El Factor Humano Como Centro de La Ética Empresarial
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EL FACTOR HUMANO COMO CENTRO DE LA ÉTICA EMPRESARIAL
En el mundo empresarial, o particularmente en la realización de un negocio, la
aplicación de una estrategia, la omisión de información relevante o la
desinformación, puede ser beneficiosa económicamente. En efecto, se podría
decir que un negocio ha sido bueno no solo porque se han beneficiado ambas
partes sino porque uno ha sacado mayor provecho (desde el punto de vista de
éste último). Se podría establecer que un negocio bueno en el sentido moral, es
un mal negocio en el sentido económico, ya que en el sentido moral se busca un
acuerdo beneficioso sincero para ambas partes, y en el sentido económico se
busca sacar una ventaja desde el punto de vista de la expectativa (ó a veces
directamente a costa de la ingenuidad o ignorancia de la otra parte). Se plantea
que la ética no es un ingrediente para triunfar en los negocios, pero
equivocadamente, ya que los negocios se hacen a través de personas (el factor
humano),y por lo mismo sería un error llevar la interacción estrictamente al
enfoque del beneficio provechoso para el más fuerte (en este caso la negociación
se trata como el campo de batalla). Se recuerda que la fórmula de éxito se da en
aquellos negocios realizados por conveniencia mutua basada en complementos
beneficiosos para ambos. De lo contrario, se encontraría latente el ánimo de sacar
ventajas favorables personales. En estos casos se verificaría que el
comportamiento inmoral convertido en norma (aceptación general) se hace un
elemento de difusión. El hacer honradamente el propio trabajo es una de las
exigencias radicales del hombre en cualquier cultura. En el campo de la
competencia en la cual la empresa se encuentra inserto, tampoco aplica la estricta
visión ética. Por el contrario, la competencia es cruda y para lograr éxito se
construyen sofisticadas estrategias de impacto. Esto es una actuación de guerra,
donde la mente del consumidor es el campo de batalla. Para muchos, esta batalla
no podría ser sobrellevada bajo un sentido ético, sin embargo, es imposible
separar los negocios y los valores, como si ambos permanecieran en mundos
diferentes, porque la ética pertenece a la misma realidad por cuanto es una
dimensión de toda actividad humana.
Una buena actuación ética es simultáneamente una buena actuación profesional.
La ética descubre en los hombres algo de más valor que la simple actuación. Para
el cristiano es el reflejo, en las actuaciones humanas, de la voluntad de Dios, con
el que se mantiene una relación personal, que es la oración.
La ética empresarial es una exigencia de la persona, cualquiera sea su trabajo. La
ética empresarial, supone que sus principios son los mismos de la moral general.
Si genuinamente se mantiene una preocupación por los empleados (calidad y
ambiente, remuneración, sentido de familia, incentivos, seguridad)
proporcionándoles "dignidad y respeto", el trabajador estará feliz y motivado por
producir calidad. Este estado de ánimo, sentido de felicidad, es en sí una cuestión
ética. En muchas empresas inmersas en la competitividad y falta de tiempo para
todo, los trabajadores son el "recurso humano". Esto puede al menos interpretarse
como sujetos que no son personas sino recursos (con todas las implicaciones
éticas que esto signifique). Estos recursos son atractivos en la medida que
cumplan con juventud, dedicación, resultados, identificación con la empresa,
esfuerzo que vaya más alla de la estricta responsabilidad, ser capaz de trabajar en
equipo, ser agradables, saber de computación y tener un idioma alternativo. Mejor
aun si su costo es "bajo". Una vez que este recurso se ha desgastado --y luego de
haber entregado la vida a la empresa (sin olvidar que la familia también vive este
proceso)--, puede ser fríamente reemplazado por otro recurso joven, que sepa
computación, de bajo precio, etc., etc. Este es el comportamiento de las empresas
hacia los recursos humanos (personas con familias que dependen de ellos,
aspiraciones, necesidades, sentido de dignidad, sueños de justicia) en la mayoría
de las empresas que interactúan en un ambiente de competencia, y sin embargo
existen empresas que no dudan en mencionar que las personas son uno de sus
principales activos. La ética empresarial, en cuanto a tal, sin embargo, significa
actuar en un ambiente que no solo procura el más alto respeto y dignidad de sus
empleados (personas y nunca recurso), sino que procura que la empresa se
presente frente a la sociedad de manera honrada, veraz y honesta, más
idealmente en la procuración del bien social.
