EL ESTILO POLIFÓNICO
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EL ESTILO POLIFÓNICO Y LA IRRUPCIÓN EN LA MEMORIA INDÍGENA
EN “EL MUNDO ES ANCHO Y AJENO” DE CIRO ALEGRÍA
(THE POLYPHONIC STYLE AND RAID ON INDIGENOUS WORLD REPORT
BROAD AND ALIEN IS CIRO ALEGRÍA)
JHONSON ALEX CONTRERAS EUSTAQUIO
“Esto de tratar de explicar la vida de uno mismome parece una tarea difícil...
después de todo, ¿qué sabe uno de su propia vida?Tenemos sólo referencias de lo que creemos
ha sido nuestra experiencia personal...”.Ciro Alegría, Cuba, 1956.
RESUMEN
El Mundo es Ancho y Ajeno colocó a Ciro Alegría en un lugar especial dentro de
la narrativa hispanoamericana, nació el 4 de noviembre de 1909 en Huamachuco–La
Libertad. Es un escritor estupendo y sus virtudes descriptivas logran que esta obra alcance
una dimensión universal y haga de esta una novela espléndida dentro de la, literatura
peruana, pues por ello en este estudio quiero definir ese mundo interno indígena que él
describe a través de la memoria de sus personajes y ese confluir de voces que se dan en
estos, el cual le hace alcanzar un estilo polifónico innovador en la literatura indígena.
Palabras claves: La polifonía, irrupción, memoria, perspectiva indígena.
Abstract:
Keyword:
El arte es una de las actividades humanas más complejas, pues actúan en el no
solo las condiciones objetivas del artista, sino también las subjetivas y psicológicas. Lo
aprendido en la sociedad a través de la educación, lecturas discusiones y pensamientos
propios conforman el bagaje cultural que se manifiesta en la obra del artista, pero existen
componentes propios del autor como lo psicológico que es crucial en el desarrollo de una
obra de arte, como decía Jean Paul Sartre– El escritos es un ser privilegiado, pero a la vez
está obligado a servir a su sociedad– y esto es justamente lo que notamos en Ciro Alegría,
esa tentativa de mostrar el mundo indígena desde dentro como un sentimiento de
identificación con la gente de su pueblo.
Ciro Alegría es reconocido como uno de los más grandes representantes de la
narración hispano-americana, un hombre de letras que nació el 4 de noviembre de 1909 en
la hacienda Quilca, ubicada en el Distrito de Sartimbamba Provincia de Huamachuco
Departamento de la Libertad, creció junto esas incertidumbres que vivían la gente de su
comunidad la cual al viajar a la ciudad y conocer y vivir otra realidad y pasar muchas
peripecias e incluso llegar a prisión, regresa para identificarse con su pueblo, para ser él esa
voz de protesta que todo el mundo sentía pero que quizá nadie se atrevía a decirlo.
Ciro alegría fue un artista completo su producción literaria es muy basta público
desde cuento hasta novelas. Ciro Alegría hará una novela y la titulará "La serpiente de oro"
(1935) que obtendrá el primer Premio en el Concurso "Nacimiento". Luego de una
peligrosa y penosa enfermedad pulmonar se hace acreedor del premio de novela de la
editorial Zig–Zag con “Los perros Hambrientos” (1939), al año escribe “El Mundo Es
Ancho y Ajeno” (1941) que obtiene el premio en el concurso a nivel continental convocado
por la editorial norteamericana Farrar & Rinehart y Ciro Alegría viaja a recibirlo a los
Estados Unidos. Se puede decir entonces que con la publicación de tres novelas, maestras
todas ellas y en un corto plazo de seis años colocó a Ciro Alegría en un lugar especial
dentro de la narrativa hispanoamericana al igual que en nuestro propio país.
Pienso que la obra de Ciro Alegría plasma en su escritura la tensión de visiones
culturales y estéticas y la transición hacia nuevas formas literarias que hacían su aparición
en esos años. La novela indígena muestra en su desarrollo histórico un paulatino
despojamiento de modos escriturales monológicos– en términos de Bajtin– y de visiones
positivistas y románticas, cediendo a la creación de un lenguaje polifónico y mestizado
producto de sumergirse en lo indígena, pero con un bagaje occidental, esto vemos en “El
Mundo es Ancho y Ajeno”, además de la incursión en la memoria indígena por parte del
escritor, para lo cual es necesario crear un estilo autentico y adecuado a un territorio
heterogéneo racial, lingüística y culturalmente.
