EL ESCÉPTICO se anime, araíz de su carta, a escribir un ar-tículo sobre las otras sábanassantas, y le agradezco en nom-bre de todo el equipo que haceposible esta publicación que leaesta revista con tanta atención.Lectores como usted nos ayudana mejorar día a día.

Postmodernismoy cienciaAcabo de recibir el nº 1 de ELESCÉPTICO. Excelente. Se echa-ba en falta desde hacía tiempouna revista dedicada a rebatir lasafirmaciones pseudocientíficas,cada día más extendidas en

nuestro país. Esperemos que seconvierta en referencia y puntode encuentro obligado para to-dos los escépticos de España eHispanoamérica, al mismo tiem-po que su influencia en la opi-nión pública aumente.

Quisiera solamente hacer unaprecisión al artículo de PaulKurtz �El nuevo escepticismo: unmovimiento mundial�. En la pá-gina 52, afirma Kurtz: �Desdeentonces [desde los años 70], hasurgido el postmodernismo, ne-gando la misma posibilidad de laobjetividad científica y conside-rando a la ciencia como un mitonarrativo más. Y, para sorpresade todos, ha habido un extendi-do ataque contra la Ilustracióny los ideales de la revolucióncientífica�.

Quizá, debido a la limitaciónde extensión del artículo, Kurtzda sólo unas pinceladas dema-siado superficiales de los temascitados. No todo el postmodernis-mo niega la objetividad científi-ca. Su versión más fuerte, elstrong programme de los sociólo-gos de la ciencia, afirma que laobjetividad universal no existe yque sólo es válida para condicio-nes históricas particulares, comoconsecuencia de la adaptación almedio. Dentro de este límite, laciencia puede seguir cumplien-do exitosamente sus objetivos.La ciencia se construye social-mente.

El ataque a la Ilustración noprocede sólo, como podría pare-cer, de algunos de los relativistasmás recalcitrantes −Kuhn, Fe-yerabend, en el aspecto científi-co−, sino de algunas de las figu-ras señeras de la filosofía de estesiglo: Heidegger y su crítica a latécnica, o Adorno y su visión delmundo administrado y las Lucescomo portadoras de su propiadestrucción.

RICARDO CAMPO PÉREZLa Laguna, Tenerife.

Gardner y�El Quijote�Para empezar, quiero felicitarospor vuestra nueva revista y de-searle una larga y fructífera vida.El artículo de Paul Kurtz que

Las cartas dirigidas a esta sección deberán tener una extensión máximade 20 líneas. EL ESCÉPTICO se reserva el derecho a extractar el

contenido de las misivas.

correo del lector

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aparece en el primer númeroconstituye una verdadera decla-ración de principios del movi-miento escéptico, con el que mesiento plenamente identificado.Un destacado y admirable miem-bro de dicho movimiento es, sinduda, Martin Gardner. De acuer-do con el espíritu crítico que,como defiende Kurtz, debe pre-sidir el pensamiento escéptico, elcual debe también autodirigirsehacia sus propios defensores,quisiera hacer unos comentariosa un capítulo de un libro deGardner.

Me refiero al capítulo 9 (�Lairrelevancia de Conan Doyle�) deLa ciencia, lo bueno, lo malo y lofalso (Alianza Editorial, 1981).En él, Gardner defiende queConan Doyle, un ferviente cre-yente en lo paranormal, no po-día ser el verdadero autor de lasnovelas de Sherlock Holmes. Pa-ra reforzar la idea, establece elparalelismo con Cervantes, afir-mando que está demostrado queno es el autor de El Quijote, sien-do el verdadero autor... ¡SanchoPanza! Lo más inquietante deesta descabellada afirmación noes ya que venga de una personacomo Gardner, sino que se baseen modos de argumentación queson, precisamente, los que elmovimiento escéptico critica (¿setratará de una nueva versión delsíndrome de Estocolmo?). Es unaafirmación extraordinaria, querompe drásticamente con el con-cepto generalizado que se tienede un hecho, lo que requeriría,según el axioma escéptico, prue-bas extraordinarias. Las queaporta Gardner no creo que pue-dan ser consideradas así.

