El Estado de Flujos de Efectivo
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El estado de flujos de efectivo
El estado de flujos de efectivo es una de las nuevas cuentas anuales que ha incorporado la reforma
mercantil del año 2007.
Se trata de un estado que informa sobre la utilización de los activos monetarios representativos de
efectivo y otros activos líquidos equivalentes clasificando los movimientos por actividades e indicando
la variación neta de dicha magnitud en el ejercicio.
Aunque se trata de una nueva obligación legal, es un estado financiero ampliamente tratado en la
literatura contable y estudiado en todos los planes de estudios, normalmente dentro de la asignatura
de análisis de estados financieros. Se suele denominar estado de flujos de tesorería o estado de cash
flow.
El estado de flujos de efectivo sustituye de alguna manera al cuadro de financiación que se incluye en
la memoria del PGC 1990, si bien el estado de flujos de efectivo no está contenido dentro de la
memoria sino que se configura como una cuenta anual en sí mismo.
El cuadro de financiación explica la variación del capital circulante a través de las variaciones de los
elementos permanentes (no corrientes en el PGC 07) del balance. Por su parte, el estado de flujos de
efectivo explica la variación del efectivo. Sin duda el efectivo es una magnitud mucho más intuitiva y
fácil de comprender que el concepto de capital circulante, de ahí que exista una gran mayoría de
profesionales que defienden la inclusión del estado de flujos de efectivo frente al cuadro de
financiación, aunque también se podrían haber mantenido ambos estados, tal y como han defendido
algunos profesionales de la contabilidad. El legislador, sin embargo, ha optado por establecer
únicamente la obligación de formular el estado de flujos de efectivo, si bien no será obligatorio para
aquellas empresas que puedan formular el modelo abreviado de balance, memoria y estado de
cambios en el patrimonio neto.
Se entiende por efectivo y otros activos líquidos equivalentes los que como tal figuran en el balance en
su epígrafe B VII, esto es, la tesorería depositada en la caja de la empresa y los depósitos bancarios a
la vista; también podrán formar parte los instrumentos financieros que sean convertibles en efectivo y
que en el momento de su adquisición su vencimiento no fuera superior a tres meses, siempre que no
exista riesgo significativo de cambios de valor y formen parte de la política de gestión normal de la
tesorería de la empresa.
El estado de flujos de efectivo establece tres clases de flujos de efectivo:
Flujos de efectivo de las actividades de explotación (FEAE).
Flujos de efectivo de las actividades de inversión (FEAI).
Flujos de efectivo de las actividades de financiación (FEAF).
El aumento o disminución neta del efectivo o equivalentes será la suma algebraica de los tres tipos de
flujos:
Aumento/Disminución neta del efectivo o equivalentes =
= ± FEAE ± FEAI ± FEAF
Como se ha venido comentando en reiteradas ocasiones, el PGC 07 está inspirado en las NIC/NIIF, y en
el caso del estado de flujos de efectivo no podía ser de otra forma. La NIC 7 se dedica en su integridad
a la elaboración del denominado estado de flujos de tesorería y establece diferentes alternativas para
su elaboración. Establece dos posibles formas de formular este estado financiero, método directo y
método indirecto, si bien recomienda el primero de ambos ya que considera que proporciona un mayor
nivel de información.
El método directo consiste en separar los principales conceptos de cobros y pagos en términos brutos,
mientras que en el método indirecto no se detallan los cobros y pagos de forma directa, sino que a
partir del resultado se hacen una serie de ajustes para conciliar dicho resultado con el flujo de
efectivo.
El estado de flujos de efectivo sigue el método indirecto para determinar los flujos de efectivo de
explotación, en contra de la recomendación de la NIC, sin dar ninguna justificación para ello. Además,
a diferencia de lo que hacen las NIC/NIIF, se establece un formato normalizado y obligatorio. En cuanto
a los otros dos tipos de flujos, de inversión o de financiación, el método utilizado es el directo.
Horizonte de Tiempo
El horizonte de tiempo, es a cuánto tiempo se hace la predicción, esto puede variar de una predicción para el siguiente par de hora hasta plazos de años. El horizonte de tiempo influenciará directamente nuestra elección de modelo de previsión, y dependerá del fin que se busque.
Centro de la planificación del efectivo.
Un presupuesto de efectivo (o de caja) muestra los flujos de entrada y salida de efectivo, así como la posición final, por subperiodos, para un lapso especifico. La mayoría de las compañías debe desarrollar planes, tanto de largo como de corto plazo, sobre sus flujos de efectivo. El presupuesto de efectivo de corto plazo forma parte del plan anual de utilidades. Un presupuesto de efectivo consta básicamente de dos partes 1) los ingresos de efectivo (flujos de entrada) planificados 2) los desembolsos (flujos de salida) de efectivo planificado.
Métodos utilizados para desarrollar un presupuesto de efectivo (o de caja).