El recurso el artificio que entraña un proceso de traducción del mundo indígena,
en alguna medida traiciona al escritor, pero también le permite experimentar modos de
acercamiento a lo marginal.
La Polifonía
La polifonía (del griego [polis] que significa “muchas” y [phonos] que significa
“sonidos, melodías”) en música es un tipo de textura musical en la que suenan
simultáneamente múltiples voces melódicas que son en gran medida independientes o
imitativas entre sí, de importancia similar y ritmos diversos.
La Polifonía en la literatura
El término polifonía fue empleado por el teórico ruso Mijaíl Bajtín para referirse a
lo que él consideraba la principal característica de la novela de Fiódor Dostoievski. Esa
característica consistía en que cada personaje expresaba en el interior de las novelas de
este autor su forma de percibir el mundo que lo rodea (el mundo ficcional, imaginario), lo
que producía en el lector el conocimiento de muchas perspectivas vitales como personajes
principales se presentaban y actuaban en los textos. Ese pensamiento personal e individual
no era relatado por otro (personaje o narrador), sino por el mismo personaje en una
situación determinada, específica, en la cual le era inevitable manifestar su forma de
comprender el mundo.
Milan Kundera, en sus tratados sobre literatura, también destaca la presencia de la
polifonía en la novela, aunque más la relaciona con autores modernistas como Hermann
Broch y él mismo. Plantea la estrecha relación entre la música y la estructuración de la
novela, por tanto la polifonía sería la existencia de varias situaciones que se intercalan sin
que una de estas sea dominante. La polifonía consiste en una característica de los textos
literarios que presentan pluralidad de voces que se corresponden con múltiples
conciencias independientes e inconfundibles no reducibles entre sí. Por tanto, cada
personaje es sujeto de su discurso y no solo objeto del discurso.
Teniendo una idea general de lo que significa el término y como es que se usa en
la elaboración del discurso literario, se puede decir que eso es lo que refleja la obra de
Ciro Alegría, pues la narración polifónica es una de sus principales técnicas, él logra una
totalidad gracias al agregado de detalles o peripecias de los personajes.
En El Mundo es Ancho y Ajeno, la unidad fundamental está constituida, por la
comunidad, institución en la que todo converge. Hasta cuando la comunidad es destruida,
una vez producido el despojo, en cada uno de sus miembros desterrados veremos su
destino final representado por las vidas de varios de sus integrantes. Así la comunidad se
disgrega y se expande hacia nuevos espacios sin perderse, en el relato, su vinculación con
el eje central donde se inicia. El Mundo es Ancho y Ajeno no solo una novela escrita en la
plenitud de la madurez creativa y estilística de Ciro Alegría, sino sumamente ambiciosa
por reunir en su impresionante, variado y atractivo tejido caleidoscópico un clamor contra
la injusticia desatada sobre los inocentes y desheredados de la tierra.
Incursión en la memoria indígena
La RAE define a la memoria como la facultad anímica por medio de la cual se
recuerdan las cosas. No es necesario quizá profundizar en el estudio desde el punto de vista
de la psicología porque obviamente nos conllevaría a hacer un análisis más profundo del
término, pero a lo que quiero llegar es que esto es suficiente para poder proseguir nuestro
estudio en torno a la obra de Ciro Alegría, y dejar en claro que al plantear “memoria
indígena” no me refiero a que los indigenaqs poseen un tipo de memoria o algo parecido,
sino simplemente tomo este concepto para referirme a esa visión y perspectiva indígena de
la cual se forma la obra y también de mi propia perspectiva que adopto para hacer mi
análisis el cual tiene una relación con el concepto de polifonía desarrollado anteriormente.