En primer lugar, recurre a unsupuesto argumento de autori-dad: �Ahora sabemos, gracias alos últimos esfuerzos de erudi-tos españoles, que estas aventu-ras no fueron escritas porCervantes, sino por Sancho Pan-za�. Sin embargo, no adjuntaninguna referencia concreta parapoder contrastarlo. Incurre enuna afirmación tautológica:�Sancho era, desde luego, mu-cho mejor escritor que Cervan-tes�. Dado que no se conocen o-tras obras de Sancho Panza, laafirmación da por supuesto elmismo hecho que pretende re-frendar. Y concluye: �La eviden-

el escéptico (Otoño 1998) 65

cia interna más fuerte de que niCervantes ni Doyle escribieronlas obras que les dieron fama es,sencillamente, el enorme con-traste entre la mentalidad y pers-pectiva filosófica del supuestoautor y las del héroe�. ¿No con-cibe Gardner que un escritorpueda crear un personaje ima-ginario diferente de si mismo?Máxime cuando se pretende cri-ticar o parodiar. Creo que haymúltiples ejemplos de ello en laliteratura mundial.

Otro fragmento me hace pen-sar que el autor no ha leído o noha entendido la novela: �Cervan-tes odiaba la caballería. Dejó quesu nombre apareciera en los li-bros de Sancho porque se equi-vocó al considerarlos todo unataque contra la fe y la caballe-ría� (!!). Dice otro Martín, Martínde Riquer, en su prólogo a la edi-ción de El Quijote de RBA (1994):�Pocas obras literarias expresantan claramente y con tanta in-sistencia el propósito con quehan sido escritas como El Quijo-te�. Y cita a Ortega y Gasset:�Para la estética es esencial verla obra de Cervantes como unapolémica contra las caballerías�.

Si se quisiera atacar a Gard-ner y a sus, habitualmente ra-cionales argumentaciones, creoque se encontraría en este capí-tulo una buena arma. No es esami intención. Me tranquilizaríasobremanera que alguien meofreciera alguna explicación,pues leyendo el capítulo se des-carta que se trate de una bromao una parodia.

ENRIQUE FERNÁNDEZMurcia.

BienvenidasGracias por el primer ejemplarde El Esceptico. Es una buenarevista, hermosamente produci-da y bien diseñada. Los articulosson excelentes. Reciban mifelicitacion.

En la exhaustiva lista de or-ganizaciones escepticas que apa-rece al final de su publicacion,de alguna forma han olvidado ala Sociedad Escéptica y a SkepticMagazine. Estaríamos muy agra-decidos si pudieran incluirlas en

el siguiente numero. La SociedadEscéptica es una organizaciónnacional e internacional, cuyarevista tiene unas ventas de30.000 ejemplares y se distribu-ye en 5.000 librerías de todo elmundo.

MICHAEL SHERMERDirector de la SociedadEscéptica y editor deSkeptic Magazine.Altadena, California.

Vale la pena interrumpir las va-caciones para dar la bienvenidaal primer número de EL ESCÉP-TICO, publicación a la que de-seo muy larga vida y cuya con-cepción y diseño me parecen másque acertados. De hecho, seechaba a faltar una revista que,de una vez, en voz alta y sin com-plejos, ponga las cosas en su si-tio en este irracional circo de loparanormal que nos rodea.

Cuentas, Luis Alfonso, con midecidido apoyo personal y, si mepuedo tomar la libertad de ha-blar por otros, con todos aque-llos investigadores de buena feque, en el área de la ufología tra-tamos de aplicar la razón, la ló-gica, el método y el sentido co-mún −bajo premisas de totalhonradez− a un tema tan macha-cado por los mercaderes de lo o-culto como es el estudio de losavistamientos de presuntos ov-nis.

Desde el colectivo de Cuader-nos de Ufología y desde la Fun-dación Anomalía, sentimos mu-chos puntos de coincidencia conARP. Desde luego, se puede apli-car aquello de que hay muchomás que nos une que que nossepara. Espero que no pase mu-cho tiempo antes de que respon-sables de ambos colectivos dia-loguemos para ayudarnos mu-tuamente en pro de una investi-gación con más alto control decalidad y una eficaz respuesta ala sinrazón. Sabes que contáiscon nuestro respeto.