Se emplean dos métodos:
1. Método de ingreso y desembolso de efectivo (denominado a veces método directo de la cuenta de caja), el cual se basa en un análisis detallado de los aumnetos y las disminuciones en la cuenta presupuestada de caja, que reflejaría todas las entradas y salidas de efectivo resultantes de presupuesto como los de ventas, de gastos y desembolsos de capital. Es sencillo de elaborar y apropiado cuando se usa un pla detallado de utilidades. Este método se emplea para la planificación del efectivo a corto plazo. En cambio este método no es adecuado para el plan de utilidades de largo plazo. Los planes fundamentales (ósea los presupuestos) que entrañan flujo de entrada y salida de efectivo, se analizan con cuidado para traducirlo de una base de acumulación a una base de efectivo.
2. Método de la contabilidad financiera (al cual se le puede llamar método indirecto o de estado del resultado). En este método el punto de partida es la utilidad neta planificada, la cual muestra el estado de resultados propuesto. Básicamente la utilidad neta planificada se convierte en una base de acumulación a una base de efectivo (es decir, se ajusta por los cambios en las cuenta de capital de trabajo distintas del efectivo, como inventarios, cuentas por cobrar, gastos pagados por adelantado, gastos acumulados y partidas diferidas). Este método exige menos detalle en el apoyo pero también suministra menos detalles sobre los flujos de entradas y salida de efectivo.
Métodos de los ingresos y los desembolsos de efectivo para calcular los ingresos (flujos de entrada) de efectivo.
Los flujos de entrada de efectivo se derivan de transacciones como las ventas de contado, los cobros de cuenta y los documentos por cobrar, los intereses recibidos sobre las inversiones, las ventas de activo de capital y de las fuentes diversas de ingreso. Si estas partidas se han incluido en el plan de utilidades como hasta ahora, planificar los flujos de entrada de efectivo es cosa relativamente simple. Las ventas de contando producen efectivo de inmediato; por lo tanto no hay ningún retardo entre el momento de la venta y la realización del ingreso del efectivo.
Planificación de los pagos de efectivo (flujos de salida).
Su objetivo primordial esa asegurar que no se creen déficit ni saldos excedentes de efectivo. Minimiza el costo de los intereses mediante el aprovechamiento de todos los descuentos por pronto pago sobre las cuentas por pagar y el cumplimiento de todas las fechas de vencimiento de los desembolsos de efectivo. Minimiza también, el costo de oportunidades de los saldos excedentes de efectivo al permitir las oportunas inversiones del efectivo a medida que este se vaya acumulando. Al planificar los flujos de entrada y de salidas de efectivo se determinan la posición inicial y final de caja para el periodo presupuestal. La planificación de los flujos de entrada y salida de
efectivo indica: 1) la necesidad de financiar probables o déficits de caja o 2) la necesidad de planificar la inversión del efectivo excedente para colocar en uso rentable. El presupuesto de efectivo se relaciona directamente con otros planes como el plan de ventas, las cuentas por cobrar y los presupuesto de gastos y, desde luego, el presupuesto de desembolso de capital. Sin embargo la planificación y el control de estas actividades no resuelven de manera automática la posición de caja, lo cual sugiere una distinción esencial entre el presupuesto de efectivo y los demás presupuestos. El presupuesto de efectivo se enfoca en el importe y los tiempos de las entradas y salidas de efectivo.
Diario auxiliar de entradas de efectivo. Como todo libro de registro contables, el auxiliar de entradas efectivo presenta al lado izquierdo una columna para anotar la fecha de la operación; contiene además cuatro columnas para asentar el monto de las transacciones más frecuentes, tales como venta al contado, descuentos otorgados en ventas, cobros a clientes y otros ingresos por servicios. Para aquellas entradas de efectivo por operaciones menos frecuentes o esporádicas, se reserva una sección con dos columnas: una para notar el nombre de la cuenta que se acredita, y otra para asentar el respectivo monto de la operación. Finalmente, y al lado derecho, se agrega una columna para registrar el total del efectivo que entró en cada transacción realizada. Diario auxiliar de salidas de efectivo El libro auxiliar de salidas de efectivo es un diario especial elaborado para registrar los pagos de efectivo. También este diario auxiliar presenta al lado izquierdo una columna para anotar la fecha de las operaciones; contiene además cuatro columnas para asentar el monto de las transacciones más frecuentes de salidas de efectivo, tales como compras al contado, descuentos obtenidos en compras, pagos a proveedores, comisiones de vendedores, entre otros. ara aquellas salidas de efectivo por operaciones menos frecuentes o esporádicas, se reserva una sección con dos columnas: una para anotar el nombre de la cuenta que se debita, y otra para asentar el respectivo monto de la operación. Finalmente, y al lado derecho, se agrega una columna para registrar el total del efectivo que que salió en cada transacción realizada.