Hay casos en los cuales el enunciador puede hacer referencias ambiguas, dar la palabra a
otro, o bien dejar oír voces ajenas en el interior de su propio discurso. Esta posibilidad de
hacer circular otras voces en el interior del discurso propio es lo que comúnmente se
denomina polifonía. En el texto se distinguen tres tipos de discurso: directo, indirecto e
indirecto libre. Pero a mi juicio el último modo narrativo con el cual la novela consigue
acercarse con mayor eficacia a los personajes y por ende al mundo de los indígenas desde
dentro.
El estilo directo: es la forma que usa el narrador para reproducir textualmente las
palabras de los personajes. Se usan marcas gráficas como el guion de diálogo,
comillas o dos puntos para introducirlas.
Una tarde se presentó por el taller un individuo apodado el Zurdo,
sujeto sin oficio conocido, algo vagabundo y truhán. Vestía un traje de
dril amarillo, bastante sucio y remendado. Su cara demacrada, de ojos
inquietos, hablaba de una existencia desordenada.
Oiga, don Jacinto, yo le traje una barreta pa acerar y se me ha partido.
¿Qué acero le puso?
Acero bueno, ¿qué más le iba a poner?
No; usté le puso fierro colao dijo el Zurdo, elevando el tono, usté me
ha engañao...
El herrero sentía una secreta repugnancia por ese hombre ocioso e
informal que negaba con su existencia todo lo que él afirmaba con la
suya.
-Bueno dijo el herrero, si es que se ha partido como dices, trae la
barreta pa componértela.
Y el Zurdo, gritando:
No me importa la barreta, lo que me importa es el engaño. ¡A cuántos
infelices indios no le hará lo mismo! ¡Pobre gente que no se atreve a
reclamar!
El herrero dejando su quehacer y mirándolo con ojos punzantes:
Te vas a callar, oye. Y si no quieres traer la barreta, toma tu plata.
Le tiró sobre el yunque dos soles que el Zurdo se apresuró a recoger.
(El Mundo es Ancho y Ajeno, 1971 p. 205)
En el estilo directo se intenta imitar el habla indígena con sus peculiaridades
fonéticas. Este discurso alterna con el indirecto omnisciente del narrador, conformando un
modo narrativo tradicional, impresionista.
El estilo indirecto: es la forma que usa el narrador cuando en lugar de dejar que
los personajes hablen directamente, refiere en su propio enunciado los que ellos
dijeron. En la mayoría de los casos, el narrador mantiene su lecto y su registro sin
que se contamine con los correspondientes al personaje. En otras palabras habla el
narrador. El diálogo o estilo indirecto implica siempre, por un lado, la existencia de
una selección de la información por parte del narrador —sólo reproducirá lo que a
él le parezca conveniente— y, por otro, la falta de los matices emocionales y
expresivos del personaje. Lingüísticamente, estos fragmentos estarán dominados
por la tercera persona, en tanto que no son otra cosa sino narraciones de lo que
piensan o dicen los personajes. Como podemos notar en al siguiente cita:
La noche era avanzada cuando terminó el rezo y sirvieron la comida.
Después, las horas se alargaron inacabablemente y muchos veloriantes
se tendieron en el suelo. En torno al cadáver seguían brillando las
velas y arriba el cielo había encendido todas sus estrellas.
Rosendo Maqui continuaba despierto, en una vigilia que alumbraba
toda la vida de su mujer y que admitía su muerte con un sentimiento
hondo y potente, cargado de una pesada tristeza, en el que
participaban una vaga conciencia religiosa y una emoción de tierra y
cielo. Permítasenos ser oscuros. El mismo Rosendo no habría
precisado nada y nosotros, en buenas cuentas, logramos solamente
sospechar secretas y profundas corrientes.
Y llegó el alba rosa y áurea y después creció el día desde las rocosas
cumbres del Rumi. La luz cayó blanda y dulcemente sobre las faldas
de los cerros, sobre los eucaliptos y los saúcos sobre las tejas de la
capilla y las casas, sobre las cercas y los veloriantes. (El Mundo es
Ancho y Ajeno, 1971 p. 68 y 69)
Como vemos el narrador logra describir los que piensan los personajes pero
lo hace a su manera es decir, él también es parte de la historia y lo hace de manera
plural para identificarse más con el resto de la comunidad.