Felicidades muy sinceras y unfuerte abrazo de tu buen amigo,

VICENTE-JUAN BALLESTER OLMOSVicepresidente 2º y directorde Investigaciones de laFundación Anomalía.Valencia.

correo del lector

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Red internacional escéptica

European Council of Skeptical Or-ganizations (ECSO). AmardeoSarma. Postfach 1222, D-64374Rossdorf. Fax: + 49-6154-81912.Correo electrónico: [email protected].

ALEMANIA: Society for the ScientificInvestigation of Para-Science(GWUP). Secretario: Amardeo Sar-ma. Postfach 1222. D-64374Rossdorf. Alemania. Tel.: +49-6154-695021. Fax: +49-6154-695022. Co-rreo electrónico: [email protected].

BÉLGICA: Committee Para. Presiden-te: J. Dommanget. Observatoire Royalde Belgique. Avenue Circulaire 3. B-1180 Brussels. SKEPP. Secretario: W.Betz. Laarbeeklaan 103. B1090Brussels. Fax: 32-2-4774301.

ESTONIA: Contacto: Indrek Rohtmets.Horisont. EE 0102 Tallinn, Narva mnt.5.

FINLANDIA: Skepsis. Presidente: IlpoV. Salmi. Secretario: Anneli Aurejdrvi.Sireenitie 10b A2. FIN-01390 Vantaa.Correo electrónico: [email protected] (Sami Hiltunen).

FRANCIA: Cercle Zététique. Contac-

to: Paul-Eric Blanrue. 12 Rue DavidDeitz. 57000 Metz. Comite Francaispour l�Etude des Phenomenes Pa-ranormaux. Merlin Gerin. RGE/A238050 Grenoble Cedex. UnionRationaliste. Contacto: Jean-PaulKrivine. 14, Rue de l�Ecole Polytech-nique. 75005 París.

HOLANDA: Stichting Skepsis. Secre-tario: Rob Nanninga. Westerkade 20,9718 AS Groningen.

HUNGRÍA: Hungarian Skeptics. GyulaBencze. Termeszet Vilaga. PO Box 25.Budapest 8,1444. Fax: 011-36-1-118-7506.

IRLANDA: Irish Skeptics. Contacto:Peter O�Hara. St Joseph�s Hospital,Limerick.

ITALIA: Comitato Italiano per il Con-trollo delle Affermazioni sul Para-normale (CICAP). Contacto:Massimo Polidoro, editor de Correoelectrónico. PO Box 60, 27058Voghera (PV).

NORUEGA: Skepsis. St Olavsgt. 27, N-0166, Oslo.

REINO UNIDO: Association for Skep-tical Enquiry (ASKE), 15 Ramsden

Wood Road, Walsden, Todmorden,Lancs, OL14 7UD. London StudentSkeptics. Contacto: Bill Harman. 21Manville Rd., London SW17 8JW.Wessex Skeptics. Contacto: RobinAllen. Department of Physics.Southampton Univ. Highfield.Southampton S09 5NH. SkepticalInquirer Representative. Michael J.Hutchinson. 10 Crescent View.Loughton. Essex IG10 4PZ. Correoelectrónico: [email protected]. �TheSkeptic Magazine�. Editores: TobyHoward y Steve Donnelly. PO Box 475.Manchester M60 2TH Correo electró-nico: [email protected].

REPÚBLICA CHECA: Czech Club ofSkeptics. Contacto: Ivan David.Vozova 5 Prague 3. 73000.

RUSIA: Zdravyi Smysl. Contacto: Va-lery A. Kuvakin. Novatorov 18-2-2.Moscú 117421.

SUECIA: Vetenskap och Folkbild-ning. Secretario: Sven Ove Hansson.Box 185. 101 23 Stockholm.

UCRANIA: Perspective. Director: OlegG. Bakhtiarov. 3-B Khmelnitskogo St.252001. Kiev.