De forma general, la definición formal de provisión es un apunte contable que se hace
en el pasivo, en gastos, como reconocimiento de un riesgo tanto cierto como incierto.
Pasemos a explicar esta definición en mayor profundidad.
Empecemos por un ejemplo. Imaginemos que una empresa vende productos en un año
por 100.000 euros. Y esto se traduce en que haya unos beneficios de 80.000 euros que,
por decisión de los socios, se decide repartir entre los accionistas. Pero los productos no
se venden al contado sino que se pagan al cabo de cierto tiempo. Imaginemos también
que los clientes de dicha empresa no son buenos pagadores. Incluso alguno cierra el
negocio y va a ser muy complicado cobrar por dichas ventas realizadas. Esto hace que
los beneficios que se presentaron fueran completamente ficticios (o muy optimistas)
y debido al reparto de un beneficio que no era real se ha reducido los fondos
propios de la empresa más de lo que se esperaba. Esta empresa lo que necesitaba era
un mecanismo contable que permitiera decir “sí, he vendido mucho, pero tengo un riesgo
de no cobrar; reduzcamos los beneficios que vamos a tener a costa de un gasto que
contemple la posibilidad de incurrir en esta posible pérdida”. Esto es una provisión.
También puede haber provisiones para otro tipo de riesgos. Por ejemplo, para cubrir
incidencias en los productos vendidos que tienen garantías. Imaginemos que una
empresa sabe estadísticamente que aproximadamente el 3% de los productos que vende
se estropean en el plazo de la garantía. Si se tiene en cuenta este dato a la hora de hacer
la contabilidad, a través de una provisión, no se tendrá que afrontar el gasto cuando se
produzcan las devoluciones, sino que ya estará reflejado en las cifras.
Otro ejemplo puede ser que multen a una empresa. Dicha empresa, si no está de acuerdo
con la sanción, la puede recurrir. Pero además puede reflejar en las cuentas el gasto de la
multa aunque exista la posibilidad de ganar el recurso y no tener que pagar.
También puede que una empresa sepa que en el futuro va a tener que realizar un
desembolso, por ejemplo por reparación periódica de maquinaria, y decide contemplar
dicho gasto distribuido en varios ejercicios, en lugar de hacerlo sólo el año que toca.
Es decir, en las empresas hay riesgos de que incurrir en pérdidas previsibles de
cantidades que pueden o no estar determinadas, ya sea por impagos, reparaciones,
multas o impuestos no esperados. Todo esto habría que tenerlo en cuenta en la
contabilidad para que las cuentas de la empresa resistan estas inesperadas
situaciones. Y para esto existe la figura de la provisión.
Cuando se realiza la contabilidad se puede hacer un apunte que contemple estos riesgos.
Por ejemplo, cuando se haga una venta que no sea al contado, se puede provisionar
cierto porcentaje de dicha venta, por si al final no se cobra. Por ejemplo, el 5%. Si al final
el índice de morosidad de nuestros compradores es inferior al 5%, entonces nuestras
cuentas está protegida ante estos riesgos, es decir, habremos ganado más dinero del
que hemos reflejado en beneficios y por tanto tendremos unos ingresos extra. Si en
cambio nuestras provisiones eran insuficientes, tendremos menos beneficios y a lo mejor
se pone en riesgo la viabilidad de la empresa.
También se pueden cancelar las provisiones hechas con anterioridad si los riesgos no se
han consumado. Por ejemplo, imaginemos que una empresa provisiona 1.000 euros para
cubrir impagos o reparaciones en el año fiscal 2008. En 2009 se han consumado algunos
riesgos que tenía, pero no hasta los 1.000 euros, sino sólo 800 euros. Lo que ha sobrado,
200 euros, hay que llevarlo a ingresos, y para el ejercicio en curso, 2009, hay que volver a
provisionar los riesgos que se tengan que afrontar.
En algunos sectores, como la banca, la legislación proporciona una normativa de
provisiones mínimas. Y por tanto, cuando se concede un crédito, hay que provisionar
parte de él por si el crédito entra en mora. También, cuando un cliente deja de pagar, se
establecen unos plazos para ir provisionando, según pasa el tiempo, partes mayores de
dicho crédito impagado. Por tanto cuando la mora sube, los beneficios bajan, aunque al
final se acabe recuperando el dinero por medio de embargo de las garantías que se
proporcionaron para lograr el crédito. De hecho, el Banco de España ha sido famoso en la
crisis financiera por obligar a los bancos españoles a hacer provisiones abultadas en
momentos boyantes (provisones anticíclicas) con lo que en teoría están mejor
preparados para afrontar momentos difíciles. Digo en teoría, ya que si la mora sube
mucho no hay provisión que lo cubra (bueno, sí, la del 100%, pero eso no es práctico)
y en la actualidad está rebajando las obligaciones de provisionar para que los bancos no
tengan que ampliar capital.