La búsqueda de la rentabilidad no consiste en oponerse a la ética, pues existes
cualidades gracias a las que se trabaja más y mejor; y porque hay varias otras
dimensiones de la vida que suponen límites a la rentabilidad, ej.: "las normas son
buenas para todos, aunque en un momento particular no me favorezcan". Es
decir, la respuesta a esta pregunta podría ser "ni solo, ni siempre". Las
consideraciones éticas suponen el elemento de racionalidad en los análisis
empresariales. La ética resulta ser una dimensión inexorable de la actividad
humana y empresarial.
LAS PERSONAS COMO FUENTE DE INGRESO Y NO DE COSTOS
Una empresa que contrata a un trabajador le paga un sueldo bruto, pero además
tiene que abonar gran parte de sus cotizaciones a la Seguridad Social. El dinero
que destina a este fin depende de varios factores: tipo de contrato, sector del
trabajo, régimen de contratación, etc. Como norma general suele equivaler al 30%
del sueldo bruto.
Con estas cotizaciones el empresario contribuye a la prestación por desempleo del
empleado. También cubre su sueldo en caso de futuras bajas médicas.
El sueldo bruto es el dinero que una empresa paga a un trabajador por sus
servicios. Pero el empleado no cobra todo este salario. Se descuentan las
siguientes partidas:
-Cotizaciones a la Seguridad Social. Suponen, de forma aproximada, un 6,4% del
sueldo bruto. Este dinero se destina a la prestación por desempleo del trabajador
o para cubrir posible bajas médicas en el futuro. Se paga más o menos en función
del régimen en el que se esté dado de alta (régimen general, autónomos,
empleados del hogar, etc) y de la modalidad de contratación (fijo, a tiempo parcial,
etc.). Cuanto más se cobra, más se paga, aunque hay unos tipos (bases máximas
de cotización) que no se pueden pasar.
-Retenciones del IRPF, un impuesto que grava el dinero que se gana a lo largo del
año. Este tributo se liquida entre los meses de mayo y julio, aunque el Estado
retiene una parte de la nómina mensual de los trabajadores. Se paga más o
menos en función de lo que se gana y de la situación personal de cada persona
(casado, con hijos, vivienda en propiedad o alquiler, etc.)
Al sueldo bruto de un trabajador se le descuentan estos dos conceptos y al final
queda el sueldo neto, que es el dinero que ingresa en su nómina.
Los empleados tienen derecho a la prima de servicios, las cesantías, los intereses
de las cesantías y las vacaciones. La prima de servicios es igual a un pago de
medio salario cada semestre (esto equivale a un 8,33% del salario mensual).
Las cesantías son una prestación, un ahorro que se hace para proteger a los
empleados en caso de quedarse sin empleo. El empleado tiene derecho a un
salario mensual por cada año trabajado, o proporcionalmente al tiempo trabajado
(al igual que la prima, esto equivale a un 8,33% del salario mensual).
Las cesantías son consignadas por el empleador en el mes de febrero al fondo de
cesantías acordado. La base para liquidar tanto la prima de servicios como las
cesantías, es el salario básico más el auxilio de transporte, las horas extras y las
comisiones.
El empleador también tiene que pagar intereses sobre las cesantías que el
empleado tenga acumuladas al 31 de diciembre, equivalentes al 12% de las
cesantías. Además, el empleado también tiene derecho a tomarse 15 días hábiles
de vacaciones al año, las cuales serán remuneradas (esto representa un 4,17%
del salario básico mensual). En ningún caso, el auxilio de transporte hará parte de
la base para calcular el valor de las vacaciones.
El empleador debe hacer aportes a pensión, salud y riesgos profesionales por
cada uno de sus empleados. Los aportes a salud se liquidan sobre el 8,5% del
salario y los de pensión sobre el 12%. Por su parte, los pagos a la Administradora
de Riesgos Profesionales (ARP), dependerán del nivel de riesgo al que se
encuentre expuesto el trabajador. Hay que tener en cuenta, que el auxilio de
transporte solo se incluye para el cálculo de las cesantías y la prima, más no para
la liquidación de los aportes a seguridad social ni a parafiscales.
Como primer paso, en todas las nóminas deberían especificarse estos costes
laborales y en una segunda fase, traspasar completamente la obligación de pago
de impuestos al trabajador, cobrando lógicamente el salario bruto global que
representa para la empresa. Con ese sistema de pago de Seguridad Social, quizá
muchos más serían conscientes del coste de determinadas facetas de las
prestaciones públicas, que hoy día, muchos siguen pensando que el dinero
público no es de nadie y cae del cielo.