El estilo indirecto libre: (o discurso indirecto libre) es un estilo narrativo en
el que se insertan en la voz del narrador enunciados propios de un personaje,
que se reconocen mediante marcas que descartan la vinculación de ese
registro del lenguaje o punto de vista con el narrador.
La incorporación del estilo indirecto libre proporciona la posibilidad de adentrarse
en la vivencia indígena, sumergiéndose en la conciencia del personaje.
En el primer capítulo, el narrador, con un lenguaje culto, sigue el curso del
accionar de Rosendo Maqui, sigue también sus pensamientos, su sentir y sobre todo su
memoria. El narrador traduce a pensamientos lo que en Rosendo, como podemos notar:
El indio Rosendo Maqui creía entender sus secretos físicos y
espirituales como los suyos propios. Quizás decir esto no es del todo
justo.
Digamos más bien que los conocía como a los de su propia mujer
porque, dado el caso, debemos considerar el amor como acicate del
conocimiento y la posesión. Sólo que la mujer se había puesto vieja y
enferma y el Rumi continuaba igual que siempre, nimbado por el
prestigio de la eternidad. Y Rosendo Maqui acaso pensaba o más bien
sentía: «¿Es la tierra mejor que la mujer?» Nunca se había explicado
nada en definitiva, pero él quería y amaba mucho a la tierra. (El
Mundo es Ancho y Ajeno, 1971 p. 27)
No obstante, la visión y los pensamientos indígenas, fundamentalmente
analógicos, panteístas y animistas, contagian en algunos momentos el discurso del
narrador:
¡Desgracia!
Una culebra ágil y oscura cruzó el camino, dejando en el fino polvo
removido por los viandantes la canaleta leve de su huella. Pasó muy
rápidamente, como una negra flecha disparada por la fatalidad, sin dar
tiempo para que el indio Rosendo Maqui empleara su machete.
Cuando la hoja de acero fulguró en el aire, ya el largo y bruñido
cuerpo de la serpiente ondulaba perdiéndose entre los arbustos de la
vera.
¡Desgracia!
Rosendo guardó el machete en la vaina de cuero sujeta a un delgado
cincho que negreaba sobre la coloreada faja de lana y se quedó, de
pronto, sin saber qué hacer. Quiso al fin proseguir su camino, pero los
pies le pesaban. Se había asustado, pues. (El Mundo es Ancho y
Ajeno, 1971 p. 25)
Pues aquí vemos también como el autor narra los hechos ligados con el sentir
y las creencias de la comunidad indígena, pues Rosendo, por medio de una sola
palabra en estilo indirecto libre, es decir, el narrador verbaliza lo que está en la
mente de Rosendo: "¡Desgracia!". Es la perspectiva del personaje, pues la asociación
entre la serpiente que se cruza en el camino y el mal augurio es creencia indígena.
Tal perspectiva se destaca con el uso de los signos exclamativos, expresando así
emoción, vivencia. Esta palabra se va a repetir cuatro veces en las tres primeras
páginas, alternándola con el discurso indirecto del narrador.
Cabe decir también que el lenguaje metafórico cobra una significación especial si
lo entendemos relacionado con la vivencia indígena, concretamente con las
correspondencias entre los seres humanos y la naturaleza, así como entre todas las cosas:
El indio Rosendo Maqui estaba encuclillado tal un viejo ídolo. Tenía
el cuerpo nudoso y cetrino como el lloque palo contorsionado y
durísimo, porque era un poco vegetal, un poco hombre, un poco
piedra. Su nariz quebrada señalaba una boca de gruesos labios
plegados con un gesto de serenidad y firmeza. Tras las duras colinas
de los pómulos brillaban los ojos, oscuros lagos quietos. Las cejas
eran una crestería. Podría afirmarse que el Adán americano fue
plasmado según su geografía; que las fuerzas de la tierra, de tan
enérgicas, eclosionaron en un hombre con rasgos de montaña. En sus
sienes nevaba como en las del Urpillau. El también era un venerable
patriarca. (El Mundo es Ancho y Ajeno, 1971 p. 29)
Los indígenas se perciben y viven ligados simbióticamente a la naturaleza, con lo
que son "un poco vegetal, un poco hombre, un poco piedra". Pues el indígena no quiere
imitar, deviene tales los elementos por el modo de relacionarse con ellos. Es sumamente
interesante que en medio del vegetal y del mineral se ubique al hombre y que al igual que
en los otros dos casos se diga que era "un pocohombre". Aquí Ciro Alegría percibe un
aspecto esencial de lo indígena y es que el hombre abandona el ser hombre como categoría
superior, proyectándose hacia otras formas del ser que tienden a lo colectivo.