EUROPA

ARGENTINA: Centro Argentino parala Investigación y Refutación dela Pseudociencia (CAIRP). Direc-tor: Ladislao Enrique Márquez. Casi-lla de Correo 26. Sucursal 25. 1425Buenos Aires.

AUSTRALIA: Nacional: AustralianSkeptics. Ejecutivo: Barry Williams.PO Box 268. Roseville, NSW 2069.Tel.: 61-2-9417-2071. Fax: 61-2-9417-7930. Correo electrónico:[email protected].

Regionales: Australian Capital Te-rritory. PO Box 555. Civic Square2608. Hunter Skeptics (Newcas-tle). PO Box 166. Waratah. NSW2298. Darwin Skeptics (NorthernTerritory). PO Box 809. Sanderson.NT 0812. Queensland. PO Box6454. Fairfield Gardens. QLD 4103.South Australia. PO Box 91. Magill5072. Victoria. PO Box 5166AA.Melbourne. VIC 3001. WesternAustralia. PO Box 899. Morley. WA6062.

BRASIL: Opçao Racional. Luis Gut-man. Rua Santa Clara, 431. Bloco 5,Apt. 803. Copacabana - Río de Janeiro22041-010. Tel.: 55-21-5482476.

CANADÁ: Alberta Skeptics. Secreta-

ria: Heidi Lloyd-Price. PO Box 5571.Station A. Calgary, Alberta T2H 1X9.British Columbia Skeptics. Contac-to: Lee Moller. 1188 Beaufort Road.Vancouver V7G 1R7. ManitobaSkeptics. Presidente: John Toews. POBox 92. St. Vital. Winnipeg. Manitoba.R2M 4A5. Ontario Skeptics. Presi-dente: Henry Gordon. 343 Clark AveWest, Suite 1009. Thornhill OntarioL4J 7K5. Sceptiques du Quebec.Jean Ouellette. CP 202, Succ.Beaubien. Montreal H2G 3C9. Líneacaliente escéptica 24 horas: 514-990-8099.

CHINA: China Association for Scien-ce and Technology. Contacto: ShenZhenyu. Research Center - CAST. POBox 8113. Beijing. Chinese SkepticsCircle. Contacto: Wu Xianghong. POBox 4-doctor. Renmin Univ. of China,Beijing 100872. Hong Kong Skep-tics. Contacto: Rebecca Bradley. POBox 1010. Shatin Central Post Office.Shatin, NT.

ESTADOS UNIDOS: Nacionales: Com-mittee for the Scientific Investi-gation of Claims of the Paranor-mal (CSICOP). Presidente: PaulKurtz. PO Box 703. Amherst. NY14226-0703. Tel.: 716-636-1425.Fax: 716-636-1733. Correo electró-

nico:[email protected]. Skeptics So-ciety. Director: Michael Shermer.2761 N. Marengo Ave. Altadena, CA91001. Tel.: 626-794-3119. Fax:626-794-1301. Correo elecrónico:[email protected].

Regionales: Alabama Skeptics.Emory Kimbrough, 3550 Water-melon Road. Apt. 28A. Northport.AL 35476. Tel.: 205-759-2624. Tuc-son Skeptics Inc. Presidente: Ja-mes McGaha. 7049 E. Tangue Ver-de Road. Suite 370, Tucson. AZ85715. Phoenix Skeptics. Presi-dente: Michael Stackpole. PO Box60333. Phoenix. AZ 85082. BayArea Skeptics. Secretaria: WilmaRussell. 17723 Buti Park Court. Cas-tro Valley. CA 94546. East BaySkeptics Society. Presidente: Da-niel Sabsay. PO Box 20989.Oakland. CA 94620. Tel.: 510-420-0702. Sacramento Skeptics So-ciety, Terry Sandbek. 3550 WattAvenue, Suite #3. Sacramento. CA95821. Tel.: 916-488-3772. Correoelectrónico: [email protected] Diego Association for Ratio-nal Inquiry (SDARI). 945 FourthAvenue. San Diego. CA 92101. Tel.:619-233-1888. Fax: 619-696-9476.Correo electrónico: [email protected]. Rocky Mountain