RELACIÓN DE LA ÉTICA EMPRESARIAL CON LAS TENDENCIAS ACTUALES
DE LA GESTIÓN
La Ética Empresarial, también denominada Ética de los Negocios, es un
interesante tema inherente a la Administración y al sector empresarial que viene
tomando fuerza, especialmente desde los años 80s, para unos en razón a las
numerosas situaciones de fraude y desconfianza generadas por reconocidas
empresas de orden internacional, mientras que para otros expertos, en razón a los
sobresaltos y crisis económicas que se han enfrentado en los últimos años desde
diversos países.
La ética empresarial no es un tema nuevo, y al respecto, se han venido haciendo
aportes desde la Antigüedad hasta nuestros días, influenciados por las
condiciones del momento histórico respectivo, y en especial, bajo momentos
epistémicos sucesivos (capítulo uno). La diversidad de enfoques en el tema, han
precipitado partir de una concepción sobre la “ética”, la “empresa” y sobre la “ética
empresarial” para sustentar la postura aquí propuesta (capítulo dos). Pero la
pertinencia de una ética empresarial se define en función de su contribución del fin
último que persigue como ética aplicada (capítulo tres). Sin embargo, por ser ética
aplicada, requiere concretarse en el “mundo real”, para lo cual se encuentran tres
caminos complementarios a seguir en la gestión de la ética empresarial (Capítulo
cuarto). En el desarrollo de la reflexión y de cara a ciertas condiciones críticas que
se han profundizado o agudizado en los últimos años, se realiza una aproximación
reflexiva ante algunos desafíos que se le presentan a la ética empresarial (capítulo
quinto). En el ejercicio reflexivo y a fin de concretizar la gestión de la ética
empresarial, se realiza una aproximación a algunos componentes básicos de lo
que debería ser dicha gestión en las empresas.
Abordar el tema de la Ética Empresarial implica converger a la “ética” desde el
área humanística y a la administración desde el área social, muy cercana en los
últimos tiempos a la “tecné” del mundo.
La ética, como rama de la filosofía que interpela sobre la forma de estar y vivir en
el mundo de acuerdo a unos comportamientos correctos y adecuados para la sana
convivencia, y además, acordes con unos valores, ya que ésta, según Guevara
(2009), “trata del bien y del mal, de los derechos y de las obligaciones morales, y
de los principios que rigen el comportamiento moral de una persona o grupo”, y
además, implica el comportamiento en la vida cotidiana a fin de lograr la sana
convivencia, ya que, según Transparencia por Colombia (2011), la ética es un
saber reflexivo y práctico acerca de la manera correcta de obrar en todos los
campos de la vida cotidiana y que ayuda a resolver los conflictos cotidianos de tal
manera que se garantice el bien común y la sana convivencia”, es decir, ética,
comprende moral y valores, la primera, relacionada con el conjunto de reglas para
la convivencia y los segundos, asociados a aquellos argumentos que sustentan lo
bueno, lo correcto o justo acerca de algo, según Jaramillo (2010).
Si la ética comprende elementos como comportamientos, valores y principios,
reglas, argumentaciones valorativas, entre otros, ésta en cada sociedad de la
humanidad configura sistemas éticos, los cuales se constituyen como
complejidades que rigen a los colectivos humanos, especialmente influenciados
por condiciones histórico-culturales. De hecho, según Bajtin (2009), los sistemas
éticos suelen ser materiales (de contenido basados en normas morales
usualmente universales, y éste debe ser fundamentado en su significación por la
ciencia respectiva) y formales (nace de la conciencia que se teoriza y pierde el
acto individual).
Pero un ejercicio previo desde la ética misma, es llegar a aproximaciones sobre la
“empresa”, como participio pasado de “imprendere”, derivado del latin
“imprehensa” o “prehendere” cuya significancia está en asumir una actividad o
tarea que implica trabajo o dificultades, sin perder de vista sus estados históricos
precedentes como el taller artesanal y la factoría, hasta nuestros días, al
presentarse como todo un complejo paradigma de la modernidad con múltiples
definiciones y asociaciones. Las definiciones, generalmente relacionadas con
unidad productiva, organización e iniciativa personal y colectiva, mientras que se
asocia, entre otras a “management”, “corporation”, “enterprise”, “firm”.