Lo que le da mayor valor estético a esta descripción es la consonancia entre el
lenguaje metafórico utilizado y la propia visión que el personaje tiene de su entorno y de sí
mismo. Sin duda que se aprecia también el sustrato cristiano el que se une a lo indígena en
el hecho de concebir un Adán de la tierra americana, un Adán indígena. Rosendo adquiere
rasgos patriarcales bíblicos: es una especie de Salomón por la sabiduría para solucionar los
problemas de la comunidad y obtiene por ello el respeto de sus hermanos comuneros.
Otra modalidad en que funciona la alternancia es la que presenta la perspectiva del
personaje indígena e inmediatamente le sigue la perspectiva del narrador, eminentemente
interpretativa. Así, por ejemplo, cuando Rosendo contempla los cerros, el narrador los
describe del modo como posiblemente se le figuran a este personaje.
Gozaba viendo el nevado Urpillau, canoso y sabio como un antiguo
amauta; el arisco y violento Huarca, guerrero en perenne lucha con la
niebla y el viento; el aristado Huilloc, en el cual un indio dormía
eternamente de cara al cielo; el agazapado Puma, justamente dispuesto
como un león americano en trance de dar el salto; el rechoncho Suni, de
hábitos pacíficos y un poco a disgusto entre sus vecinos; el eglógico
Mamay, que prefería prodigarse en faldas coloreadas de múltiples
sembríos y apenas hacía asomar una arista de piedra para atisbar las
lejanías; éste y ése y aquél y esotro... El indio Rosendo los animaba de
todas las formas e intenciones imaginables y se dejaba estar mucho
tiempo mirándolos. En el fondo de sí mismo, creía que los Andes
conocían el emocionante secreto de la vida. Él los contemplaba desde
una de las lomas del Rumi, cerro rematado por una cima de roca azul que
apuntaba al cielo con voluntad de lanza. No era tan alto como para
coronarse de nieve ni tan bajo que se lo pudiera escalar fácilmente.
Rendido por el esfuerzo ascendente de su cúspide audaz, el Rumi hacía
ondular a un lado y otro, picos romos de más fácil acceso. Rumi quiere
decir piedra y sus laderas altas estaban efectivamente sembradas de
piedras azules, casi negras, que eran como lunares entre los amarillos
pajonales silbantes. Y así como la adustez del picacho atrevido se
ablandaba en las cumbres inferiores, la inclemencia mortal del pedrerío
se anulaba en las faldas. Estas descendían vistiéndose más y más de
arbustos, herbazales, árboles y tierras labrantías. (El Mundo es Ancho y
Ajeno, 1971 p. 27)
Las canas de Rosendo se comparan con la nieve de las montañas; se invierte la
analogía anterior, ahora es la montaña la que adquiere caracteres humanos: el Urpillau es
canoso y sabio, como un amauta o como Rosendo. La naturaleza se acerca al ser humano:
los montes son ya un amauta, ya un guerrero, en otro duerme un indio.
La presencia de lo no indígena del narrador se delata por: el uso de la frase "león
americano", en la que se entiende un conocimiento más amplio del mundo al especificar el
rasgo americano; la palabra eglógico, que pertenece a una esfera culta y literaria; el
concepto "animaba" relativo al animismo, término acuñado por la antropología; y el
término "creía", a través del cual refiere a lo indígena, pero marcando su perspectiva
diferente.