RESTO DEL MUNDO

Page 67: El Escéptico 02

Skeptics . Presidente: BelaScheiber. PO Box 7277. Boulder. CO80306. Tel.: 303-444-5368. Correoelectrónico: rmscentral@aol. com.Connecticut Skeptical Society.PO Box 456. Cheshire. CT 06410-0456. National Capital AreaSkeptic. Contacto: D.W. Correoelectrónico Denman. 8006 ValleyStreet.Silver Spring. MD 20910.Tampa Bay Skeptics. Contacto:Gary Posner. 1113 Normandy TraceRoad. Tampa, FL 33602. Tel.: 813-221-3533. Georgia Skeptics. Pre-sidente: Becky Long. 2277 WindingWoods Dr. Tucker. GA 30084.Midwest Committee for RationalInquiry. Presidente: Danielle Kafka.PO Box 2792. Des Plaines. IL 60017-2792. Rational ExaminationAssociation of Lincoln Land(REALL). Presidente: David Bloom-berg. PO Box 20302. Springfield. IL62708. Tel.: 217-525-7554. India-na Skeptics. Presidente: RobertCraig. 5401 Hedgerow Drive. India-napolis. IN 46226. Kentucky Asso-ciation of Science Educators andSkeptics (KASES). Presidente: Ro-bert A. Baker. 3495 Castleton WayNorth. Lexington. KY 40502. BatonRouge Proponents of RationalInquiry and Scientific Methods(BR-PRISM), Director: DickSchroth. 425 Carriage Way. BatonRouge. LA 70808-4828. Tel.: 504-766-4747. Skeptical Inquirers ofNew England. Contacto: LaurenceMoss, Ho & Moss. 72 Kneeland St.Boston 02111. Great Lakes Skep-tics. Contacto: Carol Lynn. 1264Bedford Road. Grosse Pointe Park.MI 84230-1116. Minnesota Skep-tics. Contacto: Robert W. McCoy.549 Turnpike Road. Golden Valley,MN 55416. St. Kloud ESP Tea-ching Investigation Committee(SKEPTIC). Coordinador: JerryMertens. Psychology Department.St. Cloud State University. St. Cloud.MN 56301. Kansas City Commi-ttee for Skeptical Inquiry. Presi-dente: Verle Muhrer. 2658 East 7th.Kansas City. MO 64124. GatewaySkeptics. Presidente: Steve Best.6943 Amherst Avenue. UniversityCity. MO 63130. Skeptics Resour-

ce Center. Contacto: J.J. Kane. 89Glengarry Dr. Stratham. NH 03885.Tel.: 603-778-6873. New Mexi-cans for Science & Reason. Presi-dente: John Geohegan. 450 Mont-claire SE. Albuquerque. NM 87108;John Smallwood. 320 Artist Road.Santa Fe. NM 87501. Tel.: 505-988-2800. Inquiring Skeptics ofUpper New York (ISUNY). Con-tacto: Michael Sofka. 8 ProvidenceSt. Albany. NY 12203. Tel.: 518-437-1750. New York Area Skep-tics (NYASk). Contacto: WayneTytell. 159 Melrose Avenue. E.Massapequa. NY 11758. Tel.: 516-798-6902. Western New YorkSkeptics. Presidente: Tim Madigan.3965 Rensch Road. Buffalo. NY14228. South Shore Skeptics. POBox 5083. Cleveland. Ohio 44101.Contacto: Page Stephens. 4534Grayton Road. Cleveland. Ohio44135. Tel.: 216-676-4859. Correoelectrónico: [email protected] for Rational Thought(Cincinnati area). Roy Auerbach Co-rreo electrónico: [email protected]. Ore-gonians for Rationality. Secreta-rio: John Reese. 7555 Spring ValleyRoad NW. Salem. OR 97304 Tel.:503-364-6676. Correo electrónico:[email protected]. Paranormal In-vestigating Committee of Pitts-burgh (PICP). Presidente: RichardBusch. 8209 Thompson Run Road.Pittsburgh. PA 15237. Tel.: 412-366-4663. Philadelphia Associa-tion for Critical Thinking (Ph-ACT). Presidente Bob Glickman. POBox 21970. Philadelphia. PA 19124.Tel.: 215-533-4677. Reality Fe-llowship. Contacto: Carl Ledendec-ker. 2123 Stonybrook Road. Louis-ville. TN 37777. Houston Associa-tion for Scientific Thinking(HAST). Contacto: Darrell Kachilla.PO Box 541314. Houston. TX 77254.North Texas Skeptics. Presiden-te: Joe Voelkering. PO Box 111794.Carrollton. TX 75011-1794. TheSociety for Sensible Explana-tions. Secretario: Tad Cook. PO Box7121. Seattle. WA 98133-2121. Co-rreo electrónico: [email protected].