Si bien la mayor parte del primer capítulo podría entenderse como discurso
indirecto libre o interiorizado, pues el narrador sigue el fluir de la conciencia de Maqui,
principalmente sus recuerdos, la forma que adopta lo acerca mucho a un estilo indirecto, ya
que la perspectiva del narrador es la que adquiere mayor presencia. Los momentos en que
se siente la perspectiva del personaje son más escasos. Consisten mayoritariamente en
frases que tienen como función recordar al lector que lo que se narra corresponde a la
conciencia del personaje.
No obstante la perspectiva del narrador no desaparezca en el discurso indirecto
libre usado en la novela, ya que se utiliza la lengua culta del narrador, tal modalidad obliga
a reducir las interferencias personales. Con esto me refiero a juicios y comentarios, pues de
todas formas el discurso es permeable a ciertas actitudes que corresponden al narrador.
En el pasaje en que Rosendo Maqui está próximo a la muerte, después de la
golpiza de que fue víctima a manos de los gendarmes de la cárcel, accedemos al
pensamiento, sentimientos y emociones del alcalde de Rumi en su estado de
semiconciencia: Se establece aquí una relación con el comienzo de la novela: nuevamente
se activa la memoria de Rosendo en relación con la comunidad, esta vez como una retahíla
de imágenes en que evoca los últimos momentos vividos con su gente en Yanañahui. El
narrador, con gran sensibilidad, acompaña al personaje en sus últimos instantes de vida. Ya
no se trata de la nostalgia que sentía Rosendo durante el tiempo que permaneció en la
cárcel, sino que ahora por su estado semiconsciente, potencia una fuga imaginativa o
espiritual (contraparte de la fuga física del Fiero Vásquez), a través de la que se retrotrae a
un mundo ya perdido, como si vislumbrara un paraíso distinto al del imaginario cristiano,
un paraíso hecho a la medida de sus deseos y, por lo mismo, más cercano a la experiencia
cotidiana. El espíritu de Rosendo Maqui escapa de la cárcel y se traslada al espacio de la
comunidad, integrando los tiempos y espacios de la vida en la sierra y la puna. A Rosendo
le parece estar corporalmente en ese lugar. Lo que le otorga mayor logro estético a este
pasaje es que el narrador no interfiere explicándonos esto, es decir, no nos dice que a
Rosendo le parecía estar ahí, sino que la descripción de la vida en la comunidad irrumpe en
el discurso y en medio de esta descripción aparece la figura de Rosendo formando parte del
paisaje y al mismo tiempo gestándolo por ser su mirada espiritual la que sigue el narrador.
Podemos concluir entonces que en El mundo es ancho y Ajeno, la relación
hombre-tierra se inscribe en fundamentos míticos. La tierra se relaciona con los orígenes
del hombre del mismo. Para los indígenas quechua la tierra es la Pachamama a la que el
hombre está conectado como por un cordón umbilical, y que la novela de Alegría, trata de
representar a través de este estilo innovador y trascendente en la narrativa, pues logra
confluir los pensamientos indígenas con sus costumbres, sus pesares, sus incertidumbres y
mediante un conjunto de voces que se desarrolla en los personajes alcanza ese estilo
polifónico, que hace que el indio despliegue sus sentimientos a través de sus recuerdos
vividos, a través de su memoria, pues es así como Ciro Alegría describe ese sentimiento
indígena desde dentro, como un narrador que todo lo ve y lo siente, y nunca deja de
desligarse de su tierra, pues la comunidad ficticia que describe Ciro Alegría representa
para el comunero “un espacio protector, un lugar en donde el indígena se siente protegido
por la madre que le dio la vida” esto es, por la tierra natal.
BIBLIOGRAFÍA
ALEGRÍA BAZÁN, Ciro. El Mundo es Ancho y Ajeno, Edit. LOSADA S.A.
Buenos Aires— Argentina. Tercera Edición 14/06/1971.
SILVA–SANTISTEBAN, Ricardo. Ciro alegría/ Novela de mis Novelas, Edit.
Edit. Pontifica Universidad Católica del Perú, Lima-Perú. 2004.
SILVA–SANTISTEBAN, Ricardo. Ciro alegría/ Novelas y Cuentos, Edit. Edit.
Pontifica Universidad Católica del Perú, Lima-Perú. 2004.