INDIA: Indian Skeptics. Presidente:

B. Premanand. 10 ChettipalayamRoad. Podanur 641-023 CoimbatoreTamil Nadu. Indian RationalistAssociation. Contacto: Sanal Eda-maruku. 779, Pocket 5, Mayur Vihar1. New Delhi 110 091. MaharashtraSuperstition Irradication Commi-ttee. Contacto: Naredra Dabholkar,155 Sadashiv Peth, Satara-415 001.Dravidar Kazhagam. Secretario: K.Veeramnani. Periyar Thidal, 50. EVKSampath Road, Madras - 600 007. Ta-mil Nadu.

ISRAEL: Israel Skeptics Society. Pre-sidente: Philip Marmaros. PO Box8481. Jerusalén. Fax: 972-2-611652.Correo electrónico: [email protected].

JAPÓN: Japan Skeptics. Presidente:Jun Jugaku, Chairperson. BusinessCenter for Academic Societies Japan.16-9 Honkomagome 5-chome.Bunkyo-Ku. Tokyo 113.

KAZAJASTÁN: Kazakhastan Commi-ssion for Investigation of Anoma-lous Phenomena (KCIAP). Contac-to: Sergey Efimov. Astrophysical Ins-titute. Kamenskoye Plato. Alma-Ata480068.

MÉXICO: Sociedad Mexicana para laInvestigación Escéptica (SOMIE).Presidente: Mario Méndez-Acosta.Apartado Postal 19-546. México03900, DF.

NUEVA ZELANDA: New Zealand Skep-tics. Presidente: Vicki Hyde. SouthPacific Information Services, Ltd. Box19-760. Christchurch 5. Tel.: 64-3-384-5137. Fax: 64-3-384-5138. Co-rreo electrónico: [email protected].

SUDÁFRICA: Association for the Ra-tional Investigation of the Para-normal (ARIP). Secretario: MarianLaserson. 4 Wales St. Sandringham2192. SOCRATES. Contacto: LeonRetief. 3 Hoheizen Crescent,Hoheizen, Bellville 7530. Correo elec-trónico: [email protected].

TAIWÁN: Contacto: Tim Holmes. POBox 195, Tanzu.

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ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico tratade fomentar la investigación crítica de las supuestas manifesta-ciones de lo paranormal y los hechos presuntamente situa-dos más allá de los límites de la ciencia, siempre desde unpunto de vista racionalista, crítico y responsable, y dar a cono-cer los resultados de tales investigaciones a la comunidadcientífica y al público en general.

Para alcanzar estos objetivos, ARP:• Mantiene un equipo de personas interesadas en examinar

críticamente las supuestas manifestaciones de lo para-normal y los hechos situados más allá de los límites de laciencia, y en contribuir a la educación de los consumido-res.

• Prepara bibliografías de materiales publicados que anali-zan cuidadosamente los temas objeto de estudio.

• Organiza conferencias y congresos.Publica artículos, revis-tas, monografías y libros que examinan las supuestas ma-nifestaciones de lo paranormal.

• No rechaza los hechos a priori, antes de investigarlos, sinoque los examina objetiva y cuidadosamente antes de mani-festarse al respecto.

ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico esuna entidad cultural y científica sin ánimo de lucro.